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Vieques: baluarte y defensa en la conquista y colonización de Puerto Rico




Enviado por jesuspr



    1. Vieques en el contexto del
      segundo viaje de Cristóbal Colón y algunas
      consideraciones sobre el nombre de la Isla
    2. Vieques en la obra colonial:
      importancia geográfica, potencial agrícola y
      comercial
    3. Vieques como zona de defensa
      estratégica para la obra colonial
    4. La defensa del Derecho
      Español sobre la isla de Vieques
    5. Comentarios finales: una
      historia necesaria

    I. VIEQUES EN EL
    CONTEXTO DEL SEGUNDO VIAJE DE CRISTÓBAL COLÓN Y
    ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL NOMBRE DE LA ISLA

    Como parte del entorno geográfico caribeño
    y usando como marco de referencia la Carta del Dr.
    Diego Álvarez Chanca al Cabildo de Sevilla sobre la
    relación de hechos del segundo viaje de Cristóbal
    Colón, Vieques aparece vinculada a la historia escrita de Puerto Rico a
    partir de 1493. Escribe Álvarez Chanca:

    A ésta no llegamos para saltar en tierra,
    salvo una carabela latina llegó a un islón de
    éstos, en el cual hallaron ciertas casas de pescadores.
    Las indias que traíamos dijeron que no eran pobladas.
    Andovimos por esta costa lo más deste día, hasta
    otro día en la tarde que llegamos a vista de otra isla
    llamada Burenquen, cuya costa corrimos todo un
    día.

    En el estudio y análisis que hace Aurelio Tió sobre
    la Carta de
    Álvarez Chanca establece que Vieques pudo haber sido la
    antesala al descubrimiento de la Isla en 1493. Según
    Aurelio Tió es probable que Vieques fue la isla donde
    encontraron casas de pescadores y a la cual "no llegaron para
    saltar en tierra" y por ser la mayor de las islas designadas Las
    Once Mil Vírgenes, es posible que la nombrada con el
    nombre de Santa Úrsula sea Vieques. Aurelio Tió,
    refiriéndose a mapas de la
    época de la conquista, en los cuales la isla de Vieques se
    identifica como Buruquena, cabe la posibilidad, que esa fuera la
    isla que primero vieron al anochecer del día 17 de
    noviembre de 1493." Como evidencia adicional para su
    hipótesis, establece una relación
    entre la palabra buruquena y el nombre "Crab Island" que le
    diero! n los ingleses a la Isla.

    En la reconstrucción histórica del segundo
    viaje de Cristóbal Colón, Abad y Lasierra indica
    que al llegar a las costas de Guadalupe encontraron indios que
    decían ser de Borinquen quienes le brindaron a los
    navegantes noticias sobre
    las otras islas y Tierra Firme además de indicarles la
    ruta para Santo Domingo "guiándolo por la isla de
    Borinquen". En la ruta de navegación que demarca el
    segundo viaje, los expedicionarios se dirigen de islas Canarias
    hacia las Antillas Menores. En su navegación por el
    archipiélago antillano nombraron a las islas que
    descubrieron como Dominíca, Marigalante, Guadalupe, Islas
    Redonda, Antigua, San Martín, Santa Cruz, Islas
    Vírgenes y Borinquen antes de arribar nuevamente a la
    Española. En ese recorrido, Vieques pudo haber sido punto
    de referencia.

    El nombre que actualmente lleva la isla municipio ha
    sido motivo de análisis etimológico y
    lingüístico. En el vocabulario indo-antillano que
    reconstruyó Cayetano Coll y Toste en su estudio sobre la
    prehistoria de
    Puerto Rico brinda la siguiente definición:

    "Viequez sic Corrupción de Bieque. Bi, pequeño;
    Ke, tierra. Tierra pequeña."

    Según Salvador Brau, en documentos que se
    remontan hasta 1514 los españoles utilizaban el nombre de
    "Bieque" o "Tierra Chiquita" para referirse a ella y no fue hasta
    comienzos del siglo XVIII que se comenzó a utilizar el
    nombre que hoy conocemos. En las transcripciones de los
    documentos procedentes del Archivo
    Histórico Nacional se indica que la Isla era considerada
    como una de las Once Mil Vírgenes hasta que en el
    año de 1685 se comenzó a utilizar el nombre de
    Vieques y "pasó al uso común de nombrarla y
    distinguirla entre las demás."

    La sugerencia de Aurelio Tió de que Vieques era
    llamada por los taínos Buruquena y que pudo haber
    sido la isla a la cual Colón designó con el nombre
    de Santa Úrsula antes de llegar a Borinquen el 19 de
    noviembre de 1493, así como los planteamientos de Salvador
    Brau o Cayetano Coll y Toste puede conducir a la misma
    polémica que ha existido sobre el nombre que los
    indígenas le daban a Puerto Rico. Al no ser ese nuestro
    interés
    ni el motivo del presente trabajo
    solamente hacemos referencia a ello por el hecho de que Vieques
    es consustancial al desarrollo
    histórico de Puerto Rico.

    II. VIEQUES EN LA OBRA
    COLONIAL: IMPORTANCIA
    GEOGRÁFICA,

    POTENCIAL AGRÍCOLA Y COMERCIAL

    Durante el transcurso de la época colonial
    española Vieques fue punto de referencia obligado para
    demarcar la extensión geográfica o la línea
    fronteriza que marcaba los límites al
    este de Puerto Rico; definir su importancia comercial; consignar
    el valor de sus
    puertos y señalar el potencial agrícola y comercial
    que tenía.

    Al describir la irregularidad de las costas de Puerto
    Rico, Abad y Lasierra destaca la dificultad que imponen los
    bancos de
    arrecife, isletas, peñascos y cabos para entrar al Puerto
    de Fajardo desde Vieques y entre ellos "una restinga que doblando
    el Cabo Piñero, que está al oriente de San Juan,
    llega hasta la punta de Arena en la isla de Vieques." Al destacar
    la importancia de Vieques para el intercambio comercial mediante
    el contrabando,
    tanto con las antillas menores como con Fajardo y otros pueblos
    de Puerto Rico expresa:

    …tiene algunos puertos medianos a donde acuden los
    extranjeros de las islas de Santo Tomás, San Juan, San
    Martín, Santa Cruz y otras inmediatas a cortar madera y a
    hacer contrabando con los de Fajardo y otros de Puerto Rico,
    que van y vienen al abrigo de los hatos y este es el motivo
    verdadero de sostenerlos.

    Pedro Tomás de Córdova, al referirse en
    sus Memorias a
    Vieques señala que la localización
    geográfica de la Isla se encuentra a "cuatro leguas" de
    distancia al este de Fajardo. Al hacer su descripción topográfica e
    hidrográfica indica que la isla está dividida en
    toda su longitud por una cadena de montañas y "tierras
    llanas de excelente calidad"
    destacando además la cantidad de quebradas y lagunas cuya
    agua "aunque
    algo pesada es bastante agradable, muy buena para la comida, para
    los animales y el
    labado sic". Sobre el potencial comercial y
    agrícola que tenía la Isla a finales de la
    década de 1820 comenta sobre la abundancia del "marisco de
    caracoles" y cangrejos de "tamaño enorme"; la pesca de
    tortugas y careyes; la producción de caña, café,
    algodón, la pimienta de! malagueta que
    abundaba en sus montañas, la fertilidad del terreno para
    la siembra de "víveres, frutas y legumbres" y el
    ñame cimarrón que "sirve para el mantenimiento
    de sus vecinos." Para la década de 1830 Vieques
    disponía de cinco puertos: Mulas y Punta Arenas al norte y
    Ferrer, Mosquito y Ensenada Honda al sur. A través de
    dichos puertos se embarcaban maderas como el úcar,
    tachuelo, guayacán y otras "de la mejor calidad para la
    construcción de trapiches, casas y
    construcción de buques." En sus Memorias, Pedro
    Tomás de Córdova comenta sobre el derecho de los
    españoles a la posesión de Vieques y los esfuerzos
    por sacar de ella a los extranjeros que intentaban establecer
    poblados:

    Es inmemorial la posesión de los
    españoles es esta isla, y antiguamente visitaban todos
    los años por Comisionados del Gobierno de
    Puerto Rico, que lanzaban a cualquiera aventurero que hallaban
    establecido en ella.

    La descripción que hizo Pedro Tomás de
    Córdova sobre Vieques coincide con la del Despacho de
    Palacio del 20 de junio de 1829. En el Despacho se enfatiza la
    importancia estratégica y política de Vieques
    para Puerto Rico. En cuanto a su nombre recoge la diversidad con
    que se han referido a la Isla desde la conquista ("Vieques o
    Bieques (Crab islan sic) isla de los cangrejos").
    En la descripción de su topografía, flora y fauna expone
    que:

    Su terreno es muy fértil, contiene en su seno
    quebradas y lagunas de sal. Produce aves de los
    trópicos, buen marisco, la tortuga de donde sale el
    carey, y enormes cangrejos, pero sobre todo excelentes maderas
    de las que se surten para construcciones de ingenios, edificios
    y buques las islas inmediatas, dinamarquesas e
    inglesas.

    Vieques se definió no solamente como un punto de
    referencia y límite geográfico de Puerto Rico sino
    que se le ubicó en el contexto de su relación con
    las Indias Orientales al señalar que está situada a
    tres leguas de distancia de Puerto Rico, 10 de Santa Cruz, 6 de
    San Tomas y 3 de Culebra. Identificó el Puerto de Mulas
    como el mejor lugar para establecer su población. De igual modo, en el Despacho se
    exponen los peligros que significaría para Puerto Rico el
    mantener la isla de Vieques despoblada y desierta. Se manifiesta
    que dejarla deshabitada significaría el convertirla en
    "una guarida de piratas" por las naciones sublevadas.

    III. VIEQUES COMO ZONA
    DE DEFENSA ESTRATÉGICA

    PARA LA OBRA COLONIAL

    En Vieques se decidió el futuro de la obra
    colonial en Puerto Rico. Así como Cuba, La
    Española y San Juan Bautista fueron punto de partida para
    la conquista y colonización del Continente Americano y
    baluarte para defensa del Caribe y el Virreinato de México
    durante los siglos XVI al XVIII. Vieques fue parte de las
    operaciones
    para la conquista de Borinquen y decidió que España
    mantuviese a Puerto Rico como una de sus posesiones coloniales
    estratégicas hasta mediados del siglo XIX.

    Los primeras décadas de la conquista y
    colonización española del Caribe Antillano fueron
    años de guerra, de
    expansión imperial hacia Tierra Firme y búsqueda de
    mano de obra para sustituir la población indígena
    antillana que disminuía como resultado de la resistencia, la
    emigración forzada y las enfermedades. La
    sustitución de fuerza de
    trabajo indiana autóctona por indios capturados para el
    trabajo esclavo fue parte de la política colonial que
    orientó las expediciones de conquista desde el Caribe
    hacia el Continente Americano. Al iniciarse los preparativos para
    la expedición hacia México el gobernador de Cuba,
    Diego Velásquez, puso a disposición de los
    expedicionarios un barco con la condición de ser pagado
    con indios capturados en las islas Guanaxes localizadas entre
    Cuba y Honduras. Por su parte, colonos establecidos en lugares de
    Tierra Firme se dedicaban a la captura de indios pa! ra venderlos
    como esclavos en la Española, Cuba y San Juan
    Bautista.

    La conquista y colonización de Puerto Rico
    representó para la sociedad
    taína un régimen de servidumbre, mediante el
    sistema de
    encomiendas y esclavitud que
    desarticuló todas sus estructuras
    sociales y culturales de la población taína. La
    población indígena de Borinquen se resistió
    a la expropiación y saqueo de sus bienes; a la
    sustitución de sus símbolos culturales y a la
    explotación a que eran sometidos. La resistencia
    indígena creo un estado de
    beligerancia en Puerto Rico que resultó ser el primer y
    mayor obstáculo de la obra colonial. Contra el indio que
    se resistió se proclamó la guerra contra el infiel
    y derrotada toda resistencia, la esclavitud invadió el
    reino de la libertad
    indiana. El proyecto colonial
    español en
    Puerto Rico iniciado en 1508 se decidió con la derrota de
    la insurrección indígena de 1511 y con las
    incursiones que realizaban las armadas españolas a Vieques
    para contraatacar! a los taínos y caribes que desde
    allí organizaban ataques a Puerto Rico.

    A raíz de la sublevación general
    indígena en 1511 que ocasionó la muerte de
    decenas de españoles y la destrucción del poblado
    de Cristóbal de Sotomayor, Juan Ponce de León
    notificó a las autoridades de Santo Domingo sobre la
    insurrección en la isla, solicitó refuerzos para su
    ofensiva militar contra los insurrectos y organizó varias
    líneas de defensa que habrían de atacar a las
    fuerzas insurrectas comandadas por Agüeybaná. Dada la
    experiencia militar de Juan Ponce de León, su capacidad de
    fuego y el factor sorpresa del contraataque, los españoles
    lograron derrotar la resistencia indígena al interior de
    la Isla.

    La derrota de la insurrección indígena en
    1511, no significó el fin de las hostilidades.
    Éstos se replegaron hacia las islas adyacentes, se aliaron
    a los caribes de Santa Cruz, "a quienes se había ordenado
    perseguir a sangre y fuego" y
    desde Vieques organizaron expediciones a varios poblados de
    Puerto Rico para atacar los españoles. La
    pacificación y ocupación de Vieques pasaba a ser
    parte de las operaciones militares para la conquista definitiva
    de Borinquen (1508-1530). Vieques se transformó en zona de
    conflicto
    bélico entre los colonizadores españoles y la
    población taína que emigró para desde
    allí organizar la resistencia indiana y hacer la guerra a
    los españoles.

    En vista de la crisis
    poblacional que afectó a Puerto Rico a mediados del siglo
    XVI como consecuencia de la guerra contra el indio, las
    encomiendas y esclavitud, la población africana fue la
    mano de obra sobre la cual recayó el peso de la
    explotación económica. El tráfico comercial
    de esclavos procedentes del África se convirtió en
    un negocio lucrativo del cual se beneficiaron las potencias
    europeas que impugnaban la política del exclusivismo
    español. En ese contexto y en el marco de la lucha por la
    hegemonía del Caribe, Viequesse convirtió en lugar
    estratégico para la defensa de Puerto Rico por parte de
    España y en cabeza de playa indispensable para los
    intentos de Inglaterra,
    Francia y
    Holanda por conquistar a Puerto Rico. Intentos que no culminaron
    con el ataque del Conde de Cumberland a Puerto Rico en 1625.
    Perder a Vieques era perder a Puerto Rico. Su importancia
    estraté! gica y la pugna por el dominio de
    Vieques perduró hasta mediados del siglo XIX.

    A partir de 1625 se iniciaron las incursiones hacia las
    antillas. Comenzaba así el principio del fin del
    exclusivismo español y del control absoluto
    de las rutas comerciales y de navegación hacia las Indias
    Occidentales. Los ingleses y franceses comenzaron a establecer
    colonias en las Antillas Menores y posteriormente lo hicieron los
    daneses y holandeses. Vieques se convirtió en presa
    codiciada y antesala necesaria para la conquista de Puerto Rico.
    Arturo Morales Carrión establece que Vieques era
    considerada como "la mejor de todas las Islas Vírgenes" y
    una vez los ingleses se establecieron en Jamaica y los daneses en
    San Tomás, iniciaron el contrabando de esclavos hacia
    Puerto Rico y otras colonias españolas. En el transcurso
    de la lucha por la conquista de Vieques se lograron establecer
    poblaciones de extranjeros contra los cuales España tuvo
    que actuar inmediatamente para mantener el control! de la Isla y
    evitar perder sus derechos territoriales. En
    1647 fue invadida por ingleses al mando de John Pinard y el
    gobierno de San Juan organizó una expedición para
    desalojar a "los intrusos que fueron pasados a cuchillos casi
    todos." Las amenazas sobre Vieques se incrementaron durante la
    segunda mitad del siglo XVII. El potencial de desarrollo
    económico que la Isla tenía frente a las
    dificultades que encontraban los daneses, franceses, holandeses e
    ingleses en las colonias que habían establecido en San
    Tomás, Santa Cruz, Antigua, Jamaica y Anguila
    generó un proceso
    migratorio y de invasiones hacia Vieques.

    De esas invasiones, la que ocurrió en 1685 puso
    de manifiesto la importancia de la Isla. Durante los primeros
    días de marzo los ingleses invadieron a Vieques con cinco
    embarcaciones grandes y pequeñas. El gobernador de Puerto
    Rico, Maestre de Campo Don Gaspar Martínez de Andino,
    informó al gobierno español, reunió la Junta
    de los Cabos Militares y Oficiales de la Hacienda de la Isla y el
    6 de marzo acordaron notificar con prontitud y por conducto de la
    Fragata "Nuestra Señora del Rosario" al Capitán
    General de la Nueva España, Conde de Paredes y
    Marqués de la Laguna para que, como Superintendente de la
    Real Armada de Barlovento, diese órdenes de actuar sobre
    Vieques y "desalojar los pobladores que en ella intentasen
    establecerse, demoliendo todo cuanto hubiesen fabricado." El
    hecho de que Inglaterra la invadiese con cinco embarcaciones y
    que el gobernador de Puerto ! Rico hiciera gestiones para la
    intervención de la Armada de Barlovento denota su
    importancia para Puerto Rico y el dominio español sobre
    Tierra Firme.

    Tres años después, en diciembre de 1688,
    franceses y dinamarqueses, bajo las órdenes de un Cabo
    Gobernador de nación
    inglesa, intentaron establecer una población en Vieques.
    El gobernador de la provincia de Cumaná, Don Gaspar Mateo
    de Acosta, notificó al gobernador de Puerto Rico que entre
    trescientos hombres blancos y negros se habían establecido
    en Vieques y tenían "sementeros, bohíos,
    cabalgaduras y un fuerte". Esa invasión llevó a
    ambos gobernadores a plantear la importancia estratégica
    de Vieques:

    …de consentir su población por extranjeros
    equivaldría a abrirle las puertas de Puerto Rico para
    que andando el tiempo
    llegasen también a poseerla.

    En 1717 se estableció otra colonia inglesa en
    Vieques. Luego de conocerse la presencia de ingleses se
    organizó una fuerza expedicionaria compuesta por criollos
    y libertos puertorriqueños los cuales lograron apresar a
    los colonos y entre ellos a Abraham Huel, quien fungía
    como gobernador. Los expedicionarios incautaron setenta y dos
    negros esclavos que fueron vendidos en "pública almoneda"
    y las maderas, ganado y ropa que tenían los colonos.
    Vieques era la presa codiciada y los ingleses no cedieron en su
    empeño por arrebatársela a España. En 1752
    ocurrió otra expedición a la Isla y contra ella el
    Gobernador de Puerto Rico, General Esteban Bravo y Rivera
    organizó una expedición de más de cien
    hombres para rescatar la Isla. El Gobernador tuvo conocimiento a
    través de Francisco López, natural de Venezuela y
    procedente de la ciudad de Maracaibo, llegó a Puerto Rico
    para comunicar que la isla de Vieques! se hallaba ocupada por
    ingleses. El gobernador Bravo y Rivera reunió la Junta de
    Guerra para decidir como conseguir los recursos para
    desalojar de Vieques a los invasores. Se acordó enviar una
    "expedición compuesta de cien hombres, cincuenta de tropa
    veterana mandados por los valientes tenientes Don. José
    Sánchez de Páez y Don Gaspar de Andino, y dos
    sargentos, y cincuenta de Milicias á las órdenes
    del capitán Don Casimiro Dávila y dos sargentos."
    Se dispuso la habilitación de un bote y cinco piraguas,
    siete pedreros, municiones y menestra para quince días. La
    misión
    de la expedición era la de "practicar un minucioso
    reconocimiento en la isla, haciendo salir de ella a los ingleses
    que la ocupaban". La expedición salió rumbo a
    Vieques el 20 de septiembre. A la media noche del día 22
    apre! saron una goleta inglesa "que estaba dada a fondo en la
    costa". El día 23 apresaron otra dinamarquesa.
    Prosiguieron su viaje a Puerto Real donde el Capitán de
    Milicias, Casimiro Dávila, desembarcó al mando de
    cincuenta hombres quienes encontraron algunos ranchos y una casa
    de madera las que demolieron y quemaron.

    Las incursiones contra la isla de Vieques pudo haber
    sido uno de los factores que contribuyó a su tardía
    población por parte de España. Si Vieques era una
    zona de guerra y estaba a expensas de los continuos ataques no
    sería necesariamente el lugar donde mirarían los
    puertorriqueños para establecer un nuevo poblado. Su
    poblamiento no se logrará hasta la última
    década de la primera mitad del siglo XIX cuando se le
    confirió a José María Le Guilloid, de origen
    francés, el nombramiento de gobernador y la autoridad para
    mantener la isla bajo el dominio español.

    IV. LA DEFENSA DEL
    DERECHO ESPAÑOL SOBRE LA ISLA DE VIEQUES

    Los reclamos de Inglaterra y Dinamarca y sus intentos de
    establecer poblados no españoles en Vieques no concluyeron
    en el siglo XVIII. Durante las primeras décadas del siglo
    XIX se generó un debate
    diplomático entre Inglaterra, España y Dinamarca
    sobre el derecho que asistía a cada nación
    a reclamar propiedad
    sobre Vieques. Ese debate aparece recogido en varios despachos de
    1829 relacionados con los reclamos que hicieron Inglaterra y
    Dinamarca sobre Vieques entre los años de 1815 a 1824. El
    despacho permite reconstruir las argumentaciones de las naciones
    interesadas en conquistar y poblar Vieques.

    En un despacho de 1829 se informa que en 1815 el
    gobernador de las colonias dinamarquesas había reclamado
    soberanía sobre la isla de Vieques. En 1824
    los dinamarqueses volvieron a insistir en sus reclamos. En ambas
    ocasiones se impartieron instrucciones al embajador de
    España en París, Conde de Perelada, para que se
    comunicase con el embajador de Dinamarca y le indicara que
    semejante pretensión no tenía ningún
    fundamento. En abril de 1825 las autoridades españolas
    enviaron una nota diplomática al embajador de Dinamarca en
    España, Mr. Dernath, en la cual solicitaban que ordenaran
    a sus gobernadores que desistieran del empeño y le
    solicitaron que brindaran su auxilio al Capitán General de
    Puerto Rico para mantener la soberanía española
    sobre Vieques. En el Despacho se indica que la respuesta de
    Dernath fue "en términos generales". Según el
    embajador, si Dinamarca hubiese queri! do hacer valer sus
    derechos lo habría ejecutado. Aparentemente de Dinamarca
    no emitieron la orden solicitada por España ya que se
    alude a un nuevo reclamo hecho por el gobernador
    dinamarqués.

    Para 1841 los dinamarqueses mantenían su
    interés en conquistar Vieques. En una carta que
    envió Leguillón al Teniente General y Gobernador de
    Puerto Rico, Santiago Méndez Vigo, y que éste
    remitiera al Secretario de Estado y del Despacho de Marina,
    Comercio y
    Gobierno de Ultramar el 28 de junio de 1841, le notifica haberse
    reunido con el Comandante del Bergantín de Guerra
    Danés, Mr. Krenchel. El danés expresa su pesar de
    que Dinamarca no posea la isla de Vieques. Los daneses
    consideraban a Vieques "la más rica de las colonias por su
    grandor, y cuyo territorio promete fortuna a todo hombre
    laborioso". En la carta, Leguillón cita al Comandante
    danés diciendo que "Puerto Rico sería perdido si
    los ingleses se apoderan de ella" [Vieques]

    Al igual que Dinamarca, Inglaterra mantuvo sus reclamos
    de soberanía sobre Vieques hasta entrado el siglo XIX. En
    1815 el Gobernador de Puerto Rico informó sobre las
    pretensiones del almirante inglés,
    Leith para que se entregara la isla de Vieques a la
    guarnición inglesa y se desalojaran los súbditos
    españoles residentes en Vieques. Ante la insistencia de
    Inglaterra de poblar y colonizar la Isla, el 14 de septiembre de
    1819, Fernán Núñez, embajador español
    en Inglaterra, le envía una nota diplomática al
    Vizconde Casternagh en la que expone las razones
    históricas y de derecho que garantizaban la
    soberanía española sobre Vieques. Entre sus
    argumentos, el embajador español expresaba que desde el
    descubrimiento, Puerto Rico y la isla de Vieques habían
    pertenecido a la Corona Española. Que diversas
    órdenes reales recomendaban a los gobernadores de Puerto
    Rico inspeccionar la isla perið 3dicamente, fomentar su
    población y no permitir extranjeros en ella. Que en 1812
    se había replicado a una reclamación similar por el
    embajador inglés y que se habían rechazado ofertas
    de compra de Vieques.

    Casternagh contestó la nota del embajador
    español indicando las razones de la monarquía inglesa para reclamar a Vieques
    como propia y refutando los argumentos de Fernán
    Núñez. Entre sus señalamientos destaca el
    hecho de que las islas entre Puerto Rico y la Anegada, llamadas
    Islas Vírgenes, no ocupadas por Dinamarca en 1666 fueron
    ocupadas por los ingleses. Que en 1667 Inglaterra había
    nombrado un gobernador para dichas islas y que en el tratado de
    1670 sobre las posesiones de América, España no hizo
    mención de las pretensiones de soberanía sobre
    Vieques. Los reclamos de Inglaterra coincidieron con la
    invasión francesa a España en 1808 y lucha por la
    independencia
    de las colonias españolas en América. La defensa de
    Vieques resultaba importante para España lograr mantener
    su dominio sobre Puerto Rico. España interesaba alejar a
    los puertorriqueños de las ideas separatistas que arrop!
    aban al mundo hispanoamericano y convirtió a Vieques en
    uno de los espacios territoriales para evitarlo .

    V. COMENTARIOS
    FINALES: UNA HISTORIA NECESARIA

    Como pueblo adscrito al Departamento de Humacao, Vieques
    se comenzó a fundar en 1839 cuando se le concedió a
    Don Teófilo Le Guillón, quien gobernó la
    isla hasta su muerte en
    1843, el grado de Teniente Coronel. En 1845, el Gobernador de
    Puerto Rico, Capitán General Conde de Mirasol,
    ocupó militarmente la Isla, estableció una
    guarnición veterana y una artillería para su
    defensa y ordenó la construcción del fuerte Isabel
    Segunda para evitar las intenciones extranjeras de poseer la
    Isla". Esas medidas tenían además el
    propósito de fomentar su desarrollo. En julio de 1846 se
    creó una Junta de Visita para el desempeño de las atribuciones de los
    municipios.

    En términos económicos y sociales, los
    datos a
    nuestro alcance sugieren áreas interesantes para la
    investigación. En el aspecto poblacional,
    desde mediados del siglo XVII comenzaron a establecerse los
    primeros poblados resultado de las invasiones inglesas, francesas
    o dinamarquesas. Pero no será hasta el siglo XIX que
    comenzarán a establecerse grupos
    poblacionales con carácter de permanencia. En la
    transcripción de documentos sobre Vieques procedentes del
    Archivo Histórico Nacional de Madrid existe
    un desglose de la población de Vieques para los
    años de 1823 a 1840. Para 1823 había 23 vecinos y
    no se indica ningún esclavo. Cinco años
    después (1828) había 231 habitantes y de ellos, 38
    eran esclavos. La cifras de 1828 contrastan con las ofrecidas por
    Pedro Tomás de Córdova quien estimó la
    población para ese año en 122 habitantes de los
    cuales 27 eran mujeres y 38 esclavos. En 1833! la
    población aumentó a 371 habitantes (210 vecinos y
    61 esclavos). En 1838 la población ascendió a 764
    de los cuales 114 eran esclavos. En 1840 la población se
    incrementó en 827 habitantes, de ellos 176 eran esclavos.
    En 1846 la población era de 1,275 habitantes. En 1857
    había 2,031 habitantes y en el censo de 1860 se
    contabilizaron 2,979 habitantes. En un censo de población
    efectuado en 1845 se indica que para ese año había
    1,036 habitantes de los cuales 369 eran esclavos. Al clasificar
    la población por origen en dicho censo se identifican 617
    naturales de Puerto Rico y Vieques, 3 españoles europeos,
    361 franceses, 18 ingleses, 1 filipino y 18 de diferentes
    naciones.

    El censo de 1860 es demostrativo de la
    composición social que existía en Vieques ese
    año. De los 2,979 habitantes 956 eran blancos y 2,023 eran
    negros de los cuales 159 eran esclavos. Al analizar el censo en
    cuanto a los índices de propiedad la misma se concentraba
    entre 25 propietarios blancos y 17 propietarios negros.
    Había además 20 comerciantes blancos y 2 negros. La
    composición de la fuerza de trabajo estaba constituida por
    62 labradores blancos y 72 negros y 165 jornaleros compuestos por
    39 blancos y 126 negros.

    Vieques ha estado vinculada de manera indisoluble a la
    historia económica, política y social de Puerto
    Rico desde antes de la conquista. Como isla del
    archipiélago puertorriqueño, Vieques
    desempeño un papel fundamental en la estrategia
    colonial española para contener el avance de Dinamarca,
    Francia, Holanda e Inglaterra hacia Puerto Rico entre mediados
    del siglo XVI y principios del
    XIX. Esa importancia no se ha estudiado con la rigurosidad
    histórica que amerita y es necesario hacerla.

    BIBLIOGRAFÍA

    A. Fuentes
    documentales impresas

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    Véase: Aurelio Tío, Dr. Diego Álvarez
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    lecturas de historia de Puerto Rico (Siglos XV-XVIII)
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    Juan, Imprenta M.
    Pareja de España, 1972.

    Centro de Investigaciones
    Históricas, "Documentación sobre Vieques.
    (Transcripciones de documentos procedentes del Archivo
    Histórico Nacional / Ultramar de Madrid)" Las
    transcripciones constan de cinco tomos mecanografiados y
    según se indica en la portada del tomo I las
    transcripciones no han sido cotejadas contra los documentos
    originales.

    De Córdova, Pedro Tomás, Memorias
    geográficas, históricas, económicas y
    estadísticas de la isla de Puerto Rico
    .
    Emilio Colón, Editor, Segunda Edición
    Facsimilar, San Juan, Editorial Coquí, 1968. 6
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    "Informe sobre el
    censo de Puerto Rico, 1899"
    Edición
    facsimilar San Juan, Academia Puertorriqueña de la
    Historia, Ediciones Puerto, 2003.

    "Memoria referente
    a la estadística de la isla de Puerto Rico.
    Expresiva de las operaciones practicadas para llevar a cabo el
    censo de población que ha tenido lugar en la noche del 25
    al 26 de diciembre de 1860 con la descripción
    geográfica, histórica y política de la
    enunciada Isla y su dependiente Vieques". Puerto Rico,
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    Noticias de la Tierra Nueva. Alberto M. Salas y
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    Noticias de la Tierra Nueva. Alberto M. Salas y
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    fue publicada en Yauco por Tipografía Rodríguez
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    Zavala, Silvio, La defensa de los derechos del hombre
    en América
    Latina (Siglos XVI-XVIII)
    . París, UNESCO,
    1963.

    Por:

    Jesús Delgado Burgos

    Diciembre de 2003

    UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO

    FACULTAD DE HUMANIDADES

    PROGRAMA GRADUADO DE HISTORIA

    Monografía preparada para el curso

    Geopolítica del Archipiélago Antillano y
    de las Marcas
    Continentales

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