(Reordenada en 1994)
Esta Norma Internacional de Contabilidad
reordenada sustituye a la aprobada originalmente por el Consejo
del IASC en noviembre de 1974. Se presenta de acuerdo con la
estructura de
los párrafos adoptada en las Normas
Internacionales de Contabilidad emitidas a partir de 1991. Aunque
no se han efectuado cambios sustanciales sobre el texto
primitivo, se ha modificado en ciertos casos la
terminología, con el fin de adaptarla a los usos actuales
del IASC, y se han puesto al día las referencias cruzadas
con otras normas.
La NIC 38, Activos
Intangibles, sustituye a la NIC 4 con respecto a la
depreciación de activos intangibles. La NIC 38
estará vigente para los estados
financieros que cubran periodos que comiencen en o
después del 1 de julio de 1999.
La parte normativa de este Pronunciamiento, que aparece
en letra cursiva negrita, debe ser entendida en el contexto de
las explicaciones y guías relativas a su
aplicación, así como en consonancia con el
Prólogo a las Normas
Internacionales de Contabilidad. No se pretende que las
Normas Internacionales de Contabilidad sean de aplicación
en el caso de partidas no significativas (véase el
párrafo
12 del Prólogo).
l. La
presente Norma debe ser aplicada en la contabilización de
la depreciación.
2. La presente Norma es aplicable a todos los activos
depreciables, excepto:
(a) propiedades, planta y equipo (véase la NIC
16, Propiedades, Planta y Equipo);
(b) bosques y otros recursos
naturales renovables;
(c) gastos
realizados para la prospección y extracción de
minerales,
petróleo, gas natural y
otros recursos
naturales no renovables;
(d) gastos en investigación y desarrollo
(véase la NIC 9, Costos de
Investigación y Desarrollo); y
(e) plusvalía comprada.
3. Los activos depreciables constituyen un componente
significativo del activo total de muchas empresas. La
depreciación, por tanto, puede tener un importante efecto
a la hora de determinar y presentar la situación
financiera y los resultados de operación de dichas
empresas.
4. Los
siguientes términos se usan, en la presente Norma, con el
significado que a continuación se especifica:
Depreciación es la distribución del importe depreciable de un
activo entre los años de su vida útil estimada. El
importe de la depreciación correspondiente a un periodo se
carga a los resultados netos, directa o
indirectamente.
Activos depreciables son aquéllos que:
(a) se espera utilizar durante más de un
periodo contable;
(b) tienen una vida útil limitada;
y
(c) se poseen para ser aplicados en la producción o el suministro de bienes y
servicios
por parte de la empresa, o
bien para ser arrendados o para cometidos
administrativos.
Vida útil es:
(a) el periodo durante el cual se espera utilizar el
activo depreciable por parte de la empresa, o
bien
(b) el número de unidades de producción
o similares que se esperan obtener del mismo por parte de la
entidad.
Importe depreciable de un activo sometido a
depreciación es su costo
histórico o la cantidad que lo sustituya en los estados
financieros , una vez se ha deducido el valor
residual.
5. El
importe depreciable de un activo, sometido a depreciación,
debe ser distribuido con un criterio sistemático entre
cada uno de los periodos contables que constituyan su vida
útil.
6. Algunos defienden la opinión de que no es necesaria la
depreciación cuando el activo sufre una revaluación
sobre el valor con el que figura en los estados financieros. Sin
embargo, se considera que la depreciación debe ser cargada
en cada periodo contable sobre la base del importe depreciable,
con independencia
de cualquier eventual
revaluación.
Vida útil
7. La
vida útil de cualquier activo depreciable se
estimará tras la consideración de los siguientes
factores:
(a) uso y desgaste físico esperado;
(b) obsolescencia;
(c) límites
legales o de otra índole que afecten a la
utilización del activo.
8. La vida útil de los activos depreciables
importantes, o de las diversas clases de activos poseídos
por la empresa, ha de ser revisada periódicamente
ajustando las tasas de depreciación para el periodo en
curso y para los siguientes si las nuevas expectativas son
significativamente diferentes de las anteriores. El efecto de tal
cambio debe
ser objeto de la revelación correspondiente en el mismo
periodo contable en el que se produzca.
9. La estimación de la vida útil de un activo o de
un conjunto de activos depreciables es, por lo general, una
cuestión de criterio basada en la experiencia que se tenga
con activos similares. Para los activos que usen tecnología nueva, que
produzcan artículos fabricados por primera vez o presten
nuevos servicios con respecto a los cuales hay poca experiencia,
la estimación será más difícil, pero
es necesario hacerla en cualquier caso.
10. La vida útil de un activo depreciable puede ser menor
que su vida física. Además
del uso y del desgaste físico, que dependen de factores
operativos, tales como el número de turnos que lo utilizan
y el programa de
reparaciones y mantenimiento
que la empresa tenga, han de ser considerados otros factores como
la obsolescencia tecnológica, la obsolescencia que
proviene de cambios en los gustos del mercado en
relación con el bien o servicio y los
límites legales que puedan surgir, como es el caso de la
caducidad en los contratos de
arrendamiento.
Valor residual
11. El
valor residual de un activo es a menudo insignificante y puede
ser ignorado en el cálculo
del importe depreciable. Si existe posibilidad de que sea
importante, este valor se estima en la fecha de
adquisición, revisándolo en caso de posterior
revaluación del activo sobre la base del valor realizable
neto prevaleciente en tal fecha para activos similares que han
cumplido ya su vida útil, habiendo operado en condiciones
parecidas a las de la empresa y del activo en cuestión. El
valor residual bruto se reducirá, en cualquier caso, por
el importe de los gastos de venta del bien al
final de su vida útil.
Métodos de depreciación
12. El
método de
depreciación elegido ha de ser aplicado uniformemente de
un periodo a otro, a menos que una modificación en las
circunstancias justifique el cambio. En el periodo contable en
que se produzca el mismo, su efecto ha de ser cuantificado y
revelado, junto con las razones que lo han motivado.
13. El importe depreciable puede ser distribuido entre los
periodos que constituyen la vida útil por medio de una
gran variedad de métodos
sistemáticos. La aplicación uniforme del
método elegido implicará su independencia, tanto de
las condiciones de rendimiento en que se desenvuelva la empresa,
como de consideraciones fiscales, a fin de preservar la
comparabilidad de los resultados obtenidos por la empresa de un
periodo a otro.
14.
Los principios
valorativos usados en la contabilización de los activos
depreciables deben ser objeto de revelación, como una
política
contable más de las seguidas por la empresa (véase
la NIC 1, Presentación de Estados Financieros).
15. Para cada clase
importante de activos depreciables, se debe revelar la siguiente
información:
(a) los métodos de depreciación
utilizados;
(b) las vidas útiles o tasas de
depreciación utilizadas;
(c) la depreciación total correspondiente al
periodo;
(d) el importe total bruto que corresponda a los
activos depreciables, así como la depreciación
acumulada de los mismos.
16. La elección de un método de
depreciación, así como la estimación de la
vida útil de un activo depreciable son cuestiones de
criterio. La información a revelar sobre los
métodos empleados y sobre las vidas útiles
estimadas o las tasas de depreciación aplicadas,
suministran a los usuarios de los estados financieros datos que les
permiten revisar las prácticas contables seguidas por la
gerencia,
así como hacer comparaciones con otras empresas. Por
razones similares es necesario informar acerca de la
dotación a la depreciación hecha en cada periodo,
así como de la depreciación acumulada al final del
mismo.
- Esta Norma Internacional de
Contabilidad estará vigente para los estados financieros
que cubran periodos que comiencen en o después del 1 de
enero de 1977.
Alma Soto