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La globalización ¿Realmente mala?, ¿Realmente buena?




Enviado por sebrojas14



    En el presente texto
    expondré un juicio de valor sobre
    la
    globalización, para lo cual, en primer lugar,
    intentaré definirla, y así, sabiendo lo que
    abarca, analizaré los problemas de
    cada uno de los frentes para, posteriormente, plantear y
    mostrar posibles soluciones.

    Según el Fondo Monetario
    Internacional (FMI) "La
    globalización es una interdependencia económica
    creciente del conjunto de países del mundo, provocada
    por el aumento del volumen y la
    variedad de las transacciones transfronterizas de bienes y
    servicios,
    así como de los flujos internacionales de capitales, al
    tiempo que
    la difusión acelerada y generalizada de tecnología".

    La Real Academia de las Lengua
    define globalización como "la tendencia de los mercados y
    las empresas a
    extenderse alcanzando una dimensión mundial que
    sobrepasa las fronteras nacionales".

    Para Miren Etxezarreta, la globalización "no es
    mas que el nombre que se le da a la etapa actual del capitalismo".

    Algunos definen la globalización como un
    proceso del
    neoliberalismo: "La globalización
    neoliberal es bien sencilla de aplicar: liberalizar el comercio y
    los flujos de capitales, de tal manera que se pueda comerciar
    con ellos sin ningún control, en
    todo el mundo, que nadie pueda ponerles condiciones; privatizar
    porque afirman decididos – claro que sin ninguna prueba – que
    todo lo público es poco eficiente, flexibilizar el
    mercado de
    trabajo – es
    decir convertir a los trabajadores en un coste variable
    pudiendo contratarlos a los salarios que
    a la empresa le
    parezcan adecuados y despedirlos cuando les convenga -; y
    finalmente, desregular, es decir, eliminar todas las
    regulaciones públicas de la vida económica y
    social para que ellos puedan establecer sus propias
    reglas."

    "La globalización es la expresión de la
    expansión de las fuerzas del mercado, espacialmente a
    nivel mundial y profundizando en el dominio de la
    mercancía, operando sin los obstáculos que supone
    la intervención pública".

    ¿Cuál de estas definiciones es
    más válida? Asombrosamente, tratándose de
    un término de uso tan extendido actualmente, al
    parecer no existe una definición clara y ampliamente
    aceptada
    . Es difícil decirlo, más
    aún cuando, como dice Miren Etxezarreta, la
    globalización es una etapa actual del capitalismo. Sin
    duda, definiciones como la propuesta por la Real Academia de la
    Lengua son de carácter muy general y ocasiones
    limitadas. No se puede negar que uno de los campos principales
    del proceso de globalización es la economía, en lo que
    se refiere a la expansión o transnacionalización
    de las empresas, además de la facilidad para mover
    capitales por todo el mundo y para la gente que los posee; pero
    también es difícil hablar de globalización
    sin tener en cuenta otros campos de acción, como lo son la cultura, la
    política, la movilidad de personas,
    mensajes, servicios e ideas. Además, es evidente que se
    nos presenta una economía mundial con una serie de
    nuevas características, pero siempre debemos estudiarla
    dentro del contexto del capitalismo.

    Es importante señalar que dentro de esta
    economía capitalista mundial los principales actores son
    unos pocos: EE.UU., con el apoyo de organizaciones
    como el Fondo Monetario Internacional (FMI),
    el Banco Mundial (BM) y la
    Organización Mundial del Comercio
    (OMC), y los
    países europeos, más específicamente los
    países pertenecientes al G-8. Algo sorprendente es que a
    pesar de que Estados Unidos
    es el mayor actor en la economía actual, sostiene una
    política proteccionista que al parecer no encaja dentro
    del proceso globalizador. La globalización financiera ha
    creado su propio estado. Un
    Estado supranacional, que dispone de sus aparatos y de sus
    propios medios de
    acción. Se trata de las organizaciones como el FMI, el
    BM, la
    Organización para la Cooperación y el
    Desarrollo
    Económico (OCDE) y la OMC. Estas instituciones hablan con una sola voz para
    exaltar las virtudes del mercado. El Estado
    supranacional es un estado sin sociedad, en
    tanto dirige los mercados
    financieros y las grandes empresas. La consolidación
    de este Estado, que es mundial, hace que la sociedad existente
    sea una sociedad sin poder real.
    "La OMC se ha transformado desde 1995 en una institución
    dotada de poderes supranacionales y situada fuera de cualquier
    control por parte de las democracias parlamentarias. Una vez
    que se propone intervenir, la OMC puede declarar a las
    legislaciones nacionales en materia de
    derecho laboral, de
    medio
    ambiente o de salud contrarias a la
    libertad de
    comercio y pedir su derogación".

    La actuación de estos organismos se decide tras
    un proceso de votación, el poder de voto que un
    país posee es definido en función
    directa a los aportes económicos que éste hace al
    FMI. Los aportes de fondos de EE.UU. son tales que le permite
    controlar la mayoría de votos, siendo así de
    carácter decisorio su voto. Un caso de políticas que los "gobernantes
    supranacionales" imponen al mundo son las de ajuste, abaratando
    los costos de la
    fuerza de
    trabajo, para así abaratar el costo de la
    producción, pero "siempre detrás
    de estos proyectos
    está el interés
    de la economía estadounidense, lo que cuestiona el modo
    de funcionamiento democrático de estos
    organismos".

    Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la
    Historia,
    defiende la globalización económica diciendo
    que las personas que critican el funcionamiento multinacional
    de las empresas, piensan que el éxito
    económico que tienen se funda en la explotación
    de las poblaciones de los países en donde actúan,
    pero no suelen tener en cuenta la relación existente
    entre los beneficios y las economías de
    producción a gran escala, por
    disponer de mercados amplios que aseguren la demanda
    necesaria, ni en la que contribución al desarrollo
    económico general. Pero entonces, ¿mejora la
    economía si las poblaciones de los países en los
    que actúan las multinacionales son explotadas?,
    ¿es más importante el aumento de la
    producción que mejorar las condiciones de vida de las
    personas a nivel mundial?, ¿el bien de la
    economía es el bien de los dueños de los medios
    de producción o el de los que son ajenos a estos? Las
    respuesta a las anteriores preguntas no pueden ser afirmativas,
    ya que ni siquiera es bueno para el propio capitalismo, pues al
    empeorar las condiciones de vida de las poblaciones para cubrir
    la demanda, dicha demanda tiende a bajar en la misma
    proporción, porque se está disminuyendo la
    capacidad de compra de los consumidores. A las desmejoras
    salariales se le debe sumar la alta probabilidad de
    perder el empleo, en
    tanto las empresas multinacionales buscan instalar sus centros
    de producción en lugares que les permitan bajar los
    costos de esta y de la distribución de la mercancía, por
    lo que si en otro país las condiciones son más
    favorables para tales empresas, no tienen ningún
    impedimento para irse a donde más les
    convenga.

    Esto arrastra otro problema. Los Estados nacionales,
    con el fin de alentar la economía local, se dejan
    imponer condiciones de las multinacionales y las organizaciones
    supraestatales, con el fin de evitar la partida de las
    empresas, haciendo así más miserable a la
    población, abaratando los costos
    laborales (como por ejemplo estancando el salario
    mínimo). Este problema se acentúa más en
    los países en los que la dependencia del capital
    exterior es mayor. Las presiones de las organizaciones
    suupraestatales nombradas tienen otros efectos. La privatización de actividades
    económicas, como servicios de educación, vivienda, sanidad, etc., no se
    lleva a cabo sin un proceso de reestructuración de la
    empresa que
    supone reducción del número de empleados, con
    consecuencias muy visibles en la tasa de desempleo. La
    apertura, otra política de las mencionadas, pretende que
    los movimientos de capital se hagan sin ningún tipo de
    trabas, pero si bien es así, esta apertura es muy
    relativa, porque los flujos de mercancías y
    especialmente el de los trabajadores no se corresponden con
    este modelo. Los
    países líderes, se siguen reservando gran parte
    de sus espacios nacionales de ganancia, con la existencia de
    elementos proteccionistas (especialmente EE.UU. y Japón, precisamente aquellos
    países que más proclaman la apertura
    económica como fuente de eficiencia).

    Uno de los posibles acontecimientos dentro del proceso
    de la globalización, que ya se está dando, es que
    cada país deba especializarse en aquellos productos en
    los que es más eficiente, para así poder acudir
    al mercado internacional con productos que sean competitivos.
    Pero esta integración al mercado mundial es, para
    los países subdesarrollados, subordinada: "Cuando hemos
    dicho que estos nuevos países con menor grado de
    desarrollo se integran de manera subordinada, era porque dentro
    del sistema de
    producción internacional se les reserva el último
    peldaño. Además de servir como mercado de
    consumo de
    los productos industriales fabricados en el primer mundo,
    producen aquellas mercancías cuya elaboración
    requiere el factor trabajo de manera intensiva, que son los
    productos primarios (materias primas y productos agrarios).
    Esto significa un deterioro creciente de su relación
    real de intercambio: el precio de
    los bienes que ellos exportan es mucho menor que el de aquellos
    que importan de los países del Norte. La
    producción se organiza a nivel mundial, pero se hace de
    manera jerarquizada, reservando la producción de bienes
    con mayor complejidad internacional a aquellos países
    más desarrollados". Francisco J. Murillo se refiere a
    los países del Norte como los más desarrollados,
    lo que tiene su explicación desde tiempos atrás.
    En el caso de Suramérica, los problemas
    económicos y de desarrollo se vienen presentando desde
    hace siglos por causa de la colonización ibérica.
    Esto lo digo porque los españoles y portugueses llegaron
    a extraer recursos de
    América, convirtiendo a este territorio
    una extensión de sus propios países, no como en
    el caso de Inglaterra, que
    llegó a Norte América a hacer un nuevo
    país y una nueva nación. La tendencia en Suramérica
    siguió aún en las independencias de los varios
    países, ya que para la construcción de la nación los países tomaron modelos
    importados, como el de la república, en vez de a partir
    del mismo país, crear una nación original y
    adecuada. En África la cosa es aún peor, y en la
    actualidad las condiciones de estos países son
    dramáticas. En Norte América la creación
    de una nueva nación permitió un mayor desarrollo,
    lo que permitió actualmente el surgimiento de las
    grandes multinacionales.

    Las empresas multinacionales, además de
    concentrar gran parte de la producción (40% del PIB
    mundial), monopolizan el comercio internacional de bienes y
    servicios, llegando a acaparar 2/3 del total del comercio
    transfronterizo. Aunque los niveles de comercio
    internacional son muy elevados realmente estos intercambios
    se producen mayoritariamente entre países desarrollados,
    dejando de lado a un gran número de países ("el
    50% de las exportaciones mundiales se concentran en el
    grupo de
    siete países más industrializado, el G-7,
    conformado por EE.UU., Japón, Canadá, Gran
    Bretaña, Alemania,
    Francia e
    Italia").

    Otro problema de la globalización surge con los
    tratados de
    libre comercio
    que están imponiendo las organizaciones supraestatales y
    potencias como EE.UU. En el continente americano, se
    están gestando algunos de estos tratados. El más
    reciente es el Tratado de Libre
    Comercio (TLC), para
    el cual se están llevando rondas de negociación. La actual ronda corresponde
    a los países de Colombia,
    Perú, Ecuador y
    EE.UU., presente en todas las rondas, con la observación de Bolivia.
    Este tratado parte de norte América (Estados Unidos,
    Canadá y México) al resto de América, y
    pretende crear una gran área de libre comercio con
    más de 400 millones de consumidores, guiado por los
    intereses norteamericanos. Muchos han denunciado
    irregularidades en la negociación, ya que parece un
    tratado impuesto por la
    potencia y
    no un tratado concertado. Para los países suramericanos
    es importante tener cuidado en las negociaciones, ya que
    podrían dejarlos en desventaja.

    El 25 de agosto se publicó en un periódico colombiano un artículo
    sobre un examen de Bogotá al TLC, en el que, entre otras
    cosas, se plantea que una mala negociación podría
    aumentar descomunalmente (250%) el precio de los medicamentos y
    afectar el financiamiento de los hospitales
    públicos. Esto dijo Mario Andrés Urán,
    subsecretario de salud del distrito: "En las negociaciones del
    TLC se deben respetar los tratados
    internacionales del derecho a la salud, como la
    Declaración de Doha que fue enfática en plantear
    que la protección de la salud está por encima de
    todo acuerdo comercial". Esto lo sostenía Urán
    porque los medicamentos colombianos, de bajo precio y alta
    calidad, pueden
    verse amenazados si no se negocia el tema de la propiedad
    intelectual, que en el tratado plantea patentes de
    más 20 años para una marca, lo que
    trae consigo el aumento de los precios de
    los medicamentos y el mayor gasto de los consumidores. Esto
    pondría en riesgo el
    débil Sistema de Seguridad
    Social y otros programas de
    salud. Por esto la empresa farmacéutica colombiana debe
    ser protegida, o, como dice Urán, será arrasada.
    La forma de hacer esto es con un equilibrio
    en las negociaciones y un fortalecimiento anterior a las
    mismas, cosas que no se están viendo en las
    negociaciones del TLC. Este mismo equilibrio debe mantenerse en
    todas las negociaciones, al igual que la protección a la
    empresa local, pero además, para que el tratado sea
    más beneficioso que dañino, se debe fortalecer
    primero la industria
    nacional, para asegurar un nivel de competitividad.

    Otro problema que veo en cuanto a la posibilidad de
    competir realmente en el espacio del libre comercio, a pesar
    que es sabido que los países norteamericanos necesitan a
    los del Sur, es que como pequeñas unidades con poco
    poder, los países suramericanos no pueden ser tan
    exigentes. La unión de estos países debe estar
    primero, tal vez con una total MERCOSUR o
    un bloque comercial suramericano, que permitiría tener
    una resonancia mayor a la hora de gobernar. De igual manera, la
    actitud de
    la clase
    política y empresarial a la hora de negociar no debe ser
    la de agachar la cabeza, sino la de darse cuenta de que estos
    países son útiles para Norteamérica, para
    poder establecer una equidad en
    las negociaciones.

    Ya a nivel global, concuerdo con la conclusión
    de Gonzalo Anes: "Es deseable que, a la libre
    circulación de bienes y capitales, acompañe la
    libertad de movimientos de población con el fin de que
    las oportunidades de trabajo sean abiertas y mayores para
    todos, en los países más desarrollados,
    independientemente de la procedencia de quienes deseen
    trabajar. Los cambios culturales e institucionales que
    originará la mayor libertad harán más
    vivible el mundo venidero". Además, la
    participación democrática dentro del gobierno del
    comercio debe efectuarse, para evitar una sociedad sin poder y
    poder regular, a través de políticas sociales de
    cada gobierno, la extrema desigualdad
    social.

    Muchos proponen poner un leve freno al andar del
    capitalismo, una de esas propuestas contiene tres frentes, que
    a continuación presento resumidamente:

    1. La supresión de los paraísos fiscales,
      en donde, según los defensores de esta propuesta, miles
      de millones de dólares son sustraídos de esta
      forma a toda fiscalidad en beneficio de los poderosos y de los
      establecimientos financieros
    2. y 3. Aumento de la fiscalidad en las rentas
      del capital; aplicación de tasas sobre las transacciones
      financieras. Consiste someter a las rentan financieras a la
      misma fiscalidad a la que se someten las rentas de trabajo.
      "¿Por qué no crear (a escala planetaria) la
      Organización No Gubernamental
      Acción por una Tasa Tobin de ayuda a los ciudadanos
      (ATTAC)?. En coordinación con sindicatos y
      asociaciones con finalidades culturales, sociales o
      ecológicas, podría funcionar como un formidable
      grupo de presión
      cívica ante los gobiernos para impulsarles a reclamar
      finalmente la puesta en marcha efectiva de este impuesto
      mundial por la solidaridad".
      "La tasa Tobin se trata de gravar, de forma módica,
      todas las transacciones sobre los mercados de cambios para
      estabilizarlos y al mismo tiempo para procurar ingresos a la
      comunidad
      internacional. Con un nivel del 0,1%, la tasa Tobin
      lograría anualmente unos 166 mil millones de
      dólares, dos veces más que la suma anual
      necesaria para erradicar la pobreza
      extremada de aquí al comienzo del próximo
      siglo".

    Además de esto plantean la abolición de
    la deuda externa,
    la creación de un Fondo Mundial para la
    Educación, un Tribunal ecológico
    Internacional, aumentar la importancia de los derechos sociales para
    todos, y el paso de la ficción a la realidad del
    Tribunal penal Internacional. Esto último lo dicen
    porque "el TPI esta lejos todavía de ser universal.
    Sobre los 135 países que han firmado el tratado fundador
    – llamado el estatuto de Roma -, solo 76
    lo han ratificado. Anclados sobre la defensa de la soberanía de los Estados, las grandes
    potencias rechazan el TPI; ya que esto es primero un hijo de
    Europa, y
    más todavía, de una sociedad civil
    internacional compuesta de ciertas ONG’s,
    que no han cesado en su batalla para hacer nacer este tribunal.
    Bajo la orden de la
    administración Bush, los Estados Unidos no solamente
    no se han adherido al tratado sino que se emplean en sabotear
    el TPI, Rusia y
    Pekín ya no son bienvenidos".

    Ahora bien, después de haber expuesto algunos
    problemas y caminos posibles de disminución para estos,
    puedo decir que la globalización puede ser un mal camino
    si no sabemos recorrerlo. Y es que aunque los niveles de
    comercio internacional son muy elevados, realmente estos
    intercambios se producen mayoritariamente entre países
    desarrollados, dejando de lado a un gran número de
    países ("el 50% de las exportaciones mundiales se
    concentran en el grupo de siete países más
    industrializado, el G-7"). Esto se hace más evidente
    aún cuando miramos la concentración de la
    riqueza, porque un porcentaje minoritario de la
    población mundial (por debajo del 5%) concentra
    más de 1/5 del total de la riqueza mundial. El grupo de
    países de ingreso bajo con más de un 40% de la
    población posee apenas el 10% del total de riqueza. Y
    los datos me
    desalientan aún más: la fortuna de las tres
    personas más ricas del planeta supera en cantidad al PIB
    nacional de los 40 países más pobres. El 67% de
    la riqueza se concentra en los 10 países más
    ricos del mundo.

    Hablando ahora a nivel nacional, el panorama es peor,
    ya que a pesar de que como vimos EE.UU. abarca la
    mayoría del comercio y concentra mucha riqueza, dentro
    de este las desigualdades son igual de extremas que a nivel
    global, el salario real de los trabajadores ha descendido en
    los últimos veinte años a la vez que el 1% de la
    población más rica incrementaba de manera
    considerable su riqueza. Por último debo señalar
    también que han aumentado las tasas de suicidio y
    homicidio. A
    nivel de los países subdesarrollados la cosa es igual de
    desalentadora, en países como Colombia el desempleo se
    acerca al 14% de la población. Y es peor aún, ya
    que a la hora de hablar del estado social, se debe tener en
    cuenta que los datos de empleo no incluyen a la
    población subempleada, y que además los que
    tienen empleo cada vez lo pierden con mayor
    facilidad.

    Hay otra cosa que analizar con respecto a los
    problemas de la globalización netamente
    económica, y es las consecuencias en el medio ambiente. La
    producción en masa del capitalismo global a veces
    requiere de la destrucción del medio ambiente. Para
    evitar esto se pueden hacer resoluciones en pro de la
    protección del medio ambiente, es cierto, pero
    también es cierto que las empresas multinacionales (que
    son las que mayoritariamente afectan el medio ambiente con su
    producción en masa) se ubicarán en los lugares en
    los que las regulaciones medioambientales no sean un
    impedimento, o presionarán a los gobiernos, amenazando
    con desviar el capital a otro país en el que no hayan
    estos impedimentos, para que se relajen en el tema. Esto
    significaría una pérdida democrática, como
    la que ocurre al privatizar las empresas de servicios. A nivel
    global se han realizado cumbres para asegurar la sostenibilidad
    de la producción sin destruir el medio ambiente, como la
    Conferencia
    sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones
    Unidas, también conocida como la Cumbre de la Tierra,
    realizada en Rió de Janeiro, Brasil;
    igualmente muchos aseguran que estas cumbres han sido un
    fracaso, por que además de que muchos se han opuesto a
    las políticas de desarrollo
    sostenible, en países como Estados Unidos no han
    sido aplicadas, seguramente por presión del sector
    comercial, ya que el desarrollo sostenible significa
    sacrificios para estos. "El dinero se
    convierte en el elemento central de las relaciones sociales y
    en el mediador de las diferentes necesidades humanas. Se crea
    un modelo de felicidad basado en el consumo y en el que la
    libertad sólo se hace efectiva si poseo dinero. El
    consumismo se socializa. El capitalismo global se convierte
    así no sólo en un modo de producción
    económico, sino social". En este momento puedo coincidir
    con una conclusión de Francisco Javier Murillo, que me
    parece muy importante: "El actual capitalismo global se basa en
    el individualismo, otorgando la supremacía del
    interés individual sobre el colectivo. Debemos buscar un
    enfoque, cargado de más ética
    que predique una relación sana del hombre con
    su entorno, buscando el mantenimiento del equilibrio natural con la
    satisfacción de necesidades humanas. No podemos erigir
    al crecimiento económico como el objetivo
    primordial de nuestras sociedades,
    sino que éste debe ser el desarrollo
    integral, sostenible y global de todos los habitantes del
    planeta". No es posible que en el mundo sea más
    importante la producción de aparatos electrónicos
    y el seguro estable
    de las multinacionales que la de los alimentos, las
    condiciones sociales y la salud de la sociedad y la de su
    ambiente.

    La globalización del capitalismo y la
    eliminación de fronteras a las mercancías han
    traído y traerán, tanto males para la sociedad,
    como bienes para la misma, dependiendo de cómo se lleve.
    Pero también ha permitido una globalización que
    me parece importante, en el nivel de las ideas, mensajes y la
    cultura en general. (La globalización de la cultura no
    significa que una cultura se extienda y elimine el resto, sino
    que con las múltiples culturas nacionales se construya
    una cultura "del mundo", como al interior de un país se
    forma su cultura a partir de las distintas de su
    territorio).

    Las culturas de cada sociedad tienen símbolos que la representan. A
    través de las técnicas
    y posibilidades que ha traído la globalización
    económica, estos símbolos y otros elementos de
    las culturas, como las ideas, han podido circular unas como
    mercancías y otras sin modificación. Algunas de
    estas tecnologías y técnicas son el transporte
    mundial de mercancías, los medios de comunicación y el Internet. En la
    actualidad es posible comerciar con todos los elementos de la
    cultura y poner en circulación, para que personas de
    todo el mundo conozcan ideas de las diversas culturas.
    Además se puede conocer de manera sencilla a personas de
    todo el mundo, sólo con un computador y
    una línea telefónica. Este "sólo" no es
    tan cierto, ya que tener un computador, una línea
    telefónica y además la plata que cuesta estar
    conectado a la Web, es algo
    que en la actualidad resulta poco accesible para la
    mayoría de la población. Esto significa que
    además de que sólo los dueños de los
    medios de producción pueden construir la sociedad
    financiera y económica, sólo unos pocos pueden
    acceder al intercambio de ideas y culturas (además
    porque no pueden obtener las mercancías de otras estas).
    Por eso son importantes los museos, bibliotecas
    con Internet, y otros mecanismos gubernamentales que permiten
    el acceso del común a la globalización cultural e
    idiomática. El gran problema es que en el Estado no
    nacional (FMI, BM, OMC, etc., el que gobierna las
    multinacionales, entre otras), la sociedad pierde poder, y se
    reduce la importancia de sus necesidades. Además,
    ¿de qué le sirve al FMI que los habitantes de un
    barrio popular accedan a la globalización? De nada,
    porque la riqueza esta, aunque mal distribuida. Pero si la
    riqueza igual está, entonces ¿no podría
    repartirse menos desigualmente?, lo que no significa que todos
    tengamos lo mismo, sino que todos podamos acceder, con
    posibilidades iguales, al mercado y a la globalización
    de la cultura. Por eso, aunque es importante la creación
    de un Estado mundial, los Estados nacionales no deben dejar de
    existir, ya que ellos son los que pueden regular y con
    políticas sociales hacer llegar las posibilidades a
    todos.

    La globalización es un proceso, un proceso
    inconcluso, en el que se está creando una
    interdependencia económica por la expansión del
    capitalismo, y una circulación constante, en fronteras
    cada vez menos visibles, de mercancías, servicios,
    mensajes, ideas, personas (aunque con limitaciones
    incoherentes) y de cultura. Al ser un proceso inconcluso y tan
    variado es difícil hacer una valorización total,
    pero lo que sí puedo decir es que el momento por el que
    atravesamos presenta muchas dificultades, aunque si podemos y
    sabemos mantener el comercio sin descuidar lo social, sin
    imponer jerarquizaciones, permitiendo la competencia en
    igualdad de
    condiciones, en un futuro quizás no lejano, las cosas
    podrían mejorar. Sin duda, la sociedad y sus formas de
    organización regularán este proceso, pues al fin
    y al cabo sin capacidad de consumo el capitalismo resulta
    inviable. En tal sentido, considero que lo que se vive
    actualmente es sólo una etapa, que deberá ser
    evaluada.

    Es importante tener en cuenta que los que criticamos
    la forma en que se está llevando la globalización
    no debemos ser asociados a movimientos
    "antiglobalización"; sino como personas que no queremos
    ver sucumbir nuestra sociedad por no reconocer las prioridades.
    Aunque planteamos problemas en este proceso de
    globalización, también planteamos posibles
    soluciones, pues reconocemos que dicho proceso es imparable en
    este momento.

    Bibliografía:

    • Enciclopedia Microsoft
      Encarta 2003
    • Globalización: ¿una nueva
      organización económica?, Francisco
      Javier
    • Desarmar los mercados financieros, Ignacio
      Ramonet
    • La globalización, Gonzalo Anes, (Director de
      la Real Academia de Historia)
    • Distrito inicia examen al TLC, Periódico "El
      Tiempo", Bogotá
    • Miren Etxezarreta en el Seminario de
      Economía Crítica editado por Taifa en febrero de
      2001
    • Página Web "Otro mundo es posible"
    • Informes del FMI
    • Informes del BM

     

     

    Autor:

    Sebastián Rojas

    Bogotá, 27 de agosto de 2004

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