- La
comunicación - Prepararse antes de dar una
charla de seguridad - La charla
efectiva - Siete aspectos para revivir sus
charlas - Ejemplos de
charlas
La charla diaria de seguridad, charla
operacional diaria o también llamada charla de cinco
minutos, poco a poco se ha ido adoptando como habitual en las
empresas que
inician un plan de
protección de los recursos, de
control del
riesgo
operacional o programa de
control de pérdidas.
La charla permite demostrar el grado de compromiso de
la empresa con
la seguridad y los trabajadores, en ella se permite analizar
situaciones que pueden llegar a un accidente. Lo habitual es que
en ella el supervisor a cargo de ejecutar el trabajo,
analice el trabajo del
día, comente los riesgos que en
ella existen y sus formas de control.
La charla diaria es una instancia de
participación de todos los trabajadores, ya que es el
momento adecuado para dar sus opiniones, experiencias o aportes
del trabajo que se va ha realizar.
También es usada para analizar accidentes
ocurridos en la empresa u otra
empresa del rubro, que puede servir de ejemplo y ayudar a
controlar riesgos que pueden producir accidentes con lesiones o
daños.
Nunca olvidar que una charla es una oportunidad de
comunicación, una oportunidad de enseñanza, por lo tanto no debemos perder
de vista los principios
fundamentales de la
comunicación.
Comunicación
Es todo lo que hacemos para entender y ser entendidos.
Si nos centramos en esta pequeña definición de
comunicación y queremos que el trabajador entienda y
retenga correctamente lo que estamos transmitiendo, debemos tener
presente las seis formas de interpretar un mensaje,
también conocido como las seis ideas de un mensaje:
Lo que el supervisor quiere decir
Lo que el supervisor realmente dice
Lo que el trabajador escucha
Lo que el trabajador cree que escucha
Lo que el trabajador dice que escuchó
Lo que el supervisor cree que el trabajador
escuchó
Estas seis formas de interpretación, nos obliga a preguntar al
trabajador y que nos explique que entendió, ya que en
algunas oportunidades es muy distinto lo que un supervisor dice,
con lo que el trabajador entiende. Esto además nos obliga
a que debemos dar una instrucción teniendo presente la
sencillez, la claridad y el entendimiento de una
instrucción, por ningún motivo dejar cosas como
obvias o suponer que el trabajador las sabe sin preguntarle.
Pero, ¿Cuantos datos puede
retener un trabajador cuando se capacita?
Un trabajador retiene: 10% de lo que lee
20% de lo que oye
30% de lo que ve
50% de lo que ve y oye
70% de lo que dice y discute
90% de los que dice y realiza
Este importante dato, ya es un punto de partida clave para el
supervisor, ya que si quiere que el trabajador retenga la mayor
parte de lo que se le ha presentado, debe hacer participar al
trabajador, mejor aún si él también es
relator de una charla de seguridad.
Si el trabajador no sabe que decir, el supervisor o el asesor
en seguridad de la empresa le puede ayudar a preparar una charla,
concentrándose en: una regla de seguridad, un problema de
orden y aseo, una práctica subestándar, el análisis de un accidente, etc.
En general el tema debe despertar cierto el interés de
sus compañeros para lo cual siempre:
Sonría y muéstrese alegre, sea positivo
aún en algún tema a tratar no agradable, haga una
pequeña introducción al tema explicando
porqué va ha hablar de ello, invite a hacer preguntas,
recalque el punto clave.
El principio de la comunicación más utilizado es
el de la:
Frecuencia
Intensidad También se conoce como: FIDO
Duración
Otra vez
Frecuencia: Cuanto más a menudo se repite
un mensaje, más son las posibilidades de
recordarlo
Intensidad: Cuanto mas vívida, entusiasta,
personal y
positiva sea el mensaje, mejor se le
recordará
Duración: Cuanto más corto sea el
mensaje, mayores son las posibilidades de lograr atención, de que se lo entienda y de que
se lo retenga.
Repetición: El aprendizaje
se aumenta y fortalece con la repetición.
Como en las charlas de seguridad se deben tomar
fundamentalmente temas relacionados con el trabajo del
día, los riesgos y sus formas de control, no podemos dejar
de lado otro principio importante.
Principio de la aplicación: cuanto
más a menudo se aplica un mensaje se entenderá y
recordará mejor.
Por lo tanto, en lo posible debemos hablar sobre temas
prácticos o que tengan aplicación en alguna fase de
la vida de un trabajador. Las empresas que está avanzadas
en materias de seguridad laboral, han
iniciado capacitación y actividades de seguridad
para "fuera del trabajo" incluso involucrando la
familia.
PREPARARSE
ANTES DE DAR UNA CHARLA DE SEGURIDAD
Seguramente todos los supervisores y la mayoría
de los trabajadores han asistido a muchas charlas y cursos en la
empresa, por lo tanto es probable que alguna vez haya escuchado a
una persona que no
estaba bien preparada. Posiblemente recordará que fue
insoportable tener que escucharle, bostezaba y quería
irse. Lo más probable es que esa persona estaba nerviosa,
no sabía que decir, se equivocaba permanentemente,
repetía algunas palabras, etc.
¿Ha pensado alguna vez que quizás algunas
de sus charlas son también insoportables para sus
trabajadores?
Usted puede cambiar definitivamente esa situación
y conseguir que sus trabajadores soporten con agrado el tiempo que
usted dedica a suministrarles información. Todo lo que tiene que hacer se
reduce a poner en práctica las recomendaciones
siguientes.
- Es necesario que usted posea todos los datos
esenciales sobre el tema del que va a hablar. - No trate de engañar a sus trabajadores o
compañeros de trabajo con datos incorrectos o falsos
porque posiblemente perderá el respeto de
ellos y no le prestarán más
atención. - Datos, datos, datos, .., necesita saber lo
más posible sobre su tema, antes de poder
hablar como una autoridad.
Recuerde, se supone que usted es el que más conoce del
tema a presentar.
Naturalmente habrá veces en que usted
tendrá que decir, "bueno, esa es una buena pregunta,
pero no tengo información al respecto, voy a consultarla
con alguien y mañana mismo daré la respuesta ".
También, si se ha preparado bien, tenga confianza en su
habilidad para hablar ante los trabajadores o sus
compañeros, el reconocimiento inspira
confianza.
Pero lo más importante de todo es que hay que
desarrollar una buena habilidad para hablar ante nuestros
compañeros de trabajo, para eso es fundamental la
práctica.
Generalmente, todos los buenos conferencistas necesitan
mucha práctica, práctica, y más
práctica. Si tiene confianza con alguien del grupo que lo
escucha, dígale que trate de observar los errores que
usted comete cuando habla con ellos, esto será una buena
fuente de información para usted y de esa forma poderlos
corregir. Especialmente corregir las "muletillas" o palabras
repetidas como: eeeehhh, aaaahhh, osea, digamos, ¿me
entienden?, etc.
Las personas que se preparan y se entrenan para hablar
en público mejoran significativamente sus presentaciones y
logran impresionar con mucha más efectividad a su
audiencia. Uno de los puntos que siempre se menciona como muy
importante es conocer al grupo. Aunque sea siempre el mismo grupo
de trabajo o audiencia a la que usted se deba dirigir, las
necesidades de los trabajadores cambian continuamente, como
cambia la vida. No dé por supuesto que conoce esas
necesidades. De vez en cuando, piense si la información
que piensa darles es adecuada para satisfacer estas
necesidades.
Trate de hacer de alguna forma un contacto sentimental
con su grupo de trabajo. Esto les demostrará que usted
esta interesado en ellos. Este requisito es especialmente
importante en el aspecto de la
motivación. Si usted muestra
interés en las necesidades sentimentales y afectivas de su
grupo de trabajo, ésta se verá forzada a retribuir
de alguna forma su interés, y se manifestará
escuchándole con más atención.
Nunca pierda de vista su objetivo
principal cuando esté hablando. Por esa razón de
vez en cuando debe preguntarse a sí mismo, ¿Tiene
algún interés para ellos lo que les acabo de decir
o lo que les voy a decir?
Algunos supervisores tienen el mal habito de mencionar al
principio de sus exposiciones el punto principal sobre el que van
a hablar y luego rellenan con algo inconsistente o de poco
interés y terminan hablando de algo que no tiene nada que
ver con el objetivo principal. Para evitar este error
común, es muy conveniente mantener en la mano, mientras se
está hablando, un papel en el que estén de lineados
escuetamente los puntos principales que se quieran tratar. Aunque
lleve mucha información escrita no olvide que es una
charla, no una lectura.
Periódicamente es recomendable preguntar al grupo de
trabajo o audiencia si se está siendo claro en lo que se
está diciendo, y preguntarles si tienen algo que
desearían que expusiera con más detalle, invite a
participar y dar opiniones. De esta forma se asegurará que
van entendiendo, aceptando y asimilando los puntos
principales.
Se han escrito muchos libros sobre
cómo hablar en público con efectividad. En
realidad, el arte de hablar en
público es un arte difícil que requiere mucha
práctica. Muy pocos nacen con la habilidad requerida para
hablar en público con efectividad. Los conferenciantes
más famosos que ha habido y hay en este mundo, se han
forjado y se forjan con un entrenamiento
constante.
Estos conferenciantes ponen atención hasta en los
detalles más mínimos. Saben que cualquier
interrupción y cualquier paso en falso pueden hacerle
perder a su audiencia la concentración y la continuidad de
la exposición.
En resumen, usted puede conseguir que sus trabajadores hagan
comentarios satisfactorios sobre charlas y esperen con ansiedad
sus presentaciones. Todo lo que tiene que hacer es practicar,
practicar, y si le queda tiempo practique.
La ventaja más importante de una charla de
prevención de riesgos radica en que se puede dar en
cualquier momento, en cualquier parte y con cualquier medio.
En cualquier momento, significa exactamente eso, en
cualquier momento que lo requiera la situación.
El supervisor puede detener su trabajo de rutina y dar una
charla espontánea a la persona interesada cuando observe
que ésta realiza algo incorrectamente y puede ser causa de
una perdida.
Puede tratarse de un trabajador nuevo que esté usando
incorrectamente una herramienta manual, o por
ejemplo, de un trabajador antiguo que por exceso de confianza no
usa su careta facial para esmerilar.
A pesar de que esta charla no se considere una
disertación de prevención de riesgos, realmente lo
es, ya que la audiencia se compone desde una persona.
El objetivo principal, en estos casos, es la oportunidad de
decirle a la persona qué es lo que está haciendo
mal en el momento en que se presenta la ocasión, antes de
que su conducta provoque
una lesión o una pérdida grave para la propiedad y
para la persona misma. Funciona del mismo modo para felicitar un
trabajador por su desempeño.
Otra clase de
charla informal de prevención de riesgos es la que se
puede realizar cuando los trabajadores se están poniendo
su ropa de trabajo, en una atmósfera cordial.
Este método es
muy efectivo y oportuno para transmitir un mensaje, ya que
también contribuye a mejorar las relaciones de trabajo y
coloca al supervisor en un nivel de igualdad en
vez de convertirlo en un predicador o, posiblemente en un
representante de la gerencia.
Debe recordarse que cuando sea necesario criticar o reprender
a un trabajador por alguna acción,
siempre debe seguirse el procedimiento de
charla de persona a persona.
Nunca debe criticarse o llamarle la atención a un
trabajador frente a sus compañeros de trabajo.
Inversamente, los elogios y los reconocimientos deben presentarse
frente a otras personas ya que esto hace que el elogio tenga
más significado para el receptor e indica a los otros
trabajadores cómo deben realizar una tarea con
seguridad.
Lo que si es recomendable, es analizar en el grupo una
situación que provocó un llamado de atención
con todos los trabajadores, para que ésta no se repita,
dejando claro lo que se espera de ellos.
Esta charla es una oportunidad para destacar buenas conductas
en seguridad, así por ejemplo cuando un trabajador se ha
desempeñado en forma responsable, segura, o ha informado
oportunamente al supervisor condiciones de trabajo que pueden
provocar un accidente o un peligro inminente, se comentará
en la charla y se llamará a la participación de los
demás trabajadores a involucrarse en el control de los
riesgos.
En cualquier lugar, las charlas generalmente tienen
lugar en el sitio de trabajo o muy próximo a él,
por esto tienen la ventaja de crear un ambiente
familiar para los trabajadores y también sirve para
demostrar que la
administración de la empresa, se presenta en los
lugares de trabajo donde existen los problemas.
SIETE ASPECTOS PARA REVIVIR
SUS CHARLAS
Como ya lo dijimos en muchas empresas la charla de seguridad o
de cinco minutos es un ritual tanto para el supervisor como para
los trabajadores que la dan o la reciben.
La charla de cinco minutos se suele dar normalmente todos los
días, al inicio del turno y cubre una gran variedad de
temas, generalmente relacionados con el trabajo a realizar
durante el día.
Según algunas estadísticas, los trabajadores que escuchan
la charla, generalmente lo hacen con agrado.
Sin duda que con el tiempo puede variar el grado de
atención de los trabajadores que escuchan la charla, para
ayudar a remediar esta situación, vamos a mencionar a
continuación, siete aspectos que deben considerar con
mucha atención, y que les puede ser de gran ayuda si los
ponen en práctica.
1.- Tema
Se debe elegir un tema que sea de interés para todos
los trabajadores. Para poder elegir un tema apropiado, el
supervisor o trabajador que va a dar la charla deberá
examinar con cuidado los trabajos a realizar durante el
día por cada trabajador para ver si el tema que va a
tratar tiene aplicación general. Un aspecto importante a
considerar es por ejemplo hablar de los incidentes, acciones o
condiciones subestándares que ocurrieron el día
anterior. No tiene ningún sentido hablar, por ejemplo, de
los peligros de la soldadura si
la audiencia no realiza trabajos relacionados con el soldar.
Para preparar el tema es recomendable seguir el siguiente
esquema:
- Pensar, en el tema central de la charla
- Leer, para informarse más del tema
- Escribir, aspectos importantes que se debe recordar
- Escuchar, lo que se sepa o haya pasado referente al
tema - Organizar, dar coherencia a la charla
- Practicar, la charla para mejorar la presentación,
no equivocarse o ponerse nervioso.
2.- Atención
Una de las partes más importantes de la charla es la
primera frase introductoria. Sí por ejemplo, usted empieza
su charla con estas palabras:
"Hoy quiero hablarles un poco sobre el problema de las
quemaduras, que es un tema muy importante, como ya lo saben
ustedes y como les he repetido yo por lo menos en diez
ocasiones diferentes…".
Se habrá merecido un par de buenos bostezos. Vea el
efecto que le produce en usted mismo esta otra
introducción:
" Ayer por la noche, cuando me dirigía a mi casa me
llamó la atención unas sirenas de una
ambulancia..", ó, he estado
leyendo tal revista y me
llamó la atención una publicación acerca
de las quemaduras, que me pareció importante y las
quiero compartir con ustedes.
Puede observar que tras haber dicho esta frase, su nivel de
atención se ha elevado.
3.- Satisfacción
Ahora debe hacer algo inmediatamente con el nivel de
interés que ha generado en su audiencia. Ellos esperan una
satisfacción inmediata. Dígales, " la ambulancia
llevaba los cuerpos quemados de tres trabajadores que murieron,
ó, en la revista analizaba como se quemaron cinco
trabajadores mientras ejecutaban su labor habitual y que es muy
parecida a la nuestra, ó, por tratar se hacer las cosos
más rápido se cayó del andamio. En este
tercer punto usted tiene que satisfacer las necesidades de su
audiencia para que sus palabras hagan el efecto que usted
desea.
4.- Ejemplos
Esta es frecuentemente la parte más fácil de la
charla si ha conseguido ya la atención de la audiencia. La
forma más práctica de presentar los ejemplos es a
continuación de una idea o relacionar lo que se
está hablando con el trabajo propio. Los ejemplos ayudan a
grabar mejor la idea que quiere presentar puede dar ejemplos con
experiencias anteriores, de accidentes o incidentes, incluso
puede preguntar a los mismos trabajadores si conocen alguna
situación relacionada con el tema de la charla.
5.- Finalización
Si para de repente su presentación y dice con desgano,
"bueno, me imagino que eso es todo … aquí termino
mi charla ". Dará la impresión de que no se ha
preparado bien y que quizás haya algo importante que
debiera haber dicho. El resultado será sospecha,
desánimo y disgusto. El efecto será muy diferente
si termina con estas palabras: " si ponen en práctica lo
que les he dicho, no tendrán un día que llevarles
al hospital en una ambulancia por haber sufrido quemaduras
graves" o, "los invito a participar e involocrarse en cuidarse a
sí mismo y a sus compañeros", "los invito a
informar situaciones que puedan provocar este tipo de accidentes,
yo me comprometo a que en conjunto analicemos, para determinar
las medidas correctivas".
6.- Ayudas visuales
Si usted cree que su charla pudiera ser más efectiva
con ayudas visuales, utilícelas, pero sabiamente. Las
ayudas deben complementar las palabras, no distraer la
atención. Es un error muy común utilizar dibujos o
caricaturas que resultan quizás muy graciosas, pero si no
se eligen bien, distraen a la audiencia del tema que se
presenta.
7.- Tono de voz
Si habla en un tono monótono e irregular,
ayudará a la audiencia a que se duerma. Si consigue eso,
no tendrá razón para culparles, porque usted mismo
les invitó a hacerlo. Use un tono de voz que demuestre
energía, interés, dedicación entusiasmo, y
preocupación, pero por sobre todo convencimiento y
seguridad de lo que se está hablando. Durante la charla
suba y baje el tono de voz, enfatice las cosas importantes. Hable
más rápido y más lento, cambie su tono de
voz.
Conclusión
1.- Si prepara con más cuidado sus charlas y pone
más vida en las mismas, en muy poco tiempo verá
cómo su audiencia le corresponderá con más
interés y entusiasmo.
2.- Además nunca debe olvidar que al terminar su
charla debe hacer un resumen corto de la exposición
mencionando los aspectos más importantes y dejando claro
lo que usted quiso transmitirles, esto se denomina prescribir,
en que debiera tratar de responder a las preguntas que
cualquier trabajador se haría, ¿qué
quieren que haga? ¿que debiera significar para
mí?.
3.- Cuando un trabajador le haga una pregunta y no sabe la
respuesta, dígalo con toda sinceridad, pero
también tome el compromiso de averiguar al más
breve plazo. El compromiso debe tomarse delante de todo el
grupo asistente a la charla.
4.- Cuando un trabajador le haga una pregunta, que usted
conoce, siempre antes de contestar diga ¡que buena o
interesante es su presunta!, ¡con esa pregunta me
recordó algo que no había dicho!
5.- Siempre agradezca las preguntas porque son la instancia
principal para mostrarse. Si no le hacen preguntas
definitivamente significa que nadie entendió, o, a nadie
le interesó su charla.
6.- Al dirigirse a una persona hágalo por su nombre,
sino lo sabe pregúntele.
7.- Nunca lea una charla, por muchos apuntes que haya
tomado, no olvide que es una charla.
Charla 1: LOS TRABAJADORES QUE PIENSAN EVITAN ACCIDENTES
Se ha hablado mucho últimamente del hombre que
piensa, de sus decisiones y elecciones, e incluso de sus
preferencias hacia un determinado producto.
La frecuencia de los accidentes se podría reducir
sustancialmente si todos pensáramos seriamente y
filtráramos las respuestas correctas que se refieren a la
protección personal en el trabajo y fuera de
éste.
Tres de las razones que se dan al hablar de accidentes
son:
1.- No lo vi
2.- No lo pensé o yo creí que
3.- No lo sabía
Hablemos un poco de cada una de estas tres cosas y midamos su
relación hacia los accidentes.
La vista. Esta es una facultad concedida por Dios que la
mayoría de nosotros tenemos, pero que la tomamos como "por
supuesto" u "obvio que debemos tenerla", la mayoría de las
veces. Consideremos por un momento las veces cuando corremos el
riesgo de perder nuestra valiosa vista, cuando no usamos los
anteojos o las caretas faciales, donde existe un peligro de
proyección de partículas u otro peligro para los
ojos.
La vista es en realidad uno de los órganos más
importantes que tiene el ser humano. Solamente una persona que
haya perdido su vista por medio de un accidente, nos podrá
decir lo valioso que es este sentido. Muchas personas que han
perdido su vista dicen que preferirían haber perdido todos
sus otros sentidos antes que la vista.
Ustedes tienen dos ojos para ver los peligros que existen
alrededor de ustedes en el trabajo, en la calle y en su hogar.
Así que miren a su alrededor y estén de sobre aviso
para los peligros que puedan ocurrir.
Pensar. Mucha gente piensa todavía que los accidentes
suceden porque sí, que son impredecibles o mala suerte, o
era su hora. Esta misma gente se reiría si ustedes les
dijeran que son supersticiosos. Su actitud de que
simplemente los accidentes suceden, o no pueden ser evitados, ni
siquiera da lugar a una discusión.
El pensar con lógica
nos llevaría a la conclusión que
prácticamente todos los accidentes, se pueden evitar.
En los últimos 80 años ha habido una mejora
sostenida y creciente en las estadísticas debido a que los
gobiernos a través de las leyes, las
empresas, los trabajadores, y los asesores en prevención
de riesgos, han estado pensando en formas de hacer sus trabajos
más seguros mientras
se mantenía o incluso aumentaba la productividad.
Además con el tiempo y a medida que aumenta la tecnología, algunos
trabajos se han hecho más seguros pero han aparecido otros
en donde el riesgo tiene potencial para provocar un desastre.
Ahora bien, si los accidentes suceden porque sí, no
podríamos explicar de forma alguna esa reducción en
la frecuencia de accidentes. Eso prueba simplemente y con mucha
autoridad que los hombres que piensan evitan accidentes.
¿Qué significa eso para nosotros aquí en
nuestro trabajo o en nuestra casa?
Significa que ustedes deben pensar en la manera de hacer su
trabajo sin causar una lesión a ustedes mismos o a un
compañero de trabajo o miembro de su familia. Fue
necesario combinar las ideas de mucha gente para desarrollar los
métodos de
trabajo posibles más seguros y mejores.
Algunas de las mejores sugerencias han venido de los propios
trabajadores, gente como ustedes pueden pensar y en realidad
piensan formas mejores de hacer su trabajo sin peligros. Me
gustaría que cada uno de ustedes pensara también de
esa forma acerca de su trabajo.
Conocimiento. Aunque el saber hacer un trabajo correctamente
es muy importante, no se reduce todo a saber. Ustedes tienen que
poner ese conocimiento
en la práctica. Además no deben olvidar que ustedes
son los ejemplos y guía para los trabajadores nuevos.
Parte de mi trabajo es asegurarme que cada uno de ustedes
conoce la forma correcta de hacer su trabajo. Si ustedes piensan
que no conocen la forma correcta, por favor pregunten. Yo les voy
a enseñar y controlar el aprendizaje. De
esta forma podemos estar seguros, sin ninguna duda, que conocemos
la forma correcta y más productiva.
Finalmente, si ustedes están seguros que conocen todos
los peligros, que conocen la forma correcta de hacer su trabajo y
que piensan cuando están trabajando, todos ustedes pueden
evitar accidentes. Los trabajadores que piensan evitan accidentes
y son altamente productivos.
Charla 2: LOS ACCIDENTES COMO RESULTADO DEL COMPORTAMIENTO
INADECUADO
Con mucha frecuencia hemos oído
hablar a nuestros superiores, incluso a nuestros
compañeros de trabajo, acerca de los accidentes como
resultado de las actitudes
subestándares, del desinterés y del pobre nivel de
desempeño de nosotros mismos. Es decir, los accidentes
como resultado de nuestro comportamiento. Es evidente que nuestra
forma de pensar, nuestra forma de actuar y de realizar nuestros
movimientos y tareas del día ya sea aquí en el
trabajo o en nuestros hogares, influye grandemente en las
posibilidades de sufrir accidentes.
Antes de continuar quisiera hacerles una pregunta ¿
Cual creen ustedes que es el factor que provoca la mayoría
de los accidentes? . El supervisor debe esperar recibir las
respuestas de los trabajadores, incluso puede enumerar los
distintos factores que se expongan para de esta forma brindar
participación. De cualquier forma se llegará a la
siguiente conclusión.
Como hemos visto, el factor número uno causante de
accidentes es, el factor humano. La mayoría de los
accidentes no son provocados por falla mecánica, ni por los equipos, ni por las
herramientas,
sino por el descuido y el uso inadecuado de tales herramientas y
equipos.
Quiero decir que nuestro comportamiento influye en la
posibilidad de provocar accidentes que den por resultado lesiones
graves, e incluso la muerte.
Frecuentemente estamos conscientes de los peligros que nos
rodean, sin embargo, no actuamos consecuentemente, no tomamos las
medidas necesarias para evitar que esos peligros se conviertan en
una triste realidad.
Por ejemplo, muchas veces olvidamos usar nuestro equipo de
protección personal sabiendo que lo necesitamos y sabiendo
que estamos expuestos a sufrir lesiones serias o a dañar
nuestra salud, a causa
del ambiente que nos rodea. Otras veces sucede que no obedecemos
las normas de
prevención establecidas sólo por el hecho de que
pensamos que no son importantes y que si llegara el momento de
una emergencia sabríamos defendernos. Esta es precisamente
una actitud que más tarde o más temprano,
provocará un accidente.
Quiero enumerar una serie de actitudes humanas que
aumentarán o disminuirán la posibilidad de sufrir
un accidente. Un grupo es positivo y el otro es negativo. Las
personas que muestran las actitudes positivas son las personas
que muy probablemente nunca sufrirán accidentes mientras
que las personas con las actitudes negativas están
involucradas en accidentes con bastante frecuencia y lo que es
peor, son las causantes de accidentes que no solo dañan a
su persona, sino al bienestar de los que se encuentran a su
alrededor y la imagen de la
empresa frente al cliente y la
comunidad, e
incluso a los trabajadores seguros o positivos.
Entre las actitudes que han sido determinadas como negativas y
por lo tanto causantes de accidentes podemos citar las
siguientes:
Demasiada confianza en lo que se hace
Evadir la responsabilidad con excusas
Intolerancia
Impaciencia
Incapacidad de recibir criticas
Descuido
Alcoholismo
Inmadurez; bromas e indisciplina, entre otras.
Estas son actitudes negativas que debemos dejar a un lado o
tratar de evitar. Eliminando de nuestro comportamiento ese tipo
de actitudes, contribuiremos a nuestro propio bienestar en todo
momento y en cualquier lugar.
Entre las actitudes positivas que contribuyen a prevenir
accidentes se encuentran las siguientes: madurez personal,
disciplina,
actitud realista y social, actitud de tolerancia y
amabilidad para con los demás, responsabilidad,
moderación, control de los impulsos y
discreción.
En pocas palabras podríamos decir que las personas que
se preocupan por la prevención de accidentes son personas
que se dan cuenta de sus limitaciones y de sus debilidades y que
miran a su alrededor en forma realista, con interés de
ayudar en lo que puedan a reducir los factores que provocan
accidentes.
Hoy cuando lleguemos a casa tomemos unos minutos y hagamos un
análisis de nuestro comportamiento. Veamos si podemos
determinar cuales son las actitudes que debemos adquirir o
practicar con más frecuencia para prevenir accidentes.
Siempre podemos eliminar actitudes negativas y adoptar otras
nuevas y positivas que serán provechosas tanto para
nuestro bienestar como para el de nuestros compañeros de
trabajo. Recuerden siempre que en la mayoría de los casos
nuestro comportamiento inadecuado es el causante de los
accidentes.
Hagamos un esfuerzo por mejorar nuestro comportamiento a favor
de la prevención de accidentes y de nuestro propio
bienestar, tanto en el trabajo como en el hogar.
Charla 3: ASCENSO POR ESCALAS FIJAS
No me cabe la menor duda que estamos de acuerdo, que los
trabajadores de montaje de estructuras
siempre están al borde del peligro. Esos travesaños
que corren a lo largo de un edificio alto parecen muy
traicioneros, y lo son para una persona que no debería
estar subiendo por ellos. Pero los trabajadores de montaje
raramente se caen. Se especializan en subir con cuidado y en
moverse con seguridad cuando llegan arriba. No corren riesgos
prueban y chequean todo lo que pueda suponer un peligro para
ellos, usan retráctil y arnés de seguridad, siempre
están amarrados.
Esta es la razón de que la mayoría de las
caídas desde escalas altas las sufren quienes no tienen ni
práctica, ni experiencia en subirlas. En primer lugar,
nadie debe subir a una escala alta si le
impresiona la altura. Si lo hace, se pondrá nervioso y
perderá su confianza.
Muchos trabajadores no quieren admitir que tienen miedo a la
altura, porque crecieron pensando que el miedo es algo de lo que
hay que avergonzarse.
Esa es una actitud errónea. El miedo es una
reacción natural a una situación peligrosa o, a una
que parece peligrosa. Le da a una persona la fuerza y
energía suficientes para afrontar una emergencia. Si una
persona es incapaz de tener miedo, es anormal.
Los hombres valientes tienen miedo, como cualquier otra
persona, pero saben controlarlo.
Pero, ¿Que tiene todo esto que ver con el ascenso de
escalas? Muchísimo, si ustedes tienen miedo a la altura,
tengan el coraje de decirlo y no suban por ellas. Pero si lo
tienen que hacer, presten mucha atención a lo que les voy
a decir y recuerden que una caída de una escala puede ser
fácilmente mortal.
Examinen la escala detenidamente antes de empezar a subir si
pueden ver algo anormal como por ejemplo, peldaños
doblados o que faltan, si hay grasa en los peldaños o los
largueros laterales, las zapatas de la escala o base de apoyo
debe estar perfectamente apoyada en el piso.
Si una tubería o cualquier otras cosa acorta el espacio
en alguna parte, no se olviden de eso cuando lleguen a ese lugar,
la falta de espacio ha sido la causa de muchas muertes; si
ustedes no previenen esa situación, es posible que pierdan
el paso en ese peldaño.
Tengan especial cuidado con las escalas de madera. Los
peldaños de madera se pudren y se sueltan. No supongan
nada, examínenlas. Los alambres eléctricos, a no
ser que estén dentro de un tubo aislador, son muy
peligrosos si están cerca de una escala metálica,
porque la escala está generalmente bien conectada a
tierra. Puede
que el material aislante en el alambre no sea muy bueno, ya que
está expuesto a toda clase de climas. De hecho, el
aire alrededor de
los alambres puede que sea todo lo que está manteniendo la
electricidad
en ellos.
Si alguna parte de su cuerpo se pone en contacto con el
alambre, o se acerca mucho al mismo, puede dar a la corriente
eléctrica la oportunidad para escapar a tierra. Si la
corriente les atraviesa, caerán a tierra o quedarán
allá arriba electrocutados.
Las temperaturas bajo cero, observen si hay hielos. Lo mejor
es no tratar de ascender una escala helada. Pero si lo deben
hacer, usen un cinturón de seguridad, cerciórense
de mantenerlo siempre enganchado mientras trabajan y rompan el
hielo a medida que suben.
Tras haber examinado la escala, ya pueden empezar a subir.
Pero antes muévanla un poco para cerciorarse de que
está bien asegurada y observen si hay alguna parte suelta
en cada punto de apoyo. Al ascender, pongan el pie en el
peldaño de tal forma que el tacón lo toque y
esté cerca del larguero lateral, a no ser que la escala
sea demasiado ancha y esta postura no ofrezca comodidad.
Tómense de los largueros laterales con firmeza. Si se
toman a un peldaño y este se rompe, seguramente se
caerán, pero si se amarran a los largueros laterales,
aunque un peldaño falle bajo sus pies, ustedes no
caerán.
Siempre deben estar seguros de estar bien sujetos con las
manos y un pie, antes de intentar pisar el siguiente
peldaño. Esto se aplica tanto para subir como para
bajar.
Finalmente, cuando lleguen al lugar donde quieren subir,
asegúrense de que ponen el pie con firmeza al pasar de la
escala a la otra superficie. A no ser que esta disposición
sea la correcta, este es el punto de mayor peligro. Por norma la
escala debe sobrepasar un metro por sobre la superficie en donde
se apoya. Si la escala se va a usar por largo rato debe amarrarse
en la parte superior a un objeto fijo sólido.
Al descender, asegúrense de que ponen el pie con
firmeza en el peldaño de abajo antes de cambiar la
posición de la mano. Tanto para subir o bajar, se debe
colocar ambas manos en los largueros y nunca llevar algo en las
manos.
Y nunca se apresuren en una escala.
Charla 4: OBJETOS QUE CAEN
Creo que a pocos de ustedes les sorprenderá el
oír que los objetos que caen de las estructuras y escalas,
andamios, plataforma hidráulica, etc., causan algunas de
las lesiones más graves y muchas veces incluso la muerte.
Si les preguntara qué artículo de
protección personal puede evitar los peligros debido a
objetos que caen, posiblemente la mayoría de ustedes
contestaría, el casco de seguridad. Esa respuesta es
correcta, pero solo en parte.
Otro artículo que evita las lesiones de objetos que
caen, son los zapatos de seguridad.
Esta demostrado que la mayoría de los objetos que caen
y producen lesiones, no caen de grandes alturas, pero de acuerdo
a esto ¿ Qué se entiende por grandes alturas ?.
Cuando se habla de objetos que caen la gente piensa
automáticamente en un perno, una tuerca, un centrador
cónico, un martillo que cae desde una estructura,
pero la realidad es que la mayoría de los objetos que caen
y producen lesiones, caen de alturas pequeñas, como cuando
a un trabajador se le suelta o resbala de las manos un objeto que
le cae sobre los pies o sobre la persona que está
inmediatamente atrás.
Con esto no se quiere decir que debemos dar más
importancia a los zapatos de seguridad que al casco, ya que tanto
yo como todos ustedes sabemos muy bien que en general, las
lesiones que se producen debido a objetos que caen de grandes
alturas son mucho más graves que las que se producen de
objetos que caen de poca altura. Lo que les quiero decir es que
no le restemos importancia a los zapatos de seguridad para evitar
o disminuir lesiones debido a objetos que caen.
Pero la protección personal, ya sea el casco o los
zapatos, es solo parte del problema. La protección
personal nunca evita accidentes, lo primero que se debe hacer en
cualquier situación es tratar de evitar el peligro y la
situación que puede provocar un accidente. Hay muchas
cosas que todos nosotros podemos hacer para evitar accidentes
debido a objetos que caen. Siempre que vayan a subirse a una
altura, ya sea usando una escala, un andamio, una plataforma
hidráulica, una estructura, etc., pongan en los
alrededores a nivel de piso un letrero advirtiendo "Peligro
trabajos en altura " y/o " Peligro no pasar
".
Muchos accidentes se producen cuando a alguien que trabaja en
lo alto de una escala u otra superficie, se le cae un tarro de
pintura, un
alicate, una llave, etc., Si el trabajo que va a realizar
encierra ciertos peligros especiales, deben comunicárselo
al supervisor. El supervisor tratará de proveer la
protección especial necesaria, como barreras que
aíslen el área donde van a trabajar, o alguna otra
protección especial.
Cuando trabajen en plataformas suspendidas o en andamios,
nunca coloquen objetos cerca del borde ya que por descuido pueden
empujarlos y éstos pueden caer sobre alguien que pase por
abajo, o ustedes mismos pueden perder el equilibrio y
pasar a llevar un objeto.
No debemos dejar pasar esta oportunidad para recordar que
cuando trabajen en altura o suban escalas, nunca deben llevar
herramientas en los bolsillos o en las manos, ya que al moverse
éstas pueden caer y lesionar a alguien que pase por
abajo.
Otra manera frecuente de sufrir una lesión en los pies
es cuando se le cae un objeto sin seguir el procedimiento
correcto de levantamiento. No sería la primera vez que un
trabajador debido al dolor intenso inmediato que sufre en la
espalda al tratar de levantar un objeto incorrectamente, deja
caer el objeto y este le aplasta los pies. Las lesiones por
caídas de objetos no son las más frecuentes ni
generalmente las más graves que se producen en nuestra
empresa, pero la verdad es que se producen más de las
necesarias y que con un poco de cuidado y siguiendo unas pocas
normas de prevención de riesgos podemos evitarlas
todas.
Charla 5: TODOS LOS ACCIDENTES TIENEN
UNA CAUSA
SIEMPRE HEMOS oído decir que las cosas no suceden
por sí solas, sino que siempre hay un motivo que las
produce. El tema de la charla de hoy es ése: las causas de
los accidentes. Para ser más específico, hablo de
condiciones y actitudes que más tarde o temprano
provocarán un accidente.
Cuando se produce un hecho que no deseamos, ya sea que
alguien resulte lesionado o que simplemente se rompa una taza,
siempre hay algo que nos preguntamos y tratamos de averiguar",
¿cómo sucedió?". Sin embargo, tal vez
sería más conveniente preguntarnos
"¿qué produjo el accidente?.
Fíjense que dije que tal vez seria mejor
preguntar qué lo produjo. ¿Por qué?
Me parece que ustedes lo saben también como yo, los
accidentes no suceden espontáneamente, sino que siempre
son producidos por una o más causas. Esa causa puede ser
un descuido, un acto indisciplinado, una actitud insegura, la
negligencia o una combinación de éstas.
Supongamos que tú, Juan, (el supervisor debe
sustituir este nombre por el de uno de sus trabajadores), un
día te caes en tu casa y te rompes una pierna. Esa
caída no sucedió espontáneamente, sino que
simplemente algo te hizo caer. Es muy posible que la caída
sea producto de un descuido tuyo, quizás estabas apurado y
corriste por las escaleras, o las bajaste sin agarrarte del
pasamanos; en otras palabras, no lo hiciste con cuidado.
También es posible que otra persona provocara sin querer
esa caída. Tal vez tu hijo dejó los patines en
medio de las escaleras, o quizás la alfombra que cubre la
escalera estuviera rota y nadie se diera cuenta
anteriormente.
Se puede pensar en infinidad de cosas como causas de esa
caída, pero verdaderamente si te caes y te rompes una
pierna en la escalera es muy probable que lo que provocó
esa caída sea una combinación de todas las cosas
que mencioné anteriormente. Para ser más precisos,
supongamos que las causas que provocaron tu caída,
(repetir aquí el nombre del trabajador que se
mencionó antes), fueron las siguientes: Estabas apurado,
bajaste las escaleras corriendo sin agarrarte de los pasamanos,
no te diste cuenta que tu hijo había dejado los patines
abandonados allí, tropezaste con ellos y te
caíste.
Esto es exactamente lo que sucede con los accidentes en el
trabajo, porque la mayoría de ellos son provocados por una
combinación de fallos y descuidos. De ahí esa
creencia que siempre se ha tenido, y que es una realidad, que las
actitudes inseguras forman una cadena que llegan a provocar
accidentes.
Les voy a dar otro ejemplo. Yo puedo encender un
fósforo y tirarlo encendido al piso ya que generalmente se
apaga antes de llegar a él. Pero supongan ustedes que lo
tiro en un lugar donde hay papeles. El primer fósforo que
tiré sé apagó, además lo tiré
en un lugar limpio, pero el segundo, provocó un fuego
porque cayó sobre material inflamable.
¿Cuál es la causa de este fuego? ¿El
hecho de tirar el fósforo encendido al piso?, ¿o
que alguien dejara descuidadamente papeles en el piso? La
respuesta, desde luego, es que tanto la persona que tiró
los papeles en el piso como yo que tiré el fósforo
encendido somos los responsables de que se haya desatado el
fuego, aunque yo soy mucho más responsable que él,
naturalmente.
Es así como se produce la mayoría de los
accidentes. Es probable que muchos de nosotros hayamos violado
algunas normas de prevención de accidentes en el trabajo
sin causar accidentes, pero cuando violamos o ignoramos alguna
norma sin percatarnos de que existen otros factores peligrosos,
el resultado es que la simple violación se convierte en un
desastre.
No todos los descuidos o actos inseguros provocan accidentes,
pero ningún accidente jamás se ha producido a menos
que se hayan cometido uno o más actos inseguros.
A veces pensamos "bueno, todo está bien, puedo violar
la norma porque en este caso no producirá un accidente".
Esta clase de actitud es justamente la que provoca los
accidentes. Por eso debemos recordar siempre que sí
trabajamos debidamente con precaución e interés, de
acuerdo a las normas de prevención de accidentes y de
acuerdo a las normas de trabajo no hay posibilidades de
convertirse en la causa de un accidente.
No olviden los accidentes no ocurren por accidente, hay causas
que lo provocaron.
CHARLA 6: LAS SUGERENCIAS
En esta charla quiero hablarles de las sugerencias. Todas las
empresas cuyas Gerencias están interesadas en la
prevención de Riesgos, quieren recibir sugerencias de los
trabajadores en este tema. Constantemente me piden ideas para que
los procedimientos y
ambientes de trabajo sean lo menos peligroso posible.
La Gerencia, cuando alguien se lesiona, nos hace una cantidad
de preguntas, como por ejemplo, ¿Cómo es que nadie
se dio cuenta que podía suceder?, ¿No se le
había enseñado a hacerlo correctamente? ¿Es
que tenía que suceder un accidente para reconocer el
peligro?, y así continúan.
La pregunta básica que está latente en todas las
otras preguntas es en realidad.
¿Se ha preocupado cada uno de ustedes por obtener ideas
sobre la prevención de accidentes de los trabajadores?, de
no ser así que están haciendo para controlar los
riesgos inherentes e incorporados. La Gerencia tiene
razón. Nadie puede hacer un trabajo y conocerlo mejor que
los que lo hacer todos los días.
Esto debería significar que el que conoce su trabajo no
se lesiona, y en realidad significa esto, si tiene conciencia de la
prevención de Riesgos y usa siempre su cabeza. El conoce
todos los puntos peligrosos de su trabajo, sabe la forma de
evitarlos, conoce las prácticas correctas que debe
seguir.
Esta es la forma en que la empresa quiere que nos comportemos
cada uno de nosotros, y también lo quiero yo como
supervisor y estar seguro que todos
y cada uno de ustedes también.
Cada uno de ustedes debe estudiar cada forma correcta. Es algo
que pueden hacer por sí mismos y traerme las ideas. Parte
de mi trabajo consiste en conseguir tantas sugerencias como sea
posible. Con esto no quiero decir que todas serán
aceptadas pero las estudiaré a cada una de ellas
cuidadosamente y se las pasaré a la Gerencia.
Quiero que entiendan que no queremos que hagan sugerencias
alocadas por el sólo hecho de hacerlas. Lo que queremos es
que hagan sugerencias sólidas y queremos tantas como
puedan pensar, ninguna es una mala sugerencia, todas se
analizan.
Por lo tanto pónganse a pensar y a transmitirme sus
ideas. No se limiten exclusivamente al trabajo que hacen. Miren
por todos los lugares de trabajo por donde transitan o
laboran.
Quiero hacer hincapié en una cosa. A quien presente una
idea que tenga valor se le
reconocerá. He oído comentarios que en algunas
empresas es al supervisor a quién se le reconocen las
ideas de sus trabajadores. Aquí no trabajamos así.
Ni yo, ni nadie se atribuirá ideas que no le corresponden
por lo tanto no tengan miedo de presentarlas y de que se las
roben.
Otro punto importante es que si una sugerencia no es aceptada
se les explicará el por qué y ustedes
tendrán derecho a una explicación. También
si una sugerencia es aceptada y si su puesta en práctica
se demora, se les dirá el porqué. Algunas
modificaciones requieren más cambios y planeamiento que
otras.
El recibir sugerencias de prevención de accidentes
puede ayudar a evitar accidentes, y es muy fácil ver el
porqué. Si realmente tratan de encontrar cosas para
sugerir encontrarán formas más adecuadas de hacer
el trabajo. También encontrarán formas más
fáciles de hacerlo. Eso también les ayudará
a hacer un trabajo mejor y en consecuencia a que la empresa tenga
un mejor concepto de sus
trabajadores y por ende el cliente de la empresa.
Cuando alguien dice, Juan es un buen trabajador pero a la vez
agrega que también tiene conciencia de la seguridad, de
sí mismo, hacia sus compañeros y hacia los
demás recursos de la empresa, es un buen halago. Por lo
tanto aporten sugerencias, me las entregan, las revisamos y ya
verán como esta sencilla práctica ayuda a que este
lugar sea el mejor lugar para trabajar.
Charla 7: EL BUEN EJEMPLO
En la charla de hoy no me voy a referir a los trabajadores
nuevos. No me voy a referir a ellos porque ellos no saben
todavía muy bien lo que pasa en nuestra empresa y no han
adquirido suficiente experiencia.
Me voy a referir a ustedes, los trabajadores con experiencia,
que conocen en general muy bien su trabajo.
Ustedes, lo admitan o no, son líderes para los
trabajadores nuevos. Puede que ustedes no lo quieran ser, pero no
tienen otro remedio. Dado que ustedes son antiguos en la empresa,
tienen mucha experiencia, los trabajadores nuevos los consideran
de cierta forma como sus guías, ya que de una u otra
manera les preguntan para proceder y los siguen. No me refiero a
que van corriendo detrás de ustedes en busca de consejos e
información.
Simplemente quiero decir que ellos les observan continuamente,
se fijan cómo trabajan ustedes y de ello deducen lo que
está bien o está mal hecho.
¿Habían pensado alguna vez en
eso?
Ustedes hicieron lo mismo cuando empezaron a trabajar en esta
u otra empresa. Ustedes observan a un trabajador antiguo, con
más experiencia y más destreza, y lo imitaron.
El respeto que ustedes obtienen de un trabajador con menos
experiencia produce cierto orgullo y satisfacción, en
cierta manera. Es un sentimiento agradable saber que otros les
observan y tratan de hacer su trabajo en la forma en que ustedes
lo hacen.
Pero junto con este sentimiento agradable va un sentimiento de
responsabilidad, ya que los trabajadores nuevos no son siempre
suficientemente vivos para diferenciar entre los hábitos
correctos y los hábitos incorrectos de ustedes. Ellos
saben sólo que ustedes saben trabajar mejor que ellos, de
esta manera ellos consideran que todo lo que ustedes hacen es
correcto.
Donde ustedes pueden hacer el mayor bien o causar el mayor
mal, es en el ejemplo que pueden dar en aspectos de
seguridad.
Por lo general, los trabajadores nuevos tienen un poco de
miedo cuando empiezan en su nuevo trabajo, incluso porque sienten
que de cierta manera están a prueba y pueden perderlo en
cualquier momento. Todo es nuevo, no saben la forma en que se
trabaja en la empresa, y no han sido alertados lo suficientemente
acerca de ciertos peligros, por lo tanto no están seguros
de cómo evitarlos. Por eso es por lo que se fijan en
ustedes, para que de esta forma puedan fijar y acomodar su
conducta y buscar la solución a su problema.
Si ellos ven en ustedes a personas que realizan su trabajo con
precisión y que al mismo tiempo son muy precavidos,
tratarán de hacer lo mismo y habrá muchas
posibilidades de que consigan hacerlo en breve tan bien como
ustedes.
Pero imagínense que ellos ven en ustedes a alguien que
no da la mínima importancia a la seguridad, que pasa por
alto las instrucciones sobre este tema, ante esto ellos deducen
que se les ha tratado de inculcar la seguridad simplemente porque
no había otra forma mejor de llenar ese tiempo.
Seguramente se imaginarán que ustedes saben realmente lo
que está haciendo y que ellos se pueden tomar el lujo de
actuar en la misma forma en que ustedes lo hacen sin correr
ningún peligro.
Quizás ustedes se exponen con demasía a riegos y
salen de ellos sin ninguna lesión; pero cuando un
trabajador nuevo pretende hacer lo mismo que ustedes, seguramente
se lesionará, ya que tiene menos experiencia que ustedes
en la forma de evitar un peligro especifico.
Si ustedes destruyen su fe en las formas y en las
instrucciones que nosotros les tratamos de inculcar en todas
nuestras charlas, les cortan una línea vital y les dejan
en cierta forma desamparados y perdidos.
Muchos trabajadores antiguos en nuestra empresa dicen que
ellos no son los guardianes de los trabajadores nuevos.
Quizás muchos piensan también que si la empresa
quiere que sean guardianes o maestros se les debe pagar algo en
forma extraordinaria. Nuestra empresa no pretende que ustedes
sean maestros, simplemente que tengan un poco más de
cuidado en actuar correctamente, en otras palabras hagan las
cosas bien, como saben y debieran hacerlas, nada más que
eso.
En este mundo en que vivimos, todo lo que hacemos tiene una
influencia en aquellos que está alrededor de nosotros, y
cuanto más nos admira y nos respeta una persona, tenemos
más obligación de obrar con cuidado sabiendo que
nuestra influencia va a ser mayor y a la vez positiva.
Sé que en nuestra empresa muchos de ustedes ponen en
práctica todo esto a que me he referido en esta charla,
pero hay otros, sin embargo, que lo olvidan frecuentemente y
siembran un mal ejemplo.
Espero que de ahora en adelanta tengamos todos siempre
presente este importante problema.
Para terminar quiero que todos los trabajadores antiguos den
la mano a los trabajadores nuevos, dándoles la bienvenida
y diciendo, yo soy un buen ejemplo para ti.
Charla 8: LAS PREGUNTAS DEMUESTRAN INTELIGENCIA
Muchas veces se habla de la necesidad de hacer las cosas con
seguridad; pero ¿Qué pasa si uno no sabe como?
Entonces deberá preguntársele a quien sabe. Ese
puede ser el compañero que está al lado o el
supervisor. Como la empresa considera al supervisor responsable
si cualquiera de los trabajadores se lesiona, este debe tener la
respuesta para cualquier pregunta que puedan tener sobre
prevención de riesgos. Si no conociera la respuesta y no
pudiera encontrarla se la preguntaré al asesor de
prevención de riesgos. Pero les aseguro que ustedes
tendrán la respuesta lo más pronto posible.
A algunas personas no les gusta hacer preguntas. Creen que las
hace parecer ignorantes, tontas o algo similar. Quien piense de
esta manera está equivocado.
Si no lo sabe, el sentido común indica que hay que
preguntar. Esto denota que la persona tiene una mente activa.
Esto trae la interrogante de qué es una pregunta
inteligente ¿ Cómo lo sabe quien la hace ?. No creo
que nadie pueda dar una respuesta que sea perfecta. Pero me
parece que lo primero es no preguntar algo que uno puede
responder fácilmente por sí mismo y que puede
verificar. La verificación es importante, cuando de la
seguridad se trata hay que estar seguro de que se está en
lo correcto. Si no se tiene la certeza de que se está en
lo correcto hay que pensar cuidadosamente, verificar los hechos y
usar la cabeza. Si todavía no se está seguro,
preguntar.
Hacer la pregunta en forma precisa y clara, la persona a quien
se le hace la pregunta debe captar el significado exacto, ya que
en caso contrario puede dar una respuesta incorrecta o
incompleta.
He aquí un ejemplo, un ayudante de mecánico
quería saber si el producto que usaban para limpiarse la
grasa de las manos los trabajadores antiguos del taller, le
podría quemar las manos. Así que preguntó a
uno de ellos, ¿Crees que si me limpio las manos con
tetracloruro de carbono me las
quemará? La respuesta por supuesto, fue no. A
continuación llenó una botella con ese producto y
la guardó en su closet para guardar su ropa de
trabajo.
A la hora del almuerzo salió unos minutos antes a fin
de lavarse. Colocó la botella en el borde del lavamanos
mientras se cepillaba, pero sin darse cuenta empujó la
botella, la cual al caerse se rompió y el tetracloruro de
carbono se derramó por el suelo y
empezó a evaporizarse muy rápidamente. Como
conocía los peligros del vidrio roto se
agachó para limpiar. Lo que logró fue absorber
tanto vapor, que empezó a marearse. Unos minutos
más tarde cuando sus compañeros llegaron lo
encontraron desmayado.
Si empezamos a hacer el análisis de este accidente, dos
cosas estuvieron mal aquí, él debió haber
preguntado ¿Es seguro usar tetracloruro de carbono para
sacarme la grasa de las manos ?. Por otra parte, la persona a
quién le hizo la pregunta debió haber sospechado
algo y haberle preguntado por qué quería
saberlo.
Finalmente, cuando se hace una pregunta y se logra la
respuesta hay que estar seguro de que se la entiende y de que se
logra toda la información que se necesita. También
hay que asegurarse que concuerda con la información que ya
se tiene sobre el tema. De no ser así algo anda mal:
podría ser que usted tenía una información
que no era la correcta o viceversa. De cualquier forma es mejor
aclarar. Su seguridad puede depender de eso.
No se demuestra ignorancia o falta de madurez cuando se hacen
preguntas, por el contrario se denota que se es astuto y que se
tiene conciencia de la importancia de la prevención de
riesgos.
Por lo tanto cuando no sepa o no está seguro, lo
mejor es preguntar.
Realizado por:
Víctor Belmar Muñoz
Ingeniero en Minas
Experto en Prevención de Riesgos y Seguridad Minera