A la memoria de
Manuela Saenz [1]
En nuestros días, resulta asombroso
constatar el cumplimiento de las visiones proféticas
escritas en el siglo I por el Evangelista Juan, apóstol de
Cristo, en el denominado Libro de las
Revelaciones o Apocalipsis a la luz de ciertos
acontecimientos mundiales modernos.
Indudablemente, hoy cabalgamos sobre lo que
podría catalogarse como una especie de lucha final entre
el bien y el mal, más allá del cúmulo de
mentiras que han definido las concepciones políticas,
económicas y religiosas que pretenden seguir imperando
culturalmente a estas alturas de la historia
universal.
En este sentido, no es sorpresivo que la
Economía
Global de Mercado y su
indiscutible "mano invisible" hayan sido consagradas en la
actualidad por muchos industriales, tecnócratas y
eclesiásticos, idealizando una especie de Mesías
capaz de restaurar individualmente todos los problemas en
el campo social. Pero, a pesar de los sacrílegos
cálculos econométricos manejados por estos
tradicionales colonialistas, a medida que avanza "el primer
jinete" lo que realmente podemos observar es el salvaje
desmoronamiento del Sistema
Capitalista Mundial y su doctrina satánica de
antivalores.
El mencionado documento profético presenta una
serie de imágenes
que reseñan ésta contienda a través de
extrañas y hermosas metáforas, en donde, el mal lo
simbolizan el dominio de las
riquezas materiales,
las ambiciones desmedidas y la opresión de los pueblos por
parte de grupos poderosos
que, a su vez, son identificados como bestias que ascienden del
mar y la tierra.
Así mismo, el bien es representado por aquellos que
enfrentan a los indigestos opresores quienes, intuyendo su hora
final, encumbran al popular Anticristo de turno aspirando una
jefatura global bajo una imagen
(¿algún acuerdo comercial?) y una divisa que los
caracteriza… el Dólar.
De acuerdo al Evangelista, un número de tres
cifras podía identificar a los últimos defensores
del imperialismo
como modelo de
vida, sistema del cual, él mismo, era una víctima
al momento de escribir el Apocalipsis en la isla griega de
Patmos. Y curiosamente, la cifra "666" puede observarse al
reverso de un simple billete de dólar (1 $), justamente,
en la base de la pirámide cuyo ojo omnisciente encabeza el
orden del tiempo
imperante sobre las aguas, es decir, sobre los pueblos; la clave
oculta en la famosa unidad monetaria se encuentra en la
grafía romana correspondiente al año de la independencia
de los Estados Unidos de
Norteamérica, es decir, 1776 (MDCCLXXVI). Si desea
comprobarlo, ubique la numeración señalada en el
sello que contiene el fetiche egipcio y posteriormente devele la
cifra omitiendo una letra a medida que avanza de dos en dos, lo
cual le dará como resultado DCLXVI ó 666
número que, ! de acuerdo al libro en cuestión,
identifica la divisa de una segunda "bestia" que es parte de la
primera y cuyos "cuernos", probablemente, retratan en forma
alegórica al binomio comercial Estados Unidos-Unión
Europea. Igualmente curioso es que el término "Novus
Ordo Seclorum", moldeado en la parte inferior de la
pirámide, se relacione con el "Nuevo Orden Mundial" que
viene reforzando la judeo masonería desde la primera
Administración Bush en la Casa Blanca y
cuya vieja pretensión es abarcar toda la tierra bajo un
concepto
único e inhumano del capital tal y
como lo soñó el máximo representante de los
Illuminati, Adam Weishaupt, ese mismo año.
Sin embargo, Juan testimonió concretamente lo
siguiente con relación al destino final de los
últimos imperialistas: "… el humo de sus tormentos
estará subiendo por los siglos de los siglos, sin que
tengan descanso ninguno ni de día ni de noche, los que
adoraron la bestia, y su imagen, como tampoco cualquiera que
recibió la divisa de su n! ombre." (Ap.
14-11)
Evidentemente, a razón de la creciente
recesión económica en el país norteño
que está afectando múltiples intereses globales, en
lo sucesivo, tendremos que enfrentar el último desespero
de las oligarquías mundiales por mantener sus ancestrales
privilegios en detrimento de las mayorías, todo lo cual no
podrá evitar el debilitamiento de los apetecibles "duros
marca 666" ya
que su caída resulta inminente y de acuerdo al enfoque
cristiano, finalmente debe determinarse quien es digno de
amor o de odio
en este magnífico punto del cosmos.
… viendo no verán y oyendo no
entenderán.
La conspiración del Templo de
Jerusalén.
Bruno Cardeñosa
Introducción
Extremetistas cristianos y judíos
ya trabajan en la reconstrucción del Templo de
Jerusalén. Detrás de esta iniciativa, financiada y
apoyada por una organización llamada el Instituto del
Templo se esconden oscuros intereses políticos, alianzas
religiosas y profecías.
¿Qué une a judíos ultraortodoxos y
cristianos fundamentalistas? Aparentemente nada… Por eso
no deja de ser extraño que uno de los más
influyentes rabinos, Chaim Richman, hombre muy
vinculado al Primer Ministro israelí,
Ariel Sharon, haya recorrido el sur de Estados Unidos
reuniéndose congregación por congregación
con los líderes protestantes más poderosos. Les
pedía ayuda -léase fondos- para cumplir un
sueño que a ambos ilumina: edificar el Tercer Templo de
Jerusalén.
Uno de los más destacados expertos en mesianismo lo ha
denunciado: "Existe un acuerdo entre los judíos
extremistas y los fanáticos evangelistas para construir El
Templo sobre las ruinas de los anteriores, encima del lugar en
donde creen que se encuentra el Arca de la Alianza. Y para ello
-concluye James Tabor, director del departamento de Estudios
Religiosos de la Universidad de
Carolina del Norte (EE. UU.)- quieren destruir todas las
mezquitas existentes en la explanada de Jerusalén."
¿Los tiempos del Tercer Templo?
Los cristianos más conservadores, aquellos que hacen
una lectura
textual de las Sagradas Escrituras, creen que con la llegada del
Tercer Milenio advienen los tiempos del Armagedón y de la
Segunda Venida de Jesús. Algo parecido sostienen quienes
se erigen en garantes de la tradición rabínica
partiendo de profecías bíblicas como la de
Ezequiel, y de textos del rabino por excelencia,
Maimónides: la llegada del Mesías (ellos no aceptan
a Jesús, salvo como un profeta más) tendrá
lugar cuando se edifique el Tercer Templo.
Lo construyó Salomón y Nabuconodosor lo
destruyó cuando Jerusalén fue conquistada por los
babilonios en el año 587 (siglo VI a.C.) Allí se
encontraba el Arca de la Alianza, ese portentoso objeto
construido en tiempos de Moisés y que servía como
puente entre Yahvé y los hombres. El Arca de la Alianza
era el símbolo de la presencia protectora de Dios. El Arca
desapareció en aquel entonces, pero hay una creencia
común en el judaísmo de que está guardada en
lugar seguro y que
será descubierta cuando tenga lugar la restauración
de Israel (2 Mac. 2;4-8).
El Templo fue reconstruido, y ya en nuestra era, en el
año 72, los romanos volvieron a reducirlo a cenizas.
Con la instauración de Israel como Estado tras
la Segunda Guerra
Mundial se abrió una nueva etapa. Algunos -los
más extremistas entre los ortodoxos- consideraron que no
era el momento de planificar la edificación del Tercer
Templo, pues Israel era sólo un estado secular. Pero ya en
1989, según TIME, un 18 % de los judíos
creían llegado el momento. Siete años
después, otro sondeo, efectuado por el Instituto Gallup,
señalaba que el 58 % de los israelíes lo deseaban.
El estudio había sido solicitado por una peculiar
organización: El Instituto del Templo.
Liderada por el citado rabino Chaim Richman, esta
organización fue fundada a finales de los ochenta.
Pretendía aglutinar a todos aquellos que quisieran
implicarse en una aventura tanto arquitectónica como
arqueológica y política.
Arquitectónica, porque en sus filas se ha dado cabida a
quienes basándose en las instrucciones expuestas por el
profeta Ezequiel han diseñado el nuevo Templo, el cual
deberá albergar 93 objetos litúrgicos -de oro y plata,
fundamentalmente- que tendrán que ser fieles a lo que la
profecía indica y a lo que la ley judaica
señala. Ya han confeccionado 60: campanas y trompetas de
plata enormes, cuchillos para los sacrificios, vestimentas para
los sacerdotes, un Menorah de oro…
Arqueológica, porque sus miembros han estado buscando
bajo las ruinas del Antiguo Templo la red de túneles y
estancias en las cuales se alberga, según la
tradición, el Arca de la Alianza. Han anunciado que ya la
han localizado. Y Política, porque la construcción del Tercer Templo, treinta
veces más grande que el anterior, implica el total dominio
israelí sobre la Explanada de las Mezquitas, en donde sin
embargo conviven -enfrentados- los cultos religiosos que tienen
allí su particular centro del mundo: cristianos,
árabes y judíos.
Las profecías se están cumpliendo. Con la
llegada al poder de Ariel
Sharon, a cuyo partido político pertenecen los
líderes del Instituto del Templo, el camino hacia el
gobierno de la
Explanada de las Mezquitas dio un paso fundamental. La Segunda
Intifada comenzó a raíz de la visita que
efectuó al lugar, durante la que proclamó: "es la
hora del Tercer Templo." Por ello, la intransigencia de Sharon se
convierte en ofuscación cuando se menta el reparto del
lugar. Ningún líder
ortodoxo cederá en este aspecto ni un palmo, pues la
ubicación del Templo, de acuerdo a Ley, ley religiosa,
implica la destrucción de la Mezquita Al Aqsa.
El Instituto del Templo ganó una importante batalla a
finales del pasado mes de julio cuando tras varios años de
intentos, lograron colocar la simbólica primera piedra
-enorme piedra en tal caso, pues pesaba casi cinco toneladas- del
Tercer Templo. Ahora están convencidos de que hay que
echar el resto y al igual que los cristianos fundamentalistas de
Estados Unidos están convencidos de que los sucesos del 11
de septiembre son una prueba de que las profecías se
están cumpliendo. Más razones arguyen los miembros
del Instituto del Templo, quienes emitieron una nota según
la cual las primeras palabras de Bin Laden tras el ataque a
Afganistán eran una buena muestra de que el
conflicto
tenía su origen, precisamente, en el conflicto
árabe-israelí. Y en un ramalazo sionista
urgían la salida de los islámicos de la
explanada.
Según el profesor James
Tabor, el asunto es más complejo de lo que se puede
presuponer. Advierte que no son grupos aislados y marginales los
que han decidido iniciar la construcción del Tercer
Templo: "Ya han encontrado el lugar en donde está el Arca
de la Alianza, y el nuevo Templo tendrá por objeto
exhibirla." Además, como experto en profetismo
bíblico que es, ha seguido la pista de una premisa sin la
cual sería imposible acometer la obra: la aparición
de un ternero alazán o rojizo sin mancha alguna. Tal cosa,
tan extraña, es considerada por los judíos
ortodoxos como fundamental a la hora de culminar su iluminación.
El primer viaje de Richman a Estados Unidos tuvo una parada
obligatoria en Canton, Mississipi. Allí tenía por
objeto visitar a un granjero y activista evangélico
llamado Clyde Lott. La razón es que entre las
últimas crías que habían nacido en sus
dominios había una, a la que llamó Dikie, que
tenía una particularidad más que inquietante: era
completamente alanazada… Roja, sin mancha, justo como la
profecía del libro neotestamentario "Números"
indica que debe ocurrir. Lott estaba seguro de que la ternera era
especial. Y Richman, al verla y al analizarla, no tuvo duda
alguna: "Ésta es la indicada, ésta es la
madre."
Richman analizó el hecho con otros rabinos y sabios
judíos. Coincidieron con él en lo esencial. Las
siguientes negociaciones tuvieron como objetivo
preservar a Dikie. Pensaron que había que intentar
llevarla a Israel, para que allí tuviera descendencia. Ese
sigue siendo el objetivo, pero el Instituto del Templo prefiere
ir poco a poco. La llegada de la ternera alazán
podría provocar algún que otro enfrentamiento en
Tierra Santa, y de momento han habilitado en Nebraska una granja
con todos los medios para
que Lott, junto a un buen número de granjeros de origen
israelí trabajen lejos de cualquier intromisión.
Lott ya dispone allí de cientos de cabezas de ganado de
este inusitado y hasta ahora desconocido color.
Será el último paso: un ternero
alazán, de dos a tres años, deberá ser
quemado, y con sus cenizas mezcladas en agua, los
primeros rabinos del Tercer Templo podrán comenzar su
trabajo.
Así se escribe la última conspiración del
Templo.
Elízabeth Delgado
Rodríguez
Isla de Margarita
Venezuela