Para comprender qué es la educación
ambiental, es conveniente explicar lo que no es. La educación ambiental
no es un campo de estudio, como la biología, química, ecología o física. Es un
proceso.
Para muchas personas, este es un concepto que se
le hace difícil comprender. Mucha gente habla o escribe
sobre enseñar educación ambiental. Esto no se puede
llevar a cabo. Uno puede enseñar conceptos sobre esta
problemática, pero no educación
ambiental.
La falta de consenso sobre lo que es la educación
ambiental puede ser una razón de tales interpretaciones
erróneas.
Con frecuencia educación al aire libre,
educación para la conservación y estudio de la
naturaleza son
todos temas considerados como educación ambiental. Al
mismo tiempo, parte
del problema se debe también a que el mismo término
de educación ambiental es un nombre no del todo
apropiado.
En realidad, el término Educación para el
Desarrollo
Sostenible sería un término más
comprensible, ya que indica claramente el propósito del
esfuerzo educativo: educación sobre el desarrollo
sostenible, el cual es en realidad la meta de la
educación ambiental.
La problemática ambiental se ha acelerado y
agudizado en las últimas décadas, en un contexto en
el que la
globalización económica impone nuevas pautas
para la producción y consumo de
recursos.
En dicho contexto la educación es una vía
útil y necesaria para potenciar al máximo la
formación y capacitación ambiental en distintos
ámbitos de la sociedad,
desde quienes tienen en sus manos la toma de
decisiones importantes, hasta los niveles ciudadanos, en los
que la actuación diaria incide en forma directa sobre el
medio.
Educación, capacitación e investigación constituye una estrategia
orientada a la formación de una nueva cultura
ambiental que incida en preferencias de consumo y patrones de
convivencia.
Los componentes de la Educación para el
Desarrollo Sostenible son:
A) Fundamentos ecológicos: Este nivel
incluye la instrucción sobre ecología
básica, ciencia de los
sistemas de
la Tierra,
geología,
meteorología, geografía
física, botánica, biología, química y
física. El propósito de este nivel de
instrucción es dar al alumno informaciones sobre los
sistemas terrestres de soporte vital.
Estos sistemas de soporte vital son como las reglas de
un juego. Suponga
que desea aprender a jugar un juego.
Una de las primeras tareas que necesita hacer es
aprender las reglas del juego. En muchos aspectos, la vida es un
juego que uno juega. Los científicos han descubierto
muchas reglas ecológicas de la vida pero, con frecuencia,
se descubren nuevas reglas.
Por desgracia, muchas personas no comprenden muchas de
estas reglas ecológicas de la vida. Muchas conductas
humanas y decisiones de desarrollo parecen violar a muchas de
ellas. Una razón importante por la cual se creó el
campo conocido como educación del desarrollo sostenible es
la percepción de que las sociedades
humanas se estaban desarrollando de maneras que rompían
las reglas. Se pensó que si a la gente se le pudiera
enseñar las reglas, entonces ellas jugarían el
juego por las reglas.
B) Concientización conceptual: De
cómo las acciones
individuales y de grupo pueden
influenciar la relación entre calidad de
vida humana y la condición del ambiente.
Es decir, no es suficiente que uno comprenda los
sistemas de soporte vital (reglas) del planeta; también
uno debe comprender cómo las acciones humanas afectan las
reglas y cómo el
conocimiento de estas reglas pueden ayudar a guiar las
conductas humanas.
C) La investigación y evaluación
de problemas:
Esto implica aprender a investigar y evaluar problemas
ambientales. Debido a que hay demasiado casos de personas que
han interpretado de forma incorrecta o sin exactitud asuntos
ambientales, muchas personas se encuentran confundidas acerca de
cual es el comportamiento
más responsable ambientalmente. ¿Es mejor para el
ambiente usar pañales de tela que pañales
desechables? ¿Es mejor hacer que sus compras la pongan
en un bolsa de papel o en una plástica? La
recuperación energética de recursos desechados,
¿Es ambientalmente responsable o no? Muy pocas veces las
respuestas a tales preguntas son sencillas.
La mayoría de las veces, las circunstancias y
condiciones específicas complican las respuestas a tales
preguntas y solamente pueden comprenderse luego de considerar
cuidadosamente muchas informaciones.
D) La capacidad de acción: Este componente enfatiza el
dotar al alumno con las habilidades necesarias para participar
productivamente en la solución de problemas
ambientales presentes y la prevención de problemas
ambientales futuros.
También se encarga de ayudar a los alumnos a que
comprendan que, frecuentemente, no existe una persona, agencia
u organización responsable de los problemas
ambientales. Los problemas ambientales son frecuentemente
causados por las sociedades humanas, las cuales son
colectividades de individuos.
Por lo tanto, los individuos resultan ser las causas
primarias de muchos problemas, y la solución a los
problemas probablemente será el individuo
(actuando colectivamente).
Un adecuado proceso de Educación para el
Desarrollo Sostenible debería conducir a las personas a
adquirir una visión más objetiva del funcionamiento
de la sociedad a la cual pertenece, y de las sociedades humanas
en general.
Además, debe estimularla a tomar una parte
más activa en la vida de la comunidad, elevar
su deseo de asumir su cuota de responsabilidad y hacerlo comprender que la
primera regla en el manejo de los recursos
naturales es evitar el derroche.
La Educación para el Desarrollo Sostenible es un
eficaz instrumento para lograr ese desafío ineludible que
se asume en la labor diaria, convirtiendo a los ciudadanos en
seres responsables respecto al ambiente natural, cultural y
social en el que viven.
El crecimiento de esta disciplina se
debe basar en la sensibilidad y toma de conciencia de
amplios grupos de
profesionales -científicos, técnicos, docentes– como
por la incorporación de lo ambiental en las políticas
institucionales.
En este orden de ideas, la educación para el
Desarrollo Sostenible tiene un papel muy importante en la
formación de individuos, ya que facilita la construcción de conocimientos
significativos y la apropiación de las realidades en las
cuales se desenvuelven todos los grupos
sociales.
Este proceso se debe basar en "aprender a aprender", que
incluyen experiencias donde el juego, la acción y el
contacto directo con el medio, son los pilares
fundamentales.
Permite que los niños
se introduzcan en el proceso de bioalfabetización. Desde
edades tempranas debe inculcarse al niño las primeras
ideas sobre la conservación de la flora, la fauna y los
demás componentes del ambiente.
El maestro debe realizar su trabajo de
manera que forme en los estudiantes, respeto, amor e
interés
por la conservación de todos los elementos que conforman
el medio
ambiente. En la escuela y en el
hogar debe forjarse esta conciencia conservacionista del hombre del
mañana.
El niño crece y se desarrolla bajo la influencia
de un complejo proceso docente-educativo, en el que la escuela
cumple un encargo social que tiene el objetivo de
que el futuro ciudadano reciba enseñanza y educación, y se integre
a la sociedad en que vive de una manera armónica, formado
política e
ideológicamente en correspondencia con los principios de
nuestra sociedad.
En este sentido hay que educar al niño para que
ocupe plenamente el lugar que le corresponde en la naturaleza,
como elemento componente de esta.
Él debe comprender que es parte integrante del
sistema
ecológico y que, como tal, tiene deberes que
cumplir.
Además se debe ofrece educación y
capacitación para adolescentes y
adultos. El programa tiene
que incluir talleres para niños, talleres para docentes,
cursos cortos, seminarios, simposios nacionales e internacionales
y charlas.
Este proceso es dirigido a la comunidad en general y se
esquematiza como una orientación de temas ligados a los
procesos de
desarrollo que tiendan a corto, mediano y largo plazo a
establecer herramientas
que prevengan el deterioro natural de los recursos naturales e
integren cambios de sensibilización en las formas de
conducta, siempre
hacia ambiente a la consecución de la
sustentabilidad.
La humanidad ha tomado conciencia recientemente de que
la Tierra,
nuestro hábitat, tiene límites y
es frágil.
A la luz del
crecimiento explosivo de la población mundial, el enorme progreso
tecnológico, la utilización descontrolada de los
recursos y las actividades humanas, se ejerce una presión
intolerable sobre el Ambiente; un factor importante que distingue
a la sociedad moderna de las que nos precedieron, es el ritmo de
los cambios a los que se somete al ambiente y a la universalidad
de sus consecuencias.
Ecología, contaminación, deforestación, tráfico de flora y
fauna, polución, residuos peligrosos, capa de ozono,
energías
alternativas y calidad de vida
son términos que, en la actualidad, se leen y escuchan en
forma continua.
Esto tiene un aspecto positivo, que es la toma de
conciencia en todos los niveles, sobre la existencia de problemas
reales y graves, tanto en el presente como en el
futuro.
Es importante tomar conciencia de que el prevenir de la
humanidad y la calidad de vida de las generaciones futuras
dependen, en gran medida, de las opciones y alternativas que los
seres humanos aporten durante su propia vida:
-Hay que desarrollar los instrumentos de análisis, reflexión y
acción destinados a la comprensión,
prevención y corrección de los daños
sufridos por el ambiente. Ello debe incluir la búsqueda
de acciones concretas o al menos, una profunda reflexión
de las soluciones
preventivas, curativas o alternas para los problemas
ambientales.
-Que se pueda recapacitar sobre las responsabilidades
que han de asumirse, individual y colectivamente, con el fin de
que conjuntamente se puedan solucionar los
problemas.
-Se debe adquirir un conocimiento
básico sobre la manera de resolver los problemas
ambientales.
-Que se comprenda que el hombre es
inseparable de su medio ambiente, de manera que lo altere este
último tendrá un efecto indirecto sobre el hombre
mismo.
Cada individuo puede ser reproductor del mensaje
conservacionista, dar el ejemplo no tirando la basura y
buscando siempre el reciclaje como
alternativa de ahorro y de
protección al ambiente.
La educación para el Desarrollo Sostenible
canaliza y orienta todas las inquietudes que se poseen para
proteger y conservar el ambiente, ofreciendo herramientas acordes
para comunicar mensajes que logren el cambio
necesario en la actitud de
cada individuo, que garantice que los recursos existentes, puedan
ser disfrutados por generaciones futuras.
Cristian Frers
Técnico Superior en Gestión
Ambiental y
Técnico Superior en Comunicación
Social.
Tte. Gral. Juan D. Perón 2049
– 7mo. 55.
(C1040AAE) Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
República Argentina.