- La época
colonial - Las estructuras
políticas y sociales - Concepto de
Ladinización - Marco histórico del
proceso - Los
Criollos - Ladinización al Servicio
de la Conquista - La Influencia de la
Iglesia - Caso Específico: El
Departamento de Alta Verapaz en Guatemala - Ventajas y Desventajas de la
Ladinización - Los Acuerdos de
Paz - Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
Para la cultura
ladina, la ladinización en América
fue lo mejor que pudo existir. Mas sin embargo, como veremos a
continuación no fue tan beneficioso para las etnias
nativas, ya que vinieron y mataron a gran parte de ellos, les
robaron las tierras que les pertenecían, los esclavizaron
y les hicieron cambiar sus creencias por otras impuestas por
medio de la religión.
El proceso de
ladinización es más que el estudio de una parte de
la historia, porque
es una advertencia, un despertar de conciencia,
frente a potencias ávidas de enriquecimiento y sangre que
despiadadamente pueden apropiarse de las vidas y el futuro de
otra nación,
o de instituciones
seudo espirituales que, escudándose en el nombre de Dios,
enmascaran sus viles propósitos de sacarle al empobrecido
pueblo hasta la última gota de sudor y de sangre, tal como
ocurrió con la conquista y fue una realidad colonial
guatemalteca.
Un grupo,
mayoritariamente ladino, derivados de los "criollos" que son una
clase social
definida, por ser herederos de los conquistadores y se
beneficiaban del comercio e
industrias que
estos manejaban, principalmente al servicio de la
corona y de allí que favorecieran este proceso sin embargo
el mismo vino a destruir por completo las estructuras
socio económicas que ancestralmente ya estaban
establecidas por y para el beneficio de los pobladores nativos;
esto según las mas confiables fuentes
informativas.
Los objetivos de
la colonización:
Para 1492, España se
había consolidado como la primera nación
europea que, en la era moderna, se unificó bajo un
gobierno
central. Esto se había logrado después de varios siglos de lucha armada contra la presencia árabe en la
Península Ibérica, la así llamada
"Reconquista" desde el norte. Con la expulsión de los
últimos moros del sur, en Granada, Isabel de Castilla y
Fernando de Aragón –los
Reyes Católicos– aseguraron su
dominio del
nuevo reino unificado que ahora era España. También
en ese año se decretó la expulsión de los
judíos
(o su forzosa conversión al cristianismo),
y se publicó la primera gramática española (Antonio
de Nebrija 1441-1552).
Estos
datos revelan
tres de las bases ideológicas y políticas
con que se inició la expansión española en
América. En primer lugar, había un ejército
muy organizado y ansioso de nuevas conquistas heroicas en nombre
del cristianismo. En segundo término, el Catolicismo, el
idioma español y
el absolutismo de
la Corona eran los elementos unificadores de la nueva identidad
nacional. Y un tercer factor, no menos importante, era la
ambición expansiva, en busca
de riquezas para premiar a los
héroes de la Reconquista y sostener una economía basada en la
guerra y en la
posesión de tierras. Ya que el comercio comenzaba a
florecer en Europa, la compra
y venta de
mercancías era una dinámica social fundamental que utilizaba
el oro y la plata
como monedas de cambio.
Así pues, la colonización
de América tenía, en la esfera ideológica,
una misión
evangelizadora: cristianizar heroicamente el mundo, por
conversión o por miedo. A escala
política, su papel era expandir el dominio de la Corona
española, consagrada a la fe católica. En el campo
económico, había que encontrar metales
preciosos, competir comercialmente con el resto de Europa, y dar
tierras a los héroes españoles y a la Iglesia. Por
eso la conquista fue una operación fundamentalmente
militar, pero también evangelizadora, que
avanzó en busca de
oro y de plata hasta el extremo sur del
continente, con la esperanza de encontrar el legendario "dorado".
Son típicas las imágenes
de los conquistadores españoles con sus armaduras y
caballos, siempre acompañados
de sacerdotes católicos,
convirtiendo a los indígenas o luchando contra ellos, y
fundando ciudades en nombre de Dios y del rey.
Una vez
conquistado un vasto terreno, el esfuerzo militar pronto se
concentró en neutralizar la intervención de otras
potencias en la zona, tales
como los bucaneros ingleses.
Además, la Corona española estableció un
fuerte monopolio
comercial sobre sus territorios de ultramar, y una estructura
autoritaria, burocrática y jerárquica que
duró más de tres siglos y que hasta el presente
continúa influenciando de
muchas maneras la cultura,
enconomía y política de la
región.
Síntesis del Proceso de Descubrimientos,
Conquista y colonización en las Distintas Áreas de
América
CARIBE:
A fines del siglo XV la Corona de Castilla aprueba
el proyecto
colombino de navegación del Océano
Atlántico hacia el Occidente como parte de la
expansión en que se encontraba empeñada
España
y que incluía la búsqueda de oro y especies y
de una ruta hacia las Indias Orientales. Las primeras tierras
descubiertas fueron las de las Antillas y confundidas por
Colón con tierras asiáticas. A pesar de esta
confusión geográfica que se mantuvo hasta la
primera década del siglo XVI, las Antillas fueron
integradas como parte de los territorios que constituían
el área de explotación europea de fines del siglo
XV.
La primera fundación en las Antillas fue la
ciudad de Santo Domingo, que se convirtió en el
núcleo de la primitiva ocupación española
de
América organizándose como
factoría comercial bajo la
administración colombina.
Conflictos originados por la lucha de intereses
privados y estatales promovieron el reemplazo de Colón y
la transformación de la factoría en colonia bajo
la
administración posterior. La
experiencia de colonización en Santo Domingo, del mismo
modo que la realizada anteriormente por España
a mediados del siglo XV en las Canarias, resultó el
primer
ensayo de conquista y colonización
española en
América. Allí surgieron los
puntos de partida de la
administración colonial (cabildos,
audiencias) que más tarde serían trasladadas al
continente.
La dócil
población aborigen antillana que
practicaba una economía
de plantadores, fue sometida a un duro régimen de
trabajo, ya
sea mediante la esclavitud
generalizada o bien e través del
sistema de encomiendas. La incesante
búsqueda de oro y la explotación de yacimientos
auríferos conseguidas mediante el abuso de la mano de obra
aborigen, condujo a un rápido y abrupto descenso
demográfico en Santo Domingo, Por consiguiente se
impulsó la conquista de islas cercanas (Cuba,
Puerto
Rico, Jamaica) como fuente potencial de mano de
obra. Hacia 1530, el agotamiento de los yacimientos
auríferos y la despoblación indígena tuvo
como consecuencia la introducción de esclavos provenientes del
África. Desde mediados del siglo XVI las Antillas se
especializaron en la
producción de cultivos tropicales y
en la ganadería.
La introducción de la caña de azúcar
favoreció el
desarrollo de las plantaciones, que
consistían en grandes explotaciones trabajadas por mano de
obra esclava. Estas nuevas unidades económicas, que
encontrarán su mayor
desarrollo en los siglos XVII y XVIII,
orientaron su
producción al
mercado europeo.
DARIÉN
El descubrimiento del Darién, región
comprendida entre el Golfo de Urabá y el Istmo de
Panamá,
fue el resultado de expediciones con fines mercantiles y de
exploración iniciadas a principios
del siglo XVI.
Desde 1509 la Corona impulsa la conquista del
área, considerada potencialmente rica en oro y
esclavos.
Conflictos provocados por luchas internas entre
las huestes conquistadoras sumados a una tenaz
resistencia indígena, provocaron una
ocupación inestable de la región. El descubrimiento
del Mar del Sur (Océano Pacífico) en 1513,
impulsó la búsqueda de una vía de acceso
marítimo más rápida que conectara el
Atlántico con el Pacífico, expediciones que
realizarán posteriormente Solís y
Magallanes.
El núcleo de la conquista y colonización
de la costa atlántica trasladó al interior y
posteriormente se fundó la ciudad de Panamá
sobre la costa del Pacífico, desde donde se
realizó la expansión hacia
América Central Ístmica y
hacia Perú.
A partir de ese momento Panamá
cobra importancia como asiento de puertos intermediarios en
el tráfico comercial de
América y España,
puerto que allí se concentraban fundamentalmente
las
exportaciones de metales
preciosos peruanos que se transportaban por rutas
terrestres hasta alcanzar la región de puertos del
Caribe.
MÉXICO:
Expediciones privadas de exploración y conquista
que tuvieron por base a la isla de
Cuba llevaron a cabo el descubrimiento
del
estado Azteca en 1a segunda década
del siglo XVI.
Los
Aztecas constituían un pueblo que
había comenzado su expansión desde el Valle
de
México un siglo antes de la llegada de
los europeos y que estaban intentando estabilizar una
unificación política
sobre muchas otras poblaciones de alto
desarrollo cultural. En el área
mesoamericana se dieron las primeras comunidades agrícolas
y un rápido
desarrollo arquitectónico y artesanal
desde el segundo milenio a.C.
La dominación azteca, si bien mantuvo intactas
algunas autonomías administrativas en las poblaciones
sometidas, fue resistida sobre todo por las onerosas exigencias
tributarias. En ese sentido la llegada de los españoles
ofreció una oportunidad de
independencia a esas comunidades que se
negaban a someterse al
estado militarista azteca.
El éxito
de las técnicas
militares españolas y el apoyo de los pueblos descontentos
con el dominio
azteca provocaron el derrumbe del
estado azteca. Inmediatamente los
españoles organizaron un rápido dominio
del área cultural azteca y de una numerosa
población indígena que
posteriormente fue repartida como recompensa militar entre los
miembros de las huestes conquistadoras. La experiencia previa de
la colonización en las Antillas favoreció el
traslado a
México de la encomienda corno
institución de trabajo indígena para la
explotación agrícola, minera y manufacturera,
adaptándola a la nueva situación cultural y
demográfica.
La exploración minera se inició
tempranamente y se caracterizó por la gran
dispersión de sus yacimientos ubicados en su
mayoría fuera de los límites
del antiguo imperio Azteca. A diferencia del caso peruano,
en
México se generalizó
el trabajo indígena pago, limitando
el
servicio de trabajo obligatorio de los
indígenas a un número reducido de actividades
mineras.
En cuanto a la
agricultura durante el siglo XVI sobrevivieron
las mismas formas técnicas de explotación
indígena prehispánicas pero se alteraron
especialmente las
estructuras económicas en cuanto a
que los españoles exigieron una intensificación de
la
producción e impusieron reglas
económicas distintas a las que tenían vigencia
durante el período prehispánico.
Poco tiempo
después comenzó la diversificación de
la economía
mexicana convirtiendo a Nueva España
en el área más rica de toda América
española: nuevos recursos
económicos se explotaron en forma intensiva como la
cría de ganado ovino y del gusano de seda, 1a
instalación de ingenios azucareros, la difusión de
la
industria de paños para el
consumo local, el cultivo de
plantas tintóreas
(cochinilla).
En el siglo XVII comenzó a desarrollarse la
hacienda como nueva unidad económica. Las haciendas,
ingenios y obrajes se sostuvieron con mano de obra
indígena que fue reinstalada de acuerdo a la
localización de estos centros de
producción y retenida en los mismos
a través del endeudamiento (peonaje).
En Nueva España
se dio un particular crecimiento del urbanismo (Valle
de
México, Puebla, Veracruz) y una
magnífica arquitectura
urbana colonial se desarrolló en los mismos. Estos
centros urbanos fueron también grandes centros
económicos en los que se concentraban las fortunas y a la
vez resultaron
activos
mercados internos.
VENEZUELA:
El extenso litoral marítimo venezolano fue
recorrido desde fines del siglo XV por expediciones que alentadas
por la existencia de abundantes bancos
de perlas y la caza de esclavos de tribus caribes,
frecuentaron el área por más de treinta años
con fines mercantiles. La mayor parte de la
población aborigen que ocupaba las costas
pertenecía a los grupos
caribes quienes practicaban la antropofagia, motivo por el
cual la Corona justificó su captura como
esclavos.
El difícil panorama que presentaba el
sometimiento de los caribes y diversos compromisos
contraídos por la Corona española en
Europa indujeron a la
dirección de la conquista y
colonización de
Venezuela a
la familia de banqueros Welser, de origen
alemán, representando esta área un caso
atípico en el contexto de la conquista hispanoamericana.
Encarada como una empresa
puramente comercial, el gobierno
de los Welser en
Venezuela no condujo a su colonización,
limitando su acción
a la explotación económica de la región de
Coro y a la explotación del occidente venezolano y del
este de
Colombia.
Recién desde mediados del siglo XVI la Corona
retoma una política
de ocupación definitiva especialmente en la
región central. Los fértiles valles costeros, con
una numerosa
población indígena no belicosa y
por lo tanto fácilmente encomendable permitieron el
establecimiento de ciudades que aseguraron la colonización
de esos territorios. Sin embargo, quedaron desocupadas extensas
áreas hacia el sur y hacia el este. Esta discontinuidad en
la ocupación territorial se mantuvo hasta el siglo
XIX.
COLOMBIA:
Desde comienzos del siglo XVI empresas
comerciales para la caza de esclavos indígenas
exploraron las costas atlánticas colombianas pero
el interés
colonizador de la región sólo surgió a
partir de 1525 con la fundación de dos ciudades sobre la
costa del Caribe: Santa Marta y posteriormente Cartagena. La
obtención de oro en sepulturas indígenas cercanas a
la costa y mediante el
comercio con los aborígenes
pusieron de manifiesto la existencia de ricas culturas en el
interior del continente. La difícil penetración
hacia el interior a causa de los obstáculos que presentaba
1a geografía
se realizó a través de dos grandes
vías: el valle del Magdalena y el del Cauca. Una
expedición partiendo de Santa Marta exploró el
río Magdalena y desembocó en la aislada meseta de
Bogotá en pleno territorio de comunidades chibchas. Tras
el rápido sometimiento de las mismas se produjo el
encuentro con huestes que provenientes de
Venezuela y Quito
decidieron la fundación de Santa Fe de Bogotá
núcleo de la colonización de
Colombia.
Otra expedición también partiendo del
Magdalena se desvió para explorar el valle del Cauca sin
que se realizaran asentamientos definitivos.
La necesidad de vincular Quito con Bogotá
promovieron la fundación de Popayán y Cali que se
convirtieron en puntos intermedios entre la meseta de
Bogotá y el área de Quito.
La exploración del área del interior
de
Colombia en búsqueda del Dorado no se
detuvo hasta fines del siglo XVI.
En consecuencia
Colombia resultó un área de escasa
cohesión territorial (costas del Caribe y del
Pacífico, valles del Cauca y Magdalena, meseta de
Bogotá , región selvática meridional y
oriental) manteniéndose la desocupación de vastos territorios y 1a
concentración de la escasa
población principalmente en la costa y la
meseta de Bogotá hasta el siglo XIX. La gran riqueza
aurífera concentrada en las regiones del Atrato y el Alto
Cauca fue explotada desde el siglo XVI y fue su principal recurso
económico hasta mediados del siglo XIX.
PERÚ:
Como en el caso de la conquista de
México, la conquista del Perú
respondió al interés
privado de huestes que se asociaron para emprender la
búsqueda de metales
preciosos. En el caso de México se
tornó como base a las Antillas y en este caso a
Panamá.
Confirmadas las informaciones sobre la existencia de un
gran
estado indígena al sur de
Panamá
en el área andina, la conquista se realizó
desde 1531. El área andina estaba ocupada por pueblos de
alto grado de
desarrollo tecnológico desde mucho
tiempo
atrás, cuyos inicios se remontan al segundo milenio
a.C. , momentos en que aparecen las primeras aldeas de
agricultores que van a localizarse en los valles costeros y en
las tierras altas. A lo largo de 3500 años estos pueblos
fueron desarrollando sobre una misma base cultural
distintas
sociedades con marcadas particularidades
regionales. Uno de estos pueblos, los Incas,
comenzaron una rápida expansión política
desde el valle del Cuzco a partir del siglo XV y que fue
interrumpida por la llegada de los españoles.
La rápida victoria militar española,
obtenida por la debilidad del
estado incaico conmovido en esos momentos
por luchas internas y también por la superioridad
bélica hispánica, permitió la inmediata
sustitución de la
administración de los
Incas
por la española.
Durante el primer siglo de dominación
hispánica la
agricultura intensiva, base de la
economía
de autosuficiencia de la población indígena, no se interrumpe
pero se inicia una intensiva explotación minera que va a
proveer de grandes cantidades de metales
preciosos a
Europa. El reparto de mano de obra
indígena encomendada a particulares constituye la primera
etapa de la colonización del Perú la principal
fuente de recursos
económicos de los conquistadores. Los encomenderos,
apoyándose en la
organización indígena preexistente
canalizan esa mano de obra hacia la
producción de manufacturas
(tejidos,
metalurgia, etc.). De este modo se constituye
una aristocracia encomendera que durante el siglo XVI se
afianzó política
y económicamente a costa de cruentas
guerras civiles.
La necesidad de aliviar tensiones sociales provocadas
por esas luchas internas condujeron al desplazamiento de huestes
descontentas hacia áreas marginales del antiguo imperio
incaico:
Chile y Tucumán. La
incorporación de Tucumán y
Chile afianzan la
seguridad del Perú mediante la
extensión de la frontera
meridional y la fundación de ciudades en esos territorios.
En cuanto al área del Tucumán , su conquista
se incluyó tempranamente dentro del
proceso de ocupación del
área andina. Tucumán se desarrolló como
área intermedia entre el Atlántico y los
principales centros mineros del Perú siendo su principal
función
económica la de proveer de alimentos,
transporte (mulas) y manufacturas a esos
centros, en especial los localizados en el Alto
Perú.
A partir de 1650 dentro de toda el área
andina se produce una transformación social y
económica debido por una parte, a los intentos de
supresión de la encomienda que desde comienzos de la
colonización se opone la Corona (Leyes
Nuevas) y por otra parte, debido a la gran
despoblación aborigen provocada por las nuevas formas de
vida impuestas y las epidemias. En esta misma época
comienza la valorización de
la tierra y la mano de obra
indígena adquiere un
valor económico aún mayor
que en la etapa de la
organización del
sistema de encomiendas, constituyéndose
las haciendas como nuevas unidades económicas en el
Perú.
CHILE:
La conquista de
Chile está vinculada con el
proceso de incorporación
territorial que siguió 1a conquista del Perú. En
1540 grupos
de huestes hispánicas residentes en el Perú
emprendieron la conquista de
Chile, alentadas por la difusión de
la leyenda del Reino del Rey Blanco, en búsqueda de
metales
preciosos.
Posteriormente estas huestes comprobaron la ausencia de
grandes cantidades de metales
pero en su lugar encontraron una organizada
resistencia indígena.
En consecuencia
Chile representa un caso de pura conquista
militar. La
guerra contra los araucanos dio caracteres
epopéyicos a los intentos españoles por imponerse
en un dilatado y poco accesible territorio. Este hecho
condicionó profundamente el poblamiento de Chile realizado
sobre la base de la fundación de ciudades que resultaron
verdaderos fuertes o enclaves militares y que quedaron muy
aislados entre sí. Por lo tanto, la dispersión de
las fuerzas españolas condujo a una conquista extensiva y
poco segura, a tal punto que se puede decir que el área
chilena recién alcanzó su estabilidad en el siglo
XIX. La falta de vinculación entre las ciudades-fuertes
sumado al aislamiento geográfico del área con
respecto a1 Alto Perú y el Atlántico promovieron a
mediados del siglo XVI la incorporación de las regiones de
Tucumán y Cuyo a la gobernación de Chile. E1
intento de avanzar sobre el Tucumán fue rechazado por
huestes hispánicas procedentes del Alto Perú y en
consecuencia Chile sólo retuvo bajo su jurisdicción
el área de Cuyo.
Cuyo proveyó de ganado y mano de obra
indígena a las demandas de los centros mineros ubicados
del otro lado de la Cordillera, y cuya incipiente producción metalífera se
había iniciado a mediados del siglo XVI.
RÍO DE LA PLATA E INTERIOR DEL
LITORAL:
El descubrimiento del Río de la Plata a comienzos
del siglo XVI se vincula con la búsqueda del paso
interoceánico que condujera a las Indias Orientales.
Diversas
leyendas difundidas en la región le
atribuyeron supuestas riquezas metalíferas,
realizándose los primeros intentos de conquista en la
tercera década del siglo XVI.
El fracaso de este primer poblamiento por la carencia de
metales y de mano de obra indígena dócil y
abundante convirtieron al Río de la Plata en un
área marginal dentro del contexto colonial
hispanoamericano. Simultáneamente, Asunción
nucleaba el poblamiento español, alentado por la facilidad
de acceso a una numerosa población
indígena.
La vinculación de la ciudad de Asunción
con el Atlántico se hizo imperiosa para su propio
progreso: las fundaciones de Santa Fe y de Buenos
Aires, aseguraron la ruta comercial con
España y al mismo tiempo
frenaron el avance de las huestes que, desde
Córdoba, intentaban también una salida hacia el
Atlántico.
BRASIL:
El litoral atlántico del Brasil
fue explorado por expediciones de origen español y
portugués‚ desde los últimos años del
siglo XV. A principios
del siglo XVI Portugal dio carácter oficial al descubrimiento
del Brasil
a fin de legalizar la posesión de territorios
ubicados al este de la demarcación de
Tordesillas.
La carencia de metales preciosos desalentó la
colonización portuguesa postergándola por
más de tres décadas. Durante ese período la
extracción del palo brasil
fue el único aliciente para que se instalaran
pequeñas factorías en las costas atlánticas
a cargo de empresarios europeos.
Fracasado el
sistema de colonización a través
de las concesiones hereditarias (capitanías) la corona
portuguesa emprendió la colonización efectiva
del Brasil
a mediados del siglo XVI, e1
poder político y administrativo
quedó centralizado en la ciudad de Bahía y desde
esta ciudad y la de San Vicente se impulsó la
difusión del cultivo de 1a caña de azúcar
que se había iniciado anteriormente con éxito en 1a
región de Pernambuco.
Dos áreas bien definidas constituyeron los
núcleos de la producción azucarera durante un siglo
y medio: el nordeste (Pernambuco, Bahía) y el sur (San
Vicente, Río de Janeiro) .
El desarrollo del
cultivo de la caña de azúcar en Brasil condujo a
la creación de una economía
agrícola de
exportación basada en el
sistema de plantaciones. Las plantaciones
azucareras demandaban importantes
inversiones de
capital para la instalación de ingenios,
grandes extensiones de
tierra y una mano de obra dócil que
trabajara en las mismas. La población aborigen de la
región atlántica que practicaba una economía
de recolectores resultaba poco apta para
el trabajo organizado de las plantaciones.
En consecuencia se incorporó una numerosa mano de obra
esclava africana. La explotación azucarera quedo limitada
en manos de una "aristocracia del azúcar" capaz de
afrontar los elevados costos
de producción que exigía el cultivo del
azúcar, Brasil mantuvo el
monopolio mundial de la producción
de azúcar hasta mediados del siglo XVII cuando los
holandeses y franceses iniciaron la competencia
en las Antillas. Los holandeses habían intentado
previamente la colonización del área de Pernambuco
en donde por treinta años se dedicaron a la
producción de azúcar hasta que fueron expulsados
del Brasil por los mismos portugueses.
Una franja fronteriza en constante expansión
hacia el interior fue sumando recursos
ganaderos a las plantaciones e ingenios que presentaban tan
pocos vínculos de intercambio entre sí.
Mientras tanto la escasa población del interior
del Brasil se expandía en búsqueda de
indígenas para esclavizar y de metales preciosos. La
acción de esta población, conocida como
bandeirantes, apoyó las pretensiones de Portugal por
superar hacia el oeste la línea de Tordesillas. E1 centro
de estas expediciones de caza de esclavos fue la antigua
misión
de San Pablo que comienza a desarrollar una actividad
azucarera desde mediados del siglo XVII y consecuentemente
necesitaba mano de obra abundante. San Pablo cumplió
también un
papel trascendente como base para la
expansión de Portugal hacia el Río de la Plata. En
ese sentido la fundación de la ciudad de Colonia del
Sacramento en la margen izquierda del Río de la Plata
constituye uno de los intentos de Portugal por alcanzar el acceso
directo al Río de la Plata.
En los últimos años del siglo XVII se
produjo el hallazgo de yacimientos auríferos y de piedras
preciosas en la actual región de Minas Geraes. Durante el
siglo XVIII un gran
movimiento migratorio proveniente de las
áreas costeras condujo a la fundación de nuevas
ciudades y a la vinculación de las distintas regiones
económicas del Brasil que hasta entonces se habían
mantenido como unidades productivas independientes.
El interior selvático de Brasil por sus
condiciones de difícil acceso se mantuvo por dos siglos
como región poco poblada y aún inexplorada en gran
parte.
ESTADOS UNIDOS:
En la costa atlántica de América del Norte
la colonización anglosajona se concentró en dos
regiones: Virginia en el centro y Massachusetts al norte. Esta
ocupación colonial se caracteriza por la continuidad de
poblamiento a lo largo del litoral atlántico que perdure
hasta las
guerras de
independencia.
La colonia de Virginia creada por una
compañía por
acciones pudo sobrevivir a las dificultades que
presentaban los primeros momentos de la colonización
gracias a la introducción del cultivo del
tabaco. En pocos años el
tabaco convirtió a Virginia en una
colonia de monocultivo protegida por Inglaterra
que monopolizó la
comercialización de dicho
producto. En Virginia la
distri bución de tierras la
realizó la compañía en forma directa a los
colonos. En el siglo XVII las parcelas repartidas a los colonos
fueron reuniéndose en pocas manos y de esa forma un siglo
más tarde se consolidó el latifundio de
plantaciones de
tabaco al que se agregó posteriormente el
cultivo de algodón. Estas grandes unidades de
producción promovieron la
distribución de la población en
áreas rurales y consecuentemente no se dieron las
condiciones para que aparecieran las grandes concentraciones
urbanas. De este modo surgió una clase dirigente de
propietario de plantificiones que adoptó
actitudes aristocratizante y
señoriales intentando reproducir el estilo de vida
de 1a metrópolis. Esta elite colonial de Virginia
practicaba el anglicanismo (religión
oficial de la monarquía inglesa) y participaba
activamente de la
administración de la
iglesia anglicana y de los asuntos
públicos. La gran
demanda inglesa y mundial de los
productos coloniales fundaron las bases de una
economía floreciente que alcanzará su apogeo
en el siglo XVIII. Estas circunstancias explican el
desinterés de estas colonias en la participación
del
proceso de emancipación colonial y
la tendencia al aislamiento de las colonias de plantaciones con
respecto a los intereses políticos de los restantes
estados americano que surgieron como consecuencia de las
guerras de
independencia.
Al norte la región de Massachusetts se
convirtió en el segundo centro de colonización
anglosajona. Los grupos
colonizadores que fundaron la colonia de Massachusetts que
fue el núcleo originario de la región conocida como
Nueva Inglaterra
eran en su mayoría disidentes religiosos
pertenecientes a diversas sectas del puritanismo. El puritanismo
de Nueva Inglaterra
afectó profundamente la vida
económica, política
y social de la colonia. La injerencia en la
administración colonial por parte de los colonos fue
dominante al punto que quedaba en manos de los colonos la
elección del gobernador de la legislatura y
la
distribución de las tierras.
Generalmente obtuvieron tierras las congregaciones de
la
iglesia puritana. Sólo los
propietarios de tierras tenían derecho a intervenir en
el gobierno
colonial constituyendo de este modo una pequeña
oligarquía puritana de gobernantes que pretendieron
mantener una comunidad
socio-religiosa unitaria.
La pretensión de mantener esa unidad
política-religiosa fue un factor de importancia en la
colonización de Nueva Inglaterra,
porque muchos colonos que se opusieron a la política o a
la religión
de la oligarquía de Massachusetts fueron expulsados
y se vieron obligado a fundar nuevas colonias ( Connecticut, New
Haven , Rhode Island).,
La especialización en la producción
agrícola dio prosperidad económica a la
región. Desde 1660 el
comercio cobró una importancia cada
vez mayor. Los recursos
económicos de Nueva Inglaterra
(pesquería, pieles, maderas, cereales) abrieron el
intercambio con la metrópolis y con las colonias inglesas
de las Antillas. El puerto de Boston se convirtió en el
centro de intercambio colonial del norte. Los comerciantes fueron
afirmándose económica y políticamente. A
fines del siglo XVII reemplazaron a los magistrados puritanos en
el orden político y económico. Esta nueva clase
social va a ser la promotora del
movimiento de anticipación basados
en los principios
del
liberalismo político y
económico. La prosperidad económica de la
región favoreció el crecimiento de su
población, aumentada considerablemente por el aporte
inmigratorio anglosajón.
La organización
del espacio colonial del sur y norte de la costa
atlántica se tradujo en lo económico en una clara
diferenciación productiva entre ambas. En las primeras
(Virginia, Maryland, las dos Carolinas, Georgia) se
desarrolló una economía sustentado en la
exportación del
tabaco y del algodón cuya clase social y
económica fue la plantación esclavista. La
esclavitud
negra prosperó debido a dos factores: la
expansión territorial del sistema de
plantaciones y la dismunición de la mano de obra aportada
por la servidumbre por contrato
de origen blanco quienes terminadas sus
obligaciones contractuales emigraban al
norte y centro. De este modo la institución de la
esclavitud
quedó vinculada a las colonias del sur hasta
la
guerra de Secesión. En las colonias del
norte prevaleció el minifundio, la vida urbana y el
comercio diversificado de
exportación. La mano de obra se
componía en su mayor parte del trabajo familiar no
remunerado y del contrato
temporario de una mano de obra especializada muy
cotizada.
Las colonias centrales de la costa atlántica
(Pennsylvania, New York, New Jersey y Delawere) se caracterizaban
por un predominio de la
agricultura de cereales. Tan importante era esta
producción que se consideraba a estas colonias centrales
como el "cesto de pan" de las restantes colonias
atlánticas. New York y Philadelphia evolucionaron
rápidamente hasta convertirse en puertos cerealeros de
primera importancia en el siglo XVIII. Ambas ciudades dieron
origen a una clase comercial pujante que fijaba la
cotización de los
productos agrícolas dentro de incipiente
sistema bursátil. Esta clase comercial dirigente se
asoció en el siglo XVIII a los intereses emancipadores de
las colonias del norte, ya que una política de librecambio
les ofrecía la oportunidad de gravitar en el
mercado mundial de
productos agrícolas el que podían
abastecer con un gran volumen
de la producción agrícola.
Otras dos naciones europeas participaron en el siglo
XVII de la colonización América del Norte : Holanda
y Suecia.
Los holandeses se encontraban en la
vanguardia del
capitalismo comercial del siglo XVII.
Sus
métodos financieros se contaban entre los
más desarrollados dentro del contexto europeo
(sistemas
de
crédito, costos
de flete, concentración y fluidez de capitales) y
esta superioridad los había convertido en los
dueños del
comercio marítimo mundial. Las
compañía por
acciones de las Indias Occidentales y Orientales
apoyadas por
el Estado holandés‚s
impulsaron la expansión colonial tanto en Oriente como en
América. Dentro de este
proceso encontramos la ocupación
holandesa en Brasil, en el Caribe y también en la costa
atlántica de América del Norte. La ocupación
holandesa en América del Norte fue breve. Y el
núcleo más importante de esa colonización
fue el puerto de Nueva Amsterdam (actual Nueva York) verdadero
centro cosmopolita de intercambio comercial. La colonia de Nueva
Holanda, como se denominó a los territorios holandeses en
América del Norte, no significó un atractivo para
el traslado de grandes contingentes migratorios de origen
holandés‚ pero en pocos años los colonos de
Nueva Amsterdam se adueñaron del tráfico ilegal de
las colonias inglesas.
Por esta razón se entabla una
guerra económica entre Inglaterra y
Holanda que finalizará con la destrucción
del
poder holandés en América
del Norte.
Más breve que la holandesa y sin dejar
consecuencias económicas importantes la
colonización sueca se centralizó en la
región del río Delawere. Desde el punta de vista
económico el rubro más importante fue el
tráfico de pieles pero en pocos años los suecos
fueron desplazados por el empuje holandés antes que
éstos a su vez fueran desalojados por
Inglaterra.
CANADÁ:
Los
objetivos de la expansión
atlántica francesa coinciden con los que perseguían
sus rivales europeas del siglo XVI: acceso directo al
comercio de las especies,
adquisición de metales preciosos.
La ocupación del Canadá se
realizó a través de un poblamiento
numéricamente reducido que, sin embargo, mantuvo una
continuidad en la ocupación territorial. E1 extenso
territorio oriental del Canadá estaba ocupado por
diferentes grupos
aborígenes, con distinto grado de desarrollo
cultural. Dentro de estos grupos, los
aborígenes que practicaban una economía de
cazadores caracterizada por una gran movilidad, no pudieron ser
incorporados a un régimen de trabajo similar al que los
españoles pudieron implantar en Mesoamérica y en el
Perú.
En consecuencia, condicionada por la carencia de metales
preciosos y de mano de obra indígena que pudiera ser
empleada en actividades agropecuarias, la colonización
francesa se volcó hacia la
exportación de materias primas muy
valorizadas en
Europa desde mediados del siglo XVI. La
formación de compañías dedicadas al comercio
de pieles, maderas y pesquerías, estuvo en manos de la
iniciativa privada y su organización
resultó similar a la de aquellas
compañías que formaron holandeses e
ingleses.
Cuando
el estado borbónico
profundizó su interés
por la colonización del Canadá ,
introdujo formas semifeudales de acceso a la
propiedad de
la tierra, desalentando la
inmigración de vastos sectores de
escasos recursos, hecho
que constituyó el factor decisivo para el
mantenimiento permanente de la
colonización del Canadá.
A fines del siglo XVIII, el impulso explorador de
misioneros jesuitas y de
comerciantes de pieles, permitió la incorporación
de la Louisiana, conectando el Golfo de México con el
Canadá.
LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y
SOCIALES:
Pocas décadas después de
la llegada de Colón, el
gobierno español ya
tenía una jerarquía muy organizada en Las
Indias, que se consideraban
parte del territorio nacional. El rey
delegaba directamente su autoridad a un
noble español con el título de virrey. Durante el
siglo XVI se establecieron dos virreinatos: el de Nueva
España, creado en 1535 con capital en la
ciudad de México, incluía todo el territorio del
antiguo México (desde Nuevo México, Texas,
California hasta lo que hoy es Guatemala); y
el de Nueva Castilla, establecido en 1543, cuya capital era Lima,
que reemplazó al Imperio Incaico (hoy Ecuador,
Perú y Bolivia). Con
menor jerarquía política, había territorios
más militarizados, gobernados por capitanes: las
capitanías de Guatemala (hasta lo que hoy es Panamá),
de Cuba (que
incluía La Española y Puerto Rico), de
Venezuela y de
Chile. En el siglo XVIII se crearon otros dos virreinatos: La
Nueva Granada, con capital en Bogotá (1739), y Buenos Aires, con
capital en La Plata (1776).
Además de los
virreyes, existía en América una institución
judicial llamada la Audiencia, constituida por unos ocho oidores
que controlaban a las autoridades políticas. Los virreyes,
además, eran visitados con frecuencia por representantes
del rey para supervisar su fidelidad a la Corona. Este complicado
aparato político respondía, en parte, a la
preocupación constante de la Corona española por
controlar sus territorios en América. Pero también
reflejaba los debates internos del gobierno español, que
por un lado fomentaba el afán de lucro y el trabajo
forzado de indígenas y de africanos, pero
por otro lado expedía leyes para
proteger los derechos cristianos de los
indígenas y prevenir los abusos. La autoridad era
contradictoria y difusa. Un dicho común en las colonias
era: "la ley se acata pero
no se cumple", es decir, se reconocía el mandato del rey,
pero sus leyes tenían poco impacto en la práctica.
Por ejemplo, por razones religiosas y políticas, en todos
los territorios españoles estaba prohibido el
tráfico de esclavos –los traficantes de esclavos
eran ingleses, franceses, portugueses y holandeses–, pero
en realidad la compra y venta de esclavos africanos fue una parte
fundamental de la economía colonial.
La
pirámide social de las colonias ibéricas era
bastante fija,
y estaba basada en una clara distribución desigual de la riqueza, el
trabajo y la raza. En la cima de la pirámide, con el mayor
poder
político y económico, estaban los españoles
venidos de Europa. Junto a ellos, pero con menor influencia
política, estaban los criollos: americanos de "pura
sangre" española que generalmente eran latifundistas y
tenían pleno acceso a la educación. En el
estrato medio, generalmente artesanos o pequeños
propietarios de tierras, estaban los mestizos: estos eran una
mezcla de indígena y español. En escala
descendiente había un gran número de otras
"castas"
o mezclas
raciales: mulatos (negro y español), zambos (negro e
indígena), etc. Por fin, en la base de la pirámide
y destinados a los trabajos más duros en las minas y la
agricultura,
estaban los indígenas y los esclavos africanos.
Estas
estructuras políticas y sociales también se
expresaban en el desarrollo urbanístico. Las
ciudades se organizaban
alrededor de una plaza mayor
central, donde se hacía el mercado semanal,
y donde se encontraba el palacio de gobierno y la iglesia
principal o catedral. Cerca de la plaza vivían las
personalidades más influyentes –autoridades,
familias adineradas de españoles o de criollos–, y
estaban los conventos y las universidades. En la periferia
vivían los ciudadanos de menor categoría: mestizos,
mulatos, indígenas. Así, las ciudades reflejaban la
estratificación de la colonia, basada en la "pureza" de
sangre española, y con muy pocas posibilidades para
ascender en la escala social. Pero esta estructura expresa
también el continuo contacto entre clases y grupos
diferentes en la plaza mayor, para el mercado, las Audiencias, y
las festividades religiosas que, además del contacto
sexual entre las distintas castas, creó el sincretismo
cultural y racial que hoy caracteriza a América
Latina.
La vida económica y
cultural:
La economía colonial tenía tres bases: la
agricultura, la minería y
el comercio. La mayor riqueza venía de la
explotación de minas de oro y de plata, como la de
Potosí en Bolivia, o la de Zacatecas en México. Los
cultivos de algodón y los ingenios de azúcar
también fueron de gran importancia, especialmente en el
Caribe y Brasil. Los españoles y los criollos eran los
propietarios y administradores de las tierras, mientras que los
indígenas y los esclavos africanos eran la mano de obra,
tanto en las minas como en los cultivos agrícolas. Era
típico de los colonos españoles considerar indigno
el trabajo físico, como lo declaró Hernán
Cortés al llegar a América: "No he venido a arar
la tierra como
si fuera un campesino".
Esta tradición de mantener una minoría privilegiada
en el poder político y una mayoría pobre dedicada
al trabajo agrícola y manual
está todavía hoy arraigada en la
organización social de la mayoría de los
países latinoamericanos.
Los
indígenas, que no eran esclavos sino ciudadanos, estaban
obligados a trabajar mediante instituciones basadas en los
impuestos o en
la "protección" militar. Dichas instituciones eran la mita
(impuestos que se pagaban con tiempo de
trabajo) y la encomienda (tierras "protegidas" por un
español que debía asegurarse del bienestar de los
indígenas, quienes a cambio trabajaban gratuitamente para
él). La metrópoli española tenía el
monopolio del mercado, así que era prohibido el comercio
de unas colonias con otras: todas enviaban sus mercancías
directamente a España. Sin embargo, el contrabando y
la piratería eran prácticas comunes. La
industria
nunca fue una parte muy significativa de este monopolio, y
fundamentalmente se concentraba en la manufactura de
algunos productos para
el consumo
doméstico (ropa, alimentos,
ladrillos, etc.). Los criollos y los mestizos generalmente
controloban este tipo de industrias locales.
Pero no
todo en la colonia era explotación económica o
burocracia
política. La vida cultural también se
manifestó a través de instituciones educativas
(controladas por la Iglesia), arte y festivales
religiosos, periódicos, expediciones científicas,
la creación de una dieta nueva y variada, la
producción arquitectónica, una rica
tradición de leyendas
orales y una producción literaria basada en la
crónica y en la poesía.
En paralelo con la estructura
social, los virreinatos españoles en América
tenían pocas instituciones educativas para el pueblo en
general, pero establecieron desde muy temprano prestigiosas
universidades para los españoles y los criollos, los
futuros administradores. En Lima, por ejemplo, se fundó La
Universidad de
San Marcos en 1552, la cual ha continuado funcionando hasta
hoy.
La censura de libros por
parte de la Inquisición católica fue más
estricta en América, donde estaban prohibidas todas las
novelas,
incluyendo la famosa obra de Miguel de Cervantes. Por
lo tanto, el cultivo literario se concentró en las
crónicas históricas y en la poesía. En la
práctica, sin embargo, había un contrabando
continuo de novelas europeas: se ha descubierto que en 1605, el
mismo año en que se publicó El Quijote,
había en Cartagena (Colombia) y en
Lima numerosos volúmenes de esta obra (¡la ley se
acata pero no se cumple!). Además, desde 1535, funcionaban
muchas imprentas en las ciudades hispánicas de
América. La escritora más famosa de la época
colonial, y probablemente una de las mentes más brillantes
que produjo el Nuevo Mundo, fue Sor
Juana Inés de la Cruz (1651-1695), quien desde niña impresionó
a la corte de la Nueva España por sus vastos
conocimientos. Esta genial escritora, que se hizo monja para
poder cultivar la actividad intelectual sin las restricciones del
matrimonio,
fue célebre por sus poemas
barrocos, villancicos y obras teatrales, así como por
su
Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (1691), que defiende el derecho de las mujeres a la
educación.
Fue
esta herencia
múltiple y contradictoria, llena de posibilidades y
limitaciones, la que dio forma a lo que hoy se llama
América Latina. Su estética barroca, su diversidad
étnica, sus paradojas económicas y sociales,
encuentran sus raíces en la historia colonial, en la que
las nuevas potencias europeas luchaban por la tierra y el
trabajo de indígenas y africanos. En el proceso, tanto
América como Europa se transformaron e influenciaron
mutuamente, en relaciones verticales en cuanto al poder
político y económico, pero horizontales u oblicuas
respecto al patrimonio
cultural.
Establece al CRIOLLO como una clase
social definida, por ser herederos de los
conquistadores.
Ellos se beneficiaban ampliamente del
trabajo de esclavitud de los
indios, así como de las tierras y sus productos, habiendo
llegado a amasar grandes fortunas. Ellos fueron los primeros
pobladores españoles. Establece, además, el hecho
que, al haber otros españoles recién llegados,
quienes eran aventureros, surgieron desavenencias entre ambos
grupos, pues los primeros, los criollos, se sentían ser
ellos los de real abolengo, mientras que los recién
llegados sentían ser ellos los superiores. Esto porque los
nuevos eran nacidos en España, mientras que los criollos
habían nacido en América.
Aclara la supuesta superioridad racial
de los conquistadores, poniendo de manifiesto que la conquista no
se debió a la errónea creencia de superioridad,
sino que al hecho de que Europa había sido heredera de
muchas culturas a través de su historia y especialmente
España, lo que les daba conocimientos y tecnologías
como la pólvora, el manejo de caballos y tácticas
de guerra, pero que sin embargo, "…Los indios no quedaron
conquistados por el mero hecho de haber sido derrotados…" Sino
por habérseles despojado de sus tierras y todos sus
bienes y
reducirlos a la esclavitud.
Entonces explica que la lucha armada fue
solo el recurso para someterlos económicamente y que puede
demostrarse que la EVANGELIZACION no fue sino un medio más
para consolidar la conquista económica por el sometimiento
ideológico.
"…Después de ser derrotados los
indígenas fueron obligados a tributar despiadadamente,
fueron despojados de sus tierras, sometidos a esclavitud y
ulteriormente a servidumbre…"
La condición de una permanente
inferioridad general de los nativos, se debió entonces, no
a una inferioridad genética,
sino más bien a las condiciones en que quedaron
reducidos.
La superioridad de que los "criollos"
gozaban, no era otra que la riqueza y poderío que la
conquista les había dejado.
Ladinización: Conversión de la
cultura indígena a la cultura ladina que se dio como
asimilación de la cultura hispana por parte de los
mestizos de Latinoamérica.
Proceso de
Ladinización
Se da en América latina,
principalmente a partir del mestizaje.
Mestizaje
Fue por el cruce de razas que surgió el mestizaje.
La unión del indígena con el blanco produjo el
mestizo o ladino.
La del blanco con negra, el mulato.
La del negro con el indígena produjo el zambo.
En América ha predominado el mestizo.
Mestizo, denominación que se utiliza
principalmente en América Latina para designar al hijo de
europeo e indígena; en América Central se le llama
también ‘ladino’ y en Brasil
‘mameluco’. En la práctica, también se
designa con este nombre al miembro de otras culturas mixtas
similares.
Al contrario del mulato, el hijo de
indígena era considerado ‘blanco’
después de tres generaciones de matrimonio con un
europeo.
Para una mejor comprensión, primeramente
debemos analizar el proceso de mestizaje, a saber:
Mestizaje, término que hace referencia al cruce de
europeos, africanos e indígenas realizado a partir de 1492
en la América hispana. Las numerosas variantes que se
produjeron a lo largo de todo el continente durante los tres
siglos de vida colonial, se conocieron con el nombre de
castas.
SIGLO XVII:
El largo proceso del mestizaje fue el eje de la
transformación llevada a cabo en América al actuar
como elemento dinamizador de la sociedad. A
partir del siglo XVII el mestizo formó parte de una
realidad generalizada, que perdió las referencias raciales
específicas y entró a formar parte de todos los
grupos
sociales, gracias a una verdadera movilidad social, que se
basaba sobre todo en valoraciones económicas y de
prestigio político y profesional.
Tradicionalmente, el mestizo tuvo un espacio social
indeterminado, incluyéndose tanto en el ámbito
indígena como en el español, aunque se
estableció preferentemente en las áreas urbanas,
integrándose en el sistema de valores
español. La unión con las mujeres indígenas
pertenecientes a las elites locales fue utilizada por los
conquistadores españoles como un sistema de dominio sobre
la población autóctona, al implantar la familia
nuclear y aprovechar el prestigio de sus autoridades en beneficio
del ejercicio del poder. Los mestizos resultantes de estas
uniones habitualmente se integraron en el ámbito social
del padre.
En contraposición al español peninsular y
al español americano o criollo, que ocuparon los niveles
más altos de la pirámide social, el mestizo
ocupó como grupo los estratos inferiores, aunque dispuso
de fórmulas como la ‘compra de blancura’ para
iniciar el ascenso social. La permanente tensión entre
peninsulares y criollos se reflejó en una continua
infravaloración del mestizo por parte del criollo, que dio
origen a una extensa literatura
difamatoria.
Todos los grupos sociales fueron permeables al
mestizaje, por lo que la población del continente
americano es hoy fundamentalmente mestiza.
El proceso que en esta ocasión nos ocupa,
conocido como "ladinización", nos introduce al conocimiento
de la realidad colonial de Guatemala, tal y como es explicado por
los más insignes historiadores, como FRANCISCO ANTONIO DE
FUENTES Y GUZMÁN.
Existen algunos aspectos de sumo interés
para la comprensión del proceso de ladinización en
América y en especial en Guatemala.
Destaca el echo que el escritor fuentes y guzmán
fue descendiente del célebre cronista y soldado
español Bernal Díaz del Castillo y que entre sus
parientes se encontraban múltiples descendientes de los
conquistadores quienes eran funcionarios que siempre ocuparon
importantes cargos públicos en la administración del gobierno, lo que les
hacía poseedores de bienes, esclavos y comodidades, siendo
muchos de ellos ricos hacendados y terratenientes, todo lo que
conformaba la herencia de Fuentes y Guzmán, llegando a ser
él mismo dueño de importantes haciendas con
ingenios azucareros y funcionario desde los dieciocho
años, como regidor y miembro del ayuntamiento por mucho
tiempo. Esta condición hace que describa la historia con
cierta parcialidad, enalteciendo a los suyos y denigrando o
rebajando a los que no eran de su propia cultura, es decir a los
indígenas.
Establece al CRIOLLO como una clase social definida, por
ser herederos de los conquistadores.
Los criollos se beneficiaban ampliamente del trabajo de
esclavitud de los indios, así como de las tierras y sus
productos, habiendo llegado a amasar grandes fortunas. Ellos
fueron los primeros pobladores españoles. Establece,
además, el hecho que, al haber otros españoles
recién llegados, quienes eran aventureros, surgieron
desavenencias entre ambos grupos, pues los primeros, los
criollos, se sentían ser ellos los de real abolengo,
mientras que los recién llegados sentían ser ellos
los superiores.
Esto porque los nuevos eran nacidos en España,
mientras que los criollos habían nacido en
América.
Aclara, Fuentes y Guzmán, la supuesta
superioridad racial de los conquistadores, poniendo de manifiesto
que la conquista no se debió a la errónea creencia
de superioridad, sino que al hecho de que Europa había
sido heredera de muchas culturas a través de su historia y
especialmente España, lo que les daba conocimientos y
tecnologías como la pólvora, el manejo de caballos
y tácticas de guerra, pero que sin embargo los indios no
quedaron conquistados por el mero hecho de haber sido derrotados
sino por habérseles despojado de sus tierras y todos sus
bienes y reducirlos a la esclavitud.
Aquí es en donde se principia a aclarar los
verdaderos propósitos de la
ladinización.
Es más que el estudio de una parte de la
historia, porque es una advertencia, un despertar de conciencia,
frente a potencias ávidas de enriquecimiento y sangre que
despiadadamente pueden apropiarse de las vidas y el futuro de
otra nación, o de instituciones seudo espirituales que,
escudándose en el nombre de Dios, enmascaran sus viles
propósitos de sacarle al empobrecido pueblo hasta la
última gota de sudor y de sangre, tal como ocurrió
con la conquista y fue una realidad colonial
guatemalteca.
Ladinización al Servicio de la
Conquista
El fanatismo religioso o gratitud de los herederos de la
conquista que se beneficiaron ellos y sus descendientes del
saqueo continuado, enriqueciéndose a perpetuidad como
terratenientes y esclavistas, hizo que hechos por demás
deleznables y sanguinarios fueran tomados como gestas heroicas de
valerosos caudillos, que no eran otra cosa que saqueadores
armados con pólvora, acero y caballos,
además de estrategias de
guerra y ejércitos acorazados, en contra del pueblo
indígena desprotegido.
Es precisamente por las causas mencionadas que podemos
afirmar sin temor a equivocarnos que el así llamado
proceso de ladinización, no tuvo otro propósito que
ser una estrategia
más al servicio de la conquista y por ende de la
corona.
Entonces explica que la lucha armada fue
solo el recurso para someterlos económicamente y que puede
demostrarse que la EVANGELIZACION no fue sino un medio más
para consolidar la conquista económica por el sometimiento
ideológico. Para lo cual, la ladinización se hacia
indispensable, debido a que después de ser derrotados los
indígenas fueron obligados a tributar despiadadamente,
fueron despojados de sus tierras, sometidos a esclavitud y
ulteriormente a servidumbre.
Ladinización Especifica
en Guatemala
Los hechos acontecidos en la historia, pero que para
muchos quedaron en el olvido o más bien en una secreta
complicidad con instituciones que conformaron la realidad
colonial de Guatemala, y que por esa causa han escapado al
conocimiento popular.
El criollo como clase social dominante deseaba
perpetuarse, por lo que tendía a rechazar con recelo,
tanto a los españoles recién llegados porque
podrían desplazarlos, como al dominio español ante
quien tenía que rendir cuentas y que
Fuentes y guzmán lo deja ver en la intención de su
obra, en la que, sin embargo, oculta a la figura del indio como
la verdadera fuente de las riquezas del criollo. Sin embargo,
esto se haría más fácil, por medio de
ladinizar al indígena, lo que lo haría más
manejable.
La oscura potencia mundial
conocida como inquisición católica, que
imperó durante tantos años, mejor conocida bajo el
terrible nombre de "El santo oficio", hubiera impedido que las
acciones
criminales de la conquista hubieran disimulado los verdaderos
hechos, aprovechándose de la casual circunstancia de que
los principales cronistas de la época fueron frailes
católicos.
No sería raro tampoco que la misma clase
dominante que se nutrió por generaciones a costa del
sacrificio y esclavitud del indio, o sea los criollos,
prefirieran que todo quedara en la impunidad,
como es y ha sido costumbre en Guatemala desde la época
colonial, o como lo hizo el criollo Fuentes y Guzmán, en
la Recordación Florida, que presenta los hechos, pero
dentro de un contexto de deliberado disimulo, restándole
importancia a unas cosas, sobreponiendo o agigantando
otras.
Los dominicos se dedicaron a defender a los indios de la
esclavitud de los conquistadores, porque eso iba de la mano de
los intereses de la corona, porque así se
convertían en tributarios del rey.
En 1542 España promulgó el cuerpo
jurídico llamado "Leyes nuevas" Que estableció que
todos los indios eran vasallos libres, tributarios del rey, pero
nunca se cumplió a cabalidad.
También el truco hipócrita del
repartimiento estableció la esclavitud legal, en virtud
del documento que la autorizaba denominado REQUERIMIENTO. Este
era leído a distancia, en lo alto de las montañas o
en la cubierta de algún barco antes de entrar a tomar los
esclavos. Además las instituciones establecidas durante la
colonia conocidas como REPARTIMIENTO Y ENCOMIENDA, en las que se
suponía que se repartían a los indígenas y
los encomendaban para su cristianización, no era
más que un pretexto para esclavizarlos y
explotarlos.
El Papel de los Monjes
Dominicos
Se puede asegurar que la supuesta defensa que los
dominicos hicieron de los indígenas frente a la corona, no
perseguía el verdadero objetivo de
liberarlos de la opresión tiránica, sino que
simplemente devolver aquel inmenso conglomerado que,
caídos en la esclavitud ya no tributaban a España,
a los dominios del rey, puesto que como súbditos sí
tendrían que pagar tributos.
Por otra parte, servía esta estratagema para
asegurarse los favores del rey, afianzando así, las
instituciones religiosas, su permanencia en el nuevo
mundo.
La defensa que los dominicos hacían de los indios
era, pues, en el fondo, la defensa de los intereses de la
monarquía enfrentada a la voracidad de los conquistadores
y colonos. Razones que justificaron, tanto la
evangelización, como y por consiguiente el proceso del
estudio que nos ocupa.
Así pues, que en el fondo, la así llamada
ladinización se convertía en otra cosa. Más
bien como un instrumento de explotación para obtener mano
de obra gratuita, además de una posición de
terratenientes y otras prebendas.
El nuevo repartimiento de indios fue un sistema que
obligaba a los nativos a trabajar por temporadas en las
haciendas, retornando con estricta regularidad a sus pueblos para
trabajar su propio sustento y en la producción de
tributos.
Se establece que "la base de la estructura social de la
colonia fue su régimen de trabajo: el repartimiento de
indios, el trabajo obligatorio de los nativos, el riguroso
control de los
indígenas en sus pueblos desde los cuales eran enviados
periódicamente a trabajar a las haciendas y labores de los
españoles y de sus descendientes a lo largo de tres siglos
coloniales"
El nuevo paquete de las leyes nuevas daba la posibilidad
de retribuir a los criollos con un porcentaje del tributo que se
recaudase a los indios en su nueva calidad de
vasallos libres que tributaban, lo que llamaron encomienda,
aunque ya no era la misma que anteriormente se conoció con
ese nombre.
Esto nos explica pues, lo que hemos venido insistiendo,
en el sentido que la labor que, tanto los monjes dominicos como
otras organizaciones de
frailes y monjes, procuraban la evangelización, y por
consiguiente ladinización que por la mezcla de los
criollos con los indígenas se fue produciendo, no era otra
cosa más que instrumentos al servicio de la conquista para
beneficio de la corona.
Caso
Específico: El Departamento de Alta Verapaz en
Guatemala
Rabinal era el primer paso en la visión
del dominico de convertir toda Tezulutlan. Los Dominicos se
comunicaron con los caciques indígenas ya convertidos y
con el cacique de Rabinal de anudar un contacto con los caciques
de Tezulutlan para así asegurar la entrada dominica en
estos indígenas aguerridos. En 1538, se habían
logrado los primeros contactos con los de Tezulutlan. Tomando
gran parte en el principio de la
misión.
Alrededor de 1539 – 1540, algunos
indígenas caciques de Tezulutlan se acercaron a platicar
con los dominicos, anuentes de la matanza y derrota de los
quiches, los caciques de Tezulutlan aclararon que no
querían "que los encomenderos entrasen los dichos pueblos
y los indios que ellos les llevarían y los tributos que
ellos estuviesen".
Confirmadas las delicadas platicas los caciques
de Tezulutlan permitieron la entrada de los dominicos entre
1540-1545, los dominicos asiduamente trabajaron en Tezulutlan
mismo (el valle del Polochic incluyendo Caccoh y Tactic como el
resto del país que ahora es el área
K’ekchí de Alta Verapaz) allí ellos
impartieron la catequesis.
Los cristobalenses establecieron su
hegemonía por eso la catequesis impartida por los
dominicos fue adherida por los Pokomames de Munchú (Santa
Cruz) como por los de Caccoh.
En el actual municipio de Santa Cruz
Munchú (03 de mayo de 1543) fueron los primeros bautismos
en la Verapaz del norte. Allí los dominicos sembraron la
cruz e iniciaron la construcción de la primera iglesia de alta
Verapaz con la presencia de muchos caciques
K’ekchíes a pesar de que los dominicos lograron la
conversión de estos en san Juan Chamelco (sede del famoso
cacique Juan Matalbatz) de Caabón, Lankín y
Carchá, la meta era de
hacer Cobán su cede de evangelización y control.
Allí principiaron la construcción del monasterio en
1552 – 1553.
En el gran cacique Juan Matalbatz, los dominicos
encontraron el aliado que les ayudara enormemente en al
evangelización de la Verapaz del norte, siendo muy
astutos, porque sondearon que Aj pop Batz de Chamil era un
cacique muy respetado y ambicioso y por medio de él ellos
irían a controlar y a apaciguar los otros grupos
indígenas; Matalbatz por su parte consciente del peligro
por su pueblo K’ekchí del inevitable intruso
hispánico, concibió el plan de aceptar
la religión de los hombres blancos, así
tranquilizándolos pero con la condición de evitar
la presencia de soldados, salvaguardando su propia
autonomía.
La alianza era natural entre los fervorosos y
astutos dominicos y el indómito pero
sensato Aj pop Batz. Fue tan impresionante la coordinación entre los frailes dominicos y
los caciques indígenas, que ya en el 15 de enero de 1547,
la corona castellana declaró a favor de cambiar el nombre
de tierra de guerra al nombre de la Verapaz.
En esta fecha la corona castellana reafirmo el
decreto de no permitir la entrada de castellanos en Verapaz por
cinco años, una disposición que se renovó
cada cinco años hasta 1821.
Tan arraigado fue el éxito de los
dominicos que en el 19 de diciembre de 1547, la corona castellana
sin temor de una sublevación garantizo la autonomía
de los naturales de la Verapaz, respetando sus leyes y costumbres
sanas.
Los dominicos nunca descansaron en proteger sus
encargos indígenas aunque ellos tuvieron que luchar contra
las autoridades españoles en la persona del
alcalde mayor y del obispo.
En las provincias y pueblos de Guatemala que
dependían directamente de la Corona.
Ventajas y
Desventajas de la Ladinización
Como ventajas y desventajas de la
ladinización podemos mencionar, por ejemplo: que, por una
parte, este proceso incorpora un aporte a la cultura
iberoamericana, otorgando la riqueza cultural española
como lo es el idioma y el refinamiento de artes y oficios que
habían sido ampliamente perfeccionados en Europa, tal el
caso de los metales, como la forja, herencia del paso de los
moros por la península ibérica, los caballos, fruto
del cruce y selección
lograda por los árabes e importada a América por
los castellanos, y las artes y oficios en general que el ladino
poco a poco fue adoptando, enriqueciendo así los gremios
artesanos y aún la gastronomía que se surtió con la
gama de especies que los españoles trajeron mas tarde del
continente asiático.
Sin embargo, han existido grandes desventajas
que, para el ojo del ladino han pasado muchas veces
desapercibidas pero que constituyen una verdadera pérdida
de los valores
culturales ancestrales, tales como la sabiduría contenida
en las costumbres y tradiciones indígenas que poco a poco
a través del proceso de ladinización han ido
desapareciendo; tal el caso de la enseñanza antigua contenida en los
códices, mismos que fueron reunidos e incinerados en una
fogata descomunal por el obispo Diego de
Landa como nos explica David
Vela, crimen de lesa
humanidad, solamente comparable al incendio de la biblioteca de
Alejandría.
A causa de esto, hoy día ha sido para el
ladino casi imposible comprender aquellas magníficas
enseñanzas ancestrales, razón por la cual ha
surgido tanta especulación y confusión respecto,
por ejemplo al contenido calendárico, al que unos han
tachado de supersticiones y brujerías (cosas del demonio
como le llamaba el cura de Landa al referirse a las ilustraciones
del códice de Dresde), cuando en realidad son verdaderos
zodiacos y aun más allá, descripciones de las
posiciones estelares.
Otro de los maravillosos valores que tienden a
desaparecer es el contenido esotérico de muchas de las
manifestaciones folclóricas, tal el caso de la
simbología de los textiles y aún hasta de la
gastronomía.
La agricultura tradicional, incluso, que data
desde la intervención de los héroes gemelos
Hunajpú e Ixbalamqué, con la domesticación
del maíz,
desde el relato del Popol Vuh,
habiendo dotado a generaciones enteras con técnicas que
proporcionaron una producción agrícola suficiente
para alimentar a generaciones enteras y que por el proceso de
ladinización se ha venido viendo afectada, pues el ladino,
al desconocer algunos de los procesos
agrícolas tradicionales, como el respetar las lunaciones,
por ejemplo, e invocar el auxilio del poder esotérico
contenido en los rituales y oraciones para ofrendar la siembra,
agradecer por la cosecha, etc., e influenciado, más
modernamente por los pesticidas y químicos
agrícolas extranjeros y ahora hasta por las semillas
transgénicas, ha venido produciendo un empobrecimiento de
la tierra, escasez de
agua por la
tala inmoderada de los bosques, contaminación de los humedales con total
irrespeto a la naturaleza,
que antes fue "la madre tierra"; entre muchos otros
trastornos que no son otra cosa que la ignorancia del ladino
frente a una sabiduría ya casi perdida en su totalidad por
esa intromisión de la cultura foránea, proceso
conocido como aculturación y, que de no ser gracias al
sincretismo cultural, en donde antiguos conocimientos
indígenas fueron encubiertos o enmascarados por formas
seudo religiosas que fueran aceptadas por la iglesia
católica, que se conservaron entre los pueblos naturales,
ya se hubiesen perdido del todo
Gracias a los acuerdos de paz, no es sino hasta
ahora cuando se principia a establecer cierto clima de respeto y fomento
a la cultura de los pueblos indígenas, gracias a lo cual,
con el moderno funcionamiento de instituciones culturales, como
la Academia de Lenguas Mayas y otras,
quizás poco a poco se vaya logrando el rescate de aquellas
magníficas culturas mesoamericanas como la maya, azteca e
inca, que han sido el asombro de propios y extraños,
semejantes solo a las culturas antiguas que no han tenido
comparación alguna, tales como la egipcia, la hindú
y la antigua mesopotámica.
No obstante la marcada influencia que las
órdenes religiosas tuvieron el proceso de
ladinización, por su papel de evangelizadores y, como ya
ha quedado explicado, utilizar o servirse de dicho rol como
instrumento de la conquista y, principalmente el protagonismo y
juego de
astucia que los frailes dominicos tuvieron, en especial por sus
estrategias empleadas con los caciques K’ekchíes de
Verapaz, lo cual les valió para entronizar su
poderío e influencias ante la Corona de España, en
la actualidad la situación se ha tornado un tanto
distinta, debido a las características especiales de la
Iglesia en la Guatemala actual.
Una de las características interesantes
de la Iglesia guatemalteca contemporánea es que el
carácter "subversivo" que le achacan los conservadores del
país se localiza casi exclusivamente en las áreas
rurales. Hay una profunda diferencia entre los programas de la
Iglesia urbana y los de la rural. Las innovaciones introducidas
por el clero urbano por lo general han sido orientadas con un
sentido espiritual e intelectual y enfocadas a la clase alta; las
promovidas por el clero rural, en cambio, tienen una
orientación social y material y están enfocadas
hacia la clase baja. Esto, por supuesto obedece a razones muy
especiales, entre las que destacan las alianzas de intereses que
la curia de la capital sostiene con las fuerzas económicas
del país y que, en cierta forma vienen a ser los
patrocinadores de la Iglesia, a quienes no conviene hacer enojar.
Sin embargo, en el área rural, en cambio, los sacerdotes,
mayoritariamente extranjeros, luchan por mantener las mejores
relaciones con los pobladores, aunque, sin embargo, la ayuda
social es poca. Algo se hace no obstante, en materia de
medicina y
otros.
Poco a poco la Iglesia ha ido perdiendo su
hegemonía en el área rural, y va siendo sustituida
por el protestantismo de toda clase de
denominaciones.
Esto acarrea aún mayor confusión
cultural en el ya aculturado indígena, pues si bien es
cierto que, ante el furioso y arrollador embate de la conquista
abanderada, como ya ha quedado explicado, por la
catequización católica, los pocos valores
ancestrales que fue posible atesorar quedaron sumidos en el
más oscuro esoterismo ritual, merced al sincretismo
cultural, ahora que la "nueva evangelización" ha hecho su
agresiva incursión, obliga al campesino indígena a
abandonar sus ritos y costumbres tradicionales bajo la
sugestión de que son cosas del diablo, para dejarlo
más vacío de valores culturales y, perdiendo
así sus raíces quedar a merced de lo que
podríamos llamar un neoladinismo que, si bien es cierto
origina un nuevo sincretismo cultural, esta vez nacido de la
absoluta confusión e ignorancia, también es cierto
que expone a los pueblos del área rural a una mayor
pérdida de autonomía, con el consiguiente
sometimiento a intereses foráneos que en nada le
benefician. Esta vez ya no al servilismo de la Corona
española, como lo fue en la antigüedad, pero
sí a la dependencia de tecnologías agrícolas
que no puede costear y que muchas de ellas no son viables en los
terrenos montañosos y pedregosos en los que acostumbraba
trabajar el campesino agricultor de Guatemala, tal el caso de las
laderas de volcanes y
barrancos en los que se cosechaba la milpa y en donde
sería imposible introducir tractores y demás
maquinaria agrícola. Ahora, desprovisto de su
sabiduría ancestral por causa del manipuleo religioso
ladinizador, el campesino se enfrenta al consumo de productos de
supermercado, sin ganar lo suficiente para adquirirlos. Ya no
produce caites ni sombreros de petate, ya las tinajas son de
plástico y
la medicina tradicional de hierbas desaparece gradualmente y la
que aún queda ya no la sabe utilizar, porque como todas
esas cosas no son propias de la cultura del ladino ya no se usan.
Ahora solo los grandes empresarios de la agro-industria pueden
costear los complicados sistemas
tecnológicos para la producción y el campesino que
no alcanza a obtener un trabajo de peón, se muere de
hambre junto con su prole, o emigra de "mojado" al país
del norte, o hacia las ciudades para formar los grandes
cinturones de miseria en donde abundan las drogas y las
malas costumbres como plagas
apocalípticas.
Y es allí, entre la cuna de la delincuencia,
el alcoholismo y
la promiscuidad en donde los niñitos inocentes tienen que
criarse y las jovencitas se prostituyen. ¡Pero eso
sí, muy ladinizados y con costumbres de una religiosidad
que no alcanzan ni han alcanzado nunca a comprender a
cabalidad!
Como todo proceso social la
ladinización ha tenido sus repercusiones en el
ámbito nacional, como lo es la baja productividad
agrícola, la pérdida de los bosques por la tala
inmoderada y como consecuencia la disminución del agua
subterránea y la
contaminación ambiental generalizada. Habría
que cuestionarse entonces si tal proceso ha sido de beneficio
social, o si por el contrario, benefició, en época
de la conquista, exclusivamente a los criollos y a los
recaudadores de impuestos de España. Más tarde a
los latifundistas y cafetaleros multimillonarios y en la
actualidad a las transnacionales que, gracias a la
globalización comercial, pronto nos estarán
inundando de todo aquello que pueda comprarse llevándose
los pocos centavos que aún puedan ganarse e
inundándonos con semillas
transgénicas.
En consecuencia, si el proceso de
ladinización está acabando con los bosques -porque
la cultura ladina es de explotación indiscriminada de los
recursos- contrariamente al amoroso cuidado de la tierra que
profesaban los pueblos naturales de América, así
mismo con la desaparición del hábitat
de la fauna nacional,
también desaparece la cultura de aquellos pueblos que
dependieron durante milenios de la conservación de su
medio ambiente
para su propia subsistencia, sacando de allí todos sus
recursos, tanto alimentarios, como medicinales, utensilios y
vestuario, llegando por ellos a ser autosuficientes. La
producción nacional contribuyó, no solo al
sostenimiento natural y saludable de los pueblos, sino que
también al aumento del producto interno
bruto, el que ahora se ha visto mermado
considerablemente.
Por tanto: Es importante enfrentar los cambios
sociales no con un espíritu de explotación
indiscriminada de los recursos, como lo fue en nuestra historia,
sino que tomando al elemento humano como el principal recurso y
sus valores culturales que deben de ser preservados. Ahora, ante
lo irreparable, debemos de luchar por recuperar la
sabiduría de los ancestros para no perder nuestras
raíces, aprovechando también el
conocimiento adquirido por la cultura ladina, pero si dejar
que la tecnología y el
consumismo nos acabe, como ocurrió en Chernobil y
podría llegar a ocurrir con los transgénicos
fertilizantes químicos, herbicidas y pesticidas con que el
ladino empobrece los suelos y
contamina las aguas haciendo que el país sea cada vez
menos productivo.
- Martínez Peláez Severo LA
PATRIA DEL CRIOLLO Ediciones en marcha
1994. - Vela David PLASTICA MAYA Seminario de
Integración social Guatemalteca
Tipografía Nacional Guatemala 1983. - Terga Ricardo GUATEMALA INDÍGENA Vol.
XIV Instituto Indigenista Nacional 1979. - Calder Jonson Bruce CRECIMIENTO Y CAMBIO DE
LA IGLESIA CATÓLICA GUATEMALTECA Seminario de
Integración Social Guatemalteca – Ed. José
de Pineda Ibarra 1970. - Enciclopedia Microsoft® Encarta® 99. © 1993-1998
Microsoft Corporation. Reservados todos los
derechos.
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Nisela Bermúdez