Se realizó un estudio descriptivo y longitudinal
para identificar los principales aspectos clínicos y
epidemiológicos en pacientes que sufrieron quemaduras por
la electricidad, los
cuales fueron ingresados en el Servicio de
Caumatología y Cirugía Plástica del Hospital
Provincial Clínico-quirúrgico Docente "Saturnino
Lora" de Santiago de Cuba, en el
período comprendido desde el 1ro de Enero de
1996 hasta el 31 de diciembre del 2000.
El universo estuvo
integrado por 76 pacientes con diagnóstico de quemadura eléctrica
con evidencia clínica de entrada y salida de la corriente
en el organismo. Más de las tres cuartas partes de los
quemados eran del sexo masculino
y las edades más frecuente oscilaron entre los 25 y 34
años. El voltaje de la fuente eléctrica
predominante fue de 220 V, y más de la mitad de los casos
tenía vínculo laboral directo
con la electricidad.
El año de mayor incidencia fue 1997 y la
manipulación de los cables energizados fue la causa
más frecuente. El mayor número de lesiones por
entrada se registró en los miembros superiores, mientras
que la salida predominó en los inferiores. Se
constató un decrecimiento en la incidencia por quemaduras
eléctricas. El injerto cutáneo prevaleció
entre los procederes quirúrgicos aplicados en estos
pacientes. Las complicaciones se presentaron más
frecuentemente en aquellos con mayor gravedad de las quemaduras,
de las cuales las afecciones cardiovasculares fueron las
más relevantes. La mortalidad no resultó elevada a
expensas sobre todo del grupo
pronóstico crítico extremo, en tanto que como causa
de muerte
sobresalió la sepsis severa.
Descriptores: QUEMADURAS ELECTRICAS; EPIDEMIOLOGIA
DE LAS QUEMADURAS; INJERTO CUTANEO.
Las quemaduras eléctricas son lesiones
relativamente poco frecuentes y su incidencia está
relacionada con el desarrollo que
presente cada país.(1,2, 3,4)
Las lesiones electricas que hoy dia requieren mayores
atenciones son el choque electrico y las quemaduras resultantes
por el contacto por una fuente de electricidad comercial o
natural. Se estima que del 3 al 4 % de las admisiones en centros
para quemados en los Estados Unidos
son lesionados a causa del contacto con la corriente
electrica y cerca de mil personas mueren cada año por
este motivo. ( 1, 5,6)
En un estudio epidemiologico realizado en Francia, se
señala una incidencia de las quemaduras electricas de 6,9
a un 7 % del total de pacientes atendidos en centros
especializados en el tratamiento del quemado , mientras que en
España
esta cifra oscila entre 3 y 8 %. (7)
El daño
causado por el paso de la corriente
eléctrica a travez del organismo no solo es
determinado por el tipo de circuito, el voltaje y su amperaje,
sino que también depende de la trayectoria que siga la
electricidad en su paso en busca de tierra, de
la histoarquitectura de los tejidos
involucrados, de la resistencia
ofrecida por el cuerpoen el punto de contacto, asi como de la
duracion de este ultimo. ( 4, 6, 8 -15)
Cuando un individuo
entra en contacto con una fuente eléctrica se producen
dos tipos de acciones:
una local y otra general. En la primera tiene lugar una
acción electrolítica y electroquímica y otra, térmica;
ambas determinan la coagulación o carbonización
de los tejidos afectados. Recientemente también ha sido
descrita la electroporación como otra causa potencial de
lesión eléctrica por alto voltaje, (agrandamiento
de los poros y la ruptura de dicha membrana). La acción
general en los contactos eléctricos puede ser más
o menos intensa y depende de diversos factores, la cual puede
variar desde la muerte
instantánea hasta el simple estremecimiento por el paso
de una corriente débil. (1, 5, 9)
La resistencia que ofrece la piel al paso
de la corriente es variable y depende de su espesor, limpieza y
grado de humedad, pero una vez cruzada esta barrera, la
electricidad escapa a tierra por los tejidos que mejor conducen
esta energía. El aumento de la temperatura en
los vasos sanguíneos provoca daño en la
íntima, que a la vez se manifiesta en trombosis, y causa
anoxia hística, la cual en los días sucesivos al
trauma se expresa en una necrosis variable de acuerdo con cada
caso. Este fenómeno dio lugar al criterio generalizado de
que la electricidad quema dos veces: la primera por el calor
producido y la segunda en los días sucesivos por la
necrosis consecutiva a la trombosis. (1, 5, 6, 10, 13, 14,
16)
Las quemaduras suelen presentar unos límites
bien definidos en la piel y extenderse a los tejidos profundos
con áreas de carbonización, principalmente en el
sitio de la salida. Las lesiones provocadas por alto voltaje
pueden producir necrosis por coagulación de
músculos u otros tejidos entre la fuente y la tierra de
la corriente; también puede aparecer edema masivo por
coagulación venosa y tumefacción muscular, con la
aparición de síndromes compartimentales; por otro
lado la hipotensión, los trastornos de los líquidos
y electrólitos y la mioglobinuria intensa pueden dar lugar
a la insuficiencia
renal aguda. Asimismo, debido a las contracciones musculares
vigorosas o a las caídas secundarias a la descarga
eléctrica pueden producirse luxaciones, fracturas
vertebrales o de otras localizaciones, así como lesiones
no penetrantes y pérdida de la conciencia. (1,
5, 6, 8, 9, 12)
Día a día la energía
eléctrica se hace más indispensable en el
desarrollo de nuestras vidas, por lo que no se concibe un medio
ajeno a la necesidad que de ella existe. Su carencia paraliza
buena parte de la actividad normal del ser humano y para cubrir
estas necesidades vitales se ha buscado la forma de llevarla
desde la fuente hasta los lugares de consumo por
medio de conductores especiales. Desdichadamente, esto implica un
riesgo que ha
desencadenado el notorio aumento de accidentes
tanto en hogares como en centros de trabajo, con
quemaduras por la corriente eléctrica como resultado.
(16)
Todo lo anterior motivó la realización de
esta investigación con el propósito de
identificar los grupos más
vulnerables dentro de la población y las principales causas que
propician este tipo de accidentes; así como establecer
estrategias de
intervención que permitan una disminución en la
incidencia de las quemaduras por la electricidad.
Se realizó un estudio descriptivo y longitudinal
para identificar los principales aspectos clínicos y
epidemiológicos en pacientes que sufrieron quemaduras por
la electricidad, los que fueron ingresados y tratados en el
Servicio Caumatología y Cirugía Plástica del
Hospital Provincial Clínico-quirúrgico Docente
"Saturnino Lora" de Santiago de Cuba, en el período
comprendido desde el 1ro de enero de 1996 hasta el 31
de diciembre del 2000.
El universo stuvo integrado por 76 pacientes de uno y
otro sexo, mayores de 15 años, en los que se emitió
el diagnóstico de quemaduras eléctricas, con
evidencias
clínicas de entrada y salida de la corriente del cuerpo,
que no fueran por electricidad natural.
Durante el período comprendido desde el
1ro de enero de 1996 hasta el 31 de diciembre del
2000, se ingrasaron en el Servicio de Caumatología y
Cirugïa Plástica 1416 pacientes lesionados por
insulto térmico, de los cuales 76 sufrieron quemaduras
eléctricas.
Al mostrar el comportamiento
de la edad observamos que los pacientes co edades comprendidas
entre 25 y 34 años fueron los mas afectados, predominando
además las lesiones en el sexo masculino.
En relación con el voltaje de las fuentes
eléctricas que provocaron las lesiones prevaleció
el de 220V en 29 casos ( 38,2 % ), seguido por el de la 13 000V
en 25 (32,9 % ).
La ocurrencia de quemaduras eléctricas por
año demuestra que en 1997 se registró la mayor
incidencia con 6,1 %, con posterior descenso hasta llegar en el
2000 a 4,4 %.
El mayor número de lesionados ocurrió
entre los trabajadores en sus respectivos centros laborales 54 %
( 41 pacientes); siendo la manipulación de cables
energizados y de equipos eléctricos las principales
causas.
El sitio de entrada de la corriente que predominó
fueron los miembros superiores, fundamentalmente el derecho 46% (
35 entradas) y la extremidad inferior derecha fue el sitio de
salida más seleccionado por la corriente 38,1 % ( 29
salidas).
El proceder quirúrgico más comunmente
utilizado fue el injerto cutáneo 56,5 % (43 casos),
seguido de las amputaciones 24 % ( 18 pacientes).
Al analizar el pronostico de vida para pacientes
lesionados por quemaduras , predominaron los categorizados como
críticos con 22 casos (29 %9). En cuanto a las
complicaciones a medida que la severidad del trauma
eléctrico fue mayor hubo más casos complicados,
destacandose la isquemia aguda de las extremidades( 19, 7 % ),
seguida de la infección local y la infección
respiratoria.
En cuanto al estado al
egreso observamos que el 84,2 %( 64 pacientes) gresaron vivos ;
entre los egresados fallecidos ( 8 pacientes) categorizados
según pronóstico de vida como críticos
extremos, la causa de muerte más frecuente fue la sepsis
severa( 5 pacientes) 41,8 %, seguido ddel fallo
multiorgánico y de las infecciones
respiratorias.
La distribución de los pacientes según
grupos de edades y sexo se representan en el cuadro 1;
nótese que este tipo de quemaduras resultó
más frecuente en aquellos con edades comprendidas entre
los 25 y 34 años, tanto en hombres como en mujeres (23
casos, para el 30.3 %), seguidos por los de 35 a 44 años
con el 23,6 % (18 casos). En cuanto al sexo, dichas lesiones
predominaron en el masculino en todos los grupos de edades
(gráfico 1) con el 80,3 % (61 casos).
Como se aprecia, la mayor incidencia de estas lesiones
se produjo en la etapa de la vida en que los individuos adquieren
su plenitud laboral, en tanto que el hecho de que el sexo
masculino resultara el más afectado se debe a que en
nuestra sociedad, a
pesar de la igualdad de
derechos sociales
existente, este sigue siendo el grupo de población
más dedicado a realizar labores que entrañan una
mayor exposición
a los efectos de la electricidad.
En su estudio, Lee (1) plantea que el 90 % de estas
lesiones ocurren en hombres con edades entre los 20 y 34
años, generalmente en trabajadores con vínculo
directo con la energía eléctrica y una experiencia
laboral entre 4 y 8 años; coincidiendo con otros autores
(3, 5, 17, 18)
En relación con el voltaje de las fuentes
eléctricas que provocaron las lesiones en los pacientes,
el cuadro 2 revela que prevaleció el de 220 V en 29 casos
(38.2 %), seguido en orden de frecuencia por el de 13 000 V en 25
(32.9 %). En el primer caso se justifica porque constituye una de
las principales redes de distribución
de la energía eléctrica en nuestra sociedad, de
ahí que la exposición a esta fuente tanto en los
centros laborales como en los domicilios resulta mayor. Sin
embargo, llama la atención el número de lesionados por
los 13 000 V, si tenemos en cuenta el acceso restringido de la
población en general a esta fuente de alta tensión,
es válido señalar que los trabajadores con
vínculo laboral directo con la electricidad sí se
exponen a esta fuente de corriente, por lo que aportaron el mayor
número de lesionados en esta investigación (50
casos, para el 65.7 %), según se muestra en el
gráfico 2.
Como refieren varios autores (1, 3, 19, 20) las
quemaduras eléctricas por bajo voltaje (menos de 1 000 V),
ocurren con mayor frecuencia en el domicilio de la
víctima, por ser este el que predomina en los hogares, en
los que no resulta habitual hallar voltajes superiores a los 220
V; mientras que las lesiones por alto voltaje (más de 1
000 V) son más comunes en centros de trabajo,
particularmente cerca de líneas de transmisión de
alta tensión o durante el empleo de
equipos que utilizan este tipo de energía.
Al analizar la ocurrencia de las quemaduras
eléctricas por años, en el cuadro y gráfico
3 se aprecia que en 1997 se registró la mayor incidencia
con 6,1 %, seguido en orden de frecuencia por 1996 con 5,7 %; a
partir de 1998 se observa que dicha incidencia muestra un ligero
descenso, hasta llegar en el 2000 a 4,4%. Ello quizás
esté relacionado con un fenómeno de tipo
económico que se experimenta en el país, ya que en
los últimos años debido a la discreta
recuperación de la economía, la
atención a los trabajadores de la producción y distribución de la
energía eléctrica ha mejorado en cuanto a la
calidad de los
medios de
protección y se ha aumentado el nivel de exigencia en el
cumplimiento de las normas de
seguridad;
además, también ha habido un incremento en el
control para
evitar las prácticas eléctricas ilícitas, lo
cual tuvo una gran difusión en el último decenio,
según información brindada por la Oficina de
Relaciones
Públicas de la Empresa
Eléctrica Provincial, publicada por la prensa local.
(Periódico
Sierra Maestra. 12 de mayo 2001. Página 2)
En el cuadro 4 se distribuyen estas quemaduras
según causas y tipos de accidentes; obsérvese que
el mayor número de lesionados ocurrió entre los
trabajadores durante el cumplimiento de sus tareas habituales en
sus respectivos centros laborales con el 54 % (41 pacientes). En
cuanto a las causas, la manipulación de cables energizados
y la de equipos eléctricos tuvo lugar fundamentalmente en
los accidentes laborales, mientras que las dos causas restantes
predominaron en los no laborales.
En el cuadro 5 se exponen los sitios anatómicos
de entrada y salida de la electricidad en el cuerpo de los
pacientes lesionados; como se nota, en los primeros hubo
predominio en los miembros superiores, siendo el derecho el
más afectado con el 46 % (35 entradas). Esto se debe a que
son precisamente las manos el medio de que disponen los
individuos para efectuar las diversas actividades laborales y,
por tanto, constituyen las regiones del organismo más
expuestas a este tipo de accidente; resultados con los que
concuerdan diversos autores. (1, 5, 7, 8, 12, 19, 21
-25)
Sin embargo, los sitios de salida de la electricidad se
localizaron con mayor frecuencia en las extremidades inferiores,
sobre todo de la derecha con el 38.1% (29 salidas) en
relación con la izquierda (23 salidas, para el 30,2 %),
acorde con lo señalado por otros investigadores (1, 3, 5;
7, 8, 12, 19, 24, 25), al plantear que estas regiones
anatómicas son las vías más utilizadas por
la electricidad para salir del organismo en busca de tierra, ya
que por lo general son el punto de apoyo que sostiene al sujeto
en el momento del contacto.
Como revela el cuadro 6, los procederes más
comúnmente empleados en los pacientes con quemaduras
eléctricas fueron los injertos cutáneos con el 56,5
% (43 casos), seguido en orden de frecuencia por las amputaciones
con el 24 % (18 pacientes).
Varios autores (18, 19) plantean que en los quemados por
la electricidad los procederes quirúrgicos más
utilizados son los injertos y las amputaciones, tal y como
resultó en nuestra investigación.
Al analizar el pronóstico de vida y las
complicaciones en la evolución de los pacientes con quemaduras
eléctricas (cuadro 7), vemos que el grupo
pronóstico más frecuente fue el de los
críticos con 22 casos (29 %), seguido por los graves con
19 (25 %). Sin embargo, en cuanto a las complicaciones, vemos que
estas se presentaron en el 63,2 % de los casos y que a medida que
la severidad del trauma eléctrico resultó mayor,
hubo más casos complicados, hasta alcanzar el 100 % en el
grupo pronóstico de los críticos
extremos.
Entre las complicaciones más comúnmente
halladas en estos pacientes (cuadro 8), se encuentra la isquemia
aguda en las extremidades con el 19.7 %, seguida en orden
descendiente por la infección local y la infección
respiratoria con el 17.1% y 14.4 % respectivamente.
Algunos autores (21, 27) refieren que en los pacientes
con quemaduras eléctricas las complicaciones más
frecuentemente observadas son las cardíacas, las
vasculares y las infecciones.
Al analizar el estado al
egreso de los pacientes con quemaduras eléctricas (cuadro
9), vemos que el 84,2 % (64 casos) egresaron vivos, en tanto que
los fallecidos se registraron entre los que presentaron mayor
gravedad de las lesiones, de los cuales el grupo
pronóstico de los críticos extremos (8 casos), para
el 88.8 % resulto ser el más afectado. No obstante cabe
señalar que la mortalidad general en estos grupos de
pacientes con quemaduras eléctricas fue de 15.8 %, cifra
esta que se encuentra dentro de lo referido por otros
investigadores (3,5,7,27), cuya tasa de mortalidad oscilo entre
el 3% y el 18%,
En los fallecidos la causa de muerte, (cuadro 10),
más frecuente fue la sepsis severa con un 41,8 % (5
casos), seguido en orden de frecuencia por el fallo
multiorgánico con un 25 % (3 casos), mientras que con
igual cifra (16.6%), aparecen las infecciones respiratorias y el
distress respiratorio.
- En los pacientes con quemaduras eléctricas
predominaron los jóvenes y el sexo masculino; los
accidentes laborales resultaron ser los más frecuentes,
y la causa relevante fue la manipulación de cables
energizados. - La incidencia de las quemaduras eléctricas
evidenció una disminución en el período
estudiado. - El injerto cutáneo fue el proceder
quirúrgico más utilizado en estos
pacientes. - Las complicaciones prevalecieron en los lesionados
con mayor gravedad de las quemaduras, de las cuales
sobresalieron las afecciones vasculares e
infecciosas. - En estos pacientes no se registró una
mortalidad elevada; entre los fallecidos la mayor frecuencia
correspondió a los que presentaron mayor gravedad de las
quemaduras, en los que la causa de muerte más
común fue la sepsis severa.
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lesöes electricas. Rev Cient Amecs 1997;
6(1):89-95.
Cuadro 1. Pacientes con quemaduras eléctricas
según edad y sexo.
Grupos de Edades | Masculino | Femenino | Total | ||||
No | % | No | % | No | % | ||
15 – 24 | 9 | 14,8 | 1 | 6,7 | 10 | 13,2 | |
25 – 34 | 16 | 26,3 | 7 | 46,6 | 23 | 30,3 | |
34 – 44 | 15 | 24,5 | 3 | 20,0 | 18 | 23,6 | |
45 – 54 | 12 | 19,6 | 3 | 20,0 | 15 | 19,7 | |
55 y más | 9 | 14,8 | 1 | 6,7 | 10 | 13,2 | |
Total | 61 | 80,3 | 15 | 19,7 | 76 | 100 |
Fuente: Historia
Clínica.
Cuadro 2. Pacientes con quemaduras eléctricas
según voltaje de la fuente lesionante .
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Fuente: Historia Clínica.
Cuadro 3. Incidencia por años de las
quemaduras eléctricas.
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Fuente: Departamento de Estadísticas.
Gráfico 3. Incidencias de las quemaduras
eléctricas por año.
Fuente: Cuadro 3.
Cuadro 4. Pacientes con quemaduras eléctricas
según las causas y tipos de accidentes.
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
* Calculado en base al total de cada causa.
** Calculado en base al total de casos.
Fuente: Historia Clínica.
Cuadro 5. Sitios anatómicos de entrada y
salida de la corriente del organismo en los pacientes quemados
por la electricidad.
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
* Calculado en base a 76 pacientes
Fuente: Historia Clínica.
Cuadro 6. Procedimientos
quirúrgicos utilizados para cierre de las lesiones en los
pacientes con quemaduras eléctricas.
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Fuente: Historias Clínicas.
Cuadro 7. Pacientes con quemaduras eléctricas
según la clasificación cubana de pronóstico
de vida y las complicaciones en la
evolución.
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Fuente: Historia Clínica.
Cuadro 8. Tipos de complicaciones presentadas en la
evolución de los pacientes con quemaduras
eléctricas.
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Cálculo basándose en 48
pacientes
Fuente: Historia Clínica
Cuadro 9. Pacientes on quemaduras eléctricas
según clasificación cubana del pronóstico de
vida y estado al egreso.
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Fuente: Historia Clínica.
Cuadro 10. Causas directa de la muerte en pacientes
con quemaduras eléctricas.
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Fuente: Historia
Clínica.
Autor:
Dra. María del Carmen Franco
Mora
Especialista de I Grado en Caumatología y
Cirugía Plástica
Especialista de II Grado en Medicina
Intensiva y Emergencias.
Profesora Instructora.
Dr. Alexis Pichin Quesada
Especialista de I Grado en Angiología y
Cirugía Vascular.
Especilista de I grado en Medicina General
Integral.
Dr. Orlando Gonzalez Sanchez
Especialista de I Grado en Caumatología y
Cirugía Plástica
Especilista de I grado en Medicina General
Integral.
Dr. Emilio De La Peña Folgar
Especialista de Primer Grado en Anestesiología y
Reanimación
Diplomado en Cuidados Intensivos y
Emergencias.
Dr. Humberto Diaz Garcia
Especialista de Primer Grado en Medicina
Interna
Dra. Dra. Ela Maritza Olivares Louhau
Especialista de Primer Grado en Caumatología y
Cirugía Plástica
Postgrado en Cuidados Intensivos
Pediátricos.
Profesora Instructora.
.Dirigir correspondencia: Dra. Maria del Carmen Franco
Mora
Direccion: Escario # 8 Entre Marte Y Pizarro.
Santiago de Cuba. Cuba
Institucion: Hospital Provincial Clinico Quirurgica "
Saturnino Lora’.
Santiago de Cuba. Cuba