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Quemaduras eléctricas. Aspectos clínicos y epidemiológicos




Enviado por emiliodelapenaf



    1. Resumen
    2. Método
    3. Resultados
    4. Discusión
    5. Conclusiones
    6. Bibliografía
    7. Anexos

    RESUMEN

    Se realizó un estudio descriptivo y longitudinal
    para identificar los principales aspectos clínicos y
    epidemiológicos en pacientes que sufrieron quemaduras por
    la electricidad, los
    cuales fueron ingresados en el Servicio de
    Caumatología y Cirugía Plástica del Hospital
    Provincial Clínico-quirúrgico Docente "Saturnino
    Lora" de Santiago de Cuba, en el
    período comprendido desde el 1ro de Enero de
    1996 hasta el 31 de diciembre del 2000.

    El universo estuvo
    integrado por 76 pacientes con diagnóstico de quemadura eléctrica
    con evidencia clínica de entrada y salida de la corriente
    en el organismo. Más de las tres cuartas partes de los
    quemados eran del sexo masculino
    y las edades más frecuente oscilaron entre los 25 y 34
    años. El voltaje de la fuente eléctrica
    predominante fue de 220 V, y más de la mitad de los casos
    tenía vínculo laboral directo
    con la electricidad.

    El año de mayor incidencia fue 1997 y la
    manipulación de los cables energizados fue la causa
    más frecuente. El mayor número de lesiones por
    entrada se registró en los miembros superiores, mientras
    que la salida predominó en los inferiores. Se
    constató un decrecimiento en la incidencia por quemaduras
    eléctricas. El injerto cutáneo prevaleció
    entre los procederes quirúrgicos aplicados en estos
    pacientes. Las complicaciones se presentaron más
    frecuentemente en aquellos con mayor gravedad de las quemaduras,
    de las cuales las afecciones cardiovasculares fueron las
    más relevantes. La mortalidad no resultó elevada a
    expensas sobre todo del grupo
    pronóstico crítico extremo, en tanto que como causa
    de muerte
    sobresalió la sepsis severa.

    Descriptores: QUEMADURAS ELECTRICAS; EPIDEMIOLOGIA
    DE LAS QUEMADURAS; INJERTO CUTANEO.

    Introducción

    Las quemaduras eléctricas son lesiones
    relativamente poco frecuentes y su incidencia está
    relacionada con el desarrollo que
    presente cada país.(1,2, 3,4)

    Las lesiones electricas que hoy dia requieren mayores
    atenciones son el choque electrico y las quemaduras resultantes
    por el contacto por una fuente de electricidad comercial o
    natural. Se estima que del 3 al 4 % de las admisiones en centros
    para quemados en los Estados Unidos
    son lesionados a causa del contacto con la corriente
    electrica y cerca de mil personas mueren cada año por
    este motivo. ( 1, 5,6)

    En un estudio epidemiologico realizado en Francia, se
    señala una incidencia de las quemaduras electricas de 6,9
    a un 7 % del total de pacientes atendidos en centros
    especializados en el tratamiento del quemado , mientras que en
    España
    esta cifra oscila entre 3 y 8 %. (7)

    El daño
    causado por el paso de la corriente
    eléctrica a travez del organismo no solo es
    determinado por el tipo de circuito, el voltaje y su amperaje,
    sino que también depende de la trayectoria que siga la
    electricidad en su paso en busca de tierra, de
    la histoarquitectura de los tejidos
    involucrados, de la resistencia
    ofrecida por el cuerpoen el punto de contacto, asi como de la
    duracion de este ultimo. ( 4, 6, 8 -15)

    Cuando un individuo
    entra en contacto con una fuente eléctrica se producen
    dos tipos de acciones:
    una local y otra general. En la primera tiene lugar una
    acción electrolítica y electroquímica y otra, térmica;
    ambas determinan la coagulación o carbonización
    de los tejidos afectados. Recientemente también ha sido
    descrita la electroporación como otra causa potencial de
    lesión eléctrica por alto voltaje, (agrandamiento
    de los poros y la ruptura de dicha membrana). La acción
    general en los contactos eléctricos puede ser más
    o menos intensa y depende de diversos factores, la cual puede
    variar desde la muerte
    instantánea hasta el simple estremecimiento por el paso
    de una corriente débil. (1, 5, 9)

    La resistencia que ofrece la piel al paso
    de la corriente es variable y depende de su espesor, limpieza y
    grado de humedad, pero una vez cruzada esta barrera, la
    electricidad escapa a tierra por los tejidos que mejor conducen
    esta energía. El aumento de la temperatura en
    los vasos sanguíneos provoca daño en la
    íntima, que a la vez se manifiesta en trombosis, y causa
    anoxia hística, la cual en los días sucesivos al
    trauma se expresa en una necrosis variable de acuerdo con cada
    caso. Este fenómeno dio lugar al criterio generalizado de
    que la electricidad quema dos veces: la primera por el calor
    producido y la segunda en los días sucesivos por la
    necrosis consecutiva a la trombosis. (1, 5, 6, 10, 13, 14,
    16)

    Las quemaduras suelen presentar unos límites
    bien definidos en la piel y extenderse a los tejidos profundos
    con áreas de carbonización, principalmente en el
    sitio de la salida. Las lesiones provocadas por alto voltaje
    pueden producir necrosis por coagulación de
    músculos u otros tejidos entre la fuente y la tierra de
    la corriente; también puede aparecer edema masivo por
    coagulación venosa y tumefacción muscular, con la
    aparición de síndromes compartimentales; por otro
    lado la hipotensión, los trastornos de los líquidos
    y electrólitos y la mioglobinuria intensa pueden dar lugar
    a la insuficiencia
    renal aguda. Asimismo, debido a las contracciones musculares
    vigorosas o a las caídas secundarias a la descarga
    eléctrica pueden producirse luxaciones, fracturas
    vertebrales o de otras localizaciones, así como lesiones
    no penetrantes y pérdida de la conciencia. (1,
    5, 6, 8, 9, 12)

    Día a día la energía
    eléctrica se hace más indispensable en el
    desarrollo de nuestras vidas, por lo que no se concibe un medio
    ajeno a la necesidad que de ella existe. Su carencia paraliza
    buena parte de la actividad normal del ser humano y para cubrir
    estas necesidades vitales se ha buscado la forma de llevarla
    desde la fuente hasta los lugares de consumo por
    medio de conductores especiales. Desdichadamente, esto implica un
    riesgo que ha
    desencadenado el notorio aumento de accidentes
    tanto en hogares como en centros de trabajo, con
    quemaduras por la corriente eléctrica como resultado.
    (16)

    Todo lo anterior motivó la realización de
    esta investigación con el propósito de
    identificar los grupos más
    vulnerables dentro de la población y las principales causas que
    propician este tipo de accidentes; así como establecer
    estrategias de
    intervención que permitan una disminución en la
    incidencia de las quemaduras por la electricidad.

    METODO

    Se realizó un estudio descriptivo y longitudinal
    para identificar los principales aspectos clínicos y
    epidemiológicos en pacientes que sufrieron quemaduras por
    la electricidad, los que fueron ingresados y tratados en el
    Servicio Caumatología y Cirugía Plástica del
    Hospital Provincial Clínico-quirúrgico Docente
    "Saturnino Lora" de Santiago de Cuba, en el período
    comprendido desde el 1ro de enero de 1996 hasta el 31
    de diciembre del 2000.

    El universo stuvo integrado por 76 pacientes de uno y
    otro sexo, mayores de 15 años, en los que se emitió
    el diagnóstico de quemaduras eléctricas, con
    evidencias
    clínicas de entrada y salida de la corriente del cuerpo,
    que no fueran por electricidad natural.

    RESULTADOS

    Durante el período comprendido desde el
    1ro de enero de 1996 hasta el 31 de diciembre del
    2000, se ingrasaron en el Servicio de Caumatología y
    Cirugïa Plástica 1416 pacientes lesionados por
    insulto térmico, de los cuales 76 sufrieron quemaduras
    eléctricas.

    Al mostrar el comportamiento
    de la edad observamos que los pacientes co edades comprendidas
    entre 25 y 34 años fueron los mas afectados, predominando
    además las lesiones en el sexo masculino.

    En relación con el voltaje de las fuentes
    eléctricas que provocaron las lesiones prevaleció
    el de 220V en 29 casos ( 38,2 % ), seguido por el de la 13 000V
    en 25 (32,9 % ).

    La ocurrencia de quemaduras eléctricas por
    año demuestra que en 1997 se registró la mayor
    incidencia con 6,1 %, con posterior descenso hasta llegar en el
    2000 a 4,4 %.

    El mayor número de lesionados ocurrió
    entre los trabajadores en sus respectivos centros laborales 54 %
    ( 41 pacientes); siendo la manipulación de cables
    energizados y de equipos eléctricos las principales
    causas.

    El sitio de entrada de la corriente que predominó
    fueron los miembros superiores, fundamentalmente el derecho 46% (
    35 entradas) y la extremidad inferior derecha fue el sitio de
    salida más seleccionado por la corriente 38,1 % ( 29
    salidas).

    El proceder quirúrgico más comunmente
    utilizado fue el injerto cutáneo 56,5 % (43 casos),
    seguido de las amputaciones 24 % ( 18 pacientes).

    Al analizar el pronostico de vida para pacientes
    lesionados por quemaduras , predominaron los categorizados como
    críticos con 22 casos (29 %9). En cuanto a las
    complicaciones a medida que la severidad del trauma
    eléctrico fue mayor hubo más casos complicados,
    destacandose la isquemia aguda de las extremidades( 19, 7 % ),
    seguida de la infección local y la infección
    respiratoria.

    En cuanto al estado al
    egreso observamos que el 84,2 %( 64 pacientes) gresaron vivos ;
    entre los egresados fallecidos ( 8 pacientes) categorizados
    según pronóstico de vida como críticos
    extremos, la causa de muerte más frecuente fue la sepsis
    severa( 5 pacientes) 41,8 %, seguido ddel fallo
    multiorgánico y de las infecciones
    respiratorias.

    DISCUSIÓN

    La distribución de los pacientes según
    grupos de edades y sexo se representan en el cuadro 1;
    nótese que este tipo de quemaduras resultó
    más frecuente en aquellos con edades comprendidas entre
    los 25 y 34 años, tanto en hombres como en mujeres (23
    casos, para el 30.3 %), seguidos por los de 35 a 44 años
    con el 23,6 % (18 casos). En cuanto al sexo, dichas lesiones
    predominaron en el masculino en todos los grupos de edades
    (gráfico 1) con el 80,3 % (61 casos).

    Como se aprecia, la mayor incidencia de estas lesiones
    se produjo en la etapa de la vida en que los individuos adquieren
    su plenitud laboral, en tanto que el hecho de que el sexo
    masculino resultara el más afectado se debe a que en
    nuestra sociedad, a
    pesar de la igualdad de
    derechos sociales
    existente, este sigue siendo el grupo de población
    más dedicado a realizar labores que entrañan una
    mayor exposición
    a los efectos de la electricidad.

    En su estudio, Lee (1) plantea que el 90 % de estas
    lesiones ocurren en hombres con edades entre los 20 y 34
    años, generalmente en trabajadores con vínculo
    directo con la energía eléctrica y una experiencia
    laboral entre 4 y 8 años; coincidiendo con otros autores
    (3, 5, 17, 18)

    En relación con el voltaje de las fuentes
    eléctricas que provocaron las lesiones en los pacientes,
    el cuadro 2 revela que prevaleció el de 220 V en 29 casos
    (38.2 %), seguido en orden de frecuencia por el de 13 000 V en 25
    (32.9 %). En el primer caso se justifica porque constituye una de
    las principales redes de distribución
    de la energía eléctrica en nuestra sociedad, de
    ahí que la exposición a esta fuente tanto en los
    centros laborales como en los domicilios resulta mayor. Sin
    embargo, llama la atención el número de lesionados por
    los 13 000 V, si tenemos en cuenta el acceso restringido de la
    población en general a esta fuente de alta tensión,
    es válido señalar que los trabajadores con
    vínculo laboral directo con la electricidad sí se
    exponen a esta fuente de corriente, por lo que aportaron el mayor
    número de lesionados en esta investigación (50
    casos, para el 65.7 %), según se muestra en el
    gráfico 2.

    Como refieren varios autores (1, 3, 19, 20) las
    quemaduras eléctricas por bajo voltaje (menos de 1 000 V),
    ocurren con mayor frecuencia en el domicilio de la
    víctima, por ser este el que predomina en los hogares, en
    los que no resulta habitual hallar voltajes superiores a los 220
    V; mientras que las lesiones por alto voltaje (más de 1
    000 V) son más comunes en centros de trabajo,
    particularmente cerca de líneas de transmisión de
    alta tensión o durante el empleo de
    equipos que utilizan este tipo de energía.

    Al analizar la ocurrencia de las quemaduras
    eléctricas por años, en el cuadro y gráfico
    3 se aprecia que en 1997 se registró la mayor incidencia
    con 6,1 %, seguido en orden de frecuencia por 1996 con 5,7 %; a
    partir de 1998 se observa que dicha incidencia muestra un ligero
    descenso, hasta llegar en el 2000 a 4,4%. Ello quizás
    esté relacionado con un fenómeno de tipo
    económico que se experimenta en el país, ya que en
    los últimos años debido a la discreta
    recuperación de la economía, la
    atención a los trabajadores de la producción y distribución de la
    energía eléctrica ha mejorado en cuanto a la
    calidad de los
    medios de
    protección y se ha aumentado el nivel de exigencia en el
    cumplimiento de las normas de
    seguridad;
    además, también ha habido un incremento en el
    control para
    evitar las prácticas eléctricas ilícitas, lo
    cual tuvo una gran difusión en el último decenio,
    según información brindada por la Oficina de
    Relaciones
    Públicas de la Empresa
    Eléctrica Provincial, publicada por la prensa local.
    (Periódico
    Sierra Maestra. 12 de mayo 2001. Página 2)

    En el cuadro 4 se distribuyen estas quemaduras
    según causas y tipos de accidentes; obsérvese que
    el mayor número de lesionados ocurrió entre los
    trabajadores durante el cumplimiento de sus tareas habituales en
    sus respectivos centros laborales con el 54 % (41 pacientes). En
    cuanto a las causas, la manipulación de cables energizados
    y la de equipos eléctricos tuvo lugar fundamentalmente en
    los accidentes laborales, mientras que las dos causas restantes
    predominaron en los no laborales.

    En el cuadro 5 se exponen los sitios anatómicos
    de entrada y salida de la electricidad en el cuerpo de los
    pacientes lesionados; como se nota, en los primeros hubo
    predominio en los miembros superiores, siendo el derecho el
    más afectado con el 46 % (35 entradas). Esto se debe a que
    son precisamente las manos el medio de que disponen los
    individuos para efectuar las diversas actividades laborales y,
    por tanto, constituyen las regiones del organismo más
    expuestas a este tipo de accidente; resultados con los que
    concuerdan diversos autores. (1, 5, 7, 8, 12, 19, 21
    -25)

    Sin embargo, los sitios de salida de la electricidad se
    localizaron con mayor frecuencia en las extremidades inferiores,
    sobre todo de la derecha con el 38.1% (29 salidas) en
    relación con la izquierda (23 salidas, para el 30,2 %),
    acorde con lo señalado por otros investigadores (1, 3, 5;
    7, 8, 12, 19, 24, 25), al plantear que estas regiones
    anatómicas son las vías más utilizadas por
    la electricidad para salir del organismo en busca de tierra, ya
    que por lo general son el punto de apoyo que sostiene al sujeto
    en el momento del contacto.

    Como revela el cuadro 6, los procederes más
    comúnmente empleados en los pacientes con quemaduras
    eléctricas fueron los injertos cutáneos con el 56,5
    % (43 casos), seguido en orden de frecuencia por las amputaciones
    con el 24 % (18 pacientes).

    Varios autores (18, 19) plantean que en los quemados por
    la electricidad los procederes quirúrgicos más
    utilizados son los injertos y las amputaciones, tal y como
    resultó en nuestra investigación.

    Al analizar el pronóstico de vida y las
    complicaciones en la evolución de los pacientes con quemaduras
    eléctricas (cuadro 7), vemos que el grupo
    pronóstico más frecuente fue el de los
    críticos con 22 casos (29 %), seguido por los graves con
    19 (25 %). Sin embargo, en cuanto a las complicaciones, vemos que
    estas se presentaron en el 63,2 % de los casos y que a medida que
    la severidad del trauma eléctrico resultó mayor,
    hubo más casos complicados, hasta alcanzar el 100 % en el
    grupo pronóstico de los críticos
    extremos.

    Entre las complicaciones más comúnmente
    halladas en estos pacientes (cuadro 8), se encuentra la isquemia
    aguda en las extremidades con el 19.7 %, seguida en orden
    descendiente por la infección local y la infección
    respiratoria con el 17.1% y 14.4 % respectivamente.

    Algunos autores (21, 27) refieren que en los pacientes
    con quemaduras eléctricas las complicaciones más
    frecuentemente observadas son las cardíacas, las
    vasculares y las infecciones.

    Al analizar el estado al
    egreso de los pacientes con quemaduras eléctricas (cuadro
    9), vemos que el 84,2 % (64 casos) egresaron vivos, en tanto que
    los fallecidos se registraron entre los que presentaron mayor
    gravedad de las lesiones, de los cuales el grupo
    pronóstico de los críticos extremos (8 casos), para
    el 88.8 % resulto ser el más afectado. No obstante cabe
    señalar que la mortalidad general en estos grupos de
    pacientes con quemaduras eléctricas fue de 15.8 %, cifra
    esta que se encuentra dentro de lo referido por otros
    investigadores (3,5,7,27), cuya tasa de mortalidad oscilo entre
    el 3% y el 18%,

    En los fallecidos la causa de muerte, (cuadro 10),
    más frecuente fue la sepsis severa con un 41,8 % (5
    casos), seguido en orden de frecuencia por el fallo
    multiorgánico con un 25 % (3 casos), mientras que con
    igual cifra (16.6%), aparecen las infecciones respiratorias y el
    distress respiratorio.

    CONCLUSIONES

    1. En los pacientes con quemaduras eléctricas
      predominaron los jóvenes y el sexo masculino; los
      accidentes laborales resultaron ser los más frecuentes,
      y la causa relevante fue la manipulación de cables
      energizados.
    2. La incidencia de las quemaduras eléctricas
      evidenció una disminución en el período
      estudiado.
    3. El injerto cutáneo fue el proceder
      quirúrgico más utilizado en estos
      pacientes.
    4. Las complicaciones prevalecieron en los lesionados
      con mayor gravedad de las quemaduras, de las cuales
      sobresalieron las afecciones vasculares e
      infecciosas.
    5. En estos pacientes no se registró una
      mortalidad elevada; entre los fallecidos la mayor frecuencia
      correspondió a los que presentaron mayor gravedad de las
      quemaduras, en los que la causa de muerte más
      común fue la sepsis severa.

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    Anexos

    Cuadro 1. Pacientes con quemaduras eléctricas
    según edad y sexo.

    Grupos de Edades

    Masculino

    Femenino

    Total

    No

    %

    No

    %

    No

    %

    15 – 24

    9

    14,8

    1

    6,7

    10

    13,2

    25 – 34

    16

    26,3

    7

    46,6

    23

    30,3

    34 – 44

    15

    24,5

    3

    20,0

    18

    23,6

    45 – 54

    12

    19,6

    3

    20,0

    15

    19,7

    55 y más

    9

    14,8

    1

    6,7

    10

    13,2

    Total

    61

    80,3

    15

    19,7

    76

    100

    Fuente: Historia
    Clínica.

    Cuadro 2. Pacientes con quemaduras eléctricas
    según voltaje de la fuente lesionante .

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    Fuente: Historia Clínica.

    Cuadro 3. Incidencia por años de las
    quemaduras eléctricas.

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    Fuente: Departamento de Estadísticas.

    Gráfico 3. Incidencias de las quemaduras
    eléctricas por año.

    Fuente: Cuadro 3.

    Cuadro 4. Pacientes con quemaduras eléctricas
    según las causas y tipos de accidentes.

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    * Calculado en base al total de cada causa.

    ** Calculado en base al total de casos.

    Fuente: Historia Clínica.

    Cuadro 5. Sitios anatómicos de entrada y
    salida de la corriente del organismo en los pacientes quemados
    por la electricidad.

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    * Calculado en base a 76 pacientes

    Fuente: Historia Clínica.

    Cuadro 6. Procedimientos
    quirúrgicos utilizados para cierre de las lesiones en los
    pacientes con quemaduras eléctricas.

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    Fuente: Historias Clínicas.

    Cuadro 7. Pacientes con quemaduras eléctricas
    según la clasificación cubana de pronóstico
    de vida y las complicaciones en la
    evolución.

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    Fuente: Historia Clínica.

    Cuadro 8. Tipos de complicaciones presentadas en la
    evolución de los pacientes con quemaduras
    eléctricas.

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    Cálculo basándose en 48
    pacientes

    Fuente: Historia Clínica

    Cuadro 9. Pacientes on quemaduras eléctricas
    según clasificación cubana del pronóstico de
    vida y estado al egreso.

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    Fuente: Historia Clínica.

    Cuadro 10. Causas directa de la muerte en pacientes
    con quemaduras eléctricas.

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    Fuente: Historia
    Clínica.

     

     

    Autor:

    Dra. María del Carmen Franco
    Mora

    Especialista de I Grado en Caumatología y
    Cirugía Plástica

    Especialista de II Grado en Medicina
    Intensiva y Emergencias.

    Profesora Instructora.

    Dr. Alexis Pichin Quesada

    Especialista de I Grado en Angiología y
    Cirugía Vascular.

    Especilista de I grado en Medicina General
    Integral.

    Dr. Orlando Gonzalez Sanchez

    Especialista de I Grado en Caumatología y
    Cirugía Plástica

    Especilista de I grado en Medicina General
    Integral.

    Dr. Emilio De La Peña Folgar

    Especialista de Primer Grado en Anestesiología y
    Reanimación

    Diplomado en Cuidados Intensivos y
    Emergencias.

    Dr. Humberto Diaz Garcia

    Especialista de Primer Grado en Medicina
    Interna

    Dra. Dra. Ela Maritza Olivares Louhau

    Especialista de Primer Grado en Caumatología y
    Cirugía Plástica

    Postgrado en Cuidados Intensivos
    Pediátricos.

    Profesora Instructora.

    .Dirigir correspondencia: Dra. Maria del Carmen Franco
    Mora

    Direccion: Escario # 8 Entre Marte Y Pizarro.

    Santiago de Cuba. Cuba

    Institucion: Hospital Provincial Clinico Quirurgica "
    Saturnino Lora’.

    Santiago de Cuba. Cuba

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