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Cultura y derechos humanos




Enviado por alejandro77_89



    1. Claudio Arrau y
      Pinochet
    2. Norma Aleandro y los militares
      argentinos
    3. Mario Vargas Llosa y
      Fujimori
    4. Wolle Soyinka y
      Abacha
    5. Salman Rushdie y el Ayatollah
      Khomeini
    6. Reinaldo Arenas y
      Castro
    7. Fuentes

     1-Introducción:

    Desde hace buen tiempo los
    artistas e intelectuales
    se han convertido en una importante fuerza de la
    oposición antidictatorial en las naciones en vías
    de desarrollo
    Ciertamente, con el poder que
    poseen en las sociedades,
    artistas y escritores han cambiado muchas veces la historia de torturas y
    muertes por el respeto a los
    derechos
    humanos y la introducción de la democracia en
    países como Argentina, Nigeria, Perú y
    Sudáfrica.Es más, célebres personalidades
    culturales y del entretenimiento no sólo defienden causas
    nacionales sino también problemas
    mundiales como la lucha contra la extrema pobreza, la
    mutilación genital femenina en el África, la
    desertificación, las costumbres islámicas
    antifemeninas, el SIDAVIH, y la
    extinción de animales
    silvestres en las junglas tropicales del Sudeste Asiático
    y el África Oriental. No hay duda, que diversas estrellas
    del arte y la
    literatura han
    realizado obras que superan fácilmente las expectativas de
    la opinión internacional.

     Desde principios de los
    años setenta, el famoso actor y productor artístico
    Zakes Mokae empezó a realizar diversas giras por los
    Estados

    Unidos y Europa
    presentando obras inspiradas en el injusto sistema racista
    del apartheid,entre ellas Lazos de sangre. De esta manera,
    Mokae daba a conocer al mundo los crímenes atropellos que
    se cometían contra la población negra en Rhodesia (hoy Zimbabwe),
    Namibia, y Sudáfrica (incluyendo las
    pseudorepúblicas negras de Transkei, Bophutatswana, Venda
    y Ciskei). Al igual que otros artistas e intelectuales
    antiapartheid, desde la cantante Miriam Makeba hasta la escritora
    Nadine Gordimer, el actor negro utilizó su talento
    artístico para sembrar las primeras semillas de la lucha
    contra los gobiernos y administraciones coloniales racistas en el
    África del Sur. Eran los tiempos en que las autoridades
    blancas de Suráfrica se esforzaban por captar artistas
    nacionales y extranjeros a través de importantes contratos
    económicos y apoyo cultural. Asimismo, se insistió
    en promocionar la imagen de una
    sociedad
    separada, pero con una población negra con un
    índice de desarrollo
    humano superior al de cualquier país del Continente
    Negro.

    2-CLAUDIO
    ARRAU
    Y PINOCHET

    Existen artistas e intelectuales del Tercer Mundo que
    formados en sociedades del Mundo del Atlántico traicionan
    sus experiencias y principios democráticos al apoyar y
    simpatizar con dictaduras asiáticas, latinoamericanas y
    africanas. En cambio existe
    otro grupo de
    personalidades de la cultura que partiendo de sus experiencias
    democráticas vividas en el Reino Unido o Canadá
    rechazan todo tipo de dictaduras o gobiernos
    pseudodemocráticos. De hecho, el talentoso pianista
    Claudio Arrau dejo un importante legado: su rechazo a las
    dictaduras.

     El chileno Arrau fue una de las principales
    figuras culturales de América
    Latina en el siglo pasado. El mérito del mejor
    intérprete para piano de las obras de Bethoven es
    aún mayor considerando la poca tradición que posee
    Latinoamérica en el campo de la música
    clásica. Sin embargo, no sólo fue un excelente
    artista sino también un gran demócrata. A partir de
    los años del decenio de los setenta, el pianista
    sudamericano, fiel a su formación democrática en el
    Mundo del Atlántico, se negó a celebrar conciertos
    en Chile, su tierra natal,
    en señal de rechazo contra el gobierno del
    dictador Augusto Pinochet Ugarte. Aunque en 1984 realizó
    una corta visita a Santiago, Arrau nunca permitió que el
    gobierno militar sellará su nombre sobre su talento
    artístico,pese a su oposición al marxismo-leninismo. Con anterioridad, exactamente
    en 1979, adoptó la ciudadanía
    estadounidense a raíz de los problemas que tuvo que
    atravesar por presentar un pasaporte bajo el clima de una de
    las dictaduras más odiadas de la
    Tierra.

     Su patria se encontraba marginada producto de un
    boicot internacional contra la dictadura del
    general Pinochet; después de Sudáfrica, Chile era
    el país más criticado y cuestionado en materia de
    derechos humanos, incluso por encima de las situaciones de
    Camboya o El Salvador.El boicot estaba liderado no sólo
    por las naciones del Mundo Soviético sino igualmente por
    democracias europeas como Suecia, Dinamarca e Italia,
    además de un gran número de organizaciones
    nacionales de Alemania,
    Francia y el
    Reino Unido. En tanto si bien es cierto que la nacionalidad
    estadounidense otorgó al pianista chileno mayor presencia
    en el mundo, en su país de origen fue parcialmente
    criticado , aunque todo parecía indicar que era en
    respuesta a la falta de apoyo al régimen.

    .3-NORMA ALEANDRO
    y LOS MILITARES ARGENTINOS

    En las primeras décadas del siglo pasado, el
    cine argentino
    se perfiló como uno de los mejores de América
    Latina. De hecho este éxito
    fue interrumpido cuando Argentina cayó en manos de los
    últimos gobiernos militares del siglo XX (1976-1983). Sin
    embargo, el año 1986 fue una fecha memorable para la
    perseverante y difícil industria
    cinematográfica de Iberoamérica, el filme argentino
    Historia oficial obtuvo el galardón norteamericano
    Oscar a la mejor película extranjera, después de
    vencer a las cintas originarias de Alemania Federal (Angry
    harvest), Hungría (Colonel redl), Francia (Three men and
    cradle) y Yugoslavia. Con anterioridad, Historia oficial
    ganó varios premios internacionales, incluyendo el
    Festival de Cannes (Premios de Interpretación Femenina y Premio del Jurado
    Ecuménico Católico Protestante), pero la crítica
    especializada no la consideraba en posibilidades de derrotar a
    los filmes de Europa Occidental, que por tradición
    contaban con el apoyo de un jurado compuesto mayormente por
    personalidades del Mundo del Atlántico.

     No hay duda que Historia oficial se
    enriqueció por una razón: cineasta y Norma
    Aleandro, la actriz principal ,eran partidarios de exhibir el
    verdadero rostro de las violaciones a los derechos humanos de la
    dictadura
    militar, aún cuando se trabajó bajo amenazas de
    muerte.

    "Es una película muy particular porque fue un
    trabajo cuyo
    significado cambió mucho desde el momento en que la
    hicimos hasta que se exhibió y pasó todo lo
    demás"
    , sostuvo la argentina Aleandro. En tanto sobre
    la actriz Aleandro poco o nada se sabía en Hollywood y en
    una buena parte de América Latina, aunque había
    ganado algunos premios internacionales (Golden Globe de Nueva
    York y Premio Donatello de Italia). En los años sesenta y
    setenta, ella era una reconocida actriz de teatro en la
    Avenida Corrientes de Buenos Aires, la
    principal meca del teatro latinoamericano. Sin embargo, tuvo
    buenas participaciones en el cine nacional: Los siete
    locos
    y La tregua (finalista a mejor película
    extranjera-Oscar).

     En 1976 una junta militar derrocó a la
    presidenta María Estela de Perón,
    viuda del extinto gobernante Juan Domingo Perón, en medio
    de una grave crisis
    económica y rebeliones terroristas en casi todo el
    territorio argentino El dictador anticomunista Jorge Rafael
    Videla, nuevo gobernante del país, en su afán por
    exterminar el terrorismo
    aplicó una severa política de
    violaciones a los derechos humanos, lo cual incluso
    traspasó los límites
    del respeto a la vida de los niños.
    Bajo este clima, la actriz Norma Aleandro denunció
    públicamente los crímenes de la dictadura militar,
    aún cuando sabía perfectamente que podía
    terminar asesinada con el sello de los escuadrones de la muerte.
    Más tarde una bomba destruyó parte de su casa, pero
    con anterioridad hubo un atentado similar mientras actuaba en un
    teatro de Buenos Aires. Posteriormente, estas experiencias la
    llevaron al exilio en Uruguay y
    España.
    Al regresar a la Argentina, a principios de los ochenta,
    recibió la oportunidad de participar en dos obras
    teatrales del escritor Mario Vargas
    Llosa: La Señorita de Tacna y Kathie
    y el hipopótamo
    .

     El peruano Vargas Llosa, el famoso novelista que
    con especial pasión defiende los principios
    democráticos en el Tercer Mundo, sólo tiene frases
    de elogio y admiración para aquella dama argentina que se
    enfrentó con coraje a la tiranía de Videla. Casi a
    mediados de los años ochenta, el cineasta Luis Puenzo
    lanzó la cinta Historia oficial. A decir verdad, la
    cinta está inspirada en la historia de las víctimas
    de la política militar de los desaparecidos de la
    última época de regímenes dictatoriales de
    la Argentina. Al respecto, Aleandro afirmó lo siguiente:
    "Acababa de volver del exilio y tenía mucho miedo de
    hacerla. Hablé con mi marido y mi hijo y llegamos a la
    conclusión de que era casi una obligación ciudadana
    mostrar algo que algunos ya sabíamos, que otros
    sabían y no querían verla, y que otros directamente
    no lo sabían…"

    Historia oficial que cobró fama
    internacional a partir del Oscar 1985, no sólo fue un
    triunfo cultural latinoamericano, sino también de manera
    especial un fuerte respaldo para todas aquellas democracias
    emergentes

    4-MARIO VARGAS LLOSA y
    FUJIMORI

    Sorprendentemente, importantes escritores se han congratulado
    con diferentes sistemas
    dictatoriales a lo largo del siglo pasado. La lista es amplia,
    dolorosa e imperdonable. Durante la ocupación nazi de
    Noruega, el famoso novelista local Knut Hamsun dio la espalda a
    su país y cooperó con las fuerzas invasoras del
    genocida Adolfo Hitler. Al
    ganador del Premio Nobel de Literatura 1920, poco le
    importó el salvajismo y las atrocidades que cometieron los
    nazis durante las matanzas de sus compatriotas, incluyendo
    niños, ancianos y mujeres. Tampoco prestó
    importancia alguna al saqueo de las ricas tierras y bosques
    nórdicos.

     Después del fin de la Segunda Guerra
    Mundial, este triste episodio dejó hondas heridas en
    el espíritu de los noruegos que consideraban a Hamsun poco
    menos que un héroe nacional, sobre todo

    por que sus reconocidas obras describen la vida y la geografía noruega
    como ningún otro escritor lo había realizado, con
    la sola excepción de Henrik Ibsen.Al mismo tiempo, era una
    figura muy respetada por la gran aceptación que
    tenían sus obras en casi toda Europa, entre ellas
    Hambre(1890), Misterios (1892) y Pan (1894).
    También, su antigua popularidad nacional tuvo mucho que
    ver con su niñez y juventud en
    medio de la extrema pobreza, algo que sus compatriotas valoraban
    como un paradigma
    especialmente después que logró coronarse con el
    galardón sueco. De hecho, a partir de fines del decenio de
    los años cuarenta, la mayoría de noruegos quemaron
    las obras de Hamsun ,entre ellas Hambre, Misterios,
    El cultivo del suelo, La Reina Tamara y
    Bajo la estrella de otoño, en señal de
    protesta por su cooperación con las fuerzas hitlerianas. A
    principios de la década de los cincuenta, el novelista
    murió en una casa para ancianos en medio de la sombra del
    rechazo y del olvido de sus compatriotas.

     No hay duda que cada dictadura posee con mucha vanidad
    su Knut Hamsun. En ciertos casos, singulares dictaduras
    reúnen más de un Hamsun, especialmente aquellas
    tiranías marxistas-leninistas que aparentemente no
    representan amenaza alguna a los derechos humanos y la democracia
    al exhibir orgullosamente parciales avances en el desarrollo
    humano. La tiranía del comunismo de la
    edad de piedra del ególatra Enver Hoxha tuvo al novelista
    Ismael Kadare a su mejor embajador universal en un mar de
    condenas internacionales por el genocidio masivo a las
    autoridades y población religiosa en Albania, la peor
    economía
    europea después de la Segunda Guerra
    Mundial. El régimen estalinista benefició al
    famoso escritor,eterno candidato al Premio Nobel, con todo tipo
    de privilegios y lujos desconocidos por la empobrecida
    población albanesa:ropa importada, relojes suizos,
    libros
    occidentales, artículos de arte,un automóvil de
    último modelo y una
    residencia de verano. Triste postura para un escritor cuya
    máxima novela
    Crónica de la ciudad de piedra dio la vuelta al
    mundo a partir de 1970.

     A pesar de las experiencias negativas que han arrojado
    ciertos escritores amantes del culto a la
    personalidad, el unipartidismo vitalicio y el manejo de la
    economía como una herencia familiar
    en países del Tercer Mundo y Europa del Este, existe una
    importante corriente de intelectuales no divorciados de la
    responsabilidad democrática en la comunidad
    mundial. Ciertamente, Amin Maalouf, Wole Soyinka, Salman Rushdie
    y Mario Vargas Llosa son los nombres de un grupo de escritores
    defensores de la universalidad de la democracia. Son
    intelectuales que defienden la democracia en el Tercer Mundo ante
    esa línea divisoria horizontal en la cual los valores de
    los derechos humanos no son los mismos en Cuba y Burundi
    o Myanmar y Eritrea, como lo fueron en el pasado Etiopía y
    Chile o Corea del Norte y Guatemala.

     De hecho, Mario Vargas Llosa es uno de los principales
    defensores de la democracia en la región de América
    Latina y el Caribe. El impacto de las violaciones a los derechos
    humanos y la corrupción
    gubernamental durante la época de las dictaduras militares
    latinoamericanas, llevó al escritor peruano a entregarse
    por la causa de la democracia. Desde entonces, no cesaría
    por iniciar cruzadas antidictatoriales en las naciones del Sur,
    inclusive mucho antes de la Caída del Muro de
    Berlín. A diferencia de muchos intelectuales y
    políticos tercermundistas que viven señalando los
    éxitos de la democracia del Mundo del Atlántico e
    ignorando por completo los avances y progresos
    democráticos en las naciones en vías de desarrollo,
    Vargas Llosa nos recuerda como la democracia avanza gradualmente
    en la región, aún cuando existen una serie de
    amenazas y problemas. Su sabiduría política sobre
    esta región sorprende a propios y extraños cuando
    viaja alrededor del planeta. Ciertamente, ninguna dictadura se ha
    escapado de sus comentarios y oratoria, en
    especial el extinto gobierno autocrático de Alberto
    Fujimori y el actual gobierno totalitario de Fidel
    Castro.

     Entre los años 1992-2000 el Perú se vio
    envuelto en un extraño co-gobierno autocrático
    vico-militar
    electoral, cuyos arquitectos fueron Alberto Fujimori y Vladimiro
    Montesinos. Después de Kuniwo Nakamura y Toshio Nakayama ,
    gobernantes de las repúblicas de Palau y Micronesia
    (Estados insulares ubicados en el Pacifíco Sur), Fujimori
    se convirtió en el tercer gobernante de origen
    japonés en el Tercer Mundo, figura que explotó
    dentro del marco de la admiración latinoamericana por la
    alta industrialización y desarrollo humano de la sociedad
    nipona, además de las economías florecientes de los
    Cuatro Dragones Asiáticos. Bajo el lema de la lucha
    antiterrorista-narcotráfico y críticas a la
    política tradicional, Fujimori y Montesinos sutilmente
    crearon un tipo de pseudodemocracia confundida dentro del
    área del multipartidismo de América Latina.

     Para unos era una democracia parcial, pero para otros
    simplemente una dictadura. No obstante, desde el autogolpe de
    1992, el escritor Vargas Llosa no renunció a tipificar al
    gobierno peruano como dictatorial. Como orador invitado en alguna
    prestigiosa universidad
    germana o como periodista de opinión en la prensa europea,
    el autor de la La guerra del fin
    del mundo
    nunca se cansó de señalar punto por
    punto los lados oscuros de la tiranía andina, como la
    corrupción gubernamental, el trato especial
    de una terrorista japonesa y la ambigua lucha contra el
    narcotráfico. En tanto, Vargas Llosa figuraba en la lista
    negra del régimen, al lado de los periodistas Gustavo
    Gorriti y César Hildebrant.

     Desde hace buen tiempo, la critica vargallosiana se ha
    convertido en una sombra sobre la dictadura de Fiel Castro. En
    todos los idiomas y en diferentes partes del mundo, él ha
    explicado y denunciado el verdadero rostro del régimen
    cubano, antiguo aliado de dictadores de la talla de Juan Velasco
    Alvarado y Alberto Fujimori Fujimori. Mientras algunos escritores
    y artistas eran recibidos con todos los honores por los hermanos
    Castro en La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos o el balneario
    de Varadero, el escritor peruano cuestionaba los miles de
    millones de dólares invertidos por Moscú en la
    construcción de la Revolución
    Cubana, gigantesca ayuda que era pieza clave en los gastos de la
    propaganda
    cubana en el exterior, la militarización cubana en el
    África, la educación
    marxista-leninista, el desarrollo humano, el deporte, la cultura y la
    cooperación a ciertos países aliados del Sur
    (Nicaragua, Granada, Angola, Etiopía, Guyana,etc).

    5-WOLLE SOYINKA y
    ABACHA

    "El hombre muere
    en todo intento lo que guarda silencio frente a una
    tiranía"
    , afirmó categóricamente
    Akinwande Oyuwolw Soyinka, escritor y activista por los derechos
    humanos en Nigeria. Ciertamente,después de largos
    años de lucha antidictatorial en el territorio nacional y
    como embajador de la oposición democrática
    nigeriana para las presiones internacionales contra la dictadura,
    en el año 1999 Soyinka logró el sueño de
    millones de nigerianos: establecer la democracia, el derecho
    político que fue negado a los habitantes del país
    africanos desde la fecha de su independencia.

     El Premio Nobel de Literatura 1986 luchó contra
    la tiranía nigeriana a partir de la guerra de Biafra,
    conflicto que
    lo llevó a la cárcel (1967-1969) por denunciar los
    crímenes cometidos en la provincia separatista. Desde
    entonces no se apartó de su compromiso en contribuir en el
    establecimiento de la democracia, en el respeto a los derechos
    humanos y la identidad
    nacional.En su vocación democrática influyo sus
    estrechos lazos culturales con el Reino Unido y también
    por ser miembro de la comunidad yoruba, una de las culturas
    africanas más avanzadas en materia de democracia.
    Siguiendo los pasos de Miriam Makeba y Athol Fugard contra la
    dictadura del apartheid de Sudáfrica, su prestigio como
    novelista, dramaturgo y poeta lo canalizó como una
    plataforma para buscar presiones contra la dictadura nigeriana
    dentro del marco de la Comunidad Británica de Naciones,
    agrupación a la cual pertenece Nigeria en su
    condición de ex colonia del Reino Unido.

     Eran los tiempos en que Nigeria se alzaba como un
    importante productor y exportador de petróleo a los mercados del
    Mundo del Atlántico y Japón.
    Asimismo, en el calendario de denuncias internacionales poco
    importaba el genocidio que se cometía en Nigeria, pues
    primero estaban Sudáfrica, Chile, Israel, El
    Salvador, Corea del Sur y el Sahara Occidental.De hecho, el Mundo
    Soviético no exhibía interés
    alguno por denunciar las atrocidades de un importante aliado en
    el seno de las Naciones Unidas. A decir verdad, el gran acierto
    el escritor Soyinka fue sintonizar con la universalidad de la
    democracia y los derechos humanos como instrumentos para salvar a
    Nigeria del marginal grupo de Países Menos Adelantados del
    Mundo, categoría que reinaba en aquellas naciones que
    habían abrazado el unipartidismo poco después de la
    independencia. A diferencia del unipartidismo, cuyo máximo
    representante era el influyente y carismático Julyus
    Nyerere, la democracia africana contaba con pocos aliados.

     A mediados del decenio de los años noventa,
    ignorando por completo las solicitudes internacionales y las
    amenazas de sanciones económicas, el régimen
    dictatorial ejecutó al escritor Ken Saro-Wiwa y a otros
    ocho activistas en la prisión de Port Harcourt. El
    asesinato de los ecologistas ratificó por completo la
    exposición antidictatorial del escritor
    Soyinka en los Estados Unidos,
    Francia y el Reino Unido. Después de la muerte de Abacha,
    se inició una nueva etapa en la historia de Nigeria: se
    instauró los primeros pasos para la consolidación
    de la democracia, entre estos la redacción de una nueva Constitución y la celebración de
    elecciones presidenciales multipartidistas (1999). En la
    actualidad se recuerda que la presencia de Soyinka fue uno de los
    aportes más valiosos en el ingreso de la democracia en
    Nigeria. Aún cuando Soyinka es un escritor de
    categoría mundial al igual que otros talentosos escritores
    del Sur, es importante reconocer que los ojos del mundo se
    posaron sobre él sólo cuando ganó el Premio
    Nobel de Literatura.

    6-SALMAN RUSHDIE y EL
    AYATOLLAH KHOMEINI

    En la mayoría de los casos la intolerancia de las
    tiranías hacia los escritores se transforma en claros
    ejemplos de irracionalidad, tal fue el caso de Salman Rushdie, el
    escritor angloindio. Antes de finalizar los años ochenta,
    la teocracia
    gubernamental de Irán condenó a muerte al novelista
    por supuestamente blasfemar a la religión musulmana en
    su obra Versos Satánicos. En el Reino Unido,
    él tuvo que vivir por largo tiempo en la clandestinidad
    con el propósito de esquivar la muerte a manos de los
    grupos
    terroristas iraníes.

     Como ciudadano británico, el gobierno de Margaret
    Thatcher le otorgó seguridad al
    más alto nivel. "Puede ser una ironía en un
    Estado
    autoritario, donde uno le debe lealtad al régimen, pero no
    lo es en una democracia auténtica"
    , respondió
    Rushdie al ser interrogado sobre su condición de ciudadano
    protegido del Reino Unido. De hecho, una gran cantidad de
    escritores son asesinados o forzados al exilio sobre todo en
    sociedades con grupos terroristas y gobiernos tiránicos
    sin fuertes presiones internacionales por el respeto de los
    derechos humanos, basta mencionar los casos de Argelia, Myanmar,
    Bangladesh, Haití y Cuba.

     "Los islamistas argelinos han inaugurado la era del
    asesinato mediático, en la que se mata a gente, tengan el
    nombre o la posición que sea. Les resulta más
    rentable, mucho más que matar a mil policías. Y les
    es más útil ideológicamente, ya que son
    intelectuales y no el poder quienes constituyen la única
    salida contra una victoria del integrismo en Argelia
    ",
    sostuvo el escritor Rachid Mimouni en una entrevista a
    Le Nouvel Observateur de Francia. Ciertamente, el
    país norafricano conoce muy bien la violencia
    terrorista contra los opositores: el Frente Islámico de
    Salvación (FIS) asesinó a los escritores Tahar
    Djaout y Abdel Kader Alloula, a principios de los noventa.

    7-REINALDO
    ARENAS y FIDEL CASTRO

    Aunque no encontraron la muerte en campos de
    concentración o cárceles miserables de gobiernos
    dictatoriales escasamente sancionados por el mundo, los
    escritores Reinaldo Arenas, Ma Thida, Rene Depestre y Taslima
    Nasrin han sufrido el exilio luego de ser víctimas de
    torturas psicológicas, una de las especialidades
    predilectas de los regímenes totalitarios. Tal vez una de
    las historias más dramáticas de la supervivencia y
    la lucha de un escritor opositor dentro del marco de una
    tiranía se encuentre en la vida y obra del singular
    novelista cubano Reinaldo Arenas, autor de las obras Celestino
    antes
    del alba (1967), El mundo alucinante
    (1969) y El palacio de las blanquísimas
    mofetas
    (1980).

     Por su condición homosexual y como tenaz opositor
    al régimen de Fidel Castro, el ex revolucionario nacido en
    Holguín pasó dos años en la prisión
    de El Morro, uno de los antiguos campos de concentración
    del régimen totalitario.Con anterioridad, en los
    años setenta, el gobierno cubano prohibió los
    derechos de
    autor, lo cual perjudicó económica y moralmente
    al escritor ganador del Premio de la Novela
    Extranjera de Francia. "En realidad no he tenido ningún
    derecho. En Cuba yo tenía muy pocos derechos o ninguno
    puesto que los derechos los tiene Estado y el Estado es
    una persona. Dentro
    de esta persecución de todos los intelectuales, el
    escritor es el peor enemigo. Se prohíben los derechos de
    autor. Era un delito que se
    hiciese un contrato, un
    delito penado por ley.
    ¿Qué ocurre entonces?. Que aunque hay veintiuna
    ediciones de mis libros, no he ganado ni un centavo"
    , sostuvo
    Arenas.

     Borrado de la intelectualidad cubana por su no
    disimulado desprecio a la ausencia de libertad
    política y derechos sexuales en la Revolución
    Cubana, en 1980 Arenas fue expulsado de la Isla a través
    del puente de barcos de refugiados de Mariel. Durante su exilio
    en Miami, escribió sin parar en tajante respuesta a los
    años que perdió como novelista mutilado por un
    gobierno dictatorial. Muchas de sus obras reflejan su pasado en
    la Isla, destacando como testimonios de la realidad de la
    Revolución Cubana: Otra vez el mar (1982), La
    loma del ángel
    (1987), El portero (1988) y
    Viaje a La Habana (1990). En vísperas de su muerte,
    publicó su famosa autobiografía titulada Antes
    que caiga la
    noche, una novela que refleja la
    intolerancia y brutalidad de la dictadura cubana hacia la
    homosexualidad
    y la postura política anticastrista de Reinaldo Arenas. Al
    igual que otros personajes del Tercer Mundo, la vida y obra de
    Arenas fue llevada al cine bajo el título de su
    última novela, aunque se combinan pasajes de otras
    novelas como
    El mundo alucinante y El color del
    verano.

     "Creo que es la voz de muchos cubanos a quienes no
    hemos oído, una
    voz ultrajada llena de humor que ha convertido el sufrimiento en
    extraordinaria belleza. De una vida de dificultades surgió
    una de las voces con más talento de
    Latinoamérica.Su extraordinario talento lo
    convirtió en una de las mayores espinas para el
    régimen de Fidel Castro…"
    opinó el cineasta
    Julian Schnabel, responsable de la película Antes que
    caíga la noche
    (2001).

    9-FUENTES:

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     -Roca, Ana. "Charlemos con Reinaldo Arenas: un
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    Corregidor, Buenos Aires,1974

      -The World Almanac and Book of Facts 1975-2004,
    The World Almanac Books, New York, New Jersey

     -Vargas Llosa, Mario. El lenguaje de
    la pasión, Peisa, Lima, 20001

     -Yates, Pamela. Documental: Estado de Miedo,
    Estados Unidos-Perú, 2005

    10-PERFIL DEL AUTOR:

    Alejandro Guevara Onofre (Lima/Perú).
    .
    El peruano Alejandro es un apasionado escritor sobre diversos
    asuntos del Tercer Mundo (historia, igualdad de
    género,
    terrorismo, realidad nacional, cultura, biografías,
    deporte…). En la actualidad trabaja en la publicación de
    dos textos sobre el sistema dictatorial de la Revolución
    Cubana.En el decenio de los noventa fue uno de los líderes
    juveniles del Foro
    Universitario sobre Naciones Unidas.
    En 1998 se convirtió en el primer investigar
    latinoamericano en publicar en forma individual una enciclopedia
    sobre datos
    mundiales.

     En los siguientes años, edito varios
    libros, entre ellos Historia de la Mujer de los
    Estados Unidos.
    Guevara Onofre posee un archivo de
    más de 300 investigaciones y
    ensayos: La
    Tiranía "Ilustrada" del África:
    Mugabe de
    Zimbabwe
    / La Historia del Deporte en el Tercer Mundo
    / La Revolución del Poder Femenil/ Las
    Dictaduras del Tercer Mundo
    / Pol Pot: El Imperio de la
    Muerte
    / Taiwán: Un importante Avance en la
    Democracia y el Desarrollo Humano en el Tercer Mundo
    /
    Alberto Fujimori: El Último Dictador de
    Sudamérica
    / La Democratización del Sur
    /La primera Gobernante del Mundo/ Perú: Tierra
    de Iconos
    Universales /Fidel Castro y
    Dictadura
    / Mujer y Deporte.

    Por:

    Alejandro Guevara Onofre

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