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La teoría como posibilidad para la formación de profesores críticos de Educación Básica en México




Enviado por polichacon



    1. Sinopsis
    2. La Teoría
      pedagógica
    3. La práctica
      pedagógica
    4. La teoría como
      herramienta para la formación sujetos
      críticos
    5. Bibliografía

    Sinopsis

    En este trabajo se
    analiza la posibilidad de formar profesores críticos para
    la
    Educación Básica, a través de la
    formación teórica, recuperando a la Teoría
    pedagógica como eje vertebrador del proceso
    formativo.

    Presentación

    En el Sistema
    Educativo Mexicano, las escuelas normales han
    desempeñado y siguen desempeñando un papel
    importante en el desarrollo
    cultural del país. Históricamente, las escuelas
    normales han cumplido la función de
    "formar" profesores de educación básica, sin
    embargo, esas escuelas no han sido capaces de ofrecer a quienes
    se forman como profesores, la posibilidad de que puedan pensar y
    hacerlo críticamente, pues sólo capacitan para
    aplicar técnicas
    de la enseñanza.

    Los planes de estudio de las escuelas normales se han
    propuesto como objetivos la
    formación de alumnos críticos, tal fue el caso del
    Plan de
    estudios 1984, en el cual se pretendió "…posibilitar al
    estudiante el desarrollo de actitudes
    reflexivas, críticas y creadoras, tanto como generador de
    cultura cuanto
    como usuario de ella." (SECRETARÍA DE EDUCACIÓN
    PÚBLICA; 1984: 27). No obstante, en la realidad los
    términos: crítico, reflexivo y creador, entre
    otros, son utilizados indiscriminadamente sin que haya acciones
    específicas para formar un profesional de la
    educación que tenga en sí esos
    atributos.

    Ante estas circunstancias y, sobre todo si se quiere
    transformar a los profesores, se debe proponer un discurso
    mediante el cual sea posible formarlos pedagógicamente
    para que ellos estén en condiciones de interpretar
    críticamente la realidad que les circunda y, desde luego,
    su función educativa.

    Para formar profesores críticos, una de las
    múltiples tareas que tiene que realizarse, es la de
    recuperar a la Teoría pedagógica como objeto de
    formación de los profesionales de la educación. La
    carrera de profesor debe
    estar impregnada de Pedagogía, sin embargo, oficialmente no es
    así y, en el proceso de formación de los
    profesores, la Teoría pedagógica es sustituida por
    asignaturas poco relevantes como: Observación del proceso escolar o Planeación
    de la enseñanza.

    La práctica pedagógica de los profesores
    no se analiza y reflexiona a la luz de la
    teoría pedagógica, asumiendo una actitud
    crítica, para dar respuesta a las
    expectativas de los estudiantes y de la sociedad en su
    conjunto.

    La
    Teoría pedagógica

    La Teoría es el
    conocimiento construido de manera racional,
    sistemática y rigurosa que expresa lo que se sabe de un
    objeto, y para su construcción se utilizan conceptos y
    categorías. Las categorías son las herramientas
    que usa la teoría para la apropiación de lo real, y
    los conceptos son el contenido universal de lo concreto. La
    teoría es el conocimiento
    construido por la Ciencia o
    por la Filosofía.

    En el proceso de construcción de conocimiento, la
    realidad es apropiada por el pensamiento de
    diversas maneras y en distintos grados; en conjunto, los
    referentes establecen conjugaciones racionales de las que
    resultan nuevas categorías y nuevos conceptos. Como el
    mundo cambia y el hombre es
    condensación del mundo, cambian también los bloques
    cognitivos: voliciones, aspiraciones, fantasías,
    frustraciones, y por tanto, cambian las preocupaciones
    científicas y las construcciones cognitivas. Las nuevas
    categorías y conceptos no necesariamente resultan de las
    construcciones teóricas existentes aunque, en apariencia,
    siempre suceda así. Su origen puede ser acientífico
    y posteriormente transformarse en construcción
    científica. (COVARRUBIAS; 1995: 130-132).

    Con base en lo anterior, puede decirse que la
    Teoría pedagógica es la explicación racional
    y coherente del proceso educativo de los sujetos. Sin embargo,
    este concepto no es
    interiorizado por los profesores de esta manera, y conciben a la
    Teoría pedagógica como la aplicación de
    técnicas didácticas. Lo anterior sucede así,
    porque en las escuelas normales mexicanas, existe un desprecio
    por la teoría, y no sólo eso, sino también
    una ignorancia hacia ella, como sucedió con el plan de
    estudios de 1984, que fue cambiado en 1997, argumentando que era
    un plan de estudios demasiado teórico, con un
    énfasis excesivo en el estudio de las disciplinas
    teóricas y un peso importante a los contenidos
    teóricos.

    "Se puede afirmar que no se resolvió
    adecuadamente la forma de aprendizaje de la
    teoría y su relación con el ejercicio de la
    profesión…" (SECRETARÍA DE EDUCACIÓN
    PÚBLICA; 1997: 17).

    Desde la perspectiva del grupo
    hegemónico, la teoría no importa, lo que importa,
    sobre todo, en la formación de los profesores, son las
    habilidades y las destrezas, con orientación
    técnica, por esta razón, como bien señala
    Giroux al
    respecto: "…a los profesores se les entrena para usar
    cuarenta y siete modelos
    diferentes de enseñanza, administración o evaluación. No se les enseña en
    cambio a ser
    críticos con esos modelos. En resumen, se les
    enseña una forma de analfabetismo
    conceptual y político […] Las escuelas necesitan que en
    el futuro los profesores sean a la vez teóricos y
    prácticos, y puedan combinar teoría,
    imaginación y técnicas. Es más, los sistemas
    escolares públicos deberían romper sus relaciones
    con las instituciones
    de formación de profesores que simplemente formen
    técnicos, estudiantes que se comporten menos como sabios
    que como funcionarios." (GIROUX; 1997: 48).

    La
    práctica pedagógica

    La práctica pedagógica es el acto concreto
    por medio del cual se dirige el proceso educativo. En este
    sentido, se necesita buscar la unidad dialéctica entre la
    teoría pedagógica y la práctica
    pedagógica, es decir, crear una praxis, pues
    la praxis como dice Freire, es la reflexión y la acción
    de los hombres sobre el mundo para transformarlo "La
    reflexión, si es verdadera reflexión, conduce a la
    práctica. La acción se hará praxis
    auténtica si el saber que de ella resulte se hace objeto
    de reflexión crítica. En este sentido la praxis
    constituye la razón nueva de la conciencia
    oprimida y la revolución, que instaura el momento
    histórico de esta razón, no puede hacerse viable al
    margen de los niveles de la conciencia oprimida." (FREIRE; 1978:
    61).

    El trabajo de
    los profesores de educación básica, es único
    dentro de todas las profesiones, si bien, muchos profesionales
    trabajan con seres humanos, como los médicos, los
    psicólogos, etcétera, no pueden compararse con el
    trabajo que realizan los profesores de educación
    básica, pues su trabajo está íntimamente
    relacionado con su pensamiento y su acción, es decir, su
    práctica pedagógica la realiza a partir de su
    interpretación del mundo.

    La práctica pedagógica, es el medio de
    transmisión y reproducción cultural, infortunadamente, en
    esta práctica, solamente se transmite y reproduce la
    cultura del grupo minoritario dominante de la sociedad. A
    través de la práctica pedagógica, los
    profesores hacen llegar a la gran mayoría dominada de la
    sociedad, esta cultura que se ha impuesto como la
    única válida para la sociedad en su
    conjunto.

    Por desgracia el magisterio de educación
    básica, no comprende la estructura y
    el significado de su práctica pedagógica,
    está muy lejos de construir conceptos críticos,
    para realizar una práctica crítica, con sentido
    político y cultural, no crítica como la plantea el
    aparato público de poder, pues
    infortunadamente, como dice Giroux: "…la nueva derecha ha
    naturalizado el término crítico mediante un uso
    repetido e impreciso de él, eliminando así sus
    dimensiones política y cultural y
    su potencialidad analítica. Además -sigue diciendo
    Giroux:- a ese término se le ha limitando en su
    significado y se le iguala al de habilidades de pensamiento. La
    enseñanza se ve así reducida a transmitir
    habilidades e informaciones básicas y a santificar los
    cánones de la tradición cultural dominante."
    (MCLAREN; 1997: 53).

    Muy pocos profesores comprenden que la escuela es el
    lugar de concentración de dos tipos de sujetos: profesores
    y alumnos. En este lugar se ponen en acción las culturas
    contradictorias propias de una sociedad dominante; más
    concretamente, en el aula de clases, consciente o
    inconscientemente cada tipo de sujeto representa una cultura,
    razón por la cual es importante que "…los profesores y
    todos aquellos que estén interesados en la
    educación, han de tomar conciencia de cómo la
    cultura dominante funciona, en todos los niveles de la
    enseñanza escolar, como factor de desaprobación de
    las experiencias culturales de las mayorías marginadas."
    (GIROUX; 1997: 47).

    El aula de clases como espacio concreto, es el lugar
    donde se reproducen las desigualdades, y el promotor de
    éstas, es el mismo profesor, quien ejerciendo su poder y
    autoritarismo, establece criterios de clasificación entre
    los estudiantes y establece jerarquías. En este lugar, con
    los criterios arbitrarios de clasificación, se reproduce
    la sociedad clasista; cuando selecciona a los sujetos que mejor
    memorizan y repiten lo que les enseña y los aparta de los
    menos memorizadores y repetidores. "…En el fondo, las escuelas
    no son cosas, sino manifestaciones concretas de reglas y
    relaciones sociales específicas." (GIROUX; 1997: 56). La
    Escuela forma parte de un gran entramado de relaciones sociales
    creadas por el Estado, con
    un gran poder para reproducir aquello que la sociedad dominante
    necesita.

    La Escuela, sobre todo la escuela básica, es el
    sitio obligado al que todo sujeto de cuatro a 12 años de
    edad tiene que acudir, los padres de familia son
    quienes tienen más prisa porque sus hijos lleguen cuanto
    antes a estos lugares, pensando que cuanto más pronto
    lleguen a la escuela aprenderán mejor y saldrán
    también cuanto antes mejor preparados; cuando que en
    realidad, lo que están haciendo es entregarlos
    tempranamente a un proceso de interiorización de valores,
    normas o
    principios de
    conducta, ya que
    como señala Bernstein, citado por Giroux "lo que los
    estudiantes aprenden del contenido formalmente sancionado del
    currículum es mucho menos importante que lo que aprenden
    de los supuestos ideológicos encarnados en los tres
    sistemas comunicativos de la Escuela: el sistema
    curricular, el sistema de estilos pedagógicos de controlar
    la clase, y el
    sistema evaluativo." (GIROUX; 1997: 72).

    Los profesores han pensado que su única
    función es enseñar; como tradicionalmente se ha
    entendido el trabajo de ellos y, de la enseñanza, cumplir
    con los requisitos administrativos, requisitos previos a la
    enseñanza y posteriores a ella; previos, como hacer la
    planeación de la clase en formatos preelaborados; y
    posteriores, como hacer "pruebas
    objetivas" y reportar la calificación a los estudiantes y
    a la
    Administración escolar. Estas acciones, sólo
    con fines administrativos, no académicos, peor aún,
    supeditar lo académico a lo administrativo.

    Tradicionalmente, en el campo de la educación y
    en la formación de profesores, la enseñanza se ha
    entendido como la práctica docente, la enseñanza
    sí es una práctica, pero no docente, es una
    práctica pedagógica, pues la práctica
    docente está muy lejos de ser pedagógica. Lo que
    hace a la enseñanza una práctica pedagógica,
    es la capacidad de promover en los sujetos su proceso formativo.
    La práctica pedagógica es una práctica
    intencionada dirigida a fines concretos.

    Dependiendo de cómo concibe el profesor la
    realidad, así es la manera como realiza su práctica
    pedagógica. La práctica pedagógica es un
    proceso de constitución de conciencias, es la
    incorporación de la cultura a las conciencias
    individuales, es decir, es la conciencia social condensada en la
    conciencia individual. A través de ella, los profesores
    son los difusores y legitimadores de los saberes, que
    seleccionados por el aparato de gobierno, es
    plasmado en los planes y programas de
    estudio de educación básica y de formación
    de profesores.

    La práctica pedagógica cuando se
    transforma en acción concreta se traduce en
    relación pedagógica, la que a su vez se traduce en
    educación; pues "…la educación es el
    conjunto de prácticas sociales consistentes en trasladar
    la conciencia social a las conciencias individuales."
    (COVARRUBIAS; 1995: 22).

    La
    teoría como herramienta para la formación sujetos
    críticos

    En el proceso educativo, la formación
    teórica de los profesores es una de las posibilidades para
    la formación crítica, sin embargo, esta tarea no es
    nada fácil, pues los programas con los que se forman los
    profesores de educación básica, no brindan las
    herramientas teóricas para que ellos utilicen la
    crítica y la reflexión en su práctica
    pedagógica; mas bien, están diseñados como
    dice Giroux: "para crear intelectuales
    que actúen al servicio de
    los intereses del Estado, cuya
    función social primaria se centra en el mantenimiento
    y la legitimación del statu quo. […] De
    ahí que las escuelas funcionen principalmente como
    agencias de reproducción social, que preparan trabajadores
    dóciles y obedientes para el Estado." Sigue diciendo
    Giroux: del mismo modo en que una nación
    distribuye bienes y
    servicios, -es
    decir, lo que podríamos calificar de capital
    material-, también distribuye y legitima ciertas formas de
    conocimiento, prácticas lingüísticas, valores,
    estilos, etc., todo lo cual lo podríamos reunir bajo la
    etiqueta de capital cultural. El concepto de capital cultural,
    representa, además, determinadas maneras de hablar,
    actuar, moverse, vestirse y socializarse que son
    institucionalizadas por las escuelas, pues en ellas se aprende la
    cultura de la sociedad dominante. (GIROUX; 1997: 45).

    Los teóricos educativos de izquierda han
    comprendido que la enseñanza es esencialmente
    política, porque a través de este proceso se
    reproduce o privilegia un discurso particular: el discurso
    hegemónico y, la inmensa mayoría de los profesores
    de educación básica de México, no
    pueden entender estas implicaciones; no alcanzan a comprender las
    relaciones existentes entre la enseñanza escolar y la
    esfera económica de producción capitalista; la mayoría
    de ellos son incapaces de comprender el impacto que su discurso
    cotidiano tiene en los sujetos, ya que su discurso es aprovechado
    por el aparato político de gobierno para reproducir sus
    valores. Si los profesores no son capaces de lo anterior, es
    porque ellos no se han formado teóricamente, es decir, su
    práctica pedagógica es empírica, si acaso se
    han formado con la sola información de los textos, peor aún,
    con la cultura fragmentarista de éstos, a través de
    los fotocopiados, con lo cual sólo se logra "…que
    los alumnos sean más instruidos, pero no conseguirá
    que sean más cultos; cumplirá escrupulosamente con
    conciencia burocrática la parte mecánica del trabajo escolar y el alumno,
    si es un cerebro activo,
    ordenará por su cuenta y con ayuda de su ambiente
    social el ‘bagaje’ acumulado." (MARIATEGUI; 1973:
    38).

    "Desde que surgieron las escuelas normales, a los
    profesores de educación básica, se les
    asignó la función de ‘deber ser’ no la
    de ‘saber’. Se le ha concebido como el sembrador de
    semillas que germinarán; la historia también nos
    señala que el conocimiento ocupa un lugar secundario y
    accesorio, lo importante son las cualidades que el maestro posea
    para convertirse en el guía y orientador espiritual de los
    niños y
    jóvenes […] El ambiente académico que
    caracteriza a los lugares de producción y encuentro con el
    saber, es sustituido en las escuelas básicas y en las
    normales por uno donde predominan el orden y la disciplina, el
    respeto y la
    obediencia a los mayores: maestros, autoridades y padres de
    familia y, por supuesto, el uso del uniforme, ropaje
    simbólico central." (BICCECI; 1990: 143-145). A la
    formación docente se le entiende como el dominio o el
    adiestramiento
    técnico de los profesores en habilidades operativas del
    "saber hacer."

    Esta es una de las explicaciones del por qué a
    los profesores sólo se les capacita para escolarizar y
    socializar a los sujetos, no para educarlos, es decir, la
    función de la escuela básica es la
    escolarización y la socialización, no la educación; en
    la escolarización no importa el conocimiento, lo que
    importa es cómo hacer para que los sujetos cursen un grado
    escolar para poder pasar a otro; "…la escolarización
    representa el sitio social principal para la construcción
    de subjetividades y disposiciones, y un lugar donde los
    estudiantes de diferentes clases
    sociales aprenden las habilidades necesarias para ocupar sus
    lugares específicos de clase en la división
    ocupacional del trabajo." (GIROUX; 1995: 109).

    Si los profesores no se forman teóricamente, no
    podrán comprender las implicaciones políticas
    que tiene su práctica cotidiana, tampoco podrán
    pensar críticamente. Pensar críticamente es
    convertir a la realidad en objeto de reflexión, es
    percibir la esencia del objeto y conocer la forma y el contenido
    del objeto. El pensamiento crítico transforma a los
    sujetos en entes pensantes y activos de su
    conocimiento. Pensar críticamente es considerar a la
    Pedagogía como un proceso en permanente
    construcción, que potencia a los
    sujetos para intervenir conscientemente en su proceso de
    formación.

    Formar sujetos críticos implica distanciarse de
    las prácticas de racionalidad técnica que se
    realiza en las escuelas de educación básica y en
    las instituciones donde se forman profesores para estos niveles
    educativos, ya que este tipo de prácticas no permite
    conocer y explicar la realidad educativa. Formar sujetos
    críticos implica también, revolucionar las
    prácticas pedagógicas que en estos niveles se
    realiza; comprender que toda revolución, como dice
    Gramsci: "…viene precedida de un intenso trabajo de
    elaboración crítica, de penetración
    cultural, de la infiltración de ideas en agregados de
    hombres antes refractarios a la cultura del cambio, ocupados y
    enajenados en resolver sus problemas de
    sobrevivencia de cada día, hora por hora, sólo
    interesados de manera individual en el propio problema
    económico y político, encerrados y entrampados en
    sí mismos, sin desarrollar lazos de solidaridad, con
    los demás que se encuentran en las mismas condiciones."
    (GRAMSCI; 1987: 102).

    Formar sujetos críticos implica también,
    constituir un verdadero proyecto
    educativo que articule el trabajo aislado y parcializado de los
    profesores de un centro escolar; asimismo se requiere combatir
    las actividades aisladas e inmediatistas; es decir, constituir en
    verdadero movimiento de
    revolución pedagógica; pues "…ningún
    movimiento real adquiere conciencia repentina de su carácter de totalidad, sino sólo a
    través de una experiencia sucesiva, o sea cuando toma
    conciencia, gracias a los hechos, de que nada de lo que existe es
    natural (en el sentido inusitado de la palabra) sino que existe
    porque se dan ciertas condiciones, cuya desaparición no
    puede dejar de tener consecuencias." (GRAMSCI; 1975:
    53).

    Formar sujetos críticos implica formar profesores
    críticos, promotores de una práctica
    pedagógica crítica y no de una práctica
    mecánica de transferencia de
    información, profesores que como dice Paulo Freire,
    promuevan que los educandos, se apropien de la
    significación profunda del objeto, pues es la única
    manera como, aprehendiendo el objeto, los estudiantes
    aprenden.(FREIRE; 1978: 79) Implica también formar
    profesores reflexivos, que su pensamiento y su acción
    desarrolle una práctica pedagógica
    crítica.

    Desde luego, hay que reconocer que la reflexión
    no es una tarea fácil, porque se requiere asumir una
    actitud coherente, se exige una disciplina intelectual y una
    disposición para pensar y transformarse a sí mismo
    antes de intentar contribuir a la transformación de la
    sociedad. No puede transformarse a una escuela, si el sujeto no
    se transforma antes a sí mismo.

    Bibliografía

    BICCECI GÁLVEZ, Mirta et al. (Comps.).
    Psicoanálisis y educación, ed.
    UNAM: México; 1990, 204 pp.

    COVARRUBIAS VILLA, Francisco. Las herramientas
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    277 pp.

    FREIRE, Paulo. Pedagogía del
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    GIROUX, Henry A. Los profesores como
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    aprendizaje
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    1997, trad. Isidro Arias. 290 pp.

    GIROUX, Henry A. Teoría y resistencia en
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    GRAMSCI, Antonio. La alternativa
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    1987,

    GRAMSCI, Antonio. Notas sobre Maquiavelo,
    sobre política y sobre el Estado moderno
    ,
    Cuadernos de la cárcel, ed. Juan Pablos: México;
    1975, trad. José M. Aricó. 335 pp.

    MARIATEGUI, José Carlos et al.
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    ed. Movimiento: México; 1973, 183 pp.

    MCLAREN, Peter. Pedagogía crítica
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    , ed.
    Paidós: España; 1997, trad. Pilar Pineda Herrero.
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    SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA.
    Plan de estudios Licenciatura en educación
    primaria
    , ed. SEP: México, 1984.

    SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA.
    Plan y Programas de estudios. Licenciatura en
    educación primaria
    , ed. SEP: México;
    1997. 94 pp.

    Policarpo Chacón Angel*

    *Doctor en Ciencias de la
    Educación por la Universidad
    Autónoma "Benito Juárez" de Oaxaca. Actualmente se
    desempeña como Jefe del Área de Investigación Educativa en la Escuela
    Normal Superior Federal de Oaxaca, México. Clave:
    20DNS0001K. Calle Hornos 1001, Santa Cruz Xoxocotlán,
    Oaxaca, México. Tel/Fax:
    019515172980.

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