- Institucionalización
del Estado Argentino - Las bases del Estado Argentino:
Mitre, Sarmiento y Avellaneda - Bases de la Economía
Primaria Exportadora - Conclusión
- Bibliografía
Consultada
nificada la república después de
Pavón se inició la etapa de la
institucionalización del gobierno nacional
y de los gobiernos de las provincias.
Paralelamente se emprendieron planes de
transformación económica, social y cultural que
dejaron profundas huellas en el
país.
Pero, ¿Cómo era posible que los proyectos de una
minoría se emplearan para encarar la transformación
y modernización del País? Claro está que
antes de esta elite hubo una persona que
tomó las riendas de un gobierno totalmente desvastado
tanto en el aspecto político como económico y
cultural. Fue entonces cuado Justo José de Urquiza se
propuso la conducción del país para logarar
"sacarlo a flote" porque este tremendo Titanic cada vez se
hundía más. Tomó entonces la decisión
más importante y la mejor: sancionar el documento que
institucionalizara a la nación
y fue en 1853 cuando lo hice para dar lugar a la aparición
de la Constitución.
Ahora volvamos a la cuestión anteriormente planteada.
¿Cómo era posible de realizarla? Bien parece que
esta elite había preparado un proyecto con una
serie de objetivos que
beneficiarían al pueblo entero sin dejar de lado a nadie.
Dicho proyecto se caracterizaba por la necesidad de crear un
estado nacional fuerte y esto implicaba:
- Imponer su autoridad a
los gobiernos provinciales. - Extender la soberanía a todo el territorio.
- Garantizar el orden jurídico de la nación.
- Civilizar siguiendo el modelo
europeo. - Fomentar la inmigración.
- Educar a las masas.
- Desarrollar la economía por medio
de la inversión
extranjera. - Dar prioridad a las actividades
agrícola-ganaderas. - Promover obras públicas como ferrocarriles, caminos,
puentes, puertos.
Con todos esos objetivos, lograron en parte, mejorar la
situación y en parte mantenerla. Fue sin duda, Sarmiento
el punto máximo de esta etapa y el que mejor
representó los ideales del proyecto romántico.
Una vez planteado el panorama de la situación que
ubicamos entre los años 1852 y 1880 procederemos a
detallar lo que sucedió analizando tanto la política externa como
interna de él país entre los años
anteriormente expuestos.
Cabe aclarar que en este trabajo se
analiza por separado a cada presidente y se elabora una crítica
a su gobierno, la cual se la presenta en forma de pregunta
retórico o a modo de reflexión.
Capítulo I: La
Institucionalización del Estado Argentino
J. J de Urquiza en el poder
(1852-1862).
Política Interna
Sin ser Urquiza presidente de la confederación, varias
cosas realizadas por el mismo pueden destacarse como positivas.
En este marco podemos incluir: el respeto de
él mismo para con las autonomías provinciales;
reafirmar y ratificar la validez del pacto federal y organizar
constitucionalmente al país. Para este último se
dio lugar al Pacto de San Nicolás de los Arroyos
(31/05/1852), en el cual se estableció: la vigencia del
pacto federal de 1831; reunión de un Congreso General
Constituyente en Santa Fe, abolición de derechos de tránsito
de mercaderías que pasaban de una provincia a la otra y la
creación de cargo de Director de provisorio de la
Confederación Argentina. Este pacto fue ratificado por
todas las provincias con excepción de una: Buenos
Aires.
Finalmente, en noviembre de 1852 Urquiza logró uno de
sus objetivos: el congreso general constituyente, que luego
daría lugar a la Constitución de 1853. La redacción de esta última fue
encargada a Benjamín Gorostiaga y Juan María
Gutiérrez. Incluía basas del liberalismo de
la generación del ’37 y algunos elementos
pertenecientes al federalismo
tradicionalista. Tenía sus bases en Reglamento
Orgánico y estatuto Provisional de 1811, Leyes de la
Asamblea general del año XIII, Estatuto provisional de
1815, constituciones de 1819 y 1826, pactos interprovinciales,
obras de Juan Bautista Alberdi y Esteban Echeverría, y la
constitución de los Estados
Unidos.
Cuando el proyecto fue presentado se manifestaron tanto
discrepancias como coincidencias a la hora de sancionarla. Todos
coincidieron en la forma de gobierno y las libertades expresadas
en el artículo 14 de dicha constitución.
Las discrepancias se manifestaron a la hora de definir la
religión
oficial del país, la capital y la
nacionalización de los derechos de la aduana. La
conciliación llegó pronto y dichas diferencias
fueron modificadas y finalmente aceptadas.
En la constitución se estableció la
organización del gobierno en relación a
los tres
poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
- El Poder Ejecutivo: se estableció que
iba a ser desempeñado por el presidente de la
nación y acompañado por un
vicepresidente. Eran elegidos de forma indirecta y
permanecían seis años en el poder. - El Poder Legislativo: bicameral. La
Cámara de Senadores (dos representantes por
provincia) y la Cámara de Diputados (proporcional
al número de habitantes de cada provincia). - El Poder Judicial: se encontraba integrado
por la Corte Suprema de Justicia y los tribunales
inferiores. Se ocupaban de la justicia
federal.
En cuanto a la obra administrativa durante su gobierno podemos
destacar:
• La creación del Banco
Nacional.
• La creación del proyecto del Crédito Público.
• Abolición de las aduanas
interiores y los derechos de tránsito.
• Mejora del sistema de
correos, caminos y mensajería.
• Habilitación del puerto de Rosario.
• Fomentó el establecimiento de colonias
agrícolas.
• Nacionalizó la Universidad
Nacional de Córdoba, el Colegio Nacional de Montserrat y
el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay.
• Creó nuevos establecimientos para la enseñanza secundaria.
Política exterior.
En relación a la política exterior se
preocupó por lograr que las potencias europeas dieran su
reconocimiento como autoridad legítima de la
nación. Para este trabajo fue encargado Juan Bautista
Alberdi y logró los reconocimientos de Inglaterra,
Francia, Santa
Sede y España. A
demás firmó pactos de libre navegación,
amistad y
comercio con
los gobiernos británico, francés y prusiano.
Si de las relaciones con América
debemos hablar hay que aclara que solo con algunos países
se produjeron acercamientos. Ejemplo son:
- Paraguay: después de la batalla de
Caseros Urquiza reconoció, en nombre de la
Confederación, la independencia de este país. No hubo
acuerdo con los problemas
limítrofes pero si con la libre navegación de los
ríos Paraná, Bermejo y Uruguay. También se
firmaron tratados
comerciales y la paz. - Brasil: en 1856 se firmó un primer
tratado de amistad, paz, comercio y libre navegación de
los ríos. Años más tarde se
añadió a este convenio el libre circular de naves
de guerra.
También se reconoció y ratificó la
independencia de Uruguay. - Chile: se firmó en 1856 un tratado de
comercio por medio del cual se logro postergar la
cuestión de los límites,
pero reconocía los vigentes en tiempo de
dominación española y recurrir a arbitraje de
una nación amiga en caso de desacuerdo.
Crítica de los Autores.
Justo José de Urquiza hizo lo
mejor de si mismo para lograr la unificación del
territorio nacional y eso es algo que no podemos dejar de
mencionar. Entre sus obras de gobierno más sobresaliente
se puede destacar la Constitución Nacional. Mediante este
documento el país sancionó sus deberes, derechos y
obligaciones.
Como negativo podemos mencionar el
no llegar a un Patronato con la Santa Sede o no poder definir las
fronteras con Chile y Paraguay. Pero si
podemos aceptar algo de muchísimo valor que fue
el reconocimiento de la Independencia (de la
Confederación) y autoridad de él por parte de las
potencias europeas, así como los tratados comerciales y de
paz que se firmaron con ellas.
También se le puede criticar
a su política exterior fue el alejamiento y enfriamiento
de las relaciones con la corte de Madrid por
cuestiones poco relevantes. En fin, llegar a un acuerdo con
España en esa época no era beneficioso, porque en
ese entonces encontraba en litigio con sus ex colonias y sumida
en un caos económico.
Finalmente podemos decir que la
política externa en este período (1852-1862) tuvo
su auge y su declive. La política interna tampoco
permaneció ajena a esta situación de altibajos. Las
constantes luchas contra los aborígenes de nuestro
país por la cuestión territorial y los asaltos de
los malones a los fortines no fueron algo poco importante, sino
que al contrario, trajeron consecuencias terribles para la
confederación, como lo fue la muerte de
centenares de soldados y las numerosas pérdidas
ocasionadas tras estos asaltos
Capítulo II: Las Bases del Estado Argentino: Mitre, Sarmiento y
Avellaneda
(1862-1880).
Bartolomé Mitre (1862-1868)
Política Interna
En octubre de 1862 constituye su gabinete nombrando
a:
- Guillermo Rawson en el ministerio del
interior. - Rufino de Elizalde en el ministerio de Relaciones
Exteriores. - Dalmacio Velez Sarsfield en el ministerio de
Hacienda. - Eduardo Costa en el ministerio de Justicia, Culto
e Instrucción Pública. - Juan Andrés Guelly y Obes en el ministerio
de Guerra y Marina.
A él le correspondió la tarea de realizar
una basta cantidad de obras administrativas que no pudieron ser
realizadas durante la presidencia de Derqui. Podemos mencionar
las siguientes obras:
- Reconstrucción de la Corte Suprema de
Justicia. - Reorganización de los Tribunales
Nacionales. - Adopción del Código de
Comercio de Buenos
Aires. - Redacción del Código Penal
- Redacción del Código
Civil. - Reestructuración de los colegios nacionales de
enseñanza secundaria. - Se dispuso la federalización de la Guardia
Nacional Porteña. - Se sancionó la ley de
territorios nacionales mediante la cual se extendió la
soberanía del gobierno nacional sobre los territorios
nacionales existentes fuera de las jurisdicciones provinciales.
Esto obligó a cada provincia a fijar sus límites
interiores.
Dentro de los problemas que este gobierno padeció
cabe mencionar los conflictos con
el indio y más específicamente a la
Rebelión de las montoneras de Vicente Peñaloza y
la Rebelión de los Colorados. La primera
consistió en un levantamiento de los hombres del Chacho
Peñaloza debido a la persecución por parte de las
provincias para con ellos. Consigna de ellos fue: "Viva Urquiza".
Con esto se logró la expansión del movimiento a
san Luis y las sierras de Córdoba. Mitre ordenó a
Sarmiento declarar una guerra de policías para poder
acabar con estos movimientos revolucionarios y así frenar
su expansión. Las tropas nacionales vencieron a las del
Chacho el 20 de mayo de 1863 en Loma Blanca. Como consecuencia de
la derrota estallaron más levantamientos (en Catamarca y
Córdoba) que expresaron el apoyo de éstos para con
el caudillo riojano. Peñaloza apoyó en movimiento
cordobés pero fue nuevamente derrotado en Las Playas el 20
de junio de 1863. Finalmente fue capturado y
ejecutado.
La Rebelión de los Colorados fue un
movimiento federal que s e manifestó contrario a la
alianza de nuestro país con Brasil en la
guerra del Paraguay. Tuvo su inicio en Mendoza en 1866 y desde
aquí se expandió a todas las provincias
cordilleranas. Sus principales jefes fueron Juan de Dios Videla
(Mendoza) y Felipe Saá (San Luis).
Política Externa.
Con el presidente mitre se iniciaron las
relaciones exteriores del país unificado. Su
política exterior tenía bien en claro:
- Dejar de lado toda posibilidad de una
política de unión americana que implicara fijar
una posición antieuropea. - Frenar la expansión chilena en el sur y
finalmente fijar las fronteras de la Patagonia. - No intervenir en asuntos que tuvieran lugar en el
Pacífico para así privilegiar las relaciones
por el Atlántico. - Mantener la hegemonía argentina en el
Río de la Plata. - Buscar puntos de apoyo en Europa,
estrechando los vínculos con Gran
Bretaña.
Durante su presidencia se puso fin al conflicto que
había con España sobre la nacionalidad
de los hijos españoles que nacieron en nuestro
país. En 1863 se firmó el Tratado de Paz,
Reconocimiento y Amistad entre Argentina y
España.
En 1864 se reunió en Lima un Congreso Americano
al que concurrieron representantes de Chile, Perú,
Colombia,
Bolivia,
Venezuela y
Guatemala, con
el objeto de excluir a los Estados Unidos. Anteriormente
había sido firmado en Tratado Continental en 1856, por el
cual se pretendía protege la soberanía americana de
cualquier agresión europea. Durante este tiempo se
invitó a todos los países del continente a que
tomaran parte del mismo. Siguiendo las bases de su
política, el presidente Mitre fijó la
posición del gobierno respecto al tema en cuestión.
Estableció la no adhesión al Tratado Continental de
1856 diciendo que la República Argentina se encuentra
identificada con Europa hasta lo más que es posible.
Rechazó los postulados de la unión americana y, en
general, todo intento de comunidad
hispanoamericana. Dijo que los estados americanos debían
bastarse a si mismos y buscar auxilio según los intereses
de cada país. Con relación al congreso de Lima,
ordenó la retirada del entonces representante argentino
(Sarmiento).
Al mismo tiempo el gobierno argentino fija su
posición en torno a un
conflicto que tenía parte cerca de su territorio (la
Guerra del paraguay). El gobierno nacional proclamó una
posición neutral frente al conflicto oriental. Sin embargo
firmó un protocolo que
permitía la intervención brasilera en Uruguay y el
cual dio ciertos privilegios que al gobierno del Paraguay no le
sentaron bien y reaccionó tomando territorios del litoral.
Como consecuencia inmediata, la Argentina ingresó en la
guerra.
Crítica de los Autores.
El gobierno de Mitre tuvo sus puntos
altos y bajos. Cabe mencionar a la firma de convenios con
España (en política externa) como uno de los
aspectos más favorables de este período. Sin
embargo, se pensaba que tras la unificación del
país los conflictos internos iban finalmente a concluir y
sabemos que esto es equivocado. Hubo dos levantamientos federales
que manifestaron el rechazo de los caudillos locales hacia los
lineamientos de la política del gobierno de la
época. Dichas revoluciones acabaron con ejecuciones que
fueron, en cierto modo, no una solución a los problemas
sino, más bien, una forma de incentivar a su
propagación.
Y nosotros pensamos, ¿Para
que condenar a un caudillo local sabiendo que empeorarían
la situación de las regiones que este último
tenía influencia? ¿No hubiera sido mas fácil
llegar a negociaciones si muerte? En
fin, cada quien es dueño de sus decisiones y hace de ellas
lo que quiere. Pero esto no significa que pueda pasar por encima
de las de otros porque como bien conocemos: "los derechos de uno
terminan donde comienzan los de los otros". Y el mero hecho de
eliminar a alguien porque no tiene la misma forma de pensar que
uno tiene no le autoriza a quitarle la vida para asegurar su
permanencia en el poder. Entonces le preguntamos al Sr. Mitre:
¿Qué fue lo que le llevó a tomar tal
decisión? ¿Nunca pensó en las consecuencias
a futuro?
Nos encontramos favorable a la
decisión del entonces Presidente de la Nación para
rechazar los postulados del Tratado Continental de 1856. Nos
parece que ha sido una opción muy inteligente, ya que el
continente en si no estaba preparado para asumir los
desafíos que una alianza de semejante envergadura trae
consigo. Igual opinión merece la Guerra contra el
Paraguay. Solamente debíamos participar si
recibíamos alguna agresión a nuestro territorio. NO
estábamos en condiciones de andar protegiendo a una pseudo
nación que se creía capaz de ser independiente y a
la vez se encontraba preparada para administrarse por si misma.
Entonces nos cuestionamos, ¿para que la Banda Oriental
declaró su independencia si era incapaz de velar por ella?
¿No le hubiera convenido buscar un protectorado de una
potencia o de
algún estado vecino y así haber evitado semejante
desastre en el Río de la Plata?
En fin, el gobierno de Mitre hizo lo
que pudo para que el país creciera pero me parece que esos
esfuerzos no fueron lo suficientemente útiles para que se
cumplieran todos los objetivos que su política
tenía.
Concluyendo, decimos que el gobierno
de Mitre se lleva nuestra aprobación porque tomó
tres decisiones, de las cuales dos fueron muy inteligentes y una
fue errónea. Y con esto hacemos referencia al rechazo del
hispanoamericanismo y la no intervención en la Guerra del
Paraguay. En cuanto a la errónea, nos pareció algo
"bárbaro" el hecho de eliminar a uno que no piense de
igual forma que quien se encuentra al mando lo
hace.
Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874)
Política Interna
Durante la Presidencia de Sarmiento fueron sancionada
mas de 400 leyes, muchas de ellas proyectadas y redactadas por el
propio presidente. Esa cifra da una idea del esfuerzo innovador
que Sarmiento, quien llevo adelante su programa no
obstante la oposición que tuvo en el Congreso y las
dificultades originadas en la guerra del Paraguay y las
sublevaciones interiores.
Cuando el presidente conoce los resultados del primer
censo nacional encuentra que existen el país más de
un millón de analfabetos. Además de la falta
escuelas y maestros. De ahí su programa de fundaciones,
compartido con su ministro de Educación,
Nicolás Avellaneda.
En Junio de 1870 crea la primera Escuela Normal,
la de Paraná, cuya dirección será ejercida por el
pedagogo estadounidense Jorge Alberto Stearns, un egresado de
Harvard, elegido por la señora María Mann. En Enero
de 1873 funda la Escuela normal de Tucumán, paralelamente,
con la colaboración de la misma señora de Mann,
contra 65 maestras norteamericanas para incrementar la
enseñanza primaria. Así mismo, instala colegios
nacionales en San Luis, Jujuy, Santiago del Estero, Rosario y
Corrientes.
En Marzo de 1870 su ministro Avellaneda amplia el
plan de
estudios secundarios de cinco a seis años; crea escuelas
agrícolas y también anexos de agronomía en
algunos de los colegios nacionales. En 1872 se instituye la
enseñanza profesional y practica de la agronomía,
con un curso preparatorio u cuatro superiores.. En San Juan y
Catamarca se crean cursos de ingenieros en minas y museos de
mineralogía. En 1869 se incorpora la enseñanza de
la taquigrafía en el colegio Nacional de
Buenos Aires. En los niveles universitarios, el gobierno de
Sarmiento dispone la creación de la Facultad de Ciencias
Exactas de Buenos Aires y la Academia de Ciencias
Naturales de Córdoba. La obra no termina allí:
abre escuelas nocturnas para obreros, subvenciona escuelas
ambulantes para que reciban instrucción los niños
de apartados lugares, y el número de escolares aumenta de
30.000 a 100.000. También, se reparten logros a crean
bibliotecas
populares, puestas bajo la dirección de una
comisión protectora.
Le toco al gobierno de Sarmiento promulgar el
Código Civil cuya redacción había sido
encomendada a Vélez Sarsfield durante la anterior
presidencia. Las vías férreas fueron prolongadas en
750 kilómetros, y el telégrafo a todas las
provincias. El cable submarino puso al país en comunicación con los Estado Unidos y con
Europa. Fueron mejorados los servicios de
posta y nacionalizado el sistema postal. También se
proyecto la construcción del puerto de Buenos Aires,
obra que fue confiada al ingeniero Fernando de
Lesseps.
Para difundir los progresos alcanzados por el
país y promover nuevas industrias,
Sarmiento organizo la exposición
de Córdoba, y en la misma ciudad inauguro el Observatorio
Astronómico, uno de sus proyectos mas queridos. En la
ciudad de Buenos Aires creo el parque de Palermo, sobre el predio
que ocupo la presidencia del general Rosas.
Política Externa
Respecto de la Patagonia reiteramos que Sarmiento no
entrego ni una pulgada de territorio a Chile, ni siquiera el
Estrecho y solo se comprometió a reconocer la
posesión de Punta Arenas, por la anterior ocupación
chilena y como herencia
política del desacierto de sus antepasados. Sarmiento
reafirmó la soberanía argentina en los parajes del
Sur, en disputa con Chile, conformando un plan de
adquisición de tierras fiscales para aplicarlas a la
inmigración. Completo lo actuado con diversas concesiones
a los particulares
Comenzó a poblar la Patagonia, que quiso que
fuera verdaderamente argentina y para siempre. Por ello en 1873
envío el buque Escuela General Brown, y al año
siguiente el bergantín Rosales, para tomar posesión
de la zona, especialmente bien al sur, y consecuentemente
proceder a estudiarla. A demás creo las gobernaciones de
Patagonia y Magallanes. Organizó la primera escuadra
moderna y creó la Escuela Naval. Otorgó concesiones
para poblar y colonizar esta región del
país.
Ante la eventual guerra con Chile, dichos países
norteños conformaron un Tratado secreto defensivo –
preventivo.
Era evidente que si la Argentina intervenía
solidarizándose con dicho Tratado, Chile quedaría
en inferioridad de condiciones, lo que anularía las
pretensiones de conquistar Antofagasta. Sarmiento resolvió
solidarizarse con la Alianza Peruano – boliviana y para
ello envió un mensaje a ambas Cámaras Legislativas,
obteniendo la aprobación en Diputados, no así en el
Senado dominado por Mitre, cuyos integrantes cajonearon dicho
mensaje, por lo que el tema ni siquiera fue tratado.
Debió, entonces, dirigir a la Alianza una nota de
fría adhesión.
Asunción cayó tres meses después de
asumir Sarmiento la presidencia. Tomada esta ciudad y muerto
López, Brasil no la desocupo, permaneciendo sus fuerzas
sin término en el territorio paraguayo, mientras las
tropas argentinas regresaban del teatro de
operaciones.
El delegado argentino, doctor Quintana, ante actitudes
violatorias por parte del brasileño Barón de
Cotegipe, ofendido regreso a Buenos Aires como muestra de
desagrado. Esta circunstancia fue aprovechada por él para
convertir al Paraguay en un protectorado brasileño,
anulando los derechos argentinos de soberanía sobre el
Chaco Boreal y presionando al Paraguay para que reclamara dicho
territorio. La partida de Quintana apuro el fracaso de nuestro
país en los debates subsiguientes.
El ministro de Relaciones exteriores Argentino, Mariano
Varela, para atacar sutilmente a Brasil pronuncio su celebre
proclama revolucionaria de que "… La victoria no da
derechos…"
Esta frase tergiversada por Brasil, fue aprovechada para
incitar al Paraguay a no devolver el chaco Boreal. Por ello
debió irse a un arbitraje, que dirimió EEUU y que,
tendenciosamente, fallo a favor de Paraguay por intrigas de
Río de Janeiro. Así la victoria no daba derechos a
nuestro país y daba todos los derechos al
Brasil.
Crítica de los Autores
La mención de la
caracterologia de Sarmiento y el proceso previo
integral hacia la presidencia, ha evidenciado a un hombre que
reunía una suma de virtudes que le permitieron garantizar
el éxito
en la conducción del país, en los difíciles
momentos en los que le toco actuar, especialmente ante las luchas
fratricidas, la tirantez con Chile, y la herencia final de la
Guerra del Paraguay. Debemos subrayar que la política
Sarmiento fue claramente positiva en cuanto nos referimos que
prevalecer los intereses vitales Nacionales, defendidos por una
política clara de prevalecía de lo internacional
sobre lo interno. Esto significo en síntesis,
fortalecer lo interno para imponer su voluntad
internacional.
Fue un activísimo
defensor de la Soberanía Nacional. Para ello manejo con
singular talento e impulso responsable las constantes políticas
internacionales. Busco la Unidad Nacional basada especialmente en
la cultura, base
de toda política positiva. Comprendió que todo
pueblo culto, puede generar con holgura el Ser Nacional y generar
una positiva Identidad
Nacional.
Incansable defensor de la
Integridad Territorial, e intrépido en ir a la guerra si
el honor de la República se lo exigía. Por ello
preparo adecuadamente al País, constituyendo fuertes y
adecuadas Fuerzas Armadas, únicos medios con que
se es capaz de responder a una disuasión o guerra si
así lo exigiera la dignidad
Patria.
Por todo lo señalado
y como conclusión final debemos proclamar que Sarmiento
fue un verdadero estadista, que termino con la
politiquería, con los nepotismos, amiguismos, y otros
compromisos, verdaderos cánceres de la grandeza
nacional.
Sirva su ejemplo, hoy y para
siempre, para que nuestra querida Patria vuelva a ocupar el lugar
de liderazgo que
ostento a fines del siglo XIX, que tanto enorgulleció a
las generaciones pretéritas, para que nuestra juventud tome
el testimonio de deber hacia la grandeza que debemos
reconquistar.
Nicolás Avellaneda
(1874-1880)
Política
Interna.
La presidencia de Nicolás Avellaneda constituyó
un período de estímulo y progreso en la agitada
historia
argentina del siglo XIX. Destacó por su labor
conciliadora entre las diversas facciones en que se
dividía la vida política del país.
En el primer gabinete ministerial sobresalía la figura
de Adolfo Alsina, a cargo de la cartera de Guerra y Marina y
quedó completo con Simón de Iriondo, en Interior;
Félix Frías, en Relaciones Exteriores; Santiago
Cortínez, en Hacienda; y Onésimo Leguizamón,
en Justicia, Culto e Instrucción Pública.
El nuevo presidente debió abocarse a resolver una
apremiante crisis
económica que no tenía precedentes en el
país. Los problemas internos habían deteriorado la
economía nacional, los títulos argentinos
disminuyeron su valor a cifras alarmantes, en tanto que el
presupuesto
nacional exhibía un déficit de 13.000.000 sobre un
total de 16.000.000 de pesos de oro de
entradas.
El presidente comenzó por reducir considerablemente el
presupuesto nacional, los sueldos de la administración
pública fueron disminuidos en un quince por ciento, en
tanto que un alto número de empleados fueron dados de
baja.
Las erogaciones de la deuda externa
constituían una carga casi imposible de solventar, a tal
punto, que se aconsejó al presidente la transitoria
postergación del pago.
El incremento de la explotación cerealera
produjo un excedente de trigo, iniciándose la exportación hacia Europa. Igualmente otros
frutos, provenientes en su mayoría de las colonias
agrícolas, tuvieron salida al exterior por primera
vez.
Un acontecimiento que habría de variar fundamentalmente
la fisonomía agropecuaria argentina fue la
exportación de los primeros lotes de carne
enfriada. En 1876, llegó a Buenos Aires el transporte
Le Frigorifique, con un sistema que mantenía la
carne a OºC. Un año después arribó otro
barco, Le Paraguay, equipado según una nueva
técnica que conservaba la carne a – 30ºC, lo cual
aseguraba mejor resultado de conservación. El invento fue
perfeccionado y aprovechado por los ingleses planteándose
una nueva perspectiva: la iniciación de un flamante y
grandioso mercado de carne
congelada por muchos años base fundamental de la economía
argentina.
Con esta nueva perspectiva, el intercambio comercial argentino
acusó los primeros saldos favorables para el país.
En materia
ferroviaria se continuó el ritmo iniciado en las
presidencias anteriores. Córdoba y Tucumán quedaron
unidos a través de ese medio. Se creó el
Departamento general de Inmigración,
anotándose la entrada de casi 250.000 inmigrantes
amparados en una nueva ley dictada al efecto.
Luego de los sucesos derivados de la revolución
de 1874 los partidos se miraban con profundo recelo. Los
mitristas habían proclamado la abstención
cívica y la prescindencia en los asuntos oficiales.
Avellaneda se dispuso a conseguir la conciliación
nacional. A tal fin propuso la amnistía de los
revolucionarios del 74 lo cual derivó en el acercamiento
de los mitristas. El presidente logró que tanto Adolfo
Alsina como Mitre -irreconciliables adversarios- se avinieran a
la política de conciliación a la que se sumó
el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos
Casares.
Durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, el
ministro de la Guerra, Dr. Adolfo Alsina, propició,
en 1876, la construcción de una zanja para contener
los malones. Como la clave del éxito de la indiada estaba
en el ataque sorpresivo y en la rapidez de la huída, la
presencia de la zanja inutilizaría ambos procedimientos e
impediría, además, el robo de grandes arreos de
ganado. Dicha zanja -medía 3 metros de ancho por 2 metros
de profundidad y estaba complementada por un talud-
cubriría la frontera desde
Bahía Blanca hasta el Sur de Córdoba. El proyecto
abarcaba una extensión de más de 600
kilómetros, pero sólo se construyeron 374. La empresa fue
muy criticada por los que abogaban por una política
ofensiva contra el indio; sin embargo, los resultados fueron
relativamente positivos, por cuanto permitió retrasar el
ataque y la posterior fuga del malón. Esta obra se
integró con la excavación de trincheras,
fundación de nuevos fortines y el establecimiento de
avanzadas fijas, así como con la celebración de
tratados de paz con los indios.
La muerte de Alsina (1877) interrumpió el proyecto. En
su lugar, el nuevo ministro de la Guerra, general Julio A.
Roca, llevo adelante su plan inspirado por una
política ofensiva y total contra la indiada.
La empresa de Alsina
no brindó los resultados óptimos esperados, porque
los indios no respetaron los actos e insistieron es sus
depredaciones. Por lo tanto fue necesaria la organización
de una campaña punitiva que los desplazase de los campos
en donde se habían asentado.
El gobierno solicitó -en 1878- del Congreso, la
autorización de los fondos necesarios para continuar la
conquista del desierto. El proyecto de Roca comprendía el
sometimiento de los indios y el exterminio de los malones hasta
alcanzar los últimos confines del territorio
patagónico. El mensaje elevado al Congreso desarrollaba
los argumentos esgrimidos por Roca y demostraba la necesidad de
esta ofensiva. Se sumaron a aquéllos, la eficacia probada
de los fusiles remington -que constituirían el armamento
de los veteranos integrantes de la campaña- y las 1500
leguas de tierra por
rescatar -que engrosarían el patrimonio de
la República.
Este plan logró:
- Resolver el problema del indio.
- Acabar con la amenaza de los malones.
- Finalizar la erogación que demandaba el mantenimiento de las líneas de
frontera. - Fundar reducciones para los indios sometidos.
- Adquirir conocimiento
de regiones antes inexploradas. - Favorecer la economía nacional con el tendido de
vías férreas. - Ganar 15.000 leguas de tierra para el patrimonio
nacional. - Iniciar la colonización del interior mediante el
fomento inmigratorio. - Se dedicaron muchas zonas para la agricultura
y para la explotación ganadera.
Política Externa
Durante su presidencia se produjeron incidentes con la armada
chilena, ya que esta última apresó barcos
británicos que cargaban guano de las costas de la
Patagonia.
El presidente Avellaneda se propuso no admitir los actos de
soberanía chilena en el atlántico y decidió
no entregar a arbitraje la Patagonia argentina. Dio la orden a la
escuadra de partir al sur y posicionarse en ambas márgenes
del río Santa Cruz. En 1877 el comodoro Py organizó
la subdelegación Marítima de Santa Cruz.
Dos años más tarde se desató un conflicto
en el noroeste del país: La guerra del pacífico, la
cual enfrentó a Chile con Perú y Bolivia por la
disputa de territorios satélites
y una salida al pacífico. Argentina, requerida por estos
últimos, se mantuvo neutral y aprovechó el momento
para afirmar sus derechos sobre la Patagonia; ordenó el
avance hasta el Río Negro, de donde se desprendieron las
avanzadas hacia el sur que aseguraron la soberanía
argentina en la región.
Crítica de los Autores.
Avellaneda no fue un político
consumado, pues creía excesivamente en la fuerza de las
ideas, y mucho menos un caudillo popular. Pero fue un hombre
íntegro, que nunca albergó rencores
profundos.
Liberal, con una gran
formación humanista y una enorme afición por, las
letras, Avellaneda se dispuso a gobernar con firmeza pero sin
violencias.
Avellaneda sintetizó su
concepción política con una afortunada frase: "Nada
hay dentro de la nación superior a la Nación
misma".
La crisis financiera de los
años 1875 y 1876 colocó en una situación
difícil a su gobierno. Para conjurarla, se redujeron los
empleos públicos y se disminuyeron los sueldos. Como las
medidas no dieron el resultado esperado, Avellaneda
extremó su política de austeridad.
En materia internacional, Avellaneda
resolvió definitivamente la cuestión con el
Paraguay y respaldó a su canciller, Bernardo de Irigoyen,
cuando éste reaccionó patrióticamente ante
la descomedida actitud del
banco de Londres.
Avellaneda estimuló y
apoyó los planes de su ministro de Guerra y Marina, Adolfo
Alsina, para extender las fronteras con el indio.
Sin embargo, pese a sus
propósitos de unidad, el último período de
su mandato se vio empañado por la cruenta lucha entre las
autoridades nacionales y los revolucionarios porteños. Los
antagonismos políticos y la federalización de
Buenos Aires encendieron la chispa de la guerra civil. Puesto en
la disyuntiva de definirse, Avellaneda se inclinó por Roca
y llevó adelante el proyecto de federalización de
Buenos Aires.
Capítulo III: Las Bases de la
Economía Primario Exportador.
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El período 1862-1880 marcó la
unificación definitiva de la República Argentina
bajo los principios de la
tan ansiada Constitución. A la vez, estos gobiernos
recibieron amplia influencia del liberalismo y la manifestaron en
la mayoría de los aspectos de sus mandatos.
En el transcurso de las presidencias el estado fue
institucionalizándose e impuso su autoridad a los sectores
que se le oponían en su accionar. Los federales del
interior y el pueblo indígena fueron los grupos más
castigados.
Los enfrentamientos armados fueron la solución
para concluir con los problemas nacionales. Los levantamientos
federales fueron sofocados, la cuestión de la
capitalización resuelta y la Campaña del Desierto
expandió la influencia de los gobiernos más
allá de las fronteras fijadas en los anteriores
tiempos.
En fin, podemos decir que hubo una serie de logros que
contribuyeron al desarrollo del
país y cabe mencionar a:
- La institucionalización del
estado. - La sanción de la
constitución. - El fijar las fronteras internas y
externas. - Expandir el territorio para mejorar la productividad.
- Impartir la
educación a la población.
- FLORIA, Carlos Alberto; GARCÍA BELSUNCE, Cesar
A.; Historia de los Argentinos, Buenos Aires, Larousse,
2001. 1069 p. - RINS, Cristina; WINTER, María Felisa; La
Argentina. Una Historia para pensar
1776-1996, Buenos Aires, Kapelusz, 1996. 543 p. - VÁZQUEZ de FERNÁNDEZ, Silvia; El
Mundo, América, La Argentina. Desde el siglo XV hasta
fines del siglo XIX, Buenos Aires, Kapelusz, 1998. 300
p. - http://alipso.com/monografías/sarmiento
- www.monografias.com/trabajos/
navellaneda/navellaneda - http://www.sarmiento.org.ar/conf_MOSQUERA2.htm
- http://www.pais-global.com.ar/html/argentina/presidencias/presi02.htm
Marcos Imberti