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Valoración, registro contable y gestión del capital intelectual: un enfoque práctico




Enviado por abilio



    1. Resumen
    2. Desarrollo

    RESUMEN

    Cuando se liquida una empresa o se
    discute la participación en un negocio conjunto, es
    común enfrentarse al dilema de que el capital financiero
    que se aporta no es suficiente criterio para la posterior
    distribución de los dividendos. Una posible
    solución a esta cuestión sería el registro
    en los libros de
    contabilidad
    del capital
    intelectual de la
    organización.

    Diferentes autores han abordado el tema desde diferentes
    enfoques. Aquí se brinda un método de
    valoración, registro y gestión de este capital
    basado en un modelo del
    propio autor, publicado en varios sitios y revistas en Cuba y el
    extranjero.

    La esencia del método consiste en la
    capitalización de gastos y de
    costos
    decrementales que conforman fuentes de
    valor futura
    para la empresa. Se
    incluyen además indicadores de
    eficiencia y
    competitividad
    del capital intelectual.

    Desarrollo

    Cuando se liquida una empresa o se
    discute la participación en un negocio conjunto, ya sea
    por acciones o de
    producción cooperada, es común
    enfrentarse al dilema de que el capital financiero que se aporta
    no es suficiente criterio para la posterior distribución
    de los dividendos.

    Esto será relativamente importante en dependencia
    del sector económico de que se trate y se hace decisivo en
    el caso de las llamadas organizaciones
    del conocimiento
    cuyos activos
    fundamentales son intangibles, tal es el caso de las empresas de
    software,
    consultoras y de investigación, por mencionar sólo
    algunas.

    Si el capital intelectual se reconociera o estuviera
    reflejado en nuestros libros de contabilidad el proceso
    sería mucho más sencillo, pero la práctica
    contable internacional ha evitado el asunto por su carácter tan controversial.

    Ya se ha hablado de las limitaciones e insuficiencias de
    la contabilidad tradicional para incorporar el capital
    intelectual al balance de la empresa y se han propuesto métodos de
    medición de activos intangibles por varios
    autores, enmarcados en lo que se ha dado en llamar la nueva
    economía o
    economía de la era del conocimiento.

    El Goodwill como método de medición, si
    bien caracteriza realmente el valor de una empresa según
    el mercado y desde
    este punto de vista es un buen indicador, también es
    cierto que puede estar afectado por las acciones especulativas y
    que su exceso de dinamismo hace que tendría que estarse
    avaluando diariamente el capital intelectual lo que de hecho
    resulta poco práctico a los ojos de la contabilidad
    tradicional.

    La rentabilidad
    sobre activos (ROA) en exceso con respecto a la media de la
    industria,
    tiene el inconveniente, al contrario del primero, de la demasiada
    estabilidad, y aunque resulta muy adecuado para tomar una
    fotografía del valor del capital
    intelectual en un momento dado, lo cierto es que no caracteriza
    su dinámica ni su valoración
    periódica, con lo que también se opone a lo
    comúnmente aceptado por la contabilidad
    tradicional.

    Otros métodos de valuación estudiados y
    aplicados por algunas importantes compañías son el
    MCM (Método de Capitalización del Mercado)
    (Mohammed 2002) que corrige los inconvenientes del Goddwill pero
    tiene los mismos inconvenientes que el ROA, mientras que el DIC
    (Capital Intelectual Directo) (Mohammed 2002), aunque es el
    más exacto y está avalado por Skandia, resulta
    demasiado complejo para compañías menores y
    demasiado costoso de implementar.

    En artículos anteriores en que abordamos el tema
    propusimos un modelo para registrar este capital intelectual.
    Decíamos entonces que considerábamos el mayor
    obstáculo para su implementación el hecho de que
    las normas de
    contabilidad exigen que para que se pueda reconocer en el balance
    un activo intangible, ha de ser probable que fluyan a la empresa
    beneficios futuros atribuibles a él y que para satisfacer
    este criterio la empresa debería demostrar la forma
    esperada en que el activo intangible incrementará el flujo
    de entrada de beneficio.

    Es justamente este concepto el que
    pretendemos retomar para plantear una hipótesis de un posible registro del
    capital intelectual con un nivel de certeza razonable.

    Como punto de partida es importante establecer una
    clasificación uniforme de los activos
    intangibles.

    A partir de estudiar los diferentes modelos
    tenemos que la clasificación de los intangibles es muy
    semejante en unos y otros. Sveiby (1996), Bontis (1996), Saint
    – Onge (1996), Modelo Intelect (1998), Dow Chemical (1998),
    Nova (1999) coinciden en tres agrupaciones: capital humano,
    relacional y estructural; con algunas variaciones en los nombres,
    del relacional: social, clientes y del
    estructural: desempeño, organizativo.

    Por su parte el Skandia (1996) y el de Dragonetty Roos
    (1998) consideran al estructural y el relacional en uno solo en
    un primer nivel jerárquico, y en un segundo nivel
    desglosan al estructural en capital de innovación y capital de procesos. Este
    enfoque de innovación es tenido en cuenta además
    por Sveiby al definir los indicadores y por el Nova al
    considerarlo como un capital aparte a los tres
    mencionados.

    A los efectos del método que aquí se
    propone, la clasificación más apropiada es la del
    modelo de Technology Broker de Annie Brooking (1996)

    • Activos humanos
    • Activos de mercado
    • Activos de propiedad
      intelectual
    • Activos de infraestructura

    Activos humanos: Capacidad de aprender y utilizar
    el conocimiento a partir de las competencias y
    motivaciones de las personas.

    Valorar en dinero las
    competencias de las personas puede resultar inaceptable para
    mentes demasiado ortodoxas, pero si ya aceptamos que el Derecho
    Legal y las instituciones
    aseguradoras valúen la vida de una persona o las
    diferentes partes del cuerpo humano,
    por razones prácticas e independientemente del matiz
    humano o sentimental de lo que esto significa, por iguales o
    mejores razones prácticas hemos de aceptar que las
    competencias de las personas se valoren en dependencia del aporte
    que signifiquen para las organizaciones que las
    emplean.

    Activos de mercado: Los que proporcionan una
    ventaja competitiva en el mercado: marcas, lista de
    clientes, capacidad de colaboración, cartera de productos.

    Activos de propiedad
    intelectual: Valor adicional que supone para la empresa
    la exclusividad de explotación de un activo: patentes,
    copyrights, derechos de diseño,
    secretos comerciales, know how.

    Activos de infraestructura: Incluye las
    tecnologías, métodos y procesos que permiten que la
    organización funcione: filosofía de
    negocio, cultura de la
    organización, sistemas de
    información.

    La ecuación de la contabilidad se escribe
    entonces tal como sugiere Mantilla (2000):

    Recursos (activos intangibles + activos tangibles) =
    responsabilidad + capital
    intelectual

    Al modelo contable propuesto anteriormente por el autor
    se le incluyen las variaciones que provoca la aplicación
    de este método:

    Para ver el cuadro seleccione la
    opción "Descargar" del menú
    superior
    Bajo este enfoque, es importante establecer dos
    precisiones:

    • el capital intelectual + el capital contable dan el
      valor de la empresa, no su precio. El
      precio de compra-venta o su
      valor en bolsa, sigue estando influido por la
      especulación, la relación ofertademanda y
      los demás mecanismos de mercado.
    • hay que diferenciar entre los activos intangibles y
      los indicadores de
      gestión de esos activos, cuestión esta no
      completamente dilucidada en la amplia biografía que puede consultarse sobre el
      tema.

    En el caso de los activos intangibles no nos referiremos
    a los de propiedad intelectual que la contabilidad tradicional ya
    admite sean reflejados en libros cuando se adquieren o se ha
    tenido que pagar algo por ellos, sino que pretendemos demostrar
    que otras fuentes de valor importantes para la
    organización también pueden adaptarse al requisito
    sine qua nom de que se pueda demostrar los flujos futuros
    de efectivo y de que su medición pueda realizarse con
    relativa facilidad.

    I Activos de mercado

    • Mercado: Valor del mercado real expresado en la
      contratación actual.
    • Proveedores: Importe que reporta las condiciones
      diferenciadas de suministro en relación con el mercado
      convencional (plazos de pago, descuentos, intereses de créditos comerciales y otros) y que
      representan los desembolsos que no será necesario
      realizar.
    • Gobierno: Importe que representan las bonificaciones,
      prioridades, subvenciones y subsidios estatales.
    • Fisco: Importe que representan las bonificaciones y
      exenciones tributarias.
    • Banco: Ahorros en el costo del
      dinero por intereses favorables, períodos de gracia,
      plazos de pago.
    • Imagen: Gastos de promoción y publicidad.

    II Activos de infraestructura

    • Infraestructura externa: Posible ampliación
      del mercado gracias a la infraestructura exterior:
      ferrocarriles, líneas de comunicación, ancho de banda así
      como los ahorros de gastos a partir de contar con esa
      infraestructura.
    • Infraestructura interna: Ahorros de gastos gracias a
      nivel de informatización, cambios organizacionales,
      medidas organizativas. Cuando se realizan proyectos de
      este tipo se realizan estudios de factibilidad
      donde se calculan los beneficios que se derivan de los
      cambios.

    III Activos humanos

    • Capacitación: Gastos de capacitación: de habilitación y de
      desarrollo
    • Valor de la fuerza de
      trabajo:
      Salarios
      pagados por encima de la media del sector, beneficios a los
      empleados (seguros
      médicos, condiciones especiales, bonos)
    • Motivación: Salarios que
      corresponderían a horas extras no
      reclamadas.

    Todos estos intangibles son medibles y verificables
    mediante acciones de control, que es
    requisito básico que sigue la Contabilidad para el
    registro, siendo condición importante su
    trazabilidad.

    En relación con el tratamiento contable se pueden
    clasificar en dos grandes grupos:

    • Gastos capitalizables
    • Costos diferenciales (decrementales o
      incrementales)

    Para los gastos capitalizables el método que se
    propone se basa en determinar el valor actual neto de los flujos
    de caja futuros atribuibles a los intangibles y que de una u otra
    forma serán resultado de desembolsos anteriores que no han
    sido capitalizados.

    El costo de promoción y publicidad es
    quizás el ejemplo más importante. Los rendimientos
    que se obtienen como consecuencias de campañas de
    promoción y publicidad, por lo general no aparecen en los
    períodos en que se hacen los gastos, especialmente cuando
    el resultado de esa campaña es la formación de una
    imagen y una
    clientela más o menos permanente.

    A menudo las empresas gastan sumas considerables en el
    desarrollo de
    sus recursos
    humanos, en la atención al personal, en
    establecer agencias de ventas,
    estudiar métodos de distribución, estudiar nuevas
    formas de publicidad e investigación
    de mercados, en la reorganización de las estructuras,
    la informatización de los sistemas y la automatización de los procesos, de modo que
    las ventajas que se derivan de esta clase de
    gastos puede convertirse en una ventaja competitiva que
    incrementa significativamente sus utilidades a mediano
    plazo.

    Así pues en este grupo se
    ubicarían los activos de imagen, de infraestructura
    interna y de capacitación.

    Para los costos diferenciales, se puede determinar su
    decremento por peritaje.

    El registro contable sería:

    Activo intangible

    contra

    Capital intelectual

    La cuenta de activo intangible debe abrirse por cada
    tipo de activo. La cuenta de capital intelectual debe ser tratada
    de modo semejante al capital social: analizarse por valor
    inicial, débitos y créditos de modo que se pueda
    seguir su rastro.

    En el caso de los gastos capitalizables
    actualizarán su valor por amortización, mientras que los costos
    diferenciales se actualizarán por una nueva
    valuación de manera que el valor del KI se mantenga
    actualizado en los libros de la empresa.

    Si se establecen normas de valoración y
    amortización precisas para cada caso se puede lograr un
    nivel de uniformidad en el registro necesaria para hacerlo
    comparable.

    Habida cuenta que no representa ingresos de
    efectivo no será gravado por los impuestos
    fiscales.

    En ningún caso se ha considerado la posibilidad
    de operaciones
    entre las cuentas del
    balance tradicional y el balance agregado, pero no se desestima
    la posibilidad futura de que así pueda ser, en dependencia
    de la evolución que tengan las normas de
    contabilidad.

    Para la gestión de ese capital intelectual
    habría que determinar cuáles son los factores que
    determinan el incremento de los activos intangibles y establecer
    un sistema de
    indicadores de gestión.

    Así mismo sería necesario establecer
    indicadores de eficiencia y competitividad que demuestren la
    necesidad de esa gestión:

    • crecimiento (aumento – disminución /
      valor inicial)
    • solidez (capital intelectual / capital
      social)
    • rentabilidad (utilidad /
      capital intelectual)

    Además de los beneficios financieros y
    comerciales no debe perderse de vista los beneficios sociales que
    representan aplicar este método de registro del capital
    intelectual y su consiguiente gestión. Varios de los
    factores mencionados fomentan el interés de
    la empresa en pagar mejores salarios, motivar y formar a sus
    empleados y contribuir a la mejora de las infraestructuras
    externas de aprovechamiento social.

    BIBLIOGRAFIA

    Brooking, Annie (1996) . Technology Broker http://www.gestiondelconocimiento.com

    Mantilla, S. A (1999) "Capital Intelectual y
    Contabilidad de Conocimiento". Ecoe Ediciones,
    Bogotá.

    Mohammad J. Abdolmohammadi y Lynette Greenlay.
    Accounting Methods for Measuring Intellectual Capital.
    http://www.round.table.com. 2002

    Sveiby, K.E (1998) "The Intangible Assets Monitor".
    Revista de
    Human Resour and Accounting. Vol. 2, No. 1, pp 73 –
    97

     BREVES DATOS DEL
    AUTOR

    Abilio Marrero Rodríguez,

    Máster en Ciencias
    Informáticas para la
    Administración (1997), Ingeniero en Informática (1990), Profesor
    Adjunto de la Universidad de
    Holguín. Se desempeña como Director de
    Economía del Grupo de la Electrónica en Ciudad de La
    Habana.

    CATEGORÍA DEL ARTÏCULO Contabilidad y
    Finanzas

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