Agosto del 2005, un mes aciago para la sociedad
peruana, la consecuencia de la inmadurez política la
pagará solo el pueblo, ya que los que se presentan como
víctimas solo hacen la "peliculina" de siempre, ellos
tienen a su alcance muchas armas y recursos a fin de
recuperarse, de la zancadilla que le colocó un adversario
político en estos días de competencia.
A estas alturas, en Perú, debemos estar bordeando
los 20 millones de habitantes, de los cuales el 55%
aproximadamente se encuentra en situación de pobreza, es decir
sin los recursos suficientes para subsistir acorde a los derechos humanos,
sin acceso a la salud, al empleo, a una
vivienda digna y al urbanismo en el asentamiento humano que
comparte, con miles de postergados en cada distrito del
país.
Se reconocen derechos civiles y
políticos, como también los derechos
económicos, sociales y culturales, siendo los primeros los
mas atendidos por cuanto se consideran sutilmente
prácticos para los fines de mínima convivencia,
siendo los segundos postergados a remota asistencia porque la
satisfacción de los vicios del explotador consume la mayor
parte de recursos económicos que de ser equitativamente
distribuidos serían suficientes para obtener la tan
ansiada equidad en la
distribución del gasto social.
Perú tiene, desde hace siglos, un formato social
incompatible con una auténtica democracia,
aquí lo que se vive es una permanente oligarquía,
es decir donde pocos son los que ejercen el poder, la
exclusividad de las élites sociales que han mantenido el
poder en diversos países.
Oligarquía, es una forma de gobierno en que
el poder supremo está en manos de unas pocas personas. Los
antiguos griegos emplearon el término para designar la
forma degenerada de aristocracia o el gobierno de los mejores.
Aquí, esto viene desde el Incanato, se exacerbó
durante la conquista y pervivió durante el virreinato y la
república.
Hoy se ha tornado mas sutil, disfrazándolo con el
barniz de la democracia, cuando en realidad ciertas elites se han
apoderado de los mecanismos legislativos y ejecutivos de
gobierno, asociándose a la elite militar que no hace sino
proteger a quienes se encuentran en la cima del poder, lo que le
concederán los ascensos y lógicamente mejores
sueldos, a cambio de ello
deben sentar disciplina
sobre una masa levada, que porta armas a las ordenes de quienes
tienen los galones y las estrellas.
Hoy no es factible recurrir a los golpes de estado, antes
las puertas de los cuarteles eran tocadas por "quítame
esta paja", por ello la historia nos indica que son
muchos los dictadores, los golpistas y oligarcas,
poquísimos los gobiernos fruto de elecciones
limpias.
Esta situación, del gobierno de las
oligarquías, se refleja en el desempleo,
desnutrición, analfabetismo,
insalubridad, delincuencia,
deserción
escolar, mortalidad materna e infantil y depresión
de la población peruana, por mas que los
políticos nos adornen los discursos con
cifras macroeconómicas, lo cierto es que la
recesión indica claramente el bajo poder adquisitivo de
las familias, que no tienen capacidad de ahorro y mucho
menos de gasto ya que los ingresos son
exiguos y cubren a duras penas una incipiente canasta familiar,
que cada día se ve mas reducida. Ahora las patas y las
cabezas de pollo son vendidas al peso, porque se han transformado
en el ingrediente de muchas "comidas" que se sirven en los
hogares peruanos.
La inventiva y la creatividad,
se asemejan a la de antaño, cuando los negros esclavos
tenían que recurrir a la sangre y a las
menudencias del ganado sacrificado para sobrevivir, a los restos
del trapiche para postres, que hoy son catalogados como delicias
del folklore.
El discurso de
muchos políticos redunda sobre lo constitucional, legal y
moral, cuando
en realidad durante mucho tiempo la
constitución ha sido letra muerta, de
allí que se hizo necesario la creación de un
Tribunal Constitucional, que no justifica su existencia, ya que
siempre termina por dar la razón al oligarca y al
poderoso; lo legal ni hablar, los tribunales se han convertido en
lugares de oferta de
sentencias y del favor, a cambio del billete y por último,
el recurso del "archivamiento" o la demora en el trámite,
son también métodos
válidos para eludir el acto justo, y lo moral ni hablar,
la desfachatez y la desvergüenza son magníficas
corazas para proveerse de inmunidad e impunidad.
Los medios de
comunicación que se han erigido como el "cuarto
poder", quizá como alternativa crítica
y fiscalizadora, no cumplen el rol pretendido, toda vez que los
dueños de esos medios son los
que terminan vendiendo opinión, las editoriales son
mayormente redactados en función de
pertenecer a determinadas cohortes políticas,
que restringen la función crítica que podría
ser catalizadora de alternativas, para salir del pantano donde se
ven arrastrados algunos comunicadores por la necesidad de acceder
a un empleo y lógicamente a una renta mensual
segura.
Creemos que el comunicador tiene en lo más
íntimo de su ser, la energía suficiente para
redactar ideas que permanentemente revolotean su mente, sin
embargo es mas fuerte la necesidad de llevar un sustento al hogar
y se limita a seguir las directivas del empresario que
vende editoriales y titulares.
Por ello considero que los medios de
comunicación deberían estar en manos de
grupos
sociales y que el ejercicio de la profesión
debería ser amparado por la auténtica libertad de
expresión y que nadie debería ser perseguido
por sus ideas y ello debería ser aplicado en el sentido
estricto de la palabra. Solo así tendríamos a la
vista, la tarea fiscalizadora del comunicador social.
Un socio forzoso en toda contienda electoral es el
dueño de un medio de comunicación y la inversión obligada de todo político
se orienta a la publicidad, que
no necesariamente resiste filtros de autenticidad y se propala
sin control ni
censura, simplemente se difunde a cambio del vil metal que
siempre fue "poderoso caballero…"
Quizá uno de los más notables enemigos de
toda economía sea el tener que pagar una
deuda externa
impagable, por cuanto en la confección del presupuesto
nacional es la prioridad número uno que debe
cumplirse.
Esta deuda externa que se inició con las guerras de la
independencia,
antes de ello no existía tal deuda, de manera que tiene
una antigüedad de 184 años, tantos como tenemos de
"independientes". Hoy el alguacil de esta deuda es el Fondo Monetario
Internacional creado en 1944 junto al Banco Mundial,
quienes fijan determinados cánones a cumplir, para seguir
siendo objetos de crédito, programas de
ajuste, entre ellos la muy desconocida "Carta de
Intención" que firman el Presidente del Banco de Reserva
y el Ministro de Economía de nuestro país y que
entre sus puntos están los ajustes que deben hacerse de
acuerdo a una cronología y en la búsqueda del
déficit cero, lo cual es una utopía; la apertura de
nuestros mercados a los
productos
extranjeros, por ejemplo el venidero TLC; las
traumáticas privatizaciones, la creación y/o subida de
impuestos, lo
cual produce resultados como la subida de precios, la
disminución del salario y
lógicamente del poder adquisitivo, los ceses colectivos,
la desnutrición, la aparición de enfermedades conexas, como
la tuberculosis, crecimiento de la
delincuencia, etc. etc. de modo que luchar contra la pobreza es
parte del circulo vicioso, originado en la deuda externa y el
pago de la misma, es decir, un país tiene que renunciar a
invertir en los sectores básicos de su propio desarrollo.
Frente a esto, se clama a voces dar cumplimiento a la
deuda social, elevar el gasto social para con ello generar
empleo, invertir en salud, mejorar la educación,
seguridad
social y ciudadana y mejorar el medio
ambiente, pero lejos de esto solo se consigue ahondar mas la
brecha social y los oligarcas persisten en sostener su "modus
vivendi", a costa del sacrificio de quienes se transforman en
modernos esclavos del siglo XXI, pueblos enteros llamados a
producir a bajo costo, para que
las utilidades reviertan en las cuentas bancarias
de los dueños de infraestructuras, máquinas y
fuentes
energéticas.
Ni siquiera las riqueza naturales son respetadas como
propiedad de
las comunidades, las cuales proveen estas riquezas agotables a
cambio de perder frontera
agrícola, exponerse a la contaminación ambiental y al deterioro de
su salud física
y mental, ya que los desechos de estas empresas son
liberados al espacio exterior, que viene a ser el contexto donde
viven las comunidades dueñas de estas riquezas.
Estos pueblos no son consultados, informados, ni
respetados, simplemente se allana sus propiedades, se da en
concesión, alquila o vende a cambio de cifras con muchos
ceros en cuentas bancarias, que son el precio de la
venta de
conciencias, dándose una injusta distribución de la
riqueza, producto de la
desidia de los llamados a legislar y cautelar los derechos del
pueblo.
Hoy, los políticos en ejercicio se dedican a
remendar la economía, cuando desde hace mucho tiempo
debió haberse puesto en marcha programas, que
verdaderamente nos hubieran llevado a un desarrollo
sostenido.
Por ejemplo hoy se hace gran bulla por el llamado "tren
macho", cuando hace 172 años, es decir en 1833 en el
gobierno de Orbegoso, se publicó un aviso en el
periódico "El Conciliador", nombre que por
algún tiempo llevó "El Peruano", a partir de
allí se pudo iniciar en Perú una política
ferrocarrilera, que hubiera sido la solución de transporte
hasta el día de hoy, especialmente a la selva y sierra del
país y de esa manera nuestras riquezas estarían en
los puertos listos para ser exportados.
Fuimos los primeros en Sudamérica en tener
ferrocarriles, años después Don José Balta
retoma el ímpetu por esta opción de transporte, y
teníamos a Meiggs en Perú, pero la economía
se utilizó en otros fines y hoy contamos con restos de
una red
ferroviaria que debidamente entramada podría ser
aún la solución de transporte en nuestras tierras,
más aún con la energía del gas en nuestro
lado.
Lo que hoy nos pasa, es resultado del descuido de la
clase
política, que en su abulia dedicó su capacidad de
legislar para otros fines, pero no para el desarrollo del
país. Hoy se dan leyes que
favorecen al suegro, al cuñado o al amigo que rompe la
mano o la voluntad del político, no a favor del pueblo que
requiere sabias normas y cautela
del bien nacional.
Hoy no tenemos marina mercante, toda la carga de
cabotaje e internacional la movilizan naves chilenas, en puertos
concesionados con empresas manipuladoras de carga en manos
también chilenas, es decir Perú es dueño de
nada.
Los bancos que
prestan dinero a
leoninos intereses, son extranjeros; las grandes tiendas,
chilenas; la empresa de
luz, chilena;
la empresa
aérea de privilegios, también chilena y pronto
todos los grandes puertos y aeropuertos serán
concesionados a capitales chilenos.
¿Quiénes facilitan todo ello? Nuestros
políticos, aquellos que dentro de unos meses
estarán pronunciando discursos en las plazas de todos los
distritos de Perú.
¿Qué pedirán? Que votemos por
ellos.
¿Qué prometerán? El oro y el
moro.
¿Qué cumplirán? Nada.
¿Cuánto nos costará un congresista
por cinco años? En sueldos aproximadamente un
millón seiscientos mil soles, multiplíquelo por
ciento veinte, peor aún si tenemos
bicameralidad.
¿Gastos?
¡Sálvese quién pueda…!
Por eso pregunto: ¿Estamos entrampados?
¿No hay salida de este atolladero? ¿Estamos
condenados a soportar a esta clase política por
siempre?
Debe haber una solución, creo que no merecemos
soportar esta condena por mas tiempo, debe haber alternativas
para lograr un salto al desarrollo y liberarnos de las
sanguijuelas que nos tienen atenazados por siglos.
Democracia significa el gobierno del pueblo por el
pueblo, pero esto no ha venido sucediendo, quienes han gobernado
al Perú por siglos son siempre los oligarcas de siempre,
aquellos que venden sus conciencias a intereses creados, que
legislan para quienes les pagan el sueldo, tenemos que revertir
las cosas, darles una lección, un castigo electoral y no
volverlos a reelegir, no merecen representarnos, que no nos
vengan con cuentos, ellos
representan en realidad a los empresarios, industriales,
transnacionales, mineras, que se aprovechan de la existencia de
vende-patrias para obtener privilegios y así explotar
nuestras ingentes riquezas a cambio de nada.
Lo he dicho muchas veces, la inversión
extranjera es bienvenida cuando las reglas de juego son
claras, los contratos de
explotación son justos y la retribución por
llevarse nuestras riquezas son el justiprecio que
revertirá en beneficios para las comunidades, para la
región, para el país y no para sus propios
bolsillos y los facilitadores de sus
truhanerías.
Se miente y se engaña para destruir la biodiversidad,
con tal de llevarse el oro, el cobre y esto
se hace con la ayuda de legisladores y el ejecutivo, coludidos en
la trama del contrato y la
tributación y no en la defensa de la ecología, la salud,
la educación
del pueblo peruano.
El pueblo no es una masa de torpes, somos seres
pensantes, capaces de discernir y decidir; de escoger la mejor
opción para nuestro bien y el de nuestros hijos; capaces
de discutir en colectivos lo mejor para nuestro país, sin
necesidad de enfrentarnos con armas ni con violencia.
No nos dejemos arrastrar por mesiánicos
líderes que también se aprovechan del caos
existente, para obtener beneficios a costa de la sangre del
pueblo, que se enfrenta a sus hermanos por prestar oídos a
levantiscas frases.
Seamos contestatarios, invoquemos el diálogo de
empresas y empresarios, de inversionistas e industriales que sean
respetuosos de nuestra dignidad, que
acepten compartir la riqueza, seamos solidarios con quienes nos
defienden y busquemos la paz social con desarrollo, deseamos pan
con dignidad; educación enaltecedora, magnífica
herramienta contra la pobreza; salud con solidaridad y
sobre todo erradicar el armamentismo que solo nos arrastra al
gasto innecesario y fútil.
El Padre Gustavo Gutiérrez Merino, autor de la
Teología de la Liberación dice al respecto: "La
pobreza significa inhumanidad, muerte
prematura, injusticia. Juan Pablo II ha dicho que la riqueza de
unos pocos está hecha a base de la pobreza de
muchos.
En este mundo de información, de técnica, el pobre,
por las deficiencias de educación que ha tenido desde
niño, por encontrarse en países en los que no hay
un acceso adecuado a la educación, está marginado
del circuito económico.
Lo que hay que hacer es ir a las causas de la pobreza, y
no solamente dar "aspirinas" para sus efectos.
Jorge Paredes Romero
Lima – Perú