Desde sus orígenes la democracia es
considerada como una forma de gobierno que
está representada por el respeto a los
derechos
humanos y las libertades, por lo que su ejercicio es esencial
para el desarrollo
social, político y económico de los
pueblos.
En la democracia es necesario mantener abierto los
canales de la participación ciudadana porque de esta
manera se estaría garantizando un equilibrio
entre la intervención de la sociedad civil y
la capacidad de decisión de los gobiernos. Es
indispensable para un régimen democrático contar
con el apoyo y el respaldo de los ciudadanos, quienes ejercen uno
de sus derechos a
través del voto.
Desde 1958 en Venezuela los
comicios electorales han sido un instrumento esencial para
promover y fomentar la participación de los venezolanos y
poner en práctica la democracia, de modo que los
gobernantes han sido elegidos mediante el voto directo, secreto y
personalizado.
No obstante, con el tiempo la
participación no sólo está basada en el
derecho al voto sino que también ha sido un medio para que
la ciudadanía se manifieste y pueda influir en
las políticas
públicas.
De modo que en esta investigación se abordará el tema de
la gobernabilidad democrática como producto de la
participación ciudadana, por lo que se pretende describir
mediante tres períodos históricos de Venezuela la
relación que existe entre ambos escenarios.
Este trabajo
está estructurado en tres capítulos: en el I que
corresponde al planteamiento, se explica de manera amplia los
antecedentes y evolución de la democracia como sistema de
gobierno, así como la participación ciudadana como
herramienta para fomentar la democracia participativa.
En el capítulo II referido al marco
teórico, se explican los fundamentos de carácter teórico y conceptual que
sustentarán la investigación y que
constituirán la base para la comprensión y análisis de los datos que se
recolectarán en la investigación.
En el capítulo III se presentan las líneas
metodológicas que permitirán recolectar y analizar
la información necesaria para las conclusiones
del trabajo.
CAPÍTULO I
Identificación y justificación del
objeto de estudio
Planteamiento del problema
"La democracia es un sistema
político que se caracteriza por la
participación ciudadana en la
administración del Estado,
garantizando las libertades básicas del individuo,
así como la efectividad de la libre elección para
los cargos de gobierno". (Enciclopedia Salvat, 1984:
1023)
En tal sentido, la democracia es un sistema de gobierno
utilizado por diversos países para elegir bajo la
participación ciudadana a un gobierno legítimo, que
garantice las libertades individuales, los derechos (humanos,
políticos y civiles) y la alternabilidad de poderes por
medio de elecciones regulares.
Como producto de este sistema, la población es capaz de elaborar sus propias
leyes, las
cuales regirán el funcionamiento del Estado. Desde este
punto de vista, cualquier gobierno que se mantenga sobre la base
de la democracia podrá desarrollar planes y
políticas públicas que satisfagan necesidades y
demandas de la sociedad
civil.
Sin embargo, en los últimos tiempos y
especialmente en los pueblos latinoamericanos, la deficiencia e
incumplimiento de los programas
gubernamentales han contribuido a fuertes crisis
económicas, que están íntimamente
relacionadas con el derroche de los recursos y la
corrupción.
De acuerdo al informe sobre la
democracia en América
Latina, del Programa de las
Naciones Unidas
para el Desarrollo
(PNUD) (2004:127), los altos niveles de pobreza y la
falta de oportunidades en las naciones se debe a una mala
política
económica por parte de las autoridades de gobierno, lo
cual ha sido un detonante para que los poblados quieran
participar de manera directa en los asuntos públicos y de
esta manera fomentar una democracia participativa.
En Venezuela, el sistema político está
representado por una sociedad civil, que de momento se
convirtió en fuerza
política
porque ya no lo espera todo del Estado y los partidos,
"actualmente las masas sociales están logrando objetivos y
beneficios públicos, miles de personas están
abocadas a luchar por mejorar sus condiciones de vida y a abrir
cauces de expresión para una sociedad que en varias
oportunidades la ha visto sesgada" (Salamanca,
1992:522).
En distintos puntos de la vida social están
surgiendo focos de renovación organizativa y
política, la democracia participativa toma cada día
más cuerpo, lo que permitirá mantener los derechos
ciudadanos conquistados durante largos e históricos
años de lucha.
Es por ello, que el objeto de estudio de esta
investigación se centrará en describir la
relación que existe entre la gobernabilidad
democrática y la participación ciudadana durante
tres períodos históricos en Venezuela: el primero
corresponde al nacimiento y consolidación que
abarca desde el gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964)
hasta el primer mandato de Rafael Caldera (1969-1974); el segundo
que atañe a la crisis, que contempla el
primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1969),
los mandatos de Luís Herrera Campins (1979-1984) y Jaime
Lusinchi (1984-1989) y el tercero que incumbe a la
decadencia y se centra desde el segundo mandato de Carlos
Andrés Pérez (1989-1993) hasta el gobierno de
Hugo
Chávez Frías (2005).
Justificación del estudio del
objeto
La participación ciudadana en Venezuela estuvo
marcada por el inicio de la democracia, sistema mediante el cual
los venezolanos tienen la oportunidad de ejercer sus derechos
civiles, políticos y sociales, que están
garantizados en los regímenes constitucionales.
Desde ese entonces, la ciudadanía empezó a
tomar su espacio en los distintos escenarios de la vida
pública, logrando instaurar los partidos
políticos y elegir y remover libremente a sus
gobernantes mediante un proceso
electoral.
…Si algo pareciera hoy suficientemente claro
en la ciencia
política, es que aunque la democracia no puede garantizar
que el gobierno electo será bueno, pero, cualquier
población tiene mayores posibilidades de lograr un buen
gobierno, si ella misma lo escoge que si le es impuesto, sin
posibilidad de removerlo (Dahl, 1999)
Sin embargo, en el país se fue presentando una
crisis política en la que los electores ya no se
sentían representados por sus gobernantes y los partidos
políticos porque consideraban que el único objetivo que
tenían era el poder, por lo
que empezaron a tomar conciencia sobre
su verdadera participación en las gestiones
gubernamentales y a defender los intereses colectivos.
Desde cualquier lugar donde se encuentre, el ciudadano
manifiesta su descontento hacia los gobiernos y reclama su
derecho a tener una mejor calidad de
vida, a través de mecanismos que fortalezcan la
democracia. Por lo tanto, los venezolanos cada día se
organizan en grupos, para
deliberar e intervenir en todas las etapas de la
formulación, ejecución y vigilancia de las
políticas públicas.
En virtud de lo antes expuesto, esta
investigación adquiere gran importancia ya que aborda un
momento histórico de interés
para la historia
contemporánea de Venezuela y representa un tema
fundamental para el
conocimiento de nuestra realidad política-social, la
cual ha tenido cambios significativos a lo largo del ejercicio de
la gobernabilidad democrática.
Es así, como se pretende conocer la
participación ciudadana en los gobiernos
democráticos ocurridos de tres períodos
históricos de Venezuela, en los cuales se han presentado
diversos acontecimientos que hasta ahora mantienen a la
expectativa a los ciudadanos que no han dejado de ser
protagonistas en la vida social organizada.
Este estudio también contribuirá con el
conocimiento
de la gobernabilidad democrática como un sistema destinado
para la práctica de la participación
ciudadana.
Objetivos de la investigación
Objetivo general:
- Describir la relación que existe entre la
gobernabilidad democrática y la participación
ciudadana, durante tres períodos históricos en
Venezuela.
Objetivos específicos:
- Elaborar una categorización de los tipos de
participación ciudadana. - Diseñar una categorización de
gobernabilidad democrática. - Analizar las características de la
gobernabilidad democrática y la participación
ciudadana de tres períodos históricos en
Venezuela.
CAPÍTULO II
El concepto de
democracia
El concepto de democracia, en términos generales,
puede expresarse a través de dos concepciones
básicas: la concepción crítica, que desarrolla un concepto
normativo respecto de los valores al
expresarlos como un concepto ideal-teleológico que
persigue la autodeterminación de los seres humanos, y por
otro lado, la concepción positivista, que entiende la
democracia como procedimiento
para la toma de
decisiones.
De aquí arrancarían dos concepciones
clave: una, de carácter sintético, que exige el
principio del gobierno representativo y responsable sujeto a
control
parlamentario y al de las elecciones, y otro, de carácter
comprensivo, que entiende la democracia como un sistema
institucional que tiene la finalidad de tomar decisiones, y donde
los individuos adquieren el poder de decidir mediante un proceso
de elección colectiva en un ámbito de competencia.
Esto nos lleva a considerar tres concepciones
importantes en el análisis de los regímenes
democráticos:
1. La concepción individualista de la democracia
que parte de una concepción racionalista del
individuo.
Así, por ejemplo, DOWNS considera a los
individuos como votantes (clientes), y a
los partidos políticos como oferentes de políticas
públicas. La democracia es el mercado en el que
los votos les sirven a los individuos para adquirir determinadas
políticas.
2. La concepción colectivista o socialista, que
se estructura
sobre tres ideas principales:
- La idea de democracia social (socialdemocracia), que implica la
extensión de la ciudadanía social, de los
derechos sociales. - La idea de democracia económica: que supone la
reducción de la desigualdad por razones de riqueza,
mediante procedimientos
de socialización. - La idea de democracia industrial que determina la
participación de los trabajadores en los procesos de
producción.
3. La concepción procedimental de la democracia,
que parte de los análisis de SCHUMPETER y DAHL, entre
otros, y que asegura que la democracia es un procedimiento que
garantiza la propia democracia, lo que requiere ciertos
requisitos como: libertad de
asociación y organización política; libertad de
expresión; derecho al voto y capacidad electoral
activa y pasiva no restringida; competencia electoral
pacífica entre líderes y entre partidos
políticos; existencia de una información plural y
fiable y en suma, disponer de procesos electorales
periódicos, libres, fiables y suficientemente
tutelados.
La democracia y sus diversas expresiones
históricas
El concepto de democracia ha sido repropuesto y
reformulado en todas las épocas, sin embargo, es en
Herodoto donde el término democracia aparece por primera
vez, y significa, traduciendo literalmente del griego, poder
(kratos) del pueblo (demos). (Sartori, 1992:27).
En la actualidad, un análisis de la
discusión contemporánea en torno al concepto
y al valor de la
democracia no puede prescindir de una referencia a la
historia.
Haciendo breve mención a la teoría
de la democracia, se encuentra que en ella confluyen tres
tradiciones históricas de pensamiento
político:
a) la teoría clásica, transmitida como
teoría aristotélica, de las tres formas de
gobierno, según la cual la democracia, como gobierno
del pueblo, de todos los ciudadanos o bien de todos aquellos que
gozan de los derechos de ciudadanía, se distingue de la
monarquía, como gobierno de uno solo, y de
la aristocracia, como gobierno de pocos; hay sin embargo que
acotar que Aristóteles clasificó a la
democracia entre las formas malas de gobierno (Sartori,
1992:27)
b) la teoría medieval, de derivación
romana, de la soberanía popular, con base en el cual se
contrapone una concepción ascendente a una
concepción descendente de la soberanía según
que el poder supremo derive del pueblo y sea representativo o
derive del príncipe y sea transmitido por
delegación del superior al inferior.
c) la teoría moderna, conocida como teoría
maquiavélica, nacida con el surgimiento del estado moderno
en la forma de las grandes monarquías, según la
cual las formas históricas de gobierno son esencialmente
dos, la monarquía y la república, siendo la antigua
democracia una forma de república (la otra es la
aristocracia) donde tiene origen el cambio
característico del periodo prerrevolucionario entre
ideales democráticos e ideales republicanos, y el gobierno
genuinamente popular es llamado, antes que democracia,
república.
En las generalizaciones anteriores resulta claro el
sentido negativo que se le otorgaba al término democracia
en la época antigua; la experiencia de las democracias
antiguas fue relativamente breve y tuvo un recorrido degenerativo
(Sartori, 1992:27).
Cabe considerar por otra parte que, a partir del siglo
XIX en adelante, la palabra adquiere un nuevo auge y poco a poco
adquiere un significado elogioso, y es que su sentido ha sido
reformulado a lo largo de los siglos; la democracia que
practicamos hoy día no es similar a la de los antiguos:
mientras que el discurso de
los antiguos era relativamente simple, el discurso moderno sobre
la democracia es sumamente complejo.
En este sentido, Sartori (1992:28) distingue tres
aspectos: democracia como principio de legitimidad, democracia
como sistema político llamado a resolver problemas de
ejercicio del poder y democracia como ideal.
Los valores o
fines de la democracia
El concepto de valores o fines de la democracia debe ser
delimitado en un doble sentido. En primer lugar, es preciso
distinguir los valores estrictamente democráticos de los
valores éticos, sociológicos, o incluso
políticos vigentes en una determinada sociedad, y
más concretamente, en una sociedad
democrática.
Es evidente que estos valores sociológicos,
culturales, entre otros, condicionan tanto el contenido de los
valores y fines democráticos, como su realización.
Pero una cosa es que tales valores incidan en el sistema
democrático, y otra muy diferente es cargar sobre la
democracia la responsabilidad de diseñar tanto modelos de
comportamiento
individuales como un modelo de
sociedad.
La democracia debe reconocer sus propios límites y
dejar en manos de las otras esferas sociales -la cultura, el
arte, la
música, la
amistad, el amor, la
reflexión científica o incluso la fe religiosa- la
búsqueda de los fines últimos y la promoción de los valores
humanos tanto individuales como colectivos.
La política debe ser restituida, incluso desde
la perspectiva de la democracia más exigente y radical, a
sus funciones
organización de los intereses particulares, de
mediación de los conflictos, de
garantía de la seguridad, y de
la tutela de las
libertades civiles (Zolo, 1992:208).
En segundo lugar, ya en el ámbito estrictamente
democrático, sólo pueden ser considerados valores,
en este sentido, los valores materiales, es
decir, aquellos que son fines en sí mismos, y no medios para
otros fines. En tal sentido, los dos grandes valores de la
democracia, entendidos como fines en sí mismos, son la
libertad y la igualdad.
Lo que tradicionalmente se ha entendido como otros
valores democráticos, tales como la justicia, el
pluralismo o la participación, son en realidad o bien una
condición de la democracia como es el caso de la justicia,
o bien situaciones (el pluralismo, la participación, entre
otros) que hacen posible la realización de aquellos dos
valores (M. Aragón, 1989:99). Se trata pues de elementos
que pertenecen al ámbito del método
democrático y no valores o fines en sí mismo
considerados.
La democracia como método
Una de las definiciones más precisas y claras de
la democracia entendida como mero procedimiento de
organización política es, como se ha mencionado en
el apartado anterior, la formulada por Schumpeter, para quien,
textualmente,
…la democracia es un método
político, es decir, un cierto tipo de concierto
institucional para llegar a las decisiones
políticas-legislativas y administrativas- y por ello no
puede constituir un fin en sí misma, independientemente de
las decisiones a que dé lugar en condiciones
históricas dadas. (Schumpeter,
1968:311-312)
De acuerdo con esta concepción, la democracia
constituye simplemente un conjunto de reglas mediante las cuales
se crea y se pone en práctica un determinado ordenamiento
social. Se trata de una democracia procedimental sustentada en
una serie de universales procesales, tales como elecciones
competitivas, partidos políticos en libre competencia,
libertad del electorado, aplicación del juego de las
mayorías y minorías, etc. De este modo queda
excluido de la democracia cualquier contenido valorativo o
finalista.
Schumpeter considera que el acuerdo de los ciudadanos
sólo puede limitarse a un compromiso en torno a un cierto
tipo de ordenamiento institucional, a un método, para
alcanzar decisiones políticas. No caben compromisos con
referencia a valores o fines, porque al no existir una comunidad
absoluta de tales valores por parte de todos los ciudadanos, tal
compromiso puede chocar con los valores e ideales de cada
uno.
Un individuo cualquiera no puede prestar acatamiento y
lealtad incondicional al mismo tiempo a sus ideales y a ciertos
fines con los que en un determinado momento puede no estar de
acuerdo. Sin embargo, sí puede prestar un acatamiento
condicional a un determinado método político, como
la democracia, que a su juicio puede servir para lograr los fines
por él perseguidos.
El carácter condicional del acatamiento hace
posible que, en caso de contradicción, prevalezcan los
ideales propios sobre los compromisos democráticos
adquiridos.
En apoyo de su tesis, plantea
el siguiente silogismo:
Trasladémonos a un país
hipotético que practica de una manera democrática
la persecución de los cristianos, la quema de los brujos y
la matanza de los judíos.
Nosotros no aprobaríamos, ciertamente, estas
prácticas por el hecho de haber sido decididas conforme a
las reglas del procedimiento democrático. Pero la
cuestión crucial es ésta:
¿aprobaríamos la constitución democrática misma que
dio lugar a tales resultados con preferencia a la
constitución no democrática que los evitase?
(Schumpeter, 1968:311)
La democracia en América
Latina
América Latina es una región con muchos
componentes similares, pero también con una gran
diversidad; aún cuando en la década del 90 se
afianza la democracia y más del 90% de la población
latinoamericana vive actualmente bajo regímenes
democráticos, similar proporción lo hacía
bajo regímenes dictatoriales en la década del 70
(Smith, 1992). Las nuevas democracias latinoamericanas
enfrentaron, en sus comienzos, una situación delicada en
lo económico y bastante confusa en lo
político.
Las políticas de crecimiento basadas en la
sustitución de importaciones y
el papel promotor del Estado fueron continuadas por un tiempo, en
medio de la grave situación económica que produjo
la crisis del endeudamiento externo de 1982, con lo que varias
naciones enfrentaron muy altas inflaciones, inestabilidad y un
retroceso económico sumamente agudo.
Pero luego, hacia el final de los ochenta, la
mayoría de los países de la región
comenzaron a realizar reformas que abrieron las economías
al exterior, disminuyeron el papel del Estado y en definitiva,
integraron nuevamente la región a la economía
mundial, restableciendo el crecimiento y dando un papel
más importante a los mercados.
La globalización le da algunas
características similares en el funcionamiento
económico, sin perjuicio de la diversidad, que proviene de
su propia historia, sin embargo, en materia
política es muy difícil generalizar, ya que cada
país es un caso concreto y
específico, con grandes diferencias en sus estructuras
sociales, culturales y políticas.
Más allá de las coyunturas
políticas a las cuales responde y de sus connotaciones
tácticas, las reformulaciones de la idea de democracia
asociadas a las transiciones forman parte de mutaciones en los
sistemas
políticos latinoamericanos y de replanteos sustantivos de
las concepciones de la política y del cambio
social.
En décadas anteriores, dado el énfasis en
los temas de la revolución
y el desarrollo, hubo una marcada tendencia a priorizar los
ámbitos estructurales y/o económicos sobre los
ámbitos políticos, los cuales tendían a ser
considerados como producto o expresión de los
anteriores.
Históricamente hablando, en América
Latina se ha concebido la democracia como una cuestión de
inclusión política, no de autoorganización
de la sociedad o control desde ella sobre el Estado y la
economía.
Por el contrario, cualquier idea de limitación del poder
del Estado era considerada contraria al proceso de
modernización y un bloqueo a la posibilidad de buscar
justicia. Dentro de este contexto, la sociología de la dependencia
estableció una conexión directa entre desarrollo
económico y democracia. Para Cardoso y Faletto…
la democracia estaba determinada por la capacidad de
incorporación política de la alianza de clases que
dominaba cada país, en un determinado momento
histórico. Mientras más inclusivo fuese el modelo
de desarrollo económico, más fácilmente el
Estado podría absorber las diferentes clases
sociales en la alianza hegemónica. (Olvera y
Avritzer, 1992:229)
Hay en esta tradición una importante
subvaloración de los aspectos formales o procedimentales
de la democracia; su legitimidad ha dependido de sus resultados
sustantivos, enfatizándose su dimensión ética. El
grado de democracia ha sido juzgado en términos de
inclusión política, más que la libertad
individual, se ha hecho énfasis en la solidaridad, el
interés general y el bien común
…en América Latina, la idea de
democracia ha estado siempre ligada a un principio ético
de integración o democratización
social, es decir, la eliminación de desigualdades y de
participación de la gente en las decisiones que les
conciernen. (Garretón, 1991:33)
Esta tradición política ha sido asociada
al énfasis en lo comunitario u holístico en la
herencia
ibérica, en contraste con el individualismo
característico de la tradición protestante
anglosajona. En palabras de Norbert Lecher:
El pensamiento político de la región
prevaleció, a través de la tradición
ibérica, un modelo "holista" de sociedad, entendido como
el primado del todo sobre las partes. A diferencia de una
sociedad individualista, como la norteamericana, donde el orden
colectivo resulta de una asociación entre individuos
(contrato social),
la sociedad latina resalta la anterioridad (histórica y
lógica)
de la comunidad. Esta tradición logra contrarrestar el
desafío de la modernidad (de la
incertidumbre), pero no ofrece una respuesta propiamente
política. O sea, no puede plantear la constitución
del orden como una producción social. La visión de
una comunidad orgánica, jerárquicamente
estructurada descansa sobre un dualismo que preserva la idea de
un "bien común" como fundamento incuestionable del orden
y, simultáneamente, somete la política al realismo de la
"buena razón de estado". (Lechner, 1990
(1988):131)
Debido a la confluencia de un conjunto de procesos
históricos (las derrotas de los movimientos populares y
revolucionaros en el continente; la crisis del marxismo, el
colapso del socialismo del
Este y la caída del muro de
Berlín; la experiencia de los regímenes
militares autoritarios; el agotamiento de los modelos de
desarrollo asociados a la sustitución de importaciones y
la crisis de los Estados), se han producido transformaciones o
quiebres fundamentales en los sistemas políticos
latinoamericanos.
Han entrado en crisis viejos actores y/o agentes
sociales y surgidos nuevos actores. Producto del impacto de estos
procesos y de nuevas influencias teóricas y
políticas, el pensamiento hoy hegemónico en el
continente presenta nuevos ejes de reflexión.
De la democracia representativa a la democracia
participativa
El diseño
constitucional e institucional que privilegia la democracia
participativa se inspira en la crítica y rechazo a la
democracia representativa, tal como la misma se desarrolló
en Venezuela entre 1958 y 1998. En particular enfatiza el rechazo
a la versión venezolana excesivamente dominada por el
bipartidismo de AD y Copei y el cuasi monopolio de
los diversos mecanismos de participación y de
representación política, y ciudadana en general, a
través de dichos partidos.
En la Constitución de 1999 se buscó
erradicar la idea de la representación, y por consiguiente
del propio orden sociopolítico venezolano. Como se puede
notar en los textos que siguen se evita la calificación de
representativa a la democracia venezolana. Según el
Preámbulo, la nueva Constitución se
promulga
"…con el fin de refundar la República para
establecer una sociedad democrática, participativa y
protagónica, multiétnica y
pluricultural…".
En cuanto a la forma de gobierno:
El gobierno de la República Bolivariana de
Venezuela y de las entidades políticas que la componen es
y será siempre democrático, participativo,
electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y
de mandatos revocables. (Art. 6).
En el título referido a los principios
fundamentales se establece:
La soberanía reside intransferiblemente en el
pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta
Constitución y en la ley, e
indirectamente mediante el sufragio, por
los órganos que ejercen el Poder Público. Los
órganos del Estado emanan de la soberanía popular y
a ella están sometidos. (Art. 5)
En el capítulo referido a los derechos
políticos se consagra:
Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho
de participar libremente en los asuntos públicos,
directamente o por medio de sus representantes elegidos o
elegidas." (Art. 62)
Por otro lado, el texto incluye
formas novedosas de expresión de la voluntad colectiva,
como concreción y expresión de la llamada
democracia participativa y protagónica. Como instituciones
de la democracia participativa se consagran los referendos
consultivo, revocatorio, aprobatorio y abrogatorio, la Asamblea
Constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos
cuyas decisiones tienen carácter vinculante.
En el texto se enumeran los diversos medios de
participación:
Son medios de participación y protagonismo del
pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo
político: la elección de cargos públicos, el
referendo, la
consulta popular, la revocatoria
del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y
constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y
ciudadanas cuyas decisiones serán de carácter
vinculante, entre otros; y en lo social y económico: las
instancias de atención ciudadana, la autogestión,
la cogestión, las cooperativas
en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero,
las cajas de ahorro,
la empresa
comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los
valores de la mutua cooperación y solidaridad. La ley
establecerá las condiciones para el efectivo
funcionamiento de los medios de participación previstos en
este artículo. (Art. 70).
Ahora bien, si bien se han dado adelantos en cuanto al
diseño político institucional dentro del marco
constitucional, pueden observarse dos tendencias negativas en el
mismo: la degradación de la democracia representativa y la
limitación de la democracia participativa.
Apoyo a la democracia
Son muchas las instituciones y organismos que han
fortalecido el ejercicio de la democracia a nivel mundial, por lo
que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
ha apoyado la institucionalidad democrática creada a
partir de los acuerdos de paz. Al respecto, fortaleció la
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y
organizaciones, apoyó la preparación
de currícula y la capacitación de jueces, y prestó
asistencia a los procesos electorales de 1997 y 1999.
Asimismo, colaboró con el Tribunal Supremo
Electoral y a la sociedad civil con el propósito de lograr
mayor participación ciudadana en los procesos, y se
inició un proyecto de apoyo
al Registro
Nacional de Personas Naturales con el objetivo de modernizar los
sistemas de registro e identificación de
ciudadanos.
Gobierno
El gobierno es el órgano colegiado formado por un
Presidente o primer Ministro a los que la Constitución o
la norma fundamental de un Estado atribuyen el poder
ejecutivo. (Enciclopedia Wikipedia, 1990: 1335).
El gobierno constituye el centro desde el cual se ejerce
el poder político sobre una sociedad, por lo que se
podría decir que tiene una función
identificadora de la actividad política. Existen varias
formas de gobierno:
- Gobierno absoluto
- Gobierno parlamentario
- Republica: presidencial y parlamentaria
- Monarquía: constitucional, semiconstitucional,
mancomunada y absoluta. - Teocrático
- Partido Único
- Junta militar
- Gobierno de transición
- Estado federal, semifederal y confederal
Elecciones:
Las elecciones son el proceso mediante el cual las
personas que componen una organización o
jurisdicción gubernamental, como un Estado o Nación,
eligen a una persona o
personas para ocupar cargos de autoridad,
quienes además delegan el poder y representan a los
electores. (Enciclopedia Wikipedia, 1990: 847)
En una sociedad democrática surgen una serie de
requisitos, entre los cuales se encuentran las elecciones, por lo
que éstas son un método preferente para los
regimenes democráticos que existen a nivel
mundial
…El desarrollo de la historia ha permitido
la
organización de grupos de personas con poder
más allá de los estados, determinando que los
representantes se sienten comprometidos con los intereses de la
nación,
de manera que la elección y la delegación de
representación hecha por los ciudadanos por medio del
voto, quede como un formalismo moderno y aceptado como tal, sin
gravitar en el ejercicio real del poder recibido o administrado
desde el momento de resultar electo un funcionario.
(Enciclopedia Wikipedia, 1990: 847)
El Estado
"El Estado es una organización política de
un país, con personalidad
jurídica independiente en el plano internacional, cuyos
límites territoriales vienen determinados por los
límites de su soberanía". (Enciclopedia Salvat,
1984:1293)
…Respecto a la concepción del Estado,
dos grandes corrientes se oponen actualmente en la doctrina: para
unos es la expresión jurídico-política de un
grupo o
clase social
dominante, para otros es el instrumento de integración
social y de resolución de los problemas colectivos.
(Enciclopedia Salvat, 1984:1293)
"De modo que el Estado democrático debe reconocer
a sus ciudadanos menos favorecidos, el derecho a actuar en el
marco de la ley, contra un orden desigual de que el Estado mismo
forma parte. El Estado no sólo limita su propio poder,
sino que lo hace porque reconoce que el orden político
tiene como función compensar las desigualdades sociales"
(Touraine, 1995: 36)
La Participación ciudadana
La participación en los últimos
años, se ha convertido en uno de los principales temas de
interés nacional, se hace referencia a este punto como uno
de los instrumentos necesarios para el ejercicio de la
soberanía, no como acto electoral, sino además como
un acto voluntario, continuo y dinámico, donde cada una de
las personas que se involucran en la acción,
deben implicarse en la toma de decisiones, sea en el
ámbito nacional, regional o municipal.
Según Fada (1990:15) "el termino de
participación se ha vuelto habitual y de uso corriente,
tanto en el lenguaje
común como en los planes y políticas de gobierno,
el concepto que el mismo implica es ambiguo, poco
preciso".
De este modo, se hace referencia, a la
participación para catalogar diversas actividades, que
difieren entre ellas, tales como: la limpieza de las calles por
parte de los vecinos, pintar las fachadas de los edificios,
recuperación de las áreas recreativas,
elección de votos, informar a la comunidad sobre un
proyecto que le afecte, integrar grupos de individuos a una
cooperativa,
entre otras.
Así pues, la participación es más
que realizar actividades para el mejoramiento de las condiciones
de vida. Expresa un espacio dinámico, que evoluciona, que
provee a los participantes la oportunidad de influir en las
respuestas que el Estado da a sus problemas.
Entonces, al hablar de participación se hace
referencia a las acciones y
actitudes que
asume el hombre ante
diferente escenarios donde se desenvuelve en su vida cotidiana,
ya que desde que el hombre nace,
está sumergido en constante cambio, interactuando en
sociedad y tomando parte de ésta como ser esencialmente,
donde se involucra y participa durante su proceso de crecimiento
y desarrollo.
Por su parte, la Organización de la Naciones
Unidas, según Desarrollo
Humano (citado por Sivira, 2000:30) considera la
participación como "un componente y un elevador de la
calidad de
vida, como una opción, un modo de vida, un elemento
civilizador y lo que teje la urdidumbre social". En este sentido,
la participación permite la integración coordinada
de un grupo de sujetos con el fin de estimular y establecer
acciones que promuevan su propio desarrollo. Como lo
señala Meister (citado por Sivira, 2000:31) la
participación es la "asociación voluntaria de
personas" en una actividad común de la que pretenden sacar
beneficios que no sean solamente individuales e inmediatos;
conforme a este sentido, se puede decir que la
participación debería suponer una
organización y defensa de intereses, la solución de
problemas comunes, elevación de la calidad de vida y
cambio social.
Montero (1996) y Abbo (1986) coinciden en que la
participación es la acción que promueve la
integración conciente, libre y responsable de sujetos,
miembros de un determinado grupo, a través de
organizaciones de base, quienes realizan actividades de una
manera social, continua y dinámica para el logro de las realizaciones
tanto individuales como grupales y donde todos los participantes
tienen algo que aportar y algo que recibir.
Sin embargo, la participación va más
allá de un enfoque puramente instrumental de un "medio
para obtener objetivos limitados y por asignar primacía a
los dirigentes, proponiendo la capacidad del pueblo a
autogobernarse" Fajardo (citado por Fadda, 1990:42)
Ésta ha de expresarse como una acción que
concientiza y socializa a quienes se involucran en ella, mediante
la identificación del sujeto como actor importante para la
satisfacción de las necesidades colectivas, tanto de la
región, municipio o localidad, propiciando "un mayor
involucramiento directo de la población en los procesos
decisorios de las organizaciones que afectan sus vidas, sin
confiar lo político al Estado, sino extendiéndolo a
otros contextos) (Ob. Cit)
Igualmente, la participación se expresa en
actividades que se deciden y se llevan a cabo socialmente, con la
finalidad de aprovechar todos los recursos, incluyendo la
potencialidad que tiene cada individuo, grupo o comunidad para
resolver sus problemas.
La participación vista de esta manera, implica
que todos los actores y los grupos
sociales involucrados en esta acción, deben contar con
información actualizada y pertinente sobre lo que acontece
en el país, comunidad y alrededores, con el fin de poder
decidir, controlar y regular las actividades que se han de
planificar y realizar en la localidad, para mantener control de
los recursos públicos, de los programas sociales y que los
sujetos se integren en la recuperación de espacios que
también le competen, ya que no se trata de dejar que otros
decidan, sino que todos participen activa y responsablemente, no
solamente votando, sino además aportando e
involucrándose en el bienestar de la sociedad, sin que
para ello haya necesidad de mediación a través de
los partidos políticos o los aparatos del
Estado.
Por ello, es que la participación debe ser
entendida como un hecho político que trasciende del solo
acto de involucrarse o no en las elecciones, de pertenecer a
cierto grupo político partidista, o la simple
transferencia de bienes y
recursos que suponía las relaciones de poder entre Estado
y sociedad, y se ubica en el plano de lo que Zemelma (1989:18)
llama "conciencia de la historia del momento",
planteándose con esto, la necesidad de reconocer las
potencialidades de una situación o momento
histórico determinado, donde el sujeto sea capaz de
construir socialmente proyectos a
futuro desde la especificidad de su entorno".
CAPÍTULO III
En el presente capítulo se esboza la construcción metodológica que se
utilizará en este trabajo, la cual contempla el tipo y
diseño de investigación, así como la
técnica e instrumento de recolección
de datos, lo que permitirá justificar determinadas
decisiones que harán posible hacer el contraste
teoría-realidad.
Tipo de investigación
En virtud de las dimensiones que presenta esta
investigación, la misma está enmarcada dentro de
los límites de una investigación
documental, la cual es definida por Bravo y Méndez
(citado por Ramírez,
1987: 21:) como:
… Una variante de la investigación científica, cuyo
objetivo fundamental es el análisis de diferentes
fenómenos (de orden histórico, psicológico,
etc.) de la realidad a través de la indagación
exhaustiva, sistemática y rigurosa, utilizando técnicas
muy precisas; de la documentación existente, que directa o
indirectamente, aporte la información atinente al
fenómeno que estudiamos.
Según Ramírez (1994:75) "la fuente
principal de información de estas investigaciones
son documentos y
cuando el interés del investigador es analizarlos como
hechos en sí mismos o como documentos que nos brindan
información sobre otros hechos, estamos en presencia de
una investigación que podríamos tipificar como
documental".
Estas investigaciones son muy útiles para el
estudio de fenómenos históricos, cuya huella en el
tiempo ha quedado plasmada en los documentos.
En palabras de Balestrini (1987: XX) la
investigación documental "requiere de un conjunto de
procedimientos tecno-operacionales que deben seguirse, a fin de
lograr mayor y mejor eficiencia en el
manejo de las fuentes
documentales, que sirven de base y orientan las formulaciones de
la investigación".
Diseño de investigación:
Esta investigación está enmarcada en un
diseño bibliográfico, que consiste según
Hernández (1998:71) en "detectar, obtener, consultar la
bibliografía y otros
materiales que pueden ser útiles para los
propósitos del estudio, de donde se deben extraer y
recopilar la información relevante y necesaria que
atañe a nuestro problema de
investigación".
El principal beneficio que se obtiene con este
diseño es que posibilita al investigador cubrir una amplia
gama de fenómenos, ya que no sólo debe basarse en
los hechos a los cuales él mismo tiene acceso, sino que
puede extenderse para abarcar una experiencia inmensamente mayor;
el diseño bibliográfico también es
indispensable cuando hacemos estudios históricos, no hay
otro modo en general, de enterarnos de los hechos pasados si no
es apelando a una gran proporción de datos secundarios
(Sabino, 1978: 95)
Para este proceso se llevará a cabo una
revisión de fuentes primarias y secundarias, constituida
por tesis de
grado, libros,
periódicos, revistas y documentos publicados.
En este sentido, se realizará un arqueo de
fuentes o identificación de información relevante
para la investigación, en este caso, se ubicarán
textos relacionados con la gobernabilidad democrática y la
participación ciudadana, lo que contribuirá a crear
el marco teórico y la cristalización del
trabajo.
Técnica e instrumento de recolección de
datos:
La técnica de recolección de datos que se
utilizará en esta investigación será el
análisis de contenido, que según Hernández
(1998: 293) "es una técnica para estudiar y analizar
la
comunicación de una manera objetiva,
sistemática y cuantitativa. Krinpper (1982) extiende la
definición del análisis de contenido a una
técnica de investigación para hacer inferencias
válidas y confiables de datos con respecto a su
contexto".
El análisis de contenido se efectúa por
medio de la codificación, el proceso virtual del cual
las características relevantes del contenido de un mensaje
son transformadas a unidades que permitan su descripción y análisis preciso. Lo
importante del mensaje se convierte en algo susceptible de
describir y analizar. (Hernández, 1998:
296)
En esta investigación se hará un
análisis de documentos hemerográficos (materiales
de prensa) que
estén relacionados con la gobernabilidad
democrática y la participación ciudadana de tres
períodos históricos de Venezuela, lo que
permitirá describir la relación que existe entre
ambos.
El análisis se llevará a cabo por medio de
la codificación, que contempla las unidades de
análisis, las cuales conforman fragmentos del
contenido de los mensajes que se estudiarán y el
establecimiento de las categorías que
permitirán caracterizar las unidades de
análisis.
En cuanto al instrumento de recolección de datos
se empleará el fichaje ya que es necesario recolectar los
datos que proporcionarán las fuentes de
información documental.
Mediante el fichaje se acumulará de manera
metódica y ordenada los diversos datos e ideas de las
fuentes localizadas, que servirán de apoyo para la
realización del trabajo con gran rapidez y eficiencia. El
dominio de
este instrumento permitirá racionalizar al máximo
la etapa del acopio de las fuentes de conocimiento y poder
establecer las conexiones necesarias entre los datos obtenidos y
el plan general que
se propone alcanzar. (Balestrini, 1987: 9)
La realización de este anteproyecto de
investigación permitió estar al tanto de los
lineamientos teóricos y metodológicos necesarios
para estudiar un tema que está basado en la realidad y que
en este caso se ha venido desarrollando en el marco de la
gobernabilidad democrática como producto de la
participación ciudadana.
Asimismo, esta investigación pretende fortalecer
la tesis de que los pueblos latinoamericanos han despertado y los
ciudadanos han decidido dejar de ser simples espectadores que
habitan un territorio para convertirse en protagonistas de la
historia que se escribe diariamente, lo que les ha permitido
participar abiertamente en la diversas acciones públicas
que también lleva adelante el Estado, sin eludir sus
deberes y exigiendo los derechos que les corresponden y
están garantizados en cualquier sistema
democrático.
Por tal razón, se continuará indagando
sobre el tema, mediante el cual se podrán presentar los
análisis y comprensión de los resultados de esta
investigación, que busca coadyuvar con el conocimiento de
los diversos gobiernos democráticos en Venezuela, donde la
participación ciudadana ha sido un elemento clave para el
ejercicio del estado de
derecho.
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Ciudadano: habitante de las ciudades antiguas o
de estados modernos como sujeto de derechos políticos y
que interviene, ejercitándolos, en el gobierno del
país.
Democracia: doctrina política favorable a
la intervención del pueblo en el gobierno.
Discurso: doctrina, ideología, tesis o punto de vista.
Gobernabilidad: cualidad de gobernable.
Gobernanza: arte o manera de gobernar.
PNUD: programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo.
Político:
arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los
estados.
Autor:
Honorio Francisco Torrealba
Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias
Jurídicas y Políticas
Centro de Estudios de Postgrado
Especialización en Gobierno y Política
Pública
Caracas, junio de 2005