Influencia de machos castrados, machos enteros y hembras en el comportamiento productivo
- Resumen
- Sustentación
teórica - Testosterona
- Regulaciones de las funciones
sexuales masculinas - Castración
- Rendimiento de la
canal - Limitaciones para el uso de
machos enteros - Respuesta de los consumidores
a la carne de machos enteros - Control del olor
sexual - Efecto de la edad de
castración - Materiales y
métodos - Resultados y
discusión - Bibliografía
En el presente trabajo se
realizo un estudio sobre la influencia de animales
castrados, hembras y animales no castrados en cuanto a los
indicadores
productivos en la etapa nacimiento- destete. Fueron utilizados
para el, experimento 60 animales que formaron 3 grupos
homogéneos Los animales fueron castrados a los 7
días de edad. En cuanto al peso al destete y la Ganancia
media diaria (GMD) no existieron diferencias significativas entre
machos y las hembras pero los machos castrados mostraron valores
más bajos
En la actualidad Cubana, dada la necesidad de investigar e
implantar técnicas
de manejo que sean no solo económicamente, si no
también ecológicamente viable, que puedan ayudar a
elevar los índices productivos de nuestras granjas, se ha
incrementado la búsqueda de alternativas para lograr un
aumento de la producción porcina.
Es por ello que este experimento pretende resolver la
cuestión de la factibilidad de
la castración de los animales en la etapa de crías,
haciendo una comparación de la GMD y el peso al destete de
los animales castrados con los machos enteros y las hembras.
Testículos
En el cerdo los testículos
presentan un posición oblicua, por lo que el extremo de la
cabeza se dirigen cranealmente y el borde del epidídimo
craneodorsalmente. Los testículos son grandes, pero
más flácidos que los demás animales de
granja y presentan una posición casi horizontal.
Los testículos realizan dos funciones: La
elaboración de las hormonas
masculinas, predominantemente la testosterona y la
producción de espermatozoos. Las células
de
Leydig segregan testosteronas bajo la influencia de la hormona
estimulante de las intersticiales.
Las células intersticiales son activas durante el
desarrollo
fetal, segregando productos que
dirigen el desarrollo genital hacia el tipo masculino, pero la
función
testicular permanece dormida en el, desde el nacimiento hasta la
pubertad. Una
descarga de gonadotropinas hipofisíarias anuncia el
comienzo de la pubertad y favorece la secreción de
testosterona que induce las características sexuales
secundarias masculinas (Widmann, 1989).
Las células de Leydig son células grandes,
polihídricas que se presentan en agrupaciones y
están asociadas con los vasos linfáticos y
capilares en el tejido intersticial. Ellas son muy activas en el
embrión, temporalmente segregan durante el comienzo de la
pubertad (Hooker, 1970).
Los testículos producen hormonas esteroidales con
efecto masculinizante que se denominan andrógenos y su
principal representante es la testosterona (Degroot, 1979)
La testosterona es una hormona de 19 átomos de carbono
(Widmann, 1989), la cual interviene durante la vida fetal en la
formación y desarrollo de los genitales externos,
posteriormente durante la pubertad estimula el desarrollo de los
caracteres sexuales secundarios (Degroot, 1979).
En la época de la pubertad, los testículos se
hallan sometidos a los efectos de una producción cada vez
mayor de gonodatropinas hipofisíarias (Folículo
estimulante y Hormona Luteinizante) esta última
actúa sobre las células intersticiales situadas
entre los tubos seminíferos, estimulándolas a la
producción de testosterona (Willians, 1980)
Molécula de testosterona (C19
H28 O2) Drivaux, (1967)
En el inicio de la maduración sexual y en
estrecha relación con el grado de desarrollo corporal
aumenta la secreción de las hormonas
gonadotrópicas. Acompañado con el aumento de la
secreción endocrina testicular, por esta razón es
posible registrar en este momento un gran desarrollo testicular
con el inicio de la función de las glándulas
sexuales accesorias y la diferenciación de las
características sexuales secundarias.
Regulaciones de las funciones sexuales
masculinas
Los testículos son los órganos primarios
de la reproducción del macho, pero en la
actualidad, no hay dudas de que la regulación de las
funciones sexuales se realiza en colaboración estrecha
entre los sistemas nervioso
central, por vía refleja y hormonal, y que el centro
superior de esta regulación esta representado por el
sistema
hipotálamo-hipófisis-testículos. El centro
regulador se encuentra en el hipotálamo, el cual al
producir las neurohormonas o los factores de liberación,
dirige las funciones de la adenohipófisis, con la
liberación de las gonadotropinas correspondientes (FSH y
LH). La FSH influye en el proceso
espiermiogenetico, mientras que la LH estimula la síntesis
de los andrógenos en las células de Leydig, que
influyen en la función y estructura de
los conductos testiculares y sirven de intermediarios en el
desarrollo, conservación e intensidad de la libido y de
los reflejos sexuales, además intervienen directamente en
ciertas fases del proceso espermiogenetico. (Albarran et al
,2001)
La castración es la extirpación o la
supresión funcional de las glándulas genitales. En
el macho, esta operación se practica con la finalidad de
facilitar la utilización de los animales y en el cerdo es
absolutamente indispensable, para evitar el desarrollo del
desagradable olor sexual de la carne del verraco (Kolb,
1975)
Según Ciria y Garces (1996) se pueden presentar
tres tipos de animales en lo relativo al sexo: Machos
enteros, machos castrados y hembras, presentando diferencias
importantes entre ellos, en cuanto a consumo de
alimento, velocidad de
crecimiento, deposito de grasa y eficiencia de
conversión.
La castración se realiza principalmente para
facilitar el manejo de los animales y para permitir la crianza de
sexos mezclados (Camacho, 1990)
La castración debe realizarse antes de las 2
semanas de vida con el fin de minimizar el estrés,
fácil manejo y fácil cicatrización de la
herida (Muñoz, 1993).
Para efectuar la castración se realiza una
incisión en cada escroto lo suficientemente larga para
permitir un buen drenaje y realizar desinfección de la
herida (Pond y Houpt, 1981)
La castración puede provocar dolor prolongado que
puede llegar a ser más fuerte si se produce un desgarro de
los tejidos, por ello
se considera una practica perjudicial para el bienestar de los
cerdos, en especial si los que la ejecutan son personas sin
experiencia (Anónimo, 2001).
La consecuencia de la castración varía
según el momento en que se realice. La extirpación
de las glándulas genitales, antes de la pubertad va
seguida de la completa interrupción del desarrollo de los
caracteres sexuales secundarios. La composición corporal
difiere de los individuos púberes no castrados y
particularmente el esqueleto se desarrolla más (Kolb,
1975).
La práctica de la castración consigue en
los cerdos gonadectomizados una mayor docilidad y facilita su
manejo frente a las hembras que han alcanzado la pubertad, por lo
que ha constituido una práctica que se ha generalizado
durante mucho tiempo en
porcinotecnia (Quiles y Hevia, 2003).
Gonzáles (1984) recomienda en base a la facilidad
de realizar la castración y la rapidez de
cicatrización, efectuar dicha operación a los 7
días de edad de las crías.
Los machos enteros según Hansson (1974) presentan
una mejora del 10 % en la GMD respecto a los Castrados, en los
cuales la velocidad de crecimiento será máxima
entre los 70Kg y 90 Kg, a partir de los cuales comienza a
descender.
Alonso (1997), citado por Estevez (2001) plantea que
esta demostrado que el macho castrado tienen mas capacidad para
convertir el alimento en músculo, debido a que las
hormonas masculinas en el macho entero bloquean la acción
de la hormona somatotropa del crecimiento.
Díaz et al. 1990 en un ensayo en
que se evaluaron 144 cerdos, no encontraron diferencias
significativas entre machos enteros y castrados en
relación con la media diaria, pero ambos fueron superiores
al grupo de
hembras. Sin embargo esto difiere de lo señalado por
Campbell y Kimb (1982), quienes encontraron una respuesta
superior de los machos enteros sobre los castrados.
Wooddt Riley (1982), también encontraron una
mejor respuesta de los machos enteros sobre los
castrados.
Ciria y Garces; Bonneau y Squines, (2000), plantean que
la eficiencia de conversión es mejor en los machos enteros
que en las hembras y estas a su vez son más eficientes que
los machos castrados, estas diferencias son explicadas por la
acción que ejercen los esteroides testiculares
(Díaz et al., 1996)
Los testículos del cerdo son muy
prolíferos en estrógenos y andrógenos, los
que actuarían en forma sinérgica. Los
andrógenos estimulan el apetito y favorecen la
retención de N a nivel de ciertos grupos musculares y los
estrógenos aumentan la ganancia media de peso y mejoran
los índices de conversión, entre otras acciones
(Cancellon, 1991).
Los depósitos de grasa en machos enteros son
mejores que en machos castrados y en ambos grupos aumenta con
mayores pesos de sacrificios (Ciria y Garce, 1996).
Esta respuesta de los machos enteros estaría
explicado por el efecto de los estrógenos producidos por
los testículos, los cuales por un lado aumentan la
proporción de músculo y por otro disminuyen la
proporción de grasa dorsal (Camellon, 1991)
Largo de la canal y del
lomo
En relación con el largo de la canal no hay
diferencias significativas a la hora de usar machos enteros y
castrados (Wodd y Riley, 1982).
Díaz et al (1990), no encontró diferencias
significativas entre machos enteros y castrados en cuanto la
largo de la canal y el lomo.
Limitaciones para el uso de machos
enteros
A pesar de las ventajas de utilizar machos enteros
muchos países no optan por utilizar este tipo de animales
principalmente por la presencia de olor sexual en algunas de las
canales (5-10%) (Diestre, 1996; Ciria y Garce, 1996).
El olor sexual es un olor desagradable que es
frecuentemente percibido durante la cocción de la carne de
machos adultos, pudiendo afectar el sabor de la carne, a pesar de
no tener olor durante la cocción (Bonneau y Squires,
1996).
Los principales compuestos que contribuyen al olor
sexual son la androstenona (5 s – andost-16-en 3-one 9 y el escatol 3
s -Metilindol), no
obstante los androstenoles (5s -androst-16-en-3s -d y 5s -androst-16-en-3b -01) y compuestos similares al escatol
también contribuyen a la aparición del olor sexual
(Diestre, 1996).
La andostenona es una feromona masculina producida por
los testículos, aumentándose en la grasa y las
glándulas salivales, durante el cortejo y la monta
ésta es liberada con los mordiscos del macho lo que atrae
e induce a la hembra a tomar la posición de unión
(Giersing et al, 2000; Babol et al 1999)
El escatol se produce por la degradación
bacteriana del triptófano en los intestinos del cerdo,
éste es absorbido pasando al torrente sanguíneo y
depositado en la grasa (Giersing et al, 2000; Babol et al
1999).
Respuesta de los consumidores a la carne de machos
enteros
Por la gran variabilidad en los hábitos de los
consumidores la aceptabilidad de la carne de machos enteros puede
variar entre estudios (Disksterhuis et al, 2000)
En un estudio realizado por Bonneau y Squines, (2000),
el 65% de los consumidores estaría más insatisfecho
con el olor sexual de la carne de machos enteros que de las
hembras. En el caso del sabor solo el 3% estuvieron
insatisfechos.
En cuanto a la contribución de la andostenona y
el escatol a los problemas de
olor sexual, en un estudio realizado en 7 países europeos,
señalan que el escatol contribuye más que la
andostenona a loa problemas de olor sexual de machos enteros. En
cuanto al sabor, esta tuvieron respuestas similares y aditivas
(Matthews et al.2001).
Existen varias formas de minimizar los problemas del
olor sexual, apuntando principalmente a disminuir la
concentración de andostenona y escatol. Bajar la
concentración de escatol en la grasa es posible criando
los animales en piso de rejilla en vez de concreto,
usando alimentación líquida en vez de seca
y permitiendo acceso ilimitado al agua (Bonneau
y Squines,2000 ).
Efecto de la edad de
castración
En un estudio realizado por González et al, 2003
para valorar el efecto de la edad de castración (7,14 y 21
días) en la GMD y características de la canal,
concluyeron que la castración a estas edades no afecta la
ganancia diaria de peso y los principales parámetros de la
canal (Gonzales et al, 2003).
Fueron evaluados 60 animales, los cuales conformaron los
siguientes grupos de 20 animales:
Tratamiento 1: Machos castrados
Tratamiento 2: Hembras
Tratamiento 3: Machos sin
castrar
A los animales del tratamiento 1, se les realizo la
castración a los 7 días de edad.
Método de
castración
La castración se hizo a cordón
descubierto, se realizó una incisión en cada
testículo en la línea media, bien próxima al
rafe, incidiendo en el tabique escrotal para extraer los
testículos, se realizo la abertura de la vaina vaginal
para su separación hasta el fondo del escroto,
posteriormente entre la vaina y el paquete nervioso que incluye
el conducto se le aplicó una anudación, la herida
fue rociada con spray Blue y en su entorno y en la cola se le
unto Miasis cutánea.
Fueron utilizados para la
castración:
Spray Blue (Bremer PHAMA GMBH, Alemania
)
Composición del Spray
Blue
- Hidrocloruro de oxitetraciclina
- Violeta metilica
Miasis cutánea (Labiofan, Cuba)
Composición de la Miasis
cutánea
- Lindano
- Esencia de trementina
Se evaluaron los animales a los 7 días, el peso
al destete y la ganancia media diaria,
Tabla.23 Tabla de peso a los 7
días
Tratamiento | Mediana | E. Estándar | Sign |
Enteros | 3.075400a | 0.020395 | N:S |
Hembra | 3.077650 a | 0.020395 | |
Castrados | 3.076595 a | 0.020395 |
Medias con letras diferentes difieren
significativamente, P<0.05
Los animales al inicio del experimento (7dias) no
diferían en el peso
Tabla. 24 Tabla de peso al
destete
Tratamiento | Mediana | E. Estándar | Sign |
Enteros | 8.06345a | 0.048939 | *** |
Hembras | 8.05231 a | 0.048939 | |
Castrados | 7.42812b | 0.048939 |
Medias con letras diferentes difieren
significativamente, P<0.05
Tabla.25 Tabla de GMD
Tratamiento | Mediana | E. Estándar | Sign |
Enteros | 191.8486a | 0.067925 | *** |
Hembras | 191.3330 a | 0.067925 | |
Castrados | 140.8526 b | 0.067925 |
Medias con letras diferentes difieren
significativamente, P<0.05
Nuestros resultados difieren de lo planteado por
Mendel y
Fuentejana (2001), quienes plantean que el crecimiento de los
machos castrados es al menos igual que el de los machos enteros.
Y también difieren con Fortin (1980); Cisneros et al
(1996) y Weatherup et al (1998) que señalan que los machos
castrados y hembras sin castrar ofrecen rendimientos de la canal
similares y superiores a los machos enteros.
Los resultados obtenidos en este experimento concuerdan
con Prieto (1998), que plantea que los machos castrados tienen
una capacidad menor que los machos enteros y que las hembras para
trasformar las proteínas
en tejido muscular.
También Quiles y Hevia (2003) señalan que
los cerdos no castrados utilizan con mayor eficiencia los
nutrientes que los castrados.
Creemos que esta diferencia que existe entre cerdos
castrados, hembras y no castrados, puede estar dada por que la
función testicular permanece dormida, desde el nacimiento
hasta la pubertad, etapa que no fue incluida en el experimento
por que solo valoramos la etapa nacimiento – destete y los
cerdos que fueron castrados fueron sometidos a un estrés,
que no fue sufrido por los otros grupos de animales.
En cuanto a la afirmación de Alonso (1997) que
plantea que está demostrado que el macho castrado tienen
más capacidad para convertir el alimento en
músculo, debido a que las hormonas masculinas en el macho
entero bloquean la acción de la hormona somatotropa del
crecimiento, esta afirmación no pudo ser confirmada por
que el experimento solo se realizo en la etapa de cría
donde no se ha producido la descarga hipofisiaria que anuncia el
comienzo de la pubertad y estimula la secreción de
testosterona por las células de Leydig.
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