Monografias.com > Psicología
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Psicoterapia cognitiva orientada hacia el mejoramiento de las relaciones interpersonales en niños




Enviado por alinaa24



    1. Fundamentación
      teórica
    2. Diseño
      Metodológico
    3. Análisis de los
      resultados
    4. Conclusiones
    5. Recomendaciones
    6. Bibliografía
    7. Anexos.

    Introducción:

    Desde principios del
    siglo XX hasta la actualidad, y en el marco del desarrollo de
    la ciencia
    psicológica, numerosos especialistas han dirigido sus
    esfuerzos al estudio de los trastornos psíquicos en la
    infancia,
    desde una amplia gama de posiciones teóricas y
    metodológicas pero con el objetivo final
    común de mejorar la calidad de la
    vida infantil.

    La presente investigación se incluye dentro de estos
    esfuerzos por perfeccionar y sistematizar los métodos y
    técnicas psicoterapéuticas que
    permitan potenciar el desarrollo de la
    personalidad infantil; específicamente trabajaremos
    con niños con trastornos emocionales y / o
    comportamentales, aspirando a lograr en ellos una mayor
    adecuación tanto emocional como comportamental,
    estimulando el equilibrio y
    la armonía de la interacción del niño con el medio
    social que le rodea.

    En ella, partiendo del conocimiento
    de que una de las principales áreas de
    manifestación de los trastornos emocionales y
    comportamentales es la de las relaciones interpersonales y de la
    importancia que poseen estas en el desarrollo del individuo,
    hemos diseñado una propuesta de intervención
    dirigida hacia el mejoramiento de esta área conflictiva,
    que se traduzca en cambios positivos en la problemática
    general.

    Con esta intención hemos diseñado un
    programa
    psicoterapéutico de corte cognitivo – conductual en
    el que se utiliza el títere como recurso auxiliar en un
    marco grupal, teniendo en cuenta las ventajas que posee este y el
    hecho de que se ajusta perfectamente a nuestros objetivos
    terapéuticos e investigativos.

    El trabajo
    está dividido en tres partes, la primera contiene las
    bases teóricas en las que se fundamenta nuestro proyecto
    investigativo, esta posee cuatro epígrafes que abordan,
    las relaciones interpersonales a esta edad y su importancia en el
    desarrollo del individuo; los trastornos del comportamiento y las
    emociones,
    relevancia de su estudio, peculiaridades y formas de
    manifestación y aparición; y las bases
    teóricas sobre las cuales se sustenta la psicoterapia
    cognitivo–conductual que hemos implementado, aspectos
    distintivos de esta, el títere como recurso auxiliar y la
    psicoterapia de grupo con
    niños.

    La segunda parte contiene los aspectos
    metodológicos en los que se basa el proyecto, abarca la
    formulación y fundamentación del problema, el
    planteamiento de los objetivos, la descripción de la muestra
    seleccionada, las definiciones operacionales y las
    técnicas y procedimientos
    empleados.

    La tercera parte abarca lo concerniente al análisis de los resultados, las
    conclusiones derivadas de
    estos y las recomendaciones.

    De manera general con esta investigación
    pretendemos contribuir a la constitución de enfoques
    terapéuticos que enfaticen en el logro de un mayor
    equilibrio y coherencia del intercambio social del niño, y
    a la sistematización del títere, y el grupo como
    recursos en
    psicoterapia infantil.

    Palabras claves: trastornos del
    comportamiento y las emociones, relaciones interpersonales,
    psicoterapia cognitiva.

    FUNDAMENTACIÓN
    TEÓRICA:

    Relaciones interpersonales. Características de
    la edad que nos ocupa e importancia en el desarrollo del
    individuo.

    Las relaciones interpersonales son aquellas en las que
    se establece una relación mutua entre individuos, que
    tienen propiedades de reversibilidad y simetría, y en las
    que existe la posibilidad real de reciprocidad. Las relaciones
    interpersonales y la
    comunicación son inseparables, ya que es precisamente
    a través de la comunicación que la relación social
    de realiza, que se revela como social y humana.

    Estas relaciones desempeñan un importante papel
    en el desarrollo psíquico en la ontogénesis, ya que
    es a través del sistema de
    interacciones, de la sutil red de relaciones que se
    teje alrededor del niño desde su más temprana
    infancia, que se trasmite al ser humano toda la cultura
    material y espiritual de la sociedad, que
    el niño asimila el medio e influye sobre él,
    interactuando activa y dinámicamente con el mismo,
    manifestándose este, como un factor de gran importancia
    para el desarrollo de la personalidad.

    El desarrollo individual del hombre se
    lleva a cabo en el proceso del
    establecimiento de las múltiples relaciones directas e
    indirectas, mediatas e inmediatas, concientes e inconscientes con
    el medio social circundante en el proceso de la comunicación
    social que realiza y forma estas relaciones.

    El hombre se desarrolla como hombre, gracias a su
    naturaleza
    social, y este desarrollo depende de la calidad del sistema de
    relaciones sociales y prácticas socializadoras de los
    adultos, la familia y
    otros niños le ofrecen al niño; estas
    prácticas propician los cambios psíquicos y
    sociales de cada una de las etapas que atraviesa en su
    desarrollo.

    El proceso de socialización transcurre en diversos
    escenarios o contextos: la familia, el grupo
    escolar, la comunidad, el
    grupo informal, etc. Y va poco a poco desarrollando la capacidad,
    mediante el proceso de aprendizaje
    social (el niño se apropia del sistema de creencias y
    conductas culturales que se enseñan mediante actitudes y
    lenguaje
    verbal o extraverbal) a desempeñarse adecuadamente en cada
    uno de estos escenarios o contextos, es decir, aprende a
    controlar su comportamiento, a adoptar diferentes roles, se
    adapta a un grupo social y a una comunidad más amplia
    manteniendo una actitud
    crítica
    y asumiendo responsabilidades y obligaciones,
    convirtiéndose en un miembro útil y aceptable en la
    sociedad, que sea parte y a la vez contribuya a su
    cultura.

    Los procesos
    psicológicos se agrupan en torno a las
    relaciones que el niño establece con los demás,
    consigo mismo y con el mundo que le rodea. Así, en las
    relaciones sociales se expresan y construyen la capacidad de
    interacción, el manejo de normas, la
    autoconciencia, identidad,
    manejo corporal, autoestima, el
    reconocimiento de sí mismo como sujeto diferente de los
    demás. Por todo ello el niño tiene absoluta
    necesidad de la presencia del otro y la personalidad se construye
    progresivamente mediante el contacto social y la
    confrontación con los demás.

    "El fomento del desarrollo social
    tiene enorme importancia para la formación individual de
    la personalidad infantil, el propio yo y la autoconciencia se
    forman en la relación recíproca y dialéctica
    con el medio social" G Clauss y H. Hiebsch, 1966.

    De la situación social del desarrollo del
    niño forman parte dos subsistemas sociopsicológicos
    importantes; el subsistema "adulto-niño" al que en un
    momento determinado del desarrollo del individuo se le suma el
    subsistema "niño-niño".

    Los adultos, fundamentalmente en los primeros
    años de la vida de un niño, tenemos una alta
    responsabilidad en su salud mental,
    principalmente los padres en el desempeño de su función
    educativa son impulsores de la construcción de los procesos
    psicológicos propios de los seres humanos: la
    comunicación, la interacción, el manejo de normas,
    la identidad, la autoestima, el manejo corporal, la
    comprensión de las relaciones de causalidad, la
    representación de la realidad social; del desempeño
    de las relaciones sociales y de la superación del debate entre
    su egoísmo (que se debe a su poca capacidad de defensa e
    inseguridad) y
    la necesidad de acercamiento a los demás.

    Los padres, en el proceso de las relaciones
    interpersonales que se establecen dentro de un grupo familiar,
    deben cumplir la tarea de potenciar el desarrollo
    biológico, psicológico y social de sus
    hijos.

    Estas relaciones, esta educación y
    estimulación que se lleva a cabo en el marco familiar son
    sumamente importantes en la especie humana, a diferencia de los
    animales, ya
    que mientras el desarrollo de estos está casi totalmente
    predeterminado de manera genética,
    el hombre al
    nacer tiene solo unos pocos reflejos incondicionados, es una
    criatura muy indefensa, que necesita mucha protección y
    una ayuda educativa muy intensa para que logre apropiarse de
    todos los conocimientos necesarios para desenvolverse en la
    sociedad, y que hasta ahora ha acumulado la humanidad a lo largo
    de su devenir histórico.

    Los padres deben incitar a que los hijos se desenvuelvan
    con independencia
    en el medio sociocultural, deben acomodar las normas a la edad de
    estos ejerciendo estímulos para la superación de
    las metas, brindando espacios para que tomen sus propias
    decisiones y asuman sus responsabilidades, y sobre todo, deben
    fomentar en ellos características positivas de
    personalidad.

    Con el ingreso del niño en la escuela se
    modifica la posición del niño en la familia, este
    es un paso importante para el desarrollo social ya que las
    relaciones con el adulto comienzan a ser diferentes, el punto de
    cristalización de sus relaciones sociales va
    desplazándose, alejándose de los miembros de la
    familia, el niño poco a poco va independizándose de
    sus padres y comienza a relacionarse con otros adultos tales como
    los maestros, y con otros niños de su misma
    edad.

    Estas relaciones con coetáneos son muy
    importantes en el desarrollo de la personalidad infantil, el
    formar parte de un grupo le permite a un niño su
    manifestación como ser humano en un ambiente de
    respeto mutuo, de
    solidaridad, de
    cooperación y participación en la toma de
    decisiones; construir una vida grupal es abrir la posibilidad
    en los niños de practicar progresivamente la
    determinación de qué y el cómo de su
    acción,
    participando, diciendo y combinando sus intereses individuales
    con los del grupo.

    Trastornos del comportamiento y las emociones de
    comienzo habitual en la infancia y la adolescencia.

    El estudio de los trastornos emocionales y
    comportamentales en la infancia y la adolescencia resulta de gran
    importancia ya que el diagnóstico y tratamiento oportuno de
    cualquier tipo de alteración redunda en un desarrollo
    más armonioso de la personalidad infantil, favorece su
    desenvolvimiento cómodo y adecuado en el medio social y le
    proporciona por tanto, una mayor calidad de
    vida; además este temprano abordaje de las
    desviaciones del desarrollo psíquico tiene gran valor
    profiláctico, ya que muchas de las tendencias
    neuróticas en la adultez, tienen su origen en la infancia,
    durante la cual existen más posibilidades de cambio debido
    a la mayor plasticidad y flexibilidad de la personalidad en
    formación del niño.

    Dentro de esta clasificación del CIE –10 se
    incluye una amplia gama de trastornos, como los
    hipercinéticos, los disociales, los trastornos de las
    emociones de comienzo habitual en la infancia y la adolescencia,
    y los trastornos de tics; estos se expresan en las diferentes
    esferas de la personalidad del niño, tanto la afectiva, en
    la que se observan modos inadecuados de canalización y
    expresión de emociones, ansiedades y culpas; la cognitiva,
    con maneras erróneas de interpretar y valorar la realidad
    y con inestabilidad en el aprendizaje, y
    la conductual, con hábitos y comportamientos
    inadecuados.

    Un niño portador de un trastorno emocional y
    conductual se manifiesta generalmente alejándose de las
    formas que dan posibilidades de vida social armónica,
    llegando en ocasiones a atacar las normas sociales, lo que
    provoca perturbaciones para él y los que le rodean; todo
    esto obstaculiza sus relaciones interpersonales, cuyas
    dificultades pueden evidenciarse en comportamientos variados como
    inhibición, hipersensibilidad, retraimiento, ansiedad de
    separación, temor, excesiva dependencia, comportamientos
    esquizoides, dificultad para establecer relaciones estrechas,
    tendencia hacia el aislamiento, celos, envidia, hostilidad hacia
    hermanos, rebeldía hostil manifiesta o encubierta,
    perretas, robos, entre otros.

    Los trastornos psíquicos en la infancia se
    manifiestan a través de síntomas o cuadros
    sindrómicos que se presentan como mecanismos de los que se
    vale el niño para buscar un equilibrio con un medio que
    percibe hostil, que no le permite la satisfacción de sus
    necesidades y que le ocasiona frustración y estados de
    tensión. Estos síntomas constituyen, por tanto, sus
    defensas ante este medio, y son el resultado de la propia
    dinámica familiar, escolar y social, del
    contexto en el que ha ido desarrollándose la personalidad
    desde sus inicios.

    Entre los síntomas más frecuentes se
    encuentran la timidez, el retraimiento, trastornos del
    sueño, agresividad, intranquilidad, ansiedad,
    hiperactividad, enuresis; estos, de cierta manera alivian el
    malestar psicológico del niño y representan su
    S.O.S., el indicador de que necesita ayuda, ya que carece de los
    recursos psicológicos necesarios para resolver sus
    conflictos de
    manera ajustada.

    Al abordar el estudio de los trastornos
    psicológicos en la infancia debemos tener en cuenta que el
    niño aún está en el proceso de
    formación de su personalidad, por lo que consecuentemente
    no debemos hablar de "patologías" o "enfermedades" estructuradas,
    y por lo tanto, tampoco de cura.

    Frecuentemente la línea que se para a un
    niño sano y al que presenta trastornos psicológicos
    o desviaciones en su desarrollo no está claramente
    establecida, sino que resulta un espacio donde coexisten aspectos
    indicadores de
    alteración con aspectos que indican normalidad y en el que
    radican las fuerzas que determinan la tendencia hacia una u
    otra.

    Debemos entonces, ver estos trastornos como desviaciones
    del desarrollo normal, y su tratamiento e intervención
    debe ser abordado en correspondencia con las peculiaridades de la
    clínica infantil (la que requiere de métodos
    particulares ajustados a la personalidad en formación del
    niño) de manera sumamente flexible y creativa, y debe
    dirigirse hacia la corrección de estas desviaciones,
    buscando la adaptación del niño a su medio, la
    relación armónica con sus semejantes, el equilibrio
    en el desarrollo de su personalidad, el restablecimiento de su
    espacio psicológico dentro del contexto
    familiar, escolar y social y el respeto a su
    individualidad.

    Psicoterapia cognitiva en niños con trastornos
    del comportamiento y las emociones.

    El tratamiento de niños con trastornos
    emocionales y / o comportamentales va dirigido en sentido
    general, a lograr el equilibrio y bienestar psicológico
    del niño, para ello debe dotársele de recursos
    psicológicos que favorezcan su adecuación emocional
    y adaptación a los contextos ambientales en los que se
    desenvuelve; tratar de eliminar o al menos disminuir ansiedades,
    culpas, estados de tensión interna que dificultan esta
    adecuación.

    Según el Dr. René Vega Vega (1986), las
    aspiraciones de una psicoterapia pueden ser muy amplias y
    sitúa como ejemplos las siguientes:

    • Conocimiento de las causas medio ambientales capaces
      de producir la sintomatología presentada por el
      paciente.
    • Modificación de las causas medio ambientales
      que se presume producen la sintomatología del
      paciente.
    • Eliminación de estados de tensión
      interna que dificultan la adecuación psicológica
      del paciente.
    • Eliminación de sentimientos de
      minusvalía u otro tipo de patología que hace
      aparecer al paciente con algún grado de
      timidez.
    • Facilitar relaciones interpersonales carentes de
      hostilidad.
    • Ventilación de la problemática familiar
      de manera de objetivar los factores que intervienen en la
      producción de la sintomatología
      presentada.
    • Modificar hábitos de conducta
      inadecuados mediante actividades lúdicas
      específicas.
    • Propender el acercamiento afectivo de alguna figura
      educativa.
    • Facilitar la autovaloración como paso previo
      al establecimiento de un sentimiento de seguridad y
      disfrute personal.

    ¿Cómo logramos este bienestar
    psicológico?, ¿Qué peculiaridades posee la
    psicoterapia infantil?

    Desde los primeros intentos, realizados a principios del
    siglo XX, de abordar terapéuticamente a niños con
    alteraciones psicológicas, y partiendo precisamente del
    hecho de que quien requiere esta intervención es un
    niño, se evidenció que la psicoterapia infantil,
    como rama aplicada del conocimiento psicológico, lleva
    implícitos aspectos esencialmente diferentes a la
    psicoterapia de adultos, y se planteó la necesidad de
    encontrar y desarrollar métodos terapéuticos que se
    adapten al peculiar mundo psíquico del
    niño.

    El niño psíquicamente alterado no es, por
    lo regular, no posee conciencia de
    ello, este es conducido a la consulta por sus padres, no porque
    tenga interés ni
    demande ser atendido. Al no ser consciente de su
    problemática, tampoco conoce los posibles beneficios de la
    psicoterapia, por lo que su motivación
    por esta es por lo general muy escasa o totalmente ausente. Esta
    motivación, sin embargo, constituye un
    factor muy importante para el éxito
    del proceso terapéutico, por lo que es tarea del terapeuta
    "enganchar" al pequeño con este.

    La psicoterapia en general no debe enfocarse realizando
    abstracción de la persona que es
    tributaria de la misma del contexto de las reales relaciones
    sociales en las que está inmersa, en el caso particular
    del niño, y debido a que se encuentra aún en el
    proceso de formación de su personalidad, los contextos
    educativos y familiares son altamente determinantes de su
    conducta, el medio social influye con mayor intensidad,
    más directamente sobre su desarrollo, y puede sustraerse
    menos voluntariamente a esta influencia, por lo que es
    particularmente necesario visualizar en el proceso
    psicoterapéutico, no solo al niño, sino al medio en
    el que este se desenvuelve.

    "La psicoterapia infantil, no puede explicarse como la
    psicoterapia de un niño psicológicamente alterado,
    sino que con mucha frecuencia es la expresión de un
    contexto familiar, escolar y comunitario también alterado"
    M. Roca, 1998.

    En la psicoterapia de adultos, la comunicación
    paciente-terapeuta se realiza, fundamentalmente a través
    del canal verbal, en este sentido la psicoterapia infantil
    resulta necesaria y esencialmente diferente, ya que el
    niño no posee las facilidades de comunicación y
    lenguaje que el adulto, y porque además las perspectivas
    existenciales, el desarrollo del pensamiento,
    la cosmovisión, las "lógicas" del niño y del
    terapeuta son diferentes.

    El especialista debe tratar de relacionarse con el
    niño desde su lógica,
    desde sus expectativas, para lo que se impone, la
    búsqueda, perfeccionamiento y sistematización de
    vías alternativas que nos permitan penetrar en el mundo
    interno del niño, que potencien la eficacia de la
    comunicación con este, que nos permitan comprender
    claramente su problemática y que logren su
    motivación con las actividades
    psicoterapéuticas.

    Son muy variadas las técnicas o recursos que se
    han utilizado, y cada una de ellas posee sus
    características propias y ventajas de utilización,
    entre ellos se encuentran el dibujo, el
    juego, el
    títere, etc.

    El títere es un valioso instrumento en
    psicoterapia infantil, se adapta perfectamente a las necesidades
    infantiles, siendo del agrado de la mayoría de los
    niños, por lo que contribuye a la
    motivación de estos con el proceso terapéutico;
    este además facilita la expresión de vivencias,
    emociones y pensamientos del niño al igual que la
    concientización de ansiedades, culpas, tensiones,
    conflictos y la búsqueda por parte de él, de
    vías alternativas de solución a los problemas de
    manera espontánea y natural, ya que la
    representación es vivenciada por los niños como una
    situación de juego. Posibilita la explotación a
    favor de la psicoterapia de los recursos y potencialidades
    psicológicas del niño, tanto emocionales como
    intelectuales;
    nos propicia el establecimiento de una relación
    empática y la comunicación dentro de la misma, ya
    que permite interactuar desde la lógica infantil y
    respetar su personalidad. Por todo ello contribuye
    considerablemente a los objetivos de cualquier psicoterapia,
    más allá de la orientación teórica de
    esta y de sus objetivos, los que de una manera u otra siempre son
    contribuir a la salud mental y al equilibrio
    psicológico del niño.

    El títere como instrumento en psicoterapia puede
    utilizarse en un contexto grupal, lo que supone una
    potenciación de sus efectos terapéuticos, ya que
    contaría además con todas las ventajas de la
    psicoterapia de grupo, tales como la universalización, la
    comprobación de la realidad, los efectos facilitadores del
    grupo, y la seguridad de pertenencia a un grupo que enfrenta
    problemas similares a los de él.

    El grupo resulta de gran utilidad cuando
    trabajamos con niños con trastornos del comportamiento y
    las emociones, si coincidimos en aceptar que la afectación
    fundamental que presentan estos se manifiesta en el área
    de las relaciones interpersonales, así, en el grupo y
    mediante las interacciones e intercambio que se propician, el
    niño encuentra el espacio necesario para el ensayo y
    perfeccionamiento de nuevos estilos de conducta, y para la
    adquisición de habilidades sociales; permite
    también el análisis y corrección de esquemas
    de comportamiento inadecuados y una mejor adaptación a las
    normas sociales; el grupo obliga a cada uno de sus integrantes al
    reconocimiento y al respeto del otro y de sus acciones, los
    conduce hacia la reflexión conciente o inconsciente sobre
    sus conductas a través de la
    comparación.

    En el grupo infantil, el niño puede crear y vivir
    relaciones de afectividad, confianza y seguridad, conocer a otros
    niños, sentirse a gusto y no ser violentado en sus
    expresiones, lo que le facilita el desarrollo de su
    autoestima.

    Estos son los elementos que conforman nuestro programa
    psicoterapéutico de orientación
    cognitivo-conductual, la cual parte de los presupuestos
    teóricos de que este tipo de enfoque terapéutico en
    niños, al igual que otras terapias cognitivas
    conductuales, consiste en dotar al niño y sus allegados de
    habilidades para el afrontamiento de diversas situaciones
    problemáticas. Debemos tratar de desarrollar en ellos la
    confianza-vs.-desconfianza, y obtener estabilidad emocional. Se
    trata de lograr autonomía-vs.-vergüenza con las
    tareas de que demanda la
    socialización, desarrollar el sentido de la independencia
    y la adaptación a las demandas de la cotidianidad, las
    habilidades de aprendizaje, desarrollo de conceptos corporales,
    la adecuada diferenciación sexual, valores
    culturales y sentido del bien y del mal, conceptos de realidad
    física y
    social y desarrollo de habilidades relacionales con familia y
    compañeros, el sentido de capacidad-vs.-inferioridad, el
    dominio de las
    tareas escolares, solución de problemas, relacionarse con
    adultos, maestros y compañeros desconocidos, desarrollar
    el sentido de la independencia dentro del grupo familiar y
    desarrollar el autocontrol y tolerancia a la
    frustración.

    DISEÑO
    METODOLÓGICO.

    Problema: ¿Resulta efectivo un
    programa de psicoterapia cognitiva grupal orientada al
    mejoramiento de las relaciones interpersonales en niños
    con trastornos de las emociones y del comportamiento?

    Objetivo general:

    • Evaluar la efectividad de un programa de psicoterapia
      cognitiva grupal orientado hacia la estimulación del
      equilibrio y coherencia del intercambio social del
      niño.

    Objetivos específicos:

    • Diseñar un proyecto psicoterapéutico
      cognitivo-conductual, dirigido a lograr el mejoramiento de las
      relaciones interpersonales en los niños asistentes al
      grupo.
    • Evaluar la evolución de las relaciones
      interpersonales en el grupo terapéutico.
    • Evaluar la evolución de las relaciones
      interpersonales de los niños en el marco
      familiar.

    Definiciones operacionales:

    Relaciones interpersonales: son relaciones
    sociales que se establecen entre los seres humanos cara a cara.
    Se manifiestan como procesos dinámicos y
    multideterminados. En esta investigación nos referimos a
    las relaciones interpersonales que establecen los niños
    tanto fuera como dentro del grupo, y estas se evaluarán
    mediante varias categorías, las cuales han sido elaboradas
    tomando en consideración estilos de comportamiento social
    que se describen en la literatura poseen los
    niños con trastornos de las emociones y / o del
    comportamiento.

    Trastornos emocionales y del comportamiento:
    amplio grupo de trastornos en los que se aprecian alteraciones de
    la esfera afectivo-motivacional y / o conductual, que
    obstaculizan el equilibrio psicológico y la
    adaptación social del individuo y dificultan tanto su
    bienestar como el de los que le rodean; las alteraciones
    conductuales se expresan más frecuentemente en
    desorganización, pobre modulación, agresividad, y pueden llegar a
    conductas disociales y las afectivo-motivacionales (que
    constituyen más exageraciones de las tendencias normales
    del desarrollo que fenómenos cualitativamente anormales en
    sí mismos) en ansiedad, temores, obsesiones, fobias,
    hipocondrías, timidez excesiva, estados de tensión
    u otras.

    Psicoterapia de grupo con títeres:
    psicoterapia en la que se utiliza el títere como recurso
    auxiliar en un contexto grupal, lo que optimiza las ventajas,
    tanto del títere como del grupo; en ella se recrean
    diferentes situaciones conflictivas de la cotidianidad de los
    niños y se les ofrecen formas de enfrentamiento y estilos
    de relación más socialmente ajustados para poder afrontar
    sus problemas psicológicos; además en tanto
    actividad grupal posibilita que los niños puedan expresar
    libremente sus sentimientos, ensayar y perfeccionar nuevos
    estilos de comportamiento, así como corregir y analizar
    esquemas inadecuados de conducta.

    Descripción de la
    muestra.

    La muestra inicialmente estaba conformada por once
    niños entre 6 y 8 años de edad que acuden al COAP
    (Centro de Orientación y Atención Psicológica), perteneciente
    a la Facultad de Psicología de la
    Universidad de La
    Habana, conducidos por sus padres en busca de ayuda
    psicológica; tres de ellos abandonaron la psicoterapia en
    las primeras sesiones, quedando finalmente formada por 8 sujetos;
    la siguiente tabla muestra la edad y sexo de cada
    uno de estos.

    Sujetos

    Edad.

    Sexo.

    # 1

    8 años.

    Masculino.

    # 2

    7 años.

    Femenino.

    # 3

    8 años.

    Masculino.

    # 4

    6 años.

    Femenino.

    # 5

    8 años.

    Femenino.

    # 6

    7 años.

    Femenino.

    # 7

    8 años.

    Femenino.

    # 8

    7 años.

    Masculino.

    Para la integración de la muestra se tomaron los
    siguientes criterios:

    • presencia de un trastorno de las emociones y / o del
      comportamiento.
    • Edad: entre 6 y 8 años.
    • Inteligencia normal: con el objetivo de lograr la
      existencia en todos los miembros del grupo de un adecuado
      desarrollo y estructuración del pensamiento de acorde a
      su edad; lo que hace posible la comprensión de las
      tareas terapéuticas y el aprendizaje de nuevos estilos
      de relación y comportamiento.
    • Sin síntomas psicóticos ni cuadro
      francamente neurótico: niños con estas
      características podrían obstaculizar el proceso
      psicoterapéutico; además estos necesitan una
      atención más individualizada.

    Técnicas y
    procedimientos.

    1. Etapa inicial:

    En esta se llevó a cabo la selección
    de la muestra, la cual quedó conformada de la manera antes
    referida; también se realizó la primera
    aplicación del cuestionario a
    padres (el cual se puede consultar en los anexos), cuyo objetivo
    fue explorar las relaciones interpersonales de los niños
    integrantes del grupo antes de la psicoterapia, en él se
    evaluaron las categorías de las relaciones interpersonales
    según los siguientes ítems:

    • No interacción con los coetáneos
      – Interacción con los coetáneos. (1, 8,
      20)
    • No interacción con adultos –
      Interacción con adultos. (7, 10, 17)
    • Dependencia – Independencia. (4, 9, 12, 24,
      28)
    • Agresividad – Apacibilidad. (5, 15,
      29)
    • Irritabilidad – Complacencia. (6, 16, 21,
      26)
    • Negativismo – Cooperatividad. (2, 3, 18, 19,
      27)
    • Violación de normas – Respeto de normas.
      (11, 13, 22, 30)
    • Rechazo por el grupo – Aceptación por el
      grupo. (14, 23, 25)
    1. Etapa Interventiva:

    La investigación incluye un programa
    psicoterapéutico de orientación
    cognitivo-conductual orientado al mejoramiento de las relaciones
    interpersonales, este se basó, al igual que otras terapias
    cognitivo-conductuales, fundamentalmente en dotar al niño
    de habilidades para el afrontamiento de diversas situaciones
    problemáticas. En específico intentó
    desarrollar el sentido de capacidad-vs-inferioridad, las
    destrezas en la solución de problemas, en las relaciones
    con adultos, maestros y compañeros desconocidos,
    desarrollar el sentido de la independencia dentro del grupo, el
    autocontrol y la tolerancia a la frustración.

    Se utilizaron varias estrategias,
    tales como la exposición, desensibilización en
    vivo o imaginaria, refuerzo selectivo y diferencial y
    fundamentalmente el modelado y el ensayo de
    formas alternativas de conducta para manejar los problemas, para
    ello, resultó de gran utilidad, el títere como
    recurso psicoterapéutico en un contexto grupal.

    Estructura de las sesiones:

    La planificación de las sesiones no se
    realizó antes del comienzo del programa
    psicoterapéutico, sino que cada sesión se
    diseñó en función de las inquietudes y
    demandas que surgieran el proceso, así como de la
    problemática psicológica de los niños
    asistentes al grupo.

    Esta constituyó un proyecto, no un esquema
    rígido a seguir, por lo que se mantuvo abierta la
    posibilidad de que ocurrieran variaciones en el transcurso de las
    sesiones, en dependencia de los contenidos que emergieran en
    ellas.

    De manera general se constituyeron como
    sigue:

    1. Recepción de los niños.

      Actividad de juego que de alguna manera incluye los
      nombres o elementos personales de los niños, de manera
      que contribuya al progresivo conocimiento mutuo, a una mayor
      interacción y un mayor sentimiento de grupo entre los
      miembros de este.

    2. Técnica de reconocimiento.

      Contribuyen a la motivación de los
      niños con las actividades terapéuticas, a la
      eliminación de ansiedades, inhibiciones y tensiones y
      en general al establecimiento en el grupo de un clima
      psicológico favorable.

    3. Técnicas
      lúdico-pedagógicas.

      Las representaciones no tendrán un carácter expositivo, sino que
      buscarán una estrecha interacción entre los
      títeres y los niños. Este es el momento de la
      sesión donde se implementan los recursos de la
      psicoterapia conductual tales como la exposición
      progresiva, desensibilización, el refuerzo, y el
      modelado y el ensayo de estilos novedosos de comportamiento
      en la solución de problemas y conflictos.

      Cada una de las sesiones posee objetivos
      terapéuticos específicos.

      Sesión 1

      Tema: presentación de personajes:

      Objetivos: presentación y
      familiarización de los niños con los personajes
      que encarnan los títeres, dar a conocer los rasgos
      característicos de cada uno, lograr la
      identificación con el héroe de las historias
      (Rubo), y la repulsa al antihéroe (Billo), el
      contraste entre los comportamientos y actitudes de estos dos
      personajes permitirá la diferenciación entre
      los socialmente adecuados o no.

      Sesión 2.

      Tema: la agresividad.

      Objetivos: estimular el establecimiento de
      relaciones sociales carentes de hostilidad y disminuir la
      frustración e infelicidad que se produce como
      consecuencia del rechazo que se crea en las personas que le
      rodean, con vistas a lograr una más ajustada
      interacción con el medio social.

      Sesión 3.

      Tema: los Miedos.

      Objetivos: lograra concienciación por parte
      de los niños de lo absurdo de los miedos a los
      peligros imaginarios, disminuir emociones negativas que
      pueden desencadenar este tipo de miedos, y limitaciones en la
      interacción social debido a la inseguridad, temor y
      aislamiento que producen.

      Sesión 4.

      Tema: las malas compañías.

      Objetivos: facilitar la concienciación por
      parte de los niños, de la influencia nociva que pueden
      ejercer ciertos grupos e
      individuos, que pueden estimular conductas desajustadas
      socialmente, y que por tanto causan desadaptación
      social y problemas en la estima de los
      demás.

      Sesión 5.

      Tema: rivalidad fraterna.

      Objetivo: disminuir la desadaptación
      emocional que se puede producir como consecuencia de este
      conflicto
      que tan frecuentemente se evidencia en la familia, ofrecer
      alternativas más adecuadas de solución de
      este.

      Sesión 6.

      Tema: estilos inadecuados de
      comunicación.

      Objetivo: estimular estilos más adecuados de
      comunicación social, la capacidad de reflexión
      y el cambio de actitudes de los niños en este
      sentido.

      Sesión 7.

      Tema: hipersensibilidad social.

      Objetivo: estimular el establecimiento de nuevos
      patrones de comportamiento social que permitan una mayor y
      más saludable interacción con el medio, la
      integración a grupos y actividades importantes a esa
      edad, eliminar obstáculos en el proceso de
      socialización y favorecer el desarrollo de la
      autoestima, autoconfianza y seguridad en sí
      mismos.

      Sesión 8.

      Tema: hiperactividad. (en esta sesión
      realizaremos solo media representación, dejando a los
      niños que representen según soluciones
      proporcionadas por ellos mismos, el final de la historia)

      Objetivo: estimular la capacidad de búsqueda
      de alternativas de abordaje ante situaciones que generan
      ansiedad e intranquilidad, disminuir dificultades en la
      interacción social que la hiperactividad puede
      provocar y aumentar la capacidad de reflexión ante
      estas situaciones.

      Sesión 9.

      Tema: enuresis.

      Objetivo: estimular la corrección de estilos
      de enfrentamiento incorrectos a conflictos interpersonales en
      el seno familiar, y potenciar la adecuación de la
      comunicación con las figuras paternas.

      Sesión 10.

      Tema: se improvisarán pequeñas obras
      acerca de las problemáticas principales de los
      niños.

      Objetivo: estimular la capacidad de reflexión
      y búsqueda de soluciones a conflictos
      personales.

    4. Representación de la obra.

      Mediante juegos se propiciará que los
      niños relaten con sus palabras lo sucedido en la
      representación, su opinión acerca de los
      comportamientos y actitudes de los personajes y de la obra en
      general; se les esclarecerá cualquier asunto que les
      resulte problemático de esta, lo que
      contribuirá a que elaboren y concienticen tanto
      cognitiva como afectivamente los contenidos de la
      representación desde sus propias vivencias y
      conocimientos.

    5. discusión de la obre a través de
      juegos de
      discusión y diálogo:
    6. Técnicas de cierre.

    Permitirán disminuir y canalizar ansiedades y
    tensiones que pueden haber surgido debido a la
    representación y motivarlos para las próximas
    sesiones.

    1. Etapa final o de evaluación de los resultados.

    Se evaluará la evolución individual de los
    niños en el área de las relaciones interpersonales,
    para lo cual se utilizará la guía de observación (la cual se puede consultar en
    los anexos), que se utilizará para cada sujeto
    sesión por sesión en la cual se evaluarán
    las siguientes categorías:

    1. No interacción con coetáneos _
      Interacción con coetáneos:

    Se refiere a la frecuencia de interacción con los
    otros niños del grupo, los indicadores son:

    • Interacciona con menos frecuencia que la
      mayoría del grupo.
    • Interacciona con igual frecuencia que el resto del
      grupo.
    • Interacciona con mayor frecuencia que el resto del
      grupo.

    Se calificará con un punto a la primera
    opción, dos puntos a la segunda y tres puntos a la
    tercera.

    1. No interacción con adultos –
      Interacción con adultos:

    Se refiere a la frecuencia de interacción de los
    niños con las coordinadoras, los indicadores
    son:

    • Interacciona con menos frecuencia que la
      mayoría del grupo.
    • Interacciona con igual frecuencia que el resto del
      grupo.
    • Interacciona con mayor frecuencia que el resto del
      grupo.

    Se calificará con un punto a la primera
    opción, dos puntos a la segunda y tres puntos a la
    tercera.

    1. Dependencia – Independencia:

    Se refiere a la capacidad o no de desenvolverse por
    sí mismo en el medio social, los indicadores
    son:

    • Se subordina a los deseos, acciones y opiniones de
      otros.
    • Necesidad excesiva de atención,
      aprobación, supervisión o iniciativa de otros para
      actuar en el grupo.

    Se calificará con un punto si presenta los dos
    indicadores, dos si presenta uno y tres si no presenta
    ninguno.

    1. Agresividad – Apacibilidad.

    Se refiere a la hostilidad o no con que se relaciona con
    las personas que le rodean, los indicadores son:

    • Grita, se burla, ofende o amenaza a otros miembros
      del grupo o a las coordinadoras. (Agresividad
      verbal).
    • Golpea o realiza acciones que puedan provocar
      daño
      físico a otros (Agresividad física)

    Se calificará con 1 punto si presenta los dos
    indicadores, dos si presenta uno y tres si no presenta
    ninguno.

    1. Irritabilidad – Complacencia.

    Se refiera a los estados emocionales que presenta, al
    control sobre
    ellos y a la duración de estos en el tiempo, los
    indicadores son:

    • Presencia de ira, enojo u otros estados emocionales
      negativos.
    • Presencia de ira, enojo u otros estados emocionales
      negativos y larga duración de estos en el
      tiempo.

    Se calificará con un punto si presenta la segunda
    opción, dos a la primera y tres si no presenta
    ninguno.

    1. Negativismo – Cooperatividad.

    Se refiere a la capacidad de colaboración, a la
    disposición a participar y ser parte del grupo, los
    indicadores son:

    • Negación a participar en las actividades,
      manifestación de aburrimiento o
      indiferencia.
    • Ausencia de conductas de cooperación y
      ayuda.

    Se calificará con un punto se presenta los dos
    indicadores, dos si presenta uno y tres si no presenta
    ninguno.

    1. Violación de normas – Respeto de
      normas.

    Se refiere a la capacidad de desenvolverse en un grupo
    según las normas sociales, los indicadores son:

    • Desconocimiento del contenido de las normas
      sociales.
    • Violación de normas.

    Se calificará con un punto si están
    presentes dos indicadores, dos si está presente uno y tres
    si no presenta ninguno.

    1. Rechazo por el grupo – Aceptación por el
      grupo.

    Se refiere al grado de preferencia y aceptación o
    no de los demás integrantes del grupo, los indicadores
    son:

    • No son tomados sus criterios y deseos en el
      grupo.
    • Existe indisposición al contacto e
      interacción con él, manifestación de
      manera verbal o extraverbal de afectos u opiniones negativos
      con respecto a este.

    Se calificará con un punto si están
    presentes los dos indicadores, con dos si está presente
    solo uno, y con tres si no está presente
    ninguno.

    Dos semanas después de la psicoterapia se
    realizará una segunda aplicación del cuestionario a
    padres con el objetivo de recibir una información adicional acerca de las
    relaciones interpersonales y para conocer si han ocurrido cambios
    en estas que se manifiesten fuera del marco grupal.

    Se realizará también una entrevista
    final a padres, semiestructurada, con el objetivo de conocer la
    evolución de la problemática psicológica,
    así como informarles la evolución de la
    psicoterapia.


    ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS.

    Análisis de las relaciones interpersonales
    en el proceso terapéutico
    .

    Como se observa en la gráfica la evolución
    de las relaciones interpersonales en el grupo en general fue
    positiva; logró potenciar en la mayoría de los
    miembros del grupo la adquisición de habilidades que les
    permitieran relacionarse más armónica y
    coherentemente con el entorno social que les rodea, aumentar la
    capacidad interacción y la calidad de la misma, ganar en
    cuanto a capacidad de comprensión de la realidad social,
    desenvolverse con mayor independencia, estimular la
    colaboración, la solidaridad, la capacidad de trabajar en
    conjunto, de combinar intereses individuales con los grupales, de
    subordinar motivos, de aceptar y respetar las normas que rigen
    una actividad grupal, de descentrarse de su problemática ,
    tener en cuenta a otros, sus opiniones y sentimientos;
    contribuyó además a que los niños tuvieran
    estados emocionales más positivos y un mayor autocontrol
    sobre estos y sobre su comportamiento; en el grupo los
    niños en sentido general fueron capaces de crear
    relaciones de afectividad, confianza, seguridad y
    aceptación, ganaron en capacidad de reflexión y de
    búsqueda de soluciones alternativas a sus
    problemáticas y conflictos.

    Evolución general por el
    cuestionario.

    Como se observa en el gráfico con la
    aplicación inicial del cuestionario se puede constatar la
    existencia en el grupo de dificultades en las relaciones
    interpersonales antes de la psicoterapia relacionadas
    fundamentalmente con las categorías
    dependencia-independencia, agresividad –apacibilidad,
    irritabilidad-complacencia, negativismo-cooperatividad, y
    violación de normas-aceptación de normas;
    también se aprecia que después del proceso
    terapéutico y como consecuencia del mismo, se produjeron
    mejorías notables en todas las categorías, es
    decir, el proceso potenció cambios favorables capaces de
    manifestarse fuera de los marcos grupales, de generalizarse a la
    vida cotidiana de los niños, al medio social en el que
    estos habrán de desenvolverse.

    Como resultado de la entrevista
    a padres se pudo constatar que el 75% de ellos notó una
    mejoría en la problemática psicológica por
    la que el niño acudió a consulta, el 12,5%
    opinó que hubo un empeoramiento de esta
    problemática, y el 12,5% que se mantuvo
    estacionaria.

    CONCLUSIONES:

    1- Como resultado de un programa de psicoterapia
    cognitiva grupal, se efectuó un mejoramiento de las
    relaciones interpersonales en niños con trastornos de las
    emociones y del comportamiento.

    2- Los cambios potenciados por el proceso
    terapéutico en las relaciones interpersonales en sentido
    general se generalizaron fuera del marco grupal.

    RECOMENDACIONES:

    1- Continuar investigando acerca de la importancia de
    las relaciones interpersonales en la adecuación emocional
    y comportamental en niños con este tipo de
    trastornos.

    2- Incluir en experiencias terapéuticas de este
    tipo, otro tipo de recursos como el dibujo, el modelado, el
    juego.

    3- Incluir en investigaciones
    posteriores la comprobación de la influencia que puede
    tener el cambio de posturas educativas inadecuadas de los padres
    en las relaciones interpersonales y en la problemática
    psicológica de los niños asistentes a la
    psicoterapia.

    BIBLIOGRAFÍA.

    • Bierman, G.: Tratado de Psicoterapia infantil.
      Editorial Expaxs, Barcelona, 1973.
    • Bozhovich, L.I.: La personalidad y su
      formación en la edad infantil. Editorial Pueblo y
      Educación, La Habana, 1976.
    • Caplan, G.: Emocional problems in early childhood.
      Basics Books, INC New York, USA, 1955.
    • Castanedo C y Bueno J. A.: Conducta interpersonal y
      prototipos de personalidad en alumnos de E.G.B. Universidad
      Complutense de Madrid.
      Tomado de Revista de
      Psicología General y Aplicada, Vol 45. Editorial
      Pirámide, S.A, Madrid, Julio 1992.
    • Clauss G y H Hiebdsh: Psicología del
      niño escolar. Editorial Grijalbo, S.A México, 1996.
    • Deval J: El desarrollo
      humano. Siglo XXI de España
      Editores, S.A, Madrid, 1994.
    • Foros Santacana M.: Evaluación
      psicológica infantil. Editorial Barcanova S.A,
      1973.
    • García Morey A.: Psicoterapia Infantil. La
      especialidad de las contradicciones. Mesa redonda
      de psicoterapia. Facultad de Psicología, U.H,
      1997.
    • García Perez, A. Psicoterapia cognitiva en
      niños. Consideraciones teóricas. Facultad de
      Psicología de la Universidad de La Habana. Tomado de la
      Revista Cubana de Psicología. Vol. 14 No. 1,
      1997.
    • Gesel A. y Ames L.B.: El niño de cinco a diez
      años. Editorial Revolucionaria, 1992.
    • Heuyer G.: Introducción a la psiquiatría
      infantil. Editorial Luis Miracle S.A., Barcelona
      1998.
    • Kaplan H. Freeman A.: Tratado de psiquiatría.
      Tomo 4. Edición Revolucionaria, 1982.
    • Kolominsky Ya. L.: La psicología de la
      relación recíproca en los pequeños
      grupos.
    • Laing R.: Percepción interpersonal. Amorrortu
      Editores, Buenos Aires,
      1969.
    • Long J.L.: La infancia inadaptada. Editorial Luis
      Miracle, S.A., Barcelona, 1969.
    • Mendeguchía Quijada F.J.: Psiquiatría
      infanto juvenil. Editorial del Castillo, S.A.,
      1980.
    • Muller D.: Psicoterapia. Editorial Nuestro Tiempo,
      1967.
    • Piaget J.: El criterio moral en el
      niño. Editorial Fontanella S.A., Barcelona,
      1974.
    • Roca Perara M.A.: Elementos básicos de
      Psicoterapia infantil. Editorial Academia, La Habana,
      1998.
    • Sainz manzanares, M.C: Entrenamiento
      de niños socialmente desfavorecidos en habilidades para
      resolver problemas
      sociales. Tomado de la Revista de Psicología General
      y Aplicada, Abril, 1996.Editorial Promolibro, Valencia, Enero,
      1997 Vol. 50.
    • Silva F., Martínez R. y Ortet G.: La
      evaluación de la orientación interpersonal.
      Revisión de una línea investigativa. Tomado de
      Revista de Psicología General y Aplicada. Editorial
      Promolibro, Valencia, Enero, 1997 Vol. 50.
    • Woltman A.: The use of puppetry as a projective
      method in therapy. Tomado de Anderson and Anderson: An
      introduction to projective techniques. Ed. Prontice-Hall, INC,
      Englewool, N.J,1951.

    ANEXOS

    Anexo 1.

    Cuestionario a padres.

    Estimado padre:

    El niño(a) ________________________ está
    siendo atendido(a) en el COAP y resulta necesario para su
    tratamiento que usted responda el siguiente cuestionario con la
    mayor veracidad posible. Las preguntas se responderán
    clasificándolas en una de las cinco respuestas ofrecidas:
    nunca, poco, regularmente, bastante, muchísimo.

    Items

    Nunca.

    Poco.

    Regular-

    mente.

    Bastante

    Muchí-simo

    1- Se aísla frente a otros
    niños.

         

    2- No coopera con las actividades en las que
    participa.

         

    3- Se niega a hacer cualquier cosa que se le
    diga.

         

    4- Se muestra muy pendiente de ser
    atendido.

         

    5- Grita y ofende a los otros.

         

    6- Se enoja con frecuencia.

         

    7- Se aísla frente a los
    adultos.

         

    8- Prefiere jugar solo.

         

    9- No soporta separarse de sus
    familiares.

         

    10- No se relaciona con adultos poco
    conocidos.

         

    11- Se comporta inadecuadamente.

         

    12- No hace nada por sí solo, necesita
    supervisión de otros.

         

    13- No respeta las normas de disciplina.

         

    14- Sus compañeros no aceptan sus
    juegos.

         

    15- Pelea a golpes con sus
    compañeros.

         

    16- Se encoleriza e irrita
    fácilmente.

         

    17- Rechaza la compañía de
    personas mayores.

         

    18- Manifiesta aburrimiento e indiferencia ante
    actividades en las que debe participar.

         

    19- Tiende a hacer lo contrario de lo que se le
    dice.

         

    20- No le gusta jugar en grupo.

         

    21- No es capaz de dominar la ira.

         

    22- No sabe distinguir entre comportamientos
    adecuados o no.

         

    23- Los otros niños lo
    rechazan.

         

    24- Depende de la iniciativa de otras personas
    para hacer las cosas.

         

    25- Los otros niños lo
    rechazan.

         

    26- No tiene buen control de sí
    mismo.

         

    27- No acostumbra a ayudar a otros.

         

    28- No tiene confianza en sí
    mismo.

         

    29- Es cruel con las personas.

         

    30- Es incapaz de posponer la
    satisfacción de un deseo aunque este vaya en
    contra de las normas de conducta de un lugar
    determinado.

         

    Anexo 2.

    Guía de observación.

    Categorías

    1

    2

    3

    No interacción con coetáneos
    – Interacción con
    coetáneos.

       

    No interacción con adultos –
    Interacción con adultos.

       

    Dependencia-Independencia.

       

    Agresividad- Apacibilidad.

       

    Irritabilidad-Complacencia.

       

    Negativismo- Cooperatividad.

       

    Mal manejo de normas – Manejo adecuado de
    normas.

       

    Rechazo por el grupo – Aceptación
    por el grupo.

       

    Alina Alea García

    Estudios realizados:

    Licenciatura en psicología.

    Máster en Desarrollo Social.

    Ubicación laboral:

    Profesora de la Universidad de Pinar del Río,
    Cuba.

    Fecha de realización del artículo: Marzo,
    2005.

    CATEGORÍA: Psicología
    Clínica.

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter