- Resumen
- Una visita no
tradicional - Programa
- Visita a
Jamaica - Visita a Costa
Rica - Visita a
Ecuador - Visita a
Perú - Visita a
Brasil - Visita a
Venezuela - Fuentes
"Creo que también haber logrado
hacerles comprender que los Estados Unidos
y los países de América
Latina tienen que acercarse más, buscar soluciones
conjuntas a los problemas
regionales y globales y establecer una mutua
consulta"
Es la historia de la visita
internacional de Rosalynn Carter, Primera Dama de los Estados
Unidos 1977-1981, a favor de la democracia y los derechos humanos
en América
Latina.Hoy su nombre figura en la galería de pioneros a
favor de la democratización y los derechos humanos de
América Latina,al lado de otras ilustres personalidades
del continente.
Durante el Gobierno del
Presidente Jimmy Carter (1977-1981), una de sus primeras
prioridades de su programa
gubernamental de política exterior fue
fortalecer la amistad y
cooperación con los países de América Latina
sobre la base universal del respeto por los
derechos humanos y la democracia. Era una promesa que
lanzó en los tiempos de su campaña presidencial
como aspirante del Partido Demócrata. Mas estos principios no
sólo eran parte de la
personalidad política de Jimmy Carter, también
lo compartía su esposa Rosalynn Carter.
No sorprendió entonces que a mediados de 1977, la
Primera Dama norteamericana en su calidad de
Embajadora de Buena Voluntad con el rango de funcionario del
más alto nivel realizará una extensa gira por siete
países latinoamericanos, la primera visita de tal
envergadura en la historia de las relaciones EE.UU. –
América Latina.
Aunque no fue confirmado, el viaje de la Primera Dama
norteamericana reflejó la especial atención de la
Administración Carter por aquellos países
latinoamericanos con el mejor historial democrático y con
notables esfuerzos por instaurar transiciones a la democracia
-continente gobernado mayormente por militares y con fuertes
violaciones a los derechos humanos- es por ello que los
países seleccionados fueron: Jamaica –democracia-,
Costa Rica
–democracia-, Ecuador
–transición democrática-, Perú
–transición democrática-, Brasil
–larga transición democrática-, Colombia
–democracia- y Venezuela
–democracia. No figuraron por razones conocidas
países como Chile, Argentina o Guatemala.
Queda como anécdota que durante su visita al Perú
una periodista chilena le preguntó a la señora
Carter porque razones no viajaba a Chile, mas ella
respondió muy diplomáticamente : "no es posible
visitar tantos países por falta de tiempo".
La agenda de Rosalynn Carter incluyó cinco
temáticas, pero la promoción por el respeto de los derechos
humanos y la democratización regional jugaron notable
importancia en su exposición
dentro del marco de la nueva política exterior
estadounidense hacia América Latina. En tanto, la visita
también estuvo cargada de homenajes y encuentros con las
comunidades norteamericanas.
La agenda presentó los siguientes
temas:
Asuntos Económicos: Rosalynn Carter
y los gobernantes latinoamericanos revisaron la
cooperación internacional norteamericana bajo el panorama
de la nueva política de derechos humanos y la
democratización del Presidente Carter. La Primera Dama
estadounidense se interesó por los proyectos
nacionales socioeconómicos y de desarrollo
humano de cada país. Entre los años 1968-1976,
las relaciones económicas entre los Estados Unidos y
América Latina fueron afectadas por la ola de
nacionalizaciones, políticas
populistas y la ausencia de políticas de economía libre de
mercado impuestas
por la mayoría de gobiernos militares (izquierda y
derecha) y de algunos gobiernos democráticos
nacionalistas.
Democratización: La visita de
Rosalynn Carter no fue de cortesía ni mucho menos
simbólica, representaba la defensa de la promoción
de la libertad y la
democracia en América Latina, una región en la cual
los soviéticos estaban penetrando lentamente. Por aquellos
años, la URSS estrechó importantes lazos
diplomáticos, culturales, económicos y deportivos
con varios países latinoamericanos, entre ellos Costa
Rica, Jamaica, Guyana, Panamá,
Perú, Venezuela, Argentina y Colombia. Por otra parte, las
guerrillas y grupos
terroristas de extrema izquierda estaban amenazando o brotaban
por diversas zonas de América Latina, desde Nicaragua o El
Salvador, hasta Uruguay,
Brasil y Argentina, pasando por México,
Perú y República Dominicana.
Control de armamentos: La Administración Carter no aprobó la
carrera armamentista sin límites de
algunos países latinoamericanos, por su efecto de amenaza
a la estabilidad y seguridad de la
región a nivel de restar ingresos para el
desarrollo
humano y fomentar guerras
externas de origen fronterizo. Entre los más perjudicados
por la carrera armamentista se encontraban los gobiernos
militares de Chile, Brasil y Perú, uno de los escasos
países de la región que importaba material
bélico del Mundo Soviético desde principios de los
años setenta.
La no proliferación nuclear: La
Primera Dama estadounidense en los países visitados
presentó la política del Presidente Carter sobre la
No Proliferación de Armas Nucleares,
entre los primeros temas de las relaciones bilaterales Estados
Unidos –URSS. Esta exposición tuvo especial interés en
Brasil, uno de los escasos países latinoamericanos no
firmantes del Tratado de No Proliferación del 1 de julio
de 1968.
Derechos Humanos: En la gira
latinoamericana, Rosalynn Carter se convirtió en la
abanderada de los derechos humanos, tema que despertaba pocas
simpatías dentro de los gobiernos militares de la
región. En tanto, afirmó que el problema de las
violaciones a los derechos humanos tiene carácter multilateral y que no es un tema
en la cual sólo los Estados Unidos tenga la exclusividad
de resolverlos.
En el decenio de los setenta, con la excepción de
Colombia, Ecuador y Venezuela, el resto de países bajo
gobiernos militares estaban implicados en graves y parciales
violaciones a los derechos humanos. Las peores críticas de
las organizaciones
internacionales de los derechos humanos de concentraron en
Argentina, Chile, Bolivia, El
Salvador, Guatemala, Nicaragua, Uruguay, Paraguay y
Brasil. Es por ello que Rosalynn Carter solicitó a los
gobernantes latinoamericanos la introducción de esta temática dentro
del marco de sus exposiciones oficiales en la cumbre de Organización de los Estados Americanos, en
Granada. Asimismo , que formen parte de la Firma o
Ratificación de la Convención Interamericana sobre
los Derechos Humanos.
"Durante mi gira hablé de este problema con
los dirigentes visitados y les he pedido que trabajen en
torno a puntos
concretos… Es criterio de los Estados Unidos que debemos
fortalecer la Comisión Interamericana de los Derechos
Humanos ….. lograr que sea más autónoma para
que cumpla con eficacia sus
funciones…es indispensable que todos los
países de la región trabajemos para promover los
derechos humanos, y creo que podemos hacerlo"
Casi al finalizar la gira, Rosalynn Carter en su
última entrevista
expresó los tres propósitos de su visita por
América Latina:
Desarrollar
relaciones personales con los Jefes de Estado.
"Pienso que he hecho", sostuvo.
Discutir sobre la
política exterior del Gobierno de Carter con los
dirigentes extranjeros. "Pienso que ellos la
entendieron", sostuvo.
Efectuar consultas
con los dirigentes. "Deseamos cooperar y recibir una
corriente de Latinoamérica sobre temas regionales y
globales… Pienso que he iniciado diálogos que
serán útiles".
No hay duda que Rosalynn Carter estaba satisfecha
por su misión
diplomática. Por otra parte, los elogios brillaban tanto
en los Estados Unidos y en América Latina, donde era
considerada una celebridad y recibida con todos los honores de
Jefe de Estado.
"Si continúa manteniendo el mismo nivel de la
aparentemente exitosa gira, puede ayudar no sólo al
Presidente (Jimmy Carter) sino también a millares de
esposas de gobernantes… con muchos deseos de que sea una
extensión del de sus esposos, pero no sólo un
accesorio… los informes
iniciales sugieren que la señora Carter se
desenvolvió muy bien en verdad al explicar los
intereses, preocupaciones y políticas de su esposo y en
despertar extensos comentarios de respaldo y desacuerdo de sus
anfitriones", señaló el diario The New York Times
el 15 de junio de 1977.
En la década de los setenta, Jamaica estaba
gobernada por el Primer Ministro Michael Manley, líder
izquierdista del People´s National Party. Durante
este período, las relaciones entre Kingston y Washington
no florecieron como en los años sesenta, principalmente
por los nexos entre Manley y Fidel Castro,
máximo jefe de la Revolución
Cubana. En medio de este clima, Rosalynn
Carter llegó a la Isla, para lo cual no dudó en
elogiar la democracia de Jamaica, entre los escasos países
del Tercer Mundo con un modelo
democrático sin historial de golpes de Estado y conflictos
étnicos.
Ella es recibida por el gobernante jamaiquino y
por su esposa Beverly Manley. Su visita contribuyó a
mejorar los lazos entre los Estados Unidos y Jamaica, evitando
enfrentamientos de todo orden en los años
1977-1981.
Es democracia de mayor tradición en
Iberoamérica y el segundo país que visita la
Primera Dama de los Estados Unidos. Al pisar suelo
centroamericano, la señora Carter es recibida por su
homóloga de Costa Rica, Marjorie de Oduber. Aunque
sólo permanece 24 horas en San José, realizó
múltiples actividades, entre estas : entrevistas
con el Presidente Daniel Oduber Quiroz –un hombre que
comparte con la señora Carter los principios a favor de
los derechos de las mujeres-, el canciller Gonzalo Facio y una
reunión con la prensa nacional.
Asimismo, se trasladó a la sede del Tribunal Superior de
Elecciones.
El primer día de junio de 1977 Rosalynn Carter
llegó a Ecuador, en un notable respaldo estadounidense a
la política de transición democrática del
país andino, uno de los primeros países
latinoamericanos en establecer el multipartidismo .
"Para escuchar de primera mano los puntos de vista
de sus dirigentes nacionales acerca de los asuntos que encaran
nuestros dos países y la comunidad
internacional. Al mismo tiempo, espero hacer llegar a ustedes
las aspiraciones, opiniones y puntos de vista de nuestro nuevo
gobierno en Washington", afirmó la ilustre
visitante.
En Quito,
capital de
Ecuador, el Triunvirato Militar, que gobernó el
país, le ofreció un banquete de honor, con la
presencia de 150 personalidades nacionales, norteamericanas y
extranjeras. En tanto, la Primera Dama de los Estados Unidos se
entrevistó con la Junta Gubernamental, liderada por Luis
Leoro Franco, Alfredo Poveda y Guillermo Duran
Ancentales.
En sus últimas intervenciones , elogió la
transición demócrata y la política de
derechos humanos.
"Ecuador se ha pronunciado siempre directa y
claramente acerca de los importantes principios de los derechos
humanos y sus planes de efectuar elecciones democráticas
en el futuro próximo", afirmó la segunda
personalidad
norteamericana de mayor nivel que ha visitado Ecuador en los
siglos XX y XXI, después de Madeleine Albright,
Secretaria de Estado de gira por Sudamérica en el
año 2000.
6.VISITA A
PERU:
En su historia el Perú ha recibido importantes
personalidades internacionales, pero entre todas ellas
sólo tres figuras han despertado singular interés
entre la población peruana a decir: El Papa Juan
Pablo II, la Madre Teresa de
Calcuta y finalmente Rosalynn Carter, la sencilla y
carismática Primera Dama de los Estados Unidos. La
histórica visita de la ilustre mujer
estadounidense se remonta al 16 de mayo de 1977 cuando un
comité de siete personas del Departamento de Estado
norteamericano, liderada por Jane Gands Federson, llegó a
Lima con el objetivo de
organizar, con los miembros de la Embajada de los Estados Unidos,
los preparativos del viaje de la señora Carter a
Perú, entre los días 3-6 de junio dentro de una
gira por siete países latinoamericanos.
Rosalynn Carter al pisar suelo peruano –explanada
del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez del Callao- es
recibida por la Primera Dama, Rosa Pedraglio de Morales
Bermúdez y el canciller José de la Puente Radbill.
Posteriormente, los efectivos de la Fuerza Armada
Peruana le rindieron los honores correspondientes a su alta
investidura. Después de los respectivos saludos entre las
personalidades peruanas y de los Estados Unidos, inmediatamente
ambas Primeras Damas intercambiaron discursos de
bienvenida.
Horas después, por espacio de tres horas la
Primera Dama de los Estados Unidos y el dictador peruano ,
Francisco Morales Bermúdez, dialogaron sobre tres temas:
Primero, la carrera armamentista; segundo, los derechos humanos;
tercero, la transición a la democracia. En la entrevista,
efectuada en el Salón Dorado del Palacio de Gobierno,
también estuvieron presentes el canciller peruano, el
secretario de Estado Adjunto para Asuntos Latinoamericanos y el
Caribe en el Consejo Nacional Seguridad.La señora Carter
sostuvo que el gobernante peruano le explicó la verdadera
política de seguridad interna del Perú, criticada
por algunos países latinoamericanos, y lanzó
interesantes propuestas y sugerencias para asegurar la paz
universal: "Entramos en muchos detalles sobre los armamentos y
la posición peruana. Creo que llegamos a unos
entendimientos muy importantes…Fue una conversación de
profundidad, muy amistosa y cordial…El presidente Morales
Bermúdez me dio un libro que
explica los programas del
Plan
Túpac Amaru para posibilitar la participación de
todos los ciudadanos del Perú. Voy a llevar este texto mi
esposo y considero que le será de mucho
interés…"
El lunes 6 de junio a las 09:00 de la mañana, la
señora Carter abandonó territorio peruano en un
Boeing 707, en medio de aplausos y después de ser
despedida por la Primera Dama del Perú, Rosa Pedraglio de
Morales Bermúdez y el canciller José de la Puente.
Años después, Rosalynn Carter es testigo de los
frutos que dio el apoyo estadounidense a la transición
democrática en América Latina. En julio de 1980, la
Primera Dama de los Estados Unidos llegó al Perú en
su calidad de Representante de la Administración Carter en la asunción
presidencial del arquitecto Fernando Belaúnde Terry, el
primer gobierno democrático del Perú desde mediados
de la década de los años sesenta. "Jimmy y yo
sentimos un cariño muy especial por el Perú, este
país en el que tenemos tantos amigos que ahora
tendré el gusto de volver a ver", señaló
una de las primeras damas de mayor respeto en la historia
internacional.
En la época de los gobernantes Nixon y Ford las
relaciones con Brasil tuvieron un alto perfil, pero la
Administración Carter no compartió tal
política por la ausencia de un régimen electo
democráticamente y especialmente por los informes
internacionales y del Departamento de Estado de la grave realidad
de los derechos humanos en diversas zonas del territorio
brasileño.
Como era de esperarse la visita de la señora
Carter a Brasil giró alrededor del problema de los
derechos humanos. La entrevista entre el gobernante
brasileño Ernesto Geisel y Rosalynn Carter sólo
duró una hora –a diferencia de tres horas con otros
gobernantes latinoamericanos- en compañía del
Ministro de Relaciones Exteriores del Brasil y el Embajador de
los Estados Unidos, pero con la exclusión de toda la
delegación norteamericana de la gira
regional.
En el intercambio de obsequios, al anfitrión
recibió tres libros
–biografía del
gobernante de la Casa Blanca y el discurso de
este en la OEA– y
regaló una lujosa fotografía
de su familia y el
libro de paisajes brasileños del siglo XVIII del pintor
neerlandés Frans Post, artista enamorado de la belleza
tropical del Brasil.
Posteriormente, la Primera Dama de los Estados Unidos
consecuente con sus principios se entrevistó con dos
religiosos estadounidenses maltratados por la policía
local en la ciudad de Recife. La señora Carter
extendió su solidaridad a los
religiosos, de nombre Thomas Capuano y Lawrence Rosebaugh,
arrestados por espacio de tres días por intentar organizar
programas para salvar grupos de poblaciones que viven en la
extrema pobreza en el
nordeste brasileño, entre las regiones del planeta con
mayor grado de desnutrición y abandono moral.
La figura de Rosalynn Carter como símbolo
internacional de los derechos humanos de los años setenta
quedó demostrado cuando estudiantes universitarios le
enviaron una carta denunciando
políticas de torturas y falta de justicia en el
territorio nacional.
Por otra parte, no era la primera vez que la
señora Carter visitaba Brasil, su primera gira lo
realizó en 1973 cuando era la esposa del entonces
Gobernador de Georgia (Jimmy Carter), en un programa de
intercambio de amistad entre familias brasileñas y del
Estado de Georgia, es por ello que se hospedó en una
familia de clase media
que conoció por aquella época.
País democrático desde 1959 y en el
grupo de
escasos países que respetan los derechos humanos en el
Tercer Mundo de los años setenta, es el último
lugar de visita de Rosalynn Carter.
La ilustre visitante y el presidente venezolano Carlos
Andrés Pérez se entrevistaron dos veces en el
Palacio Presidencial de Miraflores. En ambas oportunidades el
anfitrión expresó su admiración por la
Primera Dama de los Estados Unidos al señalar su viaje
como "histórico" y a ella como "mujer extraordinaria" y
"preocupada fervientemente por los problemas mundiales". En tanto
las conversaciones incluyeron temas como:
La Ley de Comercio
Norteamericano de 1974, que no establece tarifas preferenciales
a los miembros de la OPEP, de la
cual Venezuela forma parte.
Aunque el país sudamericano no se
encontró gravemente afectado por tal medida, el gobierno
venezolano solicitó a la señora Carter la
excepción de esta Ley sobre la base de su no
participación del embargo petrolero árabe de 1973
y por ser aliado tradicional y uno de los puntuales
exportadores de petróleo a los Estados Unidos. Al
respecto, ella prometió colaborar con la postura
venezolana "Haremos lo posible, pero no les podemos prometer
que enmendaremos la Ley de Comercio
Exterior, sin saber si podremos hacerlo, en este punto la
última palabra la tiene el Congreso de los Estados
Unidos", sostuvo.
El Canal de
Panamá.
Política
Energética.
Derechos
Humanos.
La próxima
visita del gobernante venezolano a Washington.
No
Proliferación de Armas Nucleares.
Su agenda también incluyó un encuentro con
sus compatriotas residentes en Venezuela y una visita de
cortesía al ex gobernante, Rómulo Betancourt, gran
admirador de los Estados Unidos y autor de un libro
biográfico sobre el presidente Carter. Por otra parte, en
la Conferencia de
Prensa, la ilustre visitante manifestó que no le molestaba
ser considerada la primera esposa de un gobernante norteamericano
en realizar una misión diplomática internacional,
pero puntualizó su orgullo por su condición de
mujer, despertando aplausos entre los periodistas extranjeros y
venezolanos.
9.FUENTES:
–Archivo Diario El
Comercio, Lima, junio-julio-agosto de 1977
-Archivo Diario La Prensa, Lima, junio-julio-agosto de
1977
-Guevara Onofre, Alejandro. Norteamericanas Universales,
Cecosami, Lima, 2002
-Historia de los Estados Unidos, Servicio
Cultural e Informativo de los Estados Unidos, 1994
-Honoring The Past Imagining the Future. A Commemorative
Edition Presented by the US Embassy, Lima, 1999
-Huntington, Samuel. The Third Wave Democratization in
the Late Twentieth Century, University of Oklahoma Press, Norman,
Oklahoma, 1991
-Miro Quesada Rada, Francisco. Democracia Directa y
Derecho
Constitucional, Lima, Artes y Ciencias
Editores, 1990
-The World Almanac and Book of Facts 1977/ 1978/1979,
World Almanac Books, New York
Alejandro Guevara Onofre
(Lima-Perú)
Alejandro es un apasionado autor de más de 300
ensayos y
trabajos sobre diversos países del mundo: Dictadura y
Deporte: El
Régimen de Fidel Castro/ Dictadura y Cultura: El
Régimen de Fidel Castro/ Dictadura y Fidel Castro/
Fujimori: El Ultimo Dictador de Sudamérica/ Augusto
Pinochet y los Araucanos/ Idi Amin Dada: El Dictador de Uganda/
Dictadura y Mujer: Madame Jiang Qing.