Factores socioculturales, políticos y económicos que intervienen en la educación
Factores
socioculturales, políticos y económicos
que intervienen en la educación
- Introducción
- Educar
para cambiar - Tiempo
pasado será siempre mejor - El
cambio - La
educación en la familia - Conclusiones
Educación
es un verbo complejo, un sustantivo al cual es imposible
comprender desde la pobre perspectiva de enseñar –
aprender. Va más allá del acto de presentarse
frente a un grupo y
transmitir conocimientos.
La educación vista como
un verbo exclusivo de la escuela es un
pensamiento
erróneo y disparatado, sobre todo cuando sabemos que desde
el vientre se aprende, de las emociones, de los
sentimientos, de los sonidos.
El Gobierno se
preocupa por la educación, y esto
no es novedad. Sería una necedad tanto negarlo, como
bendecir a un sexenio determinado por el impulso dado a este
factor. Pues en mayor o menor medida, después de la
Independencia
de nuestro país, cada presidente se preocupa y ocupa de
ella, algunos con proyectos en
papel, otros en acción.
Porque la
educación mexicana se ve directamente influencia por el
momento histórico vivido. Así como las creencias e
ideologías del Presidente Constitucional. Y no solo de
ellos, la educación va más allá.
Sí
analizamos la historia, nos daremos cuenta
que la política es influenciada por la economía. Entonces es
lógico suponer una educación inyectada de los
sucesos económicos, por ello podemos ver el periodo
socialista que se vivió en la época de los cuarenta
y la educación técnica, gracias a la cual el
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey
se elevó a la categoría del más importante
del país.
Y nuestra cultura,
evaluada por algunos como de tercer año de primaria,
también se ve representada dentro de los programas
educativos.
Las limitantes,
los obstáculos contra la impartición de temas
considerados como tabúes, retrasan los planes, generan
ignorancia y hasta limitan la
comunicación con nuestros estudiantes.
Al parecer, todo
lo anterior es tomado en cuenta por nuestros dirigentes, por
nuestros maestros y nuestra sociedad.
Olvidando lo
más importante, a la sociedad, sobre todo al núcleo
de está, la que cambia conforme pasan los años, con
los gobiernos, con la economía y la cultura. Esa sociedad
tan diferente de región a región. Pero con la misma
dolencia común.
Nuestros planes y
programas parecen olvidar que a través de todos estos
años, de nuestras crisis y
nuestros progresos, se ha marginado a la población, orillando al núcleo
familiar a disolverse.
Durante el
presente trabajo,
veremos como han cambiado los tiempos y cuanto influyen todos
estos factores en la educación, esperando se tome conciencia de
cuales son las necesidades de la nueva población
mexicana.
O cambiar para
educar
Los jóvenes
que ingresan a nuestras escuelas con la esperanza de adquirir una
educación, no se dan cuenta del bagaje que llevan consigo.
Y se sientan a ver cuánto pueden adquirir sin
comprometerse demasiado.
Asimismo, el Estado toma
la educación desde la cómoda visión de
transmitir conocimientos a todos los afortunados en asistir a una
institución educativa, llámese Jardín de
Niños,
Primaria, Secundaria, Preparatoria o Universidad, sea
pública o privada… sin hacer un esfuerzo en reconocer
los factores que rodean a la población estudiantil, o por
lo menos la misma historia de la
educación y cuáles han sido sus influencias en
la época actual.
La palabra
educación proviene del latín "educare" y
puede definirse como:
- El proceso
bidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos,
valores,
costumbres y formas de actuar. La educación no
sólo se transmite mediante la palabra, está
presente en todas nuestras acciones,
sentimientos y actitudes.
Desde este punto
de vista, el alumno no sólo asimila los conocimientos que
el profesor
imparte en una o más horas de clase,
también hace suyas las actitudes y aprende de la
emoción y entrega proyectada.
Es decir, cuando
el maestro no reconoce el valor de su
función, la enseñanza es nula: la idea principal a
transmitir se convierte en discurso
vacío… aprendemos que lo único importante es una
calificación, pasar la materia… con
el tiempo lo
importante es mantener un puesto… hacer como que se
trabaja.
Por ello algunos
autores van más allá, dicen que educación es
"el proceso de inculcación / asimilación cultural,
moral y
conductual. Así, a través de la educación
las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos,
normas de
conducta, modos
de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores,
creando además otros nuevos".
Desde este punto
de vista podemos darnos cuenta que las anteriores generaciones se
centraban en un ámbito familiar en el cual la mamá
era el eje principal, quien estaba al pendiente de lo que
sucedía en casa, la confidente, la maestra, la amiga, la
que siempre estaba allí, para ayudar a los
hijos.
En la actualidad,
el panorama es diferente, la mayoría de las madres
trabaja, ahora los hijos tienen que aprender solos. Por lo tanto
la moral y la
conducta han cambiado, lo mismo pero a mayor velocidad que
los métodos de
enseñanza escolar.
Entonces, podemos
decir que la educación es el proceso de socialización de los individuos de una
comunidad
Aunque
también podemos llamar educación "al resultado de
este proceso, que se materializa en la serie de habilidades,
conocimientos, actitudes y valores adquiridos". Ya que en ella
podemos ver el proceso formativo que genera y desarrolla al
individuo y la
forma en que se enfrentará a su entorno.
Es preciso hacer
un especial énfasis en diferenciar la educación y
la enseñanza, reconociendo a esta última como la
facilitadora de conocimientos y el desarrollo de
habilidades mentales o físicas que son necesarias para
incorporarse a la sociedad.
Pero como hemos
observado, la educación afecta y es afectada por su
entorno social, ya que éste dictará los patrones
bajo los cuales se dará la relación profesor –
alumno.
Para comprenderlo
mejor, diremos que la sociedad es "el conjunto de personas que
comparten fines, preocupaciones y costumbres que
interactúan entre sí constituyendo una comunidad". La
sociedad nos dictará la forma de ser, de vivir, dicta
valores y patrones de vida.
La sociedad es un
estado, los
coahuilenses, tienen características dictadas por su
historia, por la costumbre y cultura que no existen en estados
vecinos como Nuevo León. Y al mismo tiempo esta sociedad
se subdivide en regiones (norte, sureste, carbonífera,
cinco manantiales), éstas en poblaciones (Saltillo,
Torreón, Piedras Negras, Nueva Rosita, Monclova),
éstas en colonias, vecindarios, hasta llegar al hábitat
o núcleo familiar; porque la sociedad son los habitantes y
su entorno, todo ello relacionado con un proyecto
común, que les da una identidad de
pertenencia.
El término
sociedad connota un grupo de lazos económicos,
ideológicos y políticos y supera el concepto de
nación
– estado.
Las distintas
agrupaciones tienen como representación un territorio, y
un alto grado de acción social conjunta contienen en
común características filosóficas,
teológicas y otros saberes no empíricos.
Además de los habitantes, el entorno y el proyecto
societario, pueden incorporarse otras categorías a la
definición de sociedad según la especialidad del
proyecto o de su grado de desarrollo, esto será la
tecnología
alcanzada en los medios de
producción, desde una sociedad primitiva
con simple tecnología especializada de cazadores, hasta
una sociedad moderna con compleja tecnología (muchos
artefactos) prácticamente en todas las
especialidades.
Estos estadios de
civilización incluirán el estilo de vida
y su nivel de calidad, que
asimismo será sencillo y de baja calidad comparativa en la
sociedad primitiva; y complejo o sofisticado con alta calidad
comparativamente en la sociedad industrial. La calidad de
vida comparativamente es controversial pues tiene aspectos
subjetivos en los términos de cómo es percibida por
los sujetos. No podemos saber cuan desgraciados se sentían
los trogloditas por no disponer de televisión.
Algunos
sociólogos manifiestan que la nueva problemática en
la educación en México se
debe a los cambios que sufre la población.
De pertenecer a
familias unificadas, donde el papá y la mamá son
los pilares, con los abuelos como cimientos, los hijos
crecían al amparo de valores
y costumbres tradicionales; estos niños eran orientados y
recibían ayuda en sus tareas escolares, en su vida
social.
La crisis
económica de México, obligó a la sociedad a
desintegrar el núcleo; cada vez menos madres pueden estar
en casa criando a los hijos, los abuelos son insuficientes, en
caso de no trabajar. Ahora el apoyo de los niños y
jóvenes se encuentra en la calle, en la escuela, en los
amigos, con los cuales podrá encontrar consejo, amor,
comprensión y hasta la fortaleza para confrontar las
dificultades.
Ahora
cambiará a la familia por
pandillas.
Para entender
mejor cómo afecta la economía a la sociedad y por
consecuencia a la educación debemos entender a ésta
como "la ciencia que
analiza el comportamiento
humano como una relación entre fines dados y medios
escasos que tiene usos alternativos", según la
definición de Lionel Robbins, la cual es la más
aceptada.
Según el
mismo autor la ciencia
económica esta justificada por el deseo humano de
satisfacer sus propios fines. Tradicionalmente se consideran los
fines de la economía como dados o definidos por los
políticos, y se ha estudia únicamente el problema
de su satisfacción.
Si lo vemos desde
este punto, la nueva sociedad, está influenciada por los
medios masivos de comunicación y su discurso de que entre
más tengas más eres. Entonces nuestras prioridades
cambian.
Ya no necesitamos
satisfacer nuestras necesidades básicas de comida, techo,
descanso, vestimenta… Ahora debemos tener marca, y nuestros
nuevos satisfactores los dictará la tecnología,
la
televisión y la mercadotecnia
manejada.
Por ello Robbins
dice que al definir economía, se ha sustituido el
término fines por necesidades humanas, y se dice que
éstas son ilimitadas.
Al existir estas
necesidades no satisfechas, y crearse nuevas, la sociedad se
convulsiona y se crean fenómenos sociales como madres de
familia
económicamente activas, la emigración –sobre
todo del padre hacia los Estados Unidos, u
otras ciudades de México-, y con ello la
desintegración y nuevas problemáticas ya
mencionadas.
La cultura
mexicana nos obliga a pensar en el sueño americano, de
creer que nuestras dificultades económicas
–llámese, a ésto no contar con los nuevos
satisfactores- se resolverán llegando a trabajar al "otro
lado" y ganado "la dolariza".
Recordemos que la
cultura
- Es el conjunto de
conocimientos que permite desarrollar un juicio
crítico.
Entonces la nueva
cultura nos impone a tener más cosas, ésto a dejar
el núcleo familiar, y por ende, la educación debe
verificar estos cambios.
El conjunto de
modos de vida y costumbres, así como los conocimientos y
grado de desarrollo artístico, científico,
industrial de esta época y nuestro grupo social es lo que
conforma nuestra nueva cultura. Los niños no se educan
solos, está la "nana televisión" que les inculca unos valores y
costumbres que quizá los padres no tuvieron… o de los
cuales también se nutren.
Porque debemos
recordar que una gran parte de la población paterna en
México se inicia en su pubertad.
Todavía están moldeando su carácter y su bagaje cultural es
bajo.
Aunado a
ésto la "necesidad" de abandonar la casa tras el sustento,
las mujeres que quedan solas, pues son madres solteras o el
esposo emigró.
La cultura al
igual que la materia no desaparece, sólo se
transforma.
La nueva sociedad,
cuenta con una cultura más participativa, tanto en lo
económico como en lo político; y estos dos campos
influyen en la educación… El tener la mejor calidad, no
sólo es requisito en la transmisión de
conocimientos, sino en la presentación de
ellos.
El Gobierno se da
cuenta de la imagen proyectada
al exterior, y trata infructuosamente de mejorar.
Lo malo es ver
cada sexenio con un nuevo plan de estudios,
sin continuidad, sin revisiones, sin motivaciones.
Los padres de
familia tampoco se conforman con el discurso. Ahora participan
más en la política –al menos a nivel local-.
Se comprometen con ellos mismos, pero no ahondan en el
tema.
En términos
generales política es el proceso y la conducta de toma de
decisión de un grupo. Pero, la conocemos más como
las declaraciones, planes, prácticas y regulaciones
adoptadas por un gobierno u otra organización diseñadas para guiar o
controlar la conducta de la comunidad o de las instituciones.
En México
la política educativa aparentemente ha cambiado, y
mucho… cada sexenio se crea una nueva comisión
educativa, un nuevo plan de estudios.
Pero, porque
siempre existe un pero, la familia no es tomada en cuenta, no se
integra a ella para obtener un mejor resultado. Se cree que la
institución educativa es única y los maestros se
alejan de la comunidad a la que pertenecer bajo el pretexto de
que los padres no tienen tiempo o interés.
Mientras que hace
el Estado. Él no crea planes económicos, y menos
educativos, que realmente ayuden a la unidad del núcleo
familiar con la enseñanza.
Y sí que
hay mucho por hacer.
Tiempo pasado será siempre
mejor
O la soledad de
nuestro tiempo
Hoy en día
el tener hijos es una decisión difícil de tomar, y
no se debe a falta de dinero, al fin
de cuentas, eso es
lo de menos. Es por falta de tiempo.
Tiempo para
criar.
Tiempo para
educar.
Tiempo para
dedicar a los hijos, a la pareja, a la familia, y hasta a uno
mismo. Los trabajadores de hoy no cuentan con jornadas de ocho
horas como lo establece la constitución. Esta ha sufrido cambios, y
ahora se labora diez horas diarias, sin derecho a salir de la
fabrica o maquila ni para comer. "Traiga lonche o compre comida
aquí", dice el patrón.
Por tanto, no se
debe comparar a los tiempo modernos con los de hace diez o veinte
años, mucho menos con el siglo XIX.
Los niños
modernos se acostumbran a la soledad, a ser autosuficientes
–a su manera-, a buscar compañía en los
medios. Y de ellos aprende.
El abuelo
dirá que los tiempos de antes fueron mejores, y
quizá tenga razón.
Sí, podemos
decir que los aztecas cuidaban
a su hijos y los educaban hasta la edad de los doce años.
La responsabilidad de los hijos varones era del
padre, quien lo guiaba en las tareas rudas, y la madre se
encargaría de las hijas, y sus quehaceres
hogareños.
Tal vez exista la
feminista que exponga su rencor ante la práctica de
discriminación de la mujer en la
educación formal, dada después de los doce
años. Pero la condición cambiante de la mujer y el ser el
miembro reproductor de la sociedad la confería a las
labores "simples".
Sin embargo, es
admirable la educación de los varones, tanto por el padre
como en las escuelas, ya sea en el Calmécac o Tepozcalli.
Una educación con valores firmes, cimentados en ejemplos.
El guerrero no solo se fortalecía y enseñaba la
casta en la guerra. El
sacerdote como guía espiritual debía aprender
más que rezar y gobernar.
La
educación de ambos se formaba en el trabajo, en
la limpieza de las calles y templos, en la construcción y remozamiento de calles y
edificios, en el cultivo y recolección de los
víveres.
¡Qué
distinta sería nuestra sociedad con sus valores! Castigo a
la codicia, a la flojera, a la glotonería. Se
enseñaba a trabajar, a compartir, a respetar (tanto a
mayores como a mujeres).
Nuestros
niños modernos en cambio carecen
de valores, aun cuando desde mediados de los noventas la
enseñanza básica tiene un programa para
enseñarlos, supuestamente para afianzarlos y
recuperarlos.
Televisa se une a
ellos con su cantaleta de "tienes el valor o te vale". Pero nos
vale.
Y sí. Nos
vale.
Es imposible
suponer que con tan solo escucharlos se sigan. El niño no
aprende por memorización. Eso lo aprendimos desde hace un
par de décadas. El niño aprende del ejemplo. Pero
mamá y papá no están junto a él para
ello. Apenas tienen tiempo para comer, dormir, y a veces verlos.
Como pueden enseñar. Como pueden siquiera saber que mentir
es un valor. Es mal necesario dirán.
Esto de
enseñar con el ejemplo bien lo sabían los
españoles. Los indios y las nuevas castas debían
aprender de ellos, de su comportamiento
y religión.
No obstante el buen Oidor y Obispo Vasco de Quiroga envía
una misiva al rey en 1535 donde expresa su desacuerdo en la
esclavitud de
los indios y afirma que los españoles son personas muy
cuestionables: "no se ve en nosotros obra que sea en verdad
cristiana, de modo de pensar y a veces lo han dicho que jurar,
lujuriar y alcahuetear es acto propio de cristianos y cosa en la
que procuran complacerlos, pensando que aciertan".
Así son
nuestro niños y jóvenes modernos. Ante su soledad
procuran hacer aquello que los mayores les piden. Los primeros
buscan la complacencia en el sentido de pertenencia, de sentirse
queridos y aceptados. Los segundos buscan amortiguar el
cansancio, el hambre, la frustración ambivalente de la
soledad.
Se cae en patrones
errados y cada vez más complicados.
El joven
(aún niño) encuentra consuelo en el grupo de la
esquina, otros solitarios cuyos padres también trabajan.
El niño crece y aprende con ejemplos como totalmente
errados… pero integradores.
Los padres no
están. En nuestra nueva sociedad más de la mitad de
la población pertenece a algún tipo de familia
disfuncional. Con más del 40% de divorcios, casi 30 por
ciento de madres solteras. Y para colmo un alto índice de
las nuevas mamás son menores de quince
años.
Ahora parece un
juego pedir
trabajo… pero no lo es. Y la encargada de recursos
humanos dirá que necesitas ser mayor de edad para
poder ingresar
a su planta laboral. Al menos
contar con 17 años.
A falsificar
documentos, a
dar las señas de la hermana mayor, lo que sea, con tal de
tener un sueldo para comprar pañales.
No existe
diferencia cuando el padre de la criatura responde, de cualquier
forma la niña debe trabajar, pues si no como le van a
hacer para pagar, renta, agua, luz, comida y de
pilón medio vestirse. Porque a medias se vive.
Luego de la
devaluación del 82, le siguió la del
88 y remató la del 94… los errores que a algunos ricos
afectaron, a otros hicieron más ricos. Pero a los pobres,
la clase baja cada día es más pobre, según
un reporte de la banca mexicana,
de los 600 mil millones de personas que habitamos el planeta 358
cuentan con la riqueza similar a la acumulada por 2, 500 millones
de personas, es decir, de casi la mitad de la población
mundial.
La lucha de clases
ya no existe, al menos en México, la apatía de la
población es cada vez más evidente… Para que
estudiar si no hay trabajo, dicen algunos padres.
Lo peor es la
herencia,
porque finalmente, este pensamiento pasará a formar parte
de la cultura de sus hijos, y hasta de algunos amigos de
ellos.
Seguirán en
la pandilla de la esquina, porque ellos los alientan, los conocen
y los escuchan. Los comprenden y les dan "algo" para sentirse
superiores. Los mejores. Para olvidar los sermones de
casa.
Para olvidar el
sentirse nada.
Las nuevas
adicciones nos
preocupan, pero no nos ocupan. Las drogas son
consumidas a edades más tempranas, el mejor lugar para
distribuirlas: La Escuela.
Los noticieros
todos los días hablan de ello. Detuvieron a un narco… lo
dejaron ir. Estadísticas. "Tienditas". El bombardeo de
información es grande.
Pero el tiempo es
insuficiente para hablar con los hijos. Bueno, a veces se es tan
joven que también se debería hablar con los
padres.
Las autoridades lo
saben, por ello en el sexenio del presidente Ernesto Zedillo se
aprobó un programa de ayuda a estudiantes… se
contrató una maestra especial, de apoyo, para ayudar en el
área psicológica. Se habla con los educandos, los
escuchan y orientan. ¿Se puede pedir
más?
Sí. Se pide
la integración de los padres, citarlos a
junta, orientarlos, cuestionarlos, ayudarlos. Pero el compromiso
es inexistente por parte de ellos, su ausencia o falta de
entusiasmo en la junta es evidente.
Al menos eso dice
el reporte.
Un reporte sin
explicación. Pues al parecer nadie sabe que el 90 por
ciento de las madres de familia son económicamente
activas. Y, además de su trabajo tienen la
obligación de su familia, su casa, sus cosas. No cuentan
con ayuda, nuestra machista sociedad aun ve con malicia a los
hombres que ayudan en el hogar, a los que cuidan y se encargan de
la educación del hijo.
El charro mexicano
sólo exige una buena nota en las calificaciones, un
niño callado, y si es posible dormido, una casa limpia, la
ropa limpia y planchada… ¡aaahhh! Y la cena calientita y
bien servidita, mientras su mujercita le calienta tortilla por
tortilla, no se le vayan a enfriar.
Parece broma. No
lo es. Cuando sólo cuatro de cada diez hombres ayuda en
algunas tareas domésticas. Sólo algunas. El avance
es que siete de cada diez considera o permite a su esposa
trabajar. Y algunos hasta lo exigen, pues se reconoce la
importancia de este apoyo.
A pesar del
avance, el comportamiento de los padres se vuelve errático
afectando al niño. Este se vuelve agresivo en la escuela.
Distraído. En ocasiones parece algo común para la
maestra y sólo lo atribuye a "violencia
intra-familiar".
El nuevo mal de
nuestra sociedad. Tan común que con el tiempo se vuelve
algo vedado. Lo sabemos allí, pero no podemos hablar de
él, por respeto a la
privacidad del alumno.
La violencia en la
familia empieza con una frase agresiva y llega a golpes tan
brutales que causan la muerte. Ya
no se respeta sexo, ni edad,
aunque en realidad nunca lo hizo, pero hasta ahora se habla. Es
ahora, cuando la sociedad se escandaliza, critica al agresor y a
la víctima –por dejada-.
Siempre estuvieron
allí, pero antes eran bien vistos… el hombre es
más hombre si se
impone a la mujer. La mujer debe complacer en todo al esposo y
soportar su cruz. Con esta bandera se llegó a la
vejación extrema y violación de la pareja; se
sodomiso a los hijos. Y ahora se quiere erradicar de la noche a
la mañana.
Entonces el abuelo
repite, ¡ah, en mis tiempos! No se veía eso.
¡Quién viviera en los tiempos de mi
abuelo!
Pero, como es
mentiroso el viejito.
Gary Jennings,
autor de novelas
históricas sobre el México precolombino y de la
Colonia menciona en "Sangre Azteca":
"después de la conquista de México y la mezcla de
sangre española e indígena, se produjo el
nacimiento de una gran nación.
Todas esa sangres fusionadas se llamaron castas… Estos seres de
la calle, que se arracimaban, se morían de hambre y
mendigaban en cada esquina de la ciudad… eran llamados
léperos. Estos leprosos sociales pedían limosna,
hacían trabajos serviles, robaban. Allá por el
siglo XVII, pandillas de léperos atestaban la capital y
constituían una creciente amenaza para el orden
público. Los léperos podían ser cruelmente
destructivos, incluso asesinos… fueron los primeros bandidos
mexicanos.
El lépero
vivía como podía… estaba dispuesto a degollarte o
robarte la cartera, a suplicar por comida o por trabajo, a gritar
bajo los azotes de las autoridades de la ciudad…
Irónicamente, los léperos habrían de
sobrevivir, crecer y finalmente heredar el México Moderno.
Probaron, no la degeneración del hombre sino la tenacidad
de la humanidad frente a la adversidad horrorosa".
Ya ves abue, como
no recuerdas bien.
Al menos de
palabra
La
educación de nuestros jóvenes, como ya hemos
explicado se ejerce en nuestra casa, en nuestra sociedad, y en
las aulas. Los maestros no son personas que solo viven a nuestro
alrededor, o son padres de familia. No, ellos también se
educan, y reciben una instrucción sobre el resultado
esperado para el fin del año escolar.
A la llegada de
los españoles a la América
se intentó dejar atrás a la cultura
indígena. El español
enseñó a través del catequismo, se
dedicó a cristianizar. Pero, también a
enseñar a sus hijos lo aprendido en Europa, la
consigna era no olvidar nunca la buena crianza de la madre
España.
En ese entonces el
modelo europeo
se basaba en la gramática latina y los libros
aristotélicos y de Cicerón. La educación
novo hispana se inspiraba en el renacimiento.
Se disponía al niño el tiempo para no holgazanear y
divertirse.
Los encargados de
dicha educación eran, en primer lugar, la iglesia y,
posteriormente, los padres de familia. Estos se organizaban
según sus estratos sociales, ya que sólo los
españoles de alto linaje podían aspirar a asistir a
un seminario, los
demás se organizaban según su estrato social.
Obviamente, los indios, no podían siquiera aspirar a ver
una letra, se contentaban con escuchar a los sacerdotes durante
la misa.
Al parecer los
españoles trataban de lavar sus culpas
ignorándolas. Los españoles vinieron a la
América a robar, a saquear, a violar, a ultrajar. Pero
eran los hijos de Dios. Los indios, los reales dueños de
todo, tenían que esconderse, guardar rencor en silencio,
para no ser castigados por el nuevo Dios, ese que les predicaban
con "amor", y al cual por medio de la fuerza
aprendieron a temer. Por ello aun callan, aun sufren, aun mueren
esperando la llegada, tal vez, de algo que les devuelva su
libertad y su
fe.
Porque es
imposible permanecer estático y no escuchar a los que se
encuentran en las posiciones más bajas de nuestra
sociedad, luego de la guerra de la independencia, todos los
presidentes se han preocupado por la educación, algunos
han puesto en marcha planes para acabar con el analfabetismo.
La mayoría, tal vez, quedan en planes y propuestas.
Sí, lo cual no quita sea una preocupación de cada
uno de los gobiernos del México nuevo y
antiguo.
Con la Guerra de
la Reforma el estado inicia la separación de la Iglesia,
ya se podía pensar y leer mas allá de la Biblia, y
lo que otros juzgarán como apropiado.
Un México
convulsionado por las guerras
internas y externas de los siglos XIX y XX se desangró,
tuvo cambios. Sí, pero pocos de ellos fueron buenos, y
escasos los constantes y perdurables.
Irónicamente, el Porfiriato fue
el periodo más próspero económica y
culturalmente hablando. Es en este periodo que se sientan las
bases de la teoría
pedagógica actual, pues se establecieron escuelas de
instrucción superior, a las que se les dio
prioridad.
Es en este tiempo
cuando nuestro país presenta el mayor crecimiento
industrial y cultural, florecen ciudades como Monterrey,
México, Guadalajara, Puebla, Toluca, Veracruz, San Luis
Potosí y Querétaro. Aparecen nuevas clases
sociales, donde el poder de la aristocracia semifeudal domina
a la clase proletaria. El poder de los aristócratas se
puede ver en la frase de "dueño de vidas y haciendas" y la
representación palpable de su ilimitado dominio son los
Científicos, aquellos poderosos hombres a quienes don
Porfirio tenía como consejeros y jefes de gabinete. Muchos
de ellos con jerarquía militar, no olvidemos que El
Porfiriato fue una dictadura militar
y una gerontocracia (gobierno de viejos).
Sin embargo, don
Porfirio Díaz se preocupó por la educación
de niños y adultos, por ello nació una nueva clase
media, la de los profesionistas y empleados públicos. La
pedagogía liberal fue semillero de grandes
artistas como Juventino Rosas,
José María Velasco, Saturnino Herrán,
Alfonso Reyes, José Vasconcelos, entre muchos otros,
quienes impulsaron en algún modo el deseo en la
población de ser más.
Podemos asegurar
que esto último fue el talón de Aquiles del
Porfiriato, con todo y su ochenta porciento de analfabetas. La
poca gente con el poder del conocimiento
sabía que el ser humano necesita más, su alma tiene que
llegar al poder del saber… AL SER.
Así, se
gesta la justa revolucionaria.
Con el país
nuevamente convulsionado desaparecen temporalmente industria,
agricultura,
ganadería
y educación. Es lógico, el que no se esconde,
está en pie de guerra. Los maestros son casi inexistentes,
algunos forman parte de las filas de los revolucionarios, otros
se quedan, pero por seguridad de los
alumnos no asisten a dar clases.
Es hasta la
promulgación de la constitución de 1917 que la
educación toma el carácter de obligatoria, laica y
gratuita, tal cual la conocemos hasta el día de hoy. Pero,
cada sexenio sufre de una transformación en su estructura.
Recordemos el
periodo de Lázaro
Cárdenas con su educación socialista, de la
cual podemos concluir, además de los problemas
ideológicos a los cuales se enfrentaron los maestros,
padres de familia y alumnos, que dio como resultado un conflicto
posterior con el cual lidiaron los presidentes Adolfo
López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, y Luis
Echeverría: revueltas sindicales y estudiantiles… hasta
llegar a los trágicos sucesos de 1968 y 1971. Los
estudiantes de los 40’s y sus hijos reclamaban una
nación socialista, deseaban la repartición
igualitaria de las riquezas del país. Los presidentes no
podían quedarse esperando a la formación de una
nueva guerra civil. Aún no se recuperaba el país de
la Revolución del 10 y ya parecía
invocarse a otra. La nada celebre frase porfiriana de
"Mátalos en caliente" debió ser su mejor
opción.
Y los
mataron.
A pesar de ser
hasta nuestros tiempos sumamente criticados, se debe reconocer el
coraje y aplomo de estos líderes nacionales. Pero la UNAM
seguirá forjando ideales y durante una década se
odiaría y temería a los estudiantes y maestros.
Historias como las de Cananea lo demuestran.
Insistimos, los
gobiernos post-revolucionarios se preocuparon por la
educación, cada uno de ellos tratando de sanear la vida
económica del país.
Luego de tantas
guerras y guerrillas la industria necesitaba dinero, recursos, el
país los tenía en manos de otros, la
decisión de Lázaro Cárdenas de nacionalizar
fue adecuada para el momento.
Manuel
Ávila Camacho tenía que surtir a la industria de
trabajadores técnicos, ese fue su plan de trabajo,
reorganizar la Secretaría de Educación
Pública y, sobre todo, la Unidad Nacional. Sí, era
el momento de acabar con la lucha. Pero como hacerlo.
Tenía que recurrir a los profesionales del ensueño.
Se filmaron películas en la época de oro del
cine mexicano,
donde actores del momento "vivían la nueva realidad", la
esperanza de estudiar, trabajar, y contar con protección
médica. Bienvenido el IMSS.
La era de la
productividad
dio frutos con el Milagro Mexicano, pero Adolfo López
Mateos se da cuenta que falta un extra.
Crecen los
programas. Dan resultados. Pero faltan niños a los cuales
llegar con la educación. Y no es falta de escuelas, a
partir del sexenio de Cárdenas cada presidente
invirtó en ellas y la profesionalización de los profesores, se
les sindicalizó, se les instruyó y capacitó.
Pero faltaba algo. Pensar en los niños.
Por ello, Adolfo
López Mateos se compromete. Crea un decreto presidencial
por el cual los niños de todo México
recibirán el libro de
texto gratuito
del grado de primaria a cursar.
Ya no hace falta
pasar hambre para poder conseguirlos.
Además,
López Mateos brinda desayunos escolares a precios
económicos. Desayunito era el héroe de quien no
podía comprarlo. Solo a ellos se los
obsequiaba.
Porque la
educación, es más que entrar a un salón de
clases y explicar o recitar conceptos. Va más allá
de una simple fórmula matemática. Es necesario conocer a nuestro
interlocutor. Y la mejor parte es saber quién es. Porque
no es sólo el alumno.
La verdadera
educación va más allá. Es la
triangulación perfecta entre alumno, maestro y sociedad.
Entendiéndose a esto último como el todo. El
México pobre, tecnológico, político, minero,
rico, industrial, mercantil…
Razón por
la cual se realizan cambios. Cambios como el realizado por Carlos
Salinas de Gortari, al realizar la descentralización educativa. Algo tan
peleado por el magisterio y que a partir de ese momento les da el
poder. El poder de decidir lo más conveniente para el
estado. Ahora los estudiantes podían conocer, su contexto
próximo. Lo realmente importante para ellos. Lo que pueden
tocar, sentir. Lo propio.
Carlos Salinas
extiende la obligatoriedad de la educación hasta el nivel
de secundaria, para lo cual se prestarán los libros hasta
poder el Estado otorgarlos a través de la Comisión
Nacional de Libros Gratuitos.
La escuela crece y
con ella la tecnología, el Estado conoce los cambios e
impulsa a los estudiantes a tener acceso a ellos.
Zedillo
apostó por el inglés
y las aulas de enseñanza en computación (para ello se requirió
de la ayuda de la iniciativa privada, quienes hasta la fecha
siguen apoyando este plan). Además debemos recordar que
Coahuila fue el estado pionero de la enseñanza del
Inglés como segunda lengua en
educación Primaria, por iniciativa del entonces gobernador
Rogelio Montemayor Seguy.
Se habían
tardado. Sí en verdad se quería competir con los
famosos Tratados de
Libre
Comercio, la enseñanza del idioma era algo
prioritario. Los jóvenes, los adultos se quedarían
estancados en simples obreros y mano de obra barata por la falta
de una comunicación efectiva, la cual se podía
lograr sólo sí desde temprana edad el niño
se familiariza con el inglés, el idioma de nuestros
"socios" y competidores.
Pero los programas
computacionales crecen y se modifican día con día,
por ello, no podemos quedarnos atrás. El uso de pizarrones
inteligentes, denominados Enciclomedia, está planeado para
ser llevado a todas las aulas de nuestro país. El presupuesto
más alto de nuestra historia está por llegar a
nuestros hijos. La finalidad es crecer. Es llegar a desarrollar
la capacidad de la población y convertirla en seres
competitivos.
Es llegar al
SER.
La verdadera
educación
Los cambios
están bien, son acordes al momento. El avance
tecnológico requiere un avance educativo. El progreso o
desaceleración industrial necesita de mano de obra
calificada para salir avante.
Pero parecen
olvidarse de algo.
La
educación se inicia en la familia, se aprende lo que se
ve, lo que se vive y palpa.
El nuevo milenio
trajo consigo el cambio. Después de más de 70
años en el poder, el PRI cede su lugar al Partido
Acción Nacional. La gente voto por candidato con el cual
se identificó. Por alguien del pueblo. Con una
mercadotecnia tal que convencía al más
escéptico.
A pesar de lo poco
que se cantan sus escasas acciones y los problemas
políticos que enfrenta el país, donde la lucha por
el poder parece no tener límites, y
los actores políticos sólo se preocupan por ocupar
un puesto en el próximo sexenio, sin importar como queda
el México al cual pretenden servir. La cámara
legislativa, al principio reacia, a garantizado la
educación otorgándose el 30 por ciento del
presupuesto a este rubro.
A partir del
sexenio de Carlos Salinas de Gortari los maestros entraron en un
programa denominado "Carrera Magisterial", donde se les imparten
cursos y capacitación, según las necesidades
de la localidad, región, estado o país. Es decir,
se hace una evaluación
sobre las deficiencias o puntos de oportunidad en las escuelas
primarias, y se crean programas para apoyar y mejorar la
educación gratuita. Aunque tienen acceso todos los
profesores interesados, sean de escuelas públicas o
privadas.
Sí, el
Gobierno se interesa en los maestros, en darles un sueldo digno.
Aunque es insuficiente, ya que desde hace varios años la
Coordinación Nacional de Trabajadores de la
Educación pelea por un mayor salario y mejores
prestaciones,
en los estados del sur del país. Donde
prácticamente no existen pedagogos en las aulas de
clase.
Podríamos
decir, eso no nos afecta. La verdad es otra.
Sobre todo ahora,
cuando al menos un profesor por escuela se encuentran en
"comisión", pues se dedican a cuestiones políticas,
y como paga más, simplemente piden permiso y se van. Los
que quedan no hacen mucho, su sueldo es seguro y conforme
pasan los años sólo les interesa cubrir los
mínimos requisitos para aspirar a más puntos y un
mejor sueldo. ¿Cual calidad
educativa? Con frases como "hacen como que me pagan, hago
como que trabajo", y la mejor es: "sí los de arriba no
trabajan, yo menos".
Y como la
educación es de a gratis, pues los padres no deben decir
nada. Así escuchamos a un licenciado en educación
primaria decir: "yo no le digo que hacer en su casa, usted no me
dice como hacer mi trabajo".
Pues que,
¿en serio creen que es gratis la
educación?
Sí en la
actualidad el 90 por ciento de las madres de familia trabajan
fuera del hogar, y de las restantes la mayoría cuenta con
ingresos ya
sea por ventas u otras
labores. Además, todos compramos. En almacenes o la
tiendita de la esquina, pero compramos.
Y un porcentaje de
nuestro dinero, ganado o invertido, va a parar a Hacienda a
través de nuestros impuesto… Y ya
dijimos, el 30 por ciento de este total es para la
educación. O sea, el sueldo de los profes sale de nuestro
bolsillo.
O key. O key,
revisemos, ¿qué tiene que ver todo lo anterior con
la educación en la familia?
Muy simple. El
gobierno se preocupa por obtener mejores resultados en las
pruebas
aplicadas, así dejar de ser el penúltimo lugar en
aprovechamiento. Para ello invierte en tecnología,
escuelas de nivel básico y superior, capacitación
para profesores y demás. Los maestros se preocupan por
ganar más, aunque no debemos ser injustos existen muy
buenos pedagogos, los cuales se preparan y aprovechan las
oportunidades para beneficio de sus discípulos.
Y la familia,
¿quién se acuerda de la familia?
Como sabemos a
partir del Porfiriato, la mujer empezó a estudiar,
posteriormente se integró al campo laboral (en cuestiones
"femeninas", y bajo prejuicios sociales que las juzgaban como
"mujerzuelas"). Al principio, la mujer luchó por tener los
mismos derechos del
hombre y ser reconocida como una fuerza de trabajo digna y
capaz.
El la actualidad
es necesaria su colaboración. Son pocos los hombres que se
oponen a ello. Se necesitan dos sueldos en el hogar para poder
sacar a delante a los hijos.
Además, el
síndrome de la pobreza trae
consigo otro problema: la migración
hacia los Estados Unidos. Decimos migración porque en
muchos casos es temporal.
La madre
proporciona a sus hijos un salario y casa limpia. Tienen la
obligación de atenderlos, cuidarlos y
protegerlos.
Pero los hijos en
la guardería sólo son atendidos hasta las cinco de
la tarde, y en el Jardín de Niños están tres
horas, en Primaria cinco, y en la Secundaria seis cuando mucho.
¿Y el resto del día?
Las mujeres
trabajadoras se pasan ocho horas trabajando, las cuales se
convierten en doce, si contamos los tiempo muertos, como el
trayecto al centro laboral-casa. Llega cansada, su capacidad de
respuesta hacia los hijos ya no es la misma.
El profesor
citará a juntas en horarios laborales, porque no tiene la
culpa de que la madre trabaje, y su familia menos. Pero, al
presentarse le reprenderá por el poco interés
mostrado a la educación.
Y el niño
estará observando esta batalla.
Por las tardes se
refugiará en una pandilla, o mirando la televisión
y sus mensajes consumistas… De ella aprenderá.
Aprenderá más de lo explicado por un educador o su
familia.
En la calle, los
amigos, le enseñarán a defenderse, a guardar
secretos, a vivir aventuras. Lo más importante a no estar
solo.
En la tele…
¿cuánto puede aprender en la tele?
Hace falta
más que buena voluntad para crear un plan de estudios que
satisfaga las necesidades de nuestra población. Hace falta
un reajuste en el tiempo invertido a la educación, acorde
con los horarios de las madres.
Otros
países lo han logrado, México aun no se da
cuenta.
La
educación de nuestros niños y jóvenes nace
de lo que se ve. Aprenden en la escuela, en la casa, en la calle,
en los medios, sobre todo en la televisión.
Los constantes
cambios políticos impiden la continuidad de los planes y
programas, por lo cual cada generación tiene sus
deficiencias, pero sin ser atacadas, pues el siguiente sexenio
todo cambia.
Pero se cubren las
necesidades momentáneas de la nación, sobre todo
del rubro económico, pues se trata de satisfacer las
necesidades de mano de obra, producción, técnicas,
y demás.
Aun cuando parece
lo contrario no se descuida a los profesores, quienes reciben
capacitación constante y se les instruye sobre resultados
esperados. Como toda persona con un
sueldo seguro, sobre todo si es mexicano, algunos maestros
parecen perder interés en la enseñanza, lo cual se
traduce en alumnos que "hacen como que estudian".
Lo alarmante es
darnos cuenta del vacío que existe en nuestro plan de
estudios.
Nadie parece
preguntarse: ¿qué hacen nuestros hijos cuando salen
de la escuela?
Hace falta una
investigación y consecuente plan de
estudios para resolver este problema, pues de otra manera en poco
tiempo tendremos un nuevo Porfiriato, donde por más
actualización y modernización educativa, esta no
llegue a la población, pues los jóvenes
estarán poco interesados en ella.
Y si en la
actualidad de las 28 millones de mexicanas en edad fértil,
existen 300 mil embarazos en adolescentes
anuales, esta cifra puede crecer. Con ella el desempleo, el
abaratamiento de una mano de obra de por sí poco
valorada.
Hace falta voltear
a ver a la familia, conocerla y saber de sus necesidades. Pedirle
su apoyo, sí, pero apoyándola primero y
comprometiéndose con ella.
Sin
ridículos mensajes televisivos, en contrapunto con los
bien planeados malos antivalores transmitidos en el
medio.
Después de
todo, ¿qué hay mas importante que la
familia?
CECILIA REYES
OLIVANS
UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL
NORESTE
CAMPUS PIEDRAS NEGRAS
Piedras Negras, Coahuila a 6 de
septiembre de 2005