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Gral. Felipe Bachomo, El último rebelde mayo




Enviado por nacho_lagarda



    1. Pancho Villa en
      Sonora
    2. El ataque a San
      Bernardo
    3. Derrota, y
      fusilamiento
    4. Glosario
    5. Anexo

    La mayoría de los sonorenses
    saben que en noviembre de 1915, el general Francisco Villa;
    en su huída hacia Chihuahua, después de ser
    derrotado en Agua Prieta y
    Hermosillo, atacó San pedro de la Cueva y asesinó
    arteramente a 69 pobladores del lugar, pero muy pocos saben que
    fuerzas villistas al mando de los generales Felipe Bachomo y Juan
    M. Banderas, en diciembre de ese mismo año atacaron la
    población de San Bernardo, en el municipio
    de Álamos, en los límites
    con Chihuahua, donde dieron muerte de la
    misma forma a 23 vecinos.

    Desde la llegada de los españoles en el siglo XVI
    al norte de Sinaloa, los indios fueron objeto de vejaciones y
    saqueo de sus tierras. La revolución
    de 1810 en nada ayudó a mejorar esta situación.
    Tampoco las leyes de Reforma;
    irónicamente promulgadas por un indio oaxaqueño les
    ayudaron en algo, ya que las leyes de los liberales juaristas,
    fueron la base jurídica para el despojo de sus
    tierras.

    Todo el odio acumulado durante siglos por los indios
    mayos del norte de Sinaloa, hizo explosión en 1910 al dar
    inicio el movimiento
    armado convocado por Madero..

    El movimiento armado alentado por Madero, trajo nuevas
    esperanzas de reivindicación a los indios mayos.
    José María Robles; un mestizo casado con una
    india pura,
    congregó a los indios en Camayeca, donde les habló
    de la posibilidad de recuperar las tierras que les habían
    sido antes arrebatadas . En Camayeca se reunieron indios de San
    Miguel Zapotitlán, Mochicahui, Jahuara, El Guayabo,
    Nacapules con el fin de unirse a las fuerzas del Gral. Rodolfo
    Ibarra Vega en San Blas, Sinaloa.

    Como muchos otros, los indios mayos se fueron a la bola,
    sin entender siquiera cual era su objetivo. La
    revolución les ofrecía al menos, la posibilidad de
    liberarse de la esclavitud de la
    hacienda y de vengarse de sus verdugos.

    Felipe Bachomo había nacido en 1883 en Jahuara;
    un barrio indígena de Mochicahui a orillas del río
    Fuerte. Desde muy chico; sin saber leer ni escribir, se empleo como
    peón en la hacienda del rico hacendado Don José
    María Cásarez, donde se dice se enamoró de
    una de las hijas del patrón llamada Elvira.

    El 1 de mayo de 1911, Bachomo en compañía
    de otros indios mayos, armados con arcos y flechas y alguna
    pistola o carabina vieja, salió de Jahuara para unirse a
    las fuerzas de Ibarra con quien participaron en las acciones
    militares en Sinaloa hasta el triunfo de la revolución
    maderista con la toma de Mazatlán, dándose
    así por terminada la campaña militar.

    Una vez terminada la campaña militar, los
    soldados fueron " licenciados" para darles libertad de
    regresar a trabajar sus tierras. Pero los indios mayos
    sabían que ellos no tenían tierras que trabajar,
    por lo que regresaron a Mochicahui pero con el fin de iniciar su
    propia lucha bajo el liderazgo de
    Bachomo, con su propia bandera y objetivos:
    recuperar las tierras despojadas. Bachomo se convirtió
    así en una fuerza
    independiente en la cuenca del río Fuerte, estableciendo
    su cuartel general en Jahuara, al mando de cerca de 6000 hombres
    con pertrechos militares que había acumulado durante la
    campaña maderista, además de arcos y flechas que
    ellos mismos habían elaborado. No sabía nada de
    política y
    no apoyaba ni a Carranza ni a Huerta, el tenía su propia
    lucha y era la de pelear contra los caciques locales.

    Los caciques de la región reaccionaron con dureza
    ante los indios, realizando una masacre en Ahome haciendo
    prisioneros a los que quedaron vivos. Maytorena alentó a
    Bachomo a detener las arbitrariedades, y el 18 de abril de 1914,
    tomó a sangre y fuego la
    población liberando a los detenidos y ordenando el saqueo
    de las tiendas y casas de los yoris* .

    El Gral. Felipe Rivera; jefe de las fuerzas carrancistas
    en Sinaloa, en reconocimiento a su valor le
    extendió el nombramiento de General, pero Bachomo mantuvo
    su independencia,
    su causa no era la de Carranza y su revolución se limitaba
    a perseguir y castigar a los caciques verdugos de su raza. Lo de
    él no era una guerra de
    castas, como lo prueba el hecho de que su segundo de a bordo;
    Jesús Ruiz era un yori (blanco), además de
    que entre sus fuerzas militaban muchos mestizos como Lorenzo
    Robles. De hecho uno de sus lugartenientes; Armando Borboa, era
    un blanco de instintos criminales y cruel, que fue el verdadero
    autor de los saqueos, incendios y
    violaciones, que después se le cargaron a Bachomo en el
    proceso que se
    le siguió para fusilarlo.

    Por un tiempo, el
    cuartel general de Jahuara, se convirtió en una especie de
    Supremo Tribunal de Justicia
    Indígena, ajeno a los acontecimientos políticos. De
    hecho a Bachomo le eran indiferentes las pugnas entre Carranza y
    Villa. Carecía por completo de preparación, era
    analfabeto y para rubricar sus comunicados inventó una
    clave que era el dibujo de una
    lagartija, que además era indispensable como salvoconducto
    para transitar por sus dominios.

    Un aspecto importante en la sublevación de
    Bachomo es el supuesto entendimiento que tuvo con el gran cacique
    de la región; el norteamericano Johnston, dueño del
    gran ingenio azucarero de Los Mochis y una enorme cantidad de
    tierra.

    Se dice que el norteamericano le proporcionaba armas y
    bastimentos al indio a cambio de que
    éste no atacara sus propiedades. De hecho las propiedades
    de Johnston eran intocables para las fuerzas de Bachomo Eso es
    algo que hasta ahora no ha podido ser probado.

    Después de la convención de
    Aguascalientes, donde se produjo el rompimiento revolucionario,
    el movimiento de Bachomo cobró particular importancia. Los
    villistas trataron de sumarlo a su causa, pero Bachomo se
    resistió, hasta que el general villista Orestes Pereira
    logró convencerlo, lo que reflejó la ignorancia de
    Bachomo de las tácticas y estrategias
    militares, ya que hasta entonces solo era el amo y señor
    de la cuenca del río Fuerte y no entendió que era
    absurdo sumarse a la causa villista, estando rodeado de fuerzas
    carrancistas muy superiores a la suyas; el Cáp.
    Jesús O. Martínez con el 2º. Batallón
    de Sinaloa en Topolobampo y el Gral. Mateo Muñoz en San
    Blas, hallándose él muy lejos de sus posibles bases
    de abastecimiento: el cuartel general villista. Pero Seguramente
    fueron las ideas agraristas que manejaba Villa las que sedujeron
    a Bachomo ya que a pesar de que Carranza había expedido la
    Ley Agraria
    del 6 de enero de 1915, esta no ofrecía mayores
    posibilidades de atender las demandas de los campesinos
    indígenas.

    Al unirse al bando villista, Bachomo e vio obligado a
    salir de su zona de dominio. El 17 de
    junio de 1915 tomó por primera vez Los Mochis y
    atacó de nuevo Ahome Otra cosa que tuvo que hacer como
    villista, fue la de unirse al Gral. Juan M. Banderas; un general
    villista que había sido Gobernador del Estado por un
    tiempo, nombrado por Madero el 7 de agosto de 1911, y que
    tenía otro tipo de tácticas militares, basadas
    principalmente en la provocación. Banderas apoyado por
    Bachomo atacó el ingenio azucarero United Sugar propiedad de
    Johnston, rompiéndose así el tabú que
    Bachomo tenía sobre las propiedades del
    norteamericano.

    Pancho Villa en
    Sonora

    Antes de salir de Chihuahua rumbo a Sonora, en octubre
    de 1915 Villa nombró al Gral. Juan M. Banderas, Gobernador
    y Comandante Militar del Estado de Sinaloa, poniendo a sus
    órdenes una corta división de 2000 soldados,
    llevando como segundos a los generales Orestes Pereyra, Pablo
    Seáñez, José María Fernández,
    Jiménez., Barrios y Maravel, a pelear contra las fuerzas
    constitucionalistas, mientras él se dirigía a
    Sonora para luego proseguir hacia el sur.

    El general Banderas movilizó sus tropas por
    ferrocarril de la ciudad de Chihuahua a Estación Creel y
    de allí siguieron por el camino de herradura rumbo a
    Cuiteco, Lluvia de Oro en
    Chihuahua hasta bajar a Choix y El Fuerte en Sinaloa, donde se
    les unió el general Felipe Bachomo.

    Al mismo tiempo el general Enrique Estrada al mando de
    la Primera División de Caballería del
    ejército Constitucionalista, en agosto de 1915, se
    desplazó desde Guadalajara rumbo al pacífico
    llegando por tierra a Mazatlán y luego por ferrocarril a
    San Blas a donde arribó al mismo tiempo que lo
    hacían los villistas a Sinaloa. Reforzado por el general
    Mateo Muñoz, y el general Jesús Madrigal, Estrada
    entró en combate con los villistas entre el 1 y 7 de
    noviembre, siendo apoyado a partir del día 4 por el
    General Aurelio Sepúlveda al mando de la segunda brigada
    de la División de Caballería del Noroeste, las
    hostilidades se iniciaron en El Fuerte hasta las seis de la tarde
    del día 7 cuando los villistas huyeron a Jahuara donde
    fueron derrotados

    El 15 de noviembre de ese mismo año, atacaron de
    nuevo Los Mochis con mas ferocidad. Al grito de ¡¡
    viva Villa!! ¡¡ mueran los gringos!!. Los indios
    villistas entraron a la población de 3,500 habitantes
    – 250 de ellos norteamericanos- destruyendo y matando a
    cuanto encontraban a su paso. Fue entonces que el Gral. Mateo
    Muñoz entró en persecución de los villistas
    que huyeron rumbo a la población de El Fuerte.

    El General Mateo Muñoz apoyado por el Coronel
    José Gonzalo Escobar, al mando del 5º Regimiento,
    lanzaron entonces una campaña formal contra los indios
    villistas, desde su cuartel general de San Blas, entrando en
    combate con ellos entre el 23 y el 25 de noviembre
    derrotándolos en sus propios terrenos y
    obligándolos a huir en desbandada hacia Sonora.

    El lugarteniente de Bachomo, José Robles fue
    derrotado por el general Mateo Muñoz entre el cerro de
    Camayeca y Choacahui. Bachomo y Banderas derrotados, huyeron
    rumbo a Álamos, al frente de un ejército de mas de
    mil doscientos hombres, entre los que se incluían mujeres,
    niños y
    dos norteamericanas que se les habían unido cuando el
    ataque a Los Mochis, iban seguramente con la intención de
    encontrarse con Villa.

    El general Estrada dejó al frente de las operaciones
    militares en el valle de El Fuerte al general Mateo Muñoz
    y se dirigió a Navojoa donde le ordenó al general
    Aurelio Sepúlveda perseguir a Pereyra, Banderas y Bachomo
    que se habían internado en la sierra por el río
    Fuerte por el camino de Baboyahui, Sonora con la intención
    de internarse a Chihuahua por la población de
    Chínipas, Chihuahua. Estrada prosiguió su viaje
    rumbo al Hermosillo a respaldar al general Manuel M. Dieguez
    quien combatía a Villa en el Real del Alamito.

    El mayor Apolonio Lagarda García, Comandante
    Militar de Chínipas, recibió la orden de no dejar
    pasar a los villistas hacia aquel Estado y al frente de sesenta
    hombres, bajó de la sierra a encontrarlos, dando con ellos
    en el rancho San Pedro en el municipio de
    Álamos.

    Belisario Ramírez;
    subalterno de Lagarda, en un rondín de reconocimiento, se
    encontró por sorpresa con una columna de catorce oficiales
    villistas que hacían un reconocimiento del terreno, para
    ver por donde subir a la sierra. y los apresó. Los
    prisioneros fueron remitidos a Chínipas, Chihuahua y
    Lagarda García se enfrentó con Banderas y Bachomo
    en las estribaciones de la sierra, derrotándolos y
    haciéndolos bajar rumbo a Cochibampo, Álamos
    .

    Lagarda utilizó una estrategia muy
    particular para amedrentar a los villistas; por la noche, antes
    de entrar en combate, hizo encender cientos de fogatas en la
    sierra para que los villistas creyeran que estaba al frente de
    cientos de soldados, cuando en realidad eran sesenta.

    El ataque a San
    Bernardo.

    De Cochibampo, los villistas se dirigieron a San
    Bernardo a donde llegaron el día 20 de diciembre de 1915
    para de inmediato proseguir con su viaje rumbo al norte, hacia el
    río Mayo al paraje conocido como Los Pilares, con el
    propósito de tomar el viejo camino de La Trinidad con la
    intención de internarse a Chihuahua, pero su retaguardia
    fue alcanzada en el San Bernardo por una avanzada del general
    Sepúlveda, regresándose de inmediato a respaldar a
    su gente, enfrentándose a los soldados de Sepúlveda
    y derrotándolos, aunque ellos también sufrieron
    algunas bajas.

    Después de su triunfo y embriagados por la sed de
    venganza por su derrotas anteriores y creyendo que los vecinos
    los habían delatado ante los soldados constitucionalistas
    , arremetieron contra los habitantes pacíficos del pueblo,
    dando muerte a veintitrés vecinos de forma artera y
    violando y raptando a algunas mujeres del pueblo. Los hombres de
    Bachomo aprehendieron a Doña Carlotita Argüelles con
    la intención de llevársela pero algunos vecinos del
    pueblo lograron rescatarla. A Doña Guadalupe Huicamea los
    indios se la llevaron y tiempo después logró
    escaparse y regresó al pueblo en avanzado estado de
    embarazo de un
    indio que la violó.

    Don Juan Borbón, logró sobrevivir gracias
    a que se escondió debajo de una artesa*. Delfina
    Borbón Enríquez, una jovencita de quince
    años se salvó de ser violada, gracias a que su
    padre salió huyendo con su familia rumbo a
    los cerros cercanos hasta que pasó el ataque.

    Antes de salir huyendo, Delfina escondió debajo
    de un árbol unas olla llena de monedas de plata, que
    cincuenta años después siendo una anciana ciega, de
    la mano de su ahijado de seis años Ignacio Lagarda
    Lagarda, buscó infructuosamente, lo que terminó por
    convertirse en una más de las leyendas que
    solía contarles a los niños.

    En la actualidad, en el pueblo de San Bernardo
    aún quedan restos de las tumbas de los indios villistas
    muertos por los soldados de Sepúlveda, con la
    característica típica de ellas, son un promontorio
    de piedras sueltas que los indios mayos le van acumulando cada
    vez que pasan por enfrente de ellas, arrojándoles una
    encima

    El episodio siempre es recordado por los habitantes y la
    historia es
    transmitida de generación en generación. El hecho
    es recordado como " El ataque de los
    Bachomos".

    Derrota, y
    fusilamiento

    Después de la masacre, Bachomo y Banderas
    emprendieron de nuevo su huida, pero fueron alcanzados el 22 de
    diciembre por el grueso de la brigada de Sepúlveda en el
    paraje conocido como La Ventana; a orillas del río mayo
    donde fueron derrotados. El Coronel Gabino Durán, el
    general Orestes Pereyra y cuarenta jefes y oficiales villistas
    fueron hechos prisioneros y fusilados.

    Con sus fuerzas ya muy diezmadas, los villistas
    continuaron huyendo rumbo al norte hasta ir a dar a Movas, donde
    el 5 de enero de 1916 después de una conferencia
    telefónica entre el Gral. Banderas y el General Madrigal
    que se había movilizado de Esperanza a Rosario, se
    rindieron dando por terminada así la invasión
    villista a Sinaloa y el sur de Sonora.

    La Secretaría de Guerra y Marina ordenó
    que los generales Banderas, Bachomo, Urbalejo, Trujillo y
    Méndez fueran sacados del Estado y fueron enviados a
    Guadalajara donde permanecieron algunos meses, para ser puestos
    en libertad a excepción de Bachomo que fue conducido a la
    ciudad de México y
    luego a Sinaloa para ser fusilado.

    Banderas fue muerto después el 10 de febrero de
    1919 en el interior de la dulcería El Globo en la ciudad
    de México, por el diputado y coronel Miguel A.
    Peralta.

    Bachomo fue recluido en Santiago Tlatelolco para
    después ser conducido a Culiacán, donde se le
    sometió a consejo de guerra y sentenciado a muerte el 7 de
    octubre de 1916. A petición de los caciques, fue conducido
    a Los Mochis para su fusilamiento.

    El capitán Santiago Fierro, comisionado para el
    fusilamiento, con ayuda de los vecinos, improvisó un
    paredón con costales de arena , adobes, ladrillos y pacas
    de paja . La mañana del 24 de octubre de 1916, Bachomo
    descendió del vagón del ferrocarril Kansas City
    México y Oriente, que lo condijo de Culiacán,
    vía San Blas. Venía amarrado de las manos, que
    traía colocadas entre la espalda y la cintura, portaba un
    viejo sombrero texano color plomo, con
    la característica pluma de ganso que usaba, camisa y
    pantalón de caqui amarillo mostaza y unos viejos zapatos
    mineros sin calcetines y como equipaje traía una cobija
    enrollada con un mecate, venía sin rasurar con una barba
    de diez o doce días que le daban un aspecto amarillo y
    enfermizo. Antes de ser fusilado pidió al capitán
    Fierro, a manera de gracia, dejarlo cruzar unas palabras con una
    mujer que se
    encontraba entre la multitud expectante: esa mujer era Elvira
    Cásarez, de la que estaba enamorado desde niño y a
    quien, al cruzar las palabras le entregó un paño de
    seda rosa.

    La venda que le colocaron sobre los ojos la
    arrojó al suelo, pero
    cuando el oficial dio la orden de fuego, bajó el ala del
    sombrero para no ver la boca de los fusiles.

    Solo bastó una señal para que las armas
    fueran disparadas, y el general cayera al suelo herido. Fierro le
    colocó su bota en el pecho y le disparó dos veces a
    la cabeza, a manera de tiros de gracia. En el mismo lugar, en una
    fosa cavada previamente, fue sepultado.

    Los indios nunca reclamaron el cuerpo de su líder,
    pero con el paso del tiempo, la tumba fue acumulando un
    promontorio de piedras, que cada indio , al pasar por allí
    le arrojaba, como las de sus hombres muertos en San Bernardo, el
    lugar de la masacre.

    El 13 de octubre de 1922 el alcalde Ramón
    López castro autorizó a Ramón Aureliano
    Rivera Rojo; Administrador de
    la Aduana de
    Topolobampo y amigo de la infancia de
    Bachomo, a exhumar los restos del líder, para ser
    trasladados a la comunidad de
    Tesila, cerca del pueblo de Tehueco en el municipio de El Fuerte.
    A la fecha, nadie sabe en realidad donde quedaron los restos
    mortales de Felipe Bachomo, que con el tiempo se convirtió
    en una leyenda para los indios mayos del norte de Sinaloa y
    también para los habitantes de San Bernardo, una
    pequeña e indefensa comunidad de la sierra del sur de
    Sonora.

    GLOSARIO

    * Yori: en lengua mayo
    significa "blanco"

    * Artesa: Utensilio de cocina de madera , de
    casi un metro de ancho y dos de largo, utilizado en la
    elaboración de quesos.

    " El indio sabe esperar y
    aguardará la hora de la justicia todo el tiempo que sea
    necesario. Confía en lo profundo de su subconsciente
    colectivo, en que algo ocurrirá algún día;
    algo así como un milagro, la aparición de un
    caudillo de su raza que lo restablecerá en sus derechos y en la
    posesión del patrimonio de
    sus mayores. La vida de los indios está hecha de
    paciencia, silencio y eternidad. Su noción del tiempo no
    es la nuestra: nosotros lo medimos en minutos y ellos lo computan
    en siglos"

    Mario Gill ( 1983)

    BIBLIOGRAFÍA

    Almada R. Francisco, 1990. La
    Revolución en el Estado de
    Sonora.
    Instituto Sonorense de Cultura,
    Gobierno del
    estado de Sonora, Hermosillo, Sonora.

    Gill Mario, 1983. La Conquista del Valle
    del Fuerte
    Universidad Autónoma de Sinaloa,
    Instituto de Investigaciones
    de Ciencias y
    Humanidades, Colección Rescate. Culiacán,
    Sinaloa

    Rivera G. Antonio, 1981. La
    Revolución en Sonora
    . Publicaciones del
    Gobierno del Estado de Sonora 1979-1985. Hermosillo,
    Sonora.

    Sinagawa Montoya Herberto, 1986.
    Sinaloa, Historia y Destino Editorial
    Cahíta, Culiacán, Sinaloa.

    OTRAS FUENTES

    Archivos Históricos de la Secretaría de
    la Defensa Nacional ( AHSDN).
    Expediente del General
    Aurelio Sepúlveda
    . ( Copia proporcionada por
    el Dr. Ignacio Almada Bay)

    El DEBATE de los
    Mochis.
    Junio 22 de 1997. Suplemento " El General
    Felipe Bachomo"
    de Ernestina Yépiz
    Peñuelas.

    Entrevista a Don Roberto Lagarda Cabrera y Doña
    Elisa Lagarda Muñoz, habitantes del pueblo de San Bernardo
    hasta 1968.

    ANEXO

    Lugar donde fue fusilado Felipe Bachomo

    General Felipe Bachomo

    Por:

    Ignacio Lagarda Lagarda

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