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Martín Fierro de José Hernández




Enviado por elzamo15



    1. El Gaucho Martín
      Fierro
    2. La vuelta de Martín
      Fierro

    Primera Parte

    El
    Gaucho Martín Fierro

    Capitulo 1:

    Martín Fierro se hallaba en una pulpería
    (bar-despensa) y decide contar su historia, pidiéndoles
    a Dios y a los santos que lo ayudaran a refrescar su memoria y aclaren
    su entendimiento. El decía que no era cantor letrado, que
    si se ponía a cantar no iba a terminar, que hacia gemir a
    la prima y llorar a la bordona (Cuerdas de la viguela). Contaba
    que tenía mucha experiencia en la vida, y que nada
    enseñaba tanto como el sufrir y el llorar.

    Capitulo 2:

    Fierro va narrando su vida feliz como gaucho, pero
    explica que después comenzaron las desgracias. Dice que
    tenía hijos, vivienda y mujer; y comienza
    a detallar los trabajos propios de un gaucho. Vivían
    escapándose de las autoridades, pues esta se llevaba a los
    gauchos y los
    maltrataban sin que estos pudieran defenderse. Luego los mandaban
    a la frontera o los
    echaban a un batallón. Fierro cuenta que así
    empezaron sus males.

    Capitulo 3:

    Un día se encontraba en una pulpería
    cantando, y el Juez de Paz realizo una arriada en montón.
    Algunos lograron escapar, pero el no porque era manso y no
    había el por que huir. Pero el juez lo odiaba a Fierro,
    pues este en las ultimas elecciones no había ido a votar y
    el juez lo considero de la oposición, y lo mando a la
    frontera. Allí al principio no hacían nada, pero
    después los empezaron a tratar como malevos y los
    obligaron a hacer trabajos duros. Los indios entraban cuando
    querían, a su territorio, pero no los perseguían.
    Entonces les dieron armas, pero eran
    lanzas y otras armas primitivas, pues para las armas de fuego no
    tenían municiones. Una vez, los atacaron por sorpresa al
    salir de un malón, y un indio se le vino encima a Fierro
    con una lanza, pero este le tiro sus boleadoras bajándolo
    del caballo y matándolo. Luego se subió al caballo
    y se escapo al fuerte.

    Capitulo 4:

    Esperaron que llegara el sueldo pero no venia, y la
    miseria los acosaba. No tenían nada de ropa, pero a el le
    quedaba solo una manta de abrigo que se la saco al Comandante.
    Paso un año y las cosas seguían igual. Luego dieron
    algo de dinero, pero a
    el no lo llamaron a cobrar por que "no estaba" en la lista. Se
    disgusto Fierro, pero de esto se entero el comandante y llamo al
    Cabo y al Sargento, quienes después le dieron un
    castigo.

    Capitulo 5:

    Fierro esperaba una ocasión en que los indios
    entraran y hacerse el cimarrón (salvaje) y volverse para
    su pago. Creía que si se quedaba iba a morir. Una noche un
    gringo borracho no lo reconoció y le disparo a Martín
    Fierro, pero no le pego porque estaba mamado. Por el ruido salieron
    los oficiales y lo atraparon a Fierro y lo tiraron al suelo. En eso
    vino el Mayor y le empezó a gritar. Luego lo ataron de las
    manos y de las piernas; y toda la noche Fierro le estuvo haciendo
    maldiciones al gringo.

    Capitulo 6:

    Se reunió una militada para una expedición
    que iban a hacer sin carretas ni baguales (caballos), para
    golpear a los indios en sus mismas tolderias, y que
    vendría con ellos un ministro llamado Don Ganza que iba a
    reunir el ejercito y que tenia cañones. Fierro explica que
    el nunca fue un gaucho dominado, que nunca se ha acobardado. Un
    día que estaban reunido el Jefe y el Juez de Paz, Fierro
    agarro un caballo y se escapo. Volvió a su pago al cabo de
    tres años convertido en desertor. Cuando fue para su
    rancho no encontró ni el rastro de este. Después le
    contó un vecino que sus hijos trabajaron como peones y su
    mujer se fue con no sabe que gavilán, pues el campo se lo
    pidieron y la hacienda la vendieron para pagar arrendamientos.
    Fierro piensa que sus hijos están sufriendo mucho, y
    decide hacerse gaucho matrero ("malo").

    Capitulo 7:

    Luego Fierro comenzó a ser perseguido porque
    pensaban que era un vago, lo que se vio obligado a huir
    constantemente. Además el no tenia ni mujer, ni rancho, ni
    dinero, ni hijos. Un día se entero que había un
    baile por allí y se encontró con muchos amigos que
    se alegraron al verlo. Al ver llegar una morena la
    ofendió. El que la acompañaba había estado
    juntando rabia, y luego de otra ofensa de Fierro, el moreno se le
    vino encima pero el gaucho le pego con un porron de ginebra.
    Luego el negro lo atropello y le tiro dos cuchillazos que le
    logro esquivar; pero Fierro le devolvió el ataque y lo
    hirió. Volvió a venirse furioso, el moreno, encima
    de Fierro pero este lo hirió nuevamente
    matándolo.

    Capitulo 8:

    Otro día, en un boliche, entro un gaucho guapo y
    peleador; y lo provoco a Martín Fierro. Este le
    respondió y comenzaron a luchar, pero Fierro lo mata de un
    revés con el facón (cuchillo) y se retira del
    lugar.

    Capitulo 9:

    Fierro se la pasaba matreriando de día, pero
    siempre sobre el rancho estaba para vigilar que la policía
    no lo agarre, y de noche buscaba una guarida para que no lo
    atrapen. Un día, se hallaba contemplando las estrellas y
    escucho ruido de caballos que se aproximaban. Era la
    policía que lo había venido a buscar por sus
    crímenes. Pero Fierro no quería entregarse y
    tuvieron que luchar. Un policía le disparo , pero
    erró el tiro, y el gaucho aprovecho y lo hirió a
    otro que estaba acomodando las boleadoras. Otros dos se le
    vinieron encima, pero con faconazos los mato. Luego un
    policía lo venia a atacar, pero Fierro le echo tierra a los
    ojos y le clavo el facón. En eso uno de los
    policías, llamado Cruz, les dijo a los otros que no era
    justo que le den muerte
    así a un valiente y se paso al lado del gaucho, con lo que
    la pelea se emparejo, y al venírsele dos encima los mato.
    Al ver esto, el resto de la policía escapo. Después
    se dirigieron a un rancho y se pusieron a beber.

    Capitulo 10:

    Cruz le empieza a contar su historia: habla del gaucho,
    y de su mujer; y le explica como conoció al Comandante.
    Este lo tenia de lado a lado y no le pagaba nada. A veces lo
    mandaba a hacer viajes largos.
    Pero en una ocasión, entro a su rancho y lo
    encontró abrazando a su china. Este,
    por el temor, saco su espada y se le vino encima a Cruz. Le tiro
    un espadazo, pero el ágil gaucho lo esquivo y golpeo al
    Comandante. Pero en eso entro un hombre del
    comandante, y le disparo pero no acertó, y Cruz se le
    acerco y lo mato de un faconazo. Luego agarro sus ponchos y sus
    prendas y se fue para siempre del rancho.

    Capitulo 11:

    Luego supo Cruz que había una milonga por la zona
    y allí fue. Se puso a bailar, pero el guitarrero lo ofende
    con una payada y Cruz de un faconazo le corta todas las cuerdas
    de la guitarra. Un gringo con fusil acudió en defensa del
    cantor entonces Cruz se vio obligado a salir. De adentro de la
    pulpería salió el guitarrero y se puso a pelear con
    Cruz, pero este con un corte lo dejo en el piso. Monto su bagual
    y se largo a los campos.

    Capitulo 12:

    Un día lo llamo el juez a Cruz y le propuso que
    se hiciera soldado de policía. Así obtuvo el cargo
    de sargento, pero como a el no le gustaba andar con el revolver
    en la cintura y por haber prestado ayuda a Fierro que no lo iba
    abandonar, decide dejar la policía y seguir como
    matrero.

    Capitulo 13:

    Luego se retiran del rancho y mientras van cabalgando,
    Fierro alaba las creaciones de Dios, en especial la mayor que le
    dio al hombre que es una lengua que
    habla. Luego deciden ir a tierras indígenas, al lugar
    donde estaban los caciques, pues estos trataban a los cristianos
    que iban por su gusto de "hermanos". Y hacia esas tierras
    partieron porque allí iban a tener mas seguridad y
    pasarían menos males. Cruz y Fierro, arriando su tropilla
    cruzaron la frontera. Y cuando la habían pasado Cruz le
    dijo a Fierro que mirara su pueblo, y a este dos lagrimas le
    rodaron por la cara. Siguieron su rumbo y entraron al desierto.
    El relator concluye diciendo que no sabe si se habrán
    muerto y que el ha relatado a su modo: "Males que conocen todos,
    pero naides canto"

    Fin de la primera parte.

    Segunda Parte

    La
    vuelta de Martín Fierro

    Capitulo 1:

    El relator pide silencio porque va a demostrar que a su
    historia le faltaba lo mejor. El explica que uno viene como
    dormido cuando vuelve del desierto, que había recibido la
    facultad para el canto y que tanto el pobre como el rico le han
    de dar la razón.

    Capitulo 2:

    Fierro, tristemente, va recordando a su familia y a su
    pago, y en ocasiones se tira entre los yuyos a llorar por ellos.
    Recuerda también que se dirige al desierto con Cruz, y
    llegaron a unos toldos de salvajes. Cuando estos los vieron a
    Cruz y a Fierro se armo un tremendo alboroto y los rodearon. Los
    gauchos pensaron que morirían, pero en eso llego un indio
    que les dijo que su salvación se la debían a un
    cacique, y que ellos iban a quedar cautivos. Como el indio era
    muy desconfiado, los pusieron separados bajo
    vigilancia.

    Capitulo 3:

    Fierro no pudo hablar con Cruz por dos años, pues
    recién al cabo de ese tiempo el
    cacique los dejo vivir juntos, y estos se fueron a la orilla de
    un pajal. Como el alimento no abundaba por mas empeño que
    se hiciera, semejante ejercicio hacia diestro al cazador, que
    tenia que comer cualquier animal.

    Capitulo 4:

    Fierro explica que antes de aclarar el día, el
    indio empieza a aturdir la pampa con su rugir, y a veces, sin que
    el y Cruz sintieran nada se largaban a invadir. Cuenta que para
    realizar el malón, se procuran los mejores caballos y van
    con lanza sola, varios pares de bolas y nada mas, para no fatigar
    al caballo. Es cruel el indio y odia al cristiano. El peso del
    trabajo lo
    dejan a sus mujeres, pues ellos son ladrones, pero viven en
    miseria que causa horror.

    Capitulo 5:

    Cuando la invasión regresa, los indios traen
    miles de cabezas de vacas y yeguas y negocios
    enteros que han saqueado. Luego se reparten el botín con
    igualdad y
    cada indio va a su toldo. Cuando el hombre es
    mas salvaje, trata peor a su mujer. La mujer pronta
    esta para servir a un desgraciado, pero tiene corazón de
    madre. El indio no tiene cariño a nadie ni sabe lo que es
    amar, y eso se refleja cuando matan a sus mujeres sin tener
    compasión.

    Capitulo 6:

    Paso el tiempo y ellos seguían solitarios. De los
    indios sanguinarios no tenían que esperar, aunque el que
    los salvo cuando llegaron era mas hospitalario. Este les regalo
    dos caballos y a veces los fue a ver, aunque Fierro deseaba que
    jamas lo hubiera salvado. Al cabo de un tiempo, apareció
    la viruela negra y empezaron a morir los salvajes. Cruz y Fierro,
    por esto, tenían ganas de volver a sus pagos, pero como el
    indio que los salvo enfermo, decidieron ir a su lado a cuidarlo.
    Pero murió a los pocos días y Cruz también
    enfermo, muy grave, y antes de morir le pidió a Fierro que
    si volvía, busque a su hijo. Tuvo un terrible desmayo y
    murió.

    Capitulo 7:

    Fierro sepulto a su amigo y humedeció aquel
    terreno con su llanto. Escuchaba a cada rato a Cruz que lo
    llamaba, y no encontraba consuelo que ir al suelo al lado se su
    sepultura. Allí pasaba las horas pensando en su mujer, sus
    hijos, su pago y su amigo. Como escucho unos quejidos se aproximo
    a ver que era y descubrió que era una cristiana llena de
    sangre que un
    indio había herido con su rebenque.

    Capitulo 8:

    Supo después que ella llevo una comitiva de
    indios pampas a su partido, mataron a su marido y se la llevaron
    cautiva. Tenia un hijito a su lado. Cuando estos crecían,
    los indios lo vendían o los cambiaban por potros. Ella
    trabajaba para una india, pero un
    día la hermana de esta falleció y le echaron la
    culpa a ella por brujería. El Indio la saco al campo y la
    obligo a que confiese su brujería, pero como la cautiva no
    dijo nada, degolló a su hijo.

    Capitulo 9:

    De ella habían sido los lamentos que Fierro
    escucho. Cuando el indio lo vio saco sus boleadoras y el gaucho
    su facón. Se miraban mutuamente, desconfiando uno del
    otro, hasta que el salvaje se le vino encima y le tiro las
    boleadoras, que solo rozaron a Fierro, quien le tiro una
    puñalada, pero el indio la esquivo, y el gaucho se enredo
    con el chiripa (boleadora indígena) y cayo. El indio se le
    puso encima y cuando le estaba por pegar, la mujer lo empujo
    quitándoselo de encima a Fierro. Siguen peleando pero el
    indio se resbala con el cuerpo del chiquito degollado y cae, y el
    gaucho aprovecha para hacerle un tajo y luego otro con el que lo
    mata.

    Capitulo 10:

    Se subieron, Fierro y la cautiva, a los caballos y se
    fueron del lugar. Luego describe la forma en que los salvaje
    domaban potros. Decidió ir sin rumbo. Varias veces no
    comieron o comieron carne cruda, y en otras con raíces se
    mantuvieron. Hasta que, después de mucho sufrir,
    alcanzaron a divisar una sierra y luego se dirigieron a una
    estancia, en donde se despidió de su
    compañera.

    Capitulo 11:

    Al acercarse a otra estancia, se encontró con un
    viejo amigo. Este le contó que el juez que lo buscaba ya
    había muerto; le dice que ya todos sus crímenes
    habían quedado en el olvido y que el gobierno no lo
    buscaba. Fierro reflexiona que por culpa del Juez había
    perdido diez años, que no son pocos para quien ya llega a
    viejo. Se entero que había una carrera de estancieros y se
    fue para ahí. Estos, después de reconocerlo le
    contaron que su mujer había muerto en la miseria. Y
    mientras tomaba unos tragos se consoló al encontrarse con
    sus dos únicos hijos que le cuentan sus
    historias.

    Hijo Mayor de Martín Fierro

    Capitulo 12:

    LA PENITENCIARIA: Cuenta su soledad y la pobreza en la
    que vivía. Trabajo como peón con un patrón
    que hacia su vida un calvario. Pero un día mataron a un
    boyero y lo culparon a el sin tener nada que ver, y el y dos mas
    fueron a la cárcel. En tal terrible soledad, oye el latido
    de su pecho y piensa en su madre, padre y hermano. Cuenta que por
    mas fuerte que sea el hombre, también sufre, gime, llora y
    calla metido en aquel infierno. Lamentaba también el no
    haber aprendido a leer, y sufrió mucho al ver que a otros
    presos los visitaban sus familias y a el nadie. En la
    cárcel no se permitía hablar, ni matear, ni cantar,
    ni fumar. Luego les pide que guarden en su memoria lo que les
    acaba de decir, pues sino tendrán que sufrir mucho si no
    creen en su verdad.

    Hijo menor de Martín Fierro

    Capitulo 13:

    Cuenta que vivió diez años entre
    extraños, hasta que lo encontró una tía que
    le dio todo (cuidado, cariño, etc.) y lo nombro heredero
    de los bienes que
    tenia. Al fallecer la vieja, heredo todo, pero como era menor el
    Juez le confisco la herencia hasta
    que sea mayor. Le nombro un tutor y paso al cuidado de
    este.

    Capitulo 14:

    El juez trajo a un viejo medio cimarrón
    (salvaje), muy renegado y muy ladrón que lo llamaban
    Vizcacha. Andaba rodeado de perros que eran
    todo su placer. Carneaba noche a noche alguna res (vaca, chancho,
    etc.) en el pago dejando allí el rezago, alzaba en ancas
    el cuero, que se
    lo vendía a un pulpero por yerba, tabaco y trago.
    Le tenia rabia a las vizcachas. -"Cuando el juez me lo nombro
    tutor me dijo que era un señor, me iba a enseñar a
    trabajar y darme la educación, pero en
    realidad era todo lo contrario. Vizcacha, según un amigo
    mío, mato a su mujer de un palazo porque le dio un mate
    frío. Soñaba siempre con ella y decía que
    ella desde el mismo infierno lo estaba llamando a
    gritos."-

    Capitulo 15:

    -"Solo me aconsejaba cuando estaba borracho."- Le
    decía que se haga amigo del juez y nunca le lleve la
    contra; que nadie le tenga envidia; y que si buscaba vivir
    tranquilo que no se case. Le aconseja que es necesario llevar
    armas. Luego de estos consejos se quedaba dormido por la
    borrachera.

    Capitulo 16:

    -"El viejo vizcacha cayo enfermo y empeoraba. Entonces
    le traje una curandera a ver si mejoraba. Al verlo dijo que tenia
    un tubérculo y no le dio mucho tiempo de vida. Vizcacha le
    pedía a gritos al diablo, que se lo llevara al infierno.
    Cuando ya no pudo hablar mas, le ate una campana en la mano. Pero
    al poco tiempo falleció."-

    Capitulo 17:

    -"Cuando lo vi muerto, le cobre un miedo
    terrible. Llame al alcalde y a tres o cuatro de sus vecinos. Los
    vecinos le pedían a Dios que le perdone todo lo que
    había hecho. Sus amigos comienzan a contar las maldades
    que hacia, como escupir asados ajenos. Esta costumbre se la
    quito un
    mulato desertor que le llamaban barullo, quien una noche, luego
    de escupir el asado Vizcacha, le largo una puñalada, pero
    el viejo gano la puerta y se fue."- Luego el alcalde
    comenzó a registrar la casa. Encontró lazos,
    cabrestos, coyundas, maniadores, una punta de arriadores,
    cinchones, maneas, torzales, una porción de bozales, un
    montón de tiradores, y unas cuantas cosas mas. Pero las
    personas allí presentes empezaron a reconocer cosas,
    supuestamente suyas, y a llevárselas. Cuando se fueron
    todos, el juez le dijo al huérfano que "el iba a ser el
    heredero y el que se haría cargo de todo", aunque lo que
    había quedado eran todas porquerías.

    Capitulo 18:

    -"Al verme solo con el finado (muerto) y los perros me
    puse a llorar a gritos. Me saque el escapulario y se lo
    colgué a mi tutor. Mientras tanto, los perros, para
    aumentar mi miedo y mi tormento, se pusieron a llorar. Agarre lo
    que era mío y me fui. Después me entere que esa
    tarde vino un peón y lo enterró. Pero al otro
    día amaneció con una mano afuera, y según el
    enterrador, que se la había comido un perro. Por mucho
    tiempo no pude saber lo que me pasaba. Todas las noches
    soñaba con viejos, perros y guascas
    (látigos)."-

    Capitulo 19:

    -"No volví por lo del juez, por miedo a que me
    nombre a otro tutor. El juez me había prometido que
    cuidaría de mis cosas hasta que tenga 30 años y sea
    mayor de edad. Viví por ahí y fui víctima
    del mas desdichado amor con una
    viuda. Fui a ver a un adivino para ver si me curaba de todos esos
    males que me habían ocurrido, y me dijo que me
    habían hecho daño en
    un mate y me habían querido embrujar, y me paso una pluma
    de avestruz. Me dijo que la causante de esto había sido la
    viuda y que probara una receta, pero esta no curo mis males. Me
    dio otra pero tampoco funciono. Finalmente me dijo que le corte
    tres motas a un negro y que las hirviera en leche. Pero
    como ninguna funciono, me fui a ver al cura y este me dijo que la
    viuda no se podía casar por que se lo había
    prometido a su marido moribundo, y que entonces me aleje de la
    mujer. Pero el cura le dijo al juez que yo era un cabeza dura y
    no tenia compostura, y este me echo a la frontera"-

    Capitulo 20:

    Martín Fierro y sus dos hijos festejaban el
    reencuentro. En ese momento, vino un mozo forastero que venia de
    la frontera y les pidió la bendición. Les dijo que
    el nombre de Picardía era lo único que llevaba y
    para contar su historia a todos les pedía licencia,
    diciéndoles que enseguida iban a saber quien era. La gente
    se puso atenta y Picardía comenzó a
    cantar.

    Picardía

    Capitulo 21:

    -" Me quede huérfano y no pude conocer a mi
    padre, siendo mi madre Inocencia me llamaban Picardía.
    Primero me llevo a su lado un hombre para cuidar las ovejas, pero
    todo el día eran quejas y guascazos. Luego me fui a Santa
    Fe buscando mejores fines, pero también me fue mal. Ya
    pensaba en volverme, cuando salieron unas tías que
    quisieron recogerme. Ellas se pasaban el día rezando, y
    luego me obligaron a mi. Yo rezaba sin dificultad todo el
    día pero a la noche no podía. Por culpa de una
    morena que me hacia tentar, rezaba pero me equivocaba. Y un
    día me aburrí de esos enriedos y me
    fui."-

    Capitulo 22:

    -"Anduve, siendo pobre, de lado a lado. Pero cuando
    empece a ganar plata, me tuve que volver. Cuando vine me
    enrolaron en la Guardia Nacional. Comenzè a trabajar en
    combinación con el dueño de una fonda (especie de
    hotel-casino), jugando cartas y peleando
    a la gente. Hacia trampas así los clientes se
    entusiasmaban o se ponían nerviosos y jugaban mas. Como
    hacia trampa con arte y no me
    descubrían lo hacia en todos los juegos."-

    Capitulo 23:

    -" Un día, un vendedor ambulante napolitano se
    vino a jugar haciéndose el chiquito para sacarme ventaja,
    pero perdió todo, y se puso a llorar mientras yo me
    llevaba toda su mercadería. Seguí ganando, hasta
    que se presento un Oficial de Partida, que era ñato (de
    nariz chata), que me exigió que pagara una multa porque el
    juego estaba
    prohibido y que me iba a llevar al cuartel. Dos veces nos
    encontramos y dos veces lo insulte. Todo se complico, cuando
    intente conquistar a la mujer que le gustaba al ñato, y
    ahí se me declaro enemigo."-

    Capitulo 24:

    -"Me escape de el en muchas oportunidades, hasta que me
    agarro en las elecciones, y me quiso obligar a votar por quien
    quería el Comité. Pero le dije que "Respeto al que me
    respeta, pero el naipe y la boleta nadie me la ha de tocar". En
    ese momento cayo la policía y fui a parar al cepo por no
    querer pelear."-

    Capitulo 25:

    A los pocos días, hicieron citar la gente para
    reunir un contingente y mandar a la frontera. La mayoría
    eran los que no habían votado por el que la Partida
    quería. Llego el Comandante y comenzó a explicarles
    uno por uno porque los mandarían a la frontera. Luego
    empezaron a acumularse mas personas, y aunque sus familias
    lloraran y pidieran compasión, era
    inútil.

    Capitulo 26:

    -"Luego llego mi turno y estaba asustado. El comandante
    me decía que era un jugador, un vago un picaflor, y que
    había de ser un bandido como mi padre, a pesar de que no
    lo conocía. Me empeñe en averiguarlo, y me entere
    que era el guapo sargento Cruz. Yo conocía bien su
    historia y jure tener enmienda. Todo conseguí olvidar,
    pero el nombre de Picardía no me lo pude
    quitar."-

    Capitulo 27:

    -"Serví en la frontera en un cuerpo de milicia,
    por culpa de un ñato. Pero allí trabajaba y se
    hacia sacrificio, y no pagaban nada ni daban ropa. El comisario
    cuando venia con la paga, por "mala suerte" esta era del
    contingente anterior. Cuando se cansaban de alguno de nosotros,
    lo largaban sin ropa ni nada para que vuelva a su partido, sin
    darle ningún papel que acredite su servicio."-

    Capitulo 28:

    -"En la frontera lo pasaba como todos, pero cuando me
    eligieron asistente mejor, en cierto modo, supe hacerme lugar al
    lado del Ayudante. Este se la pasaba siempre leyendo porque
    quería recibirse de fraile, era delicado, pero jamas lo vi
    disgustado. La gente lo aborrecía y lo llamaba "La Bruja",
    aunque lo único que hacia era recibir las raciones de
    víveres y de vicios. Pero los milicos decían que yo
    y la bruja los estabamos traicionando a todos con sus raciones.
    Esto no era cierto, por que nosotros los traíamos, pero lo
    recibía el comandante, que sacaba cuanto quería.
    Luego pasaba al oficial de semana, al sargento, al cabo y por
    ultimo recién al soldado, y cuando llegan a este ya casi
    no quedaba ración. El vestuario era otro infierno; si lo
    daban, llegaba en invierno el de verano, y en verano el de
    invierno. Por estas razones parece que el gaucho tiene
    algún pecado que pagar."-

    Capitulo 29:

    Esto canto Picardía y después guardo
    silencio. Mientras todos celebraban ese casual encuentro, llego
    también un moreno. Este presumía de cantor y se
    creía bueno, se sentó y le pego un rasgido a la
    guitarra desafiando a Martín Fierro. Este, que siempre se
    halla dispuesto, tomo la guitarra y los dos comenzaron a
    cantar.

    Capitulo 30:

    Fierro explica que el hombre debe mostrarse cuando yegua
    la ocasión, hace mal en que se niegue o en que se lo
    rueguen; y dice que hará gemir las cuerdas hasta que las
    velas no ardan. Cuenta que era costumbre de el cantar las noches
    enteras. El moreno le dice que el es un pobre guitarrero y da
    gracias a Dios por poder cantar
    con alguien que lo experimenta a el. El negro cuenta que tenia
    nueve hermanos, que ha vivido libre sin depender de nadie, y que
    sabe mucho. Explica que si tiene alguna falta al cantar que se la
    perdonen y que se debe escuchar al cantor, aunque sea negro, por
    que aprenden todos. Fierro le replica que si el sabia tanto, que
    le diga cual es el canto del cielo. El moreno le dice que Dios
    había creado a los hombres negros y blancos, pero que no
    hizo dos clases distintas, pues los negros pintaban al diablo
    blanco, y los blancos lo pintaban de negro. Continua y explica
    que los cielos lloran y cantan hasta el mayor silencio. Fierro,
    por su parte, dice que los negros y los blancos tienen los mismos
    dolores, y que le relate el canto de la tierra. El
    moreno, a pesar de sus pocos conocimientos, lo explico bien, y
    entonces Fierro le pide el canto del mar, el de la noche, de
    donde nace el amor, y que
    explique que entiende por ley. Como relata
    todas bien, Fierro le permite al moreno que le pregunte algo. El
    moreno, entonces le pregunta "¿Para que fin el Eterno ha
    creado la cantidad?" Fierro le dice que Dios creo solo la unidad,
    y que el hombre aprendo a contar. Al ver que le contesto
    correctamente, el moreno le pregunta para que formo Dios la
    medida. Fierro le contesta que la medida la invento el hombre
    para el bien suyo, pues Dios no tenia que medir sino la vida del
    hombre. Luego el moreno le pide que le diga que significa el
    tiempo y el peso. Fierro se lo relata bien, y le dice que si
    quería aprender mas cosas que se lo preguntara. El moreno
    le dice que ninguno debe abusar de la ignorancia de nadie, que es
    seguro que
    pierda un cantor de media talla contra otro de talla entera, que
    esta deprimido y triste y que solo cantaría para buscar
    consuelo. Cuenta que de los diez hermanos solo quedan nueve, pues
    el primero murió a manos de un pendenciero, que jamas
    encontró. Dice finalmente que si en otra ocasión
    payan, cantaran sobre las muertes injustas que algunos hombres
    cometen. Fierro le responde que por fin se había callado,
    que el conoció a los morenos mas peleadores, y que el no
    busca peleas y que las contiendas no le gustan, pero ni las
    sombras lo asustan ni los bultos lo menean.

    Capitulo 31:

    Luego de las palabras, los presentes los separaron y
    Fierro, sus hijos y Picardía montaron y se dirigieron a la
    costa de un arroyo. Allí pasaron toda la noche, y al
    amanecer meditaron, y por su estado de pobreza
    decidieron separarse. Antes de hacer esto, Fierro les
    aconsejo.

    Capitulo 32:

    Fierro los empieza a aconsejar y le dice que estos
    consejos, que le ha costado adquirirlos, se los da porque desea
    dirigirlos, pero que su ciencia no
    alcanza para darles la prudencia que precisan para
    seguirlos.

    Capitulo 33:

    Luego se separaron todos, una para cada punto cardinal,
    pero hicieron una promesa: convinieron entre todos cambiarse el
    nombre. El relator explica que ha cumplido con su deber, pero
    todavía le quedan rollos por si se ofrece a dar lazo, que
    le permitan descansar porque en este punto (33 cantos) se planta;
    dice que recordemos estas palabras "En mi obra he de continuar
    hasta dárselas concluidas, si el ingenio o si la vida no
    me llegan a faltar", y que si algún día faltasen,
    los gauchos sentirán tristeza en el corazón y lo
    tendrán en su memoria para siempre. "Que nadie se ofenda
    si canto de este modo no es para mal de ninguno si no para bien
    de todos".

    Bibliografía

    Libro "El Martín Fierro"

    Avendaño Favio

    Casas Alejandro

    Díaz Martín

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