Primera Parte
Capitulo 1:
Martín Fierro se hallaba en una pulpería
(bar-despensa) y decide contar su historia, pidiéndoles
a Dios y a los santos que lo ayudaran a refrescar su memoria y aclaren
su entendimiento. El decía que no era cantor letrado, que
si se ponía a cantar no iba a terminar, que hacia gemir a
la prima y llorar a la bordona (Cuerdas de la viguela). Contaba
que tenía mucha experiencia en la vida, y que nada
enseñaba tanto como el sufrir y el llorar.
Capitulo 2:
Fierro va narrando su vida feliz como gaucho, pero
explica que después comenzaron las desgracias. Dice que
tenía hijos, vivienda y mujer; y comienza
a detallar los trabajos propios de un gaucho. Vivían
escapándose de las autoridades, pues esta se llevaba a los
gauchos y los
maltrataban sin que estos pudieran defenderse. Luego los mandaban
a la frontera o los
echaban a un batallón. Fierro cuenta que así
empezaron sus males.
Capitulo 3:
Un día se encontraba en una pulpería
cantando, y el Juez de Paz realizo una arriada en montón.
Algunos lograron escapar, pero el no porque era manso y no
había el por que huir. Pero el juez lo odiaba a Fierro,
pues este en las ultimas elecciones no había ido a votar y
el juez lo considero de la oposición, y lo mando a la
frontera. Allí al principio no hacían nada, pero
después los empezaron a tratar como malevos y los
obligaron a hacer trabajos duros. Los indios entraban cuando
querían, a su territorio, pero no los perseguían.
Entonces les dieron armas, pero eran
lanzas y otras armas primitivas, pues para las armas de fuego no
tenían municiones. Una vez, los atacaron por sorpresa al
salir de un malón, y un indio se le vino encima a Fierro
con una lanza, pero este le tiro sus boleadoras bajándolo
del caballo y matándolo. Luego se subió al caballo
y se escapo al fuerte.
Capitulo 4:
Esperaron que llegara el sueldo pero no venia, y la
miseria los acosaba. No tenían nada de ropa, pero a el le
quedaba solo una manta de abrigo que se la saco al Comandante.
Paso un año y las cosas seguían igual. Luego dieron
algo de dinero, pero a
el no lo llamaron a cobrar por que "no estaba" en la lista. Se
disgusto Fierro, pero de esto se entero el comandante y llamo al
Cabo y al Sargento, quienes después le dieron un
castigo.
Capitulo 5:
Fierro esperaba una ocasión en que los indios
entraran y hacerse el cimarrón (salvaje) y volverse para
su pago. Creía que si se quedaba iba a morir. Una noche un
gringo borracho no lo reconoció y le disparo a Martín
Fierro, pero no le pego porque estaba mamado. Por el ruido salieron
los oficiales y lo atraparon a Fierro y lo tiraron al suelo. En eso
vino el Mayor y le empezó a gritar. Luego lo ataron de las
manos y de las piernas; y toda la noche Fierro le estuvo haciendo
maldiciones al gringo.
Capitulo 6:
Se reunió una militada para una expedición
que iban a hacer sin carretas ni baguales (caballos), para
golpear a los indios en sus mismas tolderias, y que
vendría con ellos un ministro llamado Don Ganza que iba a
reunir el ejercito y que tenia cañones. Fierro explica que
el nunca fue un gaucho dominado, que nunca se ha acobardado. Un
día que estaban reunido el Jefe y el Juez de Paz, Fierro
agarro un caballo y se escapo. Volvió a su pago al cabo de
tres años convertido en desertor. Cuando fue para su
rancho no encontró ni el rastro de este. Después le
contó un vecino que sus hijos trabajaron como peones y su
mujer se fue con no sabe que gavilán, pues el campo se lo
pidieron y la hacienda la vendieron para pagar arrendamientos.
Fierro piensa que sus hijos están sufriendo mucho, y
decide hacerse gaucho matrero ("malo").
Capitulo 7:
Luego Fierro comenzó a ser perseguido porque
pensaban que era un vago, lo que se vio obligado a huir
constantemente. Además el no tenia ni mujer, ni rancho, ni
dinero, ni hijos. Un día se entero que había un
baile por allí y se encontró con muchos amigos que
se alegraron al verlo. Al ver llegar una morena la
ofendió. El que la acompañaba había estado
juntando rabia, y luego de otra ofensa de Fierro, el moreno se le
vino encima pero el gaucho le pego con un porron de ginebra.
Luego el negro lo atropello y le tiro dos cuchillazos que le
logro esquivar; pero Fierro le devolvió el ataque y lo
hirió. Volvió a venirse furioso, el moreno, encima
de Fierro pero este lo hirió nuevamente
matándolo.
Capitulo 8:
Otro día, en un boliche, entro un gaucho guapo y
peleador; y lo provoco a Martín Fierro. Este le
respondió y comenzaron a luchar, pero Fierro lo mata de un
revés con el facón (cuchillo) y se retira del
lugar.
Capitulo 9:
Fierro se la pasaba matreriando de día, pero
siempre sobre el rancho estaba para vigilar que la policía
no lo agarre, y de noche buscaba una guarida para que no lo
atrapen. Un día, se hallaba contemplando las estrellas y
escucho ruido de caballos que se aproximaban. Era la
policía que lo había venido a buscar por sus
crímenes. Pero Fierro no quería entregarse y
tuvieron que luchar. Un policía le disparo , pero
erró el tiro, y el gaucho aprovecho y lo hirió a
otro que estaba acomodando las boleadoras. Otros dos se le
vinieron encima, pero con faconazos los mato. Luego un
policía lo venia a atacar, pero Fierro le echo tierra a los
ojos y le clavo el facón. En eso uno de los
policías, llamado Cruz, les dijo a los otros que no era
justo que le den muerte
así a un valiente y se paso al lado del gaucho, con lo que
la pelea se emparejo, y al venírsele dos encima los mato.
Al ver esto, el resto de la policía escapo. Después
se dirigieron a un rancho y se pusieron a beber.
Capitulo 10:
Cruz le empieza a contar su historia: habla del gaucho,
y de su mujer; y le explica como conoció al Comandante.
Este lo tenia de lado a lado y no le pagaba nada. A veces lo
mandaba a hacer viajes largos.
Pero en una ocasión, entro a su rancho y lo
encontró abrazando a su china. Este,
por el temor, saco su espada y se le vino encima a Cruz. Le tiro
un espadazo, pero el ágil gaucho lo esquivo y golpeo al
Comandante. Pero en eso entro un hombre del
comandante, y le disparo pero no acertó, y Cruz se le
acerco y lo mato de un faconazo. Luego agarro sus ponchos y sus
prendas y se fue para siempre del rancho.
Capitulo 11:
Luego supo Cruz que había una milonga por la zona
y allí fue. Se puso a bailar, pero el guitarrero lo ofende
con una payada y Cruz de un faconazo le corta todas las cuerdas
de la guitarra. Un gringo con fusil acudió en defensa del
cantor entonces Cruz se vio obligado a salir. De adentro de la
pulpería salió el guitarrero y se puso a pelear con
Cruz, pero este con un corte lo dejo en el piso. Monto su bagual
y se largo a los campos.
Capitulo 12:
Un día lo llamo el juez a Cruz y le propuso que
se hiciera soldado de policía. Así obtuvo el cargo
de sargento, pero como a el no le gustaba andar con el revolver
en la cintura y por haber prestado ayuda a Fierro que no lo iba
abandonar, decide dejar la policía y seguir como
matrero.
Capitulo 13:
Luego se retiran del rancho y mientras van cabalgando,
Fierro alaba las creaciones de Dios, en especial la mayor que le
dio al hombre que es una lengua que
habla. Luego deciden ir a tierras indígenas, al lugar
donde estaban los caciques, pues estos trataban a los cristianos
que iban por su gusto de "hermanos". Y hacia esas tierras
partieron porque allí iban a tener mas seguridad y
pasarían menos males. Cruz y Fierro, arriando su tropilla
cruzaron la frontera. Y cuando la habían pasado Cruz le
dijo a Fierro que mirara su pueblo, y a este dos lagrimas le
rodaron por la cara. Siguieron su rumbo y entraron al desierto.
El relator concluye diciendo que no sabe si se habrán
muerto y que el ha relatado a su modo: "Males que conocen todos,
pero naides canto"
Fin de la primera parte.
Segunda Parte
Capitulo 1:
El relator pide silencio porque va a demostrar que a su
historia le faltaba lo mejor. El explica que uno viene como
dormido cuando vuelve del desierto, que había recibido la
facultad para el canto y que tanto el pobre como el rico le han
de dar la razón.
Capitulo 2:
Fierro, tristemente, va recordando a su familia y a su
pago, y en ocasiones se tira entre los yuyos a llorar por ellos.
Recuerda también que se dirige al desierto con Cruz, y
llegaron a unos toldos de salvajes. Cuando estos los vieron a
Cruz y a Fierro se armo un tremendo alboroto y los rodearon. Los
gauchos pensaron que morirían, pero en eso llego un indio
que les dijo que su salvación se la debían a un
cacique, y que ellos iban a quedar cautivos. Como el indio era
muy desconfiado, los pusieron separados bajo
vigilancia.
Capitulo 3:
Fierro no pudo hablar con Cruz por dos años, pues
recién al cabo de ese tiempo el
cacique los dejo vivir juntos, y estos se fueron a la orilla de
un pajal. Como el alimento no abundaba por mas empeño que
se hiciera, semejante ejercicio hacia diestro al cazador, que
tenia que comer cualquier animal.
Capitulo 4:
Fierro explica que antes de aclarar el día, el
indio empieza a aturdir la pampa con su rugir, y a veces, sin que
el y Cruz sintieran nada se largaban a invadir. Cuenta que para
realizar el malón, se procuran los mejores caballos y van
con lanza sola, varios pares de bolas y nada mas, para no fatigar
al caballo. Es cruel el indio y odia al cristiano. El peso del
trabajo lo
dejan a sus mujeres, pues ellos son ladrones, pero viven en
miseria que causa horror.
Capitulo 5:
Cuando la invasión regresa, los indios traen
miles de cabezas de vacas y yeguas y negocios
enteros que han saqueado. Luego se reparten el botín con
igualdad y
cada indio va a su toldo. Cuando el hombre es
mas salvaje, trata peor a su mujer. La mujer pronta
esta para servir a un desgraciado, pero tiene corazón de
madre. El indio no tiene cariño a nadie ni sabe lo que es
amar, y eso se refleja cuando matan a sus mujeres sin tener
compasión.
Capitulo 6:
Paso el tiempo y ellos seguían solitarios. De los
indios sanguinarios no tenían que esperar, aunque el que
los salvo cuando llegaron era mas hospitalario. Este les regalo
dos caballos y a veces los fue a ver, aunque Fierro deseaba que
jamas lo hubiera salvado. Al cabo de un tiempo, apareció
la viruela negra y empezaron a morir los salvajes. Cruz y Fierro,
por esto, tenían ganas de volver a sus pagos, pero como el
indio que los salvo enfermo, decidieron ir a su lado a cuidarlo.
Pero murió a los pocos días y Cruz también
enfermo, muy grave, y antes de morir le pidió a Fierro que
si volvía, busque a su hijo. Tuvo un terrible desmayo y
murió.
Capitulo 7:
Fierro sepulto a su amigo y humedeció aquel
terreno con su llanto. Escuchaba a cada rato a Cruz que lo
llamaba, y no encontraba consuelo que ir al suelo al lado se su
sepultura. Allí pasaba las horas pensando en su mujer, sus
hijos, su pago y su amigo. Como escucho unos quejidos se aproximo
a ver que era y descubrió que era una cristiana llena de
sangre que un
indio había herido con su rebenque.
Capitulo 8:
Supo después que ella llevo una comitiva de
indios pampas a su partido, mataron a su marido y se la llevaron
cautiva. Tenia un hijito a su lado. Cuando estos crecían,
los indios lo vendían o los cambiaban por potros. Ella
trabajaba para una india, pero un
día la hermana de esta falleció y le echaron la
culpa a ella por brujería. El Indio la saco al campo y la
obligo a que confiese su brujería, pero como la cautiva no
dijo nada, degolló a su hijo.
Capitulo 9:
De ella habían sido los lamentos que Fierro
escucho. Cuando el indio lo vio saco sus boleadoras y el gaucho
su facón. Se miraban mutuamente, desconfiando uno del
otro, hasta que el salvaje se le vino encima y le tiro las
boleadoras, que solo rozaron a Fierro, quien le tiro una
puñalada, pero el indio la esquivo, y el gaucho se enredo
con el chiripa (boleadora indígena) y cayo. El indio se le
puso encima y cuando le estaba por pegar, la mujer lo empujo
quitándoselo de encima a Fierro. Siguen peleando pero el
indio se resbala con el cuerpo del chiquito degollado y cae, y el
gaucho aprovecha para hacerle un tajo y luego otro con el que lo
mata.
Capitulo 10:
Se subieron, Fierro y la cautiva, a los caballos y se
fueron del lugar. Luego describe la forma en que los salvaje
domaban potros. Decidió ir sin rumbo. Varias veces no
comieron o comieron carne cruda, y en otras con raíces se
mantuvieron. Hasta que, después de mucho sufrir,
alcanzaron a divisar una sierra y luego se dirigieron a una
estancia, en donde se despidió de su
compañera.
Capitulo 11:
Al acercarse a otra estancia, se encontró con un
viejo amigo. Este le contó que el juez que lo buscaba ya
había muerto; le dice que ya todos sus crímenes
habían quedado en el olvido y que el gobierno no lo
buscaba. Fierro reflexiona que por culpa del Juez había
perdido diez años, que no son pocos para quien ya llega a
viejo. Se entero que había una carrera de estancieros y se
fue para ahí. Estos, después de reconocerlo le
contaron que su mujer había muerto en la miseria. Y
mientras tomaba unos tragos se consoló al encontrarse con
sus dos únicos hijos que le cuentan sus
historias.
Hijo Mayor de Martín Fierro
Capitulo 12:
LA PENITENCIARIA: Cuenta su soledad y la pobreza en la
que vivía. Trabajo como peón con un patrón
que hacia su vida un calvario. Pero un día mataron a un
boyero y lo culparon a el sin tener nada que ver, y el y dos mas
fueron a la cárcel. En tal terrible soledad, oye el latido
de su pecho y piensa en su madre, padre y hermano. Cuenta que por
mas fuerte que sea el hombre, también sufre, gime, llora y
calla metido en aquel infierno. Lamentaba también el no
haber aprendido a leer, y sufrió mucho al ver que a otros
presos los visitaban sus familias y a el nadie. En la
cárcel no se permitía hablar, ni matear, ni cantar,
ni fumar. Luego les pide que guarden en su memoria lo que les
acaba de decir, pues sino tendrán que sufrir mucho si no
creen en su verdad.
Hijo menor de Martín Fierro
Capitulo 13:
Cuenta que vivió diez años entre
extraños, hasta que lo encontró una tía que
le dio todo (cuidado, cariño, etc.) y lo nombro heredero
de los bienes que
tenia. Al fallecer la vieja, heredo todo, pero como era menor el
Juez le confisco la herencia hasta
que sea mayor. Le nombro un tutor y paso al cuidado de
este.
Capitulo 14:
El juez trajo a un viejo medio cimarrón
(salvaje), muy renegado y muy ladrón que lo llamaban
Vizcacha. Andaba rodeado de perros que eran
todo su placer. Carneaba noche a noche alguna res (vaca, chancho,
etc.) en el pago dejando allí el rezago, alzaba en ancas
el cuero, que se
lo vendía a un pulpero por yerba, tabaco y trago.
Le tenia rabia a las vizcachas. -"Cuando el juez me lo nombro
tutor me dijo que era un señor, me iba a enseñar a
trabajar y darme la educación, pero en
realidad era todo lo contrario. Vizcacha, según un amigo
mío, mato a su mujer de un palazo porque le dio un mate
frío. Soñaba siempre con ella y decía que
ella desde el mismo infierno lo estaba llamando a
gritos."-
Capitulo 15:
-"Solo me aconsejaba cuando estaba borracho."- Le
decía que se haga amigo del juez y nunca le lleve la
contra; que nadie le tenga envidia; y que si buscaba vivir
tranquilo que no se case. Le aconseja que es necesario llevar
armas. Luego de estos consejos se quedaba dormido por la
borrachera.
Capitulo 16:
-"El viejo vizcacha cayo enfermo y empeoraba. Entonces
le traje una curandera a ver si mejoraba. Al verlo dijo que tenia
un tubérculo y no le dio mucho tiempo de vida. Vizcacha le
pedía a gritos al diablo, que se lo llevara al infierno.
Cuando ya no pudo hablar mas, le ate una campana en la mano. Pero
al poco tiempo falleció."-
Capitulo 17:
-"Cuando lo vi muerto, le cobre un miedo
terrible. Llame al alcalde y a tres o cuatro de sus vecinos. Los
vecinos le pedían a Dios que le perdone todo lo que
había hecho. Sus amigos comienzan a contar las maldades
que hacia, como escupir asados ajenos. Esta costumbre se la
quito un
mulato desertor que le llamaban barullo, quien una noche, luego
de escupir el asado Vizcacha, le largo una puñalada, pero
el viejo gano la puerta y se fue."- Luego el alcalde
comenzó a registrar la casa. Encontró lazos,
cabrestos, coyundas, maniadores, una punta de arriadores,
cinchones, maneas, torzales, una porción de bozales, un
montón de tiradores, y unas cuantas cosas mas. Pero las
personas allí presentes empezaron a reconocer cosas,
supuestamente suyas, y a llevárselas. Cuando se fueron
todos, el juez le dijo al huérfano que "el iba a ser el
heredero y el que se haría cargo de todo", aunque lo que
había quedado eran todas porquerías.
Capitulo 18:
-"Al verme solo con el finado (muerto) y los perros me
puse a llorar a gritos. Me saque el escapulario y se lo
colgué a mi tutor. Mientras tanto, los perros, para
aumentar mi miedo y mi tormento, se pusieron a llorar. Agarre lo
que era mío y me fui. Después me entere que esa
tarde vino un peón y lo enterró. Pero al otro
día amaneció con una mano afuera, y según el
enterrador, que se la había comido un perro. Por mucho
tiempo no pude saber lo que me pasaba. Todas las noches
soñaba con viejos, perros y guascas
(látigos)."-
Capitulo 19:
-"No volví por lo del juez, por miedo a que me
nombre a otro tutor. El juez me había prometido que
cuidaría de mis cosas hasta que tenga 30 años y sea
mayor de edad. Viví por ahí y fui víctima
del mas desdichado amor con una
viuda. Fui a ver a un adivino para ver si me curaba de todos esos
males que me habían ocurrido, y me dijo que me
habían hecho daño en
un mate y me habían querido embrujar, y me paso una pluma
de avestruz. Me dijo que la causante de esto había sido la
viuda y que probara una receta, pero esta no curo mis males. Me
dio otra pero tampoco funciono. Finalmente me dijo que le corte
tres motas a un negro y que las hirviera en leche. Pero
como ninguna funciono, me fui a ver al cura y este me dijo que la
viuda no se podía casar por que se lo había
prometido a su marido moribundo, y que entonces me aleje de la
mujer. Pero el cura le dijo al juez que yo era un cabeza dura y
no tenia compostura, y este me echo a la frontera"-
Capitulo 20:
Martín Fierro y sus dos hijos festejaban el
reencuentro. En ese momento, vino un mozo forastero que venia de
la frontera y les pidió la bendición. Les dijo que
el nombre de Picardía era lo único que llevaba y
para contar su historia a todos les pedía licencia,
diciéndoles que enseguida iban a saber quien era. La gente
se puso atenta y Picardía comenzó a
cantar.
Picardía
Capitulo 21:
-" Me quede huérfano y no pude conocer a mi
padre, siendo mi madre Inocencia me llamaban Picardía.
Primero me llevo a su lado un hombre para cuidar las ovejas, pero
todo el día eran quejas y guascazos. Luego me fui a Santa
Fe buscando mejores fines, pero también me fue mal. Ya
pensaba en volverme, cuando salieron unas tías que
quisieron recogerme. Ellas se pasaban el día rezando, y
luego me obligaron a mi. Yo rezaba sin dificultad todo el
día pero a la noche no podía. Por culpa de una
morena que me hacia tentar, rezaba pero me equivocaba. Y un
día me aburrí de esos enriedos y me
fui."-
Capitulo 22:
-"Anduve, siendo pobre, de lado a lado. Pero cuando
empece a ganar plata, me tuve que volver. Cuando vine me
enrolaron en la Guardia Nacional. Comenzè a trabajar en
combinación con el dueño de una fonda (especie de
hotel-casino), jugando cartas y peleando
a la gente. Hacia trampas así los clientes se
entusiasmaban o se ponían nerviosos y jugaban mas. Como
hacia trampa con arte y no me
descubrían lo hacia en todos los juegos."-
Capitulo 23:
-" Un día, un vendedor ambulante napolitano se
vino a jugar haciéndose el chiquito para sacarme ventaja,
pero perdió todo, y se puso a llorar mientras yo me
llevaba toda su mercadería. Seguí ganando, hasta
que se presento un Oficial de Partida, que era ñato (de
nariz chata), que me exigió que pagara una multa porque el
juego estaba
prohibido y que me iba a llevar al cuartel. Dos veces nos
encontramos y dos veces lo insulte. Todo se complico, cuando
intente conquistar a la mujer que le gustaba al ñato, y
ahí se me declaro enemigo."-
Capitulo 24:
-"Me escape de el en muchas oportunidades, hasta que me
agarro en las elecciones, y me quiso obligar a votar por quien
quería el Comité. Pero le dije que "Respeto al que me
respeta, pero el naipe y la boleta nadie me la ha de tocar". En
ese momento cayo la policía y fui a parar al cepo por no
querer pelear."-
Capitulo 25:
A los pocos días, hicieron citar la gente para
reunir un contingente y mandar a la frontera. La mayoría
eran los que no habían votado por el que la Partida
quería. Llego el Comandante y comenzó a explicarles
uno por uno porque los mandarían a la frontera. Luego
empezaron a acumularse mas personas, y aunque sus familias
lloraran y pidieran compasión, era
inútil.
Capitulo 26:
-"Luego llego mi turno y estaba asustado. El comandante
me decía que era un jugador, un vago un picaflor, y que
había de ser un bandido como mi padre, a pesar de que no
lo conocía. Me empeñe en averiguarlo, y me entere
que era el guapo sargento Cruz. Yo conocía bien su
historia y jure tener enmienda. Todo conseguí olvidar,
pero el nombre de Picardía no me lo pude
quitar."-
Capitulo 27:
-"Serví en la frontera en un cuerpo de milicia,
por culpa de un ñato. Pero allí trabajaba y se
hacia sacrificio, y no pagaban nada ni daban ropa. El comisario
cuando venia con la paga, por "mala suerte" esta era del
contingente anterior. Cuando se cansaban de alguno de nosotros,
lo largaban sin ropa ni nada para que vuelva a su partido, sin
darle ningún papel que acredite su servicio."-
Capitulo 28:
-"En la frontera lo pasaba como todos, pero cuando me
eligieron asistente mejor, en cierto modo, supe hacerme lugar al
lado del Ayudante. Este se la pasaba siempre leyendo porque
quería recibirse de fraile, era delicado, pero jamas lo vi
disgustado. La gente lo aborrecía y lo llamaba "La Bruja",
aunque lo único que hacia era recibir las raciones de
víveres y de vicios. Pero los milicos decían que yo
y la bruja los estabamos traicionando a todos con sus raciones.
Esto no era cierto, por que nosotros los traíamos, pero lo
recibía el comandante, que sacaba cuanto quería.
Luego pasaba al oficial de semana, al sargento, al cabo y por
ultimo recién al soldado, y cuando llegan a este ya casi
no quedaba ración. El vestuario era otro infierno; si lo
daban, llegaba en invierno el de verano, y en verano el de
invierno. Por estas razones parece que el gaucho tiene
algún pecado que pagar."-
Capitulo 29:
Esto canto Picardía y después guardo
silencio. Mientras todos celebraban ese casual encuentro, llego
también un moreno. Este presumía de cantor y se
creía bueno, se sentó y le pego un rasgido a la
guitarra desafiando a Martín Fierro. Este, que siempre se
halla dispuesto, tomo la guitarra y los dos comenzaron a
cantar.
Capitulo 30:
Fierro explica que el hombre debe mostrarse cuando yegua
la ocasión, hace mal en que se niegue o en que se lo
rueguen; y dice que hará gemir las cuerdas hasta que las
velas no ardan. Cuenta que era costumbre de el cantar las noches
enteras. El moreno le dice que el es un pobre guitarrero y da
gracias a Dios por poder cantar
con alguien que lo experimenta a el. El negro cuenta que tenia
nueve hermanos, que ha vivido libre sin depender de nadie, y que
sabe mucho. Explica que si tiene alguna falta al cantar que se la
perdonen y que se debe escuchar al cantor, aunque sea negro, por
que aprenden todos. Fierro le replica que si el sabia tanto, que
le diga cual es el canto del cielo. El moreno le dice que Dios
había creado a los hombres negros y blancos, pero que no
hizo dos clases distintas, pues los negros pintaban al diablo
blanco, y los blancos lo pintaban de negro. Continua y explica
que los cielos lloran y cantan hasta el mayor silencio. Fierro,
por su parte, dice que los negros y los blancos tienen los mismos
dolores, y que le relate el canto de la tierra. El
moreno, a pesar de sus pocos conocimientos, lo explico bien, y
entonces Fierro le pide el canto del mar, el de la noche, de
donde nace el amor, y que
explique que entiende por ley. Como relata
todas bien, Fierro le permite al moreno que le pregunte algo. El
moreno, entonces le pregunta "¿Para que fin el Eterno ha
creado la cantidad?" Fierro le dice que Dios creo solo la unidad,
y que el hombre aprendo a contar. Al ver que le contesto
correctamente, el moreno le pregunta para que formo Dios la
medida. Fierro le contesta que la medida la invento el hombre
para el bien suyo, pues Dios no tenia que medir sino la vida del
hombre. Luego el moreno le pide que le diga que significa el
tiempo y el peso. Fierro se lo relata bien, y le dice que si
quería aprender mas cosas que se lo preguntara. El moreno
le dice que ninguno debe abusar de la ignorancia de nadie, que es
seguro que
pierda un cantor de media talla contra otro de talla entera, que
esta deprimido y triste y que solo cantaría para buscar
consuelo. Cuenta que de los diez hermanos solo quedan nueve, pues
el primero murió a manos de un pendenciero, que jamas
encontró. Dice finalmente que si en otra ocasión
payan, cantaran sobre las muertes injustas que algunos hombres
cometen. Fierro le responde que por fin se había callado,
que el conoció a los morenos mas peleadores, y que el no
busca peleas y que las contiendas no le gustan, pero ni las
sombras lo asustan ni los bultos lo menean.
Capitulo 31:
Luego de las palabras, los presentes los separaron y
Fierro, sus hijos y Picardía montaron y se dirigieron a la
costa de un arroyo. Allí pasaron toda la noche, y al
amanecer meditaron, y por su estado de pobreza
decidieron separarse. Antes de hacer esto, Fierro les
aconsejo.
Capitulo 32:
Fierro los empieza a aconsejar y le dice que estos
consejos, que le ha costado adquirirlos, se los da porque desea
dirigirlos, pero que su ciencia no
alcanza para darles la prudencia que precisan para
seguirlos.
Capitulo 33:
Luego se separaron todos, una para cada punto cardinal,
pero hicieron una promesa: convinieron entre todos cambiarse el
nombre. El relator explica que ha cumplido con su deber, pero
todavía le quedan rollos por si se ofrece a dar lazo, que
le permitan descansar porque en este punto (33 cantos) se planta;
dice que recordemos estas palabras "En mi obra he de continuar
hasta dárselas concluidas, si el ingenio o si la vida no
me llegan a faltar", y que si algún día faltasen,
los gauchos sentirán tristeza en el corazón y lo
tendrán en su memoria para siempre. "Que nadie se ofenda
si canto de este modo no es para mal de ninguno si no para bien
de todos".
Libro "El Martín Fierro"
Avendaño Favio
Casas Alejandro
Díaz Martín