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Modos de producción y relación entre los guaraníes




Enviado por edgaramado



    1. Formas de trabajo y de
      relación entre los Guaraníes y su
      proyección en el campesinado
      paraguayo
    2. Los trabajos del
      guaraní
    3. Modos de relación y de
      producción entre los Guaraní
    4. El trabajo Guaraní
      en los distintos períodos
    5. Reciprocidad
    6. El campesinado
      paraguayo
    7. Conclusión
    8. Bibliografía

    Introducción

    Para Marvin Harris, los modos de
    producción se caracterizan por la manera en que una
    tecnología
    determinada se aplica a un medio ambiente
    específico para producir la energía de la que
    dependa la vida social. Los rasgos de la economía de naturaleza
    organizativa, incluyendo cuestiones tales como el intercambio y
    consumo de
    productos y
    servicios, la
    propiedad o
    control
    diferencial del trabajo y el
    acceso a la tecnología y los recursos
    naturales y la división del trabajo, es denominado
    "relaciones de producción"

    El presente trabajo de investigación bibliográfica
    reúne datos muy
    importantes sobre el modo de producción y de
    relación de los Guaraní, e intenta encontrar una
    conexión con la modos de relación del paraguayo
    contemporáneo, quien tiene muchos elementos de la cultura
    guaraní en su cotidiano vivir que no siempre son tenidos
    en cuenta. Generalmente no nos preguntamos por qué hacemos
    las cosas de este modo y no de otro; por qué utilizamos
    este método
    para la agricultura y
    no otro, dónde aprendimos a cazar animales o pescar
    de esta forma y no de otra.

    Cualquier observador que sale a recorrer el país
    se encontrará con características del campesino
    paraguayo y su modo de hacer las cosas que le hará
    plantearse las cuestiones mencionadas más arriba y
    aún muchas más.

    EL trabajo presenta en un primer momento una descripción de la forma de
    producción de los guaraníes (primitiva,
    colonial-reducido, moderna) con palabras claves en guaraní
    que permiten captar más hondamente el significado de las
    cosas. Al final se plantea la pregunta ¿Quién es el
    campesino paraguayo. Pues necesitamos responder esta pregunta
    para poder
    encontrar una explicación y encontrar si hay o no
    conexión o continuidad del modo de producción y de
    relación de los Guaraní con los paraguayos
    campesinos.

    Formas de
    trabajo y de relación entre los Guaraníes
    antiguos,
    los "reducidos" y los
    modernos.

    Melià utiliza los términos prehistoria,
    historia y
    modernidad, en
    forma convencional para referirse a la historia de los
    Guaraníes. Con ellos se puede construir con relativa
    facilidad un modelo
    tridimensional que ensambla en el mismo conjunto, los
    períodos de la historia Guaraní.

    A continuación presentaremos en una apretada
    síntesis sobre el modo denominado
    "potirõ"

      1. "Ahí nos dio Dios el Todopoderoso su gracia
        divinal que entre los susodichos Carios o Guaranís
        hallamos trigo turco o maíz y madiotín, batatas,
        mandioca-pepirà, maní, bocajà y
        otros alimentos más, también pescado y
        carne, venados, puercos del monte, avestruces, ovejas
        indias, conejos, gallinas y gansos y otras salvajinas las
        que no puedo describir todas es esta vez. También
        hay en divina abundancia la miel de la cual se hace el
        vino; tienen también muchísimo algodón en la
        tierra"

        En un momento en que todavía no está en
        vista la apropiación del trabajo de las mujeres,
        se describen preferentemente las actividades productivas
        del hombre. Las descripciones de Schmidl y de
        Cabeza de Vaca nos dan sobre todo la extensión de
        las actividades del trabajo de los guaraníes:
        agricultura, caza, recolección de miel, así
        como pesca
        y alguna cría de animales.

        Es la división de de actividades
        económicas que ha permanecido entre los
        Guaraníes actuales.

        Lo que ciertamente no informan los documentos de la época, es la
        intensidad de trabajo, precisamente el factor que para el
        encomendero y el misionero más determinaría
        el concepto de ser mucho o poco trabajador.
        La colonia mide preferentemente el
        trabajo en tiempo
        e intensidad, como si la productividad derivara exclusivamente de
        este factor.

      2. Divina abundancia: Las noticias
        directas o indirectas sobre la forma guaraní del
        trabajo aparecen ya desde la primera documentación relativa a los
        Guaraníes. Reiterados son los testimonios
        históricos que hablan de la abundancia de alimentos
        en las aldeas guaraníes.
      3. Dados a la agricultura

      Según los estudios, es la documentación
      jesuítica la que concentra más su interés sobre la agricultura, que
      debía ser incrementada e incentivada. Además
      ofrece indicaciones sobre el modo guaraní de trabajar.
      Veamos un ejemplo:

      "es gente labradora, siempre siembran en montes y cada
      tres años, por lo menos mudan chácara: el modo
      de hacer sus sementeras es: primero arrancan y cortan los
      árboles pequeños y
      después cortan los grandes, y ya cerca de la sementera
      como están secos los árboles pequeños
      (aunque los grandes no lo están mucho) les pegan fuego
      y se abrasa todo lo que han cortado y como es tan grande el
      fuego quedan quemadas las raíces, la tierra
      hueca y fertilizada con la ceniza y al primer aguacero la
      siembran de maíz, mandioca, y otras muchas
      raíces y legumbres que ellos tienen muy buenos: base
      todos con grande abundancia"

      El conjunto de la información jesuítica de la
      época fundacional no da la impresión de que se
      las tengan que ver con un pueblo perezoso ni con incapaces.
      Todo lo contrario. Si la agricultura ha podido florecer en
      las reducciones es gracias a la capacidad agrícola de
      los Guaraní y una técnica muy adecuada al
      ambiente
      que las herramientas de hierro
      potenciaron y desarrollaron.

      El trabajo de los Guaraní, especialmente de los
      hombres, no se reducía a plantar, cazar y pescar, sino
      también a un artesanado cuyo fin no es sino la belleza
      en sí, la belleza del cuerpo: un trabajo en que las
      manos se ejercitan como un juego de
      creación de formas y colores.

    1. Grandes
      labradores

      Con algunos
      ejemplos extraídos del "Tesoro y Vocabulario" del P.
      Montoya tenemos las convencionales divisiones según
      actividades económicas.

      1. Caza y
        pesca:
        Hay dos tipos principales de caza que requieren
        modos y
        métodos diferentes: caza de animales
        y caza de aves.
    2. Los
      trabajos del Guaraní
      .

    La caza de animales
    viene designada por dos modos de obtener una
    producto
    genérico: heva’e (lo sabroso por antonomsia) y
    so’o:
    carne, pulpa, bestias, meollo.

    La caza de aves se
    practica de manera diferente; veamos las palabras empleadas
    para ello.

    Probablemente era la
    caza para los Guaraníes históricos como lo es
    todavía para los modernos como los "Pái
    Tavyterá", un modo de estar en el monte, la ocasión
    de correrías y de aventuras, más que una actividad
    productora que se midiera por la cantidad de lo cazado y su real
    dimensión como fuente alimenticia.

    La pesca se realiza
    de tres modos principales:

    1. Agricultura: Más que cazador o
      pesador, el Guaraní era agricultor.

    La lengua de la
    agricultura especifica de hecho, diversos trabajos relacionados
    con esta actividad en sus varios aspectos. El trabajo
    agrícola se distribuye a lo largo de una calendario
    astronómico y estacional, en el cual la aparición
    de las Pléyades o Siete Cabrillas, Eichú (las
    abejitas) y los fríos (ro’y) así como el
    largo sol del verano (Kuarahy poku) indican la sucesión de
    los años.

    Los
    Guaraníes mostraban gran precisión en la
    determinación de los varios tipos de suelos y
    características ecológicas del monte; como se puede
    apreciar en las palabras ka’a e yvy.

    El primero de estos
    trabajos es el rozado con sus diversas
    técnicas
    definidas por los modos de cortar.

    En la
    preparación de la chacra:

    Generalmente rozar es designado como
    akopi.

    En invierno cuando
    los árboles derribados empezaban a estar suficientemente
    secos, se les prendía fuego (ahapy) Práctica
    adaptada para limpiar los campos (añurapy)
    guitekóvo) ando quemando campos.
    Hasta aquí los trabajos de agricultura son
    ejecutados casi exclusivamente por los hombres.

    Al final de las
    heladas comenzaban los trabajos de plantío y siembra
    (ñemity) empezando por la siembra del maíz
    blanco.

    Esta actividad se distribuía entre hombres y mujeres
    según ciertas preferencias. El trabajo del P. Müller
    ofrece datos de gran valor al
    respecto.

    La plantación
    de mandioca y
    tabaco era de los
    hombres. La del maíz, las batatas, la xiquimia, el magaro
    y el tajao (coles de tierra) y las varias especies de calabazas:
    kurapepe, andai, timbyky, hy’a (usada como recipiente
    después de secar)

    La del poroto era
    indistintamente hecho por varones o mujeres. Según
    Melià y Temple, habrá sido más propio de las
    mujeres el conservar limpias las rozas, pues ellas las visitaban
    con mayor frecuencia. Se ocupaban también de la cosecha
    y
    transporte de
    los productos de la chacra a la aldea.

    1. Otros trabajos

    Ellos mismos también se ocupaban de hacer
    sus casas, sus propios instrumentos de trabajo, sus
    armas, sus
    adornos, los utensilios del hogar, mobiliario, cerámica y cestería. Productos
    deleznables, la mayoría de ellos no dejaron restos.

    Contra la tesis de que
    el Guaraní es haragán, holgazán o cosa por
    estilo, Melià y Temple afirman que la diversidad de
    trabajos indica tendencias de ocupación que de hecho
    irían realizando con ritmo sostenido. Difícilmente
    podría estar desocupado, en puro "tekorei".

    Otro aporte más nos da el diccionario
    del P. Montoya con frases que indican la laboriosidad o asiduidad
    en el trabajo.

    No debía ser tan raro en un Guaraní
    decir: "che popirua cheporavykyrehe". Por ultimo, para recargar
    más la tinta en contra de los prejuicios, Montoya en
    su
    libro
    "Conquista" escribe:

    "son
    en las cosas mecánicas muy hábiles, hay muy
    buenos carpinteros, herreros, sastres, tejedores y
    zapateros"

    1. Modos de
      relación de producción entre los
      Guaraníes
      1. Potirõ: trabajo en
        común.

    Para el Guaraní ciertas actividades son
    impensables si no es en forma de colaboración
    común. En los "
    Tratados da terra
    e gente do Brasil" se puede
    leer:

    "Esta nação não tem
    dinhero com que possão satisfazer aos serviços
    que lhes fazem, mas vien conmutatione rerum e principalmente a
    troco de vinho fazem quanto querem (…) Lhes rogão os
    queirão ajudar em suas roças, o que fazem de boa
    vontade…"

    Esta es una descripción que se aplica
    perfectamente a la etnografía guaraní. Según
    Montoya, la palabra que significa esta forma de trabajo
    cooperativo es "potirõ" (poner manos a la obra) deriva de
    "po" y su etimología sería "todas las manos"

    Otra noción que está en
    relación con esta forma de cooperación que para el
    Guaraní es mucho más cojunción de fuerzas
    físicas, es la designada como "pepy"

    El potirõ y el pepy se estructuran en una
    forma económica más amplia que determina el modo de
    ser guaraní, que es el jopói. Esto no es sino la
    reciprocidad que menciona M. Harris y otros antropólogos,
    como uno de los tipos de relación.

    Es interesante el estudio lingüístico
    para este caso. Siguiendo a Montoya tenemos que "jo" es el
    morfema que significa el recíproco mutuo. Algunos ejemplos
    sugerentes son:

    El proceso de
    trabajo y de producción está no sólo
    condicionado, sino esencialmente determinado a reproducir el don;
    en otras palabras, tiene en la reciprocidad, en el jopói,
    su razón práctica económica. Sin
    reciprocidad no se entiende el trabajo Guaraní, ni
    siquiera el individual.

    Potirõ, pepy, jopói son apenas momentos de un
    mismo movimiento en
    el que el "modo de ser guaraní" se hace ideal y
    formalmente, pero no abstracto, sino en lo concreto de su
    producción. El trabajo, en última instancia, es una
    forma de reproducir el don y es historia social, memoria y
    futuro.

    1. El trabajo
      Guaraní en los distintos períodos.
      1. Encomendado: el trabajo
        indígena sufrió rápidamente un
        proceso de enajenación a través de la
        "encomienda" del que los propios guaraníes se
        quejarán amargamente. El trabajo indígena
        convertido en "servicio personal" se desvirtúa
        profundamente; el Guaraní ya no trabaja más
        como Guaraní. Ejemplo de esta trasformación
        tenemos que ellos mismos exponen en la asamblea que
        realizaron en 1630 donde el trabajo no es otra cosa sino
        "kane’õ" o cansancio inútil, mientras
        el guaraní se queda sin chacra, sin familia, ni allegados, una
        desnaturalización que lo lleva a la
        muerte. Se vuelve "trabajo de indio"

        Según Ramón Fogel, "los jesuitas hasta 1768, buscaron cambiar la
        identidad de unos 200.000 indígenas
        guaraní, concentrándolos en aglomeraciones
        numerosas, sometidas a sistemas rígidos de trabajo
        colectivo, en escala
        hasta entonces desconocida por los guaraníes.

        Para los nativos, que valoraban altamente la vida
        libre, sin sujeciones a grupos
        externos y el pensamiento autónomo, resultaba
        inaceptable la situación opresiva de las
        reducciones que comportaba el empleo
        de medidas coercitivas que incluían los azotes y
        la burla pública. Lógicamente se dio la
        reacción articulada por los "Carai" que
        generó la larga guerra
        entre chamanes nativos y europeos.

        Esto se dio desde el comienzo mismo de las
        fundaciones, porque los Guaraní conocían el
        orden colonial y habían huido del sistema".

        Melià
        sostiene que así como el trabajo encomendado y su
        fase previa de trabajo a favor de "parientes" "tovaja"
        tiene como referencia principal la labor femenina, el
        trabajo en reducción parece girar más
        en
        torno
        al trabajo masculino. Las alusiones documentales dicen
        más bien relación a este trabajo de
        hombres, lo que mostraría que en el sistema
        colonial el trabajo del indio quedó caracterizado
        según los intereses propios de los subsistemas
        coloniales desarrollados: yanaconazgo, encomienda,
        reducción…

        La Dra.
        Sofía Suárez en su tesis "El
        fenómeno social del trabajo industrial en las
        Misiones jesuíticas" (Bs. As. 1920) persiste en la
        idea que a los Guaraní "la indolencia les era
        innata" (p. 241)

      2. Reducido: paradójicamente, la
        reducción, con sus nuevas expectativas,
        habría dado como resultado la pereza, y quien
        había sido maestro en hacer rozas en un ambiente
        tropical era ahora un desaventajado discípulo, que
        mal que mal cumplía sus
        obligaciones y lograba subsistir
        apenas.
      3. Los
        Guaraní modernos o contemporáneos:
        la
        etnografía actual del potirõ y del pepy tal
        como se da en
        sociedades guaraní
        contemporáneas y sociedades rurales paraguayas y
        brasileñas por ejemplo, vienen a confirmar y revivir
        la generalidad de las locuciones del diccionario:

      "La
      institución del trabajo colectivo y festivo no
      remunerado, mba’e pepy, es expresión de la

      solidaridad comunal y se basa en el principio
      de reciprocidad. Su equivalente criollo de origen
      guaraní es la minga (denominación quechua) en
      el Brasil conocido como "puxirão" o
      "mutirão".

      Me parece muy
      ilustrativo el
      texto de
      Melía y Grümberg que dice:

      Óga
      jára omondo jovía mba’e para un
      determinado trabajo: tape kopi pepy, jahape pepy, óy
      pepy, kopi pepy o simplemente mba’e pepy. Como es
      Tupã reko, el invitado está moralmente obligado
      a irse, generalmente sábado bien temprano y trabajar
      con intensidad y alegría hasta el medio día.
      Después comienza la parte festiva, porque el pepy
      járy omongaru, oponga’u génte-pe;
      kóa ipepy
      (cf. Melià-Grümberg 1979, p.
      213)

      Si el
      potirõ es económicamente trabajo en
      común, socialmente es pepy, convite.

    2. RECIPROCIDAD

    Al hablar de
    reciprocidad tenemos que buscar su fundamento en la creencia
    misma de los Guaraní referente a la Palabra, el Don,
    Ñandú Ru Vusú y Ñamandú, etc.,
    para poder tener un poco más de comprensión, de lo
    contrario corremos el riesgo de hablar
    de las pulgas de Marte. Pero por motivos estrictamente
    prácticos me atendré a las conclusiones
    extraídas de los antropólogos que dedicaron su vida
    al estudio de los mismos.

    La unidad y totalidad
    de la
    comunidad se
    manifiesta por y en las fiestas, esta no es fiesta de consumo,
    sino parte de la fiesta. En la reciprocidad generalizada se puede
    distinguir dos formas:

    1. Uno da un segundo
      quien da a un tercero y este al siguiente.
    2. Todos da a un
      intermediario común (centralizada).
      1. Reciprocidad ternaria
        unilateral
        : un primero le da a un segundo quien
        da a un tercero y éste al primero.
      2. Reciprocidad ternaria
        bilateral:
        el don va y viene por el mismo camino.
        Uno recibe de la derecha y da por la izquierda y luego
        recibe de la izquierda y da al primero por la derecha. Es
        ternaria pero también bilateral; lo que introduce
        nuevos
        valores. La responsabilidad del intermediario tiene
        que equiparar los dones entres sus compañeros, lo
        que genera el sentimiento de justicia.

      En
      esta
      estructura, el sentimiento de justicia da al
      sentimiento de amistad
      un alcance universal por el hecho que permite la
      equivalencia entre una amistad entre dos amigos y el
      sentimiento de justicia que prevalece cuado uno tiene que
      ser la autoridad de referencia par el bien de los
      otros.

    1. Reciprocidad ternaria:
    2. Reciprocidad vertical (centralizada):
      se
      desarrollan dos niveles jerárquicos y
      nuevas ramas del sentimiento humano. La totalidad de la
      comunidad se concentra en un centro permanente y fijo. La
      responsabilidad de quien está ocupando este papel es
      la autoridad del
      grupo;
      viene a ser el centro de redistribución que viene a
      ser una fase de la reciprocidad, la del don que llama a la
      reciprocidad del don. La reciprocidad se convierte en parte
      productiva del proceso de redistribución. Genera
      valores como la fe y la gracia religiosa.

    Cómo sintetizar y resumir los puntos
    tratados hasta aquí?

    Recurro al
    texto de Melià, quien afirma que desde los trabajos del
    Bronislav Malinowski y de Marcel Mauss, sabemos que todas las
    sociedades humanas conocen la reciprocidad y después de
    ellos, desde Claude Levi-Satruss, que las
    estructuras
    elementales de parentesco están regidas por el principio
    de reciprocidad.

    Los
    antropólogos intentaron colocar la reciprocidad como una
    forma arcaica de intercambio y el intercambio económico
    como la forma más desarrollada de una evolución universal.

    Hoy en día parece que hay otro modo de proceder: el de
    distinguir lo primitivo de lo primordial y mostrar que si
    numerosas estructuras de reciprocidad que en el pasado han tenido
    su expresión en las condiciones primitivas, pueden muy
    bien desprenderse de esas condiciones y jugar su rol que siempre
    y en cualquier lugar, continuaría siendo el de engendrar
    valores
    humanos.

    1. ¿Quién es el campesino
      paraguayo? Melià sostiene que la invención del
      campesinado paraguayo no comenzó en el último
      cuarto del S. XVIII. El campesinado paraguayo se
      habría formado desde mismo comienzo de la colonia,
      como fenómeno periférico de las
      minúsculas ciudades de españoles.

      Esta periferia crece en la pobreza y
      la precariedad de medios
      ¿sin mestizos? No necesariamente.

      Se
      trata de un tipo de poblador que social y
      políticamente se considera
      español, pero sin encomienda y pobre;
      lingüísticamente es guaraní. En este
      escenario jugaría su papel la ambigüedad cultural
      –o si se quiere la novedad cultural- de este campesino.
      Según los documentos de la época –no se
      menciona a qué documento se refiere- no se
      definía al campesino paraguayo por sus
      características biológicas de ser mestizo o
      pertenecer a una "casta", sino por un estilo de vida y un
      modo de ser "ñandereko"

      1. El modo de
        producción Koygua y la propiedad.

      Chase-Sardi dice que la horticultura
      guaraní como en los tiempos precolombinos, sigue
      siendo de roza. Los grandes árboles son volteados por
      los hombres, de tal manera que en su caída arrastren a
      los de menor tamaño. En el corte de las ramas, las
      mujeres ayudan a los hombres. Una vez seco, se le prende
      fuego a la maleza. Después de terminado el fuego, con
      la ayuda de un palo puntiagudo (…) se hacían
      los hoyos entre las cenizas, en los cuales se depositaban las
      semillas.

      Como
      vemos en la agricultura campesina paraguaya, lo único
      que se ha agregado es el arado, a
      cambio del
      "yvyra hakua". Esto por supuesto, hasta la década de
      los años 50 y 60, en que entró el monocultivo
      con uso de maquinarias y agroquímicos que
      evidentemente no están al alcance de los campesinos
      pobres, sino de los grandes terratenientes y
      trasnacionales.

      También hay que advertir que se
      produjeron grandes cambios durante el transcurso de los
      ’80, dejándose de lado, por la
      propaganda
      y la imposición oficial, los cultivos de substancia
      para dedicarse casi plenamente a los comerciales.

      La
      horticultura entre los Pãi Tavyterã, suministra
      el 80 % de la
      alimentación.
      Melià y Grümberg dan un esquema bastante util
      para comprender el calendario hortícola
      indígena,q ue se asemeja bastante al agrícola
      campesino.

      Grüumberg dice que podemos constatar que
      el caso de los campesinos paraguayos criollos (koygua) se
      trata de una economía de subsistencia en
      un…régimen en el cual las unidades de
      producción y consumo mayormente son idénticas y
      la circulación es mercantil; en cambio entre los
      Pái Tavyterã, en su forma tradicional, se trata
      también de una economía de subsistencia, pero
      en la cual las unidades de producción y consumo son
      idénticas y parcialmente colectivas y con una
      circulación mercantil muy reducida. La diferencia
      entre ambos
      modelos no
      existe en los medios de producción (tierra,
      herramientas) en al división del trabajo, en las
      formas de cooperación (minga, mba’e pepy,
      jopói) o en las relaciones de intercambio externo de
      los productos y servicios (changa), sino en los conceptos de
      propiedad y relaciones de poder distintas.

      Llama
      "koygua" o campesino al modo de producción del
      paraguayo en comparación con la producción
      tradicional tal como se presentaba entre los Pãi
      Tavyterã.

    2. EL campesinado paraguayo
    3. CONCLUSION

    Hasta
    aquí, está más que suficientemente refutada
    la idea de Julián Steward (1956,90) que afirmaba en la
    introducción al libro de los esposos
    Service, "Tobai: Paraguayan Town", que el pueblo paraguayo
    (…) es enteramente hispánico en cultura, a pesar
    del uso prevalerte del guaraní. La cultura de los
    agricultores campesinos no es guaraní; tampoco lo es la
    raza del pueblo. Un observador despierto no puede tragarse
    semejante disparate.

    La
    afirmación de R. Fogel parece oportuna para el caso:
    "de hecho, el desarrollo de
    estrategias
    adaptativas a nuevos contextos, orientadas a la defensa del modo
    de ser, comporta la incorporación de nuevos
    elementos"

    ¿Qué nos queda por hacer, entonces?
    Debemos desconfiar de una alternativa demasiado tajante entre

    organización comunitaria tradicional y
    economía capitalista del provecho egoísta, pues
    opone un sistema de reciprocidad de una época antigua con
    un sistema capitalista contemporánea. Más realista
    es oponer al capitalismo
    moderno, una economía de reciprocidad tal como se puede
    practicar hoy, no necesariamente como se practicaba ayer.

    En un
    artículo aparecido en
    Acción,
    Quintín Riquelme (1996) recuerda que la sociedad no se
    vive solamente de la economía de libre cambio y que si lo
    utiliza para llegar a ciertos objetivos,
    recurre a la economía de reciprocidad para realizar otros,
    tal vez más importantes y generalizados. En el Paraguay, la
    economía de reciprocidad es la dominante en el nivel de
    vida familiar y de la tradición, mientras que las
    relaciones de libre mercado rige
    más bien las relaciones exteriores.

    ¿No
    estaría llamada la reciprocidad a jugar un papel
    más importante en el nivel de las relaciones sociales
    internacionales y mundiales como base de un
    desarrollo
    económico y político humano estable y
    sostenible? –es la pregunta que se plantea.

    En la
    rueda del tereré nace la confianza, quizá la
    amistad y decía Lévi-Strauss, rápidamente la
    cosa salta a otro nivel, como si la reciprocidad en lo real fuera
    una mediación para la reciprocidad de palabra. Quien no es
    capaz de ofrecer el tereré, pierde la cara, es un
    descarado; los paraguayos no estamos del todo ajenos a la
    reciprocidad, porque esta
    matriz del ser
    nacional está vigente y en todas partes con la
    práctica del tereré y la conversación.

    BIBLIOGRAFIA

    Edgar Amado D. Toledo Ledezma, OP

    Instituto Superior de Estudios Humanísticos y
    Filosóficos

    ISEHF

    Antropologia Cultural

    Trabajo Individual – Tercer Curso

    Asunción – Paraguay

    Año 2005

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