Monografias.com > Política
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Bombas imperiales e impunidad histórica




Enviado por gumucio



     

    Se cumplen sesenta años desde que Estados Unidos
    lanzó sobre la población civil de Hiroshima la primera
    bomba atómica. Tres días más tarde, hizo lo
    propio con Nagasaki. Fueron las dos únicas veces en la
    historia de la
    humanidad que un país agredió a otro con bombas
    atómicas.

    La destrucción de la primera bomba atómica
    fue espantosa.  Causó 140 mil víctimas
    mortales y muchas más en los años siguientes, ya
    que dos generaciones fueron afectadas por radiaciones que
    produjeron mutaciones genéticas, microcefalia, leucemia y
    varios tipos de cáncer. Comparado con Hiroshima, el
    atentado contra las torres gemelas de New York, con sus dos mil
    muertos, fue un acto simbólico parecido al episodio del
    caballo de Troya. Hiroshima y Nagasaki están más
    cerca de los horrores del nazismo durante
    la Segunda Guerra
    Mundial; la diferencia es que los perpetradores nazis fueron
    juzgados y ahorcados, mientras que nadie ha sido llevado a juicio
    en Estados Unidos por ese gran crimen de guerra, y
    mucho menos condenado. Por el contrario, los pilotos que lanzaron
    la bomba atómica fueron muy condecorados.

    Es una amarga paradoja que países como
    Irán, India o Corea
    del Norte sean objeto de amenazas y presiones de Estados Unidos
    para no desarrollar su arsenal nuclear, mientras los gringos
    apoyan a Israel para armar
    a ese país hasta los dientes.  El gobierno de
    Estados Unidos no tiene el derecho moral de
    exigir el cese de los experimentos
    nucleares, puesto que ha sido el único país que ha
    utilizado bombas nucleares contra poblaciones civiles, y es el
    país que cuenta con el mayor arsenal de armas de
    destrucción masiva de la historia.

    Cuando el imperio de las bombas decline definitivamente,
    la historia registrará una de las épocas más
    absurdas que haya vivido la humanidad. La época de una
    hiperpotencia militar que ocupó literalmente todo el
    planeta.

    No hay región en el mundo donde Estados Unidos no
    haya instalado sus bases militares, incluso en Cuba tiene
    una, a la fuerza. Cerca
    de 500 mil militares gringos (un tercio del total de las fuerzas
    armadas de Estados Unidos) permanece en bases  militares
    instaladas en otros países. Los países europeos que
    perdieron la Segunda Guerra, Alemania e
    Italia, sufren la
    humillación de alojar cada uno 10 bases militares gringas,
    pero no son los únicos. En Inglaterra has 11
    bases militares, en España hay
    3, en Noruega y Turquía 2.  Francia,
    gracias al orgullo nacionalista de De Gaulle, nunca aceptó
    tener bases militares gringas.  Por supuesto, también
    abundan en Asia y en Medio
    Oriente: 8 en Japón
    (el otro derrotado de la guerra), 7 en Corea del Sur, 3 en
    Filipinas, 5 en Arabia Saudi, 4 en Kuwait… Los "aliados"
    de Estados Unidos son más bien sus lacayos. 
    ¿Qué tal si cada uno de esos países quisiera
    instalar una base militar en territorio de Estados Unidos? 
    Parece que en eso no hay reciprocidad…

    La maquinaria de destrucción masiva montada por
    los gringos es impresionante. Los gastos de defensa
    de Estados Unidos ascienden al 40,8 % del total de los gastos de
    defensa del mundo entero. Es decir, casi la mitad. La suma es
    escalofriante: 359 mil millones de dólares, suficientes
    para que el hambre en el mundo se acabe y para que se encuentre
    la cura para todas las enfermedades. Estados Unidos
    es la Esparta de nuestros tiempos: un país dedicado a la
    guerra, a la producción de armas, a la investigación científica dirigida a
    fortalecer el aparato militar. En base a proyectos e
    investigaciones militares nació Internet o el GPS (Global
    Positioning System), que hoy se utilizan para fines civiles. Algo
    bueno tenía que quedar…

    Si Estados Unidos es la Esparta de hoy, Europa
    podría ser la Atenas, pero no lo es. Francia, Alemania,
    Inglaterra e Italia aparecen entre los once países que
    más gastan en defensa en el mundo. Además, son los
    más grandes productores y vendedores de armas
    después de Estados Unidos y de Rusia. Estados
    Unidos vende el 34% del total, Rusia el 30%, Francia el 7%,
    Alemania el 6%, e Inglaterra el 5%. Ninguno de ellos tiene,
    realmente, vocación pacifista.  Todos son mercaderes
    de la guerra y de la muerte. La
    hipocresía que a veces muestran es
    sorprendente.

    De ahí que toda la verborrea sobre el "terrorismo"
    resulta cada vez más hipócrita y vergonzante. El
    gobierno de Estados Unidos practica el terrorismo de Estado
    continuamente, y siempre lo ha hecho. Es el único
    país que está en guerra todo el tiempo y que
    se permite amenazar abiertamente a los gobiernos que no se
    alinean con su idea del mundo. Desde su independencia
    no ha cesado de agredir a otros; la lista de naciones agredidas e
    intervenidas por Estados Unidos es superior a cien.  Primero
    empezó con el más cercano, México,
    anexando una buena parte de su territorio, y luego siguió
    con cualquier país del mundo que se opusiera a sus planes
    de dominación planetaria. En la etapa actual, Estados
    Unidos ya no necesita siquiera excusas para invadir, ocupar,
    bombardear otros países.  Simplemente lo hace. El
    cinismo con que lo hace en Irak es
    sorprendente, más aún cuando ya todo el mundo sabe
    que lo de las armas de destrucción masiva era puro
    cuento desde
    el principio: Estados Unidos ya sabía que no
    existían esas armas.

    Las Naciones Unidas
    aparecen como una organización pusilánime, al servicio de
    Estados Unidos.  Es cierto que la ONU no
    autorizó la invasión de Irak, pero tampoco hizo
    nada después. ¿Cómo puede ser la ONU
    la
    organización que representa a todas las naciones del
    mundo, cuando Estados Unidos domina el Consejo de Seguridad y tiene
    derecho a veto? La Asamblea General de la ONU se ha convertido
    simplemente en el lugar de los discursos,
    pero carece de fuerza para tomar decisiones.  Las decisiones
    se toman en el Consejo de Seguridad. La ONU, en realidad no
    existe. Peor aún, las decisiones se toman en la Casa
    Blanca, en Washington. No es casual que el nuevo Presidente del
    Banco Mundial
    (organismo de la ONU) sea uno de los lobos de la guerra en Irak,
    Paul Wolfowitz.

    Las noticias
    producidas por las agencias internacionales controladas por
    Estados Unidos o por sus aliados europeos nos saturan todos los
    días con las imágenes
    de atentados terroristas en suelo de Estados
    Unidos, España o Inglaterra, pero no reflejan con la misma
    persistencia y crudeza las ciudades destruidas y los miles de
    muertos en Afganistán o en Irak. El terrorismo de Estado
    no merece la misma atención que el terrorismo de resistencia. La
    manipulación de las conciencias a través de los
    medios masivos
    y sobre todo de la omnipresente CNN no es un mito ni una
    exageración: tenemos el más grande absurdo
    histórico frente a nuestras narices, y no lo
    reconocemos.

    El lenguaje que
    utiliza Estados Unidos para calificar a los "terroristas" es
    similar al que usaban los nazis durante la ocupación de
    Francia.  Para los nazis, los "maquis" franceses que
    resistían a la ocupación y ponían bombas en
    los carros militares alemanes o en los edificios de los
    colaboradores franceses del nazismo, eran también
    "terroristas". La historia, sin embargo, ha reivindicado a la
    Resistencia francesa de la misma manera que reivindicará a
    los iraquíes que hoy resisten a la ocupación. La
    historia se repite, lamentablemente.  Así como los
    nazis instauraron el Gobierno títere de Vichy, los gringos
    han instalado su gobierno títere en Irak. El
    ejército de ocupación de los gringos sufre bajas
    todos los días.  El desgaste es similar al que tuvo
    lugar durante la Guerra de
    Vietnam, que los gringos perdieron a pesar de todo su
    poderío
    militar. En Irak también serán derrotados,
    quizás no por las armas, sino moralmente, porque no hay
    razón de Estado ni posición ética y
    moral que justifique esa guerra de
    agresión.

    Pero sobre todas las cosas, esperemos que algún
    día el imperio sea juzgado por sus
    crímenes.

    Alfonso Gumucio D.

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter