"Educar es depositar en cada hombre toda la obra
humana que le ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del
mundo viviente hasta el día en que vive, es ponerlo a
nivel de su tiempo para que flote sobre él y no dejarlo
debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote.
Es preparar al hombre para la vida."
José Martí
Pérez.
No se equivocó José Martí al
definir el concepto de Educación con tanta claridad y
trascendencia, y yo diría que educar es algo más
que preparar al hombre para la vida, educar es la vida
misma.
Según la UNESCO la educación está
llamada a devenir cada vez más una empresa que trate de
liberar todas las potencialidades creadoras de la conciencia
humana. En nuestros días centenares de millones de hombres
se encuentran paralizados en dos componentes de su praxis
creadora: la acción y la reflexión. Una
visión deformada del hombre y del universo, la ignorancia,
la violencia y la psicosis colectiva de que son objeto,
desarrolla en ellos una interacción mutuamente destructora
de la acción y reflexión crítica.
¿Cómo resolver este problema?
¿Cómo lograr que el proceso educacional
favorezca a la obtención de nuevos valores espirituales
socialmente significativos?
¿Cómo lograr esa personalidad creadora, o
sea, integral, en la que no se divorcie la mano de la mente, ni
la escuela de la vida?
Por supuesto que todos estamos de acuerdo lo anterior se
logra sencillamente elevando la calidad de la
educación.
Sin embargo existe un bajo nivel de logros en el
aprendizaje, sobre todo en las áreas de Matemáticas
y Ciencias Naturales, una dicotomía entre lo instructivo y
lo educativo y un divorcio entre lo cognitivo y lo afectivo en el
proceso de enseñanza – aprendizaje.
A partir de este análisis surgen otras
interrogantes:
¿Cómo lograr que el estudiante aprenda a
aprender?
¿Cómo lograr formar en el estudiante una
cultura general integral en la que el componente
axiológico adquiera una relevancia de primer
orden?
¿Cómo puede la educación crear los
valores de esa personalidad?
¿Qué acciones y estrategias
didácticas se requieren para que el estudiante sea parte
activa de su propia formación?
¿Pueden formarse estudiantes afectivos con una
cultura ciudadana si los docentes no lo somos?
¿Qué valores debe reflejar el docente en
su actividad pedagógica?
¿Cómo organizar la actividad
pedagógica para que se logren altos índices de
calidad educacional?
¿De qué forma se puede lograr una mejor
relación de la educación con la realidad de la
sociedad?
¿Cómo es posible preparar mejor al
individuo para enfrentar las dificultades que le presenta esa
propia sociedad en que debe desenvolverse?
Las respuestas a las interrogantes anteriores giran en
torno al concepto de Calidad de la Educación.
Y para hablar de calidad de la educación pienso
que es primordial tener una adecuada conceptualización del
término.
TENDENCIAS ACTUALES ACERCA DE LA CALIDAD DE LA
EDUCACIÓN Y SU EVALUACIÓN EN LAS INSTITUCIONES
EDUCATIVAS (Arabel Moráguez Iglesias).
Muchas personas piensan que la evaluación de la
calidad de la educación o calidad de los sistemas
educacionales es una terminología moderna, sin embargo, en
la praxis, no ha sido así.
Para hablar de la calidad de la educación en su
génesis debemos remontarnos a los albores de la humanidad,
ya que la educación siempre estuvo ligada a la necesidad
del hombre de perpetuar sus conocimientos empíricos
transmitidos de padres a hijos y de abuelos a nietos, por lo que
este proceso siempre ha estado presente en la vida del
hombre.
Desde la antigüedad, en China, en la
dinastía Han (206 hasta 188 a.n.e) existían
escuelas y había funcionarios estatales para inspeccionar
las mismas. De igual forma ocurrió en Grecia, India, y se
sabe que los romanos se ocupaban de supervisar las escuelas en la
antigüedad.
En la América precolombina había unas
escuelas para las que iban a ser mujeres del Inca, que se
ocupaban de prepararlas para las labores
domésticas.
Pero si se analiza el porqué de estos
inspectores, censores o la razón de ser de estos
inspectores, censores o "curadores", se comprende que está
determinada por la necesidad de comprobar si lo que se
debía enseñar se hacía bien o no, lo cual
constituyó una forma elemental de evaluación de la
calidad, acorde a los paradigmas de la época.
La Iglesia representó un papel fundamental en la
Edad Media, con una enseñanza orientada hacia sus
intereses religiosos, por lo que para ello empleaba un
funcionario dedicado a inspeccionar sus escuelas.
A lo largo de todos estos siglos se ha vinculado la
evaluación a la aplicación de exámenes, de
lo que existen innumerables referencias en relación con
los exámenes y sus reglamentaciones en las universidades
medievales. A estas normas y reglamentos, que se habían
divulgado entre 1540 y 1599, se incorpora el fundamento
teórico y metodológico del insigne pedagogo Juan
Amos Comenius (1657), a través de su Didáctica
Magna.
En nuestros días, para nadie resulta nuevo
entender la relación entre educación y sociedad;
sin embargo se desconocía en épocas pasadas y esto
se explica porque, las fuerzas que determinan el desarrollo
social son al mismo tiempo las fuerzas motrices del proceso
histórico.
El desarrollo de las fuerzas productivas ha generado el
desarrollo del proceso histórico de la humanidad, por lo
que las raíces del proceso histórico deben
buscarse, en primer término, en el ámbito de la
producción material.
Este desarrollo constante, aparejado a los nuevos
descubrimientos científicos, obligó al hombre a
seguir perfeccionando los sistemas educacionales, como una
necesidad social.
Con La Revolución Francesa (1789-1794), cuando en
Francia se instauró la República, la
educación alcanza una mayor masividad y deja de ser un
privilegio de la Iglesia.
Posteriormente hay un hecho significativo con respecto
al control del sistema educativo en Francia, y es el hecho de
emitirse la Ley Guizot (1833), a través de la cual se
norma toda una serie de parámetros que se controlan en las
escuelas, no sólo desde el punto de vista administrativo,
puramente, sino también de la gestión, el ambiente
escolar, la preparación del docente y, por consiguiente,
el desarrollo o calidad de las clases.
Esta Ley marca un hito en lo que pudiera llamarse el
control de la calidad educacional, porque ella influyó en
otros países entre ellos Cuba, que en 1914 dicta la
Circular 70 (Reglas para la Inspección Pedagógicas
de las Escuelas Públicas de la Nación), que toma
como punto de referencia.
A principio del siglo XIX aparecieron los primeros
indicadores: gastos escolares, tasas de abandono o de
promoción, junto con los primeros test estandarizados de
concepción psicométrica.
Ralph Tyler fue uno de los pioneros en el concepto
moderno de evaluación educativa (1950) que, aunque con un
enfoque conductista, aportó los rasgos que hasta hoy
caracterizan a la evaluación en contenido y
extensión.
A finales de los 80 y durante la década actual se
han aunado esfuerzos por parte de los distintos países,
fundamentalmente desarrollados, a través de instituciones,
centros y organismos, entre otros, para evaluar los sistemas
educativos.
Para evaluar la calidad de la educación en el
mundo se han seguido tres corrientes fundamentales: corriente
eficientista de la calidad, corriente de la pertinencia
social y la corriente integral e integradora de la
calidad.
La primera es la más predominante en la
conceptualización de la calidad de la educación y
considera a ésta referida a la eficiencia del proceso
y/o producto educativo a partir de objetivos
curriculares formulados como actitudes y capacidades
observables.
Para los seguidores de esta corriente, calidad es el
sinónimo de eficiencia, donde el interés
está centrado en la medición del rendimiento y los
factores que influyen en él giran alrededor de los
métodos de enseñanza.
El segundo criterio es la pertinencia social, la
cual parte del supuesto de que la calidad de la
educación está cultural, social y
políticamente condicionada y centra el problema en la
demanda.
De ahí que no sea un modelo universal, ya que no
puede servir a cualquier sociedad en un tiempo
históricamente determinado. Como criterio para evaluar la
calidad considera la Relevancia, y la
Pertinencia.
La tercera corriente o la corriente integral e
integradora de la calidad es la que el autor considera
más ajustada al objetivo del presente libro, debido a que
esta trata de fusionar las dos corrientes anteriores, no
de una forma ecléctica o como una suma de corrientes
sino tomando lo mejor de cada una de ellas: de la
eficientista, porque está caracterizada por el
carácter individualista de la evaluación de la
calidad, que es necesaria porque la apropiación de los
conocimientos de los estudiantes ocurre de forma individual; de
la segunda, por ser ésta de carácter social y
solidaria y porque la educación es un atributo
netamente social y para interés de una sociedad
históricamente determinada.
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN AMÉRICA
LATINA
En América Latina la diversidad y multiplicidad
de experiencias es una constante desde los años setenta:
Chile (desde 1972), a través del PER y SIMCE,
México (1978), a través de los Cursos Comunitarios;
Colombia (1979), mediante el ICOLPE; Perú (1984), con el
PRONE; y Argentina (1994), lo cual indica que todos estos
países están trabajando, desde hace varios
años, en la evaluación de la calidad
educacional.
El primer aspecto acordado en la Declaración de
Quito (1991), por los Ministros de Educación de
América Latina y el Caribe, convocados por la UNESCO en la
IV Reunión de Comité Regional Intergubernamental
del Proyecto Principal de Educación, fue:
"para superar la crisis económica e incorporar
al mundo como protagónicos activos los países de la
región, éstos necesitan robustecer su
integración regional a sus vínculos bilaterales,
invertir prioritariamente en la formación de sus recursos
humanos y fortalecer su cohesión social. Sin
educación de calidad no habrá crecimiento,
equidad, ni democracia. Por esta razón la
educación debe ser objeto de grandes consensos regionales
que garanticen el compromiso de toda la sociedad para la
formación de sus futuras generaciones y la continuidad de
las políticas y programas puestos en marcha para el logro
de estos objetivos" .
Resulta obvio que en esta declaración o acuerdo
hay dos elementos claves para el desarrollo de la
educación en la región: que ésta sea
equitativa y la necesaria evaluación de la calidad de los
sistemas educacionales.
La obra de Martí es muy rica y extensa, por lo
que, por razones obvias, se va a exponer un extracto de lo que
sintetiza el ideario pedagógico martiano, para su
posterior reflexión:
"Educar es depositar en cada hombre toda la obra
humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del
mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a
nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo
debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es
preparar al hombre para la vida"
Resulta evidente que en este pensamiento de nuestro
Apóstol se percibe la profundidad de sus ideas sobre la
educación: la educación para la vida, la cual tiene
amplia vigencia en Colombia: de modo que se debe enseñar
al hombre a que comprenda su época, que sea capaz de ser
dinámico y creativo para que pueda "salir a flote" en la
solución de problemas sociales en que vive.
Martí precisó, también, las
características generales de la educación,
planteó que ésta debía ser obligatoria,
estatal, laica, para todos, conforme con la época,
objetiva, científica, desarrolladora y vinculada al
trabajo.
En esta etapa colonial no existió un mecanismo o
sistemas de indicadores que permitiera evaluar la calidad de la
educación, en específico la eficiencia externa, de
las escuelas.
PRESUPUESTOS TEÓRICOS ACERCA DE LA
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN LOS SISTEMAS EDUCACIONALES:
EVALUACIÓN DE LA EFICIENCIA EXTERNA
Conceptos básicos:
En este epígrafe el autor expondrá sus
reflexiones acerca de las premisas conceptuales y
metodológicas basado en los conceptos de:
educación, evaluación, calidad, calidad de la
educación, los paradigmas o criterios sobre los cuales se
sustentará la propuesta, así como los indicadores
más empleados en la evaluación de la calidad,
definiendo cuáles serán aquellos que el autor
considera "pertinentes" y por qué.
Pero… ¿qué es educación?
¿Qué elementos o factores la condicionan?; es por
ello importante dejar bien definido este concepto, y a partir de
éste analizar cuáles serán los indicadores,
dimensiones y variables más empleados en el ámbito
internacional y nacional, que permitan evaluar la eficiencia
externa de las escuelas.
Definición de
Educación:
Del Diccionario Enciclopédico Hispano- Americano
de Ciencias, Artes, Literatura. Tomo VIII Edit. Montaner y
Simón, plantea:
- EDUCACIÓN (del lat.
Educatîo): f. Acción, o efecto de educar. Crianza,
enseñanza y doctrina que se dan a los niños y a
los jóvenes.
Más adelante plantea la diferencia
semántica entre instrucción y educación, por
lo que dice:
(…) la educación comprende el
perfeccionamiento de las facultades morales, intelectuales y
física del hombre, y la instrucción no es
más que el desarrollo de las facultades intelectuales…,
la educación exige el equilibrio del desarrollo de las
tres facultades y un grado de desenvolvimiento que no es siempre
el mismo, sino que ha de determinarse según la
situación del educado y cuya instrucción sea muy
limitada, y por el contrario, otro muy instruido y cuya
educación sea deficiente, por haber roto el equilibrio
entre su facultad intelectual, física y sobre todo
moral"
En este concepto hay un elemento muy importante y es
buscar un equilibrio entre estos tres aspectos: moral,
intelectual y físico del hombre para hablar,
verdaderamente, de la educación de los jóvenes.
Más tarde se complementará la idea a partir de
otras reflexiones.
En el Diccionario de la Real Lengua Española se
plantea:
- EDUCACIÓN. (Del latín
educatîo, – onis) f. Acción y efecto de
educar// 2. Crianza y doctrina que dan a los niños y
a jóvenes // 3. Cortesía, urbanidad. - EDUCACIONAL. adj. Perteneciente o relativo a
la educación. - EDUCAR. (del latín educâre.) tr.
Dirigir, encaminar, doctrinar // 2. Desarrollar o
perfeccionar las facultades intelectuales y morales del
niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios,
ejemplos.
La segunda definición de la palabra educar es la
que más se aproxima al concepto que sustenta el
Diccionario Enciclopédico Hispano – Americano, pero
apuntando que en esta última no contempla el aspecto
físico, tan importante, debido a que se necesita formar
jóvenes con mentes y cuerpos sanos, de aquí que el
aspecto físico, en el concepto de educación, sea
necesario.
El pedagogo cubano Héctor Valdés define la
educación como el proceso conscientemente organizado,
dirigido y sistematizado sobre la base de una concepción
pedagógica determinada, que se plantea como un objetivo
más general la formación multilateral y
armónica del educando para que se integre a la sociedad en
que vive y la transforme: El núcleo esencial de esa
formación ha de ser la riqueza moral"
De las definiciones analizadas es, precisamente, el que
emite Héctor Valdés la más acertado, ya que
la educación no puede ser un proceso espontáneo;
por el contrario, debe estar organizado, dirigido y sistematizado
sobre la base de una concepción pedagógica
determinada, y no de ninguna otra, cuya finalidad o meta es la
formación multilateral y armónica del
educando.
Así que se considera la amplitud de esta idea
debido a que contempla no sólo el perfeccionamiento de las
facultades morales, intelectuales y físicas del hombre,
sino también la política e
ideológica.
De esta forma, cuando se habla de formación
multilateral y armónica se está expresando la idea
del equilibrio que debe existir en cada uno de estos componentes
de la formación del hombre.
Y por último expresar que esta formación
tiene como núcleo básico o eje esencial la riqueza
moral y debe tener como objetivo: integrarlo a la sociedad en que
vive, para que contribuya a la transformación de
ésta. Esta última reflexión constituye el
pilar fundamental del ideario pedagógico
martiano.
LA EDUCACIÓN ES TODO PROCESO CONSCIENTE,
ORGANIZADO, DIRIGIDO Y SISTEMATIZADO SOBRE LA BASE DE UNA
CONCEPCIÓN PEDAGÓGICA DETERMINADA QUE SE PLANTEA
COMO FIN: LA FORMACIÓN MULTILATERAL Y ARMÓNICA DE
LAS FACULTADES MORALES, INTELECTUALES, FÍSICAS E
IDEOLÓGICAS DEL EDUCANDO, PARA QUE SE INTEGRE A LA
SOCIEDAD EN QUE VIVE Y LA TRANSFORME, CONSTITUYENDO SU
NÚCLEO ESENCIAL: LA RIQUEZA MORAL Y LA
FAMILIA.
Como se aprecia en esta definición, es muy
importante recabar en el papel de la familia y el hogar en la
formación de las nuevas generaciones, ya que de todos es
conocido que un ambiente familiar adecuado, sobre patrones
morales de educación formal basados en el amor y respeto
de todos y cada uno de sus miembros, propicia un clima favorable
para la educación de nuestros hijos en las
escuelas.
CALIDAD Y CALIDAD EDUCACIONAL:
Es importante, antes de definir el concepto de calidad
educacional, dejar definido el de "calidad" en su
concepción general, para luego entrar en la particular; es
decir la "calidad educacional".
Del Diccionario de la Real Academia Española se
define como calidad:
- CALIDAD. (del latín
qualitas-âtis) f. Propiedad o conjunto de propiedades
inherentes a una cosa, que permiten apreciarla como
igual, mejor o peor que las restantes de su
especie.
Por otra parte, Daniel Gallo considera la calidad como
un conjunto de características de la producción y
los servicios que determinan su aptitud para satisfacer los
requisitos exigidos de acuerdo al uso o aplicación
previsto.
O lo que plantea Ruth Rodríguez, como conjunto de
propiedades y características de un producto o servicio
que determinan su aptitud para satisfacer las necesidades
establecidas implícitas.
Pedro Lafourcade considera que es la calidad de ese algo
que permiten apreciarlo como igual, mejor o peor que otras
unidades de su misma especie. Siendo en esencia un concepto
evaluativo averiguar la calidad de ese algo que exige constatar
su naturaleza y luego expresarlo de modo que permita una
comparación.
En todas estas definiciones hay un elemento común
y es que la calidad de algo se refiere a un conjunto de
propiedades o características de ese algo, que permiten
apreciarla.
Pero se sabe que la calidad de algo es un concepto
subjetivo de la realidad objetiva que se evalúa, por
consiguiente, está en función de los paradigmas
imperantes en un momento histórico determinado.
Debido a ello, lo que para nosotros puede constituir hoy
la calidad de algo, quizás mañana (o en un futuro,
posiblemente, no muy lejano) este mismo objeto no presente la
misma calidad, ya que los paradigmas por lo que se evalúa
dicho objeto hayan cambiado.
CALIDAD DE ALGO SE REFIERE AL CONJUNTO DE PROPIEDADES
DE ESE ALGO QUE LO PERMITEN APRECIAR COMO IGUAL, MEJOR O PEOR QUE
OTRAS UNIDADES DE SU MISMA ESPECIE, ACORDE A LOS PARADIGMAS DE LA
SOCIEDAD EN UN MOMENTO HISTÓRICAMENTE DETERMINADO, POR LO
QUE CONSTITUYE, EN ESENCIA, UN CONCEPTO EVALUATIVO: AVERIGUAR LA
CALIDAD DE ALGO EXIGE CONSTATAR SU NATURALEZA, Y LUEGO,
EXPRESARLO DE MODO QUE PERMITA UNA
COMPARACIÓN.
Tomando como sustento la definición anterior de
calidad se analizará la definición de "calidad de
la educación".
Hablar de este tema resulta bastante polémico
debido a que existen diversos criterios al respecto.
De la literatura consultada se observó que
algunos autores conceptúan la calidad de la
educación como multidimensional, otros resaltan su
condición de producto histórico, están los
que la ven desde el ámbito de los factores de calidad, por
sus dimensiones (Schiefelbein, 1970); por lo que se puede
presuponer que una inmensa mayoría de autores han
considerado distintas dimensiones al fenómeno de la
"calidad de la educación".
Existen tres tendencias al abordar este tema: la que
procura discutirla o definirla en forma constitutiva o
conceptual, o lo que es lo mismo, definirla teóricamente;
la segunda, trata de definirla operacionalmente y la tercera
elude definirla.
Cuando se establece una definición de un
concepto, este lleva implícito un conjunto de operaciones
lógicas como son: definir, caracterizar, ejemplificar,
dividir, limitar y generalizar; los cuales permiten conocerlo con
profundidad. Por consiguiente, si no existe la suficiente
claridad acerca de la esencia de la definición del
concepto: "educación de calidad", poco puede
hacerse para diseñar un adecuado sistema que permita
evaluarlo.
Toda educación es portadora de una determinada
calidad, que es inherente al ser del objeto: en
este caso la educación; y esta calidad puede ser mayor o
menor en la medida que sus características se acerquen o
alejen de los paradigmas filosóficos, pedagógicos,
psicológicos y sociológicos que imperen en una
sociedad históricamente concreta.
Además, la educación no sólo debe
posibilitar el dominio de un "saber", sino también
el de un "saber hacer" y "saber ser", que en la
totalidad conforman a un hombre más integral, con un
conjunto de cualidades positivas de la personalidad, que lo
identifiquen con su cultura, creencias, ideología, en fin,
con su identidad nacional.
Es por ello que nos identificamos plenamente con la
primera tendencia: definir la calidad de la
educación:
"CALIDAD DE LA EDUCACIÓN, SE REFIERE A LAS
CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO Y A LOS RESULTADOS DE LA
FORMACIÓN DEL HOMBRE, CONDICIONADOS HISTÓRICA Y
SOCIALMENTE, Y QUE TOMAN UNA EXPRESIÓN CONCRETA A PARTIR
DE LOS PARADIGMAS FILOSÓFICOS, PEDAGÓGICOS,
PSICOLÓGICOS Y SOCIOLÓGICOS IMPERANTES EN LA
SOCIEDAD QUE SE TRATE".
TODA EDUCACIÓN ES PORTADORA DE UNA DETERMINADA
CALIDAD, QUE ES INHERENTE AL SER DEL OBJETO: EN ESTE CASO, EN LA
EDUCACIÓN LA CALIDAD PUEDE SER MAYOR O MENOR EN LA MEDIDA
QUE SUS CARACTERÍSTICAS SE ACERQUEN O ALEJEN DE LOS
PARADIGMAS FILOSÓFICOS, PEDAGÓGICOS,
PSICOLÓGICOS Y SOCIOLÓGICOS QUE IMPEREN EN UNA
SOCIEDAD HISTÓRICAMENTE CONCRETA.
LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD (Arabel
Moráguez Iglesias):
El Diccionario de la Real Academia Española, se
define:
- EVALUACIÓN: (de evaluar) f.
Valuación. - EVALUAR: fijar por cálculo el valor o
el precio de una cosa o de un conjunto de bienes.
De esta definición se considera que para evaluar
hay que fijar un valor, un patrón; pero sería
adecuado analizar lo que plantean algunos especialistas al
respecto.
Existen muchos autores, que al igual que en el concepto
de calidad de la educación no la definen conceptualmente,
sino que la dan funcionalmente.
Otro grupo es el que se ocupa de definirla como el
proceso que permite determinar en qué grado han sido
alcanzados los objetivos educativos propuestos.
Son numerosos los especialistas que en el campo de la
evaluación consideran que se trata de un proceso de
planear, obtener y suministrar información
útil para la toma de decisiones (Stufflebean y
Skinfield, 1987).
Pero en estos criterios se podrá preguntar:
¿Qué es una información útil?
¿Hay información inútil? ¿Lo que es
útil para unos puede ser inútil para otros? Resulta
evidente que con los criterios anteriores quedan brechas que no
permiten adoptar este criterio.
Alejandro Tiana (1996) considera que:
"Una evaluación es un juicio hecho sobre un
dato o conjunto de datos con referencias a determinados valores
de referencia, por lo que la evaluación, si se quiere
considerar como un elemento útil para la política y
la administración de la educación, no puede
apoyarse en prejuicios o posiciones ideológicas. Si
la evaluación implica juicio, éste debe resultar de
observaciones concretas basadas en normas y valores lo más
objetivos posibles"
La Educación es un instrumento del Estado para
formar a las nuevas generaciones con una concepción
política, acorde a los intereses del mismo (función
político-ideológica de la Educación) y
¿cómo es posible que esta evaluación no se
apoye desde posiciones ideológicas? Entonces se puede
preguntar ¿a quiénes y para quiénes se
está educando?
De la bibliografía consultada por el autor acerca
de este concepto se puede afirmar que la mayoría de los
autores plantean como elementos indispensables en el proceso de
evaluar, y con los que el autor se identifica por constituir
estos elementos un sistema bien articulado, que no puede existir
uno sin el otro, y porque lleva implícito el desarrollo
dialéctico sobre la realidad objetiva que se
evalúa.
Estos elementos indispensables son:
- Se emite un juicio de valor.
- Es un sistema de recogida, procesamiento y toma de
decisiones, con el objetivo de transformar. - Se compara con un patrón, acorde a los
paradigmas políticos y sociales de un país,
región, en un momento históricamente
determinado. - La información debe ser objetiva para que
ésta sea válida y fiable.
Por todo ello el autor considera que la
definición de Scriven (1967) es la que más se
ajusta a todas las características anteriores, y
será el concepto que el mismo asumirá entre los
presupuestos teóricos de la propuesta:
"LA EVALUACIÓN CONSISTE EN UN PROCESO
SISTEMÁTICO DE RECOGIDA DE DATOS, INCORPORADO AL SISTEMA
GENERAL DE ACTUACIÓN EDUCATIVA, QUE PERMITE OBTENER
INFORMACIÓN VÁLIDA Y FIABLE PARA FORMAR JUICIOS DE
VALOR ACERCA DE UNA SITUACIÓN. ESTOS JUICIOS, A SU VEZ, SE
UTILIZARÁN EN LA TOMA DE DECISIONES CON OBJETO DE MEJORAR
LA ACTIVIDAD EDUCATIVA VALORADA"
EVALUACIÓN INTERNA Y EXTERNA: FUNCIONES DE
LA EVALUACIÓN:
La evaluación es un medio o una vía
única que permite mejorar y perfeccionar racionalmente las
dificultades presentadas en el proceso o culminación de
las distintas etapas sobre las que se evalúa, permite la
toma de decisiones fundamentadas de datos válidos y
fiables en dos momentos: formativa y sumativa, de cuyos procesos,
ya explicado en el epígrafe anterior, se basan en algunas
funciones las cuales serán objeto de análisis en
este epígrafe. Los dos momentos son:
- La evaluación formativa, que pretende conocer
las dificultades que presenta un proceso
educativo para facilitar la ayuda más
adecuada. - La evaluación sumativa que permite formar
criterios de valor acerca de los productos
terminados, con lo cual es posible darle continuidad o eliminar
determinados elementos del sistema.
Por otro lado, José Luján (1996), Julio
Puente (1996) y otros autores consultados, consideran,
además de las dos anteriores, que la evaluación
puede ser externa e interna, donde:
Evaluación externa:
Es aquella que se hace con la finalidad de rendir cuenta
o la llamada "acountability" de un centro, y se apoya en el
control, en la medida del grado de consecución de los
objetivos propuestos y se centra en los productos obtenidos. Y
es, por lo general, realizada por agentes externos a la identidad
que se evalúa.
Este tipo de evaluación (externa) es necesaria
para una mejora sustancial de la calidad de la enseñanza,
ya que el evaluador externo goza siempre de un punto de vista
privilegiado, ya que su distancia efectiva y su independencia de
criterios respecto del resultado, su amplitud de puntos de
referencias, entre otros, posibilita que sea más objetiva
la evaluación de un objetivo determinado, de un centro
escolar.
Evaluación interna:
Es aquella que se interesa por el funcionamiento del
centro escolar en condiciones normales inmersa en su entorno
específico y que permitan la adopción de medidas
encaminadas a la optimización de la institución
escolar. Esta evaluación es realizada, por lo general, por
un personal no ajeno a la institución escolar
Rosales considera que este tipo de evaluación
(interna) es preferible a la externa; criterio con el que
discrepamos ya que ambos tipos de evaluaciones deben
complementarse.
A partir del análisis de varias
bibliografías consideramos adoptar el criterio emitido por
un colectivo de pedagogos cubanos en el Seminario Nacional para
Dirigentes, Metodólogos… (Febrero, 1984; 1. parte),
donde se plantean las cinco funciones de la evaluación,
que es aplicable a la evaluación institucional o
evaluación del sistema educativo, y que el autor asume
como parte de los presupuestos teóricos de la propuesta,
siendo estas:
Función instructiva.
A través de ésta se puede comprobar el
grado de fijación de los conocimientos y habilidades de
los estudiantes, no sólo como producto sino también
como proceso; aquí se puede apreciar una de las
discrepancias del modelo de Luján Castro referido
anteriormente. Todo lo cual permite hacer las correcciones
necesarias a los errores cometidos, lo que facilita mejorar cada
uno de los componentes de dicho proceso o resultado.
Función educativa.
Permite comprobar cómo cada estudiante, profesor
y cuadro de dirección de un centro cumple con su deber
social: sentido de la responsabilidad, valores humanos,
educativos y políticas, entre otros, lo cual permite
valorar, no sólo los procesos sino también los
resultados en este sentido.
Función
diagnóstica.
Mediante ésta se revelan los logros y
deficiencias del sistema educativo, centro o instancia evaluada,
a través de las técnicas e instrumentos evaluativos
utilizados, no sólo a través del proceso sino
también de los resultados.
Esta función permite, además, realizar
pronósticos, y determinar sobre la base de qué
dirección u objetivo hay que dirigir la acción
educativa – cuando se habla de acción educativa,
ésta lleva implícita la acción instructiva y
educativa propiamente-.
Permite obtener una información cualitativa y
cuantitativa acerca del objeto evaluado que facilite, de una
forma más racional, la introducción o no de las
correcciones necesarias en el sistema de trabajo a lo largo del
proceso o al final de éste.
Función de desarrollo.
El cumplimiento de las tres funciones anteriores
conlleva al perfeccionamiento y desarrollo del sistema, objeto de
la evaluación. Una evaluación es
pedagógicamente adecuada cuando estimula el desarrollo
ulterior de los alumnos, profesores y dirigentes escolares, es
decir, cuando se convierte en un elemento promotor de
éste.
Función de control.
Los resultados de las comprobaciones y evaluaciones
reflejadas en las notas o controles es la que permiten a los
profesores, funcionarios, dirigentes, organismos y entidades
productivas, entre otras, sobre la base de este conocimiento,
hacer un análisis de los resultados que se van obteniendo
en el sistema de enseñanza y educativo.
Por otra parte, estos resultados constituyen elementos
fundamentales en el análisis de programas y planes de
estudio, como parte del continuo perfeccionamiento del sistema
educacional (Seminario a Dirigentes, Metodólogos,
1984).
La evaluación de los sistemas educativos es un
sistema que tiene implícitas estas cinco funciones, pero
que éstas no se pueden llevar a cabo de modo intuitivo o
improvisado sino que deben ser planificadas y ejecutadas (tenerse
en cuenta en el plan de supervisión educativa para la
enseñanza) y seguir el siguiente proceso:
- Diseño del plan evaluador (por las
razones antes expuestas). - Recogida y análisis de los
datos. - Valoración y divulgación de las
conclusiones. De manera que cada evaluador, claustro,
comunidad, entidad productiva, conozcan sus potencialidades y
debilidades, entre otras, y tomen conciencia de su papel
protagónico para tomar las decisiones que permita
adecuar o ajustar los planes educativos de forma
desarrolladora.
INDICADORES DE CALIDAD EDUCACIONAL
Internacionalmente se considera a un sistema educacional
de mayor calidad cuando éste lleve implícitos dos
elementos fundamentales: la equidad, o lo que es lo mismo, que
éste sea para todos, y el cumplimiento de los distintos
indicadores que contemplan la calidad de la educación,
como puede ser la efectividad, pertinencia,
eficacia.
Se habla de evaluar la calidad a partir de un
determinado número de indicadores, pero…,
¿qué es un indicador?
Tiana (1996) entiende por indicador un dato o una
información (general, aunque no forzosamente de tipo
estadístico), relativos al sistema educativo o algunos de
sus componentes capaces de revelar algo sobre su funcionamiento o
su salud.
Casanova plantea: "(…) llamamos indicador de
calidad educacional a la descripción de una
situación, factor o componente educativo en su estado
óptimo de funcionamiento."
Luís Campistrous y Celia Rizo, presuponen que
indicador, en el contexto de la investigación educativa,
se utiliza para redefinirse en una variable que indica el valor
de otra; se da por supuesto que los valores de la variable
utilizada como indicador se determinan de una forma más
directa y evidente que la de la otra variable (Campistrous,
1998).
Guerra (2000) considera como indicador de calidad:
"es aquel componente que debe ser considerado para evaluar de
forma objetiva el proceso o el producto de un sistema educativo,
que revela algo de su desempeño y cuyo resultado de
evaluación permite considerar alternativas para
mejorarlo"
En estas definiciones se pueden apreciar claramente los
elementos comunes:
- Que es una información o dato:
estadístico o no. - Que se refiere al sistema educativo (objeto de
estudio) o algunos de sus componentes; es decir, que puede ser
el todo o la parte. - Que deben revelar algo acerca de su funcionamiento o
estado; o sea, cómo marcha o cómo
concluye.
Del concepto de Tiana se puede apreciar que éste
no especifica el tipo de evaluación: proceso o producto,
que sí lo especifica Guerra (Op. cit.), la que plantea que
deben revelar algo sobre su funcionamiento.
Otra insuficiencia, de la definición de Tiana es
que no le da una dirección a la revelación, que
dice deben tener los indicadores, ya que ésta debe tener
una dirección; que sí lo plantea Guerra, cuando
expresa que: "(…) cuyo resultado de evaluación
permite considerar alternativas para mejorarlo
(…)"
A partir de las definiciones anteriores consideramos
pertinente definir INDICADOR DE CALIDAD
EDUCATIVA:
ES AQUEL COMPONENTE, DATO, O INFORMACIÓN, DE
TIPO ESTADÍSTICO O NO, RELATIVO AL SISTEMA EDUCATIVO O
ALGUNOS DE SUS COMPONENTES EN SU ESTADO ÓPTIMO DE
FUNCIONAMIENTO QUE DEBEN SER CONSIDERADOS PARA EVALUAR DE FORMA
OBJETIVA EL PROCESO Y/O EL PRODUCTO DE UN SISTEMA EDUCATIVO O
COMPONENTE DE ÉL, QUE REVELA ALGO DE SU DESEMPEÑO O
RESULTADO DE CUYA EVALUACIÓN PERMITE CONSIDERAR
ALTERNATIVAS PARA MEJORARLO.
Estos indicadores deben caracterizarse de forma tal que
permitan establecer un patrón para ser comparado y que de
acuerdo con los distintos autores consultados, éstos
deben:
- Establecerse niveles intermedios y bajos para
facilitar la medición. - Partir de la identificación de las prioridades
institucionales (pertinente), entidades educativas, en
estudiantes caso, escuelas politécnicas industriales, a
largo, mediano y corto plazo. Tener en cuenta la
planeación, los recursos financieros, humanos y
materiales. - Un sistema de control y evaluación de las
actividades y demás, que permita retroalimentarse en
todo momento, a fin de tomar alternativas para mejorar el
proceso o el producto (ser objetivas). - Evitar los sesgos personales y efectos de halos para
la selección y diseño de los mismos. - Deben ser claros, precisos y no deben dar lugar a
ambigüedades.
EVALUACIÓN DE LA EFICIENCIA EXTERNA COMO
EVALUACIÓN EXTERNA
La mayoría de los autores consultados plantean la
complejidad y variedad de criterios que existen a la hora de
definir determinados indicadores de calidad, (Soler Fierrez,
1979), (Castro Pimienta, 1996), (Casassús, 1997),
(Lafourcade, 1998), (Valdés, 1998), (Toranzos, 1999b), y
(Luján, 1996ª y 1996b), entre otros. No obstante, lo
complejo y escabroso que resulta establecer definiciones en esta
dirección por ser un concepto no unívoco, el autor
considera pertinente definir la variable eficiencia externa
o impacto educacional que se toma como campo de
acción en este libro.
Del Diccionario de la Real Academia Española se
define:
- EFICIENCIA. (Del lat. Efficientîa): f.
Virtud y facultad para hacer una cosa. - EFICIENCIA: Fil. La eficiencia es el poder
producir efectos (…) - EFICIENTE. (Del lat. Efficîens,
efficîentis): adj. Dícese de la causa que obra y
hace una cosa. - EFICACIA. (Del lat. Efficâcîa): f.
Virtud, actitud, actividad, fuerza y poder para
obrar. - EXTERNO, NA. (Del lat. Externus): adj.
Dícese de lo que obra o se manifiesta a lo
exterior y en comparación o contraposición
con lo interno.
A partir de las definiciones anteriores, si se
reflexiona la acepción del vocablo "eficiencia externa",
se puede presuponer que ésta es la virtud o facultad de
poder producir efectos a lo exterior, o el efecto externo que
produce una cosa.
Por otra parte se define impacto:
- IMPACTO. (Lat. Impactus). M. Choque de un
proyectil en el blanco. //2. Huella que él deja.
(Diccionario Enciclopédico Universal Marín,
1990) - IMPACTO. (Lat. Impactus). M. Choque de un
proyectil en el blanco. //2. Huella que él deja. //3.
Choque violento de un objeto con otro. //4. En el boxeo,
puñetazo. // 5. Figurado. Efecto,
sensación o impresión intensa producida en
alguien o algo como consecuencia de un suceso o acción.
(Diccionario Enciclopédico SALVAT, 1982)
Del análisis de ambos conceptos generales,
resulta obvio que la acepción de esta palabra emitida por
el SALVAT es la que más se puede ajustar al objetivo del
presente trabajo, es decir, que la palabra impacto
será considerada como el efecto, sensación o
impresión intensa producidas en alguien o
algo como consecuencia de un suceso o acción. Pero que su
vez, este concepto se asemeja al concepto de
eficiencia.
Otros autores relacionan la eficiencia externa como la
rentabilidad económica de la educación (De la
Orden, 1986), (Ahumada, 1992), (Pérez Callejas, 1993),
entre otros; por otra parte, otros tantos la ven como un proceso
de entrada y salida en un proyecto educativo, (Briones, 1995),
(Gento Palacio, 1998), (Riaño, 1998).
Al analizar estas concepciones diferentes se pueden ver
dos elementos comunes en las mismas: un proceso de entrada
(input) y salida (output) y establecer una comparación
desde el punto de vista económico, de la rentabilidad del
sistema educativo.
Aquí se parte de los conceptos de eficiencia que
emite el Diccionario de la Real Academia Española y del
concepto de impacto que presupone Guillermo Briones (1995) cuando
plantea que:
"La evaluación del impacto es la que trata de
establecer el logro de los objetivos del programa. Se denomina
también, evaluación de resultados. De esta
evaluación, que casi siempre se acompaña de la
evaluación de procesos, debe distinguirse la
evaluación de efectos entendida como la
determinación de las consecuencias que puede producir un
programa en su población o en el entorno por el hecho de
haber logrado los resultados buscados."
De la definición anterior es importante dejar
claro que la evaluación del impacto, al
igual que la evaluación de la eficiencia
externa es una evaluación de resultados,
acompañada de una evaluación de procesos que
converge en la determinación de consecuencias que puede
producir un sistema educativo en su entorno
social.
Por otra parte Samuel Gento (1998) emite una
valoración desde el punto de vista funcional de la
variable impacto, y expresa: "(…) Los indicadores de
evaluación del impacto pondrán de manifiesto los
efectos que un producto produce en el ámbito de incidencia
de sus resultados. Para llevar a cabo esta estimación
habrá que contar con la opinión de representantes
del entorno físico, social y organizativo del plan
mismo."
Aunque Briones y Gento no dan la definición de
impacto, sí hacen una explicación funcional
de los que ellos entienden como tal, aspecto éste con lo
cual nos identificamos, por las siguientes razones:
- Dejan bien establecido el tipo de evaluación
que contempla la evaluación por
resultados. - No ven a este tipo de evaluación (externa)
como un ente independiente, por el contrario, consideran que
siempre se debe de acompañar de la
evaluación de procesos.
¿Cómo se puede dar la evaluación de
un resultado, si no se sabe cómo, a través de
qué vías y procedimientos, entre otros, se llegan a
determinados resultados?
Este tipo de evaluación se basa en cómo la
determinación de consecuencias, que puede producir un
proyecto educativo en su entorno, desde el punto de vista social,
económico y político, permite arribar a los
resultados buscados.
Estos factores que conforman la evaluación de
la eficiencia externa o impacto constituyen una
unidad dialéctica, ya que no se pueden excluir una de otra
y a su vez cada uno se interrelacionan dialécticamente, lo
que permiten evaluar un proceso o un producto, al concluir una
etapa, período, entre otros. De aquí que se
considere a estos factores como un
sistema.
INDICADORES GENERALIZADOS DE LA
CALIDAD:
- Desarrollo integral de los
estudiantes. - Satisfacción de las necesidades de los
estudiantes. - Acceso al patrimonio cultural.
- Excelencia académica del
profesor.
FUNDAMENTOS DE LA CALIDAD
(UNICEF):
- Rendimiento académico de los
estudiantes. - Participación activa y creadora de los
estudiantes. - Libertad del estudiante en su
trabajo. - Maestría profesional del
docente.
ENFOQUES DE LA CALIDAD:
- Academicista (contenido)
- Tecnocrático (tecnología,
informática, ciencias básicas - Economicista (competitividad para el
empleo) - Humanista (formación
integral)
CONDICIONES SOCIOPSICOPEDAGÓGICAS PARA
ALCANZAR ALTOS NIVELES DE CALIDAD:
- Atención al desarrollo de los niños
desde que la madre esté embarazada. - Atención a la salud infantil en toda
edad. - Preparación de los docentes y de sus
formadores. - Desarrollo cultural de la familia,
preocupación por la preparación de sus hijos y
vínculo con la escuela. - Costumbres de crianza y cuidado, hábitos de
lectura y televisión educativa. - Condiciones de las escuelas, clima, materiales
escolares, horario de clases, labor de los directores de
grupos, trabajo de las organizaciones
estudiantiles.
BASES DEL ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA
EDUCACIÓN:
GERENCIA EDUCATIVA:
Dirección y cumplimiento del fin y los objetivos
de la Educación mediante el liderazgo pedagógico de
un proceso integrador.
DIRECCIÓN DEL APRENDIZAJE:
Remodelación del proceso de enseñanza –
aprendizaje.
DIMENSIONES GERENCIALES DE LA CALIDAD
EDUCACIONAL:
- Condiciones de vida e higiénico
materiales. - Vinculación con la familia y la
comunidad. - Organización escolar.
- Clima.
- Resultados de su gestión
(impacto)
A continuación explicaremos brevemente cada
una de estas dimensiones y los indicadores que las
componen:
CONDICIONES DE VIDA E HIGIÉNICO –
MATERIALES:
- Adecuado estado constructivo y de conservación
de la escuela. - Inexistencia de hacinamiento en las aulas y en otros
locales de la escuela. - Adecuada ventilación e iluminación de
los diferentes locales. - Existencia de agua en las diferentes instalaciones de
la escuela que la requieran. - Adecuadas condiciones higiénicas y de
limpieza. - Cuidado del medio ambiente en la escuela. Iniciativas
en la ornamentación y cuidado de los
jardines. - Existencia del mobiliario necesario y que tenga
condiciones aceptables. - Cuidado de la propiedad social y personal en la
escuela. - Adecuada disciplina. Métodos persuasivos y de
autodirección. - Correcta presencia personal, modales y tono de voz de
docentes y estudiantes. - Existencia de un Proyecto Educativo Institucional
(PEI) coherente e integrador.
VINCULACIÓN CON LA FAMILIA Y LA
COMUNIDAD:
- Incorporación de la familia y las
instituciones socializadoras de la comunidad al proceso
pedagógico, en la planeación y desarrollo de la
vida de la escuela en todas sus dimensiones y en especial en el
trabajo preventivo y comunitario. - Desarrollo de actividades conjuntas que favorezcan el
desarrollo integral de los estudiantes como parte del Proyecto
Educativo Institucional (PEI). - Organización de actividades dentro y fuera de
la escuela para promover el desarrollo cultural de los
estudiantes, de sus familiares y de la comunidad.
ORGANIZACIÓN ESCOLAR:
- Adecuada estructura de dirección con estilos
participativos (adaptabilidad, flexibilidad y
creatividad). - Carácter sistémico del funcionamiento
de los órganos de dirección y
académicos. - Horario adecuado a las características de la
escuela. - Buena asistencia y puntualidad de estudiantes y
trabajadores. - Adecuada utilización de los recursos
materiales, humanos y financieros. - Participación de docentes y estudiantes en la
organización y ejecución de las diferentes
actividades. - Incorporación de las organizaciones
estudiantiles y sindicales a la vida de la
institución. - La existencia de normas que regulan la vida de los
estudiantes y trabajadores en la escuela. - Adecuadas normas de comportamiento y buenas
relaciones interpersonales.
CLIMA:
- Ambiente escolar acorde con las exigencias sociales,
costumbres y tradiciones. - Ambiente de respeto, pero a la vez agradable, de
armonía, distensión y cooperación entre
todos, que genere vivencias de satisfacción, de
motivación, de compromiso y de pertenencia. - Participación en la toma de decisiones,
criterios y puntos de vista sobre las actividades a realizar y
sus resultados.
RESULTADOS DE SU GESTIÓN (IMPACTO): (Arabel
Moráguez Iglesias)
- Resultados de los índices de cobertura,
escolarización, retención escolar, continuidad de
estudios y repitencia. - Resultados de los índices de asistencia
escolar y laboral, puntualidad, promoción, eficiencia
interna y exámenes internos y externos. - Entrega pedagógica integral de los estudiantes
de un grado a otro (empalme didáctico) y su efecto
psicopedagógico. - Grado de instrucción, educación y
desarrollo alcanzado por los estudiantes en función de
los logros (cognoscitivos, procedimentales y actitudinales),
indicadores de logros y estándares básicos
establecidos para cada área del
conocimiento. - Clima psicológico, de trabajo y
colaboración entre los estudiantes y el personal de la
escuela. - Percepción de los estudiantes, docentes, otros
trabajadores y familiares sobre la gestión de la
escuela. - Formación de las competencias básicas
(interpretativa, argumentativa, propositiva), laborales y
ciudadanas. - Reconocimiento en la comunidad de la labor de la
escuela como principal centro promotor de la cultura en su
entorno.
A partir de las reflexiones anteriores, donde se tuvo en
cuenta: las definiciones de eficiencia externa; las
distintas definiciones de impacto, y las
características, desde el punto de vista funcional de esta
variable; la revisión bibliográfica consultada al
respeto, y de nuestra propia praxis, se considera pertinente
definir a la variable eficiencia externa o impacto
educacional como:
LA INCIDENCIA QUE TIENE EL SISTEMA EN OTRO SISTEMA:
ECONÓMICO, CULTURAL, SOCIAL Y POLÍTICO DE FORMA
DESARROLLADORA Y SE SUSTENTA DESDE EL PUNTO DE VISTA FUNCIONAL EN
UN FACTOR BÁSICO: ES UNA EVALUACIÓN DE RESULTADOS,
ESTABLECIDAS POR CINCO DIMENSIONES, PARA LA EDUCACIÓN
TÉCNICA Y PROFESIONAL: EFECTO ACADÉMICO, EFECTO
EDUCATIVO, EFECTO LABORAL, EFECTO SOCIAL Y EFECTO FAMILIAR, PARA
LA DETERMINACIÓN DE EFECTOS Y CONSECUENCIAS QUE PUEDE
PRODUCIR UN PROYECTO EDUCATIVO EN SU ENTORNO.
Esta variable se sustenta por cinco dimensiones para la
Educación Técnica, Tecnológica y
Profesional, siendo éstas:
- Dimensión efecto académico:
logros de los objetivos académicos, que contempla seis
indicadores:
- Indicadores de eficiencia interna (efecto
académico: logros de los objetivos
académicos), que permitirán valorar, a escala
de intervalo, cuál es el grado de comportamiento de cada
uno de los indicadores de eficiencia considerados, siendo
estos: tiempo promedio que requiere la
institución para graduar a un estudiante; por ciento de
retención y de alumnos de una cohorte que
abandonan el sistema; escolaridad media de los alumnos
que abandonan el sistema; tanto por ciento de alumnos
egresados de un nivel que ingresan en el otro; tiempo de
agotamiento de la cohorte; eficiencia interna total
del sistema y eficiencia interna en el tránsito
de una cohorte normal. - Nivel de actualidad técnica o
tecnológica de los estudiantes, que permitirá
valorar cuál es el grado de preparación
técnica y tecnológica de los estudiantes de las
escuelas politécnicas. - Nivel de desarrollo de habilidades
profesionales, que considerará valorar el grado de
desarrollo de habilidades profesionales de los
estudiantes. - Capacidad de solución ante los problemas
técnicos y tecnológicos, así como el nivel
de creatividad, se podrá valorar el grado de
solución de problemas técnicos y
tecnológicos, así como el grado de creatividad de
los estudiantes. - Nivel de profesionalidad alcanzado por los
estudiantes, que permitirá valorar el grado que
asume teórica y prácticamente la necesidad de
resolver los problemas con calidad y ahorro de
recursos. - Nivel de actualización política,
donde se debe valorar el grado de preparación
política e ideológica que tienen los estudiantes
manifestados en sus normas de conducta y
planteamientos.
- Dimensión efecto educativo, que
contemplan diez indicadores:
- Nivel cultural alcanzado por los estudiantes.
Donde se considere a un técnico o profesional que
manifieste, en su quehacer laboral y personal, adecuados rasgos
de sensibilidad ante la cultura en sus distintas
manifestaciones. Pero además, que en esta cultura
esté implícito un sentimiento ante la
protección del medio ambiente, que le permita la
búsqueda de soluciones tecnológicas y
alternativas que no agredan o afecten al ecosistema.
Aquí se debe tener en cuenta el nivel de
comprensión que tienen los estudiantes que le permita
leer un material con un nivel adecuado de comprensión,
captando ideas e implicaciones, relacionando lo que se lee con
el contexto no escrito: conocimiento del mundo. - Grado de orientación valorativa positiva
alcanzado hacia las cualidades de la personalidad, adecuados
rasgos de educación formal y formación de
valores, expresados en una conducta deseable de acuerdo al
modelo de profesional que se pretende formar, acorde a las
exigencias sociales del momento.
Hábitos de conducta y modos de convivencia de
valores universales deseables, que para la Educación
Técnica, Tecnológica y Profesional se establecen
priorizar, siendo estos:
- Organizado: cualidad de orden en el espacio,
tiempo, estructura social y en la secuencia de
actividades. - Responsable: persona que cumple en tiempo y
con calidad las misiones, tareas o compromisos y asume las
consecuencias de sus actos. - Respetuoso: forma adecuada de comportarse con
las personas, honrar a los demás. - Colectivista: incorporación al grupo
para realizar conjuntamente las actividades docentes y
laborales con la mayor armonía. - Honesto: la sinceridad, la actuación
sin dobleces, ocultamientos, engaños ni
encubrimientos. - Laborioso: amor al trabajo, demostrado en el
mismo. - Independiente: que obra con
independencia. - Sencillo: llano, cordial, modesto, humilde,
austero
- Dimensión efecto laboral, que considera
cuatro indicadores:
- Autovaloración y valoración de
cómo ha sido el grado de atención de las
entidades productivas hacia los estudiantes que realizan las
prácticas de la carrera y preprofesionales, en este
indicador se valora si la atención de las entidades
productivas en las prácticas de la especialidad y
preprofesionales ha sido la adecuada, atendiendo a:
ubicación apropiada, por especialidad, de cada
estudiante en los puestos de trabajo; asignación de
tareas técnicas y tecnológicas concretas y
mensurables en cada estudiante; asignación de personal
de experiencia para que atiendan (como instructor, en forma de
apadrinamiento) a los estudiantes en cada puesto de
trabajo. - Autovaloración y valoración del
nivel de integración alcanzado entre las escuelas
politécnicas y las entidades productivas,
aquí se valora cómo ha sido el nivel de
coordinación e integración entre las escuelas
politécnicas industriales y las entidades productivas,
atendiendo a: si se establece el plan de producción y/o
servicio para las prácticas de la carrera y las
prácticas preprofesionales a realizar por los
estudiantes, si se controla adecuadamente el trabajo de
éstos por ambas entidades (profesor-instructor), si se
ejecuta y evalúa una tarea integradora para cada
estudiante en dichas prácticas, si se han efectuados
actividades de capacitación entre ambas partes a fin de
lograr un buen nivel de actualización
teórico-práctica entre ambas. - Aporte económico del trabajo realizado en
las prácticas de la especialidad y las prácticas
preprofesionales por los estudiantes, donde se valora
cómo ha sido el aporte económico del trabajo
realizado por los estudiantes en las prácticas de la
especialidad y las preprofesionales, en valores y
especies. - Aporte científico-técnico del
trabajo realizado en las prácticas de la carrera y las
prácticas preprofesionales por los estudiantes,
aquí se tendrá en cuenta si los estudiantes han
presentado trabajos a forum de ciencia y técnica y
piezas de repuesto, o han dado solución a problemas
técnicos y/o tecnológicos que puedan aportar
ahorro de energía, materia prima, protección
ambiental, iniciativas, entre otros.
- Dimensión efecto social, que considera
tres indicadores:
- Criterio de los profesores, organizaciones
políticas y sindicales de las entidades productivas y
los propios estudiantes, acerca del nivel de preparación
técnica, actualización tecnológica y grado
de comportamiento social que tienen de los estudiantes de las
escuelas politécnicas. Donde se debe valorar, por
cada uno de los factores u organizaciones antes mencionados,
cuál es el nivel alcanzado por los estudiantes, acorde a
la preparación técnica, actualización
tecnológica y grado de comportamiento social en la
escuela politécnica evaluada. - Criterio de vecinos, organizaciones
políticas y de masa de la comunidad donde está
enclavada la escuela politécnica. En este indicador
se debe valorar por cada uno de los factores u organizaciones
antes mencionados: el apoyo de la escuela (profesores y
estudiantes) en actividades de la comunidad (recogidas de
materia prima, actividades deportivas, políticas,
culturales y de prestación de servicio, entre otras);
grado de comportamiento social de los estudiantes en la
comunidad; si se considera a la escuela politécnica un
centro de transformación cultural para la
comunidad. - Criterio que tienen los trabajadores, personal
técnico y directivos de las entidades productivas acerca
de la calidad de los egresados de las escuelas
politécnicas. Aquí se debe valorar
cuáles son los criterios que tienen cada uno de los
factores antes mencionados de las entidades productivas, acerca
de la calidad de los técnicos que se gradúan en
las escuelas politécnicas, atendiendo a: desarrollo de
habilidades profesionales, nivel de actualización
tecnológica, nivel cultural, político y de
formación de valores.
- Dimensión efecto familiar, con un
indicador:
- Criterios que tienen, de la escuela
politécnica, los padres y familiares de los estudiantes
de estos centros. Para valorar este indicador se
deberá tener en cuenta: si el centro trabajó en
estrecha colaboración con los padres durante el curso,
si éste ha contribuido positivamente a la
formación de su hijo y si los padres han estado
informados, sistemáticamente, de la situación de
su hijo durante el curso escolar.
CONSIDERACIONES FINALES:
La calidad de la educación responde a la tarea
del educador como agente socializador. Esto quiere decir que el
análisis de la calidad educativa es imposible al margen de
la actividad del maestro y de las investigaciones
pedagógicas, que constaten la labor educacional y
propongan vías para su perfeccionamiento mediante el
diálogo y la participación comunitaria.
La participación es una necesidad
intrínseca del hombre, porque se realiza, se encuentra a
sí mismo; por tanto negársela es impedir que lo
haga. No participar significa dependencia, la aceptación
de valores ajenos, y en el plano educativo implica un modelo
verbalista, enciclopedista y reproductivo, ajeno a lo que hoy
día se demanda.
Las soluciones educativas no deben reducirse al marco de
la escuela sino acceder a la comunidad, a la familia, al mundo
productivo, ya que el carácter de la escuela no
sólo refleja la sociedad en que está inserta sino
que constituye el centro cultural más importante de la
comunidad y un potencial de transformación de la misma y
de elevación de la calidad educativa, para lo cual es
necesario promover un compromiso a nivel de base en lo que
respecta a la responsabilidad profesional del docente.
Esto implica que los métodos de trabajo que
utiliza el docente no deben divorciarse de los
científicos, es decir, debemos asumir una posición
científica en el trabajo por la calidad educacional, no se
debe divorciar la docencia de la investigación, ya que
esto traería un retroceso en el camino del desarrollo
educativo y por tanto de la calidad educacional.
¿Qué debe hacer entonces la escuela, la
familia, la sociedad, la comunidad y el docente para alcanzar
altos índices de calidad educacional?
La interrogante queda planteada de forma
infinita.
Alexander Luis Ortiz Ocaña