El siguiente trabajo,
Cultura, participación social y desarrollo local. Una
propuesta democrática, realizado desde la
temática del desarrollo, en este caso el desarrollo local
sostenible, se basa en dos elementos fundamentales que desde la
perspectiva sociocultural inciden en los procesos de
desarrollo. Hablamos de la cultura, como
organismo capaz de auto desarrollarse y ser propiamente creador y
de la participación como parte fundamental dentro de los
diferentes procesos que suelen darse dentro de lo local y como
empuje en las diferentes actividades con sentido
democrático.
Se tienen en cuenta los procesos alfabetizadores que
pueden realizarse dentro de la población, incluso dando las herramientas
suficientes para ello, es decir de concientización de los
autóctonos con su medio, conocido este como la
relación entre el medio natural, el antrópico y el
medio social.
Dejando atrás nuestras formas de apreciar, a
veces indigentes, las características de muchos
fenómenos que suelen escapar de la cotidianidad social,
podemos adentrarnos en temas diversos pero que a su vez indican
la relación no ambivalente entre variados conceptos o
fenómenos sociales, mucho más luego de los impactos
actuales de la
globalización y los retos históricos que ha
tenido el desarrollo, originando dentro del lenguaje
científico la necesidad de platicar sobre elementos
físicos dentro de las perspectivas de dicha
preocupación universal.
En este caso se sitúa el pensamiento
sobre el espacio, orden delimitatorio dentro de diferentes
regiones y localidades, que han permitido la definición
desde lo social, lo cultural, y lo económico por mencionar
algunos.
Fig.1 limitaciones del espacio local o
regional
De esta simbiosis de elementos que conforman el todo,
sin ser la escueta suma de sus partes, surgen nuevas aristas y
círculos científicos, que para algunos, han
complejizado los modelos de
desarrollo, para otros lo han simplificado, y por último
están los que creen en una nueva fórmula para
lograrlo. Vale mencionar algunos; el desarrollo
humano, el desarrollo local y el desarrollo endógeno,
compuestos cada uno por varias dimensiones entre las que se
repiten las referidas a la participación y las de orden
cultural, por supuesto, sin obviar lo económico y lo
social , pero nos centraremos en las dos primeras como principios para
un desarrollo democrático.
Primeramente se define el desarrollo local como
reconstrucción de los diferentes actores sociales en
distintos escenarios y esto implica un proceso de
aprendizaje y
socialización y de internalizacion de
errores en nuestros patrones de conducta,
procesos culturales y demás.
El Desarrollo Local puede definirse también como
un proceso de organización de un territorio, resultado
del esfuerzo de concertación y planificación realizado por la fusión de
los actores locales, con el fin de desarrollar los recursos
humanos y materiales de
un territorio específico, manteniendo una negociación o diálogo
con los centros de decisión económicos, sociales y
políticos en donde se integran y de los que
dependen.
Este enfoque pretende contribuir al progreso continuo de
la comunidad
teniendo en cuenta equidad social
y territorial, acortando las distancias entre las áreas
económicamente fuertes y las áreas desfavorecidas,
reduciendo las disparidades regionales y territoriales. Para
lograr estos objetivos debe
tenerse en cuenta el estudio de los siguientes ejes
locales:
Ejes del desarrollo local
- eje cultural
- eje ambiental
- eje social
- eje político
- eje género
- eje económico
En el caso del Desarrollo endógeno, muchas veces
este concepto aparece
relacionado con la teoría
del crecimiento endógeno, pero el primero además
del crecimiento de la producción considera las dimensiones
medioambientales y sociales del desarrollo, adoptando una
visión territorial y entendiendo que las formas en que nos
organicemos, los sistemas de
relaciones que existan y la dinámica de aprendizaje que se tenga
serán factores que pueden impulsar la dinámica de
la economía,
teniendo una visión compleja sobre los procesos de
acumulación del capital,
permitiendo la participación social para la
definición y el control de las
acciones.
Existe una pequeña historia sobre un maestro y
su discípulo los cuales en su travesía descubrieron
la existencia de una familia muy pobre
en un lugar deprimido social, ecológico, cultural y
económicamente. Este era un lugar, donde no
existían posibilidades de trabajo, ni puntos de comercio.
Esta familia vivía solo con una vaca de la cual
vendían parte de la leche y de la
otra parte, producían algunos alimentos
lácteos. ¿Cuál fue entonces
la decisión del maestro? Muy fácil, lanzar la vaca
por un barranco, su discípulo quedó asombrado pero
al final ejecutó dicha acción.
Años después en una nueva visita
encontraron un territorio ecológica, económica y
socialmente desarrollado. ¿Qué sucedió
entonces?
Pues las circunstancias , sus estados carenciales,
obligaron a las personas a salir de la dependencia de la vaca y
descubrir en colectivo las habilidades que reunía cada uno
para alcanzar el éxito,
es decir tuvieron que salir del cerrado mundo de la vaquita y se
fijaron en el mundo local que les rodeaba, acción que se
debe aplicar también en el sentido del desarrollo
local
Por tanto, influye en este sentido el estado
carencial. Necesidad de conocer primeramente la relación
sujeto-entorno y su proceso actual dentro del marco
social-cultural que infringe las fronteras de las ciencias para
desdibujarlas en un solo ente, lo sociocultural.
Para ello debe partirse del conocimiento
de sí mismo y del otro o lo otro, es decir, como estuviera
escrito en Delfos, templo de Apolo, "conocete a ti mismo", luego
conoceremos tus relaciones con el mundo, así, se permite
llegar (participando hacia nosotros mismos y con los otros) a lo
que significa el desarrollo.
La simbología de ambas palabras o conceptos
conforman una idea: lo abstracto, llevada a lo físico; lo
material, para conocer las características que puede
cumplir un objeto o acción, se infiere de por sí un
incremento activo de nuestro saber intelectual, que permita
analizar holísticamante la relación
inequívoca de las dos dimensiones desde la nueva
perspectiva compléjica que deviene de las cambiantes y
emergentes formas de relación, sean sociales o
económicas, exigiendo por más la sabia intelectual
necesaria que permita disertar sobre los conceptos, no como meros
hechos abstractos, sino como unión eficiente e
irremediable entre la teoría y la práctica, donde
las políticas
culturales constituyen variables de
desarrollo en cualquier sociedad.
Desde cualquier lectura
rápida y muchas veces intencionada a los diferentes
fracasos de los planteamientos desarrollistas de los años
sesenta, es posible comprobar que el discurso
político y el discurso económico se vieron
hegemonizados por los discursos
cortoplacistas, desde la perspectiva ultraliberal, que
pretendía el desarrollo como variable indiscutible que no
debía enrolarse con los planes de mediano y largo plazo;
por lo que es importante que no solo en economía sino
también en cultura y en política se vuelva a
hablar de desarrollo y mucho más que se incluyan la
cultura y las políticas culturales como variables
imprescindibles para el mismo.
Retomando el significado de cultura, resulta
indiscutible, en primer termino, que la misma es expresión
de la memoria y
del imaginario colectivo de los pueblos, es la creación
política, ideológica, y material en un
espacio-tiempo
determinado, que como organismo (adaptando el termino
biológico) crece, se desarrolla, y aunque envejece no lo
hace en el sentido del deterioro (en su sentido ideal y fuera de
influencias neoliberales homogeneisantes), sino en el sentido del
enriquecimiento, del mismo modo que lo logra la biodiversidad,
es decir, la gran variedad de formas orgánicas surgidas a
través de millones de años , indispensable para la
supervivencia de los ecosistemas
naturales.
Los ecosistemas culturales, compuestos en su vejez por un
complejo mosaico de culturas, necesita y debe mantener la
diversidad para preservar su identidad en
beneficio de las próximas generaciones, aún mas en
estos difíciles tiempos de escapes, desapariciones
identitarias y crisis
económicas, pues la sangre y el
suelo,
memoria y
habitad de los grupos
sociales, comunidades o naciones deben de mantenerse en pos
de ser utilizados, no reciclados, para permitir un desarrollo
económico y social.
Por tanto podemos resumirá la cultura como
conjunto de valores
materiales y espirituales creados y que se crean por la humanidad
en el proceso de la práctica sociohistórica y
caracterizan la etapa históricamente alcanzada en el
desarrollo de la sociedad… la cultura es un fenómeno
histórico que se desarrolla en dependencia de la
sustitución de las formaciones socioeconómicas
lo cual no se contradice con el actual concepto promulgado por la
UNESCO:
Conjuntos de los rasgos distintivos, espirituales y
materiales, intelectuales
y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social.
Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos
de vida, los derechos fundamentales del
ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las
creencias.
Por su parte la palabra desarrollo ha implicado en su
proceso histórico una serie de erróneas teorías
y desavenencias entre diferentes investigadores para imponer, a
su criterio, cual es la mejor y más necesaria vía
para el desarrollo en los países
subdesarrollados.
Diferentes planteamientos desarrollistas surgieron sin
dar solución a los diferentes problemas
sociales, persiguiendo un fin netamente económico,
entre ellos:
El modelo
neoclásico estructural y la teoría de
Lewis.
La teoría del crecimiento por etapas con los
consiguientes modelos de W.W. Rostog, Harold y Domany.
Las teorías neoliberales junto a su contraparte
el modelo neoestructural y otras que debieran mencionarse
también dentro de la historia económica
universal.
Se puede concebir el termino de desarrollo
como:
- Fase de la evolución de un país,
caracterizado por el aumento de la renta nacional por
habitante - Mejora cualitativa y durable de una economía y
de su funcionamiento… proceso en el que el tamaño y
crecimiento de población y los modos de vida
están acorde con la posibilidad de
producción.
En el caso de Cuba, el
término cultura, que en su sentido literal significa
cultivo, procedimiento y
resultados de la actividad humana y los valores
creados por ella, divididos en materiales y espirituales, donde
la presencia de diversas culturas en la conformación
del ser nacional ha ayudado muchísimo, porque nos hemos
anticipado a una de las cuestiones principales de nuestro tiempo,
que es el drama de la interculturalidad, que es el drama de la
coexistencia armoniosa de los aportes, y eso, a veces, se logra
sólo con la consanguinidad. Defendiendo que nuestro
mestizaje no viene sólo de la sangre, sino también
de la cultura, porque la sangre llama, pero la cultura
determina.
Se vincula la adquisición por el individuo de
conocimientos y experiencias en uno u otro campo de actividad, la
asimilación y aceptación de un sistema de
valores y la elaboración de ciertas normas de
conductas tridas con el proceso revolucionario en la
búsqueda de un hombre nuevo,
más culto y preparado para la vida y sus retos.
Pues la educación y la
instrucción del individuo consisten en darle a conocer la
cultura existente ( aunque no a todos llega con la misma fuerza) e
inculcarle los conocimientos, aptitudes y hábitos
acumulados por la sociedad, las herramientas para elaborar su
propio futuro, etc, pues la educación y la
instrucción pública, y también su
desarrollo, son un índice importante del nivel cultural de
la sociedad de que se trate.
Según V. kelle y M Kovalzon ..la cultura no es
un fenómeno social especial que se pueda desglosar de
entre los que constituyen el sistema social. No cabe pensar que,
además de las esferas, técnica, material, social,
económica y espiritual de la vida de la sociedad, existe
otra, la de la cultura, distinta de aquellas, o que es posible la
existencia de alguna esfera de la vida social sin la existencia
de la cultura…la cultura es la característica
sintética de la socialización del individuo, la
definición del nivel del desarrollo individual del
hombre, que se
refleja en su modo de pensar y actuar,… es por ello
que la diversidad espacial de la sociedad-, debido a la
existencia simultanea de comunidades humanas; su desarrollo; la
diferenciación interna, ligada a la división del
trabajo cada vez más compleja, la existencia de distintas
esferas de actividad y de intereses de grupos opuestos,
etc-se expresa dentro de la cultura, por lo que se evoca a otro
elemento necesario, ser tolerantes:
no se trata del discurso de la tolerancia,
porque es limitado, el discurso debe ser el de la plena
aceptación de las diferencias; no debemos aspirar a ser
tolerados, nuestro anhelo será ser amados, que es la
dimensión más humana.
La cultura socialista y en este caso la cubana, se basa
en la lucha de resistencia por
la asimilación y reelaboración de las conquistas
más importantes del pensamiento humano y de la cultura de
las épocas pasadas, para evitar el peligro posmodernista
que en ese cuestionamiento de todo, en esa renuncia del pasado,
se pierde entonces lo que da sentido a la vida pasada, presente,
y en los proyectos futuros
que sobre ella se erigen pues como afirma Leopoldo Zea:
"Cultura viene de cultivo, de cultivar, esto es, dar sentido
al pasado y en el presente preparar el futuro de los hombres y
los pueblos a través de la educación y la cultivan
sus anhelos, esperanzas y proyectos".. ya que es la cultura
en última instancia la que permite al desarrollo la
verdadera finalidad que el mismo pueda tener.
Participación
, la palabra correcta.
Hasta hace pocos años la participación
comunitaria en el desarrollo económico y social era un
tema altamente polémico, objeto de fuertes controversias,
fácilmente susceptible de rápidos etiquetamientos
ideológicos. Una de sus descalificaciones más
frecuentes era considerarla integrante del reino de las
«utopías» sin sentido de realidad.
Actualmente se está transformando en un nuevo
consenso. Gran parte de los organismos internacionales de mayor
peso están adoptando la participación como estrategia de
acción en sus declaraciones, proyectos, e incluso en
diversos casos están institucionalizándola como
política oficial.
Entre ellos, el Banco Mundial
publicó en 1996 un libro
«maestro» sobre participación. Señala
que presenta «la nueva dirección que el Banco está
tomando en apoyo de la participación», y resalta que
«la gente afectada por intervenciones para el desarrollo
debe ser incluida en los procesos de
decisión».
Ya desde años anteriores el sistema de las
Naciones Unidas
había integrado la promoción de la participación como
un eje de sus programas de
cooperación técnica en el campo económico y
social. Los informes sobre
Desarrollo Humano que viene publicando desde 1990 y que examinan
problemas
sociales fundamentales del planeta, indican en todos los casos a
la participación como una estrategia imprescindible en el
abordaje de los mismos.
Una participación social amplia implica los
siguientes aspectos:
- la incorporación de la población en la
discusión, decisión, sostenimiento,
realización y control de los proyectos para el
desarrollo local, especialmente en aquellos en los que, como
segmento específico, se encuentren más
directamente implicados. - la incorporación de los pobladores locales en
la definición de sus gobiernos locales y en su
fiscalización; y (c) la realización de estos
procesos de manera organizada, o crecientemente organizada, sin
implicar desgastes organizacionales ni disipación de
capital social.
Pero asimismo, esta participación debe sujetarse
a principios democráticos que incluyan a las
minorías, es decir, a procedimientos de
participación que garanticen que las opiniones
mayoritarias no "sometan" a las minorías ni se impongan
sobre ellas.
La tolerancia es un concepto que quedaría corto
en esta perspectiva, en la medida en que no se trataría de
ser tolerante con las opiniones minoritarias sino de incluirlas
en un procedimiento que las integre de manera sistemática
en los proyectos, como mecanismos sinérgicos de
mejoramiento semejante a la retroalimentación.
Participar es un concepto complejo y dinámico que
remite más a un proceso que a un estado o a una
meta. Por lo que podría hablarse de niveles de
participación. Pero también la participación
puede ser un medio para una meta, lo cual incluye la
formación de lideres en un proceso participativo
más complejo que la propia decisión de participar,
es decir, se habla en este caso de la autogestión del
gobierno, pues la
participación puede o es un medio para mejorar y agilizar
la eficacia de un
proyecto, y es
un fin en si mismo en cuanto fortalece la autoestima de
la población , al proporcionarles un control sobre los
eventos del
contexto donde se desenvuelve.
Este tema ligado a la formación de lideres y la
autogestión del gobierno ocupa un lugar relevante en las
ciencias
sociales actualmente, buscando una relación estado
– sociedad diferente, donde el individuo deje de ser objeto
para trocarse en sujeto, imprimiendo nuevos horizontes sobre como
construir sociedades
democráticas.
En momentos de crisis, cuando se decreta la muerte de
las ideologías, el fin de la historia y solo las leyes del
mercado se
ofrecen como la única opción para alcanzar el
desarrollo, el tema que nos toca ha venido ha convertirse en una
propuesta que posibilita el desarrollo endógeno, en tanto
`proceso de transformación y apropiación
autónoma del entorno y la sociedad que se deriva como
resultado de enfrentar y resolver sus contradicciones y conflictos, a
través de la intervención consciente de los lideres
y el resto de la población en el proceso de
autogestión del gobierno.
Según Rayza Portal Moreno y Milena Recio Silva,
la génesis de estos procesos son por lo general
problemas sociales que afectan directamente a un grupo de
personas quienes deciden resolverlos bajo su cuenta y riesgo. son la
expresión de grupos y movimientos surgidos por la
inminencia de la necesidad sin el lastre y la inercia de la
burocracia.
Por tanto podemos decir que la participación
es:
un proceso activo encaminado a transformar las
relaciones de poder y tiene
como intención estratégica incrementar y
redistribuir las oportunidades de los actores sociales de tomar
parte en los procesos de toma de
decisiones.
La participación es un ejercicio que brinde a
los medios de
intervenir en el desarrollo y permite ir creando espacios, para
influir en las decisiones que afectan la vida. La base
orgánica para lograrla son las agrupaciones humanas que
incluyen formas con diferentes niveles de estructuración ,
ellas suponen una necesidad y una voluntad comunes formalizadas
para alcanzar un propósito, conducirse ase mismas, y sobre
todo, relacionarse con los de afuera y lograr los beneficios.
Allí se despliegan de manera orgánica,
tácticas y estrategias que
conducen a la solución. Se toman decisiones y se generan
actividades. Se establecen normas y se conjugan intereses y las
personas se ubican frente a frente relacionándose
mutuamente.
En nuestro país los procesos participativos, mas
que en lo local, han tenido siempre una preocupación de
masa, es decir, una preocupación a la participación
masiva, básicamente dirigidas hacia experiencias y
acciones políticas, hablamos de marchas, organizaciones
políticas y de masas como los Comité de Defensa,
Federación de Mujeres Cubanas , la UJC, OPJM, entre
otras.
Sin embargo al filo del nuevo milenio, Cuba se enfrenta
a múltiples retos, después de remontar los momentos
más críticos del periodo especial , nuevos eventos
en lo nacional e internacional, y en lo económico y
político, anticipan las dificultades y posibilidades para
nuevos derroteros de desarrollo
sostenible y de progreso social , como cursos alternativos
del proyecto revolucionario del 59. Todo esto en el contexto de
esquemas conceptuales neoliberales, de relaciones de fuerza y
políticas hegemónicas por parte de poderosos
países e instituciones
internacionales.
Múltiples son las consecuencias
traumáticas en todos los planos de la vida social, de la
crisis de los 90. Continuidad y ruptura han estado en el centro
de las vivencias, la experiencia y la acción de
supervivencia en estos años. Nuevas representaciones
colectivas de diferente signo han surgido en el seno de la
sociedad cubana; nuevas relaciones- unas positivas y otras, a
veces distorsionadoras y limitantes del desarrollo
económico y social- como consecuencia de las situaciones
cotidianas creadas o de la parcialidad de algunas
políticas. De igual manera de una concepción
socioeconómica oficial se ha impuesto por la
necesidad, una subjetividad social emergente, con rasgos propios
del momento, caracterizando la situación cubana, pues el
deterioro de las condiciones materiales y espirituales de vida
que el período especial, implicó, ha provocado la
formación de direcciones espontáneas de
comportamientos sociales de supervivencia que expresan
importantes replanteamientos de proyectos de vida personales,
familiares y grupales.
Esta situación de los noventa permitió una
apertura dentro del modelo centralizado, transformándose
el escenario base local de manera significativa,
renovándose estructuras,
apareciendo nuevos actores sociales, y la transformación
de varias estructuras de las que emergieron los consejos
populares, promoviendo otras expectativas como modos de acercarse
el gobierno y el ciudadano común , espacio para el
debate entre
trabajo local – planificación
–economía- desarrollo local comunitario y su
necesidad de concepción como espacio de
transformación y proyección participativa de
actores locales desde lo social , lo económico, y lo
cultural, integrando la mayor cantidad y diversidad de actores
para la creación de procesos integrales de
cambio que se
dirijan hacia la elevación de la calidad de
vida local.
Sin embargo, la propia complejidad económica y
sociocultural que vive el país ha procedido como elemento
químico inhibidor o no catalizador del proceso en muchos
casos donde las prioridades de los consejos han sido dirigidas
hacia otras direcciones que no tienen en cuenta "participar"
desde el sentido del desarrollo, desde la propia concientizacion
de la población para lleva a cabo procesos
locales.
Cuando se plantea que el desarrollo local es un proceso
participativo, se plantea que los gobiernos locales están
dispuestos a emprenderlo y para ello deben ser capaces de
diagnosticar de manera participativa las necesidades relevantes
que existan en su territorio, diseñando junto a los
actores sociales una planificación
estratégica que contenga planes
táctico-operativos, y proponga políticas de
desarrollo, identificando los recursos humanos
existentes y aprovechando de manera racional el resto de los
recursos fundamentando la educación, los valores
éticos y culturales autóctonos.
La sociedad se presenta ante la visión mental del
hombre como una red de fenómenos,
acontecimientos y procesos concatenados. Es una parte del mundo,
que obedece la acción de sus propias leyes internas, pero
inseparable de la naturaleza,
hallándose en constante interacción con ella y donde el proceso
amerita la existencia de un núcleo de relaciones sociales,
materiales e ideológicas, en que las últimas
constituyen la superestructura de las primeras formadas al margen
de la voluntad y de la conciencia del
hombre, creando actividades dirigidas a asegurar su propia
existencia y donde sobre su espacio, vida material, a partir de
la diversidad de las relaciones sociales y de la actividad de los
hombres , nace la conciencia concebida en ideas, concepciones,
teorías, representaciones , sentidos sociales, etc, y
mediante esta, el hombre ,
los grupos sociales y la sociedad asimilan espiritualmente el
mundo circundante, adquieren conciencia de su propio ser,
individual y colectivo, y resuelven los problemas que se
plantean.
Para este tipo de situación se piensa en la
concientización (entendiendo por concientización al
trabajo de divulgación y extensión de los
conocimientos científicos como una forma de contrarrestar
el efecto negativo que implica el ejercicio de la ignorancia
sobre las potencialidades de desarrollo científico y
económico que encierra la localidad.
En este sentido se necesitan dos tipos de acciones
complementarias: por un lado el trabajo de
difusión y extensión del conocimiento adquirido ya
mencionado. También es necesario dar sustento
físico a la tarea de concientización, mediante una
reconversión local de elementos pasivos (económica
y socialmente hablando), a elementos activos en si
mismos, como dinamizadores microeconómicos. La idea es
buscar la forma de poder generar recursos económicos
lícitos y sustentables en el tiempo, mediante el manejo de
los recursos locales.
Las estrategias y políticas que alientan el
mantenimiento
y acrecentamiento de los recursos culturales deben incluir un
fuerte comportamiento
educacional, participación de la comunidad, directrices de
conservación y códigos de ética. En
la comunidad estas políticas deben arraigarse entre los
principios básicos, ideas y características de una
cultura local en particular y no verse como un producto
rentable:
- Ejecución de programas educacionales en la
localidad para concentrar la atención en el medio
ambiente, con énfasis particular en el entorno
cultural. - Formulación de una estrategia de comunicación para promover una conciencia
del entorno antropológico y cultural. - Promoción de una mayor comprensión del
fenómeno local. Incluir la comprensión de la
importancia de respetar la integridad y autenticidades
culturales, la conservación de los recursos culturales,
y otros, así como la interrelación entre
naturaleza y cultura.
Por lo que se puede decir que una comunidad, sus
individuos y todos sus complejos relacionales a nivel local,
regional, nacional, e internacional, como unidad
dialéctica que vive, renueva y se desarrolla, lo cual
conduce a la orientación de la misma y sus habitantes
hacia objetivos determinados de acuerdo con las mismas
circunstancias que la rodean, es decir, una relación
causa-efecto inalterable pero que puede ser conducida
conscientemente si se aplica de una manera efectiva la
concientización y participación de los pobladores
en el proceso de conocimiento e intervención de la
investigación y esto se debe a que la
unidad de lo histórico y lo lógico se expresa en
que la correlación y la interdependencia de los aspectos
de un todo desarrollado reflejan de modo peculiar la historia del
devenir de ese todo, la historia de la formación de su
estructura
específica, debido principalmente, por que el
resultado contiene dentro de si mismo lo que lo ha provocado, la
situación que lo ha engendrado, pues el proceso
lógico del desarrollo puede corregirse desde lo
histórico, pero esta concepción se realiza en
consonancia con las leyes que dicta el proceso histórico
real.
En un espacio que comprenda la existencia de un sistema
interactivo en el que surjan nuevas comprensiones dentro de un
ambiente de
aprendizaje y autoconcientización, una interacción
mediada por la cultura y lo social, ya que el factor fundamental
es el cambio como motor de
interiorización cultural del sujeto.
El proceso de socialización e
individuación humana exige la incorporación de la
cultura en la que vive, y la cultura es algo que no está
preformado en el individuo, sino que le es ajena. Su
interiorización exige una ruptura con la evolución
biológica, para dar paso a una nueva forma de
evolución, la histórica. Las formas de trabajo, los
estilos de vida, y sobre todo, el lenguaje de
la comunidad tienen que ser incorporados al organismo, para que
este sea además un individuo, es decir, un ser humano y
por lo tanto, incorporado a la sociedad y a la historia.y
para que dicha situación cognitiva se exprese, se parte de
que el marxismo se
configura desde una especial visión antropológica
del trabajo humano.
El hombre ha creado el instrumento, pero su
asimilación transforma su propia naturaleza, ya que
transforma la percepción
del sujeto, su memoria y permite la planificación y
regulación de la acción, haciendo posible la
actividad voluntaria que invita a otro tipo de relación
con el entorno, uno de los elementos buscados con la
investigación que se realiza, debido a que el desarrollo
psicológico no termina al final de la adolescencia,
sino que dura toda la vida, y en cualquier etapa el individuo se
puede encontrar con experiencias que modifiquen o diversifiquen
sus adquisiciones anteriores.
Ya que la unidad de este individuo o grupo social en el
que se encuentre se basa en la propia diversidad de experiencias
y relaciones que son asimiladas, adaptadas o desechadas por el
mismo, o la localidad, para crear su propia personalidad
individual y grupal, donde la unidad se basa o se manifiesta en
la concatenación universal de los fenómenos y los
objetos, en la existencia de regularidades, en su desarrollo
histórico y su transición . Pero ello no significa
que dicha unidad sea homogeneidad, o simple repetición de
los fenómenos, como tampoco la multiplicidad constituye un
obstáculo insuperable para el
conocimiento verdadero de la unidad, en este caso, el poblado
local y su entorno, lo que puede explicarse de la siguiente
manera:
Heráclito de Efeso dijo:
El mundo, unidad del todo, no fue creado por ninguno
de los dioses o los hombres, sino que fue, es y será fuego
eternamente vivo, que se encenderá y se apagará con
regularidad.
El fuego unidad consumidora de oxígeno
y leña o algún otro elemento combustionador, que a
la vez se conforma por diversas lenguas de colores
contrarios, pero en una relación recíproca que
permite la clave para el automovimiento del mismo y la
expansión de las características esenciales de su
unidad, calor y
luz. Por tanto
toda divisibilidad real o no existente a los ojos del ser humano,
tiene necesariamente una determinación unificante o
unificadora en un fenómeno u objeto dado o existente, pues
es la trama infinita de concatenaciones y mutuas influencias, en
la que nada permanece en lo que era, cambia, pero donde siempre
existe la imagen del
conjunto, su materialidad, por que la diversidad es un elemento
necesario del desarrollo, del desdoblamiento dialéctico de
la unidad y esta no existe sin identidad, núcleo
específico y vital del componente grupal y social,
jugando un papel fundamental la participación en el
proceso de conducción del desarrollo
social, aglutinando a todos los diversos factores para la
aplicación gradual de la base popular en estos procesos,
condición necesaria para el avance de un movimiento
estable y progresivo de avance hacia el autogobierno
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