Monografias.com > Administración y Finanzas > Desarrollo Organizacional
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Ponencia: El desarrollo regional de las micro y pequeñas empresas mexicanas




Enviado por gebara



    Resumen:

    Para el ponente, el desarrollo en el territorio nacional
    de estos dos estratos empresariales se visualiza en el contexto
    del federalismo
    fiscal, en
    virtud de que la incidencia del gasto
    público es fuerte en el aprovechamiento del espacio
    asignado para el desarrollo empresarial en cada una de las
    entidades federativas que integran el pacto federal; este enfoque
    metodológico no es fortuito, existen estudios serios que
    ponen de relieve que la
    mayoría de los gobiernos de las entidades federativas
    hacen desarrollo regional en gran parte con los recursos que
    captan de la federación, un ejemplo lo constituye
    Michoacán donde alrededor del 90.0% de los ingresos de su
    hacienda pública provienen de la federación, de
    manera que en general para todo el país, se estima que el
    gran reto es armonizar el crecimiento de las economías
    regionales a través de sus empresas con la
    captación de ingresos que a veces es insuficiente, y sobre
    todo con el gasto público que se haga en infraestructura
    física,
    social y productiva.

    En este contexto es que se propone iniciar este trabajo
    describiendo la evolución que han tenido el federalismo y
    el desarrollo regional, para que una vez conocidas las fortalezas
    y debilidades de ambos, se pueda arribar a una propuesta sobre lo
    que debe ser el federalismo hacendario en apoyo oportuno,
    congruente y eficiente del crecimiento tanto de las
    economías de los estados como de los municipios que los
    conforman, tomando como eje rector el desarrollo de las empresas,
    en particular de las micro y pequeñas, MYPES, por ser las
    que representan el 98.5% del total registrado en el país
    (INEGI,2001).

    Así, empezaremos haciendo un análisis breve del marco jurídico:
    artículos 40, 42, 115 y 124 sobre las reformas que se
    dieron en los artículos 99 y 105 de la carta magna,
    así como su instrumentación en el federalismo fiscal.
    Este basamento normativo constituye la base de la Ley de Coordinación Fiscal, ordenamiento mediante
    el cual se regulan las relaciones fiscales entre los tres
    órdenes de gobierno y la
    distribución de las participaciones y de
    las aportaciones federales para el desarrollo regional del
    país.

    Enseguida se analizará la distribución
    espacial de las MYPES en el territorio nacional, haciendo
    énfasis en su número, en sus características
    y problemas, en
    su dinamismo y relación estructural con los otros
    tamaños de empresa: la
    mediana y gran empresa, así como con los sectores
    económicos en que se encuentran clasificados los bienes y
    servicios que
    aporta al bienestar de la sociedad. Este
    análisis se circunscribirá al periodo 1989-1999, en
    virtud de que el cambio de
    estratificación (INEGI, 2001:11) empresarial ha impedido
    contar con series históricas más grandes para hacer
    estudios económicos sobre su crecimiento y sobre la
    tendencia que podrían tener en el futuro.

    Lo anterior permitirá contar con un diagnóstico cercano a la realidad que
    explicará el porqué de su modesta aportación
    al crecimiento de las grandes variables
    macroeconómicas, así como sobre su potencial de
    apoyo al desarrollo
    económico nacional si se les promueve con programas
    apropiados, oportunos, suficientes y que resuelvan sus grandes
    problemas estructurales. Se hará una pequeña
    evaluación sobre las incidencia en las
    MYPES del Programa de
    Competitividad
    para el Desarrollo Empresarial: 2001-2006.

    Con base en este análisis se estará en
    condiciones de hacer una propuesta sobre el desarrollo regional
    que debe impulsarse en el país a partir de la estrategia que se
    formule para las MYPES, la cual debe ser viable para que
    incrementen su competitividad en la
    globalización de nuestros días, para que se
    conviertan en bastión del desarrollo económico como
    sucede en otros países, en fuente de trabajo permanente y
    bien remunerado, así como en orgullo y no en
    frustración de las personas que las dirigen.

    EL
    DESARROLLO REGIONAL DE LAS MICRO Y PEQUEÑAS EMPRESAS
    MEXICANAS.

    ANTECEDENTES:

    I
    Impacto del Federalismo en el Desarrollo
    Económico

    Los estudiosos de la materia
    indican que la macrocefalia que engendró el Gobierno
    Federal con el centralismo de
    sus acciones
    administrativas, se expresó en el uso desigual del espacio
    en que se realizaron las actividades económicas, las
    cuales se concentraron en unas cuantas regiones, algunas de las
    cuales se especializaron e hicieron competitivas, en tanto que la
    mayor parte del territorio nacional recibió exiguos
    recursos presupuestales, y se descuidó la
    optimización de sus recursos al aplicarse técnicas
    de producción rudimentarias. Esta
    dicotomía dio lugar a un desarrollo económico
    asimétrico, con un crecimiento concentrado que a la postre
    fue insuficiente para enfrentar las crecientes demandas de una
    población que experimentó una
    dinámica de crecimiento
    significativa.

    Esta inadecuada distribución de la actividad
    económica tuvo orígenes en lo que se ha dado en
    llamar "Modelo de
    Crecimiento con Estabilidad", que se caracterizó por
    impulsar el desarrollo económico a partir de una
    prolongada política de
    sustitución de importaciones,
    con la que se pretendía industrializar la economía, haciendo
    que este sector fungiera como la bujía del crecimiento
    económico. Con esta política de
    sustitución de importaciones se esperaba "Lograr una Tasa
    de Crecimiento del PIB elevada y
    sostenida en el largo plazo, mediante la
    concentración de recursos de capital para
    estimular el ahorro privado
    y las inversiones
    internas, utilizando para ello la inversión
    pública
    para impulsar la formación de capital
    privado".

    La promoción de la industrialización
    exigió la protección de la planta productiva
    nacional de la competencia
    extranjera, lo cual se logró con el alto intervencionismo
    del Gobierno en la economía. Con este propósito, de
    1940 a 1970, se fomentó el Desarrollo de Regiones
    identificadas como Polos de Desarrollo, las cuales
    experimentaron la profundización del modo de
    producción capitalista, cuya especialización
    requirió de cuantiosos recursos presupuestales,
    contribuyó a la concentración de las actividades
    económicas y al fracaso del desarrollo económico
    equilibrado espacialmente.


    I.1 El
    Desarrollo Regional

    Como consecuencia de esta política es que
    el Desarrollo Regional se convirtió en el objetivo
    principal de la política
    económica, en virtud de que a través de el se
    consideraba que se lograría la mejor redistribución
    de la población y de las actividades económicas en
    el espacio nacional. En este contexto es que durante ese periodo
    el gasto público se convirtió en el instrumento
    vital para realizar especialmente las acciones del Gobierno
    Federal; con ello el Estado
    interventor pasó a ser ejecutor directo en muchas
    actividades económicas, asumiendo un papel
    protagónico en la evolución de la economía
    al canalizar grandes recursos en infraestructura y en actividades
    productivas que, en su opinión eran prioritarias para el
    Desarrollo Regional.

    El Desarrollo Regional experimentó un cambio de
    matiz en el periodo 1970-1982, en el que se empezaron a
    privilegiar las regiones que contaban con Centros Urbanos
    significativos. Estos últimos desempeñarían
    las funciones de
    promover el desarrollo económico y reordenar los
    asentamientos humanos hacia dentro a través del mejor
    aprovechamiento del territorio nacional.

    En 1978 el sustento de esta estrategia lo constituyeron
    los Planes Nacional de Desarrollo Urbano e Industrial; el primero
    "pretendía guiar a partir de la creación, impulso
    y/o consolidación de las llamadas "Ciudades de Equilibrio",
    cuyo cometido era convertirse en polos de atracción
    de las nuevas actividades industriales y de servicios que
    iniciaran la desconcentración de la Ciudad de México. De
    esta manera, se consideró que el desarrollo de las
    diversas regiones era una urgente necesidad ante el crecimiento
    explosivo y desordenado de las Ciudades y Regiones del
    país, el cual se había caracterizado por su
    polarización: grandes concentraciones urbanas sobre todo
    en el Valle de México y, en contraste, regiones
    semipobladas sumamente dispersas.

    Las acciones de esta política, contenidas en el
    segundo Plan, se
    expresaron en el "otorgamiento de subsidios generalizados al
    ingreso y al consumo de la
    población; la creación masiva de empleos en
    dependencias públicas y entidades paraestatales,
    así como el suministro altamente subsidiado por parte del
    Estado de
    satisfactores tales como alimentos,
    vivienda, agua potable,
    gasolina, electricidad y
    transporte".

    La evaluación hecha en retrospectiva indica que
    estos esfuerzos tuvieron un alcance limitado porque no se contuvo
    la concentración de las actividades económicas, con
    el agravante adicional de que frustraron la Reforma Fiscal que
    era necesaria para aumentar los ingresos tributarios que
    debidamente aplicados, en turno, debían generar un efecto
    multiplicador de la inversión. La consecuencia fue que en lugar
    de incrementar los precios y
    tarifas de los bienes y servicios
    públicos, se recurrió al endeudamiento externo,
    que si bien es cierto que incrementó la capacidad de
    explotación de los recursos petroleros, también lo
    es que hizo inmanejable el endeudamiento con el exterior,
    además que el desempleo
    empezó a mostrar signos
    preocupantes.

    Esta situación demandó que a partir de
    1983, se optara por corregir los excesos ocasionados por el
    fuerte intervencionismo del Estado en la actividad
    económica. Para ello la nueva política
    económica se elaboró a partir de las teorías
    neoliberales que coyunturalmente recomendaban la menor
    participación del Estado de la economía, dejando en
    manos del mercado ajustes
    necesarios para impulsar el desarrollo de los países.
    Estas teorías estaban siendo impulsadas en Inglaterra por
    Margaret Tatcher y, en Estados Unidos,
    por el Presidente R. Reagan.

    Los resultados de su aplicación fue la
    transformación del Estado intervencionista al Estado
    promotor, donde la inversión privada sería
    fomentada para que actuara como el motor de la
    economía. Con este enfoque se gestaron: la apertura de la
    economía mexicana al comercio y la
    inversión internacional, así como la privatización de las empresas paraestatales
    , que redundaron en el aumento del desempleo.

    I.2 El Neoliberalismo
    en el Desarrollo Regional

    Algunos estudiosos del tema opinan que el
    neoliberalismo identificaba la planeación
    con políticas
    excesivamente rígidas y generalizadoras, motivo por el que
    se empezó a abandonar la idea de planificar el Desarrollo
    Regional. Es `por esta razón que el Estado Mexicano
    renunció a ejercer una política regional, entendida
    como la lucha contra las desigualdades regionales introduciendo
    en su lugar, la preferencia por fomentar la identificación
    "de condiciones diferenciales y competitivas entre las
    diversas regiones que conforman aún el estado
    político administrativo".

    Con este enfoque se pretendía la inserción
    competitiva de la economía mexicana en el ámbito
    Internacional, mostrando sus fortalezas regionales para promover
    la inversión
    extranjera en las mismas.

    En este sentido es que durante la
    Administración del Presidente Salinas se indicó
    que la modernización se fincaría en:

     

    La vinculación del desarrollo
    económico en función del mercado externo, para lo
    cual se privilegiaron las exportaciones a fin de que detonaran el
    crecimiento del país, es decir, se hizo
    énfasis en el "crecimiento hacia afuera". Con este
    propósito se fomentó la exportación de las manufacturas con
    respecto a la exportación tradicional basada en
    productos primarios y el
    petróleo.

     

    El reordenamiento territorial y la
    desconcentración económica significan
    encauzar la actividad económica hacia lugares
    óptimos por su disponibilidad de
    recursos.

    Con base en estos postulados en particular los
    del punto anterior, para lograr una rápida
    inserción en el contexto mundial, se empezaron a promover
    las ventajas comparativas del país, a saber: los salarios bajos
    que se pagan a los trabajadores y la vecindad con el mercado
    más grande del mundo, los Estados Unidos. Con ello se
    brindaba a las empresas multinacionales, en particular, la
    plataforma suficiente para descentralizarse y exportar
    competitivamente desde México.

    Al respecto, como señala el Señor Jaime
    Ornelas, "para los aparatos Gubernamentales Mexicanos la
    adecuación de nuevas regiones y el énfasis en ambas
    "ventajas comparativas", resulta esencial para llevar a cabo la
    política de modernización. Desregularización
    en materia ecológica, cambios en la Ley de Inversiones
    Extranjeras, facilidades para el establecimiento de las plantas
    industriales, contención salarial, flexibilización
    de las relaciones
    laborales e inversión en infraestructura, por ejemplo,
    son acciones gubernamentales encaminadas a servir a las empresas
    extranjeras y a la industria
    maquiladora de exportación, que encuentran condiciones
    óptimas de localización en las regiones del norte
    del país, que se han convertido en verdaderos polos de
    atracción para el capital extranjero".

    I.3 Redistribución
    Económica en el Territorio Nacional

    En esta se establecieron nuevas acciones en el proceso de
    ocupación del territorio, que dejo de ser guiado por el
    Gobierno, para obedecer incondicionalmente a las necesidades de
    integración
    económica de la economía mexicana con la
    estadounidense y a la revalorización del capital privado
    como bujía de crecimiento económico y
    social.

    Con lo anterior si históricamente la estructura del
    territorio nacional tenía como único polo ordenador
    a la Ciudad de México, en la actualidad un nuevo polo
    localizado externamente, empieza a ser determinante en la
    reorientación del territorio nacional.

    Así, las nuevas regiones de concentración,
    sobre todo las fronterizas del norte y las costeras, lo son en
    tanto han empezado a concentrar y centralizar la
    producción y el capital y se convierten en polos de
    atracción de la fuerza de
    trabajo, constituyéndose así en ciudades que crecen
    desordenadamente y padecen ya de todas las desventajas de su
    apresurado crecimiento. La población llega hasta estas
    ciudades en flujos continuos que demandan vivienda y servicios
    urbanos que el Gobierno no está dispuesto a otorgar, como
    no sea a partir de su privatización con el
    propósito de elevar las ganancias del Sector
    Privado.

    Estas nuevas regiones de concentración
    capitalistas ofrecen algunas ventajas sobre las regiones de
    concentración tradicional, en tanto que su necesidad de
    desarrollo las hace tratar de ofrecer un mayor número de
    ventajas al capital privado.

    Con ello se flexibilizan las relaciones laborales al
    suprimirse cualquier ventaja laboral y se
    ofrecen infraestructura y servicios urbanos a bajo costo con el fin
    de atraer las inversiones que modernicen la estructura productiva
    de esas regiones.

    En este sentido por ejemplo, las maquiladoras de
    exportación encuentran en la frontera norte
    nuevos espacios de localización que les facilitan el
    acceso al mercado norteamericano.

    Durante la administración de Ernesto Zedillo se
    publicó el Programa para un Nuevo Federalismo:
    1995-2000,
    que pretendió corregir esta tendencia
    concentradora al impulsar la descentralización incidiendo fuertemente en
    el Municipio, mediante: a) la transformación del Sistema Nacional
    de Coordinación Fiscal en un Sistema Nacional de
    Coordinación hacendaría en lo que se refiere al
    ingreso, gasto y deuda
    pública. Fueron sonados los fracasos de las reuniones
    de 1997 y 1999 en este sentido, por lo que no se logró
    mucho. Las recomendaciones de la Cuarta Convención
    Hacendaria dadas a conocer recientemente, agosto del 2004, no
    permiten augurar correcciones sustantivas al crecimiento
    asimétrico de las regiones económicas del
    país. En este contexto surgieron y se desarrollaron las
    micro y pequeñas empresas, MYPES, en el
    país, con las siguientes:

    II.- Principales
    características y problemas de las
    MYPES.

    A. Sobre su constitución, operación y apoyo
    institucional.

    1. Se constituyen con poca
    inversión

    Con base en la investigación
    de campo realizada por el sustentante ( Sánchez
    Barajas/a,b,c,d, 1980,1984, 1997 y 2002) se puede afirmar que una
    de las características de las MYPES es que se constituyen
    con poca inversión, situación que les acarrea
    problemas de competitividad frente a los otros tamaños de
    empresas, motivo por el que invariablemente siempre necesitan la
    asistencia del Estado mexicano. La evidencia obtenida con los
    resultados de esos estudios sobre información primaria, demostraron la
    existencia de una inversión reducida (que generalmente
    proviene de ahorros del propietario o familiares) con respecto a
    otros tamaños de empresas. Lo anterior se corroboró
    con los resultados de otros estudios que se han realizado sobre
    las MYPES, siendo uno de ellos el efectuado por el INEGI/a (
    op.cit. p.11)), los cuales le permitieron a esa
    institución cuantificar los niveles de ventas netas,
    activos fijos y
    el número de trabajadores antes mencionados.

    2. Las MYPES utilizan sencillos procesos
    productivos, de distribución y de comercialización.
    .

    Los resultados a que llegó el sustentante
    mediante la observación comparativa y con las encuestas que
    aplicó periódicamente para conocer los procesos
    productivos, distributivos y de comercialización, indican
    por ejemplo que las MYPES manufactureras utilizan procesos
    de fabricación , maquinaria y equipos que no son
    complejos, y que trabajen en instalaciones con
    características de taller, con pocos empleados y en
    condiciones informales de operación. A similares
    resultados también llegó un estudioso del tema como
    José Octavio Martínez ( 1992: 22).

    En lo que se refiere a las MYPES no
    manufactureras
    , , basta mirar alrededor para darse cuenta que
    operan con métodos
    simples de comercialización o de servicios;
    también, que el dueño del negocio suele
    desempeñar una diversidad de actividades y frecuentemente
    cuenta con la colaboración de los miembros de la familia que
    generalmente no reciben un salario ni
    cuentan con prestaciones
    sociales, situación que irónicamente coadyuva en la
    supervivencia de las MYPES cuando enfrentan adversidades
    económicas.

    3.- Es escasa la investigación sobre el desarrollo de
    mercados de las
    MYPES.

    La investigación de campo reveló (
    Sánchez Barajas/d, 2002: 13) que estas empresas
    manifiesten desconocimiento de aspectos de mercado como los
    siguientes:

    1.No acceden, y si lo hacen es esporádicamente y
    con dificultades, a las redes oficiales que existen
    en el país para difundir la rentabilidad
    de ciertas actividades económicas y productos, como
    tampoco a los programas de fomento institucional en la
    materia.

    2.Las MYPES y sus proveedores
    sostienen relaciones circunstanciales y por ello muchas veces
    informales, situación que repercute en variaciones de
    calidad y
    precios, así como en la falta de compromiso o de
    abastecimiento oportuno como acontece entre las grandes empresas
    y sus proveedores.

    3.La cotización anárquica de servicios,
    equipos de distribución, procesos de fabricación,
    maquinaria y equipos industriales, al igual que de
    distribución, determina esquemas de crédito
    en proveeduría que no se apegan a las
    características financieras de las empresas, lo cual
    genera ausencia de calidad en refacciones y de asistencia para el
    mantenimiento
    oportuno de activos
    fijos.

    4.En muchas actividades se desconoce la existencia de
    procedimientos
    o técnicas innovadoras como consecuencia de la falta de
    recursos para inscribirse en los centros de divulgación
    industrial.

    5.Es una constante la falta de recursos para capacitación tanto de operarios como de
    ejecutivos y de directivos relacionados con los nichos de mercado
    descubiertos o con nuevos productos y servicios.

    6.Entre estos empresarios no existe un monitoreo
    permanente de los mercados, por lo que programan su
    producción y comercialización a corto plazo, con un
    enfoque ofertista derivado muchas veces de su éxito
    circunstancial en el mercado.

    7.No tienen una visión de largo plazo sobre las
    inversiones a realizar para acceder competitivamente a los
    mercados, como tampoco del mantenimiento y reposición
    correspondiente de su "aparato productivo, distributivo y
    comercializador".

    8.No es fuerte ni permanente la colaboración
    entre grandes y pequeñas empresas ( mucho menos con los
    micro negocios ) a
    través de relaciones mutuamente ventajosas para ambas, es
    decir, son incipientes o inexistentes los encadenamientos
    productivos y distributivos ..

    9.Aún no hay convencimiento total sobre el
    porqué sacrificar independencia
    a cambio de una escala de
    producción o de comercialización rentable que surge
    cuando las empresas se asocian, en particular, para trabajar el
    mismo mercado o para contrarrestar los aspectos nocivos que han
    tenido los programas de estabilización sobre el capital y
    el
    trabajo.

    10.La ausencia de alianzas estratégicas o
    relaciones contractuales permanentes entre los tamaños de
    las empresas, constitución jurídica de las mismas y
    del espíritu de complementariedad más que de
    rivalidad, ocasiona que las empresas:

    a) No diferencien oportunamente sus
    productos.

    b) No reduzcan rápidamente sus costos
    fijos.

    c) No accedan a recursos frescos
    oportunamente.

    d) No se adecuen a las señales del mercado
    oportunamente.

    e) No entren y salgan en forma oportuna de ciertas
    ramas económicas con serias fluctuaciones.

    f) No penetren a mercados con productos poco
    conocidos.

    g) No tengan costos compartidos con sus socios
    empresariales.

    h) No se benefician de nichos de mercados para
    productos y servicios diferenciados.

    i) Se benefician poco del intercambio de patentes y
    áreas de mercado.

    j) Sean de escasas sinergias en tecnología.

    k) No tengan acceso a la tecnología de
    punta.

    l) Tengan escasa integración vertical y
    horizontal.

    m) No tengan mejoría en la calidad de sus
    productos.

    n) Superen tardíamente barreras
    comerciales.

    o) Tengan escasa capacidad para disponer de materiales,
    capital, tecnología y mano de obra suficiente y
    adecuada.

    p) No compartan costos de investigación y
    desarrollo.

    q) No incursionan asociadas a los mercados.

    • r)Tengan dificultad para superar las imperfecciones
      del mercado y para beneficiarse de los programas de fomento
      económico.

    Estas características y problemas que expresan
    fortalezas y debilidades, prácticamente se han mantenido
    hasta el presente, en virtud de que la política
    económica no ha cambiado sus directrices: estabilidad con
    apertura comercial, que ha beneficiado a las grandes empresas
    manufactureras, a las grandes cadenas distribuidoras y
    comercializadoras y la importación de artículos (Flores,
    2004:A6).

    4. La normatividad para su promoción y
    consolidación ha sido incompleta e inoportuna
    .

    Es sintomático observar que no ha existido
    secuencia lógica
    ni un enfoque integral en la promulgación de los
    ordenamientos establecidos para el fomento de estos estratos
    empresariales; parece que el gobierno aun no acaba de conocer
    el universo de
    las MYPES con sus características y problemas
    correspondientes, lo cual estuvo justificado al inicio de la
    década de los ochenta cuando se identificó que era
    heterogéneo, amplio y dinámico. Sin embargo, a 20
    años de distancia es inconcebible que ahora no se tenga un
    diagnóstico claro sobre el tipo de unidades
    económicas que constituyen estos segmentos empresariales.
    Sólo así se explica que constantemente estén
    modificando los criterios para determinar los tamaños de
    las empresas y que, por consiguiente, no existan series
    históricas consistentes ( suficientes y detalladas) , y
    que se promuevan acciones de fomento que poco a nada tienen que
    ver con los principales problemas que las aquejan.

    Sin lugar a dudas puede decirse que durante mucho
    tiempo se
    desconoció oficialmente la existencia de los micro
    negocios
    , independientemente del sector económico en
    que operaban, situación que no pudo prolongarse
    indefinidamente ante la alta ponderación que representa el
    número de establecimientos de esta índole (
    más del 95.0%).

    5. Principales problemas de las MYPES.

    La falta de promoción uniforme, es decir,
    discriminación observada por tamaños
    de empresas y de sectores, pone de relieve la existencia de una
    política económica inadecuada y carente de un
    enfoque integral de apoyo a las MYPES. Esto es preocupante porque
    desde 1992 el INEGI publica los resultados de sus encuestas entre
    micronegocios, en las que se describen los principales problemas
    de las mismas, de manera que desde ese entonces se debió
    de legislar oportuna y correctamente y, por consiguiente, de
    aplicarse programas apropiados para resolver sus
    problemas.

    Al analizar los problemas y expectativas de los
    negocios, con base en la información contenida en la
    Encuesta
    Nacional de Micronegocios, ( INEGI/c, 1992:152) se observa que en
    1992, un poco antes de que entrara en vigor el TLCAN, 1994,
    para el 39.3% de los empresarios el problema principal era
    la falta de clientes; le
    seguían en importancia: la competencia excesiva, 20.1% y
    las bajas ganancias, 13.8%; juntos, estos tres problemas
    aquejaban al 73.2% de los negocios. Fue interesante enterarse que
    el financiamiento
    y la ausencia de recursos económicos, no
    constituían serios problemas para los empresarios, ya que
    por ejemplo, la falta de crédito era el principal problema
    apenas para el 3.2% y, la falta de recursos económicos, lo
    era tan sólo para el 7.9% de los negocios.

    O sea que la operación permanente, eficiente y
    rentable de los establecimientos estaban limitados en gran medida
    por la escasa demanda y por
    el gran número de competidores; ambos problemas
    ocasionados por el entorno macro económico no favorable,
    es decir, la falta de clientes era consecuencia de la
    política de estabilización ( bajos salarios ) y la
    competencia excesiva, de la falta de oportunidades de empleo que
    orillaban a las personas a crear su propio negocio: el 18.2% como
    patrones y el 81.8% como personas que trabajaban por su
    cuenta:

    Seis años después, en 1998, con cuatro de
    experiencia en el TLCAN, el número de negocios
    había aumentado a 4,218,568, de los cuales 3,165,164
    dijeron tener problemas de funcionamiento ( INEGI/d, 1998: 140) y
    que, para el 38.9%, de ellos, el problema principal era la falta
    de clientes; el 25.5% comentó que era la competencia
    excesiva y, para el 17.3%, las bajas ganancias, es decir, los
    mismos problemas de 1992 pero en un mayor número de
    negocios: 81.7%. El crédito era el problema principal
    sólo para el 3.8%. Esto último quizás por
    que lo modesto de la inversión en una micro empresa no
    amerita la participación del mercado crediticio en su
    apoyo, al poder hacerla
    el empresario,
    directamente o con la ayuda de familiares o amigos.

    Los resultados de la Encuesta Nacional de Micronegocios
    del año 2002( INEGI/e, 2002:1.34 y 4.2) nuevamente
    corroboraron con información suficiente que los tres
    principales problemas de los micronegocios seguían siendo
    la falta de clientes, la competencia excesiva y las bajas
    ganancias. Estos resultados deben preocupar y orillar a
    investigar porqué desde 1992 se vienen registrando y
    difundiendo estos tres problemas, sin que se hayan instrumentado
    programas adecuados para resolverlos.

    Por otra parte, aún cuando en opinión de
    los empresarios encuestados por el INEGI, el crédito no es
    el principal problema de los micronegocios, es conveniente decir
    que de acuerdo con los resultados de la encuesta que
    trimestralmente realiza el Banco de
    México (Banxico/a, op. cit. P 54 ), estos indican que las
    empresas mexicanas, que deciden solicitar financiamiento, en su
    gran mayoría, no tienen acceso a créditos adecuados en tasa, monto y destino
    a sus problemas críticos. Se informa que el papel de la
    banca comercial
    apenas rebasa el 20% de la composición del financiamiento
    empresarial, y más de una tercera parte de las empresas
    encuestadas consideran que las altas tasas de
    interés son el mayor problema para solicitar un
    crédito. En este contexto es que en la actualidad de
    acuerdo con la encuesta del último trimestre del
    año 2003 (Banxico/b ) la principal fuente de
    financiamiento de las empresas son sus proveedores,
    situación que a su vez limita la capitalización de
    lasa empresas. En efecto, los empresarios encuestados comentaron
    que los proveedores representaron 56.8% de las fuentes de
    crédito disponibles; los bancos
    comerciales, el 20.3% y la banca de fomento, 2.2%. El
    crédito fue utilizado para capital de
    trabajo, reestructuración de pasivos, inversiones y
    operaciones de
    comercio
    exterior, principalmente.

    Los muestreos realizados en el año 2003
    contradicen la propaganda
    oficial de que en ese año se apoyó con recursos
    suficientes y tasas de interés
    bajas la operación eficiente de las MYPES. De poco sirve
    enterarse que las tasas de interés han bajado al 5% si en
    la práctica las que se cobran por adquirir un
    camión de carga oscilan alrededor del 17% y, en el uso del
    crédito para capital de trabajo vía tarjeta de
    crédito el costo financiero es del 36% anual; acceder al
    financiamiento de casas comerciales como ELEKTRA ( Schettino,
    2004) significa pagar tasas de interés del 50% anual,
    nivel muy superior al de la inflación que hace
    difícil su repago en una economía de escaso
    dinamismo.

    Derivado de este análisis se puede concluir que,
    en opinión de los empresarios encuestados, la falta de
    crédito no es el principal problema de las MYPES; sin
    embargo cuando se solicita, éste se obtiene con tasas de
    interés superiores a la que registra la inflación
    anualmente.

    En resumen, se ha privilegiado la derrama crediticia, no
    obstante, ésta como el resto de apoyos que ahora se
    ofrecen, son insuficientes; lo más grave es que no
    están dirigidos a la solución de los principales
    problemas de los micro negocios.

    B. Sobre su efecto en la economía y el
    empleo

    6. Las MYPES son la principal fuente de empleo en
    México.

    Los siguientes tres cuadros resumen presentados a
    continuación son elaboraciones propias derivadas de
    diversos cuadros del Mercado de
    Valores ( 2002), los cuales revelan a "grosso modo " que en
    1999 los sectores industrial, comercial y de servicios, fueron
    los que proporcionaron un poco más del 25.0% (11. 9
    millones de personas ) de las oportunidades de ocupación;
    el resto, alrededor del 75.0% ( 30.0 millones de personas )
    provino de los otros sectores de la economía
    mexicana.

    Al evaluar la importancia de los tres sectores en el
    ámbito del empleo, se detecta por ejemplo que para 1999 el
    sector manufacturero era el que generaba mayor ocupación,
    y que el comercio y los servicios proporcionaban un número
    parecido de plazas de trabajo.

    En los tres sectores se observa que fueron las micro
    empresas, en forma destacada, las que constituyeron la principal
    fuente de ocupación ( 46.0%) en 1994 y en 1999; seguidas
    por las grandes empresas ( 25.0% ) de tal manera que juntas
    dieron ocupación a aproximadamente el 71.0% del total de
    la población ocupada en el periodo.

    Cuadro 1: Personal ocupado
    por sector económico y tamaño de
    empresa,1989

    Sector

    Micro

    Pequeñas

    Medianas

    Grandes

    Total

    Manufacturas

    Datos

    no

    dispo

    nibles

    2,600,000

    Comercio

    1,184,728

    356,966

    350,548

    277,108

    2,169,350

    Servicios

    1,040,564

    198,616

    136,832

    342,798

    1,718,810

    Subtotal

    Datos

    no

    dispo

    nibles

    4,941,231

    Resto

         

    Total

         

    Cuadro 2:Personal ocupado por sector económico y
    tamaño de empresa,1994

    Sector

    Micro

    Pequeñas

    Medianas

    Grandes

    Total

    Manufacturas7

    634,234

    593,744

    497,459

    1,520,605

    3,246,042

    Comercio

    1,915,013

    485,777

    431,789

    380,294

    3,212,873

    Servicios

    1,708,915

    283,683

    214,795

    590,771

    2,798,164

    Subtotal

    4,258,162

    1,363,204

    1,144,043

    2,491,670

    9,257,075

    Resto

         

    Total

         

    Cuadro 3: Personal ocupado por sector económico y
    tamaño de empresa,1999

    Sector

    Micro

    Pequeñas

    Medianas

    Grandes

    Total

    Manufacturas7

    1,079,220

    500,379

    1,178,433

    1,474,290

    4,232,322

    Comercio

    2,199,368

    569,259

    524,677

    491,565

    3,784,869

    Servicios

    2,280,057

    387,131

    273,035

    980,377

    3,920,600

    Subtotal

    5,558,645

    1,456,769

    1,976,145

    2,946,232

    11,937,791

    Resto

         

    Total

         

    Desglosando por fuente de empleo en términos
    relativos para 1999, por sector económico y tamaño
    de empresa, se encontró que dentro del sector
    manufacturero, del 100% de las personas, 25.5% trabajaban en la
    microindustria, 11.8% en la pequeña, 27.8% en la mediana y
    la mayor parte, 34.8%, fueron contratadas por las grandes
    industrias, lo
    cual significa en otras palabras que las MYPES dieron empleo al
    37.4% del total registrado.

    Mucho mayor fue la aportación del sector comercio
    en ese año al empleo, ya que ocupó al 58.1% en los
    micro negocios, al 15.0% en los pequeños, 13.9% en los
    medianos y 13.0% en los grandes. El sector servicios a
    través de las microempresas
    proporcionó el 58.2% de los empleos, por medio de las
    pequeñas empresas el 9.9%; con las medianas, 6.9% y con
    los grandes establecimientos el 25.0% restante.

    Se concluye que aún cuando la microindustria es
    importante como fuente de ingresos en las manufacturas (25.5%),
    es en los sectores comercio (58.1%) y servicios (58.2%) donde se
    manifiesta como la principal fuente de ocupación;
    asimismo, que al considerarla en conjunción con la
    pequeña empresa, corroboran de manera contundente ser la
    solución al desempleo.

    7. Las MYPES han contribuido significativamente al
    desarrollo secto-regional.

    Estas empresas están presentes en todo el
    territorio nacional y en prácticamente todas las
    actividades que integran la economía nacional. Su
    importancia económica espacial y sectorialmente, ante la
    ausencia de otros indicadores, a
    continuación se describe en términos de empleo y
    del número de unidades económicas por entidad
    federativa y sector económico.

    Sector manufacturero

    Para caracterizar dicha contribución de las MYPES
    se parte de los datos del Censo
    de 1999. En este documento se indica que en el país
    existían 344 mil 118 industrias, de las cuales el 95.4%
    eran microempresas, que daban empleo al 25.7%; 2.7 % eran
    pequeñas y daban ocupación al 11.9% del total, de
    manera que juntas las MYPES, representaban al 98.1% de los
    negocios industriales en los que laboraban el 37.6% de los 4
    millones 232, 322 trabajadores registrados en el sector
    manufacturero.

    En las siguientes seis entidades ( INEGI/a, 1999:48) se
    concentraba el 47.6% de las microindustrias: Estado de
    México, 10.1%; Distrito Federal, 8.6%; Puebla, 8.7%;
    Jalisco, 8.0%; Veracruz, 6.2% y Guanajuato 6.1%. En estas mismas
    entidades se localizaba el 57.9% de las micro y pequeñas
    industrias, el 50.0% de las medianas y fortuitamente sólo
    el 35.4% de las grandes industrias. Lo anterior es vivo reflejo
    de la concentración económica que tradicionalmente
    ha existido en el país. Por otra parte, sería de
    esperarse que el número de empresas guardara una estrecha
    relación con el personal ocupado antes descrito por
    entidad federativa, lo cual resultó cierto en el caso del
    Distrito Federal, Estado de México y Jalisco, ya que se
    mantuvieron en el grupo de las
    seis entidades más importantes que daban empleo a
    través de las MYPES; sin embargo Puebla, Veracruz y
    Guanajuato fueron sustituidas por Chihuahua, Nuevo León y
    Baja California , que aun teniendo un menor número de
    unidades productivas, revelaron que éstas generaron
    más empleo, de manera que del total del empleo (100%) que
    daban las microindustrias, el 52.8% lo proporcionaban estas seis
    entidades y del 100% de la ocupación manifestada en las
    pequeñas, el 57.3% de los trabajadores indicó
    residir en estas seis entidades mencionadas.

    Sector comercio

    Al realizar el análisis en función del
    personal ocupado por entidad federativa, el siguiente cuadro
    muestra que en
    1989 estaban registradas 2,169,350 personas como ocupadas en
    actividades de índole comercial; 3,212,873 en 1994 y
    3,784,869 en 1999, dando lugar a una variación porcentual
    del 48.1% en el periodo 1989-1994, de 17.8% en el siguiente
    lustro y de 74.4% de 1989 a 1999. Al no contar con la
    información desglosada por tamaño de empresa para
    el periodo de estudio, sólo se comentará que las
    cinco entidades que proporcionaron más oportunidades de
    empleo fueron:

    Cuadro 4: personal ocupado en las principales entidades
    federativas

    Entidad

    1989

    %

    Entidad

    1994

    %

    Entidad

    1999

    %

    Distrito Federal

    434,862

    20.0

    Distrito Federal

    567,855

    17.7

    Distrito Federal

    589,873

    15.6

    EdoMex

    189,539

    8.7

    EdoMex

    326,188

    10.2

    EdoMex

    409,063

    10,8

    Jalisco

    162,406

    7.5

    Jalisco

    242,668

    7.6

    Jalisco

    290,832

    7.7

    Veracruz

    126,876

    5.8

    Veracruz

    179,622

    5.6

    Nuevo León

    205,979

    5.4

    Nuevo León

    117,142

    5.5

    Nuevo León

    168,705

    5.3

    Veracruz

    201,603

    5.3

    Subtotal

    1,030,825

    47.5

    Subtotal

    1,485,038

    46.2

    Subtotal

    1,697,350

    44.8

    Resto

    1,138,525

    52.5

    Resto

    1,727,835

    53.8

    Resto

    2,087,519

    55.2

    Total

    2,169,350

    100.0

    Total

    3,212,873

    100.0

    Total

    3,784,869

    100.0

    Fuente: elaboración propia con datos del Mercado
    de Valores.
    Estadístico.

    Sector servicios

    El cuadro 5 pone de relieve que dentro de las MYPES en
    1999 destacaban los restaurantes, bares y centros nocturnos, la
    reparación y mantenimiento automotriz, así como,
    afortunadamente, los centros de servicios médicos,
    preferentemente del sector privado. Por otra parte, dichas
    actividades eran desempeñadas en 1989 por 1,718,810
    personas, mismas que aumentaron a 2,798,164 en 1994 y a 3,920,600
    en 1999, lo que representó una variación del 62.8%
    en el periodo 1994/1989 y de 40.1% en el de 1999/1994 y, en la
    década 1999/1989 de 128.1%. Las cinco entidades que
    proporcionaron más empleo fueron:

    Cuadro 5: Empleo por entidad federativa

    Entidad

    1989

    %

    Entidad

    1994

    %

    Entidad

    1999

    %

    Distrito Federal

    438,097

    25.5

    Distrito Federal

    686,456

    24.5

    Distrito Federal

    889,502

    22.7

    Jalisco

    112,280

    6.5

    EdoMex

    218,350

    7.8

    EdoMex

    324,037

    8.2

    EdoMex

    111,149

    6.5

    Jalisco

    190,919

    6.8

    Jalisco

    296,604

    7.6

    Veracruz

    94,866

    5.5

    Nuevo León

    155,295

    5.5

    Nuevo León

    237,055

    6.0

    Nuevo Léon

    93,125

    5.4

    Veracruz

    142,415

    5.2

    Veracruz

    195,392

    5.0

    Subtotal

    849,517

    49.9

    Subtotal

    1,393,435

    49.8

    Subtotal

    1,942,590

    49.5

    Resto

    869,293

    50.1

    Resto

    1,404,729

    50.2

    Resto

    1,978,010

    50.5

    Total

    1,718,810

    100.0

    Total

    2,798,164

    100.0

    Total

    3,920,600

    100.0

    Fuente: Elaboración propia con datos del Mercado
    de Valores.

    Por región económica diremos que los micro
    establecimientos en 1999 se distribuían de la siguiente
    manera: el 36.0% en la Región Centro; 25.6% en la
    Pacífico; 15.6% en la Frontera Norte; 12.2% en la
    Centro-Norte y el 10.6% complementario en la Región
    Golfo.

    C. Las MYPES y el comercio exterior de
    México

    8. Ha sido insignificante su contribución,
    directa o indirecta, al crecimiento de las
    exportaciones.

    La información oficial ( SE, 2003 ) disponible
    que a continuación se presentará, pone de relieve
    la escasa participación de estos estratos empresariales en
    el comercio exterior mexicano. Como se observa a
    continuación, podemos decir que es muy pequeño el
    número de empresas exportadoras importantes; igualmente,
    que las micro empresas no están incluidas, posiblemente
    por que no venden nada al exterior.

    Cuadro 6:Número de empresas de exportación
    y porcentaje de participación

    Tamaño de empresa

    Número de empresas

    %

    Grande

    312

    0.8

    Maquiladoras

    3,436

    8.9

    Pequeña y mediana

    34,700

    90.3

    Total

    48,448

    100.0

    Derivado de los datos anteriores se encontró el
    siguiente contraste: aun cuando las empresas pequeñas y
    medianas representaban el 90.3%, su contribución en la
    constitución de los flujos de ventas externas era modesta,
    ya que lo hacían en la siguiente magnitud
    relativa:

    Cuadro 7:Tamaño de empresa y su porcentaje de
    contribución a las exportaciones

    Tamaño de empresa

    % de contribución

    Grande

    51.8%

    Maquiladoras

    41.5

    Pequeña y mediana

    6.7

    Total

    100.0

      

    Los esfuerzos de penetración de estos estratos
    empresariales en los mercados internacionales contrastan
    grandemente con las estadísticas encontradas en otros
    países, donde participan significativamente con
    porcentajes del siguiente orden:

    Cuadro 8:Análisis comparativo de la
    participación de las PYMES mexicanas
    con la de otros países en las exportación
    .

    País

    % de las PYMES

    México

    6.7

    Canadá

    9.3

    Argentina

    10.0

    EEUU

    31.4

    España

    40.0

    Italia

    40.0

    III.-Lineamientos para
    la desarrollo regional equitativo de las MYPES a partir del
    Sistema Nacional de Coordinación
    Hacendaria.

    1. Puesto que el verdadero problema es la falta de
    recursos y ante los magros resultados de la Convención
    hacendaria, se sugiere iniciar la reforma fiscal
    gradualmente; en una primera etapa incrementar los ingresos
    fiscales con medidas administrativas y coactivas como
    el cumplimiento de obligaciones tributarias, eliminación
    de exenciones no justificadas, establecimiento de programas
    de condonación de adeudos y simplificación de
    trámites entre los contribuyentes. Enseguida modificar
    la Ley de Coordinación Fiscal en Ley de
    Coordinación Hacendaria para manejar de manera
    congruente y conjunta los ingresos fiscales y su complemento
    la deuda pública, para sustentar el gasto, en aras de
    lograr el equilibrio ingreso gasto.

    2.- Esta actualización con enfoque integral
    hará transparente el marco jurídico que norme el
    proceso de redistribución de facultades, funciones,
    responsabilidades y recursos, entre los tres órdenes de
    gobierno. Ello eliminaría la excesiva
    concentración de competencias y
    funciones para que los estados y municipios dejen de ser
    simples receptores de ingresos y espectadores en la
    aplicación del gasto. En otras palabras, para que
    participen en la definición de la política
    económica regional.

    3.- Es urgente la revisión de las fórmulas
    de distribución de las participaciones y aportaciones
    (cuando las tengan). En este contexto se debe de hacer equitativa
    la colaboración administrativa, asignando mayores
    facultades e incentivos
    económicos a las entidades federativas, mejorar la
    capacidad administrativa de los estados y municipios. La
    descentralización del gasto debe hacerse fijando límites
    bien definidos en lo que se refiere al tiempo, actividades y
    participantes. Derivado de lo anterior, es conveniente mejorar el
    perfil de la deuda mediante su calificación por agencias
    prestigiadas, para contratarse en mejores condiciones.

    En la medida que los tres órdenes de Gobierno
    dispongan de más recursos para realizar una gasto
    público efectivo en beneficio de la comunidad,
    estarán en condiciones de fomentar nuevas regiones,
    sectores y tamaños de empresa
    que hoy en
    día no promueve el modelo neoliberal, ya que se basa en el
    eficientismo económico trasnacional más que en el
    desarrollo del ser humano en su hábitat
    territorial.

    Bibliografía:

    1. Martínez, José Octavio. La
      política macroeconómica, reformas y empresas
      pequeñas,
      Micro y pequeña empresa en
      México frente a los retos de la globalización, Editorial Diana, 1992,
      p.22.
    2. Sánchez Barajas, Genaro y otros/a.
      Principales Características y Problemas de la Mediana
      y Pequeña Industria
      , Fondo de Garantía y
      Fomento a la Mediana y Pequeña Industria,
      1980.
    3. Sánchez Barajas, Genaro y otros/b. Serie de
      Estudios sobre la
      Mediana y Pequeña
      Industria,
      Cinco tomos, Fondo de Garantía y
      Fomento a la Mediana y Pequeña Industria,
      1982.
    4. Sánchez Barajas, Genaro y otros/c. La
      Mediana y Pequeña Industria en México
      .
      Nacional Financiera, 1984.
    5. Sánchez Barajas, Genaro/d,e. Competitividad
      de la micro y pequeña empresa en México,

      Facultad de Economía de la UNAM,1997 y2002.
    6. INEGI/a. Censos económicos, micro,
      pequeña, mediana y gran empresa,1999
      , p. 11,20,48 y
      55.
    7. INEGI/b. Metodología de los Censos
      Económicos 1999,
      2000, p. 38.
    8. INEGI/c. Encuesta Nacional de Micronegocios,
      1992 (cuadro IV.2,p. 152).
    9. INEGI/d. Encuesta Nacional de Micronegocios,
      1998 ( cuadro, IV.2, p. 140),
    10. INEGI/e. Encuesta Nacional de Micronegocios,
      2002 ( cuadros 1.34 y 4.2)
    11. INEGI/f. Indicadores de competitividad de la
      economía mexicana
      , 1991.
    12. Nacional Financiera/a. Inserto en el Programa de
      Desarrollo Empresarial, 2001-2006,p.51 .
    13. Nacional Financiera/b. La mediana y pequeña
      industria en México,
      1984,p.198.
    14. Nacional Financiera/c. Estudios de gran
      visión,
      Dirección de investigación y
      desarrollo, 1992.

    Genaro Sánchez Barajas

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter