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Discriminación por género en la escuela




Enviado por dtarazona



    1. Nociones
      previas
    2. Análisis de la
      discriminación por género en la
      escuela
    3. Conclusiones
    4. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    No cabe duda que el género influye profundamente
    en el desarrollo de
    la
    personalidad, sea en el aspecto moral,
    intelectual o afectivo. La influencia del género en la
    persona se da
    desde que ésta establece vínculos con los agentes
    de socialización (Ferrer, 1994).

    Los diferentes espacios donde la persona se desenvuelve
    en su niñez, adolescencia y
    juventud
    sirven como fuente para la interiorización de estereotipos
    de género, el refuerzo a normas de
    conducta y la
    formación de actitudes
    hacia otros géneros que van a contribuir a la construcción psicológica de la
    identidad, la
    cual toma gran parte de su constitución de la identidad de
    género.

    Tanto la identidad de género como la identidad
    sexual suponen situaciones críticas en la adolescencia
    más que en la niñez, sujetándose su
    definición a reforzamientos sociales que dependen de la
    cultura
    preponderante en la sociedad.

    El proceso
    educativo forma parte de la vida de la mayoría de adolescentes,
    y refleja en sus planteamientos el ideal de persona según
    las normas convencidas socialmente. La escuela es un
    espacio de socialización muy influyente en la
    formación de actitudes y en el desarrollo de la personalidad,
    representa el proceso educativo escolar.

    La escuela es el escenario privilegiado del desarrollo
    humano porque permite al niño y a la niña su
    primer contacto con la autonomía, la cual puede retardarse
    por influencia de los padres, profesores, pares y por ellos
    mismos. La escuela reforzará en el niño y la
    niña aquellas conductas socialmente convenidas que
    reflejan la cultura predominante.

    En nuestro país y en otros de Latinoamérica predomina una cultura
    machista que promueve la desigualdad entre hombres y mujeres
    (Fuller, 1998), es por ello que los refuerzos sociales, en cuanto
    al rol de género, se ven muy influidos por esta
    característica. La actividad educativa que muchas organizaciones de
    la sociedad civil y
    el estado
    vienen desarrollando está produciendo un cambio en la
    forma de percibir el rol de la mujer en la
    sociedad, destacándose desde hace varios años que
    el cambio en la percepción
    del rol de la mujer ha
    cuestionado el rol del varón, hablándose de una
    crisis de la
    identidad en el varón (Ortega y cols, 1993); sin embargo
    la desigualdad en cuanto a la educación de la
    niña se mantiene, lo cual se refleja claramente en las
    estadísticas del sector educación, la
    atención prestada a la formación que
    la niña recibe en la escuela es bastante
    superficial.

    El objetivo
    general de este ensayo es
    analizar la situación de desigualdad e inequidad de
    género en la escuela, centrándonos en el
    fenómeno de la discriminación por género, en el
    marco de los derechos sexuales. Creemos
    que este aspecto encierra una problemática psicosocial de
    gran impacto en el proceso educativo escolar.

    No se duda que también se presenta esta
    situación en el proceso educativo no escolar, sin embargo
    las categorías de análisis necesarias para abarcar dicho
    estudio difieren mucho del nuestro. Esto constituiría la
    primera limitación de nuestro trabajo lo
    cual se asume y se toma como un marco referencial.

    La discriminación por género no es
    ajena de otros tipos de discriminación en la escuela, sin
    embargo las relaciones que pudieran darse no serán
    analizadas por requerir un estudio de campo, que se
    llevará a cabo a partir de esta primera revisión
    teórica que pueda justificar la investigación empírica
    respectiva.

    Los objetivos
    específicos del trabajo serán:

    1. Analizar el rol de los protagonistas de la
      discriminación por género en la
      escuela.
    2. Analizar a la comunidad y
      los medios de
      comunicación como espacios facilitadores de la
      discriminación por género en la
      escuela.
    3. Analizar las formas de discriminación por
      género en la escuela.

    Para abordar el estudio de la discriminación por
    género en la escuela se empezará construyendo el
    sistema
    conceptual desarrollando las nociones previas para abordar su
    estudio; seguidamente se buscará alcanzar los objetivos
    específicos analizando a los protagonistas de la
    discriminación por género en la escuela, los
    espacios facilitadores de esta discriminación y las formas
    en que se produce.

    Finalmente, a modo de síntesis,
    se plantearán las conclusiones del trabajo a modo de
    hipótesis de trabajo dentro del
    tema.

    1. NOCIONES
    PREVIAS

    1. El manejo de los términos género,
      sexo y sexualidad se torna muy confuso en nuestro medio, y
      esto no es gratuito, se debe a las diferentes perspectivas
      de trabajo que se han desarrollado y se desarrollan en
      nuestro país, tanto a nivel gubernamental como
      privado, así mismo, y quizás principalmente,
      por las diferentes culturas que existen en nuestro
      país. Todo esto ha influido en la forma en que
      concebimos cada concepto
      relacionado a la vivencia de la sexualidad.

      Por esto hemos considerado conveniente definir
      sexo, sexualidad y género explicando brevemente sus
      relaciones. Los tres son fenómenos bastante
      complejos que se involucran entre sí, manteniendo
      elementos mutuamente excluyentes e incluyentes entre
      sí; por lo que las definiciones que damos,
      deberán considerarse con sumo cuidado al momento de
      revisar otros trabajos sobre el tema.

      1. Siguiendo a Katchaudorian (1998) reconocemos
        que la palabra sexo se ha vuelto imprecisa, si bien su
        significado formal alude a la división de los
        seres orgánicos identificados como macho y
        hembra, y a las cualidades que los distinguen,
        podría también agruparse su significado
        en dos categorías, sexo como una
        característica biológica o de la
        personalidad, y el sexo como comportamiento
        erótico.

        Con respecto al primer uso se reconoce al sexo
        como un conjunto de características
        genéticas, gonadales, hormonales y
        anatómicas que tipifican a un ser humano como un
        hombre o mujer (Vereau, 1998). Con
        respecto al segundo uso, el comportamiento sexual, hace
        referencia primariamente a "practicar el sexo", sin
        embargo existen diversos problemas en la delimitación del
        término, reconociéndose con él a
        prácticas tan diversas como las fantasías
        sexuales y el coito.

        Se reconoce que el sexo es más
        biológico que psicológico o social,
        siendo a veces llamado redundantemente sexo
        biológico
        , por lo que las diferencias que
        produce se dan en el nivel cromosómico,
        anatómico y fisiológico posibilitando que
        la especie se reproduzca (Guezmes y Loli, 1999), en
        este mismo sentido, ya en el año 1965, Money
        consideró que el sexo biológico
        contenía los siguientes elementos: sexo
        genético, sexo hormonal, sexo gonádico,
        morfología de los órganos
        internos de reproducción y morfología
        de los genitales externos (Citado en Katchaudorian,
        1998; p. 17)

      2. Sexo.
      3. Sexualidad.
    2. El género, la sexualidad
      y el sexo.

    Conjunto de actitudes y conductas relacionados con el
    hecho de ser varón o mujer, a través de los cuales
    expresamos afectos y deseos. Es una manifestación cultural
    que aprendemos en la vida familiar y social, se da en un contexto
    y en un tiempo
    determinado.

    La sexualidad es la capacidad de ser sexual, la
    posesión de capacidad sexual y la capacidad para los
    sentimientos sexuales (Katchaudorian, 1998)

    La sexualidad tiene tres componentes básicos, el
    primero de ellos es el sexo o componente biológico, que ha
    sido definido líneas arriba.

    Otro componente es el social, que está dado por
    la cultura y el medio socioeconómico donde se desarrollan
    las personas. Existen canales socialización de la
    sexualidad, los cuales son:

    1. La familia: Es
      el medio en el que nacemos y comenzamos a recibir
      educación acerca del sexo y la sexualidad.
    2. El colegio o escuela: Forma en los alumnos
      modelos y
      normas de comportamiento sexual. Es el objeto de
      análisis del presente trabajo.
    3. Los grupos de
      amigos o pares: Contribuyen a la formación de
      creencias, actitudes y comportamientos relacionados con la
      sexualidad.
    4. La religión:
      Representa valores
      morales que influyen en las actitudes hacia la sexualidad
      de los creyentes.
    5. Los medios de
      comunicación social: Los medios
      desvirtúan la sexualidad, mediante: (a) la pornografía o manejo comercial y vulgar
      de la sexualidad, y (b) los estereotipos sexuales o creencias
      generalizadas de un grupo
      cultural respecto a cómo deben ser y comportarse hombres
      y mujeres.
    6. Las Leyes: Son
      las normas que definen y sancionan ciertas conductas
      relacionadas con la sexualidad.

    El último componente lo constituyen los aspectos
    psicológicos de la sexualidad, que están referidos
    a la identidad sexual, es decir, la forma como una persona se
    asume como ser sexual. Según el Ministerio de Salud (1998; pp.55-56), la
    identidad sexual comprende:

    1. La identidad de género: Es el sentir o
      pensar como varón o mujer. Por lo general esto
      corresponde con el sexo físico. Se forma en la primera
      infancia y
      se revalora o consolida en la adolescencia. Es la experiencia
      privada del rol de género.
    2. El rol de género: Es el comportamiento
      masculino o femenino expresado de acuerdo a costumbres y normas
      de la sociedad. Es todo lo que la persona hace o dice para
      indicar a sí mismo y a otros, el grado en el que se es
      hombre o mujer.
    3. La orientación o preferencia sexual: Es
      el sexo frente al cual se siente atracción. Se puede
      sentir placer o erotizar con una persona del mismo sexo, del
      otro sexo, o hacia ambos sexos indistintamente.
    1. Género.

    Conjunto de construcciones sociales que diferencian a
    los seres humanos en hombres y mujeres (Guezmes y Loli, 1999; p.
    22), mientras que como categoría de análisis se
    utiliza para identificar las características socialmente
    construidas que definen y relacionan los ámbitos del ser y
    quehacer femeninos y masculinos dentro de contextos
    específicos.

    El género refleja de manera global en todos sus
    miembros una serie de construcciones sociales que diferencian a
    machos y hembras, en varones, mujeres, lesbianas y gays (Herdt,
    2000; Guezmes y Loli, 1999; Weeks, 1997)

    La identidad de género se adquiere por un proceso
    en el que los niños y
    niñas desde muy temprana edad van siendo formados para el
    desempeño de aquellos roles asignados
    socialmente, a fin de que respondan a los comportamientos
    esperados; a este proceso se le llama socialización de
    género (Guezmes y Loli, 1999) y tiene gran relevancia en
    la vida escolar y familiar.

    1. Existen en las sociedades muchas formas de establecer
      diferencias entre las personas, siendo la más
      común la división por género. Esta
      categoría empleada desde inicios de la humanidad
      tiene como fundamento la repartición natural de
      roles; así mientras a la mujer se le asignan roles
      reproductivos, al varón se asignan roles
      comunitarios y productivos.

      Así, existe de forma natural en nuestra
      sociedad un inequidad entre varones y mujeres, esta
      inequidad está sustentada en costumbres y creencias
      sobre los roles que corresponden a cada sexo.
      Históricamente hay una gran influencia del
      mestizaje. Diferentes estudios concuerdan en que la
      dominación se constituyó más
      allá de lo político y económico,
      llegando a lo cultural y, por ende, a la esfera de la
      sexualidad. Así, la mujer era dominada por
      constituir parte de la propiedad del padre y luego del esposo,
      quedando imposibilitada de ejercer sus derechos (Weeks,
      1997; Herdt, 2000).

      El historiador Jeffrey Weeks (1997) propone que el
      origen de la intolerancia a la diversidad sexual
      está en la moral
      cristiana del siglo XIX que proponía que la
      sexualidad era prueba de la divinidad de Dios y
      debía estar libre de perversiones, para ello las
      personas debían establecer relaciones íntimas
      según parámetros eclesiásticos y
      bíblicos que anulaban la diversidad; así todo
      lo diverso era perversión, y originaba que el
      diferente sea "perverso" dentro de la comunidad.

      La mujer era considerada como fuente de placer
      pero guardada como objeto de dignidad, símbolo de pureza y
      valores
      cristianos, alejarse de ello era considerado una
      perversión.

      Esta forma de pensar estaba extendida al proceso
      educativo, que en su desarrollo histórico ha ido
      interiorizando este discurso, de manera que la inequidad entre
      géneros ha quedado justificada en el proceso
      educativo. Esto provoca que no exista igualdad
      de derechos entre chicos y chicas.

      Si bien las normas educativas consideran iguales a
      niños y niñas, en la práctica existe
      inequidad de género. Se carece de igualdad entre
      chicos y chicas porque no tienen las mismas oportunidades
      de desarrollo. Estos problemas constituyen en sí la
      discriminación por género existente en las
      escuelas.

      1. Distingamos Derechos ciudadanos de
        Ciudadanía. La ciudadanía puede ser
        entendida como la calidad de goce de los Derechos
        ciudadanos, es decir poder gozar de nuestros derechos a
        plenitud; mientras que los Derechos ciudadanos pueden
        ser ejercidos sólo por personas con
        mayoría de edad. Esta es la perspectiva
        legal.

        Una interpretación psicológica
        errónea, podría dar a entender que un
        menor de edad al cumplir 18 años,
        automáticamente puede desenvolverse con
        autonomía y que antes no pudo ser
        autónomo y siempre tuvo que atenerse a aquello
        que le ordenaban, o creer sólo en lo que le
        decían.

        Lo cierto es que toda persona es ciudadana
        desde que nace, y tiene derecho a gozar de su
        ciudadanía, la diferencia está en que un
        menor de edad requiere una representación adulta
        para ser persona jurídica y ejercer sus derechos
        ciudadanos, pero es sólo una aproximación
        legal.

        Psicológicamente, las aproximaciones
        legales resultan limitadas, porque encasillan poco a
        poco las diferentes manifestaciones humanas. Los y las
        adolescentes tienen derecho a gozar de su
        ciudadanía teniendo siempre la
        orientación de una persona responsable, que
        pueden bien ser los padres y madres, además de
        los maestros y las maestras.

        El problema se encuentra en la
        orientación que brindan estos. Si bien existen
        formas de trabajar con adolescentes favoreciendo su
        desarrollo, así como para trabajar con padres y
        madres para que estos hagan lo propio, la
        orientación como proceso en nuestro país
        queda como un concepto sin significado concreto.

        De la misma manera, el derecho al goce, que
        tienen los niños, las niñas, los y las
        adolescentes, se limita por interpretaciones
        erróneas de aquellos que deben
        orientarlos.

      2. Niñez, adolescencia y ciudadanía.

        Uno de los aspectos más afectados por
        la falta de preparación para orientar sobre sus
        derechos a los y las adolescentes, se encuentra en el
        área de Derechos sexuales y reproductivos. Los
        Derechos sexuales y reproductivos constituyen la
        expresión de la sexualidad vivenciada libre y
        sanamente, están dentro de los Derechos
        humanos. Su principal objetivo es establecer
        condiciones de vida para la libre vivencia de la
        sexualidad. Estos derechos son planteados regionalmente
        por colectivos civiles y Organismos No Gubernamentales
        de Desarrollo (ONGs).

        Usualmente estos derechos se plantean en
        áreas como Educación, Ciudadanía,
        Reproducción y Ejercicio libre de la sexualidad
        (Ladi, 1996).

        El mayor logro que se les atribuye es
        estructurar objetivos de trabajo de acuerdo a las
        perspectivas regionales, así como lograr
        concretamente la participación de diversos
        sectores de la población en la solución
        de las múltiples problemáticas originadas
        por la inequidad de género (Güezmes y Loli,
        1999; Ladi, 1996).

        Uno de los claros planteamientos de los
        derechos sexuales y reproductivos es la educación sexual laica y con
        enfoque de género, es decir libre de influencias
        religiosas y ajena a toda inequidad por género,
        promoviendo el desarrollo de las potencialidades de
        todo niño, niña, adolescente y en general
        de toda persona que la reciba, basándose en el
        principio "No se puede educar para la equidad en la inequidad", propuesto,
        entre otros autores, por la psicóloga colombiana
        Martha Trujillo, quien a partir de su experiencia nos
        dice que de nada vale que un docente promueva la
        equidad durante las horas de clase dedicadas a la educación
        sexual, si es que otros docentes de otras materias harán
        lo opuesto durante las demás horas de clase
        (Trujillo, 2000)

      3. Los derechos sexuales y
        reproductivos.
      4. La situación de inequidad de
        género.

      Independientemente de la forma como se plantee
      teóricamente la educación, esta contempla
      situaciones de inequidad en la práctica. Entendemos
      como situación de inequidad de género a
      aquellos episodios en los que se asume que existen
      diferencias naturales entre chicos y chicas; es decir en
      aquellas situaciones en que existe una justificación
      para otorgar un trato diferente por razones de
      género.

      Esta situación de inequidad debe ser
      entendida como algo concreto, independiente de los discursos que los protagonistas de la
      situación de inequidad puedan dar fuera de ella.
      Estas situaciones constituyen el punto de análisis
      adecuado para establecer las causas de la
      discriminación por género en cualquier
      contexto.

      Las situaciones de inequidad generalmente se
      asocian con las de desigualdad, entendiendo por
      situación de desigualdad aquellas en las que chicos
      y chicas no tienen las mismas oportunidades de desarrollo
      por ser considerados diferentes de manera
      natural.

      En resumen una situación de desigualdad, se
      sustenta en una de inequidad, y puede originar la
      discriminación por género.

    2. Inequidad,
      desigualdad y discriminación por
      género
    3. La discriminación por género en la
      escuela.

    La discriminación escolar es el rechazo a la
    heterogeneidad y diversidad en el comportamiento escolar.
    Según Oswaldo Orellana (1999) la discriminación
    escolar forma parte de la vida cotidiana institucionalizada,
    pocas veces abordada por los profesores, por formar parte del
    "folklore"
    escolar, disminuyendo su importancia; desconociendo que existen
    consecuencias impredecibles por el daño
    psicológico ocasionado.

    Si analizamos el problema de la discriminación
    desde la perspectiva de quién cree que "forma parte del
    folklore escolar", encontraremos una justificación al
    hecho, diremos entonces que existe inequidad. Esta perspectiva de
    inequidad puede ser cambiada con un proceso de
    modificación de actitudes en el maestro que percibe la
    inequidad como natural, ya que la justificación de
    inequidad es una disposición favorable ante
    ella.

    Entre las principales formas de discriminación
    escolar tenemos:

    1. Diferencias físicas:
    • Burlas e insultos a aquellos alumnos que presentan
      características físicas relevantes (gordura,
      delgadez, cojera, entre otros).
    • Burlas y exclusiones a alumnos y alumnas que
      presentan rasgos raciales minoritarios.
    • Abuso en contra de alumnos menores.
    1. Diferencias psicológicas:
    • Burlas y agresiones a los alumnos tímidos,
      opacados.
    • Burlas y agresiones a los alumnos que no manejan
      símbolos y códigos de la cultura
      escolar, los llamados "monses".
    1. Diferencias basadas en el
      género:
    • Burlas y abusos en contra de las mujeres.
    • Burlas, abusos y agresiones en contra de los alumnos
      y alumnas señalados como "maricones" y
      "machonas".
    1. Diferencias económicas y
      socioculturales:
    • Exclusión y burlas en contra de alumnos
      pobres.
    • Burlas contra alumnos con rasgos culturales de la
      sierra.
    • Burlas contra los alumnos cumplidos, los llamados
      "chancones".

    De todas estas formas de discriminación en la
    escuela, nos interesan la basada en el género. La
    discriminación por género en la escuela tiene
    fuerte influencia en la vida posterior de la persona. La escuela
    es un espacio de entrenamiento
    social, en donde se adquieren la mayoría de los
    comportamientos sociales y las disposiciones psicológicas
    o actitudes.

    De allí que la marginación se pueda
    convertir en auto-marginación o sentimiento de
    exclusión que los sujetos sienten en la sociedad por ser
    diferentes.

    Para Guezmes y Loli (1999), la discriminación por
    género se da por:

    aquellas normas, decisiones y prácticas que
    tratan de un modo desigual los intereses y derechos de varones
    y mujeres, y/o que pese a tener una apariencia de igualdad dan
    lugar a resultados de desigualdad -discriminación por
    resultados (p. 27)

    Este trabajo no pretende desarrollar exhaustivamente
    cómo ocurren estas prácticas discriminatorias,
    más bien pretende analizar la discriminación por
    género y los posibles efectos en el desarrollo de la
    persona.

    2.
    ANÁLISIS DE LA DISCRIMINACIÓN POR GÉNERO EN
    LA ESCUELA

    1. La discriminación por género en la
      escuela tiene como protagonistas a los alumnos, alumnas,
      profesores y profesoras, estos últimos no
      protagonizan las etapas previas que originan la
      construcción psicológica del género
      pero son responsables de la mayor cantidad de refuerzos
      sociales que estas construcciones van a recibir. Los
      protagonistas de la discriminación por género
      cumplen un doble rol, bien como discriminadores o bien como
      discriminados.

      1. Según Teresa Tovar (1997) los alumnos y
        alumnas son conscientes de su igualdad y competencia, es decir que saben que un
        chico y una chica sólo se diferencian en lo
        físico, teniendo por lo demás los mismos
        derechos, responsabilidades y posibilidades de
        desarrollo. De su investigación extraemos
        algunos testimonios por resultar útiles para
        explicar las percepciones de las y los alumnos sobre el
        tema. El primer testimonio corresponde a un joven
        pandillero:

        "Ellas están queriendo
        igualarse… y tienen razón; todos somos
        iguales, no sabría explicarte porqué pero
        yo creo en eso"

        (Alumno de 5to de secundaria, 17
        años)

        Este joven emplea la frase
        "…están queriendo igualarse…" ,
        dando a entender que existe una superioridad a favor de
        los hombres y en perjuicio de las chicas; pero deja en
        claro que el no comparte el hecho de que deba haber
        superioridad, no sabe explicar el porqué de su
        opinión pero considera que debe haber igualdad
        entre chicos y chicas.

        Esta opinión es alentadora pero tiene
        una fuerte composición de sentido común,
        por lo que si bien debe tener un origen en el espacio
        familiar y comunitario, corresponde a una mentalidad
        factible de modificarse ante circunstancias
        específicas. En otro caso, una chica
        autodefinida como "tranquila, de su casa, que no sale y
        estudiosa" comenta que:

        "Las mujeres podemos razonar igual que el
        varón, tenemos iguales derechos aunque no se
        ejercen"

        (Alumna de 4to de secundaria, 15
        años)

        Este comentario demuestra cierta
        resignación por la situación de
        desigualdad que existe, la cual está en
        relación con su autoconcepto, que es muy
        positivo. Nos demuestra que las alumnas tienen conciencia, como se afirmaba al
        principio, de su competencia frente a los
        varones.

        La mentalidad característica de esta
        etapa es la del reconocimiento de potencialidades, que
        si no son estimuladas adecuadamente, pueden generar en
        las personas efectos negativos, especialmente en su
        autoestima.

        Si bien en el
        trabajo de Tovar (1997) encontramos testimonios
        alentadores, que demuestran un cambio de mentalidad, la
        percepción sobre las oportunidades que hombres y
        mujeres tienen mostró que 53 por ciento de los
        encuestados piensan que los hombres y las mujeres no
        tienen iguales oportunidades; es decir que los alumnos
        y alumnas a pesar de opinar que los hombres y mujeres
        deben tener igualdad de oportunidades, mantienen
        expectativas contrarias a que esto ocurra.

      2. Alumnos y alumnas.
      3. Profesores y profesoras.

      La mayoría de profesores promueven la
      inequidad de género entre los alumnos, tanto al
      momento de transmitir mensajes como al momento de tomar
      decisiones. Por ejemplo, en muchas clases se toca el tema
      del amor
      como una suerte de adoctrinamiento a las alumnas, mientras
      que cuando se habla de inteligencia y heroísmo, se ponen
      ejemplos exclusivamente de varones (Tovar, 1997; Oliart
      2000, 1991).

      Los docentes pocas veces se han dedicado a crear
      conocimientos en el aula, sino por el contrario, a
      reproducir los que ya están acumulados. Cuando la
      metodología en el aula busca
      construir el
      conocimiento, la interacción entre alumnos, alumnas,
      profesores y profesoras aumenta, de manera que es posible
      trabajar conocimientos y actitudes en clase.

      La interacción alumno-alumna favorece la
      construcción psicológica de género con
      equidad y resulta una experiencia agradable para ambos
      grupos, sin embargo en ocasiones son los mismos alumnos
      quienes ponen resistencia a este tipo de experiencias, tal
      lo grafica el siguiente testimonio extraído del
      trabajo de Teresa Tovar (1997):

      "Esto sucedió en un colegio mixto, en la
      sección del cuarto de secundaria. Cuando ingresaban
      a los salones, los alumnos forman antes en el patio, Pero
      lo hacen separadamente: chicos por un lado y chicas por el
      otro. Luego entran al salón, primero las chicas y
      luego los muchachos. Dentro del salón también
      se sientan separados, por un lado las chicas y por el otro
      los chicos.

      Un día, en el curso de ciencias
      sociales, yo les propuse a los alumnos hacer grupos
      mixtos de trabajo. Al principio los chicos no
      querían, las chicas tampoco. Están
      acostumbrados a trabajar separadamente, tienen recelo de
      juntarse, timidez, falta de experiencia. ‘¡No
      profesor, no!’, me decían los
      chicos. ‘¡Los chicos son muy
      molestosos!’, alegaban las chicas. Y así. Pero
      al final los convencí y trabajaron en grupos mixtos.
      Fue interesante y los chicos y las chicas salieron
      contentos de la experiencia. Claro que yo , como profesor,
      tuve que tomar la iniciativa y forzar un poco la
      cosa.

      (Profesor de secundaria de un
      colegio mixto, 38 años)

      El profesor relata las resistencias iniciales de los alumnos que
      tuvo que enfrentar para lograr realizar su actividad
      educativa, y tal como se planteó, vemos que la
      actividad mixta resultó una experiencia
      enriquecedora para ambos grupos: los chicos y las chicas.
      Se puede apreciar también, la percepción del
      profesor sobre el comportamiento auto-excluyente de chicos
      a chicas y viceversa.

      Este profesor nos narra cómo desde el
      momento de ingresar al colegio, se da una separación
      natural de los grupos diferenciados por género, sin
      que esto implique discriminación, por el contrario
      vemos que una actitud
      favorable al desarrollo equitativo e igualitario puede
      combatir situaciones típicas de inequidad. Sin
      embargo este docente es como una isla en medio del
      océano, y el mismo nos lo plantea
      relatándonos otro aspecto de la experiencia narrada
      líneas arriba:

      Pero otros profesores no tomaron así el
      asunto. Criticaron y se opusieron. Dijeron que eso era
      nocivo para las relaciones entre los jóvenes. La
      directora dijo que era peligroso, que cualquier cosa
      podía suceder. Incluso me lo prohibió. Pero
      yo no le hice caso y realicé la
      experiencia"

      (Profesor de secundaria de un
      colegio mixto, 38 años)

      La mayoría de docentes manifiesta rechazo a
      las interacciones alumno-alumna dentro de actividades
      educativas, pero con mayor firmeza en actividades no
      educativas dentro del colegio. Teresa Tovar (1996)
      encontró testimonios de alumnos que informan de las
      represiones que sufren en la escuela por manifestar
      cariño y afecto por sus compañeros o
      compañeras.

      El siguiente testimonio grafica claramente lo
      dicho:

      "Besarse está prohibido. Lo prohíbe
      el reglamento, no lo digo sólo como educador, como
      formador, sino que soy bien apegado al respeto
      a las normas… En el colegio los chicos saben que no
      pueden hacer cosas que no estén de acuerdo con su
      edad"

      (Auxiliar de educación de un
      colegio mixto, 58 años)

      Pareciera que este rechazo se fundamenta en el
      temor a las consecuencias que producen los embarazos no
      deseados, con el consecuente desprestigio del colegio.
      Así como la intolerancia que caracteriza la
      construcción psicológica de la sexualidad en
      muchos adultos que se desarrollaron en épocas muy
      rígidas.

    2. Partes involucradas en la discriminación
      por género en la escuela.

      Las situaciones de discriminación por
      género en la escuela tienen correlatos en otros
      espacios, según la reacción que se provoque
      en estos pueden afectar la autoestima de la persona
      discriminada y por ende facilitar la discriminación
      en otras oportunidades.

      Es importante que los padres y madres de familia
      brinden un soporte adecuado a los hijos en todo momento,
      buscando promover su desarrollo integral,
      constituyéndose como fuentes
      de referencia inmediata que brinden apoyo de manera
      positiva, fortaleciendo la autoestima de los niños,
      niñas, y adolescentes para que estos puedan
      desarrollar habilidades sociales que les permitan ejercer
      su autonomía sin dejarse vencer por los
      obstáculos puestos por la discriminación de
      otros.

      Un espacio facilitador puede concebirse como el
      escenario de situaciones reforzantes, situaciones que
      refuerzan la interiorización de determinadas
      informaciones, que al ser asimiladas producen actitudes,
      conductas y opiniones condicionadas por la naturaleza de la información recibida (Bandura, 1987).
      Esta información bien puede provocar inequidad de
      género o bien reforzarla originando desigualdad y
      discriminación.

      En resumen, los espacios facilitadores de
      discriminación por género son fuentes de
      aprendizaje
      social de actitudes y estereotipos de género. Si
      bien la comunidad constituye el espacio macro, se incluye
      además el análisis de los medios de comunicación debido a la creciente
      importancia que cumple en la actualidad.

      1. La escuela, la
        familia, el grupo de pares y los medios de
        comunicación son elementos que conforman aquello
        que nosotros llamamos "comunidad", ésta siempre
        mantiene una singularidad a la cual se atribuyen
        características propias de un ente que nadie
        cuestiona por cuanto sería muy complejo hacer
        referencia a tantas personas, tantos medios, tantas
        situaciones que constituyen la vida cotidiana de cada
        uno.

        Así, muchas opiniones se sustentan en
        cosas que se presuponen incuestionables, esto ocurre
        mucho en el caso de los roles sexuales y reproductivos
        que se atribuyen a cada género. Mientras
        el
        hombre sale trabajar y la mujer se queda en casa y
        eso nadie lo justifica, se "sobreentiende" que nace en
        cada persona y que la escuela debe aceptar, por ello lo
        que la comunidad plantea debe ser aceptado por la
        escuela y si la escuela no lo hace, entonces
        está mal, entonces hay un problema en la
        escuela.

        La comunidad se constituye como un espacio
        facilitador de la discriminación por
        género, ya que en nuestra sociedad la cultura
        machista influye fuertemente en lo que la comunidad
        presenta a sus integrantes mediante los medios de
        comunicación, los
        valores familiares y los comentarios de los pares,
        entre otras cosas.

        La comunidad se constituye en el primer centro
        de inequidad sobre el cual no se puede educar
        eficientemente para la equidad, cualquier intento por
        modificar esta situación debe empezar con la
        educación familiar con enfoque de
        género.

      2. La comunidad.
      3. Los medios de
        comunicación.

      La influencia de los medios de comunicación
      en la discriminación por género es muy
      fuerte, y con el transcurrir de los años se
      está convirtiendo en determinante dentro del proceso
      educativo de las personas.

      Los medios de comunicación se han vuelto
      patrones de verdad y falsedad en la vida de muchas
      personas, por lo que su espacio debe aprovecharse para
      transmitir educación de manera entretenida, esto
      porque la percepción de la
      televisión y otros medios de comunicación
      como fuentes de entretenimiento es muy arraigada y
      difícilmente una opción seria logra captar la
      atención del público (Ministerio de
      Educación, 1999; Montero López, 1994). Los
      medios de comunicación contribuyen a que los
      miembros de la comunidad interioricen estereotipos que
      dañan la equidad de género.

      En la mayoría de diarios de Lima, las
      mujeres son retratadas cumpliendo roles exageradamente
      sensualizados, como es el caso de las vedettes "regalonas",
      que aceptan "trabajitos" para hombres ricos, que salen con
      futbolistas por "zapatones"; la vedette se constituye como
      el objeto deseado por los hombres, es el "premio mayor", la
      cosa a elegir, la que sólo está para
      satisfacer la sexualidad masculina; éste es un
      prejuicio muy antiguo que sobrevive a
      través de este tipo de manifestaciones.

      Otra representación popular de las mujeres
      es la de madre maltratada, la que murió
      víctima de los "derechos del marido", la que sufre
      por el "marido insatisfecho". Así se presenta con
      total normalidad un rol pasivo ante los maltratos
      físicos y psicológicos.

      La influencia de estas imágenes es muy grande en la escuela,
      ya que la búsqueda de ídolos juveniles hace
      que los chicos y chicas conozcan estos casos de los medios,
      que como se planteó líneas arriba, se
      constituyen como fuente de verdad para muchos miembros de
      la comunidad.

    3. Espacios facilitadores de la discriminación
      por género en la escuela.

      Así como existe variedad de tipos de
      discriminación, existen muchas formas de discriminar
      dentro de cada tipo. Esto se debe a que en la
      interacción de los alumnos y alumnas se dan
      múltiples experiencias, múltiples
      combinaciones de rasgos de personalidad. Existe una gran
      influencia de factores individuales y
      familiares.

      Lo que en un grupo humano se puede considerar
      objeto de burla, en otro grupo no. Así un chico de
      rasgos andinos en su pueblo natal difícilmente
      sufriría discriminación por raza, pero en la
      capital
      si puede sufrirla, de darse así, los problemas de
      adaptación del niño y la niña
      serían más intensos.

      Las formas de la discriminación por
      género son difíciles de distinguir por cuanto
      son variaciones de la postergación y la falta de
      oportunidades —expresadas de múltiples
      formas—, que se dan de manera natural en las
      diferentes comunidades de nuestro país.

      1. La exclusión escolar se entiende como
        la no-participación en el proceso de
        escolarización formal (Guezmes y Loli,
        1999).

        Se sabe que 13 de cada 100 niñas en
        edad de escolaridad primaria (6-11 años)
        están quedando fuera del sistema
        educativo. La proporción es de 9.2 en
        ámbitos urbanos y 20.5 en las áreas
        rurales.

        Dentro de ese mismo grupo etáreo,
        excluido del acceso a la educación, las
        niñas lo son en más de 120,000 con
        relación a los hombres. Los niños que
        quedan fuera de ese grupo alcanzan el 12 por
        ciento.

        El promedio de años de estudios
        alcanzados por la población de 15 años y
        más del área rural es de 5.0 para los
        hombres y de 3.1 para las mujeres.

        En zonas rurales, la educación en los
        niños es poco promovida pero la de la
        niña es más afectada por esto, ya que a
        los varones se les da la oportunidad de estudiar en la
        capital —de provincia generalmente— si es
        que demuestran condiciones superiores. Esta oportunidad
        es poco probable en el caso de las mujeres
        (Guzmán y Pinzas, 1995; Aramburu y Ponce,
        1983)

        En las zonas rurales se da una fuerte
        relación entre número de miembros de la
        familia y productividad, ganancia. Esto origina
        que los jefes de familia corten la educación las
        hijas y los maestros y maestras inclusive se adapten a
        esta situación.

        Aramburu y Ponce en el año 1983
        encontraron un caso particular de una adolescente que
        estaba cursando el 5to de media en una zona alejada de
        la sierra limeña, ellos investigaban el trabajo
        rural y la familia, estableciendo relaciones entre
        variables socio-económicas y
        familiares; este caso rompía la lógica de todas las zonas que
        habían visitado, y tenía su origen en un
        hecho igualmente ilógico en dicha zona, la
        familia de esta adolescente deseaba viajar a Lima para
        encontrar un futuro mejor, antes de hacerlo
        recibió la visita de una antropóloga que
        trabajó con ellos y les inculcó el
        valor de la educación antes de
        viajar, buscando extenderlo también a la
        comunidad, la cual lo rechazó. La familia
        decidió viajar luego de que sus hijos e hijas
        estudiaran "mucho" (Aramburu y Ponce, 1983)

      2. Exclusión escolar.
      3. Falta de oportunidades y deserción escolar.
    4. Formas de discriminación por
      género en la escuela.

    La mayor falta de oportunidades de desarrollo se da por
    la deserción escolar, que se entiende como el retiro
    temprano de los centros educativos sin haber alcanzado un nivel
    básico de instrucción (Guezmes y Loli,
    1999)

    Se sabe que entre las niñas de edad escolar (6-14
    años) un 18 por ciento se dedica al cuidado del hogar (15
    por ciento en las áreas urbanas y 22 por ciento en las
    áreas rurales); mientras que para los niños esta
    responsabilidad se presenta sólo en cinco
    casos de 100.

    Se dan pocos casos en los que padres y/o madres de
    familia retiren a las niñas del colegio sólo por
    "ser niñas", las causas verdaderas tienen un trasfondo
    económico que afecta en mayor medida el destino de las
    niñas que de los niños, porque dentro de los
    estereotipos de género se considera que tienen más
    talento para ocuparse de las tareas domésticas y el
    cuidado de los niños y niñas menores.

    Además, se busca que las mujeres se casen a
    más temprana edad para que la familia aumente sus bienes
    —esta concepción perdura en zonas rurales y
    urbanas— esto es corroborado por los datos siguientes:
    El 14.2 por ciento de las adolescentes sin instrucción ha
    tenido un hijo y el 1.6 por ciento de las mujeres que ha entrado
    al nivel superior universitario tuvo un hijo.

    Es claro que las mujeres que tienen mayor
    instrucción, y se supone mayor perspectiva a futuro,
    pueden manejar un aspecto tan esencial como es la
    natalidad.

    El censo nacional de 1993 arroja resultados que a todas
    luces muestran una gran diferencia entre el acceso a la
    educación por género, así tenemos que 18 de
    cada 100 mujeres no han alcanzado un nivel educativo, mientras
    que en varones se da esto en 7 de cada 100; en los otros niveles
    educativos se dan diferencias ligeras a favor de los varones,
    destacando que del 20.4 por ciento de la población con
    nivel superior, el 21.6 por ciento son varones y el 19.3 por
    ciento son mujeres.

    2.3.3. Maltrato.

    Zella Luria (1998) señala que no sólo se
    aprende la identidad genérica a temprana edad, sino que se
    defiende y se llega a amar, ante lo cual nos presenta la
    siguiente reflexión:

    Los niños muy pequeños muchas veces
    no nos comunican directamente sus fuentes de orgullo personal, pero
    podemos llegar a conocerlas con solo examinar qué tipo
    de cosas los ofende: quizás el primer insulto sea el de
    sugerirle a una niña que es realmente un muchacho, o el
    de decirle a un niño que en realidad es niña

    (1998; p. 193).

    Es muy preocupante que en este contexto ocasionado por
    un proceso evolutivo natural se produzca el maltrato por
    género, es decir, el maltrato dirigido a niños,
    niñas, adolescentes y jóvenes en el contexto
    escolar por su identidad sexual y genérica.

    3.
    CONCLUSIONES

    Las conclusiones del presente estudio se formulan con la
    intención de brindar hipótesis de
    trabajo para futuras investigaciones.

    Objetivo 1: Analizar el rol de los protagonistas de
    la discriminación por género en la
    escuela.

    1. Son los alumnos, alumnas, profesores y profesoras,
      quienes conviven diariamente en la escuela, construyendo el
      espacio cotidiano de interiorización de estereotipo de
      género, del refuerzo a normas de conducta iniciadas en
      el hogar y de la formación de actitudes hacia otros
      géneros.
    2. La interacción alumno-alumna puede ser
      facilitada por la labor de profesores y profesoras, pero suele
      dejarse de lado por considerarse problemática.
      Mención aparte merece el hecho de que estos
      protagonistas forman parte fundamental en la
      construcción de la identidad personal, que incluye a la
      identidad sexual y de género.
    3. Los protagonistas de la discriminación por
      género en la escuela generalmente cumplen un doble rol,
      como discriminadores y como discriminados. Como la
      discriminación escolar se asume como parte del
      "folklore" de la escuela y por ende como algo "natural", los
      alumnos y alumnas aprenden a ejercerla como parte de los
      códigos propios del grupo de pares y del conjunto de
      todos los alumnos y alumnas de la escuela.
    4. Los docentes constituyen una importante fuente de
      refuerzos para las nociones adquiridas en casa en la edad
      pre-escolar. La interiorización de estereotipos de
      género, el refuerzo a normas de conducta y la
      formación de actitudes hacia otros géneros se
      inicia en el hogar, por la influencia del padre y la madre, en
      primera instancia, de tíos, tías, abuelos y
      abuelas en segunda instancia.

    Objetivo 2: Analizar a la comunidad y los medios de
    comunicación como espacios facilitadores de la
    discriminación por género en la
    escuela.

    1. La comunidad es un sistema complejo, que incluye a la
      familia, los pares, el colegio y otros espacios de
      socialización. La comunidad se constituye como un
      sistema donde interactúan las influencias de distintas
      redes sociales
      que van enriqueciendo la socialización de cada individuo.
    2. La comunidad representa al conjunto de interacciones
      significativas que refuerzan las nociones adquiridas en la
      familia y la escuela. Las interacciones que facilitan la
      construcción psicológica de la identidad tienen
      un factor reforzante que consolida la interiorización de
      estereotipos de género, el refuerzo a normas de conducta
      y la formación de actitudes hacia otros
      géneros
    3. Los medios de comunicación intervienen en la
      comunidad cumpliendo un papel muy influyente. Esto se debe a
      que en los últimas décadas, los medios de
      comunicación se constituyen como parámetros de
      verdad y falsedad aceptados por la mayoría de miembros
      de la comunidad en la cual se desarrolla el
      individuo.
    4. Los espacios facilitadores brindan situaciones
      reforzantes a aquellos individuos que se enmarcan dentro de los
      códigos y normas conductuales aceptados por la comunidad
      en cuanto a los roles de género.

    Objetivo 3: Analizar las formas de
    discriminación por género en la
    escuela.

    1. Las principales son la exclusión escolar y la
      falta de oportunidades. Toda otra forma de
      discriminación termina por constituirse en variaciones
      de estas formas, que podríamos llamar básicas.
      Estas se presentan tanto en zonas rurales como en zonas
      urbanas. Su presencia se da en diferentes culturas por que su
      influencia es estudiada comparativamente en relación con
      variables antropológicas, sociológicas y
      psicológicas
    2. Tienen mayor impacto en las zonas rurales debido a
      que se mantienen relaciones significativas entre familia y
      trabajo, de manera que el sexo de los hijos se constituye en
      elemento significativo para la calidad de
      vida de la familia, conjuntamente como el número de
      hijos, la distribución por sexo —muchas hijas
      y muchos hijos no es bueno—, además que las
      niñas son percibidas como mejor dotadas para tareas
      caseras como ayudar en la cocina y cuidar niños
      pequeños por lo que suele excluírseles de la
      educación a edades tempranas.
    3. Demuestran que el control
      sobre la mujer no ha dejado de existir, más bien se ha
      ido modificando con el tiempo. El control sobre la mujer se ha
      ido volviendo más sutil, expresándose a
      través de manifestaciones populares como la música y
      la danza. Las
      migraciones a ciudades implican necesidades económicas
      mayores por lo que el acceso al trabajo para las mujeres se
      incrementó, pero si bien dominación
      económica ha ido perdiéndose, la
      dominación cultural, y por ende la educativa, ha ido
      desarrollando mecanismos socialmente aceptados como la
      discriminación por género expresada en falta de
      oportunidades y la exclusión escolar.

    BIBLIOGRAFÍA

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    David Tarazona

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