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Impacto del TLC sobre el empleo y comercio exterior en el sector textil y de confecciones en Ibagu




Enviado por nohorajaneth



Partes: 1, 2

    1. Resumen
      ejecutivo
    2. Problema de
      investigación
    3. Justificación
    4. Objetivos de la
      investigación
    5. Marco
      teórico
    6. Diseño
      metodológico
    7. Informe de
      resultados
    8. Glosario
    9. Conclusiones
    10. Recomendaciones
    11. Bibliografía
    12. Anexos

    RESUMEN
    EJECUTIVO

    La industria de
    las confecciones en Ibagué está enfrentando muchos
    retos a nivel local y global. Cuando las cuotas a nivel global se
    eliminen en enero del 2006, la región perderá un
    escudo importante ante la competencia
    abierta en Estados Unidos,
    su principal mercado de
    exportaciones de
    prendas de vestir. La competencia abierta principalmente
    erosionará las exportaciones de confecciones a Estados
    Unidos, lo que originará pérdida de empleo y
    menores ingresos. Se
    espera que tan sólo la eliminación de las cuotas
    reduzca en un tercio prácticamente el nivel de empleo y
    los embarques de la industria Ibaguereña de las
    confecciones.

    La ratificación y aplicación del Tratado de Libre
    Comercio entre Estados Unidos, Colombia y tres
    países andinos (Ecuador,
    Perú y Bolivia)
    podrá contribuir de manera significativa a ayudar a los
    productores Ibaguereños a volver a ganar terreno en el
    mercado estadounidense dentro del entorno de competencia global
    luego de la aplicación de cuotas y la devaluación del peso. Se Estima que el TLC
    podría ayudar a mantener el nivel de empleo en el sector
    de las confecciones en un nivel de casi 4,000 trabajadores
    (aproximadamente 1,200 más de los que habría si no
    existiera el TLC dada la mayor competencia que habrá en el
    2006). Los productores y trabajadores Ibaguereños
    podrían además beneficiarse, aunque sea
    ligeramente, si China
    revalúa su moneda en 10 por ciento. Se estima que dicho
    cambio impulse
    el empleo de Ibagué en ese sector en otros 300 puestos de
    trabajo.

    La revaluación, sin embargo, no evitaría
    que China se convierta en el principal proveedor del mercado de
    las confecciones en Estados Unidos, tal como se
    espera.

    A fin de mitigar los efectos del levantamiento de las
    cuotas y mejorar la posición competitiva de los
    productores de la ciudad de prendas de vestir en el mercado de
    EE. UU., los encargados de elaborar las políticas
    gubernamentales deben:

    • Implementar el TLC de manera rápida, a fin
    de que los productores de Ibagué se beneficien
    rápidamente de las disposiciones del acuerdo.

    • Desarrollar políticas a nivel local como
    aumentos de salarios bajo un
    esquema más integral a fin de que se tome en cuenta el
    impacto total en la competitividad
    de las exportaciones, la productividad, y
    las inversiones.

    Asimismo, los agentes de la industria de las
    confecciones deben esforzarse por:

    • Fortalecer su competitividad centrándose
    en las fuentes de
    aprovisionamiento de tejidos, en la
    producción integrada a lo largo de las
    distintas fases de la cadena (full package) y procesos
    rápidos de producción y despacho.

    • Diversificar las exportaciones hacia productos no
    tradicionales, como zapatos, ensamblaje de equipos
    electrónicos, procesamiento de alimentos y
    servicios de
    valor
    añadido.

    INTRODUCCIÓN

    El 1 de enero del 2005, Estados Unidos y la Unión
    Europea concluirán una década de
    eliminación gradual de las cuotas a textiles y
    confecciones, poniendo fin a prácticamente 45 años
    de comercio
    regulado y relativa estabilidad en la industria.

    Después de haber tenido por poco tiempo libre
    acceso al mercado de Estados Unidos, Ibagué verá su
    margen de preferencias erosionado en ese mercado. Mientras tanto,
    los proveedores
    con bajos costos,
    principalmente en Asia, se
    beneficiarán de la eliminación de cuotas que han
    estado
    limitando sus exportaciones al mercado de EE.UU.

    Más de la mitad de las barreras comerciales que
    los países asiáticos enfrentan son el resultado de
    la restricción que imponen las cuotas. Los aranceles a
    las importaciones de
    EE.UU. provenientes de Asia representan un promedio de 18,7 por
    ciento, pero el arancel promedio equivalente de las cuotas que
    restringen estas importaciones representa un porcentaje adicional
    de 19,1 por ciento.

    Cuando se eliminen las cuotas, Ibagué
    enfrentará una fuerte competencia por el mercado
    estadounidense y es probable que ello reduzca las exportaciones
    de confecciones Ibaguereñas y los puestos de trabajo que
    ésta genera.

    En un esfuerzo por mejorar sus condiciones comerciales,
    los países andinos (excepto Venezuela),
    importantes proveedores de textiles y confecciones al mercado
    estadounidense, están negociando un tratado de libre comercio
    con Estados Unidos.

    Este acuerdo:

    • Otorga a las exportaciones de las partes que lo
    suscriben acceso permanente libre de aranceles al mercado de
    Estados Unidos.

    • Permite el uso ilimitado de tejidos e hilados
    locales y regionales, alentando a los productores locales a
    integrarse en la producción textil y así impulsar
    la ventaja competitiva de las empresas en la
    región.

    • Permite el acceso limitado a tejidos elaborados
    en países del CAN, incluyendo Canadá y México.

    • Permite el uso ilimitado de botones y accesorios
    de fuera de la región.

    • Para algunos pocos productos, permite el uso
    ilimitado de telas de terceros países.

    La sencillez de las reglas de origen de este tratado se
    opone a la de la Ley de
    Preferencias Arancelarias (APTDEA), que otorga a las confecciones
    calificadas de las naciones Andinas, incluyendo Colombia, acceso
    libre de impuestos al
    mercado de Estados Unidos hasta el 01 de enero del
    2006.

    La regla de origen de la APTDEA requiere que las
    confecciones sean elaboradas con telas e hilados de EE.UU. y
    limita el uso de botones y avíos que no sean de la
    región. Se espera que las reglas del TLC ofrezcan a la
    región un impulso competitivo cuando las cuotas sean
    removidas en el 2006.

    Pero así como el tratado promete alentar la
    competitividad de la industria de textiles y las confecciones,
    existen factores en el panorama doméstico o local que
    amenazan con socavarla. La reciente crisis
    macroeconómica del país implica una presión
    adicional sobre el sector de las confecciones, que aumenta los
    costos de
    producción, disminuye la competitividad de las
    exportaciones y afecta de manera negativa las evaluaciones de los
    potenciales inversionistas respecto al retorno de las
    inversiones.

    La posible revaluación de la moneda de China,
    dada la probada fortaleza china en la industria de los textiles y
    confecciones, también podría afectar la
    competitividad de la industria de textiles y confecciones de
    Ibagué.

    Todos estos factores están generando un
    rápido cambio en el contexto comercial y con seguridad
    darán como resultado un mercado mundial bastante diferente
    al actual. Los productores de textiles y confecciones, por
    ejemplo, enfrentarán a compradores con mayor poder de
    decisión, quienes reducirán el número de
    productores con los que trabajarán. Los compradores
    también buscarán productores que puedan
    proporcionar servicios de valor añadido y amplias
    colecciones de prendas.

    Los productores en Ibagué pueden tomar varias
    medidas para enfrentar estos retos, como agrupar empresas en
    clusters,
    fortalecer las capacidades de diseño,
    manejar todos los aspectos de la producción, (incluyendo
    el transporte y
    las fuentes de aprovisionamiento de los tejidos) y asegurar
    procesos aduaneros eficientes para satisfacer las exigencias de
    los programas
    antiterroristas de EE.UU.

    En este Documento, se revisa los elementos del contexto
    comercial que afectan y afectarán el comportamiento
    de la industria textil y de confecciones de Ibagué. En los
    siguientes capítulos, se describen la eliminación
    de las cuotas y la potencial generación de empleo en la
    ciudad en el sector de la confección, representado en la
    implementación del TLC y por ende en un incremento del
    comercio exterior con Estados Unidos.

    Cada capítulo contiene los antecedentes de cada
    tema, presenta los supuestos que respaldan nuestro análisis de la información disponible y presenta las
    estimaciones de las exportaciones y el empleo directo en la
    industria, centrándose, en particular, en Ibagué.
    Concluimos revisando varias estrategias que
    Ibagué puede adoptar para mejorar su
    competitividad.

    1.
    PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

    • FORMULACION DEL PROBLEMA

    Bajo el modelo
    económico de apertura comercial, adoptado por el gobierno
    colombiano desde la presidencia de Cesar Gaviria en el año
    1991, el estado, el
    gobierno y el sector privado han venido jugando un "nuevo" papel
    hacia una economía de mercado,
    fundamental en lo concerniente a obtener el máximo
    beneficio de las ventajas comparativas y competitivas, que le
    permitan al sector productivo tener presencia activa y creciente
    en los mercados
    externos.

    Por lo tanto, se analizan de manera puntual las
    posibilidades y realidades de la contextualización de
    algunas políticas del Gobierno Nacional, que vienen siendo
    lideradas por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y coordinadas y
    desarrolladas por entidades comprometidas en apoyarlas y darlas a
    conocer de manera directa al sector industrial desde diferentes
    campos de acción.

    Tales actividades están siendo adelantadas por la
    Cámara de Comercio de Ibagué, el SENA, el gremio
    del sector manufacturero, el Centro de Productividad del Tolima,
    las Universidades, el gobierno departamental y municipal y otras
    entidades del sector
    público y privado.

    Dentro de los problemas
    más preocupantes que viene enfrentando Ibagué se
    encuentran las elevadas tasas de desempleo y
    subempleo, situación que al finalizar el año 2004
    ubicó a la ciudad como la de mayor desocupación, con un índice del
    22.8%, seguida por Pasto con el 19.7%, tasa que resulta elevada
    con respecto a la media de las principales trece ciudades y
    áreas metropolitanas de 15.9%, lo que implica un desfase
    de 6.9 puntos porcentuales.

    Así mismo, mientras que la tasa de subempleo en
    Colombia fue del 29.9%, en Ibagué ascendió al
    39.2%, con lo cual la capital del
    Tolima superó el promedio nacional en nueve puntos
    porcentuales, al ser rebasada únicamente por Pasto, que
    presentó un guarismo de 43.2%.

    De esta manera, se presenta en Ibagué una
    delicada situación en materia
    laboral, al
    encontrarse una proporción del orden de 62.0% entre
    desempleados y subempleados, lo que requiere de especial atención por las consecuencias que se
    pueden derivar de la misma; unas de tipo social y otras de tipo
    económico, que sin duda están afectando la demanda
    agregada y las decisiones de inversión en el sector productivo
    local.

    La problemática descrita genera un desajuste en
    la economía de Ibagué; sin embargo, el
    aprovechamiento de las preferencias arancelarias del TLC
    constituye una oportunidad de negocios, de
    reactivación y ensanche del sector industrial, al
    registrar dos condiciones favorables para su utilización.
    Por un lado, la norma proviene del principal socio comercial del
    país y del Tolima y, en segundo lugar, tales beneficios
    fueron ampliados a los productos del sector de la
    confección (textiles y prendas de vestir), principal
    renglón de las exportaciones originarias del
    departamento.

    Es de anotar que en el 2003 dicho subsector
    participó con el 90.1% del monto exportado y en el 2004,
    contribuyó con el 87.7%.

    Por todo lo anterior, ¿Cuál será el
    impacto del TLC en el sector textil y de confecciones en
    Ibagué, en materia de empleo y comercio exterior?

    1.2 DELMITACION Y ALCANCE DEL ESTUDIO

    Este estudio se delimita en que el estudio sólo
    pretende analizar el impacto del TLC en lo referente al comercio
    exterior en relación a los posibles embarques de productos
    y al impacto en el empleo de la ciudad de Ibagué,
    específicamente en el sector textil y de
    confección.

    Su alcance es determinar el número de empleo
    creados en el sector a partir de la firma del tratado, así
    como el incremento de las ventas en el
    exterior en este sector económico de la ciudad.

    El estudio no pretende ahondar en temas que no se
    especifican en el titulo de la investigación, por lo que sólo hace
    parte aquellos puntos que se relacionan con la exportación de productos textiles y de
    confecciones de la ciudad de Ibagué y la generación
    de empleo a raíz del tratado de libre comercio TLC.

    2.
    JUSTIFICACION

    Ibagué en los últimos años se ha
    venido consolidando como una zona textilera y de confecciones,
    pero esto contrasta con su alto nivel de desempleo, por eso es
    importante contar con un estudio que mida el impacto en el empleo
    y las exportaciones de éste sector en la ciudad, a la
    luz de la
    entrada de vigencia de TLC.

    Por un lado, por cada cien millones de dólares
    que se logren vender al exterior en confecciones, se
    crearán 22 mil puestos de trabajo. Carlos Eduardo Botero,
    director ejecutivo de la Cámara Algodón
    Fibras-Textiles-Confecciones de la ANDI, calcula que en tres
    años las ventas al exterior tendrán que haber
    aumentado mínimo en mil millones de dólares, esto
    es 140.000 empleos directos.

    El presidente Bush firmó la extensión en
    el tiempo del tratado ATPDEA y lo amplió a nuevos
    productos. Entre los que mayor oportunidad tienen es el de
    confección, la actual posición de Colombia en el
    TLC es que se sostengan los privilegios otorgados por la ATPDEA,
    si esto se combina con el ofrecimiento de Estados Unidos de
    gravar a cero los aranceles para textiles y confecciones, se
    vislumbra un enorme crecimiento en este sector.

    El gran atractivo de la nueva situación es que
    las empresas colombianas podrán exportar ropa a Estados
    Unidos en igualdad de
    condiciones de grandes competidores como México,
    Centroamérica, China y África. Las empresas del
    sector tendrá la oportunidad de acceder competitivamente a
    un mercado que vale en la actualidad 60 mil millones de
    dólares al año y que está concentrado en 50
    gigantescos compradores a nivel orbital.

    De la mano de las confecciones van las textileras, pues
    además se estableció en el TLC la posibilidad de
    venderle a Estados Unidos confecciones realizadas con telas
    colombianas, máximo hasta un 2% de total de lo que compra
    el país norteamericano en el primer año y hasta el
    5% en 2006.

    Esa ventaja significa una posibilidad enorme de
    crecimiento para el sector textil, toda vez que hoy las prendas
    elaboradas con hilazas nacionales llegan apenas a 0,4% del total
    de importaciones norteamericanas.

    Los cálculos estiman que el resurgimiento de los
    sectores de textiles y confecciones podrá generar un punto
    adicional en el crecimiento de Producto Interno
    Bruto (PIB) cada
    año de aquí a 2006.

    El más reciente estudio de Mercados Industriales
    de la Asociación Nacional de Instituciones
    Financieras (ANIF), señala que el sector de prendas de
    vestir, excepto el calzado, es el mayor empleador de la
    industria. En plena recesión, en el año 2000, dice
    la investigación de ANIF, esta actividad generó
    61.383 empleos directos y contribuyó con el 11,5% del
    total del empleo industrial.

    Los expertos insisten en que Colombia goza de una gran
    capacidad técnica y gerencial, pero que esto no es
    suficiente. Por eso es recomendables para las pequeñas y
    medianas empresas de confecciones de Ibagué que no
    intenten explorar solas el mercado norteamericano, sino que se
    asocien para atender en bloque pedidos que pueden superar
    fácilmente el millón de prendas en una sola
    vez.

    Las puntadas de la reactivación ya están
    dadas, pero si la ciudad de Ibagué quiere aprovechar la
    gran ventaja que tiene sobre el resto del mundo de estar apenas a
    tres horas de Miami, tiene que explotar las preferencias
    arancelarias a plenitud y garantizar así que puede entrar
    como un gran jugador el Tratado del Libre Comercio (TLC).

    3.
    OBJETIVOS
    GENERALES Y ESPECIFICOS

    3.1 OBJETIVO
    GENERAL

    Describir que impacto puede ocasionar el TLC sobre el
    empleo y comercio exterior en el sector textil y de confecciones
    en Ibagué en materia de generación posible de
    nuevos puestos de trabajo y mercancías que pueden llegar a
    incrementar sus exportaciones por beneficios de tipo
    arancelario

    3.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS

    • Determinar las proyecciones de nuevas fuentes de
      trabajo que generara el TLC en Ibagué en el sector de
      confecciones y textil.
    • Determinar el incremento en las ventas de
      exportación en las prendas de vestir.
    • Examinar el posible impacto negativo en el sector de
      la confección y textil por la entrada en vigencia del
      TLC
    • Establecer que productos son los que mas
      exportaría el sector gracias a su nivel de
      competitividad.

    4.
    MARCO TEORICO

    4.1 MARCO HISTORICO

    A continuación se presenta un documento sobre la
    industria del Tolima, el cual incluye, además de una breve
    aproximación histórica y el papel jugado por el
    sector en el contexto de la estructura
    económica departamental, que se presentan aquí, un
    examen sobre su estructura y dinámica entre los años de 1975 y
    2000, haciendo énfasis en las transformaciones registradas
    a partir de 1985, por efecto de las medidas tomadas por los
    gobiernos nacional y local, con el fin de reactivar la
    economía de la zona que se vio afectada en forma directa o
    indirecta por la catástrofe de Armero.

    4.1.1 Siglos XVIII y XIX. Los primeros vestigios
    de lo que puede considerarse como actividad industrial en el
    Tolima se encuentran asociados a la producción de mieles
    de caña, panela, azúcar
    y aguardiente en el siglo XVIII, los cuales eran elaborados de
    manera artesanal y dispersa en haciendas trapicheras localizadas
    en diferentes zonas de la región.

    Con el fin de controlar la producción de este
    último y convertirlo en fuente de tributación, la
    corona española autorizó en 1736 su
    fabricación en todas las provincias de la Real Audiencia
    de Santa Fe.

    De esta manera, en 1777 se estableció la Real
    Fábrica de Aguardiente en la población de Honda, la cual fue destruida
    por un terremoto ocurrido en 1805. Posteriormente, con la
    expansión de la producción de tabaco en la zona
    de Ambalema en la primera mitad del siglo XIX, y el auge
    presentado entre 1845 y 1858, durante el cual dicha región
    aportó el 66.7% de la producción nacional y el
    61.2% de las exportaciones tabacaleras, se establecieron
    factorías donde se realizaba la preparación y el
    procesamiento de las hojas de tabaco con miras a su
    exportación, al igual que otras donde se efectuaba la
    producción de tabacos y cigarros para el consumo
    interno, principalmente.

    4.1.2 Primera mitad del siglo XX. Ya entrado el
    siglo XX, alrededor de 1915 comenzó a funcionar en
    Ibagué la primera planta productora de electricidad, que
    operaba en el sector de El Libertador. Para 1918 existían
    dos plantas
    más, así como dos fábricas de licores, dos
    de cerveza, dos de
    jabón, dos de bebidas gaseosas, una de chocolate y un
    molino de trigo; adicionalmente, se contaban cinco negocios de
    carpintería, ebanistería y talabartería, un
    aserrío de maderas y una alfarería.

    Los Anales de Economía y Estadística dan cuenta de una
    información sobre el número de establecimientos
    industriales y el capital fijo para el período 1937
    – 1943, con marcadas fluctuaciones en el número de
    empresas, pues de 41 en el primer año de la serie se
    pasó a un máximo 79 en 1938, cantidad que se redujo
    a solo 55 factorías dos años después,
    subiendo a 62 en 1942 y registrando solo 55 en el año
    siguiente, lo cual puede obedecer a inexactitudes en la
    información. Entre tanto, el comportamiento del capital
    fijo es coherente y muestra una
    tendencia creciente.

    Según el Censo Industrial realizado en 1945,
    existían en el Tolima 320 establecimientos industriales
    creados a partir de 1901, que funcionaban en 23 de los 40
    municipios de la época, concentrándose la actividad
    manufacturera en la ciudad de Ibagué, con el 43.1% de los
    establecimientos y el 31.9% de los trabajadores
    industriales.

    Al examinar desagregadamente la conformación de
    la industria existente en Ibagué en 1945, el mayor
    número de factorías estaban representadas por:
    editoriales, imprentas y litografías (15);
    producción de calzado (15); talleres de mecánica y reparación de maquinaria
    (15); confección de vestidos (14) y trilladoras de
    arroz y granos (11).

    Algunos de los anteriores grupos eran los
    mayores generadores de empleo, tal como el rubro de talleres de
    mecánica y reparación de maquinaria
    que daba ocupación a 121 personas, el 10.6% del total;
    producción de calzado con 77 empleos (6.8%); y
    confección de vestidos con 76 trabajadores
    (6.7%)
    .

    Sin embargo, los grupos que registran los mayores
    niveles de personas laborando son: alcoholes,
    licores destilados y mezclas con
    209 empleos generados por una sola empresa (18.3%);
    y panaderías con 151 (13.3%).

    Al discriminar la conformación de las principales
    ramas industriales de acuerdo con el valor de la
    producción en cada una de ellas, se tienen que en la
    industria alimenticia las principales actividades eran la trilla
    de café y
    la producción de arroz trillado, pues aportaban el 59.5% y
    el 15.0% del valor de la producción del sector;
    también tenía relativa importancia el rubro de
    panaderías al contribuir con el 7.1% de ésta
    última. Las tres actividades señaladas
    representaban el 81.6% del conjunto.

    Los ítems de mayor importancia en la industria de
    bebidas eran respectivamente la producción de cerveza y la
    elaboración de aguardiente, ya que su contribución
    al valor de la producción era del 53.7% y el 22.6%; entre
    tanto, en la actividad de transformación de metales
    preciosos, el 96.8% correspondía a la producción de
    oro en barras
    proveniente de los diferentes sitios de extracción
    existentes en el departamento.

    En el caso del renglón de química y
    farmacéutica, la producción estaba conformada en un
    79.0% por la fabricación de jabones para lavar, y en un
    24.0% por la producción de velas. Mientras que en la
    industria textil,
    que incluía la actividad de desmote
    del algodón, el 83.4% correspondía a algodón
    desmotado sin semilla y el 16.3% a semilla de
    algodón.

    Por su parte, la elaboración de vestuario
    muestra un mayor grado de diversificación, toda vez que se
    encontraba constituida por 17 renglones productivos; dentro de
    estos, los que más aportaban al valor de la
    producción del subsector eran: vestidos de lana para
    hombres y niños
    (57.3%), vestidos de dril para hombre
    (25.5%), artículos de seda (2.7%) y camisas de
    algodón (2.6%).

    4.1.3 Segunda mitad del siglo XX. Los años
    50 constituyeron una década de gran importancia no solo
    para la industria del departamento, sino para el desarrollo
    agropecuario y económico del Tolima en su conjunto, ya que
    en dicho período se construyeron los distritos de riego de
    los ríos Coello, Saldaña y Recio, lo que
    amplió enormemente la frontera para
    la agricultura
    comercial mecanizada, al ser beneficiadas alrededor de 47.600
    hectáreas, con la expansión de cultivos tales como
    arroz, sorgo y algodón, entre otros; generando las
    condiciones para que surgieran empresas industriales que se
    encargaron del procesamiento del mayor volumen de
    producción proveniente del sector
    agrícola.

    En la década de los sesenta surgieron nuevas
    empresas industriales en la región, estimuladas por las
    políticas gubernamentales orientadas a la
    sustitución de importaciones, así como las
    adoptadas en 1967, mediante las cuales se buscó combinar
    la política
    anterior con la promoción de ramas industriales que
    tuvieran posibilidades de incursionar en el mercado externo, para
    lo cual fueron creados incentivos
    fiscales como el Certificado de Abono Tributario (CAT),
    instituciones como el Fondo de Promoción de Exportaciones
    (PROEXPO), y se hizo más ágil el denominado
    Plan
    Vallejo.

    En este contexto, en marzo de 1973 fue creada la
    fábrica de Textiles del Espinal S.A. (TEXPINAL),
    con el fin de procesar la fibra de algodón producida en la
    región y elaborar materias primas y productos textiles
    tanto para el consumo interno como para la exportación. El
    capital de esta empresa fue aportado en su mayor parte por el
    IFI, Fabricato y la Corporación Financiera del Tolima S.A.
    (que había sido fundada en 1971); también se
    contó con la participación accionaría de un
    grupo de
    inversionistas locales.

    Hacia comienzos de la década de los años
    ochenta el sector productor de confecciones había
    logrado una importante expansión en Ibagué, toda
    vez que existían cerca de 200 talleres de
    confección, 90 de los cuales eran catalogados como
    empresas pequeñas y medianas, en tanto que las restantes
    eran micro o famiempresas.

    Entre los más importantes pueden
    señalarse: la fábrica de camisas y pantalones
    Monarca, Confecciones Carolina, Comprendas, Jader Sport,
    Confecciones D.G., Lord Johnathan y Manufacturas Macoltex.

    También en esta época, se establecieron en la
    ciudad las trilladoras de café Ibagué, Cafecol,
    Gavitolima y Concafé, con el fin de producir café
    para exportación.

    4.1.4 El sector industrial en la estructura
    económica del Tolima.
    El propósito de este
    documento es examinar la importancia de la industria en el
    contexto de la estructura económica departamental, a
    partir del análisis de la distribución porcentual del Producto
    Interno Bruto (PIB) del Tolima por ramas de actividad
    económica entre los años de 1980 y 2001,
    período que fue necesario dividir en dos fases: 1980
    – 1989 y 1990 – 2001, debido a que el DANE introdujo
    una nueva metodología para el cálculo de
    las cuentas
    nacionales y regionales a partir de 1994.

    Para la década de los años ochenta el
    análisis del PIB departamental revela que la industria
    constituía el segundo sector en importancia de la
    economía tolimense, luego del agropecuario, al efectuar un
    aporte promedio del 15.2% al producto regional; porcentaje que a
    pesar de su relevancia resulta inferior al agregado nacional para
    el período de 21.3%, como reflejo del bajo nivel de
    desarrollo y diversificación que ha caracterizado a la
    industria regional.

    La participación de la industria en el PIB fue
    descendente entre 1980 y 1983 tanto a escala nacional
    como local, toda vez que, en el primer escenario, pasó de
    22.4% a 20.7% y, en el segundo, de 13.6% a 11.7%, debido a que
    durante estos años algunos sectores industriales se vieron
    golpeados por el corto período de liberación de
    importaciones adoptado por el gobierno de la época, a
    partir de la reducción de aranceles, la disminución
    de los estímulos a las exportaciones y la laxitud en el
    otorgamiento de licencias de importación.

    Durante estos años el PIB industrial
    registró el peor desempeño de la década, pues en el
    ámbito nacional se presentaron tasas de crecimiento de
    -2.6% en 1981 y de -1.4% en 1982, con un lánguido aumento
    del 1.1% en 1983. Entre tanto, el impacto sobre la industria
    tolimense tuvo una mayor repercusión, pues las
    caídas en el sector ascendieron a -15.0% y -11.2% en 1982
    y 1983 respectivamente.

    A partir de 1984 se produjo una importante
    recuperación de la industria, la cual se tradujo en el
    caso del Tolima, en la obtención de tasas de crecimiento
    del orden del 17.0% en 1984 y 1985, y del 13.0% en 1986,
    ampliamente superiores a las logradas en el plano nacional, donde
    oscilaron entre el 3.0% en 1985 y alrededor del 6.0% en 1984 y
    1986. Estos resultados fueron propiciados por las medidas
    tendientes a estabilizar la economía implementadas por
    la
    administración de la época, tales como: la
    reducción del déficit fiscal como
    proporción del PIB, la devaluación real del peso y
    mejores instrumentos para la promoción de exportaciones;
    así como la restricción a las importaciones y la
    protección arancelaria que estuvieron vigentes entre 1987
    y 1989.

    En dicho lapso el ritmo de crecimiento de la industria
    local declinó y se redujo a un solo dígito, con un
    progreso relativamente bajo en 1988 (3.5%); sin embargo, tales
    resultados fueron comparativamente mejores que los del sector
    manufacturero consolidado, pues mientras que en éste se
    produjo un crecimiento medio del 4.6% en los tres últimos
    años de la década, el Tolima reportó un
    avance anual del 6.7%, el cual es atribuible a la
    reactivación de la inversión, propiciada por las
    exenciones tributarias y arancelarias otorgadas por el gobierno
    nacional mediante la Ley 44 de 1987, con el propósito de
    incentivar la actividad económica en la zona afectada por
    la catástrofe de Armero, así como por el Decreto 78
    de 1988 mediante el cual se incluyó a Ibagué como
    ciudad beneficiaria y el Acuerdo 044 de 1988 del Concejo
    Municipal de Ibagué, que otorgó exenciones por diez
    años en materia de impuestos de industria y comercio,
    avisos y tableros y predial y complementarios.

    El comienzo de la década de los noventa
    coincidió con un giro sustancial en la conducción
    de la economía colombiana, toda vez que empezaron a
    adoptarse medidas conducentes a un mayor grado de apertura e
    internacionalización, con lo cual comenzó a dejarse
    de lado en forma definitiva el modelo de sustitución de
    importaciones, sobre el cual se había sustentado el
    desarrollo industrial del país desde mediados de los
    años cuarenta.

    De igual forma, se efectuaron reformas trascendentales
    en los campos laboral, cambiario, tributario y financiero,
    encaminadas a viabilizar el proceso de
    liberalización.

    Durante este período la participación de
    la industria en el PIB registró una caída
    sustancial, pues en el ámbito nacional se redujo de 18.0%
    en 1990 a 14.1% en el 2001. Entre tanto, en el Tolima el
    deterioro de la contribución del sector industrial al
    producto regional fue un poco menos acentuado, ya que pasó
    de 11.1% a 8.4%, inferior a la presentada en la industria
    nacional.

    Sobre la pérdida de importancia de la industria
    en la estructura económica nacional y regional
    influyó la avalancha de importaciones que se produjo
    durante la primera etapa de liberalización de la
    economía, fundamentalmente de bienes de
    consumo que entraron a competir con la producción
    nacional, lo cual propicio que el PIB industrial del país
    redujera su crecimiento de 4.2% en 1990 a -2.1% y -1.3% en los
    dos años siguientes, recuperándose en 1994 y 1995,
    para volver a descender en los años posteriores,
    registrando la caída más drástica en 1999,
    cuando su tasa de variación fue de -8.4%, año en el
    cual, como es sabido, la economía colombiana
    experimentó la mayor recesión de su historia
    reciente.

    Los primeros años de la década del noventa
    no fueron favorables para el PIB industrial del Tolima, pues de
    un crecimiento de solo 1.0% en 1990 se pasó a resultados
    negativos en los dos años siguientes (-0.7% y -4.3%). En
    1994 se presentó una drástica caída del
    13.6%, explicada por las agudas dificultades enfrentadas por el
    sector productor de alimentos y la industria textil, debidas al
    contrabando y
    la revaluación, a tal punto que en dicho año fueron
    cerrados varios molinos procesadores de
    arroz y una importante fábrica productora de aceite,
    mientras que buena parte de las empresas textileras y
    confeccionistas redujeron tanto los volúmenes de
    producción como el nivel de empleo.

    En 1995 se recuperó lo perdido el año
    anterior al obtenerse un crecimiento del 13.6%, mientras que en
    1997 se logró el mayor avance en términos reales de
    todo el lapso analizado (21.4%), debido principalmente a la
    entrada en producción plena de una importante empresa
    productora de cemento, que
    fue creada al tenor de la mencionada Ley 44 de 1987, con lo cual
    el valor de la producción bruta de la industria
    departamental se incremento en 38.7% a precios
    constantes y el consumo de energía eléctrica
    creció en 71.3%.

    En los dos años siguientes el crecimiento de la
    industria tolimense se desplomó, por efecto de la
    recesión económica que afectó al país
    y tuvo un impacto mayor en la región, pues en 1999 el PIB
    del sector cayó en el departamento en 15.1%, casi el doble
    del descenso presentado a nivel nacional (8.4%); sin embargo, la
    recuperación registrada en el 2000 fue superior: 13.7%
    frente a 11.7%, en virtud de los incrementos presentados en los
    renglones de otros minerales no
    metálicos (producción de cemento), sustancias
    químicas industriales y alimentos.

    De otra parte, el análisis del PIB regional
    revela que el Tolima es un departamento donde el sector
    agropecuario juega un papel preponderante, pues para el
    período 1980 – 1989 registró una
    participación media del 42.1%; sin embargo,
    presentó una tendencia decreciente, ya que se redujo de
    44.4% en 1980 a 37.2% en 1989. Durante la década del
    noventa y los primeros años del segundo milenio su
    importancia continuó disminuyendo, al pasar su
    contribución al producto regional del 33.5% en 1990 al
    30.2% en el 2001, con un promedio del 31.4%.

    Entre las causas que determinaron este retroceso, y que
    afectaron en mayor proporción a los cultivos transitorios,
    se pueden señalar las siguientes: el impacto de la
    apertura de la economía colombiana a la competencia
    internacional; el deterioro de la rentabilidad
    en la mayoría de cultivos; la creciente importación
    de productos alimenticios, tales como maíz,
    arroz y algodón; la caída de los precios
    internacionales de los productos agrícolas; la
    elevación de los costos de producción, entre los
    que se destacan los arrendamientos; la revaluación del
    peso y las alteraciones climáticas, entre
    otras.

    Lo anterior se tradujo en bajas tasas de crecimiento del
    sector, derivadas del
    descenso del área cultivada desde los primeros años
    de la década del noventa, pues luego de haber mostrado una
    trayectoria creciente entre 1981 y 1989, al subir de 298.134
    hectáreas a 408.307 hectáreas, a partir de 1990
    comenzó a reducirse hasta llegar en 2001 a 349.048
    hectáreas, lo que representa una caída del
    14.5%.

    De todas maneras, la participación de la
    actividad agropecuaria en el PIB fue superior en el Tolima que en
    el consolidado nacional, pues el promedio para los años
    ochenta fue del 42.1% y entre 1990 y 2001 del 31.4%, en tanto que
    para el país estos porcentajes fueron de 22.0% y 14.8%
    respectivamente.

    Con respecto a los demás sectores que conforman
    la estructura económica del Tolima, debe señalarse
    que existe una elevada y creciente participación del
    denominado sector terciario, pues si se suma la
    contribución de ramas tales como comercio, transporte,
    comunicaciones, servicios financieros, servicios
    del gobierno, etc., se encuentra que el aporte consolidado
    pasó del 39.9% en 1980 al 53.6% en el 2001, mientras que
    en el ámbito nacional la participación de estos
    rubros aumentó del 48.6% al 56.7%. Sin embargo, en este
    último escenario el peso de tales sectores es mayor, al
    registrar un promedio del 51.9% en los veintidós
    años considerados.

    4.2 MARCO ECONOMICO

    4.2.1 Mercado laboral. De acuerdo con los
    resultados de la Encuesta
    Continua de Hogares adelantada por el Departamento Administrativo
    Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desempleo en
    Ibagué alcanzó un 22.8% en el segundo trimestre de
    2004, la más alta entre las trece ciudades y áreas
    metropolitanas investigadas por el ente estadístico,
    seguida por la ciudad de Pasto con el 19.7%, mientras que la
    menor tasa se presentó en Villavicencio con un
    12.6%.

    Entre tanto, la tasa de desocupación para el
    conjunto de las trece ciudades se ubicó en
    15.9%.

    Sin embargo, debe señalarse que el nivel de
    desempleo en Ibagué disminuyó en 1.5 puntos
    porcentuales frente a junio de 2003, al reducirse la cantidad de
    personas desocupadas de 55.000 a 51.000, debido a que las
    diferentes actividades económicas de la ciudad generaron
    3.000 empleos adicionales a los 169.000 existentes en junio del
    año precedente, en especial en sectores tales como
    comercio y construcción; no obstante, la tasa de
    ocupación, como A indicador de demanda, pasó de
    53.5% a 53.4% en el año completo, a causa del incremento
    en la cantidad de personas en edad de trabajar de 317.000 a
    322.000.

    En lo referente al indicador del subempleo,
    Ibagué se ubica en el segundo lugar en el contexto de las
    trece ciudades investigadas por el DANE, con una tasa del 39.2%
    para el trimestre abril – junio de 2004; al interior de
    ésta categoría el grupo más representativo
    lo conforman las personas con un nivel inadecuado de ingresos,
    seguido por trabajadores que laboran un número
    insuficiente de horas.

    Es de anotar que Pasto es la ciudad con la tasa
    más alta (39.8%), mientras que el menor porcentaje se
    registra en Barranquilla y su área metropolitana, con un
    15.6%. Para el conjunto de ciudades consultadas el subempleo
    totalizó 29.9%.

    Es de señalar que Ibagué contaba en junio
    de 2004 con una población en edad de trabajar estimada en
    322 mil personas, de las cuales 223 mil constituyen la
    Población Económicamente Activa (PEA); de estas,
    172 mil estaban ocupadas y 51 mil se encontraban
    desempleadas.

    De las personas ocupadas, 118 mil se encuentran en el
    grupo de 25 a 55 años; 27 mil en el de 18 a 24
    años; 20 mil tienen más de 56 años y 8 mil
    están entre los 12 y 17 años. Del total de la
    población empleada, 58.000 personas (33.7%) laboran en el
    sector comercio, 45.000 (26.2%) en servicios comunales, sociales
    y personales, y 28.000 (16.3%) en la Industria, para mencionar
    las actividades económicas que generan el mayor volumen de
    empleo en la ciudad, pues en conjunto contribuyen con el 76.2%
    del total de puestos de trabajo.

    Por último, es de indicar que según la
    posición ocupacional el mayor empleo se genera en el grupo
    denominado "obrero, empleado particular" al contar con 69.000
    personas ocupadas, seguido de cerca por el rubro "trabajador por
    cuenta propia" con 62.000; mientras que "obrero, empleado del
    gobierno" sólo participa con 10.000 puestos de trabajo.

    4.2.2 Sector externo.

    • Exportaciones no tradicionales (FOB). Los agentes
      económicos del Tolima realizaron exportaciones no
      tradicionales durante el primer semestre de 2004 por valor de
      US $9.6 millones, superiores en US $4.6 millones (90.1%) frente
      a igual periodo del año precedente. Tal resultado se
      explica primordialmente por la dinámica de los textiles
      y prendas de vestir, cuyas ventas registraron un incremento
      entre los dos semestre de US $4.0 millones (88.7%); lo que
      ubica a dicha actividad industrial como la más
      importante en el comercio exterior regional, al participar con
      el 87.7% del total exportado.

    Debemos señalar que este resultado fue propiciado
    por la Ley de Preferencias Andinas y de Erradicación de
    Drogas
    (ATPDEA), al permitir la exportación a Estados Unidos de
    confecciones exentas de aranceles, así como por una
    perspectiva comercial más amplia de los empresarios
    locales, ya que en el período empresas nacionales y del
    Tolima participaron por primera vez en la tercera versión
    del evento Cotton´s Sourcing Summit, también
    conocido como cumbre comercial de confeccionistas, promovido por
    Cotton USA, que reúne en Miami a importadores de ropa de
    los Estados Unidos con fabricantes de prendas de algodón
    del Caribe, Centroamérica, África Subsahariana y la
    Región Andina.

    Por su parte, la demanda de productos originarios del
    Tolima se concentró en los Estados Unidos, país al
    que se le facturó el 80.2% del monto total exportado en
    los seis primeros meses de 2004, con un crecimiento del 110.7%
    frente al primer semestre de 2003, al pasar de US $3.6 millones a
    US $7.7 millones; le siguen Venezuela, con una
    participación del 9.6%; Ecuador, con el 3.5%, y
    México, con 1.4%, para mencionar los más
    importantes.

    • Importaciones. El valor de las importaciones
      efectuadas por los empresarios del Tolima registró un
      crecimiento del 96.1% en el primer semestre del año, al
      concretarse compras en
      términos FOB por valor de US $14.0 millones, mientras
      que en igual periodo de 2003 ascendieron a US $7.2 millones. Es
      de resaltar que dicho incremento fue jalonado por la demanda de
      los sectores productores de textiles y prendas de vestir,
      concentrada en la compra de fibras para atender la mayor
      demanda, lo que significó un crecimiento del 899.4%,
      equivalente a US $3.0 millones, con respecto a lo pagado en
      igual semestre del año precedente.

    Otros productos que se adquirieron en cuantías
    importantes en el mercado internacional fueron: maquinaria y
    equipo con adquisiciones por US $4.8 millones y un incremento del
    76.0%, donde sobresalen los accesorios eléctricos, en
    especial los provenientes de Finlandia. Le siguen en importancia
    alimentos, bebidas y tabaco por US $4.3 millones, dentro de los
    cuales se destacan los productos de la
    molinería.

    Por países de origen, Estados Unidos ocupa el
    primer lugar al participar con el 22.3% del valor total de las
    compras al exterior, seguido por Tailandia con 17.3%, luego
    Finlandia con un 10.4%, en cuarto lugar se encuentra Perú
    con el 10.3%; después aparecen Chile y Brasil, con 7.2%
    y 5.9% respectivamente.

    • Balanza comercial (FOB). Como resultado de las
      transacciones efectuadas entre productores y comercializadores
      residentes en el Tolima con el sector externo (excluyendo
      café), se obtuvo en el primer semestre de 2004 una
      balanza
      comercial deficitaria por valor de US $4.4 millones, lo que
      implica un desbalance adicional de US $2.3 millones (111.4%)
      con respecto al déficit registrado en el primer semestre
      de 2003.

    Es de anotar que los negocios realizados por el Tolima
    con su principal socio comercial (Estados Unidos) en el
    año corrido hasta junio de 2004, según destino y
    origen de los productos, arrojaron un superávit de US $4.6
    millones; mientras que Tailandia, Finlandia, Perú, y
    Brasil actuaron sólo como proveedores, lo que explica en
    gran parte déficit total de la balanza
    comercial.

    * Algodón. El principal aumento se
    presentó en el cultivo de algodón, con 6.436
    hectáreas adicionales (59.5%), al pasar de 10.810
    hectáreas en el semestre "A" de 2003 a 17.246
    hectáreas en el actual período, lo cual es
    atribuible a la positiva respuesta dada por los cultivadores a
    las políticas gubernamentales enfocadas al incremento del
    cultivo de la fibra, con el propósito de recuperar este
    renglón del agro nacional y generar nuevos empleos
    rurales, así como por el favorable comportamiento
    registrado por la cotización de la fibra en los mercados
    internacionales en el 2003. Además del repunte del
    área, se espera que los rendimientos por hectárea
    aumenten de 2.3 a 2.4 toneladas de algodón – semilla, por
    efecto de la introducción de semillas
    genéticamente modificadas, que además de ser
    más resistentes a las plagas y enfermedades y reducir los
    costos de producción al requerir menos aplicaciones de
    insecticidas, generan un mayor nivel de producción;
    así como por el buen comportamiento del clima, que
    permitió realizar en forma adecuada y oportuna las labores
    de preparación de tierras y las siembras, y
    posibilitó la germinación del cultivo dentro de los
    parámetros normales.

    Por efecto de los anteriores factores, se estima que el
    volumen de producción estará por el orden de las
    41.390 toneladas de algodón – semilla, con un crecimiento
    de 16.527 toneladas respecto a la producción alcanzada el
    año precedente de 24.863 toneladas. Tal volumen coloca al
    Tolima a la cabeza de los departamentos que siembran
    algodón en el primer semestre del año, con una
    participación del 61.2%, seguido por el Valle con el 21.1%
    y Cundinamarca con el 10.0%.

    Sin embargo, al acercase la época de
    recolección se han presentado inconvenientes con la
    comercialización de la fibra, pues la
    Corporación Distribuidora de Algodón Nacional
    (DIAGONAL) ha señalado que cuenta con inventarios
    suficientes para abastecer a la industria textilera hasta octubre
    y no estaría en disposición de adquirir la
    producción de la cosecha del interior por ahora. Ante esta
    situación, el Gobierno Nacional adoptó la
    decisión de limitar las importaciones de algodón
    por seis meses; además, mediante el decreto 1943 del 16 de
    junio de 2004 estableció un arancel del 20.0% para la
    importación de la fibra y determinó un contingente
    de acceso preferencial, con autorización previa, de 5.000
    toneladas con un arancel del 10.0%.

    Debido a que el problema de fondo radica en el precio al cual
    se vendería la fibra nacional, que según los
    textileros resulta más elevado que el importado, el
    Gobierno propuso una compensación para la diferencia entre
    el precio de sustentación, fijado en $4.000.000 para la
    tonelada de fibra, y el valor resultante de una fórmula
    que incorpora la Tasa Representativa del Mercado y la
    cotización internacional Index A de Liverpool.

    * La cadena textil. La cadena textil, con cuatro
    eslabones principales, está altamente fragmentada y
    existen grandes diferencias entre los distintos eslabones. Los
    cuatro eslabones son Algodón, Fibras (algodón,
    lana, seda, sintéticos), hilanderías y textiles y
    confecciones.

    En algodón Colombia con 0.2% de la
    producción mundial, ocupa el puesto 35 entre productores
    mundiales. Los principales centros de producción mundial
    son: China (27%), USA (18%), India (9%),
    Pakistán (9%), Uzbekistán (6%). Los principales
    centros producción nacional son: Córdoba (61%),
    Tolima (20%), Cesar (8%) y Valle.

    El principal mercado es el mercado domestico.

    A pesar de tener rendimientos físicos altos, la
    rentabilidad del cultivo en Colombia es baja. Colombia tiene
    rendimientos físicos promedio del algodón por
    encima del promedio mundial (2.3ton/ha vs. 1.68ton/ha, China
    3.9).

    A pesar de esto la rentabilidad del cultivo es baja
    porque las explotaciones son pequeñas los costos de los
    cultivos son altos, no hay financiación y el precio
    internacional es bajo.

    En Fibras, Algodón, Lana, Seda y
    Sintéticos, Colombia con 0.2% de la producción
    mundial ocupa el puesto 33 entre los productores mundiales. Los
    principales centros de producción mundial son: China
    (27%), USA (18%), India (9%), Pakistán (9%),
    Uzbekistán (6%). Los principales centros producción
    nacional son Córdoba, Tolima y Cesar de algodón,
    Medellín y Bogotá fibras
    sintéticas.

    La prioridad del eslabón es el mercado interno.
    El principal mercado es el domestico, pues Colombia importa el
    55% de las necesidades de la industria.

    En Hilandería y textiles a pesar de que existe
    una sobreproducción mundial hay posibilidades de abrir
    mercados. La producción nacional se concentra en el
    mercado interno y es producida principalmente en Medellín
    (50%) y Bogota (36%). Debido a la debilidad de México en
    la producción de telas (importa de USA, Taiwán,
    Corea y China) potencialmente podría exportarse a
    México, Centro América, y la región Andina. El
    precio es el principal driver de la exportación y la
    competencia de China es restante como poco.

    Las deficiencias en la prestación del servicio de
    energía
    eléctrica afectan la maquinaria y los procesos en este
    eslabón de la cadena. El 11.64% de los costos y gastos totales
    están representados por servicios de infraestructura donde
    la energía eléctrica/gas son
    particularmente significativos.

    En Confecciones los principales centros de
    producción internacional son la China e India y los
    principales mercados: USA, Europa. En
    Colombia los principales centros de producción nacional
    son Bogota con el 33%, Medellín con el 33%, siendo
    Ibagué el tercer centro de producción. En los
    principales mercados mundiales Colombia tiene preferencias
    arancelarias.

    Las preferencias arancelarias y el TLC garantizan a
    Colombia el acceso a los mercados. Colombia recibe preferencias
    arancelarias al año por concepto del
    ATPDEA de $1.000millones/año por las exportaciones a USA.
    Las posibilidades de un TLC con este país pueden dar
    garantía de este acceso a largo plazo. Adicionalmente las
    preferencias arancelarias de la confección en Europa
    garantizan el acceso a ese mercado.

    México, Centro América y el Pacto Andino
    también son oportunidades de mercado interesante.
    México es un importador importante de telas que necesita
    insumo para su maquila de prendas de vestir que ha venido
    creciendo al 25%/año. Centro América esta en una
    situación similar. El Pacto Andino también es una
    oportunidad de mercado.

    La ubicación geográfica es una ventaja
    clave para esta cadena. Los ciclos de la moda son cada vez
    más cortos, por lo que el lead time es cada vez más
    relevante. La ventaja de la ubicación geográfica de
    Colombia cerca de los mercados importantes (USA, Europa,
    México) y de la posibilidad de producir prendas en la
    Costa Caribe cerca de los mercados potenciales es una gran
    ventaja para esta cadena.

    El avanzado desarrollo de la industria también es
    una fortaleza para Colombia. Existe un gran conocimiento
    del negocio Textil y de Confección y una excelente
    calidad
    confección. El creciente tamaño y reconocimiento
    sector de diseño y la especialización en detalle
    como en géneros y encajes es una oportunidad que debe ser
    aprovechada. Existe también una creciente demanda por
    confecciones con mayor diseño.

    Las exportaciones de confecciones han incrementando en
    un 28% desde 1997 Hay fortaleza en pantalones de algodón y
    sostenes 60% de las prendas de vestir exportadas van a
    USA.

    A pesar de las oportunidades Colombia afronta unas
    amenazas latentes de productores de menores costos y de acceso a
    insumos que dictaminan las reglas del juego. En
    Colombia la Maquinaria es antigua (particularmente para
    hilandería y telas donde tiene más de 15
    años de antigüedad). La provisión de fibra,
    hilos, texturas obliga a inversiones de capital altas, esto
    sumado a altos aranceles para la importación de maquinaria
    elevan los requerimientos de capital.

    Adicionalmente hay inestabilidad en el suministro de
    algodón por la inseguridad y
    la dependencia en importaciones de algodón (vulnerabilidad
    a subidas de precio y a tiempos de recibo); 80% del
    algodón que se consume se importa, también las
    importaciones de denim subieron cerca de un 50% en últimos
    5 años Las importaciones de valor en unidades se han
    mantenido en pesos pero se han reducido por caída en su
    precio.

    Existe la necesidad de ampliación en textileras y
    productores de fibras para suplir demanda confecciones. Este
    proceso puede demorarse debido a que algunas empresas de estos
    eslabones afrontan problemas financieros y se encuentran en Ley
    550 de reestructuración económica lo cual
    compromete posibilidades de Capital de Exportación
    (CAPEX).

    La creciente importancia de China y de otros
    países asiáticos representa una amenaza para la
    cadena. China tiene una amplia gama de producto y una excelente
    calidad, tiene un precio difícil de igualar, y una mano de
    obra muy barata. El gobierno tiene un control completo
    del sector. En el 2005 la eliminación de la cuota
    arancelaria para China con su ingreso a OMC aumentara la
    competencia. Adicionalmente India, Bangladesh y Pakistán
    tienen características similares

    Los subsidios al algodón en otros países
    son un fomento para la producción de prendas. Estos
    subsidios distorsionan el mercado y generan incentivos
    artificiales a la producción de prendas de vestir
    convirtiéndose en una amenaza para Colombia. CAFTA
    convierte a países de Centro América en fuente de
    suministro (maquila). Con la reciente negociación de CAFTA y su posible
    aprobación por el Congreso de USA, Centro América
    puede convertirse en una fuente de suministro para el mercado
    americano difícil de desplazar.

    La cadena textil amerita ser estudiada en mayor
    profundidad dado que es un sector con un potencial importante
    para la economía colombiana que enfrenta retos de
    países como China y México. Esta cadena representa
    el 7.3% de la producción industrial, el 11.2% de las
    exportaciones no tradicionales y genera aproximadamente 100.000
    empleos. La cadena enfrenta retos muy importantes que ameritan
    ser analizados en mayor detalle.

    Para efectos del análisis la cadena textil
    industrial comienza con la fabricación de fibras naturales
    y químicas y termina con la confección de prendas
    pasando por la producción de hilados y textiles. En
    Colombia se producen el 43.6% de las fibras naturales y
    químicas, el 82% de los tejidos planos y de punto y el 83%
    de las prendas de vestir lo demás se importa. De la
    fabricación de prendas 55% se exportan.

    La cadena, con cuatro eslabones industriales
    principales, está altamente fragmentada y existen grandes
    diferencias entre los distintos eslabones.

    Según los miembros de la cadena hay tres
    áreas de trabajo importantes. Acceso a
    financiación, principalmente para modernización y
    expansión de capacidad y algo para autogeneración.
    Actualmente el acceso es limitado para toda la cadena al existir
    la percepción de ser un sector de alto
    riesgo.

    El acceso a crédito
    es fundamental para modernizar procesos fabriles sobretodo en los
    eslabones de hilandería y textil y para materializar
    posibilidades de autogeneración. Las dificultades
    están asociadas principalmente a la Ley 550 de
    reestructuración financiera de algunas textileras.
    Creación de condiciones favorables para la inversión
    extranjera. La competencia con países Centro
    Americanos por inversión necesaria para ampliar la
    capacidad y modernizar las plantas requiere del establecimiento
    de incentivos tributarios y de estabilidad
    jurídica.

    Mejoras en la logística de distribución, tanto de
    importación como de exportación, de tal manera que
    se pueda aprovechar la ventaja de proximidad a Estados Unidos
    siendo competitivos con México, Centro América y el
    Caribe y consiguiendo diferenciación frente a China. Esto
    puede lograrse mediante confiabilidad del transporte, seguridad,
    acceso a puertos y logística documental (criterios de
    origen y visados y certificaciones e inspecciones).

    Desde el punto de vista de los costos de los servicios
    de infraestructura, la energía eléctrica es el
    servicio de infraestructura más importante para
    ésta cadena, y particularmente importante en la
    producción de textiles. Los costos de servicios de
    infraestructura representan en promedio el 18.4% de los costos y
    gastos totales de ésta cadena. De este porcentaje, mas del
    80% esta representada por los costos de
    energía.

     * Energía. El 73% de la energía
    eléctrica y gas consumido por la cadena está en la
    hilatura y el proceso textil que sólo representan el 38%
    del valor agregado de la cadena. Hay una alta intensidad en el
    consumo de energía eléctrica en la
    fabricación de fibras así como en los procesos de
    hilandería y textil; dicha intensidad es superior a la de
    otros países y está asociada en parte a la
    antigüedad promedio de las plantas y a los procesos
    utilizados en Colombia.

    El 55% de la energía consumida en la
    producción textil general el 33% del valor agregado de la
    cadena, mientras que el 27% de la energía consumida en
    confecciones general el 62% del valor agregado.

    No es claro cual es el precio medio pagado por
    ésta cadena en Colombia por la energía
    eléctrica, pero parecería ser un poco más
    alto que para los demás países. Existen diferencias
    importantes entre los números estimados por el DANE y los
    calculados en estudios de la ANDI. De acuerdo con los primeros,
    los precios de la energía eléctrica en Colombia
    estarían ligeramente por encima de los de Brasil,
    México y Venezuela. Sin embargo si se comparan los costos
    con los que tienen las empresas que realizan
    autogeneración en Brasil, los costos colombianos casi
    duplican el valor por kilovatio.

    Gráfico 14.

    Tarifas de energía

    Las tarifas de la energía eléctrica en
    Centro América son más altas sin embargo las
    inversiones en tecnología que han
    efectuado estos países y la optimización de sus
    procesos ha llevado a una reducción en la intensidad
    energética de la cadena. Las tarifas en Colombia son
    sustancialmente mas bajas que en Centroamérica, lo cual
    representa una ventaja competitiva, pero en Centro América
    se están haciendo inversiones importantes en la cadena
    textil que han cerrado la brecha a través de una menor
    necesidad energética.

    La percepción generalizada de los usuarios es que
    las tarifas de energía eléctrica son altas.
    Según ellos, esto esta asociado a tres factores
    principalmente: 1. contribución del 20%; 2. Cargos del
    STN, elevados y transferidos en su totalidad al usuario; 3.
    restricciones del sistema que
    terminan pagando los usuarios.

    La autogeneración en la cadena textil
    todavía es incipiente y la utilización del gas es
    principalmente como sustituto de combustibles líquidos
    para calderas
    utilizadas en el proceso productivo. En ésta cadena
    predomina la compra a terceros de energía
    eléctrica; la autogeneración es marginal, sin
    embargo las plantas de respaldo son comunes.

    Se están estudiando proyectos de auto
    o cogeneración motivados por la diferencia en los precios
    de la energía comprada versus autogenerada (casi el doble
    comprada que autogenerada). Para la autogeneración las
    empresas están dudosas entre gas y carbón, aunque
    parecería haber una inclinación generalizada hacia
    carbón gracias al comportamiento errático de los
    precios del gas.

    Sin embargo, aunque la autogeneración este en la
    mente de algunos participantes de la cadena, hacerlo realidad se
    dificulta por la situación financiera de algunas de ellas
    así como otras necesidades apremiantes de inversión
    asociadas a los procesos productivos. Las empresas enfrentan una
    dicotomía en la asignación de los limitados
    recursos entre
    lo que puede considerarse actividades "core" y actividades
    "non-core", entre estas ultimas la generación.

    Aunque el transporte no es tan significativo en
    términos de costos directos para la cadena textil, tanto
    el transporte como la logística son estratégicos
    para la cadena a la luz del TLC. Algunas características
    de la cadena textil hacen que los costos de transporte no sean
    significativos, estas son: que es un producto de mayor valor
    relativo a su peso; que, hay integración vertical
    textil-confección que minimiza transporte entre estos dos
    eslabones de la cadena; que hay un desarrollo de cluster en
    Medellín y zona aledaña; que los talleres satélites
    son cerca de las plantas de confección.

    Sin embargo, las características de la cadena y
    del mercado internacional convierten a la logística y el
    transporte estratégico. En el mercado internacional el
    "time to market" y los "lead times" cortos son fundamentales para
    competir, existen confeccionistas de otros países que
    logran poner el producto en cualquier parte de América en
    24 horas. Por esto la ubicación geográfica frente a
    puertos de exportación es fundamental.

    Adicionalmente, desde el punto de vista de la materia prima
    el acceso rápido a los insumos es clave. La coordinación con la multiplicidad de
    talleres hacia el final de la cadena también requiere una
    logística impecable sobretodo a medida que la escala de
    los pedidos y las exigencias de tiempos van creciendo. Igualmente
    el gran número de productos y referencias, la disparidad
    de pesos, calidades y medidas y la alta rotación del
    producto mercado de exportación principal, hacen complejo
    el manejo del producto terminado.

    La logística se vuelve fundamental para
    satisfacer los objetivos de la industria que parecerían
    estar alineados con el siguiente comentario de un textilero: "(El
    objetivo es) reducir costos logísticos en el tramo total
    de origen a destino y brindar mas servicios a los canales de
    distribución, con más efectividad y dinamismo
    para estar siempre un paso delante de confeccionistas con
    ventajas geográficas como los Mexicanos, Centro americanos
    y Caribeños"

    Transporte y Logística para el Eslabón de
    producción de Fibras El componente importado de este
    eslabón es alto.

    En este eslabón las importaciones son de materia
    prima e insumos para producción de fibras
    sintéticas así como importaciones de
    algodón- Las importaciones se realizan principalmente por
    Cartagena y se utilizan agentes de Aduana para la
    nacionalización. El transporte desde el puerto hasta
    Medellín y Bogotá (los principales centros de
    consumo) es principalmente terrestre y contratado con
    terceros.

    Según los entrevistados el buen servicio de la
    Sociedad
    Portuaria de Cartagena es una de las fortalezas del proceso de
    importación de materia prima. Existe la percepción
    que el puerto esta tecnológicamente bien dotado y tiene
    precios razonables. Hay problemas menores en la carretera
    Cartagena – Medellín y Medellín-Bogotá
    que sumado a las restricciones de circulación nocturna
    incrementan costos asociados al inventario. En
    general es un producto que no ha sido atractivo para el
    robo.

    El transporte interno de materias primas importadas y de
    producto terminado se hace con terceros. La materia prima
    nacional proviene de la Costa Atlántica a Medellín
    o Bogotá. Para algunos de los insumos se hace en
    transporte terrestre especializado (Ej.: Caprolactama, MEG) con
    terceros. El producto terminado va a los principales centros de
    consumo en Medellín y Bogotá. El producto va de la
    bodega al cliente y no hay
    almacenamiento
    intermedio.

    El transporte y la logística del eslabón
    de fibras es el menos complejo de toda la cadena textil pero se
    ve afectado por la seguridad y la falta de orden estructural del
    transporte carretero. La cercanía a los consumidores y el
    hecho de que la materia prima no es fácil de ser robada,
    facilita la logística del eslabón. Pero la tabla de
    fletes que obliga a contratar a precio mayor que el mercado y las
    restricciones de circulación por inseguridad, reducen la
    eficiencia de
    despachos al mercado de Bogotá. Las necesidades de
    escoltar el producto terminado dentro de las ciudades representan
    un costo
    adicional.

    Las exportaciones de producto terminado, dentro de este
    primer eslabón, son marginales. Las exportaciones se
    dirigen principalmente a la comunidad
    Andina y a Brasil, se utiliza el puerto de Cartagena y el
    puerto de Buenaventura y se utiliza transporte terrestre de
    terceros para llegar a los puertos. Los trámites de
    exportación se hacen con las sociedades de
    intermediación aduanera (SIAs).

    Las exportaciones de producto terminado sufren los
    mismos problemas logísticos. Las restricciones de
    circulación nocturna, los sobre costos por escoltar
    producto dentro de las ciudades y la aplicación tabla de
    fletes generan ineficiencias y sobre costos en la
    logística de exportación.

    Transporte y Logística para el Eslabón de
    Hilados El porcentaje importado de este eslabón oscila
    significativamente dependiendo del nicho de mercado analizado.
    Las importaciones se hacen por Buenaventura o Cartagena
    dependiendo del origen de la carga (Ej.: lana de Argentina y
    Uruguay por
    B/ventura; acrílico del Perú por B/ventura; Nylon
    de USA, Europa por Cartagena). Se utiliza Transporte terrestre
    contratado con terceros al igual que se utilizan las
    SIAs.

    La eficiencia del puerto de Cartagena es la principal
    fortaleza logística del eslabón de hilados y la
    inseguridad y la aplicación de la tabla de fletes la
    principal debilidad al igual que en el eslabón primario.
    Existe una gran satisfacción de los usuarios con el puerto
    de Cartagena pero se generan sobre costos por las restricciones a
    la circulación nocturna y la aplicación de tabla de
    fletes. Por ejemplo los fletes de Cartagena a Medellín son
    aproximadamente el 50% superiores a los fletes en la dirección contraria ($78,711/ton vs.
    $53,243/ton.) Y la proporcionalidad es del 34% para el caso de
    Buenaventura.

    El transporte domestico de materia prima y producto
    terminado es terrestre contratado con terceros. La materia prima
    nacional proviene de Medellín o Bogotá
    principalmente. El producto terminado va a la industria de la
    confección. Existen productores integrados verticalmente
    para los que la tela no tiene que viajar.

    El principal transporte de los no integrados va a
    Medellín y Bogotá (cercanía en kilometraje
    reduce costos) seguido por B/manga, Ibagué y el Eje
    Cafetero

    La integración vertical con confeccionistas y por
    clusters en Bogotá y Medellín es una ventaja para
    el manejo de la logística del transporte de hilados y la
    inseguridad y la aplicación de la tabla de fletes se ha
    convertido en una amenaza. Como se mencionó anteriormente,
    el sobre costo asociado a la aplicación Tabla de Fletes
    que obliga a contratar a precio mayor que el mercado, las
    restricciones de circulación por inseguridad y el costo
    adicional de escoltar el producto reducen la eficiencia e
    incrementan los costos de los despachos al mercado.

    Las exportaciones de producto terminado de Hilados se
    hacen principalmente a ATPDEA y México. Para esto se
    utiliza el puerto de Cartagena y el puerto de Buenaventura, se
    utiliza transporte terrestre de terceros para llegar a los
    puertos y se utilizan las SIAs para trámites de
    exportación.

    En hilos y textiles hay oportunidades de mejora
    asociadas al proceso de exportación. El acceso al puerto
    de B/ventura es extremadamente demorado.

    El viaje de Medellín a B/ventura toma 22 horas y
    el camión se demora 24.5 horas en B/ventura. Esto se debe
    a las demoras en el acceso al puerto (1 hora ), tiempo para
    obtener la orden de ingreso (10 horas), tiempo para el ingreso a
    la zona de exportación (4 horas) mas el tiempo para la
    inspección (5 horas). Igualmente la aplicación de
    la tabla de fletes obliga a pagar precios por fuera del
    mercado.

    Transporte y Logística para el Eslabón de
    Confecciones Para el eslabón de la confección la
    logística es compleja por número de productos e
    insumos, la utilización de talleres satélite
    (acopio en plantas para exportación, tecnología e
    información para intercambio electrónico de
    datos), y la
    necesidad eminente de diferenciarse con países que
    están un poco mas cerca del mercado de Estados Unidos como
    México, Centro América y el Caribe sobretodo en
    fabricación para marcas privadas.
    La logística es fundamental para competir.

    La logística se ve afectada por la seguridad, el
    desorden en el transporte terrestre y algunas dificultades en los
    procesos de exportación; una problemática muy
    parecida a la de los otros dos eslabones. Además de los
    sobre costos por restricciones a la circulación nocturna y
    la aplicación de la Tabla de Fletes, hay quejas
    permanentes por el problema de acceso al puerto de B/ventura,
    antes de entrar a la zona de exportación.

    También hay problemas con las certificaciones,
    trámites e inspecciones (asociadas al narcotráfico), problemas de
    nacionalización en otros países y desconocimiento
    por parte de PYMES de
    requerimientos documentales. El Comercio exterior de empresas
    grandes se hace "in house" con utilización de SIAs, para
    PYMES se contrata con terceros a costos un poco mas
    elevados.

    Las Importaciones de telas se hacen principalmente por
    Cartagena provenientes de US, India, Panamá,
    entre otros, con utilización de SIAs para importaciones.
    El transporte terrestre es contratado con terceros para traer
    materia prima, mover producto terminado al mercado
    doméstico y llevar mercancía a puertos y
    aeropuertos.

    Se requiere mucho mas agilidad en trámites
    aduaneros y de puertos Mientras en Colombia es un tema de
    días en Centroamérica se ha convertido en un tema
    de horas. Hay una falta de especialización de las SIAs y
    desamparo por parte de estas de las PYMES porque las SIAs
    normalmente prefieren a los clientes
    grandes.

    La contenedorización aunque deseable aún
    no es generalizada en ésta industria principalmente por
    tamaño de despachos y la urgencia en tiempos. (time to
    market y tamaño empresas) Los trasbordo en zonas de
    frontera no son un problema de trascendencia.

    El transporte aéreo es importante para el
    eslabón de confección. Se utilizan los aeropuertos
    de Río Negro y El Dorado. Actualmente hay capacidad
    suficiente en los aeropuertos pero hay problemas asociados con la
    limitación de frecuencias áreas. En el futuro
    podría haber problemas de capacidad en El
    Dorado.

    Las telecomunicaciones son importantes para la cadena
    por la utilización de talleres satélites y la
    importancia de la logística, sine embargo son marginales
    desde el punto de vista de costos. Los empresarios colombianos
    están satisfechos con la prestación de los
    servicios de telecomunicaciones. Existe una percepción que
    las tarifas se han reducido gracias a la competencia. No hay
    grandes requerimientos de expansión de capacidad interna
    para este sector. Sin embargo, la utilización de
    tecnologías como transmisión de datos con talleres
    satélites y con clientes domésticos pequeños
    podría reducir los inventarios pero todavía son
    costosas para tamaño de empresas (PYMES) y cantidad
    especialmente en confecciones (más de 900
    empresas).

    El agua es
    importante en el proceso fabril, principalmente en el proceso
    textil de acabados, mas no desde la perspectiva de
    costos.

    El proceso textil de acabados requiere de cantidades
    significativas de agua de buena calidad. Hay una
    utilización de pozos profundos y/o toma de agua de
    ríos o quebradas así como plantas de tratamiento
    con pago de tasas retributivas. Los empresarios sienten temor a
    incrementos en las tasas retributivas y así como a cambios
    en la regulación ambiental de tratamiento de aguas. Existe
    la percepción que las tarifas de agua de acueductos
    locales son elevadas.

    4.3 MARCO CONCEPTUAL

    Partes: 1, 2

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