Monografias.com > Filosofía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Orientación Filosófica, Arte y Futuro




Enviado por obicetempestad



    1. ¿Qué es la
      orientación filosófica?
    2. ¿Qué diferencias
      básicas existen entre psicología y otras terapias
      y la orientación filosófica?
    3. ¿Cuál es el
      objetivo de la orientación
      filosófica?
    4. ¿Identificar los
      problemas y ya está?
    5. ¿Cómo podemos
      aplicar la filosofía a la vida cotidiana? ¿Para
      qué?
    6. ¿Es una manera de
      aprender a pensar?
    7. ¿Qué es un
      problema filosófico?
    8. ¿Cómo
      podemos saber si lo que necesitamos es un
      filósofo?
    9. ¿Por qué aparece
      en este momento?
    10. ¿Quiere decir que
      Universidad y orientación filosófica no han de ir
      de la mano?
    11. ¿Lo importante es la
      persona o el método
      filosófico?
    12. ¿Qué
      formación debe tener el orientador?
    13. ¿Cuáles fueron sus
      orígenes dentro de la orientación
      filosófica?
    14. ¿Sobre qué trabaja
      ahora y hacia dónde cree que se dirige la
      orientación filosófica?
    15. ¿Algo
      distinto?
    16. El tercer milenio,
      ¿Será filosófico o no
      será?
    17. Nota
      biográfica

    Entrevistando (?) a José Barrientos
    Rastrojo…

    www.josebarrientos.net

    Se acerca José Barrientos Rastrojo. Llega poco
    pausado, hay algo que se mueve dentro de él. Estoy segro
    de que trabaja en algo y no será difícil conseguir
    que me lo cuente.

    Estamos en medio del inicio del calor estival
    sevillano que se mezcla con días de sorprendente lluvia
    (incluso dicen que ha granizado en un pueblo cercano a la
    capital). Para
    los que no estamos acostumbrados a estos rigores nos resulta
    más que molesto.

    Junto a él llega a lírica sorpresiva de
    una ciudad plagada de monumentos y de los rumores de poetas de
    otros tiempos… Barrientos siempre me pareció un
    sentimental y, aunque se esfuerce por esconderlo, fueron
    demasiados meses a su lado que pusieron de manifiesto matices que
    ha ido limando con la edad. Supongo que le gustará obviar
    aquella época así que usaré el "usted" de
    distanciamiento.

    Nos sentamos y me pregunta si quiero algo. Mi
    respuesta es una libreta abierta con algunas preguntas
    pulcramente escritas y subrayadas. Ante esto levanta una ceja
    como diciendo "bueno, tú verás" y se pide algo para
    él.

    Guillermo
    Kérbec

    ¿Qué es
    la orientación filosófica?

    La orientación filosófica es un diálogo
    entre dos individuos en el que se pretende que el cliente
    clarifique sus conceptos y, por ende, su propia vida. Para ello
    hay dos elementos esenciales. Uno es la orientación
    racional que ayuda al cliente a alcanzar un pensamiento lo
    más razonable posible obviando falacias intelectuales,
    errores de pensamiento, concibiendo qué es un argumento y
    las asunciones que subyacen a él. Por otra parte,
    está la orientación a través de los autores
    de la historia de la
    filosofía que sirve como apoyatura para la
    discusión de los asuntos que aquejan al
    cliente.

    Lo importante no es el principio de autoridad que
    subyace en los filósofos sino la fuerza de los
    argumentos de personas que han reflexionado con prudencia.
    Éstos han pasado por situaciones que guardan similaridad
    con las personas que acuden al gabinete de
    filosofía.

    La filosofía, bajo la concepción
    senequista, no es un desarrollo
    teórico, de erudición mental sino un camino de
    transformación y una ayuda para colmar el arte de vivir.
    No en vano, Séneca y las escuelas helenísticas
    desarrollaron cuestiones como la ira, la clemencia, el amor, la
    razón, la forma de tomar decisiones acertadas sin dejarnos
    llevar por las pasiones, etc…

    La filosofía ha sido en múltiples
    ocasiones sinónimo de exceso de erudición e intento
    de vanagloria personal a
    través des oscurantismo de sus expresiones y usos. La
    orientación filosófica necesita hombres que se
    dediquen a la investigación filosófica de la cual
    pueda nutrirse pero trabaja al pie de la persona y de su
    vida. Lo importante no son las teorías
    sino cómo estas pueden ayudar a la persona a conocerse y
    entender lo que pasa a su alrededor.

    ¿Qué
    diferencias básicas existen entre psicología y otras
    terapias y la orientación
    filosófica?

    La orientación filosófica no es una
    terapia alternativa sino una alternativa a la terapia, como ha
    indicado Shlomit Schuster en su primer manual de
    1999.

    En general, se fijan varios ítems. La
    orientación filosófica no trataría con
    personas enfermas sino con individuos sanos a los que se
    presentan conflictos en
    su vida.

    Para diferenciarlo con el psicoanálisis podríamos decir, con
    el grupo ETOR,
    que la orientación filosófica trata con la parte
    consciente del individuo y el
    psicoanálisis con la parte inconsciente.

    Igualmente la psicología suele referirse a causas
    allí donde la filosofía habla de argumentos y
    razones por los que se decide actuar.

    La filosofía, no mantiene una actitud de
    experto ineluctable que tiene todas las respuestas sino que
    éstas pueden emerger tanto de filósofo como de la
    otra parte. En este respecto recuerdo una de mis clientas
    diagnosticada médicamente por una afección que le
    impedía dormir por las noches debido a una afección
    neurológica.

    Estuvimos dialogando algún tiempo y de
    forma natural surgió una solución. Primero el
    diálogo y luego ella misma encontró una
    "solución". Le gustaba escribir y de unos fragmentos de un
    relato autobiográfico ha surgido una novela sobre su
    pasado. Ésta le ha servido para terminar de reconciliarse
    con su pasado. Desde luego, en el primer instante descubrí
    la posibilidad que esta actividad podría implicar.
    Recordemos como en la Poética ya aludía
    Aristóteles al poder
    catártico de determinadas artes. Sólo hizo falta
    incentivar su actividad.

    Sin embargo, usted me ha hablado también de
    que la psicología usa modelos
    mientras que la filosofía es una actividad, en su
    terminología, "poética.

    Así es. Se trata de una cuestión que no ha
    sido desarrollada dentro de las disciplinas. Las psicoterapias
    funcionan con modelos, definen, por ejemplo, qué es lo
    normal y apelan a un "deber ser" en relación al
    tratamiento de sus pacientes. Foucault apuntaba
    en sus escritos que la religión y la moral han
    dejado su lugar social a la medicina a
    través de la psicología.

    De esta forma, la psicología pasaría a ser
    un nuevo marco moralizador en el que el nuevo pecado es la
    singularidad, la diferencia con el resto de las personas
    "normales". No creo que se haya de llegar tan lejos en estas
    afirmaciones. Las psicologías "curan" a muchos de sus
    pacientes y no sólo los "normalizan".

    La orientación filosófica, al tratar con
    un hombre que es
    capaz de ser libre y no constreñido por un modelo
    explícito o incapacitado para razonar, aunque es
    consciente de las influencias psicológicas, sociales y
    biológicas del individuo, trata con la persona en primera
    instancia.

    Esto implica que en la orientación
    filosófica no hay modelos que perseguir sino una vida en
    base a la cual razonar. Por consiguiente, la vida no se clausura
    por los moldes psíquicos que la circundan sino que abren
    los mismos gracias a la impronta del espíritu de cada
    individuo.

    La filosofía ha llegado a afirma que una vida
    razonada es la única que merece la pena ser vivida. Yo
    diría que igual que un artista puede hacer de una piedra
    del camino una obra de arte, la filosofía puede ayudar a
    desvelar las potencialidades "felicitarias" y de
    autorrealización que puede alcanzar cada una de nuestras
    vidas particulares.

    Esto supone que no hay metas cerradas que alcanzar. No
    podemos construir un acelerador de partículas con una
    roca, pero ello no obsta para que el ingenio humano llegue con
    esa roca a construir algo inimaginable. ¿Acaso alguien
    pensó que con el Silicio que puebla muchas playas se
    llegarían a construir los microchips que animan la vida de
    nuestro siglo XXI?

    Habría de decir que la filosofía trata CON
    el hombre, la
    psicología trata A la psique humana. Desde la
    filosofía, se advierten la posibilidad de que existan
    "trastornos" en el individuo: trastornos de origen
    biológico o mental. Eso es algo con lo que el
    filósofo CUENTA en su quehacer. No es algo que trate. Por
    supuesto, la labor del filósofo acabaría
    allá donde el trastorno es de tal calibre que impide al
    individuo razonar y llevar a cabo aquello a lo que se compromete
    en las consultas de orientación
    filosófica.

    Imaginemos que una persona con un hipertiroidismo que
    cursa con agresividad recurrente llega a la consulta del
    filósofo a tratarse esa agresividad. Desde luego, el
    filósofo habrá de derivarla a su médico de
    cabecera puesto que la etiología de su afección es
    biológica. ¿Puede hacer algo el filósofo?
    Con respecto al hipertiroidismo no, ahora bien puede hacer mucho
    en otro respecto.

    Por ejemplo en cuanto a aumentar sus niveles de
    comprensión de la agresividad, ayudarle a encontrar
    mecanismos por los que pueda canalizar esa afección.
    Sólo un uso adecuado y tratamiento médico
    explícito que regule sus niveles de hormonas
    tiroideas solucionará el problema. Ahora bien, conocer
    cómo llega su agresividad, saber qué hacer cuando
    llegue o entender de donde procede en general las causas de su
    agresividad y entender esos contenidos que le llevan a mostrar
    más agresividad sí puede ser tarea de un orientador
    filosófico.

    ¿Cuál es el objetivo de la
    orientación filosófica?

    Ayudar a que el cliente clarifique y comprenda su vida
    y/o el conflicto por
    el que atraviesa. En ocasiones ayuda a encontrar salidas por esta
    clarificación, en otros momentos promueve un pensamiento
    creativo. En todos los casos, el orientador es consciente de que
    el último responsable de la resolución no es
    él sino la persona que llega a su consulta. Gerd Achenbach
    tiene una metáfora para este asunto. Relata la historia de un timonel que
    está conduciendo un barco por alta mar.

    En un momento determinado se apercibe que el barco
    pierde velocidad.
    Ante tal situación corre hacia el camarote del
    capitán del barco y lo ve consternado por
    problemáticas personales. La noche se ha hecho en ese
    lugar y el timonel empieza a hablar con él. Se animan,
    analizan mapas,
    cuadrantes, los planos de las máquinas
    y, finalmente, van a dar una vuelta por el barco a buscar el
    problema del barco. Después de un tiempo, el
    capitán descubre la razón de que el barco vaya
    más lento. Toma las riendas del mismo y lo corrige. El
    timonel vuelve a su lugar el barco vuelve a internarse en el
    piélago de la vida.

    En la historia, el barco sería nuestra vida que
    va hacia delante. El timonel es el orientador filosófico y
    el capitán del barco es la persona que viene a nuestra
    consulta. Como se puede intuir, el timonel (orientador) no
    resuelve el problema pero ayuda al capitán a revisar
    qué es lo que anda mal en el barco.

    En la obra de Shlomit Schuster se relata el caso de una
    mujer que llega a
    la consulta ante un dilema vital que remite a situaciones
    pasadas. Quiere que su hijo vaya a un colegio determinado y el
    marido a otro. Las vivencias personales de cada parte
    están justificando sus decisiones al respecto. Shlomit en
    lugar de darle "la mejor solución", le ayuda a desvelar lo
    que pasa con su marido. A comprenderlo. En ningún momento
    llegan a una resolución final puesto que esto no es
    responsabilidad del orientador.

    Sin embargo, la Dra. Schuster trabaja de la mejor manera
    con aquella mujer. No se restringe al problema particular y sin
    embargo la dota de elementos imprescindibles para este y futuros
    problemas.

    Pensemos también en la capacidad de apertura y
    difusividad en que se deja a la persona que acude al
    filósofo. Mientras que el cliente llega con una suerte de
    miopía vivencial para encontrar caminos variados, una de
    las funciones del
    orientador es hacerle ver caminos aparentemente cerrados para el
    cliente. No se trata de decirle al cliente has de ir por este o
    por aquel sino animar a su cristalino a otra nuevos horizontes.
    Al fin y al cabo, a volver a levantar la cabeza para mirar
    ilusionado de nuevo a la vida.

    ¿Identificar los problemas y ya
    está?

    Es más que identificar los problemas. Es navegar
    filosóficamente a través de ellos para encontrar
    soluciones
    juntos. Por supuesto, desde la perspectiva racional
    también se podría ayudar a desvelar las
    alternativas que no serían plausibles. El primer método de
    Marinoff (publicado en Essays on Philosophical Counseling)
    plantea que el orientador a veces debería sugerir cuando
    hay un error. Lo ideal sería ayudar al cliente a que las
    desvele él intentando la mínima
    intromisión.

    ¿Cómo podemos aplicar la
    filosofía a la vida cotidiana? ¿Para
    qué?

    La respuesta la tendrá la persona que acuda a
    nosotros. Las personas no llegan con el deseo de encontrar la
    aplicación de una disciplina (la
    filosofía) a sus vidas. Esto es muy abstracto. La gente
    llega y paga porque hay algo que "le duele", con lo que no puede
    vivir, que le crea la necesidad de dar una respuesta, con
    necesidad de desenmarañar un ovillo o buscar claridad.
    Muchas veces acudirán con un problema particular, en otras
    deseando conocer más, etc… Un desembolso
    económico busca una motivación
    más fuerte, en general, que la postura "burguesa" de
    aplicar la filosofía a la vida cotidiana.

    No puedo responder tanto por lo que la gente busca sino
    por los resultados que se consiguen Éstos poseen una
    gradación. Los más ambiciosos: la construcción de una vida con un matiz
    distinto, el filosófico. Una vida filosófica que
    nos ayude a ser más libres, más conscientes de
    nosotros mismos y, por ende, más felices. En un rango de
    menor envergadura puede ayudar a resolver conflictos
    éticos o a desenredar problemas personales con los
    sentimientos, con nuestras decisiones, la búsqueda de
    valores,
    etc… En Inglaterra se han
    llegado a desarrollar protocolos
    filosóficos para la toma de
    decisiones y otros para buscar valores para la vida y elegir
    los mejores.

    En otras ocasiones, nos ayuda a poner al descubierto lo
    que Diego Ruiz Curiel del grupo ETOR ha denominado "impositores
    ocultos", elementos de la realidad que nos influyen sin que nos
    apercibamos de ellos y que no tienen una naturaleza
    inconsciente.

    Por ejemplo, tener la necesidad de vestir de cual o cual
    forma debido a que socialmente nos introducen tales pautas de
    comportamientos. Es muy significativo que hace unos años
    las modas televisivas pasasen por ver telenovelas sudamericanas,
    otra época hicieron furor las teleseries americanas, hoy
    parece que la producción nacional es la más
    relevante. Saber el por qué de esto y cómo
    están condicionado (no psicológicamente ni
    biológicamente, sino filosófica o
    históricamente) nuestros gustos y determinando nuestras
    acciones puede
    ser otra tarea de la consulta.

    Podemos aludir a muchos otros ejemplos: desvelar por
    qué hoy se tiende a aceptar las relaciones homosexuales,
    qué tabúes son los que permanecen y cómo
    podemos salir de lo políticamente correcto sin que esto
    suponga una conmoción social. En definitiva, ayudar a ser
    críticos sin caer en relativismo.

    Por tanto, no se trata de aplicar la filosofía a
    la vida cotidiana, sino que la misma vida demanda la
    filosofía y, por eso, ésta última sale a su
    encuentro. La dirección es la inversa.

    ¿Es una
    manera de aprender a pensar?

    Puede ayudar a corregir falacias intelectuales y errores
    de pensamiento. No obstante, es mucho más que sólo
    una cuestión de encontrar un formato racional alejado de
    lo que se ha venido en denominar error. Incluye también la
    discusión de contenidos filosóficos.

    ¿Qué le ofrece al
    visitante/cliente?

    Ha quedado ya contestado con lo anterior. Aun
    así, es interesante aludir al concepto de
    visitante o cliente. El término visitante lo usó
    Achenbach para intentar remarcar que él no intentaba
    imponer nada a quien acudía a él. No
    pretendía cambiarlo. Se ha criticado que el concepto de
    "cliente" suena demasiado a un lenguaje
    comercial y mercantilista. Algo semejante nos ha parecido en ETOR
    con "asesoramiento" y por ello preferimos el término de
    orientación. En cuanto a cómo llamar al que llegue
    a la consulta creo que la mejor palabra es la que ha usado Rayda
    Guzmán, orientadora de Cataluña: persona. Pero
    bueno… es cuestión de nombres y el filósofo
    es ante todo eso y no un filólogo.

    ¿Qué es un problema
    filosófico?

    Aquel en el que la filosofía puede aportar
    luz para su
    clarificación sin que para ello se obste que otras
    personas y disciplinas tengan su propia óptica
    al respecto.

    ¿Cómo podemos saber si lo
    que necesitamos es un filósofo?

    Uno de los grandes problemas de la disciplina en la
    actualidad es que no está tan difundido como las
    psicologías o psicoterapias.

    Yo apuntaría a que para desvelar si lo que se
    necesita es un filósofo lo mejor es sencillamente
    probarlo. Desde luego, si lo que existe (o se puede intuir que
    existe) es una patología de corte biológico,
    debería acudir a su médico. Sin embargo, incluso en
    ese caso la orientación filosófica puede resultar
    de mucha utilidad. Por
    ejemplo en un caso de hipertiroidismo que puede cursar con un
    aumento de la agresividad lo importante es ponerse en manos de un
    endocrino. La causa está claro que es biológica y
    para curar al paciente es necesario seguir el tratamiento
    médico. Ahora bien, incluso en este caso límite la
    filosofía puede llegar a ayudar a que la persona se
    conozca mejor y, por ende, apercibirse cuándo llegan los
    ataques de ira y manejarlos con mayor habilidad.

    ¿Por
    qué aparece en este momento?

    La pregunta debería ser por qué no ha
    aparecido hasta este momento.

    Pierre Hadot indica que la universidad hizo
    que la filosofía, que en épocas anteriores
    poseyó un importante factor práctico y de arte de
    vida, la introdujo en cánones logicistas y
    estableció distancias entre la filosofía y la vida.
    Así en un primer momento la filosofía y
    quedó unida en occidente al cristianismo.
    Éste se hizo con algunos de sus modelos de trabajo.

    Recordemos que la meditación, el examen de
    conciencia o los
    ejercicios del espíritu y el trabajo
    para mejorar el mismo pueblan toda la filosofía de los
    últimos siglos de la anterior era y primeros siglos de la
    presente. De esta unión la religión dejó
    relegada a la filosofía a puros aspectos lógicos.
    Mucho más cuando se introduce en la
    universidad.

    Sin duda alguna la filosofía desde el siglo XVI
    ha estado en
    manos de una intelectualidad de alto nivel. Recordemos las
    discusiones en los clubs británicos que empiezan a finales
    del siglo XVII o los salones franceses.

    En el siglo XX han sucedido muchas cosas que han
    promovido el desarrollo de la orientación
    filosófica. El desarrollo de una filosofía que
    tiene en su centro el Lebens-welt, el mundo de la vida,
    los acontecimientos trágicos de las dos guerras
    mundiales que dieron lugar a muchos planteamientos existenciales
    y de falta de sentido (recordemos que aquí se sitúa
    el inicio de la logoterapia y en parte de la terapia
    existencial). Es curioso que la mayor parte de los
    teóricos de la disciplina nació entre 1947 y 1954.
    Algo hay en esa generación que despertó el interés.

    Pero hay una segunda "hornada" de filósofos que
    seguimos despiertos a éste ímpetu inicial y
    continuamos, o al menos lo intentamos ese espíritu. El
    pensamiento de la complejidad, la
    globalización que hace que el mundo demande cada vez
    mayor comprensión y explicación de lo existente, el
    decrecimiento de un fundamente trascendente de la población o bien el denominado tercer giro
    de la filosofía, el giro pragmático ponen de
    manifiesto que es hoy más que nunca una
    necesidad.

    Pensemos que hay una filosofía que circunda a
    muchos orientadores filosóficos (aunque no se cierran en
    torno a ella): la
    filosofía helenística. Esta fue una
    filosofía que intentó dar respuesta a un mundo en
    crisis (la
    quiebra del mundo
    antiguo que desembocaría en la Edad Media).
    Es curioso que hoy retomemos las figuras de Séneca o Marco
    Aurelio. Probablemente el estar en un momento histórico
    que avanza sobre ruinas de la modernidad nos
    hace dirigirnos hacia la necesidad de "saber a qué
    atenernos", como diría Julián Marías dentro
    del espíritu orteguiano que le es afín.

    A eso es a lo que ayuda la orientación
    filosófica.

    Desde luego no hay una razón única, pero
    todo apunta a que la orientación filosófica
    tendrá hoy mucho que decir todavía.

    Incluso yendo más allá, es una
    filosofía que asume no partir de abstracciones sino desde
    la persona en particular sus propias concepciones. Se descubre el
    concepto antropológico desde el propio individuo. Esto
    está muy relacionado con el pluralismo y las nuevas
    tendencias de entender al hombre hoy. Por lo que probablemente
    podría ser semilla para dar que hablar desde el
    ámbito academicista. Pero, como dicen los ingleses
    "little by little".

    ¿Quiere decir
    que Universidad y orientación filosófica no han de
    ir de la mano?

    Creo todo lo contrario. Casi todos los filósofos
    actuales han tenido una formación universitaria.
    ¿Por qué negar las propias raíces naturales?
    En general para hacer cualquiera de estos cursos se exige que el
    que participe en ellos tenga acabada la licenciatura en
    filosofía o alguna afín hecha dentro del marco de
    la UNIVERSIDAD.

    Con esto no quiero extender la cuestión a todos
    los casos. Se ha comentado que hay situaciones en las que la
    universidad se ha cerrado a este tipo de disciplina o las acepta
    pero imponiendo controles que disolverían la esencia de la
    disciplina en pro del sistema.

    En mi experiencia particular la universidad no ha
    intentado nunca establecer claúsulas que degraden la
    orientación filosófica. Creo que la universidad fue
    constituida para ser la valedora del conocimiento
    superior. Los profesores de principios de la
    modernidad acudían a formarse a otras universidades para
    luego traer a las propias todas las novedades de su disciplina.
    Es el caso, por ejemplo, de Juan Luis Vives. Otros venían
    a las nuestras para llevar nuestros conocimientos a las
    europeas.

    A mi entender Universidad y Orientación
    filosófica deberían ir de la mano. Ahora bien, con
    esto no excluyo que haya modelos formativos fuera de la misma. De
    hecho me parecen útiles y hasta oportunos. Puede haber
    orientadores que no quieran formarse desde el ámbito
    universitario y no por ello han de ser apartados de la
    profesión.

    Lo que sí me parece primordial es que se
    constituyan programas comunes
    gracias a los cuales se certifique una suerte de formación
    básica común con la que se respalde a todo aquel
    que acuda a uno de estos profesionales. El problema de una
    disciplina joven es que pueden acontecer muchos engaños
    entre las personas que confunden las formaciones. Esto no
    sólo es un problema para la disciplina en
    general.

    En cuanto a Pierre Hadot me parecen buenos sus
    argumentos, pero su especialidad fue la filosofía antigua.
    No la orientación filosófica Las Lecciones de
    Ética
    de Kant, los
    planteamientos de Ortega y Gasset o de Julián
    Marías que entroncan con la vida, las intuiciones de
    Fernando Savater, o los mismos libros de Lou
    Marinoff, Peter Raabe, Ran Lahav, por no olvidar los desarrollos
    de Gadamer muestran que la filosofía no ha estado
    desconectada de la vida porque se introdujera en los marcos
    universitarios puesto que todos ellos han sido profesores
    universitarios.

    Es más, fuera de la universidad ha habido
    pensamientos abstractos desconectados de la vida. No creo que
    universidad sea antónimo de orientación
    filosófica. Por el contrario la universidad ha sido
    sinónimo siempre de investigación y somos deudores
    de ella a través de sus novedades históricas
    académicas.

    ¿Lo
    importante es la persona o el método
    filosófico?

    Es decir, ¿se adapta un método ya
    existente a cada caso o cada caso, cada individuo, que va a la
    consulta debe generar su propio método?

    Evidentemente lo importante es la persona. ¿Son
    necesarios los métodos?
    Digamos que son útiles. Sobre todo para el que se inicia
    en el trabajo. Los métodos son los railes para aquellos
    que todavía no saben conducir. Son como las ruedecillas
    que nos ponían de pequeños en las bicis hasta que
    aprendíamos a manejarnos equilibrados sobre dos ruedas.
    La meta
    sería, por supuesto, que el orientador terminase por no
    utilizarlos sino incluso crear unos nuevos acorde a cada uno de
    sus clientes. Gerd
    Achenbach se refiere a una metáfora en este sentido "La de
    las mil y una noches". El orientador sería una Sherezade
    que noche tras noche crea una nueva historia acorde al rey que va
    a matarla.

    ¿Qué formación debe
    tener el orientador?

    En general se le pide tener una licenciatura en
    filosofía. En España
    estamos empezando a trabajar sobre un master universitario en
    Barcelona y en Sevilla. En otros puntos como en Madrid han
    preferido optar por una titulación que ofrezca una
    asociación privada.

    Lo importante es que sea un filósofo, no una
    persona que ha cursado una serie de asignaturas acreditadas por
    un título universitario. Recordemos que hablamos de
    filosofía práctica por lo que el contacto con la
    vida será esencial. No es suficiente haber estudiado
    infinitos manuales sino
    tener una suerte de impronta relacional con las personas que
    acudan a nosotros. Tal es así, que muchos afirman que en
    la profesión hay mucho de arte y que, por ello, hay muchos
    elementos que no pueden enseñarse sino que son innatos en
    el orientador.

    Habilidades o cualidades del asesor
    filosófico

    Muchas: Capacidad de empatizar más que de
    dialogar, capacidad de escuchar, agudeza mental para deshacer
    dobleces de pensamiento, rapidez intelectiva, claridad mental,
    capacidad para el uso de la historia de la filosofía en
    cada caso (saber encontrar respuestas en los filósofos del
    pasados para clarificar las situaciones del presente),
    etc…

    Problemas más frecuentes que trata el asesor
    filosófico

    Hemos hablado ya de esto pero acudamos a algunos
    ejemplos.

    Imagine que su hijo a punto de empezar una carrera
    universitaria no sabe si iniciarla o dedicarse a trabajar. En
    ocasiones la clarificación la ha desarrollado un
    psicólogo. No niego que esta actividad pueda llevarla a
    cabo un psicólogo experimentado, sin embargo él no
    estará capacitado para hablar con su hijo acerca de lo que
    es correcto o incorrecto, de lo que está bien y lo que
    está mal, del sufrimiento que supondrá en sus
    padres elegir un camino u otro.

    El psicólogo le puede hablar del dolor y la
    situación psíquica que supondría en los
    padres su decisión pero no es un experto en valores, en el
    concepto del sentido de la vida, en desvelar los impositores
    desconocidos (como alude Diego Ruiz Curiel) que lo aturden en su
    decisión. No es un experto en desvelar si en su
    pensamiento está instalada una falacia de pensamiento (por
    ejemplo "prefiero ser médico a electricista por la
    consideración social que implican ambas profesiones"). El
    filósofo es un experto, después de todo
    también en el concepto de felicidad. Por supuesto, no le
    va a decir cual es el camino que ha de tomar pero le
    ayudará a clarificarse y a dirigirse a él por
    sí mismo y con libertad
    total.

    Otro caso. Imagine que le ofrecen un cargo de
    responsabilidad en una empresa pero
    por el cual habrá de renunciar a su apacible vida en su
    pueblo particular. Las ideas de poder, de libertad, el honor, la
    virtud, lo deseable y lo razonable, el concepto de
    decisión y de opción pueden ser tópicos que
    le aclararán la situación en la que
    vive.

    Finalmente podemos pensar un caso de ruptura sentimental
    a un mes antes de casarse una pareja. Tal ruptura puede ser
    útil analizarla desde la idea de la necesidad de generar
    un nuevo proyecto vital,
    indagar en aquel que tuvimos, embozarse en el análisis de qué somos nosotros
    mismos y como una parte de nosotros, o nuestro personaje en la
    vida, estuvo determinado por la vida con otra persona y como
    volver a vivir de nuevo sin el o ella. El mismo concepto de
    amor y los
    remedios al desamor son temas desarrollados por Ovidio, Fromm,
    Ortega y Gasset, los filósofos románticos o el
    mismo Platón.

    Estos son problemas prima facie. Otros casos como
    la cercanía de la muerte en
    una persona mayor puede ser muy interesante estudiarlos desde
    personas que han pasado por ellas. El misterio de un nuevo
    nacimiento o incluso el problema de padecer una enfermedad
    incurable son temas que quizás no demanden una ayuda
    inmediata del filósofo, no obstante el acudir al mismo
    puede ser una experiencia reveladora e insustituible más
    tarde.

    Al fin y al cabo, la filosofía escrita nos ha
    dejado el testimonio de personas que han padecido o disfrutado de
    situaciones que len han hecho detenerse a reflexionar sobre las
    mismas. El contexto ha cambiado pero los temas son los mismos (el
    amor, la muerte, la
    vida, la libertad, el sufrimiento, el destino, la verdad,
    etc…). Contar con el testimonio de estos expertos en esas
    cuestiones quizás no nos dé una solución
    inmediata. Ahora bien, nos pone en camino para conseguir la
    nuestra propia e incluso, muchas veces, hace que ese problema se
    disuelva porque nunca existió. ¡Paradojas de la
    vida!

    ¿Cuáles fueron sus
    orígenes dentro de la orientación
    filosófica?

    Entré en contacto con la disciplina por
    casualidad. A raíz de un ciclo de conferencias que se dio
    en la Universidad de Sevilla. Esto fue a final de Junio por lo
    que perdí contacto con ellos. Durante todo el verano
    estuve investigando la cuestión. Creía entonces que
    la disciplina estaba mucho más desarrollada en
    España. El único grupo que operaba formativamente
    en España entonces era el grupo ETOR (Educación,
    Tratamiento y Orientación Racional).

    Por aquel entonces era alumno de aquella facultad y
    sólo tuve que incorporarme a este grupo que pertenece a la
    "Asociación de Estudios Humanísticos y
    Filosofía Práctica X-XI". Desde entonces, hemos
    desarrollado muchas actividades: Cursos universitarios,
    publicaciones (revista ETOR), el primer manual sobre la
    disciplina (Introducción al asesoramiento y la
    orientación filosófica. De la discusión a la
    comprensión
    ), nuestra web
    ,
    el I Congreso Iberoamericano y de habla hispana para el
    asesoramiento y la orientación filosófica, el
    próximo congreso mundial de la disciplina (8th
    Internacional Conference on PHilosophical Practice
    ), el
    primer Vino Filosófico, un Más ter Universitario
    sobre la profesión, etc…

    ¿Sobre
    qué trabaja ahora y hacia dónde cree que se dirige
    la orientación filosófica?

    La orientación filosófica se
    desarrolló en los años ochenta y principios de los
    noventa fundamentalmente en el ámbito holandés y
    alemán, merced a los trabajos de Gerd Achenbach y los
    componentes de la asociación holandesa como Ida Jongsman y
    Dries Boele.

    Desde la mitad de la década pasada y principios
    de la presente ha sido el momento del desarrollo en el mundo
    angloparlante. La situación de que la lengua oficial
    de los congresos internacionales sea en inglés
    y que las actas oficiales suelan publicarse en este idioma al
    igual que la aparición de manuales destacados como los de
    Peter Raabe, Shlomit Schuster o Lou Marinoff en esta lengua ha
    supuesto un impulso para la disciplina en esta lengua.

    Creo que es el momento de que, por una parte, la lengua
    hispana, sin merma para otros tipos de trabajos en otras lenguas
    que deben seguir realizándose, y el espacio cálido
    sureño empiecen a colaborar en este ámbito. Los
    países sureños, y no me refiero sólo a los
    de habla hispana puesto que, por ejemplo, deberíamos
    incluir en ellos también a Italia, tienen
    una impronta particular en el arte de vivir.

    No es baladí apercibirse de que Séneca,
    Luis Vives, Baltasar Gracián o Miguel de Unamuno,
    José Ortega y Gasset y María Zambrano pertenecieran
    a países sureños. Su filosofía reclama el
    arte de la vida. El mismo talante sureño tiene una serie
    de características especiales que deberían
    incluirse en los análisis de la orientación
    filosófica. Quizás la orientación racional,
    el análisis de los errores de pensamiento o las falacias
    intelectuales sean muy útiles en paises de
    tradición anglosajona.

    Sin embargo, la orientación filosófica
    alemana es diferente a la canadiense o a la inglesa o la israelí.
    Los países sureños y por ende también
    España tiene una forma de dirigirse a la vida que los
    carateriza. "Tomarse la vida con filosofía" es algo muy
    cercano a nosotros y no es algo nuevo sino que resuena en el
    ambiente
    cotidiano desde que Séneca escribiera sus Cartas a
    Lucilio
    .

    ¿Algo
    distinto?

    Sí, hay algo distinto que debe ser acaparado para
    ayudar a los orientadores filosóficos que inicien su
    andadura en nuestros contextos. Es necesaria una teoría
    que retome no sólo lo racional de la filosofía sino
    que sume a ello lo poético. Lo poético no es algo
    extrínseco a la disciplina, forma parte de una
    filosofía que se entiende como búsqueda de la
    verdad. De hecho esta búsqueda de lo poético supone
    romper los moldes del monoarcaismo racionalista de la modernidad
    y quedar apercibidos por el pluriarcaismo posmoderno.

    En el mundo en que me sitúo, Sevilla y
    Andalucía, llamada tierra de
    artistas y poetas, esto es connatural a mi propia existencia. No
    sólo porque haya habido artistas sino porque hay una
    suerte de "arte" en cada uno de los andaluces.

    La "grasia" del gaditano en los Carnavales de
    Cádiz, el arte de la "sevillana" durante la Feria de
    Abril, o la desfloración de la Semana Santa en su momento
    grande, las "Cruces de Mayo" y los patios cordobeses, etc.. Hay
    más: el ímpetu de los carnavales de Tenerife o el
    desbordamiento de los de Brasil, la
    efusividad conectada con la vida de los filósofos
    sudamericanos, las corridas de toros (a pesar de las
    críticas de las ópticas ecologistas) de las
    corridas de toros por todo el territorio nacional y en América, la misma tonalidad del hablar
    mexicano o la musicalidad del sistema fonético argentino e
    italiano, etc…

    En todos los países sureños hay ese arte.
    Cada cual bajo una óptica particular, pero también
    Unamuno hablaba en El sentimiento trágico de la
    vida
    de la parte extrarracional del hombre. Esa otra parte,
    desbordaba lo limitado apolíneo dirigiéndose al
    abismo

    La conexión con la vida de la pasión
    sureña y la posibilidad de levantar luces más
    allá de otros cielos apagados es lo que debería
    estudiarse desde nuestra perspectiva. Ampliaríamos
    así una teoría más unitaria. En definitiva,
    una teoría "sureña" de la orientación
    filosófica o, como suelo llamarlo,
    "la orientación filosófica como quehacer
    artístico en la persona que acude a nosotros".

    Por ahí va mi trabajo…

    El tercer milenio,
    ¿Será filosófico o no
    será?

    Claro que será aunque no sea filosófico.
    Decir que será filosófico es caer en reducionismo.
    Por supuesto, la filosofía no es esencia para vivir,
    quizás dicen algunos que sí lo es para vivir bien o
    llevar una vida buena. Ayuda a vivir.

    En base a lo que ha acontecido en otros países,
    el desarrollo de la orientación filosófica y la
    filosofía práctica parece ser que va a experimentar
    gran avance en los próximos años (cafés
    filosóficos, filosofía para grupos,
    filosofía para empresas,
    gabinetes filosóficos). La misma filosofía de
    universidades debería apercibirse, si no lo ha hecho ya,
    que la filosofía no puede restringirse a un ámbito
    de carreras sin salidas profesional. Precisamente esto ha hecho
    disminuir en gran medida el número de alumnos dentro de
    las universidades, inclusive con amenaza de cierre de algunas
    facultades. Si observamos la línea seguida en los estudios
    de secundaria las cosas no adquieren timbres más
    optimistas.

    Desde luego no se trata de perseguir salidas
    profesionales para los filósofos del tercer milenio, pero
    van a surgir más salidas como resultado de este movimiento.

    No se trata de prostituir la filosofía, venderla
    haciéndola decir lo que no ha dicho, eso sería una
    perversión para todos aquellos filósofos que sigan
    este camino. Eso sí sería sofística, una de
    las críticas vertidas dentro de este movimiento. Lo que se
    pretende es que la filosofía recupere dimensiones que
    durante mucho tiempo han quedado enclaustradas y en parte un
    tanto amordazadas.

    Estoy seguro que muchos
    filósofos ayudaban "orientando" a sus alumnos, a sus
    amigos o a sus esposas. Otros sencillamente querrían
    brillar mostrando su erudición ante personas que
    terminaban admirando la sabiduría de quien tenían
    enfrente (una sabiduría vana de correlatos
    prácticos). Se trata de seguir a los primeros y llevar sus
    avances filosóficos ante un público amplio que los
    necesita. La filosofía práctica a través de
    sus diversas modalidades alcanzaría esto. Además
    hemos de recordar lo que decía los antiguos fata
    volentes ducunt, nolentes trahunt,

    "los hados guían a aquellos que los
    aceptan y a lo que no los arrastran". Pues eso.

    Nota
    biográfica

    José Barrientos Rastrojo es miembro fundador del
    Grupo ETOR. Ha dirigido el VIII Congreso Internacional del
    Filosofía Práctica (Sevilla, Abril 2006), ha
    organizado con Ran Lahav el 1st International "Sophia" Retreat
    on Contemplative Philosophy
    (Cádiz, Junio de 2005), ha
    sido organizador del I Congreso Iberoamericano para el
    asesoramiento y la Orientación Filosófica (Sevilla,
    Abril 2004) y ha formado parte del la comisión
    científica organizadora del I Encuentro
    Portugués de Filosofía Práctica
    y ha
    sido invitado, entre otros, por la Universidad de Hannover,
    ciudad en que ha expuesto su concepto de Filosofía
    Poiética
    . Ha impartido clases en la Universidad de
    Sevilla, donde es director del I Master en Filosofía
    Práctica y Orientación Filosófica
    ,
    también en el Centro de Profesores de Sevilla y en Madrid
    en el primer curso de formación para orientadores
    filosóficos en España.

    José Barrientos Rastrojo ha sido el introductor
    en España del pensamiento de Peter Raabe, Ran Lahav, Gerd
    Achenbach, Tim Lebon, Roxana Kreimer,etc. explicando
    además en integridad el pensamiento de Lou
    Marinoff.

    En el año 2005, le fue concedida la única
    beca nacional de investigación del CSIC para el
    área de Filosofía. Actualmente, ha sido invitado a
    formar parte como miembro internacional de diversas asociaciones
    internacionales.

    José Barrientos Rastrojo cuenta con más de
    una treintena de publicaciones sobre Orientación
    Filosófica en España y en el extranjero y es autor
    del manual del Orientación Filosófica
    Introducción al Asesoramiento y la Orientación
    Filosófica
    , (2ª edición
    de 2005 en Ediciones Idea).

    José Barrientos Rastrojo

    Web: www.josebarrientos.net

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter