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Caracterización ecológica de las lianas en los bosques húmedos tropicales




Enviado por ymberf@yahoo.es



    1. Objetivos
    2. Contribución de las
      lianas a la riqueza de los bosques húmedos
      tropicales
    3. Distribución
    4. Aspectos ecológicos y
      fisiológicos
    5. Efectos negativos de las lianas
      sobre los árboles hospederos
    6. Conclusiones
    7. Bibliografía

    1. INTRODUCCION

    Las lianas son un componente importante de la
    diversidad vegetal de los bosques húmedos tropicales.
    Aportan gran parte de la biomasa forestal, compiten con los
    árboles por la luz, humedad y
    nutrientes, y sirven de alimento para varias especies animales y para
    el hombre. En
    los bosques húmedos tropicales las lianas suelen ser
    más abundantes que en ningún otro ecosistema.
    En el Neotrópico, existen 133 familias de plantas que
    incluyen por lo menos a algunas especies trepadoras.

    Las trepadoras se desarrollan abundantemente tanto en
    áreas iluminadas por el sol como en
    el interior del bosque, a densidades variables y
    en virtualmente todos los tipos de suelo. Las
    poblaciones nativas utilizan las lianas para diversos usos como
    alimentos,
    medicinas, alucinógenos, venenos, artesanías y
    materiales
    de construcción y hay interés
    por el cultivo de algunas de estas especies.

    Debido a este creciente interés, es necesario
    conocer más acerca de los aspectos ecológicos y
    fisiológicos de este tipo de plantas como una forma de
    entender los mecanismos que controlan su desarrollo.

    Las lianas se consideran un producto
    forestal no maderable de mucha importancia para las comunidades
    nativas que las emplean para diversos usos. En la Amazonia la
    liana "ayahuasca" Banisteriopsis caapi (Malphigiacea) se
    emplea como alucinógeno y medicinal, mientras que la
    "uña de gato" Uncaria tomentosa (Rubiaceae) es
    actualmente muy estudiada en varios países del mundo por
    sus reconocidas propiedades medicinales.

    Especies de Abuta se usan con fines
    medicinales. En Filipinas exportaron en 1978 palmas de "rattan"
    (Calamus spp.) por un valor de 16
    millones de dólares USA (Lampretch, 1990). Las lianas
    del género
    Heterolepsis son utilizadas para fabricar sogas y en
    artesanías.

    PALABRAS CLAVES: Lianas, caracterización
    ecológica, bosques húmedos tropicales

    2. OBJETIVOS

    Establecer los aspectos ecológicos y
    características fisiológicas de las plantas
    trepadoras describiendo los mecanismos que controlan su
    desarrollo y explicando su importancia en los bosques
    húmedos tropicales.

    3. CONTRIBUCIÓN DE LAS LIANAS A LA RIQUEZA
    DE LOS BOSQUES HUMEDOS TROPICALES

    Las lianas podrían considerarse la más
    importante característica distintiva entre los bosques
    húmedos tropicales y los bosques templados (Croat 1978)
    y han merecido la atención de los investigadores desde hace
    más de un siglo (Darwin 1867).
    La liana es una forma de crecimiento, no una familia de
    plantas, por lo que se presentan trepadoras entre muchas
    familias botánicas distintas (Leguminosae, Sapindaceae,
    Bignoniaceae, Malpighiaceae, Vitaceae, Smilacaceae y
    Polygonaceae, por citar algunas).

    Las lianas al igual que los árboles tropicales,
    pueden ser muy difíciles de identificar, pero algunas
    pueden identificarse hasta el nivel de género teniendo
    en cuenta formas particulares distintivas. En los bosques
    húmedos tropicales las lianas suelen ser muy abundantes
    y son frecuentemente un problema para las actividades
    silviculturales.

    En Panamá,
    en una sola hectárea se halló 1597 lianas,
    distribuyéndose entre el 43% de los árboles del
    dosel (Putz 1984). En el sotobosque, el 22% de las plantas
    rectas eran bejucos, y eran particularmente comunes en los
    claros del bosque. En parcelas de estudio de 0.1 ha evaluadas
    en la Amazonia peruana se halló que el 23% de las
    especies vegetales eran lianas (Gentry 1985). En los claros del
    bosque son también abundantes las lianas.

    Los miembros de la familia
    Passifloraceae, unas 400 especies de trepadoras, la
    mayoría nativas del Neotrópico, están
    entre las lianas más notorias que caracterizan
    áreas abiertas y orillas del camino. Por otra parte, la
    contribución de las lianas a la biomasa del bosque es
    también muy importante. En un estudio llevado a cabo en
    la selva venezolana Putz (1983) determinó que el peso
    seco total promedio de la biomasa sobre el suelo aportado por
    las lianas era de 15.7 t/ ha lo cual era el 4.5 % de la biomasa
    total del bosque.

    Para mayor claridad se denominará trepadoras a
    todas las plantas que ascienden sobre un soporte y se
    reservará el término lianas para las trepadoras
    leñosas (incluyendo palmas trepadoras). La
    categoría de trepadoras herbáceas incluye a todos
    las plantas que carecen de crecimiento secundario, aun cuando
    sus tallos sean perennes.

    Se usará el término hemiepifita para
    referirse a las especies que se establecen como epifitas y que
    después forman una conexión con la tierra
    (Hemiepifitas primarias, Putz & Holbrook, 1986). Las
    plantas que germinan en la tierra,
    ascienden por los troncos de los árboles grandes usando
    raíces adhesivas y más tarde pierden
    conexión con la tierra (Hemiepifitas secundarias, como
    muchas especies de Areaceae) son por muchas razones, más
    parecidas a las trepadoras que a las plantas
    estranguladores.

    Se considera que todas estas plantas son solo
    parásitos estructurales y no adquieren ni nutrientes ni
    agua
    directamente de su huésped (Mulkey et al.
    1996).


    4. DISTRIBUCIÓN

    La distribución y abundancia de las lianas
    varían enormemente. A una escala global
    se ha sugerido que la riqueza de especies disminuye al aumentar
    la latitud (Gentry 1991, citado por Molina et al. 1997). Se ha
    identificado algunos factores asociados con la
    distribución y densidad de
    lianas: localización topográfica, presencia de
    claros en el bosque, corrientes de agua y disponibilidad de
    soportes.

    En general, se las considera especies oportunistas que
    colonizan sitios abiertos, permanecen abundantes por un
    tiempo y
    luego declinan en densidad para ceder su lugar a los grandes
    árboles dominantes. La distribución y abundancia
    de trepadoras en zonas templadas y áridas ha sido
    relativamente menos estudiada (Molina 1997).

    5. ASPECTOS
    ECOLÓGICOS Y FISIOLOGICOS

    5.1 CRECIMIENTO DE LAS LIANAS

    Desde un punto de inicio en el sotobosque, las
    trepadoras se aprovechan de la competencia
    entre las plantas vecinas para su ascenso en busca de la luz
    solar en lo alto del bosque, donde frecuentemente cubren gran
    parte de la copa de su árbol hospedero. Las
    hemiepífitas en cambio se
    desarrollan hacia abajo.

    Empiezan su vida en las copas del árbol y se
    extienden hacia abajo para formar una permanente y a menudo
    vital conexión con la tierra. Las trepadoras y
    hemiepífitas tienen en común un periodo de
    dependencia mecánica, pero las implicancias
    fisiológicas y restricciones asociadas con su
    dependencia de un apoyo externo son diferentes entre los dos
    grupos. En las
    trepadoras, la presencia de adaptaciones esenciales para un
    ascenso eficaz restringen su forma exterior, lo cual influye en
    su fisiología y metabolismo.
    En cambio, para el hemiepífitas las principales
    restricciones no son los rigores particulares asociados con la
    vida como una epifita o como árbol sino en la
    flexibilidad necesaria para tener éxito
    como ambos (Mulkey et al. 1996).

    Una liana acelera su desarrollo al producirse un claro
    en el bosque, permitiendo el ingreso de abundante luz solar.
    Inician su ciclo de
    vida con características arbustivas pero más
    tarde se vuelven trepadoras, con tallos leñosos tan o
    más gruesos que los troncos de los árboles. Su
    patrón de desarrollo o arquitectura
    vegetal es bastante caótico e impredecible.

    Algunas especies poseen tallos muy delgados y de baja
    densidad, con abundante parénquima y contienen agua que
    es apta para el ser humano.

    Otras especies en cambio poseen una pesada masa que
    reduce el porcentaje de supervivencia de los árboles
    hospederos, haciéndolos más susceptible a ser
    volcado por los vientos.

    5.2 EL TALLO

    Los tallos de la trepadoras sirven a ellas como
    conductos para agua, nutrientes minerales,
    hormonas y
    productos de
    la fotosíntesis. A pesar de los distintos
    estudios llevados a cabo desde hace varas décadas,
    muchas preguntas todavía permanecen sin resolver con
    respecto al papel del xilema, el floema y el cambium vascular
    en las trepadoras (Kricher et al. 1997).

    Los tallos de las trepadoras son largos y delgados
    porque crecen lentamente en diámetro pero muy
    rápido en longitud. Entre los bejucos tropicales, hay
    ocasionalmente individuos de mucho grosor (el record puede ser
    un tronco de Entada monostachya de 50.8 cm de
    diámetro a 1.4 m hallado en Panamá Central; Putz
    1984).

    Algunos bejucos tropicales muestran un crecimiento
    diamétrico ligeramente rápido pero la
    mayoría crecen más despacio en diámetro
    que los árboles en el mismo bosque (el crecimiento
    promedio en 15 especies era de 1.37 mm/ año; Putz
    1984).

    Como podría esperarse y tal como se observa en
    los árboles, los bejucos con madera de
    densidad baja tienden a crecer más rápidamente en
    diámetro que las especies con madera más
    densa.

    Un rápido crecimiento diamétrico del
    tallo, sin embargo, puede ser desventajoso para las plantas que
    necesitan de los árboles como apoyo mecánico
    porque; incluso con tallos que pesan poco en relación a
    su longitud, los bejucos normalmente se caen del dosel al
    quebrarse las ramas que lo soportan (Peñalosa 1984, Putz
    1990).

    Aunque la morfología del tallo es el rasgo
    estructural que distingue a las trepadoras de otras plantas,
    poco se sabe sobre los factores que originan esta forma de
    crecimiento. Quizás este modelo de
    desarrollo simplemente sea una expresión de
    neotenia1 en la medida en que la mayoría de
    los bejucos son autosoportantes hasta una altura de
    0.3–1.5 m (Putz 1984). Asimismo, el engrosamiento del
    tallo puede ser inducido por la cercanía de un apoyo
    estacionario, tal como se observa con la expansión de la
    hoja en las ramas apicales.

    Para las trepadoras, la transición desde
    el estado
    autosoportante al de trepador se debe a la elongación de
    los entrenudos. Este proceso se
    ve frecuentemente acompañado por marcados cambios en la
    anatomía
    del tallo, incluyendo el incremento diamétrico de los
    vasos y el incremento de la razón de tejidos suave a
    duros en el xilema (Dobbins 1981). Ninguna de estas
    aseveraciones son todavía bien comprendidas actualmente
    (Mulkey et al. 1996).

    Las trepadoras son flexibles porque son largas y
    delgadas y esta flexibilidad puede ser el resultado de
    peculiaridades anatómicas del tallo.

    Un crecimiento secundario anómalo –bandas
    concéntricas del floema que alternan con bandas del
    xilema, floema que se introduce en el xilema, bandas aisladas
    de floema embebidas en el xilema, proliferación masiva
    de parénquima del xilema, y otras modificaciones del
    cámbium (Carlquist citado por Mulkey, 1996)– son
    comunes pero no exclusivas de las lianas.

    La yuxtaposición de tejidos duros y suaves y el
    aislamiento de sectores de xilema agrupados como cables
    confieren flexibilidad al tallos del bejuco y puede disminuir
    la probabilidad de
    perforación mecánica del xilema (Putz & Holdbrook
    1991).

    La presencia de paredes de tejidos delgados
    potencialmente meristemáticos en el xilema promueve la
    recuperación de tallos dañados
    mecánicamente (Dobbins & Fisher 1986; Fisher &
    Ewers citados por Mulkey 1996).

    La información sobre la relación
    entre la anatomía del xilema y el flujo de agua en las
    lianas es limitada. Generalmente estas plantas suelen tener
    vasos de gran diámetro y debido a que los niveles del
    flujo en los vasos tipo capilar aumenta según el
    radio de la
    abertura elevado a la cuarta potencia,
    estos poseen una capacidad conductiva muy
    importante.

    Mientras que los vasos de grandes diámetros
    hallados en muchos bejucos ha llamado la atención de los
    investigadores, Carlquist (1991, citado por Mulkey 1996)
    puntualiza que la mayoría de los bejucos también
    tiene vasos muy estrechos.

    La continuidad de la conductibilidad hidráulica
    después de la perforación de los vasos puede ser
    particularmente importante si este proceso y la
    recuperación de función
    del vaso ocurren con frecuencia.

    Dado los lentos niveles de incremento
    diamétrico del tallo y los largos periodos de vida de
    los bejucos, sus vasos del xilema deben permanecer funcionales
    durante muchas décadas. La frecuente ausencia de duramen
    distinguible en bejucos incluso de diámetro grandes
    (Putz, 1983) también defiende la idea de vida funcional
    prolongada de los vasos del bejuco.

    Aunque el crecimiento secundario anómalo y los
    vasos del xilema grandes de muchos bejucos han atraído
    la atención de investigadores justificadamente, las
    lianas con madera densa y vasos estrechos distribuidos
    uniformemente no son raros.

    La estrechez de las trepadoras crea un problema
    relacionado con el almacenamiento de agua, fotosintatos y otros
    materiales. Se sabe que algunas trepadoras de zona
    áridas tienen órganos de almacenamiento bajo el
    suelo (Rundel & Franklin 1991, citado por Mulkey 1996) al
    igual que algunas especies de zonas templadas (Clematis,
    Campsis, Pueraria, Apios
    ).

    Algunas trepadoras tropicales (algunas especies de
    Bauhinia y Serjania) también poseen
    órganos de almacenamiento bajo el suelo, pero la
    biología
    de la raíz de las trepadoras tropicales es
    todavía poco conocida.

    Al respecto Ewers (citado por Mulkey 1996) ha mostrado
    que los elementos cribosos son más anchos en algunas
    trepadoras que en árboles vecinos. Mas aún, la
    inspección macroscópica muestra un
    floema intruso, anillos concéntricos de floema y otras
    variantes del cámbium en las trepadoras que sirven para
    aumentar la representación proporcional de floema en la
    sección transversal del tallo sin agregarlo a la
    circunferencia exterior, donde puede ser más susceptible
    a la ruptura mecánica.

    5.3 LAS HOJAS.

    Castellanos (1991), caracteriza las propiedades
    fotosintéticas de las lianas tropicales para las que
    existían datos
    disponibles. Basados en estos estudios, se concluyó que
    en general no hay diferencias fisiológicas consistentes
    entre las hojas de las lianas y de los árboles. Sin
    embargo un posible contraste entre las hojas de los
    árboles y las hojas de las lianas es que estas
    últimas pueden experimentar condiciones de luz
    más variables. Castellanos (1991) presenta datos sobre
    tasas fotosintéticas en diferentes intensidades de luz
    los cuales sugieren que las trepadoras tienen un mejor
    desenvolvimiento que los árboles en ambientes
    heterogéneos.

    Esta suposición acerca de las lianas, sin
    embargo, merece una mayor investigación. Tanto las lianas como los
    árboles crecen hacia lo alto del bosque donde la tasa de
    fotosíntesis está determinada por
    lo niveles de luz.

    Para la plántula de una especie arbórea
    la ruta hacia el dosel superior es recta. Para las
    plántulas de las lianas en cambio, no hay un crecimiento
    recto hacia arriba excepto durante las etapas juveniles
    (raramente más de 1 m) o cuando ellas encuentran
    soportes adecuados disponibles para ascender en forma recta. La
    mayoría de las lianas sigue una trayectoria
    caótica y pueden cubrir una gran distancia tanto
    vertical como horizontal.

    En su camino al dosel superior, los árboles
    encuentran una gran variedad de condiciones lumínicas.
    La heterogeneidad lumínica es tridimensional. Los
    árboles individuales se adaptan a la heterogeneidad
    espacial del RAFA (Radiación fotosinteticamente activa)
    mediante el ajuste de las respuestas fisiológicas de las
    hojas y ramas , así como variando el tamaño,
    número y longevidad de las hojas.

    Hay límites
    particulares de tolerancia a la
    sombra dependiendo de la especie, por lo que el rango de
    intensidades de luz a las que es expuesto el árbol es
    algo restringido.

    Las plantas trepadoras, al igual que los
    árboles, experimentan un rango variable de intensidades
    de luz en su camino de ascenso a lo alto de las copas. Este
    rango está limitado por la necesidad de mantener un
    balance de carbón generalmente positivo, que satisfaga
    sus necesidades de crecimiento.

    Realizando un mayor esfuerzo que los árboles,
    las lianas parecen ser capaces de incrementar su crecimiento
    longitudinal de los entrenudos o suprimir la expansión
    de las hojas en respuesta a una sombra local (Peñalosa,
    1983).

    La producción de hojas y niveles de
    renovación en las lianas también parece ser mayor
    que en la mayoría de los árboles (Peñalosa
    1984; Putz 1984). Cambios rápidos en la
    orientación de las hojas también pueden
    caracterizar a las plantas trepadoras, al menos en la zona
    templada del norte (por ejemplo Pueraria lobata;
    Teramura, Gold & Forseth, 1991 citados por Mulkey, 1996).
    Estas características asociadas con el hábito
    trepador podrían causar que las hojas de las lianas
    estén expuestas a menos variación en la
    intensidad de luz que las hojas de los árboles en el
    mismo bosque.

    También se ha detectado entre las lianas una
    alta frecuencia de heteroblastia– variaciones
    ontogénicas marcadas del tamaño, forma y otras
    características de las hojas- lo cual podría
    deberse a los cambios temporales en la intensidad de las
    condiciones de luminosidad, sin embargo hace falta mayor
    investigación al respecto.

    Por último, se considera que muchos de las
    estructuras
    que las lianas utilizan para trepar (zarcillos, espinas, etc.)
    son en realidad hojas modificadas.

    En general, las lianas y trepadoras en general
    localizan la mayor parte de su biomasa en las hojas comparadas
    con los árboles. Putz (1983) halló en un bosque
    venezolano que la contribución de superficie foliar de
    las lianas fue muy alta, el índice promedio de
    área foliar (IAF) fue de 1.2 m2/m2
    de superficie de la parcela.

    En el mismo bosque el IAF de los árboles fue de
    5.2 m2/m2. En un bosque perennifolio en
    Tailandia se halló un IAF de lianas de 3.3
    m2/m2, mientras que para los
    árboles fue de 7.4 m2/m2 (Ogawa et
    al. 1965, citado por Putz, 1983).

    5.4 RAICES

    Las lianas están entre las especies con
    raíces más profundas de un bosque húmedo
    tropical. La baja caducifolidad y la expansión foliar
    que ocurren en periodos secos, sugieren que las lianas tienen
    acceso a fuentes de
    agua no disponibles para los árboles.

    En la Amazonia brasileña se ha hallado lianas
    con raíces de 4-6 m de profundidad (T. Reston, comunicación personal citado
    por Mulkey 1996). En la misma región, en excavaciones
    profundas de hasta 12 m, se han hallado restos de
    raíces, las cuales eran predominantemente de
    lianas.

    Se ha detectado que las lianas suelen enraizar cerca
    de la base de sus árboles hospederos o bajo la
    proyección de su copa (Molina 1997).

    5.5 FENOLOGIA

    En general no se ha detectado una diferencia
    significativa entre el comportamiento fenológico de las lianas
    en relación a la de los árboles vecinos en el
    mismo bosque. Putz (1987) determinó en un estudio
    llevado a cabo en la isla de Barro Colorado, Panamá que
    la mayor parte de las lianas estaban con hojas durante todo el
    año.

    Asimismo observó que con respecto a la
    floración hubo mucha variación entre las 43
    especies de lianas estudiadas, inclusive algunas especies no
    florearon durante todo el año de observación. La fructificación se
    concentró principalmente durante la estación seca
    con un segundo pico al final de la estación lluviosa. La
    fructificación de 14 especies con frutos carnosos estaba
    distribuida a lo largo del año con un ligero incremento
    durante la estación seca.

    En la Amazonía
    peruana, se determinó el comportamiento
    fenológico de la trepadora Uncaria tomentosa,
    observándose la floración en plena época
    seca y la fructificación a inicios de la época
    lluviosa (Flores 1995).

    6. EFECTOS NEGATIVOS
    DE LAS LIANAS SOBRE LOS ARBOLES
    HOSPEDEROS

    Las lianas están en constante competencia con
    los árboles por la luz, humedad y nutrientes, pero en
    muchos casos se desarrollan en lugares donde sus árboles
    hospederos no se crecen bien. Asimismo la liana puede causar
    la muerte de
    su árbol hospedero ya sea por constricción de la
    trepadora o por el sombreado efectuada por esta (Kricher
    1997).

    La pesada masa de algunos bejucos reduce el porcentaje
    de supervivencia de los árboles, haciéndolos
    más susceptible a ser volcado por los
    vientos.

    También el exceso de lianas en la copa de un
    árbol hospedero puede restringir su fecundidad y la
    posterior producción de frutos por lo que se pueden
    considerar como parásitos estructurales (Stevens
    1987).

    Las lianas perjudican enormemente las actividades
    silviculturales por lo que son consideradas la "peste de la
    silvicultura tropical" (Rollet 1984, citado por Lampretch,
    1990) y se recomienda su eliminación tan pronto como sea
    posible.

    7.
    CONCLUSIONES

    – Las lianas poseen un crecimiento en diámetro
    muy lento y restringido y un crecimiento en longitud
    extremadamente acelerado y continuo. En promedio el crecimiento
    en diámetro de las lianas es bastante menor al de los
    árboles mientras que el crecimiento en longitud es
    más acelerado. Los recursos que
    los especies arbóreas utilizan para la
    elaboración de tejidos de sostén son destinados
    por las lianas para crecer en longitud.

    – Diversas adaptaciones del cámbium (xilema y
    floema) permiten a las lianas soportar y reparar con
    éxito los daños mecánicos que en los
    árboles serían de consecuencias
    fatales.

    Asimismo los elementos conductores de las lianas,
    principalmente los vasos del xilema, permanecen activos
    por mucho más tiempo que en las especies
    arbóreas.

    – En general los patrones fenológicos de las
    lianas no difieren sustancialmente al de los árboles
    vecinos en el mismo bosque.

    – Las tasas fotosintéticas en diferentes
    intensidades de luz sugieren que las trepadoras tienen un mejor
    desenvolvimiento que los árboles en ambientes
    heterogéneos (iluminación cambiante).

    – Muchos aspectos relacionados a procesos
    fisiológicos que caracterizan a las lianas aun no han
    sido adecuadamente explicados.

    8. BIBLIOGRAFIA

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    Ymber Flores Bendezú

    INIEA (Instituto Nacional de Investigación y
    Extensión Agraria)

    Pucallpa, Perú

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