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Privatizaciones



    1. Objetivos
    2. Justificación
    3. Instituciones
      privatizadas

    OBJETIVOS

    Conocer de cerca el proceso de
    privatización que dio lugar en las instituciones
    del estado de
    Guatemala

    Proveer de un medio de información que permita conocer la realidad
    de las privatizaciones de las mencionadas
    instituciones.

    JUSTIFICACIÓN

    Hace 20 años, Guatemala
    tenía una deuda manejable de alrededor de los 277 millones
    dd.

    Hoy día es diez veces mayor.

    Pero con el Presidente Alvaro Arzú, un neoliberal
    completo, la privatización fue el camino que
    contenía todas las soluciones. Y
    en este objetivo se
    han designado la Empresa
    General de Telecomunicaciones GUATEL, la Línea
    Aérea Guatemalteca (AVIATECA) , el Banco Nacional de
    la Vivienda (Banvi), la Empresa de
    Ferrocarriles de Guatemala (FEGUA), concesión de redes de carreteras , etc.
    Hasta llegar a la privatización de los servicios
    sociales, (del Instituto Guatemalteco de Seguridad
    Social), la educación, la
    salud, las redes
    turísticas, etc. GUATEL estuvo a punto de ser adquirida
    por Telmex, pero se estimó que su oferta de 530
    millones era demasiado baja (el Gobierno
    solicitaba 800). Este año se vende aquí la
    compañía eléctrica EEGSA.

    INSTITUCIONES PRIVATIZADAS

    1. TELECOMUNICACIONES DE GUATEMALA

    TELGUA fue subastado por primera vez el 16 de diciembre
    de 1997, asistiendo Telmex como único oferente -aunque
    habían precalificado cinco-, ofreciendo 529.1 millones de
    dólares por el 95% de la empresa; Crystal Group de
    Guatemala estimaba un valor de 800
    millones de dólares por la telefónica.

    Se declaró fracasado el acto por la inexistencia
    de más empresas que
    pujaran. En Guatemala el gobierno proyectaba privatizar unas 56
    entidades públicas en total.

    TELGUA resultó como respuesta a los problemas
    legales que enfrentaba la anterior Empresa Guatemalteca de
    Telecomunicaciones (GUATEL) para su
    privatización.

    Después de observar personalmente la
    privatización de CTE en El Salvador el 24 de julio de
    1998, se aceleró un nuevo intento de subasta para agosto
    del mismo año, con un mecanismo en el que se ampliaba la
    participación a consorcios de inversionistas -antes
    sólo podían los operadores internacionales- y se
    conservaba la inexistencia de un precio
    mínimo, reservándose el gobierno la elección
    de la mejor oferta.

    Las firmas presentaban dos sobres: uno con el precio por
    acción
    que deseaban pagar y en el segundo el porcentaje que esperaban
    comprar, que tenía que ser entre 51% y 95% del
    total.

    En 1998 TELGUA tenía funcionando unas 500 mil
    líneas, con una demanda
    insatisfecha de más de un millón. Esperaba obtener
    en esa venta unos 600
    millones de dólares, que servirían para sanear las
    finanzas
    públicas, la inversión social y la productividad,
    según programas
    establecidos en la firma de la paz de diciembre de
    1996.

    El gobierno de Guatemala puso fin a ocho años de
    monopolio que
    mantenía una empresa
    privada en la telefonía
    celular, al dar en concesión tres frecuencias por un
    periodo de 15 años y un valor de 14.95 millones de
    dólares, el 13 de agosto de 1998. La Superintendente de
    Telecomunicaciones dijo que las empresas ganadoras fueron la
    estatal Telecomunicaciones de Guatemala Sociedad
    Anónima (Telgua SA) y Paysandú SA, ambas
    guatemaltecas. TELGUA se adjudicó las frecuencias A1 y B1
    a un costo de 4.91 y
    6.23 millones de dólares, respectivamente; mientras que la
    frecuencia G la ganó Paysandú, por 3.81 millones.
    La empresa Comunicaciones
    Celulares (Comcel) mantenía en Guatemala, desde 1990, la
    distribución del servicio
    celular en todo el territorio nacional.

    El 95% de TELGUA fue comprada por más de 700
    millones de dólares por el grupo
    centroamericano -mayormente guatemalteco- Luca, SA. La fecha, el
    primero de septiembre de 1998. A juicio de los guatemaltecos, fue
    la mayor privatización en Centroamérica. Sin
    embargo, algunos grupos de
    oposición acusaron de viciado el trato, al existir
    intereses de familiares del presidente Arzú detrás
    de Luca, SA., así como manejos dudosos por parte del
    Ministro de Telecomunicaciones, Fritz
    García-Gallont.

    ANUNCIAN ACCIÓN LEGAL EN CASO
    TELGUA

    Una acción legal contra la disposición del
    Presidente de la República, Alfonso Portillo, de solventar
    el caso de la venta de la empresa Telefónica de Guatemala
    -TELGUA-, estaba por ser interpuesta ante la Corte de
    Constitucionalidad.

    Se trata de un amparo contra los
    efectos del Acuerdo Gubernativo 394-2001 del Presidente de la
    República en Consejo de Ministros, que autoriza la
    realización de negociaciones para finiquitar el caso al
    margen del proceso judicial ventilado en el Tribunal de lo
    Contencioso Administrativo.

    El amparo sería interpuesto por Alfredo
    Guzmán y Giovanni Musella, ex gerentes de TELGUA y de la
    Empresa Guatemalteca de Telecomunicaciones -GUATEL-,
    respectivamente, para impugnar la decisión oficial de
    negociar el caso.

    De acuerdo con información a la que se tuvo
    acceso, los abogados representantes de los ex funcionarios se
    basarían en que según el Acuerdo Gubernativo
    394-2001, las partes participaron en negociaciones, lo cual,
    según ellos, no es cierto, pues los impugnantes no han
    tenido participación en ninguna negociación relacionada con el
    caso.

    El Organismo Ejecutivo pretende así implicar a
    los ex funcionarios en las consecuencias derivadas de las
    negociaciones, lo cual afectaría sus intereses, motivo por
    el cual se anunció que recurrirían en amparo ante
    la Corte de Constitucionalidad.

    Ambos ex funcionarios desempeñaron los cargos
    durante el gobierno del Presidente Alvaro Arzú, que
    ejecutó la privatización de GUATEL, transformada en
    TELGUA y la posterior venta de esta empresa. A más de un
    año de haberse iniciado el procedimiento
    judicial del caso TELGUA, el gobierno realizó
    negociaciones que desestiman la acción, no obstante que el
    régimen interpuso las demandas correspondientes el doce de
    septiembre de 2000.

    En los memoriales se pedía declarar la nulidad
    del contrato de venta
    de la telefónica y los efectos del Acuerdo
    Gubernativo11-97 del entonces presidente Arzú, luego que
    el actual gobierno declaró la lesividad de la
    negociación. Sin embargo, la negociación del caso
    por la vía extrajudicial, lleva ahora a la
    desestimación del proceso.

    TELGUA EN LA ACTUALIDAD

    Lo ocurrido desde la desincorporación de Guatel y
    la privatización de las telecomunicaciones para
    transformarse luego en Telgua, se ha convertido en un caso famoso
    de gestión
    pública en Latinoamérica, porque pese a la
    oposición y crítica
    a causa de la forma en que se hizo, los objetivos se
    alcanzaron.

    No se puede negar que hoy Guatemala es,
    telefónicamente hablando, otra nación.
    Tenía una de las tasas más bajas de disponibilidad
    a nivel mundial —menos de un teléfono por cada cien habitantes— o
    de mayor demanda insatisfecha —más de un
    millón de potenciales usuarios esperando el milagro de
    recibir su línea, aun pagando sobornos—. En ocho
    años, es ahora un país donde el teléfono es
    protagonista.

    En el foro se
    citaron datos
    importantes. Bajo la premisa de "cualquier persona pueda
    comprar a cualquier empresa, cualquier servicio de
    telecomunicaciones, en cualquier parte del país, en
    cualquier momento" la reforma del sistema
    telefónico permitió el crecimiento de la red de telefonía hasta a 4.5 millones de
    líneas fijas, en contraste con las 289 mil existentes en
    1996.

    Se pasó de tener menos de 100 mil celulares, a
    los casi 3.2 millones disponibles a finales del 2004. Tiene 4.3
    millones de líneas telefónicas en total, a
    diciembre de 2004.

    Las tarifas son las más bajas de América
    Latina y de las más baratas del mundo.

    Se han invertido más de US$3 mil 800 millones en
    infraestructura de telecomunicaciones desde 1998 a la fecha y es
    el mercado
    más competido de América
    Latina. Pero se ha desarrollado un mercado con opciones para los
    clientes,
    convirtiendo el teléfono en parte del paisaje urbano y
    rural.

    Se podía optar por fortalecer a la deficitaria,
    politizada e ineficiente Guatel; vender el monopolio estatal a
    una empresa privada, como ocurrió en otras naciones
    cercanas, o liberar el mercado y abrirlo a la libre competencia, en
    busca de mejores condiciones para los consumidores y el
    fisco.

    El gobierno de Arzú se inclinó por un
    mercado libre. Las cosas funcionaron según la teoría,
    y además de los casi Q3 mil millones pagados al
    régimen, se ganó muchísimo al popularizar y
    masificar el teléfono celular o fijo.

    Pocos negocios de
    gobierno alcanzan un nivel tan grande de desarrollo y
    éxito
    en un plazo tan reducido.

    Al abrir a la competencia el mercado de servicios
    públicos, se entendió la medida del
    éxito factible para una empresa en Guatemala, ejemplo
    difícil de imitar, pero factible.

    Ese gobierno merece aplauso porque abrió una
    puerta a la modernidad.

    2. EMPRESA ELÉCTRICA

    La Empresa Eléctrica de Guatemala, SA (EEGSA) fue
    sometida a una licitación internacional el 30 de julio de
    1998, en lo referente a distribución. Se planeó
    vender primero el 80% de la empresa, cuyo valor total estimado
    estaba entre 250 y 300 millones de dólares. Entre los
    interesados se contaban Electricidad de
    Caracas en sociedad con
    Houston Industries, AES Americas Inc., de Arlington, Coastal
    Power Co., de Houston y Enron.

    La adquisición del 80% -unos 17.2 millones de
    acciones– de
    EEGSA la hizo Iberdrola de España
    junto a la estadounidense Teco Power Services (TPS) de ultramar y
    Electricidad de Portugal. El grupo pagó 520 millones de
    dólares, mientras que el gobierno estaba esperando
    sólo un poco más de 200 millones.

    Al momento de la venta solo acudieron otros tres
    consorcios. Uno de ellos, el integrado por Unión Fenosa
    Desarrollo/Acción Exterior/Enron Caribe, ofreció
    475.5 millones. Los otros dos fueron Energua (Electricidad de
    Caracas) con una oferta de 319.2 millones de dólares, y
    AES Corporation con 240 millones de dólares.

    El gobierno guatemalteco fue asesorado por Salomon Smith
    Barney. Al momento de la venta EEGSA tenía una deuda de 43
    millones de dólares y distribuía el 70% de la
    energía de Guatemala, teniendo el resto otra empresa. La
    deuda debía ser absorbida por comprador. La empresa
    había operado con pérdidas en 1995 y 1996, pero a
    raíz del aumento de las tarifas para 1997 tuvo ganancias
    netas de tres millones de dólares. Desde 1972 EEGSA
    pertenecía al Estado en un 96.1%, mientras la que
    diferencia de 3.9% estaba en manos privadas.

    Las 3.46 millones de acciones restantes de EEGSA,
    correspondientes al 16.1%, serían colocadas en la Bolsa de Valores
    Nacional (BVN) en agosto de 1998. Un año antes el gobierno
    de Arzú había iniciado la privatización,
    cuando la estadounidense Guatemalan Generating Group
    adquirió por 30 millones de dólares las dos
    plantas
    generadoras de energía de EEGSA. El trato se
    refería al derecho exclusivo de generar y suministrar
    electricidad por 18 años, para lo que invertiría
    200 millones de dólares.

    En lo que restaba de distribución del INDE
    -Instituto Nacional de Electrificación- se planeó
    su venta en noviembre de 1998, quedando en manos del Estado la
    generación y transmisión. Para ese acto el gobierno
    contrató la asesoría de Schroders-Citibank,
    estableciéndose también que esa parte de
    distribución sería dividida en dos partes, la del
    Este del país, con unos 200,000 usuarios, y la del Oeste,
    con más de 375,000 usuarios.

    El gobierno de Arzú estuvo de la mano de grandes
    empresarios guatemaltecos para forzar la privatización
    -gustaban llamarle desincorporación- y pasar por encima de
    una gran cantidad de obstáculos, como la oposición
    política,
    los grupos sindicalistas, desinterés de la inversión
    extranjera y las quejas de muchas irregularidades en el
    proceso mismo de privatización, avalado por el Comisionado
    Presidencial para la Modernización.

    El plan contemplaba
    la concesión de terminales aéreas, puertos
    marítimos, correos, y los institutos Guatemalteco de
    Seguridad Social
    -IGSS- y Guatemalteco de Turismo -Inguat-.

    CASOS DE CORRUPCIÓN EN EEGSA

    En caso de ser ciertas las denuncias de fraude de 150
    millones de dólares en la Empresa Eléctrica de
    Guatemala (EEGSA), la Central General de Trabajadores de
    Guatemala (CGTG) pide se investigue de inmediato el caso.
    Según denuncias, se presume de un fraude realizado durante
    los años 1999 y 2000 que se eleva a 150 millones de
    quetzales, en los que podría estar involucrada
    Constellation Power, el Grupo Generador de Guatemala (CGG), EEGSA
    y Comegsa.

    Victoriano Zacarías, secretario ejecutivo de la
    CGTG, dice que ellos desde 1993 han venido diciendo que las
    privatizaciones no son buenas para los países en
    vías de desarrollo; las privatizaciones sólo son
    buenas para los funcionarios de turno, los han enriquecido y a
    las personas que de una u otra manera son cómplices y han
    comprado estas empresas, y también los
    intermediarios.

    Esta clase de
    personas –dijo Zacarías– han hecho al pueblo más
    pobre. Es importante que estas denuncias se sigan dando y se
    continúen aportando elementos nuevos para que de esta
    manera se investigue y así el Gobierno tomar medidas y no
    quedarse en discursos, ya
    que, como de todos es sabido, Portillo dijo en campaña que
    se iba a investigar todo negocio oscuro que se hubiera dado, pero
    el Presidente se ha quedado callado, se ha acomodando al sistema,
    a todas estas anomalías y fraudes que se han
    hecho.

    Más adelante, el secretario ejecutivo
    expresó que la CGTG pide al pueblo de Guatemala que se
    organice, ya que la mayoría de guatemaltecos estamos
    siendo pobres cada vez más, mientras un grupo de personas
    están haciendo negocios ilícitos,
    enriqueciéndose y volviendo al pueblo más pobre. El
    pueblo se debe organizar y pedir se devuelvan los bienes del
    Estado que han sido robados.

    Se espera que se tenga una pronta solución a este
    desfalco, donde supuestamente están involucradas las
    generadoras de energía
    eléctrica descritas por las denuncias.

    En la denuncia se dice que "EEGSA finge estar en
    quiebra,
    teniendo una mano lastimada. Para mientras la otra mano buena,
    Comegsa, se sirve a plato lleno con la captura
    monopolística de los grandes consumidores y los más
    jugosos que tenía EEGSA. Eso lo hace a través del
    subsidio de cada uno de ustedes".

    La CGTG pide que se aclare esta reclamación
    así como la de otras en las que están involucrados
    funcionarios que sólo llegan a robarse el patrimonio de
    los guatemaltecos, tal como es el caso tan sonado del IGSS, con
    saqueos de millonarias cantidades. "El pueblo se debe organizar y
    no dejar que sigan ocurriendo casos tan fatales para la población"

    DEMANDAN QUE SE FORME FRENTE DE CARÁCTER NACIONAL
    CONTRA EEGSA

    Desde el momento que se privatizó la Empresa
    Eléctrica en Guatemala en el año de 1998, la tarifa
    ha tenido un aumento del 120% lo que es un agravio para la
    población que no está de acuerdo con esos excesivos
    cobros por parte de la empresa española que ahora es la
    propietaria de la energía eléctrica en todo el
    país.

    Edwin Ortega secretario general de la Coordinadora
    Nacional Sindical y Popular -CNSP- nos dijo al respecto de la
    privatización y de los aumentos de los costos de la
    luz, donde
    ellos se han manifestado en muchas ocasiones contra el pago de la
    factura que
    cada día aumenta sin que se pueda dar un alto al
    mismo.

    "Esto se debe fundamentalmente como lo hemos dicho en
    otras ocasiones a la privatización . Los que están
    de acuerdo con estas políticas
    neoliberales no les importa la población y están en
    defensa de aquellos que van a tener ganancias como son los
    empresarios".

    "Estos compromisos tienen qué ver también
    con el Plan Puebla Panamá y
    que Guatemala ha firmado a nivel continental con otros
    países y que lógicamente van sobre la base de que
    todos los servicios tienen que ser privatizados y que van a favor
    de los Estados Unidos
    tal como es el Tratado de Libre
    Comercio".

    Más adelante Ortega dijo que se debe de formar un
    frente de carácter nacional que se oponga a la
    privatización ya que las políticas neoliberales
    sólo afectan a los países más pobres como el
    nuestro que ya está cansado de tanta injusticia que se
    viene dando por falta de políticas que no benefician al
    pueblo guatemalteco.

    La lucha se ha venido dando desde hace mucho tiempo . Eso
    de la privatización se ha venido dando en muchos recursos
    importantes por lo cual de repente privatizan el agua. Por
    eso nosotros estamos conformando una plataforma de lucha
    reinvidicativa que se oponga a todos lo que es
    privatización finalizó diciendo el líder
    sindical.

    3. FERROCARRILES DE GUATEMALA

    La privatización del servicio ferroviario en
    Guatemala, que llevó a cabo el gobierno del presidente
    Álvaro Arzú en 1997, ha resultado un gran fiasco
    para el país, que casi siete años después
    sigue virtualmente privado de un servicio que en otras latitudes
    contribuye al desarrollo.

    La concesión que se hizo de los derechos y bienes de Fegua a
    favor de Ferrovías de Guatemala, una subsidiaria de
    Railroad Development Corporation (RDC), de Pittsburgh, Estados
    Unidos, se hizo de manera silenciosa en aquel entonces, y poco o
    nada se supo de las condiciones en que la nueva operadora del
    ferrocarril adquiría potencialmente uno de los servicios
    más cotizados en muchos países.

    El tiempo ha transcurrido, y Ferrovías no parece
    tener ni la capacidad de inversión ni el interés,
    mucho menos el respaldo financiero de RDC, para cumplir con los
    pocos compromisos a los que se obliga de acuerdo con el contrato
    suscrito en su oportunidad.Aunque todas las privatizaciones
    llevadas a cabo durante la
    administración Arzú fueron severamente
    criticadas por la forma poco transparente en que se llevaron a
    cabo, se debe reconocer que las demás dieron al menos el
    fruto esperado en mejoramiento de los servicios, algo que no ha
    sucedido con el ferrocarril, que sigue siendo una pérdida
    para la economía del país, que no recibe los
    beneficios que podría de este transporte
    comercial.

    Después de siete años, sería
    más que oportuno que el Congreso revisara las condiciones
    e incumplimiento que se han dado en los plazos de
    inversión. Hay que recordar que las condiciones en que
    Ferrovías recibió los derechos fueron más
    que beneficiosas.

    En aquel entonces se mencionó que incluso se
    había favorecido al grupo nacional que, dicho sea de paso,
    nunca se ha sabido quién o quiénes lo
    representan.

    Lo que se busca con las privatizaciones es volver
    operantes las empresas que los Estados suelen manejar de manera
    ineficiente. Fegua era el claro ejemplo de ello.

    Sin embargo, si Fegua había llegado a su peor
    momento y ya ni siquiera corrían los trenes en sus
    últimos años, también es cierto que la nueva
    operadora no ha podido ir mucho más lejos y apenas si se
    ha cubierto un trecho en el norte con contados viajes
    semanales, que ni siquiera han servido para proyectar a la
    empresa a un nivel competitivo y eficiente en el transporte de
    mercaderías.

    Lo peor de todo es que pareciera que los planes de
    Ferrovías están absolutamente
    estancados.

    Sus primeras administraciones anunciaban la introducción de los trenes de pasajeros y
    de carga, así como la construcción de nuevos ramales. Con el paso
    del tiempo, más bien pareciera que los operadores
    están a la espera de algún milagro o proyecto ajeno al
    ferrocarril para sacar provecho a su jugosa y beneficiosa
    concesión.

    4.
    BIBLIOGRAFÍA

    www.prensalibre.com

    Historia General de Guatemala, Asociación de
    Amigos del País.

    Medios Avanzados de Investigación, Biblioteca
    Privada Chiquimula.

    Trabajo enviado por

    Biblioteca Privada Chiquimula, Guatemala,
    Investigación y Desarrollo para los Estudiantes de la
    Región

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