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Factores implicados en el riesgo de suicidio en jóvenes




Enviado por mar-a



    1. Resumen
    2. Factores de
      riesgo
    3. Neuroquímica del
      suicidio
    4. Conclusión
    5. Bibliografía

    Resumen.

    Este artículo pretende ser simplemente una
    revisión sobre lo que hasta la fecha se conoce sobre los
    factores implicados en el riesgo de suicidio en población joven. Se trata de una
    ecuación complicada, con múltiples factores
    implicados: nivel socioprofesional de los padres, sexo, el
    padecer una enfermedad mental, el nivel de estudios alcanzado, el
    tener problemas en
    el colegio, clima en el que
    se vive, y un largo etcétera.

    Las anormalidades serotoninérgicas parecen jugar
    un papel importante en el riesgo de cometer suicidio.

    Palabras clave: abusos sexuales, clima,
    colesterol, consumo de
    drogas, efecto
    Werther, enfermedad mental, figuras primarias de apoyo, nivel
    socioprofesional, problemas en el colegio, serotonina, tendencias
    sexuales.

    Introducción.

    He aquí algunos datos
    preocupantes obtenidos en USA3:

    • En 1998, el sector de población menor de 25
      años constituía el 15% de todos los
      suicidios.
    • Desde 1952 a 1995, la proporción de suicidios
      entre los adolescentes
      y adultos jóvenes prácticamente se
      triplicó.
    • Desde 1980 a 1997, la tasa de suicidio entre 15 y 19
      años se incrementó en un 11%, y entre
      preadolescentes de 10 a 14 años, en un 109%.
    • Desde 1980 a 1996, la tasa de suicidio de chicos
      afroamericanos entre 15 y 19 años se incrementó
      en un 105%.
    • El suicidio es la 3ª causa de muerte en la
      gente joven de edades entre 15 y 24 años, después
      de las heridas no intencionales y el homicidio.
    • El 42% de los adolescentes gays y bisexuales han
      tenido ideas sobre el suicidio y el 28% lo han consumado o
      intentado4.

    De otros países también se obtienen datos
    alarmantes6:

    • En el Reino Unido y en Irlanda se producen 2
      suicidios al día de jóvenes (hasta 25
      años).
    • Los suicidios suponen el 20% de las muertes en
      personas jóvenes en estos dos países.
    • Los suicidios cometidos por hombres se han doblado
      desde 1985.
    • En Irlanda, la ratio se sigue
      incrementando.
    • Se estima que ocurren unos 19.000 suicidios al
      año cometidos por adolescentes.

    A la vista de estas cifras, parece que nos encontramos
    ante un problema de salud
    pública de primera magnitud, que pasa desapercibido
    para la opinión
    pública hasta que salta a los titulares de los medios de
    comunicación.

    Para hacernos una idea aún más clara de la
    magnitud del problema, podemos decir que en USA4,
    produce más muertes en población joven que el cáncer
    o el SIDA. Vamos
    a analizar qué factores podrían estar implicados en
    este fenómeno.

    Factores de
    riesgo. 

    En cuanto al sexo, los estudios de Berman y
    Jobes
    1 (1991) indican que los adolescentes varones
    cometen actos suicidas en una proporción cuatro veces
    mayor que las mujeres (18% y 4% respectivamente) en tanto que
    éstas intentan suicidarse sin lograrlo en una
    proporción más frecuente que los
    varones.

    Las diferencias entre sexos se igualan en los
    países tercermundistas1.

    El nivel socioprofesional de los padres no parece
    jugar un papel estadísticamente significativo, al igual
    que la presencia o ausencia de las madres en el hogar. La
    incidencia del trabajo de la
    madre en el exterior no parece significativo
    (Ajuriaguerra1, 1999).

    En un estudio realizado en Dinamarca5, se
    observó que el riesgo de suicidio era mayor entre
    jóvenes con una historia parental de suicidio,
    ingreso por enfermedad mental, ser soltero, ser
    desempleado o beneficiario de ayudas sociales, con
    hermanos ingresados por enfermedad mental, cuya madre
    haya muerto o emigrado
    , y/o cuyo padre haya tenido una
    pobre educación o bajos ingresos
    .

    El riesgo de los factores relacionados con la
    situación socioeconómica del padre era más
    fuerte que los relacionados con la de la madre, siempre y cuando
    no estén relacionados directamente con el estatus de la
    madre o con la enfermedad mental de ésta. Se
    encontró una relación inversa entre el riesgo de
    suicidio y la
    educación.

    Según R. W. Blum2, de la
    Universidad de
    Minnesota, si hacemos predicciones basadas en el color de la
    piel, la
    situación económica de los padres o cómo
    viven con éstos, se acertará en un número
    pequeño ocasiones. Blum y sus colaboradores
    realizaron unas 12.000 entrevistas a
    adolescentes blancos, negros e hispanos, desde el séptimo
    hasta duodécimo grado, y sus padres. Encontraron
    que:

    • el 36% de los adolescentes hispanos y el 38% de los
      afroamericanos, desde el noveno hasta el duodécimo
      grado, han llevado o usado armas o han
      estado
      implicados en incidentes relacionados con armas, en
      comparación con el 22% de los jóvenes
      blancos.
    • El 26% de los chicos entre séptimo y octavo
      grado cuya familia tiene
      unos ingresos
      anuales menores de 20.000$ han tenido encuentros sexuales,
      comparados con el 8% de los jóvenes cuyas familias ganan
      por lo menos 41.000$ al año.
    • El 33% de los jóvenes entre séptimo y
      octavo grado que viven solamente con uno de los padres han
      fumado algún cigarrillo, comparado con el 16% de los
      estudiantes que viven en hogares con dos
      progenitores.

    Algunos de los hallazgos más importantes de estos
    investigadores son:

    • Los problemas en el colegio van ligados al
      hecho de fumar cigarrillos, consumo de alcohol,
      violencia
      relacionada con armas y, en estudiantes blancos e hispanos, con
      pensamientos e intentos suicidas.
    • Frecuentemente, el "salir por ahí" con amigos
      estaba asociado con el hecho de fumar cigarrillos, consumo de
      alcohol, y para chicos y chicas pertenecientes a
      minorías, implicación en violencia relacionada
      con armas.
    • Tener amigos íntimos que beben o fuman era un
      factor de riesgo para estas conductas. Los amigos
      bebedores
      estaban también relacionados con el riesgo
      en estar implicado en violencia relacionada con armas y, para
      chicas y chicos hispanos, con el riesgo de
      suicidio.
    • Tener amigos que han intentado suicidarse
      estaba fuertemente relacionado con el propio riesgo de suicidio
      en los jóvenes.
    • Las relaciones positivas con la familia
      eran un factor protector contra el estar implicado en violencia
      relacionada con armas y consumo de alcohol entre los
      jóvenes afroamericanos, suicidio entre las chicas y
      chicos afroamericanos, y tener encuentros sexuales, entre las
      chicas afroamericanas.
    • Tener una relación romántica estaba
      relacionado con tener intercambios sexuales. Entre algunos
      segmentos de población adolescentes, los beneficios y
      costes percibidos de tener relaciones
      sexuales o quedar embarazada y el conjunto de conocimientos
      percibido sobre el control de
      natalidad están también influenciados por el
      comportamiento sexual.

    Veamos los datos obtenidos en un estudio realizado en
    Perú por A.M. Castaceda Chang1, donde se
    tratan 48 casos de intento de suicidio comunicados
    en el Instituto de Salud del Niсo de Lima
    (Mуdulo de Atención al Maltratado en Salud, MAMIS)
    durante un periodo comprendido entre 1996 y 1999. Se encuentra
    que el 88% corresponde a chicas y el 12% a chicos. Las edades de
    mayor frecuencia se sitúan entre los 14 y 17 años.
    En su mayoría (56%) el origen del intento de suicidio fue
    por discusiones con las figuras primarias de apoyo o
    problemas en el grupo
    familiar
    , seguido de un 13% que contaba con un antecedente de
    abusos sexuales. Sólo se encontró un caso de
    una menor de 7 años (2%) con intención de suicidio.
    Parece confirmarse que la problemática familiar,
    unida a la crisis social y económica da lugar a
    situaciones de gran tensión que hacen muy difícil
    la
    comunicación.

    A esto hay que sumar que los adolescentes carecen de la
    habilidades necesarias para afrontar determinados problemas, por
    lo que optan por el suicidio.

    También se contempla la hipótesis del contagio.
    Gould7 y colaboradores encontraron que entre el
    1 y el 5% de los suicidios entre jóvenes podrían
    ser explicados por contagio. Sería el llamado efecto
    Werther
    (por el relato de Goethe). En esta
    línea, Schmidtke and Häfner7 (1989)
    explicaron el efecto en la entonces Alemania
    Occidental de una serie de televisión
    de seis episodios que describía los problemas de un joven
    que terminaba arrojándose delante de un tren. Se produjo
    un incremento de suicidios de este tipo, sobre todo en
    jóvenes en situaciones similares a la del protagonista de
    la serie.

    Algunos investigadores7 también
    contemplan la posibilidad de que hablar del tema
    frecuentemente
    podría hacer que las personas se
    sintieran más cómodas con la idea del suicidio.
    Mann, Waternaux, Haas y
    Malone10 proponen un modelo de
    diátesisestrés, en
    el que la diátesis podría venir reflejada por
    tendencias a experimentar más ideaciones de
    suicidio
    y a ser más impulsivo.

    El clima también parece tener su
    importancia. De hecho, existe una distribución asimétrica8
    de suicidios a lo largo del año, produciéndose un
    pico en los meses de primavera. También parece haber una
    distribución desigual8 dependiendo de la
    latitud. En un estudio llevado a cabo en Italia8, se
    vio que había más suicidios en las regiones del
    norte del país. Se encuentran tres factores
    climáticos relevantes: el grado de humedad, la media de
    precipitaciones y la exposición
    solar. La mayor tasa de suicidios correspondía a lugares
    secos y menos expuestos al sol. Parece que el clima, al menos,
    podría contribuir al riesgo biológico.

    Neuroquímica
    del suicidio.

    Las personas que se suicidan podrían tener
    alterada la neuroquímica cerebral9 pero
    ésta parece no estar implicada en todos los
    casos9.

    Los bajos niveles de serotonina podrían
    mediar en los problemas de comportamiento en el
    suicidio10. Se ha visto que algunos pacientes con
    bajos niveles14 de ácido
    5-hidroxiindolacético (5-HIAA), que es un metabolito de la
    serotonina, tienen más predisposición a cometer
    suicidio.

    Las anormalidades serotoninérgicas pueden
    provocar un aumento de la agresión impulsiva10.
    Este efecto se ha visto con modelos de
    ratones knockout 5-HT1B, pero el comportamiento
    suicida no se ha observado en dichos
    modelos10.

    Siguiendo en esta línea, en el cerebro de los
    adolescentes suicidas aparecen más receptores
    5-HT2A en el córtex prefrontal e
    hipocampo11. Asimismo, la buspirona13 y la
    gepirona se unen a las receptores 5-HT1A (las
    azapironas son agonistas parciales de la serotonina)
    presinápticos en el rafe dorsal y postsinápticos en
    el córtex e hipocampo. Estas sustancias han demostrado su
    eficacia en
    ensayos
    clínicos realizados en casos de ansiedad y depresión.

    Incluso el colesterol podría estar
    implicado. En un estudio realizado por
    Strandberg12 et al, en el que se utilizaron
    drogas para reducir la concentración de colesterol en
    hombres hipercolesterolémicos, se encontró un
    descenso en los niveles de agresividad y hostilidad.

    Conclusión.

    Podríamos concluir que para un sector de la
    población joven, con determinadas características
    psicológicas, sociales y biológicas, los problemas
    que plantea la sociedad
    actual resultan irresolubles, de forma que el suicidio se
    convierte en la única alternativa.

    Huelga decir que se hace imprescindible seguir con la
    investigación de este fenómeno, pues
    las cifras de víctimas van en aumento.

    También hemos de considerar la
    implantación de programas de
    prevención, y aumentar los recursos que la
    sanidad pública dedica al tema.

    Bibliografía.

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      psicosociales del adolescente parasuicida". Psicocentro.com.
      2003.
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      Psychology. Volume 32, No. 1 January 2001.
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    14. Siegel, G.J.; Agranoff, B.W.; Albers, R.W.; Molinoff,
      P.B.: "Basic Neurochemistry". 5th Edition, Raven
      Press, New York (1993).

    Por

    M. Alonso Hoyas

    Lcda. en Biología,
    especialidad de Neurobiología (U. Complutense, Madrid)

    Estudiante de último curso de licenciatura en
    Psicología
    (UNED)

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