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Validación de Indicadores Cualitativos de Alimentación



     

    Resumen

    Material y
    Métodos

    Resultados

    Referencias

     

    Resumen

    En este artículo se hace una breve
    revisión de dos de los principales métodos de
    encuestas
    alimentarias, el de Dieta Habitual y la Escala de
    Guttman, con el propósito de utilizar, a nivel de grupo,
    aquél que resulte más sencillo de aplicar, con un
    costo más
    bajo, que permita establecer una relación de
    asociación causal con el estado de
    nutrición
    y con el nivel socioeconómico de la población, y que se constituya en una
    herramienta útil para la vigilancia alimentaria y
    nutricional de los preescolares. Con base en lo anterior se
    realizó un estudio comparativo, en siete comunidades de la
    Sierra Norte de Puebla, entre el método
    dietético cualitativo, denominado Escala de Guttman, y el
    método cuali-cuantitativo, conocido como Dieta Habitual.
    Los resultados obtenidos muestran la presencia de una
    débil relación estadística entre la complejidad
    dietética de la Escala de Guttman y el consumo de
    calorías obtenidas a través de la
    Dieta Habitual. La técnica escalográfica no
    presentó relación con los indicadores de estado de
    nutrición y nivel socioeconómico de la
    población estudiada, a diferencia del consumo de
    calorías obtenido por medio del método de Dieta
    Habitual, que sí mostró relación con los dos
    indicadores mencionados. Las conclusiones giraron en torno a que el
    método escalográfico presenta ciertas limitaciones
    como alternativa de la Dieta Habitual; no obstante, puede ser de
    gran utilidad en
    aquellos estudios en los que sólo se desee caracterizar
    los patrones de alimentación.

    Palabras clave: Dieta Habitual, Escala de Guttman, nivel
    socioeconómico

     

    ABSTRACT

    The purpose of this study was to assess the validity and
    feasibility of using the Guttman Scale as an indicator of usual
    dietary intake. Validation was done by comparing the results of
    dietary intake of a population obtained by using the Guttman
    Scale with a well-know method for evaluating dietary intake: the
    dietary history (one week). The study was done in seven
    communities in the state of Puebla, Mexico. Results from this
    study showed a weak correlation between the Guttman Scale with
    socioeconomic status and nutritional status. However, the results
    obtained with the dietary history method had a significant
    relationship with socioeconomic status and nutritional status.
    The conclusions are that the Guttman Scale has limitations when
    it is used as an alternative to the dietary history method for
    evaluating the total caloric intake, though it can be useful to
    determine dietary patterns of the individual.

    Key words: The Guttman Scale, dietary indicators,
    dietary history

    Desde hace más de 30 años ha existido la
    preocupación del personal que
    trabaja en el área de nutrición, por conocer la
    situación nutricional tanto de individuos como de grupos. De hecho,
    desde que la División de Nutrición del Instituto
    Nacional de la Nutrición "Salvador Zubirán" (INNSZ)
    comenzó a trabajar en el campo de las encuestas
    alimentarias, se han dado discrepancias en cuanto a la metodología utilizada para obtener la
    información acerca del tipo y cantidad de
    alimentos que
    las poblaciones consumen; podría afirmarse que el problema
    a resolver ha radicado en encontrar un método
    dietético que proporcione, con el menor costo y tiempo
    posible, la información exacta. Es decir, la encuesta
    alimentaria aplicada a individuos y a grupos humanos, es y ha
    sido desde hace más de tres décadas un instrumento
    de gran valor para los
    especialistas en nutrición, ya que permite conocer las
    principales características de la alimentación
    relacionadas con el aporte de energía, la presencia, la
    cantidad y el equilibrio de
    nutrimentos, la adecuación con el estado
    fisiológico del sujeto y la variación y la
    combinación alimentaria. Dicho conocimiento
    facilita adaptar o proponer acciones
    encaminadas a corregir las anormalidades detectadas,
    además de que permite establecer relaciones causales entre
    el consumo de nutrimentos y otros indicadores del estado de
    nutrición, nivel socioeconómico y
    cultural.

    Existen diversos métodos (1,2) para determinar el
    consumo de alimentos en una comunidad, que
    difieren en cuanto al nivel de precisión de los datos obtenidos,
    al tamaño de muestra
    requerida, al tipo de personal que lo ejecuta y al tiempo y
    costo. Este hecho ha llevado a los especialistas a buscar
    métodos alternativos para la recopilación y
    análisis de datos de consumo de alimentos
    que sean fáciles de utilizar, con mecanismos sencillos de
    procesamiento de información, de rápida retroalimentación de resultados y de menor
    costo que los métodos tradicionales. Es así como en
    1967 el INNSZ propuso un método dietético que
    denominó Dieta Habitual (3), en el cual se combinan
    aspectos cualitativos y cuantitativos que permiten identificar el
    consumo de alimentos habituales a nivel familiar y/o individual,
    en un periodo de hasta una semana, obteniéndose las
    cantidades de cada alimento consumido a través de
    volúmenes, compras,
    preparaciones y raciones.

    El método de Dieta Habitual fue probado con muy
    buenos resultados en tres zonas diferentes del estado de Hidalgo
    y en Chiapas. (3,4)
    Desde el punto de vista del factor tiempo, la entrevista
    para la obtención de la información
    disminuyó comparativamente con la encuesta cualitativa, ya
    que la totalidad del cuestionario
    pudo aplicarse en 40 minutos como máximo; asimismo, este
    método permitió caracterizar la dieta familiar y la
    de los niños
    preescolares, a través de algunas variables
    tales como el menú habitual, el consumo promedio por
    persona y por
    día de alimentos y nutrimentos, y el porcentaje de
    adecuación de estos últimos con las
    recomendaciones. Posteriormente, se llevó a cabo un
    estudio comparativo de cinco métodos de encuesta
    dietética, y se encontró que el método de
    Dieta Habitual no arrojaba datos muy diferentes al de pesas y
    medidas, considerado como el más preciso y validado;
    únicamente se detectó una pequeña
    subestimación del consumo al no tomar en cuenta la
    ingestión de alimentos ocasionales. (5)

    A finales de la década de los sesenta se
    incorporó un método totalmente cualitativo empleado
    en algunos estudios de actitud,
    aplicados, principalmente en el área de las ciencias
    sociales. Para el caso de las investigaciones
    nutricionales esta técnica escalográfica se
    relacionó con indicadores de tipo socioeconómico y
    cultural. Dicho método es conocido con el nombre de Escala
    de Guttman, cuyo planteamiento se basa en el hecho
    sociológico de que para adquirir un nuevo hábito es
    indispensable pasar por ciertos hábitos previos, en forma
    escalonada. Es un método sencillo de aplicar, ya que
    sólo se requiere de la lista de alimentos que se consumen
    con más frecuencia en la población. En una sola
    entrevista se
    pregunta sobre el consumo familiar o individual de las
    últimas 24 horas y sólo se marca con una
    cruz el alimento que la persona entrevistada menciona haber
    consumido el día anterior, ya sea por la familia o
    por el individuo
    seleccionado.

    El método presenta dos condiciones: la primera
    consiste en evaluar las características operacionales de
    tres o más respuestas con el fin de determinar si
    éstas se interrelacionan entre sí, cumpliendo con
    las propiedades o condiciones en que las respuestas deben de
    formar una escala unidimensional. Es necesario que las respuestas
    midan movimientos dentro de un mismo vector. La segunda
    condición implica que la escala sea acumulativa, es decir,
    que los sujetos que responden afirmativamente a una pregunta
    difícil, necesariamente debieron contestar de igual forma
    todas aquellas preguntas de menor complejidad en la escala. La
    experiencia del método escalográfico de Guttman
    que, como ya se mencionó anteriormente, es derivado de
    algunos estudios de las ciencias
    sociales, ha demostrado que no siempre se cumplen a la
    perfección las condiciones de unidimensionalidad y
    acumulatividad de la escala. El método de Guttman,
    mediante el cálculo de
    un coeficiente de escalabilidad, permite evaluar la tendencia que
    tiene un grupo de respuestas para formar una escala con las
    condiciones citadas. Ahora bien, por lo que respecta a la
    utilización de este método escalográfico
    para evaluar hábitos de consumo de alimentos, a
    continuación se mencionan algunos de los estudios en que
    ha sido probada su efectividad.

    En una investigación realizada por Chassy (1967),
    en los alrededores de Ciudad Sahagún, en el estado de
    Hidalgo, (6) se propuso el método escalográfico de
    Guttman, como una alternativa viable para obtener
    información cualitativa de la dieta, argumentando que en
    ocasiones la frecuencia en el consumo de alimentos está
    fuertemente relacionada con los niveles de ingestión.
    Aquí se trató de probar la viabilidad de la Escala
    de Guttman como instrumento para la obtención de
    información sobre consumo de alimentos. Los autores,
    basándose en el consumo familiar de alimentos, lograron
    elaborar una escala de seis niveles, con un coeficiente de
    escalabilidad de 0.74. Sobre este punto es necesario comentar que
    un coeficiente es aceptable cuando es mayor de 0.65, es decir, se
    pueden distinguir diferentes patrones de consumo – mayor
    complejidad, en tanto que un coeficiente menor, obliga a pensar
    que existe una homogeneidad en el consumo de alimentos de una
    comunidad.

    El hecho de que a partir de datos sobre consumo de
    alimentos se pudiera formar una escala, motivó a los
    autores a identificar la causa de este fenómeno, buscando
    la asociación entre la escala y los indicadores
    socioeconómicos con que se contaba. Se encontró que
    la escala correlacionó fuertemente con la complejidad
    dietética, y con indicadores de "urbanización",
    especialmente los relacionados con cambios similares (de simple a
    complejo) en los aspectos sociales y económicos de la
    población.

    Sanjur, (7) en otra investigación llevada a cabo
    en el suroeste de México,
    centró su atención en los factores biosociales
    relacionados con la desnutrición; empleó la Escala de
    Guttman para valorar la complejidad de la dieta de los
    niños en los primeros seis meses de vida. Su estudio
    planteó la hipótesis de que "a medida de que la
    percepción y prácticas en un aspecto
    de la vida se tornan progresivamente más complejas, se
    espera, asimismo, un aumento en la complejidad de otras esferas
    de la vida". La argumentación giró en torno a que
    mientras mejores sean los niveles de ingreso, educación y nivel de
    vida familiar, el patrón de alimentación de la
    familia se
    hace progresivamente más complejo. Los resultados de este
    estudio mostraron que las características familiares
    parecían ser las causas primarias de los problemas
    nutricionales; tanto la escala de la familia como la del
    niño tuvieron seis niveles de complejidad
    dietética, y correlacionaron fuertemente con otros
    indicadores sobre la complejidad socioeconómica de la
    familia. Estos resultados refuerzan el planteamiento de que los
    patrones de consumo de alimentos son el resultado de las
    características socioeconómicas de las
    familias.

    En 1971, Arroyo y colaboradores (8) realizaron una
    investigación en el norte del país sobre la
    influencia de los hábitos alimentarios de la familia en
    los hábitos de los menores de seis meses de edad. En dicho
    estudio se encontró una asociación significativa
    entre la variedad o complejidad de la dieta de la familia y la
    dieta de los menores de seis meses. Cabe destacar que tanto la
    escala familiar como la de los niños, correlacionaron
    fuertemente con los indicadores del nivel socioeconómico
    de las familias. A partir de estos resultados, los autores
    concluyeron que el alto nivel de correlación entre la
    dieta y el nivel socioeconómico se explica perfectamente
    en el contexto de una economía
    "monetarista", y sugieren que en una sociedad
    dedicada a la producción de subsistencia, probablemente
    la asociación sería más débil.
    También, consideran que en virtud de que la Escala de
    Guttman muestra un continuo de simple a complejo, puede emplearse
    como una herramienta útil en la definición de la
    complejidad de la dieta de las familias.

    A fin de desarrollar métodos de encuesta
    simplificados y útiles dentro del Sistema de
    Vigilancia Nutricional (9) desarrollado por el INNSZ, se
    instrumentó el presente estudio con el objetivo de
    evaluar el uso del análisis escalográfico como una
    alternativa de la categorización de los datos de consumo
    de alimentos en estudios de campo, en lugar de métodos
    cuali-cuantitativos empleados con anterioridad.

    Las hipótesis que se
    plantearon fueron, por un lado, que el método cualitativo,
    es decir la Escala de Guttman, clasifica igual, desde el punto de
    vista dietético, a los preescolares que el método
    cuali-cuantitativo de Dieta Habitual; por el otro, permite
    obtener la misma relación entre el estado de
    nutrición del preescolar y
    la clasificación dietética con el método
    escalográfico de Guttman que con el método de Dieta
    Habitual.

    Material y
    Métodos

    El estudio se llevó a cabo en siete comunidades
    del municipio de Cuetzalan, en el estado de Puebla, e
    incluyó a todos los niños entre 12 y 59 meses de
    edad, mismos que debieron cumplir con dos criterios de
    inclusión: estar destetados y sin enfermedad aparente en
    el momento del estudio. La información se obtuvo en una
    sola visita mediante un cuestionario. En primera instancia se
    pidió a la madre que describiera la alimentación de
    su (s) niño (s) en edad preescolar,correspondiente a las
    últimas 24 horas (Escala de Guttman); esto sin mencionar
    cantidades. Posteriormente, se aplicó a la madre el
    cuestionario sobre dieta habitual de la familia y del preescolar,
    que consistió en interrogar a la entrevistada sobre los
    alimentos, junto con sus cantidades, de lo que acostumbran
    desayunar, comer y cenar en una semana. La entrevistadora
    traducía las cantidades a gramos de alimentos habituales
    consumidos mediante raciones y el uso de pesas y medidas
    (método cuali-cuantitativo).

    La información del peso y la edad de los
    niños preescolares, así como la referencia al nivel
    socioeconómico de la familia, se recabó
    mensualmente a partir de los registros
    obtenidos en el Centro Regional de Cuetzalan del
    INNSZ.

    Las variables utilizadas en la prueba de las
    hipótesis del estudio se definen a
    continuación:

    a) Consumo per cápita de calorías. Esta
    variable es el indicador cuali-cuantitativo del consumo de
    alimentos, mismo que se obtuvo por el método de Dieta
    Habitual, convirtiendo el consumo informado de alimentos a su
    equivalente energético mediante las tablas de valor
    nutritivo. (10) Esta variable es de naturaleza
    continua.

    b) Complejidad de la dieta. Considerada como el
    resultado de procesar los datos cualitativos de consumo de
    alimentos del preescolar por medio del método
    escalográfico propuesto por Guttman. (11) Esta variable
    consta de cinco categorías numéricas que
    corresponden a la complejidad acumulativa de la dieta de los
    preescolares estudiados, siendo el nivel número uno el de
    menor complejidad y el cinco el de mayor complejidad. Como el
    número de observaciones en la cuarta categoría fue
    muy pequeño, se combinaron la tercera y la cuarta a fin de
    reducir la incertidumbre estadística.

    c) Estado de nutrición. Como indicador del estado
    de nutrición del preescolar se consideró el peso
    para la edad normalizado con base en patrones de referencia
    (Organización Mundial de la Salud 1978) (12) y
    categorizado de acuerdo con la clasificación propuesta por
    Gómez. (13) De esta forma se obtuvo una variable
    numérica de cinco categorías, correspondiendo a los
    niños con sobrepeso el número 1 y,
    consecuentemente, a los clasificados como desnutrición de
    tercer grado el número 5.

    d) Nivel socioeconómico. Para determinar esta
    variable se utilizaron indicadores de escolaridad y
    ocupación de los padres de familia, las
    características de la vivienda y el gasto semanal
    destinado a la alimentación de la familia. La
    información se agrupó en un índice de cuatro
    niveles, en el que 1 corresponde al menor nivel y 4 al
    mayor.

    Resultados

    La información fue procesada con el paquete
    estadístico SAS. Para evaluar la asociación entre
    escala de Guttman y diferentes indicadores, se utilizaron las
    correlaciones de Pearson para variables continuas, la de Spearman
    para variables categóricas y un análisis de
    varianza para comparar medias. Cuando los datos no tenían
    una distribución normal, se utilizaron las
    variables en escala logarítmica.

    El promedio del consumo calórico fue de 1 100
    calorías, que corresponde a 87 por ciento de
    adecuación con respecto a las recomendaciones del INNSZ.
    (14) La distribución del porcentaje de adecuación
    entre la población escolar se muestra en el cuadro I, en
    el que se observa que el 75 por ciento de los niños
    estuvieron por debajo de las recomendaciones establecidas y
    solamente el 13.5 por ciento cumplían con
    éstas.

    ————————————————————

    CUADRO I

    Adecuación de energía para la
    población preescolar

    ————————————————————

    Población preescolar

    % de adecuación n %

    <100 117 75.0

    100-109 21 13.5

    >110 18 11.5

    ————————————————————

    En cuanto al estado nutricional, definido con base en el
    peso para la edad, sólo el 10.3 por ciento de la muestra
    se clasificó con desnutrición de segundo y tercer
    grado, el 53.5 por ciento de los niños se clasificó
    en la categoría de desnutrición de primer grado, y
    el 36.2 por ciento tenía un peso para la edad considerado
    como normal (cuadro II).

    ————————————————————

    CUADRO II

    Adecuación de peso/edad para la población
    preescolar

    ————————————————————

    Población preescolar

    % de adecuación n %

    <75 16 10.3

    75-90 84 53.5

    >90 56 36.2

    ————————————————————

    Para obtener los niveles de complejidad de la dieta, a
    partir de los datos sobre frecuencia de consumo de alimentos y
    utilizando el método de Guttman, se agrupó el
    consumo de los diferentes alimentos en cuatro categorías
    (figura 1), presentando éstas un coeficiente de
    escalabilidad de 0.74. Como ya fue señalado, una escala es
    aceptable cuando el coeficiente de escalabilidad es mayor a 0.65,
    esto es, se cumplieron las condiciones de acumulatividad y
    unidimensionalidad del método. (15)

    Con base en los estudios previos y en la relación
    económica entre el ingreso y el consumo de alimentos, se
    consideró pertinente analizar la relación que
    guarda el nivel socioeconómico con el estado nutricio y la
    variabilidad dietética.

    Para evaluar la relación existente entre la
    Escala de Guttman (EG), el nivel socioeconómico (NS) y el
    estado nutricional (EN), se obtuvieron los coeficientes de
    correlación de Spearman, los cuales no mostraron
    ningún resultado significativo (cuadro III). A partir de
    las cuatro categorías socioeconómicas establecidas,
    se construyó la distribución de las familias de los
    preescolares como se muestra en la figura 2.

    ————————————————————

    CUADRO III

    Coeficientes de correlación de Spearman entre los
    indicadores cualitativos

    ————————————————————

    EG NS EN

    EG 1 .09 .02

    NS 1 .00

    EN 1

    ————————————————————

    EG: Escala de Guttman

    NS: nivel socioeconómico

    EN: estado nutricional

    Para las variables de ingestión, tales como
    consumo calórico (CALOR), porcentaje de adecuación
    calórico (PC) y residual de proteínas
    (RPROT) se emplearon los coeficientes de correlación de
    Pearson que sólo mostraron una alta correlación
    positiva entre el consumo calórico y el porcentaje de
    adecuación calórica (cuadro IV).

    ————————————————————

    CUADRO IV

    Coeficientes de correlación de Pearson entre los
    indicadores de Dieta Habitual

    ————————————————————

    Calor PC RPROT

    CALOR 1 0.08 0

    PC 1 0.08

    RPROT 1 1

    ————————————————————

    Discusión

    La relación entre los datos de consumo obtenidos
    por el método de Dieta Habitual y la complejidad de la
    dieta por la Escala de Guttman es de naturaleza débil. En
    cuanto a la relación existente con el estado de
    nutrición se observó que la asociación con
    el consumo de calorías, si bien es débil, por lo
    menos es estadísticamente significativa. La complejidad de
    la dieta, en las condiciones del presente estudio, es irrelevante
    en la determinación del estado de nutrición del
    preescolar. Esta observación puede ser debida a la adopción
    de hábitos de consumo poco adecuados que desfavorecen el
    estado de nutrición, mismos que fueron catalogados como
    superiores por la Escala de Guttman; el nivel más alto de
    la escala estuvo dado por el consumo de refresco.

    Por lo que respecta a la relación entre la escala
    de complejidad de la dieta obtenida siguiendo el método de
    Guttman y el nivel socioeconómico, es mayor que en el caso
    del consumo de calorías. Esta observación apoya el
    posible efecto de confusión introducido por el nivel
    socioeconómico; sin embargo, no se observó ninguna
    asociación entre éste y la escala, por lo que se
    concluye que no afecta la relación entre calorías y
    el método escalográfico. En este punto cabe
    destacar que el índice utilizado como indicador del nivel
    socioeconómico tiene un efecto discriminador muy reducido
    en las condiciones en las que se efectuó el estudio. Esta
    situación impide llegar a conclusiones definitivas acerca
    de la relación de las variables estudiadas con el nivel
    socio- económico y, de la misma forma, impide la
    corrección adecuada del efecto de confusión
    señalado. Basándose en estos resultados es posible
    recomendar el uso de la Escala de Guttman como indicador de la
    complejidad de los patrones de alimentación en una
    población. Su relación con los niveles de consumo
    de nutrimentos, de estado de nutrición y su estrecha
    relación con los niveles de bienestar, restringen su uso
    como una alternativa a métodos
    cualitativos de evaluación
    del consumo de alimentos.

    El uso del método escalográfico de Guttman
    en el campo de la investigación de nutrición, se
    recomienda como una alternativa -rápida y de bajo costo-
    adecuada para aquellas situaciones en que no se precise de
    información cuantitativa.

     

    Solicitud de sobretiros: Lic. Herlinda Madrigal
    Fritsch,

    Instituto Nacional de Nutrición "Salvador
    Zubirán", Vasco de Quiróga 15, Tlalpan 14000,
    México, D.F.

    * Proyecto
    parcialmente financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y
    Tecnología, clave PACALBNA 822107.

    – 1. Jefa del Departamento de Vigilancia
    Epidemiológica de la Nutrición, Subdirección
    de Nutrición de Comunidad, Instituto Nacional de la
    Nutrición "Salvador Zubirán" (INNSZ),
    México.

    – 2. Investigador del Departamento de Vigilancia
    Epidemiológica de la Nutrición, INNSZ.

    – 3. Jefa del Departamento de Nutrición, Dirección General de Vigilancia
    Epidemiológica de la Secretaría de Salud,
    México.

    – 4. Centro de Investigaciones en Salud
    Pública, Instituto Nacional de Salud Pública,
    Cuernavaca, México.

    Fecha de recibido: 22 de marzo de 1991

    Fecha de aprobado: 13 de agosto de 1992

     

    REFERENCIAS

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    de Nutrición No. 4, 1950.

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    14. Bourges H, Chávez A, Arroyo P.
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    84-89.

    SALUD PÚBLICA DE MéXICO MARZO – ABRIL DE
    1993, VOL. 35, N° 2

     

     

    Autor:

    HERLINDA MADRIGAL-FRITSCH, LIC. EN NUT.,
    M.S.P.-1

    SARA ELENA PEREZ GIL-ROMO, LIC. EN NUT., LIC. EN
    SOC.-2

    GUILLERMO ROMERO-IBARROLA, LIC. EN NUT., M. EN
    C.-2

    LUCIA BATROUNI-KERKEBE, LIC. EN NUT.-2

    LUCIANO DOMINGUEZ-CHERIT, LIC. EN MAT., M. EN
    C.-2

    IRENE FETTER, LIC. EN NUT.-3

    MAURICIO HERNANDEZ- AVILA, M.C., SC.D.-4

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