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Potencialidades del Análisis Institucional en el Perfeccionamiento de las Instituciones de Salud (página 2)



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LA
METODOLOGÍA EN EL ANÁLISIS
INSTITUCIONAL.

El término metodología designa el modo en que se
enfocan los problemas del
conocimiento y
la transformación práctica de la realidad,
así como la búsqueda de respuestas y soluciones. En
las Ciencias
Sociales se aplica a la manera de realizar la investigación a partir de los intereses,
propósitos y concepción teórica del
investigador.

La metodología de la investigación es por
tanto una extensión del sujeto colectivo de
investigación, es una estrategia
concreta que optimiza y contextualiza el empleo de la
caja de herramientas
en dependencia del objeto de estudio y de las posiciones
teóricas, ideológicas, valorativas del
investigador, de los fines u objetivos de
la misma así como los recursos en la
producción científica.

La difusión de la metodología de
orientación interpretativa en los tiempos actuales es
extensa, sobre todo en aquellas áreas de las Ciencias
Sociales, susceptibles de ser abordadas a través de este
tipo de diseño,
además de las ventajas que supone emprender en estos
contextos investigaciones
desde esta perspectiva. La investigación cualitativa ha
sido pues, un terreno donde ya muchos investigadores han
desarrollado relevantes trabajos.

El Análisis Institucional es una de las
opciones teórico-metodológicas que se apoyan en la
metodología cualitativa, y resulta de gran valor por el
énfasis que hace en los aspectos simbólicos, y por
su integración en su objeto de
estudio-acción
de los niveles micro y macro sociales.

Vale señalar que la epistemología
cualitativa tiene un carácter histórico y abierto; es
historia por
cuanto representa un proceso de
sucesión de nuestras afirmaciones, las que se integran y
desintegran de formas diversas en el curso de la
producción del conocimiento; y dan lugar, a resultados que
solo tienen sentido dentro del propio proceso de su
producción, del cual la realidad en su carácter
activo, es un aspecto constituido.

El carácter abierto de la epistemología cualitativa está dado
por la definición de que los puntos de cierre del
conocimiento serán siempre relativos, y estarán
definidos por el momento de la teoría,
nunca por un pretendido estado final
del objeto aprehendido en términos del
conocimiento.

Esta metodología se distingue por ser
especialmente flexible y abierta, prácticamente emergente,
mostrándose como un proceso activo, sistemático y
riguroso de indagación dirigida, en el cual se toman
decisiones sobre lo investigado. Se va elaborando a medida que
avanza la investigación. La situación y los
datos
obtenidos generan el problema, cuestionándose
constantemente y reformulándose al tener nuevos datos y
contrastaciones.

Las diferentes fases del proceso de
investigación, no se dan de forma lineal y sucesivamente,
sino interactivamente; es decir, en todo momento existirá
estrecha relación entre recogida de datos, hipótesis, muestreo y
elaboración de teorías.

Esta metodología que centra su atención en la subjetividad de las personas
siendo de vital importancia el contexto donde se enmarcan, se
agrupa entorno al denominado modelo
Investigación-Acción; confiriéndole al
hombre su
identidad como
ser social, fruto de una cultura
específica por el devenir histórico.

En la década del 40 en los Estados Unidos,
se originó el término
Investigación-Acción en la psicología
social por K.Lewin. A partir de aquí se introduce el
concepto de
intervención en la vida social para transformarla, la
metodología abordada de la siguiente forma se va
perfeccionando:

"Cuando hablamos de investigación, estamos
pensando en Investigación-Acción, esto es una
acción en nivel realista, siempre acompañado de una
reflexión autocrítica y de una evaluación
de los resultados. Como el objetivo es
aprender de prisa, no debemos tener miedo de enfrentar las
propias insuficiencias. No queremos acción sin
investigación, ni investigación sin acción."
Lewin (ctdo en Barbier 1977)

En este nuevo paradigma
metodológico es de vital importancia la implicación
del investigador en el proceso investigativo. La
concepción epistemológica de la
Investigación-Acción se basa en una relación
sujeto-sujeto por lo que la
comunicación juega un papel determinante.

El compromiso en el aquí y ahora de la
investigación es vital para la interpretación con el máximo de
objetividad, del impacto psicoafectivo y estructural-profesional
presentes en la Investigación-Acción. "El
Análisis Institucional que procura detectar en los campos
de intervención, la acción latente o manifiesta de
las instituciones;
debe siempre admitir que él también está
implicado, como todos los actores sociales que los linda en su
práctica
profesional." Barbier (1977)

Max Pagés aborda la importancia que encierra la
implicación: "el placer que el terapeuta o el monitor
sienten en sus relaciones con sus participantes es fundamental
para el cambio".
Pagés (ctdo en Barbier 1977)

  • La Investigación-Acción es una
    metodología que da suma importancia al resultado
    investigativo, así como a los procesos
    humanos que lo acompañan.
  • La Investigación-Acción se presenta al
    propio proceso de investigación como construcción en sí misma, como
    espacio intersubjetivo que configura una realidad de este
    último orden al que se llega por consenso.
  • Esta condición determina que las técnicas
    y procedimientos
    que lo constituyen sean más abiertos, flexibles y
    operativos para permitir que esa realidad subjetiva emerja y se
    exprese.

El investigador según expresa Barbier (1977) debe
concientizar no solo su implicación en el campo de
intervención sino también analizar la
práctica de los grupos
sociales con el máximo de objetivización y
rigor.

El análisis del grupo es el
objetivo principal de la Investigación-Acción;
mediante el mismo se comprendería, se
desfragmentaría la red de significaciones que
porta la institución. Por lo que se considera el uso de
conceptos claves imprescindibles: transversalidad,
implicación, grupo sujeto.

En la concepción de Barbier (1977) se encuentran
algunos principios
básicos de la
Investigación-Acción-Institucional:

  • La Investigación-Acción-Institucional
    tiene por objeto el
    conocimiento preciso y esclarecido de la praxis
    institucional del grupo (y por el grupo), a fin de darle la
    posibilidad de saber más y de poder actuar
    mejor sobre la realidad.
  • Toda Investigación-Acción-Institucional
    presupone relación dialéctica entre el grupo y el
    objeto de su investigación, así como el
    esclarecimiento de su red de implicaciones.
  • La necesaria investigación de la
    objetivación de
    Investigación-Acción-Institucional está
    subordinada a la praxis del grupo, investigador colectivo en la
    institución. El objetivo de conocimiento es constituido,
    conquistado y constatado rastro de la praxis institucional y en
    función de ella.

Siguiendo estos principios la metodología se
desarrolla en las siguientes fases:

  • La primera parte de la serialidad (agrupamiento de
    personas sin organización, integración o fin
    común), "la fraternidad dudosa", artificial que se
    instala en los primeros momentos de la
    Investigación-Acción.
  • La segunda llega a la "acción implícita
    de las implicaciones de los miembros del grupo", cuando las
    diferencias emergen, las tensiones surgen y el peligro de
    división del grupo se torna inminente.
  • La tercera parte dice respecto a la
    "confrontación de las diferencias ", cuando normalmente
    ocurre el paso del grupo-objeto a grupo-sujeto. La primera fase
    representa el momento de la "unidad positiva ", la tercera el
    de la "unidad negativa" y la última, el de la
    "singularidad ", cerrando el circuito de alerta.

Teniendo en cuenta Lapassade (1997), las referencias de
Pagés, define tres fases fundamentales del proceso de
intervención:

  • Toma de conciencia:
    Sería para localizar las dificultades sociales hasta
    entonces desconocidas.
  • Diagnóstico: En la que el grupo descubre la
    existencia de una red compleja de causas
    que actúan sobre su funcionamiento.
  • Acción: Incluye la formulación de
    nuevos objetivos para una función, se reforma el
    organigrama,
    se establecen comités o comisiones de relación,
    se toma posición en cuanto a las normas que
    rigen las actitudes
    del personal.

A través de una comunicación abierta, la
investigación puede centrarse fácilmente en el
estudio del grupo. "La práctica psicosociológica
trata las instituciones pero siempre a través de los
grupos que
hablan. La práctica de la sociedad se
encuentra en esos grupos como palabra reprimida, ideologizada,
centrada por las instituciones". Lapassade (1997)

En los grupos, las instituciones son la negatividad en
acción. Por el contrario, el individuo y el
grupo son la negatividad en el sistema de
referencia de la institución.

Las variables de
que dependen el lugar de la negatividad, están
relacionadas con la posición que la persona ocupa en
las jerarquías, su grado de interacciones,
participación e implicación; pues cada individuo se
caracteriza por su filiación actual a cierto número
de grupos sociales, que al mismo tiempo
producen una subcultura que le es específica y que no
tiene relaciones idénticas con la cultura
global.

El individuo no toma la cultura como un todo que le es
dado, él la percibe y la asimila en función de su
personalidad,
de sus necesidades, las que están en función de las
influencias que recibe del medio. En el proceso de socialización de cada individuo existe un
sistema complejo de contradicciones, de transformaciones en
función de diferentes elementos.

La dimensión institucional de los grupos, lejos
de lanzar al grupo en la insignificancia, hace de él el
campo privilegiado de la intervención. Durante las
intervenciones institucionales se realizan acciones
profundas para formar grupos con los elementos escogidos dentro
de la
organización.

Cuando el investigador inicia el proceso de acceso al
campo, una de las primeras actuaciones está dirigida a
identificar y caracterizar a los individuos y grupos que conviven
e interactúan en la institución; y desde luego,
cual es el modo de entender los fenómenos y hechos a los
que están vinculados, siendo de vital importancia para la
posterior selección.

La selección de personas (integrantes del
grupo-sujeto) que facilitan al investigador la información necesaria para comprender el
significado y las actuaciones que se desarrollan en este medio
tiene, en la investigación cualitativa,
características claramente diferenciadoras.

En ella todos los miembros de la población no tienen el valor como fuente de
información, por lo que se eligen porque cumplan ciertos
requisitos que, en la misma población, no cumplen otros
miembros de la misma. Se realiza una selección intencional
de acuerdo a los criterios establecidos por el
investigador.

En fin, la selección de informantes no responde a
un esquema o plan fijado de
antemano, más bien es el proceso que se genera con el
acceso al campo del investigador buscando siempre cuáles
son las personas que aportan información más
relevante a los propósitos de la
investigación.

Barbier (1977) creó y desarrolló la
concepción de grupo-sujeto como uno de los aspectos
esenciales y concibió al Análisis Institucional
como un medio a través del cual los grupos-objetos
podían convertirse en grupos-sujetos, por la
recuperación de la autonomía de acción y
reflexión:

"El grupo-objeto (o dominado) es la verticalidad social,
piramidal y jerárquica y también de la
horizontalidad uniformada (los estratos en el sistema
jerárquico) ciego a las mediaciones, asustado con la
implicación." Barbier (1977)

El grupo-objeto se adhiere completamente a las
instituciones, evita los conflictos y
se protege en el centralismo, la
rigidez normativa y el carácter unívoco de los
rituales unificadores. Está cargado de los estereotipos y
preconceptos del sentido común y fascinado por la
centralidad, intenta aniquilar todas las polarizaciones
periféricas. Barbier (1977)

Sin embargo, el grupo-sujeto es el que representa el
esfuerzo y la perseverancia. Se separa del colectivo dominado
para convertirse en un grupo-sujeto de su praxis. Sus metas no se
consiguen espontáneamente, es una conquista sobre la
violencia
impuesta y el racionalismo
de los grupos en el poder, los logros de este tipo de grupo se
deben al producto de la
creación que constituye su función principal. Sus
miembros pueden hablar sin limitaciones, sin pretensiones de un
discurso
grupal que pliegue las diferencias, sólo con el fin de
enriquecer al grupo con sus reflexiones, buscando que estos
componentes discursivos puedan devenir comportamientos transformadores.

La capacidad de producir esta clase de
comportamientos dependerá en gran medida del
funcionamiento del grupo, y de la producción de los
analizadores adecuados.

Cuenta con categorías fundamentales como:
mediación y singularidad de tipo instituyente. Su
incansable trabajo
analítico se refiere a la instancia de la transversalidad,
es decir la presentación de las contradicciones, de las
diferencias, de los determinismos sociales que se imprimen en el
grupo. El análisis de su transversalidad posibilita al
grupo-sujeto aprovechar su expresión más rica y
compleja: la palabra. El mismo, en su incesante búsqueda
no renuncia al enfrentamiento de lo instituido.

Pichón (1991) refiere que todo conjunto de
personas ligadas entre sí por constantes de tiempo y
espacio y articuladas por su mutua representación interna,
configuran una situación grupal, lo cual está
sustentada por una red de motivaciones que se integran entre
sí por medio de un complejo mecanismo de asunción y
adjudicación de papeles. Esta situación grupal
constituye precisamente, el instrumento más adecuado para
ese aprendizaje
social que consiste en la internalización operativa de la
realidad.

Ante las nuevas situaciones, el sujeto requiere una
reestructuración de su sistema de vínculos,
adaptarse a nuevas formas con sus posibles consecuencias. Es en
este proceso donde, surgen los temores a perder los
vínculos anteriores y al ataque de la nueva
situación, en la cual el sujeto no se siente
instrumentado, trayendo como consecuencias fatales, resistencias a
los cambios.

Por la movilización de las estructuras
estereotipadas por causa de la ansiedad que despierta la
posibilidad del cambio, se llega a captar en el
aquí-ahora-conmigo del grupo y en su tarea, un conjunto de
experiencias, afectos y conocimientos con los cuales los
componentes del grupo piensan y actúan, tanto en el nivel
individual como grupal.

En el grupo aparecen portavoces que son muy sensibles a
los problemas, explicándolos y detectando las
fantasías inconscientes del grupo. "A veces, lo que el
portavoz expresa, representa, es la resistencia al
cambio. El grupo se organiza para estereotiparse como defensa
ante la ansiedad que produce este cambio". Pichón
(1991)

Esta conspiración es una situación
constante y latente en todo grupo social tiende a dislocar al
coordinador. El grupo se aglutina internamente en función
de su falta de seguridad interna
en un primer momento. Los mecanismos que aquí se
desarrollan aparecen como dispositivos de seguridad, destinados a
poner a salvo al sujeto de la ambivalencia y la culpa al mismo
tiempo y lo eximen de su compromiso con su proyecto.

Cualquier acontecimiento que tenga lugar en un grupo,
está manifestando, por intermedio del emergente
(portavoz), el contenido implícito de la situación
de grupo. Es con la realización de una tarea en
común que el grupo va tornándose operativo,
enfrenta las situaciones conflictivas y la toma de
decisiones.

La relación activa con diferentes tareas del
grupo que se torna cada vez más funcional, facilita el
desarrollo de
la creatividad
del mismo como unidad operativa, condicionándose
así la toma de conciencia en los sujetos de su poder de
transformación de la realidad y de una adaptación
activa a la misma. Lo fundamental es que él se transforma
en un agente de cambio social.

La interpretación debe abarcar las dimensiones
vertical y horizontal. El nivel vertical está relacionado
con lo histórico, individual de cada sujeto, que le
permite la asunción de determinados papeles adjudicados
por los demás integrantes del grupo.

El nivel horizontal es el compartido por el grupo, el
denominador común que los unifica. Lo vertical de cada
sujeto, sus circunstancias personales lo convierten en un sujeto
apto para desempeñarse como portavoz de un conflicto, que
es vivido como propio y que a su vez denuncia lo conflictivo de
la situación interactiva y de la relación con la
tarea.

Lo vertical del sujeto y lo horizontal del grupo se
articulan. La dialéctica individuo-grupo, se torna
comprensible a través del concepto de portavoz,
vehículo de una calidad emergente
que afecta toda la estructura
grupal y que, como señal; remite a las relaciones
infraestructurales, implícitas, en las cuales están
comprometidos todos los integrantes del grupo.

Muchas veces la horizontalidad, acontecer grupal, solo
puede ser decodificada por la suma de lo verbalizado o actuado
por varios portavoces.

Calviño (1998) en su análisis de la
teoría de los grupos operativos refiere que una buena
interpretación es la que logra ser operativa, mover al
grupo, más específicamente favorecer la
aparición de un nuevo emergente. La acción grupal,
como interacción en sus formas puede ser
regulada, a fin de hacerla eficaz y potencializarla en
función de sus objetivos. En eso consiste la
operación que lleva en consideración los procesos
de interacción grupal, teniendo en cuenta la
relación básica grupo-tarea.

Retomando los apuntes de Calviño (1998) en su
libro:"Trabajar en y con grupos", como sujeto de
una experiencia de grupo operativo, pueden referirse los
requerimientos que este autor expresa para el cumplimiento de la
modalidad operativa del proceso grupal:

  • Que el grupo sea dinámico. La actividad grupal
    no está predeterminada, ni organizada
    rígidamente. Se ha de permitir la máxima fluidez
    creativa de la interacción y la
    comunicación.
  • Que el grupo sea reflexivo. Una parte importante de
    la actividad grupal es la propia reflexión sobre el
    proceso grupal.
  • Que el grupo sea democrático. Toda
    acción y pensamiento
    deben originarse del grupo mismo. El coordinador nunca hace lo
    que pudiera hacer otro miembro cualquiera.

Rogers (ctdo en Calviño1998) también
señala algunas formas de hacerlo en los grupos de
encuentro:

  • Creando un clima
    favorable, actuando él mismo de forma libre y tranquila.
    Él no está preocupado por si va a salir o no,
    confía plenamente en el grupo y sabe que lo que quiera
    suceder, inevitablemente sucederá. El facilitador ha de
    crear un clima que dé al individuo seguridad
    psicológica.
  • Escuchando con atención, esmero y
    sensibilidad. No evalúa lo que la persona dice,
    simplemente escucha.
  • Aceptando al grupo como es. Vive al grupo en el estado en
    que se encuentra.
  • Aceptando a los miembros del grupo tal como
    son.
  • Se va convirtiendo en un miembro más del
    grupo, aporta pero no controla.
  • Manifiesta comprensión
    empática.
  • Tratar de no ser premeditado, artificial, propone
    siempre lo que quiere hacer y lo somete a la decisión
    grupal.
  • No haciendo trucos, siendo auténtico y
    espontáneo.
  • Teniendo plena libertad de
    movimiento y
    de contactos físicos dentro del grupo.

De manera general, la teoría no directiva ofrece
un excelente paradigma de coordinador y una concepción
esencialmente humana de la práctica grupal, que puede ser
en gran medida asumida durante el proceso de intervención
en el Análisis Institucional.

El grupo-sujeto que se pretende potenciar en la presente
investigación, tal y como ha sido concebido por Barbier
(1985) y adaptando las consideraciones técnicas descritas
sobre grupos operativos y la concepción no directiva,
será el resultado de lo que por sí mismo sea capaz
de conquistar. Se convierte en una alternativa de trabajo grupal,
destinada a favorecer la acción conjunta en el
análisis, elaboración y toma de
decisión.

Para el investigador resulta fatal creerse neutral
durante el proceso, porque si se lo cree, niega toda la fuerte
implicación que tiene. Un punto de partida importante es
saber que uno está comprometido con esas escenas que se
dan en el grupo, en sus miembros, que uno tiene una cantidad de
supuestos, de ideas previas más o menos fundadas sobre eso
y que eso también va a ser algo con lo que habrá
que trabajar.

El investigador también se enriquece incorporando
modos de resolución de problemas y modos de pensar de la
gente con la que trabaja.

El procedimiento a
utilizarse para llegar desde la manifestación
comportamental al sentido del comportamiento
es la interpretación. En el grupo ocurren situaciones que
tienen un significado para la tarea, para las relaciones en el
interior del grupo y para la persona pero, además se
manifiestan cosas de manera indirecta, que también tienen
su significado.

Calviño (1998) hace referencia al silencio y a la
resistencia. El
silencio puede ser resistencia, pero también puede ser
tensión contenida o un índice de reflexión,
incluso puede ser aburrimiento o una limitación social de
la red interpersonal, pero siempre es una forma de
comunicación.

La resistencia se define como la oposición que
los sujetos hacen a la manifestación de sus contenidos
inconscientes.

Por extensión en la situación grupal, este
autor considera resistencia todo lo que los individuos hacen para
evitar, no afrontar o no trabajar sobre la tarea. Esto supone la
negativa también a todo vínculo directo o indirecto
con la tarea, cosas que pueden ir desde trabajar con las
interpretaciones que hace el coordinador, hasta sencillamente no
asistir a las sesiones grupales.

El Análisis Institucional en esta
investigación, como se plantea con anterioridad, debe ser
abordado desde una dimensión cualitativa puesto que las
investigaciones cuantitativas presentan limitaciones para el
investigador, que le impiden involucrarse en la relación
que estudia, interactuar con su objeto de investigación no
como seres estáticos sino como fuerzas vivas que se
interpretan mutuamente, condiciones estas imprescindibles para
llegar a la esencia del Análisis Institucional.

Por ello es necesario un modelo de investigación
diferente: la investigación cualitativa. Ludke y Andre
(1986) señalan algunas características del modelo
anterior que no se diferencian mucho de planteamientos de
González (1997):

  • La investigación cualitativa tiene el ambiente
    natural como su fuente directa de datos y el investigador como
    su principal instrumento, en contacto directo con el ambiente y
    la situación que estudia.
  • Los datos recogidos son predominantemente
    descriptivos. Todos los datos de la realidad son considerados
    importantes.
  • La preocupación con el proceso es mucho mayor
    que con el producto. El interés
    del investigador se centra en verificar cómo el problema
    se manifiesta en las actividades, en los procedimientos y en
    las interacciones cotidianas.
  • El significado que las personas dan a las cosas y a
    su vida es un aspecto esencial para el investigador. Es
    importante captar la "perspectiva de los participantes", la
    manera como estos encaran las cuestiones
    focalizadas.
  • Los datos son analizados siguiendo un proceso
    inductivo. Los investigadores no se preocupan por buscar
    evidencias
    que corroboren las hipótesis
    definidas, antes del inicio de los estudios. Sin embargo ello
    no implica la no existencia no una base teórica que
    oriente en el proceso de investigación.

En este proceso de investigación las personas
participan de manera activa, manteniendo estrechas relaciones con
el investigador quien lo hará de un modo natural y no
intrusivo. El Análisis Institucional se nutre de una
auténtica relación sujeto-sujeto,
investigador-investigado, donde ambos polos resultan singulares,
activos
poseedores de una subjetividad y de un saber.

Las modalidades de análisis cualitativo, aportan
informaciones que se expresan en forma de cadenas verbales y no
mediante valores
numéricos. Por ello, aquí los datos resultan
elaboraciones de naturaleza
descriptiva que recogen una diversa gama de informaciones, son
densos en significados, polisémicos y difícilmente
reproducibles dada su vinculación a contextos y momentos
determinados.

La comprensión de los fenómenos mediante
la interpretación y las percepciones de los sujetos,
así como indagar en las realidades humanas, es la
intención fundamental en esta
metodología.

Estas realidades a interpretar se denominan
específicamente: analizadores, siendo estos los sucesos o
dispositivos que permiten interpelar, convocar el sentido de la
institución (y en la medida que este esté
enmascarado, cifrado, hurtado; habrá que cuestionarlo
más profundamente).

El analizador es un dato observable o conjunto de ellos
que el investigador ilumina como significativo, que resulta
revelador sobre el "imaginario" compartido en una
organización.

Más que prueba el analizador es
experimentación, e incluye a aquellas personas, hechos,
situaciones, que encierran en sí las contradicciones, los
puntos de interpretación de la dinámica
instituido-instituyente.

En los analizadores se da la coexistencia de tres
dimensiones: institucional, organizacional y grupal. La
dimensión institucional apunta a entender la
multideterminación de normas, usos y costumbres,
creencias, saberes, ideologías, condiciones de
agrupabilidad y de organización, sistemas y
redes de poder,
por la que somos atravesados en nuestras prácticas,
discursos e
intercambios con otros. La dimensión organizacional,
estudiará las formas funcionales y los medios
materiales y
humanos para alcanzar eficaz y económicamente los
objetivos.

La dimensión grupal, abordará las relaciones
interpersonales e intergrupales que en esa
organización pueden instituirse. La intervención
dirigida al nivel de las relaciones interpersonales y su
internalización, no es suficiente, debe tenerse en cuenta
también la estructura que las atraviesa y
constituye.

Su función del analizador es molestar, provocar,
operar constantemente en subversión del sentido. De manera
que permita revelar la estructura de la institución,
forzarla a hablar; lo que se busca es poner de manifiesto el
contenido de la institución en negativo.

Analizadores entonces serán todos aquellos que
conduzcan de una forma u otra, ya sea lo explícito o lo
implícito, reprimido o suprimido, al cuestionamiento de la
institución, que desemboca siempre en el análisis
de los fenómenos de poder, y que responden al
carácter aberradoramente desordenante que desde la
perspectiva metodológica, implica el Análisis
Institucional. Son los que guían el curso de la
investigación que se realiza a través del
grupo-sujeto.

La Investigación-Acción se basa
esencialmente en una activa y personalizada relación
investigador-investigado, donde se revela como recurso
metodológico la comunicación para penetrar en la
subjetividad y en el mundo vivencial de las personas, para
detectar el sentido de los analizadores para el grupo y por tanto
el sentido de la institución.

PILAR ESENCIAL DE LA
METODOLOGIA CUALITATIVA, LA COMUNICACIÓN.

La comunicación es todo el sistema del hombre,
tanto social como interpersonal diferenciándose
sustancialmente porque el segundo tiene un rasgo
específico importante: su base emocional. Por lo tanto los
conceptos de comunicación y relaciones interpersonales no
son identificables.

La sociedad es simplemente inconcebible fuera de la
comunicación, esta actúa como medio de
consolidación de las individualidades y
simultáneamente, como un medio de desarrollo de los
mismos. De aquí se infiere que la comunicación
existe al mismo tiempo como realidad de las relaciones sociales y
como realidad de las relaciones interpersonales, siempre en los
marcos de la actividad "con motivo de ella". González
(1996)

Constituye la primera área que ha de ser enfocada
cuando se estudian las interacciones humanas y los métodos de
aprendizaje para producir un cambio en el comportamiento o para
influir sobre el comportamiento de otros. Se trata de un
área en la cual el individuo puede hacer grandes progresos
en el mejoramiento de su propia eficacia.

Este proceso se considera vivo, a través del cual
pueden integrarse los seres humanos en su sistema de relaciones.
Analizándola desde la metodología cualitativa
permite comprender el dinamismo interno de las situaciones,
penetrar en la intención de lo que se comunica y a lo que
no se puede acceder mediante las apariencias externas.

Entender la comunicación como el proceso mediante
el cual las personas tratan de compartir significados por medio
de la transmisión de mensajes simbólicos, conduce a
reconocer la importancia de esta dentro de la
organización, pues entre otras funciones:

  • Establece y difunde las metas de la
    organización.
  • Dirige, orienta, motiva y crea un clima que puede
    incentivar la participación.
  • Controla el desempeño.

De la forma como fluya la comunicación en la
organización, dependerá en gran parte su
efectividad. Cuando este flujo se ve afectado, cuando la
comprensión de los mensajes incide negativamente en la
organización, se plantea entonces que existen "barreras en
la comunicación", lo cual puede -entre otros efectos
nocivos- distorsionar percepciones (sobre todo en situaciones de
conflicto) y también obstaculizar que fluya la
comunicación en sus diferentes variantes dentro de la
organización.

Estas variantes son conceptualizadas por Davis y
Newstrom (1992) como:

  • Comunicación descendente: Significa que el
    flujo de la información se realiza de una autoridad
    superior a otra de menor nivel.
  • Comunicación ascendente: La
    comunicación fluye de niveles auxiliares y operativos
    hacia los niveles jerárquicos.
  • Comunicación horizontal: La
    comunicación fluye entre los diferentes departamentos,
    entre cadenas de mando e individuos del mismo
    nivel.
  • En los sistemas participativos se ve favorecida la
    "comunicación ascendente", en tanto las opiniones,
    inquietudes, criterios, etc; de los trabajadores resultan de
    vital importancia para los niveles jerárquicamente
    superiores de la dirección. Este eslabón
    (frecuentemente el menos favorecido en las organizaciones)
    a su vez propicia que la comunicación descendente sea
    más efectiva, promoviéndose una continua y
    productiva retroalimentación entre los diferentes
    niveles de la organización.

Resulta esencial para el investigador interpretar los
contenidos no manifiestos. Debe estudiar a las personas en todas
sus formas de expresión, los gestos, las palabras,
asociándolas al contexto donde aparecen, pues se puede
analizar una gran cantidad de información que el sujeto no
es capaz de concienciar.

En el caso del Análisis Institucional es
imprescindible para comprender el sistema de contradicciones que
se manifiestan entre lo formal y lo informal dentro de la
organización. Resulta indispensable para la
investigación, una recogida efectiva de datos, de la
realidad misma, en el medio donde se da, para lograr una
interpretación acertada de la dinámica de la vida
institucional.

Siguiendo los postulados de la metodología
tratada, recoger datos no es sino reducir de modo intencionado y
sistemático, mediante el empleo de nuestros sentidos o de
un instrumento mediador, la realidad natural y compleja que se
pretende estudiar a una representación o modelo que nos
resulte más comprensible y fácil de tratar. Es, por
tanto, un proceso por el que se elaboran o estructuran en mayor o
menor grado determinados hechos, conductas,
fenómenos.

El dato obtenido mediante este proceso, es una
elaboración, un ente inseparable de la estrategia seguida
para recogerlo. Los datos no existen con independencia
del proceso y/o sujeto que los recoge y, por supuesto, de la
finalidad que se persigue al recogerlos.

Los resultados comienzan a ser interpretados a partir
del momento en que comienzan a aparecer, pues ellos representan
la continuidad de las ideas. Fuera del marco en que se
configuran, los datos no revelan en sí ninguna esencia,
además se integran en un proceso en el que se define su
propio sentido para producir la reducción de la
información.

Los datos cobran significado desde el momento mismo de
su aparición, en su contexto concreto y con
las manifestaciones de una persona en
específico.

El Análisis Institucional, como método
cualitativo se basa en un proceso de constante obtención
de información que se va construyendo, de forma activa y
adquiriendo significados, teniendo en consideración toda
la información acumulada con anterioridad.

González (1997) aborda el papel activo que adopta
el investigador construyendo información en todo el curso
de la investigación, dentro de la cual va madurando el
sujeto estudiado, lo que le permite acceso a nuevas zonas de su
constitución subjetiva, expresadas
indirectamente. La información resultante de la
investigación no aparece como una información ya
acabada puesto que deviene de un sujeto en movimiento, en
constante evolución.

En esta investigación resulta factible el uso de
determinadas herramientas como las siguientes: encuestas,
cuestionarios, entrevistas
individuales y grupales, análisis de contenido (de
diferentes documentos,
organigramas,
etc) observaciones, entre otras.

Siguiendo siempre la óptica
de que el Análisis Institucional busca la verdad en la
institución, conocer su dinámica interna y lograr
cambiar la visión que los sujetos implicados tienen de las
situaciones en las que están inmersos dilucidando la
realidad de las mismas, independientemente de los
obstáculos que se presenten en su interpretación.
Se busca esencialmente que la lectura de
los fenómenos se enriquezca, se vuelva más
exigente, se verifique un desarrollo de las capacidades
críticas.

Desde el mismo momento que comienza el estudio se
empiezan a buscar determinados puntos de análisis
imprescindibles para conocer la dinámica en la que se
quiere intervenir:

  • ¿Quién tiene el poder de originar la
    intervención y permitir su desarrollo?
  • ¿A quién hay que rendir cuentas?
  • ¿Cuál es la naturaleza y cuáles
    son las actividades de la organización, sus
    estructuras?
  • ¿Cómo se sitúan, en sus
    relaciones habituales y respecto a la intervención, las
    instancias de poder en la organización?
  • ¿Cuáles son los principales conflictos
    -tal como los conciben los miembros de la organización-
    , y cómo los formulan?

Resulta fundamental el conocimiento de la
información que se va obteniendo en la organización
de manera general, logrando así que se retroalimente, que
maneje esta información, especialmente aquellos sujetos
que han estado más directamente vinculados al proceso (los
que han sido entrevistados, encuestados). Esto resulta importante
porque es una forma de promover la implicación en la
intervención, es una forma de promover la
conversión de las personas implicadas en la
intervención, de objeto de análisis a sujeto de
este y por lo tanto de su praxis.

Durante todo el proceso a realizar el analista
tendrá total libertad para crear y manejar los
analizadores, siendo ellos quienes marcarán el curso y
estrategias que
adopte la intervención. Tratando de sacar a la luz procesos
informales, que actúan más o menos
clandestinamente, al margen de las estructuras formales. Se
revelarán las contradicciones en el seno mismo de la
lógica
organizacional, las disfuncionalidades en la comunicación,
la entropía de la información: las
zonas de poder y contrapoder serán mejor
advertidas.

Los diferentes momentos de la intervención,
así como todo lo que como producto de ella suceda:
procesos de defensa, resistencias al cambio, relaciones de poder,
lógicas de poder que atraviesan y estructuran los
microsistemas, etc; todo ello será objeto de
análisis, de interpretación para el
analista.

Las principales etapas a seguir para el desarrollo del
estudio son las siguientes:

  • Etapa de penetración, obtención de
    información y conocimiento profundo de la
    organización, compartiendo a diario con los trabajadores
    en sus actividades cotidianas, logrando reconocer así
    las características fundamentales de la cultura,
    los valores
    predominantes, características de los sujetos, sentidos
    compartidos y principales contradicciones latentes o
    manifiestas.
  • Etapa de formación y desarrollo del
    grupo-sujeto.
  • Etapa de integración y comunicación de
    los resultados.

No obstante se aclara que la intervención, al ser
la autogestión -su desarrollo- uno de los objetivos de
ella; no debe prolongarse mucho tiempo, ya que la conquista de la
autonomía pasa siempre por el descubrimiento de la
trasgresión.

La intervención a realizar, siguiendo los
postulados o principios del Análisis Institucional, en
cualquier lugar o momento que se aplique quedará
incompleta, inacabada, pues solo cuando la sociedad entre en el
Análisis Institucional y lo conduzca se logrará un
análisis completo.

CONCLUSIONES.

  • La realidad de las instituciones en análisis,
    sus principales contradicciones serán accesibles para el
    investigador de la ciencia
    psicológica que use al Análisis Institucional
    como alternativa teórico-metodológica para
    propiciar sus procesos de autodesarrollo y elevar su
    efectividad en el mejoramiento de la salud de la
    población.
  • El trabajo con grupo-sujeto puede, a partir del
    análisis y el cuestionamiento de la realidad instituida,
    alterar y adaptar la misma a las condiciones y exigencias que
    se presentan en la base de la organización,
    estableciendo para ello negociaciones con la
    cúpula.
  • En las instituciones de salud en las que se ponga en
    práctica el Análisis Institucional se
    facilitará la transformación de su realidad en el
    sentido de elevar su eficiencia, lo
    que implica una mejor atención a las necesidades de
    salud de la población y oportunidades de un clima
    más favorable para el desarrollo de sus trabajadores,
    partícipes activos del desarrollo de su
    entidad.

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Datos del autor:

Madelayne Izquierdo Ríos

Profesión: Profesora de
Psicología.

Grado Científico: Lic. en
Psicología.

Cursos Recibidos:

Postgrado de Psicología Clínica en la
Universidad Central de Las Villas (UCLV): Martha Abreu, desde
Septiembre hasta Diciembre del 2004.

Postgrado de Estadística Matemática
para la Investigación en la UCLV. Abril del
2005.

Postgrado de Introducción a la Economía en la UCLV.
Abril del 2005.

Postgrado de Introducción a la Contabilidad
en la UCLV. Abril del 2005.

Experiencia Profesional: Graduada de Lic. en
Psicología en Julio del 2004 en la UCLV.

Categoría docente: Profesor
Instructor.

Partes: 1, 2
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