- Antecedentes
- El origen de
Chapingo - Dos caminos
- ¿Quién fundó
la escuela nacional de agricultura? - ¿Qué método
aplicó el Gral. Antonio López de Santa
Anna? - ¿Qué ha ganado la
Universidad Autónoma Chapingo en 150
años? - Los defectos inocultables a
resolver - El problema fundamental de
Chapingo. ¿Es posible corregir? - La
estrategia - ¿Cómo Chapingo
puede lograr su autonomía
financiera? - Otros problemas que Chapingo debe
resolver - Bibliografía
Este trabajo
pretende desentrañar los aspectos más relevantes
que conforman el sistema
educativo y administrativo de la Universidad
Autónoma Chapingo. No se trata de hacer historia para revivir
nostalgias, ni mirar sólo las deficiencias para oscurecer
el futuro. Más bien, se intenta saber cómo
nació y cómo ha funcionado nuestra universidad para
ver si podemos imaginar un sistema que le
permita desarrollar todo su potencial.
De esta manera Chapingo podría jugar un papel muy
interesante en los nuevos tiempos caracterizados por grandes
cambios nacionales y mundiales.
La Escuela Nacional
de Agricultura,
origen de la actual Universidad Autónoma Chapingo, nace en
1854 en el Distrito Federal y se aloja en el Convento de San
Jacinto. Setenta años después (1923) se traslada a
la ex -hacienda de Chapingo. Ya estando en el ambiente
rural, tendría que transcurrir medio siglo para que
surgieran las primaras maestrías con el Colegio de
Posgraduados (1959). Cuando la Escuela Nacional de Agricultura
cumplió 120 años, se transforma en la actual
Universidad Autónoma Chapingo (1974). Desde entonces,
(hace 30 años) no ha habido cambios relevantes.
Actualmente es una de las universidades gubernamentales
que viven del erario dando servicios
educativos a poco más de 6000 alumnos, con 1200
profesores, 1800 trabajadores y con un subsidio directo anual de
mil trescientos millones de pesos.
Toda sociedad que
pretenda sobrevivir tiene que preocuparse por construir una
economía
que brinde dónde vivir, qué vestir y qué
comer (al menos). Ello implica preocuparse de todos los renglones
de la economía y especialmente del sector rural pues
éste genera el alimento para sus ciudadanos. Es necesario
tener escuelas y universidades que transmitan los conocimientos
acumulados de la ciencia
agrícola a las nuevas generaciones y que generaren
investigación para crear nuevas
tecnologías que incrementen la productividad del
campo para bien de los consumidores.
Además, las escuelas y universidades son las
más indicadas para formar a los jóvenes que
deberían dar bonanza al campo mexicano.
Es difícil que alguien pueda argumentar que un
país puede desarrollarse sin tener escuelas y
universidades. Simplemente es impensable que los conocimientos
adquiridos a base de experiencia puedan sobrevivir si no se
cuenta con alguna institución que recoja esos
conocimientos, los sintetice y los transmita a las nuevas
generaciones. Esa es la dinámica de la cultura y
gracias a ella, la civilización se desarrolla para bien
del hombre.
Por tanto, la discusión no se puede centrar en la
necesidad o no de escuelas y universidades, simplemente son
necesarias.
La pregunta crucial se refiere al sujeto creador de esas
escuelas y universidades.
Cuando un gobierno se
percata de la necesidad de escuelas, se enfrenta a dos posibles
caminos
- El gobierno debe ser el sujeto creador de la
escuela - El gobierno debe promover que sea el sector privado
el creador de escuelas.
Sin duda, la respuesta a este dilema refleja la ideología que tiene un gobierno o un
presidente. Si el gobierno es izquierdista, es decir, de los que
creen que el Estado es
el más indicado para educar a la gente, elegirá la
primara opción. Si el gobierno es de derecha,
promoverá que sea el sector privado quien asuma la tarea.
Veamos con mayor detalle.
Si se elige el primer camino, es decir, el gobierno se
transforma en el educador del pueblo, entonces la idea se discute
en las instancias oficiales (cámara de diputados,
congreso, etc.) y se decide por ley o mandato la
creación de esa escuela. Quiere decir que el gobierno
compra o expropia un terreno o edificio y lo asigna a la
institución recién creada.
El gobierno elige a los altos funcionarios que
harán realidad el proyecto. Estos
altos funcionarios eligen a sus subalternos, los subalternos
contratan a los profesores, administrativos y personal de apoyo
que se integrarán a la nómina
del Estado.
Todo esto requiere de un presupuesto
decidido por el Congreso. Se convoca a los jóvenes que
quieren hacer allí sus estudios, se les impone los
requisitos ideados por los funcionarios, y si pasan todas las
pruebas se les
otorga título expedido por la Secretaría de
Educación
Pública, el máximo órgano rector de la educación en
México.
Los alumnos, no pagan pues todos los gastos los asume
el gobierno, es decir, la sociedad paga mediante sus impuestos.
Así funciona lo que se conoce como sistema de
educación pública y gratuita. Así
funcionaban las escuelas en los países comunistas y
todavía en Cuba y Corea
del Norte.
Pero si el gobierno es de derecha, pensará que no
es bueno que un grupo de
burócratas del Estado decida lo que debe o no aprender la
gente. Considerará que es mejor dejar la responsabilidad de crear escuelas y universidades
al sector privado, es decir, a aquellos ciudadanos que tengan
interés
en que el pueblo adquiera educación y cultura.
Como gobierno de derecha activo, no va a dejar que la
idea surja espontáneamente, sino que propagará
mediante la prensa u otros
medios la
necesidad de crear escuelas y universidades. Dejará que se
manifiesten los agentes interesados en la educación y que
están dispuestos a crear escuelas y universidades. Los
alienta para que compren o alquilen un inmueble, contraten al
personal idóneo, elaboren planes y programas y abran
las puertas a los estudiantes. Todo esto se hace sin gastar un
centavo de los fondos públicos.
Si acaso el dueño de la escuela necesita recursos
monetarios para invertir en su edificio, el gobierno lo
pondría en contacto con bancos privados
para que le presten lo que necesita. El propietario se las
ingenia para elaborar los planes y programas de estudio, para
contratar al personal académico, administrativo y de
servicios, etc. Ya construidas las aulas, el dueño invita
a todos los que quieran superarse mediante el estudio y anuncia
la colegiatura que deben pagar los alumnos. Este es el método de
derecha, liberal, de mercado,
capitalista o neoliberal, como quiera usted llamarlo.
Sólo en el caso de que ningún individuo
estuviera interesado en tener una escuela, se podría,
quizás, justificar que el gobierno creara una escuela del
Estado.
¿QUIÉN
FUNDÓ LA ESCUELA NACIONAL DE AGRICULTURA?
El Gral. Antonio López de Santa Anna
decretó el 17 de agosto de 1853 el establecimiento del
Colegio Nacional de Agricultura, que se integraría por la
Escuela de Agricultura de san Gregorio y por la Escuela nacional
Veterinaria.
Dicho Colegio, conocido después como la Escuela Nacional
de Agricultura y Veterinaria,
tendría como sede el antiguo Convento de San
Jacinto
Podemos decir, entonces Antonio López de Santa
Anna es el padre de la ENA. Pero este no es propiamente el pecado
de Chapingo.
¿QUÉ
MÉTODO APLICÓ EL GRAL. ANTONIO LÓPEZ DE
SANTA ANNA?
Antonio López de Santa Anna posiblemente fue el
primer presidente del México independiente que se
preocupó porque este país tuviera instituciones
educativas dedicadas al desarrollo del
sector rural. Es un poco injusto sentar en el banquillo de los
acusados a un presidente de hace 150 años.
En realidad, no se trata de enjuiciar a Santa Anna que,
aunque lo condenáramos a presidio, ya resultaría
inútil. Pero es importante enjuiciar el método que
se adopta porque ése perdura hasta nuestros
días.
Quizá el general Antoio López de Santa
Anna fue un hombre de buenas intenciones pero cometió un
gran error con el método para crear la Escuela Nacional de
Agricultura.
En efecto, sin reflexionarlo demasiado se le hizo
correcto que el gobierno asumiera el papel protagónico en
cuanto a la creación de la Escuela Nacional de
Agricultura. No podemos saber si lo impulsó la buena
imagen que
deseaba dar ante los ciudadanos, o si ello le permitía dar
trabajo a sus familiares y amigos, o si verdaderamente deseaba un
campo próspero. Sea cual fuere la razón, el caso es
que el presidente Santa Anna despojó a la orden de los
dominicos del Templo de San Jacinto "con fines de utilidad
pública", es decir, "para hacer una escuela".
En ese entonces era moda quitarle
propiedades a la iglesia.
Nadie en ese entonces se percataba de que se estaba
cometiendo un grave error, no por el despojo, pues aún
cuando el gobierno hubiera indemnizado generosamente a los
dominicos, se estaba siguiendo un método
inadecuado.
Así pues, el error de Santa Anna fue el de dar
surgimiento a una institución burocrática, a una
institución educativa del Estado. Este es el pecado
original de Chapingo, nació en mala cuna, nació
como un engendro burocrático. Aunque, para ser justos, el
pecado fue del presidente Santa Anna, producto de su
escasa visión o de su amor a lo
estatista, estaba aplicando un método socialista, a tono
con las ideas que se ventilaban en Europa en esos
tiempos.
De esta manera, la Escuela Nacional de Agricultura se
transforma en un apéndice más del Estado. Desde
entonces, la vida de Chapingo ha estado ligada a los vaivenes de
la burocracia
política,
a los caprichos de los gobernantes en turno.
Durante la presidencia de Álvaro Obregón
es que se traslada a la ex -hacienda Chapingo. No sabemos si fue
una donación de buena voluntad a una expropiación
"por fines de utilidad pública". Sólo hay que notar
que ese fue el cambio
sustancial registrado durante 70 años. Un cambio promovido
por el mismo gobierno o por los funcionarios en turno de la
propia Escuela Nacional de Agricultura. Finalmente,
después de 120 años de existencia, la Escuela
Nacional de Agricultura se transforma en la Universidad
Autónoma Chapingo (1974).
Han pasado 31 años desde que nació la
actual Universidad Autónoma Chapingo. En todo este
tiempo han
ocurrido cambios mundiales inéditos: Cayó el
Muro de
Berlín, Desapareció la URSS, terminó la
Guerra
Fría, nació la Unión
Europea, y China se
perfila como la mayor economía capitalista del mundo.
Todos estos cambios obligan a repensar el modelo
académico y administrativo de la Universidad
Autónoma Chapingo, obligan a reinventar a
Chapingo.
¿QUÉ
HA GANADO LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO EN 150
AÑOS?
- Es indudable que la Universidad Autónoma
Chapingo es conocida en todo el país y en muchas partes
del extranjero. Se debe a las investigaciones
que ha generado nuestra universidad, al buen desempeño de muchos profesionistas o a
las marchas, plantones y machetes que sacamos para pedir
más dinero al
gobierno. - Tiene grandes espacios territoriales en toda la
república que son motivo de envidia de muchas
universidades privadas. Hace poco me contaron que un presidente
municipal que había estudiado aquí, estaba
dispuesto a ceder una gran hacienda para Chapingo. Pero el
rector que estaba en ese momento no la aceptó "porque
era muy grande". Quizás sólo haya sido un rumor,
pero lo cierto es que hay gente que le guarda mucho
cariño a Chapingo. - La UACh tiene profesores de gran calidad que se
han educado en las mejores universidades del mundo. - Ha formado a miles de profesionistas, maestros y
doctores que estarían dispuestos a ayudar a la
transformación de Chapingo.
LOS DEFECTOS
INOCULTABLES A RESOLVER
- Chapingo no ha mostrado una gran vocación para
generar recursos propios. Si el gobierno le retirara el
subsidio, no duraría ni diez minutos en
morir. - Chapingo perdió su vocación de crecer.
Considerando que empezó con 150 jóvenes y que a
la vuelta de 150 años ya tiene 6000 alumno, quiere decir
que el ritmo de su crecimiento es de apenas 2.4% al
año. - Chapingo no da muestras de auto
transformación. Pasan los años y sigue la misma
vida rutinaria. Lo cual es un suicidio en un
mundo tan cambiante.
No estoy diciendo que por la mala forma de haber
nacido ya no tenemos solución. Lo hecho, hecho
está pero es posible corregir.
Considerando la situación actual y suponiendo
que surgiera una verdadera voluntad de transformarse y
modernizarse para estar a la altura de los desafíos que
presenta el mundo actual, ¿qué debe
hacerse?
La respuesta es complicada, pues si no se conoce la
esencia del problema de Chapingo, se perderá mucha
energía, recursos y tiempo y hasta podemos quedar peor.
Es como cuando un carro no funciona (no prende el motor) y
pretendemos arreglarlo pintando la carrocería, le
ponemos llantas nuevas, le compramos motor nuevo y
quizás la falla estaba en que el cable de la
bujía estaba desconectado. Por eso es importante saber
cuál es el problema.
Solo con el fin de evitar soluciones
incorrectas puedo mencionar algunas para que no se vayan a
tomar.
- El problema de Chapingo no se resuelve poniendo
pintura
bonita a todos los edificios. - Nada se resuelve despidiendo a todos los
trabajadores y metiendo nuevos. - Tampoco se resuelve si el gobierno duplica o
triplica los presupuestos para Chapingo. - No se resuelve corriendo a todos los alumnos y
metiendo nuevos. - Tampoco se resuelve cambiando los planes de
estudio. - El problema de Chapingo no se resuelve tirando los
edificios y edificando nuevos y modernos.
Es cierto que en nuestra universidad hay edificios
decrépitos que son una vergüenza; es cierto que hay
algunos trabajadores que se comportan como verdaderos rufianes;
que siempre estamos necesitados de dinero aunque tenemos el gasto
por alumno más alto de todo México (por arriba de
los $17,000.00 pesos mensuales por alumno); que tenemos planes de
estudio que no se han cambiado desde hace 50 años; que
tenemos edificios que parecen cárceles del medioevo. Pero
todos esos son problemas
secundarios.
¿Cuál es el problema fundamental de hoy en
día en la Universidad Autónoma Chapingo?
EL PROBLEMA
FUNDAMENTAL DE CHAPINGO
El problema fundamental de Chapingo es que vive de
subsidios. Chapingo vive de lo que la burocracia política
le asigna. Su presupuesto proviene de las arcas de la nación.
Dinero que proviene de los impuestos, del petróleo, de préstamos impagables o
del señoreaje (maquinita de hacer billetes). Dicho de
manera cruda, Chapingo vive de dinero mal habido. Chapingo vive
del robo institucionalizado.
Ciertamente, nosotros no tenemos la culpa de esta
situación, tampoco la tienen los rectores pasados, ni el
presente, ni los profesores, ni los alumnos. Si acaso, se nos
puede culpar de delincuentes por omisión. Y quizás
ni de eso se nos puede acusar pues ni nos dábamos cuenta
que estábamos viviendo del pecado. Las cosas se dieron
así y sólo porque han pasado 150 años
podemos empezar a ver el error (aunque algunos suelen decir que
vivir del erario no es delito, sino
deleite)
¿ES POSIBLE CORREGIR?
Por fortuna, el error se puede corregir y sólo
depende de que queramos hacerlo. No es muy difícil, pero
requiere comprender a profundidad "el problema fundamental de
Chapingo".
Para que Chapingo viva con dignidad, como
una institución educativa con motor propio, sin estar
sujeta a los caprichos de la burocracia estatal, debe crear una
estrategia para
lograr su autonomía financiera respecto al Estado. Esta es
la clave.
En efecto, Chapingo debe separarse de los organismos
burocráticos del Estado. Debe dejar de ser una
institución del gobierno. En otras palabras la Universidad
Autónoma Chapingo debe ser una institución
autónoma respecto al Estado. Es necesario comprender que
autonomía y subsidios no se llevan. Mientras la
Universidad Autónoma Chapingo siga viviendo de subsidios
gubernamentales, es imposible que pueda disfrutar de
autonomía, es decir, de vida propia.
Para que Chapingo logre su autonomía, tiene que
prepararse para vivir sin subsidios gubernamentales.
Es necesario darse cuenta del daño
que sufre una institución cuando vive pegada a la ubre del
gobierno. Podemos señalar los siguientes efectos
perversos.
- Pierde su autonomía.
- Tiene que vivir bajo los dictados del gobierno que
provee los recursos. - Los recursos se sienten que son escasos para los
proyectos
artificiales del los funcionarios universitarios. - Se genera una lucha de grupos o
mafias que buscan llegar al poder,
porque allí están los recursos. - La universidad se transforma en una
institución autoritaria y
burocrática - Los profesores se vuelven impotentes para promover
cambios importantes. - Los dineros se desperdician por todos
lados. - Los alumnos se transforman en un simple pretexto
para que la universidad siga recibiendo fondos
públicos. - Las instituciones se transforman en trincheras
políticas de partidos y grupos de
izquierda. - Se difunda una mentalidad anticapitalista y
antiempresarial. - Se cultivan ideologías autoritarias
(marxismo,
estalinismo, maoísmo, trotskismo, etc.) - Se hace cara y de baja pertinencia.
¿CÓMO CHAPINGO PUEDE LOGRAR SU
AUTONOMÍA FINANCIERA?
Chapingo debe huir de los subsidios como si fueran la
peor de las pestes. No solo de los subsidios gubernamentales,
sino de cualquier otro tipo (iglesia, narcos, sector privado,
ONG´s,
etc.)
Luego, Chapingo debe crear sus propias fuentes de
ingreso, debe recurrir al mercado.
- Los estudiantes. Esta debe ser la fuente más
importante. Los alumnos deben pagar colegiaturas cada
mes. - Las investigaciones. No se puede seguir investigando
sin tener presentes los intereses de los clientes. Estos
clientes (empresas,
campesinos, etc.) deben pagar por estos servicios. - Chapingo debe ser un gran vendedor de
tecnologías para los campesinos. Para ayudarles a ser
productivos con sus huertas, invernaderos, etc. - Chapingo debe ser una gran incubadora de empresas
agropecuarias y no agropecuarias. - Chapingo debe ser un gran centro cultural que vende
lo que la gente quiere. - Chapingo debe inventar nuevas fuentes de ingresos que no
impliquen sujetarse al presupuesto gubernamental.
OTROS PROBLEMAS QUE
CHAPINGO DEBE RESOLVER.
Una vez que Chapingo abraza la idea de lograr su
autonomía financiera, de manera natural empieza a
generar una gran serie de cambios. Pero mencionaré
algunos, solo para hacer más fácil la
tarea.
- La UACh debe cambiar su sistema de ingreso de
nuevos alumnos. Chapingo deberá adoptar un sistema que
acepte a todos los que quieran estudiar en estas aulas. Esto
implica eliminar el actual sistema de ingreso. - Establecer un sistema de colegiaturas crecientes,
hasta lograr el precio de
mercado. - Chapingo debe crear su propio banco para
financiar a todos los alumnos que necesiten recursos
económicos para comprar sus libros,
computadoras, rentar casa, hacer viajes,
etc. Este banco puede ser propiedad
de los profesores, trabajadores y de cualquier ciudadano que
quiera invertir en él.
CHAPINGO REQUIERE UNA REFORMA
ADMINISTRATIVA
Esto quiere decir que cada unidad académica debe
disfrutar de autonomía.
- Autonomía para contratar y despedir a
profesores y trabajadores. - Autonomía para determinar sueldo y salarios.
- Autonomía para usar los recursos monetarios
que genere. - Autonomía para establecer planes y programas
de estudio. - Autonomía para crecer.
No estoy proponiendo la desaparición de la
Rectoría General pero sus funciones no
deben ser la de controlar al sistema Chapingo sino de promover su
desarrollo.
CHAPINGO DEBE CRECER
Lo que propongo es que la Universidad Autónoma
Chapingo abrace un amplio proyecto nacional para que tenga
presencia en todos los estados de la república, y si se
puede, hasta poner sucursales en el extranjero. Debemos ponernos
en el plan de ganar el
mercado de estudiantes en todo el país, compitiendo con el
resto de instituciones educativas nacionales y
extranjeras.
Además, si consideramos que actualmente Chapingo
posee exceso de personal, solo queda dos alternativas: correr a
muchos o bien crecer para que la gente tenga ocupación
real.
LA PLANTA LABORAL
ESTUDIANTIL. Chapingo puede adoptar el plan de contratar por
horas o de medio tiempo a los mismos estudiantes. De esta manera,
ganan los alumnos y gana la universidad. Esto ya se hace en las
universidades norteamericanas y en algunas mexicanas.
También es posible hacerlo en Chapingo.
CHAPINGO DEBE FORMAR EMPRESARIOS
La Universidad Autónoma Chapingo, como el resto
de las escuelas y universidades de todo el país se ha
dedicado a formar empleados. Esto es un error muy grave pues lo
que el país requiere es que se formen miles de
empresarios. Se necesitan empresarios para producir granos,
árboles
frutales, flor, empresarios que sepan vender, exportar, contratar
gente, etc.
No podemos seguir en el plan de formar empleados o
burócratas como lo hacían los viejos países
comunistas. Allí no podía ser de otra forma pues
todos los egresados tenían trabajo seguro en el
gobierno. Aquí eso ya no funciona. Ahora el mundo
está abrazando el sistema de mercado y eso implica que
debemos concebirnos como gente emprendedora que sabe aprovechar
las oportunidades de un mundo cada vez más abierto y
globalizado.
Las clases deben ser en inglés. Ya
dominamos el español,
con éste idioma podemos comunicarnos con casi toda
América
Latina, pero al no saber el idioma inglés,
estamos desaprovechando las oportunidades de estar al lado de la
economía más poderosa del mundo. De hecho, con el
inglés podemos comunicarnos casi con todo el mundo, no
tenerlo es vivir en la cárcel del idioma.
He mencionado el problema fundamental de Chapingo (su
sistema de financiamiento) y varios problemas secundarios que
podemos corregir. Podemos estar seguros que nadie
vendrá a resolver nuestros problemas. Está en
nuestras manos seguir como estamos o construir una universidad
moderna, de primer mundo. Sólo basta tener la voluntad
para reinventar la universidad que queremos.
Damm Arturo. LAS REFORMAS ESTRUCTURALES QUE
MEXICO NECESITA. Editorial CECSA 2005.
Friedman Milton. Libertad de
Elegir. Capítulo VI. Editorial Grijalbo.
West. E.G. LA EDUCACION Y EL ESTADO.
UNIONEDITORIAL.
Anaya Pérez Marco Antonio. CIENTO CINCUENTA
AÑOS EN UNA MIRADA. UACh. 2004.
Santos Mercado Reyes
El autor es alumno del Doctorado en Economía
Agrícola del la DICEA- UACh.