- Estimulación motriz para
mejorar la adquisición de la
lecto-escritura - Factores que favorecen el
aprendizaje de la Lecto-Escritura - Problemas en la
Lecto-Escritura - Conclusiones
- Bibliografía
Uno de los procesos mas
complejos del desarrollo
psicomotor en los niños
de 6-7 años, es el de la Lecto-Escritura. Es
usual que los niños deban superar este proceso a
través de ejercicios escritos o por sí mismos, y se
les presiona para que sean capaces de entender algo tan abstracto
como es la escritura.
La Educación
Física dentro de sus objetivos,
propone el desarrollo de las cualidades motrices del educando. En
el proceso cognoscitivos, a través de estas actividades de
Educación
Física se
desarrollará en el niño la motricidad fina
necesaria para la adquisición de la Lecto-Escritura. Las
escuelas en el Valle de Mexicali presentan una serie de carencias
socioeconómicas, entre estas, la impartición de la
clase de
Educación Física; desafortunadamente el niño
no recibe este gran beneficio, lo que provoca una serie de
atrasos en su desarrollo psicomotriz, que como bien sabemos
repercute en el aprendizaje
del niño.
Esto hace necesario la búsqueda de apoyos para
mejorar la labor educativa. Por lo tanto conociendo la carencia
de personal
especializado que pueda atender íntegramente al
niño, damos una respuesta práctica de apoyo al
proceso Enseñanza–Aprendizaje de la
Lecto-Escritura.
Con esta propuesta tratamos de influir en la conciencia de los
actores involucrados en el fenómeno educativo,
especialmente los relacionados con niños que se encuentran
en el proceso de la adquisición de la Lecto-Escritura,
para que incorporen un programa sobre la
estimulación psicomotriz y su correlación con ese
proceso, que sea aplicado por los profesores de Educación
Física y/o los profesores de grupo en el
1er. Grado de la escuela
primaria.
ESTIMULACION
MOTRIZ PARA MEJORAR LA ADQUISICION DE LA
LECTO-ESCRITURA.
La escritura es una forma de expresión del
lenguaje. Las
primeras muestras aparecen bajo los dedos del niño que
toma un lápiz, logrando garabatos con la
diferenciación progresiva (hacia los 3-4 años)
entre lo que es el resultado de una intención de
representación a través del dibujo y lo
que es simulacro de escritura.
Hacia los 5 ½ – 6 años el
niño puede copiar, con soltura, algunas palabras, o bien
frases cortas. Poco después, con el aprendizaje de
la lectura
pasa a la etapa capital de la
trascripción de las palabras dictadas, esto es como a los
6-7 años. Esta etapa (6-7 años) coincide con los
primeros intentos de trascripción espontánea del
lenguaje.
Ligando lo que ha aprendido de la correspondencia entre
los sonidos y los signos,
escribiendo "lo que tiene en la cabeza" entonces la escritura
utilizada es en la mayoría de los casos, "fonética"
no obstante, este descubrimiento puede suscitar en el niño
manifestaciones de gran interés e
incluso de alegría si el adulto no empaña su feliz
sorpresa señalando en ese momento las faltas de
ortografía o la escritura torpe.
Entonces comienza efectivamente a acceder a la
lecto-escritura y a percibir más netamente su función de
expresión personal y de comunicación. La escritura en tanto que es
trascripción del lenguaje es pues, un aprendizaje cuyo
comienzo oportuno se sitúa a una cierta edad, alrededor de
los 6 años. Esta edad en que la escritura puede soltarse
varía según el grado de madurez.
El aprendizaje de la Lecto-Escritura es u proceso
difícil y de suma importancia para el desarrollo
cognoscitivo de cualquier ser humano. El aprender la
Lecto-Escritura es ampliar los conocimientos, es conocer otras
formas de pensar, conocer otro mundo, tener la oportunidad del
diálogo
escrito y la lectura con
personas que se encuentran a grandes distancias. La
Lecto-Escritura es un gran estimulante para el ser humano en
todos los sentidos. Es
la interacción en el mundo en que vivimos. La
escritura moviliza esencialmente uno o dos miembros superiores.
Requiere: preparación manual y coordinación óculo-manual. Sus
posibilidades motrices son aún muy globales y el efecto de
los movimientos finos o precisos se traduce por la
aparición de hipertonias (resulta una fatiga
rápida) el control de la
mortalidad global se efectúa antes que la motricidad
global se efectúa antes que la motricidad fina.
El niño controla los movimientos del hombro antes
que los de la mano: por lo que es necesario empezar con
ejercicios de pre-escritura (movimientos generales) que permitan
afinar sus sensaciones visuales, el niño puede así
trazar líneas horizontales o garabatear líneas
sobre un espacio amplio. Esta actividad requiere poca
coordinación de los músculos agonistas y
antagonistas. El dibujo, el modelado, la pintura,
preparan a las actividades gráficas.
La realización de los "bucles", hacen intervenir
una actividad rítmica que prepara la coordinación
muscular necesaria al acto gráfico. El paso de los
ejercicios gráficos a la escritura propiamente dicha
va a plantear varias dificultades al niño: tendrá
que disminuir la amplitud de los movimientos,
controlándolos. El dibujo de las primeras letras se
hará en el encerado y no sobre una pequeña hoja
donde el espacio es muy reducido. La elección de la forma
de escritura imprenta o
cursiva es también una decisión importante. La
primera parece más simple puesto que esta
únicamente compuesta por segmentos de rectas cuya longitud
varía y a las cuales pueden o no ser yuxtapuestas las
porciones de círculos.
Los hábitos motrices a adquirir por el
niño son por lo mismo muy reducidos y puede
rápidamente escribir su nombre de forma legible. La
última etapa consiste en pasar de espacios amplios, al
espacio restringido. Los diversos ejercicios procedentes
habrán preparado la realización de movimientos
limitados y precisos.
La repetición de los ejercicios de escritura,
completa la adquisición de esta práctica
desarrollando en el niño un estilo gráfico
personal. La segunda infancia ve la
entrada en función de territorios nerviosos aun dormidos
(mileinización): Las adquisiciones motrices,
neuro-motrices y perceptivo motrices. Se efectúan ahora a
un ritmo rápido, toma conciencia del propio cuerpo,
afirmación de la dominancia lateral, orientación
con relación a si mismo, adaptación al mundo
exterior.
Este período de 4 a 7-8 años es a la vez
el periodo de los aprendizajes esenciales y el de la integración progresiva al plan social (G.
Heuyer. Introducción a la Psiquiatría
Infantil). PIAGET,
sugiere 4 contribuyentes generales para el cambio de
desarrollo:
- MADURACION ORGANICA
- EXPERIENCIA: Esta se realiza a través de las
interacciones con el mundo físico, mediante las cuales,
el niño no sólo observa los sucesos que ocurren,
sino que participa en la experimentación para descubrir
como suceden los hechos. - TRANSMISION DE INFORMACION: Esta es derivada de otros
individuos por medio del lenguaje y el ejemplo, tanto la
enseñanza inadvertida como la deliberada. - EQUILIBRIO: Se basa en la suposición que hace
Piaget de que el desarrollo intelectual no se determino por los
factores genéricos, ni por las contingencias ambientales
en forma exclusiva, sino comprende la construcción progresiva de nuevas formas
de conocimiento. (Piaget
1985:145).
Podemos de deducir que el desarrollo de las destrezas
motoras y las funciones
cognoscitivas dependen de la maduración de la experiencia
y de la interacción entre ambas.
Factores que
favorecen el aprendizaje de la Lecto-Escritura.
Al niño le gusta divertirse con actividades
distintas y expansivas que se ofrecen con generosidad en la
escuela (preescolar 3 a
6 años).
Estas actividades que desarrollan el lenguaje,
que educan la mano al mismo tiempo que el
sentido artístico, permiten al niño identificarse
con el espacio de su clase y con el espacio mas restringido del
papel en el que dibuja, todas esas actividades preparan en buena
medida la Lecto-Escritura (pero es necesario tener un seguimiento
y sistematización de estas actividades, estos juegos
educativos se mezclan con el trabajo
propiamente escolar).
Tras los años de escuela preescolar, normalmente
destinados al primer aprendizaje de la sociabilidad, al
desarrollo del lenguaje a determinadas actividades
PERCEPTIVO-MOTRICES, más tarde a la preparación
para la Lecto-Escritura (L.E.), llegan los años de la
adquisición de la L. E.
Para acceder fácilmente a la escritura el
niño que ingresa en la escuela primaria debe poseer una
maduración suficiente en los planes intelectual,
lingüístico, motor y
práxico, a fin de que este aprendizaje pueda llevarse a
cabo con soltura y placer.
Problemas en
la Lecto-Escritura.
El trastorno especifico para la adquisición de la
lectura, en ausencia de retardo mental y de dificultades
auditivas y/o visuales, dentro de un ambiente
escolar normal y con una motivación
adecuada hacia el aprendizaje, será el medio escolar que
inicie sin problema aparente, aunque en algunos casos se puede
inhibir el proceso por algún problema que se manifieste
hacia el fin del primer año de primaria, por alguna
incapacidad para leer o por una tendencia a invertir las letras,
por la reversión en la dirección de la lectura (sol, por los) a lo
cual se agrega substituciones, omisiones y emplastamientos en
ésta. Aunque en teoría
puede llegar a copiar un texto, en
general, tienen dificultades serias con el dictado y la
expresión escrita de lo leído.
En un alto porcentaje estos niños presentan
discriminación deficiente
IZQUIERDA-DERECHA. El transtorno puede acompañarse de
problemas de
conducta y
atención, aunque en muchos casos los
niños tienen una conducta normal. Al llegar a segundo
año el problema se agudiza ya que las demandas en cuanto a
la lectura son mayores y esta es la etapa en la que estos
niños pueden empezar a reprobar a pesar de tener inteligencia
normal e incluso, por arriba de lo normal.
Figura 1. Análisis del porcentaje de niños con
problema de aprendizaje.
Las consecuencias de los niños que
no aprenden a leer es que se ven pronto confrontados a cambio de
escuela, deserción o fracaso escolar con la consecuente
preocupación por el futuro escolar. También en la
escuela estos niños son tomados por flojos, en ocasiones
son objeto de burla por los compañeros, especialmente
cuando tienen que leer en voz alta.
Todo esto repercute con el tiempo en el estado
anímico del educando, el aprendizaje de la lectura se
vuelve para él algo desagradable y termina por adquirir
verdadera aversión a la lectura y, por extensión, a
todo el proceso de la enseñanza.
En ocasiones, trata de evadirse de la responsabilidad escolar con fugas, convenciendo a
los padres de afecciones somáticas frecuentemente
exageradas (dolores de cabeza, malestares gástricos, etc.)
y que están revelando el estado
emocional al que se ve sometido el niño, especialmente en
los últimos tres años de primaria, ya que en esta
época el niño puede empezar a presentar
dificultades en la conceptualización, dificultades serias
en la ortografía, pobre autoestima y
un concepto de si
mismo distorsionado que lo llevan a abandonar la escuela y, en
ocasiones, a trastornos del estado de ánimo que se
manifiesta por desinterés, mecimiento, tristeza e
incapacidad para establecer relaciones con sus
compañeros.
Para la realización de este ensayo nos
basamos en la aplicación del programa de
estimulación dando los siguientes resultados:
Figura 2. Análisis de una evaluación
inicial en niños.
Figura 3. Análisis de una
evaluaciónfinal en niños.
La propuesta de este programa nos da la oportunidad de
interiorizar sobre que tan importante es que el alumno se
encuentre en el nivel de madurez que le permita realizar la tarea
que el medio exige según las necesidades programadas a
este nivel.
Por lo tanto hemos concluido que el niño de 6 a 7
años debe ser capaz de asimilar el proceso de
Lecto-Escritura cuando llegue a esta edad cronológica y
coincida con su maduración motriz; tenga la capacidad de
discriminación de cierta figuras así
como, coordinación óculo manual, equilibrio,
organización del espacio; la
estructuración del espacio – temporal, lateralidad,
percepción figura fondo. Este desarrollo
nos habla de la interrelación que existe entre el
desarrollo motor y el aprendizaje de la Lecto-Escritura. De
ahí la importancia de esta propuesta de
estimulación motriz por medio de actividades
físico-recreativas.
Este problema empieza a ser notorio en la etapa de
preescolar y reafirmarse en el primer año del nivel
primario que es el proceso final de la coordinación
óculo – manual para formalizar la adquisición de la
Lecto-Escritura; nos dimos cuenta que el desarrollo de este
programa en el lugar que se aplicó (Valle de Mexicali,
Zona rural, escuelas multigrados) nos dio un buen resultado, ya
que nos encontramos en un medio en el que los niños no
reciben Educación Física ni ningún otro tipo
de actividades corporal. De igual manera, algunas actitudes de
indiferencia y falta de interés de los docentes
frente a grupo, que consideran que la actividad física en
nada ayuda a lograr los objetivos que pretendían alcanzar
en la adquisición de la Lecto-Escritura; en ocasiones nos
limitaban el tiempo para trabajar con el grupo sin motrices como
conductuales, reconocieron los beneficios del programa para
finalmente aceptarlo del todo.
El presentar las actividades en forma creativa y con
implementos, motivó altamente a los alumnos. Los alumnos
fueron capaces de realizar diferentes actividades
espontáneamente con los implementos presentados; lo que
permitió crear nuevos movimientos o actividades acordes
con las capacidades del niño, los cuales proporcionaron
una gran cantidad de ejercicios y en un periodo de 30 días
(5ª. O 6ª. Sesión) hubo un significativo cambio
en su habilidad para manejar su lateralidad y en la
realización de movimientos de coordinación fina que
en las primeras sesiones no podían realizar, se fueron
desarrollando y al final del curso lograr hacerlas de forma
eficiente.
En lo que se refiere a su desarrollo motor, se
estimuló con las actividades obteniendo una
mejoría; pero esto no nos decía nada; sin embargo
al consultar con el profesor (a)
del niño y recibir los comentarios como
"el niño ya está captando, me
está escribiendo mejor, termina más rápido,
está mejorando su letra; me está leyendo más
frases, etc.". Podíamos inferir que el
niño al recibir la estimulación psicomotriz,
tenía la capacidad para realizar la tarea asignada, mejor
preparado y de acuerdo a su personalidad.
Lo cual reafirmamos al aplicar el examen de diagnóstico al final del programa (mes de
Junio); dando un puntaje superior al inicial lo que nos permite
hacer la siguiente propuesta:
- Que el programa de Lecto-Escritura sea practicado por
los grupo de 1er. Año de primaria. - Que el programa se inicie con un diagnostico en el
mes de septiembre, para que la aplicación de éste
sea a partir del primer día de Octubre. - Que el programa se lleva acabo con un máximo
de 15 alumnos cuando sea ejecutado por el especialista de
Educación Física, o si es llevado por el profesor
de grupo, se ejecute únicamente con los niños de
mayor atraso en la Lecto-Escritura.
Así concluimos que todo niño que ingrese
en el nivel primario tenga la oportunidad de recibir el programa
de estimulación psicomotriz, para la adquisición de
la Lecto-Escritura como un curso propedéutico.
Podemos afirmar que, si los niños que ingresan a
la
educación primaria, fueran reforzados en su desarrollo
psicomotriz con un programa de actividades físicas que
tenga como objetivo la
maduración motriz de los educandos, podrían
evitarse problemas de aprendizaje que redundarían en un
mayor aprovechamiento y una escasa deserción por parte de
los alumnos, contribuyendo de esta manera a formar niños
mas seguros, mas
completos y más felices.
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Lic. Lorenzo Alva Frías
Lic. Erika Andrade Ballesteros
Lic Delia Banda Correa
Estudiantes de Posgrado Universidad
Estatal de Estudios Pedagógicos(UEEP), Mexicali, Baja
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M.C. Gustavo López Badilla
Investigador Académico, Universidad Estatal de
Estudios Pedagógicos(UEEP), Mexicali, Baja California,
México.