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Acto humano moralmente considerado



    1. Acto humano
    2. Requisitos del acto
      humano
    3. Moralidad
    4. División del acto
      humano
    5. Moralidad
      objetiva
    6. Fuentes de la
      moralidad
    7. Conclusión
    8. Referencias
      consultadas

    INTRODUCCION.

    ¿Qué es la moralidad?,
    ¿Cómo saber cuando un acto humano es moralmente
    bueno o malo?, ¿Cuáles son las fuentes de la
    moralidad?; estas son las interrogantes a las que se trata de dar
    respuesta en el presente trabajo, ya
    que es un problema el determinar con exactitud de qué
    depende la calificación moral de los
    actos libres del hombre, es
    decir, cómo nos aseguramos que nuestros actos son buenos o
    son malos, pues bien, esta labor corresponde a la
    moralidad.

    No podemos decir que el agua es
    buena cuando nos quita la sed y mala cuando inunda, sino que nos
    beneficia o nos perjudica; el agua no puede
    actuar de un modo diferente al modo en que lo hace en cada caso
    concreto.

    La imposibilidad de elegir modos de actuación
    diferentes hace imposible calificar a los objetos desde el punto
    de vista moral. Sin embargo, sabemos que los seres humanos somos
    capaces de actuar de muchas formas ante cada situación y
    que, por eso, nuestros actos son calificables
    moralmente.

    Para que un acto humano pueda ser calificado como
    moralmente bueno o moralmente malo es necesario tener conocimiento
    de los elementos que integran a este: objeto, intención y
    circunstancias; así para que un acto sea moralmente bueno
    es necesario que su objeto, intención y circunstancias lo
    sean también; para que un acto sea moralmente malo basta
    con que alguno de sus elementos varíe.

    Así, los actos humanos son los únicos
    moralmente calificables pues es el hombre el
    único ser capaz de tener el
    conocimiento de su acto y de las consecuencias que emanan de
    el, así como tener la voluntad de hacerlo y ser libre para
    elegir el realizarlo o no.

    ACTO HUMANO MORALMENTE

    CONSIDERADO.

    ACTO
    HUMANO:

    Son aquellas acciones
    internas y externas en las que el hombre actúa por su
    voluntad, a propuesta del entendimiento y previa la
    deliberación anterior.

    REQUISITOS DEL
    ACTO HUMANO.

    1. Es el elemento imprescindible, porque no se puede
      querer algo si antes no se conoce, y tampoco podemos querer
      algo libremente si no somos conscientes de ello. Este
      conocimiento incluye:

      Advertencia: atención de la mente al
      acto.

      Deliberación: valoración
      sobre la conveniencia o inconveniencia del acto.

      Imperio: la determinación al
      querer.

      No basta cualquier conocimiento para que haya un
      acto humano; pero no se requiere un conocimiento tan completo
      y exhaustivo que apenas podría darse en la
      práctica. Puede decirse que, en general, para que haya
      un acto humano es necesario y suficiente con que el sujeto
      tenga advertencia del acto que va a realizar y de su
      conveniencia o inconveniencia: así el sujeto puede ser
      dueño de ese acto.

    2. Conocimiento.

      Santo Tomás define al acto voluntario como
      "el que procede de un principio intrínseco con
      conocimiento del fin". Para que el acto se considere
      voluntario, es necesario:

      a) Que procede de nuestra voluntad a manera de
      efecto.

      b) que el efecto o resultado de nuestra voluntad
      haya sido, al menos en su causa, previsto por el
      entendimiento, previamente a ser realizado por la
      voluntad.

      Son también voluntarios los efectos o
      resultados de las acciones y hasta de las omisiones, con tal
      que se hubieran previsto y fuera obligación de
      evitarlo.

    3. Voluntad.
    4. Libertad.

    Es característica esencial de los seres
    inteligentes y, por tanto, de su actividad. Sin ella, el obrar
    humano se queda a un nivel puramente animal. Sin libertad no
    puede haber vida moral porque, para obrar moralmente, no basta
    con saber distinguir entre el bien y el mal, se necesita
    también tener posibilidad de autodeterminarse con
    dominio del
    acto. Sólo de esta manera se puede ser responsable y,
    por tanto, capaz de mérito o culpa, de premio o
    castigo.


    MORALIDAD.

    La Ética es una ciencia que es
    parte de la filosofía práctica y su función es
    dirigir las acciones del hombre y se relaciona con todas las
    demás ciencias ya
    que en todas existe el actuar humano y los valores.
    Como toda ciencia tiene un objeto material que indica la materia que
    estudia y un objeto formal que indica desde que punto de vista lo
    estudia. Su objeto material son los actos humanos en cuanto son
    libres, y su objeto formal son estos actos en cuanto son buenos o
    malos, o sea que el fin de la Ética es la moralidad de los
    actos humanos en relación al fin ultimo del hombre, que es
    el bien.

    Los actos humanos moralmente considerados son ejecutados
    consciente y libremente, es decir, en un nivel racional. Son
    originados en la parte humana del hombre, en sus facultades
    específicas (inteligencia y
    voluntad). Son el objeto material de la Ética y pueden ser
    juzgados como buenos o malos desde el punto de vista de la
    Moral.

    El valor moral
    depende de ciertas condiciones subjetivas y propias de la
    persona que
    ejecuta dicho acto, como la intención, la libertad, el
    grado conciencia, etc.
    El valor moral se encuentra solo en los actos humanos.

    Cuando se dice que un acto humano tiene un valor moral,
    se está implicando que este valor moral puede ser de signo
    positivo o de signo negativo. Trabajar, por ejemplo, tiene valor
    moral positivo, pero asesinar a alguien tiene un valor moral
    negativo. La Moral está guiada por la razón porque
    esta es una cualidad de la naturaleza del
    hombre o sea, que la inteligencia al conocer orienta los actos
    humanos.

    Para poder juzgar
    los actos humanos desde el punto de vista moral es necesario que
    éstos sean libres. Toda coerción quita al acto su
    sentido ético ya que quien es obligado a efectuar una mala
    acción
    carece de responsabilidad moral.

    DIVISION DEL
    ACTO HUMANO

    Algo tiene carácter de bien o mal en sentido absoluto
    sí constituye un bien o un mal que afecta radicalmente al
    desarrollo en
    plenitud de la vida humana, en cuanto humana. De entre todos los
    vivientes, el hombre es el único ser para quien su propia
    vida, su existencia, constituye una tarea: algo que debe lograr y
    que, correlativamente, tiene la posibilidad de
    malograrse.

    Las acciones buenas moralmente, son aquellas que
    contribuyen a la perfección de la persona que las realiza,
    o a la planificación de su carácter moral
    (hacer el bien a los demás, ser honesto, ser justo, ser
    responsable).

    Por mal moral se entiende la desviación de la
    voluntad humana de las reglas del orden moral y la acción
    que resulta de esa desviación. Tal acción, cuando
    proceda exclusivamente de la ignorancia, no será
    clasificada como mal moral, que esta restringido propiamente a
    los actos de la voluntad, hacia los fines que la conciencia
    rechaza.

    Existen actos humanos indiferentes en abstracto, o sea,
    que por su objeto específico y naturaleza
    intrínseca no son buenos ni malos. La razón es
    porque, considerados en abstracto, los actos humanos toman su
    moralidad únicamente de su propio objeto
    específico, sin tener para nada en cuenta el fin de las
    circunstancias que les rodean, que son ya elementos
    concretos.

    Es erróneo juzgar de la moralidad de los actos
    humanos considerando sólo la intención que los
    inspira o las circunstancias (ambiente,
    presión
    social, coacción o necesidad de obrar, etc.) que son su
    marco. Hay actos que, por sí y en sí mismos,
    independientemente de las circunstancias y de las intenciones,
    son siempre gravemente ilícitos por razón de su
    objeto; por ejemplo, la blasfemia y el perjurio, el homicidio y el
    adulterio. No
    está permitido hacer el mal para obtener un
    bien.

    MORALIDAD
    OBJETIVA.

    Es el punto de vista moral que sostiene Santo Tomas De
    Aquino. Moral objetiva es la moral que sostiene que los actos de
    la voluntad están determinados por su objeto, ya que la
    decisión de la voluntad referente a la acción que
    se realiza aquí y ahora es lo que soporta la mayor parte
    de la moralidad de la acción; y que hay objetos que
    siempre será malo intentar o elegir, porque no pueden ser
    ordenables a Dios ni al bien verdadero del hombre. La moral
    objetiva u orden moral objetivo es
    una referencia fija para la bondad de la conducta que vige
    en todos los actos voluntarios.

    La inmutabilidad del orden moral se derivaría de
    las acciones físicas: ciertas acciones físicas
    serían siempre malas, y los principios
    morales serían inmutables porque la realidad física, con sus
    leyes
    intrínsecas, es inmutable.

    La inmutabilidad del orden moral no se deriva de la
    realidad física sobre la que versan las elecciones del
    sujeto que actúa, sino que se deriva de las leyes
    naturales internas al sujeto que actúa; la
    ejecución de la acción es posterior a la
    decisión del sujeto, y ésta ya es buena o mala
    antes de ejecutarse. Por esta razón, es imposible derivar
    las leyes morales de las acciones físicas. La
    expresión "ley moral
    objetiva" se refiere a la ley natural interior al sujeto que
    actúa.

    FUENTES DE LA MORALIDAD.

    La bondad o malicia de los
    actos humanos se hace por los elementos que los integran: El
    objeto, el fin y las circunstancias que no intervienen todos de
    la misma manera, para determinar la moralidad de los actos buenos
    y la de los actos malos. Para que un acto sea bueno, deben serlo
    necesariamente el objeto, el fin y las circunstancias; y para que
    sea malo basta con que uno de ellos esté en contra de la
    norma moral.

    a) objeto.

    Es la primera y fundamental fuente de moralidad: si el
    objeto es malo, el acto también será malo, aunque
    las circunstancias y la intención sean buenas; "No se
    puede hacer el mal para que sobrevenga el bien"; el fin no
    justifica los medios. Si el
    objeto es bueno, el análisis para una calificación
    completa y verdadera del acto debe proseguir por el fin y las
    circunstancias.

    El objeto del acto moral, no es sólo el hecho o
    realidad física sobre que recae, sino la relación
    que guarda con el último fin, que es el bien del hombre.
    Por eso, al objeto del acto moral, se le llama también
    finis operis, finalidad inmanente del acto o relación
    objetiva con la ordenación de la razón al
    último fin, que determina la esencia de cada
    acto.

    b) intención.

    La intención, es un elemento esencial en la
    calificación moral de la acción. El fin es el
    término primero de la intención y designa el
    objetivo que se busca en la acción. La intención es
    un movimiento de
    la voluntad hacia un fin. Es el bien esperado de la acción
    que se hace. Una misma acción puede estar inspirada por
    varias intenciones como hacer un servicio para
    obtener un favor o para satisfacer la vanidad.

    Una intención buena (por ejemplo: ayudar al
    prójimo) no hace ni bueno ni justo un comportamiento
    en sí mismo desordenado (como la mentira y la
    maledicencia). El fin no justifica los medios. No se puede
    justificar la condena de un inocente como un medio
    legítimo para salvar al pueblo. Por el contrario, una
    intención mala convierte en malo un acto que puede ser
    bueno.

    1. circunstancias.

    Todo acto humano es un acto "situado", realizado en un
    determinado tiempo y
    lugar, con una concreta modalidad, por un sujeto de particulares
    cualidades, etc. Las circunstancias designan todos los factores
    que forman el contorno en que se realiza la
    acción.

      Etimológicamente proviene de
    circum stare, estar alrededor. El nombre
    está tomado de la realidad espacial y trasladada
    metafóricamente a los actos humanos. Designa dos aspectos
    de estas realidades: se trata de algo que está fuera de la
    sustancia de la cosa, pero que, al mismo tiempo, se adhiere al
    acto humano ya completo sustancialmente afectándolo de
    algún modo, lo cual pertenece al orden accidental. Las
    principales que señala la moral son siete:

    • el tiempo en que se realiza el acto
      (quando).
    • el lugar en que es hecho (ubi).
    • el modo de hacerlo (quomodo).
    • la materia sobre la que versa (circa quid o
      quid).
    • la cualidad del sujeto que lo realiza
      (quis).
    • los motivos circunstanciales que mueven a realizarlo
      (cur).
    • los medios empleados para su ejecución
      (quibus auxiliis).

    También de la relación de estos elementos
    accidentales con la regla moral dependerá la moralidad del
    acto humano.

    Contribuyen a agravar o a disminuir la bondad o la
    malicia moral de los actos humanos (por ejemplo, la cantidad de
    dinero
    robado). Pueden también atenuar o aumentar la
    responsabilidad del que obra (como actuar por miedo a la
    muerte).

    CONCLUSIÓN.

    Es necesario el estudio de la moralidad para comprender
    la naturaleza de las relaciones posibles entre las acciones
    humanas y lo que constituye su fin.

    Los actos que realizamos es el modo en que nos movemos
    respecto del fin de nuestra vida. Cada acto que realizamos nos
    acerca o nos aleja de ese fin, estos están dirigidos por
    normas, que
    provienen de antecedentes culturales, costumbres y valores que
    abarcan todas sus acciones, normas que no siempre tienen un
    contenido de valor moral.

    En cuanto a la valoración de los actos
    según los principios o fuentes de la moralidad, hay que
    tener en cuenta que el bien consiste en la posesión de
    todos los elementos requeridos para la plenitud de un ser; y el
    mal, en cambio, en la
    ausencia de alguno de ellos.

    La determinación de la bondad o malicia de los
    actos humanos se hace por los elementos que los integran: El
    objeto, el fin y las circunstancias. Estos elementos no
    intervienen todos de la misma manera, cuando determinan la
    moralidad de los actos humanos buenos y la de los actos
    malos.

    REFERENCIAS CONSULTADAS.

    Teoría Pura del Derecho.

    Hans Kelsen.

    Editorial Porrua, 12ª edición.

    Paginas 71-80 y 353-355

    Teoría de los Actos.

    Abraham A. Moles / Elizabeth Rohmer

    Editorial Trillas

    Pagina 63-64.

    Educación moral: aprender a ser, aprender a
    convivir.

    Ruiz Corbella, Marta (CB).

    España: Editorial Ariel, 2005.

    Paginas 35 -51

    El sembrador de valores.

    Rodríguez Jobrail, Emerenciano.

    México: El Cid Editor, 2001.

    Páginas 200-221.

    Lecciones de Ética Ambiental.

    Gurría Di-Bella, Manuel.

    México: El Cid Editor, 2001.

    Páginas 46-64.

     

    SANDRA LAZARO RODRIGUEZ

    UNIVERSIDAD ANAHUAC DE CANCUN

    LICENCIATURA EN DERECHO

    ESCUELA DE DERECHO.

    ASIGNATURA: DERECHO
    NATURAL.

    CANCUN, Q.ROO A 11 DE OCTUBRE DEL 2005

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