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El Proyecto Debian: algo más que una distribución de GNU/Linux



     

     

    1 de septiembre de 2000

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    Foundation.

     

    Resumen

    El pasado 15 de agosto en el transcurso de la
    LinuxWorldExpo -el mayor evento del mundo GNU/Linux– la
    versión 2.2 de Debian (conocida como potato) fue
    declarada estable. Los 18 largos meses transcurridos desde la
    anterior versión, la ya clásica slink, dan idea
    del trabajo que
    supone preparar una nueva versión de Debian. En ese
    tiempo,
    potato ha ido creciendo hasta un total de 4500 paquetes y ha
    sido sometida a tres intensos ciclos de prueba a los largo de
    seis meses de "congelación" para afinar los paquetes,
    corregir errores y probar la consistencia de todos esos
    paquetes entre sí. Varios miles de personas, contando
    desarrolladores y usuarios finales, han intervenido
    directamente en ese intensivo proceso de
    depuración. Y todo se ha realizado a través de la
    red de redes y desde los puntos
    más diversos del planeta.

    La publicación de la versión 2.2 de
    Debian es un verdadero acontecimiento, y no solo para los
    seguidores de esta distribución sino para la comunidad del
    software
    libre en general. Con tal motivo, vamos a tratar de
    explicar en este artículo la singularidad del proyecto
    Debian en el mundo de las distribuciones GNU/Linux. Hay muchos
    tópicos y algunos prejuicios sobre este proyecto, debido
    principalmente a que Debian no cuenta con poderosas
    campañas de marketing
    detrás. Se oye hablar a menudo de su dificultad para los
    usuarios noveles o de estar obsoleta y mantenerse poco
    actualizada. Veremos dónde se asientan estas
    apreciaciones y si tienen o no algún fundamento. Aunque
    los usuarios de Debian son sus principales valedores y rara vez
    cambian de distribución, a los usuarios de otros sabores
    de GNU/Linux les resulta difícil de comprender algunas
    de sus peculiaridades, que la hacen tan diferente al
    resto.

     

    Los
    orígenes

    Debian fue fundada en agosto de 1993 por Ian Murdock,
    por entonces estudiante de la Universidad
    de Purdue (en Indiana, EEUU), quien tuvo claro desde el primer
    momento que la construiría de acuerdo a las necesidades
    de la comunidad de usuarios del sistema y al
    modelo
    distribuido de Linux, desvinculado de intereses comerciales
    particulares. Unos meses después, en enero de 1994 el
    proyecto ya contaba con unas docenas de entusiastas y publicaba
    un manifiesto fundacional con su declaración de
    intenciones (el "Debian Linux Manifesto" ). En el Manifiesto,
    se auguraba por un lado que las distribuciones iban a adquirir
    un papel estratégico en la difusión de sistemas
    GNU/Linux, como así ha sido, y se constataban por otro
    lado las carencias cada vez mayores que padecían las
    distribuciones comerciales: sistemas descuidados y cada vez
    más inconsistentes, mezcla de software
    libre y no libre, dificultad para que los usuarios pudieran
    tomar decisiones o interviniesen en su mejora, etc. Lo cierto
    es que la idea de Debian de crear un sistema
    operativo libre, basado en Unix, que no
    requiriese ninguna pieza propietaria tiene su origen varios
    años antes, con el proyecto GNU de la Free Software
    Foundation (FSF). Debian compartió desde su origen tanto
    los fundamentos estratégicos del proyecto GNU como su
    concepto de
    "software libre" (no en el sentido de precio, sino
    de libertad de
    copia, modificación y redistribución).

    Ian Murdock en seguida contó con el apoyo de la
    Free Software Foundation para apoyar la distribución del
    nuevo sistema y, durante un periodo clave para su
    consolidación (1994-1995), la FSF estuvo financiando el
    proyecto Debian. Es importante tener en cuenta este hecho para
    entender por qué Debian no está vinculada a un
    kernel determinado, y en ese sentido decimos que es algo
    más que una "distribución Linux" . Si bien hasta
    ahora Debian ha hecho uso del kernel Linux, hay un grupo de
    desarrolladores de Debian y de la FSF trabajando juntos para
    que en un futuro próximo se pueda optar paralelamente
    por otro núcleo diferente: el GNU/Hurd, del que
    hablaremos más adelante.

    A Ian Murdock le sucede como "líder" (coordinador) del proyecto Bruce
    Perens, en 1996. En los dos años posteriores, Bruce
    Perens tuvo un papel determinante a la hora de establecer el
    Contrato
    Social de Debian y de que Debian alcanzase prestigio
    público como sistema muy serio y fiable. Además,
    encabezó la iniciativa para crear SPI (Software in the
    Public Interest), una organización sin ánimo de lucro
    que se fundó para dar viabilidad legal a Debian y
    canalizar las donaciones al proyecto. SPI se creó
    también con la idea de ayudar no solo a Debian sino a
    otros proyectos
    similares que se propusieran crear y distribuir software libre
    y hardware
    libre. Tiempo después, Bruce Perens sería el
    fundador, junto a Eric S.
    Raymond, de la Open Source Initiative (OSI), que se
    basó enteramente en las Debian Guidelines para
    establecer sus concepto de open source (al cabo de un
    año, en 1999, Bruce Perens abandonó OSI y
    reclamaría de nuevo la denominación "free
    software" para el movimiento
    del software libre).

    Hasta 1996 no aparece la versión 1.0 de Debian
    (en realidad, la 1.1) pues se dedicaron bastantes esfuerzos a
    la consolidación del proyecto no solo a nivel
    público y legal sino organizativa y técnicamente,
    para permitir un crecimiento escalar en desarrolladores y
    número de paquetes. Nunca hubo versión 1.0, para
    evitar la confusión provocada por un redistribuidor de
    CDs de Debian que etiquetó erróneamente una
    versión congelada previa como Debian 1.0-final. Ese
    fallo llevó a crear el concepto de "imagen oficial"
    del CD-ROM de
    Debian con idea de ayudar a los vendedores a evitar este tipo
    de errores. A partir de ese momento se suceden las versiones
    con regularidad (ver tabla 1), y cada nueva versión
    adopta el nombre de un personaje de la película Toy
    Story (hasta ahora Buzz, Rex, Bo, Hamm, Slink y Potato). Esto
    último fue idea de Bruce Perens, que por entonces
    trabajaba en Pixar, la compañía que produjo la
    película de Walt Disney. En enero de 1998, Ian Jackson
    sustituye a Bruce Perens, poco antes de la liberación de
    Debian 2.0; a Jackson le sucederá a su vez Wichert
    Akkerman, actual líder del proyecto Debian, en enero de
    1999.

    A juicio de muchos analistas, Debian ha alcanzado en
    este último año su masa crítica, es decir, el número
    suficiente de usuarios y desarrolladores para garantizar su
    continuidad: diez distribuciones comerciales basadas en Debian
    lo avalan, así como el hecho de que, al calor de la
    "moda Linux"
    , muchos nuevos usuarios instalan Debian en sus ordenadores;
    pero, como contrapartida, al no conocerse los objetivos de
    Debian por parte de esa avalancha de nuevos usuarios, se le
    exige lo mismo que a empresas con
    recursos
    millonarios que cotizan en el Nasdaq con capitalriesgo. Sin
    embargo, Debian es construida por sus propios usuarios y es la
    comunidad de usuarios la que debe resolver sus problemas y
    dirigir su estrategia:
    nadie pues puede garantizar nada en Debian, como nadie puede
    garantizar nada en el software libre. Y sin embargo tenemos una
    distribución de una calidad
    extraordinaria, que en nada tiene que envidiar, sino todo lo
    contrario, a distribuciones comerciales como RedHat, Mandrake,
    SuSE o Caldera.

    Las distribuciones comerciales fijan su estrategia en
    captar a los nuevos usuarios, y en vender distribuciones y
    servicios en
    torno a sus
    productos,
    para lo cual necesitan deslumbrar con nuevas versiones cada
    poco tiempo, novedades permanentes e instalaciones gráficas muy vistosas. No hay nada malo
    en ello, pero Debian no es una empresa
    comercial y por tanto no está sujeta a los vaivenes que
    impone el mercado ni a
    la necesidad de obtener beneficios: por el contrario, sigue
    fiel a su "contrato
    social" de apoyar el software libre. Pese a lo que suelen
    difundir sus detractores, lo cierto es que el proceso de
    instalación de Debian ha mejorado extraordinariamente en
    estos últimos años. Pero Debian nunca ha tratado
    de simplificar la instlación más de la cuenta, ni
    ha asumido el riesgo de esconder el proceso de
    instalación al usuario, estandarizándolo en
    exceso y tomando demasiadas decisiones en su lugar, que en
    algunas distribuciones a veces llega a impedir una
    instalación si por ejemplo no se autodetecta el hardware
    correctamente.

    Debian por el momento no autodetecta hardware,
    mantiene un interfaz de instalación sobrio, con
    menús en modo texto que
    realizan bastantes preguntas casi siempre necesarias lo que,
    bien es cierto, puede desorientar al usuario primerizo pero
    permiten una configuración correcta. Esto es lo que ha
    forjado la fama de Debian de aridez y falta de amabilidad, de
    ser un sistema sólo apto para hackers y
    usuarios avanzados. Hoy por hoy, esa fama de dificultad es
    injusta, y la crítica rara vez procede de usuarios de
    Debian, sino de intentos apresurados de instalación.
    Pese a todo, Debian ha preferido centrar sus esfuerzos en
    producir un sistema de instalación y mantenimiento de paquetes extraordinariamente
    consistente, que permite tener la seguridad de
    que, si el usuario se toma el tiempo suficiente para leer la
    documentación y responder adecuadamente a las preguntas,
    dispondrá de un sistema que no tendrá que volver
    a reinstalar nunca. La idea es que, mientras la
    instalación se realiza una sola vez, con el sistema se
    trabaja a diario. Y es a la consistencia del sistema y a su
    correcto mantenimiento a lo que han dado prioridad los
    desarrolladores de Debian, más que a una interfaz
    gráfica basada en ventanas para la instalación.
    Hay que concluir pues que Debian es perfectamente válido
    no sólo para hackers y
    administradores de sistema, sino también para nuevos
    usuarios, que además suelen sentirse rápidamente
    acogidos por la comunidad de usuarios: Debian crece
    escalarmente y funciona así de bien porque sus usuarios
    se ayudan mutuamente, intercambian trucos y soluciones y
    suelen estar informados de la marcha de la comunidad, de los
    problemas, retos, etc. Se trata de un ejemplo notable de
    comunidad virtual, de trabajo en red y de inteligencia
    colectiva distribuida.

    El
    Contrato Social

    Como ya hemos mencionado, Debian no es una empresa
    comercial. Se mantiene y desarrolla de manera distribuida
    mediante la cooperación desinteresada de más de
    500 hackers de todo el mundo coordinados a través de
    Internet. Esos
    hackers, denominados "desarrolladores" , son usuarios que
    asumen un mayor compromiso con el proyecto, dedicando su tiempo
    libre a mantener uno o varios paquetes, o desempeñando
    alguna de las múltiples tareas que una
    organización como Debian requiere. Debian dispone
    además de una comunidad de miles de usuarios coordinados
    a través de más de 50 listas de correo
    públicas extraordinariamente activas. El núcleo
    comprometido con el proyecto, esto es, los "desarrolladores" de
    Debian, se ha dotado de un "Contrato Social" que hace las veces
    de un compromiso público hacia la comunidad de usuarios.
    El Contrato Social consta de cinco puntos:

    1. Debian permanecerá 100% libre.
    2. Se recompensará a la comunidad del software
      libre, liberando las herramientas que Debian desarrolle,
      difundiendo al máximo el uso del software libre,
      comunicando y solucionando bugs y proponiendo mejoras a los
      autores de software libre.
    3. No se esconderán problemas a los usuarios,
      manteniendo una base de datos
      pública de bugs en la que cualquier
      notificación de error se hará inmediatamente
      visible para el resto.
    4. Las prioridades de Debian son sus usuarios y el
      software libre.
    5. No se pondrán dificultades al uso de
      software no libre en Debian. Se crean las secciones "contrib"
      y "non-free" para el software que no cumpla con el concepto
      de software libre que Debian utiliza.

    ¿Y cuál es ese concepto de software
    libre? Se establece en las DGFS (Debian Guidelines, o
    "Guías de Debian del software libre" ), escritas en
    primera instancia por Bruce Perens en 1997 y discutidas y
    afinadas entre todos los desarrolladores de Debian. Las "Debian
    Guidelines" han sido una notable contribución al
    software libre, pues han servido directamente de base para la
    definición de open source de la Open Source
    Initiative y son desde hace tiempo una referencia para el resto
    de la comunidad.

    Últimamente, ha habido bastante
    discusión en algunos foros sobre los criterios de Debian
    a la hora de incluir o excluir software en su
    distribución, a raíz del caso KDE, que se explica
    más adelante. Pues bien, las DGFS son el criterio para
    determinar esto. Todo software que las cumpla, podrá
    formar parte de la sección "main" de la
    distribución, que es la distribución oficial. Hay
    que poner énfasis en que no sólo el software bajo
    la GPL cumple las DGFS, sino también las licencias tipo
    BSD, la XFree/X11, la licencia artística y algunas otras
    son perfectamente admisibles para los criterios de Debian. Como
    ya se ha mencionado, hay otras secciones que no forman parte de
    la distribución oficial, pero que se pueden encontrar en
    los repositorios de FTP de
    Debian y en distribuciones no oficiales y que incluyen software
    no libre o con problemas para estar en "main" : son las
    secciones "contrib" , "non-free" y "non-us" . La sección
    "contrib" recoge el software libre que depende para funcionar
    de otro software que no cumple las DGFS. La sección
    "non-free" es para software que se puede copiar y distribuir
    pero que por alguna razón no cumple las DGFS (por
    ejemplo, por no facilitar el código fuente o no permitir su
    modificación).

    Puede resultar sorprendente que Debian incluya en
    "non-free" programas que
    se pueden copiar y distribuir libremente, pero en Debian la
    definición de libre no se refiere solo a la libertad de
    copiar y redistribuir, sino también a la libertad de
    modificar el código fuente. Y es que, incluso en el caso
    de que no se sepa programar y no interese el código
    fuente para nada, lo importante es que todos y cada uno de los
    paquetes de Debian tienen a una persona que lo
    mantiene. Por tanto, en cualquier paquete libre integrado en la
    sección "main" de Debian se tiene la garantía de
    que un grupo de programadores independiente e imparcial ha
    analizado el código fuente y puede garantizar que no
    tiene código oculto (troyanos, por ejemplo) que pueda ir
    contra la privacidad o la seguridad del propio sistema. Cuando
    un programa se
    distribuye únicamente en la forma ejecutable, los
    programadores de Debian no pueden ofrecer esa garantía,
    ni pueden hacer las modificaciones necesarias cuando se
    descubra algún problema de seguridad o de conflicto
    con otros programas. Esto es un "lujo" que ninguna
    distribución comercial podría permitirse, si
    tenemos en cuenta que son 4500 paquetes los que forman la
    distribución. Nadie recopila tanto software libre y
    nadie puede asegurar un mantenedor detrás de cada
    paquete.

    Por último la sección "non-us" es para
    el software que contiene criptografía sujeta a las leyes de
    exportación estadounidenses. "Non-us" , a
    su vez, contiene las correspondientes subsecciones "main" ,
    "contrib" y "non-free" .

    Las ramas
    "estable" e "inestable"

    Otro asunto que suele crear confusión es el de
    los distintos "estados" en que puede encontrarse una
    distribución de Debian. Debian sigue unas fases
    claramente definidas en el desarrollo y
    publicación de sus versiones. En primer lugar, existe
    una rama en desarrollo, conocida como "inestable" , a la cual
    se van incorporando nuevos programas, nuevas versiones de
    programas y se van fijando bugs y errores. Tras un cierto
    periodo de varios meses, la rama inestable se "congela" , y a
    partir de ese momento ya no se aceptan nuevos programas y se
    dedica todo el esfuerzo a realizar diversos ciclos de prueba,
    notificación y corrección intensiva de bugs o
    errores.

    El sistema de seguimiento de bugs ( "Bug Tracking
    System" ) permite reportar fallos a cualquier usuario o
    desarrollador y establecer su grado de severidad:
    crítico, grave, importante, normal y "fijado" . Para
    hacerse una idea de lo exigente que es este proceso,
    mencionemos como ejemplo que Debian considera un bug el que un
    script de instalación haga más preguntas de las
    necesarias o que el interfaz de manejo de paquetes resulte
    complicado para muchos usuarios. Una vez corregidos todos los
    "bugs críticos" o retiradas aquellas aplicaciones cuyos
    errores críticos no ha dado tiempo a corregir, se
    "libera" : tenemos entonces la "versión estable" .
    Actualmente, y tras la liberación de potato, la
    versión estable es la 2.2 y la rama inestable es
    woody. "Inestable" en Debian no significa "peligroso" o
    "inseguro" , sino "en desarrollo" (no es lo mismo por ejemplo
    que cuando se habla de un "kernel de la rama inestable" ). Para
    usos no críticos es perfectamente utilizable y en
    general se observará que a menudo la rama inestable de
    Debian no lo es más que las versiones definitivas de
    otras distribuciones comerciales. No obstante, para servicios
    críticos es recomendable utilizar la versión
    estable, que es la que está probada intensivamente y
    depurada.

    Hay otro punto muy discutido en torno a Debian, sobre
    todo en los últimos meses, a causa de la tardanza en la
    liberación de potato: el excesivo tiempo transcurrido
    entre versiones, muy superior (al menos aparentemente) al de
    las distribuciones comerciales. La media entre versión y
    versión de Debian ha sido hasta ahora de nueve meses,
    pero potato ha tardado exactamente el doble, dieciocho meses.
    Los tres ciclos de prueba necesarios han dado lugar a sucesivos
    aplazamientos, lo que parece haber cargado de razones a quienes
    dicen preferir otras distribuciones por estar más
    actualizadas. Esto, sin embargo, no es exacto pues cuando se
    insiste en la excesiva demora entre versiones estables de
    Debian se olvida sistemáticamente que la rama estable de
    Debian continúa evolucionando activamente durante su
    tiempo de vida, al publicarse revisiones cada vez que se
    considera necesario (slink, pro ejemplo, ha tenido cinco
    revisiones en estos dieciocho meses), especialmente cuando se
    descubren problemas de seguridad. Veamos, para ilustrar esto,
    una comparativa entre las revisiones menores de Debian y de Red
    Hat:

    Tampoco se suele tener en cuenta las singularidades de
    Debian cuando se insiste en su excesiva demora: en primer
    lugar, el estricto sistema de depuración de errores; en
    segundo, el carecer de urgencias comerciales y mantenerse con
    el trabajo
    sin remunerar y en ratos libres de los desarrolladores; en
    tercer lugar, el inmenso número de paquetes que, en los
    últimos tiempos, se ha hecho complicado de manejar como
    un todo. Conviene advertir, además, que el objetivo de
    la rama estable de Debian no es "estar a la última" ,
    sino conseguir un sistema robusto, estable y consistente al
    máximo, con los menos fallos posibles. Y el sistema de
    desarrollo y corrección de bugs de Debian lo consigue.
    Quien necesite tener acceso a las últimas versiones de
    los programas y a nuevas aplicaciones puede usar la rama
    inestable, o bien puede buscar paquetes no oficiales o incluso
    realizar uno mismo el paquete o la
    compilación.

    No obstante, a los desarrolladores de Debian les
    preocupa este asunto y llevan discutiendo el modo de atajarlo
    desde hace tiempo. Los package pools son una de las respuesta
    técnicas para este problema. Serán
    una colección de paquetes relacionados, bien integrados
    entre sí, cuya actualización no dependerá
    del resto del sistema, por lo que se podrán instalar
    sobre la base de la versión estable para actualizarla o
    ampliarla sin tener que esperar a la siguiente versión
    estable. Un ejemplo es un package pool de Gnome o un package
    pool del Y2K. También se ha decidido rediseñar
    parte del sistema de instalación para la próxima
    versión de Debian. El nuevo sistema de
    instalación se llamará debian-installer y
    será modular. Cada módulo podrá ser
    mantenido por personas diferentes.

     

    El
    sistema de paquetes

    Debian usa su propio sistema de paquetes y su propio
    formato con la extensión .deb. Un sistema de paquetes es
    algo más que un formato de archivo, pues
    lleva detrás toda una política del modo
    de organizar las cosas en un sistema. Por eso no es conveniente
    mezclar paquetes de RedHat y Debian, por ejemplo, pues siguen
    una política distinta en cuanto a la localización
    de bastantes cosas, como es el caso de los demonios de
    arranque. En concreto, el
    sistema de paquetes de Debian asegura un sistema altamente
    fiable y sencillo a la hora de instalar y desinstalar
    programas, previene conflictos
    con librerías y entre programas, resuelve dependencias y
    lleva un control
    estricto sobre lo instalado en el propio sistema. Los paquetes
    deb incluyen los scripts de instalación, las versiones
    compiladas de los programas, junto a archivos de
    configuración, página del manual, scripts
    de inicio y parada de demonios y documentación asociada
    al programa.

     

    Potato

    Debian GNU/Linux 2.2 está basado en el kernel
    2.2.16, la última versión estable de Linux cuando
    se escriben estas líneas. Se han actualizado cerca de
    800 paquetes (glibc 2.1.3, perl 5.005, teTeX 1.0.6, emacs 20.7,
    XFree 3.3.6, python 1.5.2, gcc 2.95.2, ncurses 5.0, GnuPG
    1.0.1, Gnome 1.0.56…). Se incluyen también más
    de 1200 nuevos paquetes de software, entre los que se cuentan,
    por citar algunos significativos, postfix, openSSH, gnapster,
    zope, w3m, gdm, kaffe y 56 nuevos juegos.

    Aparte de las actualizaciones y el nuevo software,
    Debian GNU/Linux 2.2 ha mejorado su
    internacionalización, su sistema de instalación,
    incluye un nuevo sistema de configuración de red,
    soporte generalizado para la autentificación mediante
    PAM y un cumplimiento más estricto del Linux FHS
    (Filesystem Hierarchy Standard).

    Debian soporta ahora seis arquitecturas distintas,
    más que ninguna otra distribución. Funciona con
    iMacs y Netwinders, con la arquitectura
    Intel, con las Sparc de Sun, con Alpha, con los viejos
    Macintosh y con Amiga.

    Para las nuevas instalaciones, Debian ha incorporado
    un sistema simplificado para la selección de paquetes en función
    del uso que se le vaya a dar a la máquina y una sencilla
    herramienta para la configuración del sistema XWindow.
    Como siempre, Debian puede instalarse vía CDs,
    vía red local, NFS, FTP y disquetes. Por su parte, el
    proceso para actualizarse desde versiones anteriores es
    asombrosamente sencillo y seguro: una
    herramienta llamada apt maneja automáticamente todo el
    proceso, que se realiza sin ningún trauma ni
    pérdida de tiempo, incluso en servidores
    críticos, sin necesidad de reiniciar la máquina
    en ningún momento ni de suspender servicio
    alguno.

    La nueva versión Debian 2.2 está
    dedicada a Joel "Espy" Klecker, joven desarrollador de Debian
    que falleció solo un mes antes de liberarse dicha
    versión, tras una larga y dura enfermedad.

     

    KDE

    A alguna gente le puede resultar extraño que
    KDE, siendo software libre, no vaya incluido en la
    versión oficial de Debian. Ello no se debe a problemas
    con la licencia de las librerías Qt (que usa KDE), como
    mucha gente piensa, sino a la interacción de la licencia GPL (la de
    KDE) con la licencia de Qt. Las librerías Qt de Troll
    Tech tienen una licencia considerada libre de acuerdo a las
    DGFS: la QPL 1.0. Sin embargo, si bien para Debian las Qt son
    software libre, y por ello están incluidas en la rama
    "main" , son incompatibles con la GPL (que es la licencia de
    KDE). Esa irregularidad ha hecho que Debian considere que no
    puede distribuir los binarios de KDE. La incompatibilidad
    consiste en que la QPL obliga a distribuir las modificaciones
    como parches, lo cual en la practica impide que nadie que no
    sea Troll Tech pueda publicar el código modificado. La
    FSF propuso un añadido a la licencia de KDE que
    permitiría salvar la situación y distribuir
    binarios, pero los autores de KDE no lo vieron oportuno. Otra
    posibilidad es que KDE usase una licencia menos estricta que la
    GPL, como por ejemplo la Artística, pero tampoco han
    accedido a cambiarla. Antes esta situación de impasse,
    Debian ha hecho gestiones en los últimos meses para que
    se publique una nueva licencia que sea compatible con la GPL, y
    Troll Tech ya ha anunciado la QPL 2.0, que permitirá en
    un futuro próximo distribuir binarios de KDE.

    No obstante, quien quiera conseguir paquetes no
    oficiales para Debian de KDE, puede hacerlo colocando esta
    línea en su sources.list:

    deb ftp://kde.tdyc.com/pub/kde potato kde contrib
    rkrusty kde2

    Debian
    GNU/Hurd

    Como ya hemos mencionado, Hurd es el kernel del
    proyecto GNU, y se encuentra en desarrollo activo una
    versión de Debian basada en dicho kernel. De momento, no
    ha alcanzado la estabilidad necesaria para poderse publicar una
    distribución oficial, pero ya se han portado un buen
    número de paquetes al Hurd y es posible instalarlo a
    nivel experimental para ayudar en su desarrollo. Cuando se
    libere, se podrá optar por usar el kernel Linux o por el
    Hurd, y se utilizará el mismo sistema de paquetes, lo
    cual entre otras cosas facilitará la transición
    al Hurd a los nuevos usuarios que deseen usarlo.

    Debian y
    la comunidad hispanohablante

    Los usuarios hispanohablantes se agrupan y comunican
    en la lista debian-user-spanish y en el canal #debian del
    irc-hispano. Desde hace poco tiempo, además, hay un
    proyecto en marcha llamado La Espiral, orientado a acercar a
    Debian al gran público y suplir en alguna medida la
    falta de información de primera mano y facilitar
    las actualizaciones a quienes no les resulta posible mantener
    su Debian vía FTP, hasta ahora el camino natural de
    acceso a la distribución.

    Concluyendo

    Debian GNU/Linux 2.2 es la demostración de que
    sigue siendo posible la idea de construir un sistema operativo
    de máxima calidad y basado enteramente en software
    libre. Y que esto se puede hacer además de un modo
    cooperativo por parte de los propios usuarios de la
    distribución y en un proyecto sin ánimo de lucro
    y sin dependencias mercantiles. Eso no es óbice para que
    haya empresas comerciales que basen su estrategia en Debian,
    bien ofreciendo servicios, bien utilizando Debian como base de
    distribuciones GNU/Linux más específicas, como es
    el caso de Stormix Technologies, Corel Corporation, Libra
    Computer Systems o I+D Agora con su Citius, una Debian
    castellanizada que incorpora bastantes extras.

    Miquel Vidal.

     

    1° de septiembre de 2000

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