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El Yihad, y el uso de la violencia en el Islam



    En el Nombre de Dios, el
    Clementísimo, el Misericordiosísimo

    A Dios invoco para intentar acercar un mayor conocimiento
    de la revelación coránica y a Dios suplico la
    bendición para los grandes mensajeros de la humanidad,
    especialmente a Moisés, a Jesús y a Muhammad
    (Mahoma), con todos ellos sea la bendición y la paz. Todos
    los creyentes, intentamos humildemente emularlos, muchas veces
    con poco éxito,
    pero de todas maneras guardamos la esperanza, basados en la
    misericordia divina, de acercar el modelo de los
    mensajeros de Dios a nuestras vidas y a nuestra sociedad.

    Así que agradezco mucho la oportunidad al padre
    Mosher por participar aquí y poder dar a
    conocer algo de la postura del Islam y el
    Corán que trata hoy sobre el tema de la violencia , el
    tema de la guerra y poder
    aclarar algunos puntos.

    Yo me quedaría satisfecho si puedo dejar algunas
    cosas en claro para una posterior profundización. La
    primera cuestión que vamos a contestar rápidamente
    y que después vamos a explicar, es si el Sagrado
    Corán, el libro sagrado
    del Islam que contiene la revelación de Dios al profeta
    Muhammad, acepta la violencia o justifica la
    violencia.

    Vamos a contestar con una pequeña introducción que consiste en señalar
    que el Islam y la revelación coránica se presenta
    como una continuación del mensaje de Dios a la humanidad a
    lo largo de la historia, desde el comienzo
    con el primer hombre
    Adán, hasta el último de los mensajeros de Dios,
    Muhammad (La bendición y la paz sean con ellos). Todos son
    profetas y mensajeros de un mismo Dios, el Creador de todo cuanto
    existe.

    Desde el punto de vista del Islam, la revelación
    coránica y sus principios
    doctrinales son idénticos a los de Moisés y a los
    de Jesús (P).

    Concretamente con relación a la pregunta ,
    tenemos que decir que el Sagrado Corán prohíbe
    expresamente la agresión, pero admite la defensa contra
    ella. Ahora, con respecto a cómo una persona que no
    conoce el Corán o que no conoce el Islam y quiere tener un
    conocimiento lo más objetivo
    posible de lo que el Corán dice sobre este tema en
    particular (o sobre cualquier otro), debería proceder,
    podemos decir que tendrá que tener muy presente un
    principio básico que consiste en tomar en forma muy
    relativa la información de los grandes medios que muy
    a la ligera suelen hablar sobre el Islam, al que en el fondo
    desconocen casi totalmente.

    Hay mucha gente que habla del Islam hoy en día y
    citan versículos coránicos pero sin el
    conocimiento suficiente y muchas veces confunden más o
    hacen decir al Corán lo que ellos quieren o suponen, pero
    no lo que el Corán realmente dice.

    El principio fundamental que hay que tener en cuenta
    para entrar en este tema o en otros es que el Corán, al
    igual que otros libros
    sagrados, no es un libro que Dios revela para que nosotros
    vengamos y cada uno tome de este libro aquello que cree entender,
    sino que Dios revela esta revelación a un mensajero, es
    decir que Dios elige entre los hombres aquel más apto para
    hacerlo depositario de la revelación para que la
    enseñe a los hombres, de modo que nosotros tenemos que
    tener cuidado con tomar un libro sagrado, abrirlo y leerlo y
    creer que ya lo hemos entendido todo.

    Recuerdo una vez en la facultad un compañero me
    dijo: "yo leí el Corán tres veces ya", como
    insinuando que ya lo conocía. Obviamente muchas cosas se
    entienden en una lectura
    directa, pero otras requieren de un estudio guiado. Debemos
    introducirnos en el Corán de la mano del mensajero de
    Dios, entonces vamos a entender realmente lo que el Corán
    nos quiere decir.

    Teniendo en cuenta esto que acabamos de ver, ahora
    sí podemos comenzar a responder nuestra pregunta primera y
    decir que la palabra yihad que menciona el Corán,
    significa "esfuerzo, lucha". Quizás alguno de ustedes haya
    escuchado esta tradición islámica según la
    cual, una vez el Profeta Muhammad le dijo a un grupo de sus
    seguidores que regresaban de un combate: "Bienvenidos vosotros
    que regresáis del pequeño yihad (lucha), al
    gran yihad".

    Pensaron si acaso había un ejército
    más grande y preguntaron, ¿cuál es el
    gran yihad?. El Profeta respondió: "la lucha contra
    el ego". Esta tradición que los místicos recogen
    con mucha atención y mucha dedicación es una
    enseñanza del Profeta. Hay una gran lucha
    que es interior y una pequeña lucha que es
    exterior.

    Ahora con respecto a la lucha exterior que es lo que
    tenemos que ver. La lucha exterior tiene condiciones. Hay un
    versículo coránico en el cap. 2 , vers. 190 que
    dice: "Combatid en el camino de Dios a quienes os combaten", de
    modo que éste es un versículo sobre la lucha y es
    condicional , quiere decir que combatid a quienes os combaten, no
    a cualquiera. Hay muchos otros versículos sobre el combate
    que son condicionales y hay algunos menos que son
    incondicionales, por ejemplo, combatir a los impíos y a
    los hipócritas e inclusive hay uno que puede llevar a
    confusión a quienes lo leen directamente y no lo
    interpretan a la luz del mismo
    Corán o de los otros versículos coránicos
    sobre el mismo tema.

    Es un versículo que dice: "Combatid a quienes no
    creen en Dios ni en el último día, y ni
    prohíben lo que Dios y su enviado han prohibido, ni
    practican la religión verdadera de
    entre aquellos que han recibido las escrituras hasta que
    sometidos paguen el tributo directamente". Los que han recibido
    la escritura en
    el Sagrado Corán son los Sabeos, los judíos,
    los cristianos. Aquí tenemos un versículo
    condicional, no incondicional.

    Yo leí un libro del teólogo cristiano Jack
    Jomier. Seguramente el padre Mosher lo conoce que se llama: "Un
    cristiano lee el Corán". Cuando habla sobre el tema de la
    guerra desde le punto de vista del Islam menciona este
    versículo, pero este versículo extraído del
    contexto coránico lleva a confusión. ¿Por
    qué? Porque los sabios musulmanes en su metodología de interpretación del Corán sostienen
    que cuando nos encontramos con versículos incondicionales
    y otros condicionales, los incondicionales siguen a los
    condicionales. Es como si yo dijese: atiendan a las personas que
    vengan, y luego les dijese, pero no atiendan a los que nos faltan
    el respeto.

    La primera cuestión es incondicional , entonces
    el primer dicho está condicionado por el segundo. Tenemos
    muchos versículos que hablan de los cristianos en el
    Corán y de los judíos y tenemos muchos
    versículos condicionales sobre el tema del combate. Con
    respecto a los cristianos está el que les dije antes y
    otros que diré a continuación.

    En el capítulo 2º, versículo 62 se
    lee: "Los creyentes, los judíos, los cristianos, los
    sabeos, quienes creen en Dios y en el último día, y
    obren bien, esos tendrán su recompensa junto a su
    Señor, no tienen porque temer y no estarán
    tristes". Tenemos versículos que afirman:
    "Encontraréis que los mejores amigos de los creyentes son
    quienes dicen somos cristianos porque hay entre ellos religiosos
    y monjes que son humildes". Tenemos versículos que hablan
    con veneración de Jesús (P) y su madre de la
    virgen
    María (P). Con respecto a los judíos tenemos
    versículos que veneran al profeta Moisés (P), y a
    otros profetas de Israel.
    Quizás el profeta Moisés (P) sea uno de los
    profetas más mencionados en el Sagrado Corán y es
    sabido por los musulmanes que ello se debe a que existe una
    analogía entre la historia de Moisés y la del
    Profeta Muhammad (BPD).

    Cuando en el Corán leemos que nos dice:
    "…combatid contra quienes no creen en Dios ni en el
    último día… de entre aquellos que han recibido la
    escritura", nos damos cuenta juntando los versículos
    arriba citados que el Corán distingue entre dos clases o
    tipos de judíos, cristianos sabeos o creyentes en general,
    incluyendo musulmanes: Los que en la práctica realmente
    demuestran serlo sinceramente y los que no. Esto no debe
    entenderse como una discriminación contra judíos o
    cristianos, puesto que el Corán también distingue
    entre los verdaderos musulmanes y los hipócritas que hacen
    pasarse como tales. El Corán considera a los
    hipócritas más desviados y más condenables
    que a los incrédulos que atacan al Islam. Sin duda el
    hipócrita es engañador y hace más daño.

    Tenemos otros artículos condicionales que voy a
    citar: "Combatid hasta que no haya sedición y no haya caos
    y opresión". El yihad según los sabios
    islámicos a la luz de la interpretación de las
    escrituras y las enseñanzas del profeta, comprende esa
    lucha interior de la que hablamos antes y cuyos alcances son muy
    vastos. Ahora, con respecto al tema del yihad exterior o
    legítima defensa contra la agresión sufrida,
    podemos decir que es un derecho reconocido por todas las religiones celestiales y las
    leyes
    internacionales.

    El creyente no puede ser indiferente a una injusticia.
    El profeta dijo que aquel que vea una injusticia que la detenga
    con su mano (que actúe para detenerla), si no puede que lo
    haga con su lengua (que la
    denuncie), y si no puede que la rechace en su corazón, y
    ciertamente esta última es la expresión más
    débil de la fe. También el profeta tiene un dicho
    que dice: "Ayudad al oprimido y al opresor". Le preguntaron
    cómo hemos de ayudar al opresor. Respondió:
    "evitando que oprima".

    El profeta comenzó su misión a
    los 40 años en la Meca. Luego de 13 años de
    predicar el nuevos mensaje entre la gente fue expulsado por las
    autoridades, tras un intento de asesinarlo. Emigra a Medina donde
    sus habitantes lo defienden contra la persecución y en
    esta ciudad fundará el estado
    islámico. Durante todos los primeros trece años en
    la Meca y luego los dos primeros en Medina soportó todo
    tipo de persecuciones, martirios de sus seguidores, torturas,
    robos, exilios, etc. No contestó a pesar de vivir en una
    sociedad muy guerrera, acostumbrada a vivir guerreando
    permanentemente y enorgulleciéndose de ello. Tenemos
    crónicas de guerras entre
    ellos que duraron cien años originadas por una carrera de
    camellos. Recién después del segundo año en
    Medina, Dios va a autorizar a los musulmanes que se defiendan a
    pesar de ser menores en número y luchar.

    Vamos a ver el primer versículo que autoriza la
    defensa: "Les está permitido combatir a quienes son
    atacados porque han sido tratados
    injustamente, Dios es ciertamente poderoso para auxiliarles. A
    quienes han sido expulsados injustamente de sus hogares
    sólo por haber dicho nuestro Señor es
    Dios".

    Los árabes eran politeístas en su
    mayoría y el politeísmo era la religión
    oficial, conformaba un sistema cultural,
    político económico, de modo que una aristocracia se
    beneficiaba con el culto a varios dioses y uno de los argumentos
    con los cuales se opusieron al profeta fue que ¿Vamos a
    cambiar 360 ídolos del templo por uno sólo?!, no es
    negocio! Entonces, en un momento que todavía estando en la
    Meca y la misión del profeta se había extendido,
    enviaron a unos líderes mequinenses a ver al Profeta
    diciéndole que estaban dispuestos a darle y ofrecerlo todo
    tipo de reconocimientos y beneficios, como la jefatura, dinero,
    mujeres, etc, a cambio de que
    desista de su misión, pero el profeta respondió con
    su célebre frase: "Si me ponen el sol en mi mano
    derecha y la luna en mi mano izquierda no voy a desistir de la
    misión que Dios me ha encomendado".

    Como afirma el versículo, los musulmanes no
    habían cometido ninguna agresión, su único
    "pecado" había sido decir creemos en Dios y en el
    profeta.

    Dice el Sagrado Corán: "Si Dios no hubiera
    rechazado a unos hombres valiéndose de otros,
    habrían sido demolidas ermitas, iglesias, sinagogas y
    mezquitas, donde se menciona mucho el nombre de Dios. Dios
    auxiliará ciertamente a quienes les auxilien, Dios es en
    verdad fuerte y poderoso".

    Si analizamos este versículo que es el primero en
    donde se da la anuencia para la defensa, vamos a ver muchas cosas
    que tienen que ver con lo que venimos diciendo. Se les
    está permitido combatir a quienes son atacados porque han
    sido tratados injustamente. De nuevo reitera la condición
    …y han sido atacados injustamente por expresar su fe. No les ha
    sido reconocida su libertad como
    seres humanos a manifestar una fe o creencia.

    El Corán dice expresamente. "Discutid con
    ellos (la gente del libro) de la mejor manera
    ",
    también dice expresamente: "Está prohibida la
    imposición en materia de
    religión
    ". También leemos sobre los
    incrédulos: "Ciertamente adoro lo que vosotros no
    adoráis
    ". Al final de este capítulo dice:
    "…Con vosotros vuestro modo de vida y conmigo el mi modo de
    vida
    ". Dios dicta el profeta que diga eso y en otros pasajes
    del Corán vemos que cuando hay diferencias
    irreconciliables ellas serán dirimidas por Dios en el
    Día del Juicio Final. La humanidad es una familia , somos
    todos descendientes de Adán y Eva, somos una familia con
    un Creador y un Dios, y en el seno de una familia pasa
    exactamente eso, las diferencias se enmarcan en una
    relación de afecto, respeto, entendimiento, solidaridad, una
    gran entrega de cada miembro por el resto. A nadie se le ocurre
    que en una familia, con conciencia de
    tal, se maten por las diferencias que puedan mantener entre
    sí. La solución de las diferencias cuando no se
    pueden resolver, se dejan para más adelante.

    Tenemos en el Islam un dicho que pertenece al Imam Ali
    ibn Abi Talib (la paz sea con él), el primo, yerno y
    sucesor del Profeta Muhammad (BPD) que dice: "No ataquéis
    hasta que os ataquen puesto que vosotros seguís la verdad
    y tendréis una razón y una justificación
    sobre ellos que es la de no haber comenzado la agresión,
    esta es otra razón a favor de vuestra razón y
    derecho".

    Además la legislación islámica
    (sharia), en torno a la guerra
    prohíbe expresamente el ataque a civiles, el ataque a
    inocentes, al ataque a las mujeres, ancianos y niños e
    inclusive el ataque a soldados en retirada o heridos, aquellos
    que deponen las armas.

    Está prohibido destruir campos , jardines, talar
    árboles, contaminar aguas. Está
    prohibido expresamente crear armas de destrucción masiva.
    Por ejemplo si tuviera la posibilidad de crear un arma nueva, que
    nadie tiene, que solamente nosotros tendríamos. Vamos a
    suponer que yo estoy convencido que profeso la verdad y quisiera
    tener una arma como disuasión, sin utilizarla, pero
    tenerla. Yo tengo prohibido, según la ley
    islámica, la invención de esa arma. Los musulmanes
    no han inventado armas de destrucción masiva, ni armas
    bactereológicas o químicas.

    Dice un dicho profético: "Cuando venzas a tu
    enemigo con la ayuda de Dios, no matéis a quienes os dan
    la espalda, ni a los heridos y no molestéis a las mujeres,
    aún si estas os insultasen a vosotros y a vuestros
    mayores". Hay toda una regulación.

    Ahora, la otra cuestión es por qué una
    religión aparece asociada al tema de la guerra y otra
    religión aparece asociada al tema de la paz. El
    Corán dice: "Entrad todos vosotros en la paz". La
    paz es un Nombre de Dios o uno de Sus atributos de
    perfección. La paz absoluta pertenece a Dios y El la
    confiere en grados a quienes quiere de Sus criaturas. El Profeta
    Muhammad (BPD) dijo: "Dios mío, Tú eres la paz, de
    Ti viene la paz, a Ti te pertenece la paz y a Ti vuelve la paz".
    No hay otra paz que no provenga de Dios, como no hay
    sabiduría que no provenga de El, no hay poder que no
    provenga de El y no hay bondad que no provenga de Dios,
    etc.

    La paz es un atributo y un don de Dios. Nosotros
    decimos: Salam en nuestro saludo, los judíos dicen
    shalom…, ambas palabras semitas tienen el significado de paz.
    La raíz de las letras árabes de la palabra Islam,
    significan paz.

    Entonces podemos apreciar que el Corán invita
    expresamente a la paz. En muchos de sus versículos afirma
    que la reconciliación es mejor; el perdón es
    mejor.

    Es muy interesante la ley del talión, seguramente
    vamos a coincidir con el rabino y algunos judíos en torno
    al significado real de la ley del talión en
    contraposición a algunos que creen ser más
    modernistas si rechazan la ley del talión como algo
    retrógrado, y por lo tanto, rechazándola creen
    servir mejor al desarrollo
    humanitario.

    Pero en realidad el talión es un derecho
    inalienable de los seres humanos. Significa que uno tiene el
    derecho de responder en la medida en que fue agredido, no
    más (si se excede es un agresor). Si bien el Sagrado
    Corán también dice que el perdón es mejor,
    más meritorio. Sí a Dios muchas veces le place
    más el perdón, pero eso no quita que el
    talión sigue siendo un derecho. Un derecho al que uno
    puede renunciar buscando una gracia de Dios, pero es un
    derecho.

    A veces, según el contexto, el perdón
    puede ser una expresión de debilidad que termina
    promoviendo la extensión del mal. Por eso el Corán,
    a pesar de promover el perdón muchas veces, también
    afirma: "Ciertamente en el talión tenéis
    vida
    ".

    La conciencia humana nos dicta que el agredido tiene
    derecho a la defensa, todas la leyes nacionales e internacionales
    confirman este derecho elemental. De todas maneras, cada tanto,
    escuchamos a quienes creen que el talión de las escrituras
    sagradas es algo del pasado primitivo de los hombres.
    Ojalá en este mundo en que vivimos tuviésemos
    más talión y menos impunidad de
    los poderosos.

    También se acusa a las religiones de
    ser causantes de las guerras más atroces de la historia,
    pero eso no es verdad. En los siglos XIX y XX ha habido muchas
    guerras y este período las religiones no han
    desempeñado un rol importante en las esferas de
    poder.

    Las guerras mundiales, las bombas
    atómicas y otras plagas no han tenido motivaciones
    religiosas. En nombre de grandes valores,
    libertad, democracia,
    derechos
    humanos, como los valores
    religiosos se han emprendido terribles guerras, de modo que el
    fundamentalismo o el fanatismo y la intolerancia son vicios del
    alma que
    pueden tomar cualquier ropaje o ideología, aún la
    "democrática" o "libre", pero el modelo profético
    de las grandes religiones no tiene nada que ver con
    eso.

    Para concluir quiero decirles que el Islam es una
    revelación de Dios que tiene como objetivo la
    conformación de una sociedad que refleje las bendiciones
    divinas.

    El Islam nos anuncia la próxima venida de
    Jesús (P) para la materialización del reino de Dios
    en la tierra
    junto a un descendiente del Profeta Muhammad (BPD) que se llama
    Imam Mahdi (P). Para este fin el Islam ha dictado una serie de
    normas
    sociales y en ese marco tiene que tratar el tema de la defensa
    porque toda sociedad, sea cristiana, judía o atea tiene
    que tratarlo. Tomemos la constitución de cualquier país y
    hallaremos un capítulo o más de uno dedicado a la
    legítima defensa, al uso de la fuerza
    policial, militar, etc, en el marco de la ley.

    Todo cuerpo vivo no podrá sobrevivir sin
    anticuerpos que defiendan a nuestro organismo de los agentes
    bactereológicos que lo acechan. El sida es la
    suspensión de esa función
    vital para la vida de nuestro organismo. Hasta tanto no tengamos
    el ambiente libre
    de todo tipo de gérmenes y en el orden social, hasta que
    no tengamos una sociedad con seres humanos ideales, sin mal
    vivientes ni transgresiones, entonces podremos dejar el tema de
    la defensa.

    El tema es, ¿qué hacemos en el mundo de
    hoy y en el que se avecina con el uso de hecho y no de derecho de
    la violencia? Los discursos
    pacifistas a ultranza suenan bien porque son ideales, nos
    adelantan una imagen del
    paraíso que todos anhelamos, pero ese objetivo aún
    está muy distante de nuestra realidad actual.

    Hay que buscar la paz pero controlando a los que buscan
    alterarla. Los pacifistas a ultranza a veces parecen ignorar –
    con la ingratitud que ello conlleva – que es gracias al
    patrullaje y cuidado de las fuerzas de seguridad que
    están operando en la sociedad (las honestas), que ellos
    pueden gozar de algo de calma y orden.

    Si los policías guardaran sus armas durante una
    semana, ¿qué sucedería en nuestras
    ciudades!? A veces, en algunas charla con gente como los Testigos
    de Jehová que tocan nuestros timbres en nuestras casas,
    les digo: está bien tu discurso
    pacifista en contra de las armas, hay que alcanzar ese objetivo,
    si logramos las condiciones de una vida sin maldad será
    realizable, para eso vinieron Moisés, Jesús,
    Muhammad, para eso vinieron, para plasmar el reino de Dios, la
    Paz universal, pero estamos en ese reino?

    Si viene alguien y me apunta con un arma y me quiere
    robar, ¿debo yo no contestar?, supongamos que yo elijo esa
    opción, pero, ¿ y si mata a mi hija y amenaza con
    seguir matando a más gente?, ¿qué hago, me
    arrodillo? ¿No me sentiré culpable luego por no
    haber intentado detenerlo más enérgicamente
    aún arriesgando mi vida? Si lo hiciera, aún
    lastimándolo o aún acabando con su vida pero
    salvando muchas otras inocentes, ¿no seré
    reconocido como alguien que actuó
    valientemente?

    Entonces hay que generar ese ambiente en el que llegue
    el día en que las armas se conviertan en lápices
    (como dijo un gran sabio islámico), remedios, juguetes,
    alimentos,
    vida, felicidad.

    En el Reino de Dios que fue profetizado por los
    mensajeros de Dios, el lobo convivirá con las ovejas, las
    fieras no serán más peligrosas y nadie
    oprimirá a nadie.

    Pero hoy desgraciadamente quienes conducen los destinos
    de la humanidad no están haciendo las cosas como para
    plasmar el reino divino.

    Las Naciones Unidas
    no pudieron, como dijo el pastor, evitar que una masacre, la de
    las torres, fuera seguida por otra masacre, el bombardeo a la
    gente en Afganistán. La mayoría de esa gente en
    Afganistán no tiene ni idea en dónde estaban esas
    torres ni sabían de su existencia, sólo vieron
    bombas caer sobre sus cabezas y destruir todo en sus vidas. No
    tenían ni un enchufe para ver qué pasó en
    Estados
    Unidos. Yo escuché cifras de más de 4000
    muertos civiles en Afganistán ( es decir, un número
    mayor que los que murieron en las torres). Si querían
    aplicar una suerte de Talión lo hubiesen hecho sobre los
    autores del ataque a las torres, previo juicio de un tribunal,
    así es como se circunscribe la violencia, pero no,
    actuaron para que la violencia escale a límites
    insospechados.

    ¡Que Dios nos traiga la justicia
    infinita real!

    Estoy de acuerdo con lo que dice el Dr Bentué
    cuando afirma que aquello que es relativo a la Misericordia de
    Dios, aún en la elección del mal menor si
    está relacionado a la Misericordia de Dios, va a
    legitimizarse y a bendecirse de Su parte. En ese caso el mal
    menor se convierte, por la aceptación de Dios y la
    trascendencia de la realidad en un bien.

    De modo que yo creo, como a quedado demostrado hoy, que
    hay muchos puntos en común. Hay una regla de oro de
    la moral
    universal que afirma que no hagas a los demás lo que no
    quieres que te hagan a ti y haz a los demás lo que te
    gustaría que te hagan.

    Esto es un dicho del profeta Muhammad (BPD) y
    está en la enseñanza de todos los grandes profetas
    y maestros de la humanidad. Es algo muy elemental, pero muy
    difícil de cumplir y no requiere de mucho filosofar, ni
    grandes tratados teológicos o éticos. Todas las
    religiones haciéndose eco de la conciencia humana pregonan
    esto.

    Quiero decir algo con respecto a ira de Dios. No creo
    que haya que caer en un dualismo en donde la ira, sea de Dios o
    del hombre, es sinónimo de mal y la clemencia es
    sinónimo de bien necesaria y absolutamente.

    En general todas las escrituras hablan de la ira divina.
    Si bien Dios no castiga en primera instancia, ni oprime a nadie
    el peso de un átomo como
    afirma el Corán. Por el contrario, Dios crea en un acto de
    puro y absoluto amor y
    clemencia y otorga todas las posibilidades para la
    manifestación de ese amor y esa clemencia.

    Es el hombre en
    su ignorancia, impaciencia, y mal uso de la libertad que va a ir
    trastocando esa clemencia originaria en un alejamiento de ese
    vínculo primordial hasta que las consecuencias lo
    despierten y le muestren sus límites. Un ejemplo lo vemos
    en la naturaleza que
    es un signo de Dios, por ejemplo, en la relación de los
    padres con sus hijos. Cuando esta relación es natural y no
    está afectada por factores que la distorsionen,
    está enmarcada en el amor y la
    misericordia que facilita las cosas haciendo que todo fluya por
    los carriles que posibilitan su mejor desarrollo. Pero a veces un
    padre castiga, ¿cuándo?, cuando un niño se
    excede por ejemplo y comete una acción
    reprobable, entonces el castigo de los padres, sobre todo de la
    madre tendrá lugar en el marco de la misericordia, del
    cuidado de su hijo y en el deseo de un bien para ese hijo. Esa es
    una conducta natural
    y humana (de su esencia), y toda conducta natural es un signo del
    Creador (que le impuso Su sello a las cosas que
    creó).

    De modo que me parece muy acertado ver las cosas en
    relación a la Misericordia divina y así podremos
    entender muchas cosas.

    He intentado en estos minutos comenzar a erradicar este
    prejuicio tan
    extendido según el cual el Islam es una religión
    violenta. Pareciera que el Islam está dispuesto a una
    guerra santa para convertir al mundo y Bin Laden es la regla
    (independientemente de que haya sido o no el autor real de los
    atentados a las torres).

    En este punto es necesario aclarar que Bin Laden no es
    en absoluto un referente islámico, lo mismo ocurre con los
    talibanes que le han dado cobertura ya que nunca han contado con
    el reconocimiento de los países musulmanes o los grandes
    centros de enseñanza del Islam en el mundo. Hasta el
    ataque norteamericano a Afganistán ningún
    país islámico había reconocido al gobierno del
    régimen taliban salvo tres países donde no hay
    elección por parte del pueblo como la dictadura de
    Pakistán o las monarquías de Emiratos Arabes y
    Arabia Saudita.

    Es decir que de más de cincuenta países
    musulmanes sólo los habían reconocido tres y
    ninguno de ellos con gobiernos muy representativos (además
    de que los tres son aliados de Estados Unidos). Tampoco ninguno
    de los centros mundiales de enseñanza del Islam como el de
    Qom en Irán o el del Azhar en el Cairo, Egipto por
    citar a los dos más importantes.

    De modo que es muy injusto que se intente generalizar o
    situar como un referente de los musulmanes a personajes o
    grupos
    políticos en cuya génesis además está
    la mano de Estados Unidos y que ha costado tanto sufrimiento a
    los musulmanes, a quienes están en las antípodas de lo que el Islam significa o
    enseña. Se pretende decir que esa es la amenaza del Islam
    cuando asume el poder y toma las riendas del destino de su gente,
    cuidado!!

    Para concluir quiero agregar lo último sobre el
    tema de la ira. Si hacemos un examen de conciencia veremos que no
    es nada saludable eliminar el instinto de la ira de nuestra alma,
    sería terrible. Imaginemos una situación que debe
    motivar en nosotros la ira, como el abuso contra un niño
    indefenso, imaginemos que no sentimos nada, ninguna
    indignación.

    Si tal fuese al caso no reaccionaríamos,
    seguiríamos como si nada. Vienen a hacernos daño y
    no sentimos nada, ni siquiera un rechazo en el corazón.
    Evidentemente algo andaría mal y no sería lo normal
    y deseable. Dos anécdotas de la historia del Islam
    ilustran esto que quiero decir.

    El profeta Muhammad (BPD) cuando conquistó la
    Meca pacíficamente decretó un indulto para todos
    los enemigos de los musulmanes. Lo hace desde una posición
    de fuerza, estando en condiciones de vengarse de tantos
    años (más de viente) de abusos, torturas,
    asesinatos e intrigas contra él y su gente, pero perdona,
    corroborando que es un auténtico representante del
    Misericordiosísimo.

    Otra anécdota de la vida del profeta nos refiere
    que en una oportunidad en que el mensajero de Dios descansaba al
    pie de un árbol se presentó de súbito un
    enemigo ante él con la intención de matarlo de un
    sablazo, alzó su espada y le dijo al profeta
    despertándolo de súbito:
    ¿¡Quién te va a salvar ahora de mi espada!?El
    profeta respondió: ¡Dios!

    Entonces el hombre descargó su golpe pero
    tropezó al hacerlo y cayó perdiendo el equilibrio y
    su espada. El profeta la tomó y ahora fue él quien
    le dijo al hombre: ¡Ahora, ¿quién te
    salvará a ti?!, el hombre dijo: ¡Tu misericordia! El
    profeta bajó la espada. Siempre el perdonar en
    situación de poder es meritorio y una
    característica muy noble del alma humana, pero cuando el
    perdón no supone un descontrol del mal para que
    éste pueda avanzar, sino cuando se lo domina y desactiva.
    El perdón en una situación de debilidad suele ser
    lo más frecuente.

    Sheij Abdul Karim Paz

    Representante de la
    Organización Islámica Argentina

    Director de la Mezquita
    At-Tauhid

    Encargado del Centro Islámico de
    Chile en Las Condes

     

    LEONEL CHAVEZ

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