Desarrollo sostenible, capital social y municipio Aproximación a la configuración del municipio como agente de desarrollo
- Pobreza
- Capital
social - El
municipio agente de desarrollo - Proyecto
de Ley del Poder Público Municipal - Conclusión
- Notas
El desarrollo
sostenible no es un concepto
exclusivamente ambiental, sino que es un triángulo de
equilibrios entre lo ambiental, lo económico y lo social,
cuyo resultado es la solidaridad. La
erradicación de la pobreza, el
cambio de los
modelos de
producción y consumo, y la
protección y administración de la base de recursos
naturales para el desarrollo
económico y social son objetivos y
desafíos del desarrollo sostenible. El capital social es
también articulador del desarrollo sostenible. Puede
decirse que es un nuevo hallazgo de las ciencias del
desarrollo, y abarca cuatro dimensiones: los valores
éticos dominantes en una sociedad, su
capacidad de asociatividad, el grado de confianza entre sus
miembros, y la conciencia
cívica. El proceso de un
desarrollo urbano sostenible tiene que ver con la creatividad y
con el cambio respecto al actual modelo de
consumo y producción. Consecuentemente tiene
también que ver con la esencia de la política y por lo
tanto tiene un importante contenido político. En cierta
manera plantea un reto novedoso a la legitimidad de las
respuestas tradicionales gubernamentales y de la
administración local buscando nuevas capacidades y
relaciones institucionales con la ciudadanía, movimientos sociales e
institucionales presentes en la sociedad.
Palabras clave: Desarrollo sostenible, municipio,
pobreza local,
Desarrollo duradero.
Abstract
This paper makes reference to the concept of the
administrative consortium, understanding it as an association
between different publics entities and some private entity with
non profit motive but with the same interests than public
entities. The Scenes for the creation of this local
administrative consortiums can be diverse, following the
comparative law orientation: musical patrimony spreading and
enjoying, study, education, investment and process in the
relations of the local government employs; refuse collection and
treatment, environment protection, etc. If our lawyers and
administrators put together to interpret the signs of the time to
configure the necessary institutions to let our public
administration can go throw the century XXI with fluency and
efficacy, so it could let the incorporation of this special
concept, the administrative consortium, just for serving the
local public administration. Key words: administrative
consortium, municipality, public services, public
labor.
"Una sociedad humana global basada en la pobreza de
muchos y la prosperidad de pocos, caracterizada por islas de
riqueza en medio de un mar de pobreza, es insostenible".
(Thabo Mbeki, Inauguración Cumbre de Naciones Unidas
sobre Desarrollo Sostenible, Johannesburgo, 2002).
El logro de un desarrollo sostenible se ha consolidado
como el objetivo
fundamental de la acción
ambiental de este siglo y se halla presente en la actualidad en
todos los programas y
estudios de protección ambiental.
El desarrollo sostenible pretende crear un modelo
económico capaz de generar riqueza y bienestar al mismo
tiempo que
promueva la cohesión social e impida la destrucción
de la naturaleza.
Por ello pone en entredicho el modelo de producción y
consumo occidental que amenaza el equilibrio del
planeta. El desarrollo sostenible abarca los aspectos
económico (crecimiento del Tercer Mundo), social (integración y solidaridad entre el norte y
el sur) y medioambiental (preservación de los bienes
mundiales de todos y regeneración de los recursos
naturales). Además se preocupa por los problemas a
largo plazo mientras que el actual modelo de desarrollo fundado
en una lógica
puramente económica se centra en el hoy y en el
ahora.
En 1987, el concepto apareció en el informe realizado
por la ex primera ministra noruega Gro Harlem Brundtland para la
ONU en el cual se
decía que un desarrollo es duradero cuando "responde a las
necesidades del presente sin poner en peligro las capacidades de
las generaciones futuras para hacer lo mismo". Después de
las recientes cumbres de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente
y Desarrollo (1992), y de Johannesburgo sobre Desarrollo
Sostenible (2002), entendemos que el desarrollo sostenible debe
ser un proceso solidario, ilustrado y equitativo. Solidario para
que permita alcanzar niveles mínimos de desarrollo a
quienes viven por debajo de las necesidades humanas y que exija
una contención del crecimiento a quienes viven por encima
de los medios
ecológicamente aceptables.
Ilustrado, para que sepa sacar el mejor partido
ambiental de la evolución tecnológica y que tenga en
cuenta que la evolución demográfica debe estar en
armonía con el cambiante potencial productivo del ecosistema.
Equitativo, para que garantice a todos la capacidad de acceso a
los recursos naturales restringidos y que asegure a las
generaciones futuras la disponibilidad de los recursos no
renovables (o sus alternativas) y la pervivencia de las especies
vegetales y animales.
El concepto de desarrollo sostenible reclama mayor
equidad y
justicia, una
visión integrada del desarrollo en contraste con la
tradicional sectorización de las políticas
ambientales. El desarrollo sostenible no es un concepto
exclusivamente ambiental, sino que es un triángulo de
equilibrios entre lo ambiental, lo económico y lo social,
cuyo resultado es la solidaridad. Así, la
Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo Sostenible
asume una responsabilidad colectiva para avanzar y
fortalecer los pilares independientes y mutuamente reforzados del
desarrollo sostenible –desarrollo económico,
desarrollo
social y protección ambiental– a nivel local,
nacional, regional y global.
Como afirma Federico Mayor Zaragoza, el desarrollo
sostenible está llamado a ser uno de los conceptos
más importantes en el siglo XXI. Del compromiso con el
desarrollo sostenible depende en gran medida el futuro mismo de
la Humanidad1.
La humanidad está en una encrucijada y tiene la
necesidad imperiosa de producir un plan
práctico y visible que debe generar la erradicación
de la pobreza y el desarrollo
humano. La erradicación de la pobreza, el cambio de
los modelos de producción y consumo, y la
protección y administración de la base de recursos
naturales para el desarrollo económico y social son
objetivos y desafíos del desarrollo sostenible. La
Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo Sostenible
reconoce la disparidad de las situaciones globales y
señala que a menos que se actúe de una manera que
fundamentalmente cambie las vidas de los países olvidados
del desarrollo, los pobres del mundo podrían perder la
confianza en sus representantes y los sistemas
democráticos a los que pertenecemos comprometidos,
considerando a sus representantes solamente como meros objetos
decorativos. Y al final de la Declaración2 se
lanza la siguiente reflexión:
"Reafirmamos nuestros votos para poner un particular
énfasis en, y dar atención prioritaria a, la lucha contra las
condiciones mundiales que presentan severas amenazas al
desarrollo sostenible de nuestra gente. Entre estas condiciones
están: el hambre crónico, la desnutrición, la ocupación
extranjera, los conflictos
armados, los problemas de drogas
ilícitas, el crimen
organizado, la corrupción, los desastres
naturales, el tráfico ilícito de armas, el
tráfico de
personas, el terrorismo, la
intolerancia y la incitación al odio racial,
étnico, religioso y de otros tipos, la xenofobia, y
las enfermedades
endémicas, transmisibles y crónicas, en particular
el HIV/SIDA, la malaria
y la tuberculosis".
El Plan de Implementación de la Conferencia de
Johannesburgo sobre Desarrollo Sostenible, al referirse a este
tema señala que la erradicación de la pobreza
representa el mayor desafío del mundo actual y es
requisito indispensable para lograr el desarrollo
sustentable, en particular para los países en
desarrollo. Así en esta sintonía se formularon las
siguientes metas u objetivos estratégicos para la
erradicación de la pobreza3:
a) Reducir a la mitad para el 2015 la proporción
de gente que recibe menos de 1$ por día, así como
aquella que sufre de hambre.
b) Lograr una mejora significativa en calidad de
vida de por lo menos 100 millones de habitantes para el
año 2020.
c) Establecer un fondo solidario mundial para erradicar
la pobreza y promover el desarrollo social y humano en los
países en vías de desarrollo.
Recientemente se ha celebrado en Isla de Margarita la
Cumbre Interamericana sobre Pobreza, equidad e inclusión
social. Al respecto la ONG
Vitalis4, en torno a la
relación pobreza y ambiente ha
sostenido:
"…somos pobres ricos, con un extraordinario potencial
para desarrollarnos en forma sostenible, pero con una
contradictoria incapacidad para generar riqueza. No hemos sido
capaces de transformar nuestra riqueza natural en pro de la
mejora de nuestra calidad de vida,
pese a que contamos con una diversidad de recursos naturales
renovables o no, que manejados y no simplemente explotados,
pudieran satisfacer las principales necesidades de desarrollo del
país y más".
Haciendo más énfasis en la relación
pobreza y ambiente esta ONG ha sostenido que:
"…la pobreza es también una consecuencia del
deterioro ambiental y no sólo una causa, como algunos
voceros de los estados han asegurado durante la cumbre. El
índice de calidad de vida disminuye con el deterioro
ambiental, con la correspondiente depreciación de la salud, la aparición
de enfermedades otrora erradicadas y la degradación del
agua, el
aire y los
suelos para la
producción".
La falta de organización social que impulse y promueva
la atención de sus propias necesidades, el centralismo del
poder por
parte del Estado y el
secuestro de
oportunidades en las que las comunidades puedan gestar y confiar
su propio desarrollo sostenible, son síntomas de
agudización de la pobreza en Venezuela.
También en la XIII Cumbre Iberoamericana de Jefes
de Estado y de Gobierno,
celebrada estos días (13-15 de noviembre) en Santa Cruz de
la Sierra en Bolivia, se
concluye como finalidad consensuada la erradicación de la
pobreza.
El capital social es también articulador del
desarrollo sostenible. Puede decirse que es un nuevo hallazgo de
las ciencias del desarrollo, y abarca cuatro dimensiones: los
valores
éticos dominantes en una sociedad, su capacidad de
asociatividad, el grado de confianza entre sus miembros, y la
conciencia cívica5. En conjunto estos valores generan en
una sociedad el clima de
confianza y el tejido social apropiado para que los miembros de
la misma estén en capacidad de trabajar en grupos y organizaciones a
fin de lograr objetivos comunes.
Tal y como señala María Teresa
Szauer6, vivimos en el continente más desigual
del planeta, los principales retos del desarrollo sostenible
son:
a) Involucrar la enseñanza de la naturaleza desde la educación
primaria.
b) Fortalecer el capital humano
especialmente a través de la educación.
c) Fortalecer la valoración de todas las formas
de capital (natural social, humano, institucional…).
d) Desarrollar instrumentos y canales para la participación ciudadana y rendición
de cuentas.
La construcción de capital social presenta una
ecuación muy sencilla: Educación + Cultura:
Capital Social. Esta sencillez de la fórmula no refleja la
enorme dificultad para consolidar esos valores que ella encierra
en nuestras sociedades.
Los resultados de las mediciones econométricas
son concluyentes. Cuanto más capital social, más
crecimiento
económico a largo plazo, menor criminalidad,
más salud
pública, más gobernabilidad democrática.
Es una noción que supera el mero reduccionismo
economicista como visión estrecha que lleva a
políticas ineficientes7.
Otras expresiones del capital social son el aumento de
la participación ciudadana, y el fortalecer las
organizaciones de los pobres, abriéndoles oportunidades
productivas y ayudándolas a capacitarse. Una
combinación entre políticas públicas
transparentes, libres de toda corrupción, con gerencia de
primera calidad, que garanticen a toda la población, como corresponde en una sociedad
democrática, sus derechos a la alimentación, la
salud, la educación y el trabajo, y
un capital social movilizado a pleno que las complemente pueden
desencadenar círculos virtuosos en el
país8.
El municipio agente de
desarrollo
La pregunta que nos formulamos es, ¿pueden los
municipios impulsar el desarrollo humano?. Estamos convencidos
que los municipios pueden impulsar el desarrollo humano, pero
¿con qué realidad institucional se encuentra el
nivel local cuando quiere emprender estrategias de
desarrollo humano local? Algunas claves podemos aportar a este
reto:
1. Las autoridades locales deben tener la idea del
desarrollo humano y local como elemento fundamental de su
estrategia
política, y estimular a los demás actores locales
con esta idea. Se trata de presentar un plan para capitalizar el
municipio y su gente, que sea un proyecto.
2. El poder local debe tener conciencia clara de su
ubicación en el contexto nacional, sometido a las
posibilidades y a las dificultades del nivel central.
3. Tomar conciencia de la capacidad de hacer, pretender
lo que se puede cumplir dentro de la amplia gama de competencias y
servicios
públicos que el municipio debe procurar.
4. Pero también es necesario tomar en cuenta la
necesidad de inversión significativa y poseer una
adecuada estructura
administrativa para el gasto.
5. El poder local debe responder a una serie de demandas
frente a las cuales el poder central se ha mostrado ineficiente.
Así, es necesario profundizar y consolidar el proceso de
descentralización, en cuanto al traslado de
las competencias de los servicios
públicos, la dotación de recursos y la capacidad
institucional de respuesta de los gobiernos locales.
Pero observando la realidad de los municipios
venezolanos podemos decir que la iniciativa en materia de
desarrollo humano es aún débil. Pero creemos que el
municipio puede ir asumiendo programas que inciden en el
desarrollo humano, pero deben ir generando también
capacidad institucional para su prestación, definiendo con
claridad y seguridad la
fuente de financiamiento.
Todo lo anterior debe estar ligado a las posibilidades
legales de acción que permitan tanto la Ley del Poder
Público Municipal (en discusión en la Asamblea
Nacional), la ley de Ordenación del Territorio y la Ley de
Ordenación Urbanística, a las autoridades locales y
las comunidades.
En esta sintonía tomamos como guía los
objetivos de la Agenda Local 21, ratificados y potenciados en la
Cumbre de Johannesburgo, por su importancia como uno de los
métodos
con que cuentan los gobiernos locales para alcanzar un desarrollo
sostenible local. Los municipios son las entidades apropiadas
para abordar de una forma integrada los problemas que plantea el
desarrollo sostenible a nivel local y, por tanto los gobiernos
locales deberían de ser reforzados por medio de una
consolidación de sus estructuras
democráticas, donde exista mayor participación
ciudadana y una mayor transparencia gubernativa, de una
dotación de mayores fuentes de
ingreso, así como de una atribución de los
mecanismos y del poder necesario para poder alcanzar su efectiva
consecución. En este orden de ideas, consideramos que los
objetivos a seguir, adaptados a cada realidad local, pueden
agruparse en los siguientes aspectos:
1. Objetivos ambientales: Se persigue proteger el medio
ambiente y con ello la calidad de vida del conjunto del
municipio. Así los objetivos ambientales pueden
ser:
a) Favorecer un mejor y más profundo conocimiento
de la situación ambiental del municipio.
b) Favorecer la disminución de los riesgos e
impactos ambientales.
c) Fomentar la diversidad local.
d) Favorecer una buena gestión ambiental
e) Ocupación del suelo
sostenible.
f) Movilidad urbana sostenible.
g) Prevención de la
contaminación y de gestión sostenible de los
recursos naturales.
h) Protagonismo de los gobiernos locales y
participación ciudadana.
2. Objetivos económicos: Determinar cuáles
son los potenciales beneficios económicos, aunque deben
adaptarse a las prioridades económicas de cada municipio.
Así los objetivos económicos pueden ser:
a) Favorecer un mejor y más profundo
conocimiento de la situación económica del
municipio.
b) Propiciar el ahorro de
costos
económicos.
c) Favorecer el incremento de los beneficios
económicos locales.
3. Objetivos políticos: Guardan relación
con la mejora de la vida política de la comunidad local.
Los objetivos más comunes pueden ser:
a) Favorecer un mejor y más profundo
conocimiento de la situación política del
municipio.
b) Favorecer la mejora de la gestión
municipal.
c) Favorecer la mejora de la vida política de
la comunidad local.
4. Objetivos sociales: Tienen relación con la
calidad de vida social de todos los ciudadanos que integran el
municipio. Entre los objetivos más comunes se
encuentran:
a) Favorecer un mejor y más profundo
conocimiento de la situación social del
municipio.
b) Ayudar a prevenir y a disminuir las disparidades
entre pobres y ricos.
5. Objetivos jurídicos: Tienen relación
con los siguientes aspectos más o menos generales.
Así encontramos como objetivos:
a) Conocimiento de las deficiencias legales que
presenta la gestión municipal.
b) Adecuación de las disposiciones
jurídicas que ayuden a resolver las lagunas
legales.
c) Facilitar el control del
cumplimiento de la legislación aplicable dentro del
municipio.
La preocupación por el medio ambiente es una de
las principales preocupaciones mundiales y locales. Entre
nosotros, la administración local como administradora
más próxima y receptiva a cualquier demanda
ciudadana mucho tiene que ver con el tema. La sostenibilidad
entendida como un proceso más que como un producto
implica una nueva ética o
filosofía de actitud ante
el futuro que significa la incorporación de nuevos valores
y principios en
el modelo de comportamiento
y de producción y consumo de las sociedades desarrolladas
en primer término.
En cuanto a su dimensión desde la escala local
representa una nueva cultura territorial que exige reflexionar
con renovados principios sobre aspectos
como9:
– Superar en la práctica la
sectorialización en el análisis territorial y la
compartimentalización tradicional de enfoques
económicos, ecológicos y sociales.
– Una visión más holística
(integral) del territorio y transdisciplinar.
– Una mayor profundización en el
principio de subsidiariedad y
descentralización.
– La necesidad de integrar procesos
colectivos en la toma de
decisiones y en el análisis y diagnóstico de nuestros estilos de vida y
de desarrollo. Nuevos esquemas de participación
pública y reforzamiento de la democracia
participativa.
– Una reconsideración del modelo
idóneo de distribución– concentración
de población y actividades económicas sobre el
territorio.
– Evitar circunscribir la lectura
de la sostenibilidad urbana a los límites
estrictamente urbanos prescindiendo de la comarca y
región en la que se inserta. Parcelar el territorio en
ciudades y el resto, representa el mayor agravio para la
sostenibilidad.
La senda hacia la sostenibilidad, aún confusa
deberá ir quedando desbrozada y nítida a medida que
avancemos con voluntad política y entusiasmo desde la
sociedad
civil. Las primeras etapas para iniciar la travesía
parecen estar claras en la escala local. Sin embargo, permanecen
importantes interrogantes que deberán ser resueltos sin
dilación. Algunos de ellos podrían formularse en
los siguientes términos:
– La sostenibilidad ¿se propicia
potenciando o favoreciendo las grandes ciudades o resulta
más conveniente incentivar las ciudades medias y
pequeñas?
– ¿Qué consecuencias puede tener
para el D.S. reforzar el poder y dominio de las
grandes ciudades en detrimento de las ciudades medias y
pequeñas?
– ¿Qué lectura,
desde la sostenibilidad, puede y debe hacerse de un mundo que
tiende a la urbanización total a la vez que se
desertizan las áreas rurales tradicionales
diluyéndose en el proceso los valores culturales y la
idiosincrasia de los pueblos y regiones?
– ¿Qué consecuencias tiene para la
pérdida de la biodiversidad cultural ese proceso
señalado que hace de los "Pueblos" ciudadanos cada vez
más homogeneizados y estandarizados?
– ¿Qué consecuencias puede tener
para la protección y conservación de los recursos
ambientales del territorio?
– ¿Qué importancia puede tener
para el D.S., un modelo territorial concentrado, urbanizado en
megaciudades, con respecto al mantenimiento y preservación de la
biodiversidad cultural?
– ¿Es más sostenible un planeta
donde la vida mayoritaria se concentra en las grandes ciudades
o un planeta en el que coexistan ciudades medias situadas en
entidades regionales vivas y activas?
El proceso de un desarrollo urbano sostenible tiene que
ver con la creatividad y con el cambio respecto al actual modelo
de consumo y producción. Consecuentemente tiene
también que ver con la esencia de la política y por
lo tanto tiene un importante contenido
político.
En cierta manera plantea un reto novedoso a la
legitimidad de las respuestas tradicionales gubernamentales y de
la administración local buscando nuevas capacidades y
relaciones institucionales con la ciudadanía, movimientos
sociales e institucionales presentes en la sociedad.
La visión preventiva, integradora, socialmente
equitativa, participativa y de largo plazo, conforma el punto de
partida del proceso de cambio desde un desarrollo insostenible
hacia la senda del Desarrollo Sostenible.
La nueva concepción de la sostenibilidad
municipal ofrece multitud de oportunidades para las
políticas locales obligadas a actuar con urgencia en la
cuestión ambiental. Pero va a exigir cambios, que no
tienen por qué ser traumáticos, en las actitudes y
hábitos personales y colectivos, de manera que nos
desvelen una valoración más realista y más
ética de nuestro bienestar en relación con las
generaciones futuras. Un bienestar que mejoraremos en la medida
que vayamos readecuando y remodelando el actual e insostenible
modelo de producción y consumo que tan severos impactos
está teniendo en muchas regiones del planeta y,
particularmente, en nuestro inmediato entorno
urbano10.
Proyecto de Ley del Poder
Público Municipal
En el documento que aparece en la Asamblea Nacional como
proyecto de Ley Orgánica del Poder Público
Municipal aprobado en primera discusión, no encontramos un
contenido dedicado al municipio como agente de desarrollo. La
exposición de motivos de dicho documento
tampoco hace referencia a este importante aspecto de las
políticas públicas municipales en este siglo cuya
andadura ya hemos comenzado.
En efecto, la Constitución establece que los Municipios
constituyen la unidad política primaria de la
organización nacional, y gozan de autonomía
(art.168). Deben ser motores de
desarrollo económico (art.169), deben gestionar las
materias propias de la vida local y en especial la
ordenación y promoción del desarrollo económico y
social (art.178), teniendo como norte el mejoramiento de las
condiciones de vida de la comunidad. A penas en una
sección se hace referencia (art. 95 al 99) a los Consejos
Locales de Planificación Pública al atribuirles
competencia para
formular el plan de desarrollo económico y social del
Municipio. Con este escenario constitucional tan claro no
entendemos la omisión del proyecto de ley referido en
relación al papel y misión de
los municipios venezolanos como agentes del desarrollo, y en
especial de un desarrollo sostenible.
Los municipios son la instancia territorial más
adecuada para servir de síntesis
entre lo global y lo concreto en la
estrategia económica y social para un desarrollo
territorial equilibrado, duradero y armónico.
Vivir en lo global, actuar en lo local.
Por ello estamos convencidos que las entidades locales
necesitan reinventar una política de desarrollo que tenga
por norte, entre otros, estos fundamentales aspectos:
a) Creación de entornos favorables al
desarrollo. La planificación y racionalización
deben ser las claves de este objetivo, de forma equilibrada y
solidaria ligando la promoción económica a las
realidades socioeconómicas.
b) Plantear una nueva perspectiva territorial del
desarrollo, en la que se potencien los espacios emergentes a
través de la revitalización de los espacios
institucionales, sociales y de desarrollo.
c) Integrar desarrollo y coordinación de políticas
públicas, especialmente sobre medio ambiente. Que se
añada la dimensión ambiental como una variable y
punto clave en la perspectiva de la construcción de un
adecuado desarrollo sostenible.
d) Integrar formación y desarrollo. Formar es
desarrollar, ofrecer oportunidades para dar respuestas al
entorno. La formación ofrece al municipio un arma
decisiva en la creación del recurso humano necesario
para emprender las políticas de cambio.
* Documento presentado en las IX Jornadas sobre Federalismo,
Descentralización y Municipio, Cieprol-Ula, Estancia San
Francisco, Mérida 21 y 22 de noviembre de 2003.
1. MAYOR ZARAGOZA, Federico: Desarrollo sostenible y
protección del medio ambiente, Prólogo,
Civitas, Madrid
2002.
2. Documento en línea: www.vitalis.net,
Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo
Sustentable.
3. Documento en línea: www.vitalis.net,
Conferencia de Johannesburgo sobre Desarrollo Sustentable, Plan
de implementación.
4. Documento en línea: www.vitalis.net, Manejar,
no explotar.
5. KLIKSBERG, Bernardo: Capital social, ética y
desarrollo: los desafíos de la gobernabilidad
democrática, Seminario Internacional sobre Capital
Social, Etica y Desarrollo, 25 y 26 de junio, Unimet, Caracas
2003.
6. SZAUER, María Teresa: Capital social,
articulador de desarrollo sostenible, Seminario Internacional
sobre Capital Social, Etica y Desarrollo, 25 y 26 de junio,
Unimet, Caracas 2003.
7. KLIKSBERG, ob.cit.
8. KLIKSBERG, ob.cit.
9. PIÑAR MAÑAS, José Luis(
Director): Desarrollo sostenible y protección del medio
ambiente, Civitas , Madrid 2002.
10- ALLENDE LANDA, José Manuel:
Políticas municipales en el Estado
Ecológico de Derecho, Cemci, Granada 1998.
José Luis Villegas Moreno (*)
En Revista
virtual Provincia Nº 9, julio-diciembre 2002. pp.
55-68.
Universidad de Los Andes: http://www.saber.ula.ve./cieprol/provincia
(*) Universidad
Católica del Táchira.
Coordinador académico de la Cátedra
Fundacional sobre Medioambiente y Municipio.