- Resumen
- Premisa y concepto de gastos
públicos - Clasificación de los
gastos públicos - Crecimiento de los gastos
públicos (Wagner) - Efectos de los gastos
públicos - Nivel óptimo de los gastos
públicos - Cuantificación de los
efectos de los gastos públicos
PREMISA Y CONCEPTO DE
GASTOS PÚBLICOS – CLASIFICACIÓN DE LOS GASTOS
PÚBLICOS:Gastos ordinarios y extraordinarios, Gastos
productivos y de transferencia – Clasificación funcional
de los gastos – CRECIMIENTO DE LOS GASTOS PÚBLICOS:
Crecimiento aparente; Crecimiento real; Aumento absoulto y
relativo – EFECTOS DE LOS GASTOS PÚBLICOS –
CLASIFICACIÓN DE LOS GASTOS Y FORMAS DE
FINANCIACIÓN – NIVEL ÓPTIMO DE LOS GASTOS
PÚBLICOS – CUANTIFICACIÓN DE LOS EFECTOS DE LOS
GASTOS PÚBLICOS: El multiplicador; El principio de
aceleración; Interaccion del multiplicador y del
acelerador; el efecto amplificador
Los gastos públicos constituyen:
- las erogaciones que efectúa el Estado
para adquirir bienes
instrumentales o intermedios y factores para producir bienes y
servicios
públicos; - o para adquirir bienes de consumo a
distribuir gratuitamente o contra el pago de una
retribución directamente a los consumidores; - o bien para transferir el dinero
recaudado con los recursos a
individuos o empresas, sin
ningún proceso de
producción de bienes o servicios.
Gastos ordinarios y extraordinarios
La doctrina financiera clásica distinguía
los gastos públicos en gastos ordinarios y
extraordinarios. Esta clasificación tenía, como
propósito principal, establecer una correlación con
la análoga clasificación de los recursos en
ordinarios y extraordinarios.
Se sostenía, al respecto, que mientras los gastos
ordinarios (corrientes, periódicos, nacidos de la normal
producción de los servicios públicos) debían
ser financiados con recursos ordinarios (tributos,
tarifas de empresas públicas o productos de
monopolios fiscales), los gastos extraordinarios (como los
originados por guerras,
calamidades o catástrofes naturales) debían
financiarse con recursos del crédito
o con gravámenes de emergencia, como el impuesto al
capital.
Gastos productivos y de transferencia
Según esta clasificación son gastos
productivos los que corresponden a la adquisición de
bienes intermedios y factores para la producción de los
bienes y servicios públicos. Tales gastos producen un
aumento de la renta nacional.
Son, en cambio, gastos
de transferencia los que consisten en el gago de una suma a
determinadas personas, sin ninguna retribución al Estado y no
generan un aumento de la renta nacional sino solo una diferente
distribución de la misma.
Clasificación funcional de los
gastos
Otra clasificación agrupa los gastos
públicos según el tipo de servicios a los que
sirve: educación, defensa, seguridad
social, salud
pública, justicia, etc.
Esta clasificación sirve a los efectos de conocer el
contenido o las funciones de la
actividad financiera del Estado, pero no la inteligencia
de la estructura de
dicha actividad.
Gastos corriente y gastos de inversión
(Villegas)
La clasificación con criterio económico
que prevalece en la doctrina moderna es la ya aludida de gastos
corrientes y de inversión. A su vez, los gastos corrientes
se distinguen en gastos de consumo y gastos de
transferencia.
Gastos corrientes de consumo: son gastos de
consumo todos aquellos que sirven para la producción de
los servicios del Estado. La calificación de gastos de
consumo se debe a que dichos servicios son bienes finales, de
utilidad
directa para los destinatarios.
Por diversas consideraciones Jarach no cree
válida la clasificación de los gastos destinados a
la clasificación de los gastos destinados a la
producción de los servicios corrientes como gastos de
consumo. Ella implica poner en tela de juicio, por lo menos, dos
de los usos de ese concepto:
- Al considerar algunos servicios estatales, como de
consumo final cuando estén prestados a empresas, se
puede incurrir en un error de cálculo
en la determinación de la renta nacional - la importancia de ciertos gastos, erróneamente
clasificados como de consumo final, por el mantenimiento de la paz social, de la seguridad
interna y externa y por el incremento de la productividad
del trabajo para
el desarrollo
económico de un país, puede quedar
menospreciada o no suficientemente ponderada.
Gastos de transferencia: son gastos de
transferencia aquellas erogaciones del Estado que no sirven
para la producción de servicios públicos, sino
que sólo distribuyen a determinados beneficiarios el
dinero
extraído de los otros sujetos.
Ejemplos:
- Los servicios de la deuda
pública, para el pago de los intereses y de la
amortización de la deuda. Se trata de
una transferencia típica y muy importante por su
envergadura y sus efectos. El Estado obtiene dinero de la
recaudación de impuestos o
de operaciones
de crédito, quitándolo a ciertos sujetos y lo
paga, a su vez, a los tenedores de títulos de la deuda
pública en concepto de renta y de
amortización. - Beneficios del sistema de
seguridad social. La seguridad social consiste, en general,
en los beneficios o prestaciones que las leyes
establecen a cargo del Estado para ciertos supuestos y a
favor de los habitantes y puede comprender, por ejemplo, la
renta periódica vitalicia a los sujetos que hayan
alcanzado una cierta edad y que se hayan retirado de sus
actividades de trabajo (jubilaciones); o el pago de gastos de
atención médica y otros gastos
para la salud de los
trabajadores y de los familiares a su cargo. Sin embargo, nos
parece que en el caso de los beneficios del sistema de
seguridad social no se puede decir que no exista por parte
del Estado la producción de un verdadero servicio. - Una tercera forma de gastos de transferencia
está constituida por los subsidios o subvenciones no
incluidos en el sistema de seguridad social. - Otro caso de transferencia es el pago de los
premios del juego
explotado por el Estado en sus formas más variadas,
como ser la lotería, quiniela, etc.
Gastos de inversión: el gasto de
inversión puede definirse como la erogación estatal
destinada a la adquisición o producción de bienes
instrumentales o de capital, que incrementen el activo fijo del
Estado y sirvan como instrumentos de producción, para el
propio Estado, de los bienes y servicios
públicos.
Crecimiento aparente
La causa más importante del aumento aparente de
los gastos públicos es la desvalorización de la
moneda de papel en régimen de curso forzoso. Como los
gastos públicos representan, en gran medida, adquisiciones
de bienes y servicios en el mercado, la
desvalorización del dinero implica el aumento de los
gastos públicos en su valor
nominal.
Para deslindar lo que es aumento aparente, atribuible al
factor monetario, de un posible aumento real, es necesario
deflacionar el monto nominal de los gastos.
Crecimiento real
El aumento real de los gastos públicos se debe,
sustancialmente, a las siguientes causas:
- Aumento del territorio: trae consigo el aumento de
los gastos públicos por la necesidad de proveer a
la
organización política y administrativa de las nuevas
regiones y atender a los servicios públicos (defensa,
seguridad, salud, instrucción) como así
también efectuar inversiones básicas para el desarrollo
de aquellas. - Aumento de la población: el crecimiento
demográfico es causa de aumento de los gastos
públicos, ya que el volumen de
los servicios está ligado a la magnitud de la
población. - Aumento de la renta nacional: el crecimiento de la
renta nacional permite al Estado satisfacer, más
intensamente, las necesidades públicas ya asumidas o
asumir otras nuevas que antes quedaban postergadas por el
nivel de renta anterior. Esto se da en todos los niveles
(nacional, provincial, municipal)
Aumento absoluto y aumento relativo
El aumento del territorio, de la población y de
la renta nacional producen, obviamente, un aumento absoluto de
los gastos públicos. Pero es oportuno examinar si
también ha habido un aumento relativo de dichos gastos,
comparando no sólo los guarismos de los gastos
públicos, sino los de los gastos públicos por
unidad de superficie territorial, los de los gastos
públicos por habitante y los de los gastos
públicos por unidad de renta nacional.
Incremento por motivaciones políticas, económicas y
sociales
En primer término, el aumento de los gastos
públicos, no motivado por las causas ya examinadas, debe
atribuirse al crecimiento de las tareas y funciones asumidas
por el Estado. Las tareas limitadas que la filosofía
liberal asignaba al Gobierno, han
sido ampliadas masivamente por la filosofía
intervensionista.
Ampliación de las funciones del Estado y la
planificación
Como ya lo recordamos, la idea de la planificación en los Estados con economía no
socialista es hija y heredera de la planificación de la
economía durante la primera guerra
mundial, precisamente para coordinar y fortalecer el
esfuerzo productivo para el éxito
en la lucha armada.
Terminado el conflicto
perduró la idea de la planificación por el Estado
y de la asunción por éste de empresas propias en
sustitución o de rehabilitar la actividad patrimonial
del Estado en desmedro del predominio de las finanzas
tributarias.
Nuevos cometidos del Estado y sus
motivaciones
Influyen dos motivaciones fundamentales:
- La motivación económico-social:
consiste en la tendencia, en el desenvolvimiento de las
empresas, a sustituir gastos específicos por gastos
generales. Como consecuencia de la división del
trabajo y la ampliación de las dimensiones
empresariales, tareas efectuadas hasta ahora por todos los
sectores de las actividades productivas, se unifican en manos
de una organización general que en adelante
cumple la tarea para todos. - La motivación
sociológico-política: consiste en la
transformación ideológica concomitante con la
transformación de la estructura de la sociedad y
de la influencia de nuevas clases. Mientras las decisiones
políticas del Estado reflejan las ideas y los
intereses de la burguesía empresaria, predominó
el objetivo
de la libertad
económica y las decisiones se inspiraron en el
principio de "laissez faire-Laissez
passer".
El ingreso al gobierno de clases menos pudientes
gracias, entre otros factores, al sufragio
universal, llevó a que predominara o, pro lo menos, a
que tuviera influencia la idea del Estado protector y, en
cierto modo, a reemplazar la libertad por la
seguridad.
Armamentismo y guerra
Se trata de un aumento real y no solo absoluto sino
también relativo, o sea de un aumento per cápita
y también con relación al ingreso nacional. Los
conflictos
armados provocan una brusca elevación de los gastos y
que, terminada la guerra, la
reducción de ellos no significa el retorno al nivel ni
al ritmo de crecimiento anterior a la guerra.
EFECTOS DE LOS GASTOS
PÚBLICOS
Se trata, en el caso del enfoque clásico, de
erogaciones destinadas a la adquisición de los
factores e insumos para la producción de bienes y
servicios públicos.Los efectos de dichas erogaciones consisten en los
efectos del suministro de los bienes y servicios a sus
destinatarios; en el enfoque de las finanzas redistributivas
consisten en las medidas destinadas a lograr modificaciones
en la distribución de los ingresos
entre los diferentes sectores; y en el enfoque de las
finanzas estabilizadoras y como instrumento de promoción del desarrollo, en el
incremento del ingreso y de la ocupación hasta llegar
al pleno empleo y,
respectivamente, en la aceleración del ritmo de
crecimiento
económico.El análisis de los efectos de los gastos
debe efectuarse suponiendo un determinado recurso. De ello
resulta, una mejor formulación del problema no
sólo como efecto de los gastos público, sino
globalmente como efectos de la economía presupuestaria
sobre la economía del mercado.- OBSERVACIONES PRELIMINARES
- CLASIFICACIÓN DE LOS GASTOS Y FORMAS DE
FINANCIACIÓN
Los gastos se clasifican en:
- Gastos para la producción de bienes y
servicios - Gastos para redistribución de
ingresos - Gastos para estabilización del nivel de
precios,
con plena ocupación - Gastos para el desarrollo económico y
social
Las formas para financiar cada gasto, pueden
ser:
- Financiación con recursos
tributarios - Financiación con recursos del
crédito - Financiación con la emisión
monetaria
NIVEL ÓPTIMO
DE LOS GASTOS PÚBLICOS
Se trata, en definitiva, de la búsqueda de la
situación de equilibrio
del sistema económico del sector
público con el sector privado.
El problema así planteado tiene una
contestación negativa, en el sentido que no hay
posibilidad lógica de hallar la dimensión
óptima del sector público en relación con
el sector privado.
Tanto la teoría de Musgrave, en su intento de
hallar una uniformidad entre la determinación del
equilibrio de la economía del mercado con la del
presupuesto
público, como el planteamiento
del problema cuantitativo del presupuesto
efectuado por Fasiani y expuesto por Cosciani, son demasiados
simplistas y presentan las siguientes limitaciones:
- No es posible la comparación de las
utilidades y los sacrificios de los servicios indivisibles
por el hecho de las necesidades públicas empiezan a
ser sentidas individualmente no bien el servicio estatal sea
deficiente. En el caso de los servicios divisibles,
éstos no solo dependen de las demandas individuales,
sino también de una necesidad pública
concurrente pero no idéntica a aquellas. - La errónea idea fundamental respecto a que
el cotejo de las utilidades y los sacrificios debe hacerse
con respecto al Estado y no con respecto a los
individuos.
CUANTIFICACIÓN DE LOS EFECTOS DE LOS
GASTOS PÚBLICOS
1. EL MULTIPLICADOR
El multiplicador es el factor por el cual se
multiplica el monto de un incremento neto de inversión
(o, más en general, de un gasto) dando como resultado un
incremento de la renta nacional y de la
ocupación.
Factores determinantes
El multiplicador depende de la "propensión
marginal a consumir" que es el incremento de la demanda de
bienes de consumo correspondiente a un incremento unitario de
ingreso
Es cierto que el incremento del consumo por cada
incremento unitario de ingreso es diferente para cada grupo de
consumidores, puesto que los sujetos que pertenecen a los
grupos de
menores ingresos destinarán todo o casi todo el
incremento de ingresos para demandar bienes de consumo,
mientras que los que pertenecen a categorías de altos
ingresos destinarán sólo una pequeña
proporción del incremento de ingreso para el consumo y
la mayor parte restante para el ahorro.
Sin embargo, es posible determinar el valor promedio
ponderado de las propensiones marginales a consumir de un
país. Este resultado será la propensión
marginal a consumir de la población de un país en
su conjunto.
Keynes sostiene que un incremento neto de la
inversión tiene un efecto superior al monto de la misma
o, mejor dicho, igual al monto de la inversión
multiplicado por un factor K, igual a:
Dicho factor se llama multiplicador y su valor real en
la economía de un país depende, en primer
término, de la propensión marginal a consumir,
que según Keynes es
más o menos constante:
Sin embargo, el propio Keynes
admite que la propensión marginal a consumir puede
variar; especialmente a cada aumento de la renta nacional baja
la propensión marginal a consumir.
Utilización y alcances del
multiplicador
El multiplicador de Keynes es, pues, atemporal o,
dicho de otra manera, la teoría del multiplicador es
estática, reflejando cómo de una
determinada situación y por la variación de un
factor se pasa a otra situación.
Sin embargo, un aumento del gasto total por un
incremento del gasto del Estado produce, también en
situaciones de prosperidad y plena ocupación, su efecto
sobre el ingreso nacional nominal, pero por definición
no puede producir mayor empleo, puesto que ya está pleno
ni, correlativamente, un aumento de la producción; esto
es, un aumento del ingreso real, por falta de factores de la
producción disponibles. El mayor gasto del Estado que se
agrega al gasto total incrementará este último, o
sea, la demanda total de bienes y servicios, mientras que la
oferta total
no podrá incrementarse a su vez, por haber pleno empleo
de los factores. El resultado de este desajuste será el
alza de los precios, o sea, un brote inflacionario.
2. EL PRINCIPIO DE
ACELERACIÓN
El principio de aceleración consiste en el
efecto que la mayor demanda de bienes de consumo origina para
la demanda de bienes de inversión. En una
formulación simple, la explicación del principio
de aceleración es la siguiente: un incremento de la
demanda de bienes de consumo provoca un mayor uso de los
equipos, originando una mayor demanda de bienes
instrumentales.
Este principio proporciona un medio útil y
conveniente para el estudio de los efectos que los gastos
públicos pueden tener sobre la inversión
privada.
Si los gastos públicos tienen como efecto
inmediato el incremento de la demanda de bienes de consumo en
la medida y en el tiempo que
indica el multiplicador temporal, la expansión de
dicha demanda provocará un aumento en la demanda de
los bienes instrumentales en la medida y bajo los supuestos
del principio de aceleración. A su vez, el incremento
de las inversiones provocará un nuevo proceso de
aumento en la demanda de los bienes de consumo con la
aplicación del multiplicador y, por consiguiente, un
nuevo incremento de la demanda de los bienes de
inversión, según el principio de la
aceleración y, así, sucesivamente.El efecto acumulativo del multiplicador y del
acelerador puede crear el peligro que los gastos
públicos, alcanzada la plena ocupación, tengan
efectos inflacionarios.Existe también el peligro opuesto, o sea que
una disminución imprevista del gasto
público, produzca una fuerte recesión si la
demanda global disminuye por el efecto acumulativo pero
negativo del multiplicador y del principio de
aceleración.- INTERACCIÓN DEL MULTIPLICADOR Y DEL
ACELERADOR - EFECTO AMPLIFICADOR
Finalmente, se ha elaborado en la teoría
económica el efecto amplificador, que consiste en la
amplificación de la demanda global a través de
las variaciones en las existencias de materias primas o de
productos terminados. Las variaciones en la demanda de bienes
de consumo tienen como efecto, las variaciones en las
existencias y éstas, a su vez, sobre la demanda de
bienes de inversión, constituyendo así un
fenómeno intermedio entre el multiplicador y el
acelerador. Pero igual estamos aún lejos de alcanzar
resultados concretos.
Finanzas Públicas – DINO
JARACH
Romina Mariel Ferrari
(UNLaM)