Contribución al conocimiento de la abundancia y frecuencia de uso del hábitat
- Resumen
- Area de
estudio - Metodología
- Resultados
- Discusión
- Situación
actual del P.N. Aguaro-Guariquito - Propuesta de
manejo - Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
Durante el año 1999 se realizó un trabajo de
investigación con la finalidad de estimar
índices de abundancia poblacional del delfín de
río Inia geoffrensis en dos sistemas
fluviales del Parque Nacional Aguaro-Guariquito, estado
Guárico, Venezuela y la frecuencia con la cual esta
especie utiliza los hábitats disponibles.
La información básica recabada
contribuiría a diseñar planes de manejo para la
conservación de estos delfines.
El trabajo de
campo tuvo inicio en el mes de enero y se desarrolló
bimensualmente en seis períodos. En cada salida se
invirtieron 2 – 4 días efectivos de campo.
La abundancia se estimó mediante un índice
en el que se relacionó el número de individuos
observados con los kilómetros de río recorridos
(ind/km). Para esto se realizaron un total de 25 transectas
fluviales, 17 en el sistema Aguaro y
8 en Guariquito-Apurito durante el transcurso del
estudio.
Se compararon los índices de abundancia obtenidos
en un sistema con respecto al otro, por período de
muestreo,
mediante la prueba no parámetrica de Kruskal-Wallis
(a =0,05).
Se estableció cuál tipo de hábitat
era el más utilizado por Inia con base en la
frecuencia con la cual fueron observados en cada uno.
Para caracterizar parcialmente los sistemas fluviales
estudiados se fijaron 4 localidades de muestreo ubicadas de norte
a sur en cada uno, denominadas A1 a A4 en Aguaro y G1 a G4 en
Guariquito-Apurito, tomando como referencia las variables
físico-químicas, velocidad de
corriente, transparencia, pH, oxígeno
disuelto, sólidos totales y descarga (Q).
Adicionalmente, se colectaron muestras de vegetación acuática que, en conjunto
con la recopilación de bibliografía acerca de la
ictiofauna y vegetación del parque, contribuyeron a la
caracterización de los sistemas.
Por último, se aplicó una encuesta para
estimar cuáles son las amenazas potenciales que pueden
afectar a las toninas en el parque.
La abundancia en el sistema Aguaro fue relativamente
alta durante la época de sequía (1,29 ± 0,14
ind/km) y transición (1,44 ind/km), pero decayó
considerablemente en la época lluviosa (0,7 ± 0,18
ind/km).
En el Guariquito-Apurito los índices de
abundancia promedio fueron similares en sequía (0,19
± 0,16 ind/km) y lluvias (0,19 ± 0,07
ind/km).
Al realizar el análisis no paramétrico de
Kruskal-Wallis, se encontró que existían
diferencias estadísticamente significativas entre ambos
sistemas. El Aguaro presentó mayores índices de
abundancia que el Guariquito-Apurito (H=8,3077; p=0,0040; N=12).
Igual resultado se obtuvo durante la época de
sequía (H=3,857; p=0,0495; N= 6), mientras que en la
época de lluvias no se encontraron diferencias (H=2,4;
p=0,1213; N=4).
Se estableció que el hábitat más
utilizado por las toninas en el área de estudio durante el
tiempo que
duró la investigación fueron los pozos dentro del
canal principal. En el sistema Aguaro, el 100% de las
observaciones (14) se realizaron en hábitats con estas
características, mientras que en Guariquito-Apurito solo
el 20% (1 observación) se produjo en localidades de
este tipo, 40% (2 observaciones) en canal principal y 40% (2
observaciones) en localidades con características
intermedias.
Los tramos estudiados en los sistemas fluviales
seleccionados, presentaron en toda su extensión, amplias
variaciones en las características
físico-químicas, tanto de una localidad a otra,
como de una época a otra.
En el sistema Aguaro, la velocidad de corriente
incrementó de la época de sequía (0,03
± 0,05 m/s) a la de lluvia (0,09 ± 0,06 m/s) al
igual que la descarga (6,25 ± 8,36 m3/s en sequía y
54,72 ± 47,59 m3/s en lluvia). La transparencia se
incrementó de sequía (63,40 ± 56,02 cm) a
lluvias (150,38 ± 65,41 cm), mientras que, la
concentración de sólidos disueltos en agua
disminuyó (162,40 ± 147,98 mg/l en sequía a
44,38 ± 19,62 mg/l en lluvia). El pH disminuyó
ligeramente de la época de sequía (5,87 ±
0,87) a la de lluvia (5,15 ± 0,68), mientras que la
concentración de oxígeno disuelto se redujo
aproximadamente a la mitad (6,23 ± 1,84 mg/l en
sequía a 3,83 ± 2,12 mg/l en lluvia).
En el Guariquito-Apurito, las tendencias de los
parámetros físico-químicos fueron similares
al Aguaro. La velocidad de corriente incrementó de la
época de sequía (0,23 ± 0,13 m/s) a la de
lluvia (0,40 ± 0,28 m/s) al igual que la descarga (116,39
± 132,34 m3/s en sequía a 434,31 ±
323,06m3/s en lluvia). La transparencia se incrementó de
sequía (10,40 ± 1,74 cm) a lluvias (38,63 ±
26,08 cm), mientras que, la concentración de
sólidos disueltos en agua disminuyó (350,50
± 61,01 mg/l en sequía a 117,88 ± 46,46 mg/l
en lluvia). El pH disminuyó ligeramente de la época
de sequía (7,25 ± 0,25) a la de lluvia (6,15
± 0,28), mientras que la concentración de
oxígeno disuelto se redujo mas de la mitad (4,90 ±
1,74 mg/l en sequía a 2,13 ± 1,48 mg/l en
lluvia).
Con base en la bibliografía y observaciones
directas realizadas en el campo, se pudo determinar que en el
P.N. Aguaro-Guariquito existe gran biomasa y riqueza
íctica (289 especies), las cuales constituyen presas
potenciales para las toninas, así como también un
número considerable de familias (18) y especies (25) de
plantas
acuáticas que proveen refugio para peces y
toninas durante todo el año.
Los resultados de la encuesta realizada y las
observaciones de campo indicaron que la principal amenaza para
las toninas en el parque, es la degradación del
hábitat, reflejado en la deforestación de las márgenes de
ríos para establecer cultivos dirigidos a cubrir las
necesidades de los pobladores de los caseríos;
tráfico frecuente de embarcaciones con motor, que
incrementan la contaminación sónica y riesgos de
arrollamiento para las toninas, entre otras.
El sistema Aguaro presentó mayores índices
de abundancia de toninas que el Guariquito-Apurito durante el
período de estudio.
Los índices de abundancia registrados en el
sistema Aguaro durante las épocas de sequía y
lluvias fueron mayores que los registrados en el
Guariquito-Apurito.
Los hábitats más utilizados por las
toninas en el P.N. Aguaro-Guariquito durante el estudio fueron
los pozos dentro del canal principal. Estos hábitats se
observaron con mayor frecuencia en el sistema Aguaro, sin
embargo, no existió relación entre las variables
físico-químicas evaluadas y la presencia de
toninas. Inia geoffrensis explotó hábitats
con un amplio intervalo de condiciones y utilizó una misma
zona del ambiente
acuático por períodos prolongados de tiempo aun
cuando se produjeron cambios significativos en las
características de las aguas.
El área de estudio puede considerarse compleja
desde el punto de vista hidrológico, debido a que, la
estacionalidad climática generó cambios
considerables en las condiciones físico-químicas de
los cuerpos de agua estudiados y en la dinámica de flujo de los
ríos.
La abundancia y riqueza de especies de plantas
acuáticas incrementa considerablemente durante la
época de transición y lluvias, sobre todo en las
áreas inundables.
La principal amenaza para las toninas en el área
de estudio es la degradación del hábitat como
consecuencia de los efectos de sistemas de riego, uso de
fertilizantes y/o pesticidas, deforestación de las riberas
de los ríos y tráfico de embarcaciones a
motor.
En el P. N. Aguaro-Guariquito, el sector donde se
ubicó la localidad A4 (sistema Aguaro) y la región
correspondiente al río Guariquito (sistema
Guariquito-Apurito) no reúnen condiciones adecuadas para
la supervivencia de las toninas durante la época de
sequía, pero si en lluvias, mientras que, los sectores
donde se ubicaron las localidades A1, A2 y A3 (sistema Aguaro)
reúnen condiciones favorables durante todo el año
para la supervivencia de estos delfines.
Los animales
pertenecientes al Orden Cetácea derivaron de mamíferos primitivos que abandonaron
la tierra
durante el período Cretáceo (Watson, 1985). Incluye
tres subórdenes, Archaeoceti, actualmente extinto,
Mysticeti, que abarca a las verdaderas ballenas y Odontoceti el
cual comprende a todas las formas con dientes (Perrin, 1989
citado por da Silva, 1995). A su vez, este último Suborden
está dividido en cuatro Superfamilias, de las cuales la
Platanistoidea incluía a los delfines fluviales (Watson,
1984). No obstante, Barnes, Domning y Ray (1985 citados por da
Silva, 1995) y Gaskin (1985 citado por da Silva, 1995)
señalaron que la similaridad en forma y función
observada en estas especies, probablemente esta relacionada a la
convergencia evolutiva por vivir en el mismo tipo de
hábitat, antes que a la divergencia a partir de un
ancestro común, por lo que la Superfamilia ha sido
dividida en tres Familias (da Silva, 1995).
Platanistidae, representada por los delfines del
río Ganges Platanista minor y Platanista
gangetica, en la India (Perrin,
1989 citado por da Silva, 1995).
Pontoporiidae, dividida en dos Subfamilias; Lipotinae
con una especie, Lipotes vexillifer, en el río
Yangtze (China) y
Pontoporinae, también con una especie Pontoporia
blainville, está localizado en la costa
atlántica Suramericana (Argentina, Brasil, Uruguay) (da
Silva, 1995).
Iniidae, incluye una especie, Inia geoffrensis,
conocida como tonina (Venezuela), boto (Brasil) y bufeo o bufeo
colorado (Perú y Colombia).
Presenta amplia distribución en las cuencas de los
ríos Amazonas y Orinoco, donde es endémica. Ha sido
reportada en diferentes sistemas fluviales de Perú,
Bolivia,
Ecuador,
Brasil, Venezuela, Colombia y Guyana. (Layne, 1958; Pilleri,
1969; Meade y Koehnken, 1991; Reeves y Leatherwood, 1994a; Vidal,
Barlow, Hurtado, Torre, Cendón y Ojeda, 1997; Linares,
1999).
Pilleri y Gihr (1977) dividieron el género en
dos especies, Inia boliviensis en los ríos del
sistema Beni en Bolivia e Inia geoffrensis en las cuencas
de los ríos Amazonas y Orinoco. A su vez, dividieron esta
última en dos subespecies, Inia geoffrensis
geoffrensis e Inia geoffrensis humboldtiana. Casinos y
Ocaña (1979) consideraron que no existían
diferencias taxonómicas suficientes para realizar tales
divisiones. No obstante, la condición de subespecie es
generalmente utilizada, e incluye a Inia geoffrensis
boliviensis (Bolivia), I.g. geoffrensis, en la cuenca
del Amazonas e I.g. humboldtiana, reportada para la cuenca
del Orinoco (Trebbau y Van Bree, 1974; Grabert, 1984; Sylvestre,
1985; Best y da Silva, 1989a; da Silva, 1995).
Clasificación Taxonómica (da Silva,
1995).
Orden: Cetacea
Suborden: Odontoceti
Superfamilia: Platanistoidea
Familia:
Iniidae
Género: Inia
Especie: Inia geoffrensis
Subespecie: Inia geoffrensis
boliviensis
Inia geoffrensis geoffrensis
Inia geoffrensis
humboldtiana
Al menos una subespecie está presente en
Venezuela Inia geoffrensis humboldtiana, (da Silva, 1995)
reportada en gran diversidad de microhábitats de las
cuencas de los ríos Orinoco, Apure, Negro y Casiquiare ,
al sur del Orinoco, los Llanos y el Sistema Deltaico, entre 0 y
220 m.s.n.m. (Linares, 1998).
Viven en aguas dulces o poco salobres, en ríos y
caños grandes, en aguas someras o profundas, en aguas
continentales tranquilas, en márgenes con
vegetación boscosa (Linares, 1998).
Usualmente es una especie solitaria, pero varios
ejemplares pueden ser vistos juntos durante la época
reproductiva, así como a las hembras y sus crías
(Linares, 1998). Magnusson, Best y da Silva (1980)
señalaron que grupos mayores de
3 individuos son excepcionales, mientras que Meade y Koehnken
(1991), Best y da Silva (1989a, 1993), reportaron que el
número de individuos en las agrupaciones puede incrementar
durante actividades de búsqueda de alimento o durante el
período de cortejo y apareamiento, esto último
aparentemente sincronizado con la época de aguas bajas en
los ríos.
Inia geoffrensis presenta hábitos
alimentarios generalistas, se alimenta tanto de día como
de noche de gran variedad de especies de peces (da Silva, 1983,
1995; Best 1984), también de cangrejos (Pilleri, 1972) y
tortugas (da Silva, 1982, 1983). La mayor actividad se registra
entre las 0600 y 0900 h. y las 1500 y 1800 h. (Pilleri, 1969;
Best y da Silva, 1989b). También puede formar asociaciones
alimentarias con otras especies tales como el delfín de
río (Sotalia fluviatilis) y el perro de agua
gigante (Pteronura brasiliensis) (Defler,
1983).
En la actualidad no se conocen los índices
poblacionales de los delfines de agua dulce y pocos han sido los
esfuerzos para determinar o estimar su densidad en las
cuencas hidrográficas de los países
latinoamericanos. Layne (1958) reportó índices de
abundancia cerca de Leticia en el Amazonas colombiano. Kasuya y
Kajihara (1974) señalaron índices cerca de Iquitos
en el Amazonas peruano. Pilleri y Gihr (1977) reportaron
índices de abundancia en los ríos Ipurupurú,
Ibaré e Ichilo, en la cuenca del Amazonas Boliviano.
Magnusson y col. (1980) señalaron índices
observados en el río Solimoes, Brasil. Pilleri, Marcuzzi y
Pilleri (1982) reportaron índices para el canal de
Casiquiare y los ríos Apure y Orinoco. Vidal y col. (1997)
presentaron los índices obtenidos para 120 km recorridos
en el río Amazonas, entre los ríos Atacuari
(Colombia) y Yavari (Brasil). Carantoña (1999)
reportó los índices de abundancia obtenidos en el
Refugio de Fauna silvestre
Caño Guaritico, Venezuela, mientras que Denkinger (1999)
comparó la abundancia de toninas en dos ríos de
aguas negras en la Reserva de producción faunística Cuyabeno,
Ecuador.
Los machos adultos pueden alcanzar 255 cm de longitud y
un peso superior a 160 kg, mientras que para las hembras se han
reportado tallas cercanas a 200 cm de longitud y pesos
aproximados a 100 kg (Best y da Silva, 1989b).
Su coloración puede variar de gris claro a rosado
brillante según la edad, sexo,
transparencia, temperatura
del agua y posiblemente de una localidad a otra (de Miranda,
1943; Layne, 1958; Trebbau, 1975 citados por Best y da Silva,
1989b).
Las crías menores de un año presentan
color gris
oscuro, los juveniles gris ligeramente mas claro mientras que los
adultos, particularmente los machos, pueden presentar color
rosado uniforme o tener el vientre rosado y el dorso gris (Best y
da Silva, 1989a y b). Los individuos pueden ser reconocidos por
la presencia de marcas y
cicatrices en el dorso, aleta dorsal, patrones de
coloración y malformaciones del hocico (Trujillo y
Kendall, 1994).
La madurez sexual la alcanzan aproximadamente a 198 cm.
de longitud los machos y 183 cm. las hembras (Best y da Silva,
1984). Se reproducen estacionalmente con el nivel de las aguas,
pariendo una cría al final de la estación lluviosa;
el período de gestación es de unos 10 meses y
medio, permaneciendo la cría hasta 2 años en
estrecho contacto con la madre (Linares, 1998). Best y da Silva
(1984) consideraron que los partos tienen lugar durante los meses
de mayo y julio en el Amazonas, cuando se presenta el nivel
más alto de agua en los ríos y el comienzo de su
declinación, mientras que (Best, 1984) consideró
que estos tienen lugar durante el período de aguas bajas,
cuando existe una mayor disponibilidad de alimento.
Actualmente no existen registros de que
se produzca depredación natural sobre Inia
geoffrensis, aunque el caimán negro (Melanosuchus
niger), el tiburón toro (Carcarhinus leucas) y
el jaguar (Panthera onca) pueden ser depredadores
potenciales en diferentes sectores de la cuenca del río
Amazonas (Best, 1984 citado por Best y da Silva, 1993). Defler
(1994) reportó un pequeño jaguar
alimentándose de los restos de una tonina, con pocas horas
de muerta, a orillas del río Tuparro (Colombia). No
obstante, el autor no pudo establecer si ésta fue cazada
por el jaguar o murió a causa de otro factor.
Las amenazas inmediatas a que está sometida
Inia geoffrensis en los ecosistemas
acuáticos de la cuenca del río Amazonas son, la
captura y muerte
accidental en los aparejos de pesca,
la muerte
provocada por los pescadores para evitar el daño a
dichos aparejos, la degradación y pérdida de
hábitats, colisiones con botes, entre otras (Leatherwood y
Reeves, 1997; Vidal y col. 1997). Se trata de una especie no
cazada ni utilizada por el hombre, que
muy rara vez la atrapa en sus redes para pescar. Goza de
protección natural en el país, ya que las creencias
populares la identifican con seres salvadores y beneficiosos al
hombre, y para
algunas etnias Amazónicas son sagrados. A nivel
internacional esta especie es incluida en el Apéndice II
de CITES (Convención sobre Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Animales y Plantas
Silvestres) (Linares, 1998).
Best y da Silva (1989a) recomendaron la inclusión
de Inia geoffrensis en la convención sobre
Conservación de Especies Migratorias de Animales
Silvestres (CMS) y Perrin y Brownel (1989) sugirieron su
inclusión en el libro rojo de
la IUCN (Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza)
como "vulnerable" ya que puede enfrentar un alto riesgo de
extinción en estado silvestre en el futuro
inmediato.
Rodríguez y Rojas-Suárez (1999) incluyeron
a Inia geoffrensis bajo la categoría de "menor
riesgo" en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana debido a que "su
área de distribución es restringida, y/o por
encontrarse presente en pocas localidades, y/o por ser sus
densidades muy bajas a lo largo de su distribución, por lo
que el taxón es propenso a los efectos de las actividades
humanas y se cuenta con indicios claros de amenazas moderadas o
potenciales."
Goodland (1980 citado por Best y da Silva, 1989a),
señaló que no existían razones para creer
que la distribución de Inia geoffrensis a principios de los
años ochenta fuese diferente a la encontrada en
décadas anteriores, ya que no había evidencias de
explotación sobre esta especie, y la degradación de
hábitats estaba localizada en zonas reducidas dentro de
las inmensas cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco. Esta
situación puede haberse modificado en los últimos
veinte años debido al avance de proyectos
mineros, madereros y petroleros que se han desarrollado en estas
cuencas y al incremento del tránsito fluvial de botes y
barcos a motor.
Leatherwood y Reeves (1994) señalaron que estas
actividades antrópicas han generado contaminación sónica y
disminución de la calidad del agua
por adición de pesticidas agrícolas y mercurio
proveniente de la minería.
Estos autores también consideraron que la construcción de represas puede provocar
fragmentación de los hábitats y fraccionar las
poblaciones de delfines en subpoblaciones aisladas reduciendo el
flujo genético incrementando la probabilidad de
extinción.
Tagliavini y Pilleri (1984 citados por Leatherwood y
Reeves, 1997) reportaron que en los ríos de Ecuador, el
incremento en el tráfico de embarcaciones a motor y la
deforestación dirigida a la construcción de
instalaciones para almacenaje de petróleo, había afectado las
condiciones de habitabilidad de estos ecosistemas, provocando el
desplazamiento de los delfines hacia otros
hábitats.
Leatherwood y Reeves (1997) reportaron que las toninas
parecen tolerar los niveles actuales de contaminación
sónica proveniente del tráfico de embarcaciones en
sectores del Amazonas Peruano, sin embargo, muestran respuesta de
huida a embarcaciones con motor que navegan a alta velocidad en
canales estrechos (menos de 180 mts). Estos autores
también presumen que existe una frecuencia umbral de paso
de embarcaciones a través de los canales, la cual, una vez
alcanzada, los hace inhabitables para los delfines.
Para Venezuela, existe un plan nacional de
uso de la tierra que
incluye un esquema para hacer los ríos Orinoco y Apure
navegables a lo largo del año, lo cual podría
involucrar la modificación de rápidos,
construcción de esclusas y otras actividades que son
adversas a la vida silvestre acuática (Reeves y
Leatherwood, 1994).
La información existente en el país acerca
de las poblaciones de Inia geoffrensis es dispersa y son
pocos los estudios realizados en forma detallada. Linares (1998)
consideró que su población es estable en todo el
país. No obstante, se desconoce el "status" de Inia
en los ambientes acuáticos Venezolanos (Carantoña,
1999).
Entre los estudios realizados en Venezuela se encuentran
los de Trebbau (1975) quien realizó observaciones en el
río Apure y mencionó aspectos de su
distribución, dieta, variaciones en los patrones de
coloración en función de la edad y comportamiento
en campo y cautiverio.
Schnapp y Howroyd (1992), quienes en investigaciones
realizadas en los ríos Orinoco y Apure, señalaron
aspectos de su distribución y ecología,
además de reportar índices de abundancia relativa
en el río Apure al Este de San Fernando y en el río
Apurito, aguas arriba, desde su desembocadura en el Orinoco.
Adicionalmente, registraron relaciones inversas entre el
tamaño de grupo de
toninas y la velocidad de corriente del río.
McGuire y Winemiller (1998) reportaron aspectos de su
ecología y distribución en el río Cinaruco,
en el Parque Nacional Santos Luzardo, estado Apure, y registraron
tamaños promedio de los grupos observados. Adicionalmente,
Carantoña (1999) consideró aspectos de su
ecología en el Refugio de Fauna Silvestre Caño
Guaritico, estado Apure, donde reportó, abundancia,
movimientos locales, distribución espacial y estacional de
los tamaños de grupo, actividad diurna y causas de
mortalidad.
En ausencia de leyes
específicas que protejan al delfín de río en
Venezuela (Atkins, 1989), el desconocimiento acerca de su
"status" en nuestros ambientes acuáticos
(Carantoña, 1999) y el poco conocimiento de sus
requerimientos de hábitat y dinámica poblacional,
es necesario generar la información referente a tales
aspectos en nuestros ríos, con la finalidad de desarrollar
e implementar programas de
manejo adecuados para su conservación, en aquellos
ecosistemas afectados por una actividad antrópica alta
(Industria,
Ecoturismo,
Navegación). Adicionalmente se deben realizar esfuerzos
dirigidos a incrementar el
conocimiento de la biología y
ecología de Inia geoffrensis, así como
también, determinar las principales amenazas para la
especie.
Este trabajo de investigación tuvo como
finalidad, evaluar aspectos ecológicos de Inia
geoffrensis en el Parque Nacional Aguaro-Guariquito que
permitieran generar bases para el desarrollo de
un plan de manejo para su conservación.
1.2 OBJETIVOS.
-Evaluar aspectos ecológicos de
Inia geoffrensis en el Parque Nacional
Aguaro-Guariquito. Bases para el desarrollo de un plan de manejo
para su conservación.
objetivos específicos:
– Estimar índices de abundancia poblacional de
Inia geoffrensis en dos sistemas fluviales del Parque
Nacional Aguaro-Guariquito.
– Establecer comparaciones entre los índices de
abundancia de los sistemas estudiados y las épocas de
sequía y lluvias.
– Determinar el uso y frecuencia de uso de los
hábitats por la especie.
– Registrar parámetros
físico-químicos que caractericen los ambientes
acuáticos en diferentes puntos de los ríos
estudiados.
– Recopilar la información existente sobre
inventarios de
ictiofauna y vegetación acuática que contribuyan a
caracterizar el hábitat.
– Identificar posibles amenazas para la población
de esta especie en la zona.
El Parque Nacional (P.N.) Aguaro-Guariquito está
ubicado en la región centro-sur del Estado Guárico
(07º 43´ y 08º 53´ N; 66º 18´ y
67º 12´ W) (Holmquist, 1995) (Fig. 1). Fue creado por
el decreto Nº 1686 del 7 de marzo de 1974 por el Ejecutivo
de la Presidencia de la República, sobre una superficie de
585.750 ha. Esto involucró aproximadamente 90 predios
rurales, principalmente hatos ganaderos, y más de 40
caseríos pequeños (MARNR-PDVSA, 1985).
Posteriormente, en 1993, el parque fue objeto de una
donación de un lote de terreno por parte de Hylton
Enterprises Inc. (Virginia) alcanzando un área de 612.150
hectáreas.
El área de estudio (Fig. 1) está
localizada entre 7º 58´ 00´´ y 7º
43´ 20´´ N y 66º 37´
30´´ y 66º 22´ 15´´ W, y se
caracteriza por estar sometida a procesos de
inundación de más de seis meses durante la
época lluviosa. Se estudiaron los ríos Apurito,
Guariquito y Aguaro, los cuales forman límites
del P.N. Aguaro- Guariquito.
Fig. 1. Area de estudio y dirección de flujo de los
ríos.
2.1 CLIMA.
De acuerdo con Ewel, Madriz y Tosi (1976), el
área de estudio corresponde a un Bosque Seco Tropical,
caracterizado por presentar una marcada estacionalidad con dos
períodos, uno lluvioso (mayo – septiembre) y otro seco
(diciembre – abril). La precipitación aumenta gradualmente
de Norte (1.373,8 mm, Estación Biológica de los
Llanos) a Sur (1.527,0 mm, Estación Caicara),
La temperatura media anual también se incrementa
de Norte (27,2 º C, Estación Biológica de los
Llanos) a Sur (28,0 º C, Estación Caicara) (MARNR,
1999).
2.2 RELIEVE.
El área del parque se caracteriza por ser
una extensa altiplanicie (Formación Mesa) basculada en su
parte Norte e inclinada suavemente hacia el Sur. Las mayores
altitudes se localizan al Norte, superando los 200 m.s.n.m. donde
aparecen lomas y taludes de topografía fuerte a suavemente ondulada con
pendientes entre 3% y 25% producto de la
acción
de agentes erosivos. Hacia el Sur, la altitud disminuye hasta los
40 m.s.n.m. donde predominan las posiciones de
acumulación, planicies aluviales de explayamiento, de
desborde, eólicas y fluvio deltáicas, de
topografía plana y pendiente suave (MARNR-PDVSA, 1985;
Montes, Sebastiani, Delascio, Arismendi y Mesa, 1986).
2.3 GEOLOGIA.
En el área del parque se pueden observar
afloramientos de las formaciones Chaguaramas y Mesa además
de sedimentos recientes hacia el centro y Sur. La
formación Chaguaramas corresponde al período
Oligoceno-Mioceno y se ubica al Norte del parque en capas
delgadas que pueden alcanzar los doce metros de espesor. La
litología de esta formación se compone de
conglomerados, areniscas, lutitas, arcillas y capas de lignito.
Los conglomerados constan de guijarros de 5 a 25 cm conectados
con arenas de grano fino y óxidos de hierro y
aluminio (Roa,
1981; MARNR-PDVSA, 1985; Zinck y Urriola, 1970 citados por Montes
y col. 1986).
La formación Mesa aflora en la región
central del parque en grandes manchas, compuesta por granos,
guijarros, peñas y peñones con intrusiones de
arcillas puras y arcillas arenosas cubiertas superficialmente por
una costra dura ferruginosa bien cementada. La litología
esta formada por depósitos horizontales deltáicos y
palustres de origen diverso.
Al Sur, ésta formación decrece en espesor
y se compone de gravas y arenas principalmente. En general se
trata de sedimentos sueltos cuya superficie está cubierta
por una masa pétrea compuesta por conglomerados de grano
fino a medio, bien cementados y muy ferruginosos (MARNR-PDVSA,
1985).
Los sedimentos recientes se presentan al Sur del
área del parque como resultado del arrastre de grandes
volúmenes de material de las partes altas hasta las
riberas de los ríos Aguaro y Guariquito (MARNR-PDVSA,
1985).
2.4 GEOMORFOLOGIA.
Existen dentro del parque las tres unidades
naturales que caracterizan los llanos, como son:
Llanos altos, donde predomina la altiplanicie
(Formación Mesa) caracterizada por una topografía
plana a ligeramente ondulada donde se desarrolla una red hidrográfica
densa de tipo dendrítico. Ocupan una franja que va desde
el límite Norte del parque hasta aproximadamente la cota
de los 100 m.s.n.m. (MARNR-PDVSA, 1985).
Llanos intermedios, constituidos por una planicie
aluvial de explayamiento, de topografía plana. Ocupan
desde la cota de los 100 m.s.n.m. hasta los 40 m.s.n.m.
aproximadamente, línea convencional que indica la
permanencia de las aguas en la unidad de tres a seis meses
(MARNR-PDVSA, 1985).
Llanos bajos, representados por una planicie aluvial de
desborde originada por represamiento y desbordamiento de los
principales ríos localizados en el parque. Una de las
características más importantes de esta unidad son
las inundaciones periódicas anuales, las cuales se
prolongan cuatro o cinco meses posterior al inicio de la
época lluviosa. Estas inundaciones se deben a la
topografía plana y al alto volumen de
precipitación. Esta unidad ocupa desde la cota de los 40
m.s.n.m. hasta el límite Sur del parque (Sarmiento y
Monasterio, 1969; MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col.
1986).
2.5 CUENCAS Y RED DE
DRENAJE.
El levantamiento de la altiplanicie (Formación
Mesa) ha provocado que los cursos de agua fluyan hacia el Sur del
parque. Las principales cuencas que lo drenan son: la del
río San José y la del río Guariquito por el
lindero Oeste y Aguaro por el lindero Sur-Este. Además,
los ríos Mocapra, San Bartolo, y Faldiquera en la
región central, confluyen en el Guariquito y el Apurito
antes de su desembocadura en el Orinoco (MARNR-PDVSA, 1985;
Montes y col. 1986).
En las cuencas altas, localizadas al Norte y Nor-Este
del parque, se presenta un patrón de drenaje
dendrítico denso, por estar sus cabeceras asentadas sobre
la Formación Mesa, cuya constitución facilita la acción de
las aguas.
La erosión de
las cabeceras determina diferentes grados de disección en
estas cuencas, desde restos de mesas conservadas, rodeadas por
grandes taludes, hasta áreas extremadamente disectadas
donde los procesos erosivos prácticamente han cesado.
Hacia los bordes de la altiplanicie, los drenajes se concentran
en un cauce, entallado y delimitado por paredes verticales
(MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).
Las cuencas medias se caracterizan por ser áreas
principalmente de acumulación de sedimentos, producto del
cambio brusco
de pendiente lo cual hace que los ríos se explayen y
depositen gran parte de su carga de sedimentos. Los cursos de
ésta sección presentan numerosos brazos o
caños que se llenan totalmente durante la temporada
lluviosa y debido a su topografía plana o suavemente
ondulada, la delimitación entre una cuenca y otra es
imprecisa (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).
Las cuencas bajas se caracterizan por presentar un
patrón de drenaje desordenado con muchos efluentes y
presencia de lagunas, afectadas por inundaciones estacionales de
más de seis meses (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col.
1986).
2.6 HIDROLOGIA.
Entre las principales cuencas que drenan el P.N.
Aguaro-Guariquito se encuentran:
2.6.1 Río Guariquito.
Es el río de mayor extensión del
parque ( > 150 km.). Se origina en
la Laguna de Los Aceites y morichales cercanos a la Mesa de
Becerra. Su curso es de carácter permanente y recibe aguas del
Caño El Caballo y los ríos San José,
Mocapra, San Bartolo y Faldiquera, que aumentan considerablemente
su caudal.
El tramo inferior de este río no se encuentra
definido ya que forma una red compleja de caños y brazos
que desembocan en el Apurito y este a su vez en el Orinoco
(Montes y col. 1986). Es un cuerpo de agua navegable durante todo
el año y presenta bosques con poca intervención
humana en sus orillas. Posiblemente presenta altos niveles de
contaminación ya que en su cuenca media y alta recibe
afluentes que provienen de sistemas de producción
agrícola cercanos a la ciudad de Calabozo, estado
Guárico (Rodríguez, 1996).
2.6.2 Río Aguaro.
Es la vertiente mas oriental del parque, se
origina de numerosos morichales tales como: Morrocoy, Palenque,
Aguaro y Mariota. Pasa a través de la laguna de El Socorro
y luego confluye con el río Apurito. Presenta un curso
semipermanente en particular en las zonas superiores, en las que
se reduce a pozos y pequeños cursos de agua durante la
temporada seca (Montes y col. 1986). En su cuenca alta predominan
concreciones ferrosas denominadas localmente "arrecifes" o
"ripiales" y presenta aguas cristalinas relativamente
ácidas con elevada velocidad de corriente.
En su cuenca media y baja el sustrato es arenoso con
sectores donde predomina el fango y materia
orgánica en descomposición, por lo que sus aguas
contienen mayor carga de sedimentos y materia orgánica
(Rodríguez, 1996). En la cuenca alta y media predominan
plantas acuáticas sumergidas, mientras que en la cuenca
baja plantas flotantes y/o emergentes (Rodríguez,
1996).
2.6.3 Río Apurito.
Este río presenta aguas blancas con alto
contenido de sedimentos al igual que la mayoría de los
ríos provenientes de las regiones andinas que drenan a
través de los llanos occidentales. Es un curso de agua de
aproximadamente 50 kilómetros de longitud originado en la
confluencia de los ríos Guariquito y Caujarito (7º
49´ 00´´ N, 66º 30´ 30´´
W), el cual recibe el aporte de un solo tributario por su margen
derecha, el Caño Cara, antes de desembocar en el
río Orinoco (7º 39´ 45´´ N,
66º 20´ 00´´ W). Es considerado un brazo
del río Apure.
Sus riberas presentan gran deforestación debido a
la siembra de cultivos anuales (algodón
y maíz
principalmente) y recibe efluentes agrícolas de los
sistemas de
producción asociados a sus riberas (Rodríguez,
1996).
2.7 VEGETACION.
MARNR-PDVSA (1985), clasificó la
vegetación del P.N. Aguaro-Guariquito con base en su
fisonomía en sabana y bosque, con ciertos tipos
intermedios entre ambas. En cada una diferenció
comunidades caracterizadas por su estructura,
periodicidad y especies dominantes, representadas por:
1. Vegetación herbácea (Sabana abierta o
inarbolada).
2. Vegetación arbórea (bosque, bosque de
galería y morichales).
3. Vegetación mixta (sabana con chaparro, sabana
arbolada con matas y matorral).
Montes y col. (1986), clasificaron la vegetación
del parque en función de los paisajes fisiográficos
en 7 unidades:
1. Altiplanicie o Mesa.
2. Valle encajado.
3. Planicie de explayamiento.
4. Planicie eólica.
5. Planicie de desborde.
6. Planicie deltaica.
7. Afloramiento de la montaña de
Guardajumo.
En cada una de estas clasificaciones se describen con
diferente grado de complejidad y detalle la ubicación,
distribución y extensión de cada unidad de
vegetación, así como también su
composición florística.
En general, el paisaje del parque está dominado
por sabanas abiertas y sabanas arboladas y con matas, donde
pueden observarse especies como el chaparro manteco (Birsonima
crassifolia), paja saeta (Trachypogon sp.), alcornoque
(Boudichia virgilioides), chaparro (Curatella
americana); morichales, donde predominan la palma de moriche
(Mauritia flexuosa) y el junco (Cyperus
articulatus); bosques semideciduos y de galería, en
los que se observan especies como samán (Pithecellobium
saman), caro (Enterolobium cyclocarpum) y ceiba
(Ceiba pentandra) (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col.
1986).
La vegetación que se establece en los cuerpos de
agua, de carácter permanente, se desarrolla en dos tipos
de condiciones y puede clasificarse en;
a-) léntica, se presenta en aguas tranquilas como
lagunas y prestamos y
b-) lótica, presente en caños, ríos
y quebradas donde el agua se
renueva constantemente (Flores, 1984; Montes y col.
1986).
2.8 FAUNA.
El MARNR-PDVSA (1985) caracterizó la fauna
silvestre del P.N. Aguaro-Guariquito, en función de las
diferentes especies de animales presentes en ambientes similares
cercanos al parque.
La mayoría de los trabajos de
investigación recientes se han realizado en el área
de ictiología (Machado-Allison, Lasso y
Royero-León, 1993; Taphorn, 1995; Rodríguez, 1996;
Hurtado, Taphorn y Rodríguez, 1997).
La fauna del parque se caracteriza por presentar una
gran diversidad íctica, entre la que se pueden citar
varias especies de pavones (Astronotus sp y
Cichla sp.), la cachama (Colossoma macropomum),
caribes (Serrasalmus sp.), palambras (Brycon sp.),
payaras (Anostomus sp.), curito (Hoplosternum
littorale), corronchos (Hypostomus plecostomus),
(MARNR-PDVSA, 1985; Taphorn, 1995; Rodríguez, 1996;
Hurtado y col. 1997).
La herpetofauna está representada por anfibios
como el sapo granuloso (Bufo granulosus), la rana
platanera (Hyla crepitans), rana cabeza pequeña
(Hyla microcephala) y varias especies de ranas del
género Leptodactylus sp. (MARNR-PDVSA,
1985).
Entre los reptiles se encuentran lagartijas
(Gymnophthalmus speciosus, Cnemidophorus
lemniscatus), mato de agua (Tupinambis
nigropunctatus), iguana (Iguana iguana), baba
(Caiman crocodylus), caimán (Crocodilus
intermedius), anaconda (Eunectes murinus), tortuga
arrau (Podocnemis expansa), tortuga matamata (Chelus
fimbriatus) y galápago (Podocnemis vogli)
(MARNR-PDVSA, 1985).
La avifauna está caracterizada por especies como
el alcaraván (Burhinus bistriatus), perico cara
sucia (Aratinga pertinax), garzón soldado
(Jabiru mycteria), gabán (Mycteria
americana), caricare (Polyburus plancus), guanaguanare
(Larus atricilla), garza real (Casmerodius albus),
garza resnera (Bubulcus ibis), garza chusmita (Egretta
thula) (MARNR-PDVSA, 1985).
En el grupo taxonómico de los mamíferos es
posible encontrar cachicamo sabanero (Dasypus sabanicola),
jaguar (Panthera onca), cunaguaro (Leopardus
pardalis), báquiros (Tayassu sp.),
chigüire (Hidrochaerus hidrochaeris), ardillas
(Sciurus granatensis), mono araguato (Alouatta
seniculus) mono capuchino (Cebus sp.) y
mamíferos acuáticos como el perro de agua
(Pteronura brasiliensis) (MARNR-PDVSA, 1985).
El trabajo se realizó bimensualmente durante el
año 1999 y se distribuyó en seis períodos de
muestreo, durante los cuales se invirtieron 2 – 4 días
efectivos de campo. Las fechas en las cuales se realizaron los
muestreos fueron 20 y 22 de enero, 5 a 7 de marzo, 4 a 6 de mayo,
3 a 6 de julio, 8 a 10 de septiembre y 11 a 13 y 16 de noviembre
(Tablas 2 y 3).
Normalmente, el clima del parque
se divide en época de sequía (diciembre – abril) y
época lluviosa (mayo – septiembre), pero, debido al
retraso del período de lluvias, se consideró como
época de sequía desde enero hasta mayo, de
transición julio y época de lluvias desde
septiembre a noviembre. Los sistemas estudiados (Aguaro y
Guariquito-Apurito) y los puntos de muestreo se seleccionaron
durante la salida preliminar realizada en enero de 1999 tomando
como criterio la presencia o ausencia de toninas en los
ríos.
En el sistema Aguaro se recorrieron 20 km. (2
transectas) en enero; 28 km. (3 transectas) en marzo; 25 km. (3
transectas) en mayo; 25 km. (3 transectas) en julio y 30 km. (3
transectas) los meses de septiembre y noviembre (Fig. 2; Tabla
2).
En el sistema Guariquito-Apurito, se recorrieron 25 km.
(1 transecta) en enero; en los meses de marzo y mayo 50 km. (2
transectas), y en julio, septiembre y noviembre 50 km. (1
transecta) (Fig. 2; Tabla. 3).
Fig. 2. Transectas realizadas en el
área de estudio y períodos (meses) de muestreo en
que fueron recorridas.
3.1 INDICES DE ABUNDANCIA
POBLACIONAL.
La abundancia de las toninas se estimó a
través de un índice en el que se relacionó
el número de individuos observados con los
kilómetros de río recorrido (ind/km) (Pilleri y
Gihr, 1977; Magnusson y col. 1980). Se realizaron 25 transectas
fluviales, 17 en el sistema Aguaro, para un total de 163 km
recorridos y 8 en el sistema Guariquito-Apurito, para un total de
275 km. (Fig. 2; Tablas. 2 y 3). Durante el recorrido de las
transectas se contaron todos los individuos observados. En cada
transecta se invirtió aproximadamente diez minutos de
observación por kilómetro de recorrido. Tales
transectas se recorrieron utilizando un bote de aluminio de 4,5
m. de longitud con motor fuera de borda de 25 HP manteniendo una
velocidad promedio de 22.5 km/h.
Durante los meses de enero y marzo se contó con
la presencia de cuatro observadores, mientras que para los meses
restantes se contó con tres observadores, incluyendo al
conductor del bote, ubicados a una altura aproximada de 1,20 m.
sobre la superficie del agua.
La presencia de toninas se evidenció por
observación directa de partes del cuerpo sobre la
superficie del agua (exposición
de melón, aletas dorsales, pectorales y/o caudales) o de
manera auditiva (bufeo) (Layne, 1958; Pilleri, 1969; McGuire y
Winemiller, 1998).
En cada observación se detuvo la marcha por
aproximadamente 5 minutos, con la finalidad de realizar una mejor
determinación del número de individuos presentes.
Una observación se definió como la detección
de una o más toninas en un área determinada. En los
puntos donde se observaron toninas se registraron las coordenadas
geográficas utilizando para esto un aparato
geoposicionador por satélite (G.P.S).
3.2 COMPARACION DE LA ABUNDANCIA
POBLACIONAL.
Para establecer comparaciones entre los
índices de abundancia de los sistemas estudiados y las
épocas de sequía y lluvia se realizaron pruebas
estadísticas no paramétricas,
específicamente la de Kruskal-Wallis, a = 0,05 (Siegel, 1956; Sokal y Rohlf,
1979).
3.3 USO Y FRECUENCIA DE USO DE LOS
HABITATS.
Layne (1958), Best y da Silva (1989a), da Silva (1995)
señalaron que los hábitats mas frecuentados por los
delfines en las cuencas del Amazonas y el Orinoco son: Canal
principal, Pozo dentro del canal principal, Sabana inundada,
Bosque inundado, entre otros.
Para determinar que hábitats fueron los mas
utilizados por Inia y en que frecuencia se clasificaron
los hábitats potenciales en cuatro tipos en función
de la velocidad de corriente y el tipo de vegetación
en:
– Canal principal: caracterizado por presentar
velocidades de corriente suficiente para producir turbulencia
evidente, y vegetación arraigada al fondo resistente a la
descarga hidráulica.
– Pozo dentro del canal principal: caracterizado
por presentar velocidad de corriente baja o nula y
vegetación arraigada o flotante, representada por
géneros como Salvinia, Echinodorus, Eichornia,
Nymphea y Ludwigia (Montes y col. 1986).
– Sabana inundada: caracterizada por presentar
velocidad de corriente baja o nula y vegetación
característica de sabanas inarboladas o arboladas, con
predominio de especies de gramineas y ciperáceas
representadas por los géneros Trachypogon, Axonopus,
Bulbostilis, entre otras y especies arbóreas como
Curatella americana, Bowdichia virgilioides y Byrsonima
crassifolia (Montes y col. 1986).
– Bosque inundado: caracterizado por presentar
velocidad de corriente baja o nula y vegetación
característica del bosque de galería representadas
por especies como Lecythis ollaria, Pterocarpus podocarpus,
Pithecellobium saman, (Montes y col. 1986).
La presencia de cinco toninas o más en un
hábitat determinado por un tiempo de 30 min., fue el
criterio utilizado para definir que el mismo era utilizado por la
especie para una actividad en particular. Cuando estos casos se
hicieron presentes, se registraron parámetros
físico-químicos directamente en el lugar y se
tomaron muestras de agua, utilizando el procedimiento
descrito en la sección 3.4, para ser posteriormente
analizadas.
Los lugares donde se observaron toninas se ubicaron de
acuerdo a la clasificación preestablecida en un mapa de la
zona.
El uso de los hábitats se determinó de
acuerdo a la frecuencia con que se observaron delfines en cada
uno de ellos. Las observaciones sólo pudieron ser
realizadas en aquellas áreas que presentaban
características de Canal principal y Pozo dentro del canal
principal, debido al difícil acceso y condiciones
limitadas para la navegación que presentaban los
hábitats de Sabana y Bosque inundado.
Para determinar el grado de relación entre, el
número de toninas y las variables
físico-químicas medidas en las localidades donde se
produjeron las observaciones, se realizó un
análisis de correlación no paramétrico de
Spearman a = 0,05 (Siegel, 1956; Sokal
y Rohlf, 1979).
3.4 CARACTERIZACION FISICO-QUIMICA DE LOS
AMBIENTES ACUATICOS.
Para la caracterización
físico-química de los
ambientes en cada sistema fluvial, se fijaron cuatro localidades
o puntos de muestreo para determinar sus tendencias a lo largo de
los sistemas. Tales puntos se localizaron aproximadamente
equidistantes en los cincuenta kilómetros preestablecidos
para realizar las transectas. En el sistema Aguaro las
localidades se denominaron A1, A2, A3 y A4 mientras que en el
sistema Guariquito-Apurito fueron denominadas G1, G2, G3 y G4,
ubicadas en ambos de norte a sur (Fig. 3). En cada localidad se
tomaron muestras únicas o por triplicado dependiendo del
parámetro a determinar.
La actividad de toma de muestras se llevó
a cabo durante la realización de los conteos de delfines.
Cada vez que se arribó a uno de los puntos preestablecidos
para determinar parámetros físico-químicos,
se detuvo el bote por un tiempo aproximado de 45 minutos durante
los cuales se procedió a tomar las muestras necesarias
para caracterizar el sistema, tales como:
-Velocidad superficial de la corriente, (3
réplicas) determinada registrando el tiempo que tardaba un
flotador de goma de 61,86 g. en desplazarse una distancia
conocida (Franco y col. 1989).
-Transparencia vertical del agua, (3 réplicas)
determinada utilizando un disco de Secchi.
-pH de muestras de agua colectadas a 1 m. de
profundidad, (1 réplica) determinado utilizando un
pH-metro marca Orion
modelo SA
250.
-Oxígeno disuelto, (3 réplicas) utilizando
la metodología descrita por Franco y col.
(1989).
-Sólidos disueltos y en suspensión, (1
réplica) determinados mediante la metodología
empleada por Sánchez (1990) utilizando para esto una
balanza marca Sartorius (0,0001 g).
-Temperatura del agua, medida en el sitio a una
profundidad sub-superficial de 40 cm utilizando un
teletermómetro.
-Profundidad del cauce, utilizando una cuerda
graduada.
Fig. 3. Localidades donde se tomaron
muestras de parámetros físico-químicos con
la finalidad de caracterizar los ambientes
acuáticos.
La determinación del pH y la
concentración de oxígeno disuelto se realizaron en
el campo al finalizar los recorridos de las transectas, con la
finalidad de disminuir errores.
Adicionalmente se registraron características
organolépticas del agua (sabor, color, olor), que
contribuyeron a caracterizar los sistemas.
A los datos
provenientes de las mediciones de campo, se les aplicó la
prueba estadística no paramétrica de
Kruskal-Wallis a = 0,05 (Siegel, 1956;
Sokal y Rohlf, 1979).
3.5 VEGETACION ACUATICA.
Se recopiló la bibliografía acerca de
inventarios de vegetación acuática de la zona que
contribuyeran a caracterizar parcialmente el hábitat. En
este aspecto, el material es escaso, solo se localizaron los
trabajos de MARNR-PDVSA (1985) y Montes y col. (1986).
Adicionalmente, a lo largo de las transectas fluviales
recorridas en el área de estudio se colectaron muestras
botánicas. Estas muestras fueron prensadas y preservadas
en bolsas plásticas con alcohol al 70%
para evitar la descomposición del material y el
daño de las partes blandas (flores y frutos). Todas las
muestras fueron posteriormente secadas en una estufa.
Para cada muestra se
registró sistema fluvial, coordenadas geográficas,
fecha de colección, nombre y número de colector,
hábito, color de las flores (si estaban presentes) y las
hojas (en caso de tener un color particular) y
características ecológicas del lugar donde se
realizó la colección.
Las especies colectadas en el parque fueron depositadas
en el Herbario Nacional de Venezuela (VEN) y en el Museo de
Historia Natural
La Salle (MHNLS) (Anexos 1a y 1b).
3.6 AMENAZAS POTENCIALES.
Las amenazas potenciales se detectaron mediante
observación directa del hábitat ocupado por los
delfines durante el recorrido de las transectas, y en
conversaciones con los pescadores, guardaparques y habitantes de
los caseríos ubicados dentro del área de
estudio.
Adicionalmente se realizó una encuesta (Anexo 2)
durante los meses de enero y noviembre a personas habitantes de
los caseríos de Garcitas y Médanos de Gómez
ubicados dentro del parque.
4.1 INDICES DE ABUNDANCIA
POBLACIONAL.
En toda el área estudiada se realizaron 39
observaciones, de las cuales 24 correspondieron al sistema Aguaro
y 15 al Guariquito-Apurito, para un promedio de 6,5 observaciones
por mes (período) de campo. Se detectaron desde individuos
solitarios hasta agrupaciones de 25 toninas. La frecuencia con la
cual fueron observados los diferentes tamaños de grupo se
resumen en la Tabla 1. El mayor número de observaciones se
realizaron durante el mes de julio (11) y el menor en noviembre
(4).
Tabla 1. Número de individuos por
observación en cada sistema durante los diferentes
períodos de muestreo.
Número de individuos por | ||||||||||||||
Sistema | mes | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 7 | 8 | 9 | 10 | 12 | 15 | 20 | 25 |
ene | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | |||||||||
mar | 1 | 1 | 1 | 1 | ||||||||||
Aguaro | may | 1 | 1 | 1 | ||||||||||
jul | 1 | 1 | 1 | 1 | 2 | 1 | ||||||||
sep | 1 | 1 | ||||||||||||
nov | 1 | 1 | 1 | |||||||||||
ene | ||||||||||||||
Guariquito – | mar | 1 | 1 | |||||||||||
Apurito | may | 2 | 1 | 1 | ||||||||||
jul | 1 | 1 | 1 | 1 | ||||||||||
sep | 2 | 1 | 1 | |||||||||||
nov | 1 | |||||||||||||
% | 17,9 | 7,7 | 15,4 | 7,7 | 10,3 | 5,1 | 12,8 | 2,6 | 10,3 | 2,6 | 2,6 | 2,6 | 2,6 |
4.1.1 INDICES DE ABUNDANCIA POBLACIONAL EN EL
SISTEMA AGUARO.
El mayor número de toninas (36) se observó
durante el mes de julio, mientras que los menores registros (17)
se produjeron en septiembre (Tabla 2).
En el sistema Aguaro los índices de abundancia
poblacional durante la época de sequía (enero,
marzo mayo) disminuyeron de enero (1,45 ind/km, en 20 km) a marzo
(1,18 ind/km, en 28 km) incrementando levemente en el mes de mayo
(1,24 ind/km, en 25 km). En julio (época de
transición) los valores
fueron 1,44 ind/km, en 25 km. y en la época de lluvia se
registraron valores de
0,57 ind/km (30 km recorridos) en septiembre y 0,83 ind/km (30 km
recorridos) en noviembre (Tabla 2).
Los mayores índices de abundancia se registraron
durante los meses de enero (1,45 ind/km) y julio (1,44 ind/km), y
los menores en el mes de septiembre (0,57 ind/km) (Tabla 2; Fig.
4).
Fig. 4. Variación de los índices de
abundancia poblacional en función
de la profundidad en el sistema
Aguaro.
En la fig. 4 se observa que durante la época de
sequía, se registraron los mayores índices de
abundancia con cierto grado de fluctuación, en
transición, los índices incrementaron levemente en
conjunto con el nivel de las aguas y en lluvia, tales
índices experimentaron un descenso
considerable.
4.1.2 INDICES DE ABUNDANCIA POBLACIONAL EN EL
SISTEMA GUARIQUITO-APURITO.
En este sistema, el mayor número de individuos se
observó en el mes de julio (20 toninas), mientras que los
menores registros se produjeron en noviembre (7 toninas) (Tabla
3).
Los índices de abundancia se incrementaron
durante la época de sequía, desde enero a mayo
(enero, 0 ind/km, en 25 km; marzo, 0,26 ind/km en 50 km; mayo,
0,30 ind/km en 50 km). Continuaron aumentando levemente en la
época de transición (julio, 0,40 ind/km en 50 km),
y en la época de lluvias se registraron valores de 0,24
ind/km (50 km recorridos) en septiembre y 0,14 ind/km (50 km
recorridos) en noviembre (Tabla 3; Fig. 5).
Los mayores índices de abundancia se registraron
durante el mes julio (0,40 ind/km de 25 kilómetros
recorridos) y los menores en noviembre (0,14 ind/km de 25 km
recorridos) (Tabla 3; Fig. 5).
Fig. 5. Variación de los
índices de abundancia poblacional en
función
de la profundidad en el sistema
Guariquito-Apurito.
En la fig. 5 se observa que durante la
época de sequía, se registraron los mayores
índices de abundancia con ciertas fluctuaciones, salvo en
el mes de enero, en transición, los índices
incrementaron en conjunto con el nivel de las aguas y en lluvia,
tales índices experimentaron un descenso considerable.
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