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Higiene en el trabajo (página 5)




Enviado por Maria Flores



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

 

EVALUACIÓN DE NOCHE.

Zona de trabajo

Puntos

E1

E2

Superficie de
reflexión

 

Armado de asientos y respaldos.

1

10

115

Mesa de trabajo con melanina brillante de
color
blanco.

2

8

98

Piso

3

15

120

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

4

6

72

Piso

Perforación de asientos y
respaldos

1

12

81

Piso.

2

15

80

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

3

21

82

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

4

11

79

Piso

Colocación de píjas.

1

7

52

Piso.

2

2

35

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

3

11

30

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

4

15

56

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

Colocación de antiderrapantes

1

18

98

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

2

8

75

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

3

15

60

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

4

8

52

Mesa de trabajo con melanina brillante de color
blanco.

DETERMINE:

  1. El índice de área de cada departamento
    de la
    empresa.
  2. El factor de reflexión.
  3. La comparación del nivel de iluminación con el nivel mínimo
    requerido por el tipo de trabajo de acuerdo a la NOM 025 STPS
    1999.

NIVELES MÍNIMOS DE
ILUMINACIÓN

TAREA VISUAL

DEL PUESTO DE
TRABAJO

ÁREA DE
TRABAJO

NIVELES MÍNIMOS DE
ILUMINACIÓN (LUX)

En exteriores: distinguir el área de
tránsito, desplazarse caminando, vigilancia,
movimiento de vehículos.

Áreas generales exteriores: patios y
estacionamientos.

20

En interiores: distinguir el área de
tránsito, desplazarse caminando, vigilancia,
movimiento de vehículos.

Áreas generales interiores: almacenes de poco movimiento, pasillos,
escaleras, estacionamientos cubiertos, labores en minas
subterráneas, iluminación de
emergencia.

 

50

Requerimiento visual simple: inspección
visual, recuento de piezas, trabajo en banco
y máquina.

Áreas de servicios al personal: almacenaje rudo,
recepción y despacho, casetas de vigilancia,
cuartos de compresores y pailería.

 

200

Distinción moderada de detalles: ensamble
simple, trabajo medio en banco y máquina,
inspección simple, empaque y trabajos de oficina.

Talleres: áreas de empaque y ensamble,
aulas y oficinas.

 

300

Distinción clara de detalles: maquinado y
acabados delicados, ensamble e inspección
moderadamente difícil, captura y procesamiento de
información, manejo de instrumentos
y equipo de laboratorio.

Talleres de precisión: salas de
cómputo, áreas de dibujo, laboratorios.

 

500

Distinción fi na de detalles: maquinado
de precisión, ensamble e inspección de
trabajos delicados, manejo de instrumentos y equipo de
precisión, manejo de piezas
pequeñas.

Talleres de alta precisión: de pintura y acabado de superficies, y
laboratorios de control de
calidad.

 

 

750

Alta exactitud en la distinción de
detalles: ensamble, proceso e inspección de piezas
pequeñas y complejas y acabado con pulidos
finos.

Áreas de proceso: ensamble e
inspección de piezas complejas y acabados con
pulido fino.

 

1,000

Alto grado de especialización en la
distinción de detalles.

Áreas de proceso de gran
exactitud.

2,000

NIVELES MÁXIMOS PERMISIBLES DEL FACTOR DE
REFLEXIÓN

 

CONCEPTO

NIVELES MÁXIMOS
PERMISIBLES DE REFLEXIÓN

Kf

TECHOS

90 %

PAREDES

60 %

PLANO DE TRABAJO

50 %

SUELOS

50 %

RELACIÓN ENTRE EL ÍNDICE
DE ÁREA Y EL NÚMERO DE ZONAS DE
MEDICIÓN

ÍNDICE DE
ÁREA

A) NÚMERO MÍNIMO
DE ZONAS A EVALUAR

B) NÚMERO DE ZONAS A
CONSIDERAR POR LA LIMITACIÓN

IC < 1

4

6

1 £ IC <
2

9

12

2 £ IC <
3

16

20

3 £
IC

25

30

El valor del
índice de área, para establecer el número
de zonas a evaluar, está dado por la siguiente
ecuación:

donde:

IC = índice del área.

x, y = dimensiones del área (largo y ancho), en
metros.

h = altura de la luminaria respecto al plano de trabajo,
en metros.

IV.5.- RADIACIONES IONIZANTES Y NO
IONIZANTES

RADIACIONES IONIZANTES

La radiación
ionizante consiste en partículas, incluidos los fotones,
que causan la separación de electrones de átomos y
moléculas. Pero algunos tipos de radiación de
energía relativamente baja, como la luz ultravioleta,
sólo pueden originar ionización en determinadas
circunstancias. Para distinguir estos tipos de radiación
de la radiación que siempre causa ionización, se
establece un límite energético inferior arbitrario
para la radiación ionizante, que se suele situar en
torno a 10
kiloelectronvoltios (keV).

La radiación ionizante directa consta de
partículas cargadas, que son los electrones
energéticos (llamados a veces negatrones), los positrones,
los protones, las partículas alfa, los mesones cargados,
los muones y los iones pesados (átomos
ionizados).

Este tipo de radiación ionizante
interactúa con la materia sobre
todo mediante la fuerza de
Coulomb, que les hace repeler o atraer electrones de
átomos y moléculas en función de
sus cargas. La radiación ionizante indirecta es producida
por partículas sin carga. Los tipos más comunes de
radiación ionizante indirecta son los generados por
fotones con energía superior a 10 keV (rayos X y rayos
gamma) y todos los neutrones.

Los fotones de los rayos X y gamma interactúan
con la materia y causan ionización de tres maneras
diferentes como mínimo:

  1. Los fotones de energía más baja
    interactúan sobre todo mediante el efecto
    fotoeléctrico, por el que el fotón cede toda su
    energía a un electrón, que entonces abandona el
    átomo
    o molécula. El fotón desaparece.

Los fotones de energía
intermedia interactúan fundamentalmente mediante el efecto
Compton, en virtud del cual el fotón y un electrón
colisionan esencialmente como partículas. El fotón
continúa su trayectoria en una nueva dirección con su energía disminuida,
mientras que el electrón liberado parte con el resto de la
energía entrante (menos la energía de unión
del electrón al átomo o a la
molécula).

  • La producción de pares sólo es
    posible con fotones cuya energía sea superior a 1,02
    MeV. (Sin embargo, cerca de 1,02 MeV, el efecto Compton
    predomina todavía. La producción de pares
    predomina con energías más altas.) El
    fotón desaparece, y en su lugar aparece una pareja
    electrón-positrón (este fenómeno
    sólo ocurre en la proximidad de un núcleo, por
    consideraciones de conservación del momento
    cinético y de la energía). La energía
    cinética total del par electrón-positrón
    es igual a la energía del fotón menos la suma de
    las energías de la masa residual de electrón y
    positrón (1,02 MeV).

Estos electrones y positrones energéticos se
comportan entonces como radiación ionizante directa. A
medida que pierde energía cinética, un
positrón puede llegar a encontrarse con un
electrón, y las partículas se aniquilarán
entre sí.

Entonces se emiten dos fotones de 0,511 MeV (por lo
general) desde el punto de aniquilación, a 180 grados uno
de otro.Con un fotón dado puede ocurrir cualquiera de
estos supuestos, salvo que la producción de pares
sólo es posible con fotones de energía superior a
1,022 MeV. La energía del fotón y el material con
el que interactúa determinan qué interacción es la más
probable.

Las interacciones más comunes del neutrón
con la materia son colisiones inelásticas, captura (o
activación) de neutrón y fisión. Todas ellas
son interacciones con núcleos. Un núcleo que
colisiona inelásticamente con un neutrón queda en
un nivel de energía más alto. Entonces puede
liberar esta energía en forma de un rayo gamma, mediante
la emisión de una partícula beta o de ambas
formas.

En la captura de neutrones, un núcleo afectado
puede absorber el neutrón y expulsar energía en
forma de rayos gamma o X o partículas beta, o ambas cosas.
Las partículas secundarias causan después
ionización, como se ha visto antes. En la fisión,
un núcleo pesado puede absorber al neutrón y se
desdobla en dos núcleos más ligeros, que casi
siempre son radiactivos.

Partículas alfa

Una partícula alfa es un conjunto de dos protones
y dos neutrones estrechamente unidos. Es idéntica a un
núcleo de helio 4 (4He). De hecho, su destino
último después de haber perdido la mayoría
de su energía cinética es capturar dos electrones y
convertirse en un átomo de helio. Los radionucleidos
emisores de partículas alfa son en general núcleos
relativamente pesados. Casi todos los emisores alfa tienen
números atómicos iguales o superiores al del plomo
(82Pb).

Cuando un núcleo se desintegra y emite una
partícula alfa, su número atómico (el
número de protones) y su número de neutrones
disminuyen en dos, mientras que su número másico se
reduce en cuatro. Por ejemplo, la desintegración alfa del
uranio 238 (238U) a torio 234 (234Th) se representa
por

El superíndice de la izquierda es el
número másico (número de protones más
neutrones), el subíndice de la izquierda es el
número atómico (número de protones) y el
subíndice de la derecha es el número de neutrones.
Los emisores alfa corrientes emiten partículas alfa con
energías cinéticas entre unos 4 y 5,5
MeV.

El alcance de estas partículas alfa en el
aire no sobrepasa
los 5 cm Se necesitan partículas alfa con una
energía de 7,5 MeV para penetrar la epidermis (capa
protectora de la piel, de 0,07
mm de espesor). Los emisores alfa no plantean por lo general
ningún peligro de radiación externa. Sólo
son peligrosos si se captan al interior del cuerpo. Como
depositan su energía a corta distancia, las
partículas alfa constituyen una radiación de alta
transferencia lineal de energía (TLE) y tienen un factor
de ponderación radiológica elevado, cuyo valor
típico es wR = 20

Partículas beta

Una partícula beta es un electrón o
positrón muy energético. (El positrón es la
antipartícula del electrón. Tiene la misma masa y
la mayoría de las demás propiedades del
electrón, salvo su carga, cuya magnitud es exactamente la
misma que la del electrón, pero de signo positivo.) Los
radionucleidos emisores beta pueden ser de peso atómico
alto o bajo.

Los radionucleidos que tienen exceso de protones en
comparación con nucleidos estables de número
másico similar al suyo pueden desintegrarse cuando un
protón del núcleo se convierte en neutrón.
Cuando así sucede, el núcleo emite un
positrón y una partícula extraordinariamente ligera
y que muy rara vez interactúa llamada neutrino. (El
neutrino y su antipartícula carecen de interés en
protección radiológica.) Cuando ha cedido la
mayoría de su energía cinética, el
positrón termina por colisionar con un electrón,
con lo que se aniquilan ambos.

La radiación de aniquilación producida es
casi siempre la de dos fotones de 0,511 keV (kiloelectronvoltios)
que se desplazan en sentidos separados por 180 grados. La
desintegración típica con emisión de un
positrón se representa por:

Donde el negatrón está representado por
 y el antineutrino por v. Aquí, el
núcleo resultante gana un protón a expensas de un
neutrón, pero tampoco cambia su número
másico. La desintegración alfa es una
reacción de dos cuerpos, de manera que las
partículas se emiten con energías cinéticas
discretas. En cambio, la
desintegración beta es una reacción de tres
cuerpos, de forma que las partículas beta se emiten en un
espectro de energías. La energía máxima del
espectro depende del radió nucleido que se desintegra. La
energía beta media del espectro es de alrededor de un
tercio de la energía máxima

Las energías beta máximas típicas
oscilan desde 18,6 keV para el tritio (3H) a 1,71 MeV para el
fósforo 32 (32P). El alcance de las partículas beta
en el aire es de unos 3,65 m por MeV de energía
cinética. Se necesitan partículas beta de 70 keV de
energía como mínimo para atravesar la epidermis.
Las partículas beta son radiación de baja
TLE.

Radiación gamma

La radiación gamma es radiación
electromagnética emitida por un núcleo cuando
experimenta una transición de un estado de
energía más alta a un estado energético
más bajo. El número de protones y neutrones del
núcleo no varía en estas transiciones.

El núcleo puede haber quedado en el estado de
más energía después de una
desintegración alfa o beta anterior. Es decir, los rayos
gamma se emiten a menudo inmediatamente después de una
desintegración alfa o beta. Los rayos gamma también
pueden ser el resultado de la captura de un neutrón y de
la dispersión inelástica de partículas
subatómicas por núcleos. Los rayos gamma más
energéticos se han observado en los rayos
cósmicos.

 

Mientras que las partículas alfa y beta tienen
alcances definidos en la materia, los rayos gamma experimentan
una atenuación exponencial (si se pasa por alto la
acumulación que resulta de la dispersión dentro de
un material) a medida que atraviesan la materia. Cuando puede
prescindirse de la acumulación, la atenuación de
los rayos gamma viene dada por la característica de la
masa El coeficiente másico de atenuación depende de
la energía de los rayos gamma y del material con el que
interactúan los rayos gamma. Los valores
del coeficiente másico de atenuación están
tabulados en numerosos documentos de
referencia.

Rayos X

Los rayos X son una radiación
electromagnética y, en ese sentido, son idénticos a
los rayos gamma. La distinción entre rayos X y rayos gamma
radica en su origen. Mientras que los rayos gamma se originan en
el núcleo atómico, los rayos X resultan de
interacciones entre electrones. Aunque a menudo los rayos X
tienen energía inferior a la de los rayos gamma,
éste no es el criterio que los diferencia. Se pueden
producir rayos X con energías mucho más elevadas
que las de los rayos gamma procedentes de la
desintegración radiactiva.

La conversión interna antes explicada es uno de
los métodos de
producción de rayos X. En este caso, los rayos X
resultantes tienen energías discretas iguales a la
diferencia de los niveles de energía entre los que saltan
los electrones orbitales. Las partículas cargadas emiten
radiación electromagnética siempre que son
aceleradas o frenadas.

La cantidad de radiación emitida es inversamente
proporcional a la cuarta potencia de la
masa de la partícula. Por consiguiente, los electrones
emiten mucha más radiación X que partículas
más pesadas, como los protones, si todas las demás
condiciones son iguales. Los sistemas de rayos
X producen rayos X mediante la aceleración de electrones
que circulan a través de una gran diferencia de potencial
eléctrico, de muchos kV o MV.

Los electrones son después frenados
rápidamente en un material denso y resistente al calor, como el
tungsteno (W). Los rayos X emitidos desde estos sistemas tienen
energías que se extienden en un espectro que va desde
alrededor de cero hasta la energía cinética
máxima adquirida por los electrones antes de la
deceleración.

A menudo, a este espectro continuo se superponen rayos X
de energía discreta, que se producen cuando los electrones
frenados ionizan el material del blanco o anticátodo. Como
otros electrones orbitales saltan para llenar los huecos dejados
tras la ionización, emiten rayos X de energías
discretas similares a los rayos X que se emiten después de
la conversión interna. Reciben el nombre de rayos X
característicos porque son característicos
del material del blanco (anticátodo)

48. IONIZANTES

Neutrones

Por lo general, los neutrones no son emitidos como
resultado directo de la desintegración radiactiva natural,
sino que se producen durante reacciones nucleares. Los reactores
nucleares son los que generan neutrones con mayor abundancia,
pero los aceleradores de partículas y las fuentes
especiales de neutrones.

Los reactores nucleares producen neutrones cuando los
núcleos del uranio (U) que constituye el combustible
nuclear se desdoblan o fisionan. De hecho, la producción
de neutrones es esencial para mantener la fisión nuclear
en un reactor. Los aceleradores de partículas producen
neutrones mediante la aceleración de partículas
cargadas, como protones o electrones, hasta que alcanzan altas
energías, para bombardear con ellas los núcleos
estables de un blanco. Las partículas que pueden resultar
de estas reacciones nucleares no son únicamente
neutrones.

Los neutrones se clasifican en general por su
energía, Esta clasificación es un tanto arbitraria
y puede variar en contextos diferentes. Existen varios modos
posibles de interacción del neutrón con la materia,
pero las dos formas principales a efectos de seguridad
radiológica son la dispersión elástica y la
captura de neutrones. La dispersión elástica es el
medio por el que los neutrones de mayor energía son
reducidos para producir energía térmica.

Los neutrones de mayor energía interactúan
sobre todo por dispersión elástica y en general no
causan fisión ni producen material radiactivo por captura
de neutrones. Los neutrones térmicos son los principales
responsables de los últimos tipos de
interacción.

La dispersión elástica se produce cuando
un neutrón interactúa con un núcleo y rebota
con menos energía. El núcleo con el que ha chocado
capta la energía cinética que el neutrón
pierde. Después de ser excitado de este modo, el
núcleo libera pronto esta energía en forma de
radiación gamma. Si el neutrón llega a alcanzar
energías térmicas (llamadas así porque el
neutrón está en equilibrio
térmico con su entorno), es capturado fácilmente
por la mayoría de los núcleos. Al no tener carga,
los neutrones no son repelidos por los núcleos con cargas
positivas, como les ocurre a los protones.

Cuando un neutrón térmico se aproxima a un
núcleo y se sitúa dentro del radio de acción
de la fuerza nuclear potente, del orden de algunos fm (1 fm =
10–15 metros), el núcleo captura el neutrón.
El producto
resultante puede ser un núcleo radiactivo que emite un
fotón u otra partícula o bien, en el caso de
núcleos fisionables como 235U y 239Pu, el núcleo
captador puede fisionarse en dos núcleos más
pequeños y más neutrones.

Las leyes de la
cinemática indican que los neutrones
alcanzarán energías térmicas con mayor
rapidez si en el medio de dispersión elástica
existe un gran número de núcleos ligeros. Un
neutrón que rebota en un núcleo ligero pierde un
porcentaje mucho mayor de su energía cinética que
si rebota en un núcleo pesado. Por este motivo, el agua y los
materiales
hidrogenados son el mejor material de blindaje para frenar
neutrones. Un haz de neutrones monoenergético
experimentará una atenuación exponencial en el
material La probabilidad de
que un neutrón interactúe con un núcleo dado
se describe en función del valor de la sección
eficaz
. La sección eficaz se mide en unidades de
superficie.

La unidad especial utilizada para la sección
eficaz es el barn (b), definido por: 1b =10 cm -24 2 Es
extremadamente difícil producir neutrones sin
acompañamiento de rayos gamma y rayos X. En general, cabe
suponer que, si hay presentes neutrones, también hay
fotones de alta energía.

En términos generales podemos observar que las
radiaciones ionizantes varían en cuanto al nivel
energético así como a su poder de
penetración:

EFECTOS BIOLÓGICOS

Tras su descubrimiento por Roentgen en 1895, los rayos X
fueron introducidos con tanta rapidez para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que casi en
seguida comenzaron a encontrarse lesiones debidas a exposición
excesiva a la radiación entre los primeros
radiólogos, que todavía no eran conscientes de sus
riesgos (Brown
1933).

Las primeras lesiones fueron sobre todo reacciones
cutáneas en las manos de quienes trabajaban con los
primeros equipos de radiología, pero ya en el primer
decenio se habían comunicado otros tipos de lesión,
incluidos los primeros cánceres atribuidos a la
radiación

En el curso del siglo transcurrido desde estos primeros
hallazgos, el estudio de los efectos biológicos de la
radiación ionizante ha recibido un impulso permanente como
consecuencia del uso cada vez mayor de la radiación en
medicina,
ciencia e
industria,
así como de las aplicaciones pacíficas y militares
de la energía atómica.

El resultado es que los efectos biológicos de la
radiación se han investigados más a fondo que los
de prácticamente cualquier otro agente ambiental. El
desarrollo de
los conocimientos sobre los efectos de la radiación
ha48.determinado
el perfeccionamiento de medidas para proteger la salud humana contra muchos
otros peligros medioambientales, además de la
radiación.

Naturaleza y mecanismos de los efectos
biológicos de la radiación

Deposición de energía. A diferencia
de otras formas de radiación, la radiación
ionizante es capaz de depositar suficiente energía
localizada para arrancar electrones de los átomos con los
que interactúa. Así, cuando la radiación
colisiona al azar con átomos y moléculas al
atravesar células
vivas, da lugar a iones y radicales libres que rompen los
enlaces
químicos y provoca otros cambios moleculares que
dañan las células afectadas.

La distribución espacial de los
fenómenos ionizantes depende del factor de
ponderación radiológica, wR de la
radiación.

Efectos sobre el ADN. Cualquier molécula
de la célula
puede ser alterada por la radiación, pero el ADN es el blanco
biológico más crítico, debido a la
redundancia limitada de la información genética
que contiene. Una dosis absorbida de radiación lo bastante
grande para matar la célula
media en división —2 gray (Gy)— basta para
originar centenares de lesiones en sus moléculas de
ADN.

La mayoría de estas lesiones son reparables, pero
las producidas por una radiación ionizante concentrada
(por ejemplo, un protón o una partícula alfa) son
en general menos reparables que las generadas por una
radiación ionizante dispersada (por ejemplo, un rayo X o
un rayo gamma)

Por lo tanto, las radiaciones ionizantes concentradas
(alta TLE) tienen por lo común un mayor efecto
biológico relativo (EBR) que las radiaciones ionizantes
dispersadas (baja TLE) en casi todas las formas de
lesión

Efectos sobre los genes. El daño
del ADN que queda sin reparar o es mal reparado puede
manifestarse en forma de mutaciones, cuya frecuencia parece
aumentar como una función lineal de la dosis, sin umbral,
en alrededor de 10–5 a 10–6 por locus y por Gy El
hecho de que la tasa de mutaciones parezca ser proporcional a la
dosis se considera indicativo de que una sola partícula
ionizante que atraviese el ADN es suficiente, en principio, para
causar una mutación. En las víctimas del accidente
de Chernóbil, la relación dosis-respuesta de las
mutacionesde la glicoforina de células de la médula
ósea es muy similar a la observada en supervivientes de la
bomba atómica

Efectos sobre los cromosomas. Las lesiones por
radiación del aparato genético pueden causar
también cambios en el número y la estructura de
los cromosomas,
modificaciones cuya frecuencia se ha observado que aumenta con la
dosis en trabajadores expuestos, en supervivientes de la bomba
atómica y en otras personas expuestas a la
radiación ionizante. La relación dosis-respuesta
para las aberraciones cromosómicas en linfocitos de
sangre humana
(Figura 48.4) se ha determinado con bastante exactitud, de manera
que la frecuencia de aberraciones en esas células puede
servir de dosímetro biológico
útil

Efectos sobre la supervivencia celular. Entre las
reacciones más tempranas a la irradiación figura la
inhibición de la división celular, que aparece en
seguida tras la exposición, aunque su grado y
duración varían con la dosis Si bien la
inhibición de la mitosis es
característicamente pasajera, la lesión
radiológica de genes y cromosomas puede ser letal para las
células en división, que en conjunto son muy
sensibles a la radiación.

Medida en términos de capacidad proliferativa, la
supervivencia de las células en división tiende a
disminuir exponencialmente con el aumento de la dosis, de manera
que 1-2 Gy bastan por lo general para reducir la población superviviente en alrededor del 50
%

Efectos sobre los tejidos. Las células
maduras que no están en división son relativamente
radiorresistentes, pero las que se dividen dentro de un tejido
son radiosensibles, por lo que la irradiación intensiva
puede matar un número suficiente para que el tejido se
atrofie

 

La rapidez de esta atrofia depende de la dinámica de la población celular
dentro del tejido afectado; es decir, en órganos
caracterizados por un recambio celular lento, como el
hígado y el endotelio vascular, el proceso es
típicamente mucho más lento que en órganos
caracterizados por un recambio celular rápido, como la
médula ósea, la epidermis y la mucosa
intestinal.

Por otra parte, conviene subrayar que si el volumen de tejido
irradiado es lo bastante pequeño, o si la dosis se acumula
con la lentitud suficiente, la gravedad de la lesión puede
reducirse notablemente por la proliferación compensatoria
de las células supervivientes.

Efectos agudos. Los efectos agudos
de la radiación se deben sobre todo a la depleción
de células progenitoras en los tejidos
afectados, y sólo pueden inducirse por dosis lo bastante
grandes para matar muchas de estas células.

Por este motivo, tales efectos se consideran de naturaleza
no estocástica, o determinista, en contraste
con los efectos mutágenos y cancerígenos de la radiación, que se
consideran fenómenos estocásticos
resultantes de alteraciones moleculares aleatorias en
células individuales que aumentan como funciones
lineales, sin umbral, de la dosis Las lesiones agudas de los
tipos que predominaban en los primeros trabajadores expuestos y
en los pacientes tratados
inicialmente con radioterapia han desaparecido
prácticamente gracias a las mejoras introducidas en las
precauciones de seguridad y en los métodos de tratamiento.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes tratados con
radiación en la actualidad experimentan también
alguna lesión del tejido normal irradiado.

Además, siguen ocurriendo accidentes
radiológicos graves. Por ejemplo, entre 1945 y 1987 se
informó de unos 285 accidentes en reactores nucleares
ocurridos en diversos países, en los que resultaron
irradiadas más de 1.350 personas, 33 de ellas con
resultado mortal El accidente de Chernóbil, por sí
solo, liberó material radiactivo suficiente para exigir la
evacuación de decenas de millares de personas y animales
domésticos del área circundante, y originó
enfermedades radiológicas y quemaduras en más de
200 personas entre componentes de equipos de emergencia y
bomberos, de las que 31 fallecieron.

Los efectos a largo plazo del material radiactivo
liberado sobre la salud no pueden predecirse con certeza, pero
las estimaciones de los riesgos resultantes de efectos
cancerígenos, basadas en modelos de
incidencia de dosis sin umbral, suponen que pueden producirse
hasta 30.000 muertes adicionales por cáncer en la
población del hemisferio norte durante los 70
próximos años a consecuencia del accidente, aunque
es probable que los casos adicionales de cáncer en
cualquier país sean demasiado escasos para permitir su
detección epidemiológica.

Menos catastróficos, pero mucho más
numerosos que los accidentes de reactores, han sido los
accidentes en que han intervenido fuentes de rayo gamma
médicas e industriales, que también han sido causa
de lesiones y pérdida de vidas. Por ejemplo, la
eliminación inadecuada de una fuente de radioterapia de
cesio 137 en Goiânia, Brasil, en 1987
originó la irradiación de docenas de
víctimas confiadas, cuatro de las cuales
murieron.

Una exposición amplia de las lesiones por
radiación escapa al ámbito de esta revisión,
pero las reacciones agudas de los tejidos más
radiosensibles son de interés general, por lo que se
describen brevemente en las secciones siguientes.

Piel. Las células de la capa germinal de
la epidermis son muy sensibles a la radiación. En
consecuencia, la rápida exposición de la piel a una
dosis de 6 Sv o más provoca eritema (enrojecimiento) de la
zona expuesta, que aparece dentro del primer día, suele
durar unas cuantas horas y va seguido al cabo de dos a cuatro
semanas de una o más oleadas de un eritema más
profundo y prolongado, así como de depilación
(pérdida de pelo). Si la dosis supera los 10 a 20 Sv, en
dos o cuatro semanas pueden surgir ampollas, necrosis y
ulceración, seguidas de fibrosis de la dermis y los vasos
subyacentes, que pueden desembocar en atrofia y una segunda
oleada de ulceración meses o años
después

Médula ósea y tejido linfoide. Los
linfocitos también son muy radiosensibles; una dosis de 2
a 3 Sv irradiada en poco tiempo a todo
el cuerpo puede destruir un número suficiente de ellos
para que disminuya el recuento de linfocitos periféricos y la respuesta inmunitaria se
deteriore en pocas horas. Las células
hematopoyéticas de la médula ósea tienen una
sensibilidad similar a la radiación y su depleción
con una dosis comparable es suficiente para causar
granulocitopenia y trombocitopenia en las tres a cinco semanas
siguientes. Si la dosis es mayor, estas disminuciones del
recuento de granulocitos y plaquetas pueden ser lo bastante
graves para originar hemorragia o una infección
mortal.

Intestino. Las células progenitoras del
epitelio que reviste el intestino delgado también tienen
extraordinaria sensibilidad a la 7radiación. La
exposición aguda a 10 Sv disminuye su número en
grado suficiente para causar la denudación de las
vellosidades intestinales suprayacentes en unos días. La
denudación de una superficie grande de la mucosa puede dar
lugar a un síndrome fulminante similar a la
disentería que causa rápidamente la
muerte

Gónadas. Los espermatozoides maduros
pueden sobrevivir a dosis grandes (100 Sv), pero los
espermatogonios son tan radiosensibles que una dosis de
sólo 0,15 Sv aplicada rápidamente a ambos testículos
basta para causar oligospermia, y una dosis de 2 a 4 Sv puede
provocar esterilidad permanente. También los oocitos son
radiosensibles. Una dosis rápida de 1,5 a 2,0 Sv aplicada
a ambos ovarios origina esterilidad temporal, y una dosis mayor,
esterilidad permanente, en función de la edad de la mujer en el
momento de la exposición.

Aparato respiratorio. El pulmón no es muy
radiosensible, pero la exposición rápida a una
dosis de 6 a 10 Sv puede hacer que en la zona expuesta se
desarrolle neumonía aguda en el plazo de uno a tres
meses. Si se afecta un volumen grande de tejido pulmonar, el
proceso puede originar insuficiencia respiratoria al cabo de unas
semanas, o conducir a fibrosis pulmonar en meses o años
después.

Cristalino del ojo. Las células del
epitelio anterior del cristalino, que continúan
dividiéndose toda la vida, son relativamente
radiosensibles. El resultado es que una exposición
rápida del cristalino a una dosis superior a 1 Sv puede
generar en unos meses la formación de una opacidad polar
posterior microscópica; y 2 a 3 Sv recibidos en una sola
exposición breve (o la exposición a 5,5 a 14 Sv
acumulada a lo largo de meses) pueden producir cataratas que
dificulten la visión.

Otros tejidos. En comparación con los
tejidos ya mencionados, la sensibilidad de otros tejidos del
cuerpo a la radiación es en general bastante inferior (por
ejemplo, Tabla 48.4); pero, como se verá a
continuación, el embrión constituye una notable
excepción.También conviene destacar que la
radiosensibilidad de cualquier tejido aumenta cuando se encuentra
en estado de crecimiento rápido.

Lesión radiológica de todo el
cuerpo
. La exposición rápida de una parte
importante del cuerpo a una dosis superior a 1 Gy puede producir
el síndrome de radiación agudo, que
comprende:

(1) una fase inicial prodrómica, caracterizada
por malestar general, anorexia,
náuseas y vómitos,

(2) seguida de un período latente,

(3) una segunda fase (principal) de enfermedad
y

(4) por último, la recuperación o la
muerte La fase
principal de la enfermedad adopta por lo general una de las
formas siguientes, según la localización
predominante de la lesión radiológica:

  1. hematológica,
  2. gastrointestinal,
  3. cerebral o
  4. pulmonar

Lesión radiológica localizada. A
diferencia de las manifestaciones clínicas de la
lesión radiológica aguda de todo el cuerpo, que
suelen ser dramáticas e inmediatas, la reacción a
la irradiación muy localizada, tanto si procede de una
fuente de radiación externa como de un radionucleido
depositado en el interior del cuerpo, tiende a evolucionar con
lentitud y a producir pocos síntomas o signos a menos
que el volumen de tejido irradiado y/o la dosis sean
relativamente grandes

SEGURIDAD RADIOLOGICA

El objetivo de la
seguridad radiológica es eliminar o limitar al
mínimo los efectos nocivos de la radiación
ionizante y del material radiactivo en los trabajadores, el
público y el medio ambiente sin
obstaculizar su empleo en
actividades beneficiosas. Casi ningún programa de
seguridad radiológica tendrá que implantar todos y
cada uno de los elementos que se describen a
continuación.

El diseño
de un programa de seguridad radiológica depende de los
tipos de fuentes de radiación ionizante que intervengan y
de la forma en que se utilicen. Se ha propuesto los principios
siguientes, que deben informar la utilización de la
radiación ionizante y la aplicación de las normas de
seguridad radiológica:

1. No debe adoptarse ninguna práctica que
implique exposiciones a la radiación a menos que produzca
un beneficio a los individuos expuestos o a la sociedad
suficiente para compensar el perjuicio que ocasiona la
radiación (la justificación de una
práctica
).

2. En relación con cualquier fuente particular
dentro de una práctica, la magnitud de las dosis
individuales, el número de personas expuestas y la
probabilidad de incurrir en exposiciones cuando no exista
seguridad de que vayan a recibirse deben mantenerse todas tan
bajas como razonablemente se pueda, teniendo en cuenta factores
económicos y sociales.

Este procedimiento
debe estar limitado por restricciones sobre la dosis a individuos
(restricciones de dosis), de manera que se limite la desigualdad
que pueda resultar de los juicios económicos y sociales
inherentes (la optimización de la
protección
).

3. La exposición de individuos resultante de la
combinación de todas las prácticas pertinentes debe
someterse a límites de
dosis, o a algún control del
riesgo en el
caso de exposiciones potenciales, con el fin de garantizar que
nadie se exponga por causa de estas prácticas a riesgos
radiológicos que se consideren inaceptables en
circunstancias normales. No todas las fuentes son susceptibles de
control mediante acción en la misma fuente, y es necesario
especificar las fuentes que se incluirán como pertinentes
antes de seleccionar un límite de dosis (límites
de dosis y de riesgo individuales
)

Existen normas sobre exposición
radiológica de los trabajadores y del público en
general y sobre límites anuales de incorporación de
radionucleidos.

Dosimetría

La dosimetría se utiliza para indicar los
equivalentes de dosis que los trabajadores reciben de los campos
de radiación externos a los que puedan estar
expuestos. Los dosímetros se caracterizan por el tipo de
dispositivo, por el tipo de radiación que miden y por la
parte del cuerpo para la que se indicará la dosis
absorbida. Tres son los tipos principales de dosímetros de
uso más corriente. Se trata de los dosímetros
termoluminiscentes, dosímetros de película y
cámaras de ionización.

Otros tipos de dosímetros son las láminas
de fisión, los dispositivos de registro de
huellas y los dosímetros de "burbuja" de plástico.
Los dosímetros termoluminiscentes son los
dosímetros personales más utilizados. Aplican el
principio de que algunos materiales, cuando absorben
energía de la radiación ionizante, la van
almacenando, de modo que puede recuperarse después en
forma de luz cuando los materiales se calientan. La cantidad de
luz liberada es directamente proporcional, con bastante
exactitud, a la energía absorbida de la radiación
ionizante y, por lo tanto, a la dosis absorbida que ha recibido
el material.

Esta proporcionalidad es válida en un intervalo
muy amplio de la energía de la radiación ionizante
y de las tasas de dosis absorbida. Para el procesamiento exacto
de los dosímetros termoluminiscentes es preciso disponer
de un equipo especial. La lectura del
dosímetro termoluminiscente destruye la información
de dosis que contiene. Pero si se les somete al procesamiento
adecuado, los dosímetros termoluminiscentes son
reutilizables.

El material empleado en dosímetros
termoluminiscentes ha de ser transparente a la luz que emite. Los
materiales más empleados en la fabricación de
dosímetros termoluminiscentes son el fluoruro de litio
(LiF) y el fluoruro de calcio (CaF2). Los materiales pueden
doparse con otros o prepararse en una composición
isotópica específica para aplicaciones
especializadas, como la dosimetría de neutrones. Muchos
dosímetros contienen varias pastillas termoluminiscentes
con diferentes filtros delante de ellas para distinguir entre
energías y tipos de radiación.

La película fotográfica fue el material
más corriente empleado en dosimetría personal antes
de generalizarse la dosimetría termoluminiscente. El grado
de ennegrecimiento de la película depende de la
energía absorbida de la radiación ionizante, pero
la relación no es lineal.

La dependencia de la respuesta de la película
respecto de la dosis absorbida total, de la tasa de dosis
absorbida y de la energía de la radiación es mayor
que en los dosímetros termoluminiscentes y puede limitar
el margen de aplicabilidad de la película. Pero
ésta tiene la ventaja de suministrar un registro
permanente de la dosis absorbida a que ha estado
expuesta.

Pueden emplearse películas de diversas
formulaciones y filtros en disposiciones diferentes para fines
especiales, como dosimetría de neutrones. Igual que en los
dosímetros termoluminiscentes, para el análisis correcto se necesita un equipo
especial. La película es en general mucho más
sensible a la humedad y a la temperatura
ambientes que los materiales termoluminiscentes, y puede dar
lecturas elevadas falsas en condiciones adversas.

Por el contrario, en los equivalentes de dosis indicados
por los dosímetros termoluminiscentes puede influir el
golpe originado por su caída sobre una superficie dura.
Únicamente las organizaciones
muy grandes tienen servicios propios de dosimetría. La
mayoría de ellas obtienen dichos servicios de empresas
especializadas en estas tareas.

Es importante que estas empresas tengan los permisos
adecuados o estén certificadas por organismos
independientes para que pueda confiarse en que los resultados de
la dosimetría serán exactos.

Para obtener información dosimétrica
inmediata se emplean pequeñas cámaras de
ionización, de lectura
directa, también denominadas cámaras de
bolsillo
. Es muy frecuente su uso cuando tiene que entrar
personal en zonas de alta o muy alta radiación, donde se
podría recibir una dosis absorbida grande en muy poco
tiempo.

Las cámaras de bolsillo se suelen calibrar en la
propia instalación y son muy sensibles al choque. Por
consiguiente,7tienen que ser suplementadas siempre
con dosímetros termoluminiscentes o de película,
que son más exactos y fiables, pero que no dan resultados
inmediatos.

Un trabajador necesita dosimetría cuando tiene
una probabilidad razonable de acumular un determinado porcentaje,
por lo general del 5 ó 10 %, del equivalente de dosis
máximo permisible en todo el cuerpo o en ciertas partes de
él. El dosímetro de cuerpo entero debe llevarse a
una altura comprendida entre los hombros y la cintura, en un
punto donde se prevea la exposición
máxima.

Cuando las condiciones de exposición lo
justifiquen, pueden llevarse otros dosímetros en dedos o
muñecas, en el abdomen, en una cinta o sombrero en la
frente, o en un collar, para evaluar la exposición
localizada de las extremidades, de un feto o
embrión, el tiroides o el cristalino de los ojos. Se
recomienda consultar las directrices reglamentarias adecuadas
sobre si se deben llevar dosímetros dentro o fuera de
prendas protectoras, como delantales de plomo, guantes y
collares.

Los dosímetros personales indican
únicamente la radiación a la que ha estado expuesto
el dosímetro. Asignar el equivalente de dosis del
dosímetro a la persona u
órganos de la persona es aceptable si la dosis es
pequeña, trivial, pero si el dosímetro indica dosis
grandes, en especial si superan en mucho las definidas
en

Ropa protectora

La ropa protectora es suministrada por la empresa al
trabajador para reducir la posibilidad de contaminación radiactiva del trabajador o
de su ropa o para el blindaje parcial del trabajador contra la
radiación beta, X o gamma. Ejemplos de lo primero son la
ropa, guantes, campanas y botas anticontaminación.
Ejemplos delo último son los delantales de plomo, guantes
y gafas.

Protección respiratoria

Un dispositivo de protección respiratoria es un
aparato, como por ejemplo un respirador, empleado para reducir la
incorporación de materiales radiactivos aerotransportados
al trabajador. Los empleadores deben utilizar, en la medida que
sea factible, controles de procesos u
otros medios
técnicos (por ejemplo, contención o
ventilación) para limitar las concentraciones de
materiales radiactivos en el aire.

V.
DAÑOS A LA SALUD POR AGENTES QUÍMICOS Y SU CONTROL
Y PREVENCIÓN

Una visión un tanto simplista para entender los
daños a la salud producidos por los agentes
químicos seria clasificar a estos por sus efectos en el
organismo humano por lo que atendiendo a los efectos los agentes
químicos se pueden clasificar en:

  • Irritantes.- Son aquellos compuestos
    químicos que producen una inflamación debida a una acción
    química
    o física
    en las áreas anatómicas con las que entran en
    contacto, principalmente piel y mucosas del sistema
    respiratorio. Por ser todas ellas sustancias muy reactivas,
    el factor que indica la gravedad del efecto es la
    concentración de la sustancia en el medio
    ambiente y no el tiempo de exposición. Las
    sustancias irritantes a su vez se dividen en:
    • Irritantes del tracto respiratorio
      superior
      .- Son sustancias muy solubles en medios
      acuoso (ácidos, bases).
    • Irritantes del tracto respiratorio superior
      y tejido pulmonar.-.
      Son sustancias de solubilidad
      moderada en fluidos acuosos debido a lo cual actúan
      sobre todo el sistema
      respiratorio, (halógenos, ozono, anhídridos
      de halógenos).
    • Irritantes del tejido pulmonar.-. Este
      grupo
      esta constituido por sustancias insolubles en fluidos
      acuosos (dióxido de nitrógeno).
  • Neumoconíoticos.- Son aquellas
    sustancias químicas sólidas que se depositan en
    los pulmones y se acumulan, produciendo una neumopatia y
    degeneración fibrótica del tejido
    pulmonar.
  • Tóxicos Sistemáticos.- Se define
    así a los compuestos químicos que
    independientemente de su vía de entrada, se distribuyen
    por todo el organismo produciendo efectos diversos en el
    organismo.
  • Anestésicos y narcóticos.- Son
    aquellas sustancias químicas que actúan como
    depresores del sistema nervioso
    central. Su acción depende de la cantidad de
    tóxico que llega al cerebro
    (sustancias orgánicas, disolventes
    industriales).
  • Cancerígenos.- Son sustancias que
    pueden generar o potenciar el desarrollo de un crecimiento
    desordenado de células.
  • Asfixiante.- Son sustancias capaces de impedir
    la llegada de oxígeno a los tejidos. Los asfixiantes se
    clasifican en simples y químicos:
  • Asfixiantes simples.- Es todo agente
    químico que sin presentar ningún efecto
    específico y por el solo hecho de estar presente en el
    ambiente, reducen la concentración del oxígeno
    en el aire, generalmente son sustancias inertes
    (dióxido de carbono,
    gases
    nobles, etc.)
  • Asfixiantes químicos.- Son
    sustancias que impiden la llegada del oxígeno a las
    células, bloqueando algunos de los mecanismos del
    organismo. Estas sustancias pueden actuar a nivel de sangre,
    de la células o como el caso del sulfuro de hidrógeno que actúa sobre el
    cerebro paralizando los músculos de la respiración. En este grupo se
    encuentran sustancias tales como: monóxido de carbono,
    ácido cianhídrico, nitratos, nitritos, sulfuro
    de hidrógeno.
  • Alérgicos.- Son sustancias cuya
    acción se caracteriza por dos circunstancias. La primera
    es que no afecta a la totalidad de los individuos, ya que se
    requiere una predisposición fisiológica. La
    segunda es que solo se presenta en individuos previamente
    sensibilizados.
  • Productores de dermatosis.- Son sustancias que
    independientemente de que pueden ejercer otro efectos
    tóxicos sobre el organismo, en contacto con la piel
    originan cambios en la misma, a través de diferentes
    formas:
    • Irritación primaria.
    • Sensibilización
      alérgica
    • Fotosensibilidad.
  • Efectos combinados.- Existen agentes que
    desencadenan uno solo de estos efectos, otros en cambio
    engloban en su acción varios.

Otras circunstancias es la presencia en un mismo
ambiente de contaminantes distintos a un mismo tiempo.
Aquí se tienen tres casos:

  • Efectos simples: Se presentan cuando los
    agentes actúan sobre órganos
    distintos.
  • Efectos aditivos: Son producidos por varios
    agentes químicos que actúan sobre un mismo
    órgano ó sistema fisiológico.
  • Efectos potenciadores: Son producidos cuando
    uno ó varios agentes químicos multiplican la
    acción de otros. El efecto total solo puede calculares
    si se conoce la magnitud de los potenciadores.

No obstante esta clasificación presenta la
desventaja de que una misma sustancia puede estar contenida en
todas las clasificaciones por lo que para poder estudiar los
daños a la salud ocasionados por los agentes
químicos es necesario comprender los siguientes
conceptos:

  • Tóxico. Es toda sustancia de naturaleza
    química que dependiendo de la concentración que
    alcance en el organismo y en el tiempo en que esto suceda, va a
    actuar sobre los sistemas biológicos bien definidos,
    causando alteraciones morfológicas, funcionales o
    bioquímicas que ocasionan enfermedad o incluso la
    muerte.
  • Venenos. Son substancias químicas con
    las mismas características que los tóxicos pero
    de origen vegetal u obtenidas a partir de las secreciones de
    determinados animales.
  • Toxicología Es la ciencia
    que estudia los mecanismos de acción de los
    químicos en los sistemas biológicos, los efectos
    adversos ocasionados y la manera de prevenirlos o curarlos. Es
    una ciencia multidisciplinaria que se apoya en la
    química, la biología, la
    fisiología, la farmacología, la
    patología, la bioquímica, la inmunología y la Salud
    Pública.

A su vez, y debido a su amplio campo de acción el
estudio de la Toxicología se ha dividido en varias ramas
siendo de particular interés para nuestro caso la
siguiente:

  • Toxicología laboral. Dirige su objeto de estudio a
    la identificación de los agentes tóxicos
    presentes en el medio ambiente de trabajo y en los modos de
    producción, determinando los mecanismos de
    acción de los tóxicos, así como las
    medidas de prevención, el control de la
    exposición de los trabajadores y los limites de
    exposición segura permisibles.

Con estas definiciones nos damos cuenta que lo primero
que debemos de estudiar es como ingresa el contaminante a nuestro
organismo.

El organismo humano frente a un medio natural
está protegido eficazmente por medio de la piel que le
cubre totalmente. La piel esta considerada como un verdadero
órgano y como tal tiene funciones específicas, una
de ellas es la de producir compuestos que anulen la acción
de los agresivos químicos y microbianos. En las aberturas
naturales del cuerpo, la piel cambia de aspecto y recibe el
nombre de mucosa.

La propia piel o las mencionadas aberturas, serán
los caminos de entrada del contaminante. Así pues los
tóxicos industriales tiene cuatro vías
fundamentales de entrada al organismo.

  1. Vía respiratoria
  2. Vía dérmica
  3. Vía digestiva
  4. Vía parenteral

1. Vía respiratoria.- Se entiende como
tal el sistema formado por: nariz, boca, laringe, bronquios,
bronquiolos y alvéolos pulmonares. Es la vía de
entrada más importante para la mayoría de los
contaminantes químicos, en el campo de la higiene
industrial. Al ser necesaria la inhalación del aire en
el funcionamiento normal del organismo, el contaminante que lo
acompaña penetra fácilmente, posibilitando el
contacto del tóxico con zonas muy vascularizadas
ó incluso, en donde se van a realizar los intercambios
sangre-aire, en los alvéolos pulmonares. Cualquier
sustancia suspendida en el aire puede ser inhalada, pero solo
las partículas que posean un tamaño adecuado
llegaran a los alvéolos.

El tamaño de la partícula será
fundamental, ya que la posibilidad de que la partícula
de polvo llegue a la zona alveolar, disminuye con el
tamaño.

En el tracto respiratorio superior, las
partículas de gran tamaño son afectadas por la
gravedad por lo que se depositan por choques.

En la laringe y faringe, se depositan por gravedad en
los momentos entre las aspiración y la
espiración.

En los alvéolos las partículas (
<2 ) se acercan a las paredes por difusión
molecular. En esta zona existen células,
macrófagos o coniofago que envuelven la
partícula, pudiendo anular el efecto tóxico de
esta.

La cantidad total de un contaminante absorbida por
vía respiratoria es función de la
concentración en el ambiente, del tiempo de
exposición y de la ventilación
pulmonar.

No todos los contaminantes se quedan en el
pulmón algunos logran traspasar al torrente
sanguíneo ocasionando distintos tipos de daños en
función de la naturaleza de la sustancia
química

2. Vía dérmica.- Es la segunda
vía en importancia en higiene industrial. La entrada a
través de la piel es una forma común de
intoxicación industrial y ocurre cuando el cuerpo
está directamente expuesto a sustancias tóxicas (
venenosas o dañinas ). La piel tiene una capa protectora
de grasa y proteína que ayuda a prevenir el daño
o la penetración de compuestos químicos
peligrosos

Algunos compuestos como los fenoles o el ácido
carbónico, pueden atravesar la piel sin ser detectados;
otros como el ácido trifluoroacético, queman la
piel. A veces las sustancias reaccionan con las proteínas de la piel, causando
alergias.

Cuando un compuesto atraviesa la piel puede ser
absorbido y pasar a la corriente sanguínea y
distribuirse así por todo el cuerpo. La lesión
mecánica en casos de ulceración
suministra una vía de entrada eficaz para poner en
contacto el tóxico con la corriente sanguínea. Un
tóxico frente a la piel, puede actuar de la siguiente
forma:

a).- Reacción directa: Por ejemplo productos
cáusticos.

b).- Penetración: Lesión mecánica, disolución en algunos
de los medios líquidos superficiales,
filtración por poros, canales, etc.

No todas las sustancias pueden penetrar a
través de la piel, ya que para algunas la piel es
impermeable. De todas las que penetran a través de la
piel, unas los hacen directamente y otras vehiculizadas por
otras sustancias.

La absorción a través de la piel debe
tenerse presente en Higiene Industrial, ya que su
contribución a la intoxicación suele ser
significativa y para algunas sustancias es incluso la
vía principal de penetración.

La temperatura y la sudoración pueden influir
en la absorción de tóxicos a través de la
piel.

3.-Vía digestiva.- Se entiende como tal
el sistema formado por: boca, esófago, estómago,
intestinos. Esta vía es menos importante que la
respiratoria y la dérmica, pero el contacto bucal con
manos, alimentos, o
cigarrillos contaminados ocurre y es peligroso para el
trabajador que maneja tóxicos potentes como el plomo o
arsénico. Una vez ingeridas, las sustancias entran el
aparato digestivo, pero no todo lo que se ingiere pasa al
sistema sanguíneo de inmediato.

Uno de los mecanismos de defensa naturales del
organismo es su poder para elegir que sustancias absorbe el
aparato
digestivo; aquellas que son dañinas son absorbidas
lentamente y en pequeñas cantidades. Sin embargo, una
vez que una sustancia es absorbida por la corriente
sanguínea va directamente al hígado, que intenta
modificarla químicamente para hacerla menos venenosa. El
hígado no siempre consigue esto y puede a su vez sufrir
daño al tratar de actuar sobre muchos
tóxicos.

Es necesario tener en cuenta los contaminantes que se
pueden ingerir disueltos en las mucosas del sistema
respiratorio que pasan al sistema
digestivo, siendo luego absorbidos por este.

4.- Vía parenteral.- Se entiende como
tal la penetración directa del contaminante en el
organismo a través de una discontinuidad de la piel (
herida, punción ).

Las substancias tóxicas son generalmente
transportadas por el torrente sanguíneo a las diversas
partes del organismo, aunque en ocasiones son también
transportados por la linfa y por los macrófagos. La mayor
parte de los tóxicos entran por la sangre y se distribuyen
dentro de los líquidos intersticiales, por ello la
duración de la fase inicial generalmente depende del gasto
cardiaco, de la circulación general y del flujo
sanguíneo regional, algunas substancias tóxicas
tienen alguna afinidad especial y se pueden almacenar en
algún tejido específico al cual se le denomina
órgano blanco, retardando su excreción y
prolongando la duración de sus efectos
tóxicos.

Las sustancias toxicas ya dentro del organismo pasan por
un proceso de biotransformación que consiste en la
secuencia de cambios químicos y conversiones para producir
productos más solubles o polares fáciles de
eliminar del organismo vivo. Estos cambios generalmente se
realizan en el hígado, pero también pueden llevarse
a cabo en el plasma, los pulmones y otros tejidos. Esta
biotransformación generalmente ocasiona
inactivación del tóxico, aunque ocasionalmente
puede aumentar el grado de toxicidad de la sustancia, dependiendo
de sus características químicas.

Si la sustancia puede ser manejada por el organismo no
pasa por este proceso tal es el caso del plomo pero ya sea que
sean biotransformada o no las substancias tóxicas pueden
ser eliminadas o excretadas del organismo vivo, Los
órganos excretores pueden ser los pulmones, los
riñones, el tubo digestivo a través de las heces,
la saliva o el vómito, el sudor
a través de la piel; así como las glándulas
de secreción externa a través de la leche materna
y otros líquidos corporales, lamentablemente cuando este
fenómeno ocurre es por que ya ocasiono algún
daño en el organismo.

El tiempo que tarda la concentración
sanguínea en plasma de una sustancia para disminuir hasta
50% se denomina tiempo medio, por otra parte, el tiempo que se
tarda en eliminar el 50% de la sustancia se denomina vida
media,

Los siguientes factores determinan la magnitud, velocidad,
intensidad y severidad de la respuesta tóxica:

A) FACTORES DE EXPOSICIÓN:

  • Duración de la Exposición
  • Frecuencia de la Exposición
  • Vía de exposición

B) FACTORES DEL AMBIENTE:

  • Temperatura y Clima
  • Presión Atmosférica
  • Humedad del Ambiente

C) FACTORES DEL ORGANISMO VIVO:

  • Edad
  • Género
  • Peso Corporal
  • Estado Nutricional
  • Nivel de Salud
  • Susceptibilidad Individual

La exposición industrial a agentes
químicos puede ser de dos tipos: exposición
crónica y exposición aguda.

1 Exposición crónica Es aquella
cuando el organismo absorbe pequeñas cantidades del
contaminante durante un período prolongado de tiempo. Si
consideramos la dosis diaria recibida, independientemente,
diríamos que su efecto tóxico es de poca
importancia, sin embargo debemos considerar que estas
pequeñas cantidades se acumulan por período
largos de tiempo (meses, años) y que en el transcurso de
éste el tóxico poco a poco va dañando la
salud del trabajador.

2. Exposición aguda. Este tipo de
exposición sucede cuando se somete al organismo a
concentraciones elevadas en un período corto de tiempo
(minutos) es decir, la exposición ocurre
rápidamente y tiene como consecuencias daño
inmediato a la salud.

Los síntomas comúnmente encontrados en
este tipo de intoxicaciones son:

  • Cianosis de aparición brusca
  • Salivación o Sudoración
    aumentadas
  • Gingivitis o Aliento con olor al
    tóxico
  • Nausea, Vomito o Diarrea
  • Hipertermia
  • Micción Teñida
  • Alteraciones del Ritmo Respiratorio
  • Pupilas Contraídas o Dilatadas
  • Confusión Mental o Estupor
  • Perdida del Estado de Conciencia
  • Convulsiones

El efecto en la salud de una sustancia química no
esta determinada solamente por la toxicidad de la misma sino que
depende de la dosis (cantidad) que recibe el organismo, por
ejemplo una sustancia considerada como poco tóxica
podrá producir un grave efecto en el organismo; sí
se encuentra en cantidades sumamente elevadas y por el contrario,
una sustancia altamente tóxica puede estar presente en el
organismo en pequeñas cantidades, sin producir
ningún efecto adverso.

Por lo tanto el potencial tóxico de una sustancia
estará definido por la relación entre la dosis y el
efecto que produce en un sistema biológico.

Para cada sustancia química existe una
relación entre dosis y respuesta para los diversos tipos
de efectos toxicológicos . A medida que aumenta la dosis,
aumenta también el porcentaje de individuos que sufren
algún tipo de secuela en su salud. Para los agentes
carcinógenos, se cree que existe una dosis de umbral que
se define como el nivel en que "no existen efectos adversos
observables". Se cree que el cuerpo es capaz de manejar toda
aquella exposición a una sustancia química cuya
dosis sea menor a la del umbral, sin que sufra efectos
nocivos.

No obstante, en el caso de los carcinógenos, se
piensa que no existe umbral y que incluso una pequeña
cantidad de moléculas de carcinógeno puede, en un
momento dado, producir alteraciones en el DNA y provocar
cáncer. Lo mismo sucede con la curva de relación
entre dosis y efecto, en la cual, la severidad de las
consecuencias que sufre el individuo
aumenta directamente proporcional en relación a la
dosis.

Como podemos observar va depender de cada sustancia el o
los efectos asociados a la exposición por lo que es
importante que se cuenten con las hojas de seguridad así
como la
comunicación de riesgos las cuales se deberán
de interpretar de la siguiente manera:

Para ver la siguiente tabla
seleccionar "Descargar" del menú superior

 

Esta tabla nos da un primer contacto con los
daños de cada sustancia en función de su
clasificación y su hoja de seguridad, otra forma es a
través de bases de datos en
donde se especifica el daño por órgano como la
siguiente:

Para ver la
siguiente tabla seleccionar "Descargar" del menú
superior

En el caso especifico de la empresa tenemos que los
polvos como el cemento,
caliza, arcilla etc que son los principales contaminantes
presentes en el medio ambiente de trabajo, ingresan al organismo
por vía respiratoria, aquellas partículas que
oscilan entre 1 y 2 entran a los bronquios
terminales y a las unidades respiratorias, de aquí una
porción sustancial es removida por el aire espirado y por
el sistema muco ciliar de depuración pulmonar, de las
restantes muchas partículas son fagocitadas y eliminadas
pero otra parte puede producir enfermedades crónicas por
alteraciones de las vías aéreas y del
parénquima pulmonar, esto genera síntomas
respiratorios como son tos, presencia de expectoración,
dificultad respiratoria, disnea, presencia de bronquitis,
sinusitis y asma lo que
origina una disminución en la capacidad ventilatoria
pulmonar

Por lo que si se toma un tele de tórax se
observaran opacidades irregulares de diferentes tamaños y
engrosamiento de la pleura

Los fundamentos básicos de todo control de riesgo
se basa en los principios, en el orden en que son
enumerados:

a) Eliminación de la fuente de riesgo

b) Aislamiento de la fuente

c) Protección del trabajador

d) Disminución de la exposición ( en
algunos casos )

Basados en estos principios, el control de agentes se
planeará tomando en consideración primero la
posibilidad de eliminación total del agente: si este no
fuera posible, su aislamiento ó extracción del
ambiente donde se encuentra el trabajador; si esto no fuera
posible, ó mientras se adoptan cualquiera de las medidas
anteriores, proporcionar equipo de protección personal si
esto no fuera posible y solo en muy determinados casos, la
reducción del tiempo de exposición a límites
mínimos que aseguren el mínimo de probabilidad de
daño.

En la mayoría de los casos en donde se aplica
esta ultima medida de control, se presenta un grave inconveniente
que debido a la necesidad operacional del trabajo, regularmente
se aumenta el número de personas expuesta al agente, un
menor tiempo cada una de ellas y el daño a la salud se
depender de la susceptibilidad de un número mayor de
trabajadores.

1. Eliminación de la fuente de
riesgo

Generalmente cuando se piensa en el control de un
agente, se piensa primero en el aislamiento de la fuente ó
en demasiadas ocasiones solo en la protección personal,
antes de pensar en el de eliminación parcial ó
definitiva de la fuente. En muchos casos no nos damos cuenta que
a veces la sustitución de material por otro menos
perjudicial ó un cambio en el proceso, o un cambio en el
equipo, puede ser mas práctico y económico,
además de que este método de
control es el más efectivo. Hay ocasiones en que
resultará impracticable el cambio de proceso sustituto de
aplicar.

2. Aislamiento de la fuente

El aislamiento se puede llevar a cabo por medio de
barreras ó de distancia.. El aislamiento de un proceso
donde se encuentra a presente un agente es tal vez la
técnica de control más costosa y probablemente la
menos usada. Sin embargo actualmente es posible observar en la
industria cada vez más procesos susceptibles de ser
operados a control remoto, además de que en principio no
existe probablemente un proceso que no pueda ser operado a
control remoto, computadoras
de proceso, etc.

El aislamiento sin embargo, puede resultar nulo como
medida de control, cuando el hombre
tenga que traspasarlo por cualquier causa.

3. Ventilación y
Extracción

La ventilación y extracción son usadas
comúnmente para control de calor y agentes Tóxicos
en el ambiente. Es común ver equipo de ventilación
y extracción por todas partes, aunque la mayoría de
las veces mal diseñado y utilizado inadecuadamente para el
control de ambiente ocupacional.

En un buen sistema local de extracción deben
considerarse siempre dos factores principales:

a) La toma ó campana de extracción debe
cubrir al proceso ó equipo tanto como sea
posible.

b) La extracción debe ser de tal magnitud que
asegure que la dirección del aire sea siempre hacia la
toma ó campana.

Siempre que se tomen en cuenta estos factores no
habrá fugas del agente hacia el medio y podrá ser
que el sistema de extracción es adecuado.

Los problemas que
se presentan más comúnmente en sistemas de
extracción, además de diseños inadecuados,
son los siguientes.

1) La interconexión de varios sistemas de
extracción hasta que el sistema total deja de trabajar
eficientemente. Es importante pensar en la capacidad de
extracción del equipo.

Es común encontrar la creencia de que una
extracción excesiva es un lujo y una exageración
y que no es posible derrochar el dinero en
algo que puede suplirse con sistema de extracción
menor.

2) Hay que considerar el principio " proporcionar
siempre la misma cantidad de aire que se va e extraer " . Un
sistema de extracción requerirá siempre uno de
ventilación, ya sea natural o forzada. En ocasiones este
suministro de aire se hace filtrando, acondicionando ó
utilizando tomas de aire situadas a alturas tales que no
permitan la entrada de inflamables ó tóxicos del
exterior.

3) Recirculación del aire de extracción.
En ocasiones la ó salida del sistema de
extracción y las tomas de aire de admisión se
encuentran tan cercanas que fácilmente se recircula el
aire contaminado que ha sido expulsado. Esto también
ocurre cuando las chimeneas y ductos de admisión se
encuentran sobre un mismo techo, donde puede formarse una nube
de materiales expulsados que puede ser atrapada por la
admisión.

Siempre que haya expulsión de materiales
altamente tóxicos, altamente peligrosos y muy molestos,
debe estudiarse la posibilidad de una recirculación
inadvertida a través de tomas de aire ventanas,
tragaluces, aberturas, etc.

4. Protección del trabajador

Es un principio fundamental que el equipo de
protección personal es el último recurso para el
control ambiental y se usará solo cuando no pueda usarse
un tipo de control de ingeniería.

El equipo de protección personal será
aceptado en los siguientes casos:

a) En ambientes nocivos, en todos los casos, mientras
se aplican medidas de control de fuente ó su
aislamiento.

b) Donde no se puede aplicar estas medidas de control
ó durante exposiciones cortas, en las que no sea
práctico adoptarlas.

c) Como medida adicional de seguridad, cuando existan
riesgos de exposición súbita poco
frecuente.

d) En situaciones de emergencia, como
evacuación

Protección respiratoria

Es común suplir los sistemas de extracción
por protección respiratoria y cuando se piensa así
no se ha advertido que los equipos de protección
respiratoria definitivamente no son baratos y que no siempre
proporciona la protección adecuada.

Los respiradores se diseñan solo para proteger
solo contra tipos específicos de sustancias y en
determinadas concentraciones dependiendo de su tipo. Sin embargo
conociendo plenamente sus limitaciones, los respiradores y
mascarillas se recomiendan para muchas operaciones.

Un equipo confiable debe estar siempre respaldado por un
fabricante que asegure que el equipo cumple satisfactoriamente
con los estándares internacionales fijados para prueba y
funcionamiento.

  • Respirador de filtro

Se usan para prevenir la inhalación de
partículas suspendidas en forma de polvos y humos ó
de nubes y nieblas de distintos materiales. Constan de un filtro
mecánico adaptado ó no a una mascarilla que cubre
parcial ó totalmente la cara. Protege contra polvos como
arena, silice ó carbón; contra nieblas de
óxido de plomo, humos de metales como
cadmio u óxido de berilio ó para polvos radiactivos
como plutonio. Para cada tipo de sustancia y tamaño de
partícula, habrá un filtro adecuado.

  • Limitaciones:

Debe estarse seguro siempre
que existe suficiente oxígeno en la atmósfera que se va a respirar y que las
únicas sustancias tóxicas presentes en el
ambiente son aquellas que el filtro pude separar. Puede haber
posibilidad de fugas por mala colocación de la
mascarilla, del filtro o falla de los sellos.

  • Respirador de gases y vapores

Protegen contra inhalación de sustancias
presentes en el ambiente en forma de gases y vapores, contiene un
cartucho o un canister lleno de un material que absorbe ó
reacciona con el gas del ambiente;
los cartuchos están diseñados, para sustancias
específicas y no pueden ser usados para proteger de
sustancias distintas. Existen cartuchos que protegen en general
contra vapores, ácidos y otras para vapores
orgánicos.

  • Limitantes:

Debe haber un contenido de oxígeno suficiente
en el ambiente debe usarse el cartucho adecuado a la sustancia
presente y debe evitarse su uso donde se encuentren presentes
partículas de materiales tóxicos.

Una vez que es abierto el cartucho y se ha empezado a
usar, se empieza agotar su contenido. Algunos cartuchos cambian
de color al agotarse, en otros el olor al gas tóxicos
pasando a través del cartucho es el único medio
para determinar que se ha agotado. No pueden ser usadas en
concentraciones demasiado elevadas de un gas tóxico,
dependiendo de la sustancia y tienen el mismo riesgo de fuga
que la mascarilla de filtro.

  • Respiradores con suministro de aire.

Consisten en una fuente de aire u oxígeno
conectado a una mascara un capuchón y pueden usarse bajo
cualquier condición tóxica y de contenido de
oxígeno del ambiente. El suministro de aire puede ser a
través de un cilindro de aire u oxígeno comprimido
ó por una manguera de extensión larga conectada a
un sistema fijo de aire.

Protección de la piel

El primer equipo a considerar es la propia ropa de
trabajo, que debe ofrecer una protección adicional que la
que proporcionaría la ropa de calle. Otro equipo
común son los guantes, botas, pectorales etc. Hasta trajes
totalmente aislados y con suministro autónomo de
aire.

La ropa protectora incluye la protección contra
grasa ó suciedad, calor ó frío, sustancias
tóxicas, materiales radiactivos y agentes
bacteriológicos.

Estos dos últimos normalmente deben ser
descontaminados después de su uso para evitar trasmitir
materiales hacia el exterior.

 

Este manual fue creado
y recopilado por:

M. en C. Germán Pichardo
Villalón

M. en C. Juan Alfredo Sánchez
Vázquez

M. en C. Juan Carlos Sánchez
Gómez

Miembros del grupo ACRI

Se autoriza su reproducción únicamente para fines
didácticos a la Sociedad de Especialistas en Medicina del
Trabajo, A.C.

â Derechos
reservados.

Parte del contenido es recopilación
bibliográfica.

 

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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