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La Internación Domiciliaria Reduce los Costos en Salud



     

     

     

    Introducción

    La modalidad de Internación Domiciliaria (ID) fue
    inaugurada en 1947 en Nueva York, Estados Unidos, por el Dr.
    Bluestone, del Hospital "Montefiori"; como una extensión del
    hospital hacia el domicilio del paciente. Las razones para crear
    esta primera unidad de ID en el mundo eran descongestionar las
    salas hospitalarias y brindar a los pacientes un ambiente más humano, y
    favorable para su recuperación. Desde entonces ha habido
    múltiples experiencias de este tipo tanto en Estados Unidos
    como en Europa, con estructuras y procedimientos adaptados a cada
    sistema nacional de salud. (1-3)

    A partir de los años sesenta en Canadá
    comenzaron a funcionar servicios de ID orientados a
    pacientes quirúrgicos dados de alta tempranamente. En
    hospitales de Montreal se realizó, en 1987, una experiencia
    piloto (Hopital extra mural) que consistía en la administración de
    antibióticos parenterales en el domicilio de pacientes con
    problemas agudos.
    (1-3)

    En Europa, el Hospital de Tenon en París, Francia, fue el primero en
    crear una unidad de hospitalización domiciliara en 1951.
    Más tarde, en 1957, se estableció el Santé
    Service, organización no
    gubernamental sin fines de lucro que aún hoy sigue prestando
    asistencia sociosanitaria a domicilio a pacientes con enfermedades crónicas y terminales.
    (1)

    En el Reino Unido, la ID, fue introducida en 1965 con el
    nombre de Hospital Care al Home. En Alemania y Suecia fue
    desarrollada durante loa años setenta, y en Italia –con el nombre de
    Ospedalizzacione a Domicilio-, recién a comienzos de los
    años ochenta. En España llega en el año
    1982, tomando gran empuje en los noventa sobre todo en el
    País Vasco y en la Comunidad Valenciana.
    (1-2)

    Dado el desarrollo irregular de la ID
    en Europa, tanto cualitativamente como cuantitativamente, la
    Oficina Europea de la Organización Mundial de
    la Salud coordina desde 1996 el programa From Hospital to Home
    Health Care, dirigido a promover, estandarizar y registras
    más adecuadamente esta modalidad asistencial. (1)

    La internación hospitalaria no es la panacea para
    el paciente y la familia. Suele ser
    estresante y agotadora tanto física como emocionalmente. Su costo para el sistema de salud es
    muy alto, existiendo una tendencia mundial a dejar las camas
    hospitalarias para la patología aguda
    descompensada.

    La ID es una respuesta concreta a las necesidades de
    atención de la salud de
    las personas. Una alternativa asistencial pensando en la salud
    desde un punto de vista integral, ligado a valores como la convivencia
    familiar, entorno, afecto y responsabilidad participativa
    y conjunta no exclusivamente médica.

    Es una práctica que apunta a estar mas cerca de los
    ciudadanos que necesitan ser atendidos, una concepción
    moderna que combina la eficiencia de un equipo de salud
    interdisciplinario con recursos técnicos de
    actualidad para lograr así una prestación ambulatoria
    cuyo papel fundamental es resguardar la autonomía y calidad de vida del paciente.
    Este perfil propio y único contribuye a la descentralización
    hospitalaria de los enfermos y a la vez a la
    institucionalización de un accionar interdisciplinario. El
    hecho de asumir los múltiples aspectos que hacen a la salud
    de las personas implica la aceptación y valoración de
    otras miradas profesionales que permitan evaluar las condiciones
    emocionales, socioeconómicas, culturales, y habitacionales
    en la que se encuentra el enfermo.

    Esta modalidad de atención requiere de un gran
    compromiso del equipo de salud quien se relaciona con el paciente
    en un escenario ajeno al soporte institucional que le confiere el
    hospital. Esta situación le exige a los profesionales
    elaborar respuestas inmediatas y puntuales generando así una
    actitud pro-activa frente a
    las situaciones adversas que se puedes presentar.

    Demanda una estricta planificación del
    trabajo tanto en las
    especialidades médicas como de enfermería, para mantener un
    exhaustivo control y valoración de los
    síntomas físicos y psíquicos.

    Potencia la calidad de vida del paciente,
    respetando el derecho a la intimidad, a permanecer en su
    ambiente, a compartir con su entorno afectivo esta etapa de su
    vida y a la vez permite a sus seres queridos proporcionarle
    cuidados con efectividad y cariño.

    Disminuye el número de ingresos y estancias
    hospitalarias optimizando los recursos económicos lo que
    contribuye a ampliar la calidad y cobertura
    asistencial.

    Una de las consecuencias del actual crecimiento de la
    longevidad es el predominio de las enfermedades crónicas y
    sus complicaciones. A medida que aumenta el número de
    ancianos y la esperanza de vida, se hacen más frecuentes las
    complicaciones por enfermedades crónicas degenerativas
    (secuelas de accidentes cerebrovasculares
    cerebrales y fracturas por caídas, limitaciones provocadas
    por enfermedades cardiovasculares
    y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, demencia
    causada por enfermedades mentales como la demencia de Alzheimer, por la diabetes o por enfermedades
    terminales, etc). Estas enfermedades son la principal causa de
    muerte en los ancianos y
    también sus problemas de salud más prevalentes,
    incrementando vertiginosamente la demanda asistencial y los
    costos sanitarios. (2).

    En este contexto se plantea la necesidad de transformar
    y reorganizar los sistemas y servicios de salud,
    garantizando el acceso oportuno, adecuado y de calidad a toda la
    población. De ahí
    que se hayan desarrollado en muchos países diferentes
    programas y alternativas
    institucionales, ambulatoria de domiciliarias, encaminadas a
    mejorar la situación sanitaria y auxiliar en el proceso de establecer
    prioridades. La ID es una de ellas. (2)

    Por todo lo anteriormente expuesto consideramos que la
    ID es una alternativa del sistema de salud que mejora la calidad
    de vida del paciente, los familiares y reduce los
    costos.

    La ID es una alternativa costo efectiva de la
    Internación Hospitalaria aunque esto es de público
    conocimiento, son pocos los
    estudios publicados que así lo demuestran. (4).

    Los objetivos de este trabajo son
    demostrar la reducción de los costos del sistema de salud
    implementando un servicio de ID.

     

    Materiales y
    Métodos

    Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo,
    analizando 82 pacientes que ingresaron al servicio de ID de un
    Hospital de Comunidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre el 22 de
    abril y el 30 de septiembre del corriente año. Se recabaron
    los siguientes datos: edad, sexo, patología,
    días de internación en ID, visitas médicas, de
    especialistas, enfermería y kinesiología.

    Se dividieron los pacientes en grupos según las siguientes
    patologías: Enfermedades Respiratorias (Epoc,
    Bronconeumonía, Bronquitis, Canalicular,
    Broncoaspiración, Catarro de Vías Aéreas
    Superiores y Bocio Endotorácico); Enfermedades
    Cardiovasculares (Insuficiencia Cardíaca,
    Arritmias, Trombosis Venosa Profunda); Enfermedades
    Genitourinarias (Infección Urinaria,
    Fístula Vesical, Insuficiencia Renal);
    Trastornos Ortopédicos (Infección Protesis,
    Infección de Cadera, Fractura de Húmero,
    Amputación) Enfermedades Neurológicas (ACV, AIT,
    Cuadriparecia); Enfermedades de la Piel (Escaras, Ulceras);
    Pacientes Terminales; Tumores; Enfermedades Digestivas (Hepatitis) y otros (Sepsis e
    Hipoglucemia).

    Para calcular los costos de ID se tomó el valor diario de
    Internación Hospitalaria ($ 180), tomándolo como
    referencia para calcular el hipotético gasto de los
    pacientes de ID si hubieran estado internados en el
    hospital. También se tomaron los gastos de visita médica o
    especialista ($ 27), enfermería ( $ 14,50) y
    kinesiología ($ 18).

     

    Resultados:

    Se atendieron 82 pacientes, 50 mujeres (61 %) y 32
    varones (39 %), con un promedio de edad de 81,14 años para
    las mujeres y 70,94 años para los hombres. (Cuadro
    A).

    Se asistieron las siguientes patologías:
    Enfermedades Respiratorias, 24 pacientes (29,26 %); Enfermedades
    Cardiovasculares, 14 pacientes (17,07 %); Enfermedades
    Genitourinarias, 8 pacientes (9,75 %); Trastornos
    Ortopédicos, 8 pacientes (9,75 %); Enfermedades
    Neurológicas, 7 pacientes (8,50 %); Enfermedades de la Piel,
    6 pacientes (7,32 %); Pacientes Terminales, 5 pacientes (6,09 %);
    Tumores, 4 pacientes (4,87 %); Enfermedades Digestivas, 3
    pacientes (3,65 %) y otros, 3 pacientes (3,65 %.

    Los veinticuatro pacientes con enfermedades
    respiratorias tenían un promedio de edad de 82,12 años
    (58-100), estuvieron en ID 194 días a un costo
    hipotético de $ 34.920. Se gastó $ 1.161 en cuarenta y
    tres visitas médicas; $ 565,5 en treinta y nueve visitas de
    enfermería y $ 612 en treinta y cuatro visitas de
    kinesiología, totalizando $ 2.338,50; un 93,3 % menos de
    costo.

    Los catorce pacientes con enfermedades cardiovasculares
    tenían un promedio de edad de 79,78 años (68-94),
    cumplieron en ID 89 días a un costo hipotético de $
    16.020. Gastándose $ 729 en veintisiete visitas médicas
    y $ 594,50 en cuarenta y una visitas de enfermería,
    totalizando $ 1.323,50; un 91,74 % menos de costo.

    El promedio de edad en los ocho pacientes con trastornos
    ortopédicos fue de 64,37 años (24-85). Cumplieron 152
    días de ID a un costo hipotético de $ 27.360. Se
    gastaron $ 891 en treinta y tres visitas médicas; $2.073,50
    en ciento cuarenta y tres visitas de enfermería; $ 342 en
    diecinueve visitas de kinesiología y $ 351 en trece visitas
    de otros especialistas, totalizando $ 3.675,50; un 86,57 % menos
    de costo.

    Los ocho pacientes con enfermedades genitourinarias
    tuvieron un promedio de edad de 85,37 años (71-93).
    Estuvieron 75 días en ID a un costo de hipotético de $
    13.500; gastándose $ 486 en dieciocho visitas médicas y
    $ 420,50 en veintinueve visitas de enfermería; totalizando $
    906,50; un 93,29 % menos de costo.

    Siete pacientes fueron atendidos por enfermedades
    neurológicas, con un promedio de edad de 73 años
    (37-97). Estuvieron en ID 53 días, con un gasto
    hipotético de $ 9.540. Se gastaron $ 297 en once visitas
    médicas; $130,50 en nueve visitas de enfermería y $ 270
    en quince visitas de kinesiología; totalizando $ 697,50; un
    92,69 % menos de costo.

    Seis pacientes fueron atendidos por enfermedades de la
    piel, con un promedio de edad de 79,16 años (70-90). El
    gasto hipotético de 110 días de ID fue de $ 19.800.
    Estos pacientes requirieron dieciocho visitas médicas a un
    costo de $ 486; setenta y seis visitas de enfermería a un
    costo de $ 1.102 y ocho visitas de especialistas a un costo de $
    216, totalizando $ 1.804, un 90,89 % menos.

    Hubo cinco pacientes terminales internados con un
    promedio de edad de 54 años (34-82). Cumplieron 120
    días de ID con un hipotético costo de $
    21.600.

    Estos pacientes requirieron veinte visitas médicas
    a un costo de $ 540; cuarenta y dos visitas de enfermería a
    un costo de $ 609; diecinueve visitas de kinesiología a un
    costo de $ 342 y tres visitas de otros especialistas a un costo
    de $ 81, totalizando $ 1.572, un 92,73 % menos de
    costo.

    Los cuatro pacientes internados con tumores tenían
    un promedio de edad de 76 años (66-89); estuvieron 30
    días en ID con un costo hipotético de $ 5.400.
    Requirieron sólo siete visitas médicas a un costo de $
    189, un 96,5 % menos.

    El promedio de edad de los tres pacientes internados con
    enfermedades digestivas fue de 67,33 años (39-86).
    Cumplieron 48 días de ID con un costo hipotético de $
    8.640. Se gastaron $ 270 en diez visitas médicas; $ 290 en
    veinte visitas y $ 27 en una visita de especialista, totalizando
    $ 587, un 93,21% menos.

    Tres pacientes estuvieron internados por otras causas,
    con un promedio de edad de 85,6 años (78-93). Estuvieron
    internados 40 días a un costo hipotético de $ 7.200. En
    estos pacientes los gastos fueron los siguientes: $ 189 en siete
    visitas médicas; $ 72,50 en cinco visitas de
    enfermería; $ 90 en cinco visitas de kinesiología y $
    27 en una visita de otro especialista, totalizando $ 378,50; un
    94,75 % menos de costo.

     

    Discusión

    El perfil de los pacientes estudiados correspondió
    a pacientes ingresados con un proceso crónico y predominio
    del sexo femenino, cuyo porcentaje fue aumentando con la edad.
    Estos datos son similares a los obtenidos en otros
    estudios.(2).

    Por otro lado los veinticuatro pacientes con
    enfermedades respiratorias (29,26%) resultaron ser los más
    atendidos por el servicio de ID, coincidiendo con el principal
    diagnóstico de ID en
    España, a diferencia de Canadá, Estados Unidos, Francia
    y Reino Unido cuyos principales diagnósticos de ID son
    enfermedades del aparato circulatorio, para los
    dos primeros y de tumores y trastornos ortopédicos para los
    últimos respectivamente. Esto coincide ya que la
    mayoría de los pacientes son nacidos en la península
    ibérica o descendientes directos de españoles.
    (1)

    Los costos de la ID fueron ostensiblemente menor
    comparándolo con el valor día de internación si
    los pacientes hubieran cumplido los días de ID en el Centro
    de Salud. Los gastos de la ID fueron comparativamente menores a
    los costos en el Centro de Salud, con un porcentaje de: 93,3 %
    menos para las enfermedades respiratorias; 91,74 % para lo
    enfermos cardiovasculares; 86,57% para los tumores, 93,29 % para
    las enfermedades genitourinarias; 92,69 % para las enfermedades
    neurológicas; 90,89 % para las enfermedades de la piel;
    92,73 % para los pacientes terminales; 96,5 % para los tumores;
    93,21 % para las enfermedades digestivas y 94,75 % para otras
    enfermedades.

    Estos costos son menores en comparación con otros
    trabajos (4-5-6)

     

    Conclusiones

    Las razones del interés que despierta la ID
    tienen sustento en dos puntos de vista. Por un lado están
    las consideraciones sobre efectividad. Se reconoce que el sistema
    de ID suele traducirse en una mejor atención, así como
    en mayor satisfacción y participación por parte del
    paciente y sus familiares durante el tratamiento. La ID
    también se asocia con una mejor evolución clínica,
    con la reducción de ciertas complicaciones derivadas de la estancia
    hospitalaria prolongada e innecesaria, y con asistencia más
    personalizada.

    Numerosos autores han argumentado que la ID, al permitir
    un uso más adecuado y racional de los recursos, tiende a
    disminuir el gasto en salud. La práctica de la atención
    en el domicilio aumenta la disponibilidad de camas y acorta los
    períodos de internación en los hospitales. Los costos
    de agregar camas en la ID son menores que las inversiones necesarias para
    crear camas hospitalarias, aparte de que los costos por estancia
    son menores en la ID que en la hospitalización tradicional,
    hecho que demostramos en nuestro trabajo. (1).

    Por todo lo expuesto consideramos que dado en aumento de
    la longevidad de la población en general, y la necesidad de
    reducir los costos en salud, la ID es una alternativa válida
    para la atención de los pacientes dándole en su
    domicilio cuidados médicos y de enfermería en igual
    calidad y cantidad que en el hospital, sumando a la familia para una mejor asistencia
    y cuidado, comprometiéndolos a brindar junto al equipo de
    salud un abordaje integral y multidisciplinario, y por sobre
    todo, reduciendo los costos en salud.

     

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    Luis Rodolfo Hipólito Pedro Iribarne
    Dávalos

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