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Kant y la crisis de las matemáticas en la actualidad




Enviado por Rodrigo Ferrer



    1. La crisis en el siglo
      XX
    2. Formalismo
    3. Intuicionismo
    4. Logicismo
    5. El teorema de Gödel y el
      formalismo
    6. El teorema de Gödel
      y el intuicionismo
    7. El teorema de Gödel y
      el logicismo
    8. Kant entre Frege y Hilbert;
      realidad de los juicios sintéticos a priori en la
      matemática
    9. Conclusiones
    10. Anexos
    1. INTRODUCCION
    2. El tema que me propongo estudiar en este ensayo,
      está en relación directa con la influencia en
      el desarrollo
      en nuestros días de la matemática y la lógica
      matemática, por autores de tanta importancia como
      Gottlob Frege, David Hilbert, y Russell, entre otros, como
      consecuencia de la publicación de la Crítica de la Razón Pura, de
      Manuel Kant, que
      sin lugar a dudas marcó un hito en la historia de la
      filosofía y en la filosofía de las ciencias,
      y negar su importancia tanto de sus seguidores, como de sus
      enemigos sería una labor sin ningún
      sentido.

      Este debate
      entre las teorías propuestas por Kant en su
      Crítica, y las opiniones de destacados filósofos y científicos del
      siglo XX, será el tema principal con el cual espero
      poder
      realizar un diálogo, entre dos épocas
      distantes temporalmente. Este diálogo trata de buscar
      un lenguaje
      común que sirva de puente a los innumerables problemas
      a raíz de las diversas interpretación que se han hecho y se
      seguirán haciendo sobre nuestro autor.

      Uno de los temas sobre los que espero ayudar a
      despejar la enrarecida atmósfera, que nuestra época nos
      presenta y que intenta obscurecer las valiosas ideas
      subyacentes a la Crítica, es mostrar que Kant
      entendía muy bien las ciencias de su época, en
      especial la aritmética, la geometría y la física, esto le
      permitió realizar una síntesis sin igual, entre una
      objetividad y una subjetividad, y entender que toda ciencia,
      siempre será ciencia para el hombre,
      es el hombre el
      que propone leyes, suma o
      toma la distancia más corta entre dos puntos. La
      realidad como tal no tiene leyes, ni las obedece, es esta
      relación con nuestra subjetividad lo que hace posible
      todo proyecto
      científico. Hoy en día, la mecánica quántica, si es valida,
      se encargará de demostrar esta tediosa
      concepción de la realidad del mundo que
      vivimos.

      También entraremos a formar parte de la
      discusión sobre la verdadera naturaleza
      de los juicios matemáticos, ver si su carácter es analítico como dice
      la escuela
      logicista o son juicios sintéticos como nos propone
      Kant en la Crítica de la Razón Pura. La
      respuesta a esta pregunta definitivamente corresponde a uno
      de los más grandes logros del recorrido del pensamiento humano.

      Pero al mismo tiempo que
      la confianza en la solidez del pensamiento matemático
      venia aumentando, por otro lado, aparecen ciertas
      interpretaciones, y me refiero a las provenientes de la
      teoría de conjuntos
      y el tratamiento del infinito dado por Cantor. Esta confianza
      creciente descansaba en la aceptación
      espontánea de ciertas evidencias, unas relativas a la existencia de
      los objetos matemáticos y otras a los procedimientos lógicos de
      demostración. En un momento dado, estas evidencias
      fueron puestas en discusión. Los matemáticos se
      percataron de la excesiva confianza concedida a la
      intuición hasta ahora y que las evidencias sobre las
      que se habían descansado, no debían ser
      consideradas más criterios inobjetables de
      verdad.

      Este es el interrogante que el pensamiento
      matemático se había visto obligado a proyectar
      sobre sus intuiciones primeras, dando lugar a lo que se ha
      llamado la crisis de los fundamentos de las
      matemáticas.

      El termino crisis no hay que entenderlo, como una
      situación dramática que afectara a la historia de
      las matemáticas, comprometiendo así el progreso
      de la razón. Este examen debe revisar el sistema
      aceptado de intuiciones consideradas como elementales. Esta
      revisión no debe afectar a las adquisiciones del
      pensamiento matemático realizadas hasta la
      actualidad.

      David Hilbert plantea en ese momento la tesis
      sobre reemplazar los razonamientos intuitivos habituales de
      las teorías matemáticas por formulas y reglas,
      las cuales deben ser traducidas a formalismos, de tal manera
      que toda teoría matemática comprendidas sus
      demostraciones, razonamientos y las construcciones
      conceptuales, queden integrados en el edificio de la
      matemática como constituyentes formales, según
      el modelo del
      cálculo lógico.

      El punto fundamental en esta propuesta de Hilbert, y
      que quiero resaltar en este punto del desarrollo de este
      estudio, es su aceptación de que las consideraciones
      intuitivas nunca podrán ser eliminadas o evitadas del
      todo, pensamiento donde se empieza a notar claramente el
      paralelismo entre las ideas de Hilbert y el del autor, origen
      de este ensayo.

      La crisis antes mencionada, que tuvo lugar a
      principios
      del siglo XX, dio origen a tres escuelas: el logicismo de
      Gottlob Frege y Bertrand Russell, el Formalismo de David
      Hilbert, y el intuicionismo de Luitzen, Brower y Weyl. Por
      otra parte a finales del siglo XIX, se empezó a
      desarrollar también, un nuevo concepto de
      la lógica tradicional, lógica de
      mayor amplitud y precisión.

      Esta nueva lógica se valió
      principalmente de formas simbólicas. Gottlob Frege y
      sus seguidores adoptaron y extendieron las representaciones
      simbólicas de los razonamientos hasta ahora utilizados
      por los matemáticos. También debemos recordar
      aquí el tratamiento dado a lógica por Boole en
      el the mathematical analysis of logic.

      Tal como lo propone Frege y Russell, las
      matemáticas deben ser consideradas como parte de la
      lógica. Ellos nos mostraron que todo concepto
      matemático puede ser derivado de los conceptos
      fundamentales de la lógica. Siendo las
      matemáticas una rama derivable de la lógica,
      sus proposiciones debían ser tautológicas,
      razón por la cual, y aquí empezamos a entrar en
      nuestro dialogo de
      dos épocas, lejos de ser a priori, eran
      analíticas. La lógica se había vuelto
      pura, se había matematizado y su alcance
      también se extendía, pero otro lado se alejaba
      de la realidad, quedando esta realidad desconectada
      totalmente del sujeto.

      La importancia de Frege, quizás el mas
      importante lógico desde Aristóteles, ha sido por el hecho de
      proponer la moderna lógica matemática; su logro
      más notable es lo que conocemos como la
      axiomatización de la lógica proposicional.
      Desde los primeros analíticos no se había
      producido una revolución parecida en la
      lógica.

      Se trataba que a partir de un número
      pequeño de axiomas, y haciendo uso de reglas de
      inferencia, se logren deducir teoremas lógicamente
      válidos. También Frege se le considera el padre
      de la lógica de predicados, basada principalmente en
      el uso de cuantificadores.

      La crisis comienza con el Teorema de Gödel.
      Este teorema supone la conmoción de las distintas
      filosofías de la matemática de finales del
      siglo XIX y principios del siglo XX: el logicismo de Russell,
      el formalismo de Hilbert y el intuicionismo de Brouwer. El
      teorema provocó una nueva valoración,
      todavía en trance de desarrollo, de una extendida
      filosofía de la matemática y de la
      filosofía del conocimiento en general.

      El Teorema de Gödel está en el contexto
      del planteamiento que Hilbert hace de los sistemas
      formales. El programa
      formalista de éste tiene la pretensión de
      formalizar toda la matemática clásica. Establece como requisitos y problemas
      fundamentales de un sistema formal matemático la
      consistencia y la
      completitud. Los resultados de
      Gödel resuelven de modo negativo estas dos
      cuestiones.

      En 1931, Gödel da pruebas de
      sus descubrimientos en el artículo "Sobre sentencias
      formalmente indecidibles de los Principia Mathematica
      y sistemas afines". Muestra que no
      hay ningún sistema formal matemático con un número finito de axiomas
      que sea completo; por el contrario, hay problemas
      relativamente simples de la aritmética de
      números naturales que no pueden ser decididos con sus
      axiomas y reglas.

      Gödel demostró, que es posible encontrar
      una fórmula que no es un teorema si expresa una verdad
      acerca de los números naturales y es un teorema si
      expresa una falsedad acerca de los números
      naturales.

      Siguiendo este razonamiento, es posible demostrar
      que la existencia de esta formula quiere decir que el sistema
      debe ser inconsistente si es íntegro. Puede ser
      consistente sólo si no es íntegro y puede ser
      íntegro solo si es inconsistente.

      En este sentido se refleja la incompletitud del
      sistema. El razonamiento de Gödel mostró que esta
      conclusión se aplica a cualquier sistema lo
      suficientemente rico para expresar la teoría de los
      números naturales, pues en todo sistema así
      puede construirse alguna fórmula gödeliana. Este
      resultado asesta un golpe decisivo contra la idea de que la
      verdad matemática puede identificarse con la deducción de axiomas.

      1. FORMALISMO
    3. LA CRISIS EN EL SIGLO XX

    El programa de Hilbert, conocido también con el
    nombre de formalismo, consistió en proponer la doctrina de
    que los únicos fundamentos necesarios para las
    matemáticas son:

    1. Su formalización (todo lo que hasta
      aquí ha constituido la matemática propiamente
      dicha queda estrictamente formalizado de manera que la
      matemática en sentido estricto se convierte en un cuerpo
      de formulas demostrables)
    2. La demostración por métodos
      finitistas de que el sistema así construido es
      consistente, es decir que en algún momento dado no se
      presentará un contradicción que nos lleve a
      afirmar A y no A. Debemos añadir una disciplina
      en cierto sentido nueva, una metamatemática que sirve
      para asegurar la verdad de aquélla, protegiéndola
      del terror de interdicciones inútiles y de las
      dificultades creadas por las paradojas. En esta
      matemática, contrariamente a lo que se hace en los
      procedimientos de razonamiento puramente formales de la
      matemática, se aplica un razonamiento intuitivo que se
      utiliza para establecer el carácter no-contradictorio de
      los axiomas.

    Para Hilbert, el pensamiento matemático posee
    realmente este privilegio de no conocer límite para su
    poder. No sólo debemos aceptar la hipótesis de un éxito
    perpetuamente renovado del pensamiento matemático, sino
    que podemos estar seguros de que es
    capaz de resolver todo problema cuyo enunciado no sea
    contradictorio.

    Esta convicción de HIlbert se apoya en su
    concepción del ente matemático: para él, los
    objetos matemáticos tienen una existencia independiente
    del pensamiento y de las construcciones a través de las
    cuales intentamos descubrirlos y describirlos. Afirmando que todo
    problema matemático está ligado a la realidad
    objetiva que trata de estudiar, de tal suerte que esta realidad
    le es perfectamente visible en todos sus aspectos.

    La realidad matemática no estaría situada
    en un mundo ideal, sino que se identifica con la realidad
    concreta de los signos.
    Tenemos aquí la independencia
    de las matemáticas frente a la lógica.

    Escuchemos las palabras de Hilbert a este
    respecto:

    "Reconociendo que existen tales condiciones y que es
    preciso tenerlas en cuenta, nos encontramos de acuerdo con los
    filósofos, y en particular con Kant. Éste
    había enseñado y ello constituye una parte
    integrante de su doctrina, el que las matemáticas disponen
    de un contenido que les es asegurado independientemente de toda
    lógica y que, por tanto, no pueden fundarse en absoluto
    sobre la lógica, lo que condena por anticipado al fracaso
    las tentativas de Frege y Dedekind. En realidad la
    condición previa para la aplicación de los
    razonamientos lógicos es que se dé algo a la
    representación, a saber: ciertos objetos concretos,
    extralógicos, que están presentes en la
    intuición en tanto que datos vividos de
    forma inmediata y previa a toda actividad del pensamiento. Para
    que el razonamiento lógico esté dotado de solidez,
    es necesario que se puedan abarcar estos objetos con la
    intuición directa en todas sus partes, como algo que no es
    susceptible de reducción o cuya reducción no es
    necesaria. La intuición inmediata debe percibir
    cómo están ordenados entre sí. Tal es la
    postura filosófica fundamental que yo considero esencial
    para las matemáticas y para cualquier especie de
    pensamiento, de comprensión y de comunicación científica.
    Particularmente en las matemáticas, el objeto de nuestro
    examen son los signos concretos mismos, cuya forma se nos
    manifiesta inmediata y evidentemente, conforme a nuestra
    posición fundamental permaneciendo perfectamente
    reconocible"

    Al igual que Leibniz, que es considerado actualmente el
    inspirador de los principios fundamentales del logicismo, Kant lo
    fue del formalismo (y, debe reconocerse también, de los de
    la otra gran corriente que inspiró los estudios de
    fundamentos a principios del siglo XX: el intuicionismo). Kant
    pensaba que los axiomas de las matemáticas no eran ellos
    mismos principios lógicos, sino construcciones hechas
    basadas en la intuición del espacio y del
    tiempo.

    Ahora bien, si la matemática consiste en la
    descripción de objetos concretos de
    algún género y
    sus relaciones, entonces no es posible que surjan inconsistencias
    ni paradojas en ella, pues la descripción de esos objetos
    no involucra contradicciones.

    Pero, si esto es así, ¿Qué sucede
    con la noción de infinito actual ? ¿Supone esto que
    tenemos que abandonar la matemática transfinita de cantor?
    Hilbert mantuvo que la idea de infinito en matemáticas
    tenia un papel semejante a una idea de la razón, concepto
    que Kant había utilizado por ejemplo, para reconciliar la
    libertad
    moral y la fe
    religiosa con la necesidad física.

    La idea de infinito es entonces algo que trasciende toda
    experiencia pero que, en algún sentido la completa,
    Así, aunque la idea de infinito actual sea algo
    completamente distinto de la matemática concreta, no por
    eso es rechazable en el caso de que pueda proporcionar una
    demostración de consistencia para un sistema que contenga
    tanto la matemática concreta como la transfinita de
    Cantor.

    Hilbert sugiere una distinción importante entre
    la aplicación del concepto de infinito en el análisis y el uso que de tal concepto hace
    Cantor en la teoría de conjuntos.

    Mientras en el análisis nosotros operamos con lo
    infinitamente grande o lo infinitamente pequeño
    únicamente como conceptos limites, es decir con lo que
    habíamos denominado como infinito potencial, para el caso
    de la teoría de los números trabajamos con la
    totalidad de los números como una unidad completa, en
    otras palabras como un infinito real. Cantor abrió un
    universo nuevo
    para todos los matemáticos con la introducción de los números
    transfinitos.

    Sin embargo, la introducción de tales
    números exigía extender la validez de los
    métodos deductivos utilizados hasta ahora para obtener
    resultados importantes en el manejo ya sea de los números
    naturales o el de los reales. No tardaron como hemos mencionado
    anteriormente, en aparecer antinomias que obligaron a revisar con
    atención por un lado los métodos
    deductivos y por el otro, la extensión que de dichos
    métodos se pretendía adelantar.

    EL postulado formalista aparece envuelto por cierto
    aire de
    contradicción. Esta impresión parece provenir de
    dos fuentes: por
    un lado el aparente supuesto de que sólo son posibles tres
    tipos de proposiciones:

    1. Los enunciados de la matemática pura son
      lógicos
    2. Los enunciados de la matemática son
      sintéticos a priori en el sentido Kantiano.
    3. Los enunciados de la matemática son
      empíricos.

    Y por otro lado este aire de contradicción se
    completa por la convicción aparente que se ha demostrado
    que la primera posibilidad no podía sostenerse y que la
    segunda debía descartarse por demasiado oscura e
    inapropiada a la variedad de los diversos sistemas
    matemáticos. En el fondo se está postulando el
    hecho de que las proposiciones de la matemática pura sean
    empíricas.

    Hilbert había buscado reunir todos los símbolos disponibles de la lógica
    con el fin de empezar a armar el rompecabezas de su sistema
    (recordemos símbolos como ~ para la negación, o
    -> para la implicación) de tal forma que todos los
    axiomas se expresaran como fórmulas o colecciones de
    símbolos. Hilbert se prepara así para decirnos que
    entendía él por una prueba matemática
    realmente objetiva.

    Esta prueba consistirá: La afirmación de
    alguna fórmula; la afirmación de que esta
    fórmula implica a otra fórmula; la
    afirmación de la segunda formula.

    Una secuencia de tales pasos en que la fórmula
    final afirmada es consecuencia de los axiomas precedentes o lo
    que es equivalente, esta conclusión constituye la prueba
    del teorema. A una fórmula según la propuesta de
    Hilbert, si y solo si, puede ser obtenida como la última
    de una secuencia de fórmulas, tal que cada fórmula
    es o un axioma dentro del sistema formal o es ella misma derivada
    utilizando algunas de las reglas validas de
    deducción.

    1. Constituye una de las principales
      convicciones de la escuela intuicionista, el que las
      matemáticas forman una actividad totalmente
      autónoma y autosuficiente. Se considera que sus
      métodos e intuiciones no son susceptibles de las
      garantías que los logicistas y los formalistas
      profesan proporcionar. Las matemáticas no necesitan
      de un apoyo de una lógica extendida o de una
      formalización rigurosa, esta idea sólo puede
      ser sostenida allí donde no se le ha entendido
      correctamente.

      Podemos decir
      que la escuela intuicionista fue anticipada por Kant, todas
      las percepciones involucran una
      interacción entre el que percibe y el
      objeto percibido. La mente organiza estas percepciones
      utilizando las intuiciones puras del espacio y el tiempo.
      El espacio y el tiempo no existen objetivamente, son
      contribuciones del sujeto que conoce. Todo conocimiento
      empieza por la experiencia, más no todo se origina
      en ella, diría Kant.

      Kant sostenía que las leyes de los
      números, como las de la geometría euclidiana, son a
      priori
      y sintéticas. Aunque Kant no expresa su
      punto de vista con respecto a la filosofía del
      número de una forma explicita como lo hizo con
      respecto a la filosofía del espacio, dijo lo
      bastante como para dejar en sus lectores la
      impresión, de que nuestro conocimiento de los
      números se basa en una conciencia del tiempo como forma pura de
      intuición y en la conciencia de la mente de su
      propia capacidad para repetir el acto de contar una vez
      tras otra.

      Tanto
      los formalistas como los intuicionistas, Hilbert y Brouwer,
      reconocen la influencia de la filosofía de la
      matemática de Kant y van en contra de la
      tradición leibniziana, según la cual todas
      las proposiciones matemáticas son analíticas
      en el sentido de que su verdad o falsedad, pueden derivarse
      de los principios de la lógica.

      Tanto Brouwer como Hilbert consideran las
      teorías matemáticas como sintéticas,
      en el sentido de una clasificación mutuamente
      exclusiva de las proposiciones en analíticas y
      sintéticas.

      Sin embargo, la tesis de Brouwer del
      carácter sintético de la matemática es
      muy distinta de la de Hilbert y más cercana a la de
      Kant. Según Kant, los axiomas y teoremas de la
      aritmética y la geometría son
      sintéticos a priori, están basados en las
      intuiciones puras del espacio y del tiempo. Brouwer acepta
      totalmente la posición kantiana, y la considera como
      el elemento fundamental de la propuesta de Kant.

      El objeto de estudio de la matemática
      intuicionista, son objetos y construcciones no perceptivos,
      intuidos, los cuales son autoevidentes introspectivamente.
      Brouwer no apela ciertamente a la inspección de
      objetos externos, sino a la introspección
      directa.

      Las Construcciones intuitivas se dejan aprehender
      como universales y necesarias sin la aplicación de
      la noción de exactitud y, por consiguiente, sin el
      empleo
      de principios lógicos. El problema quizás
      radique, en que ni la metamatemática, ni la
      matemática intuicionista pueden admitir
      proposiciones acerca de infinitudes reales, pudiendo
      admitirlas sólo sobre infinitudes
      potenciales.

      El primer acto del intuicionismo separa por
      completo la matemática del lenguaje
      matemático, en particular de los fenómenos
      del lenguaje que describen la lógica teórica,
      y reconoce que la matemática intuicionista es
      esencialmente una actividad sin lenguaje de la mente, que
      tiene su origen en la percepción de un movimiento del tiempo, en este sentido la
      matemática es esencialmente independiente no
      sólo del lenguaje sino de la
      lógica.

      Podemos decir que el programa intuicionista
      consiste en practicar la matemática intuicionista,
      que consiste en crear o construir objetos
      matemáticos, y estos objetos construidos tienen
      sólo una existencia matemática. No tiene por
      objeto, en cambio,
      mostrar la legitimidad de tales construcciones, ya sea
      mediante la lógica o un programa de
      formalización. Ya que estas son de por sí
      legitimas y son autoevidentes. La matemática es para
      el intuicionista la construcción de entidades en la pura
      intuición, y no la promesa de semejante
      construcción o la encuesta
      acerca de si ésta es, o no posible.

      El matemático formalista y el
      matemático intuicionista pretenden lo mismo, el que
      sus proposiciones no son proposiciones de la lógica.
      Son acerca de una materia
      de estudio que primero se produce y construye y luego se
      describe. Entonces no son analíticas, sino
      sintéticas. Las construcciones del formalista pueden
      efectuarse en el mundo físico, y las del
      intuicionista en la mente. Las proposiciones del
      formalista son sintéticas y empíricas, y las
      del intuicionista son sintéticas y no
      empíricas, esto es a priori
      . Los
      intuicionistas consideran las construcciones
      matemáticas como experiencias intersubjetivas, y su
      evidencia inmediata como intrínseca.

      Uno de los grandes problemas con que se encuentra
      el intuicionismo, es la posibilidad de la existencia de
      relatos contradictorios en experiencias presuntamente
      autoevidentes. Este tema lo utilizan los mismos
      intuicionistas contra la tesis kantiana de que los teoremas
      de la geometría euclidiana son proposiciones
      sintéticas a priori, puesto que son informes
      de construcciones evidentes en sí mismas en el medio
      intuitivo del espacio como tal, sin elementos
      sensibles.

      Esto Brouwer lo rechaza. Pero acepta en cambio, el
      postulado de Kant según el cual los teoremas de la
      aritmética son expresión de construcciones
      autoevidentes en el tiempo. Lo que para él descarta
      el carácter sintético a priori de la
      geometría euclidiana, no es la posibilidad
      lógica de construir geometrías
      no-euclidianas, posibilidad de la cual el propio Kant se
      daba cuenta, sino la discutible autoevidencia de unas
      construcciones que respaldan presuntamente la
      geometría euclidiana y no otra. Es posible que el
      descubrimiento de geometrías no-euclidianas haya
      sido una de las causas que condujeron a la negación
      de esta autoevidencia, pero lo cierto es que no la
      implicaba.

      Los informes contradictorios a propósito de
      construcciones autoevidentes socava la seguridad de la matemática
      intuicionista. Como fue el caso de la teoría de
      conjuntos y el manejo del infinito. Por lo que se refiere a
      las antinomias, la principal dificultad está no
      tanto en que ocurran, sino en que nunca se puede estar
      firmemente seguro
      sobre cuando puedan volver a aparecer. La dificultad radica
      en el hecho de que uno de los objetivos y postulados del intuicionismo es
      el de desterrar de la matemática la inseguridad.

      El plan de
      buscar un terreno firme a través de la congruencia
      lógica, equivaldría a considerar a los
      intuicionistas como formalistas interesados en formalismos
      de otra clase
      que los de los hilbertianos. Esto implicaría la
      conversión al formalismo por parte de los
      intuicionistas. Esto es incompatible con su punto de vista
      de que la matemática es una actividad, carente de
      lenguaje, de construcciones autoevidentes. Lo autoevidente
      se entiende como aquello que ni necesita una prueba
      posterior, ni tampoco la admite.

      La explicación intuicionista de los
      teoremas de la matemática como informes de
      construcciones autoevidentes, se apoya en última
      instancia de una concepción autoevidente de la
      verdad matemática. Por razón de las graves
      incursiones que los argumentos de informes contradictorios
      han efectuado en la teoría kantiana de una
      intuición pura del espacio y del tiempo y en la
      teoría moderna de las construcciones intuitivas, el
      intuicionismo moderno no puede considerarse como una
      filosofía satisfactoria de la matemática
      pura.

      Nos encontramos a menudo con el deseo de poder
      combinar las motivaciones y tesis intuicionistas con la
      precisión formalista. Como consecuencia es esta
      acción mutua, la división
      estricta de los matemáticos y los filósofos
      en logicistas, formalistas e intuicionistas,
      división que nunca fue muy real excepto para los
      protagonistas o lideres de las diferentes escuelas, y es
      muy probable que pierda mucho de su importancia a futuro y
      se convierta más bien en un artificio exclusivamente
      pedagógico.

    2. INTUICIONISMO

      El descubrimiento de las paradojas asociadas a la
      teoría de conjuntos, al observar que se puede
      establecer una relación uno a uno entre los
      números naturales y el subconjunto de los
      números pares, dándonos esto la evidencia que
      los dos conjuntos son iguales, en contraposición a
      lo que siempre hemos pensado que un subconjunto
      debería ser menor que el conjunto de donde se
      origina, y la posibilidad que existieran otras paradojas
      aun no detectadas, causó que los matemáticos
      tomaran en serio el problema de la consistencia.

      La escuela del logicismo, en abierta batalla en
      contra de las escuelas del intuicionismo y el formalismo,
      llega con una tesis original afirmando sin ningún
      remordimiento que todas las matemáticas son
      derivables de la lógica. Por el año 1900, las
      leyes de la lógica eran aceptadas por la
      mayoría de matemáticos como un sistema de
      verdades. Y si esto es cierto, las matemáticas
      también deberían poder ser un sistema de
      verdades irrefutables.

      Como habíamos mencionado anteriormente, La
      tesis que las matemáticas son derivables de la
      lógica puede rastrearse al filósofo y
      matemático Leibniz. Leibniz distinguió entre
      verdades de la razón o verdades necesarias, de
      aquellas verdades de hecho o verdades
      contingentes.

      Una verdad posee necesidad cuando su opuesto
      implica una contradicción. Que Dios existe, que
      todos los ángulos rectos son iguales, etc. son
      verdades que poseen necesidad. Así, concluye
      Leibniz, debido al hecho que en las matemáticas
      encontramos verdades necesarias, ellas deben ser derivables
      de la lógica, cuyos principios son también
      necesarios y se mantienen verdaderos en todos los mundos
      posibles.

      Como curiosidad podemos anotar, que Leibniz no
      llevó esta propuesta a la realidad, y tuvieron que
      pasar unos dos cientos años para que otros se
      unieran a esta iniciativa. Richard Dedekind, afirmó
      tajantemente, que los números no son derivados de
      las intuiciones del espacio y del tiempo, sino que son
      emanaciones de las leyes puras del pensamiento. Es desde
      los números que nosotros ganamos los conceptos de
      espacio y tiempo.

      Finalmente Gottlob Frege, que como mencionamos
      anteriormente, contribuyó muchísimo al
      desarrollo de la lógica matemática y fue
      notablemente influenciado por Dedekind, toma a cuestas, la
      tarea de desarrollar la tesis logicista. Frege
      creía que las leyes de las matemáticas son
      analíticas
      .

      Kant por su parte, en la Crítica de la
      razón pura, nos propone que la proposición
      7+5=12, no es posteriori. Pero ¿por qué no
      puede decirse que es analítica? ¿Por
      qué no puede decirse que en ella el predicado
      está ya incluido en el sujeto? Kant responde: porque
      el concepto de la suma de siete y cinco no encierra
      más que la reunión de ambos números en
      uno sólo.

      Por mucho que analicemos aquella reunión de
      siete y cinco, no encontraremos en ella el número
      doce. Hay que salir de estos conceptos, ayudándose
      de la intuición que les corresponde, por ejemplo,
      los cinco dedos o cinco puntos y así, poco a poco
      añadir en el transcurso del tiempo las unidades del
      cinco al concepto de siete. Para convencerse de ello, basta
      con aumentar el valor de
      los números en cuestión. Entonces se advierte
      claramente que, por muchas vueltas que le demos, por el
      mero análisis del concepto de dos sumandos, no se
      encuentra el número único que constituye su
      suma.

      Kant concluye que los juicios de la
      aritmética no son analíticos
      , en franca
      oposición a la tesis de Frege; en ellos interviene
      necesariamente un factor nuevo: el recurso a la
      intuición pura del tiempo, intuición que
      constituye la forma a priori de la sensibilidad;
      condición fundamental de la posibilidad de todos los
      juicios en la aritmética.

      Sucede algo similar en el caso de la
      geometría. Por ejemplo la siguiente
      proposición: La línea recta es la más
      corta entre dos puntos. En la opinión de Kant, no se
      trata de una proposición analítica, sino
      sintética. El concepto de línea recta no
      está relacionado con magnitud, sino sólo con
      cualidad.

      El concepto de lo más corto es adicional y
      no puede extraerse por ningún tipo de
      análisis del concepto de línea recta. La
      geometría construye sus figuras sobre el fondo de la
      intuición del espacio como campo posible de esta
      construcción.

      De modo similar a lo que ocurría en la
      aritmética, la intuición pura del espacio,
      intuición que constituye la forma a priori de
      la sensibilidad externa, y que subyace como
      condición de posibilidad en todos los juicios de la
      geometría.

      Pero dejemos por un momento a Kant, y veamos con
      más detalle la propuesta que la escuela logicista
      nos quiere hacer. Junto con Frege, en los albores de 1900,
      Russell también estaba convencido que las leyes
      fundamentales de las matemáticas podían ser
      derivadas de la lógica, resolviendo
      así el problema de la consistencia. La idea
      perseguida era poder llegar a una matemática
      perfecta que no dejara ni la mínima posibilidad de
      presencia a la duda.

      Russell conocía por supuesto el
      trabajo de Peano, quien había derivado los
      números reales desde los axiomas sobre todos los
      números, y también conocía el trabajo
      de Hilbert, proponiendo un conjunto de axiomas para todo el
      conjunto de números reales. Sin embargo Russell
      tenía una seria preocupación y era el hecho
      de que la postulación de diez o quince axiomas sobre
      los números, no garantizan la consistencia y verdad
      de los axiomas. Whitehead advirtió que no puede
      haber prueba formal de la consistencia de las premisas
      lógicas a partir de ellas mismas.

      Una seria posición filosófica
      crítica a la posición del logicismo, es que,
      si su posición es correcta, entonces todas las
      matemáticas son meramente formales, una ciencia
      lógico-deductiva, cuyos teoremas siguen las leyes
      del pensamiento. Pero cómo es posible que tal
      elaboración deductiva, con orígenes en el
      pensamiento, pueda explicar y predecir una gama muy grande
      de fenómenos naturales; esta inquietud no queda
      resuelta aun por la escuela del logicismo.

      El famoso científico Poincaré, fue
      también un duro crítico de la posición
      logicista, argumentando que consideraba esta
      aproximación, una manipulación estéril
      de símbolos lógicos. La pregunta que subyace
      a todos los planteamientos anteriores es: ¿Por
      qué el mundo obedece ciertas proposiciones
      matemáticas o ciertas leyes descritas por
      fórmulas matemáticas? Continuará
      siendo ésta, una pregunta que intentaremos responder
      en las conclusiones de este trabajo.

      EL TEOREMA
      DE GÖDEL Y EL FORMALISMO

      Respecto al formalismo de Hilbert,
      Gödel demostró los límites internos de los sistemas
      formales
      . La
      matemática es inagotable desde cualquier sistema
      formal: siempre contendrán verdades
      matemáticas indecidibles. El método axiomático es de
      fecundidad limitada.

      Las afirmaciones aritméticas son
      irreductibles a las de un sistema formalizado (tanto si sus
      axiomas son lógicos como si son una
      sistematización de axiomas lógicos y
      aritméticos). Como señala Morris Kline, El
      fenómeno de la incompletitud constituye un
      importante defecto ya que entonces el sistema formal no es
      adecuado para demostrar todas las afirmaciones que
      podrían serlo correctamente (sin
      contradicción) dentro del sistema.

      Y explícitamente dice W.V.
      Quine:

      El descubrimiento de Gödel constituyó
      una sacudida a la concepción clásica. Se
      suponía que la misma naturaleza de la verdad
      matemática era su demostrabilidad. Pero no es
      así.

    3. LOGICISMO

      Estos resultados también son decisivos para
      el intuicionismo de Brouwer. Aunque de algún
      modo ya habían sido vistos por éste
      -razón por la que se extrañaba de la gran
      importancia que se les había dado- sin embargo, el
      mérito de Gödel está en haber construido
      unas pruebas formales claras para mostrar la existencia
      concreta de proposiciones indecidibles a partir del sistema
      formal que incluye la aritmética elemental. Del
      mismo modo probó que la consistencia no puede
      demostrarse dentro del sistema. Por tanto, el trabajo les
      hizo ver de qué modo el uso apropiado de
      métodos formales podía llevar a conclusiones
      precisas que ellos sólo podían ver en parte y
      de forma imprecisa.

    4. EL TEOREMA
      DE GÖDEL Y EL INTUICIONISMO
    5. EL TEOREMA DE GÖDEL Y EL
      LOGICISMO.

    El Teorema de incompletitud significa para el logicismo
    de Russell y Whitehead el fracaso de su intento de construir un
    sistema lógico que permita incluir la aritmética.
    Pone de manifiesto que la verdad matemática es de
    amplitud mayor que la verdad lógica y, por tanto, la
    irreductibilidad de la matemática a la lógica. W. y
    M. Kneale (1961) señalan el desafío del resultado
    gödeliano a la identificación que hace Russell entre
    matemática y lógica.

    Escribe Russell en el último capítulo de
    su Introduction to Mathematical Philosophy:Si
    todavía hay quien no admita la identidad de
    la lógica y la matemática, podemos desafiarle a que
    nos muestre en qué punto de la cadena de definiciones y
    deducciones de los Principia Mathematica considera que
    concluye la lógica y comienza la
    matemática.

    W. y M. Kneale comentan:

    Desde Gödel, parece razonable responder que la
    lógica no se extiende más allá de la
    teoría de la cuantificación. Cuando decimos que la
    aritmética y, con ella, todos los llamados cálculos
    funcionales de orden superior, así como todas las
    versiones de la teoría de conjuntos, son esencialmente
    incompletos, estamos efectivamente admitiendo que esas
    teorías envuelven alguna noción, o más de
    una, de la que no cabe ofrecer una exhaustiva
    caracterización mediante el establecimiento de una serie
    de reglas de inferencia: y ésta parece constituir una
    buena razón para excluirlas del dominio de la
    lógica…. carecería de objeto afirmar la
    posibilidad de reducir toda la matemática a la
    lógica si, al mismo tiempo, hubiera que admitir que la
    lógica incluye dentro de sí todos y cada uno de los
    diversos apartados de la matemática.

    1. La
      importancia de la noción Kantiana de espacio estuvo
      dentro de la contienda entre David Hilbert y Gottlob Frege,
      donde la balanza parece haberse inclinado más por el
      tema de la aplicabilidad de sus conceptos, que el tema
      lógico. Y es precisamente a través de la
      referencia espacial, o temporal incorporada, como la
      geometría o la aritmética, resultan aplicables
      a la naturaleza, considerada ésta como la totalidad de
      los fenómenos externos.

      Es a través del espacio que la
      geometría se convierte en la base a una física
      experimental con predicciones y la aritmética, su
      soporte estructural. Éste último tema es el que
      pensamos debatir a continuación como fundamento a la
      posibilidad de los juicios sintéticos a priori
      de la geometría y de la aritmética, lo cual nos
      permitirá esclarecer el debate sobre si las
      matemáticas son construcciones puramente
      lógicas, conjuntos de axiomas formales, o intuiciones,
      o quizás una combinación de lo sensible o
      empírico, con las intuiciones puras.

      Antes de continuar con nuestra argumentación
      miremos lo que nos dice Kant sobre el espacio y el
      tiempo:

      "Por medio del sentido externo
      nos representamos objetos como fuera de nosotros y todos
      ellos en el espacio. En él es determinada o
      determinable su figura, magnitud y mutua relación. El
      sentido interno, mediante el cual el espíritu se
      intuye a sí mismo o intuye su estado
      interno, no nos da, es cierto, intuición alguna del
      alma misma
      como un objeto; pero, sin embargo, es una forma determinada,
      bajo la cual tan sólo es posible una intuición
      de su estado interno, de modo que todo lo que pertenece a las
      determinaciones internas es representado en relaciones de
      tiempo. Exteriormente no puede el tiempo ser intuido, ni
      tampoco el espacio, como algo en
      nosotros
      ."

      Sobre el espacio:

      "el espacio es una representación
      necesaria a priori, que está a la base de todas las
      intuiciones externas. No podemos nunca representarnos que no
      haya espacio, aunque podemos pensar muy bien que no se
      encuentren en él objetos. Es considerado, pues, el
      espacio como la condición de la posibilidad de los
      fenómenos y no como una determinación
      dependiente de éstos, y es una representación a
      priori que necesariamente está a la base de los
      fenómenos externos."

      Y más adelante sobre el tiempo nos
      dice:

      "El tiempo es una representación necesaria
      que está a la base de todas las intuiciones. Por lo
      que se refiere a los fenómenos en general, no se puede
      quitar el tiempo, aunque se puede muy bien sacar del tiempo
      los fenómenos. El tiempo es pues dado a priori. En
      él tan sólo es posible toda realidad de los
      fenómenos. Estos todos pueden desaparecer, pero el
      tiempo mismo no puede ser suprimido."

      La pregunta que queremos tratar de responder ahora,
      es, ¿qué son conceptos por construcción?
      ¿Cómo es qué, aun cuando son dados
      previamente a la experiencia se pueden aplicar a ella? Ya que
      es evidente, que no pueden estar como las construcciones
      hilbertianas, desprovistos de significados sensibles y
      desconectados de la realidad. ¿Cómo puede un
      concepto ser completamente a priori, esto es, de mi
      propia invención, y no obstante estar relacionado con
      una realidad que yo no invento y que está dada
      objetivamente como algo real?

      La verdadera cuestión, nos dice Allison es si
      es posible que los juicios sintéticos posean
      igualmente fundamentos no empíricos. En tanto que son
      sintéticos no pueden tener una fundamentación
      puramente conceptual o lógica; en tanto que son
      conocimiento a priori no pueden ser fundamentados en
      la experiencia.

      Por lo tanto, el problema de lo sintético a
      priori consiste en explicar cómo es posible que la
      fundamentación extraconceptual y extralógica de
      un juicio sea no empírica. Una forma equivalente de
      plantear el problema es preguntar cómo es posible
      el
      conocimiento más allá de un concepto dado
      independientemente de toda experiencia del objeto pensado a
      través de ese concepto.

      La geometría por ejemplo, puede aplicarse a
      la realidad física, porque trata de una calidad
      constitutiva de todos y cada uno de los objetos
      físicos, cual es el de tener figura o
      forma.

      Concluimos así que la geometría se
      refiere a las calidades extensas de los objetos y que, por lo
      tanto, puede ser desarrollada con independencia de la
      existencia fáctica, empírica de los objetos, en
      la medida en que el espacio es algo dado a la mente como una
      noción en la que podemos determinar y construir todo
      tipo de figuras y formas.

      Este mismo razonamiento lo podemos aplicar a la
      aritmética considerando la cantidad como parte
      constitutiva de los objetos en el tiempo, entendido el tiempo
      como algo dado en la mente a priori.

      Veamos un ejemplo con el fin de aclarar las ideas
      anteriores, el juicio: la suma de los tres ángulos
      interiores de un triangulo es igual a dos ángulos
      rectos, al ser sintético, debe fundarse de una u otra
      manera, en la intuición de un triangulo; y al ser a
      priori, no puede fundarse en la intuición (imagen) de un
      triangulo particular.

      Su posibilidad descansa sobre la existencia de una
      intuición no empírica o pura del triangulo, en
      una representación singular que, no obstante, puede
      alcanzar la universalidad conceptual que hace que el concepto
      sea válido en relación con los triángulos. Aquí radica lo
      interesante y fundamental de la propuesta kantiana, y que
      propone enfrentarse a una concepción fría y
      analítica de las matemáticas como veremos mas
      adelante.

      Así que podemos decir, que lo esencial de la
      matemática es que ella puede construir sus conceptos
      previamente a cualquier aprehensión empírica de
      ellos. Se sigue, entonces que cualquier tipo de
      construcción de conceptos que sea factible y que
      anticipe eventos
      espacio-temporales ha de ser considerada como
      matemática.

      Podemos tener gracias al espacio y el tiempo,
      intuiciones sensibles no empíricas. Estamos en
      condiciones de obtener significado y evidencias sensibles sin
      la ayuda de la experiencia perceptiva.

      A esto Kant lo llama intuiciones puras, que a pesar
      de su carácter puro a priori, siguen siendo
      condicionadas sensiblemente y no son de tipo intelectual.
      Kant considera la anterior afirmación, que la
      existencia de hechos sensibles intuitivos no
      empíricos, como quizás su mayor logro
      intelectual, en el desarrollo de la Crítica de la
      Razón Pura.

      En el apéndice de los prolegómenos
      Kant nos dice: El espacio e igualmente el tiempo, juntamente
      con todas sus determinaciones, puede ser conocido por
      nosotros a priori, porque, igualmente que el tiempo,
      está dado en nosotros antes que toda observación o experiencia como forma
      pura de nuestra sensibilidad y hace posible toda
      intuición de la misma, por consiguiente,
      también de todos los fenómenos. Así
      pues, el espacio y el tiempo, en conexión con los
      conceptos puros del entendimiento, (ciencia natural pura)
      prescriben a priori sus leyes a toda la experiencia
      posible, la cual igualmente, proporciona el criterio
      más seguro para distinguir en ella la verdad de la
      apariencia.

      Estamos aquí ante la verdadera
      justificación de cómo son posibles los juicios
      sintéticos a priori en la física y en la
      matemática. El espacio y el tiempo no tienen un origen
      empírico, pertenecen al idealismo
      trascendental kantiano, este conocimiento a priori
      permite la realidad objetiva, y es gracias a ésta
      relación entre los a priori del espacio y del
      tiempo, que es posible que exista una ciencia de los
      fenómenos de la naturaleza, y con esto, la
      discusión de las matemáticas como una
      construcción lógica y formal, empieza a perder
      su consistencia ante la mirada del creador de la
      crítica.

    2. KANT ENTRE FREGE Y HILBERT; REALIDAD DE
      LOS JUICIOS SINTETICOS A PRIORI EN LA
      MATEMATICA.
    3. CONCLUSIONES

    Quiero en estas conclusiones tratar de mostrar una
    perspectiva de lo que sería responder a la pregunta sobre
    la posibilidad que tienen las matemáticas de someter la
    autoridad de
    la naturaleza. Hasta ahora hemos trazado el desarrollo de las
    diferentes escuelas, que en el fondo todas coinciden en explicar
    la naturaleza original que tienen las matemáticas en la
    compresión del mundo que nos rodea.

    La anteriormente mencionada crisis de las
    matemáticas, no debe tomarse como un fracaso absoluto del
    ser humano, sino entender el camino de la razón humana con
    sus altos y sus bajos.

    Un camino que no es precisamente una línea recta,
    sino un caminar, pero quizás sin un destino o una meta
    predeterminada, pero este camino justifica el gran esfuerzo hasta
    ahora realizado, por encontrar respuesta a los grandes problemas
    que plantea la filosofía de las
    matemáticas.

    Definitivamente y de acuerdo a una intuición
    previa a este estudio, El trabajo filosófico de Kant, y
    más precisamente en lo concerniente al tema de las
    ciencias dentro de su filosofía, es sin lugar a dudas una
    de las contribuciones más grandes que se hayan hecho a la
    construcción del saber humano. Su filosofía seguida
    por muchos y criticada también, es punto de salida y
    quizás de llegada también, para todos lo que
    quieran entender la problemática de las ciencias modernas
    y en especial de las matemáticas, en nuestro mundo
    moderno. Sin Kant la síntesis de un racionalismo
    excesivo, con un empirismo
    sensacionalista, no hubiera sido nunca posible.

    Mentes brillantes como las de un Albert
    Einstein, Kurt Gödel, Gottlob Frege, Werner Heissenberg,
    sin lugar a dudas nos muestran que el conocimiento sólo se
    puede dar en una síntesis entre lo objetivo y lo
    subjetivo, entre lo a priori y lo a posteriori, entre la
    intuición y el entendimiento, sólo de esta
    síntesis será posible hablar de conocimiento, solo
    de la unión de las dos se da el mundo tal como siempre lo
    hemos conocido.

    Andrzej Mostowski, uno de las más prominentes y
    trabajador activo del programa de fundamentación propone
    muy atrevidamente que las matemáticas son una ciencia de
    la naturaleza. Sus conceptos y métodos tienen su origen en
    la experiencia, y cualquier intento de fundamentarla sin su
    ayuda, estarán destinadas al fracaso.

    Quizás más sorprende es la
    afirmación de Weyl, un intuicionisca de cabo a rabo, el
    cual sostiene que la solidez de las matemáticas
    sólo puede ser juzgada por la aplicabilidad al mundo
    físico. Weyl ciertamente trata a las matemáticas
    como una ciencia. Sus teoremas, como los de la física
    moderna, deben tener una correspondencia con la realidad, como
    forma de asegurar su consistencia.

    Willard Van Orman Quine, un comprometido logicista,
    quien hizo esfuerzos no exitosos para simplificar los
    Principia de Russell-Whitehead, también ha
    propuesta la tesis de una solidez basada en el mundo
    físico. En un articulo de 1958 titulado The
    philosophical Bearing of Modern Logic
    , nos dice que debemos
    ver la teoría de conjuntos y las matemáticas en
    general, de la misma manera en que vemos las porciones
    teóricas de la ciencia
    natural, como un conjunto de hipótesis que deben ser
    comprobadas o refutadas no por la vía de la razón
    pura, sino a la luz de los datos
    empíricos en las ciencias
    naturales.

    Von Neumann, quien hizo contribuciones fundamentales al
    formalismo y la teoría de conjuntos, también
    realizó una propuesta para salir de problema provocado por
    la crisis de la matemática. En un famoso articulo The
    Mathematicia,
    argumenta que aunque las diferentes propuestas
    provenientes del formalismo, intuicionismo y logicismo, no hayan
    tenido éxito en justificar y fundamentar las
    matemáticas, la mayoría de matemáticos la
    usan de todas formas. De tal manera que si estamos dispuestos a
    aceptar las ciencias naturales en su solidez y elegancia,
    deberíamos también estar en la capacidad de aceptar
    el sistema clásico de las matemáticas.

    Aun Russell, quien en 1901, admitía claramente la
    solidez del edificio de construcciones de verdades de las
    matemáticas, el cual hasta ese momento permanecía
    inamovible, en 1914 no tuvo más remedio que admitir que la
    geometría aplicada es sintética, aunque no es a
    priori.

    Gödel, en 1950 nos sorprende al decir: que la
    función
    del proceso de
    fundamentación, es comparable a la utilización de
    hipótesis en las teorías físicas. El llamado
    proceso de fundamentación teórica o lógica
    para la teoría de los números, es explicatorio y no
    ofrece como tal una fundamentación.

    Aunque las recomendaciones de los antes mencionados
    líderes, que las aplicaciones a la ciencia deban ser
    utilizadas como guías y sirvan a manera de pruebas de los
    preceptos matemáticos. Ellos también reconocen que
    el poder de las matemáticas para predecir y explicar los
    fenómenos físicos ha aumentado últimamente,
    este servicio a la
    humanidad no debería ser abandonado, por la
    búsqueda de una fundamentación sólida a las
    matemáticas.

    Las más grandes creaciones de la física de
    los pasados cien años, sean quizás la teoría
    electromagnética, la teoría de la relatividad, y la
    mecánica quántica, todas ellas
    utilizan asiduamente las matemáticas modernas para
    estudiar al mundo físico, formulando leyes y conceptos que
    parecieran no basarse en la realidad, y sin embargo así,
    se logran obtener conclusiones que pueden ser interpretadas
    físicamente y además comprobada su exactitud por el
    experimento.

    Albert Einstein, en sus Sidelights on Relativity (1921)
    dice:

    Tenemos aquí un acertijo que ha afectado a
    los científicos de todas las épocas. ¿Como
    es posible que las matemáticas, un producto del
    pensamiento humano independiente de la experiencia humana, se
    ajuste tan perfectamente a la realidad? ¿Puede la
    razón humana sin la experiencia descubrir usando
    sólo el pensamiento las propiedades de la
    realidad?

    Si las proposiciones matemáticas se refieren
    a la realidad no son ciertas, y si son ciertas, no se refieren
    a la realidad.

    Una de las modernas explicaciones a este acertijo de la
    naturaleza, viene de nuestro filósofo Kant, con el cual
    terminamos este ensayo. La mente da forma a nuestros conceptos de
    espacio y tiempo. Vemos en la naturaleza lo que nuestra mente nos
    predetermina para ver.

    La explicación kantiana del por qué las
    matematicas funciona bien en la realidad, ha sido desarrollada
    por Alfred North Whitehead, y también por Brouwer en un
    articulo publicado en 1923. La idea fundamental es que las
    matemáticas no son absolutamente independientes de los
    fenómenos de la realidad, son más bien un elemento
    de nuestra propia forma de concebir el
    fenómeno.

    El mundo natural no es totalmente objetivo en su
    presencia. Es una construcción humana basada en las
    sensaciones recibidas, y las matemáticas son el mayor
    instrumento encargado de hacer esta organización. Las matemáticas
    describen el mundo físico en la forma como nosotros lo
    conocemos. Tratamos de abstraer de la complejidad del
    fenómeno, un sistema cuyas propiedades sean susceptibles
    de ser descritas matemáticamente. Este poder de
    abstracción es el responsable de la sorprendente
    descripción matemática de la naturaleza. Vemos lo
    que nuestra óptica
    matemática nos permite ver.

    Y terminamos diciendo en armonía con
    Kant:

    "Los juicios matemáticos son todos ellos
    sintéticos
    . Esta proposición parece haber
    escapado hasta ahora a los analíticos de la razón
    humana y hasta hallarse en directa oposición a todas sus
    sospechas, aunque es cierta irrefutablemente y muy importante
    en sus consecuencias. Pues habiendo encontrado que las
    conclusiones de los matemáticos se hacen según el
    principio de contradicción, persuadiéndose de que
    también los principios eran conocidos por el principio
    de contradicción; en lo cual anduvieron errados, pues
    una proposición sintética, si bien puede ser
    conocida por medio del principio de contradicción, no lo
    es nunca en sí misma, sino sólo presuponiendo
    otra proposición sintética de la cual pueda ser
    deducida."

    FIN


    ANEXO I

    El método axiomático, utilizado con
    éxito tanto en Álgebra como en geometría,
    representaba el ideal griego del conocimiento
    científico. El más antiguo ejemplo, y al mismo
    tiempo el más conocido, de teoría axiomática
    están en los elementos de Euclides.

    El sistema de axiomas establecido por Peano para la
    aritmética elemental constituye otra aplicación
    simple del método axiomático.

    1. Una sucesión ilimitada de variables
      individuales: X, Y, Z y estas mismas letras afectadas de
      índices (estas variables representan números
      enteros cualesquiera, jugando el papel de objetos individuales
      en relación a los predicados);
    2. Una constante individual: 0
    3. Una variable predicativa: Φ (esta variable
      representa una propiedad
      cualquiera de los enteros)
    4. Un predicado de un solo argumento (que se aplica a un
      solo objeto): ser un número entero;
    5. Dos predicados de dos argumentos (que se aplican a un
      par de objetos): sucesivos de y =.

    Los axiomas del sistema son los siguientes:

    1. 0 tiene la propiedad de ser un numero
      entero
    2. No existe ningún X tal que X tenga la
      propiedad de ser un numero entero y que 0 sea el sucesivo a X
      (dicho de otra forma: 0 no puede seguir a ningún
      número entero)
    3. Si X tiene la propiedad de ser un numero entero, e Y es
      sucesivo a X, entonces Y tiene la propiedad de ser igualmente
      un número entero (dicho de otra forma: el predicado
      sucesivo a permite reconstruir la sucesión de
      enteros partiendo de 0.)

      Entonces Z1=Z2. (Dicho de otra
      forma un número tiene un solo sucesivo)

    4. Si X=Y y si Z1 es sucesivo a X, y
      Z2 es sucesivo a Y,
    5. Si 0 tiene la propiedad Φ, y si cualquiera que
      sea el numero X, basta con que X tenga la propiedad Φ para
      que el sucesivo a X tenga la misma propiedad, entonces,
      cualquiera que sea el número entero Z, Z tiene la
      propiedad Φ. Este es el conocido principio de inducción, que dice que si una propiedad
      es cierta para 0, y siendo cierta para el siguiente
      número, entonces es cierta para cualquier
      número.

    ANEXO II

    (Donde se muestra en las
    mismas palabras de Gödel, quizás uno de los mas
    grandes matemáticos del siglo pasado, la influencia de
    Kant en la filosofía y ciencias en la
    actualidad)

    "… it turns out that in the systematic
    establishment of the axioms of mathematics, new axioms, which
    do not follow by formal logic from those previously
    established, again and again become evident. It is not at all
    excluded by the negative results mentioned earlier that
    nevertheless every clearly posed mathematical yes-or-no
    question is solvable in this way. For it is just this becoming
    evident of more and more new axioms on the basis of the meaning
    of the primitive notions that a machine cannot
    imitate.

    "I would like to point out that this intuitive
    grasping of ever newer axioms that are logically independent
    from the earlier ones, which is necessary for the solvability
    of all problems even within a very limited domain, agrees in
    principle with the Kantian conception of mathematics. The
    relevant utterances by Kant are, it is true, incorrect if taken
    literally, since Kant asserts that in the derivation of
    geometrical theorems we always need new geometrical intuitions,
    and that therefore a purely logical derivation from a finite
    number of axioms is impossible. That is demonstrably false.
    However, if in this proposition we replace the term
    "geometrical" – by "mathematical" or "set-theoretical", then it
    becomes a demonstrably true proposition. I believe it to be a
    general feature of many of Kant's assertions that literally
    understood they are false but in a broader sense contain deep
    truths. In particular, the whole phenomenological method, as I
    sketched it above, goes back in its central idea to Kant, and
    what Husserl did was merely that he first formulated it more
    precisely, made it fully conscious and actually carried it out
    for particular domains. Indeed, just from the terminology used
    by Husserl, one sees how positively he himself values his
    relation to Kant.

    "I believe that precisely because in the last
    analysis the Kantian philosophy rests on the idea of
    phenomenology, albeit in a not entirely clear way, and has just
    thereby introduced into our thought something completely new,
    and indeed characteristic of every genuine philosophy – it is
    precisely on that," I believe, that the enormous
    influence which Kant has exercised over the entire subsequent
    development of philosophy rests. Indeed, there is hardly any
    later direction that is not somehow related to Kant's
    ideas"
    . On the other hand, however, just because of the
    lack of clarity and the literal incorrectness of many of Kant's
    formulations, quite divergent directions have developed out of
    Kant's thought – none of which, however, really did justice to
    the core of Kant's thought. This requirement seems to me to be
    met for the first time by phenomenology, which, entirely as
    intended by Kant, avoids both the death-defying leaps of
    idealism into a new metaphysics as well as the positivistic
    rejection of all metaphysics. But now, if the misunderstood
    Kant has already led to so much that is interesting in
    philosophy, and also indirectly in science, how much more can
    we expect it from Kant understood correctly?" [The modern
    development of the foundations of mathematics in the light of
    philosophy, Gödel 1961]

     

     

    Rodrigo Ferrer

    Ingeniero eléctrico Universidad de
    Los Andes Bogotá Colombia

    Especialización en redes y gerencia de
    sistemas de información

    Educación continuada Historia de la ciencia
    Cambridge University UK

    Actualmente realizando la maestría en
    filosofía universidad Javeriana Bogotá
    Colombia

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