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Plan Estratégico Del Estado Mérida



     

    Algunas
    características importantes del sector agrícola del
    Estado Mérida

    Potencialidad
    Agroecológica del Estado
    Mérida

    Importancia relativa del
    sector agrícola y agroindustrial en la economía
    del estado

    El destino de la
    producción

    Pasado reciente,
    situación actual y nuevo entorno macroeconómico
    para la agricultura merideña

    Los Grandes Objetivos a
    Alcanzar para la Agricultura del Estado Mérida durante el
    Periodo 1996-2002: Una Imagen del Escenario Alternativo
    Deseable

    Problemas a Resolver para
    Alcanzar los Objetivos, Lineamientos de Política y
    Acciones Prioritarias

    Lineamientos de
    política y acciones prioritarias

     

    Algunas
    características importantes del sector agrícola del
    Estado Mérida.

    Potencialidad
    Agroecológica del Estado Mérida

    El Estado Mérida está emplazado dentro del
    Sistema Andino
    Venezolano como una prolongación de la Cordillera Oriental
    de los Andes Colombianos. El ramal de la Cordillera de
    Mérida, se constituye en un gran bloque que separa el Lago
    de Maracaibo de los Altos Llanos Occidentales. Este complejo
    relieve
    condiciona en cierto sentido el clima, originando
    una variabilidad de tipos climáticos, que van desde el
    tropical de la planicie al de páramo, y del
    semiárido (Lagunillas) al muy húmedo en las
    vertientes nubladas, lo que crea una heterogeneidad de ecosistemas
    naturales.

    El clima y el relieve diferencian tres grandes unidades
    fisiográficas, a saber: montaña y valles
    intermontanos, piedemonte andino lacustre y la planicie
    lacustrína.

    En los diferentes ramales de la primera unidad, la
    topografía es muy irregular, en donde las
    pendientes exceden el 35% de inclinación, con
    excepción de los fondos de los pequeños valles
    intermontanos donde, por sus pendientes más suaves, se
    realiza la mayor parte de la actividad productiva; y aquí
    están los asentamientos humanos. En este ramal es donde
    nace una buena parte de los más importantes cursos de
    agua que posee
    el
    Estado.

    La unidad de Piedemonte, constituye un conjunto
    montañoso bajo y colinas residuales de topografía
    ondulada, que a nivel de la planicie se torna en forma de
    abanicos aluviales torrenciales, donde se originan dos grandes
    espacios: uno, de vertientes taludes y lechos de ríos que
    ocupan la mayor parte de la superficie del Estado con pocas
    posibilidades de utilización; y el otro, constituido por
    las áreas de deposición de topografía plana,
    suave o moderada, pero con una baja oferta de
    tierras donde se desarrolla la casi totalidad de las actividades
    agroeconómicas. Con relación a los suelos, la gran
    variación de factores como clima, geología,
    topografía y vegetación, originan una compleja
    variabilidad de los mismos. En el sector montañoso los
    suelos son de poca profundidad, pedregosos y de bajo contenido de
    materia
    orgánica. Y en las vertientes menos pronunciadas y
    pendientes suaves, se encuentran suelos bien estructurados y de
    variable espesor: La segunda unidad – el Piedemonte -, donde la
    topografía es accidentada y el clima ligeramente
    húmedo, los suelos tienden a ser de textura arcillosa, de
    lenta permeabilidad y poco profundos. Donde cambian estas
    condiciones (climas secos y topografía ondulada, fuertes
    procesos
    erosivos y escasa vegetación), se presentan suelos
    esqueléticos y poco profundos.

    Por el contrario, en la planicie -tercera unidad -, sus
    características climáticas y geomorfológicas
    determinan la existencia del mayor potencial edáfico,
    siendo el mal drenaje uno de los problemas
    más importantes a resolver. Además, encontramos
    suelos que varían de livianos a medios con
    problemas de drenaje. Los suelos de textura media tienen buen
    desarrollo
    pedogenético y buena fertilidad, con limitantes como
    pedregosidad superficial y clima seco.

    De acuerdo con los datos aportados
    por el Plan de
    Ordenación del Territorio elaborado por el Ministerio del
    Ambiente y los
    Recursos
    Naturales Renovables (MARNR) para 1991 (ver cuadro l), el
    Estado Mérida cuenta con 1.153.254 hectáreas, de
    las cuales 137.779 hectáreas (11,9%) se encuentran
    disponibles para la agricultura
    intensiva (incluyendo usos para horticultura, floricultura,
    fruticultura, cultivos anuales mecanizados y plantaciones
    tropicales); 177.665 hectáreas (15,4%) para usos
    pecuarios, sean intensivo, semi-íntensivo y extensivo,
    21.064 hectáreas (1,8%) para agricultura y ganadería
    de subsistencia; 185.129 hectáreas (16,1 %) para
    plantaciones de sotobosque, y 631.617 hectáreas (54,8%)
    para usos forestales.

    Los datos antes mostrados permiten afirmar que gran
    parte del territorio se encuentra ocupado por usos forestales y
    de protección integral, y que existe una importante
    cantidad de tierra que
    puede destinarse a usos agropecuarios. Esto último sirve
    de soporte para el desarrollo exitoso de estas actividades. De
    acuerdo con el estudio de Aguilar y Aldana (1988), sobre la
    potencialidad de la tierra en
    el Estado Mérida, existe una importante superficie que
    podría ser incorporada a los usos agropecuarios, si los
    productores adoptaran algunas prácticas conservacionistas
    que permitan superar las limitaciones actualmente existentes. El
    uso de rotación de cultivos, de fajas conservacionistas,
    la construcción de terrazas a curvas de nivel,
    de semillas mejoradas, entre otras prácticas,
    harían posible pasar importantes áreas de siembra
    de cultivos permanente a cultivos anuales. Con ello se
    ampliaría la cantidad de tierras dedicadas a usos
    más intensivos, generalmente de mayor velocidad de
    retorno de la inversión empleada.

    Lo mismo podría decirse de la superficie que se
    encuentra cubierta con vegetación de páramo. Estas
    tierras pueden tener un uso turístico, recreativo, docente
    y/o científico, desempeñando al mismo tiempo un
    importante papel en la conservación de las cuencas
    hidrográficas para la Producción como para el mantenimiento
    de los más importantes ríos del Estado. De acuerdo
    con esta apreciación, se puede concluir que el Estado
    Mérida presenta una potencialidad de la tierra que
    proyecta una amplia posibilidad aumento de las actividades
    pecuarias, así como otros usos que mejorarían la
    economía
    del Estado sin comprometer la conservación ambiente. Otro
    aspecto de especial relevancia en la caracterización de la
    tierra en el Estado lo constituye la presencia de áreas
    bajo régimen de administración especial.

    Debido a que más de las tres cuartas partes de la
    superficie se encuentran ubicadas dentro de diversas figuras
    jurídicas como Parques Nacionales y Zonas Protectoras, se
    hace imprescindible compatibilizar los diversos usos, que
    constituyen entre otros, la principal fuente de ingreso para un
    importante número de familias merideñas. De esta
    manera, se haría posible la armonización de los
    criterios conservacionistas, la justicia soca
    y la viabilidad económica enfatizando el rol
    protagónico de los pobladores locales como garantes del
    desarrollo
    sustentable propuesto.

     

    Importancia relativa del
    sector agrícola y agroindustrial en la economía del
    estado.

    Según estimaciones del Instituto de Investigaciones
    Económicas y Sociales (IIES) de la ULA (1996), durante los
    últimos tres años (1993-1995) la actividad
    agrícola contribuyó entre un 17 y 19% a la
    generación del Producto Interno
    Bruto Total del Estado (PIBEM). Dicha participación es
    muy superior a la presentada por el sector agrícola en
    relación con el PIB del
    país, la cual se ubicaba alrededor del 5-6% para el
    período considerado y en el orden del 6-7% en cuanto a su
    contribución directa al PIB no petrolero.

    Si se toma en consideración la importancia de la
    fuerza de
    trabajo
    agrícola con relación a la total para el Estado
    Mérida, se tiene que según el Censo de 1990 (OCEI
    1993a), la población de 12 años y más
    dedicada a actividades agrícolas representaba el 28,9%
    mientras que a nivel nacional dicha variable se ubicaba en 12,5%.
    Debe señalarse también que según la misma
    fuente de información (OCEI 1995), la
    proyección de la población que vivía en
    áreas rurales (según la OCEI se entiende por
    área rural aquella que reside en centros poblados con
    menos de 2.500 habitantes) se estimaba para 1995 en 20,8% del
    total, porcentaje significativamente superior al que representaba
    la población rural en el ámbito nacional
    (14,6%).

    Existen muy pocos estudios sobre todo actualizados, que
    permitan tener una idea clara sobre la evolución de la agroindustria y su
    importancia en la economía del Estado. Un minucioso
    estudio realizado sobre el Desarrollo Industrial en la
    Región Los Andes (Spinetti y Varela, 1992) reportaba que
    la agroindustria (alimentos,
    bebidas y tabaco)
    merideña para 1985 representaba el 43% de los
    establecimientos industriales, el 50,9% del empleo
    manufacturero y el 79,8% y 55,9% del valor de la
    producción y del valor agregado de la industria
    manufacturera estatal respectivamente. Más recientemente,
    el directorio industrial del Estado Mérida, elaborado por
    CORPOANDES (1994), da cuenta de la existencia de 102
    establecimientos en la rama de alimentos, bebidas y tabaco, los
    cuales generaban 1.921 empleos. En términos relativos,
    según la fuente antes citada, para 1994 los
    establecimientos de la rama de alimentos, bebidas y tabaco
    representaban el 30% del total de establecimientos y el 39,3% del
    empleo manufacturero (Recientemente se han instalado otras
    agroindustrias en el área de El Vigía dedicadas al
    procesamiento del plátano (tostones y harina) y a la
    producción de pulpa de frutas.

    Se sabe que estas industrias
    están realizando exportaciones
    hacia Colombia y los
    EE.UU. Más allá de las cifras se quiere dejar
    constancia de la necesidad de realizar estudios que permitan
    diagnosticar y formular políticas
    para el desarrollo industrial en general y el agroindustrial en
    particular, en el ámbito del Estado Mérida). Dichas
    cifras confirman que la agroindustria, a pesar de su desarrollo
    incipiente y potencial desaprovechado, es la rama de la industria
    manufacturera más importante para el Estado
    Mérida.

    Con los datos anteriores lo que se quiere es poner de
    relieve la importancia que tiene la actividad agrícola, la
    agroindustria y la población rural a la hora de plantearse
    una estrategia de
    desarrollo para el Estado. Más allá de las cifras
    antes señaladas, debe tenerse presente que la dinámica económica de un conjunto de
    centros rurales y urbanos del Estado (El Vigía, Tovar,
    Santa Cruz de Mora, Chiguará, Nueva Bolivia,
    Tucaní, Arapuey, Timotes, Mucuchies, Santo Domingo, Pueblo
    Llano y otras) tienen su explicación última en el
    comportamiento
    de las actividades agrícola y agroindustrial en menor
    grado, las cuales generan un conjunto de encadenamientos y
    efectos indirectos (aguas arriba y aguas abajo) que a su vez
    potencia el
    crecimiento de otras actividades económicas: transporte,
    comercio,
    banca y finanzas,
    etc.

     Algunas características
    socioeconómicas de la población rural del Estado
    Mérida A pesar de su importancia relativa, la
    población rural en términos generales se
    caracteriza por los bajos niveles de ingreso, inferiores a los
    que se obtienen en las áreas urbanas. Según la OCEI
    (1993b), Mérida es el 6° Estado menos pobre del
    país (De acuerdo con el Método de
    Necesidades Básicas insatisfechas)
    No obstante, tal
    cifra global esconde una dolorosa realidad, cual es aquella que
    muestra
    elevados niveles de pobreza total y
    extrema en Municipios donde se desarrolla de manera importante la
    actividad agrícola y en los cuales se concentra la
    población rural. Así, los Municipios Rivas
    Dávila, Andrés
    Bello, Alberto Adriani, Rangel, Zea, Padre Noguera, Cardenal
    Quintero, Miranda, Antonio Pinto Salinas, Tulio Febres Cordero,
    Sucre, Obispo Ramos de Lora, Julio César Salas, Pueblo
    Llano, Caracciolo Parra Olmedo, Guaraque, Justo Briceño,
    Arzobispo Chacón y Aricagua presentaban para 1990
    más del 40% de los hogares en condiciones de pobreza. Esta
    situación obliga a pensar sobre la necesidad de un
    desarrollo agrícola y de las áreas rurales que
    promueva la equidad y
    mejoras sustanciales en la calidad de
    vida, como objetivo que
    permita superar la situación antes descrita. Debe
    señalarse también que esta población, sobre
    todo la que se encuentra en condiciones de pobreza extrema,
    constituye un grupo
    altamente vulnerable a enfrentar situaciones de subconsumo
    calórico, proteico y de otros nutrientes por lo que
    debiera ser objeto de programas
    especiales que permitieran diagnosticar, vigilar y superar las
    condiciones de subconsumo alimentario y del resto de condiciones
    que influyen sobre la seguridad
    alimentaria de estos grupos
    socioeconómicos.

    (Debe tenerse presente que los sectores
    socioeconómicos de menores ingresos dedican
    un elevado porcentaje de su ingreso familiar al gasto en
    alimentos.
    En condiciones de inflación y
    crecimiento del precio de los
    alimentos, estos grupos
    sociales tienden a ser afectados con mayor intensidad que
    aquellos grupos de elevados ingresos, convirtiéndose en un
    sector social altamente vulnerable al aumento de los precios de los
    alimentos y a la disminución del ingreso real (dada su
    elevada elasticidad
    precio e ingreso de la demanda de
    alimentos). Es por ello
    que en el corto plazo, para
    compensar al menos parcialmente los efectos del programa de
    ajuste económico (Agenda Venezuela), la
    población en situación de pobreza, en especial
    aquella en condiciones de pobreza extrema, debe ser objeto de
    programas de empleo, ayuda alimentaria localizada y de vigilancia
    nutricional para evitar las consecuencias irreversibles de la
    desnutrición y el subconsumo
    alimentario).

    Por supuesto, que los elevados niveles de pobreza en las
    áreas rurales pueden tener una posible explicación
    parcial en la forma desigual como está repartida la tierra
    y en el poco acceso de la población al financiamiento
    y a los servicios
    públicos fundamentales (salud, agua potable,
    cloacas, excretas, etc.). Sin embargo, debe llamarse la atención sobre los bajos niveles de
    capacitación y conocimientos que tiene la
    población rural del Estado. Así, mientras que en
    las áreas urbanas del Estado Mérida la tasa de
    analfabetismo
    alcanzaba para 1990 el 11,6%(cifra superior al área urbana
    nacional igual a 9,5%), en las áreas rurales la tasa de
    analfabetismo era del 28,4% (OCE1,1993a;1993b). Una
    población con bajos niveles de educación y
    capacitación difícilmente podrá alcanzar
    niveles de productividad que
    le permita mejorar sus ingresos y plantearse alternativas para
    mejorarlos. Esta situación genera problemas
    sociales, pero igualmente se convierte en un
    obstáculo, que debe ser superado, si se quiere mejorar la
    competitividad
    de la agricultura merideña. Aspiración deseable y
    necesaria para tener éxito
    en un entorno caracterizado por la liberación de los
    mercados, la
    profundización de los procesos de apertura de la
    economía y una reorientación en cuanto a la
    participación del Estado en la sociedad.

    Las características de la estructura
    productiva y su ubicación geográfica La
    información disponible sobre el valor de la
    producción a precios constantes de 1984 y la
    producción en cantidades físicas de los diferentes
    rubros en el Estado Mérida, puede verse en los anexos 1 y
    2.

    En promedio, durante los años 1994 -1995 el valor
    de la producción agrícola vegetal representó
    aproximadamente el 69% mientras que el restante 31% le
    correspondió al aporte del valor de la producción
    agrícola animal (en el valor de la producción
    del subsector agrícola animal se incluye la
    contribución del subsectorpesquero, valores que, a
    su vez, resultan ser muy bajos en términos absolutos y
    relativos),
    Las estadísticas del Ministerio de Agricultura
    y Cría y de la UEDA del Estado Mérida no incorporan
    información sobre la actividad
    forestal, por lo que muy poco se sabe sobre la
    contribución del subsector forestal a la producción
    agrícola. En todo caso, la anterior estructura muestra la
    marcada vocación por la agricultura vegetal que tiene el
    Estado Mérida. De acuerdo con las estimaciones realizadas
    a partir de la información suministrada por la
    UEDA-Mérida, para 1995, desde el punto de vista de la
    contribución porcentual al valor de la producción
    agrícola vegetal se destacaban los siguientes rubros:
    papa(32,8%), café
    (21,2%), cambur (9,1%), plátano (8,0%), apio (6,1%),
    cacao(6,1 %),(debido a los problemas que presenta el sistema
    de estadísticas regionales, es muy probable que en algunos
    casos como el de las frutas se presenten omisiones y
    subestimaciones).

    En cuanto a la contribución relativa de los
    diferentes rubros al valor de la producción
    agrícola animal se destacan, básicamente: carne de
    bovino (51,2%), leche (28,9%),
    huevos (10,3%) y carne de porcino (9,5%). De acuerdo con las
    características edafo-climáticas se pueden ubicar
    los Municipios del Estado en tres zonas (Alta Media y Baja )
    así como los cultivos más importantes de las mismas
    (UEDA-Mérída, 1995): Zona Alta: comprende los
    Municipios: Miranda, Pueblo Llano, Cardenal Quintero, Rangel,
    Santos Marquina, Rivas Dávila, Guaraque ' Libertador y
    parte de Arzobispo Chac6n, Andrés Bello, Campo Ellas y
    Justo Briceño. Aquí se desarrolla una agricultura
    de tipo comercial e intensiva, fundamentalmente de
    pequeños y medianos productores que hacen uso de gran
    cantidad de pequeños sistemas de riego
    y modernas técnicas
    de producción. Como aspecto negativo debe señalarse
    que el tipo de agricultura practicada, la cual se basa en un uso
    intensivo e irracional de agroquímicos unido a la presión y
    al mal manejo de los recursos agua y
    suelo, genera
    impactos negativos sobre el medio ambiente
    y pone en peligro la sustentabilidad de la agricultura de la zona
    y de otras áreas del Estado que dependen de los cursos de
    agua que tienen sus nacientes en la zona alta.

    En cuanto a los rubros más importantes se
    destacan las hortalizas, papa, ajo y frutales de piso alto.
    Además, debe señalarse que existe un elevado
    potencial para el desarrollo del cultivo de flores.
    También ha habido un importante desarrollo de la
    ganadería intensiva y especializada de altura, basada en
    la utilización de razas Holstein, Gersey y otras adaptadas
    a la zona.

    Este modelo de
    producción de leche se encuentra actualmente en crisis debido
    a que el paquete tecnológico que lo sustenta se basa en la
    producción de leche en animales de raza
    pura, los cuales requieren de la utilización de gran
    cantidad de alimentos concentrados, medicinas veterinarias y
    otros insumos cuyo costo tiende a
    hacer inviable económicamente el desarrollo de nuevas
    unidades de producción. De acuerdo con información
    suministrada por la Asociación de Ganaderos de la Zona
    Alta
    de Mérida (AGAZAM), existen alrededor de 232
    unidades de producción de leche ubicadas en las
    áreas de Jají, La Azulita, Chiguará, Valles
    Altos de Mérida, Bailadores y Santa Cruz de Mora, con una
    población bovina de 14.500 animales y una
    producción diaria de leche entre los 45.000 y 50.000 Its.
    En la actualidad esta organización de productores adelanta un
    proyecto para
    poner en funcionamiento una planta procesadora de insumos con la
    finalidad de producir alimentos concentrados (ubicada en
    Estanques), iniciativa a la cual debe otorgársele el mayor
    apoyo financiero posible en el corto plazo, y de esta forma
    poder
    disminuir el impacto negativo sobre los costos de
    producción y sobre la rentabilidad
    del negocio.

    Entre los problemas más importantes de las zona
    se encuentran los siguientes: mal estado e insuficientes sistemas
    de riego, vialidad agrícola en malas condiciones, falta de
    asistencia técnica, de programas de transferencia de
    tecnología
    y capacitación de recursos
    humanos, financiamiento insuficiente e inoportuno,
    prácticas agronómicas y de manejo de cuencas que
    atentan contra la sustentabilidad del proceso
    productivo agrícola y la salud de los humanos, alto costo
    de los insumos, alta dependencia de semillas importadas para la
    producción hortícola, problemas para comercializar
    la producción y de inseguridad de
    mercados, poca o nula organización de los productores,
    inseguridad jurídica de la tenencia ( pueblos del sur),
    escaso desarrollo agroindustrial, ineficiencia e insuficiencia de
    servicios
    públicos.

    Zona Media: comprende los Municipios: Sucre,
    Tovar, Pinto Salinas y parte de Arzobispo Chacón,
    Andrés Bello, Campo Elías y Justo Briceño.
    Se destaca en esta zona el desarrollo de una agricultura basada
    en el café, cambur, frutales, hortalizas como el tomate,
    pimentón y la cebolla, y la caña de azúcar.
    El desarrollo pecuario que existe corresponde al del tipo de
    ganadería de altura en sus aspectos básicos. Entre
    los principales problemas que enfrenta la zona se encuentra el
    mal estado de la vialidad agrícola, las prácticas
    de tala y quema y otros impactos negativos sobre el medio
    ambiente y sobre los suelos que ejerce el mal manejo de los
    cultivos de café, la inexistencia de programas de
    asistencia técnica, capacitación de recursos
    humanos y transferencia de tecnología. La zona cuenta con
    infraestructura para el beneficio, almacenamiento y
    comercialización del café. Entre los
    problemas relevantes se encuentran los siguientes: insuficiente e
    inoportuno financiamiento, mal estado de la vialidad
    agrícola, inexistencia de programas de
    capacitación, asistencia técnica y transferencia de
    tecnología.

    Zona Baja: comprende los Municipios: Alberto
    Adriani, Caracciolo Parra y Olmedo, Tulio Febres Cordero,Cibispo
    Ramos de Lora y Julio César Salas. Se caracteriza por
    producir rubros como plátano, cambur, yuca, frutales
    (lechosa, parchita maracuyá, guanábana, piña
    y cítricos). El potencial agrícola de la zona
    está subutilizado sobre todo en lo que se refiere a las
    posibilidades de desarrollar plantaciones de cacao e intensificar
    la producción de frutas tropicales y el desarrollo de la
    agroindustria para la exportación. Debe señalarse que la
    zona tiene en la actualidad un desarrollo agrícola y
    potencial para el crecimiento de la agroindustria con
    posibilidades para exportar que no se están
    aprovechando.

    La ganadería de la zona se basa en un modelo de
    producción de doble propósito (carne y leche), con
    tendencia a mejorar su eficiencia. A
    pesar de que el desarrollo agroindustrial es notorio en el caso
    de la industria láctea, pues existen importantes
    agroindustrias en El Vigía (PARMALAT – INDULAC ) y Nueva
    Bolivia, el potencial agroindustrial por desarrollar es elevado.
    También existen posibilidades de incrementar las
    exportaciones de ganado, plátano, cacao, (Mas tropicales,
    pulpa de frutas y otros productos
    hacia Colombia, EE.UU. y otros mercados, la zona cuenta con un
    proyecto de importancia relevante para la agricultura del Estado
    y de la región Los Andes, así como de una parte del
    Estado Zulia: MERCASUR: Mercado Mayorista
    del Sur del Lago, el cual pretende ser un mercado mayorista de
    trasbordo que permita un ordenamiento de los procesos de
    comercialización de productos perecederos y de
    ganado.

    Entre los problemas más relevantes de la zona se
    encuentran los asociados a la inseguridad jurídica de la
    tenencia, inseguridad personal y
    abigeato, mal estado de la vialidad agrícola,
    financiamiento insuficiente, inoportuno y costoso, escasa
    organización de los productores e insuficiente y mal
    funcionamiento de los servicios públicos (salud, agua
    potable, electricidad, y
    telefonía rural), problemas de orden
    fitosanitario (especialmente la sigatoka que afecta al cultivo de
    plátano), inexistencia de programas de
    capacitación, asistencia técnica y transferencia de
    tecnología, impactos negativos sobre el medio ambiente,
    problemas con la comercialización tanto de los rubros
    agrícolas como de la ganadería, inexistencia de
    programas para aprovechar el potencial exportador de la
    zona.

     

    El destino de la
    producción

    En la actualidad la mayor parte de la producción
    que se genera en el territorio merideño se dirige a los
    mercados nacionales (entre los más importantes: Caracas,
    Barquisimeto, Maracaibo y Oriente del país). Más
    recientemente, de manera autónoma, sin que exista una
    estrategia específica de apoyo y fomento, se ha
    desarrollado un movimiento
    exportador de algunos rubros hacia los mercados de Colombia,
    Islas del Caribe, Norte de Brasil y EE.UU
    (plátanos). Sin duda alguna, el Estado Mérida posee
    ventajas comparativas y competitivas en una serie de rubros
    agrícolas y agroindustriales (café, frutas
    tropicales, frutas de piso alto (fresa, mora y otras),
    hortalizas, plátano, cacao, producción de carne de
    bovino, producción de derivados lácteos,
    conservas y pulpa de frutas y hortalizas y otros), que
    constituyen una fortaleza y sólida plataforma sobre la
    cual desarrollar un movimiento agroexportador.

    También se observa, aunque no se dispone de
    información estadística, que salvo en el caso del
    sector lácteo (INDULACPARMALAT y otras procesadoras), el
    Frigorífico Industrial Los Andes (FILACA) y algunas
    procesadoras de café, no existe un desarrollo
    agroindustrial lo suficientemente sólido que permita
    absorber y agregarle mayor valor a la producción
    agrícola merideña (papas, plátano,
    horticultura, frutas y otros rubros). Debido a esta
    situación se está desaprovechando la posibilidad de
    dinamizar la economía, generar mayor empleo, aprovechar la
    producción que no reúne calidad y
    condiciones para el consumo fresco
    y disminuir las pérdidas poscosecha. En definitiva, se
    corta la posibilidad de un mayor crecimiento y desarrollo de la
    agricultura y de efectos dinamizadores sobre el resto de la
    economía.

     

    Pasado reciente,
    situación actual y nuevo entorno macroeconómico
    para la agricultura merideña

    De acuerdo con las estimaciones realizadas a partir de
    la información suministrada por el MAC-UEDA-Mérida,
    durante el lapso 1993-1995, el valor de la producción
    agrícola total del estado a precios constantes de 1984
    creció a una tasa promedio del 6,2%.

    Este resultado es superior al que presentó esta
    misma variable para todo el país, cuya tasa de crecimiento
    fue negativa (-1,7%). En el Estado, se destacó el
    dinamismo del subsector agrícola vegetal, el cual
    aumentó a una tasa media anual del 15%. Los rubros con
    mayor participación relativa en la producción
    vegetal, que se convirtieron en líderes de este importante
    crecimiento fueron: papa, café, cacao, ajo, cambur y
    plátano, los cuales presentaron las elevadas tasas medias
    de crecimiento interanual del 35%, 24%,25,9%,8,9%,8,9% y 6,9%,
    respectivamente. Por el contrario, el valor de la
    producción agrícola animal se vio fuertemente
    afectado como lo refleja la tasa promedio de crecimiento
    interanual negativa del 10,1%. El rubro más afectado fue
    la leche con un decrecimiento promedio anual del 18,1%, le
    siguieron en orden de importancia con tasas medias de crecimiento
    negativo: carne de porcino (9,5%) y carne de bovino
    (-7,6%).(Pudieran existir omisiones en cuanto a las
    estadísticas del subsector agrícola animal que
    magnifican la caída de la producción. Por ejemplo,
    las cifras de producción de carne de bovino se estiman a
    partir del número de animales beneficiados, pero pudiera
    haber omisión sobre los animales que no se beneficiaron
    localmente y se vendieron a comerciantes colombianos. Igualmente,
    en el caso de la leche su producción se estima
    fundamentalmente a partir de la leche entregada a las
    procesadoras, pero pudiera haber omisión de leche que se
    vendió a procesadoras fuera del Estado Mérida o que
    fue utilizada para producir queso en finca, etc.).
    De las
    cifras obtenidas se desprende que la producción
    agrícola del Estado, durante el período analizado,
    ha mostrado en términos generales un comportamiento
    superior al que presentó el valor de la producción
    agrícola nacional (a precios constantes de
    1984).

    Sin embargo, la ganadería se ha visto afectada
    negativamente por lo que deben desarrollarse acciones que
    permitan superar los problemas de bajo rendimiento, alto costo de
    los insumos y otros que impiden que logre un crecimiento
    sostenido. A partir de 1989, con la instrumentación del programa de
    estabilización y ajustes estructurales que planteó
    políticas orientadas a disminuir la sobrevaluación
    del tipo de
    cambio, eliminar y/o bajar los subsidios a los insumos y al
    crédito
    agrícola, someter la producción nacional a una
    mayor competencia y
    estimular las exportaciones (reforma de la política comercial),
    flexibilización ( alza de las tasas de
    interés) y otras medidas, la agricultura venezolana en
    general y la merideña en particular se vio en la necesidad
    de iniciar un proceso de reconversión para adaptarse a la
    nueva situación. Dicho proceso se ha dado con muy poco
    apoyo gubernamental y con falta de recursos financieros para
    fortalecerlo y disminuir los costos sociales
    de dicha reconversión. Entre los elementos que
    caracterizan a la reconversión que se ha producido, se
    encuentran los siguientes: uso más racional de los
    agroquímicos y otros insumos (debido a su elevado costo),
    cambio de
    actitud de los
    productores en cuanto a la necesidad de la asistencia
    técnica, deseos por mejorar la forma en que se gerencian
    las unidades productivas, surgimiento de nuevos rubros y cambios
    en el uso de la tierra (Un caso notorio de este
    situación es lo que está sucediendo en el sur del
    Lago de Maracaibo en donde se han producido cambios en los usos
    de la tierra estimulándose una mayor preferencia que en el
    pasado por la agricultura vegetal (plátanos y frutales),
    ¡o cual permite un mejor aprovechamiento de los suelos
    fértiles con vocación agrícola.).
    No
    obstante, debe hacerse notar que los programas de ajustes, al
    elevar el costo de los agroquímicos, aunque causa un uso
    más racional de los mismos, también induce a
    prácticas agronómicas que inciden negativamente
    sobre el medio ambiente (tala, quema, uso de sustitutos de
    fertilizantes que afectan la salud de los humanos, mal manejo de
    cuencas, etc.), con la finalidad de disminuir costos para las
    unidades de producción privadas, pero que necesariamente
    se convierten en costos elevados para la sociedad.

    Recientemente, debido a los Desequilibrios
    Macroeconómicos (déficit fiscal,
    elevada tasa de inflación, tasas de interés
    reales negativas, Déficit de balanza. de pagos) fue
    presentaba la economía, el Gobierno nacional
    se ha visto en a necesidad de adoptar un nuevo programa de
    ajustes 'Agenda Venezuela), con un Suerte contenido de,
    estabilización, para recuperar os equilibrios
    macroeconómicos. Este nuevo programa de ajustes
    tendrá afectos sobre el sector en tanto que:

    a) La devaluación real del Tipo de cambio y el
    aumento del precio de los derivados del
    petróleo incrementarán el costo de los insumos
    utilizados en la producción (semillas importadas,
    fertilizantes y agroquímicos, alimentos concentrados,
    medicinas, gasolina, maquinarias y equipos agrícolas,
    etc). Sin embargo, al mismo tiempo, la devaluación real se
    convierte en un fuerte estímulo para la producción
    agrícola nacional de bienes
    transables para los cuales se poseen ventajas comparativas y
    están adaptados a las condiciones agroecológicas
    del país, por cuanto encarece a las importaciones y
    estimula a los rubros exportables. Esta situación obliga a
    la instrumentación de acciones para minimizar el impacto
    negativo del aumento del costo de los insumos importados
    (semillas, alimentos concentrados, agroquímicos, etc.).
    (Debe tenerse presente que la producción hortícola
    es altamente dependiente de insumos importados (semillas,
    pesticidas, fungicidas y otros agroquimicos), y de otros que a
    pesar de que se producen nacionalmente como los fertilizantes
    nítrogenados, sus precios se fijarán con base en su
    costo de oportunidad de exportación. De otro lado, la
    ganadería de la zona alta depende principalmente de
    alimentos concentrados, los cuales se elaboran a partir de
    materias primas importadas (sorgo, soya, maíz
    amarillo, tortas oleaginosas, etc.). En otras palabras, la
    agricultura merideña se verá afectada negativamente
    por el aumento de los costos de producción, y esto hace
    necesario la instrumentación de acciones orientadas a una
    mejor y mayor organización de los productores, estimular
    la creación de empresas
    productoras de semillas certificadas, programas de asistencia
    técnica y transferencia de tecnología que permitan
    un uso más racional de los insumos y una apropiada
    sustitución den los mismos, etc.), pero a su vez se debe
    aprovechar la situación para estimular la
    producción de rubros con claras ventajas comparativas y
    competitivas (plátano, cacao, frutas tropicales,
    café y otros), los cuales deben constituir la base de un
    sólido crecimiento de la agroindustria y de las
    exportaciones.

    b) La aplicación de medidas tendentes a contraer
    la demanda (disminución del gasto
    público y de los salarios en
    términos reales) disminuirá la demanda interna de
    bienes agroalimentarios, en especial de aquellos cuya elasticidad
    precio e ingreso de la demanda es elevada, tales como productos
    hortícolas, frutas, carnes y productos lácteos. Por
    lo tanto, es necesario para la agricultura merideña
    desarrollar una estrategia destinada a la preservación de
    mercados y a la inserción en nuevos, como pueden ser los
    del exterior.

    c) Se profundizará el proceso de
    liberación y de apertura de la economía y se
    continuará promoviendo los acuerdos de integración
    económica (liberación y apertura restringida),
    lo cual significa que siempre existirá la posibilidad de
    importar. De manera tal que la producción nacional y local
    debe darse en términos de eficiencia para poder conservar
    sus mercados o exportar. Por ello es necesario una
    política que promueva la reconversión de la
    agricultura, la agroindustría y los Procesos de
    comercialización para que pueda mejorarse la
    pro-ductividad de las cadenas agroalimentarias, preservar os
    mercados naturales y desarrollar la actividad exportadora. La
    ejecución de una clara estrategia destinada a reconvertir
    el sector, es decir, aumentar la productividad y eficiencia de
    las cadenas agroalimentarias regionales, es una condición
    necesaria para desenvolverse con éxito en el nuevo entorno
    macroeconómíco.

    d) La adopción
    del programa de ajustes de común acuerdo con el Fondo Monetario
    Internacional permitirá el acceso al financiamiento de
    los organismos multilaterales (Banco Mundial,
    Banco
    Interamericano de Desarrollo y otros), para ejecutar proyectos
    destinados a reconvertir diferentes actividades
    económicas, entre ellas la agricultura. De hecho, en el
    corto plazo se podrá hacer uso de fondos disponibles, ya
    aprobados para apoyar el anterior programa de ajuste estructural
    (PITSA), los cuales el gobierno no está utilizando en la
    actualidad debido a diferentes circunstancias. El gobierno
    regional a través de la Dirección de Desarrollo Agrícola y
    del Instituto de Desarrollo Agropecuario del Estado Mérida
    deberá hacer las gestiones y formular los proyectos que
    permitan acceder a los recursos previstos en el PITSA. No se debe
    subestimar, sin embargo, el impacto negativo que tendrá el
    alza de las tasas de interés agrícolas, por lo que
    deberá profundizarse en los programas de crédito
    subsidiado para los pequeños productores, en tanto se
    logra controlar la inflación, variable que obliga a elevar
    las tasas de interés.

    En síntesis
    la agricultura merideña se desenvolverá en los
    próximos años en un entorno económico
    nacional e internacional que le exige mayores niveles de
    eficiencia productiva para poder apuntalar la competitividad,
    mantener su presencia en los mercados nacionales y poder
    incursionar en los mercados externos. Además de los
    esfuerzos que necesariamente continuará realizando el
    sector privado para adaptarse a esta situación, el
    gobierno regional, en coordinación con los órganos de
    la
    administración central, el sector privado y la
    sociedad
    civil, debe tener una activa presencia para estimular ese
    proceso de reconversión y minimizar los costos sociales
    que el mismo implica. Es por ello que deberá dedicarse
    entre otras cosas a: construir y mantener la infraestructura
    necesaria para la producción y elevar la calidad de vida
    en las áreas rurales del Estado (sistemas de riego,
    saneamiento de tierras, vialidad agrícola,
    telefonía rural, hospitales y centros ambulatorios,
    escuelas, comedores escolares, etc.), desarrollar programas de
    capacitación y transferencia de tecnología y otras
    actividades destinadas mejorar la competitividad de cadenas
    agroalimentaria regionales.

    El gran desafío consiste lograr alcanzar niveles
    óptimos de competitividad en la actividad agrícola
    y agroindustria articulados al logro de u mayor sustentabilidad y
    equilibrio
    social en las áreas rurales Producto del
    nuevo entorno macroeconómico se presentaran situaciones
    difíciles para sector, pero también se abren nuevas
    oportunidades que deben ser aprovechadas.

     

    Los Grandes Objetivos a
    Alcanzar para la Agricultura del Estado Mérida durante el
    Periodo 1996-2002: Una Imagen del
    Escenario Alternativo Deseable

    Seguidamente se presentará un conjunto de
    objetivos a alcanzar en materia de desarrollo agroalimentario y
    rural para el Estado. Dichos objetivos toman en
    consideración las restricciones que impone la nueva
    política, macroeconómica nacional (definida en la
    Agenda Venezuela) y la dinámica del entorno internacional,
    caracterizada entre otras cosas por la revolución
    tecnológica, la creciente preocupación por los
    problemas
    ambientales, el avance de la globalizaci6n y de los procesos
    de integración económica regional.
    Así mismo, los objetivos definen un escenario alternativo
    hacia el cual debe apuntar la acción
    del gobierno regional, en coordinación con los organismos
    de la Administración Central, las
    Alcaldías y las organizaciones de
    la sociedad civil. El escenario alternativo del sector
    agroalimentario merideño que se debería alcanzar
    para el año 2002, requiere dirigir esfuerzos al logro de
    los siguientes objetivos:

    1- Mejorar la productividad y la eficiencia de la
    agricultura y sus actividades conexas (comercialización,
    agroindustria). Se trata de alcanzar elevados niveles de
    productividad y eficiencia como instrumento para poder tener
    niveles de competitividad que permitan mantener una presencia
    activa en los mercados nacionales, incursionar en el negocio de
    las exportaciones y contribuir al logro de objetivos de la
    política macroeconómica nacional (En los que se
    pueden mencionar disminución de la tasa de
    inflación aumento de las exportaciones tradicionales y
    mejoramiento de balanza de
    pagos.).

    2- Lograr el desarrollo de una agricultura preservadora
    d medio ambiente y que garantice la sustentabilidad del sistema
    alimentario regional. Par importante de las ventajas competitivas
    del Estado descansa en la belleza de sus paisajes y la abundancia
    fuentes de
    agua. Lograr desarrollo de una agricultura sustentable
    contribuirá potenciar estas ventajas permitirá
    preservar para futuras generaciones de merideños la
    posibilidad de producir alimentos y desarrollar una vigorosa
    actividad agrícola y agroindustrial que, a su vez,
    podrá colocar su producción en los mercados
    externos sin problemas derivados del incumplimiento de normas
    ambientales.

    3- Promover un desarrollo equitativo, el mejoramiento de
    la calidad de vida y el bienestar en las áreas rurales. No
    se trata solamente de desarrollar una agricultura sustentable y
    de lograr mejoras significativas en la eficiencia productiva que
    conduzcan a un incremento de la competitividad. La estrategia de
    desarrollo para el Estado en general y el sector agroalimentario
    en particular, debe tener como premisa la necesidad de mejorar la
    calidad de vida, disminuir los niveles de pobreza y de iniquidad
    social en las áreas rurales.

    4- Fomentar el desarrollo agroindustrial de la
    región. El impulso a la producción agroindustrial
    para el mercado nacional y foráneo permitirá
    potenciar el desarrollo agrícola, generar mayor valor
    agregado, incrementar los niveles de empleo y dinamizar con sus
    efectos de encadenamiento hacia adelante y hacia atrás la
    economía de las ciudades intermedias y de las áreas
    rurales del Estado.

    5- Fomentar una mayor articulación entre la
    actividad agrícola y la turística (desarrollar el
    agroturismo). La belleza de los paisajes y las condiciones del
    clima le permiten a Mérida ser un Estado con ventajas para
    el turismo. Esta
    actividad no debe desarrollarse en contradicción y
    conflicto con
    la agricultura, por el contrario, deben promoverse procesos de
    integración de ambas a través del fomento al
    agroturismo, lo cual permitirá diversificar la oferta del
    producto turístico y generar empleos e ingresos
    adicionales para las familias de las áreas
    rurales.

     

    Problemas a Resolver para
    Alcanzar los Objetivos, Lineamientos de Política y
    Acciones Prioritarias

    Esta parte del documento se sustenta en las
    conclusiones derivadas de las
    opiniones emitidas por los participantes (productores,
    funcionarios públicos e investigadores) en el Taller sobre
    Análisis de los problemas de la agricultura
    merideña, el cual se realizó el 12 de mayo de 1996
    con la finalidad de obtener información para ser
    incorporada en el PEDEM. También incorpora las opiniones
    del equipo técnico encargado de elaborar el documento
    sobre el sector agrícola conformado por investigadores del
    CIAAL-FACES-ULA, la UEDA-Mérida- Gobernación y
    CORPOANDES.

    1) Organización institucional – desarticulada y
    afectada por la centralización – y falta de una
    política agroalimentaria coherente e integral que inserte
    a la agricultura dentro del sistema alimentario regional, con
    clara definición de los objetivos a alcanzar, teniendo
    como referencia las restricciones que impone el entorno
    macroeconómico, la disponibilidad de recursos y las
    fortalezas de la región.

    La agricultura, como se ha mostrado anteriormente es una
    actividad de importancia relevante para la economía
    regional en términos de su contribución al producto
    regional y del empleo directa e indirectamente generado.
    Además, se concibe como una actividad que requiere de
    acciones e intervenciones en el momento oportuno para superar
    fallas de mercado y acelerar el desarrollo de rubros
    estratégicos, diseñadas a partir del diálogo
    permanente con los productores y la sociedad civil. Obviamente,
    el excesivo centralismo
    impide la rapidez en las decisiones, la pronta y eficiente
    ejecución del presupuesto y el
    diálogo entre los órganos del gobierno regional y
    los afectados. Es por ello que, la descentralización de funciones de los
    organismos dependientes de la Administración Central surge
    como una necesidad y un aporte sustancial a la
    reestructuración del aparato Constitucional vinculado a la
    agricultura.

    Lineamientos de
    política y acciones prioritarias

    * Promover el proceso de descentralización y
    transferir las funciones de la UEDA- Mérida a la
    Dirección de Desarrollo Agrícola de la
    Gobernación, de manera que ella actúe como ente
    planificador, formulador, coordinador y ejecutor de
    políticas a nivel estatal en correspondencia con las
    políticas generales agroalimentarias formuladas por la
    Administración Central.

    * Formular y ejecutar un plan
    estratégico de desarrollo para la agricultura, el
    sector agroalimentario regional y las áreas rurales,
    articulado y en coherencia con las restricciones que impone el
    entorno macroeconómico, los objetivos del Plan
    Estratégico de Desarrollo del Estado, la disponibilidad de
    recursos, las ventajas comparativas y las
    oportunidades.

    * Desarrollar programas de capacitación de los
    funcionarios públicos adscritos a los organismos
    encargados de formular y ejecutar políticas regionales, de
    manera tal que mejoren su formación y puedan contribuir al
    éxito de la descentralización de los organismos
    agrícolas.

    2) Deficiencia en las formas de organización y
    asociación de los productores. Este problema impide una
    acción más coordinada de los productores para
    planificar la siembra y la cosecha, desarrollar programas de
    financiamiento y transferencia de tecnología, disminuir el
    costo de los insumos, negociar en mejores condiciones la
    comercialización de la producción y hacer sentir su
    voz ante las instancias del gobierno que toman
    decisiones.

     

    Lineamientos de política y acciones
    prioritarias

    Promover a través del IDA Mérida,
    utilizando como ejecutores del proceso a la Universidad de
    Los Andes y algunas ONG's, un
    programa destinado a educar y a difundir entre los productores no
    organizados las ventajas y beneficios que posibilitan el
    desarrollo de la
    organización de los productores. Promover programas de
    financiamiento, transferencia de tecnología y otros que
    fomenten y exijan como requerimiento para participar en los
    mismos de la existencia o pertenencia a una Organización
    de productores o de Comités de Riego.

    3) Inexistencia de programas de asistencia
    técnica y transferencia de tecnología e
    insuficiente investigación aplicada, lo cual se traduce
    en bajos niveles de productividad, inadecuada gestión
    y gerencia de
    las unidades de producción, pérdida de
    competitividad, y sobre todo, prácticas nocivas para la
    preservación de los recursos naturales y de¡ medio
    ambiente.

    Lineamientos de política y acciones
    prioritarias

    a) Agilizar e incorporar el mayor número posible
    de Municipios al Programa de Asistencia Técnica que
    ejecuta el Gobierno Nacional con recursos del Banco Mundial y
    coordinado por el CIARA. Esto exige a su vez, un esfuerzo
    coordinado entre la Gobernación del Estado
    (Dirección de Desarrollo Agrícola IDA), UEDA –
    Mérida, las alcaldías y las organizaciones de los
    Productores Pequeños y Medianos con el CIARA.

    b) Vincular los créditos que otorga el IDA-Mérida a
    la necesaria contratación del Servicio de
    asistencia técnica, cuyo costo deberá ser incluido
    en el monto a financiar.

    c) Promover programas especiales de Asistencia
    Técnica e investigación aplicada para atacar
    problemas en rubros específicos (con importancia
    estratégica para el Estado, como podrían ser los
    casos de papa, ajo y plátano) y áreas
    geográficas determinadas. Dichos programas podrían
    realizarse mediante convenios con participación de la ULA,
    FONAIAP – Mérida, Instituto Universitario
    Tecnológico de Ejido, ONG's y/o empresas privadas que se
    constituyan para tal fin, y deberían ser coordinados por
    la Dirección de Desarrollo Agrícola Regional o el
    IDA.

    d) Fortalecer y apoyar las iniciativas que en materia,
    de asistencia técnica han instrumentado las organizaciones
    de los pequeños productores (como Pueblo Llano) y ONG's
    (como el caso del Centro Campesino El
    Convite en Mucuchíes).

    e) Fortalecer y promover las relaciones y el flujo de
    información sobre tecnologías y prácticas
    agronómicas entre quienes presten el servicio de
    asistencia técnica y el FONAlAIP – Mérida, el
    Instituto de Investigaciones Agropecuarias de la ULA, y el
    IUTE.

    f) Promover en acción conjunta entre la
    Universidad de Los Andes, la Gobernación del Estado
    Mérida- FUNDACITE Mérída, las organizaciones
    de los Productores y la Cooperación Internacional, un
    Centro de Investigación, Capacitación y
    Transferencia de Tecnología Agrícola y
    Agroindustrial para la zona baja del Estado Mérida (Sur
    del Lago de Maracaibo).

    g) Promover a través de FUNDACITE –
    Mérida, IDA Mérida, ULA, FONAIAP, ONG's
    organizaciones de Productores Agrícolas y
    Agroindustriales, la conformación de un sistema regional
    de investigación y transferencia de tecnología
    agrícola y agroindustrial, el cual permita coordinar
    esfuerzos y unir recursos financieros y humanos de las instituciones
    y organizaciones involucradas (ULA, FONAIAP, Institutos
    Tecnológicos, ONG's), con miras a la solución de
    problemas concretos. h) Elaborar y ejecutar en el corto plazo un
    plan de capacitación, en coordinación con la ULA,
    INCE, IUTE, y otras instituciones, con miras a superar
    deficiencias en materia de: operación, reparación y
    mantenimiento de maquinarias y equipos agrícolas,
    procesamiento y preservación de los alimentos (métodos y
    tecnología de alimentos para procesar frutas, productos
    derivados de la leche, encurtidos, etc.) Y otras
    necesidades.

    4) Vialidad agrícola en mal estado, ineficiente e
    insuficiente prestación y dotación de servicios
    públicos (electricidad, agua, telefonía rural). El
    problema se agrava dadas las características
    topográficas del Estado. Sin una infraestructura
    mínima de vialidad y de servicios básicos, la
    actividad económica en general y la agroalimentaria en
    particular no podrán aprovechar las ventajas que se
    derivan de las economías externas que generan la vialidad
    agrícola en buen estado y los demás servicios. El
    mejoramiento de la competitividad exige aumentar el nivel de la
    eficiencia productiva en las fincas, pero también requiere
    necesariamente de una infraestructura mínima que, impida
    incrementos de los costos de producción, distribución y mantenimiento M parque
    automotor utilizado para producir y distribuir los bienes
    agroalimentarios.

    Lineamientos de política y acciones
    prioritarias

    a) Gestionar, además de la transferencia de
    competencia, la transferencia de los recursos financieros desde
    el MTC a la Gobernación del Estado.

    b) Promover formas de cofinanciamiento,
    congestión y de soluciones
    conjuntas a los programas de vialidad entre la
    Gobernación, Alcaldías, Organizaciones de
    Productores y Asociaciones de Vecinos de los centros poblados de
    las áreas rurales.

    c) Formular proyectos y gestionar ante los organismos
    competentes (MAC-PITSA; CANTV, CADELA, Hidroandes, FIDES, y
    otros), los recursos necesarios para atacar el
    problema.

    d) Dada la importancia que la actividad agrícola
    y la población rural tienen para el Estado Mérida,
    se hace necesario la aprobación de una Ley de Vialidad
    Agrícola que permita disponer, por vía
    presupuestaria, de un mínimo de recursos para atender los
    problemas de la infraestructura vial. Este proyecto de Ley
    debería ser presentado por el Gobierno Regional a la
    Asamblea Legislativa del Estado.

    5) Inseguridad jurídica de la tenencia. Dicho
    problema adquiere relevancia en el Sur del Lago de Maracaibo y
    los Pueblos del Sur, convirtiéndose en un obstáculo
    para el acceso al financiamiento, la realización de
    inversiones
    recuperables en el largo plazo, mejorar la equidad y el
    desarrollo de nuevos proyectos.

    Lineamientos de política y acciones
    prioritarias

    a) Realización de un Catastro Jurídico
    físico parcelario.

    b) Promover ante el IAN, el otorgamiento de
    títulos definitivos.

    c) Promover de manera organizada y sin conflictos una
    mayor acción del IAN y un programa de financiamiento para
    la dotación de tierras a jóvenes campesinos,
    trabajadores calificados del campo, reservistas del
    ejército y agrotécnicos. Se trata de promover la
    participación de nuevos sectores e incorporar el criterio
    de capacidad y aptitudes en los procesos de dotación de
    tierras por parte del IAN.

    6) Insuficiente e inoportuno financiamiento por parte de
    las instituciones públicas y privadas, lo cual fomenta el
    desarrollo de un mercado informal con elevadas tasas de
    interés (muy por encima de la tasa activa agrícola
    de la Banca Comercial) e impide la ejecución de
    inversiones recuperables a mediano y a largo plazo.

    Lineamientos de política y acciones
    prioritarias

    a) Dada la relevancia que la actividad agrícola
    tiene para el Estado Mérida, y su caracterización
    como una agricultura conformada predominantemente por
    pequeños productores, con evidentes fallas de mercado en
    el área financiera, con prevalencia de altos niveles de
    pobreza en las áreas rurales, con escasa
    articulación con la agroindustria y actividades
    turísticas, se propone lo siguiente:

    i) Plantear ante la Asamblea Legislativa la reforma de
    la Ley que rige al IDA-Mérida, para asignarle una cantidad
    de recursos equivalentes al 5% del presupuesto anual del
    Estado.

    ¡¡) Promover una mayor coordinación
    entre el OA Mérida, FONFIMER, CORPOINDUSTRIA y CORMETUR,
    con la finalidad de desarrollar programas especiales de
    financiamiento que permitan una mayor articulación entre
    la agricultura y la agroindustria y el desarrollo del
    agroturismo.

    b) Promover una mayor coordinación entre los
    organismos de financiamiento públicos y privados en el
    Estado (IDA, FONFIMER, ICAIP, Banca Comercial, FCA, FONCAFE,
    FONCACAO), con la finalidad de desarrollar un plan estatal de
    financiamiento. Esta acción debería estar liderada
    por el OA- Mérida.

    c) Promover la participación de los productores y
    sus organizaciones en el Fondo de Garantías Mutuas
    contemplado en el Proyecto del Sistema Nacional de Financiamiento
    Agrícola.

    d) Formular proyectos y programas especiales para el
    financiamiento y desarrollo de cultivos en los cuales el Estado
    tiene ventajas comparativas y competitivas que están
    desaprovechadas (frutas tropicales y cacao son dos
    ejemplos).

    Dichos programas podrían desarrollarse en
    coordinación entre el IDA-Mérida, FCA y FONCACAO,
    Banca Comercial y Productores. En el caso específico de
    cacao podría solicitarse la asesoría de PALMAVIEN y
    de la agroindustria procesadora del rubro.

    e) Ejecutar el programa de Granjas integrales
    propuesto por el IDA-Mérida, el cual además de
    prever el financiamiento para familias pobres de las áreas
    rurales del Estado, contempla un programa de capacitación
    y educación de la familia
    campesina.

    f) Promover planes especiales de financiamiento para
    estimular la creación de empresas productoras de insumos
    básicos, por ejemplo, semillas (papa, ajo, zanahoria y
    otras hortalizas, alimentos concentrados). En el corto plazo
    deberá hacerse énfasis en la creación de
    empresas productoras de semilla de papa, viveros de plantas de
    plátano, café, cacao y poner en funcionamiento la
    planta de alimentos concentrados promovida por los ganaderos de
    la zona alta, la cual tiene, además, una demanda potencial
    en la zona baja e intermedia del Estado.

    7) Prácticas agrícolas inapropiadas
    destructoras del recurso agua, con uso intensivo de
    agroquímicos, sobrepastoreo, tala y quema indiscriminada,
    etc; con profundos efectos negativos sobre el ambiente y la salud
    de los humanos. Esta situación causa profundos impactos
    negativos sobre el resto de las actividades productivas y pone en
    peligro la sustentabilidad de la agricultura.

    Lineamientos de política y acciones
    prioritarias

    Las proposiciones realizadas para este problema deben
    complementarse con las planteadas por el grupo de trabajo sobre
    Ambiente.

    a) Incorporar a través de la asistencia
    técnica prácticas agrícolas más
    cónsonas con un uso racional de los agroquímicos y
    preservadoras del medio ambiente.

    b) Promover y ampliar acciones como las planteadas por
    el IDA Mérida en su proyecto de Futuro- destinado a la
    recuperación y prevención de las cuencas de los
    ríos Mucujepe y Capaz.

    c) Desarrollar programas educativos destinados a
    fomentar una cultura
    ambientalista entre los productores (IDA, MARNR, ULA,
    Cámara de Radio y TV,
    ONG's, y otras organizaciones).

    d) Promover el desarrollo de investigaciones y
    adopciones de tecnología factibles económicamente y
    preservadores del ambiente para los principales rubros del Estado
    (FONAIAP IIAP-ULA, ONG's).

    e) Hacer cumplir el Decreto sobre el Plan de
    Ordenación del Territorio del Estado
    Mérida.

    f) Coordinar acciones entre la población y el
    MARNR para resolver los conflictos que se derivan del desarrollo
    de la actividad agrícola en áreas protegidas y bajo
    régimen de administración especial.

    8) Deficientes e inadecuados sistemas de
    comercialización tanto de la producción como de los
    insumos, los cuales afectan negativamente tanto a productores
    como a consumidores e impiden aprovechar el potencial exportador
    de la región.

    Lineamientos de política y acciones
    prioritarias

    a) Promover la organización de los productores y
    la planificación de siembra y cosecha a
    través de acciones como las planteadas por el programa de
    planificación de siembra, cosecha y
    comercialización (PLASICOM) propuesto por el
    IDA-Mérida. Dicho programa integra además de una
    acción coordinada para evitar sobreoferta de la
    producción en determinadas épocas del año,
    la gestión de la comercialización, la asistencia
    técnica y del financiamiento.

    b) Promoverla participación de los productores y
    sus organizaciones en los convenios de suministro con
    instituciones como el Programa de Mercados Solidarios (CASA),
    Comisariatos de empresas petroleras y otras
    instituciones.

    c) Desarrollar acciones concretas para la
    construcción y puesta en marcha del Proyecto
    MERCASUR.

    d) Crear una oficina regional
    de apoyo, capacitación y promoción de las exportaciones en
    coordinación con el Instituto de Comercio
    Exterior. Dicha oficina deberá ser creada por el
    gobierno regional, y tener en su acción y
    orientación una importante participación de los
    productores a través de sus organizaciones. Deberá
    también promoverse y estimularse la realización de
    misiones a mercados potenciales hacia los cuales se pueda
    exportar parte de la producción agroalimentaria
    merideña. Igualmente, en coordinación con las
    organizaciones de los productores agrícolas y agro
    industriales, deberá estimularse y financiar, al menos
    parcialmente, la participación en Ferias, exposiciones y
    otras formas que permitan dar a conocer la oferta exportable del
    Estado.

    e) Tomar acciones concretas para eliminar focos de
    corrupción
    que impiden el libre tránsito de la producción
    hacia los mercados nacionales y hacia el mercado colombiano en
    las alcabalas dentro de la jurisdicción del Estado.
    (Denuncia formulada por productores de El
    Vigía).

    f) Formular y ejecutar con carácter permanente y periodicidad al menos
    semanal, un programa de Mercados solidarios en las principales
    ciudades del Estado, ubicados estratégicamente en
    áreas de fácil acceso para los sectores de menores
    ingresos. De esta manera se contribuirá a una
    disminución de los efectos de la inflación sobre
    los consumidores del Estado, Dicho programa debe ser coordinado
    con CASA.

    g) Promover un programa de entrega bajo la forma de
    venta con
    facilidades o alquiler, de los centros de acopio, actualmente no
    utilizados, a las organizaciones de los productores. Dicha
    acción deberá estar acompañada de un
    programa de financiamiento.

    h) Fomentar entre las organizaciones de los productores
    la necesidad de que éstas intervengan más
    activamente en la comercialización de insumos,
    realización de importaciones directas de insumos,
    maquinarias y equipos; la creación de plantas procesadoras
    de materias primas para producir alimentos concentrados,
    etc.

    ¡) Coordinar acciones con las alcaldías
    respectivas, el sector privado (Asociaciones de Comerciantes) y
    la Gobernación del Estado para promover la
    construcción y puesta en marcha de un Mercado mayorista
    termina¡ para la Zona Metropolitana (Mérida y
    ciudades circunvecinas).

    j) Promover la construcción de al menos dos
    Mercados de minoristas (centros de distribución masiva de
    alimentos), estratégicamente ubicados para la ciudad de El
    Vigía. Este proyecto deberá ser ejecutado por la
    Alcaldía del Municipio Alberto Adriani en
    coordinación con las Asociaciones de Vecinos y otras
    organizaciones de la sociedad civil.

    k) Fortalecer los sistemas de
    información de precios actualmente existentes haciendo
    uso de los avances en las telecomunicaciones (INTERNET) e intensificando
    la utilización de las radioemisoras y la televisora
    regional. La ULA podría asesorar en este
    proyecto.

    9) Inseguridad personal y abigeato (problema que tiene
    su mayor expresión en la zona baja del Estado).Este
    problema desestímula las inversiones, promueve el
    ausentismo de los propietarios y finalmente ejerce efectos
    negativos sobre la productividad y la rentabilidad del negocio
    agrícola.

    Lineamiento de política

    Intensificar y coordinar las acciones que realizan para
    enfrentar este problema los organismos de seguridad
    (Policía, Guardia Nacional, PTJ, DISIP), y los productores
    de la zona.

    10) Baja calidad de vida y altos niveles de pobreza en
    las áreas rurales. Dicho problema se manifiesta en la
    insuficiencia, inexistencia y mala prestación de servicios
    básicos (hospitales y ambulatorios, electricidad,
    telefonía rural, agua potable, educación, etc.). La
    existencia de esta situación además de negarle
    derechos
    elementales a la población rural, promueve la migración
    rural hacia las áreas urbanas, disminuye la oferta de
    fuerza laboral en la
    zona, el desarrollo de nuevas inversiones e impide obtener
    ventajas de las economías externas que se generan a partir
    de la existencia de estos servicios. Así mismo, las
    situaciones de pobreza de gran proporción de los hogares
    en las áreas rurales crean condiciones para impedir el
    acceso de la población a una ingesta de alimentos
    (energía, proteínas
    y nutrientes) que te permita tener una vida activa y saludable,
    promoviendo el surgió miento de la subalimentación
    y la desnutrición, la aparición de enfermedades y la
    elevación de las tasas de mortalidad.

    Lineamientos de política y acciones
    prioritarias

    a) Intensificar los esfuerzos de capacitación y
    educación en las áreas rurales. Los programas de
    financiamiento tipo Granjas Integrales promovidos por el
    IDA-Mérida y otros de financiamiento para pequeños
    productores deben servir de instrumento para la
    capacitación integral de la familia
    campesina.

    b) Ejecutar un programa de alfabetización en las
    áreas rurales, con énfasis en aquellos municipios
    donde se concentran los mayores niveles de pobreza.

    c) Enfatizar la capacitación, la educación y la
    incorporación de la mujer
    campesina al proceso productivo y de desarrollo
    económico y social. La promoción de micro –
    empresas campesinas dirigidas por mujeres puede convertirse en
    una acción concreta en esta materia. Un programa de esta
    naturaleza
    podría ser coordinado entre el IDA-Mérida, oficinas
    agrícolas de las Alcaldías y ONG's. Además,
    diferentes estudios muestran el importante rol que juega la
    mujer campesina
    para mejorar el nivel de ingresos familiares y la seguridad
    alimentaría de los hogares.

    d) Incorporar en los programas de atención
    primaria de salud en las áreas rurales lo concerniente a
    la vigilancia M estado nutricional de la
    población.

    e) Promover la construcción de infraestructura e
    incorporación de servicios deficitarios en las
    áreas rurales (vivienda rural, telefonía rural,
    educación, electricidad, agua potable, cloacas,
    etc.).

    f) Vigilar y supervisar el cumplimiento de los programas
    de subsidios sociales y alimentarios, nacionales y regionales en
    las áreas rurales.

    11) Insuficiente nivel de desarrollo de la
    agroindustria. Este problema impide la generación de mayor
    valor agregado, disminuir las pérdidas postcosechas;
    aumentar el empleo y dinamizar la economía de las ciudades
    intermedias y áreas rurales.

     

    Lineamientos de políticas y acciones
    prioritarias

    * Promover acciones coordinadas entre el IDA –
    Mérida, FONFIMER, FONDEI, CORPOINDUSTRIA, organizaciones
    de los pequeños y medianos industriales y de productores
    agrícolas, con la finalidad de fomentar el desarrollo y el
    financiamiento de proyectos agroindustriales.

    * Crear mecanismos que otorguen ventajas de orden fiscal
    por parte de las alcaldías, para promover la
    instalación y el desarrollo de proyectos agroindustriales
    en áreas de alto potencial agrícola (Por ejemplo:
    El Vigía, Nueva Bolivia, Tímotes, Bailadores, y
    otras).

    * Desarrollar en coordinación con la ULA,
    FONFIMER, CORPOINDUSTRIA, y las organizaciones de los
    productores, programas de capacitación y' transferencia de
    tecnología dirigidos a la pequeña y mediana
    industria, organizaciones de productores agrícolas y
    demás interesados en la creación de microempresas
    y pequeñas y medianas industrias.

    * Difundir y promover entre potenciales inversionistas
    las ventajas de desarrollar proyectos agroindustriales en la
    región.

     

    Prof. Alejandro Gutiérrez

    En Revista
    virtual Provincia, Universidad de Los Andes: http://www.saber.ula.ve./cieprol/provincia

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