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Consideraciones teóricas acerca de la evaluación




Enviado por Mariela Silva Cruz



    1. Resumen
    2. Desarrollo
    3. Conclusiones
    4. Bibliografía

    RESUMEN

    La presente investigación aborda una monografía la cual integra los elementos
    esenciales de la evaluación, partiendo de la diversidad de
    conceptos que ofrecen diferentes autores, además las
    tendencias y regularidades de la evaluación, los
    antecedentes de la evaluación en cuba,
    así como las diferentes funciones de la
    evaluación en el proceso de
    enseñanza aprendizaje.

    Para este análisis se tuvo en consideración un
    conjunto de métodos
    científicos, entre los que se encuentran: análisis-
    síntesis, histórico- lógico,
    hipotético- deductivo, etc. La monografía
    sirve de complemento fundamental para enriquecer nuestra labor
    pedagógica en lo referido a la evaluación del
    aprendizaje de nuestros estudiantes.

    Constituye un documento valioso en manos de los docentes y
    todos aquellos que se interesen en este tema tan importante
    contribuyendo de esta forma a hacer mas efectivo el proceso
    docente educativo en sus distintos niveles.

    INTRODUCCIÓN

    El hombre desde
    que nace es constantemente evaluado, por tanto, la
    evaluación tiene gran influencia en el desarrollo de
    la
    personalidad.

    La evaluación, es una de las condiciones del
    desarrollo teórico, vinculada a la reflexión como
    cualidad de la conciencia, de
    manera que todas las actividades del hombre son evaluadas por lo
    que nos referimos a la evaluación como componente no
    personal del
    proceso.

    Cuando se habla de evaluación en la historia de la
    educación cubana no podemos dejar de mencionar a los
    insignes educadores José
    Agustín Caballero , José de la
    Luz y Caballero , Enrique José Varona, José
    Martí
    entre otros. Por ello si se habla de calidad de
    la
    educación , resulta necesario analizar las ideas
    educativas de estos eminentes educadores. En la época de
    Martí
    se percibe la importancia de sus ideas sobre la educación y
    específicamente educación para la vida , ideas que
    aun tienen vigencia extraordinaria en nuestro
    país.

    La evaluación según Eduardo Álvarez
    Corchon es un proceso, categoría, componente,
    eslabón del proceso de enseñanza y como función
    didáctica.

    A través de ella se puede hacer una retroalimentación del proceso y tiene un
    sentido abarcador, porque incluye control, medición, comprobación y
    calificación.

    Un colectivo de autores lo definen como un componente
    esencial del proceso de enseñanza que parte de la
    definición misma de los objetivos y
    concluye con la determinación del grado de eficiencia del
    proceso.

    Guillermina Labarrere y Gladis Valdivia lo expresan como
    la interpretación de la medida que nos lleva a
    expresar un juicio de valor. Proceso
    donde debe existir equilibrio
    adecuado entre las diferentes formas de los
    exámenes.

    Según Orestes Castro Pimienta la
    evaluación es el análisis cualitativo de los
    cambios sistemáticos en el alumno en relación con
    el rendimiento académico y el nivel de desarrollo de la
    personalidad a
    lo largo de un ciclo de enseñanza.

    La calidad de la educación es uno de los
    objetivos fundamentales de la sociedad
    cubana actual, por lo que todo docente es evidente que entre sus
    funciones se encuentra la de evaluar el proceso de aprendizaje de
    los alumnos, aunque prevalecen diferentes criterios en cuanto a
    la dirección de la evaluación, al modo
    que se elige para evaluar , al momento preciso para hacerlo,
    entre otros( Bermúdez, R y Rodríguez, M(1996),
    Pág. 75.

    Cada vez se considera más que si se quiere
    cambiar la práctica educativa es necesario cambiar la
    evaluación es decir, su finalidad y el qué y
    cómo se evalúa (Jarba y Sanmartí 1993)
    Pág. 22, estos autores plantean que los estudios
    demuestran que la evaluación es la práctica
    pedagógica que menos motiva al profesorado y que
    más le molesta y al mismo tiempo para el
    alumnado, la evaluación es la actividad más
    tímida y menos gratificadora.

    Sin embargo, alrededor de la evaluación gira todo
    el trabajo
    escolar, no solo condiciona qué, cuánto y
    cómo se enseña, sino también los ajustes que
    se deben hacer para atender la diversidad de necesidades que se
    generan en el aula. Sin una buena estrategia de
    evaluación no se garantiza excelencia en el
    proceso.

    DESARROLLO

    La evaluación de la calidad de la
    educación responde a una terminología moderna , sin
    embargo ha sido preocupación desde los inicios del
    desarrollo de la humanidad , donde el hombre
    sintió la necesidad de perpetuar sus conocimientos
    transmitidos de generación a generación , por lo
    que especialistas de diversas ramas , organismos financieros e
    incluso jefes de estados y de gobierno han
    prestado especial atención y ejemplo de ello tenemos en la
    declaración de la V Cumbre de mandatarios de Ibero
    América
    se incluyó el Programa de
    Cooperación para el desarrollo de los sistemas
    Nacionales de la Evaluación de la calidad
    Educativa .Nuestro país no ha estado ajeno a
    esta necesidad de desarrollar la calidad educacional y constituye
    esta una de las taras principales trazadas por la política del PCC y
    del Estado.

    La misión del
    PCC y el estado hace
    a los Ministerios de
    Educación y Educación
    Superior , en la educación de niños ,
    jóvenes y adultos basados en las ideas de Martí y
    el Socialismo en
    nuestro país , patentizado en el III Y IV Congreso y en el
    V Pleno , donde se planteo , en la esfera de la educación
    lo siguiente . …se continuara desarrollando la Educación
    de adultos y la Educación Técnica y profesional. La
    educación seguirá siendo un renglón prior
    izado entre los objetivos de nuestro pueblo…

    Además se plantea "La Educación
    …continuara asegurando maestros y escuelas para cada
    niño y posibilidades de acceso a niveles superiores de
    enseñanza … elevando permanentemente la calidad de este
    servicio"Dada
    la importancia otorgada a la calidad de la educación por
    el Partido , el Estado y su encargo en la sociedad es que se ha
    unido un grupo numeroso
    de investigadores en los centros docentes dedicándose a
    estudiar este fenómeno, entre los que podemos citar a
    Héctor Valdés y Francisco Pérez del
    Instituto Central de Ciencias
    Pedagógicas, que proponen un sistema de
    indicadores
    para evaluar la calidad educacional de la enseñanza.Cuando
    triunfa la Revolución
    en 1959, se hace un análisis de la situación de la
    educación ya que existían pocas escuelas y
    desatendidas , habían muchos analfabetos , y los pocos
    programas y
    planes de estudios estaban casi obsoletos ,de ahí
    comienzan transformaciones de la educación en Cuba y
    siempre abogando por mantener la calidad de la misma .

    ANTECEDENTES DE LA
    EVALUACIÓN EN CUBA.

    Al realizar un análisis histórico
    lógico de la evaluación del aprendizaje, nos damos
    cuanta que la misma ha sido objeto de atención de maestros
    y profesores de distintas generaciones. Ya desde los primeros
    siglos del dominio colonial
    hay referencias a formas de comprobación de los aprendido.
    Los negros esclavos, los aprendices y los artesanos mostraban sus
    habilidades en la propia actividad práctica, llegando a
    hacerse oficialmente, a través de los alcaldes
    examinadores.

    Precedida de una experiencia en la cual
    subsistían manifestaciones no formales de educación
    en los siglos XVII y XVIII, con el surgimiento de las instituciones
    escolares, la evaluación se asocia a la medición,
    poniendo de manifiesto la influencia
    escolástica.

    En el siglo XIX a pesar de deplorable de la
    instrucción pública existieron trabajos
    teóricos y valiosas experiencias prácticas cuyas
    fuentes fueron
    los grandes colegios privados donde el pensamiento
    pedagógico cubano tuvo su génesis y esplendor de
    vigencia extraordinaria. José de la Luz y Caballero,
    Juan B Sagarra, Manuel Valdés Rodríguez y otros,
    dejaron constancia del nivel alcanzado por la Pedagogía cubana, que no dejó de
    referirse a la necesaria evaluación de lo aprendido por
    los alumnos.

    En estudios realizado en el archivo nacional
    y en la universidad de La
    Habana permitió asegurar que la forma más utilizada
    de evaluación fueron los exámenes, casi todos
    orales y públicos, con una frecuencia, generalmente
    anual.

    En el período neocolonial se producen pocos
    cambios en relación con la evaluación, los
    exámenes continuaron reinando en las escuelas, las escalas
    de calificaciones a penas se transformaron, pero si cabe destacar
    que se mantuvo la preocupación de los profesores por
    perfeccionar la evaluación.

    Como parte de las transformaciones educacionales en la
    década del 60, se realizaron esfuerzos por perfeccionar el
    sistema de evaluación para los diferentes niveles de
    enseñanza y preparar al personal docente.

    En 1978 se puso en vigor un sistema de evaluación
    académica sobre la base de los principios de la
    pedagogía socialista. A partir de la resolución
    sobre política educacional del II Congreso del PCC, se
    pone énfasis en el aspecto cualitativo de la
    enseñanza introduciéndose cambios en la
    evaluación escolar.

    Al final de la década del 80 se introducen nuevas
    modificaciones de la evaluación del nivel medio, con la
    denominada evaluación pedagógica, con la cual se
    eleva el papel del maestro y se concilian aspectos
    pedagógicos de la evaluación con la cantidad y la
    calidad de lo enseñaron. En el curso 1989 – 1990 se
    introduce un aspecto interesante referido a tener más en
    cuanta el criterio del profesor. Las
    normas
    vigentes para la evaluación parten en la fundamental de
    los presupuestos
    establecidos en la RM-216/89. Es necesario profundizar en el
    aspecto cualitativo del sistema de evaluación sobre todo
    para garantizar la integración de los aspectos instructivos y
    educativos como parte de la formación armónica de
    los estudiantes. En la actualidad con la introducción de las transformaciones
    educacionales que se materializan en las diferentes educaciones
    se viene haciendo un rediseño del sistema evaluativo que
    de respuesta a la calidad del aprendizaje que se
    espera.

    TENDENCIAS Y
    REGULARIDADES DE LA EVALUACIÓN
    EDUCATIVA

    Acerca de las tendencias evaluativasEn el
    análisis histórico-lógico de la
    evaluación escolar y su expresión en las teorías
    psicológico pedagógicas refleja un conjunto de
    ideas predominantes que se han manifestado como tendencias en
    diferentes momentos del decursar histórico. Para la
    determinación de las tendencias predominantes en la
    evaluación es necesario partir de la consideración
    de los principios de la dialéctica materialista, los que
    han actuado como reguladores de nuestra actividad
    científica, en tanto postulados teóricos que
    definen la posición filosófica y las tendencias del
    desarrollo de nuestro objeto y ha requerido la explicación
    y demostración en el proceso de razonamiento
    científico.

    Una cuestión común a dichas tendencias es
    el hecho de que su origen está en las teorías
    socio-políticas
    y pedagógicas generalmente foráneas.Entre las
    tendencias más resistentes al paso del tiempo y que
    más matices presenta se encuentra:¨ La evaluación en sentido
    reduccionista

    Esta tendencia se expresa en primer lugar en
    considerarla como equivalente al examen, la medición o la
    comprobación por separado y en segundo lugar en la
    enajenación de los sujetos participantes
    directa o indirectamente en el proceso evaluativo, al
    hiperbolizar el papel de las notas o calificaciones como elemento
    que clasifica, etiquetea, sojuzga, sanciona o premia al
    estudiante y lo acredita, con lo que se justifica la
    repercusión individual y social que ha alcanzado.Existen
    otras manifestaciones de la tendencia reduccionista, como es la
    de considerar la evaluación como una cuestión
    netamente técnica.De igual forma es reduccionista limitar
    la evaluación al rendimiento académico,
    generalmente de los conocimientos y en el mejor de los casos de
    las habilidades, esta última manifestación
    reduccionista ha estado condicionada históricamente por el
    desarrollo de las ciencias de la educación, en particular
    de la Didáctica, la que ha profundizado
    más en el aspecto cognitivo del sistema contenido de la
    enseñanza. Esta tendencia ha lastrado de tal modo a la
    evaluación, que para muchos evaluación del
    aprendizaje es sinónimo de evaluación del
    rendimiento académico en el alcance ya
    descrito.

    ¨ La evaluación
    como centro del proceso pedagógicoEsta tendencia consiste
    en simplificar el proceso pedagógico a la dimensión
    de uno de sus componentes, en este caso a la evaluación.Se
    manifiesta de múltiples formas que van desde la
    creación para alumnos, maestros y padres del objetivo
    aparente de que se estudia para aprobar, promover o acreditarse y
    la modificación de programas en función de lo que
    hay que examinar, entre otras.

    Esta aparente elevación del papel de la
    evaluación, lejos de favorecer el desarrollo de esta
    categoría pedagógica, lo que ha provocado es la
    limitación de su alcance y le ha ganado no pocos
    detractores, ya que al negar el error antes explicado, se ha
    caído en el otro de considerar la evaluación como
    algo objetable, prescindible desde posiciones supuestamente
    humanistas y científicas.Aunque las tendencias y
    prácticas anteriores son predominante, esto no significa
    que la experiencia evaluativa y sus expresiones teóricas
    sean absolutamente desfavorables o negativas o que no existan
    manifestaciones evaluativas adecuadas, muestra de ello
    es la propia confrontación entre la tendencias citadas, su
    negación y superación.

    ¨ La evaluación
    como exigencia intrínseca del acto educativoEl criterio
    fundamental de esta tendencia es la negación del criterio
    apendicular en relación con la evaluación, es decir
    que se identifica la categoría evaluación como
    componente esencial del proceso y como consustancial a
    éste. De igual forma se considera la evaluación en
    su lugar y papel correspondiente, sin reduccionismos, ni
    absolutizaciones.Gana cada vez más seguidores el criterio
    de esta tendencia referido al carácter integrador, holístico y
    sobre todo personológico de la evaluación como un
    hecho personal, en el que se involucran en un protagonismo
    fluctuante el maestro y los estudiantes.

    Acerca de las regularidades
    evaluativas

    Las tendencias evaluativas como estadios posteriores del
    desarrollo de los eventos
    procesales que caracterizan al acto evaluativo, han estado
    determinados por relaciones internas necesarias y reiteradas, que
    expresan el paso del momento empírico al teórico en
    el
    conocimiento de este componente del proceso
    pedagógico.Estas relaciones son sucedentes a las leyes del proceso
    pedagógico en el alcance y sentido de las "relaciones
    didácticas legítimas"(Klingberg, L.), y del
    núcleo de la Didáctica (Álvarez De Zayas ,
    C.), expresado en cuatro leyes fundamentales:-los objetivos como
    categoría rectora. -las relaciones entre objetivos,
    contenidos y métodos.-vínculo de la
    derivación e integración del
    proceso.-relación de la instrucción y la
    educación.

    Estas leyes en tanto abarcadoras, incluyen en su esencia
    las condiciones interrelacionadas en el sistema de referencia, es
    decir, que estamos en presencia de regularidades evaluativas en
    tanto relaciones objetivas, estables y reiteradas. Dichas
    relaciones pueden formularse en la forma
    siguiente:-relación
    objetivos-evaluación.-relación
    contenido-evaluación.-relación
    métodos-evaluación.-relación
    evaluación-comunicación.-relación
    evaluación- autoevaluación.-relación
    evaluación-control.Estas relaciones como se ha
    señalado antes constituyen especificaciones, que de manera
    causal condicionan, en el plano evaluativo las manifestaciones
    del conjunto de leyes generales ya citadas.Cada regularidad es
    explicada en el curso, aunque por su carácter
    orientador-regulador es necesario esclarecer desde el inicio una
    de ellas.- Relación objetivos-evaluación

    Esta relación reconoce el carácter
    orientador y rector de los objetivos del proceso
    pedagógico, pero al mismo tiempo expresa la relatividad de
    éstos, en tanto están mediatizados por los sujetos
    participantes y las condiciones objetivas.He aquí que al
    desplazar esta relación se aprecia:OBJETIVOS

    SUJETOS

    CONDICIONES

    EVALUACIÓN

    Los alumnos y el profesor abarcan dos subjetividades
    interrelacionadas, para ambos la evaluación tiene una
    connotación diferente, aunque con puntos de contacto,
    precisamente a través de esos puntos es que funciona la
    relación entre los objetivos y la
    evaluación.

    La evaluación actúa como cualquier otro
    objeto de conocimiento,
    en el que para su asimilación por el sujeto, es necesaria
    la correspondencia objetivos-motivos.El sujeto puede transformar
    la evaluación, en la medida en que conoce e interioriza el
    alcance de los objetivos.La dimensión real de la
    relación objetivos-evaluación se aprecia a partir
    de concebir los primeros, no en el sentido reduccionista de la
    Pedagogía Conductista, sino en un sentido mucho más
    amplio y flexible. Nos referimos a las metas que se plantea el
    hombre a partir de sus representaciones más complejas
    acerca del futuro y derivadas de sus
    tendencias orientadoras, que responden a su activa
    búsqueda y reflexión de las circunstancias
    concretas que enfrenta.

    La evaluación parte de lo objetivos, pero no se
    limita a la comprobación de éstos, ya que no
    siempre abarcan en su totalidad al objeto de asimilación,
    ni las potencialidades del alumno.Sin perder su carácter
    rector, el objetivo mientras más específico es,
    resulta más relativo y dependiente de las condiciones, en
    especial de la relación contenido-métodos en la
    enseñanza, por lo que la evaluación también
    se ajusta a tales variaciones, es decir, debe ser
    flexible.

    La evaluación debe partir de sus fines, dar
    espacio para la reflexión, la alternativa, la
    imaginación y el acto creativo.Sin perder su
    carácter rector los objetivos transfieren su acción
    orientadora a la evaluación, produciéndose un
    efecto de interacción recíproca.Tener en
    cuenta la dialéctica de la relación antes explicada
    es necesaria para hacer coincidir el objetivo real de la
    enseñanza con su reflejo u objetivo aparente, es decir que
    en el estudiante como sujeto de aprendizaje y en el profesor como
    dirigente, facilitador y estimulador de ese proceso se integren
    objetivos y motivos. Así el objetivo aparente de aprobar,
    acreditarse, transitar por determinado ciclo de enseñanza,
    etc., no sustituirá al objetivo real de aprender,
    desarrollarse y crecer como personalidad.

    FUNCIONALIDAD DEL
    PROCESO EVALUATIVO

    Las funciones de la evaluación le dan a
    ésta, la vida necesaria y su identidad como
    componente del proceso pedagógico. Sin ellas la
    evaluación quedaría en el plano teórico como
    categoría pedagógica y carecería de interés
    práctico para docentes y educandos.No existen criterios
    comunes para clasificar las funciones de la evaluación,
    por lo que se presentan funciones que denominándose igual
    tienen diferente significado, se superponen o solapan, por lo que
    se ha considerado necesario precisar cuáles son las
    funciones esenciales de la evaluación de modo que sea
    más fácil la comprensión y
    utilización por los docentes.

    Teniendo en cuenta lo anteriormente señalado se
    propone la clasificación siguiente:-Función
    pedagógica.-Función Innovadora.-Función de
    Control.a) Función pedagógicaLa función
    pedagógica puede ser considerada la función rectora
    de la evaluación. Se caracteriza por producir tres efectos
    importantes e interrelacionados, el efecto instructivo, el
    educativo y el de resonancia.- Efecto instructivoSe logra
    adecuadamente cuando se establece con precisión la
    relación objetivos-evaluación, cuando el alumno es
    orientado adecuadamente hacia esos objetivos, tiene clara
    conciencia de que se espera de él, que camino ha de seguir
    y cómo debe comprobar el grado de eficiencia de su
    actividad.

    La evaluación es instructiva sólo si parte
    del presupuesto
    anterior, que se concreta en que el alumno sea verdadero sujeto
    protagonista del proceso, en particular de su
    evaluación.No obstante no es suficiente, ya que de igual
    forma la evaluación tiene que evidenciar la
    funda-mentalización y profesionalización de los contenidos de
    aprendizaje, es decir, tiene que llamar la atención del
    alumno sobre lo esencial, las invariantes, ideas rectoras, etc.,
    las formas en que se asimilan, las habilidades intelectuales,
    docentes y prácticas que deben poseer.

    – Efecto educativoLa función pedagógica se
    completa y alcanza su esencia cuando tiene un efecto educativo
    sobre el estudiante, tal efecto ha sido considerado en sí
    mismo como una función, lo que se justifica por su
    importancia, no obstante separado de lo instructivo reduce sus
    potencialidades de acción directa sobre el educando, que
    histórica y socialmente está condicionado para
    considerar como prioridad el rendimiento académico.La
    evaluación educa desde que su concepción curricular
    es conocida por el estudiante. Este conocimiento se da
    mediatizado por la aplicación que hace el profesor, es
    decir, que un sistema evaluativo comienza a educar favorable o
    desfavorablemente desde la determinación de que enfoque ha
    de seguir, a que principios se atiene y a qué
    política educacional responde.

    El espíritu solidario del ser humano debe ser una
    constante en la escuela en su
    conjunto y la evaluación tributa en tal sentido, por lo
    que es necesaria la ayuda mutua, las tareas colectivas y su
    valoración, la solución de problemas
    comunes a todos en un grupo determinado.

    – Efecto de ResonanciaEste efecto ha sido considerado
    por otros autores, pero en un plano macroestructural en
    relación con un sistema evaluativo de una
    institución, subsistema o país en su conjunto
    (Baskwash o repercusión). El efecto de resonancia es el
    reflejo objetivo o distorsionado de los efectos instructivos y
    educativos de la evaluación en los diferentes sujetos y
    contextos sociales.Como todo efecto parte del nexo causal, es en
    sí una magnitud esperada, en tanto causa y efecto se
    presuponen y penetran, no obstante existen un conjunto de
    factores que hacen difícil predecir este efecto para caso
    particular, véanse algunos ejemplos:

    1- Estudiar para aprobar, para transitar de un curso a
    otro o sólo con el fin de acreditarse. aunque
    lícitos estos son efectos de resonancias ya que el
    objetivo real es la asimilación consciente, dominar una
    tecnología
    o formar determinada cualidad.

    2- El significado que atribuyen no pocos docentes a
    tener una "buena promoción de sus alumnos", como indicador
    de su calidad como docente.Los conceptos de éxito y
    fracaso escolar son peligrosos efectos de resonancia de la
    evaluación, que han condicionado la vida escolar, personal
    y familiar de muchos seres humanos, teniendo además un
    significado económico, véase la eficiencia de los
    centros de Educación Superior en América Latina, lo
    que constituye una verdadera enfermedad de nuestros sistemas
    educacionales.b) Función innovadoraLos diferentes
    métodos y técnicas
    de evaluación pueden ser concebidos no como meras
    comprobaciones de conocimientos o del dominio de las acciones o
    automatización de las operaciones, sino
    que también deben dar un espacio para propiciar la duda
    constante, la necesidad de verificar las propias respuestas. En
    fin estimular el pensamiento crítico en el
    alumno.

    El alumno necesita transferir los conocimientos, las
    habilidades y los métodos de su adquisición y
    desarrollo a situaciones nuevas.La evaluación tiene que
    dar continuidad al proceso que garantiza el pensamiento flexible
    y comprobarlo fehacientemente, por lo que las técnicas
    empleadas, en especial las preguntas como forma básica del
    control deben propiciar juicios alternativos, soluciones
    algorítmicas y no algorítmicas,
    reformulación de los problemas o la elaboración de
    otros nuevos.

    Hay que tener en cuenta que la lógica
    de las respuestas no siempre ha de ser la "lógica del
    profesor", es necesario dejar un espacio, tal vez más
    amplio, a la lógica del alumno. ¿Quién
    queremos que aprenda a razonar?. Por tanto al igual que todo el
    sistema didáctico, la evaluación debe allanar el
    camino para que esto sea posible y verdaderamente sea el alumno
    quien se desarrolle.c)Función de controlEl control es la
    función evaluativa más reconocida y estudiada en la
    literatura
    pedagógica y psicológica, así como en la
    práctica escolar.

    El control convertido en el gran "dictador" del proceso
    pedagógico, en muchos casos ha determinado el quehacer del
    maestro y su intencionalidad, así como la actividad del
    alumno, llegando a ser su objetivo más importante.El
    control existe para la evaluación y por ello más
    que identificarse como uno de los componentes estructuro
    funcionales de la acción debe verse abarcando todos los
    componentes en relación con la obtención,
    procesamiento y presentación de información para su valoración
    psicológica, pedagógica y sociológica.El
    concepto de
    evaluación dado por Héctor Valdés, plantea
    que la evaluación consiste en un proceso
    sistemático de recogida de datos,
    incorporados al sistema general de actuación educativa,
    que permite obtener información valida y fiable para
    formar juicios de valor acerca de una situación
    .

    Estos juicios a su vez , se utilizaran en la toma de
    decisiones con objeto de mejorar la actividad educativa
    valorada.Realizando una valoración de esta
    definición y de los estudios efectuados en este tema
    consideramos que evaluación es un proceso firme,
    sistemático, con carácter educativo que le
    proporciona tanto al maestro como a los estudiantes datos reales
    del cumplimiento de los objetivos del programa.

    A partir de esto podemos relacionar fases que pueden
    sintetizar el proceso evaluador , que pueden servirnos de
    guía para la propia concepción del sistema de
    evaluación de la calidad de la educación.La labor
    educacional del proceso aprendizaje como actividad social debe
    contar necesariamente con mecanismos que le permitan conocer el
    nivel de desarrollo alcanzado, la calidad del producto ,
    objeto de su acción transformadora: el educando, en
    nuestro caso.El hecho de existir posiciones y concepciones
    diversas con relación a la formación del hombre y
    los objetivos a alcanzar, determinan por tanto variadas
    posiciones sobre las formas de controlar y evaluar y la no
    necesidad de hacerlo en otros casos.

    La evaluación objetiva de los resultados
    obtenidos en la formación de la personalidad de los
    educandos, permitirá la planificación de tareas educativas reales
    que correspondan a los intereses y necesidades de
    éstos.Para ello se requiere conocer lo que ya se ha
    logrado para poder avanzar
    pero los resultados por supuesto no serán los esperados.No
    es fácil percibir externamente y valorar en
    períodos cortos el desarrollo alcanzado en las cualidades
    de la personalidad, lo que determina la utilización de
    vías diferentes a las que se utilizan en el proceso de
    enseñanza.

    Los resultados y la eficiencia alcanzada en el proceso
    educativo solo es posible conocerlos mediante el estudio integral
    del grupo en general y de cada estudiante en particular; es
    fundamental conocer sus intereses, aspiraciones, deseos, es
    necesario poder penetrar en su mundo interno en la
    búsqueda de las causas que lo hacen actuar o sentir de una
    u otra forma.El poder estudiar integralmente a los alumnos ayuda
    al maestro en la solución de las formas y métodos
    más adecuados para lograr un trabajo
    educativo mucho más efectivo.Es importante que las tareas
    propuestas despierte en el estudiante la necesidad de su
    valoración; que exija un esfuerzo personal y pueda
    demostrar sus posibilidades reales, solo así la labor
    educativa es efectiva y podrá el maestro obtener logros en
    su labor.

    El enfoque individual de cada tarea ayuda a formar y
    desarrollar los rasgos y cualidades necesarios de la personalidad
    en formación, en unos habrá que ayudarlos a
    eliminar en lo posible la falta de decisión, agresividad,
    timidez, en otros tal vez, el exceso de seguridad y
    confianza en sí mismos, la desorganización o la
    irresponsabilidad. No es fácil determinar objetivamente
    los resultados obtenidos en la labor educativa y establecer, como
    ha influido esta en el desarrollo de la personalidad pero, lo que
    consideramos necesario tener presente en cada caso es el no
    juzgar a priori el nivel alcanzado solo por las palabras y
    manifestaciones externas, sino por los resultados obtenidos en
    las tareas sistemáticas.

    La evaluación del nivel de desarrollo requiere
    encontrar aquellos criterios que permitan determinar de modo
    correcto no solo la actuación de los alumnos, sino
    también el porqué de esa actuación. Los
    criterios no son más que la medida, los indicadores sobre
    cuya base vamos a evaluar.

    A nuestro juicio un criterio o un indicador
    fundamental a tener presente, es la actuación del
    educando, no lo que dice y habla, sino lo que hace realmente, no
    las palabras o promesas, sino la capacidad de poder combinar
    adecuadamente la palabra y la acción; de ahí que
    una evaluación correcta es aquella que toma en cuenta no
    las acciones correctas y concretas, los hechos, lo real, es
    decir, no es posible determinar y juzgar el nivel de desarrollo
    alcanzado solo por sus palabras y manifestaciones escritas, sino
    por sus acciones, por los resultados positivos negativos
    obtenidos en la actividad que realiza.

    El problema de la evaluación del proceso docente
    – educativo está dado por el constante
    perfeccionamiento del mismo proceso, que tiene como tarea
    fundamental la lucha por elevar la calidad de la
    evaluación y sus resultados.En la actual concepción
    del P D E se destaca su comprensión como un sistema
    dinámico en el cual interactúan el profesor y el
    alumno, sistema integrado por una serie de componentes en la
    interacción. Por ello debemos considerar la
    evaluación como uno de los componentes esenciales en el
    proceso y es necesario analizarlo con los restantes componentes:
    objetivo, contenido, medios y
    métodos que se apliquen, es precisamente la
    evaluación la efectividad del P D E. En la práctica
    de la dirección del proceso, ello se manifiesta en
    preguntas improvisadas, ejercicios improvisados que corresponden
    a los niveles de asimilación propuestos, en
    aceptación de respuestas incompletas e incluso
    incorrectas.

    Todo ello muestra que no se interioriza el papel que
    debe desempeñar la evaluación en la
    dirección del proceso docente educativo, la no total
    comprensión de sus funciones y de su importancia en el
    logro de una mejor calidad en el resultado de dicho proceso.Para
    que la evaluación juegue su papel y se cumplan todas las
    funciones resulta indispensable la participación del
    alumno como sujeto activo del aprendizaje. En la
    evaluación es el docente el que de acuerdo con los
    objetivos, contenidos, medios y métodos aplicados
    determinan cuándo, qué y cómo evaluar; de
    acuerdo a los distintos niveles de asimilación.

    En el proceso pedagógico, en las actividades
    metodológicas y tecnológicas influyen las teorías del
    aprendizaje , tanto entre maestros y alumnos y con ellos la
    evaluación, presentándose en dos direcciones
    interrelacionadas, la evaluación del trabajo
    pedagógico y la evaluación del aprendizaje que
    determina el desarrollo de la personalidad , donde se observa que
    el objeto es el proceso pedagógico y el campo de
    acción , la evaluación del aprendizaje .De
    ahí la importancia de considerar la evaluación de
    forma integral , basado en la unidad de lo cognitivo y lo
    afectivo en el aprendizaje
    como hecho social y personal .

    La evaluación del aprendizaje comprende el
    análisis de los cambios que se han efectuado
    sistemáticamente en el alumno de forma cualitativa, en
    relación con el rendimiento académico y el
    desarrollo alcanzado en la personalidad en esa etapa determinada,
    también podemos decir que la evaluación refleja la
    relación estrecha que existe entre instrucción y
    educación en el proceso, donde es necesario evaluar
    hábitos, habilidades, y el nivel alcanzado en la
    personalidad del alumno.Cuando se habla de evaluación
    educativa se refiere al estudio de varias teorías que van
    desde el pragmatismo
    hasta el conductismo,
    donde se mezcla el aprendizaje con el logro de los objetivos
    .

    La evaluación reconoce el carácter
    orientador y rector de los objetivos del proceso
    pedagógico y haciendo un análisis de esto se
    aprecia el papel que juega el sujeto y las condiciones para
    efectuar la misma y la relaciona es objeto – sujeto –
    condiciones – evaluación , de ahí que el sujeto
    tiene varias alternativas a partir del objetivo propuesto y puede
    trasformar la evaluación en la medida que conoce y alcance
    los objetivos ,por lo que en general la evaluación debe
    ser flexible y los objetivos mas específicos ,sin dejar de
    reconocer el carácter rector de los mismos.

    Es importante reconocer que para que la
    evaluación sea integradora, flexible, debe tener
    relación con los métodos y la comunicación
    para que sea valida y confiable, pues para el estudiante puede
    ser un estimulo, una valoración justa de su esfuerzo, para
    el maestro indica falta de estudio de sus alumnos y falta en su
    metodología y para la escuela una
    visión critica de la calidad de la docencia
    impartida, incluyendo la familia que
    considera que es un generador de stress o un
    conflicto.Si
    analizamos lo anterior es necesario reflexionar las siguientes
    palabras del Comandante en jefe Fidel Castro
    el 8 de febrero de 1987 en la clausura del XI Seminario
    Nacional de Educación."Nuestra educación tiene
    carácter universal ,se ha creado , se ha constituido y se
    ha desarrollado en beneficio de todos los niños del
    país , tenemos que a todos atenderlos , tenemos que a
    todos educarlos , tenemos que enseñarles a todos lo que se
    les pueda enseñar, a todos y a cada uno de ellos.Ese es el
    principio , y dentro de ese objetivo conciliar masividad con
    calidad."…

    La evaluación es una practica muy extendida en
    el; sistema escolar en todo nivel de enseñanza y en
    cualquiera de sus modalidades o especialidades. Conceptuarla como
    practica quiere decir que estamos ante una actividad que se
    desarrolla siguiendo unos usos, que cumple múltiples
    funciones, que se apoya en una serie de ideas y formas de
    realizarla.

    El concepto de evaluación tiene una amplitud
    variable de significados posibles. Se imponen o no en la practica
    según las necesidades a la que sirve la evaluación
    y en función de las diferentes formas de
    concebirla.

    Decir que es evaluar no es algo simple de definir.
    Además si consideramos que no es lo mismo evaluar
    rendimientos en alumnos, comportamientos en los profesores,
    calidad de los materiales
    didácticos o buen funcionamiento de los centros
    educacionales.

    La práctica de la evaluación se explica
    por la forma en que se llevan a cabo las funciones que
    desempeña la institución escolar y por eso viene
    condicionado su realización por diferentes aspectos y
    elementos personales, sociales e institucionales, al mismo tiempo
    ella incide sobre los demás elementos implicados en la
    escolarización: trasmisión del conocimiento,
    relaciones entre profesores y alumnos, interacciones en el grupo,
    métodos que se practican, disciplina,
    expectativas de alumnos, profesores y padres.

    Evaluar, no es una acción esporádica ni
    circunstancial de los profesores y de la institución
    escolar, sino, es algo que está muy presente en la
    práctica pedagógica. También podemos referir
    que evaluar no solo es el acto de comprobar el rendimiento o
    cualidades del alumno, sino una fase más, la final, de un
    ciclo completo de actividad didáctica, razonablemente
    planificada, desarrollada y analizada.

    Este concepto de evaluación tiene una amplitud
    variable de significados posibles. Se imponen o no en la
    práctica según la necesidad a los que sirven la
    evaluación y en función de las diferentes formas de
    concebirlas.

    En nuestro lenguaje el
    verbo evaluar significa estimar, calcular, valorar, apreciar o
    señalar el valor a algo. La operación de evaluar
    algo o alguien, consiste en estimar su valor no material, en fin
    en la práctica cotidiana consiste en poner calificaciones
    a los alumnos y aplicar las pruebas para
    obtener la información a partir de que se asignarán
    calificaciones.

    Desde el punto de vista pedagógico y
    metodológico podemos plantear que evaluar hace referencia
    a cualquier proceso por medio de que alguna o varias
    características de un alumno, de un grupo de estudiantes,
    de un ambiente
    educativo, de objetivos educativos, de materiales, profesores,
    programas, reciben la atención del que evalúa, se
    analizan y se valoran sus características y condiciones en
    función de criterios o puntos de referencias para emitir
    un juicio que sea relevante para la educación.

    La evaluación ha de implicar a todos los miembros
    de la comunidad
    educativa, padre, madres, profesores y alumnos dado que su
    finalidad principal es al máximo el desarrollo de cada
    alumno y no la clasificación y la selección
    a de tomar en cuanta todos los aspectos del proceso educativo, es
    decir, no solo la actividad del alumnado, sino también la
    propia actividad docente, el funcionamiento de los equipos
    educativos, el currículo y los proyectos
    curriculares específicos de cada centro, los materiales y
    los recursos
    didácticos.

    La evaluación por tanto deberá servir como
    instrumentos de investigación y reflexión,
    proporcionando un enorme potencial formativo, tanto para el
    alumno como para el propio profesor.

    La técnicas y los sistemas de evaluación
    podrán ser muy variados, pero en ningún caso deben
    penalizar, sino proporcionar medios de detección y de
    superación de dificultades en el Proceso de
    Enseñanza Aprendizaje, por lo que la evaluación
    tenderá a la autoafirmación personal, generando un
    sentimiento positivo de que se avanza y que se valoran los
    esfuerzos, en vez de hacer recaer en el alumnado un sentimiento
    de fracaso.

    En el ámbito docente el profesorado debe asumir
    que su propia práctica docente ha de ser objeto de
    evaluación, puesto que también los profesores
    cometen tantos errores como aciertos; es preciso, además,
    reforzar el trabajo de equipos, compartiendo instrumentos y
    definiendo colectivamente los criterios de
    evaluación.

    La evaluación según se puede deducir de
    cuanto hemos referido, equivale a reflexionar sobre el Proceso de
    Enseñanza y Aprendizaje, es decir, se trata de una
    actividad de investigación, pero una investigación
    dirigida no a constatar la realidad, sino a transformarla y
    aunque en esa activada de investigación reflexiva el
    profesor tiene un papel importantísimo, no se trata de una
    prerrogativa suya, sino que debe incorporar a todo los implicados
    en el proceso, por lo que los modelos de
    evaluación deben reunir las siguientes
    características:

    • Cuantitativa, interesa desarrollar instrumentos de
      observación y análisis, tales
      como, entrevistas,
      videos, la fotografía, el debate en
      clase que
      permitan conocer de manera global y sistemática todo el
      proceso educativo.
    • Procesual, continua reflexión que lleve a un
      proceso de investigación y de acción.
    • Global, porque debe reflejar todo el marco de la
      realidad educativa con su complejidad.
    • Democrática, debe ser abierta y transparente
      hacia el interior y exterior de la institución educativa
      y consensurada por todos los protagonistas.
    • Contextualizada, adaptada a las
      características específicas de cada centro
      escolar.

    En la actual concepción del Proceso Docente
    Educativo, se destaca su concepción como un sistema
    dinámico en que interactúan profesores y alumnos,
    por ello al considerar la evaluación como uno de los
    componentes esenciales de este proceso es necesario analizarlo en
    su estrecha relación con los restantes componentes: los
    objetivos, los contenidos, los métodos que se aplican y
    los medios que se utilizan.

    Sin embargo un análisis detallado a esta
    relación, tanto desde el punto de vista teórico
    como de la práctica escolar directa, pone de manifiesto
    que, en el momento actual, uno de los aspectos menos
    desarrollados y por lo tanto sobre el cual no existen acuerdos
    definitivos, es precisamente la evaluación de la
    efectividad del Proceso Docente Educativo.

    En la práctica diaria aun hay profesores y
    maestros a los que se consideran como docentes de experiencia y
    de buena preparación, pero que al momento de preparar sus
    clases no prestan especial atención a los momentos
    evaluativos del proceso.

    Concebir la evaluación en su sentido amplio
    significa utilizarla como instrumento que permita por una parte,
    establecer en diferentes momentos de l proceso, la calidad conque
    se cumplen los objetivos de las diferentes asignaturas y por otra
    parte y en dependencia de los resultados alcanzados, determinar
    las correcciones que es necesario introducir para acercar cada
    vez más los resultados de las exigencias de los objetivos,
    así los momentos evaluativos son parte del Proceso de
    Enseñanza y están presente en este. Por supuesto
    que todo proceso debe conducir a un resultado parcial o final y
    es también la evaluación la que permite en su
    función comprobatoria establecer una calificación
    que signifique una nota de calidad del proceso y el resultado
    alcanzado por cada alumno.

    Esto constituye el momento de comprobación, lo
    que consideramos por evaluación en su sentido más
    estrecho. Tanto en este como en el más amplio la
    evaluación cumple una serie de funciones, es decir, sirve
    e múltiples objetivos, no solo para el sujeto evaluado
    sino de cara al profesor, a la institución escolar, a la
    familia y al
    sistema social.

    Su utilidad
    más llamativa no es precisamente la pedagógica,
    pues el hecho de evaluar no surge en la educación como una
    necesidad de conocimiento del alumno y los procesos
    educativos. Partimos de una realidad institucional
    históricamente condicionada y muy acertada que exige su
    uso: se evalúa por la función social que con ella
    se cumple. Es una misión asignada a la escuela y a los
    profesores en concreto, se
    realiza en un contexto de valores
    sociales por unas personas y con unos instrumentos que no son
    neutrales.

    CONCLUSIONES

    La evaluación del aprendizaje la
    podemos concretar en esencia en analizar cualitativamente los
    cambios que se han efectuado sistemáticamente en los
    educandos en relación con el rendimiento y el nivel de
    desarrollo de la personalidad durante un ciclo de
    enseñanza, semestre, curso, etc por lo que podemos referir
    que la misma refleja la unidad, entre la instrucción y la
    educación en el proceso pedagógico, es decir que a
    un proceso único, corresponde una evaluación
    integradora única

    La evaluación no debe ser utilizada tan solo
    para detectar errores, lagunas o dificultades, sino
    también para comprobar aciertos y reconocer esfuerzos, de
    este modo podrá ser una importante fuente de motivación
    para alumnos y profesores.

    BIBLIOGRAFÍA:

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    Labarrere, G y Valdivia, G: Pedagogía, Editorial
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    Autora:

    Yamirka Medina Pérez

    Licenciada en Educación, especialidad de Construcción. Diplomante en
    Pedagogía Profesional y en Economía.

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