La presente investigación aborda una monografía la cual integra los elementos
esenciales de la evaluación, partiendo de la diversidad de
conceptos que ofrecen diferentes autores, además las
tendencias y regularidades de la evaluación, los
antecedentes de la evaluación en cuba,
así como las diferentes funciones de la
evaluación en el proceso de
enseñanza aprendizaje.
Para este análisis se tuvo en consideración un
conjunto de métodos
científicos, entre los que se encuentran: análisis-
síntesis, histórico- lógico,
hipotético- deductivo, etc. La monografía
sirve de complemento fundamental para enriquecer nuestra labor
pedagógica en lo referido a la evaluación del
aprendizaje de nuestros estudiantes.
Constituye un documento valioso en manos de los docentes y
todos aquellos que se interesen en este tema tan importante
contribuyendo de esta forma a hacer mas efectivo el proceso
docente educativo en sus distintos niveles.
El hombre desde
que nace es constantemente evaluado, por tanto, la
evaluación tiene gran influencia en el desarrollo de
la
personalidad.
La evaluación, es una de las condiciones del
desarrollo teórico, vinculada a la reflexión como
cualidad de la conciencia, de
manera que todas las actividades del hombre son evaluadas por lo
que nos referimos a la evaluación como componente no
personal del
proceso.
Cuando se habla de evaluación en la historia de la
educación cubana no podemos dejar de mencionar a los
insignes educadores José
Agustín Caballero , José de la
Luz y Caballero , Enrique José Varona, José
Martí
entre otros. Por ello si se habla de calidad de
la
educación , resulta necesario analizar las ideas
educativas de estos eminentes educadores. En la época de
Martí
se percibe la importancia de sus ideas sobre la educación y
específicamente educación para la vida , ideas que
aun tienen vigencia extraordinaria en nuestro
país.
La evaluación según Eduardo Álvarez
Corchon es un proceso, categoría, componente,
eslabón del proceso de enseñanza y como función
didáctica.
A través de ella se puede hacer una retroalimentación del proceso y tiene un
sentido abarcador, porque incluye control, medición, comprobación y
calificación.
Un colectivo de autores lo definen como un componente
esencial del proceso de enseñanza que parte de la
definición misma de los objetivos y
concluye con la determinación del grado de eficiencia del
proceso.
Guillermina Labarrere y Gladis Valdivia lo expresan como
la interpretación de la medida que nos lleva a
expresar un juicio de valor. Proceso
donde debe existir equilibrio
adecuado entre las diferentes formas de los
exámenes.
Según Orestes Castro Pimienta la
evaluación es el análisis cualitativo de los
cambios sistemáticos en el alumno en relación con
el rendimiento académico y el nivel de desarrollo de la
personalidad a
lo largo de un ciclo de enseñanza.
La calidad de la educación es uno de los
objetivos fundamentales de la sociedad
cubana actual, por lo que todo docente es evidente que entre sus
funciones se encuentra la de evaluar el proceso de aprendizaje de
los alumnos, aunque prevalecen diferentes criterios en cuanto a
la dirección de la evaluación, al modo
que se elige para evaluar , al momento preciso para hacerlo,
entre otros( Bermúdez, R y Rodríguez, M(1996),
Pág. 75.
Cada vez se considera más que si se quiere
cambiar la práctica educativa es necesario cambiar la
evaluación es decir, su finalidad y el qué y
cómo se evalúa (Jarba y Sanmartí 1993)
Pág. 22, estos autores plantean que los estudios
demuestran que la evaluación es la práctica
pedagógica que menos motiva al profesorado y que
más le molesta y al mismo tiempo para el
alumnado, la evaluación es la actividad más
tímida y menos gratificadora.
Sin embargo, alrededor de la evaluación gira todo
el trabajo
escolar, no solo condiciona qué, cuánto y
cómo se enseña, sino también los ajustes que
se deben hacer para atender la diversidad de necesidades que se
generan en el aula. Sin una buena estrategia de
evaluación no se garantiza excelencia en el
proceso.
La evaluación de la calidad de la
educación responde a una terminología moderna , sin
embargo ha sido preocupación desde los inicios del
desarrollo de la humanidad , donde el hombre
sintió la necesidad de perpetuar sus conocimientos
transmitidos de generación a generación , por lo
que especialistas de diversas ramas , organismos financieros e
incluso jefes de estados y de gobierno han
prestado especial atención y ejemplo de ello tenemos en la
declaración de la V Cumbre de mandatarios de Ibero
América
se incluyó el Programa de
Cooperación para el desarrollo de los sistemas
Nacionales de la Evaluación de la calidad
Educativa .Nuestro país no ha estado ajeno a
esta necesidad de desarrollar la calidad educacional y constituye
esta una de las taras principales trazadas por la política del PCC y
del Estado.
La misión del
PCC y el estado hace
a los Ministerios de
Educación y Educación
Superior , en la educación de niños ,
jóvenes y adultos basados en las ideas de Martí y
el Socialismo en
nuestro país , patentizado en el III Y IV Congreso y en el
V Pleno , donde se planteo , en la esfera de la educación
lo siguiente . …se continuara desarrollando la Educación
de adultos y la Educación Técnica y profesional. La
educación seguirá siendo un renglón prior
izado entre los objetivos de nuestro pueblo…
Además se plantea "La Educación
…continuara asegurando maestros y escuelas para cada
niño y posibilidades de acceso a niveles superiores de
enseñanza … elevando permanentemente la calidad de este
servicio"Dada
la importancia otorgada a la calidad de la educación por
el Partido , el Estado y su encargo en la sociedad es que se ha
unido un grupo numeroso
de investigadores en los centros docentes dedicándose a
estudiar este fenómeno, entre los que podemos citar a
Héctor Valdés y Francisco Pérez del
Instituto Central de Ciencias
Pedagógicas, que proponen un sistema de
indicadores
para evaluar la calidad educacional de la enseñanza.Cuando
triunfa la Revolución
en 1959, se hace un análisis de la situación de la
educación ya que existían pocas escuelas y
desatendidas , habían muchos analfabetos , y los pocos
programas y
planes de estudios estaban casi obsoletos ,de ahí
comienzan transformaciones de la educación en Cuba y
siempre abogando por mantener la calidad de la misma .
ANTECEDENTES DE LA
EVALUACIÓN EN CUBA.
Al realizar un análisis histórico
lógico de la evaluación del aprendizaje, nos damos
cuanta que la misma ha sido objeto de atención de maestros
y profesores de distintas generaciones. Ya desde los primeros
siglos del dominio colonial
hay referencias a formas de comprobación de los aprendido.
Los negros esclavos, los aprendices y los artesanos mostraban sus
habilidades en la propia actividad práctica, llegando a
hacerse oficialmente, a través de los alcaldes
examinadores.
Precedida de una experiencia en la cual
subsistían manifestaciones no formales de educación
en los siglos XVII y XVIII, con el surgimiento de las instituciones
escolares, la evaluación se asocia a la medición,
poniendo de manifiesto la influencia
escolástica.
En el siglo XIX a pesar de deplorable de la
instrucción pública existieron trabajos
teóricos y valiosas experiencias prácticas cuyas
fuentes fueron
los grandes colegios privados donde el pensamiento
pedagógico cubano tuvo su génesis y esplendor de
vigencia extraordinaria. José de la Luz y Caballero,
Juan B Sagarra, Manuel Valdés Rodríguez y otros,
dejaron constancia del nivel alcanzado por la Pedagogía cubana, que no dejó de
referirse a la necesaria evaluación de lo aprendido por
los alumnos.
En estudios realizado en el archivo nacional
y en la universidad de La
Habana permitió asegurar que la forma más utilizada
de evaluación fueron los exámenes, casi todos
orales y públicos, con una frecuencia, generalmente
anual.
En el período neocolonial se producen pocos
cambios en relación con la evaluación, los
exámenes continuaron reinando en las escuelas, las escalas
de calificaciones a penas se transformaron, pero si cabe destacar
que se mantuvo la preocupación de los profesores por
perfeccionar la evaluación.
Como parte de las transformaciones educacionales en la
década del 60, se realizaron esfuerzos por perfeccionar el
sistema de evaluación para los diferentes niveles de
enseñanza y preparar al personal docente.
En 1978 se puso en vigor un sistema de evaluación
académica sobre la base de los principios de la
pedagogía socialista. A partir de la resolución
sobre política educacional del II Congreso del PCC, se
pone énfasis en el aspecto cualitativo de la
enseñanza introduciéndose cambios en la
evaluación escolar.
Al final de la década del 80 se introducen nuevas
modificaciones de la evaluación del nivel medio, con la
denominada evaluación pedagógica, con la cual se
eleva el papel del maestro y se concilian aspectos
pedagógicos de la evaluación con la cantidad y la
calidad de lo enseñaron. En el curso 1989 – 1990 se
introduce un aspecto interesante referido a tener más en
cuanta el criterio del profesor. Las
normas
vigentes para la evaluación parten en la fundamental de
los presupuestos
establecidos en la RM-216/89. Es necesario profundizar en el
aspecto cualitativo del sistema de evaluación sobre todo
para garantizar la integración de los aspectos instructivos y
educativos como parte de la formación armónica de
los estudiantes. En la actualidad con la introducción de las transformaciones
educacionales que se materializan en las diferentes educaciones
se viene haciendo un rediseño del sistema evaluativo que
de respuesta a la calidad del aprendizaje que se
espera.
TENDENCIAS Y
REGULARIDADES DE LA EVALUACIÓN
EDUCATIVA
Acerca de las tendencias evaluativasEn el
análisis histórico-lógico de la
evaluación escolar y su expresión en las teorías
psicológico pedagógicas refleja un conjunto de
ideas predominantes que se han manifestado como tendencias en
diferentes momentos del decursar histórico. Para la
determinación de las tendencias predominantes en la
evaluación es necesario partir de la consideración
de los principios de la dialéctica materialista, los que
han actuado como reguladores de nuestra actividad
científica, en tanto postulados teóricos que
definen la posición filosófica y las tendencias del
desarrollo de nuestro objeto y ha requerido la explicación
y demostración en el proceso de razonamiento
científico.
Una cuestión común a dichas tendencias es
el hecho de que su origen está en las teorías
socio-políticas
y pedagógicas generalmente foráneas.Entre las
tendencias más resistentes al paso del tiempo y que
más matices presenta se encuentra:¨ La evaluación en sentido
reduccionista
Esta tendencia se expresa en primer lugar en
considerarla como equivalente al examen, la medición o la
comprobación por separado y en segundo lugar en la
enajenación de los sujetos participantes
directa o indirectamente en el proceso evaluativo, al
hiperbolizar el papel de las notas o calificaciones como elemento
que clasifica, etiquetea, sojuzga, sanciona o premia al
estudiante y lo acredita, con lo que se justifica la
repercusión individual y social que ha alcanzado.Existen
otras manifestaciones de la tendencia reduccionista, como es la
de considerar la evaluación como una cuestión
netamente técnica.De igual forma es reduccionista limitar
la evaluación al rendimiento académico,
generalmente de los conocimientos y en el mejor de los casos de
las habilidades, esta última manifestación
reduccionista ha estado condicionada históricamente por el
desarrollo de las ciencias de la educación, en particular
de la Didáctica, la que ha profundizado
más en el aspecto cognitivo del sistema contenido de la
enseñanza. Esta tendencia ha lastrado de tal modo a la
evaluación, que para muchos evaluación del
aprendizaje es sinónimo de evaluación del
rendimiento académico en el alcance ya
descrito.
¨ La evaluación
como centro del proceso pedagógicoEsta tendencia consiste
en simplificar el proceso pedagógico a la dimensión
de uno de sus componentes, en este caso a la evaluación.Se
manifiesta de múltiples formas que van desde la
creación para alumnos, maestros y padres del objetivo
aparente de que se estudia para aprobar, promover o acreditarse y
la modificación de programas en función de lo que
hay que examinar, entre otras.
Esta aparente elevación del papel de la
evaluación, lejos de favorecer el desarrollo de esta
categoría pedagógica, lo que ha provocado es la
limitación de su alcance y le ha ganado no pocos
detractores, ya que al negar el error antes explicado, se ha
caído en el otro de considerar la evaluación como
algo objetable, prescindible desde posiciones supuestamente
humanistas y científicas.Aunque las tendencias y
prácticas anteriores son predominante, esto no significa
que la experiencia evaluativa y sus expresiones teóricas
sean absolutamente desfavorables o negativas o que no existan
manifestaciones evaluativas adecuadas, muestra de ello
es la propia confrontación entre la tendencias citadas, su
negación y superación.
¨ La evaluación
como exigencia intrínseca del acto educativoEl criterio
fundamental de esta tendencia es la negación del criterio
apendicular en relación con la evaluación, es decir
que se identifica la categoría evaluación como
componente esencial del proceso y como consustancial a
éste. De igual forma se considera la evaluación en
su lugar y papel correspondiente, sin reduccionismos, ni
absolutizaciones.Gana cada vez más seguidores el criterio
de esta tendencia referido al carácter integrador, holístico y
sobre todo personológico de la evaluación como un
hecho personal, en el que se involucran en un protagonismo
fluctuante el maestro y los estudiantes.
Acerca de las regularidades
evaluativas
Las tendencias evaluativas como estadios posteriores del
desarrollo de los eventos
procesales que caracterizan al acto evaluativo, han estado
determinados por relaciones internas necesarias y reiteradas, que
expresan el paso del momento empírico al teórico en
el
conocimiento de este componente del proceso
pedagógico.Estas relaciones son sucedentes a las leyes del proceso
pedagógico en el alcance y sentido de las "relaciones
didácticas legítimas"(Klingberg, L.), y del
núcleo de la Didáctica (Álvarez De Zayas ,
C.), expresado en cuatro leyes fundamentales:-los objetivos como
categoría rectora. -las relaciones entre objetivos,
contenidos y métodos.-vínculo de la
derivación e integración del
proceso.-relación de la instrucción y la
educación.
Estas leyes en tanto abarcadoras, incluyen en su esencia
las condiciones interrelacionadas en el sistema de referencia, es
decir, que estamos en presencia de regularidades evaluativas en
tanto relaciones objetivas, estables y reiteradas. Dichas
relaciones pueden formularse en la forma
siguiente:-relación
objetivos-evaluación.-relación
contenido-evaluación.-relación
métodos-evaluación.-relación
evaluación-comunicación.-relación
evaluación- autoevaluación.-relación
evaluación-control.Estas relaciones como se ha
señalado antes constituyen especificaciones, que de manera
causal condicionan, en el plano evaluativo las manifestaciones
del conjunto de leyes generales ya citadas.Cada regularidad es
explicada en el curso, aunque por su carácter
orientador-regulador es necesario esclarecer desde el inicio una
de ellas.- Relación objetivos-evaluación
Esta relación reconoce el carácter
orientador y rector de los objetivos del proceso
pedagógico, pero al mismo tiempo expresa la relatividad de
éstos, en tanto están mediatizados por los sujetos
participantes y las condiciones objetivas.He aquí que al
desplazar esta relación se aprecia:OBJETIVOS
SUJETOS
CONDICIONES
EVALUACIÓN
Los alumnos y el profesor abarcan dos subjetividades
interrelacionadas, para ambos la evaluación tiene una
connotación diferente, aunque con puntos de contacto,
precisamente a través de esos puntos es que funciona la
relación entre los objetivos y la
evaluación.
La evaluación actúa como cualquier otro
objeto de conocimiento,
en el que para su asimilación por el sujeto, es necesaria
la correspondencia objetivos-motivos.El sujeto puede transformar
la evaluación, en la medida en que conoce e interioriza el
alcance de los objetivos.La dimensión real de la
relación objetivos-evaluación se aprecia a partir
de concebir los primeros, no en el sentido reduccionista de la
Pedagogía Conductista, sino en un sentido mucho más
amplio y flexible. Nos referimos a las metas que se plantea el
hombre a partir de sus representaciones más complejas
acerca del futuro y derivadas de sus
tendencias orientadoras, que responden a su activa
búsqueda y reflexión de las circunstancias
concretas que enfrenta.
La evaluación parte de lo objetivos, pero no se
limita a la comprobación de éstos, ya que no
siempre abarcan en su totalidad al objeto de asimilación,
ni las potencialidades del alumno.Sin perder su carácter
rector, el objetivo mientras más específico es,
resulta más relativo y dependiente de las condiciones, en
especial de la relación contenido-métodos en la
enseñanza, por lo que la evaluación también
se ajusta a tales variaciones, es decir, debe ser
flexible.
La evaluación debe partir de sus fines, dar
espacio para la reflexión, la alternativa, la
imaginación y el acto creativo.Sin perder su
carácter rector los objetivos transfieren su acción
orientadora a la evaluación, produciéndose un
efecto de interacción recíproca.Tener en
cuenta la dialéctica de la relación antes explicada
es necesaria para hacer coincidir el objetivo real de la
enseñanza con su reflejo u objetivo aparente, es decir que
en el estudiante como sujeto de aprendizaje y en el profesor como
dirigente, facilitador y estimulador de ese proceso se integren
objetivos y motivos. Así el objetivo aparente de aprobar,
acreditarse, transitar por determinado ciclo de enseñanza,
etc., no sustituirá al objetivo real de aprender,
desarrollarse y crecer como personalidad.
FUNCIONALIDAD DEL
PROCESO EVALUATIVO
Las funciones de la evaluación le dan a
ésta, la vida necesaria y su identidad como
componente del proceso pedagógico. Sin ellas la
evaluación quedaría en el plano teórico como
categoría pedagógica y carecería de interés
práctico para docentes y educandos.No existen criterios
comunes para clasificar las funciones de la evaluación,
por lo que se presentan funciones que denominándose igual
tienen diferente significado, se superponen o solapan, por lo que
se ha considerado necesario precisar cuáles son las
funciones esenciales de la evaluación de modo que sea
más fácil la comprensión y
utilización por los docentes.
Teniendo en cuenta lo anteriormente señalado se
propone la clasificación siguiente:-Función
pedagógica.-Función Innovadora.-Función de
Control.a) Función pedagógicaLa función
pedagógica puede ser considerada la función rectora
de la evaluación. Se caracteriza por producir tres efectos
importantes e interrelacionados, el efecto instructivo, el
educativo y el de resonancia.- Efecto instructivoSe logra
adecuadamente cuando se establece con precisión la
relación objetivos-evaluación, cuando el alumno es
orientado adecuadamente hacia esos objetivos, tiene clara
conciencia de que se espera de él, que camino ha de seguir
y cómo debe comprobar el grado de eficiencia de su
actividad.
La evaluación es instructiva sólo si parte
del presupuesto
anterior, que se concreta en que el alumno sea verdadero sujeto
protagonista del proceso, en particular de su
evaluación.No obstante no es suficiente, ya que de igual
forma la evaluación tiene que evidenciar la
funda-mentalización y profesionalización de los contenidos de
aprendizaje, es decir, tiene que llamar la atención del
alumno sobre lo esencial, las invariantes, ideas rectoras, etc.,
las formas en que se asimilan, las habilidades intelectuales,
docentes y prácticas que deben poseer.
– Efecto educativoLa función pedagógica se
completa y alcanza su esencia cuando tiene un efecto educativo
sobre el estudiante, tal efecto ha sido considerado en sí
mismo como una función, lo que se justifica por su
importancia, no obstante separado de lo instructivo reduce sus
potencialidades de acción directa sobre el educando, que
histórica y socialmente está condicionado para
considerar como prioridad el rendimiento académico.La
evaluación educa desde que su concepción curricular
es conocida por el estudiante. Este conocimiento se da
mediatizado por la aplicación que hace el profesor, es
decir, que un sistema evaluativo comienza a educar favorable o
desfavorablemente desde la determinación de que enfoque ha
de seguir, a que principios se atiene y a qué
política educacional responde.
El espíritu solidario del ser humano debe ser una
constante en la escuela en su
conjunto y la evaluación tributa en tal sentido, por lo
que es necesaria la ayuda mutua, las tareas colectivas y su
valoración, la solución de problemas
comunes a todos en un grupo determinado.
– Efecto de ResonanciaEste efecto ha sido considerado
por otros autores, pero en un plano macroestructural en
relación con un sistema evaluativo de una
institución, subsistema o país en su conjunto
(Baskwash o repercusión). El efecto de resonancia es el
reflejo objetivo o distorsionado de los efectos instructivos y
educativos de la evaluación en los diferentes sujetos y
contextos sociales.Como todo efecto parte del nexo causal, es en
sí una magnitud esperada, en tanto causa y efecto se
presuponen y penetran, no obstante existen un conjunto de
factores que hacen difícil predecir este efecto para caso
particular, véanse algunos ejemplos:
1- Estudiar para aprobar, para transitar de un curso a
otro o sólo con el fin de acreditarse. aunque
lícitos estos son efectos de resonancias ya que el
objetivo real es la asimilación consciente, dominar una
tecnología
o formar determinada cualidad.
2- El significado que atribuyen no pocos docentes a
tener una "buena promoción de sus alumnos", como indicador
de su calidad como docente.Los conceptos de éxito y
fracaso escolar son peligrosos efectos de resonancia de la
evaluación, que han condicionado la vida escolar, personal
y familiar de muchos seres humanos, teniendo además un
significado económico, véase la eficiencia de los
centros de Educación Superior en América Latina, lo
que constituye una verdadera enfermedad de nuestros sistemas
educacionales.b) Función innovadoraLos diferentes
métodos y técnicas
de evaluación pueden ser concebidos no como meras
comprobaciones de conocimientos o del dominio de las acciones o
automatización de las operaciones, sino
que también deben dar un espacio para propiciar la duda
constante, la necesidad de verificar las propias respuestas. En
fin estimular el pensamiento crítico en el
alumno.
El alumno necesita transferir los conocimientos, las
habilidades y los métodos de su adquisición y
desarrollo a situaciones nuevas.La evaluación tiene que
dar continuidad al proceso que garantiza el pensamiento flexible
y comprobarlo fehacientemente, por lo que las técnicas
empleadas, en especial las preguntas como forma básica del
control deben propiciar juicios alternativos, soluciones
algorítmicas y no algorítmicas,
reformulación de los problemas o la elaboración de
otros nuevos.
Hay que tener en cuenta que la lógica
de las respuestas no siempre ha de ser la "lógica del
profesor", es necesario dejar un espacio, tal vez más
amplio, a la lógica del alumno. ¿Quién
queremos que aprenda a razonar?. Por tanto al igual que todo el
sistema didáctico, la evaluación debe allanar el
camino para que esto sea posible y verdaderamente sea el alumno
quien se desarrolle.c)Función de controlEl control es la
función evaluativa más reconocida y estudiada en la
literatura
pedagógica y psicológica, así como en la
práctica escolar.
El control convertido en el gran "dictador" del proceso
pedagógico, en muchos casos ha determinado el quehacer del
maestro y su intencionalidad, así como la actividad del
alumno, llegando a ser su objetivo más importante.El
control existe para la evaluación y por ello más
que identificarse como uno de los componentes estructuro
funcionales de la acción debe verse abarcando todos los
componentes en relación con la obtención,
procesamiento y presentación de información para su valoración
psicológica, pedagógica y sociológica.El
concepto de
evaluación dado por Héctor Valdés, plantea
que la evaluación consiste en un proceso
sistemático de recogida de datos,
incorporados al sistema general de actuación educativa,
que permite obtener información valida y fiable para
formar juicios de valor acerca de una situación
.
Estos juicios a su vez , se utilizaran en la toma de
decisiones con objeto de mejorar la actividad educativa
valorada.Realizando una valoración de esta
definición y de los estudios efectuados en este tema
consideramos que evaluación es un proceso firme,
sistemático, con carácter educativo que le
proporciona tanto al maestro como a los estudiantes datos reales
del cumplimiento de los objetivos del programa.
A partir de esto podemos relacionar fases que pueden
sintetizar el proceso evaluador , que pueden servirnos de
guía para la propia concepción del sistema de
evaluación de la calidad de la educación.La labor
educacional del proceso aprendizaje como actividad social debe
contar necesariamente con mecanismos que le permitan conocer el
nivel de desarrollo alcanzado, la calidad del producto ,
objeto de su acción transformadora: el educando, en
nuestro caso.El hecho de existir posiciones y concepciones
diversas con relación a la formación del hombre y
los objetivos a alcanzar, determinan por tanto variadas
posiciones sobre las formas de controlar y evaluar y la no
necesidad de hacerlo en otros casos.
La evaluación objetiva de los resultados
obtenidos en la formación de la personalidad de los
educandos, permitirá la planificación de tareas educativas reales
que correspondan a los intereses y necesidades de
éstos.Para ello se requiere conocer lo que ya se ha
logrado para poder avanzar
pero los resultados por supuesto no serán los esperados.No
es fácil percibir externamente y valorar en
períodos cortos el desarrollo alcanzado en las cualidades
de la personalidad, lo que determina la utilización de
vías diferentes a las que se utilizan en el proceso de
enseñanza.
Los resultados y la eficiencia alcanzada en el proceso
educativo solo es posible conocerlos mediante el estudio integral
del grupo en general y de cada estudiante en particular; es
fundamental conocer sus intereses, aspiraciones, deseos, es
necesario poder penetrar en su mundo interno en la
búsqueda de las causas que lo hacen actuar o sentir de una
u otra forma.El poder estudiar integralmente a los alumnos ayuda
al maestro en la solución de las formas y métodos
más adecuados para lograr un trabajo
educativo mucho más efectivo.Es importante que las tareas
propuestas despierte en el estudiante la necesidad de su
valoración; que exija un esfuerzo personal y pueda
demostrar sus posibilidades reales, solo así la labor
educativa es efectiva y podrá el maestro obtener logros en
su labor.
El enfoque individual de cada tarea ayuda a formar y
desarrollar los rasgos y cualidades necesarios de la personalidad
en formación, en unos habrá que ayudarlos a
eliminar en lo posible la falta de decisión, agresividad,
timidez, en otros tal vez, el exceso de seguridad y
confianza en sí mismos, la desorganización o la
irresponsabilidad. No es fácil determinar objetivamente
los resultados obtenidos en la labor educativa y establecer, como
ha influido esta en el desarrollo de la personalidad pero, lo que
consideramos necesario tener presente en cada caso es el no
juzgar a priori el nivel alcanzado solo por las palabras y
manifestaciones externas, sino por los resultados obtenidos en
las tareas sistemáticas.
La evaluación del nivel de desarrollo requiere
encontrar aquellos criterios que permitan determinar de modo
correcto no solo la actuación de los alumnos, sino
también el porqué de esa actuación. Los
criterios no son más que la medida, los indicadores sobre
cuya base vamos a evaluar.
A nuestro juicio un criterio o un indicador
fundamental a tener presente, es la actuación del
educando, no lo que dice y habla, sino lo que hace realmente, no
las palabras o promesas, sino la capacidad de poder combinar
adecuadamente la palabra y la acción; de ahí que
una evaluación correcta es aquella que toma en cuenta no
las acciones correctas y concretas, los hechos, lo real, es
decir, no es posible determinar y juzgar el nivel de desarrollo
alcanzado solo por sus palabras y manifestaciones escritas, sino
por sus acciones, por los resultados positivos negativos
obtenidos en la actividad que realiza.
El problema de la evaluación del proceso docente
– educativo está dado por el constante
perfeccionamiento del mismo proceso, que tiene como tarea
fundamental la lucha por elevar la calidad de la
evaluación y sus resultados.En la actual concepción
del P D E se destaca su comprensión como un sistema
dinámico en el cual interactúan el profesor y el
alumno, sistema integrado por una serie de componentes en la
interacción. Por ello debemos considerar la
evaluación como uno de los componentes esenciales en el
proceso y es necesario analizarlo con los restantes componentes:
objetivo, contenido, medios y
métodos que se apliquen, es precisamente la
evaluación la efectividad del P D E. En la práctica
de la dirección del proceso, ello se manifiesta en
preguntas improvisadas, ejercicios improvisados que corresponden
a los niveles de asimilación propuestos, en
aceptación de respuestas incompletas e incluso
incorrectas.
Todo ello muestra que no se interioriza el papel que
debe desempeñar la evaluación en la
dirección del proceso docente educativo, la no total
comprensión de sus funciones y de su importancia en el
logro de una mejor calidad en el resultado de dicho proceso.Para
que la evaluación juegue su papel y se cumplan todas las
funciones resulta indispensable la participación del
alumno como sujeto activo del aprendizaje. En la
evaluación es el docente el que de acuerdo con los
objetivos, contenidos, medios y métodos aplicados
determinan cuándo, qué y cómo evaluar; de
acuerdo a los distintos niveles de asimilación.
En el proceso pedagógico, en las actividades
metodológicas y tecnológicas influyen las teorías del
aprendizaje , tanto entre maestros y alumnos y con ellos la
evaluación, presentándose en dos direcciones
interrelacionadas, la evaluación del trabajo
pedagógico y la evaluación del aprendizaje que
determina el desarrollo de la personalidad , donde se observa que
el objeto es el proceso pedagógico y el campo de
acción , la evaluación del aprendizaje .De
ahí la importancia de considerar la evaluación de
forma integral , basado en la unidad de lo cognitivo y lo
afectivo en el aprendizaje
como hecho social y personal .
La evaluación del aprendizaje comprende el
análisis de los cambios que se han efectuado
sistemáticamente en el alumno de forma cualitativa, en
relación con el rendimiento académico y el
desarrollo alcanzado en la personalidad en esa etapa determinada,
también podemos decir que la evaluación refleja la
relación estrecha que existe entre instrucción y
educación en el proceso, donde es necesario evaluar
hábitos, habilidades, y el nivel alcanzado en la
personalidad del alumno.Cuando se habla de evaluación
educativa se refiere al estudio de varias teorías que van
desde el pragmatismo
hasta el conductismo,
donde se mezcla el aprendizaje con el logro de los objetivos
.
La evaluación reconoce el carácter
orientador y rector de los objetivos del proceso
pedagógico y haciendo un análisis de esto se
aprecia el papel que juega el sujeto y las condiciones para
efectuar la misma y la relaciona es objeto – sujeto –
condiciones – evaluación , de ahí que el sujeto
tiene varias alternativas a partir del objetivo propuesto y puede
trasformar la evaluación en la medida que conoce y alcance
los objetivos ,por lo que en general la evaluación debe
ser flexible y los objetivos mas específicos ,sin dejar de
reconocer el carácter rector de los mismos.
Es importante reconocer que para que la
evaluación sea integradora, flexible, debe tener
relación con los métodos y la comunicación
para que sea valida y confiable, pues para el estudiante puede
ser un estimulo, una valoración justa de su esfuerzo, para
el maestro indica falta de estudio de sus alumnos y falta en su
metodología y para la escuela una
visión critica de la calidad de la docencia
impartida, incluyendo la familia que
considera que es un generador de stress o un
conflicto.Si
analizamos lo anterior es necesario reflexionar las siguientes
palabras del Comandante en jefe Fidel Castro
el 8 de febrero de 1987 en la clausura del XI Seminario
Nacional de Educación."Nuestra educación tiene
carácter universal ,se ha creado , se ha constituido y se
ha desarrollado en beneficio de todos los niños del
país , tenemos que a todos atenderlos , tenemos que a
todos educarlos , tenemos que enseñarles a todos lo que se
les pueda enseñar, a todos y a cada uno de ellos.Ese es el
principio , y dentro de ese objetivo conciliar masividad con
calidad."…
La evaluación es una practica muy extendida en
el; sistema escolar en todo nivel de enseñanza y en
cualquiera de sus modalidades o especialidades. Conceptuarla como
practica quiere decir que estamos ante una actividad que se
desarrolla siguiendo unos usos, que cumple múltiples
funciones, que se apoya en una serie de ideas y formas de
realizarla.
El concepto de evaluación tiene una amplitud
variable de significados posibles. Se imponen o no en la practica
según las necesidades a la que sirve la evaluación
y en función de las diferentes formas de
concebirla.
Decir que es evaluar no es algo simple de definir.
Además si consideramos que no es lo mismo evaluar
rendimientos en alumnos, comportamientos en los profesores,
calidad de los materiales
didácticos o buen funcionamiento de los centros
educacionales.
La práctica de la evaluación se explica
por la forma en que se llevan a cabo las funciones que
desempeña la institución escolar y por eso viene
condicionado su realización por diferentes aspectos y
elementos personales, sociales e institucionales, al mismo tiempo
ella incide sobre los demás elementos implicados en la
escolarización: trasmisión del conocimiento,
relaciones entre profesores y alumnos, interacciones en el grupo,
métodos que se practican, disciplina,
expectativas de alumnos, profesores y padres.
Evaluar, no es una acción esporádica ni
circunstancial de los profesores y de la institución
escolar, sino, es algo que está muy presente en la
práctica pedagógica. También podemos referir
que evaluar no solo es el acto de comprobar el rendimiento o
cualidades del alumno, sino una fase más, la final, de un
ciclo completo de actividad didáctica, razonablemente
planificada, desarrollada y analizada.
Este concepto de evaluación tiene una amplitud
variable de significados posibles. Se imponen o no en la
práctica según la necesidad a los que sirven la
evaluación y en función de las diferentes formas de
concebirlas.
En nuestro lenguaje el
verbo evaluar significa estimar, calcular, valorar, apreciar o
señalar el valor a algo. La operación de evaluar
algo o alguien, consiste en estimar su valor no material, en fin
en la práctica cotidiana consiste en poner calificaciones
a los alumnos y aplicar las pruebas para
obtener la información a partir de que se asignarán
calificaciones.
Desde el punto de vista pedagógico y
metodológico podemos plantear que evaluar hace referencia
a cualquier proceso por medio de que alguna o varias
características de un alumno, de un grupo de estudiantes,
de un ambiente
educativo, de objetivos educativos, de materiales, profesores,
programas, reciben la atención del que evalúa, se
analizan y se valoran sus características y condiciones en
función de criterios o puntos de referencias para emitir
un juicio que sea relevante para la educación.
La evaluación ha de implicar a todos los miembros
de la comunidad
educativa, padre, madres, profesores y alumnos dado que su
finalidad principal es al máximo el desarrollo de cada
alumno y no la clasificación y la selección
a de tomar en cuanta todos los aspectos del proceso educativo, es
decir, no solo la actividad del alumnado, sino también la
propia actividad docente, el funcionamiento de los equipos
educativos, el currículo y los proyectos
curriculares específicos de cada centro, los materiales y
los recursos
didácticos.
La evaluación por tanto deberá servir como
instrumentos de investigación y reflexión,
proporcionando un enorme potencial formativo, tanto para el
alumno como para el propio profesor.
La técnicas y los sistemas de evaluación
podrán ser muy variados, pero en ningún caso deben
penalizar, sino proporcionar medios de detección y de
superación de dificultades en el Proceso de
Enseñanza Aprendizaje, por lo que la evaluación
tenderá a la autoafirmación personal, generando un
sentimiento positivo de que se avanza y que se valoran los
esfuerzos, en vez de hacer recaer en el alumnado un sentimiento
de fracaso.
En el ámbito docente el profesorado debe asumir
que su propia práctica docente ha de ser objeto de
evaluación, puesto que también los profesores
cometen tantos errores como aciertos; es preciso, además,
reforzar el trabajo de equipos, compartiendo instrumentos y
definiendo colectivamente los criterios de
evaluación.
La evaluación según se puede deducir de
cuanto hemos referido, equivale a reflexionar sobre el Proceso de
Enseñanza y Aprendizaje, es decir, se trata de una
actividad de investigación, pero una investigación
dirigida no a constatar la realidad, sino a transformarla y
aunque en esa activada de investigación reflexiva el
profesor tiene un papel importantísimo, no se trata de una
prerrogativa suya, sino que debe incorporar a todo los implicados
en el proceso, por lo que los modelos de
evaluación deben reunir las siguientes
características:
- Cuantitativa, interesa desarrollar instrumentos de
observación y análisis, tales
como, entrevistas,
videos, la fotografía, el debate en
clase que
permitan conocer de manera global y sistemática todo el
proceso educativo. - Procesual, continua reflexión que lleve a un
proceso de investigación y de acción. - Global, porque debe reflejar todo el marco de la
realidad educativa con su complejidad. - Democrática, debe ser abierta y transparente
hacia el interior y exterior de la institución educativa
y consensurada por todos los protagonistas. - Contextualizada, adaptada a las
características específicas de cada centro
escolar.
En la actual concepción del Proceso Docente
Educativo, se destaca su concepción como un sistema
dinámico en que interactúan profesores y alumnos,
por ello al considerar la evaluación como uno de los
componentes esenciales de este proceso es necesario analizarlo en
su estrecha relación con los restantes componentes: los
objetivos, los contenidos, los métodos que se aplican y
los medios que se utilizan.
Sin embargo un análisis detallado a esta
relación, tanto desde el punto de vista teórico
como de la práctica escolar directa, pone de manifiesto
que, en el momento actual, uno de los aspectos menos
desarrollados y por lo tanto sobre el cual no existen acuerdos
definitivos, es precisamente la evaluación de la
efectividad del Proceso Docente Educativo.
En la práctica diaria aun hay profesores y
maestros a los que se consideran como docentes de experiencia y
de buena preparación, pero que al momento de preparar sus
clases no prestan especial atención a los momentos
evaluativos del proceso.
Concebir la evaluación en su sentido amplio
significa utilizarla como instrumento que permita por una parte,
establecer en diferentes momentos de l proceso, la calidad conque
se cumplen los objetivos de las diferentes asignaturas y por otra
parte y en dependencia de los resultados alcanzados, determinar
las correcciones que es necesario introducir para acercar cada
vez más los resultados de las exigencias de los objetivos,
así los momentos evaluativos son parte del Proceso de
Enseñanza y están presente en este. Por supuesto
que todo proceso debe conducir a un resultado parcial o final y
es también la evaluación la que permite en su
función comprobatoria establecer una calificación
que signifique una nota de calidad del proceso y el resultado
alcanzado por cada alumno.
Esto constituye el momento de comprobación, lo
que consideramos por evaluación en su sentido más
estrecho. Tanto en este como en el más amplio la
evaluación cumple una serie de funciones, es decir, sirve
e múltiples objetivos, no solo para el sujeto evaluado
sino de cara al profesor, a la institución escolar, a la
familia y al
sistema social.
Su utilidad
más llamativa no es precisamente la pedagógica,
pues el hecho de evaluar no surge en la educación como una
necesidad de conocimiento del alumno y los procesos
educativos. Partimos de una realidad institucional
históricamente condicionada y muy acertada que exige su
uso: se evalúa por la función social que con ella
se cumple. Es una misión asignada a la escuela y a los
profesores en concreto, se
realiza en un contexto de valores
sociales por unas personas y con unos instrumentos que no son
neutrales.
La evaluación del aprendizaje la
podemos concretar en esencia en analizar cualitativamente los
cambios que se han efectuado sistemáticamente en los
educandos en relación con el rendimiento y el nivel de
desarrollo de la personalidad durante un ciclo de
enseñanza, semestre, curso, etc por lo que podemos referir
que la misma refleja la unidad, entre la instrucción y la
educación en el proceso pedagógico, es decir que a
un proceso único, corresponde una evaluación
integradora única
La evaluación no debe ser utilizada tan solo
para detectar errores, lagunas o dificultades, sino
también para comprobar aciertos y reconocer esfuerzos, de
este modo podrá ser una importante fuente de motivación
para alumnos y profesores.
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Autora:
Yamirka Medina Pérez
Licenciada en Educación, especialidad de Construcción. Diplomante en
Pedagogía Profesional y en Economía.