- Concepto de prospección
biológica o bioprospección - Ejemplos de contratos de
bioprospección - Arista económica de la
bioprospección - Consecuencias sociales y
ambientales de los contratos de
bioprospección - ¿La
bioprospección solo implica hechos
negativos? - Convenio de Diversidad
Biológica - Conclusiones
- Bibliografía
La prospección de la biodiversidad
es la exploración, extracción y selección
de la diversidad biológica y del conocimiento
indígena en busca de recursos
genéticos y bioquímicos de valor
comercial. Si bien es cierto que la prospección de la
biodiversidad no siempre implica la utilización del
conocimiento indígena, es un hecho claro que los valiosos
compuestos químicos derivados de plantas, animales y
microorganismos son más fácilmente identificados, y
son de mayor valor comercial cuando son recolectados en base al
conocimiento indígena y/o encontrados en territorios
tradicionalmente habitados por comunidades
indígenas.
Los acuerdos bilaterales de bioprospección
están aprobados por la Convención Multilateral
sobre Diversidad Biológica. No obstante, en la gran
mayoría de los casos los acuerdos de bioprospección
comercial no pueden ser controlados ni implementados de manera
efectiva por las comunidades de origen, por los países o
por la Convención.
RAFI (Rural Advancement Foundation Internacional) estima
que las plantas
medicinales y los microorganismos provenientes del Sur
contribuyen con por lo menos 30 billones de dólares al
año a la industria
farmacéutica del Norte. Se estima de manera conservadora
que el mercado para los
especímenes de productos
naturales para investigación (muestras o extractos de
materiales
biológicos) sólo dentro de la industria
farmacéutica de los Estados Unidos de
América
es de 30 a 60 millones de dólares al año. Por ello
no es motivo de sorpresa que los buscadores de
riquezas biológicas estén empeñados
febrilmente en conseguir el "oro verde" del
Sur.
Esta situación afecta sobre todo a los
países en vías de desarrollo o
subdesarrollados donde la riqueza biológica y los
conocimientos tradicionales están más arraigados,
es por esto que reviste gran importancia conocer los contratos de
prospección biológica o
bioprospección.
Desarrollo
Concepto de
prospección biológica o
bioprospección.
El proceso de
búsqueda y evaluación
que permite identificar, seleccionar y aislar componentes
útiles de estos recursos, se conoce como
"bioprospección". Esta es la exploración de la
diversidad biológica y del conocimiento indígena
asociado a ella, para facilitar la selección y
extracción de recursos genéticos y
bioquímicos que puedan resultar en productos comerciales.
En el contexto actual en el mundo, toda bioprospección
resulta en biopiratería.
ETC group define a Bioprospección como "la
investigación en marcha donde biólogos,
químicos, y otros científicos recopilan una
base de datos
del potencial de muchas especies."
Los contratos de bioprospección se basan sobre la
utilización de genes de plantas, animales y humanos,
principios
activos y
conocimientos etnobotánicos, que puedan ser explotados
económicamente por las empresas
transnacionales de la farmacéutica, la agricultura y
la alimentación. También les interesa
identificar las regiones precisas del mundo con megadiversidad,
lo que hoy el Banco Mundial
llama los "hotspots" (las zonas de mayor concentración) de
biodiversidad de todo el mundo, pero principalmente estas
áreas de megadiversidad biológica y cultural se
ubican todas en el Sur del planeta.
Ejemplos de
contratos de bioprospección
En la actualidad existe un grande y renovado interés en
la evaluación de productos naturales, en especial, a
partir del surgimiento de las nuevas biotecnologías y
otras tecnologías relacionadas, estos recursos constituyen
la materia prima
mediante la cual las industrias logran
una innovación permanente que les brindan
ganancias extraordinarias mediante:
- El registro de
patentes que privatizan los seres vivos o sus partes (de
microorganismos, plantas, animales, genoma humano), los cuales
hasta hace muy poco siempre habían sido bienes
comunitarios, públicos o patrimonio
de la humanidad. - El control de
los mercados. - El amparo en la
ausencia de normas
internacionales y leyes
nacionales. (Ausencia que puede responder a la existencia de
normas comunitarias profundas que durante siglos o milenios han
garantizado la libre circulación de conocimientos
medicinales, agropecuarios, forestales, etc.)
En 1980 nada del presupuesto de
investigación de la industria farmacéutica de los
Estados Unidos estaba destinado a la evaluación de plantas
superiores. En la actualidad se estima que más de 200
compañías e instituciones
de investigación en todo el mundo están evaluando
compuestos animales y vegetales en busca de propiedades
medicinales.
El renacimiento de
la búsqueda de productos naturales y el reconocimiento del
valor del conocimiento indígena están en parte
alimentados por la toma de conciencia de que
las especies, su material genético, y los ecosistemas de
los que forman parte están desapareciendo
rápidamente de la faz de la
tierra.
A mediados de los años ochenta, los analistas de
la industria farmacéutica advirtieron que cada planta
medicinal de las selvas tropicales que se extinga podría
representar pérdidas en ventas de
más de 200 millones de dólares para la industria
farmacéutica.
Dados los avances de la biología molecular y
la disponibilidad de instrumentos más sofisticados para la
investigación, la investigación de productos
naturales es cada vez más rentable para las corporaciones
farmacéuticas y otras instituciones.
En laboratorios de alta tecnología, los
extractos de especimenes biológicos son sometidos a
rápidos y precisos procedimientos de
análisis que permiten el aislamiento de
sustancias que demuestren una actividad específicamente
determinada. Como resultado de esto, el mercado de compra y
venta de
especimenes biológicos exóticos se está
expandiendo rápidamente.
Según estimados conservadores, el mercado de
especimenes de productos naturales para investigación
solamente dentro de la industria farmacéutica es de 30 a
60 millones de USD al año.
Desde luego que la prospección de la
biodiversidad no es algo nuevo. Por décadas, recolectores
de plantas de los países industrializados se han
aventurado hacia el sur en busca de valioso material
genético para el mejoramiento de las especies
agrícolas.
No obstante, ningún dinero ha
cambiado de manos en este proceso, ni se ha otorgado
reconocimiento alguno a las comunidades agrícolas
indígenas que seleccionaron, mantuvieron y mejoraron las
variedades de cultivos tradicionales.
En 1991, Monsanto Inc.(una compañía
agroquímica con sede en los EUA estaba reclutando
empleados suyos "quienes estuvieran por viajar a algún
lugar exótico y a los cuales no les importara extraer unas
cuantas muestras del suelo por
amor a
la ciencia",
con el fin de recoger especimenes para los programas de
prospección agrícola de Monsanto. "Uno nunca sabe
lo que va a encontrar, ni dónde lo va a encontrar… Todo
está dentro de lo posible", según Margann
Miller-Wideman, portavoz de Monsanto.
El primer gran convenio bilateral sobre
bioprospección fue hecho público en Septiembre de
1991 (antes de la Convención sobre Diversidad
Biológica), cuando Merck & Co. (una corporación
farmacéutica con sede en los EUA anunció la firma
de un acuerdo por dos años y 1.135 millones de
dólares con el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio)
de Costa Rica, un
instituto privado, no-gubernamental de investigación.
INBio acordó proveer a los programas de evaluación
de fármacos de Merck con extractos químicos de
plantas silvestres, insectos y microorganismos.
A cambio de
esto, Merck accedió a dotar a INBio con un presupuesto de
investigación por dos años correspondiente a la
suma de 1.135 millones de dólares, un porcentaje no
revelado de las regalías sobre cualesquiera productos
comerciales que resultasen de dicha investigación,
así como asistencia técnica y entrenamiento
orientados a desarrollar la capacidad para la
investigación dentro del país. INBio también
se comprometió a destinar al Fondo de Parques Nacionales
de Costa Rica el 10% de la asignación monetaria de Merck y
el 50% de las regalías que pudiese eventualmente
recibir.
A pesar de que el acuerdo Merck/INBio fue aclamado por
algunos como un "modelo" de
contrato sobre
bioprospección, el mismo ignora los derechos y el papel de las
comunidades indígenas. Según Alejandro Argumedo, de
la Cadena de Comunidades Indígenas para la Biodiversidad,
existe al menos una reserva indígena dentro del
área de recolección de INBio.
Entre los para-taxonomistas que han sido contratados por
INBio para recoger especimenes biológicos se encuentran
miembros de comunidades indígenas.
Se estima que las selvas tropicales de Costa Rica
contienen del 5 al 7 por ciento de la biodiversidad que queda en
el mundo. Si el acuerdo Merck/INBio fuese ampliamente imitado,
toda la biodiversidad del Sur podría ser subastada por la
insignificante suma de alrededor de 10 millones de dólares
al año. Las ventas de Merck para el año 1991
ascendieron a 8.6 billones de dólares, mientras que el PNB
(Producto
Nacional Bruto) de Costa Rica de ese año fue de 5.2
billones de dólares.
El presupuesto para investigación de Merck para
1991 fue de aproximadamente un billón de dólares.
En realidad, Merck posee tres fármacos cuyas ventas
sobrepasan el billón de dólares cada una. Dado que
las compañías farmacéuticas invierten un
promedio de 231 millones de dólares en investigaciones
para el desarrollo de cada nuevo fármaco, el costo asignado al
descubrimiento de una sola sustancia que sea resultado del
acuerdo apenas equivale a una bagatela.
Para Merck, el acuerdo de Costa Rica representó
mano de obra sumamente barata, así como el acceso a
tesoros biológicos aún no identificados (y
excelentes relaciones
públicas).
La compañía farmacéutica Pfizer,
utilizando como base el contrato Merck/INBio, pagó cerca
del doble de la cantidad de este acuerdo al Jardín
Botánico de New York por recolectar dentro de los EUA
muestras de plantas con potencial para el desarrollo de
fármacos. Si bien es cierto que los Estados Unidos
eclipsan a Costa Rica en tamaño geográfico,
también es sabido que se caracterizan por sus
relativamente escasas reservas de biodiversidad.
Desde el anuncio del acuerdo Merck/INBio, otros
contratos entre instituciones/corporaciones con sede en el Norte
e institutos de investigación/agencias gubernamentales del
Sur han sido suscritos. Desafortunadamente no existe mecanismo
alguno para monitorear el número de acuerdos contractuales
que existen actualmente, ni los
países/corporaciones/instituciones que se encuentran
involucradas. Mientras que es posible obtener alguna información sobre los acuerdos de
bioprospección más publicitados, como el acuerdo
Merck/INBio antes mencionado, podrían existir cientos de
acuerdos bilaterales que se encuentran ocultos por un relativo
secreto y no son objeto de la atención pública.
Con frecuencia es difícil para las organizaciones de
las comunidades indígenas saber a ciencia cierta
con quién están negociando, o a quiénes
están en realidad proporcionando información y
materiales genéticos.
Está volviéndose cada vez más claro
que la mayoría de las corporaciones con sede en el Norte
no negocian directamente el acceso a la biodiversidad, sino que
operan a través de intermediarios. Estos intermediarios
pueden ser compañías privadas que están en
el negocio de recoger y vender especimenes biológicos,
instituciones del sector
público, organizaciones no-gubernamentales y entidades
sin fines de lucro tales como institutos de investigación,
jardines botánicos, grupos
conservacionistas/ambientalistas, o etnobotánicos
empleados por las corporaciones bajo contrato.
El gobierno de los
Estados Unidos está involucrado en numerosos acuerdos de
bioprospeción en todo el mundo. En 1993 los Institutos
Nacionales de Salud de los E.E.U.U.
destinaron 60 millones de dólares para la
investigación de la biodiversidad en busca de
fármacos y productos medicinales provenientes del mundo
natural.
En su búsqueda de productos naturales para tratar
el
cáncer y el SIDA, el
Instituto Nacional del Cáncer ha recolectado hasta el
momento 50 000 muestras derivadas de
plantas, microorganismos y diversidad genética
marina provenientes de 30 países tropicales. Estas
muestras se encuentran actualmente en el Repositorio de Productos
Naturales del NCI, y están disponibles para
"investigadores calificados" bajo acuerdos de transferencia de
materiales. Aquellos que reciben las muestras "son requeridos de
seguir las políticas
del NCI respecto a una justa compensación a los
países de origen."
La recolección de plantas para el NCI es llevada
a cabo por tres contratistas: La Universidad de
Chicago (en el Sudeste Asiático); el Jardín
Botánico de Missouri (en el Africa); y el
Jardín Botánico de New York (en América
Central y del Sur). El NCI ha firmado acuerdos de
bioprospección con Bangladesh, Costa Rica, Ecuador,
Guyana, India,
Filipinas, Rusia,
Sarawak, Tanzania y Zimbabwe, aún continúan en
negociaciones de acuerdos con otros países.
En diciembre de 1993, tres agencias del gobierno de los
EUA (los Institutos Nacionales de Salud, la Fundación
Nacional para la Ciencia, y la Agencia Internacional para el
Desarrollo), quienes colaboran bajo el nombre de Grupo
Cooperativo Internacional sobre la Biodiversidad (ICBG),
anunció asignaciones monetarias de incentivo para los
más grandes acuerdos públicos-privados de
prospección de la biodiversidad en la historia.
Las cinco asignaciones del ICBG para los acuerdos de
bioprospección financiados por el gobierno de los EUA
suman 12.5 millones de dólares en un plazo de cinco
años. Las asignaciones de ICBG incluyen cooperación
pública-privada entre diversas organizaciones, incluyendo
corporaciones farmacéuticas, investigadores
académicos, representantes de los gobiernos y
organizaciones ambientalistas no-gubernamentales en siete
países. Todos los países afectados por los acuerdos
ICBG, excepto uno, son Latinoamericanos: Surinam, Costa Rica,
Perú, Argentina, Chile, México y
Camerún. (Inicialmente, el ICBG recibió cartas de
interés de 63 proponentes, y escogió a sus cinco
beneficiarios entre 34 postulantes.)
El proyecto
ICGB-Maya (denominado así por sus siglas en inglés), presentado en castellano como
"Investigación, farmacéutica y uso sustentable del
conocimiento etnobotánico y biodiversidad en la
región Maya de los Altos de Chiapas",
recibirá una donación total de 2,5 millones de
dólares del Grupo Internacional Cooperativo en
Biodiversidad (International Cooperative Biodiversity
Group–ICBG), financiado por el gobierno de los Estados
Unidos. El ICGB es un consorcio de agencias federales que incluye
a los Institutos Nacionales de Salud, la Fundación
Nacional de Ciencia y el Ministerio de Agricultura de Estados
Unidos (USDA). Otorga donaciones a instituciones de
investigación públicas y comerciales que realizan
programas de bioprospección/biopiratería, en
países del Sur.
Según el propio ICGB, sus metas son la promoción del descubrimiento de
farmacéuticos derivados de recursos
naturales, la conservación de la biodiversidad y el
crecimiento
económico sostenido de los países en
vías de desarrollo.
Utilizando el
conocimiento indígena como guía de su
investigación, el proyecto ICGB en Chiapas se propone
descubrir, aislar y evaluar farmacológicamente componentes
importantes de especies vegetales y microorganismos usados en la
medicina maya
tradicional.
Los Altos de Chiapas son depositarios de una de las
zonas más ricas en biodiversidad animal y vegetal del
planeta. A través de los siglos, los mayas han
desarrollado un conocimiento médico amplio y complejo. Se
estima que existen más de 6000 especies vegetales en el
área y miles de ellas son usadas tradicionalmente por los
mayas para
tratar enfermedades.
Todas las muestras promisorias serán analizadas
para comprobar si pueden ser efectivas en enfermedades como
cáncer, dolencias asociadas al VIH/SIDA,
desórdenes del sistema nervioso
central, enfermedades
cardiovasculares, gastrointestinales,
respiratorias/pulmonares, cutáneas y como anticonceptivos.
El proyecto también se propone realizar un
extenso relevamiento botánico de los Altos de Chiapas y
–según sus propias declaraciones- promover la
producción y cosecha sustentable de
especies seleccionadas que muestren potencial considerable para
el desarrollo
económico. El proyecto estima que podría
identificar unos 2000 componentes únicos que serán
perfilados químicamente por la Molecular Nature Limited,
el socio comercial del proyecto, radicado en el Reino Unido. Un
duplicado de todas las muestras colectadas se depositarían
en el herbario de la Universidad de Georgia-Athens.
Arista
económica de la bioprospección
Muestras de plantas secas, sin procesar: US$ 50-200 por
kilo.
Cultivos microbianos, por cada muestra de
organismo vivo: $50-$140 dólares por muestra.
Muestras de hongos: $60 a
$100 dólares por muestra.
Promedio de pago de regalías
Materia prima (plantas) o extractos que son la base de
un producto: de 3% a 5%.
Si el producto comercializado se basa en un derivado: de
2% a 3%.
Si el producto es totalmente manufacturado
sintéticamente: de 0.5% a 1%.
Pago de muestras: muy variable dependiendo del uso que
se supone puede tener cada producto: va desde US$ 30 a $350,
según la información previa que se tenga sobre la
muestra. El promedio de pago de regalías es de
2-3%.
3. Espectro de porcentaje de
regalías para otros usos
biotecnólogicos
El precio
promedio por unos miligramos de un cultivo de cepa es de $80 a
$350 dólares por muestra. Sin embargo, en el caso de
organismos poco usuales, el pago por muestra puede alcanzar
varios miles de dólares.
Las instituciones que almacenan y venden muestras de
microorganismos (cultivos, aislamientos), tales como la American
Type Culture Collection, la German Collection of Microorganisms
and Cell Cultures, etc., venden cada muestra a precios que
van desde los $100 dólares hasta los $275 dólares.
En el caso de muestras únicas, los costos unitarios
aumentan de manera significativa.
Las regalías más comunes sobre las ventas
de productos son de 3% a 5%, pero pueden llegar en algunos casos
a situarse entre 8% y 10%, dependiendo del producto
final.
Consecuencias
sociales y ambientales de los contratos de
bioprospección
- Para las comunidades: la destrucción de los
lazos de identidad
comunitaria por la manera en que la comercialización y privatización de los conocimientos
tradicionales y los bienes ambientales colectivos socavan los
principios de estas culturas. También la pérdida
de recursos de sus territorios. - Para la nación: la pérdida del control de
uno de sus principales recursos
estratégicos. - Para la humanidad: el uso discrecional para el lucro
que las empresas transnacionales puedan hacer de estos
conocimientos y del código genético; el aumento en el
riesgo de
nuevas armas y
guerras
biológicas, por ejemplo nuevas guerras de exterminio
genéticamente dirigidas o la inducción y creaci6n de nuevas
enfermedades en plantas y humanos; y la manipulación
genética y el control del cuerpo de los trabajadores y
de los consumidores.
¿La
bioprospección solo implica hechos
negativos?
En el contexto actual, si. Sin embargo, de no existir la
privatización de seres vivos y su explotación
comercial, la bioprospección podría contribuir
a:
- Sacar del aislamiento y olvido a los conocimientos
indígenas, colocándolos en un plano universal
para uso de todos (hoy ocurre a manera de saqueo,
privatización y descontextualizando estos conocimientos
holísticos). - Desarrollar la investigación científica (hoy solo
ocurre siguiendo intereses manipuladores de la
producción de las empresas transnacionales) - Llevar a la geografía hasta los confines de una
biogeografia molecular del planeta (aunque ahora esto solo lo
desarrollan las empresas transnacionales en vistas a obtener
mayores "ganancias derivadas de una mayor renta de la tierra".)
Convenio de
Diversidad Biológica
En la Conferencia de
las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo (Río de Janeiro, 3 a 14 de junio de 1992)
se propuso el Convenio de Diversidad Biológica (CDB) y al
que se suscribieron 157 países durante la Conferencia,
entrando en vigencia en diciembre de 1993.
Este convenio en su preámbulo sienta las bases de
lo que representa: Conscientes del valor intrínseco
de la diversidad biológica y de los valores
ecológicos, genéticos, sociales, económicos,
científicos, educativos, culturales, recreativos y
estéticos de la diversidad biológica y sus
componentes, Conscientes asimismo de la importancia de la
diversidad biológica para la evolución y para el mantenimiento
de los sistemas
necesarios para la vida de la biosfera,
Afirmando que la conservación de la diversidad
biológica es interés común de toda la
humanidad, Reafirmando que los Estados tienen derechos
soberanos sobre sus propios recursos biológicos,
Reafirmando asimismo que los Estados son responsables de
la conservación de su diversidad biológica y de la
utilización sostenible de sus recursos biológicos,
Resueltas a conservar y utilizar de manera sostenible la
diversidad biológica en beneficio de las generaciones
actuales y futuras.
El CDB en su Artículo 8, inciso c, d, e, f, g, i
y j establece que cada Parte Contratante, en la medida de lo
posible y según proceda:
c) Reglamentará o administrará los
recursos biológicos importantes para la
conservación de la diversidad biológica, ya sea
dentro o fuera de las áreas protegidas, para garantizar su
conservación y utilización sostenible;
d) Promoverá la protección de ecosistemas
y hábitats naturales y el mantenimiento de poblaciones
viables de especies en entornos naturales;
e) Promoverá un desarrollo ambientalmente
adecuado y sostenible en zonas adyacentes a áreas
protegidas, con miras a aumentar la protección de esas
zonas;
f) Rehabilitará y restaurará ecosistemas
degradados y promoverá la recuperación de especies
amenazadas, entre otras cosas mediante la elaboración y la
aplicación de planes u otras estrategias de
ordenación;
g) Establecerá o mantendrá medios para
regular, administrar o controlar los riesgos
derivados de la utilización y la liberación de
organismos vivos modificados como resultado de la biotecnología que es probable tengan
repercusiones ambientales adversas que puedan afectar a la
conservación y a la utilización sostenible de la
diversidad biológica, teniendo también en cuenta
los riesgos para la salud humana;
i) Procurará establecer las condiciones
necesarias para armonizar las utilizaciones actuales con la
conservación de la diversidad biológica y la
utilización sostenible de sus componentes;
j) Con arreglo a su legislación nacional,
respetará, preservará y mantendrá los
conocimientos, las innovaciones y las prácticas de las
comunidades indígenas y locales que entrañen
estilos tradicionales de vida pertinentes para la
conservación y la utilización sostenible de la
diversidad biológica y promoverá su
aplicación más amplia, con la aprobación y
la participación de quienes posean esos conocimientos,
innovaciones y prácticas, y fomentará que los
beneficios derivados de la utilización de esos
conocimientos, innovaciones y prácticas se compartan
equitativamente;
En su Artículo 15 define el acceso a los recursos
genéticos reconociendo que la facultad de regular el
acceso a los recursos genéticos incumbe a los gobiernos
nacionales y está sometida a la legislación
nacional. También la Convención aprueba los
acuerdos bilaterales al hacer repetidas referencias a
"términos de mutuo acuerdo" respecto al acceso a los
materiales genéticos (Artículo 15.5).3).
El lenguaje de la
Convención sobre los derechos de propiedad
intelectual (Artículos 16.2 y 16.5) es confuso, y
está sujeto a distintas interpretaciones. Un representante
de la industria farmacéutica/ agroquímica
manifestó que la Convención no cuestiona los
sistemas de propiedad
intelectual, y que aún podría ir más lejos
que el GATT en cuanto a legitimar
los sistemas de propiedad intelectual.
Tal como parece, la Convención sobre
Biodiversidad otorga una pasiva aprobación a los acuerdos
contractuales bilaterales que enfrentarán a comunidades
indígenas y países los unos contra los otros.
Mientras que las corporaciones multinacionales son libres de
patentar los bio-materiales, no existen normas efectivas ni
condiciones definidas para reconocer y compensar las
contribuciones de las comunidades indígenas y de otros
innovadores informales, quienes son responsables del
mantenimiento, la utilización y el desarrollo de la
biodiversidad en todo el mundo.
Los contratos de bioprospección existentes
aún favorecen más a las partes contratantes de
más recursos financieros, a pesar de que un porcentaje del
contrato se destina a las comunidades con las cuales se suscribe.
A nivel mundial las trasnacionales muestran mayor interés
en este tipo de contrato buscando obtener mayores beneficios a
través de los derechos de patentes que obtienen de estos
recursos biológicos.
El Convenio de Diversidad Biológica expresa el
sentir de los países para proteger sus riquezas
biológicas y que encierran en si un beneficio para toda la
humanidad, sin embargo no todos los países están
suscritos ni aplican cabalmente todos sus
artículos.
Sin embargo, los contratos de bioprospección
pudieran contribuir con la difusión de los conocimientos
para la utilización adecuada y justa de todos los
países dando solución a diversos problemas
actuales; incluso, podría solucionar o contribuir a
reducir los efectos de epidemias que están azotando a
varios países.
Convenio de Biodiversidad Biológica.
1992.
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Seminario ¿Biopiratería o
bioprospección? 2000. "Biodiversidad, derechos
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[Consulta: 21 de noviembre de 2005].
Autor:
Anaíli Suárez Castro
Yarely Centeno Miranda
Eugenio Izquierdo Rodríguez