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El Control Interno en la Economía Empresarial



    1. Control interno. Principios
      básicos y normativas de control
    2. Concepto, importancia del
      control interno
    3. Objetivos del control
      interno
    4. Control administrativo y
      control contable
    5. Principios y normativas del
      control interno
    6. Componentes del control
      interno
    7. Limitaciones del control
      interno
    8. Conclusiones
    9. Recomendaciones
    10. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    Es inobjetable la importancia que reviste para la
    recuperación de la economía el control de los
    recursos materiales,
    financieros y humanos.

    Dentro de una organización el proceso
    administrativo constituye un desarrollo
    armónico donde están presentes las funciones de
    planeación, organización, dirección y control.

    En nuestro país, donde casi la totalidad de las
    entidades y sus recursos son propiedad
    social, administradas por las instituciones
    estatales, la aplicación de sistemas de
    control en todos sus aspectos es de gran importancia, pues
    para obtener resultados de eficiencia,
    eficacia y
    economía en la gestión
    empresarial no se puede ignorar la planeación y la
    aplicación de un Sistema de
    Control Interno con los requerimientos necesarios para el logro
    de dichos objetivos.

    El control interno es una trama bien pensada de métodos y
    medidas de coordinación ensambladas de forma tal que
    funcionen coordinadamente con fluidez, seguridad y
    responsabilidad, que garanticen los objetivos de
    preservar con la máxima seguridad, el control de los
    recursos, las operaciones, las
    políticas administrativas, las normativas
    económicas, la confiabilidad, la exactitud de las
    operaciones anotadas en los documentos
    primarios y registradas por la contabilidad.
    En fin, debe coadyuvar a proteger los recursos contra el fraude, el
    desperdicio y el uso inadecuado.

    1. CONTROL
      INTERNO. PRINCIPIOS
      BÁSICOS Y NORMATIVAS DE CONTROL.

    El control interno ha carecido durante muchos
    años de un marco referencial común, generando
    expectativas diferentes entre empresarios y profesionales. Sin
    estar claramente definido se utiliza en leyes, normas o
    reglamentos.

    Para desarrollar el presente capítulo vamos a
    basarnos en el llamado Informe COSO
    (Committee of Sponsoring Organization), el cuál se le
    conoce también como "La Comisión de Organizaciones
    Patrocinadoras de la Comisión Treadway", donde a
    través del mismo Control Interno fue sometido a un
    riguroso estudio. Entre los miembros de COSO se cuentan el
    American Institute of chartered Public Accountants (AICPA), el
    Financial Executives Institute (FEI), The Institute of Internal
    Auditors (IIA), The Institute of Management Accountants (IMA), y
    la American Accounting Association (AAA, que agrupa a profesores
    universitarios de contabilidad), cuyas instituciones mencionadas
    anteriormente gozan de reconocido prestigio y tienen
    relación directa con el Control Interno

    El Informe COSO internacionalmente se considera hoy en
    día como un punto de referencia obligado cuando se tratan
    materias de control interno, tanto en la práctica de las
    empresas como
    en los niveles legislativos y docentes.

    El Informe COSO cuenta con un objetivo
    primordial que es establecer una definición de control
    interno y un desarrollo de los conceptos lo más claro
    posible, o sea que fue modificada en cuanto a su enfoque
    tradicional, de forma que cuando se hable de control interno todo
    el mundo esté hablando de lo mismo. Las definiciones del
    Control Interno, el contenido de sus Componentes y sus Normas, se
    ponen en vigor en la Resolución 297/2003 del Ministerio de
    Finanzas y
    Precios.

    Por lo expuesto anteriormente consideramos de vital
    necesidad detenernos a abordar el Control Interno desde su punto
    de vista conceptual, su importancia, objetivos, principios y
    normativas, componentes y limitaciones.

    1. CONCEPTO,
      IMPORTANCIA DEL CONTROL INTERNO.

    Dentro de una organización el proceso
    administrativo constituye un desarrollo armónico donde
    están presentes las funciones de Planeación,
    Organización, Dirección y Control. El control en su
    concepción más general examina y censura con
    anterioridad suficiente, determinada realidad que aprueba o
    corrige. Este puede ser externo, de gestión
    e interno. Es conveniente destacar que en la práctica los
    dos últimos convergen en uno solo.

    El sistema de control interno se desarrolla y vive
    dentro de la
    organización, cumple y/o alcanza los objetivos que
    persigue ésta. Los grandes avances
    tecnológicos aceleran los procesos
    productivos que indiscutiblemente repercuten en una mejora en los
    campos de la organización y la
    administración, pues ésta debe reordenarse para
    subsistir. Ya a finales del siglo XIX se demostró la
    importancia del control sobre la gestión de los negocios y que
    éste se había quedado rezagado frente a un
    acelerado proceso de la producción.

    El control interno debe su existencia dentro de una
    entidad por el interés de
    la propia administración. Ningún administrador
    desea ver pérdidas ocasionadas por error o fraude o a
    través de decisiones erróneas basadas en
    informaciones financieras no confiables. Así, el control
    interno es una herramienta útil mediante la cual la
    administración logra asegurar, la
    conducción ordenada y eficiente de las actividades de
    la
    empresa.

    El COSO en su estudio define el control interno como
    aquel proceso que se encarga de realizar el Consejo de
    Administración, la dirección y el colectivo
    restante de una entidad, con el propósito de otorgar un
    nivel razonable de confianza en la consecución de los
    siguientes objetivos:

    • Asegurar la exactitud y confiabilidad de los datos de la
      contabilidad y de las operaciones
      financieras.
    • Proteger los recursos contra el despilfarro, el
      fraude o el uso ineficiente, así como evaluar el
      desempeño de todas las divisiones
      administrativas y funcionales de la entidad (eficacia y
      eficiencia de las operaciones).
    • Asegurar el cumplimiento de las políticas
      normativas económicas de la entidad.

    Es por ello que podemos afirmar que el control interno
    es el conjunto de mecanismos, sistemas,
    procedimientos
    y normas que aseguran una eficiente gestión de la entidad,
    la consecución de sus objetivos y el mantenimiento
    de su patrimonio, en
    un ambiente de
    participación e integración de todos aquellos que lo
    emplean y con los que se relacionan: clientes y
    proveedores.

    De todo esto se deduce que el control interno es el
    sistema
    nervioso de una empresa ya
    que abarca toda la organización, sirve como un sistema de
    comunicación de dos vías, y
    está diseñado únicamente para hacer frente a
    las necesidades de una empresa
    específica. Incluye mucho más que el sistema
    contable y cubre cosas tales como: las prácticas de
    empleo y
    entrenamiento,
    control de
    calidad, planeación de la producción, política de ventas y
    auditoría
    interna. Toda operación lleva implícito el
    control interno. El trabajador lo ejecuta sin percatarse de que
    es miembro activo de su ejecución. Cuando se ejecuta un
    proceso el concepto de
    control debe funcionar dentro de él.

    El sistema de control interno se desarrolla y vive
    dentro de la organización, con procedimientos o formas
    preestablecidas que aseguren su estructura
    interna y comportamiento; además debe contar con un
    grupo humano
    idóneo para las funciones a cumplir.

    La definición de Control Interno anterior refleja
    los siguientes conceptos fundamentales:

    El Control Interno es un proceso, donde se lleva a cabo
    un grupo de acciones
    estructuradas y coordinadas, que están encaminadas a la
    consecución de un fin. El mismo tiene un mayor grado de
    eficiencia cuando están insertados a los procesos y se
    complementan como parte indisoluble de la entidad

    El Control Interno es realizado por las personas en cada
    nivel de la entidad. Pues desde la dirección de la entidad
    hasta el último trabajador deben sentirse partícipe
    del mismo, de este modo cada uno de ellos podrá adquirir
    un alto grado de conciencia en el
    momento de evaluar los riesgos,
    aplicar controles y estar en condiciones de responder
    adecuadamente a ello. Pues es imposible que la entidad se
    encuentre en condiciones de conocer todos aquellos riesgos a los
    que está expuesta en cualquier momento.

    El control interno solamente va a proporcionar un grado
    razonable de seguridad a la administración de la entidad,
    por lo que conociendo sus limitaciones, se podrá
    garantizar la consecución de los objetivos.

    El control interno no puede ser un elemento restrictivo,
    sino que posibilite los procesos, permitiendo y promoviendo la
    consecución de los objetivos en uno o más
    ámbitos independientes, pero con elementos
    comunes.

    1. OBJETIVO DEL
      CONTROL INTERNO.

    Los objetivos pueden clasificarse y enfocarse para su
    análisis en tres
    categorías:

    • Objetivos de las Operaciones.

    Se refieren a la utilización eficaz y eficiente
    de los recursos en las operaciones de la entidad. Son la
    razón de ser de las empresas y van dirigidos a la
    consecución del objeto social. Constituyendo de este modo
    la parte más importante de todo el proceso de construcción de las estrategias y de
    la asignación de los recursos disponibles.

    Por ello es de suma importancia que los objetivos sean
    coherentes y realistas. Constituyen elementos de gestión y
    no de control interno, a pesar de ser una base previa para el
    mismo. Este grupo de objetivos es peculiar para cada entidad, no
    así los dos restantes que, con algunos cambios, son
    aplicables a todas las entidades.

    La consecución de los objetivos operacionales no
    siempre está bajo el control de la entidad. El control
    interno no es capaz de prevenir algunos sucesos externos que
    pueden evitar el alcance de metas operativas, pero puede aportar
    un nivel razonable de seguridad de que la administración
    esté informada en el momento preciso del nivel de avance
    en la consecución de dichos objetivos.

    • Objetivos relacionados con la información financiera.

    Estos se enmarcan en la preparación y
    publicación de estados
    financieros confiables, cuyo factor es de suma importancia en
    las relaciones con el exterior, además de ser un
    importante elemento de la gestión interna, es por ello que
    una información financiera confiable es un objetivo
    importante a cumplir.

    Para que los estados financieros sean confiables deben
    seguir los siguientes requisitos:

    • Tener principios contables aceptados y apropiados a
      las circunstancias.
    • Poseer información financiera suficiente y
      apropiada, resumida y clasificada en forma
      adecuada.
    • Presentar los hechos económicos de forma tal
      que los estados financieros reflejen adecuadamente la
      situación financiera, los resultados de las operaciones
      y los flujos de orígenes y aplicaciones de recursos en
      forma apropiada y razonable.
      Las afirmaciones que subyacen detrás de los estados
      financieros son:
    • Existencia: Los activos y
      pasivos existen a la fecha del balance y las transacciones
      contabilizadas han ocurrido realmente durante un período
      determinado.
    • Totalidad: Todas las transacciones y acontecimientos
      ocurridos durante un período determinado han sido
      efectivamente reflejadas en los registros
      contables.
    • Derechos y obligaciones: Los activos son los derechos y los pasivos las
      obligaciones de la entidad.
    • Valoración: El importe de los activos y
      pasivos y el de los ingresos ha
      sido determinado con criterios adecuados de conformidad con
      principios contables generalmente aceptados.
    • Presentación: La información financiera
      presentada en los estados financieros es suficiente, adecuada y
      está correctamente clasificada.

    Objetivos de Cumplimiento.

    Se refieren al cumplimiento por parte de la entidad de
    las leyes y los reglamentos. Toda entidad debe desarrollar su
    actividad dentro del marco de la legalidad y
    los reglamentos que regulan los aspectos de las relaciones
    sociales, como son: normativa mercantil, civil, laboral,
    financiera, medio
    ambiente, seguridad, entre otros. El no cumplimiento de los
    mismos puede ocasionar problemas y
    puede afectar su prestigio. Cada entidad debe establecer sus
    propios objetivos de cumplimiento dentro de los cuales
    moverse.

    Luego de conocer los objetivos de control interno
    podemos decir que un objetivo puede pertenecer a más de
    una categoría. En todo caso debe existir una
    estructuración coherente de objetivos, clasificando los
    mismos por su importancia y reconociendo las interconexiones y
    derivaciones de los mismos.

    Un grupo de objetivos de especial interés es el
    referido a "la salvaguarda de los activos", que se incluye dentro
    de los objetivos de tipo operativo, dentro de los cuales
    está presente la utilización eficiente de los
    recursos evitando ineficacias, pérdidas o malversaciones.
    Ellos pueden relacionarse con objetivos de cumplimiento o con
    objetivos relativos a la información financiera. El
    control interno debe conseguir que exista un nivel apropiado de
    información sobre la consecución de los objetivos
    operativos.

    Interrelaciones de los tres tipos de
    objetivos.

    Las categorías anteriores se solapan, un objetivo
    puede pertenecer a más de una categoría. La
    consecución de unos objetivos puede estar condicionada a
    la consecución de otros, pero en todo caso debe existir
    una estructuración coherente de objetivos,
    clasificándolos por su importancia y reconociendo las
    interrelaciones y derivaciones de ellos.
    Un grupo de objetivos de interés notable es el referido a
    la salvaguarda de los activos, que se incluiría dentro de
    los objetivos de tipo operativo, en los cuales se incluye la
    utilización eficiente de los recursos evitando
    ineficacias, pérdidas o malversaciones. Estos objetivos
    pueden relacionarse con objetivos de cumplimiento o con objetivos
    relativos a la información financiera, por ejemplo: es
    necesario mantener un control apropiado sobre las pérdidas
    que se produzcan en las existencias, para reflejarlas de manera
    adecuada en los registros contables.

    Nótese que la antigua definición de
    control interno incluía como objetivo el adecuado reflejo
    de las transacciones en los registros contables y la salvaguarda
    de los activos. El Informe COSO ha trasladado la salvaguarda de
    los activos a los objetivos operativos, dentro del contexto de
    mayor amplitud en la definición del control
    interno.

    Es el control interno el encargado de que exista un
    nivel apropiado de información sobre la consecución
    de los objetivos operativos. Los sistemas de
    información están muy directamente relacionados
    con los objetivos operativos y de información
    financiera.

    1.3 CONTROL
    ADMINISTRATIVO Y CONTROL CONTABLE.

    Las distintas acciones coordinadas e integradas que se
    llevan a cabo por todas las actividades de la
    organización, pueden ser clasificadas según los
    objetivos o fines que cada una de ellas puedan alcanzar, pero
    siempre teniendo presente que no son elementos aislados, que
    forman parte de un proceso y que están interrelacionados
    con otras acciones que a su vez se encuentran integradas con los
    diferentes procesos de gestión.

    Tomando en consideración los intereses del
    auditor para la evaluación
    del Control Interno y que en esencia al auditor externo lo que le
    interesa es opinar respecto a la confiabilidad de los estados
    financieros, continúa siendo de vital necesidad
    diferenciar las acciones que integran el proceso de control
    interno; pueden ser clasificadas en control
    administrativo
    : Operativo y estratégico y control
    contable
    .

    El control administrativo está
    conformado por: control operativo y control
    estratégico
    . El control administrativo, el cual es
    denominado por algunos autores como operativo, hasta ahora ha
    sido identificado como el plan de la
    organización y todos los métodos y procedimientos
    relacionados con la eficiencia operativa y la adhesión a
    las políticas de la dirección.

    Teniendo en consideración la
    conceptualización que el informe COSO expone acerca del
    control interno y en el uso cada vez más generalizado de
    la dirección estratégica, el control administrativo
    se puede definir como todas las acciones coordinadas e integradas
    que son ejecutadas por las personas (desde el Consejo de
    Dirección, hasta cualquier miembro de la
    organización), en cada nivel de la entidad para otorgar un
    grado razonable de confianza en la consecución de los
    objetivos de eficiencia y eficacia de las operaciones, los
    objetivos estratégicos y el cumplimiento de las leyes y
    normas aplicables. Donde pudiera establecerse para su
    evaluación o estudio subgrupos como:

    1. Control operativo. Los controles, entendidos
      como las acciones estructuradas y coordinas, para alcanzar un
      nivel razonable de confianza en el cumplimiento de la
      legislación aplicable en el área operativa, y en
      lograr los niveles esperados de economía, eficiencia y
      eficacia en las operaciones y en la protección de los
      activos.
    2. Control estratégico: Proceso que
      comprende las acciones coordinadas e integradas a las unidades
      o actividades de la entidad, para alcanzar un nivel razonable
      de seguridad en el éxito
      de las estrategias formuladas.

    Control Contable son aquellas acciones
    estructuradas, coordinadas e integradas a los procesos de
    gestión básicos de planificación, ejecución y supervisión con el propósito de
    otorgar un grado razonable de confiabilidad sobre la
    información financiera. Estas acciones están
    conformadas por los controles y procedimientos contables
    establecidos con este propósito.

    Son más efectivos los controles internos cuando
    se incorporan a la infraestructura de una organización y
    comienzan a ser parte de su actividad más elemental. No
    deben entorpecer, sino comportarse positivamente en la
    consecución de los objetivos.

    No obstante, para su instrumentación siempre se ha tenido en
    cuenta el costo beneficio
    del sistema de control interno, así como las limitaciones
    inherentes a cualquier sistema.

    1.4 PRINCIPIOS Y
    NORMATIVAS DEL CONTROL INTERNO.

    Como hemos planteado anteriormente el control interno
    comprende el plan de organización, el conjunto de
    métodos debidamente clasificados y coordinados, las
    medidas tomadas en una entidad para asegurar sus recursos,
    propender a la exactitud y confiabilidad de la información
    contable, apoyar y medir la eficiencia de las operaciones y el
    cumplimiento de los planes, así como estimular la
    observancia de las normas, procedimientos y regulaciones
    establecidas.

    Deben ser tareas priorizadas de cada dirigente y
    trabajador, la implantación de las medidas de control
    interno, así como la realización sistemática
    de los controles y de la aplicación de divisiones para
    erradicar las deficiencias con el objetivo de lograr un
    incremento de la eficiencia económica y la calidad y el
    resultado positivo de las actividades realizadas por cada
    entidad.

    Para lograr establecer un eficaz sistema de control
    interno, se deberá tomar en cuenta previamente la
    organización de la entidad sobre la base de determinados
    principios, entre ellos los fundamentales son los
    siguientes:

    • División del trabajo.

    En ningún caso una sola persona
    tendrá el control íntegro de una operación,
    para procesar cada tipo de transacción el control interno
    debe pasar por cuatro etapas separadas:

    • Autorizada.
    • Aprobada.
    • Ejecutada.
    • Registrada.

    De modo tal que garantice que los responsabilizados con
    la custodia de los medios y la
    elaboración de los documentos primarios no tengan autoridad para
    aprobar los mismos y que ambos no tengan la función o
    posibilidad de efectuar anotaciones en los registros contables de
    esta forma el trabajo de
    una persona es verificado por otra que trabaja independiente y
    que al mismo tiempo
    verifica la operación realizada posibilitando la
    detección de errores.

    • Fijación de responsabilidad.

    Garantizar que los procedimientos inherentes al control
    de las operaciones económicas, así como la
    elaboración y aprobación de los documentos
    pertinentes, permitan determinar en todos los casos, la
    responsabilidad primaria sobre todas las anotaciones y
    operaciones llevadas a cabo.

    Se deben proveer las funciones de cada área,
    así como las consecuentes responsabilidades de cada uno de
    los integrantes de la misma, teniendo en cuenta que la autoridad
    es delegable, no siendo así la responsabilidad.

    • Cargo y descargo.

    Debe garantizarse que todo recurso o servicio
    recibido o entregado sea registrado, o sea lograr que se
    contabilicen los cargos de todo lo que entra y descargos de todo
    lo que sale, lo cuál servirá de evidencia
    documental que precise quién lo ejecutó,
    aprobó, registró y verificó.

    Debe quedar bien claro en que forma y momento una cuenta
    recibe los créditos y los débitos, es por ello
    que toda anotación que no obedezca a las normas de una
    cuenta se debe investigar en detalle.

    La supervisión de las operaciones reflejadas en
    cada cuenta y subcuenta o análisis en forma
    sistemática, por personal
    independiente al que efectúa dichas anotaciones,
    permitirá observar si las operaciones registradas se
    corresponden con el contenido de cada cuenta.

    Resulta conveniente además aplicar la
    práctica de rotar a los trabajadores en sus distintos
    puestos de trabajos teniendo en cuenta sus conocimientos y nivel
    ocupacional, lo que limita los riesgos de la comisión de
    fraudes viabilizando su descubrimiento en caso de producirse
    éstos y tiene además la ventaja de aumentar la
    eficiencia del trabajo al conseguir un entrenamiento más
    integral.

    Para que un Sistema de Contabilidad garantice un
    eficiente control interno, debe suceder lo siguiente:

    1. Toda empresa antes de comenzar sus operaciones debe
      tener definida correctamente su organización, como
      mínimo debe poseer:
    • Gráfico de organización
    • Manual de funciones por cargos.
    1. Fundamentalmente deben estar bien definidas las
      funciones de contabilidad y tesorería, además de
      estar bien segregadas y establecidas las relaciones y puntos de
      convergencias de las mismas.
    2. El administrativo de la contabilidad debe ser
      responsable de sus actos ante el funcionario de primer nivel de
      la empresa, lo cual quiere decir que este debe tener independencia de criterio absoluto ante el resto
      de los funcionarios de la empresa.
    3. Toda entidad clasificada como mediana o grande de
      acuerdo a sus actividades económicas, debe poseer la
      función de auditoría interna, subordinada
      directamente al funcionario de primer nivel de la
      organización, ante el cual debe rendir sus informes. La
      intervención interna consiste fundamentalmente en la
      comprobación periódica de los mecanismos de
      control interno establecidos en los procedimientos
      contables.
    4. La entidad debe contar antes del inicio de sus
      operaciones con un clasificador de cuentas
      donde se detalle el plan de cuentas que utiliza la contabilidad
      para registrar los hechos económicos, el contenido
      económico de cada cuenta con el detalle de sus abonos y
      créditos fundamentales y el sistema informativo que
      emite la contabilidad periódicamente a la
      dirección de la empresa, para dirigir
      económicamente la misma.
    5. Otro documento de dirección con que debe
      contar la entidad antes del inicio de sus operaciones es el
      manual de
      procedimientos de contabilidad y control interno, en el
      cual se describirán los procedimientos contables y los
      requisitos de control interno a que cada operación
      descrita esté sujeta, con el objetivo de su chequeo y
      comparación.
    6. El sistema informativo periódico debe proporcionar a la
      dirección el instrumento apropiado para dirigir, debe
      brindar entre otros aspectos los siguientes:
    • Variaciones de importancia con cifras
      normales
    • Presupuestos o periodos anteriores.

    Estos estados periódicos deben ser revisados y
    discutidos con la Junta Directiva, Comité‚
    Ejecutivo, Presidente, Tesorero, Jefes de Departamentos, etc.,
    con vista a la toma de
    decisiones económicas encaminadas a una mayor
    efectividad de la empresa.

    1. Para una dirección eficiente la
      institución debe contar con los siguientes
      elementos:
    • Sistema de Costo
    • Control Presupuestario de costos y
      gastos.
    • Análisis de la interpretación de ambos.

    El sistema de costo es un documento donde se recogen el
    conjunto de métodos, normas y procedimientos que rigen la
    determinación y el análisis del costo, así
    como el proceso del registro de los
    gastos de una o varias actividades. Este sistema debe garantizar
    los requerimientos informativos para una correcta
    dirección de la entidad.

    1. El control presupuestario establece la
      comparación de la ejecución real con el
      pronóstico o presupuesto,
      determinando las desviaciones y sus causas.
    2. El análisis de los costos y el presupuesto
      permite la adopción
      de medidas concretas para erradicar los efectos negativos de
      las desviaciones.
    3. La entidad debe tener definida la política
      general en cuanto a la cobertura de seguro,
      así como la definición del funcionario en el cual
      recae la responsabilidad de la revisión periódica
      de dicha cobertura.
    4. En esta debe estar definido el formato de los
      comprobantes de diario, la forma en que deben estar
      justificados y la persona y cargo del funcionario que los
      aprueba.
    5. Si se poseen sucursales, el control sobre ellas debe
      ser similar al de la casa matriz en
      cuanto a las intervenciones internas.
    6. Debe estar establecido que todos los funcionarios y
      empleados administrativos tomen vacaciones anuales y que en ese
      periodo sean sustituidos por otros funcionarios o empleados
      según sea el caso.
    7. En poder de un
      funcionario debe existir un calendario o archivo de
      fechas relativo al vencimiento de liquidaciones de impuestos e
      informes especiales y los términos para
      reclamaciones.
    8. Los accionistas principales o funcionarios ejecutivos
      de la empresa, deben estar obligados a declarar sus nexos con
      otras empresas con las que tiene negocios la
      primera.
    9. Recopilación de las Normas y Procedimientos a
      aplicar, basados en las regulaciones emitidas por los
      organismos globales y ramales, así como los
      específicos de cada entidad, atendiendo a las
      particularidades de su actividad y a los requerimientos de su
      organización y dirección.
    10. Diseño del conjunto de modelos y
      documentos que se necesitan utilizar en la entidad, tanto de
      uso común que establezcan relaciones con terceros, como
      los que soporten las operaciones de carácter interno, así como los de
      uso específico, de acuerdo a las peculiaridades de las
      actividades que desarrollan, incluyendo sus correspondientes
      metodologías y previendo el adecuado archivo y
      conservación de los mismos, acorde a las regulaciones
      que en materia de
      prescripción se legislen al efecto.
    11. Establecimiento del Sistema Informativo Interno
      compatible con el Sistema Informativo General vigente para toda
      la economía, que garantice las necesidades de
      análisis a cada nivel.

    1.5 COMPONENTES DEL
    CONTROL INTERNO.

    El adoptar sistemas más avanzados y rigurosos,
    asimilables por la economía de las entidades,
    influirá también en el estilo de dirección,
    teniendo en cuenta que nuestras entidades no se supeditan a un
    único propietario o a un pequeño grupo de ellos y
    que, por ende se obliga a una necesaria retroalimentación de los sistemas de
    control interno y de las disposiciones y regulaciones
    establecidas por los órganos y organismos del Estado
    competentes.

    Los elementos del control son:

    1. Ambiente de Control.
    2. Evaluación de Riesgos.
    3. Actividades de Control.
    4. Información y Comunicación.
    5. Supervisión.

    Estas definiciones de los componentes del Control
    Interno, con un enfoque estratégico en el desarrollo de
    las entidades, deben incluir normas o procedimientos de
    carácter general para ser considerados en el diseño
    de los Sistemas de Control Interno en cada entidad,
    acompañados de criterios de control y de evaluación
    en algunas áreas de la organización.

    • Ambiente de Control.

    El ambiente o entorno de control constituye el punto
    fundamental para el desarrollo de las acciones y refleja la
    actitud
    asumida por la alta dirección en relación con la
    importancia del control interno y su incidencia sobre las
    actividades de la entidad y resultados, por lo que debe tener
    presente todas las disposiciones, políticas y regulaciones
    que se consideren necesarias para su implantación y
    desarrollo exitoso.

    El Ambiente de Control fija el tono de la
    organización al influir en la conciencia del personal.
    Este puede considerarse como la base de los demás
    componentes del control interno.

    La dirección de la entidad y el auditor interno,
    son los encargados de crear un ambiente adecuado mediante una
    estructura organizativa efectiva, de sanas políticas de
    administración y así se logra que las leyes y
    políticas sean asimiladas de mejor forma por el
    trabajador.

    El Ambiente de Control es, la base para el desarrollo
    del resto de los elementos, sus fundamentos claves
    son:

    • La integridad, los valores
      éticos, la competencia
      profesional y el compromiso de todos los componentes de la
      organización, así como su adhesión a las
      políticas y objetivos establecidos.
    • La filosofía y estilo de
      dirección.
    • La estructura, el plan de organización, los
      reglamentos y los manuales de
      procedimientos.
    • Las formas de asignación de responsabilidades
      y de administración y desarrollo del
      personal.
    • El grado de documentación de políticas y
      decisiones, y de formulación de programas que
      contengan metas, objetivos e indicadores
      de rendimiento.
    • En las organizaciones que lo justifiquen, la
      existencia de Unidades de Auditoría Interna con
      suficiente grado de independencia y calificación
      profesional.

    Normas para el
    Ambiente de Control.

    • Integridad y valores
      éticos.

    La máxima autoridad del organismo debe procurar,
    difundir y vigilar la observancia de valores éticos y el
    Reglamento de los Cuadros del Estado y del Gobierno
    aceptados, que constituyan un sólido fundamento moral para su
    conducción y operación.

    Los valores éticos son esenciales para el
    Ambiente de Control. El Sistema de Control Interno se sustenta en
    los valores éticos, que definen la conducta de
    quienes lo operan. Estos valores éticos pertenecen a una
    dimensión moral y, es por ello que van más
    allá del mero cumplimiento de las Leyes, Decretos,
    Reglamentos y otras disposiciones legales.

    El comportamiento y la integridad moral encuentran
    su sustento en la cultura del
    organismo, lo que determina, cómo se hacen las cosas,
    qué normas y reglas se observan y si estas se eluden. La
    dirección superior de la entidad, en la creación
    de una cultura apropiada a estos fines desempeña un
    papel principal la dirección superior de la entidad, ya
    que con su ejemplo contribuirá a desarrollar o destruir
    diariamente este requisito de control interno.

    • Competencia profesional.

    Los dirigentes, funcionarios y demás trabajadores
    deben caracterizarse por poseer un nivel de competencia que les
    permita comprender la importancia del desarrollo,
    implantación y mantenimiento de controles internos
    apropiados, o sea que deben contar con un nivel de competencia
    profesional en relación con sus responsabilidades,
    comprender, suficientemente, la importancia, objetivos y
    procedimientos del control interno, así como asegurar la
    calificación y competencia de todos los dirigentes y
    demás trabajadores.

    La dirección debe especificar el nivel de
    competencia requerido para las distintas tareas y traducirlo en
    requerimientos de conocimientos y habilidades. Los métodos
    de contratación de personal deben asegurar que el
    candidato posea el nivel de preparación y experiencia,
    ajustados a los requisitos del cargo. Una vez incorporado, a la
    entidad debe recibir la orientación, capacitación y
    adiestramiento necesario en forma práctica y
    metódica.

    • Atmósfera de confianza
      mutua.

    Para el control resulta esencial un nivel de confianza
    mutua entre las personas, la cual coadyuva el flujo de
    información que las personas necesitan para tomar
    decisiones y entrar en acción.
    Propicia, además, la cooperación y la
    delegación que se requieren para un desempeño
    eficaz tendente al logro de los objetivos de la entidad. La
    confianza está basada en la seguridad respecto a la
    integridad y competencia de la otra persona o grupo.

    La comunicación abierta crea y depende de la
    confianza dentro de la entidad. Un alto nivel de confianza
    estimula para que se asegure que cualquier tema de importancia
    sea de conocimiento
    de más de una persona. El compartir tal
    información fortalece el control, reduciendo la
    dependencia del juicio, la capacidad y la presencia de una
    única persona.

    • Organigrama.

    Toda entidad debe desarrollar una estructura
    organizativa que atienda al cumplimiento de la misión y
    objetivos, la que deberá ser formalizada en un organigrama. La
    estructura organizativa, formalizada en un organigrama,
    constituye el marco formal de autoridad y responsabilidad en el
    cual las actividades que se desarrollan en cumplimiento de los
    objetivos del organismo, son planeadas, efectuadas y
    controladas.

    Lo importante es que su diseño se ajuste a sus
    necesidades, proporcionando el marco de organización
    adecuado para llevar a cabo la estrategia
    diseñada para alcanzar los objetivos fijados. Lo apropiado
    de la estructura organizativa podrá depender, por ejemplo,
    del tamaño de la entidad Estructuras
    altamente formales que se ajustan a las necesidades de una
    entidad de gran tamaño, pueden no ser aconsejables en una
    entidad pequeña.

    • Asignación de autoridad y
      responsabilidad.

    Toda entidad debe complementar su organigrama, con un
    manual de
    organización y funciones, en el cual se debe asignar
    la responsabilidad, las acciones y los cargos, a la par de
    establecer las diferentes relaciones jerárquicas y
    funcionales para cada uno de estos.

    El Ambiente de Control se fortalece en la medida en que
    los miembros de una entidad conocen claramente sus deberes y
    responsabilidades. Ello impulsa a usar la iniciativa para
    enfrentar y solucionar los problemas, actuando siempre dentro de
    los límites de
    su competencia.

    Existe una nueva tendencia de derivar autoridad hacia
    los niveles inferiores, de manera que las decisiones queden en
    manos de quienes están más cerca de la
    operación. Una cuestión crítica
    de esta corriente es el límite de la delegación:
    hay que delegar tanto cuanto sea necesario, pero solamente para
    mejorar la probabilidad de
    alcanzar los objetivos.

    Toda delegación de la autoridad contribuye a la
    necesidad de que los jefes examinen y aprueben, cuando proceda,
    el trabajo de sus subordinados y que ambos cumplan con la debida
    rendición de cuentas de sus responsabilidades y
    tareas.

    También requiere que todo el personal conozca y
    responda a los objetivos de la entidad. Es esencial que cada
    integrante de ella conozca como su acción se
    interrelaciona y contribuye a alcanzar los objetivos
    generales.

    Para que sea eficaz un aumento en la delegación
    de autoridad se requiere de un elevado nivel de competencia en
    los delegatarios, así como un alto grado de
    responsabilidad personal. Además, se deben aplicar
    procesos efectivos de supervisión de la acción y
    los resultados por parte de la dirección.

    • Políticas y prácticas en
      personal.

    La conducción y tratamiento del personal de la
    entidad debe ser justa y equitativa, comunicando claramente los
    niveles esperados en materia de integridad, comportamiento
    ético y competencia.

    Los procedimientos de contratación, inducción, capacitación y adiestramiento,
    calificación, promoción y disciplina,
    deben corresponderse con los propósitos enunciados en la
    política.

    El personal es el activo más valioso que posee
    cualquier entidad y se debe tratar y conducir de forma tal que se
    obtenga su más elevado rendimiento. Debe procurarse su
    satisfacción personal en el trabajo que realiza,
    propendiendo a que en este se consolide como persona y se
    enriquezca humana y técnicamente.

    La dirección asume su responsabilidad en tal
    sentido, en diferentes momentos; selección,
    al establecer requisitos adecuados de conocimiento, experiencia e
    integridad para las incorporaciones a la entidad;
    inducción, al preocuparse para que los nuevos empleados
    sean metódicamente familiarizados con las costumbres y
    procedimientos del organismo; capacitación, al insistir en
    que sean capacitados convenientemente para el correcto
    desempeño de sus responsabilidades; rotación y
    promoción, al procurar que funcione una movilidad de
    organización que signifique el reconocimiento y
    promoción de los más capaces e innovadores;
    sanción, al aplicar, cuando corresponda, las medidas
    disciplinarias que transmitan con rigurosidad que no se
    tolerarán desvíos del camino trazado.

    • Comité de Control.

    En cada entidad debe constituirse un comité de
    control integrado, al menos, por un dirigente del máximo
    nivel y el auditor interno titular, siempre que las condiciones
    lo permitan. Su objetivo general es la vigilancia del adecuado
    funcionamiento del Sistema de Control Interno y su mejoramiento
    continuo.

    La existencia de un Comité con tal objetivo,
    refuerza el Sistema de Control Interno y contribuye positivamente
    al Ambiente de Control. Para su efectivo desempeño debe
    integrarse adecuadamente con miembros que generen respeto por su
    capacidad y trayectoria integral, que exhiban un apropiado grado
    de conocimientos y experiencia que les permita apoyar a la
    dirección de la entidad mediante su guía y
    supervisión.

    Evaluación del Ambiente de
    control.

    Conocimiento y aceptación consciente de las
    normas escritas (Códigos de Conducta) y de Ética
    establecidos en la entidad, que deben incluir cuestiones
    referidas a las prácticas empresariales de general
    aceptación, los conflictos de
    intereses y los niveles esperados de comportamiento
    ético.

    Comprobar que las respuestas sean eficientes y
    contundentes en los casos de actuaciones no conformes con las
    reglas establecidas, sobre la base de lo establecido en la
    legislación vigente. Verificar que se comunican las
    medidas correctivas para que sean conocidas por toda la
    entidad.

    Cumplimiento de los procedimientos de selección,
    capacitación, formación, evaluación y
    promoción de los recursos
    humanos necesarios en la entidad, así como que
    estén definidos, de forma clara y explícita, los
    contenidos de cada puesto de trabajo y actividades que se le
    vinculan.

    Evaluar si la estructura organizativa es adecuada al
    tamaño de la entidad, tipo de actividad y objetivos
    aprobados, si se definen las líneas de responsabilidad y
    autoridad, así como los canales por los que fluye la
    información.

    Valorar la utilización de estilos de
    dirección correctos en cualquiera de los niveles
    jerárquicos de la entidad, en lo referente al respeto por
    los procedimientos de control interno implantados. Verificar que
    el comité de control funcione adecuadamente y contribuya
    al mejoramiento continuo del Sistema de Control Interno
    implantado.

    • Evaluación de Riesgos.

    El control interno ha sido pensado esencialmente para
    limitar los riesgos que afectan las actividades de las entidades.
    A través de la investigación y análisis de los
    riesgos relevantes y el punto hasta el cual el control vigente
    los neutraliza, se evalúa la vulnerabilidad del sistema.
    Para ello debe adquirirse un conocimiento práctico de la
    entidad y sus componentes como manera de identificar los puntos
    débiles, enfocando los riesgos tanto de la entidad
    (internos y externos) como de la actividad.

    Cabe recordar que los objetivos de control deben ser
    específicos, así como adecuados, completos,
    razonables e integrados a las globales de la
    institución.

    Una vez identificados los riesgos, su análisis
    debe incluir:

    1. Una estimación de su importancia y
      trascendencia.
    2. Una evaluación de la probabilidad y
      frecuencia.
    3. Una definición del modo en que habrán
      de manejarse.
    4. Cambios en el entorno
    5. Redefinición de la política
      institucional.
    6. Reorganizaciones o reestructuraciones
      internas.
    7. Ingreso de empleados nuevos o rotación de los
      existentes.
    8. Nuevos sistemas, procedimientos y
      tecnologías.
    9. Aceleración del crecimiento.
    10. Nuevos productos,
      actividades o funciones.

    Normas para la evaluación de los
    riesgos.

    • Identificación del riesgo.

    Se deben identificar los riesgos relevantes que enfrenta
    una entidad en el logro de sus objetivos, ya sean de origen
    interno, es decir, provocados por la entidad teniendo en cuenta
    la actividad específica o sus características
    internas en el funcionamiento, como externos que son los
    elementos fuera de la organización que afectan, en alguna
    medida, el cumplimiento de sus objetivos.

    La identificación del riesgo es un proceso
    interactivo, y generalmente integrado a la estrategia y
    planificación. En este proceso es conveniente "partir de
    cero", esto es, no basarse en el esquema de riesgos identificados
    en estudios anteriores.

    Su desarrollo debe comprender la realización de
    un análisis del riesgo, que incluya la
    especificación de los dominios o puntos claves del
    organismo, la identificación de los objetivos generales y
    particulares y las amenazas y riesgos que se pueden
    afrontar.

    Un dominio o punto
    clave de la entidad puede ser:

    • Un proceso que es crítico para su
      supervivencia.
    • Una o varias actividades que sean responsables de
      parte de prestaciones
      importantes de servicios a
      la ciudadanía.
    • Un área que está sujeta a leyes,
      decretos o reglamentos de estricto cumplimiento, con amenazas
      de severas penas por incumplimiento.
    • Un área de vital importancia
      estratégica para el Gobierno (Ejemplo: defensa, investigaciones
      tecnológicas de avanzada).

    Al determinar estas actividades o procesos claves,
    fuertemente ligados a los objetivos de la entidad, debe tenerse
    en cuenta que pueden existir algunos de estos que no están
    formalmente expresados, lo cual no debe ser impedimento para su
    consideración. El análisis se relaciona con lo
    crítico del proceso o actividad y con la importancia del
    objetivo, más allá que este sea explícito o
    implícito.

    Existen muchas fuentes de
    riesgos, tanto internas como externas. A título puramente
    ilustrativo se pueden mencionar, entre las externas:

    • Desarrollos tecnológicos que en caso de no
      adoptarse, provocarían obsolescencia de la
      organización.
    • Cambios en las necesidades y expectativas de la
      población;
    • Modificaciones en la legislación y normas que
      conduzcan a cambios forzosos en la estrategia y
      procedimientos;
    • Alteraciones en el escenario económico
      financiero que impacten en el presupuesto de la entidad, sus
      fuentes de
      financiamiento y su posibilidad de
      expansión.

    Entre las internas, podemos citar:

    • La estructura de organización adoptada, dada
      la existencia de riesgos inherentes típicos, tanto en un
      modelo
      centralizado como en uno descentralizado;
    • La calidad del personal incorporado, así como
      los métodos para su instrucción y motivación.
    • La propia naturaleza
      de las actividades de la entidad.

    Una vez identificados los riesgos a nivel de la entidad,
    deberá practicarse similar proceso al nivel de programa y
    actividad. Se considerará, en consecuencia, un campo
    más limitado, enfocado a los componentes de las
    áreas y objetivos claves identificados en el
    análisis global de la entidad.

    • Estimación del riesgo.

    Se debe estimar la frecuencia con que se
    presentarán los riesgos identificados, así como
    cuantificar la probable pérdida que ellos pueden
    ocasionar.

    Una vez identificados los riesgos a nivel de
    institución y de programa o actividad, debe procederse a
    su análisis. Los métodos utilizados para determinar
    la importancia relativa de los riesgos pueden ser diversos, e
    incluirán como mínimo:

    1. Una estimación de su frecuencia, o sea, la
      probabilidad de ocurrencia.
    2. Una valoración de la pérdida que
      podría resultar.

    En general, aquellos riesgos cuya concreción
    esté estimada como de baja frecuencia, no justifican
    preocupaciones mayores, por el contrario, los que se estiman de
    alta frecuencia deben merecer preferente atención. Entre estos extremos se
    encuentran casos que deben ser analizados cuidadosamente,
    aplicando elevadas dosis de buen juicio y sentido
    común.

    Existen muchos riesgos difíciles de cuantificar
    que, como máximo, se prestan a calificaciones de "grande",
    "moderado" o "pequeño"; pero no debe cederse a la
    difundida inclinación de conceptuarlos rápidamente
    como "no medidos". En muchos casos, con un esfuerzo razonable,
    puede conseguirse una medición satisfactoria.

    Esto se puede expresar matemáticamente en la
    llamada Ecuación de la Exposición:

    PE = F x V

    donde:

    PE = Pérdida Esperada o
    Exposición, expresada en pesos y en forma
    anual.

    F = Frecuencia, veces probables en que
    el riesgo se concrete en el año.

    V = Pérdida estimada para cada
    caso en que el riesgo se concrete, expresada en pesos

    • Determinación de los objetivos de
      control.

    Luego de identificar, estimar y cuantificar los riesgos,
    la máxima dirección y los responsables de otras
    áreas deben determinar los objetivos específicos de
    control y, en relación con ellos, establecer los
    procedimientos de control más convenientes.

    Una vez que la máxima dirección y los
    responsables de otras áreas han identificado y estimado el
    nivel de riesgo, deben adoptarse las medidas para enfrentarlo de
    la manera más eficaz y económica
    posible.

    Se deberán establecer los objetivos
    específicos de control de la entidad, que estarán
    adecuadamente articulados con sus propios objetivos globales y
    sectoriales. En función de los objetivos de control
    determinados, se seleccionarán las medidas o salvaguardas
    que se estimen más efectivas al menor costo, para
    minimizar la exposición.

    • Detección del cambio.

    Toda entidad debe disponer de procedimientos capaces de
    captar e informar oportunamente los cambios registrados o
    inminentes en el ambiente interno y externo, que puedan conspirar
    contra la posibilidad de alcanzar sus objetivos en las
    condiciones deseadas.

    Una etapa fundamental del proceso de Evaluación
    del Riesgo, es la identificación de los cambios en las
    condiciones del medio ambiente en que la entidad desarrolla su
    acción. Un sistema de control puede dejar de ser efectivo
    al cambiar las condiciones en las cuales opera.

    Se requiere un sistema de
    información apto para captar, procesar y transmitir
    información relativa a los hechos, eventos,
    actividades y condiciones que originan cambios ante los cuales la
    entidad debe reaccionar.

    A título de ejemplo se consignan algunas
    condiciones que deben merecer particular
    atención:

    • Cambios en el contexto externo: legislación,
      reglamentos, programas de ajuste, tecnología, cambios de autoridades,
      etc.
    • Crecimiento acelerado: una entidad que crece a un
      ritmo demasiado rápido está sujeta a muchas
      tensiones internas y a presiones externas.
    • Nuevas líneas de productos o servicios: la
      inversión en la producción de
      nuevos bienes o
      servicios generalmente ocasionan desajustes en el Sistema de
      Control Interno, el que debe ser revisado.
    • Reorganizaciones: generalmente significan reducciones
      de personal que ocasionan, si no son racionalmente practicadas,
      alteraciones en la separación de funciones y en el nivel
      de supervisión.
    • Creación del sistema de información o
      su reorganización: puede llegar a generar un
      período de exceso o defecto en la información
      emitida, ocasionando en ambos casos la probabilidad de la
      adopción de decisiones incorrectas.

    Evaluación de Riesgos.

    Comprobar la existencia de procedimientos idóneos
    para anticipar los riesgos, identificarlos, estimar su
    importancia, evaluar su probabilidad o frecuencia y reaccionar
    ante los acontecimientos o cambios (rutinarios o no) que influyen
    en el logro de los objetivos previstos, tanto de fuentes internas
    como externas, así como a nivel de empresa y de las
    unidades o funciones más importantes (ventas,
    producción, finanzas, recursos humanos, etc).

    A nivel de empresa

    Factores externos

    Nuevas tecnologías, productos, servicios o
    actividades.

    Cambios en las necesidades y expectativas de la
    población.

    Modificación en la legislación y las
    normas.

    Alteraciones en el escenario económico financiero
    del país o en el contexto internacional.

    Factores internos

    Estructura de organización existente.

    Calidad del personal incorporado, así como los
    métodos para su instrucción y motivación.

    Reestructuraciones internas.

    Sistemas de información.

    La propia naturaleza de las actividades de la
    empresa.

    Verificar la existencia de políticas y criterios
    de actuación definidos por la dirección y
    comunicados a los niveles correspondientes dentro de la entidad,
    referidos a:

    Autorización de transacciones.

    Aprobación de transacciones.

    Proceso y registro de las operaciones.

    Clasificación de las operaciones.

    Verificación y evaluación del registro
    contable.

    Salvaguarda física de los
    activos.

    • Actividades de Control.

    Las actividades de control son procedimientos que ayudan
    a asegurarse que las políticas de la dirección se
    llevan a cabo, y deben estar relacionadas con los riesgos que ha
    determinado y asume la dirección.

    Las actividades de control se ejecutan en todos los
    niveles de la organización y en cada una de las etapas de
    la gestión, partiendo de la elaboración de un mapa
    de riesgos, conociendo los riesgos, se disponen los controles
    destinados a evitarlos o minimizarlos.

    En muchos casos, las actividades de control pensadas
    para un objetivo suelen ayudar también a otros: los
    operacionales pueden contribuir a los relacionados con la
    confiabilidad de la información financiera, estas al
    cumplimiento normativo y así sucesivamente.

    A su vez en cada categoría existen diversos tipos
    de control:

    1. Preventivo y correctivos.
    2. Manuales automatizados o
      informáticos.
    3. Gerenciales o directivos.

    En todos los niveles de la entidad existen
    responsabilidades de control y es preciso que los agentes
    conozcan individualmente cuáles son las que les competen,
    para ello se les debe explicar claramente tales
    funciones.

    Las cuestiones que se exponen a continuación
    muestran la amplitud abarcadora de las actividades de control,
    viéndolas en su sentido más general, aunque no
    constituyen la totalidad de ellas.

    • Análisis efectuados por la
      dirección.
    • Seguimiento y revisión por parte de los
      responsables de las diversas funciones o
      actividades.
    • Comprobación de las transacciones en cuanto a
      su exactitud, totalidad, autorización pertinente:
      aprobaciones, revisiones, cotejos, recálculos,
      análisis de consistencia, prenumeraciones.
    • Controles físicos patrimoniales: arqueos,
      conciliaciones, recuentos.
    • Dispositivos de seguridad para restringir el acceso a
      los activos y registros.
    • Segregación de funciones.
    • Aplicación de indicadores de
      rendimiento.

    Consideramos que en este componente deben incluirse
    todas las normativas vigentes en el país referidas a los
    Subsistemas de Control Interno.

    A continuación mostramos un conjunto de
    actividades mínimas a incluir en un Manual de
    procedimientos de Control Interno a elaborar en las entidades,
    respetando la regla general de que debe tenerse en cuenta las
    características específicas de la
    entidad.

    Normas de Actividades de control.

    • Separación de tareas y
      responsabilidades.

    Las tareas y responsabilidades, esenciales, relativas al
    tratamiento, autorización, registro y revisión de
    las transacciones y hechos, deben ser asignadas a personas
    diferentes.

    El propósito de esta norma es procurar un
    equilibrio
    conveniente de autoridad y responsabilidad dentro de la
    estructura de organización.

    Al evitar que las cuestiones fundamentales de una
    transacción u operación queden concentradas en una
    misma persona o sector, se reduce notoriamente el riesgo de
    errores, despilfarros o actos ilícitos y aumenta la
    probabilidad que, de producirse, sean detectados.

    En las entidades pequeñas es necesario establecer
    un balance entre esta separación de tareas y
    responsabilidades y el beneficio que se puede obtener de ellas,
    sin descuidar lo que nos costaría dividir funciones, por
    lo que habría que reforzar la actividad de
    supervisión y monitoreo.

    • Coordinación entre
      áreas.

    Cada área o subárea de la entidad debe
    operar coordinada e interrelacionadamente con las restantes
    áreas o subáreas. En una entidad, las decisiones y
    acciones de cada una de las áreas que la integran,
    requieren coordinación. Para que el resultado sea
    efectivo, no es suficiente que las unidades que lo componen
    alcancen sus propios objetivos; sino que deben trabajar
    mancomunadamente para que se alcancen, en primer lugar, los de la
    entidad.

    La coordinación mejora la integración, la
    consistencia y la responsabilidad y limita la autonomía.
    En ocasiones una unidad debe sacrificar en alguna medida su
    eficacia para contribuir a la de la entidad como un
    todo.

    Es esencial, en consecuencia, que funcionarios y
    empleados consideren las implicaciones y repercusiones de sus
    acciones en relación con la entidad. Esto supone consultas
    dentro y entre las entidades.

    • Documentación.

    La estructura de control interno y todas las
    transacciones y hechos significativos, deben estar claramente
    documentados, y la documentación debe estar disponible
    para su verificación.

    Toda entidad debe contar con la documentación
    referente a su Sistema de Control Interno y a las cuestiones
    pertinentes de las transacciones y hechos
    significativos.

    La información sobre el Sistema de Control
    Interno puede figurar en su formulación de
    políticas y, básicamente, en el referido manual,
    incluirá datos sobre objetivos, estructura y
    procedimientos de control.

    • Niveles definidos de
      autorización.

    Los actos y transacciones relevantes sólo pueden
    ser autorizados y ejecutados por dirigentes, funcionarios y
    demás trabajadores que actúen dentro del
    ámbito de sus competencias.

    La autorización es la forma idónea de
    asegurar que sólo se realizan actos y transacciones que
    cuentan con la conformidad de la dirección. Esta
    conformidad supone su ajuste a la misión, la estrategia,
    los planes, programas y presupuestos.

    La autorización debe documentarse y comunicarse
    explícitamente a las personas o sectores autorizados.
    Estos deberán ejecutar las tareas que se les han asignado,
    de acuerdo con las directrices, y dentro del ámbito de
    competencia establecido por las normas.

    • Registro oportuno y adecuado de las transacciones
      y hechos.

    Las transacciones y los hechos que afectan a una entidad
    deben registrarse inmediatamente y ser debidamente
    clasificados.

    Las transacciones o hechos deben registrarse, en el
    momento de su materialización o lo más inmediato
    posible, para garantizar su relevancia y utilidad. Esto es
    válido para todo el proceso o ciclo de la
    transacción o hecho, desde su inicio hasta su
    conclusión.

    Asimismo, deberán clasificarse adecuadamente para
    que, una vez procesados, puedan ser presentados en informes y
    estados financieros con saldos razonables, facilitando a
    directivos y gerentes la adopción de
    decisiones.

    • Acceso restringido a los recursos, activos y
      registros.

    El acceso a los recursos, activos, registros y
    comprobantes, debe estar protegido por mecanismos de seguridad y
    limitado a las personas autorizadas, quienes están
    obligadas a firmar las Actas de Responsabilidad a rendir cuenta
    de su custodia y utilización.

    Todo activo de valor debe ser
    asignado a un responsable de su custodia y contar con adecuadas
    protecciones, a través de seguros,
    almacenaje, sistemas de alarma, pases para acceso,
    etc.

    Además, deben estar debidamente registrados, y
    periódicamente, se cotejarán las existencias
    físicas con los registros contables para verificar su
    coincidencia. La frecuencia de la comparación depende del
    nivel de vulnerabilidad del activo.

    Estos mecanismos de protección cuestan tiempo y
    dinero, por lo
    que, en la determinación del nivel de seguridad
    pretendido, deberán ponderarse los riesgos emergentes,
    entre otros del robo, despilfarro, mal uso, destrucción,
    contra los costos que puedan derivarse del control.

    • Rotación del personal en las tareas
      claves.

    Ningún empleado debe tener a su cargo, durante un
    tiempo prolongado, las tareas que presenten una mayor
    probabilidad de comisión de irregularidades. Los empleados
    a cargo de dichas tareas deben, periódicamente, emplearse
    en otras funciones.

    Si bien el Sistema de Control Interno debe operar en un
    ambiente de solidez ética, es
    necesario adoptar ciertas protecciones para evitar hechos que
    puedan propiciar actos reñidos con el código
    de conducta del organismo.

    En tal sentido, la rotación en el
    desempeño de tareas claves para la seguridad y el control
    es un mecanismo de probada eficacia y muchas veces no utilizado
    por el equivocado concepto del "hombre
    imprescindible".

    • Control del sistema de
      información.

    El sistema de información debe ser controlado con
    el objetivo de garantizar su correcto funcionamiento y asegurar
    el control del proceso de los diversos tipos de
    transacciones.

    La calidad del proceso de toma de decisiones en una
    entidad, descansa fuertemente en sus sistemas de
    información. Un sistema de información abarca
    información cuantitativa, por ejemplo, los informes de
    desempeño que utilizan indicadores, y cualitativa, lo
    concerniente a opiniones y comentarios. El sistema deberá
    contar con mecanismos de seguridad que alcancen a las entradas,
    procesos, almacenamiento y
    salidas.

    El sistema de información debe ser flexible y
    susceptible de modificaciones rápidas que permitan hacer
    frente a necesidades cambiantes de la dirección, en un
    entorno dinámico de operaciones y presentación de
    informes. El sistema ayuda a controlar todas las actividades de
    la entidad, a registrar y supervisar transacciones y eventos a
    medida que ocurren, y a mantener datos financieros.

    Las actividades de control de los sistemas de
    aplicación están diseñadas para controlar el
    procesamiento de las transacciones dentro de los programas de
    aplicación e incluyen los procedimientos manuales
    asociados.

    • Control de la tecnología de
      información.

    Los recursos de la tecnología de
    información deben ser controlados con el objetivo de
    garantizar el cumplimiento de los requisitos del sistema de
    información que la entidad necesita para el logro de su
    misión.

    La información que necesitan las actividades de
    la entidad, es provista mediante el uso de recursos de
    tecnología de información, los que abarcan: datos,
    sistemas de aplicación, tecnología asociada,
    instalaciones y personal.

    La administración de estos recursos debe llevarse
    a cabo mediante procesos de tecnología de
    información agrupados naturalmente, a fin de proporcionar
    la información necesaria que permita a cada trabajador
    cumplir con sus responsabilidades y supervisar el cumplimiento de
    las políticas. A fin de asegurar el cumplimiento de los
    requisitos del sistema de información, es preciso definir
    actividades de control apropiadas, así como
    implementarlas, supervisarlas y evaluarlas.

    La seguridad del sistema de información es la
    estructura de control para proteger la integridad,
    confidencialidad y disponibilidad de datos y recursos de la
    tecnología de información.

    Las actividades de control general de la
    tecnología de información se aplican a todo el
    sistema de información, incluida la totalidad de sus
    componentes, desde la arquitectura de
    procesamiento de grandes computadoras,
    mini computadoras y redes, hasta la
    gestión de procesamiento por el usuario final.
    También abarcan las medidas y procedimientos manuales que
    permiten garantizar la operación continua y correcta del
    sistema de información.

    • Indicadores de desempeño.

    Toda entidad debe contar con métodos de
    medición de desempeño que permitan la
    preparación de indicadores para su supervisión y
    evaluación.

    La información obtenida se utilizará para
    la corrección de los cursos de acción y el
    mejoramiento del rendimiento.

    La dirección de una entidad, programa, proyecto o
    actividad, debe conocer cómo marcha hacia los objetivos
    fijados para mantener el dominio del rumbo, es decir, ejercer el
    control.

    Un sistema de indicadores elaborados desde los datos
    emergentes de un mecanismo de medición del
    desempeño, contribuirá al sustento de las
    decisiones.

    Los indicadores no deben ser tan numerosos que se tornen
    ininteligibles o confusos, ni tan escasos que no permitan revelar
    las cuestiones claves y el perfil de la situación
    examinada.

    Cada entidad debe preparar un sistema de indicadores
    ajustado a sus características, es decir, tamaño,
    proceso productivo, bienes y servicios que entrega, nivel de
    competencia de sus dirigentes y demás elementos que lo
    distingan. El sistema puede estar constituido por una
    combinación de indicadores cuantitativos, tales como los
    montos presupuestados y cualitativos, como el nivel de
    satisfacción de los usuarios.

    Los indicadores cualitativos deben ser expresados de una
    manera que permita su aplicación objetiva y razonable. Por
    ejemplo: una medición indirecta del grado de
    satisfacción del usuario puede obtenerse por el
    número de reclamos.

    • Función de Auditoría Interna
      independiente.

    La unidad de auditoría interna de las entidades
    debe depender de la máxima autoridad de estas y sus
    funciones y actividades deben mantenerse desligadas de las
    operaciones sujetas a su examen.

    Las unidades de auditoría interna deben brindar
    sus servicios a toda la entidad. Constituyen un "mecanismo de
    seguridad" con el que cuenta la autoridad superior para estar
    informada, con razonable certeza, sobre la confiabilidad del
    diseño y funcionamiento de su sistema de control
    interno.

    Esta unidad de auditoría interna, al depender de
    la autoridad superior, puede practicar los análisis,
    inspecciones, verificaciones y pruebas que
    considere necesarios en los distintos sectores de la entidad con
    independencia de estos, ya que sus funciones y actividades deben
    mantenerse desligadas de las operaciones sujetas a su
    examen.

    Así, la auditoría interna vigila, en
    representación de la autoridad superior, el adecuado
    funcionamiento del sistema, informando oportunamente a aquella
    sobre su situación. Por su parte, los mecanismos y
    procedimientos del Sistema de Control Interno protegen cuestiones
    específicas de la operatoria para brindar una razonable
    seguridad de éxito en el esfuerzo por alcanzar los
    objetivos de organización.

    Evaluación del componente Actividades de
    Control.

    Comprobar que está debidamente segregada y
    diferenciada (en la medida de lo racionalmente posible) la
    responsabilidad de autorizar, ejecutar, registrar y comprobar una
    transacción, teniendo en cuenta la necesaria
    coordinación entre las distintas áreas de
    responsabilidad definidas en la entidad.

    Verificar el registro y clasificación oportuna de
    las transacciones y hechos importantes, atendiendo a la
    importancia, relevancia y utilidad que ello tiene para la
    presentación razonable de los saldos en los estados
    financieros.

    Comprobar la realización de conteos
    físicos, periódicos, de los activos y su
    conciliación con los registros contables.

    Evaluar la calidad y cumplimiento de los planes de
    rotación en el desempeño en las tareas claves del
    personal involucrado.

    Verificar que la dirección efectúe
    análisis, periódicos y sistemáticos, de los
    resultados obtenidos, comparándolos con períodos
    anteriores, con los presupuestos y planes aprobados y otros
    niveles de análisis que les sean útiles.

    Evaluar la utilización del sistema de indicadores
    de rendimiento implementado en la entidad para la puesta en
    marcha de acciones correctivas que disminuyan o eliminen las
    desviaciones importantes.

    Valorar el funcionamiento, utilización y respeto
    a los resultados de la Auditoría Interna.

    Comprobar el cumplimiento de los controles de la
    tecnología de información referidos a:

    1. Seguridad física de los equipos de
      información.
    2. Controles de acceso.
    3. Controles sobre software.
    4. Controles de las operaciones de proceso de
      datos.
    5. Controles sobre el desarrollo y mantenimiento de las
      aplicaciones.
    6. Controles de las aplicaciones.

    Revisar que el plan de prevención elaborado ha
    tenido en cuenta el diagnóstico de los riesgos internos o
    peligros potenciales, el análisis de las causas que lo
    provocan o propician y las propuestas de medidas para prevenir o
    contrarrestar su ocurrencia.

    Comprobar que el plan de prevención, en cada una
    de las acciones, define el tiempo o los momentos de
    ejecución, los ejecutantes y los responsables de su
    control.

    • Información y
      comunicación.

    La información relevante debe ser captada,
    procesada y transmitida de tal modo que llegue oportunamente a
    todos los sectores y permita asumir las responsabilidades
    individuales.

    La comunicación es inherente a los sistemas de
    información. Las personas deben conocer, en tiempo, las
    cuestiones relativas a su responsabilidad de gestión y
    control. Cada función debe especificarse con claridad,
    entendiendo como tal las cuestiones relativas a la
    responsabilidad de los individuos dentro del Sistema de Control
    Interno.

    Los informes deben transmitirse adecuadamente a
    través de una comunicación eficaz, incluyendo una
    circulación multidireccional de la información:
    ascendente, descendente y transversal. La existencia de
    líneas abiertas de comunicación y una clara
    voluntad de escuchar, por parte de los dirigentes, resultan
    vitales.

    Además de una buena comunicación interna,
    es importante una eficaz comunicación externa que
    favorezca el flujo de toda la información necesaria y, en
    ambos casos, importa contar con medios eficaces, como los
    manuales de políticas, memorias,
    difusión institucional, canales formales e informales, la
    actitud que asume la dirección en el trato con sus
    subordinados. Una entidad con una historia basada en la
    integridad y una sólida cultura de control no
    tendrá dificultades de comunicación. Una
    acción vale más que mil palabras.

    Normas de Información y
    Comunicación.

    • Información y
      responsabilidad.

    La información debe permitir a los funcionarios y
    empleados cumplir sus obligaciones y responsabilidades. Los datos
    pertinentes deben ser identificados, captados, registrados,
    estructurados en información y comunicados, en tiempo y
    forma.

    Una entidad debe disponer de una corriente fluida y
    oportuna información relativa a los acontecimientos
    internos y externos. Por ejemplo, necesita tomar conocimiento con
    prontitud de los requerimientos de los usuarios para proporcionar
    respuestas oportunas o de los cambios en la legislación y
    reglamentaciones que le afectan. De igual manera, debe tener
    conocimiento constante de la situación de sus procesos
    internos.

    Los riesgos que afronta una entidad se reducen en la
    medida que la adopción de las decisiones se fundamente en
    información relevante, confiable y oportuna. La
    información es relevante para un usuario, en la medida que
    se refiera a cuestiones comprendidas dentro de su responsabilidad
    y que él cuente con la capacidad suficiente para apreciar
    su significación.

    La supervisión del desempeño de la entidad
    y sus partes componentes, opera mediante procesos de
    información y de exigencia de responsabilidades de tipos
    formales e informales. La cultura, el tamaño y la
    estructura de organización influyen, significativamente,
    en el tipo y la confiabilidad de estos procesos.

    • Contenido y flujo de la
      información.

    La información debe ser clara y con un grado de
    detalle ajustado al nivel de la toma de decisiones. Se debe
    referir tanto a situaciones externas como internas, a cuestiones
    financieras como operacionales.

    Para el caso de los niveles directivo y gerencial, los
    informes deben relacionar el desempeño con los objetivos y
    metas fijados. El flujo informativo debe circular en todos
    los sentidos:
    ascendente, descendente, horizontal y transversal.

    Es fundamental para la conducción y control de la
    entidad disponer de la información satisfactoria, en
    tiempo y en el lugar necesario, y por ende, el diseño del
    flujo informativo y su posterior funcionamiento adecuado, deben
    constituir preocupaciones centrales para los responsables de la
    entidad, para la toma de decisiones, si no de nada
    serviría.

    • Calidad de la información.

    La información disponible en la entidad debe
    cumplir con los atributos de: contenido apropiado, oportunidad,
    actualización, exactitud y accesibilidad. Esta norma
    plantea las cuestiones a considerar con vistas a formar juicios
    sobre la calidad de la información que utiliza una entidad
    y hace imprescindible su confiabilidad.

    Es deber de la autoridad superior, responsable del
    control interno, esforzarse por obtener un grado adecuado de
    cumplimiento de cada uno de los atributos mencionados.

    • Flexibilidad al cambio.

    El sistema de información debe ser revisado y de
    corresponder, rediseñado cuando se detecten deficiencias
    en su funcionamiento y productos. Cuando la entidad cambie su
    estrategia, misión, política, objetivos, programa
    de trabajo, etc, se debe contemplar el impacto en el sistema de
    información y actuar en consecuencia.

    Si el sistema de información se diseña
    orientado en una estrategia y un programa de trabajo, es natural
    que al cambiar estos, tenga que adaptarse, atendiendo a que la
    información que dejó de ser relevante siga fluyendo
    en detrimento de otra que sí pasó a serlo, cuidando
    porque el sistema no se sobrecargue artificialmente,
    situación que se genera cuando se adiciona la
    información, ahora necesaria, sin eliminar la que
    perdió importancia.

    • El sistema de información.

    El sistema de información debe diseñarse
    atendiendo a la estrategia y programa de operaciones de la
    entidad.

    La calificación de sistema de información
    se aplica, tanto al que cubre la información financiera de
    una entidad como al destinado a registrar otros procesos y
    operaciones internas. Aquí se explica en un sentido
    más amplio por alcanzar también al tratamiento de
    acontecimientos y hechos externos a la entidad,
    refiriéndose a la captación y procesamiento
    oportuno de situaciones referentes a: cambios en la normativa,
    legal o reglamentaria, que alcance a la entidad, conocer la
    opinión de los usuarios sobre el servicio que se le
    proporciona, sus reclamos, inquietudes y sus necesidades
    emergentes.

    Tal sistema de información, deberá ser
    diseñado para apoyar la estrategia, misión,
    política y objetivos de la entidad.

    La entidad necesita información que le permita
    alcanzar todas las categorías de objetivos: operacionales,
    financieros y de cumplimiento. Cada dato en particular puede
    ayudar a lograr una o todas estas categorías de
    objetivos.

    • Compromiso de la dirección.

    El interés y el compromiso de la dirección
    de la entidad con los sistemas de información se deben
    explicitar mediante una asignación de recursos suficientes
    para su funcionamiento eficaz.

    Es fundamental que la dirección de una entidad
    tenga cabal comprensión del importante rol que
    desempeñan los sistemas de información, para el
    correcto desenvolvimiento de sus deberes y responsabilidades y,
    en ese sentido, debe mostrar una actitud comprometida hacia
    estos.

    • Comunicación, valores de la
      organización y estrategias.

    Para que el control sea efectivo, las entidades
    necesitan un proceso de comunicación abierto,
    multidireccionado, capaz de transmitir información
    relevante, confiable y oportuna.

    El proceso de comunicación es utilizado para
    transmitir una variedad de temas, pero queremos destacar, en este
    caso la
    comunicación de los valores éticos y la
    comunicación de la misión, políticas y
    objetivos. Si todos los trabajadores de la entidad están
    imbuidos de los valores éticos que deben respetar, de la
    misión a cumplir, de los objetivos que se persiguen y de
    las políticas que los encuadran, la probabilidad de un
    desempeño eficaz, eficiente, económico, enmarcado
    en la legalidad y la ética, aumenta
    notoriamente.

    • Canales de comunicación.

    Los canales de comunicación deben presentar un
    grado de apertura y eficacia adecuado a las necesidades de
    información internas y externas.

    El sistema se estructura en canales de
    transmisión de datos e información. En gran medida
    el mantenimiento del sistema radica en vigilar la apertura y buen
    estado de estos canales, que conectan diferentes emisores y
    receptores de variada importancia.

    La comunicación con los empleados, para que estos
    puedan hacer llegar sus sugerencias sobre mejoras o posibles
    cambios que proporcionen el cumplimiento de las tareas y
    metas.

    Evaluación de Información y
    Comunicación.

    Existen mecanismos para conseguir la información
    externa pertinente sobre las condiciones de mercado,
    programas de competidores, novedades legislativas o de organismos
    de control y cambios económicos.

    Se suministran, a los directores y jefes de
    departamentos, la información que necesitan para cumplir
    con sus responsabilidades.

    La información está disponible, en tiempo
    oportuno, para permitir el control efectivo de los
    acontecimientos y actividades, posibilitando la rápida
    reacción ante factores económicos comerciales y
    asuntos de control.

    Se ha desarrollado un plan informático, a largo
    plazo, vinculado con las iniciativas
    estratégicas.

    Se aportan recursos suficientes, según sean
    necesarios, para mejorar o desarrollar nuevos sistemas de
    información.

    Las vías de comunicación, sesiones
    formales o informales de formación, reuniones y
    supervisiones durante el trabajo, son suficientes para efectuar
    tal comunicación

    .Existen mecanismos establecidos para que los empleados
    puedan aportar sus recomendaciones.

    • Supervisión o Monitoreo.

    Es el proceso que evalúa la calidad del control
    interno en el tiempo. Es importante monitorear el control interno
    para determinar si este está operando en la forma esperada
    y si es necesario hacer modificaciones.

    Las actividades de monitoreo permanente incluyen
    actividades de supervisión realizadas de forma permanente,
    directamente por las distintas estructuras de
    dirección.

    Las evaluaciones separadas son actividades de monitoreo
    que se realizan en forma no rutinaria, como las auditorías periódicas efectuadas por
    los auditores internos.

    Algunas de las cuestiones a tener en cuenta
    son:

    • Constitución del comité de control
      integrado, por un dirigente del máximo nivel y el
      auditor interno, cuyo objetivo sería la vigilancia del
      adecuado funcionamiento del Sistema de Control Interno y su
      mejoramiento continuo.
    • En las organizaciones que lo justifiquen, la
      existencia de unidades de auditoría interna con
      suficiente grado de independencia y calificación
      profesional.

    El objetivo es asegurar que el control interno funcione
    adecuadamente, a través de dos modalidades de
    supervisión: actividades continuas o evaluaciones
    puntuales.

    Las primeras son aquellas incorporadas a las actividades
    normales o recurrentes que, ejecutándose en tiempo real y
    arraigadas a la gestión, generan respuestas
    dinámicas a las circunstancias sobrevivientes.

    En cuanto a las evaluaciones puntuales, corresponden las
    siguientes consideraciones:

    • Su alcance y frecuencia están determinados por
      la naturaleza e importancia de los cambios y riesgos que estos
      entrañan, la competencia y experiencia de quienes los
      controlan y los resultados de la supervisión
      continuada.
    • Son ejecutados por los propios responsables de las
      áreas de gestión, de la auditoría interna
      incluidas en el planeamiento o
      solicitadas especialmente por la dirección y los
      auditores externos.
    • Constituyen todo un proceso dentro del cual, aunque
      los enfoques y técnicas
      varíen, prima una disciplina apropiada y principios
      insoslayables. La tarea del evaluador es averiguar el
      funcionamiento real del sistema: que los controles existan,
      estén formalizados, que se apliquen cotidianamente como
      una rutina incorporada a los hábitos y que resulten
      aptos para los fines perseguidos.
    • Responden a una determinada metodología con técnicas y
      herramientas
      para medir la eficacia directamente o a través de la
      comparación con otros sistemas de control probadamente
      buenos.
    • El nivel de documentación de los controles
      varía según la dimensión y complejidad de
      la entidad. Existen controles informales que, aunque no
      estén documentados, se aplican correctamente y son
      eficaces, si bien un nivel adecuado de documentación
      suele aumentar la eficiencia de la evaluación y resulta
      más útil al favorecer la comprensión del
      sistema por parte de los empleados. La naturaleza y el nivel de
      la documentación requieren un mayor rigor cuando se
      necesite demostrar la fortaleza del sistema ante
      terceros.

    Debe confeccionarse un plan de acción que
    contemple el alcance de la evaluación, las actividades de
    supervisión continuadas existentes, las tareas de los
    auditores internos y externos, áreas o asuntos de mayor
    riesgo, programa de evaluaciones, evaluadores, metodología
    y herramientas de control, presentación de conclusiones y
    documentación de soporte, seguimiento para que se adopten
    las correcciones pertinentes.

    Normas de Supervisión o
    Monitoreo.

    • Evaluación del Sistema de Control
      Interno.

    La dirección de la entidad y cualquier
    funcionario que tenga a su cargo un área de segmento de
    organización, programa, proyecto o actividad, debe evaluar
    periódicamente la eficacia de su Sistema de Control
    Interno y comunicar los resultados ante quien es
    responsable.

    Un análisis periódico de la forma en que
    ese sistema está operando le proporcionará, al
    responsable, la tranquilidad de un adecuado funcionamiento, o la
    oportunidad de su corrección y fortalecimiento.

    • Eficacia del Sistema de Control
      Interno.

    El Sistema de Control Interno se considera efectivo en
    la medida en que la autoridad a la que apoya cuente con una
    seguridad razonable en la información acerca del avance en
    el logro de sus objetivos y metas y en el empleo de criterios de
    economía y eficiencia, la confiabilidad y validez de los
    informes y estados financieros, el cumplimiento de la
    legislación y normas vigentes, incluida las
    políticas y los procedimientos emanados de la propia
    entidad, esta norma fija el criterio para calificar la eficacia
    de un Sistema de Control Interno, basándose en las tres
    materias del control:

    1. Las operaciones.
    2. La información financiera.
    3. El cumplimiento con las leyes, decretos, reglamentos
      y cualquier tipo de normativa
    • Auditorías del Sistema de Control
      Interno.

    Deben practicarse auditorías, las que
    informarán sobre la eficacia y eficiencia del Sistema de
    Control Interno, proporcionando recomendaciones para su
    fortalecimiento si correspondiera.

    En el juego de
    interrelaciones de elementos que configuran y sustentan el
    Sistema de Control Interno, las auditorías
    desempeñan un papel importante.

    Estos exámenes, practicados sobre bases de normas
    y procedimientos generalmente aceptados, permiten obtener una
    opinión técnica válida sobre el estado y
    funcionamiento de un Sistema de Control Interno.

    La naturaleza, extensión y frecuencia de las
    evaluaciones del Sistema de Control Interno deben variar en
    función del nivel de riesgo determinado y de la
    ponderación de la importancia del control para
    reducirlo.

    La auditoría debe ajustarse a un método
    objetivo y sistemático que, razonablemente, incremente la
    probabilidad de la formación de un juicio
    acertado.

    • Validación de los supuestos
      asumidos.

    Se deben validar, en forma periódica, los
    supuestos que sustentan los objetivos de una
    organización.

    Los objetivos de una entidad y los elementos de control
    que respaldan su logro descansan en supuestos fundamentales
    acerca de cómo funciona su entorno.

    Con frecuencia se sostienen ampliamente, en una
    organización, los supuestos acerca de cómo funciona
    el sistema, aunque el personal puede desconocerlos. Dichos
    supuestos inconscientes pueden inhibir la capacidad de adaptarse
    al cambio, debido a que conducen al personal a descartar toda
    aquella información que no se ajusta a sus conceptos. Se
    necesita un diálogo
    abierto para identificar los supuestos. Si los supuestos de una
    organización no son válidos, el control puede ser
    ineficaz, por lo que la revalidación periódica de
    los supuestos de la organización es clave para la eficacia
    del control.

    • Tratamiento de las deficiencias
      detectadas.

    Toda deficiencia que afecte o pueda llegar a afectar la
    efectividad del Sistema de Control Interno debe ser
    informada.

    Deben establecerse procedimientos que determinen sobre
    qué asuntos, en qué forma y ante quién se
    presentará tal información.

    Las deficiencias en el funcionamiento del Sistema de
    Control Interno, dada su importancia, deben ser
    rápidamente detectadas y comunicadas. El término
    deficiencia debe entenderse en sentido amplio, es decir,
    cualquier "condición" dentro del sistema que sea digna de
    atención.

    La identificación de las deficiencias puede
    surgir de diferentes fuentes: el propio control interno, la
    supervisión y la evaluación. También, a
    través de la relación con terceros, por medio de
    reclamos, demandas, etc.

    La comunicación de las deficiencias debe seguir,
    normalmente, el camino que conduce al inmediato superior, pero la
    orientación general debe ser que finalmente llegue a la
    autoridad que puede tomar la acción correctiva. Un caso
    que puede servir de ejemplo es aquel en el que el problema
    detectado invade los límites organizacionales; aquí
    la comunicación debe ser dirigida al nivel suficientemente
    elevado como para asegurar una acción
    apropiada.

    Se deben informar las deficiencias detectadas que
    superen un límite señalado en cuanto a su
    relevancia y repercusión.

    Evaluación de la Supervisión y
    Monitoreo.

    La dirección, responsable de las operaciones
    compara la producción, las existencias, las ventas u otra
    información conseguida en el curso de sus actividades
    diarias, con la información generada a través de
    los sistemas.

    Evaluar hasta qué punto las comunicaciones
    recibidas de terceros corroboran la información generada
    dentro de la organización o indican problemas.

    Comparación periódica de los importes
    registrados por el sistema de contabilidad con los activos
    materiales.

    Analizar la respuesta de la entidad ante las
    recomendaciones de los auditores internos y externos para
    fortalecer los controles internos.

    Se insiste en el cumplimiento del código de
    ética o conducta de la entidad y si regularmente se llevan
    a cabo actividades de control esenciales.

    Valorar la efectividad de las actividades de
    auditoría interna.

    1.6 LIMITACIONES
    DEL CONTROL INTERNO.

    • El concepto SEGURIDAD RAZONABLE está
      relacionado con el reconocimiento explícito de la
      existencia de limitaciones inherentes del Control
      Interno.
    • En el desempeño de los controles pueden
      cometerse errores como resultado de interpretaciones
      erróneas de instrucciones, errores de juicio, descuido,
      distracción y fatiga.
    • Las actividades de control dependientes de la
      separación de funciones, pueden ser burladas por
      colusión entre empleados, es decir, ponerse de acuerdo
      para dañar a terceros.
    • La extensión de los controles adoptados en una
      organización también está limitada por
      consideraciones de costo, por lo tanto, no es factible
      establecer controles que proporcionan protección
      absoluta del fraude y del desperdicio, sino establecer los
      controles que garanticen una seguridad razonable desde el punto
      de vista de los costos que son inherentes a todos los sistemas
      de control interno, como por ejemplo: las opiniones en que se
      basan las decisiones pueden ser erróneas, los encargados
      de establecer controles tienen que analizar su relación
      costo/beneficio, etc. Además los controles pueden
      evadirse si dos o más trabajadores se lo proponen.
      También la Administración podría hacer
      caso omiso del sistema de control interno.

    Conclusiones:

    • El Control Interno es una herramienta de suma
      importancia para salvaguardar y proteger aspectos tales como de
      índole financiero, económico, etc. Pues su debida
      utilización trae consigo que en las entidades permanezca
      un debido orden acorde a lo establecido por las resoluciones
      pertinentes en cada territorio nacional para las
      entidades.
    • La utilización del Control Interno en las
      entidades permite que se reduzcan en gran magnitud las
      ilegalidades y corrupción dentro del marco laboral, ya
      que obliga a cada elemento de la organización a ser
      mayor controlado por la persona pertinente.

    Recomendaciones:

    • Recomendamos a seguir profundizando en este abarcador
      y abundante tema en cuanto al control interno, con fines de
      llevarlo a su máxima utilización en las
      entidades.
    • Tener en cuenta las nuevas modificaciones y
      resoluciones establecidas, tanto en el ámbito
      territorial e internacional emitidas por las instituciones
      pertinentes, para darle cumplimiento interno en cada
      institución.

    Bibliografía:

    1. Auditoría, primera parte/ sl: sn, sa/.
      –p 14
    2. Borraz, Alfonso. Contabilidad de
      Costos Operativos. – La Habana, 2001. –p
      85
    3. Cashin, James A. Teoría y Problemas de Contabilidad I.
      –México, 1973. –p 25
    4. Catacora Carpio, Fernando. Contabilidad: La Base para
      las Decisiones Comerciales.- Caracas: Mc Graw – Hill
      Interamericana, 1998. –p 7
    1. Cordovés Capote, Graviel. El control interno y
      el control. Revista de
      Auditoría y Control. 1(1): 21-28,
      2000
    2. Estrada Santander, José L. Diccionario
      Económico. – La Habana: Editora
      Política, 1987. – p7,158
    3. Estudio de la Contabilidad General/ sl: sn, sa/.
      –p 11-12
    4. López Toledo Martha. Control Interno –
      Cuba, 2003.
      – p1-38
    5. Manual del Contador. México, 1943. –p
      1633 – 1646
    6. Ministerio de Auditoría y Control.
      Resolución 13/03. – La Habana: Ministerio de
      Auditoría y Control, 2003
    1. Ministerio de Finanzas y Precios. Resolución
      297/03: – La Habana: Ministerio de 3 Finanzas y
      Precios, 2003
    2. Nuñez López, Aurelio. Control Interno.
      Análisis de riesgos. Revista de Auditoría y
      Control. 3(5): 1-11, 2002 -p 198-216
    3. Perfeccionamiento de la Actividad Económica
      del MES. – La Habana: MES, 2002.
    4. Principios Básicos de Auditoría.
      – 4. ed. -/ Arthur W. Halmes 2(4): 37-45,
      2001
    5. Wood Fonseca, Guillermo. El control es el hombre.
      Revista de Auditoría y Control.

     

     

    Autores

    Lic. Erizbel Amat Alvarez

    M. Sc. María Luisa Lara Zayas


    mariita[arroba]ssp.copextel.com.cu

    M. Sc. Irenio Curbelo Tribicio.

    Lic. Maydelín Orozco
    García

    Lic. Lázara Valdés
    Mederos

    Lic. Yanelis Hernández Alvarez

    yanelis[arroba]suss.co.cu

    Centro Universitario "José Martí
    Pérez".

    Sancti Spíritus, Cuba

    Facultad de Contabilidad y Finanzas.

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