- Introducción
- Aproximaciones teóricas para el
estudio de los negocios étnicos - Principales resultados del estudio:
las estrategias de los comercios
étnicos - Conclusiones
- Notas
La proliferación de negocios étnicos en
España es todavía
incipiente, a tenor de su corta experiencia como sociedad receptora de
inmigrantes.2 Aun así, este tipo de iniciativas
está proliferando rápidamente en ciudades
españolas como Madrid o Barcelona.
Tanto los estudios sobre mercado de trabajo como la investigación sobre inmigración han
acostumbrado abordar los "negocios étnicos" y la
autoocupación de los colectivos inmigrantes y de las
minorías étnicas como si se tratara de un fenómeno
anómalo, confinado a posiciones periféricas, con escaso
potencial de crecimiento, rasgos preindustriales, y asociado a
prácticas ilegales y, por consiguiente, a actividades
condenadas a la extinción.3
Tal y como sostienen J. Rath y R.
Kloosterman,4 la investigación sobre empresariado
étnico se ha visto dominada por los científicos
sociales que han puesto el énfasis en las
características etnoculturales de los procesos de incorporación
laboral de la población inmigrante.
Así lo demuestra el uso del término "empresariado
étnico". En este sentido, se parte de la premisa de que
estos negocios son diferentes simplemente por el hecho de que los
regentan inmigrantes o miembros de minorías étnicas.
Ahora bien, lo que en realidad distingue a estas empresas del resto, en el caso de
contar con rasgos distintivos, prácticamente no se ha
abordado desde un plano teórico; de modo que no se ha
estudiado con suficiente profundidad si la diferencia radica en
el origen del empresario, en sus estrategias de administración, en las
características de la plantilla, en la clientela, en los
productos que se ofrecen, o
bien, si se trata de una combinación de todos estos
factores.
Estas páginas se centrarán
específicamente en el "comercio étnico",
entendiendo por esta definición aquellos comercios
regentados por personas de origen extranjero no comunitario, con
independencia de las
características del servicio o producto que se mercantiliza y
de la distribución geográ.ca
de estos establecimientos.
Aunque la expresión "comercio étnico" engloba
definiciones distintas, se ha optado por la acepción menos
restrictiva del término, la que utiliza el calificativo
"étnico" tan sólo como indicador de la procedencia de
la persona que establece el
comercio.5 Por lo tanto, no debe confundirse la
noción de "comercio étnico" que aquí se utiliza
con la necesaria mercantilización de elementos propios de
las culturas de los inmigrantes (artesanía, comida, etc.).
El estudio no investiga las implicaciones ideológicas del
término "étnico" como categoría social; se trata,
simplemente, de una categoría descriptiva que pretende
identificar un tipo de establecimientos comerciales que se
distinguen del resto por el origen geográ .co de su
propietario. El objetivo del estudio es
abordar los rasgos distintivos que los diferencian del resto de
establecimientos, si es que los hay.
OBJETIVOS Y METODOLOGÍA
DEL ESTUDIO
De acuerdo con Riesco,6 para el caso español —tendencia
generalizable a los países del sur de Europa— las iniciativas
emprendedoras de los inmigrantes suelen situarse
mayoritariamente en el pequeño comercio, la hostelería
y la restauración, así como en algunas modalidades de
servicios vinculados a la
propia presencia de inmigrantes (agencias de envío de
dinero, peluquerías,
agencias de viajes, etc.).7
Comprender la presencia de los inmigrantes en estos sectores
requiere estudiar su dinámica de
funcionamiento en un sentido amplio (consecuencias de las cadenas
multinacionales sobre el pequeño comercio, cambios en las
pautas de consumo y estilos de vida de
la población de la sociedad receptora, transformaciones de
los sistemas urbanos
—gentrificación,* proliferación de
"ciudades-dormitorio"—, una nueva gestión del tiempo, etc.). Aunque a lo
largo de estas páginas no se abordarán en forma directa
estas cuestiones, sí se parte del hecho de que el comercio
configura un sector "en crisis" dentro de la
población autóctona, lo que se traduce en un progresivo
cierre de locales por jubilación o por escasa rentabilidad. Dicho abandono
del sector genera vacantes que son ocupadas cada vez más por
inmigrantes, lo que provoca un efecto
"sustitución".
Aunque los márgenes de beneficio son muy reducidos,
la iniciativa empresarial alrededor del comercio resulta
atractiva y cómoda para los empresarios
inmigrantes, por cuanto no requiere una elevada acumulación
de capital ni complicados
procesos formativos. La supervivencia y el éxito de estas
actividades se fundamenta en la gestión del factor trabajo
(bajos salarios, flexibilidad horaria y
largas jornadas son las principales bazas) y en la
disminución de los costos de producción (uso
colectivo de canales de importación y de
distribución, como es el caso de los productos chinos, o, en
algunos casos, recurriendo a la fabricación en talleres
clandestinos, etcétera).
El objetivo principal del estudio es averiguar hasta
qué punto las estrategias de creación y de
supervivencia de los comercios étnicos y sus
problemáticas son similares a las de los comercios
autóctonos o, por el contrario, presentan especificidades
que justifican el uso del término "étnico" (acceso a la
información, obtención
de capital, adquisición de instrucción, reclutamiento de fuerza de trabajo, estrategias
para hacer frente a la creciente competitividad,
etcétera).
Otro de los objetivos es responder a la
pregunta de en qué medida los inmigrantes establecen
comercios étnicos como salida de emergencia ante situaciones
críticas. Si la hipótesis se valida, los
"comercios étnicos" surgirían principalmente luego de
trayectorias laborales basadas en la fluctuación entre la
economía sumergida y la
pérdida de empleo asalariado. O, por el
contrario, nos preguntamos si los comercios étnicos suponen
la culminación de trayectorias laborales ascendentes, de la
mano de inmigrantes emprendedores y con menor aversión al
riesgo que persiguen la
movilidad social.
Un último objetivo de la investigación es
estudiar las características de la estructura comercial
étnica, con el .n de indagar si presenta una
orientación étnica o interna, dirigida a satisfacer las
necesidades de los coétnicos, o, por contra, dicha
estructura se perfila a partir de una orientación más
bien generalista o externa, hacia un mercado abierto y expansivo
(open market).
Con el propósito de abarcar la máxima
heterogeneidad de la oferta de comercios
étnicos existentes, se ha estudiado una zona urbana
caracterizada por la fuerte expansión de este tipo de
establecimientos en los últimos años:
Barcelona.
Se han escogido dos distritos de la ciudad, Ciutat Vella
y Gràcia, pues si bien cuentan con un perfil migratorio y un
volumen de inmigrantes
distinto, tienen en común un tejido comercial muy importante
y la presencia cada vez mayor de inmigrantes que regentan este
tipo de establecimientos. El distrito de Ciutat Vella cuenta con
38 045 extranjeros empadronados en enero de 2005 (aproximadamente
35% de la población total), según datos del Departamento de
Estadística del
Ayuntamiento de Barcelona.8 Los principales
países de origen de los extranjeros residentes en Ciutat
Vella son, en este orden, Paquistán, Marruecos, Filipinas y
Ecuador. En este distrito
barcelonés, ubicado en el casco antiguo de la ciudad, a
pesar de la elevada proporción de población extranjera,
no existe una notoria presencia de una sola comunidad, puesto que ninguna
nacionalidad supera 15% del
total de población extranjera. El distrito de Gràcia,
en cambio, cuenta con una
proporción menor de población extranjera: 12.9%, con un
marcado predominio de la inmigración latinoamericana
(Ecuador, Argentina, Colombia y Perú constituyen
las principales procedencias no
comunitarias).9
El estudio se ha llevado a cabo a través de 26
entrevistas en profundidad a
inmigrantes emprendedores, lo que ha permitido el acceso a los
factores motivacionales, a los proyectos migratorios y a las
estrategias de creación y supervivencia de este tipo de
comercios. Los entrevistados se seleccionaron con base en los
criterios "pragmáticos" de accesibilidad y de heterogeneidad
en términos de variación y tipicidad: tipo de
servicio o producto que se ofrece (carnicerías
halal, establecimientos de alimentación étnica,
peluquerías, locutorios, tiendas de electrodomésticos,
tiendas de equipamiento informático, colmados, tiendas de
ropa, restaurantes y bares, bazares, etc.); país de
origen del propietario (se ha entrevistado a comerciantes
procedentes de China, Filipinas,
Paquistán, Ecuador, Perú, Colombia, Marruecos, Argelia,
Guinea Ecuatorial y Senegal) y sexo.
APROXIMACIONES TEÓRICAS
PARA EL ESTUDIO DE LOS NEGOCIOS ÉTNICOS
Numerosos estudios norteamericanos ponen el énfasis
en el capital social y en las redes étnicas a la hora de abordar los
negocios étnicos. Diferencias cualitativas y cuantitativas
en la actividad empresarial o diferencias entre los grupos étnicos se explican a
partir de los recursos étnicos
(prácticas etnoculturales, ideologías étnicas,
redes sociales e instituciones
étnicas).10 Las líneas de investigación
iniciales tendían a focalizar las causas de la proclividad
de los inmigrantes hacia el empresariado en su bagaje cultural
distintivo. Dentro de las aproximaciones culturalistas, una de
las principales aportaciones ha sido reconocer que las redes
migratorias no sólo facilitan la búsqueda de puestos de
trabajo, sino que crean ocupación por sí
mismas.11 Autores como I. Light et
al.12 sintetizan muy bien el papel que
desempeñan las redes en el establecimiento de los negocios
étnicos: proporcionar fuerza de trabajo barata; suministrar
información sobre financiación, contactos y proveedores tanto a los
empresarios como a los aspirantes; facilitar ayuda mutua,
además de formación a los futuros empresarios. En este
sentido, los "recursos étnicos y culturales" aparecen como
elementos determinantes a la hora de explicar el surgimiento y la
supervivencia de los negocios étnicos. Los "recursos
étnicos" son definidos por I. Light y E.
Bonacich13 como aquellos "elementos socio-culturales
que ayudan o benefician en el éxito de los negocios" y que
se basan en las redes sociales étnicas que posibilitan una
rápida transmisión de información y el fácil
acceso a una fuente de mano de obra barata (a menudo sin contrato), integrada por
coétnicos.
Las interpretaciones "culturalistas" han sido
cuestionadas por enfoques más recientes, que subrayan la
estructura de oportunidades a la que tienen que hacer frente los
colectivos de inmigrantes. En este sentido, una de las objeciones
más frecuentes a los análisis culturalistas es
que no dedican suficiente atención a los
condicionantes económicos en los que los empresarios
inmigrantes operan. Las perspectivas estructuralistas
acentúan el contexto de oportunidades y los factores
situacionales. La creación de negocios étnicos es
entendida, desde estos planteamientos, como una reacción
ante el bloqueo de las oportunidades en el mercado de trabajo, de
modo que la autoocupación se erige como estrategia de supervivencia
vinculada a los lazos de solidaridad existentes dentro de
la comunidad.
A. Portes y J. Sensenbrenner14 subrayan la
vital importancia del embeddedness (incrustación) en
las redes sociales. Ante las escasas posibilidades de éxito
profesional y de movilidad laboral, emergen fuertes sentimientos
de solidaridad intragrupal, que constituyen una importante fuente
de capital social que puede utilizarse para la creación y
consolidación de pequeñas empresas. El bloqueo de las
oportunidades económicas para los inmigrantes determina,
pues, el potencial de los negocios étnicos. Buena parte de
las investigaciones realizadas desde
la década de los setenta han pretendido dilucidar las causas
que explican por qué son precisamente las minorías que
han experimentado mayores procesos de discriminación las que
presentan un elevado porcentaje de individuos con negocios de su
propiedad.15
Factores como la pobreza, el paro, la discriminación y los
bajos salarios en el mercado general (open market),
favorecen que determinados grupos opten por el autoempleo.
Pero estas aproximaciones no deben considerarse
alternativas a los enfoques culturalistas, sino complementarias.
Si bien los factores económicos permiten enmarcar el
contexto dentro del cual discurre el fenómeno de los
negocios étnicos, no pueden explicar todas sus
manifestaciones concretas, por ejemplo, las distintas tasas de
autoocupación entre colectivos. Por este motivo, durante la
década de los noventa, los estudios académicos han
adoptado, en el mundo anglosajón, un enfoque más
interaccionista, centrado en la interconexión de los
recursos internos de los que disfruta la comunidad y la
estructura externa de oportunidades, tal y como se verá a
continuación. Esta perspectiva integradora, basada en la
interacción de la
estructura de oportunidades de la sociedad receptora (condiciones
de mercado, condiciones de acceso a los negocios…) y las
características de la comunidad inmigrante (capacidad de
movilizar recursos informales, solidaridad familiar y comunal) es
la que se ha adoptado en este estudio.
Autores como R. Waldinger, H. Aldrich y R.
Ward16 recomiendan una aproximación interactiva,
que analice la correspondencia entre los condicionantes
estructurales de la sociedad receptora y los recursos informales
de la población étnica. Apuestan por una
aproximación más integradora, que tenga en cuenta tanto
los rasgos socioculturales como el medio institucional y
económico dentro del cual los empresarios operan. El
modelo integrador distingue entre: las
características del grupo (capacidad de
movilizar recursos informales, solidaridad familiar y comunal) y
la estructura de oportunidades (a saber, las posibilidades
que tienen los nuevos empresarios de crear sus negocios), que
engloba tanto las condiciones de mercado (existencia o no de
consumidores de productos étnicos, por ejemplo) como las
condiciones de acceso a los negocios (vacantes, tipos de políticas gubernamentales,
concesión de licencias, etc.). Finalmente, las
estrategias étnicas explican de qué manera se
utilizan los recursos étnicos en el marco de una estructura
de oportunidades determinada. Las estrategias persiguen la
adaptación de los empresarios inmigrantes al contexto en el
que se insertan, mediante la movilización de los recursos
disponibles. Permiten explicar qué uso se hace de los
recursos étnicos en la estructura de oportunidades y son el
resultado de la interacción de oferta y demanda.
Los recursos étnicos engloban aquellos rasgos
socioculturales de un grupo que son utilizados por los
empresarios coétnicos a la hora de crear y mantener sus
negocios.17 Los recursos étnicos más
frecuentes incluyen los factores predisposicionales (bagaje
cultural, cultura del trabajo, proyecto migratorio, etc.),
así como los diferentes tipos de movilización de los
recursos (las redes sociales étnicas, por ejemplo). Las
estrategias étnicas, por su parte, reflejan el uso que cada
colectivo hace de sus recursos étnicos de tipo cultural,
social y económico.
Los empresarios étnicos disponen de recursos y
estrategias distintivas a la hora de solucionar los problemas que tienen que ver
con su negocio. Son justamente estas estrategias las que permiten
distinguir a los empresarios étnicos del resto del
empresariado (mainstream).
J. Boissevain et al.18 ofrecen una
visión panorámica de las principales estrategias
étnicas a las que recurren los empresarios étnicos, a
partir de un estudio comparativo de siete colectivos establecidos
en Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania y Países
Bajos.19 Los autores constatan, pese a la diversidad
de los grupos estudiados y los distintos backgrounds
culturales y económicos analizados, una marcada coincidencia
en las diferentes estrategias étnicas adoptadas
(independientemente del hecho de que, obviamente, su
manifestación concreta varía de un grupo a
otro).
J. Rath y R. Kloosterman20 señalan
también los factores estructurales como determinantes clave
de los negocios étnicos: por un lado, la situación de
exclusión del mercado formal de los inmigrantes (paro
permanente —sobre todo para los turcos y marroquíes en
los Países Bajos—, falta de fluidez en el idioma,
niveles educativos bajos, discriminación laboral…); por el
otro, la proliferación de oportunidades económicas
alrededor de los pequeños negocios en los escalafones
más bajos de la estructura ocupacional. En este
sentido, los autores sostienen que aun cuando los factores
dependientes de la oferta son muy importantes, no son
suficientes, especialmente cuando se lleva a cabo
investigación comparativa.
En este sentido, se pronuncian por abordar también
la dimensión de la demanda, a partir de la
estructura de oportunidades como principal determinante de las
trayectorias seguidas por los inmigrantes empresarios.
La posición socioeconómica de los empresarios
inmigrantes no sólo debe entenderse a partir de su
embeddedness (incrustación) en las redes sociales,
sino también en una estructura socioeconómica, política e institucional determinada en
la sociedad receptora. J. Rath y R. Kloosterman21
consideran que hace falta prestar más atención, en
primer lugar, a los factores de transformación estructural
que están teniendo lugar en las economías urbanas; en
segundo lugar, al marco institucional del Estado de bienestar en el que
operan las inversiones y los propios
negocios, y, en tercer lugar, a las repercusiones del mercado
internacional en este tipo de negocios. Así, ambos autores
proponen la expresión mixed embeddedness, para decir
que es la imbricación de ambos sistemas de incrustación
la que permite sobrevivir a los negocios de los
inmigrantes.22 Siguiendo las tesis de G.
Esping-Andersen,23 en función del tipo de marco
institucional se generarán trayectorias de ocupación
posindustriales diferenciadas.
Los diferentes regímenes de bienestar crean
estructuras de oportunidades
diversas cuando interactúan con el mercado de trabajo. De la
aplicación de estos planteamientos a la creación de
negocios étnicos, R. Kloosterman24 distingue dos
modelos claramente
diferenciados. Por un lado, el modelo denominado
"neoamericano", en el que los servicios vinculados a la reproducción social son
principalmente proporcionados por el mercado y donde, a menudo,
optar por la autoocupación no es tanto una consecuencia de
la carencia de oportunidades en el mercado de trabajo general
(open market) o una alternativa al paro, sino una
estrategia que persigue obtener mayores ingresos y movilidad laboral
ascendente. En este modelo, la creación de negocios
étnicos no supone una alternativa al paro a la que se acogen
los colectivos más desfavorecidos, sino todo lo
contrario.
Por otro lado, el modelo europeo (Kloosterman lo
denomina Rhineland model) plantea fuertes obstáculos
a los inmigrantes a la hora de insertarse en el mercado de
trabajo. Éste se caracteriza por una estructura
insider/outsider. Presenta elevados niveles de paro,
protagonizados por las mujeres, los jóvenes y los
inmigrantes. En este contexto, únicamente los inmigrantes
menos cali.cados y "excluidos" tendrán incentivos para establecer un
negocio, a diferencia del modelo norteamericano, en el que la
autoocupación se presenta como opción atractiva para
los más emprendedores. La falta de capital humano y financiero
relega estos negocios a los estratos más bajos de la
estructura ocupacional, a menudo en actividades poco rentables,
muy expuestas a la competencia y en sectores
progresivamente abandonados por los autóctonos. Además,
en el contexto europeo, la existencia del Estado de bienestar
como dispensador de servicios sociales y las reticencias de tipo
cultural a mercantilizar determinadas tareas reproductivas,
explican la falta de oportunidades para los inmigrantes
empresarios a la hora de establecer negocios dentro de los
servicios personales, a diferencia de lo que acontece en Estados
Unidos.25
En los países del sur de Europa el panorama es
distinto. Países como Italia, Grecia, Portugal y España
han dejado de ser sociedades de emigración
periféricas, para convertirse en el destino de los
inmigrantes (hombres y mujeres) procedentes de África,
América Latina, Europa
Oriental y de algunos países asiáticos (como China,
Filipinas o Paquistán), desde mediados de la década de
los ochenta.
Sin lugar a dudas, las restricciones a las migraciones
laborales impuestas por los países de la Europa Central
generan un "embalsamiento" de inmigrantes no europeos en los
países del sur de Europa. Sin embargo, este punto de
inflexión también se explica por el importante desarrollo económico que
experimentaron estos países entre los años setenta y
ochenta, así como por el desajuste entre la estructura
productiva y el aumento del "nivel de aceptabilidad" de una
población autóctona menos dispuesta a aceptar
determinadas condiciones de trabajo. Justamente a mediados de los
ochenta, de acuerdo con L. Cachón, se produce en España
una demanda repentina y fuerte de trabajadores extranjeros para
cubrir puestos de trabajo en el segmento secundario, en una serie
de "nichos laborales" por demás precarios y escasamente
remunerados —a saber, agricultura, servicio
doméstico, construcción y
hostelería—, muchas veces bajo formas de economía
sumergida.26
En definitiva, en contraste con las migraciones que se
habían producido durante la etapa "fordista", desde los
países del sur de Europa hacia los de Europa Central,
protagonizadas fundamentalmente por trabajadores varones que se
empleaban en la industria y en el sector
formal, las migraciones de este nuevo periodo tienen lugar en una
estructura económica dominada por las actividades del sector
terciario, máximamente expuestas a la precariedad y a la
economía informal. La corta trayectoria de España como
sociedad receptora, unida al "efecto llamada" desde el mercado de
trabajo —sobre todo la economía sumergida — y a
la dispersión geográ.ca de los colectivos (a pesar de
la segregación de la migración en determinados
barrios de las grandes ciudades, su concentración espacial
no puede compararse con la de los étnicamente
homogéneos neighbourhoods de las grandes urbes
norteamericanas, por ejemplo), ayuda a entender el todavía
escaso desarrollo de los negocios
étnicos en comparación con otros contextos receptores,
el tipo de orientación de los establecimientos, así
como las estrategias seguidas por los comerciantes.
PRINCIPALES RESULTADOS DEL
ESTUDIO: LAS ESTRATEGIAS DE LOS COMERCIOS
ÉTNICOS
El análisis de las entrevistas en profundidad
realizadas a los comerciantes permite identificar una serie de
estrategias distintivas que justifican el uso del término
"comercio étnico" y que pueden ser de gran utilidad a la hora de iniciar
futuras líneas de investigación en España. A
continuación se hará una síntesis de los resultados
más destacados.
Trabajar por cuenta propia, a tenor de las diferentes
razones que han esgrimido nuestros entrevistados, ya forma parte
de sus respectivos proyectos migratorios con anterioridad a su
llegada a España, en especial para el caso de los
entrevistados de origen chino y paquistaní. El arraigo de
dicha "cultura" empresarial puede ser un reflejo del importante
tejido comercial que existe en estos países ("recursos de
clase"),27 del
escaso status social del trabajo manual en sus respectivos
imaginarios —así se da en el caso paquistaní, por
ejemplo—, etc. En estos casos, los "recursos de clase" de
los inmigrantes son un factor clave a la hora de determinar la
proclividad hacia la creación de un negocio, no sólo
porque ello implica haberse socializado hacia el trabajo autónomo y
haber recibido adiestramiento sobre el
funcionamiento del "mundo empresarial", sino porque la ayuda
económica de la familia se convierte en
esencial para muchos comerciantes a la hora de iniciar su
actividad comercial.
Pero no todo obedece a condicionantes de tipo cultural.
En efecto, optar por la autoocupación también responde,
en algunos casos, a factores de carácter estructural,
principalmente a la falta de salidas en el mercado de trabajo de
la sociedad receptora, un mercado claramente segmentado a partir
de la etnia y el género, que ofrece escasas
posibilidades de movilidad. De ese modo, es preciso combinar
perspectivas etnoculturales con enfoques que subrayen la
estructura de oportunidades a la que deben hacer frente los
trabajadores inmigrantes. Así es para muchas mujeres
inmigrantes, sobre todo entre las que cuentan con un nivel
educativo elevado, que optan por la vía emprendedora como
una de las pocas estrategias de movilidad laboral a su alcance,
que les permite "abandonar" los sectores laborales clásicos
reservados a las trabajadoras inmigrantes en España, tales
como la limpieza, el cuidado de niños y ancianos, la
hostelería o la prostitución.28
En el caso de los entrevistados de origen chino y
paquistaní, algunos ya han iniciado su andadura laboral en
España siendo empresarios. Sin embargo, esto no es el
patrón más habitual. Para la mayoría, su
trayectoria previa como asalariados en la sociedad receptora no
suele transcurrir en el mercado "general", sino en los negocios
regentados por otros connacionales. El vínculo
trabajadores-empresarios no suele generarse en la sociedad
receptora, sino a través de lazos de parentesco que operan
dentro de una red transnacional
originada en el país emisor, que se rami.ca a través de
establecimientos esparcidos por varios países europeos y
asiáticos.29 El alto grado de autosuficiencia de
este tipo de incorporación laboral con base étnica se
manifiesta en la posibilidad de que muchos de estos trabajadores
cambien con frecuencia de empleo sin salir del ámbito de los
negocios étnicos (restaurantes de comida china, por
ejemplo), así como en el bajo nivel de conocimiento de las lenguas de
la sociedad de acogida.
Esta modalidad de inserción constituye una
estrategia étnica que no sólo persigue el ahorro de dinero durante un
lapso determinado, sino también tener acceso a los recursos
étnicos de la comunidad en el momento en que decidan
establecer su propio negocio, más adelante (ayuda,
información, financiación, proveedores, etc.). En este
sentido, aunque dicha situación permite identificar
relaciones de explotación dentro del colectivo de
inmigrantes, el beneficio que obtiene el empresario de la fuerza
de trabajo connacional (bajos salarios, largas jornadas laborales
y, a menudo, sin contrato de trabajo) no es a
cambio de nada. Para determinados colectivos, los negocios
étnicos se convierten en una "escuela de empresarios"; de modo
que tener la oportunidad de trabajar como asalariado en un
negocio étnico se convierte en una seudo "carrera laboral",
con una elevada probabilidad de conseguir la
movilidad laboral a mediano y largo
plazos.30
Asimismo, el hecho de que la mayoría de los
entrevistados cuente con un nivel educativo medio y superior
evidencia el carácter selectivo del empresariado étnico
y contradice las tesis de autores como R.
Kloosterman,31 que postulan que sólo los
inmigrantes menos calificados y "excluidos" tendrán
incentivos para establecerse como empresarios. A tenor de
nuestros resultados, el modelo de empresario identificado en
España no apunta hacia el autoempleo como salida de
emergencia (ninguno de los comerciantes entrevistados había
experimentado situaciones de desempleo con anterioridad), sino
más bien hacia una opción atractiva para los
inmigrantes más emprendedores, análogamente a lo que
ocurre en el caso de la sociedad norteamericana. De acuerdo con
D. Massey, J. Arango et al., el patrón más
habitual es que las primeras iniciativas empresariales respondan
al perfil de inmigrantes de élite, con cantidades
significativas de capital financiero, humano, social y
cultural.32
A la hora de optar por abrir un tipo de comercio u otro,
las razones que han esgrimido los entrevistados son diversas y
heterogéneas y, en apariencia, equiparables a las de los
comerciantes autóctonos. Sin embargo, en muchos casos se
escoge un tipo de negocio determinado simplemente por el hecho de
que éste se ofrece en traspaso en un momento dado, por lo
que se detecta un importante efecto "sustitución". Se trata
de comercios que han sido "abandonados" por comerciantes
autóctonos después de una jubilación o por su
escasa rentabilidad.
El hecho de tratarse de un traspaso agiliza los
trámites burocráticos para los inmigrantes y evita
tener que solicitar nuevas licencias. Los casos estudiados no
ilustran procesos pasivos de sustitución de pequeños
comerciantes autóctonos por inmigrantes, sino estrategias de
innovación y de mejora de
estos negocios para hacerlos más competitivos.
Los comercios estudiados tienen en común el que no
exijan un excesivo conocimiento experto y una elevada inversión económica
inicial (con algunas excepciones, como los establecimientos
especializados en accesorios de telecomunicaciones, algunos
restaurantes o los locutorios con servicio de internet).
También comparten su escasa rentabilidad y el hecho
de ser intensivos en fuerza de trabajo (largas jornadas
laborales), con pocas barreras de entrada en lo que respecta al
capital y a los requerimientos educativos.33 Sin
embargo, dentro de este segmento de negocios en los que operan
principalmente los inmigrantes, es posible distinguir tres tipos
de establecimientos con características
diferenciadas:
1) Mercados situados en nichos marginales,
rechazados por los empresarios autóctonos a tenor de su
escasa rentabilidad económica y las duras condiciones de
trabajo. Se trata de actividades económicas tradicionales
(bares, colmados, etc.), actualmente en crisis, que abren
oportunidades a los recién llegados a medida que se van
generando vacantes (cierres por jubilación, situaciones de
quiebra, etc.). Además,
acostumbran ofrecer productos y servicios más baratos que
los de sus equivalentes en los negocios autóctonos, de
manera que es habitual que resulten cada vez más
atractivos para la clientela autóctona (sobre todo para
las personas que cuentan con menos recursos).
2) Mercados de productos exóticos, que
intentan convertir contenidos y símbolos de la
etnicidad en mercaderías rentables, atractivas para el
conjunto de la población (por ejemplo, las
peluquerías y los restaurantes étnicos).
3) Mercados de productos segmentados que,
gracias a la importación (y, eventualmente, a la
fabricación en talleres muchas veces "ilegales" y con
menores costos de producción, por
ejemplo, los talleres de confección chinos), pueden
ofrecer productos a mejor precio que los
autóctonos (tiendas de ropa, bazares de "Todo a cien",
tiendas de electrodomésticos, etcétera).
Con base en la tipología propuesta por Jones,
Barrett y McEvoy,34 los empresarios étnicos
pueden servir a sus miembros coétnicos (orientación
interna o étnica), o bien al mercado general
(orientación externa o no étnica). Asimismo, su base
geográ.ca puede ser local, estrictamente en el ámbito
del barrio, o bien no local, dirigido a un cliente genérico, sin
constricción geográ.ca. Debe tenerse en cuenta que, en
cualquier caso, se trata de tendencias y que en la mayoría
de las situaciones concretas lo que predomina es una mezcla de
las dos dimensiones: orientación étnica y no
étnica, base local y no local. De la aplicación de esta
tipología se desprende que, a diferencia del caso
norteamericano, la mayoría de estos negocios tienen una
orientación generalista o externa ya desde sus inicios. De
acuerdo con M. Baganha y E. Reyneri,35 en el caso del
sur de Europa no se forman enclaves cerrados en la sociedad
receptora, ya que los clientes suelen ser externos a su
comunidad. El cuadro 1 recoge la tipología y ofrece una
primera clasificación de los comercios
estudiados.
i) A tenor de los resultados, los negocios
"locales y étnicos", dirigidos a una clientela étnica
circunscrita al barrio, no es el patrón más habitual
dentro de la estructura de los negocios étnicos en
Barcelona. Ello es así por cuanto la dispersión
espacial de los inmigrantes, por un lado, y la diversidad de
procedencia de la población inmigrante ubicada en los
barrios con mayor concentración de extranjeros, por el
otro, convierte en poco rentables este tipo de negocios, a
diferencia de lo que ocurre en los ethnic neighbourhoods
norteamericanos. Únicamente se han identificado negocios
"locales y étnicos" en el caso de las carnicerías
halal y de los bares y peluquerías regentadas por
islámicos. Aunque el público que acude a estos
establecimientos es mayoritariamente connacional, alrededor de
10% de los clientes son autóctonos, sobre todo personas
con escasos recursos económicos que encuentran precios más asequibles
en estos establecimientos.
Además, este tipo de comercios, más
allá del servicio o producto que dispensan, se convierten
en "centros de reunión y de relación" de la comunidad
magrebí.
ii) Un segundo grupo de negocios encaja en la
categoría "locales y no étnicos".
Se trata de establecimientos sectorialmente diversos,
con una expansión limitada en el ámbito del barrio.
Aquí hallamos, fundamentalmente, negocios con productos y
servicios no dirigidos a coétnicos, que son resultado del
proceso de sustitución
de los empresarios autóctonos que abandonan determinados
establecimientos poco rentables a causa de situaciones de
quiebra o de jubilación (bares, bazares, tiendas de
comestibles…). La mayoría de estos establecimientos son
adquiridos mediante un traspaso y conservan tanto sus
equipamientos como la clientela original. La proliferación
de supermercados regentados por paquistaníes por toda la
ciudad, por ejemplo, también responde a una
orientación "local y no étnica". En algunos casos se
trata de establecimientos que forman parte de alguna red de supermercados. Su principal
estrategia para lograr la rentabilidad y ser competitivos es
ofrecer un prolongado horario de apertura (abrir hasta muy
tarde por la noche los fines de semana, etc.) y una oferta de
productos de carácter general, a un precio más bajo y
con un servicio próximo al cliente y flexible.
iii) En lo que concierne a negocios con base
"no local" y orientación "étnica", con productos
orientados hacia una clientela étnica pero sin
constricciones espaciales, el más claro exponente lo
encontramos en algunos restaurantes étnicos y en las
peluquerías africanas. Estos negocios, en un inicio, se
establecen con la pretensión de atender las demandas de la
colonia connacional; sin embargo, con el tiempo, desarrollan
habilidades, estrategias, contactos y capital para expandirse
hacia un mercado más abierto y expansivo, logrando atraer
a gente procedente de diversas zonas de la ciudad. Tal y como
ha pasado en Estados Unidos y en otros países europeos,
siempre que la potencial clientela étnica está
suficientemente desarrollada surgen negocios étnicos que
les proporcionan servicios y productos específicos. Pero
el riesgo de saturación de estos negocios es elevado a
mediano y largo plazos, por lo que es habitual que se encaminen
hacia un mercado más abierto y expansivo. En este sentido,
los mercados de productos
exóticos se reestructuran y convierten los contenidos y
símbolos de la etnicidad en mercancías rentables,
atractivas para el conjunto de la
población.36
Teniendo en cuenta, por un lado, la creciente
atracción que están despertando este tipo de
productos y servicios entre la población autóctona
más joven y con más recursos culturales y
económicos y, por el otro, que sólo los inmigrantes
pueden suministrar estos productos para que parezcan
"auténticos", es previsible un aumento sustancial de este
tipo de establecimientos en los próximos
años.
iv) Por último, un cuarto perfill de
comercios son los establecimientos "no étnicos y no
locales" dirigidos al mercado general abierto y sin
limitaciones geográficas. Los restaurantes chinos y
japoneses o los restaurantes de cocina libanesa del barrio de
Gràcia, por ejemplo, constituyen un claro ejemplo de
establecimientos con una orientación no étnica y no
local, que no han pasado por la fase inicial de atender a la
potencial clientela étnica.
El modelo de Barcelona no sigue la definición de
"enclave inmigrante" o "economía de enclave étnico"
de Wilson y Portes,37 en el sentido de presentar una
concentración geográ.ca de los negocios. Si bien las
primeras iniciativas de negocios étnicos surgieron en
Ciutat Vella (salvo los restaurantes chinos dispersos por toda
la ciudad y los restaurantes libaneses implantados en unas
cuantas calles céntricas del barrio de Gràcia), y
aunque éste siga siendo el distrito con una mayor
concentración de comercios étnicos, la
proliferación y dispersión geográfica de los
negocios étnicos por toda la ciudad es un hecho cada
día más perceptible. La proximidad espacial de los
negocios para servir a una comunidad étnica concreta no es
un rasgo definitorio de los negocios étnicos que hemos
estudiado; por consiguiente, nos encontramos ante una
"economía étnica" en los términos que utilizan
I. Light y S. Gold.38
CUADRO 1
Confirmando las tesis de M. Aramburu,39 el
modelo "español" difiere de los enclaves étnicos
norteamericanos, en los que hay grandes empresarios ya
constituidos y se generan "cadenas emprendedoras", con abundantes
transacciones entre empresas del mismo grupo étnico y
sistemas de crédito paralelos a los
bancarios. El carácter incipiente de estos negocios y sus
características perfilan, por el momento, iniciativas
más bien de tipo individual, con un peso menor, aunque
creciente, de las redes sociales étnicas y de la capacidad
de movilización de recursos informales.
En este sentido, uno de los rasgos más relevantes
de estos negocios, que justi.ca el uso del término
"étnico", son las vías de financiación. Las
dificultades para tener acceso a las instituciones crediticias
formales, principalmente por falta de recursos de clase (capital,
propiedades, nóminas con contrato
indefinido, familiares que puedan avalar…), no les deja otra
opción que recurrir a sus propios ahorros o a pedir dinero a
familiares y amigos. Dichas dificultades ayudan a entender por
qué la edad media de los
entrevistados es claramente superior a la del conjunto de la
población extranjera. En efecto, la necesidad de tener que
recurrir a los ahorros propios en primera instancia los obliga a
trabajar como asalariados en el mercado "general" durante una
larga temporada antes de poder culminar su iniciativa
empresarial. Comunidades como la paquistaní y la china, en
cambio, disponen de redes de ayuda mutua y de financiación
informal muy desarrolladas.
Puesto que los inmigrantes tienden a establecer negocios
con ciertas características, a medida que se incrementa el
número de comercios "étnicos" aumenta la
competitividad; no sólo entre ellos ("riesgo de
saturación"), sino también en relación con los
negocios similares regentados por autóctonos. Las
estrategias utilizadas para hacer frente a esta competencia son
diversas y algunas de ellas justifican de nuevo el uso del
calificativo "étnico" cuando nos referimos a este tipo de
negocios. Podemos destacar tres:
i) la autoexplotación (bajos salarios,
largas jornadas laborales, fuerza de trabajo no
asalariada…);
ii) expandir la clientela del negocio hacia la
población general;
iii) desmarcarse de los comercios étnicos
similares a base de ofrecer mayor calidad en sus productos y
servicios y de diversificar la oferta. En el caso concreto de algunos
comerciantes paquistaníes y chinos, que suelen tener como
principales competidores los negocios del mismo sector regentados
por autóctonos (tiendas de "Todo a cien", bazares, tiendas
de comestibles, etc.), el éxito de sus comercios se consigue
a partir del abaratamiento de precios y de la
flexibilización horaria (gracias a la autoexplotación),
lo que permite ofrecer al cliente autóctono un servicio de
mayor proximidad.
Muchos de estos negocios no generan puestos de trabajo
estables en la economía formal (más allá de
recibir ayudas puntuales por parte de familiares y amigos sin
contrato), por lo que podemos afirmar que el número de
propietarios y trabajadores autónomos supera al de
trabajadores coétnicos en estos momentos en España. La
forma más habitual no es la explotación de los recursos humanos de miembros
del propio grupo étnico, sino el perfil de un autónomo
(sin asalariados) que aporta personalmente los factores de
producción: mano de obra y capital. También es cierto
que muchos de estos negocios se encuentran todavía en plena
etapa de "despegue", por lo que es difícil pronosticar
qué pasará a medida que se vayan
consolidando.
Sin embargo, de las entrevistas sí se desprende un
pequeño segmento de comercios con una trayectoria que
podemos considerar "exitosa", en el sentido de tener capacidad
para crear puestos de trabajo consolidados y estables, sobre todo
en el sector de la hostelería y en las tiendas de venta de electrodomésticos y
de accesorios de telecomunicaciones. Debe tenerse bien presente
este potencial que, sin duda, irá en aumento a medida que se
vayan consolidando estas iniciativas empresariales, a la hora de
valorar las repercusiones de los negocios étnicos en la
creación de puestos de trabajo, tanto para los trabajadores
coétnicos (el patrón de reclutamiento más
habitual), como también para los asalariados
autóctonos.40
Las expectativas de futuro de los negocios manifestadas
por los entrevistados nos permiten refutar el tópico de que
nos encontramos ante establecimientos con rasgos preindustriales,
condenados a desaparecer. Antes al contrario, la voluntad de
inversión en la mejora y modernización del negocio es
una constante. Este dato evidencia la fuerte capacidad que tienen
estas iniciativas de evolucionar, consolidarse y adaptarse a los
cambios (por ejemplo, abandonando la orientación étnica
inicial y abriéndose al mercado general, o bien
diversificando la oferta de productos y servicios).
La mayoría de las trayectorias empresariales
estudiadas reflejan procesos de movilidad social ascendente y
permiten identificar la génesis de una clase social
incipiente, integrada por pequeños propietarios de origen
inmigrante que despuntan en términos de status y de
ingresos. El acceso a la vivienda de propiedad y la
inversión en estudios superiores para la segunda
generación son los indicadores más claros de
dicho proceso de movilidad. En cualquier caso, las expectativas
de los entrevistados, exceptuando el caso de los
paquistaníes, pasan porque sus hijos no sigan en el negocio
familiar. Bien al contrario, invertir en educación para los hijos tiene como
objetivo potenciar sus posibilidades de insertarse con éxito
en el mercado "general", en ocupaciones calificadas y con mayor
prestigio social (médicos, abogados, arquitectos,
informáticos, etcétera).
Sin lugar a dudas, una de las aportaciones más
relevantes de esta investigación es mostrar que la
autoocupación de la población de origen inmigrante ha
dejado de ser un fenómeno anómalo en España y que
este modo de "incorporación laboral" adopta formas muy
diversas y heterogéneas. Asimismo, nuestro estudio
también pone de manifiesto la conveniencia de utilizar el
término "étnico" para referirnos a este tipo de
establecimientos, por cuanto disponen de recursos y de
estrategias distintivas a la hora de solucionar los problemas que
tienen que ver con su negocio y que permiten diferenciarlos del
resto.
Este estudio contribuye a romper con la imagen que se tiene de los
negocios étnicos como actividades que ocupan posiciones
periféricas, con escaso potencial de crecimiento y con
formas preindustriales de gestión.41
Y así es, muchos de ellos se sitúan en
actividades poco rentables, con un bajo requerimiento
tecnológico, con escasas barreras de entrada en
términos de capital y de formación.
Sin embargo, las trayectorias seguidas por algunos de
los comerciantes entrevistados demuestran su inmenso potencial de
generación de riqueza, inversión y creación de
puestos de trabajo. Lejos de tratarse de negocios condenados a la
extinción, son justamente las estrategias étnicas que
hemos detectado las que permiten no sólo que muchos de estos
comercios sobrevivan, sino que amplíen su mercado y se
encaminen hacia una orientación cada vez más
generalista y flexible. La trayectoria ascendente en
términos de éxito económico de muchos de los
negocios analizados así lo pone de manifiesto.
Ciertamente, los resultados del trabajo de campo
realizado en Barcelona no confirman las tesis de
Kloosterman,42 según las cuales, en el contexto
europeo, son los inmigrantes menos calificados y "excluidos" del
mercado de trabajo los que encuentran en la autoocupación
una "salida" ante una situación desesperada.
Las entrevistas muestran, para el caso de España,
una realidad más acorde con el modelo norteamericano, en el
sentido de que la autoocupación se convierte en una
opción atractiva para aquellos inmigrantes con más
recursos culturales y financieros, con más factores
predisposicionales (bagaje cultural, cultura del trabajo,
proyecto migratorio…) e iniciativa. Son ellos los que
están dispuestos a asumir los riesgos que la
autoocupación comporta para lograr consolidar trayectorias
laborales ascendentes.
Debe tenerse en cuenta que la llegada de inmigrantes a
España se produce principalmente a partir de mediados de los
ochenta, como resultado de la lógica de la
reestructuración del mercado de trabajo y de la
aparición de una serie de "nichos laborales"
(principalmente, agricultura, construcción, servicio
doméstico y hostelería), que generan puestos de trabajo
no calificados. Estas actividades demandan inmigrantes por falta
de trabajadores españoles dispuestos a trabajar en ellos, de
modo que han sido progresivamente ocupadas por trabajadores
extranjeros, a menudo dentro de la economía informal. Por
consiguiente, el proceso de formación de la "España
inmigrante" tiene poco que ver con el reclutamiento masivo de
inmigración en Europa occidental (procedente del sur de
Europa y de las antiguas colonias africanas), durante el
boom económico de las décadas de los cincuenta y
los sesenta en Europa, para emplearse en el sector industrial. En
estos países, que impermeabilizaron sus fronteras durante la
década de los setenta a consecuencia de la
reestructuración industrial, sí se ha generado un
incremento del desempleo entre los colectivos de inmigrantes. Por
lo tanto, si en el norte de Europa la migración se
había producido durante el proceso de implantación de
un modelo de producción fordista y de expansión y
consolidación del sector industrial (con predominancia de
los "empleos típicos"), en el sur de Europa acontece durante
el periodo de pleno crecimiento del sector servicios y de
flexibilización del empleo ("empleos atípicos") y,
justamente por ello, el desempleo no constituye un riesgo tan
elevado como en el resto de Europa, al igual que ocurre en el
caso norteamericano.
En todo caso, la creación de negocios por parte de
determinados colectivos de inmigrantes o de comunidades
étnicas está propiciando procesos de movilidad social
ascendente y está conformando una nueva clase social,
integrada por pequeños propietarios de negocios. Desde esta
perspectiva, la emergencia de negocios étnicos en
España no sólo configura la expresión de procesos
de autonomía laboral y de creación de empleo por parte
de los trabajadores de origen inmigrante, sino que también
constituye un indicador del grado de asentamiento de estos
colectivos en la sociedad española.
* El término gentrificación (del inglés
gentrification) describe el fenómeno urbano que
consiste en la ocupación residencial de los centros urbanos
por parte de las clases más adineradas, que desplazan a los
habitantes de menos ingresos que los ocupan. Se trata de zonas
previamente degradadas que ven aumentar su status como
resultado de mejoras materiales
—"renovación o rehabilitación de
viviendas—, económicas, sociales y cuturales. Este
proceso, que se ha dado en las grandes ciudades de los
países industrializados a partir de los años setenta,
contradice las teorías tradicionales
sobre suburbanización y declive socioeconómico de los
centros urbanos. En el caso concreto de la ciudad de Barcelona,
desde principios de los noventa se
está asistiendo a un proceso de gentrificación en su
centro urbano, el distrito de Ciutat Vella —donde se ha
realizado parte del trabajo de campo sobre comercio étnico
de este estudio—. Una revisión del concepto y su aplicación al
barrio barcelonés del Raval puede encontrarse en el
artículo de Ma. Alba Sargatal (2001),
"Gentrificación e inmigración en los centros
históricos: el caso del barrio del Raval en Barcelona",
Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales,
núm. 94 (66), http://www.ub.es/geocrit/sn-94-66.htm
1. Este artículo recoge los principales resultados
de una investigación financiada por la Secretaria
d’Immigració de la Generalitat de Catalunya y por la
DGICYT (Dirección General de
Investigación, Ciencia y Tecnología) del
Ministerio de Ciencia y Tecnología, dirigida por la
catedrática de Sociología, Carlota
Solé. El trabajo de campo se ha llevado a cabo durante el
segundo semestre de 2003 y en su realización han participado
los siguientes investigadores: David García, Lluís
Garzón, Víctor Malgesini, Paola Martínez, Raquel
Moreno y Albert Terrones.
2. España pasa a mediados de los ochenta, de un
modo relativamente inesperado, de ser un país de
emigración a tener un saldo positivo en el flujo
migratorio.
3. J. Rath y R. Kloosterman, "Outsider’s Business:
A Critical Review on Immigrant Entrepreneurship", 4
Ibid.
5. E. Ma Mung, "L’expansion du commerce ethnique:
Asiatiques et Maghrébins dans la region Parisienne",
Revue Europeenne des Migrations Internationales, vol. 8,
núm. 1, 1992, pp. 39-60.
6. A. Riesco, "Enclaves étnicos, economías
étnicas y relaciones salariales", ponencia presentada en el
VIII Congreso Español de Sociología, Alicante, 23-25 de
septiembre de 2004.
7. Sin embargo, de ello no se desprende que la
empresarialidad inmigrante pueda ser equiparada al sector
comercial o a la hostelería. Nada más lejos de la
realidad. Las denominadas coloquialmente empresas o negocios "que
no requieren local", que tienen que ver con la realización
de servicios a domicilio (reparaciones, pintura, instalaciones, etc.)
o con las nuevas tecnologías
(diseño gráfico desde
el propio domicilio, traducciones on line, etc.),
están cada vez más presentes entre las iniciativas
empresariales de los inmigrantes. Estos "otros" negocios, por lo
general, requieren una menor inversión inicial que el
comercio, confieren al empresario o autoempleado mayor
flexibilidad en la gestión del tiempo de trabajo y, en
muchos casos, proporcionan márgenes de beneficios más
elevados que el propio comercio, constreñido por una serie
de limitaciones demográficas, sociales, culturales,
urbanísticas y económicas que enmarcan su "crisis" y
dificultan su expansión.
8. Departament d’Estadística de
l’Ajuntament de Barcelona, "La població estrangera a
l’Ajuntament de Barcelona l’any 200",
http://www.bcn.es/estadistica.
9. Ibíd.
10. I. Light y S. Gold, Ethnic Economies, San
Diego, Academic Press, 2000.
11. I. Light, P. Bhachu y S. Karageorgis, "Migration
Networks and Immigrant Entrepreneurship", en I.
Light, P. Bhachu (eds.), Immigration and
Entrepreneurship: Culture, Capital and Ethnic Networks, New
Brunswick (NJ), Transaction, 1992.
12. Ibíd.
13. I. Light y E. Bonacich, Immigrant Entrepreneurs.
Koreans in Los Angeles, 1965-1982, Berkeley, University of
California Press, 1998, p. 78.
14. A. Portes y J. Sensenbrenner, "Embeddedness and
Migration. Notes on the Social Determinants of Economic Action",
American Journal of Sociology, vol. 98, núm. 6, 1993,
pp. 1320-1350.
15. J. A. Cebrián y Ma. I. Bodega, "El negocio
étnico, nueva fórmula de comercio en el casco antiguo
de Madrid: el caso de Lavapiés", Estudios
Geográfios, vol. LXIII, núm. 248/249, pp.
559-580.
16. R. Waldinger, H. Aldrich y R. Ward, "Opportunities,
Group Characteristics, and Strategies", en R.
Waldinger et al., Ethnic Entrepreneurs:
Immigrant Business in Industrial societies, Londres, Sage,
1990.
17. I. Light y E. Bonacich, op. cit.
18. J. Boissevain et al., "Ethnic Entrepreneurs
and Ethnic Strategies", en R. Waldinger et al., Ethnic
Entrepreneurs: Immigrant Business in Industrial Societies,
Londres, Sage, 1990.
19. Los grupos estudiados son los gitanos en Estados
Unidos, los coreanos en Los Ángeles, los chinos en Nueva
York, los norafricanos en Lyon, los paquistaníes en
Manchester, los turcos en Berlín-oeste y los surinameses en
Ámsterdam.
20. Op. cit.
21. Ibíd.
22. R. Kloosterman, J. Van der Leun y J. Rath, "Mixed
Embeddedness: (In)formal Economic Activities and Immigrant
Businesses in the Netherlands", International Journal of Urban
and Regional Research, vol. 23, núm. 2, pp.
253-267.
23. G. Esping-Andersen, Social Foundations of
Postindustrial Economies, Oxford, Oxford University Press,
1999.
24. R. Kloosterman, "Immigrant Enterpreneurship and the
Institutional Context: A Theoretical Exploration", en J. Rath
(ed.), Immigrant Businesses: The Economic, Politic and Social
Environment, Warwick / Centre for Research in Ethnic
Relations, 2001.
25. Ibíd.
26. L. Cachón, "La inmigración en España:
los desafíos de la construcción de una nueva sociedad",
Migraciones, núm. 14, pp. 219-224.
27. Comprenden aquellos atributos culturales (valores, actitud, conocimiento y
habilidades transmitidas en el transcurso de la socialización) y materiales
(propiedad privada, patrimonio, capital humano,
disponibilidad de dinero para la inversión, etc.) propios de
la burguesía (I. Light y S. Gold, op.
cit.).
28. Política y Cultura, primavera 2005,
núm. 23, pp. 257-275 Estrategias de los comercios
étnicos en Barcelona, España 267 28 Sin olvidar que
otro de los condicionantes que se menciona por parte de las
mujeres es el hecho de que establecerse por cuenta propia les
otorga mayor flexibilidad horaria y les permite gestionar mejor
su tiempo de trabajo y poder dedicar más tiempo a sus cargas
familiares. Así se desprende de un estudio sobre las mujeres
autoempleadas realizado por el Colectivo Loé, en el marco de
una encuesta más amplia a
trabajadoras de origen inmigrante en España (Mujer,
inmigración y trabajo, Madrid, Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales, 2001), y de otro estudio reciente, financiado
por el Instituto de la Mujer, sobre el empresariado
étnico desde el punto de vista de las relaciones de
género (L. Oso, N. Ribas, "Empresariado étnico y
género: dominicanas y marroquíes en Madrid y
Barcelona", ponencia presentada en el IV Congreso Español de
la Inmigración en España, Girona, 10-13 noviembre de
2004).
29. Colectivo Loé, ¡No quieren ser menos!:
exploración sobre la discriminación laboral de los
inmigrantes en España, Madrid, UGT, 2001.
30. J. Boissevain et al., op
cit.
31. Op. cit.
32. D. S. Massey, J. Arango et al., Worlds in
Motion, Oxford, Clarendon Press, 1998.
33. Política y Cultura, primavera 2005,
núm. 23, pp. 257-275 Estrategias de los comercios
étnicos en Barcelona, España 269 33 R. Kloosterman,
J. Van der Leun y J. Rath, op. cit.
34. T. Jones, G. Barrett y D. McEvoy, "Market Potential
as a Decisive Inflence on the Performance of Ethnic Minority
Business", en J. Rath (ed.), Immigrant Businesses: The
Economic, Politic and Social Environment, Warwick, University
of Warwick / Centre for Research in Ethnic Relations,
2001.
35. M. Baganha y E. Reyneri, "La inmigración en los
países del sur de Europa y su inserción en la
economía informal", en C. Solé (coord.), El impacto
de la inmigración en la economía y en la sociedad
receptora, Barcelona, Anthropos, 2001.
36. El barrio barcelonés de Gràcia se
convierte en un privilegiado observatorio de este tipo de
establecimientos, puesto que se trata de una importante zona
cultural y de recreación que atrae a
clientes de toda la ciudad.
37. K. Wilson y A. Portes (1980), "Immigrant Enclaves:
An Analysis of the Labor Market Experiences of Cubans in Miami",
American Journal of Sociology, núm. 86, pp.
295-319.
Política y Cultura, primavera 2005, núm.
23, pp. 257-275 38 Op. cit.
39. M. Aramburu, "Los comercios de inmigrantes
extranjeros en Barcelona y la recomposición del
‘inmigrante’ como categoría social", Scripta
Nova. Revista Electrónica de Geografía y
Ciencias Sociales, núm. 108,
http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-108.htm, 3 de febrero de
2004.
40. En uno de los negocios entrevistados, una tienda de
electrodomésticos regentada por un inmigrante de origen
indio, se ha detectado la presencia de diversas asalariadas
autóctonas.
41. M. Baganha y E. Reyneri, op. cit.
42. Op. cit.
Sònia Parella Rubio (1)
(1) * Universidad Autónoma de
Barcelona, España.