La importancia y significación de la filosofía bajo distintos puntos de vista
4. La visión del
humanismo renacentista
6. La visión de
José Ferrater Mora
"Las cosas se diferencian en lo que más se
parecen." Por esto se ha decidido trabajar con las distintas
perspectivas de la importancia de la filosofía en la vida
del hombre. Debido
al hecho de que todos citan la relevancia o irrelevancia de la
filosofía según sus creencias se hace posible
comparar sus ideas con una especial cuota de interés
hacia las oposiciones y ligaduras.
A través de su metáfora entre el
filósofo y el hombre
vulgar, Platón
resalta la supremacía del saber filosófico sobre el
saber hacer. El filosofo, aquel que se tropieza en el pozo de
Tales, y aquel mismo que desconoce a su vecino, es el
hazmerreír de los esclavos, pero es admirado por los
hombres educados que es al fin y al cabo el único punto de
vista que merece consideración. El saber de este
filósofo se podría encasillar, en conexión
con lo visto en el año, en uno de los tres saberes de
Aristóteles: el teorético. Este saber representa al
saber "saber", el estudio del cosmos, de todas las cosas, y por
sus últimas causas.
También Pitágoras hace una descripción de este "filósofo" en su
descripción de los tres tipos de hombres. Él dice
que el filósofo no es ni el vulgo deseoso de competir, ni
el vulgo deseoso de comerciar, sino que es el hombre que se
interesa por el ser de las cosas y su modo de comportamiento, el hombre que quiere ver y
considerar lo que se hace y de qué modo.
Por otra parte el esclavo se burla del filósofo
por que no comprende lo que es sorprenderse ante algo nuevo, no
tiene el estado de
ocio que posee el segundo y es por esto que no puedo filosofar,
no se sorprende ante nada y por ende no intenta conocer. Aunque
el ocio era considerado negativo debido al hecho de que no
había producción por ende no era algo valioso,
útil, para Aristóteles y Platón, y en
general para toda la tradición filosófica, es una
actitud que
nos coloca por encima del mundo del trabajo.
Con cierta similaridad Aristóteles remarca la
preponderancia del arte sobre la
experiencia. Aquel que obra basado en la experiencia sin conocer
las primeras causas, es según sus propias palabras
inferior al hombre que posee el arte, que no sólo conoce
el "efecto" sino que también la causa.
Por otra parte, así como el filósofo en
Platón cae en el pozo de Tales, Aristóteles
también admite que frecuentemente el hombre sabio cometa
el error de al no tener experiencia –aunque sí el
concepto– ignore lo individual conociendo
únicamente lo universal. Se podría deducir
ciertamente que el hombre "tonto" en Platón, el vulgo el
que únicamente puede encargarse de las actividades
prácticas cotidianas se asemeja al hombre que no sabe las
causas ni el porqué de las cosas en Aristóteles.
Con respecto a lo que vimos durante el año
podríamos situar al vulgo en uno de los tres saberes de
Aristóteles, específicamente, en el primero: el
saber poético.
Al fin y al cabo, la idea principal que ambos pensadores
identifican, así como muchos otros a lo largo de la
historia como por
ejemplo Pitágoras, Sócrates
San
Agustín y Santo Tomás, es que más
allá de los tropiezos que los sabios pueden tener, la
importancia recae en el hecho de tener la capacidad de reconocer
y aprender el origen de las cosas en cuanto al porqué de
las mismas. Diversas concepciones de la filosofía, a pesar
de partir de orígenes diferentes, pueden tener ciertos
puntos similares y en otros aspectos diferentes a las
concepciones de Aristóteles y Platón, con sus
respectivos distintos "objetos".
Si nos fijamos en la concepción
pitagórica, la filosofía es entendida como un
conocimiento
límite ya que un conocimiento total sólo puede
tenerlo Dios. Para Platón el amor mismo
será filosofar, Eros mismo será filósofo,
pues si el amor es amante
de las cosas bellas, y la sabiduría es una de las
más bellas, amarla será filosofar. Para los griegos
la filosofía es sinónimo de ciencia
universal y conocimiento de la realidad en lo que la realidad es.
Después de Aristóteles la filosofía no es ya
ciencia metafísica
estrictamente, se difunde como un saber práctico de la
vida y un conocimiento de "lo que hay que saber para resistir"
(1).
Esto se ve también en Epicuro, quien sostiene que
el objeto de la filosofía es el garantizar una vida feliz,
siendo ella un conocimiento funcional y no un conocimiento
científico desinteresado. Para los Neoplatonistas la
filosofía es el saber del Uno, que nos eleva hasta Dios.
Particularmente Plotino afirma que la filosofía nos eleva
hasta dios y nos asciende al principio que se haya en nosotros
mismos, y nos aleja de los seres sensibles y de toda
maldad.
4. La visión del
humanismo
renacentista
Dentro del humanismo renacentista se llega a pensar que
el filosofar es el
conocimiento del hombre, el conocimiento de un tú
(Vico),
así como también se la ve como una ciencia de los
fenómenos físicos (Galileo y Newton).
Por otro lado dentro del mismo humanismo renacentista,
se encuentra F. Bacon, quien sostiene que la filosofía es
la ciencia de
todo saber racional constituido por la memora, la
imaginación, y la razón. Contrapuestos a
Platón y a Plotino, Locke y Hume la filosofía se va
a basar en la primacía del conocimiento sensible y reducir
todo el conocimiento a una "agregación de sensaciones"
(2).
Este mismo sabio en Platón tiene como objetivo
"…escaparse lo más de prisa posible de aquí abajo
hacia allá arriba". Este escape consiste en acercarse y
asemejarse a Dios. Esto se debe a que inevitablemente que el que
conoce a Dios es verdaderamente sabio. Toda la teoría
platónica se basa en este retorno hacia el mundo de las
ideas que es de donde originariamente venimos. En el mundo
inteligible habitan todas las ideas verdaderas, las almas, y
Dios, mientras que en el mundo sensible existen almas encerradas
en cuerpos de los cuales se quieren liberar para poder partir
hacia la plenitud esencial.
Con respecto a este tema, Aristóteles indica que
Dios es el único capaz de poseer todas las causas, ya que
él es por lo cierto la primera causa. Por consiguiente el
que posee las causas últimas de las cosas es el verdadero
filósofo. Estos conceptos están presentes en San
Agustín y Santo Tomas de Aquino. Para San Agustín
todas las causas de la naturaleza
están en "dios creador" (3), y la filosofía
consistirá en el conocimiento de mi contingencia frente a
él. Para Santo Tomás la filosofía es el
saber de la naturaleza y de su ultima causa: Dios.
En completa contraposición a la elevación
que se le da a la filosofía en los dos pensadores
anteriormente citados (Platón y Aristóteles), se
encuentran los autores positivistas. Estos últimos poseen
una visión de la misma extremadamente terminante en lo que
concierne su sentido, su finalidad, y su utilidad para la
vida de los hombres, para las ciencias, y
para el universo en
sí.
Auguste Comte establece que las ramas de nuestro
conocimiento pasan por tres etapas o como el llama "estados
teóricos diferentes". Si bien en el primer estado
(Teológico) el espíritu humano busca las primeras
causas y encuentra las respuestas en la "acción
directa de agentes sobrenaturales cuya intervención
explica todas las anomalías aparentes del universo…",
Comte concluye que en la tercera etapa (estado positivo), el
hombre se termina abandonando la búsqueda de las primeras
causas ya que las respuestas que encuentra no son factiblemente
verificables y por ende carecen de sentido alguno.
6. La visión de
José Ferrater Mora
Asimismo, para José Ferrater Mora (positivismo
lógico al que se une el ‘empirismo’) las proposiciones
filosóficas son en verdad, ‘seudo
proposiciones’ debido al hecho de que se basan en como
él llama "especulaciones metafísicas". Para ser
más claros, como la filosofía está basada en
problemas
insolubles, y como solamente las ciencias pueden ser solubles
dado que son las únicas cuestiones comprobables (ejemplo:
las matemáticas y la lógica), la filosofía queda reducida
a una mera rama de la lógica tildada de recomendaciones o
reglas. Se hablaba, en el pensamiento
positivista, de un "hechizo" del que habían sido
víctimas los filósofos, los quienes vivían un
espejismo de sofismos y realidades ficticias. Es decir, la
mismísima filosofía carecía de cualquier
tipo de importancia ya que se había formado en base a
puras falacias podríamos decir "seudo reales".
Estas ideas podrían relacionarse con las ideas de
Kant, quien niega
que la filosofía sea una ciencia de dios o de la
razón. El dice que es imposible este conocimiento ya que
Dios es inaccesible, el mundo es desconocido, y según
él la metafísica es inalcanzable por la
razón.
Luego de Kant podemos identificar otra concepción
de la filosofía considerablemente importante: el idealismo de
Hegel. Para
él, todo lo que sucede en el universo son los distintos
desenvolvimientos del espíritu, y la filosofía es
la autorreflexión del espíritu sobre sí
mismo.
En conclusión, si nos ponemos en una postura
comteana desde el punto de vista de la teoría de los tres
estados podríamos decir que Platón y
Aristóteles se encuentran en el segundo estadio, ya que
por más que la explicación no viene solamente por
dioses pero basan todas su teorías
en la existencia de un Dios, de una única causa, de la que
todo nace y de la que todo vive para retornar a él. Junto
con estos dos se encuentran todos aquellos autores que no
pertenezcan al movimiento
positivista.
La dicotomía que se presenta con el pensamiento
platónico resulta evidente si tenemos en cuenta que para
este autor la filosofía nos permite conocer a Dios. Al
asimilarnos a Dios nos asimilamos a la perfecta justicia, y al
ser hombres "perfectamente justos" como lo es él, somos
capaces de alcanzar la vida plenamente bienaventurada.
Podemos observar en conclusión, que las
contraposiciones que surgieron a lo largo del pensamiento
filosófico estudiado se deben básicamente en el
extremismo de ambas corrientes.
"…cuando dos ideas chocan están cerca de la
verdad." Esta afirmación de Einstein puede
ejemplificarse fácilmente a través de la historia
de las ideas. Probablemente Demócrito no hubiera
descubierto la constitución de la materia son
la aparente contradicción entre el constante fluir de
Heráclito y la ausencia de cambio
presente en Parménides. Del mismo modo la
dicotomía existente entre clásicos y positivistas
podría conducir a un resultado satisfactorio.
A nuestro entender, si bien los problemas
filosóficos permanecen irresolubles, su utilidad se
justifica a partir de la necesidad inherente a la
condición humana de hacer frente a estos interrogantes.
¿Quién no se ha interrogado alguna vez acerca de la
existencia de Dios o del sentido de la vida?
- UBA, Lección Primera: La Voz Filosofía
en Griegos y Romanos. - UBA, Lección 2: La Voz Filosofía
después del Cristianismo - Ibídem
Florencia Di Paolo